Jerónimo Sánchez de Carranza (¿1539-1608?), creador de la Verdadera Destreza y gobernador de Honduras.

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Descripción

Jerónimo Sánchez de Carranza (¿1539-1608?), creador de la Verdadera Destreza y gobernador de Honduras1 José Mª Hermoso Rivero (Centro de Estudios de la Costa Noroeste de Cádiz) A Juan Guilmaín Alonso, Preboste de la Sala Francisco Román de Sevilla. Jerónimo Sánchez de Carranza ha pasado a la historia como el autor de la llamada ciencia de la verdadera destreza, método de uso de las armas basado en componentes matemáticos, geométricos, filosóficos y teológicos, que posteriormente fue continuado por otros insignes maestros de armas como Luis Pacheco de Narváez. La verdadera destreza de las armas creada por Carranza era lo opuesto a la llamada esgrima, a la cual dicho autor consideraba un conjunto de tretas propias del vulgo sin ningún rigor científico. Sin embargo, la fama de Carranza como creador de esta ciencia, que fue el origen de la llamada escuela de esgrima española y que en la actualidad se practica como esgrima antigua o histórica, ha eclipsado su labor como militar y político. Su libro De la filosofía de las armas y de su destreza y de la agresión y defensión cristiana, ha contado con destacados estudios como el de Francisco Saucedo Morales, que analizó en su tesis doctoral las Frontispicio del tratado De la philosofia de repercusiones del libro de Carranza en la escuela las armas y de su destreza y de la agresión y española de esgrima.2 Asimismo Claude Chauchadis defensión christiana, impreso en la casa de analiza el simbolismo literario de la obra, 3 mientras Jerónimo S. de Carranza, en Sanlúcar, 1582. que Stefano de Merich profundiza en las menciones de la fama de Carranza como esgrimista que se hacen en el Quijote. 4 Pero sin duda los trabajos más completos sobre el personaje que han aparecido en fechas recientes son los de Mary Dill Curtis5 y Manuel Valle Ortiz.6 1 Mi más sincero agradecimiento a D. Antonio Romero Dorado, por su ayuda y apoyo en los años de realización de este trabajo, y sobre todo a mi esposa María, por su paciencia. 2 SAUCEDO MORALES, Francisco. Jerónimo de Carranza y la escuela española de esgrima. Tesis doctoral. Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) (UPM). Madrid. 1997. 3 CHAUCHADIS, Claude. “Didáctica de las armas y de literatura: Libro de la philosofia de las armas y de su destreza de Jerónimo de Carranza”. Criticón Nº 58. 1993. Págs. 73-84. 4 DE MERICH, Stefano. “La presencia del libro de filosofía de la armas en el quijote. 1615”. Bulletin of the Cervantes Society. Fall 2007-2008. Pág. 155-180. 5 CURTIS, Mary Dill. "Jerónimo Sánchez de Carranza: a man of arms and letters". En MELE, Gregory D. In the service of Mars. Proceedings from the Western Martial Arts Workshop 1999–2009. Volume I. Wheaton (IL). 2010. 6 VALLE ORTIZ, Manuel. Nueva Bibliografía de la antigua esgrima y de la destreza de las armas. 2012. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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En los últimos años, yo mismo me he ido acercando a la figura de Carranza con una modesta aproximación sobre su figura,7 lo que me ha llevado a ir profundizando sobre algunos de los aspectos más desconocidos de su vida. Por ello, en este trabajo pretendo analizar al personaje desde el punto de vista biográfico y no literario, intentado aclarar los aspectos más interesantes y desconocidos de su vida, centrándome en su labor como político y militar. Jerónimo Sánchez de Carranza y su estancia en la corte del VII duque de Medina Sidonia El auge de la corte ducal de los Medina Sidonia a mediados del siglo XVI motivó que los Guzmanes se convirtieran en protectores y mecenas de escritores, científicos y artistas. Durante el gobierno del VII duque, don Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Zúñiga, nos encontramos al doctor Pedro de Peramato, que le dedicó varias obras sobre el mal de la peste y a D. Jerónimo Sánchez de Carranza, autor del tratado de esgrima De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y de la Agresión y Defensa Cristiana impreso en su casa de Sanlúcar de Barrameda en 1582. Jerónimo Sánchez de Carranza nació en Sevilla a mediados del siglo XVI 8 y según menciona Francisco Saucedo Morales en su tesis doctoral, su segundo apellido era "de la Barreda",9 aunque en los documentos que hemos consultado no se hace referencia a este apellido. Valle Ortiz afirma que su madre fue María Ortiz y que provenía de una familia originaria “de la montaña”.10 Curtis, añade en su magnífico trabajo, que la familia Carranza formada por Juan de Carranza y María Palacio ducal, Sanlúcar de Barrameda. Ortiz había llegado a Sevilla proveniente del valle vasco del mismo nombre, estableciéndose en Sevilla en la parroquia de San Román. 11 Desconocemos la fecha del nacimiento de Carranza, pero podemos calcularla en base a la leyenda que aparece en el frontispicio de su tratado De la Filosofía de las Armas, donde se representa su efigie con la leyenda "Aetatis Suae XXX Ann." Según testimonio del propio autor, aunque el libro no fue publicado hasta 1582, ya lo había terminado en 1569. 12 Por ello, debemos suponer que nació en 1539, porque si restamos 30 años a 1569, obtenemos dicha 7 HERMOSO RIVERO, José Mª “Jerónimo Sánchez de Carranza y el primer tratado de esgrima español publicado en Sanlúcar de Barrameda (1582)” El Rincón malillo nº 3. Anuario del Centro de Estudios de la Costa Noroeste de Cádiz (CECONOCA). 2013. Pág. 13-17. 8 GALLARDO, José Bartolomé. Ensayo de una biblioteca española de libros raros y curiosos. Tomo II. Madrid. 1866. Pág. 235. Asimismo en la cédula del libro de La Filosofia de las Armas se afirma: Hieronimo de Carrança natural de de Sevilla. 9 Op. cit. SAUCEDO MORALES (1997). Pág. 25. 10 Op. cit. VALLE ORTIZ, Manuel (2012). Págs. 254. 11 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 164. 12 SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo. De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y la de Agresión y Defensión Cristiana. Sanlúcar de Barrameda. 1582. Fol. 280 vº. 66

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fecha. En cambio, si suponemos que Carranza tenía 30 años en 1582, ello supondría que habría escrito su tratado con tan solo 17 años, lo que no es verosímil, como ya apuntó Curtis, 13 teniendo en cuenta que antes de escribirlo ya había cursado estudios universitarios. Como afirma Curtis, Carranza en su juventud había estado vinculado a la casa de los duques de Béjar, en la capital hispalense.14 De hecho, a estos nobles les dedicaría una carta jaculatoria inserta en el último diálogo de La filosofía de las armas, donde manifiesta sus condolencias a don Pedro de Zúñiga, por la muerte de su madre, la III duquesa de Béjar, en 1565: Siempre (como sabeis) Charilao (Carranza) á tenido amistad con la gente mas principal de España, y entre los amigos que tiene de mayor merescimiento, y á quien él estimó siempre en mas por su grande Animo y valor en las cosas apartadas del Vulgo, es el Señor don Pedro de Çuniga. Pues como Charilao estuviesse ya en la Casa del Excellentissimo Señor el Duque de Medina, absente de Sevilla por su orden y por la de aquel gran Caballero don Antonio de Çuñiga Marques de Ayamonte [...]. Quisiera que el tiempo me diera alguna parte de si, y si no fuera co[n]migo tan avaro, o ser tan mio aora como solia, para hallarme con v. m. en essos sucessos, y relevarle (si pudiera) de algunas fatigas, que consigo traen essos negocios, mas pues v. m. no me lo a mandado con alguna letra suya, entiendo que por ahora huelga con la Soledad, aunque yo quisisiera esto, por traerle á la memoria muchas cosas, que por ser conoscidas, debe tener olvidadas, parescieran bien en este tiempo colmado de congoxas […].15 ¿Pero que sabemos de la formación intelectual de Carranza? La respuesta a esta cuestión la resuelve el propio personaje en una carta dirigida al monarca Felipe II en 1593: Yo señor començe mis estudios en Sevilla y los concluy en Salamanca y sali aprovechado en ellos de manera que e compuesto doze libros en las facultades con mucha aprobación de Vro. Real consejo sin aver aspirado jamás a ningun officio de los muchos buenos que me ofrescio por que en aquella razon me enbaraçaron algunos príncipes que satisfechos de mis partes procuraran llevarme a su compañía[...].16 Esto concuerda con lo que ya aportó Curtis, diciendo que estudió leyes en la Universidad de Osuna, 17 a lo que ahora podemos añadir que siguió sus estudios en Salamanca, dato inédito. Asimismo, Carranza hace mención a sus estudios en el prólogo De la Filosofía de las Armas, cuando dice: Yo que dende mi primera edad tomando algun tiempo de mis Studios e sido verdaderamente dado á ella, y exercitando con largo discurso de días no podre sufrir, que la grandeza y Dignidad suya padezca detrimento[...].18 13 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 164. 14 Ibídem. Pág. 164-165. 15 Op. cit. SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo (1582). Fol. 275. 16 Archivo General de Indias (en adelante, A.G.I.), Guatemala, 39, R. 12, N. 59. Carta del gobernador Jerónimo de Carranza. 25 de abril 1593. 17 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 165. 18 Op. cit. SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo (1582). Prólogo sin foliar. Numeración del autor, pág. 8. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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El mismo Carranza se atribuye la autoría de al menos doce libros, de los que conocemos algunos: De la Filosofía de las Armas y de su Destreza y de la Agresión y Defensión Cristiana, Los cinco libros sobre la ley de la injuria de palabra o de obra: en que se incluien las verdaderas resoluciones de la honrra y los medios con que se satisfacen las afrentas,19 el Discurso sobre una pregunta que el Duque de Medina Sidonia hizo al Comendador Gerónimo de Carranza sobre la Ley de las injurias20 y el Discurso de Armas y Letras sobre las palabras del proemio de la Instituta del Emperador Justiniano, citado este último por Bartolomé Gallardo.21 Las dotes intelectuales de Carranza debieron ser algo notorio en Sevilla ya que frecuentaba los ambientes intelectuales de la ciudad, relacionándose con el círculo del poeta Juan del Mal Lara. En dicho ambiente tomaría contacto con personalidades como Retrato de Jerónimo S. de Carranza, por Ramón Senet (1879), en la Biblioteca el poeta Fernando de Herrera, Cristóbal Mosquera de Colombina de Sevilla. Basado en el Figueroa y el canónigo Francisco Pacheco (tío del frontispicio de su tratado (foto del IAPH). pintor), el cual dedicó una serie de epigramas al 22 tratado de Carranza. Asimismo, Carranza estuvo en contacto con los tres médicos del duque: los doctores Matías de Aguilar, Pedro de Peramato 23 y Juan Jiménez, prologando estos dos últimos su tratado sobre las armas. Además, su condición de hidalgo, su fama de persona docta y su habilidad con las armas, le sirvieron para entrar en contacto en Sevilla con los hijos de los duques de Béjar, Álvaro, Diego y Pedro de Zúñiga, como ya indicó Curtis. 24 Por la misma autora, sabemos que Carranza entró al servicio del VII duque de Medina Sidonia a principios de las década de 1560. 19 De esta obra, que no fue impresa, se conserva un manuscrito en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Sign. top. 58-2-28. Olim: B4ª-445-24, 84-2-22. "Carranza. Ley de la Injuria" y "24". R. 18476. Mi agradecimiento a D. Juan Guilmaín Alonso por facilitarme una copia de dicho manuscrito. 20 SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo. Discurso sobre una pregunta que el Duque de Medina Sidonia hizo al Comendador Gerónimo de Carranza sobre la Ley de las injurias. Biblioteca Nacional de España. Sign. MSS/12933/6. 21 Op. cit. GALLARDO, José Bartolomé (1866). Pág. 235. Esta obra, que al parecer se encuentra en la Biblioteca Colombina, lleva el siguiente subtítulo: "y una declaración en verso en razón de los mordaces murmuradores y decadencia de las Ciencias, Artes, Facultades y Sabiduría, por haber censurado los escritos del autor Jerónimo Sánchez de Carranza, noble e ilustre Sevillano, comendador y caballero del hábito de Cristo. Lo escribió Juan Gallo de Andrada, en esta ciudad de Sevilla, año de 1616. 22 ESCOBAR, Francisco J. "Nouveaux renseignements sur Fernando de Herrera et l'Académie sévillane dans Philosophía de las armas, de Jerónimo de Carranza". En La Renaissance en Europe dans sa diversité. III. Circulation des hommes, des idées et des biens, héritages. Université de Lorraine. 2015. Pág. 289-303. 23 PACHECO DE NARVÁEZ, Luis. Compendio de la Filosofía y destreza de las armas de Geronimo de Carranza. Madrid. 1612. 24 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 165. 68

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Sin embargo, hay que hacer notar que por esas fechas el duque contaba apenas diez años, por lo que parece improbable que un niño de su edad reclamara su servicio. Esto punto podemos aclararlo teniendo en cuenta que la madre del duque, Dª Leonor Manrique de Sotomayor, consorte del XII conde de Niebla, era, ni más ni menos, que hermana de los citados hijos de los duques de Béjar y que, viuda de Juan Claro de Guzmán, era la "tutora y curadora" del duque durante su minoría y, por lo tanto, responsable de su educación. Alonso Pérez de Guzmán había nacido en 1549 en Sevilla y, según Luisa Isabel Álvarez de Toledo, en su estudio sobre su antepasado, era un gran aficionado a las armas. Dicho interés le venía desde su niñez: El futuro señor aprendió esgrima y a encerrarse con un libro.25 Esta inclinación por las armas se manifestaba de manera pública en las fiestas que se celebraban en el palacio durante su infancia. 26 Sin embargo, cuando Carranza entró al servicio de los guzmanes, el duque no tenía aún el gobierno de sus estados, ya que hasta 1570 no le fue reconocida su mayoría de edad, estando tutelado hasta entonces por su madre. 27 En cuanto a la importante relación entre los Zúñigas y los Guzmanes, hay que señalar que no se limita a la madre del VII duque, sino que ambos linajes estuvieron ligados mediante sucesivos casamientos, desde mediados del siglo XV y durante todo el XVI. Asimismo, hay que tener muy en cuenta un nuevo dato que relaciona a los Carranza con los Guzmanes desde, al menos, 1516. Esto apuntaría a que los Carranza pudieron entrar en contacto con los Zúñiga a través de los Guzmanes, y no al contrario. De hecho, podemos aportar la prueba de la antigua relación de la familia Carranza con los Guzmanes. Se trata de una noticia que nos da el historiador Velázquez-Gaztelu, diciendo que el padre de Carranza, llamado Sancho de Carranza, fue "Caballero de la Casa del duque don Alonso V por los años de 1516, con ración y 12.000 maravedíes de acostamiento al año". Del mismo modo, el hermano de Jerónimo, Francisco de Carranza, fue "caballero de la casa del duque don Juan VI en 1555, con ración y 23.000 maravedíes de acostamiento al año". 28 Estas noticias aportadas por Velázquez-Gaztelu proceden de los libros de cuentas del archivo ducal. El propio Carranza en su Filosofía de las armas trataba su llegada a la corte ducal de los Medina Sidonia: "El excellentissimo señor don Alonso Perez de Guzman el bueno Duque de Medina Sidonia, tuvo por bien, que dexasse mi Patria y viniesse a su servicio: al qual yo fui no tanto por librarme de la arrogancia odiosa de algunos que con mal animo invidiaban, y adulteravan mis cosas, como por servirle, para que de su mano recompensasse el fructo de mi humilde ingenio".29 Por su parte, Saucedo Morales afirma que Carranza llegó a Sanlúcar buscando su retiro de la carrera de las armas.30 25 ÁLVAREZ DE TOLEDO, Luisa Isabel. Alonso Pérez de Guzmán, General de la Invencible. Tomo I. Cádiz. 1995. Pág. 23. 26 Ibídem. Pág. 35: Al cumplir un año de su primera mayoría de edad, el Duque D. Alonso celebró una batalla de moros y cristianos disfrazados con tafetán negro como los mayores. 27 Ibídem. Pág. 41. 28 VELÁZQUEZ-GAZTELU, Juan Pedro. Catálogo de todas las personas ilustres y notables de esta ciudad de Sanlúcar de Barrameda. Desde la mayor antigüedad que se ha podido encontrar en lo escrito hasta este año de 1760. Sanlúcar de Barrameda. 1997. Pág 123. 29 Op. cit. SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo (1582). Fol. 9. 30 Op. cit. SAUCEDO MORALES (1997). Pág. 42. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Lo cierto es que tenemos la certeza de que Jerónimo de Carranza se encontraba en Sanlúcar al menos desde 1569, ya que en el diálogo IV De la Filosofía de las Armas realiza una descripción de los acontecimientos que tuvieron lugar dicha ciudad como consecuencia de la epidemia de peste que azotó parte de la baja Andalucía en esas fechas: Pues luego que el mal pestilencial començo en Sanlucar, y murieron dél algunas personas, como testigo de vista os digo, que fuera tan grande el Alboroto, que parescia, que era llegado el fin, segun se bolvio el buen orden del Pueblo en confusion con mal tan repentino, por lo qual andava la pobre gente tan afligida desta desdicha, y tan hostigada de otros males, que se llegaban comunmente á este [...].31 Sobre la vida de Carranza en Sanlúcar dejó Antigua Calle del comendador Carranza, hoy calle testimonio el historiador dieciochesco Juan Escuelas, en Sanlúcar de Barrameda, donde se Pedro Velázquez-Gaztelu, quien afirmó que encontraba la casa de Jerónimo Sánchez de Carranza, lugar en que se imprimió su libro De la Jerónimo fue “caballero del duque don Alonso desde 1568 hasta 1583. Poseía 50 fanegas de filosofia de las armas (foto de autor). trigo, 40 de cebada y 37.500 maravedíes al año. Sus casas se encontraban donde después se establecieron las escuelas de la Compañía de Jesús, que por él se llamó Calle del Comendador Carranza”.32 Por esta descripción, podemos afirmar que la casa de Carranza estaba en la actual Calle Escuelas, situada a escasos metros del palacio ducal, y que fue allí donde se imprimió su Filosofía de las armas, como queda expresado al final de dicho tratado. Como cita Saucedo Morales, los autores contemporáneos describían a Carranza como un hombre de gran cultura, afable, sereno y que adolecía de un pequeño defecto en la vista. 33 Según Curtis, Carranza comenzó hacia 1570 una relación sentimental con doña Catalina Pérez de Aguilar, vecina de Sanlúcar, con la que tuvo varios hijos pero con la que no llegó a contraer matrimonio por razones que desconocemos.34 En palabras de la propia Catalina: Siendo yo mossa donçella tuve trato y amistad con el comendador Geronimo de Carrança que también era moço soltero y que del dicho trato y amistad tube por mi hijo natural a don Gil Sanchez de Carrança que passo a las Yndias e falleçió en la provincia de nueva España [...] Los quales (Jerónimo y Catalina) save (un testigo) que viviendo en esta ciudad siendo solteros libres para contraer matrimonio huvieron y procrearon por su hijo natural a don Gil de Carranssa e 31 Op. cit. SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo (1582). Fol. 271 vº. 32 Op. cit. VELÁZQUEZ-GAZTELU, Juan Pedro (1760, 1997). Pág 123. 33 Op. cit. SAUCEDO MORALES (1997). Pág. 31. 34 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 167. 70

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por tal su hijo lo criaron alimentaron e rreconocieron sin aver cossa en contrario. 35 Según Curtis, Carranza y Catalina, entre 1575 y 1581, fueron padres de cuatro hijos: Gil, Jerónimo, María y Sancho, aunque la pareja no convivía en el mismo hogar, por lo que los niños se educaban en las casas de ambos progenitores. Por su parte Rivarola, afirma que Carranza tuvo a un hijo llamado Francisco, 36 aunque no parece que exista prueba documental de ello y pudiera ser una confusión con el citado tío del comendador, también llamado Francisco. El primogénito, Gil Sánchez de Carranza, afirma en su testamento ser natural de Sanlúcar y sabemos por los autos de sus bienes, que falleció en 1606 en la provincia de Nueva España sin dejar descendencia. En el mismo documento se registra la maternidad de Catalina: Sepan cuantos esta carta de poder vieren como yo Catalina Perez vecina que soy de esta ciudad de Sanlucar de Barrameda como madre natural y universal heredera que soy de don Gil de Carrança mi hijo y del comendador Geronimo Sanchez de Carrança su padre difunto[...].37 En cuanto al joven Jerónimo, sabemos que nació hacia 1580, porque en una carta de su padre al rey Felipe II, manifiesta que en 1595 tenía unos quince años. 38 En lo referido a Sancho, el tercer hijo de Carranza mencionado por Curtis, nos inclinamos a pensar que quizás no existiera. Es posible que Carranza en realidad tuviera solo dos hijos varones, los dos que partieron con él a las Indias (Gil y Jerónimo) y que el nombre Sancho haya surgido por error, ya que en los documentos se cita a Jerónimo como "Jerónimo Sancho de Carranza". El propio Gil testó a favor de su padre y de su hermano Jerónimo Sancho de Carranza, sin que se nombre a nadie más, incluida su hermana María. Velázquez-Gaztelu, además, aporta información sobre la existencia de un sobrino del personaje, llamado Guillermo de Carranza, que fue reconocido como hidalgo por la ciudad de Sanlúcar en 1579. Pero al consultar de los documentos a los que hace referencia, el reconocimiento de hidalguía es para Jerónimo de Carranza, no para el tal Guillermo, que puede ser una errata del historiador: Acordose que se escriba una carta al pr.co de Granada para que se haga despacho de don Ge. o de Carrança sobre su hidalguía para que se haga lo se le esta mandado.39 En las mismas fechas fueron reconocidos también como hidalgos los hijos del Carranza, pero en dicho documento no se referencian sus nombres. 40 La propia Curtis, ya documentó que ya a finales de 1579, Jerónimo comenzaría a tramitar el título de hidalguía de sus hijos.41

35 A.G.I. Contratación 293B, N. 1, R. 15. Bienes de difuntos: Gil Sánchez de Carranza. 1610. Fol. 7 y 8. 36 RIVAROLA, Juan Félix Francisco. Descripción histórica, cronológica y genealógica, civil, política y militar de la serenísma república de Génova. Madrid. 1729. Pág 178. 37 A.G.I. Contratación. 293B, N. 1, R.15. Bienes de difuntos: Gil Sánchez de Carranza. 1610. 38 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 63. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza en septiembre de 1595. Folio 2. 39 Archivo Municipal de Sanlúcar de Barrameda (en adelante A.M.S.B.). Libros de actas capitulares. Libro nº 6. Sign. 4708. Fol. 56 (viernes 27 de febrero de 1579). También se confirma esta hidalguía en el fol. 74 vº. 40 A.M.S.B. Libros de actas capitulares. Nº 6. Sign. 4708. Fol. 66 vº. Por lo cual parece que la referencia que Velázquez-Gaztelu da sobre el tal Guillermo es un error del historiador. 41 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 167. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Asimismo, Carranza debió de ser considerado en Sanlúcar una persona de notable prestigio, ya que en los libros de bautismo de la Iglesia Mayor de la ciudad, aparecen numerosos niños apadrinados por él desde 1576. Parece que los infantes solían ser los hijos de los criados del duque don Alonso, como el caso de Catalina, hija de Antonio Beleña42 y Elvira Díaz: "En miércoles a dos días del mes de diziembre de mil y quinientos y setenta y nueve años baptizé yo benito de rota cura Vista de Sanlúcar. desta yglesia de sanlucar de barrameda a catalina hija de Antonio de Beleño y de Elbira Diaz su ligitima muger fue su padrino Hirónimo de Carrança y en fe de lo qual lo firme de mi nombre que es hecho utsupra". En el mismo documento se registra una segunda partida de bautismo consecutiva a la anterior, que se llevó a cabo el mismo día, donde el propio Carranza volvería a actuar de padrino, en este caso de Pedro, hijo de López Rodríguez y de María López su mujer.43

Partidas de bautismo donde Carranza aparece como padrino. 42 Op. cit. VELÁZQUEZ-GAZTELU, Juan Pedro (1760, 1997). Pág. 97: Beleña ejercía la labor de criado de cámara del Duque D. Alonso llegando a ser en 1609 veedor de la casa del VII duque. Falleció en septiembre de 1615. 43 Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera. Libros de bautismo de la parroquia de Ntra. Sra. de la O de Sanlúcar de Barrameda. Libro 12, fol.125. Cristóbal, hijo de Gregorio Medina y María Esquivel también fue apadrinado por Jerónimo S. de Carranza en 1577. 72

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Como cita Saucedo Morales, basándose en las palabras del propio personaje, el VII duque debió destinar a Carranza a tareas más propias de su amplia cultura. 44 De esta manera, podemos pensar que Carranza tal vez no ejerció solamente como maestro de armas del duque sino también como “escritor de cámara”, ya que como hemos referido antes, conocemos una epístola de nuestro autor dirigida al rey Felipe II a través del duque don Alonso. De hecho, según el prólogo de su tratado, Carranza abandonó la práctica de la destreza para dedicarse al servicio del duque y a teorizar sobre la nueva ciencia que se gloriaba de haber creado. Según Curtis, Carranza solamente enseñó la Verdadera Destreza al duque y a Pedro de Mesa, según testimonio dado por el pintor Francisco Pacheco en su Libro de retratos.45 Pedro de Mesa, se destacó en el arte de la danza, en la vihuela de siete órdenes, en el canto de órgano, así como en el arte de bordar. Pacheco afirma que Mesa fue de "invencible ánimo y sin igual en la verdadera destreza" y le dedica dos sonetos donde, entre otros elogios, lo considera el único discípulo y heredero de Carranza, diciendo: Con justa causa sois tan estimado / pues de aquel que primero abrió el camino / primogénito sois en la Destreza. En el mismo libro de retratos se recogen las efigies de otros dos destacados carrancistas: Manuel Rodríguez y Juan Márquez de Aroche, el primero de los cuales fue, a su vez, discípulo de Mesa en el arte de las armas.

Los carrancistas o carrancinos Pedro de Mesa, Manuel Rodríguez y Juan Márquez de Aroche, libro de retratos de Francisco Pacheco.

Volviendo a la función de Carranza en la corte ducal, parece que no participó en la guerra de las Alpujarras en 1570, ya que en su obra se hace una somera referencia a dicho conflicto, que el autor parece conocer de oídas e que interpreta en clave religiosa y moralizante, argumentando que tanto la peste como la guerra son castigos divinos: Quando veamos estuvo la religión chistiana mas combatida de las falsas opiniones que los hereges an introduzido por nuestros pecados? Quando el demonio estuvo tan apoderado de los Reynos? Pues a traydo a los hombres de un mal en otro, y no parado, hasta que los a despeñado en el mayor de los daños, que es cegarlos, y hazerles negar la verdad, y perder la Fee? Los reynos se an rebelado? Los hijos se levantan contra sus padres? Los subditos contra su rey. Los Infieles 44 Op. cit. SAUCEDO MORALES (1997). Pág. 34. 45 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 165. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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andan briosos con las victorias. Sossegado estava el mundo, y casi contento de las persecuciones que lo tenían cercado, porque al fin to dos estos males tenían remedio, que eran enemigos hombres, y (con el fabor de Dios) hombres los podían amansar.46 Sin embargo, la participación de la casa de Guzmán en el conflicto granadino fue costosa. Como asegura Álvarez de Toledo después de recibir varias peticiones del Infante D. Juan de Austria, en julio de 1569 partieron de Sanlúcar 80 lanceros a los que añadirían 60 más en el mes de agosto y 200 en el mes de octubre. En esas fechas, Alonso Pérez de Guzmán se encontraba en Chiclana después de abandonar Conil y, acompañado de su madre, asistió a la fiesta de la Ascensión.47 Posiblemente la estancia en estos pueblos se debiera a la campaña de la almadraba, aunque la ausencia de su hijo en la guerra era justificada por la condesa de Niebla por la necesidad de defender los pueblos de la costa contra un posible desembarco de los turcos. No obstante, el principal motivo del alejamiento de la familia ducal de su corte quizá fuera el brote de peste que azotaba Sanlúcar desde 1569 hasta 1572, que obligaría a los Guzmanes a alejarse de su palacio. Años después, Carranza sí que participó de manera destacada en la campaña del Algarve junto al VII duque como uno de sus lugartenientes,48 siendo esta la acción militar más importante en donde se vio envuelto y que recordaría como la gesta más importante de su carrera militar en la península: Porque es de tanto valor y entendimiento, que siendo Capitán General de la gente de la Andaluzia, que estava conduzida para conquistar el Reyno del Algarve, do por Clyma Celestial asisten de ordinario los hombres mas Belicosos de toda la Lusitania, que en aquella fazon estavan prevenidos y pertrechados para batalla, cansado de esperar los exercitos, sin llevar mas gente que algunos criados de los muchos de su CASA, atraxo a si a los gobernadores, y a la mayor parte de la Nobleza de Portugal y allanó todo el Reyno, y lo reduxo al servicio de su Magestad con tanta Suavidad y Valor, que nunca fue menester sacar la espada en todo este Discurso, como lo hazian los demas exercitos despedaçendo (sic.) cuerpos y arruynando lugares.49 La campaña del Algarve, dirigida desde el sur de la raya con Portugal, fue liderada por Alonso Pérez de Guzmán, que contó con un contingente de 3870 hombres, procedentes de sus dominios para invadir el país luso.50 En tanto, el duque de Alba derrotaba a los portugueses en la batalla de Alcántara cerca de Lisboa en agosto de 1580. Álvarez de Toledo, documentó cómo Jerónimo de Carranza tomó en nombre de su señor, el VII duque, las poblaciones de Loulé, Mértola y Portimão.51 La recompensa que recibió el VII duque de Medina Sidonia de manos de Felipe II por su labor en el Algarve fue, en primera instancia, la concesión del toisón de oro, y posteriormente 46 Op. cit. SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo (1582). Fol. 271 rº y vº. 47 Op. cit. ÁLVAREZ DE TOLEDO, Luisa Isabel (1995). Tomo 1. Pág. 79-89. 48 Op. cit. DE MERICH, Stefano (2008). Pág. 157. 49 Op. cit. SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo (1582). Fol. 256. 50 SALAS ALMELA, Luis. “Un cargo para el Duque de Medina Sidonia: Portugal, el estrecho de Gibraltar y el comercio indiano (1578-1584)”. Revista de Indias. 2009. Vol. LXIX. N 1º 247. Pág. 11-38. 51 Op. cit. ÁLVAREZ DE TOLEDO, Luisa Isabel (1995). Tomo 1. Pág. 142. 74

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su nombramiento como Gobernador y Capitán General del estado de Milán, cargo que el duque no llegó a ejercer porque sus intereses eran otros. 52 Por su parte, Carranza obtuvo por su participación en la campaña el nombramiento como comendador de la orden militar portuguesa del Hábito de Cristo en 158253 La orden de Cristo, o del hábito de Cristo, había sido fundada en el país luso en 1317, después de la desaparición de la orden de los caballeros templarios. El gran maestre de la orden era el Rey de Portugal, desde que el Papa Julio III nombrara como tal en 1550 a Juan III de Portugal, vinculando la orden a la real corona.54 De esta forma, cuando Felipe II se convierte en rey de Portugal en 1580, adquiere en consecuencia el rango de gran maestre, por lo que tenía la potestad de otorgar a Carranza la dignidad de comendador. Las encomiendas tenían aparejadas en las antiguas órdenes militares hispánicas, el disfrutar de unas rentas y la obligación de velar por los bienes de la orden en una villa, además de contribuir a la defensa militar de la población. 55 Posiblemente, Carranza acompañara al duque a la coronación de Felipe II como rey de Portugal, donde el monarca concedió a Guzmán el toisón y, probablemente, a Carranza la mencionada encomienda, no en vano, dicha coronación tuvo lugar en Tomar, en cuyo monasterio tenía su sede la orden de Cristo. Por su parte, el duque quizá recompensó internamente a Carranza patrocinando la publicación de De la Filosofía de las Armas en 1582, que su autor dedicó a dicho noble y tras cuyo frontispicio aparecen las armas ducales, ya orladas por el toisón. Pero estos honores no debieron de satisfacer ni las pretensiones del duque ni la ambición del comendador. De hecho, Medina Sdonia aspiraba a ostentar un cargo de importancia en el mismo territorio donde estaban sus estados señoriales y en su área de influencia, no en la lejana Milán. No en vano, dichas aspiraciones no se colmarían hasta 1588 con el nombramiento del duque como titular de la Capitanía General del Mar Océano y Costas de Andalucía. Por su parte, Carranza, insatisfecho al igual que el duque por las mercedes reales recibidas, escribió una carta a Felipe II para destacarse por su fama en el mundo de las letras y para recordarle al monarca sus méritos en la conquista del Algarve. Además, en dicha misiva Carranza informa al rey de que ha escrito un Libro sobre la ley de las injurias que no había podido publicar aún aunque ya estaba aprobado por el Consejo: El libro que trata muy en particular deste desengaño, tengo acabado y aprobado por el Consejo y no lo he publicado por la necessidad en que me pusso la reducion de la parte que me cupo del Reyno del Algarve donde Servia a v. Mag. con el cuydado y riesgo que todos saben y lo diran los testimonios que están en su poder Real. Supplico a V. Mag. se mande informar de mis letras, calidad y suficiencia y si mis partes lo merecen me tenga en memoria. Para hazerme merced como la hizo a los que fueron testigos de lo que entonces yo servi porque me faltó la diligencia y ventura que ellos tuvieron que con algún Premio me animaré a acabar otras obras mayores.56 52 Op. cit. SALAS ALMELA, Luis (2009). Pág. 19 y siguientes. 53 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 168. 54 CORDERO, Víctor. Historia Real de la orden del temple. Desde el S. XII hasta hoy. Madrid. 2013. 55 FERNÁNDEZ IZQUIERDO, Francisco. La orden militar de Calatrava en el S.XVI. Madrid. 1992. Pág.122. 56 Discurso sobre una pregunta que el Duque de Medina Sidonia hizo al Comendador Gerónimo de Carranza sobre la Ley de las injurias. Biblioteca Nacional de España. MSS/12933/6 Fol. 2 vº y 3. Existen al menos dos copias de ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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La breve carta finaliza con un más extenso Discurso sobre [...] la verdadera inteligencia de la ley de las injurias, donde, con el pretexto de una pregunta o consulta que el duque de Medina hizo a Carranza, el autor resume parte del contenido de su inédito libro, exponiendo "los casos de honra que de palabra pueden suceder". La obra completa, llamada Los cinco libros sobre la ley de la injuria, 57 no llegó a imprimirse pero su manuscrito se conserva en la Biblioteca Colombina. Aunque desconocemos la fecha en que se escribieron tanto la carta de Carranza al rey como el propio libro sobre la injuria, podemos establecer cierta cronología en base a la mención que se hace al principio de manuscrito de la Colombina a Hernando de Vega Cortés y Fonseca, como presidente del Consejo de Indias, cargo que ostentó entre entre 1584 y 1591.58 Asimismo hay que tener en cuenta que Carranza fue nombrado gobernador de Honduras en 1589, por lo que el libro y la carta pueden ser fechados entre 1584 y 1589. 59 La dedicatoria a Fonseca puede interpretarse como un intento de Carranza de buscar un beneficio con vistas a su futuro en las Indias. De hecho, años después, en 1593, ya siendo gobernador de Honduras, Carranza seguía rememorando la falta de recompensa que le trajo su labor en el Algarve y la determinación que tenía de marchar a las Indias: “e sido parte para que diesen a otros mejores cargos que el que yo tengo (gobernador de Honduras) y en las cossas de la guerra que se me encomendaron di tan buena quenta que teniendo Vra. Mag. Prevenida gente Para conquistar el reino de Algarve sali yo de Ayamonte con Vro. Real Poder y fui a tomar la posesión de aquel rreigno que estava por por don Antonio (prior de Crato) rebelado y sin echar mano a la espada sin gasto de V. mag. sin sangre de Vros. vasallos traxe muchos lugares a la obidencia de Vra. Real corona como lo diran los testimonios de posesión que están en Vro. Real poder gastando en hazienda y abenturando mi persona con la determinacion y sufrimiento que mi Amigos y enemigos ygualmente an confesado y si deste servicio no se me siguió el provecho que todos esperaron fue porque asi en esta como en las demas cossas mias entro la ymbidia que todo lo turbó y obscureció por culpa de los tiempos. Pues haviendo V. Mag. hecho merced del obispado de Cerdenia al capellán que llebé conmigo [¿]quién havia de pensar que pidiendo yo la rrecompensa como autor del hecho se me avia de responder que [e]sperase viendo a los ojos premiados a los que fueron testigos de lo que yo trabaxé[?] por lo qual procuré venirme a la yndias y con esto huir el rrostro a mi mala fortuna sin esperar el premio ni admitir el rruego de los príncipes que me lo estorvavan [...].60

esta misma carta en la Biblioteca Nacional, con distinto nombre y con las signaturas: Mss. 1750 y Mss. 17998/4 57 El título completo es Los cinco libros sobre la ley de la injuria de palabra o de obra: en que se incluyen las verdaderas resoluciones de la honra y los medios con que se satisfacen las afrentas. 58 MAZIN, Oscar. Gestores de la real Justicia. Procuradores y agentes de las catedrales hispanas nuevas en la Corte de Madrid. México. 2007. Pág 151. Dicho autor aclara que Hernando de Vega y Fonseca, fue nombrado en 1591 obispo de Córdoba, por lo que podemos pensar que cuando Carranza se refería a su amistad con algunos prelados y obispos estaba haciendo mención a su relación con este, que perteneció antes al Consejo de la Inquisición. 59 En el texto del libro también se menciona al heredero del duque, el conde de Niebla, D. Manuel Alonso Pérez de Guzmán el Bueno y Silva, futuro VIII duque de Medina Sidonia, nacido en 1579, por lo entonces apenas era un niño. 60 A.G.I. Guatemala, 39. R. 12, N. 59. Carta del gobernador Jerónimo de Carranza. 25 de abril 1593. Fol.2 76

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La marcha de Carranza a la Corte real61 no implica que saliera del entorno de la casa de Medina Sidonia. Por el contrario, el comendador debió marchar a la corte, como hemos dicho, para promocionar su carrera, sin que ello significara un desencuentro con el duque. De hecho, es significativa la alusión a Medina Sidonia que Carranza hace en el discurso contenido en la carta que le remitió al rey, pues en dicha misiva sigue vinculándose al Guzmán y, por lo tanto, usando su prestigio, a la vez que haciéndole propaganda, presentando al duque como hombre discreto que consulta a su docto criado. Lo cierto, como hemos visto por la cronología propuesta de Los cinco libros sobre la Injuria, esta carta pudo ser escrita en la propia corte, durante el periodo en que Carranza se embarcó en promocionar su carrera y en recoger autorizados testimonios que lo avalaran, como estudió Curtis. No en vano, en ella se dice: "...en las partes donde e ressidido y el tiempo que e estado en la corte me e ocupado en dar medios justos y necesarios con que facilmente se an acavado rigurosas enemistades". Asimismo no hay que olvidar que el duque de Medina tenía importantes intereses de representación en la corte real, que fueron materializados tanto mediante sus parientes Silva, los duques de Pastrana, como a través de hombres de confianza o agentes destinados al efecto, 62 servicio que Carranza pudo prestar a su señor oficiosamente. En cualquier caso, hay que suponer que para Carranza no era imprescindible el favor ducal, puesto que era hidalgo, tenía familiares, descendencia y contaba con recursos propios, al ser propietario de bodegas y viñas, esclavos, mulas y caballos.63 A pesar de ello hay una frase que denota que Carranza consideraba agotadas sus posibilidades en el entorno ducal, cuando dice: "sin esperar el premio ni admitir el rruego de los príncipes que me lo estorvavan". La gran estima que Carranza tenía de sí mismo quedó reflejada en las siguientes palabras: Pero antes y después desto (la campaña del Algarve) se me siguieron grandes honras pues e sido tenido por hombre único en mi nación y reconoscido de las estrangeras por inventor de una sciencia y declarado por tal en sus Panegíricos, pues en España en la mayor de Vras. audiencias conmigo solo se pratico la ley ad bestias ff. de penis y mi persona a sido siempre de birtud tan aprovada en todos Vros. tribunales que con averme sucedido tantas cosas graves en el discurso de mis studios jamás e sido culpado ni agressor ni se dio mandamiento para aprenderme ni en mi vida e estado presso y porque a estos linderos de yngenio y servicios y servicios muchos otros hechos a Vra. mag. letras y buena opinión se les siguió alguna calidad de mi nasçimiento e sido muy estimado en todas las çiudades do e entrado assí de naturales como de estrangeros y en ellas y en la corte con mucho excesso honrado de los grandes Príncipes y rrespetado de obispos Arsobispos y cardenales desseando todos mi amistad mas que la de otro ningun hidalgo particular [...].64

61 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 168-171. 62 SALAS ALMELA, Luis. "La agencia en Madrid del VIII Duque de Medina Sidonia, 1615-1636". Hispania. Revista Española de Historia. Vol. LXVI. Nº 224. Septiembre-diciembre. 2006. Págs. 909-958. 63 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 166. 64 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 59. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Gobernador y Capitán general de la provincia de Honduras El cúmulo de peticiones al rey y la fama de Carranza, tanto como militar como por ser creador de la Destreza, sirvieron para que en 1589 Felipe II lo nombrara Gobernador y Capitán general de la provincia de Honduras, como premio por su labor en la campaña del Algarve: "Acatando lo que vos el capitán Geronimo Sanchez de Carranza caballero del avito de Cristo me aveis servido y particularmente en la reducion del Reyno del Algarve hasta tomar posesion del en mi nombre y confiando en que lo continuareis en las cosas que se os encomendaren tengo por bien y en mi merced que seais mi gobernador y capitan general de la probincia de Honduras en lugar de Rodrigo Ponçe que al presente me esta sirviendo en los dichos cargos [...].65 El nombramiento como gobernador estaba limitado a un periodo de entre tres a ocho años. Esta medida era algo común ya que de esta forma se controlaba la labor de los funcionarios en los territorios más alejados de la Corona.66 En el caso de Carranza su nombramiento fue por seis años.67 Al años siguiente de haber sido nombrado, en 1590, el comendador partió del puerto de Sanlúcar en compañía de sus hijos y de varias mujeres solteras, para tomar posesión de su cargo. El gobierno de la provincia de Honduras no era tarea fácil, ya que, a diferencia de otros territorios de ultramar, se trataba de una región que destacó por su latente conflictividad. La Provincia de Honduras provincia abarcaba la región de las Higueras, la zona del río Ulúa y el Valle del Naco. En dicho territorio la colonización española se vertebró a partir de un reducido conjunto de villas como Puerto Caballos, San Pedro de Sula, Gracias a Dios, Valladolid de Comayagua y Trujillo. 68 Las principales actividades comerciales que se desarrollaron en el territorio fueron la minería y la ganadería, utilizando para ello la mano de obra indígena regulada por las denominadas encomiendas. Esta legislación obligaba a los conquistadores españoles a tratar con “respeto” a la población local, pero desde los primeros años de la ocupación del territorio hondureño la crueldad y explotación contra los autóctonos fue la tónica dominante.69 65 A.G.I. Patronato. 293, N. 12. R.1. Real Provisión al capitán Jerónimo Sánchez de Carranza, caballero del Hábito de Cristo, nombrándole gobernador y capitán general de la provincia de Honduras. 9 de agosto de 1589. 66 DELAMARRE-SALLARD, Catherine. Civilización española y latinoamericana. Manuel de civilisation espagnole et latino-américaine. 2008. Pág. 131. 67 Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 172. 68 FERNÁNDEZ MORENTE, Guadalupe. “Honduras y el espacio económico del Caribe (1524-150)”. Revista Mesoamérica Nº42. Diciembre 2001. Págs 165-198. 69 SALGADO, Estefanía M. "La Crueldad y Tiranía en la Conquista de Honduras en el Siglo XVI" (2013). Research Papers. Paper 298. http://opensiuc.lib.siu.edu/gs_rp/298 78

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Como expone la profesora Fernández Morente, la esclavitud y la minería en la provincia de Honduras estaban estrechamente ligadas a redes de clientelismo. Las ciudades fundadas por los españoles respondían a intereses económicos, teniendo en cuenta la mayor densidad de población indígena que servía como mano de obra. Este proceso de dominación de la población supuso para los conquistadores españoles un duro enfrentamiento con la población indígena, “los lencas”, que organizados en 1537 se enfrentaron a los invasores. Derrotados estos, fueron reconcentrados en encomiendas y repartimientos para un mejor control y evangelización. Desde el punto de vista legislativo la corona hispana intentó solventar esta situación de conflicto por medio de las llamadas “Leyes de Indias”, reflejadas en las “Leyes de Burgos”, las Ordenanzas del buen tratamiento a los Indios o la Real Provisión de Granada. Toda esta labor jurídica, que tenía como fin justificar la conquista de los nuevos territorios, 70 se completaba con la implantación de una administración dirigida desde el Consejo de Indias y representada principalmente por los virreyes. Estos eran nombrados directamente por el monarca y actuaban con plenos poderes, siendo siempre elegidos entre los miembros más destacados de la alta nobleza o el estamento eclesiástico. Al papel de los virreyes se les unía el de los tribunales de Justicia representados por las Reales Audiencias y presididos por el propio Virrey o el gobernador del territorio. El cargo de gobernador tenía como principal finalidad extender la autoridad de la corona en aquellas zonas más lejanas de la capital del virreinato, actuando con los mismos poderes del virrey y representándolos en las Reales Audiencias. La provincia de Honduras perteneciente al virreinato de Nueva España, estaba integrada por territorios que habían quedado bajo la jurisdicción de la audiencia de Guatemala desde 1543. Desde el punto de vista eclesiástico, Honduras contaba con su propia diócesis, denominada Diócesis de Comayagua, creada en 1531 con sede en la ciudad de Valladolid de Comayagua. 71 La fundación de dicha diócesis respondió a la necesidad de establecer la autoridad eclesiástica en un territorio apartado de los principales núcleos urbanos del virreinato. En tiempos de Carranza, la silla episcopal estaba ocupada Fray Gaspar de Andrada, personaje con el que mantendrá una cruda enemistad por la injerencia del clérigo en las decisiones del gobernador. A esta compleja red administrativa estatal, se le unía la administración local dirigida desde las oligarquías urbanas organizada en los Cabildos. Estas instituciones fueron el principal instrumento jurídico para la expansión urbana en los territorios conquistados. Estos Cabildos designados por un adelantado o capitán se componían generalmente por dos alcaldes, cuatro regidores, un escribano y un alguacil mayor. Este organigrama era el encargado de organizar los principales aspectos de la vida en la ciudad, tales como el precio de los productos, el reparto de tierras o las obras públicas. 72 Como veremos, los intereses de la corona encarnados en la figura del gobernador Carranza, chocaron con los intereses de 70 SANZ CAMAÑES, Porfirio. Las ciudades en la América Hispana (S. XV-XVIII). Madrid. 2004. Pág. 127. 71 AYALA BENÍTEZ, Luis Ernesto. La Iglesia y la independencia política de Centro América: El caso de El Salvador (1808-1833). Roma. 2007. Pág. 54. 72 Op. cit. SANZ CAMAÑES, Porfirio (2004). Pág. 122. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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algunos miembros del Cabildo que aprovechando su situación se lucraban defraudando a la Real Hacienda. Después de ser oficial el nombramiento de Carranza, en noviembre de 1590 el cabildo de la ciudad de Trujillo (Honduras) remitió una carta al rey Felipe II agradeciéndole el nombramiento del nuevo gobernador: Se supo en esta ciudad la probision de gobernador y Capitán general desta provincia V. Mag. Hizo en el comendador Gironimo Sanchez de Carrança que por la buena noticia que se tenia de su persona se rescibio contento y este se a aumentado con su llegada y con la exspiriencia Firma de Jerónimo Sánchez de Carranza, en su carta al rey de 29 de enero de 1591. que de sus partes tenemos en el tiempo que a estado en esta ciudad donde a mostrado y muestra grande zelo de servir A V. mag. y gobernar con mucha rectitud y justicia su provincia.73 Conservamos una carta de Carranza dirigida a Felipe II en 1591, donde explica al rey la problemática situación que se encontró al llegar a Honduras, pues su antecesor en el cargo de Gobernador y Capitán general, don Rodrigo Ponce de León, había sido detenido junto con sus oficiales en Guatemala: La Residencia no é tomado en esta provincia por estar Rodrigo Ponçe el Gobernador que fue y sus oficiales detenidos en Guatemala por la visita que el Licenciado Mallen de Rueda haze en estas Provincias que lo trae todo puesto en razon sin hazer ni consentir cosa que parezca mal.74

Rodrigo Ponce de León, había llegado a Honduras procedente del puerto de Sanlúcar el 13 de junio de 1583.75 Durante su gobierno solicitó a la corona fortificar y armar con artillería el Puerto de Trujillo, por ser un potencial objetivo de las incursiones de piratas y corsarios. 76 Pero la gestión de Ponce de León no debió de ser la más correcta, pues el proceso judicial contra él se saldó con la inhabilitación para el cargo de gobernador durante cuatro años y el pago de 648 ducados.77 Asimismo en dicha misiva Carranza informó al rey de las primeras medidas que tuvo que adoptar al ocupar el cargo, usando la autoridad de la que había sido investido: 73 A. G. I. Guatemala 44A, N. 31. Carta del cabildo secular de Trujillo, agradeciendo el nombramiento del Comendador Jerónimo Sánchez de Carranza como Gobernador y Capitán General de la provincia de Honduras. Con duplicado y triplicado fechada el 22 de Noviembre de 1590 en la ciudad de Trujillo en la provincia de Honduras. 74 A.G.I. Guatemala 39, R. 12, N. 58. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza, gobernador de Honduras. 29 de enero de 1591. 75 A.G.I. Guatemala. 39, R. 11, N. 50. Carta de Rodrigo Ponce de León, Gobernador de Honduras. 26 de mayo 1584. 76 PAYNE IGLESIAS, Elizet. El puerto de Truxillo. Un viaje hacia su melancólico abandono. Tegucigalpa. 2007. Pág. 67. 77 TORRES RÁMIREZ, Bibiano; GIL BERMEJO GARCÍA, Juana; VILA VILAR, Enriqueta & ORTIZ DE LA TABLA Javier. Cartas de cabildos hispanoamericanos. Audiencia de Guatemala. Sevilla. 1986. Pág. 303 80

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Lo primero que se hizo en la ciudad de Truxillo en tomando la vara fue pregun [tar] por los bezinos que estaban enemistados porque era publico que estava dividi[do] en parcialidades y casi para perderse y los hise amigos amenazandolos que porque quebrassen las pases lo avia de enbiar a España tubo buen efecto por que cumplieron lo que prometieron. Hize pregonar que todos los vezinos que tubiessen indios de servicio los viniese[n] a registrar y hallé que los mas dellos avia sinco y seis años que servían sin salario como gente miserable no se atrevian a perdirlo ni a dejar de servir porque tenian a los jueces por contrarios hise que los pagasen lo que se les devia y que de ai delante ninguno recibiese indio en su cervicio sin obligarse ante escribano y con salario señalado y assi se guarda.78 No es difícil imaginar que esta decisión de Carranza atentaba directamente contra los intereses de los encomenderos que, haciendo caso omiso de las leyes de la Corona, utilizaban a los indios como esclavos. El propio gobernador advertía al monarca que esta situación estaba llevando al despoblamiento de los naturales de sus territorios: Visto que un indio casado servia a un vesino y la india su mujer servia a otro y a otros mando y muger y que con la larga absencia se les perdían sus casas y hacienda y desamparan sus pueblos y ellos y ellas estavan amancebados orden[é] que todos los indios casados se juntasen con sus mujeres y se recogiesen a sus pueblos y que no ciesen mas dellos para servir a nadie con pena al vezino que se sirviese de indias o indio casado porque asi me pareció que convenía al servicio de Dios y su Magestad y a la conservación de los naturales que tan apriesa se van acabando pues en los pueblos que avia á mil yndios no ai sino sinco y se[is][...].79 Otros de los problemas a los que se enfrentaba el gobernador era la falta de una legislación local, que regulase la ocupación de las tierras lo que estaba llevando a una ocupación incontrolada del territorio. Asimismo la falta constante de alimentos provocaba el sacrificio incontrolado de las reses: Visto que las arrias que venían a esta ciudad de truxillo y las demas de los vecinos no tenían do comer ni el ganado se trae para la carnicería porque se estava en el matadero sin comer ni beber ocho días por no aver prado lo estuviese comiendo padescio hambre y se enflaquesia de suerte que no venia a ser de provecho el ultimo que se matava y las arrias que venían de fuera avian de estar atadas toda la noche hasta llevarlas muy lexos do comiesen y en este tiempo muchas se soltavan y andavan por las calles haziendo ruydo y otras y otras se ivan a la playa y con la mucha ha[mbre] comían una yerva ponsoñosa de suerte que luego morían[,] por evitar este daño h[a] desmontar cierto pedaço de tierra llana que esta a la salida de la ciudad lo que asido beneficio general assi del pueblo como de toda la provincia porque se [a]veriguo que los arrias que venían de fuera para sacar las mercaderías ya no venían por la mortandad que avia de mulas por falta de comida. Padecia la ciudad mucha hambre de carne por esta causa dicha y porque respecto de ser poca la que se gasta de ordinario ningún criador se queria obligar[,] ordené que los criadores 78 A.G.I. Guatemala. 44A, N. 41. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza, Gobernador de Honduras, de 29 de enero de 1591. 79 Ibídem. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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diessen carne a la ciudad cada uno su mes y desta suerte esta [a]bastesida y los criadores contentos.80 A toda esta grave situación, se le unía las dificultades del comercio de la provincia con otras zonas, donde la falta de recursos básicos impedía a los comerciantes exportar sus géneros: La cedula que vra. Magestad me embio tocante ala seguridad que se da al dinero de los Mercaderes la hize pregonar en las Plaças publicas lo qual fue de tanto effecto, que muchos que estaban determinados de no embiar sus dineros a España se alentaron y animaron de manera que los embiaran sin falta y para ello me pidieron testimonios de la çedula y los di, y otros que tenian concertado […].81 Asimismo, Carranza, solicitaba al monarca que le enviasen barcos desde Sanlúcar, ya que la falta de materiales imposibilitaba la construcción de estos en la provincia: Tambien en este puerto como el de Truxillo e yntentado la fabrica de los barcos luengos y otorgados que vuestra Magestad manda que se yntrodusgan (sic.) en estos Puertos para que puedan yr de aviso de aquí con lo que se ofreciere, y ningun hombre particular de los que usan los barcos en esta tierra tiene caudal para hazer cosa de provecho, assi por falta de clavason que es carissima en esta Provincia, como por la carestia de los officiales. Pero siendo estos barcos tan ymportantes al serviçio de vra. Magestad como todos saben, me paresce que viniessen hechos de Sanct Lucar con la flota pa. dexarlos aqui, pues alla costaran tan pocos dineros, o que yo juntasse todos los oficiales de esta comarca y fabricasse uno [...].82 Dejando el tema económico, otro de los principales problemas que tenía la provincia de Honduras, y especialmente la ciudad costera de Trujillo, era la constante amenaza de los ataques de piratas. Dicho fenómeno se convirtió en un problema endémico de las colonias costeras de las Indias desde mediados del siglo XVI, que se acrecentó con la guerra con Inglaterra después de la derrota de la “Gran Armada”, a partir de 1589. Las flotas dirigidas por Francis Drake y John Hawkins amenazarían las ciudades coloniales. Para evitar esto las autoridades se afanaron en construir fuertes y defensas ante la falta de una armada que pudiera enfrentarse a estos. Pero las incursiones piráticas no fueron exclusivamente lideradas por los ingleses, en 1572 se avistaron varias navíos franceses en las aguas de Puerto Caballos.83 De esta forma el comendador Carranza se preocupó especialmente de reforzar las defensas de la ciudad previniendo no solo los desembarcos de los corsarios, sino también el bloqueo del puerto que impidiera a la ciudad abastecerse por mar. Esta política de defensa incluía no solo el mantenimiento de las piezas de artillería, sino también armar a la población en previsión de un ataque: 80 Ibídem. 81 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 58. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza, gobernador de Honduras. 29 de enero de 1591. Aunque se trata de otro legajo, éste parece contener los primeros folios de la carta anterior. 82 Ibídem. 83 SAIZ CIDONCHA, Carlos. Historia de la piratería en América española. Madrid. 1985. Pag. 41. 82

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Y viendo que a esta ciudad le viene el mantenimiento de las islas comarcanas que están de mar en fuera y que si acierta a ver vendavales no pueden venir los indios com bastimientos y si acaso algún corsario se pusiese en la vaya estorvaria la entrada de los bastimentos y de necessidad en pocos días la cogería por hanbre[,] ordené que todos los vezinos que tuviesen posibilidad que luego hisiesen estançias en tierra firme do sembrasen mais y casabe que es el pan desta tierra[,] porque quando el de la mar faltase uviese en la tierra de que sustentarse y para que aya abundacia de mantenimiento para la gente de las naos que llegan allí todos los años. [...] Visité la fortaleza y di la orden como se avian de valer de las pieças que allí estavan [,] proverla de municiones y de polvora y hize encavalgar algunas para que todos los cañones sirviesen a su tiempo. Ordené que todos los encomenderos tuviensen cavallos para lo que se ofresiese en la ciudad y a los demas vezinos que tuviesen arcabuzes por que en toda la ciudad no avia sesis[,] todo se cumplio. […] Y porque la mayor parte dela gente de la ciudad andava sin espadas y en su lugar traian bordones,84 ordené con vando que ninguna persona de sesenta años abajo traxese bordon sino sus espadas en las correas como se uza en los puertos marítimos y entre soldados assi por esto como por escusar los daños que los unos vezinos pueden [re]cibir de los otros hasiendo con el palo lo que avia de hacer con la espada.85 Volviendo al tema de la organización del territorio, podemos imaginarnos que a la llegada de Carranza la imposición de las penas de la justicia real no debía de ser algo común en la población, ya que la ciudad de Trujillo carecía de cárcel donde retener a los reos. El gobernador mandó construir una prisión dotándola de los instrumentos de tortura pertinentes y según el acto seguido mandó castigar a aquellos que tenían cuentas pendientes con la justicia. De esta forma, es fácil imaginar el clima de violencia al que estaba sometida la provincia como consecuencia de las disputas entre las principales familias de la región. Toda esta política de imposición de las leyes de la corona le llevaría a crearse numerosos enemigos entre los integrantes de la oligarquía local. El arresto del tesorero Gregorio de Santiago Los primeros enfrentamientos con las autoridades de la provincia comenzarían en 1593. El origen de estos problemas fue la orden de Sánchez de Carranza de culpar al oficial tesorero de la provincia, Gregorio de Santiago, de la mala gestión de los caudales de la provincia. El gobernador narraba al monarca su decisión de arrestar al funcionario acusándolo de haberse apropiado de quinientos ducados de la caja de la Real Hacienda de la provincia. Cuando el gobernador Carranza, le ordenó que le presentase las cuentas, Gregorio 84 MOSCOSO PASTRANA, Prudencio. Rebeliones indígenas en los Altos de Chiapas. México. 1992. Pág. 21 Los bordones consistían en unos bastones de madera que los indígenas usaban para defenderse, durante las revueltas de los campesinos contra los españoles solían endurecer la punta quemándola. Parece que Carranza la considera un arma poco práctica. 85 A.G.I. Guatemala. 44A, N. 41. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza, Gobernador de Honduras, de 29 de enero de 1591. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Santiago se refugió en una iglesia bajo la protección del obispo Gaspar de Andrada. El Obispo lo amparo y le dio clérigos que lo sacaron de la yglesia y lo pusieron en salvo y lo peor que dio la llave de la caxa estando retirado al fraile provissor hermano del Obispo y sacaron della mucha plata para el obispo sin deversela, aviendoles mandado por auto que no sacasen dinero.86 La decisión del gobernador afectó a la gestión de los caudales de la provincia y en consecuencia la pérdida de beneficios a los clérigos de esta. Años después, Carranza justificaba su decisión de culpar al funcionario en una otra carta dirigida al monarca Felipe III, cuando ya había sido destituido del cargo de gobernador, denunciando que ninguno de sus predecesores había tenido el valor de denunciar los fraudes del tesorero: O porque les iva su parte en ese maltrato, o porque temieron las amenzas que el dicho thesorero Santiago les hazia, diciendo y publicando que el gobernador que se metiesse en sindicale en su officio se lo avia de pagar y aun le levantaría cossas que le tocassen en la honra temíanle porque el susodicho es hombre de resfriada consciencia.87 Pero como explicaba el ya ex gobernador, el problema no solo era la falta de medidas ejecutadas por los anteriores gobernadores, sino los oidores de la audiencia que, bien por temor o por desidia, miraban a otro lado. Por las explicaciones dadas por Carranza podemos intuir que el tesorero Gregorio de Santiago, había establecido un régimen de terror y de silencio que le permitía manejar la hacienda a su gusto y beneficio. Aun contando con pocos apoyos, Carranza decide llevar al tesorero ante los tribunales, pero para su sorpresa se encontrará que nadie se atreve a testificar contra este: En el dicho oydor seguramente cometia delictos y amenzava al que le quería estorvarlos los fraudes que hazia, al fin paresciendome que no cumplia con mis obligaciones y que era muy justo anteponer las de vuestro Real servicio a las amenazas que dicho Santiago también a mi me hazia, me determine y hize contra el la visita por comisision del licenciado Pedro Mallén [...] [...] Y aviendole yo probado con muchos testigos que luego que llegaron los azoques de Castilla les di recuas de mulas para sacarlos, no solo no lo hizo, pero en aquellas propias mulas que por mi orden entraron para que los sacassen y notificandole que diesse dineros alos arrieros para aviarlos tampoco lo hizo pero lo que hizo fue que en aquellas mulas propias que entraron por los azogues las saco cargadas con sus mercaderías.88 El régimen de corrupción al que el tesorero tenía sometida a la provincia queda patente en la explicación que da Carranza sobre un crimen cometido por el funcionario cuando llamó como testigo a un hombre que había sido herido por este: [...] que si un hombre da a otro una herida de que murió, decir el matador que no tiene culpa por que se curo al herido con mucho cuydado, no es este bastante descargo pa dexarlo de 86 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 59. Carta del gobernador Jerónimo de Carranza. 25 de abril 1593. 87 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 68. Carta del Comendador Jerónimo Sánchez de Carranza al rey Felipe III en 1600. 88 Ibídem. 84

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castigar por homicida, si al fin se murio de la herida, como tampoco es descargo que Santiago pruebe que por se salian los azogues no los pudo sacar, aviendose salido por su culpa, y aviendolos podido sacar al principio quando convenia y estaban bien acondicionados no lo quizo hazer ni dar dineros a los arrieros como bastantemente esta averiguado y severa en esta relacion q.enbio a V.M sacada puntualmente del processo.89 Carranza terminaba la carta explicándole al monarca los perjuicios que defender los intereses de la Corona le había supuesto: “pues por defender vuestra Real Hazienda me a costado la mia y me an puesto en peligro la honra”.90 El proceso contra el tesorero llevó al resto de autoridades del cabildo de la ciudad de Trujillo a protestar contra el gobernador, a esto se le unió las quejas del obispo de la diócesis de Comayagua, Fray Gaspar de Andrada. Este remitió una carta a la corona en 1594 donde denunciaba la actitud ofensiva del gobernador contra su persona: Frai Gaspar de Andrada obispo de la provincia de Honduras como mejor al dicho de mi parte convenga digo quel comendador Geronimo Sanchez de Carrança vuestro governador de la provincia de honduras sin causa ni raçon alguna que ligitima fuese el dicho governador por odio y enemistad que tiene de dicho mi parte […].91 El obispo Andrada denunció ante la corona como el gobernador había mandado apresar a Fray Antón Granados, para embarcarlo con destino a Castilla para que fuera juzgado por traición y en esta misma línea, se quejaba de cómo Carranza había montando varios escándalos públicos en mitad de la celebración de los oficios de los días de fiesta, lanzando injurias contra el obispo y maltratando a los criados de este. Según la versión del obispo, ante la grave situación de abusos del gobernador, pidió que los regidores firmaran una carta donde se narraban los hechos, pero el original de dicho documento había sido requisado por Carranza, primero intimidando a los testigos de los hechos y días después mandando prender a los firmantes. La respuesta de Gaspar de Andrada fue excomulgar al gobernador y a sus oficiales, a lo que Carranza respondió amenazándolo con embarcarlo para que fuera juzgado por la justicia del reino, manifestando públicamente que lo iba a quitar del servicio. La situación de enfrentamiento entre el obispo y el gobernador desembocó en la excomunión temporal de este y sus oficiales. Estos, al verse afectados por la disputa, pidieron a la corona el amparo, alegando que todo esto les ocurría por encontrarse en medio de la disputa: Muy ilustrísimo señor Alonso Duarte ... del comendador Geronimo Sanchez de Carranza Vtro. gobernador de la provincia de honduras digo que don frai Gaspar de Andrada obispo de aquella provincia y su provisor fijaron ciertos edictos en la puerta de la iglesia catedral de la ciudad de Comayagua en que declararon por descomulgado a mi parte y a sus oficiales por decir aber mandado recoger a su convento a fray Antonio Granados de la orden del señor san 89 Ibídem. 90 Ibídem. 91 A.G.I. Guatemala. 115, N. 29. Testimonio sobre la querella entre Gaspar de Andrada, obispo de la provincia de Honduras y Jerónimo Sánchez de Carranza, gobernador de Honduras en 1594. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Francisco y para lo hacer el dicho mi parte tuvo horden orden de vuestra real persona y precedieron autos con de todos consta por este testimonio que se presento, que lo qual el dho obispo y su provisor hazen fuerza y agravio a mi parte y a los demas ynclusos [...].92 ¿Pero cuáles pudieron ser las causas por las que el gobernador Carranza actuara de esta guisa contra el obispo? Consultando el libro de Atanasio Herranz, 93 nos encontramos con una descripción de la negligencia del clero enviado desde la península en la década de 1560 para evangelizar a los indígenas. Algunos de estos frailes y sacerdotes, dada la dificultad que tenían con el idioma de los naturales, el náhualt, olvidaron su función evangélica para dedicarse a la explotación minera, la cría de ganados o incluso a la venta de esclavos negros. Para entender el constante conflicto entre Carranza y el obispo volvemos a remitirnos a la carta que el gobernador envió al monarca en abril de 1593, donde rogaba al soberano que pusiera fin al maltrato al que el prelado le sometía. Carranza acusaba a Gaspar de Andrada de haberse apropiado por mediación de su hermano, que ejercía de vicario de la diócesis, de ochocientos ducados que el tesorero había suministrado al obispo en los últimos cinco años. Dicha cantidad pertenecía a los derechos de patronazgo de la diócesis. [...] en estas cuentas que tome a Vros. Officiales Reales hize pagar al obispo ochoçientos ducados que çinco años avia[,] traya fuera de vuestra caxa Real y en ninguna de las cuentas pasadas se a hecho mención de esta deuda porque Vro. Thesorero Sanctiago tenia escondidos los recados.94 De esta forma Jerónimo de Carranza acusaba directamente a Gaspar de Andrada de tener comprado a los oficiales de la Real Hacienda para que no informasen sobre el fraude, pero finalmente algunos frailes había denunciado al prelado por haberles sustraído sus beneficios. Si estas acusaciones no fueran suficientes, el gobernador explicaba la dejadez de las funciones pastorales del obispo, cuando se negó a enviar clérigos que suministraran los sacramentos a los soldados, cuando estos vigilaban las costas en previsión de un ataque de corsarios durante ese mismo año. La compleja situación del gobernador enemistado con la máxima autoridad eclesiástica y a su vez con la élite administrativa de la provincia, le colocaba en una débil posición para ejercer su mandato, culpando directamente a Gaspar de Andrada de todos los males que sufría la provincia. En el último folio de la misiva, Carranza, recordaba al monarca los muchos ejemplos recientes de cómo la corrupción de los obispos habían producido continuos males al reino tanto en la península como en las Indias: Pues obispo fue señor el origen de las comunidades despaña y la causa principal de las muchas muertes e ymfamias de linages que uvo que tanta ynquitetud causó a Vuestra Real 92 A.G.I. Patronato. 88, N. 2, R.1 Méritos y servicios de Jerónimo Sancho Carranza: Algarve, Honduras. 1621. Aunque el legajo está fechado en 1621, los primeros folios pertenecen a las reclamaciones de los oficiales de Honduras por la excomunión del obispo en 1594. 93 HERRANZ, Atanasio. Estado, sociedad y lenguaje. La política Lingüística en Honduras. Tegucigalpa. 1996. Pág. 78. 94 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 59. Carta del gobernador Jerónimo de Carranza. 25 de abril de 1593. 86

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persona y Obispo, ffue el que rrebolvio el reino de Portugal y el que estorvo que no se le diesse Vuestra Magestad la obidiencia que tanta pesadumbre y gasto le causo y Obispo fue el que se descondió no contra toda una ciudad ni contra Vuestra Real Justicia sino contra unos vezinos particulares de Nicaragua que les obligó a matarlo a puñaladas y a ellos les hizo caer en el delito abominable de la traycion que fue la total ruina de aquella provincia y puso en contingencia las comarcanas y todo este daño sucedió porque los offendidos no pidieron el remedio con tiempo a Vuestra Magestad pues es suya la causa.95 El conflicto entre el gobernador y el obispo preocupaba al cabildo de Comayagua que, como se dijo anteriormente, condujo a la excomunión de Carranza. El cabildo, situado en medio del problema, solicitó a la corona la mediación y resolución del problema: El deseo que esta rrepublica tiene de que en ella se conserbe la paz con la qual es cierto se aumenta el serbiçio de V. Mg. nos aze escrevir esta. y la obligacion que como leales basallos tenemos de pedir a V. Mg. el remedio que de algunas cosas requieren como la que de pressente se offreçe y es que V. Mag. proveyó para el gobierno spiritual de esta probincia a don ffray Gaspar de Andrada y por gobernador della al comendador Geronimo Sanchez de Carrança y entre estas dos caveças ay mucha desconfformidad y pessadumbre causada de algunas ocasiones y terminos indevidos quel dicho obpo. a tenido y tiene con el dho. gobernador el qual a procurado con cuidado la paz por medio o de este cabildo el qual junto con el eclesiástico an procurado medios para los confformar y no an podido, por la dureza del dho. obispo de que esta ciudad y aun toda la probinçia esta ynquieta. Suplicamos a V. Mag. umildemente provea del remedio que combiene con brevedad porque el caso asi la requiere. El licendo. Pedro Mallen de Rueda Vuestro Presidente y Bissitador de la Real Audiencia de Guatemala dio comisión a dho Vro. gobernador para que hiziese la bissita a los officiales reales de esta Probincia y tomase las quentas de Vra. Real. Hazienda entiendese a resultado de la dha bissita culpas grandes contra Gregorio de Santiago Vro. Tesorero desta Probincia acerca de la mala administracion y proceder en el usso de su officio por lo qual y por no querer firmar el alcance que se le hizo de Vra. Real Hazienda se a ausentado combiene a Vro. Real serbiçio se bea su bissita y castigue el mal proçeder quel dho tesorero a tenido en el usso del dho su offiçio en daño de Vra. Real Hazienda.96 El ataque de piratas franceses a Puerto Caballo Como previno el gobernador Carranza, en agosto de 1595 tuvo lugar el ataque de una flota de piratas franceses, que durante varios días asolaron el territorio de Comayagua. 97 El gobernador, aun contando con pocos medios y desoyendo a las autoridades locales, que preferían resguardarse en la ciudad de Comayagua, decidió reunir a una tropa sin experiencia y salir a enfrentarse a los franceses.

95 Ibídem. 96 A.G.I. Guatemala. 43, N. 97 Carta del cabildo de Comayagua hablando de la mala relación de obispo Andrada y el gobernador Jerónimo de Carranza. 27 de septiembre de 1593. 97 CORTÉS LOPEZ, José Luis. Esclavo y Colono. Introducción y sociología de los negros africanos en la América española del siglo XVI. Salamanca. 2004. Pág 287. Dicho ataque aparece mencionado en este libro resaltando el papel de algunos esclavos negros que participaron en la batalla. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Despues que rescibi la carta de V. M. en que me mandava tuviesse presta la gente de la Provincia por que avian de venir a ella muchos enemigos luego hize listas y alardes de toda la que avia y di cuenta dello a vuestro Presidente y oydores y me mandaron que no sacassen gente para ninguna parte, visto lo qual y que yo no cumplia con estarme quedo desesperado me sali solo de Comayagua para Truxillo a hallarme en aquella ciudad a la venida de los enemigos, y en el camino me alcanço un pliego de vuestro Presidente en que me mandava bajasse luego al puerto a mudar la población y hazer una fortaleza, y estando yo ocupado en esta obra vinieron cuatro naos de franceses al puerto que con estas son diez las que an venido este año a esta provincia, y entraron de madrugada y robaron lo poco que avia prendieron a dos o a tres hombres de quien supieron que yo estava en Sanct Pedro abriendo nuevo camino para la mundança del pueblo, ellos quemaron luego el pueblo viejo y amarraron sus naos en la mesma parte que se amarran las de España y allí están oy dia tan despacio como en su casa tomando quantos barcos vienen de bacalar con mercaderías y de las yslas con bastimento, embiando al golfo sus lanchas cada dia a carrear cueros vinos carne y cautivos como si aquello no tuviera dueño, yo me estava deshaciendo porque no me consentían sacar gente para hazer alguna entrada pues yo solo no la podia hazer hasta que cansado de las amenazas que cada dia me embiavan, diziendo que qué hazia aquí arrinconado que me fuesse por alla vería a Francia, me determine de juntar diez o doze vaqueros con dexarretaderas y cuatro o sinco españoles que no ay mas en esta ciudad y sincuenta yndios flecheros del rio de Ulúa, y di la vandera al contandor Romero […] Y mande tomar luego los cavallos que siempre estavan ensillados y salimos con priessa y por mucha que nos dimos quando llegamos a lo ancho hallamos a los enemigos en escuadron[,] mi gente quisiera retirarse porque respecto dellos eran muchos los franceses y porque disparaban la mosquetería sobre nosotros[,] yo puse mi poca gente en orden y mande al tambor que tocasse a rremeter y dimos Sanctiago en ellos y desta vez les mataron algunos y les rompimos el escuadron ellos se retiraron para rehazerse y tornar a cargar sus mosquetes[,] yo con mucha diligencia recogi mi gente que estava desarmada y apartada y la torne a poner en orden y antes que acabassen de cargar dimos en ellos otro Sanctiago[,] con tanto ympetu que deste segundo que duro poco mas de media hora de treynta y dos que eran los franceses se escaparon diez o cuatro heridos se echaron al agua prendi bivos siete los demas quedaron muertos […].98 Además de la información sobre el ataque perpetrado contra los franceses, la carta de Carranza nos aporta otro dato interesante, la participación en la batalla de su hijo menor, Jerónimo: [...] en esta refriega huyeron los yndios flecheros y de sincuenta no quedaron sino cuatro caciques que emplearon bien sus flechas en todo lo qual no falto de mi lado don Geronimo mi hijo el menor que aunque no tiene mas de quinze dio muestras de buena esperança en el servicio de V. M.[…].99 98 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 63. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza en septiembre de 1595. 99 Ibídem. 88

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Después de la batalla, el cabildo de San Pedro informaba que se habían apresado en la batalla de Puerto Caballos a siete franceses, que fueron conducidos a la presencia de los oidores, el Contador real Francisco Romero (que actuó como alférez de la tropa española), el capitán Gregorio de Alvarado y el escribano Juan Jiménez para que confesaran.100 Entre los presos se encontraba un tal Ruger Gallar, de origen francés, quien, según se recoge en los documentos, era el que se encontraba en mejor estado de salud. Como intérprete de los franceses se llamó a Alonso de Ribera, vecino de la ciudad de San Pedro. Fuele preguntado si es cristiano catolico o de que seta es. Dixo que es cristiano catolico y que reconosçe al papa por çaveca de la yglesia Fuele tomado juramento en forma sobre la señal de la crux porque dijo ser cristiano y prometio desir verdad de lo que le fuere preguntado qué navios de armada an salido de Francia y que tanta gente y quien era el general dixo que de Francia salieron siete nabios de armada con algunos felivotes (filibotes) y que estos salieron de ave de graçia su tiera (sic.) deste confesante y que el felivote mayor traya tresientos hombres mosqueteros y piqueros y los demás nabios a sesenta y o ochenta hombres y que uno de los navios grandes traya treynta piessas de artilleria y el felibote veynte y otro quinçe y los demas a sinco y a seys y quel general de todos estos navios se llamava el gran capitán Rrichar porques muy alto de cuerpo.101 Según el largo interrogatorio, los jefes de la tropa de infantería respondían a los nombres de capitán Jeremías Remonte y Jacome de Charte Botaçan. Estos habían llegado con sus hombres en una flota de tres navíos de 50 toneladas, armados con tres piezas, mientras que la nave capitana de sesenta toneladas estaba armada con cinco. Sobre los hombres de la región que prendieron en su desembarco, el reo aclaró que apresaron a un hombre sordo, un viejo alcalde y a otro barbinegro cuyo destino era ser desembarcados en tierra como consecuencia de estar las naves falta de espacio. Los corsarios confesaron que habían llegado a Puerto Caballos para refugiarse de los huracanes y que en su estancia apresaron cinco barcos, uno de pesca con sus tres ocupantes que venía de bacalar, un barco de mercaderías que trasportaba mantas y cera, otros tres que se encontraron sin tripulación y sin cargamento así como varias lanchas que transportaban vinos y cueros. Por el barbinegro que tomaron prisionero, fueron informados de que el gobernador de la provincia de encontraba en la ciudad de San Pedro, acompañado de 400 hombres de guerra. Otro de los prisioneros al que se tomó confesión era Francisco Rodríguez, natural de Portugal, y que había sido apresado por los piratas cuando abordaron uno de sus barcos. Este aclaró: que la [nao] almiranta en que este confesante estaba presso tiene dos pieças de hierro colado de asta doçe y catorçe quintales en la proa y otras dos pequeñas abajo. 102 El tal Rodríguez confirmó la versión de los piratas sobre las cinco naves, apresadas cuando se encontraban atracadas en Puerto Caballos y que el día de la batalla desembarcaron 32 hombres entre piqueros y mosqueteros. 100 Ibídem. 101 Ibídem. 102 Ibídem. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Sobre la cuestión de la batalla, Francisco Rodríguez explicó que vio muchos muertos en la playa y en el monte, pero desconocía si alguno de estos correspondía al capitán de la tropa. Rodríguez fue liberado por los piratas para que llevara una carta donde los secuestrados pedían al gobernador que intentara llegar a un acuerdo con sus captores. Según se recoge en dicha misiva el grupo de los españoles estaba formado por Antonio Benavides, su negra, dos negrillos, el alcalde Gonzalo Fernández, Gaspar Ramírez, el sordo de Puerto Caballos, Miguel González, Francisco Luis, Pedro y Álvaro Diez y su hijo, Antonio, Bartolomé y Francisco Maya, Pablo de Benavides (hijo de Antonio), una mulata de Antonio de Benavides y dos mozos llamados Marcos y Francisco Martín,103 que fueron liberados después de derrotar a los piratas en la batalla del 26 de agosto. Esta victoria sobre los piratas no alejó el problema de las constantes incursiones de estos en las costas de Honduras. El gobernador, en una carta de septiembre de 1595, se lamentaba al monarca de las dificultades que sufría para defender el territorio: [...] vuestra magestad me manda que socorra los puertos[,] aca me mandan que no saque gente pues el socorro no sea de dar con sola mi persona ni ay buen capitan sin gente ni buena gente sin armas y si no nos dejan hazer nuestro offiçio ni cumplir lo que vra. mag. manda mas çe a despantar vuestra magestad de lo poco que se a sierto que de lo mucho que se yerra[,] desesperado de ver esto sali solo para hallarme en Truxillo a la venida de los enemigos y me alcanso en el camino un pliego de vro. presidente Sande en que me ordenava que me viniese luego al Puerto de Cavallos a mudar el pueblo y aser una fortaleza yo vine y en llegando a Sanct Pedro enbie a mandar a los vezinos del Puerto que me viniesen donde yo estava porque si el enemigo llegase no uviese de quien tomar lengua y con quantas diligencias puse y amenazas les hize no lo pude acabar con ellos porque en las Yndias vuestros gobernadores no tienen autoridad porque con qualquiera pequeña ocaçion lo yniben de las causas de los delinquentes y asi lo estoy yo y la provincia sin justicia porque no es obedeçida estando pues yo ocupado en la obra dicha por el mes de julio llegaron a Puerto de Caballos quatro naos de franceses que con estas son diez de enemigos las que an venido este año.104 El final del gobierno de Carranza y su muerte Llegado el año de 1596 expiraba el mandato de Carranza que, como colofón a un periodo convulso, vio cómo se recrudecieron los ataques de piratas y corsarios en las costas de Honduras. Como consecuencia del enfrentamiento con estos, Carranza debió de sufrir importantes heridas que afectaron a su salud como explicaba su hijo Jerónimo años después en el documento donde se recogían los méritos de su padre: las batallas [...] que tuvo en el Puerto de Caballos y ciudad de San Pedro [de Sula] con los corsarios yngleses flamencos y françeses que con escuadras vinieron a robar la plata de vuestra magestad y navios cargados destas provincias peleando por su persona donde salió herido y vençedor con muerte y prisión de muchos corsarios y acabado el tiempo de su gobierno vino a esta ciudad [Santiago de Guatemala] donde por el doctor Alonso Criado de Castilla presidente desta Audiencia se le 103 Ibídem. 104 A.G.I. Guatemala. 39, R. 12, N. 64. Carta de Jerónimo de Carranza del 1 de septiembre de 1595. 90

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encomendó el descubrimiento del puerto de Histapa en la mar del sur a que acudio a su costa haciendo ý muchos gastos de su hacienda y murió pobre […].105 Esta versión del hijo de Carranza sobre la labor de su padre en Iztapa (actualmente Puerto de Corinto) no es del todo precisa, porque dicho puerto ya había sido utilizado en 1534 por Pedro de Alvarado. Posiblemente la labor que desempeñó allí Carranza estuvo relacionada con la fortificación del lugar realizada hacia 1598106. En julio de 1596 fue nombrado nuevo gobernador y capitán general de la provincia Jorge de Alvarado y Viñafe,107 por el plazo de seis años,108 el mismo periodo que el mandato de de Carranza y de su antecesor, Ponce de León. En el documento, donde se enumeran todas las funciones del nuevo gobernador, también se especifica que a la llegada de Alvarado, Carranza debía entregar a todas las personas con oficios de justicia para que no siguiesen haciendo uso de esta. El gobernador cesante debió mantener una buena amistad con la familia de Alvarado, ya que una nieta de este, Magdalena, hija de Francisco Girón Manuel, yerno del gobernador Alvarado, se casaría con el hijo menor del comendador, Jerónimo Sancho, quien llegó a ser capitán y comendador de Mazatenango.109 Años después, este mismo hijo de Carranza, ostentaría el cargo de regidor de la ciudad de Santiago de Guatemala, obteniendo además la encomienda de las costas de Suchitepéquez, en el pueblo de Mazatenango, en la misma provincia hondureña.110 El comendador Carranza, ya cesado como gobernador, intentó la rehabilitación de su nombre, mediante una carta escrita a Felipe III. En ella hacía balance de las dificultades de sus años de gobierno, reiterando los fraudes cometidos por el tesorero de la provincia. Sin embargo, llama la atención cómo en dicha misiva no se hace mención alguna a las acusaciones del obispo Andrada. Podríamos pensar que Sánchez de Carranza daba esta batalla por perdida, o bien sabía que no debía acrecentar su enemistad con la Iglesia. Sobre los últimos años del comendador Carranza, las pocas referencias que poseemos afirman que fue nombrado para el cargo de justicia por el cabildo de Santiago de Guatemala: y acabado el tiempo de su gobierno vino a esta ciudad de Guatemala, se le encomendo a ysntancia del cabildo justicia y regimiento de ella por el señor doctor Alonso Criado de Castilla [...].111 105 A.G.I. Patronato. 88, N. 2, R. 1. Méritos y servicios de Jerónimo Sancho Carranza: Algarve, Honduras. 1621. Fol. 114.

106 VALLEJO GARCÍA-HEVIA, José María. Juicio a un conquistador, Pedro de Alvarado: su proceso de residencia en Guatemala (1536-1538). 2008. Pág. 172. 107 STONE, Samuel. El legado de los conquistadores. San José (Costa Rica). 1993. Pág. 103. 108 A.G.I. Patronato. 293, N. 18, R. 12. Carta de nombramiento como gobernador de la provincia de Honduras a Jorge de Alvarado en sustitución de Jerónimo Sánchez de Carranza fechada en Toledo a 7 de julio de 1596. 109 A.G.I. Patronato. 88, N. 2, R. 1. Méritos y servicios de Jerónimo Sancho Carranza: Algarve, Honduras. 1621. Op. cit. CURTIS, Mary Dill (2010). Pág. 174. Fruto de esta unión nacería su hija Gerónima. Siguiendo con el rastro de los descendientes del comendador Carranza, llegamos a saber que su nieta se casaría con Francisco López de Arteaga, residiendo el matrimonio en la ciudad de San Martín de Zapotitlán. Asimismo conocemos el nombre del bisnieto de Carranza, el sacerdote Baltasar de Arteaga. 110 A.G.I. Guatemala. 99. N. 20. Expediente de Confirmación de Encomienda de Mazatenango en Suchitepeque a Jerónimo Sancho de Carranza. 1627. 111 Ibídem. También se menciona que terminó sus días en Santiago, en los documentos que recogen sus méritos ya citados anteriormente. ISSN 2173-9072 http://cartare.ceconoca.org/

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Al contrario de lo afirmado por algunos autores, 112 parece que Carranza no regresó a España, sino que murió en las Indias hacia 1608, como ya afirmó Pacheco de Narváez.113 Lo cierto es que el 9 de enero de 1610, la madre de sus hijos, doña Catalina Pérez de Aguilar, en el auto de bienes de difuntos de su hijo Gil, afirma que Carranza ya había fallecido: Porque cierto publico y notorio [...] que el dicho comendador don Geronimo de Carrança a muchos años que murió en las Yndias adonde paso desta ciudad.114 Esta versión se ve reforzada porque el hijo de ambos, Gil, estando moribundo a bordo de la Nao San Francisco, otorgó un codicilio fechado a 30 de octubre de 1606, 115 donde estipula que existía un codicilio cerrado previo, que había dejado antes de partir a las Filipinas en manos del padre jesuita Pedro de Segura, y que no debía abrirse (sino quemarse) 116 en caso de que el comendador siguiera vivo tras la muerte de Gil: "porque en caso de que el Padre Pedro segun lo acordado entre los dos juzgare no aver necesidad se a de quemar sin que persona alguna le vea y asi lo encarga de nuevo al dicho padre y manda que ninguna persona eclesiastica ni seglar ni justizia ninguna la pueda abrir ni apremiar al dicho padre a que lo avra [...]"117 Por todo ello, la fecha del fallecimiento de Gil, en 1606, y la reclamación de Catalina en 1610, nos acota la fecha de muerte del comendador Carranza, en ese intervalo de años, reforzando la versión dada por Pacheco de Narváez. El capitán Gil Sánchez de Carranza, que en 1606 había testado a favor de su padre y, en caso de que este hubiera fallecido, a favor de su hermano Jerónimo Sancho, 118 moriría a causa de la enfermedad ese mismo año a bordo de la nao San Francisco, cuando regresaba desde las Islas Filipinas a la Nueva España, en la armada del general López de Armendáriz. Llama la atención que en su testamento no nombrara heredera a su madre Catalina que, por ello, tuvo que iniciar un procedimiento judicial para reclamar su herencia. La demanda fue interpuesta por Catalina Pérez de Aguilar a la Casa de Contratación de Sevilla, reclamando los bienes que le pertenecían a su hijo. En representación de Catalina se presentó el mercader francés y vecino de Sanlúcar Francisco Guillande, que reclamó en su nombre cierta cantidad de pesos de plata de a ocho reales cada uno que de las Yndias binieron a la dicha real casa y casa de difuntos della y asimismo se me den y entreguen otros qualesquiera bienes que por fin y fallecimiento del dicho mi hijo ovieren quedado.119 El auto de defunción de Gil de Carranza requería un estudio aparte, aportándose en el apéndice documental.

112 ARANA DE VARFLORA, Fermín, Hijos de Sevilla, ilustres en santidad, letras, armas, artes o dignidad. Sevilla. 1791. Pág. 71. Dicho autor afirma que Carranza concluido su gobierno volvió a España donde fue estimado por su urbanidad, literatura y piedad. 113 Op. cit. VALLE ORTIZ, Manuel (2012). Pág. 255. Se basa en lo afirmado en PACHECO DE NARVÁEZ, Luis. Apología. 1623. Fol. 9 y 77. 114 A.G.I. Contratación 293 B, N. 1, R. 15. Bienes de difuntos: Gil Sánchez de Carranza. 1610-1616. Fol. 7 vº. 115 Dicho codicilio se abrió ante escribano en la ciudad de México el día 26 de diciembre de 1610. 116 Este codicilio cerrado podría esconder una posible descendencia natural de Gil, no reconocida legalmente o desconocida en el momento de la redacción de dicho documento. 117 A.G.I. Contratación 293 B, N. 1, R. 15. Bienes de difuntos: Gil Sánchez de Carranza. 1610-1616. Fol. 66 rº. 118 Ibídem. Fol. 64. 119 Ibídem. Fol. 7. 92

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Conclusión A modo de resumen podemos decir que la figura de Jerónimo Sánchez de Carranza muestra diferentes facetas; por un lado su labor literaria como creador de la llamada ciencia de la Verdadera Destreza de las Armas, que reivindicó durante toda su vida. Por otra parte, su labor política y militar que comenzó a ejercer durante la campaña del Algarve y que continuó con su nombramiento como Gobernador y Capitán general de la provincia de Honduras. En Carranza nos encontramos al hidalgo castellano que mediante sus estudios en Sevilla y Salamanca y sobre todo por su habilidad en el manejo de las armas, consigue entrar en el entorno de las casas de Medina Sidonia y Béjar, para luego pasar específicamente al servicio VII duque de Medina Sidonia. Durante su estancia en Sanlúcar de Barrameda, Carranza se dedicará a crear la llamada ciencia de la Destreza, aplicando sus conocimientos para crear una disciplina a partir de sus conocimientos en geometría, matemáticas y filosofía. En Sanlúcar, mantendrá una relación con Catalina Pérez de Aguilar, con la cual tuvo al menos tres hijos. Participó como capitán de la caballería del duque en la conquista del Algarve, terminada la campaña publicó su libro De la filosofía de las armas, así como otros textos, como el Discurso sobre la ley de las injurias y los Cinco libros sobre el mismo asunto. Aunque había sido nombrado comendador de la orden del hábito de Cristo, como no consigue satisfacer sus ambiciones, en 1584 decide abandonar el servicio del duque de Medina Sidonia para probar suerte en la Corte. En 1589 es nombrado Gobernador y Capitán general de la provincia de Honduras y, durante su mandato, tuvo que enfrentarse a la corrupción del tesorero Gregorio Santiago y la injerencia en su gobierno del obispo Gaspar de Andrada. En 1595, se enfrentó al ataque de varios navíos piratas, derrotándolos cuando desembarcaron en las cercanías de Puerto Caballos, terminando su mandato 1596. Carranza, cuya salud debió resentirse por las heridas sufridas durante el ataque de los piratas, terminaría siendo nombrado justicia de la ciudad de Santiago de Guatemala, donde posiblemente falleció hacia 1608. Aún quedan muchas incógnitas sobre la figura de Carranza, sus primeros años en Sevilla, sus estudios y su labor dentro de la casa ducal de Medina Sidonia. Todas estas cuestiones se podrían analizar mejor en un estudio en profundidad. Asimismo, su labor política como gobernador, nos acerca a un hombre preocupado en perseguir la corrupción como también en no permitir la injerencia de la iglesia en el gobierno. Sin duda, Jerónimo Sánchez de Carranza necesitaría de una revisión de muchos aspectos de su vida. Espero en los próximos años poder continuar con el estudio de la figura de Jerónimo Sánchez de Carranza e ir aportando más luz sobre uno de los personajes más interesantes del Renacimiento español.

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Apéndice documental Clausulas del testamento de don Gil Sanchez de Carranza difunto hijo del comendador Geronimo Sanchez de Carranza y de doña Catalina Perez de Aguilar Yten declaro por la misericordia de Dios que no e sido ni soy casado sino soltero y libre con dispusicion de elegir el estado que mas conbenga a la salvación de mi alma Yten declaro que tengo algunas deudas en la provincia de Guatimala y Honduras donde al presente asiste mi padre y traya quentas con algunos mercaderes y otras personas que les deje recaudo al tienpo de mi partida y asi como cosa que prosede de la misma hazienda y las deudas son adquiridas en el discurso que yo la manijaba pido y suplico de el dicho mi padre que pues yo por dejarselo todo no la satisfize que descargue mi conciençia como tan buen christiano y asimismo se lo encargo a mi hermano don Geronimo de Carranza y las deudas que fueren tan menudas que no fueren capazes de çedula u otro recaudo pido y suplico a mis acrehedores me las perdonen y si no pido que mis her.os la satisfagan. Y cumplido y pagado este mi testamento y mandas en el contenidas dejo u señalo por mi unibersal heredero a el comendador Geronimo Sanchez de Carrança mi padre el qual lo haya todo para si y porque si acaso el dicho mi padre fuere fallecido de fuerte que no haya de heredar los dichos mis bienes forzosamente declaro por mis unibersales her.os a los a los que pareçieren señalados en un codicilio serrado que dejare en poder del dicho Padre Pedro de Sigura (sic.) el qual codicilio no se abra sino es en caso de aberse muerto el dicho mi padre y asi de luego nombro a los allí contenidos por mis Herederos teniéndolos aquí por espresados. 120

120 A.G.I. Contratación 293 B, N. 1, R. 15. Bienes de difuntos: Gil Sánchez de Carranza. 1610-1616. Fol. 58 vº (imagen 116). Este fragmento para una copia del original "Fecha en Sevilla a primero de febrero de mill y seiscientos y diez años". 94

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Fuentes documentales: - Archivo Histórico Diocesano de Jerez de la Frontera Libros de bautismo de la parroquia de Ntra. Sra. de la O de Sanlúcar de Barrameda. Libro 12, fol.125. - Archivo General de Indias (A.G.I.) - Guatemala. 39, R. 11, N. 50. Carta de Rodrigo Ponce de León, Gobernador de Honduras. 26 de mayo 1584. - Guatemala. 39, R.12, N.58. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza, gobernador de Honduras. 29 de enero de 1591. - Guatemala. 39, R. 12, N. 59. Carta del gobernador Jerónimo de Carranza. 25 de abril 1593. - Guatemala. 39, R. 12, N. 63. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza en septiembre de 1595. Proceso del Cabildo de San Pedro contra los prisioneros franceses apresados en la batalla de Puerto Caballos. 27 de agosto de 1595. - Guatemala. 39, R. 12, N. 64. Carta de Jerónimo de Carranza del 1 de septiembre de 1595. - Guatemala. 39, R. 12, N. 68. Carta del Comendador Jerónimo Sánchez de Carranza al rey Felipe III en 1600. - Guatemala. 43, N. 97 Carta del cabildo de Comayagua hablando de la mala relación de obispo Andrada y el gobernador Jerónimo de Carranza. 27 de septiembre de 1593. - Guatemala. 44A, N. 31. Carta del cabildo secular de Trujillo, agradeciendo el nombramiento del Comendador Jerónimo Sánchez de Carranza como Gobernador y Capitán General de la provincia de Honduras. 22 de noviembre de 1590. - Guatemala. 44A, N. 41. Carta de Jerónimo Sánchez de Carranza, Gobernador de Honduras, de 29 de enero de 1591. - Guatemala. 99. N. 20. Expediente de Confirmación de Encomienda de Mazatenango en Suchitepeque a Jerónimo Sancho de Carranza. 1627. - Guatemala. 115, N. 29. Testimonio sobre la querella entre Gaspar de Andrada, obispo de la provincia de Honduras y Jerónimo Sánchez de Carranza, gobernador de Honduras en 1594. - Contratación. 293B, N. 1, R. 15. Bienes de difuntos: Gil Sánchez de Carranza. 1610. - Patronato. 88, N. 2, R. 1. Méritos y servicios de Jerónimo Sancho Carranza: Algarve, Honduras. 1621. - Patronato. 293, N. 12. R.1. Real Provisión al capitán Jerónimo Sánchez de Carranza, caballero del Hábito de Cristo, nombrándole gobernador y capitán general de la

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provincia de Honduras. 9 de agosto de 1589. - Patronato. 293, N. 18, R. 12. Carta de nombramiento como gobernador de la provincia de Honduras a Jorge de Alvarado en sustitución de Jerónimo Sánchez de Carranza fechada en Toledo a 7 de julio de 1596. - Archivo Municipal de Sanlúcar de Barrameda (A.M.S.B) Libros de actas capitulares. Libro nº 6. Sign. 4708. Fol. 56, 66 vº y 74 vº. - Biblioteca Nacional de España - SÁNCHEZ DE CARRANZA, Jerónimo. Discurso sobre una pregunta que el Duque de Medina Sidonia hizo al Comendador Gerónimo de Carranza sobre la Ley de las injurias. Biblioteca Nacional de España. Sign. MSS/12933/6. Fuentes bibliográficas: - ÁLVAREZ DE TOLEDO, Luisa Isabel. Alonso Pérez de Guzmán, General de la Invencible. Tomo I. Cádiz. 1995. - ARANA DE VARFLORA, Fermín, Hijos de Sevilla, ilustres en santidad, letras, armas, artes o dignidad. Sevilla. 1791. - AYALA BENÍTEZ, Luis Ernesto. La Iglesia y la independencia política de Centro América: El caso de El Salvador (1808-1833). Roma. 2007. - CHAUCHADIS, Claude. “Didáctica de las armas y de literatura: Libro de la philosofia de las armas y de su destreza de Jerónimo de Carranza”. Criticón Nº 58. 1993. Págs. 73-84. - CORDERO, Víctor. Historia Real de la orden del temple. Desde el S. XII hasta hoy. Madrid. 2013. - CORTÉS LOPEZ, José Luis. Esclavo y Colono. Introducción y sociología de los negros africanos en la América española del siglo XVI. Salamanca. 2004. - CURTIS, Mary Dill. "Jerónimo Sánchez de Carranza: a man of arms and letters". En MELE, Gregory D. In the service of Mars. Proceedings from the Western Martial Arts Workshop 1999– 2009. Volume I. Wheaton (IL). 2010. - DELAMARRE-SALLARD, Catherine. Civilización española y latinoamericana. Manuel de civilisation espagnole et latino-américaine. 2008. - ESCOBAR, Francisco J. "Nouveaux renseignements sur Fernando de Herrera et l'Académie sévillane dans Philosophía de las armas, de Jerónimo de Carranza". En La Renaissance en Europe dans sa diversité. III. Circulation des hommes, des idées et des biens, héritages . Université de Lorraine. 2015. Pág. 289-303. - FERNÁNDEZ IZQUIERDO, Francisco. La orden militar de Calatrava en el S.XVI. Madrid. 1992. - FERNÁNDEZ MORENTE, Guadalupe. “Honduras y el espacio económico del Caribe (1524150)”. Revista Mesoamérica Nº42. Diciembre 2001. Págs 165-198.

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