Izquierdas Latinoamericanas. Análisis comparado de gobiernos de coalición.

September 2, 2017 | Autor: F. Espinoza Rojas | Categoría: Latin American Studies, Political Science
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Izquierdas Latinoamericanas. Análisis comparado de gobiernos de coalición Autores ∙ Francisco Espinoza Rojas [email protected] ∙ Klaus Lehmann Meléndez [email protected]

Curso ∙ Sociología Política Comparada ∙ III año, 2010

Profesor ∙ Octavio Avendaño

Resumen El presente artículo aborda el problema generado por las diferencias e imprecisiones en torno al concepto de izquierda. La gama de partidos y colectivos que se identifican en este sector político es tan amplia que el concepto de izquierda termina por convertirse en un término laxo e impreciso, incapaz de definir una postura política. Por eso, se construye un tipo ideal weberiano de izquierda a partir de las posiciones dicotómicas respecto de la derecha. Posteriormente, se analizaron tres casos de gobiernos de coalición conformados por partidos que se declaran de izquierda: Movimiento Quinta República (Venezuela), Frente Amplio (Uruguay) y Concertación (Chile), comparando los bloques de alianza, los programas de gobierno y la autoclasificación ideológica. Las conclusiones coinciden con las hipótesis de la investigación: la Concertación es en la práctica la coalición más alejada del ideal de izquierda, ya que está asociada a partidos de centro y no tiene un proyecto que permita clasificarla como izquierda. El FA y MVR poseen proyectos ideológicos y bloques de alianza mucho más cercanos a un tipo ideal de izquierda, aunque con diferencias y matices. Un hallazgo llamativo es que la autopercepción del “grado de izquierda” no está asociada a los proyectos ideológicos ni a los bloques de alianza, puesto que las coaliciones con programas más transformadores se autoclasifican más a la derecha en la escala de Autopercepción. De todas maneras, las tres coaliciones se enfrentan a un proceso de derechización dada la ausencia de un proyecto político-económico general de transformación social. Palabras Claves:Izquierda, gobierno, coaliciones, comparación.

Introducción El desarme de los socialismos reales fue un punto de quiebre en la historia política mundial. La caída del muro de Berlín (Alemania, 1989) y la desintegración de la Unión Soviéticafueronel hito de cierre de la Guerra Fría y un mundo bipolar. El nuevo orden mundial estaba marcado por la incertidumbre, ya que los países de la ex URSS debían redefinir tanto su destino político como económico. En el marco de estas transiciones, calaba fuerte la idea del “fin de la historia” (Fukuyama, 1992), que planteaba el fin de la lucha ideológica y una supremacía de la democracia liberal en términos políticos y económicos. Mientras en Europa se instalaban nuevos regímenes, en América Latina también se vivían fuertes transformaciones. Las dictaduras militares estaban en retirada y hacían entrega del poder a los civiles, que tenían la misión de instaurar nuevos sistemas democráticos.La tercera ola democratizadora descrita por Huntington (Garcé, 2009) instaló en América Latina nuevos sistemas que buscaban superar el autoritarismo de las dictaduras militares. Sin embargo, los remanentes de este pasado autocrático quedaron instalados no sólo en el inconsciente colectivo, sino que también aparece cristalizado en las instituciones. El peso de esta herencia trascendió a los procesos de transición y el proceso de consolidación de los regímenes terminó con disímiles regímenes instalados en América Latina, pudiendo hablar de democracias plenas y otras “con adjetivo”, dado el carácter híbrido que presentan muchos de estos sistemas. En el marco de los procesos de consolidación democrática –con profundas diferencias entre los países latinoamericanos-, durante los ’90 se llevan a cabo radicales transformaciones neoliberales de la mano de sectores de derecha y neopopulismos a lo largo de todo el continente. Sin embargo, este giro tendría una vuelta de mano. Las elecciones presidenciales de los últimos años permiten dar cuenta del crecimiento electoral de sectores de la izquierda en gran parte de los países latinoamericanos. Diferentes politólogos y políticos intentan explicar las elecciones de gobiernos izquierdistas a partir de la desigualdad y estratificación existente en las sociedades latinoamericanas. Las diferencias sociales irresolutas en el continente, y profundizadas por las transformaciones económicas neoliberales, habrían fomentado la elección de gobiernos de izquierda. Pero estas relaciones causales no sólo simplifican los procesos electorales, sino que asume una concepción tradicional de los conceptos de izquierda y derecha sin cuestionar su pertinencia para el análisis de los sistemas políticos del continente. Hablar de laizquierda no es más que una ficción conceptual, ya que no se está en presencia de un movimiento o sector político que presente las mismas características en todas partes. En efecto, las izquierdaslatinoamericanas son diferentes entre sí. Una primera diferenciación posible es que aquella que las distingue a partir de la forma de organización desde la cual se sustentan electoralmente, pudiendo reconocer así una izquierda indigenista –cuyo sustento principal son movimientos sociales-, y otras apoyadas sobre los partidos políticos tradicionales (Wallerstein, 2010). Sin embargo, una de las más difundidas distinciones respecto de los gobiernos de izquierda es la realizada por la diplomacia estadounidense-y reforzada fuertemente por la prensa-, que habla de la existencia de una “izquierda populista y retrógrada”, y otra “fiscalmente responsable”(El Mercurio, 2010). Más allá de las nociones casi intuitivas respecto de los gobiernos de izquierda en el continente, efectivamente es posible reconocer profundas diferencias entre las políticas implementadas por los diferentes mandatarios. Por ejemplo, el tema de la participación activa de la ciudadanía, que es una de las cartas diferenciadoras de la izquierda respecto de la derecha, donde esta última tradicionalmente ha abogado por privilegiar la representatividad sobre la democracia directa y la acción ciudadana. Si esto se analiza a partir de la legitimidad del sistema político existen profundas

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diferencias entre los países con gobiernos de izquierda. Por ejemplo, el sistema político chileno carece de legitimidad, puesto que la Constitución de 1980 fue creada por una comisión designada por la dictadura y no fue ratificado bajo elecciones transparentes. De hecho, las reformas constitucionales de 2005 bajo el gobierno de Ricardo Lagos (PPD) buscaban profundizar la democracia pero,paradójicamente, jamás fueron validadas en un plebiscito. En cambio, en Ecuador y Bolivia se celebraron Asambleas Constituyentes que dieron origen a nuevas cartas magnas, con activa participación y reconocimiento por parte de la ciudadanía. Las diferencias que constituyen el punto central de atención de este estudio son las políticas económicas, ya que son profundamente diferentes entre los países de América Latina, y las militancias de los gobernantes en partidos de izquierda no aseguran la voluntad de modificar una estructura neoliberal de desarrollo económico (Rodríguez, Chávez, & Barret, 2008): mientras algunos gobiernos han seguido administrando los recursos nacionales y los servicios públicos bajo un modelo neoliberal, en otros, los gobiernos han velado por devolver un rol más activo al Estado en cuanto proveedor de los servicios y dueño de las empresas de interés nacional. Por ejemplo, mientras en Chile el Estado entrega proporcionalmente cada vez menos recursos a las universidades de su propiedad, en Uruguay la educación superior es gratuita y universal, y existe sólo una universidad privada. De hecho, el sistema universitario uruguayo no sufrió las mismas transformaciones privatizadoras que el chileno, dada la alta oposición ciudadana. Uno de los ejemplos de este vacío de sentido de la izquierda contemporánea es que durante la Cumbre de la Internacional Socialista (Buenos Aires, junio de 1999) se afirmó el apoyo a una economía de mercado, pero el rechazo a una sociedad de mercado(Internacional Socialista, 1999). Es decir, no sólo se disocia economía y sociedad, sino que se abandona precisamente lo que ha sido uno de los principales ejes de la política de la izquierda socialista estatista, que es la nacionalización de los medios productivos y la planificación centralizada. Entonces, ¿qué es lo que realmente significa ser de izquierda en América Latina? ¿Existe una verdadera diferencia de las izquierdas latinoamericanas con las derechas del continente? ¿Se derechizó la izquierda? El siguiente es un intento por revisar que es lo que caracteriza a los partidos de izquierda gobernantes en tres países (Chile, Uruguay y Venezuela) y a partir de su estudio reconocer las generalidades y particularidades que permiten reconocer a losdiferentes gobiernos como partidos de izquierdas en Latinoamérica. El objetivo es identificar los elementos comunes, pudiendo así generar una tipología de los gobiernos de izquierda en América Latina.

Antecedentes En los tiempos de la Revolución francesa se acuñaron los términos izquierda y derecha para referirse a dos bloques con intereses diferenciados entre sí. La nominación responde a la ubicación de cada uno de estos sectores en la sala de la Asamblea Nacional, donde los jacobinos se sentaron a la izquierda, mientras que los girondinos lo hicieron a la derecha. Mientras los primeros intentaban radicalizar el proceso, y tenían como objetivo la conformación de una República democrática con participación de todas las clases sociales, los girondinos eran mucho más moderados y planteaban una alianza entre la monarquía y la nobleza, sin dar participación a los sectores más pobres de la población. Desde esa primera referencia ya han pasado más de 200 años y, si bien el concepto aún guarda ciertas reminiscencias del original, se hace necesario darle un nuevo sentido a estos términos. Las concepciones tradicionales sobre izquierda y derecha se han ido resignificando a lo largo del tiempo, pero aun así es posible establecer ciertas diferenciaciones universales del concepto. La

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distinción dicotómica realizada a partir de estos dos conceptos puede ser considerada reduccionista, pero para este caso sirve para realizar la diferenciación de ambos sectores como si fueran tipos ideales de izquierda y derecha. Tal como lo establece la tradición weberiana, el concepto de tipo ideal remite a una serie de características abstractas: Un tipo ideal está formado por la acentuación unidimensional de uno o más puntos de vista y por la síntesis de gran cantidad de fenómenos concretos individuales difusos, distintos, más o menos presentes, aunque a veces ausentes, los cuales se colocan según esos puntos de vista enfatizados de manera unilateral en una construcción analítica unificada (…) Dicha construcción no puede ser encontrada en ningún lugar de la realidad (Weber, 1996) Por tanto, se reconocerá que las nominaciones de izquierda y derecha corresponden a construcciones analíticas ideales, y que en ningún caso son determinismos absolutos respecto de los criterios con los que deben cumplir los bloques de alianza para constituirse como parte de uno u otro sector político. El siguiente cuadro intenta diferenciar las posiciones políticas de izquierda y derecha a partir de una dicotomización de las posturas de cada sector respecto de variables económicas, políticas, culturales y sociales.

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Principios tradicionales de la Izquierda y Derecha Izquierda Libertad Colectivismo Multiculturalismo Ecologismo y desarrollo sostenible Laicismo Estado Democracia participativa Primacía del movimiento social como ámbito de representación Proteccionismo Antiglobalización (antiguamente, apelaba a la globalización y hoy aboga por su control)

Derecha Igualdad Autonomía Individual Homogeneización cultural Desarrollo y Crecimiento Clericalismo Mercado Democracia representativa Institucionalización por medio del partido político Librecambismo Internacionalización de la globalización

Fuente: Elaboración propia a partir de Alcántara, 2007.

El hecho de que esta separación sean tipos ideales impide encontrar casos de izquierda plena, por lo que se hace necesario establecer una especie de variables esenciales que permitan reconocer a sectores como de izquierda o derecha. La primacía de la dicotomía entre Estado y Mercado es la que ha orientadola diferenciación histórica entre ambos bloques. Actualizando la discusión al marco de una América Latina inserta en el orden mundial del capitalismo neoliberal y globalizado, las variables sobre las cuales se sustenta el concepto de izquierdarespecto de Estado y Mercado son el grado de neoliberalismo o estatismo; las funciones tradicionales atribuidas al Estado; nivel de gasto público y formas de financiamiento; y política de privatizaciones (Marenghi, 2007). Por tanto, no se trata de optar a priori por Estado y Mercado como opciones mutuamente excluyentes. También se debe evitar el pragmatismo con el que han actuado ciertos gobiernos respecto de la ecuación entre ambas instituciones, puesto que se termina por centrar el debate en la coyuntura sin apuntar a un modelo de desarrollo sin reglas estables y desideologiza los proyectos políticos, incumpliendo con el principio de capacidad de respuesta. El contexto en el cual se centra este análisis se encuentra determinado por las medidas neoliberales instaladas en América Latina, partiendo con el caso chileno en los años ’70. La crisis del Estado derivó en una crítica del Estado (Lechner, 1992), que ataca la intervención estatal en todas sus formas, abogando por mercados desregulados, y obviando la trayectoria del Estado en el continente como eje central del desarrollo económico nacional durante el siglo XX. El énfasis puesto en el mercado por los sectores neoliberales obvió también el rol del Estado como construcción mayoritaria en tanto criterio legítimo de la acción política en una democracia (Lechner, 1992). Para Weber, el Estado moderno constituye un orden jurídico y administrativo, susceptible de cambio, y bajo el cual se orienta “la actividad(acción de la asociación) del cuadro administrativo, a su vez regulada por preceptosinstituidos y el cual pretende tener validez, no solo frente a los miembros de laasociación, sino también respecto a toda acción ejecutada en el territorio dominado poreste”(Weber, 1944). El Estado busca la acción asociativa -entendida por Parsons como integración-, lo que significa el desarrollo unido, armónico y “acompasado” de las diferentes estructuras a partir de sus diferentes funciones, pudiendo así el Estado ejercer de mejor manera su funcionamiento como “órgano rector,

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aglutinador, emisor de políticas y poseedor legal de lospoderes del país” (Medina, -). Por tanto, el carácter del Estado no comprende sólo el uso de la fuerza para controlar los movimientos sociales y mantener el orden público como lo han sostenido los sectores más neoliberales, sino que es una institución que también posee un carácter normativo. En cuanto al mercado, los herederos de Friedman lo identifican como un orden contractual que garantiza la realización de principios y que no sabe de discriminaciones. Según los neoliberales, el mercado es el espacio democrático en donde se gestionan decisiones individuales y no de la mayoría. Para Hayek,el orden del mercado emerge de la interacción de muchas economías, que debe considerarse como catalaxia, por lo que no debiese existir ninguna forma de regulación, siendo las acciones individuales, racionales y libres que permiten la conformación espontánea y natural de lo social (Aguilar, 2010). El paradigma neoliberal asume estos postulados como fundamentos constituyentes de su teoría y praxis económica, por lo que en la categorización de los tipos ideales en política, sería la derecha la que apoya la acción del mercado como espacio de acción individual, sin ninguna regulación. Teóricamente, la izquierda desconfía de la acción del mercado como mecanismo de asignación de recursos y abogaría por su superación y la instalación de un régimen socialista –estatal o no-, y el comunismo como última etapa en la evolución de la sociedad. Si bien lasizquierdas critican el mercado, las soluciones planteadas respecto a este varían fuertemente: por ejemplo, la “tercera vía” cree en el mercado pero plantea su regulación. De importancia es esta posición, ya que los llamados “liderazgos progresistas” adscriben a las políticas programáticas de esta corriente.

Metodología de trabajo El análisis comparativo requiere una gran precisión conceptual y metodológica, de lo contrario lo objetivos de la investigación difícilmente podrán ser abordados adecuadamente. Es por esto que es fundamental definir la dimensión temporal y espacial en las que se insertará el análisis. Respecto a la primera cabe señalar que se ha decidido realizar un estudio sincrónico, por tanto, se abordarán los tres gobiernos dentro del mismo periodo de tiempo. El motivo de esto dice relación con la posibilidad de facilitar las comparaciones, ya que al escoger la misma unidad temporal los tres gobiernos estarán sometidos a las mismas condiciones internacionales, lo que permite controlar de mejor forma las variables externas que puedan influir en el devenir de los gobiernos estudiados. En definitiva, lo que se intenta apuntar es que al utilizar el mismo marco temporal para los tres casos, cada uno de ellos estará sometido a las mismas variables externas. Ahora bien, el periodo a analizar corresponde a todo el periodo comprendido entre el año 2005 y el 2010. El motivo por el cual se escogió este periodo dice relación con que el año 2005 el Frente Amplio llegó al poder en Uruguay encabezado por el presidente Tabaré Vázquez, por tanto, durante este intervalo de tiempo es posible encontrar a los tres gobiernos en cuestión: Concertación, encabezada por Michelle Bachelet, Frente Amplio (FA) encabezado por Tabaré Vázquez y El Movimiento Quinta República (MVR) –integrado posteriormente al PSUV-, dirigido por Hugo Chávez. Cabe destacar que desde varios años antes del periodo señalado la Concertación y el MVR ya se encontraban gobernando, sin embargo, el FA aun no accedía al gobierno, y como se señaló, lo que se persigue es llevar a cabo un estudio sincrónico. Respecto a la dimensión espacial cabe señalar que una de las ventajas del análisis comparativo es que permite seleccionar una muestra a través de criterios puramente teóricos y no estadísticos. De esta manera la elección de los tres casos (Chile, Uruguay y Venezuela) obedece, principalmente, a que cada uno de ellos corresponde a gobiernos de izquierda. Ahora bien, probablemente existan muchos matices que obligan a hacer una diferenciación, de manera que se haga imposible clasificar 6

a los tres casos dentro de un mismo grupo. Justamente esto es lo relevante, pues las diferencias permitirán elaborar nuevas categorías analíticas, con vistas a obtener un conocimiento más acabo de la realidad. Ahora bien, podría argüirse que si uno de los objetivos consiste en elaborar nuevas categorías, sería de gran utilidad trabajar con más casos. Probablemente esto sea cierto, por tanto, la decisión de trabajar solo con tres dice relación con las posibilidades concretas de la presente investigación, las cuales hacen imposible la inclusión de más casos. Un elemento importantísimo a destacar es que para dar respuesta a la pregunta de investigación se trabajará con tipos ideales, de manera tal de observar en qué medida cada uno de los casos se aleja o acerca respecto de un tipo ideal de gobierno de izquierda. Es necesario dejar en claro que este corresponde a criterios puramente teóricos, por tanto, no existe un correlato entre el tipo ideal y la realidad, es decir, éste cumple la función de ser una herramienta metodológica simplemente. Respecto a las variables que se considerarán para la comparación cabe señalar que éstas son tres, a saber: auto clasificación ideológica, política económica y sistema de alianzas. Se escogieron estas tres variables porque se cree que son capaces de dar cuenta de las diferencias que existen entre los tres gobiernos y de la distancia que existen entre estos y un tipo ideal. La auto-clasificación ideológica cumple la función de ser un primer acercamiento al tipo de gobierno, ya que permite observar como los propios políticos clasifican a sus partidos. Decimos que es solo un primer acercamiento debido a que por sí solo no es capaz de dar cuenta realmente de la naturaleza de los gobiernos, puesto que entre la posición ideológica en la que los políticos ubican a los partidos y las políticas realmente aplicadas pueden existir grandes diferencias. Justamente aquí reside una de las grandes utilidades de esta variable, a saber: llevar a cabo una comparación entre la posición ideológica y las políticas llevadas a cabo, de manera de comprobar si la ideología logra predecir el comportamiento político de los gobiernos. Respecto a la variable política económica cabe señalar que ésta es fundamental para identificar la cercanía de un gobierno respecto a una posición de izquierda. Según las definiciones planteadas más arriba, una variable importante para establecer que un gobierno se acerca a una política de izquierda es el rol que juega el Estado en el mercado, en este sentido el estudio de la gestión económica puede arrojar luces acerca de la posición política que tienen los gobiernos. Para acometer esta tarea se analizarán los programas de gobierno respecto a la política económica. Si bien es cierto podrían considerarse otro tipo de políticas, como la educacional o la de salud, se parte del supuesto de que la política económica es la que más permite discriminar al momento de hacer diferenciaciones entre los gobiernos. Ahora bien, ciertamente realizar un análisis de todo el programa de gobierno constituiría un abordaje mucho más completo, sin embargo, en el marco de la presente investigación ello se hace imposible. Finalmente, el estudio del sistema de alianzas también contribuirá a desentrañar la posición política de los gobiernos en cuestión, ya que dependiendo del tipo de coaliciones y/o alianzas que estos lleven a cabo, es posible dilucidar en qué medida se acercan a un tipo ideal de izquierda. Una coalición política es un pacto electoral firmado entre distintos partidos que buscan constituirse como mayoría, por lo que se hace necesario lograr acuerdos políticos y programáticos, así como de repartición de puestos en el aparato burocrático. Deschouwer (1994) define a las coaliciones políticas como “un acuerdo entre dos o más organizaciones que tienen la voluntad de hacer un número de cosas comunes”, entendiendo que puede ser esto una estrategia electoral cortoplacista o una visión común de sociedad. Por tanto, un tipo ideal de alianza de izquierda será aquel compuesto por partidos de izquierda, bajo el esquema de tipo ideal descrito con anterioridad.

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Resultados Auto clasificación ideológica Con miras a develar cuales son las diferencias que existen entre los gobiernos en cuestión, una primera variable a considerar es la auto clasificación que los políticos hacen de los partidos. La siguiente tabla muestra la posición ideológica de los tres gobiernos en cuestión. Entre paréntesis se señala el número de entrevistados que respondieron. Posición ideológica de los partidos gobernantes Partido y/o coalición

Posición ideológica

MVR (Venezuela 2000-2005) 3,29 (48) FA (Uruguay2005-2010)

2,82 (38)

PS (Chile 2005-2009)

2,51 (78)

Escala construida con las respuestas a la pregunta: «En una escala en donde la izquierda es 1 y la derecha 10, ¿dónde ubicaría usted al partido…?». Fuente: PELA

Es posible observar que el partido que más a la izquierda se encuentra es el Partido Socialista de Chile, seguido por el Frente Amplio, ubicándose finalmente el Movimiento Quinta República. Según una clasificación elaborada por Alcántara los tres casos corresponden a partidos con una posición ideológica de izquierda moderada (Manuel Alcántara: 2008). A pesar de que el gobierno de Hugo Chávez se erige, según la opinión pública (www.noticias24.com: 13 de Enero de 2008), como uno de los más radicales en América Latina, su posición ideológica se encuentra más a la derecha que el PS. Esto puede deberse a que las clasificaciones dependen del contexto de cada país, de manera que en Venezuela es posible que todos los parlamentarios -de derecha e izquierda- se ubiquen un poco más hacia la izquierda, de manera que el MVR no es considerado tan radical. Por otro lado, en el caso Chileno ocurre todo lo contrario, es decir, todo el espectro político se encuentra un poco más a la derecha, de manera que los partidos de izquierda, posiblemente, son considerados más radicales de lo que realmente son.

Política económica La segunda variable a comparar es la política económica propuesta por cada uno de los gobiernos en sus programas. Al comparar los programas de gobierno de estos tres países fue posible identificar varias diferencias y también algunas similitudes. El primer elemento que salta a la vista es que entre el programa del FA y del MVR pareciera haber bastante más cercanía que entre estos y el de la Concertación. Esto es así debido a que las políticas propuestas por los primeros tienden a acercarse a una mayor regulación de la economía por parte del Estado, en tanto que las de la segunda tienden más a una desregulación del mercado. A continuación se presenta una descripción de los tres programas, con el objeto de posteriormente llevar a cabo una comparación. Chile Tras analizar el programa de gobierno de Michelle Bachelet en materia de política económica fue posible identificar que éste se apoya, fundamentalmente, en la noción de que el mercado es un buen otorgador de recursos. Se propone que una economía en la cual exista libre competencia generará crecimiento económico y permitirá alcanzar mayores niveles de bienestar para la población:

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"Si queremos crecer más rápido y que ese crecimiento llegue a todos, debemos aumentar la competencia en nuestros mercados e impedir las prácticas anticompetitivas. Debemos fortalecer, por lo tanto, las instituciones pro-competencia en su defensa del bienestar de los consumidores, los ciudadanos y los más débiles". "La libre competencia es necesaria para que los mercados operen en beneficio de los ciudadanos y no de los poderosos. La competencia por captar clientes genera bienes y servicios mejores y más baratos para los usuarios. Si agentes del mercado o instituciones públicas entorpecen esta competencia, los afectados son principalmente los consumidores, los trabajadores y los potenciales emprendedores". Esto induce a pensar que el Estado en este tipo de política pública cumple el rol de ser garante de la libre competencia. Una evidencia que apoya esta tesis dice relación con la propuesta de generar una mayor institucionalidad para proteger la libre competencia y evitar los monopolios. Vinculado a lo anterior se encuentra la política de emprendimiento, la cual tiende a fomentar el crecimiento de las PYMES para que en algún momento lleguen a ser grandes empresas. Para ello es necesario asegurar la competitividad, es decir, la existencia de mercados no monopólicos que permitan la entrada de nuevos emprendedores a la economía: "se trata de apoyarlas para que algún día puedan ser medianas o grandes, garantizándoles condiciones equitativas para competir y expandirse..." En materia de economía internacional la política gira en torno a una mayor inserción del mercado interno en los circuitos internacionales de comercio. Se señala que si bien una mayor apertura puede generar niveles más altos de inestabilidad, esta misma ofrece las herramientas para lograr estabilidad. A raíz de esto, se fomentará la firma de nuevos tratados de libre comercio. Finalmente, cabe decir que solo en contadas ocasiones se apela a la necesidad de una mayor igualdad respecto a la distribución del ingreso y dichas apelaciones no son claras respecto a sus objetivos, por ejemplo "Construir un país más próspero y justo es siempre una tarea incompleta". Esto quiere decir que no se plantea claramente la necesidad de acabar con las desigualdades. De hecho en el apartado de política fiscal en ningún momento se propone llevar a cabo una reforma tributaria, sino solo mantener el IVA que existe actualmente. "Por ello que debemos ser honestos con el país y afirmar que la solidaridad tiene un costo y que no habrá condiciones para bajar impuestos. En particular, el IVA debe mantenerse en su tasa actual". Uruguay El programa de gobierno del FA en materia de política económica pone el acento a lo largo de todo el texto en la necesidad imperiosa de acabar con las desiguales y de procurar una economía centrada en las necesidades del ser humano: "Es objetivo prioritario del EP-FA poner la economía al servicio del ser humano, dejando atrás aquella concepción economicista que concibe a las personas como meros agentes económicos, con olvido de su dimensión integral y trascendente". De esta manera se señala que es fundamental procurar una economía que redistribuya los ingresos de manera más equitativa: "El gobierno del EP-FA promoverá que el proceso de agregación de valor se realice con una 9

simultánea distribución equitativa del ingreso generado. En este marco, respetaremos y promoveremos las formas participativas de organización de los ciudadanos, en especial la sindicalización y las diversas formas asociativas que apunten a dichos fines, como el cooperativismo". A raíz de esto, se plantea que el Estado debe jugar un rol preponderante en el maneja de la economía, pues solo éste puede asegurar una mejor distribución del ingreso. "Desarrollar al país en base a su potencialidad productiva y distribuir su resultado con justicia social requiere un Estado activo, capaz de orientar ese proceso. Está demostrado que el mercado, interferido por el poder, por sí sólo no es buen asignador de recursos". Respecto a los tratados de libre comercio, se sostiene que el motor de la economía debe estar en el mercado interno y no el externo, de manera de terminar con la dependencia de las fluctuaciones de los mercados internacionales. Así se hace urgente fomentar un mayor dinamismo de la economía nacional. Esto no quiere decir una negación absoluta a la idea de llevar a cabo tratados de libre comercio, sino solo que estos deben estar supeditados a la economía doméstica, es decir, se aboga por la protección de los mercados internos. Se sostiene, entonces, que la industrialización es una tarea fundamental para alcanzar el desarrollo. "Las políticas industrial y comercial del país tendrán por norte romper los círculos viciosos dados por la división internacional del trabajo, la dependencia científica y tecnológica, así como desprenderse de la dependencia comercial de las grandes corporaciones internacionales"... “En definitiva, la industrialización debe ser uno de los objetivos centrales del país productivo" Lo anterior se relaciona con la necesidad de reformar el sistema financiero, de manera de controlar que éste no esté al servicio de la especulación ni a la fuga de capitales. Así, se promoverá una banca pública fuerte y eficiente, que tienda a fortalecer las PYMES. Finalmente, respecto al sistema tributario se propone llevar a cabo una reforma que permita revertir una carga tributaria sumamente regresiva. "Nuestro sistema tributario será progresivo, en una tendencia contraria a la que se ha establecido hasta el momento". Venezuela El programa económico del MVR gira en torno al establecimiento de una economía humanista, autogestionaria y competitiva. El sistema económico debe ser humanista en el sentido de que es necesario que sitúe al ser humano en el centro de sus preocupaciones, de manera tal de que la economía gire en torno a sus necesidades y no a la inversa. La economía debe ser autogestionaria, de forma que el proceso productivo se democratice fomentando formas de organización cooperativa. Finalmente, la economía debe ser competitiva, lo que implica aprovechar las ventajas comparativas de los productos nacionales. Esto permitirá satisfacer las necesidades internas y al mismo tiempo competir con productos foráneos. Al igual que en el programa del FA, en el del MVR existe una preocupación en torno al problema de la mala distribución del ingreso. A raíz de esto se sostiene que el Estado debe tener un papel preponderante en la economía, sin embargo, se rechazan las fórmulas que niegan por completo la existencia del mercado. De esta manera se propone un sistema económico que permita una acción conjunta del Estado y el Mercado en la economía.

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"La acción complementaria del mercado y del Estado es indispensable para el funcionamiento eficaz y progresivo de la economía. Es lo que entendemos como la fórmula de las dos manos, donde interactúan la mano invisible del mercado y la mano visible del Estado". Dentro de las funciones que debe cumplir el Estado está la producción de bienes de primera necesidad, el control de la actividad comercial con el fin de evitar la especulación, la acumulación de capital, etc. Finalmente cabe señalar que en materia de política financiera, se propone fortalecer la banca nacional, con vistas a generar un sistema de créditos para las PYMES. También se señala que es necesario controlar la banca privada para evitar la fuga de capitales, por concepto de especulación.

Trayectoria y Bloques de Alianza Frente Amplio El Frente Amplio es una asociación política con carácter de coalición-movimiento que surge tras una convención el día 5 de febrero 1971. El contexto en el cual se funda el FA es de una crisis política, económica y social, donde Uruguay atravesaba una fuerte debacle y una alta agitación social. El deterioro de las condiciones económicas iba de la mano con la radicalización de los grupos políticos, cobrando especial protagonismo la guerrilla urbana de los tupamaros de grupos de derecha como el Escuadrón de la Muerte (o Comando Caza Tupamaros) y la Juventud Uruguaya de Pie. El FA intenta constituirse como fuerza política de cambio y justicia social de concepción nacional, progresista, democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista” (Frente Amplio Progresista, 2007), y la diversidad ideológica de sus miembros sería clave para el enriquecimiento del proyecto y la unión contra la derecha. Los sectores que conforman el FA son bastante variados, ya que concurren a él partidos socialistas, comunistas, democratacristianos, descolgados del bipartidismo tradicional y ex guerrilleros. En 1994, en el marco del Encuentro Progresista, se incorporan sectores de los grandes partidos y antiguos miembros del FA que habían renunciado a su militancia. En las elecciones de 2004 se alían con el Partido Nuevo Espacio (formado en 1989 por el desprendimiento del FA de los partidos Demócrata Cristiano y del Gobierno del Pueblo) y de otros grupos denominados progresistas, formando una alianza mayor denominada Encuentro Progresista – Frente Amplio – Nueva Mayoría, grupos que más tarde entrarían al Frente Amplio, decisión ratificada por el Plenario Nacional en noviembre de 2005. Los partidos que actualmente forman parte del Frente Amplio son 19 movimientos de carácter nacional, y otros menores de carácter local. Estos son la Asamblea Uruguay, Batllismo Progresista, Corriente de Izquierda, Confluencia Frenteamplista, Corriente 78, Corriente Popular, Corriente Progresista Independiente, Claveles Rojos, Corriente de Unidad Frenteamplista, Frente Izquierda de Liberación, Grupo Pais, Liga Federal Frenteamplista, Movimiento 20 de Mayo, Movimiento 26 de Marzo, Movimiento Popular Frenteamplista, Movimiento de Participación Popular, Movimiento Socialista, Nuevo Espacio, Partido Comunista del Uruguay, Partido Demócrata Cristiano, Partido Obrero Revolucionario, Partido Por la Seguridad Social, Partido Socialista del Uruguay, Partido Socialista de los Trabajadores, Partido por la Victoria del Pueblo y Vertiente Artiguista. Tabaré Vásquez (2005-2010) era militante del Partido Socialista, hasta que en 2008 pide su desafiliación tras diferencias con las dirigencias. Fue presidente del Encuentro Progresista y del Frente Amplio, además de ser en cuatro ocasiones el candidato del FA para la presidencia de la República. José Mujica, actual presidente en ejercicio, fue guerrillero del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros y creó el Movimiento de Participación Popular, al que renuncia en mayo de 2009 para representar a la totalidad del Frente Amplio.

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Concertación de Partidos por la Democracia La Concertación de Partidos de la Democracia es una agrupación política que al Partido Demócrata Cristiano y al denominado“mundo progresista” (Partido por la Democracia, Partido Socialista y Partido Radical Social Demócrata). Su génesis remite a marzo de 1983, cuando un grupo de políticos DC, socialistas (en sus distintas facciones), radicales y liberales firma el Manifiesto Democrático. Reconociendo sus históricas diferencias en el texto, socialistas y demócratacristianos, dejan entrever en el manifiesto su intención de continuar en una alianza capaz de darle gobernabilidad al país. Para eso, la DC debió olvidar los caminos mesiánicos propios (Fuentealba, 2006) y buscar un pacto que le entregara estabilidad; y el PS necesitaba perder su desconfianza en la ‘democracia burguesa’ del PDC y alejarse de sus lazos con los socialismos reales. Es así como dejan de lado sus prejuicios mutuos y se entregan a la formación de la Alianza Democrática, considerada la antecesora de la Concertación de Partidos por la Democracia y conformada inicialmente por la Democracia Cristiana, el Partido Social Democracia, el Partido Radical, la Unión Socialista Popular (USOPO) y la Democracia República. Ante la inminencia del Plebiscito de 1988, un grupo de partidos políticos de oposición conforman la Concertación de Partidos por el NO, cuyo objetivo es que el “No” a Pinochet triunfe el 5 de Octubre. Esta agrupación es conformada por 17 partidos opositores al régimen: la Democracia Cristiana, el Partido Socialista en sus diferentes facciones (Almeyda, Histórico, Mandujano y Núñez), Partido Democrático Nacional, Partido Por la Democracia, Izquierda Cristiana, el Partido Humanista, Mapu, Mapu-OC, la Unión Socialista Popular, el Partido Radical, el Partido Radical Social Democrático, Social Democracia, el Partido Liberal y Los Verdes. En 1989, la Concertación deja de ser un pacto electoral y se transforma en una coalición política. En ese entonces es conformada por la DC, el Partido Socialista (ahora unificado), el Partido por la Democracia, la Alianza Humanista Verde (retirados en 1993), el Partido Radical y el Social Democracia (fusionados en 1994)(Arrate & Rojas, 2003). Aparte de los partidos que la conforman, la Concertación ha establecido estrategias electorales con el Partido Comunista para las elecciones municipales de 2008 por medio del Pacto por Omisión, donde establecieron una serie de comunas donde no se presentarían candidatos de uno u otro conglomerado, para concentrar los votos en uno de los bloques. En 2009 hay nuevas estrategias, donde el PC compite en conjunto con la Concertación. Para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales (marzo 2010), el PC declara su apoyo formal a la candidatura del candidato concertacionista, a diferencia de otros ballotages donde no hubo apoyo explícito (en 2000 llamaron a anular, y en 2006 negociaron su apoyo a cambio de la incorporación cinco puntos programáticos) (Archivo Chile, 2006). Los presidentes del período 2000-2010 fueron Ricardo Lagos (2000-2006) y Michelle Bachelet (2006-2010). Lagos fundó en 1987 el Partido por la Democracia, y permanece como militante de tal desde ese entonces, mientras que Bachelet pertenece al Partido Socialista. Movimiento Quinta República El MVR era un partido venezolano donde militaba el Presidente Hugo Chávez, quien se erige como su líder natural. Fue fundado por éste en 1997, y en las elecciones de 1998 forma el conglomerado Polo Patriótico junto al Movimiento al Socialismo (MAS), Movimiento Electoral del Pueblo (MEP), Patria para Todos (PPT), Partido Comunista (PCV) y otros movimientos menores. Si bien trabajan en conjunto un par de años, en 2001 se desarma esta alianza debido a diferencias de algunos de los partidos respecto de las políticas con Chávez, lo que termina con el MVR y el PPT formando el Bloque para el cambio junto a otras fuerzas políticas.

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En 2005 se alían con Unidad de Vencedores Electorales (UVE) –alianza no exenta de polémicas-, y en las elecciones legislativas obtienen todos los escaños, puesto que la oposición alegó fraude electoral y se marginó e intentó boicotear los comicios pocos días antes de su realización. Durante el año 2006, Chávez propone la creación de un partido único que aglutine a todas las fuerzas políticas que apoyaban su gestión, denominado Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El MVR fue el primer partido que se sumó a esta iniciativa, pero muchos de los partidos que apoyaban a Chávez no participan del PSUV por las críticas a la nueva orgánica, donde perderían espacios de participación y pluralismo.

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Movimientos y Partidos Políticos que apoyaban a Chávez Incorporación o no al PSUV Adhieren % Rechazan Movimiento Quinta República 41,6 Por la Democracia Social Movimiento Independiente Ganamos 0,75 Patria Para Todos Todos Clase Media Revolucionaria 0,59 Partido Comunista Liga Socialista 0,5 Gente Emergente Movimiento por la Democracia 0,35 Unidad Patriótica Comunitaria Directa Unión 0,25 Corriente Marxista Revolucionaria -

% 6,53 5,13 2,94 0,25 0,19

Fuente: Elaboración propia a partir de Resultados Electorales Elecciones Presidenciales de 2006, Consejo Nacional Electoral de Venezuela.

Conclusiones Tras comparar las tres variables en cuestión fue posible observar varias diferencias y similitudes entre los tres gobiernos. Sistema de alianzas En primer lugar, al analizar el sistema de alianzas, fue posible percatarse de que en el caso de la Concertación ésta accede al poder a través de una coalición de partidos de centro izquierda, dejando fuera a partidos tradicionales de izquierda como el Partido Comunista. Esto es determinante respecto a la posiciónpolítica que la Concertación tendrá desde el año 1990 hasta el 2010, la cual corresponde, justamente, a una política de centro, lo que se tradujo en acciones tendientes al status quo. En el caso del FA, los partidos que integran la coalición presentan un carácter muy distinto a los de la Concertación, ya que estos corresponden a partidos que tradicionalmente se han definido como partidos de izquierda, lo que, por supuesto, permite que la coalición lleve a cabo una política bastante más inclinada hacia la izquierda que la de la Concertación. Algo similar ocurre con el MVR, ya que al igual que el caso anterior, esta coalición emerge a partir de la unión de varios sectores políticos de izquierda, lo que permite inferir que gracias a dicha unión es que el gobierno de Hugo Chávez ha podido desarrollar políticas tendientes a la estatización y otro tipo de políticas que van en contra del modelo de desarrollo actual. Entonces, es posible señala que por un lado el MVR junto al FA desarrollan un sistema de alianzas tendiente a la unificación de una serie de partidos de izquierda, por otro, la Concertaciónestá formada por sectores políticos desligados de la izquierda tradicional y que incluso en algún momento apoyaron gobiernos de corte autoritario, como es el caso de la Democracia Cristiana. Programas de Gobierno A partir de la revisión de los programas de gobierno es posible encontrar algunas diferencias respecto al tipo de política económica aplicada en cada país. En primer lugar, es posible observar que tanto en el gobierno del MVR como en el del FA se sostiene que el Estado debe tener un papel preponderante en la economía, pues se parte del supuesto de que para superar las inequidades es

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menester su participación en la economía. En cambio en el caso chileno se apela a lo largo de todo el texto a la idea de que es necesario fomentar la libre competencia mediante instituciones económicas, ya que es ella la que genera un mayor bienestar para los ciudadanos. Por tanto, el Estado se erige como el garante de la libre competencia. Respecto a la superación de las desigualdades también surgen algunas diferencias. De la misma manera como el FA y el MVR coincidían en el punto anterior, también lo hacen respecto a la necesidad de acabar con las desigualdades, puesto que en ambos programas de gobierno se apela en reiteradas ocasiones al hecho de que es un objetivo fundamental del gobierno acabar con las desigualdades. Para ello es necesario que la economía gire en torno al ser humano. Por otro lado, el caso de la Concertación es un tanto distinto, ya que dichas apelaciones son bastante escuetas, por lo que el discurso de igualdad no tiene aquí el peso que tiene en los otros dos casos. Al observar la política financiera nuevamente encontramos diferencias, ya que en tanto en el programa de la Concertación no se proponen cambios, en el del MVR y del FA se señala que es necesaria una reforma con vistas a evitar la fuga de capitales. En materia de comercio internacional, la Concertación señala que sus políticas estarán encaminadas hacia el establecimiento de nuevos tratados de libre comercio. En cambio en el programa del FA se sostiene la idea de que el motor de la economía debe ser el mercado interno. Por su parte el MVR aboga por un punto intermedio. En el tema tributario la Concertación no propone llevar a cabo cambios importantes, pues no se sugiere subir o bajar el IVA. Por otro lado, el FA propone llevar a cabo una reforma tributaria con vistas a revertir una estructura impositiva sumamente regresiva. En el caso del MVR no se hace mención a este punto. A raíz de lo expuesto es posible sostener que respecto de la políticaeconómica la Concertación se ubica bastante más a la derecha en el espectro político que el FA y el MVR. Esto se sostiene, básicamente, debido al rol que cada gobierno señala que debe tener el Estado en la economía, ya que es evidente que en las propuestas de la Concertación la función del Estado debe ser la de ser el garante de la libre competencia. De esta manera de aboga por una no intervención del Estado, pues se parte del supuesto de que su intervención en el mercado genera menor bienestar para las personas. Por otro lado, tanto el FA como el MVR proponen una políticaeconómica mucho más estatista, ya que se cree que solo el Estado es quien tiene la capacidad disminuir las desigualdades. Ahora bien, a pesar de que existe una cercanía entre las propuestas programáticas de estos dos últimos, es posible hacer una diferenciación en algunos puntos. Un ejemplo es el punto sobre los tratados económicos internacionales, ya que en tanto en el programa del FA se sostiene categóricamente que el motor de la economía debe estar en el mercado interno, en el del MVR esto no queda tan claro, ya que si bien se señala que es necesario desarrollar una política antiimperialista, no se niega totalmente la posibilidad de comerciar con las grandes potencias. Esto es especialmente ambiguo en el tema del petróleo. Otra diferencia entre el FA y el MVR se genera en torno a la cuestión del grado de intervención que debe tener el Estado en el mercado. Pareciera que para el FA ésta debe ser mayor que para el MVR, ya que éste último señala, explícitamente, que la economíadebe ser manejada por la mano invisible del mercado y por la mano visible del Estado. Esta apelación a un doble manejo no es tan manifiesta en el programa del FA. Por tanto, al haber analizado los programas de gobierno es posible sostener la existencia de dos grupos, o más bien de una gradiente entre estos tres gobiernos. De derecha a izquierda, se encuentra, en primer lugar, la Concertación, luego el MVR y finalmente el FA. Cabe destacar que 15

las diferencias entre estos últimos son bastante pequeñas y mucho menores que las existentes entre aquellos y la Concertación. Debido a esto último es que se sostiene que existen dos grupos: el primero está integrado por la Concertación y el segundo por el FA y el MVR. Auto-clasificación ideológica Al comparar esta variable con las otras dos fue posible observar el hecho bastante curioso de que ésta no permite predecir el comportamiento político, es decir, una autoclasificación deológica de izquierda no necesariamente se traduce en políticaseconómicas o alianzas de izquierda. Esto se hace evidente al observar que el partido de Michele Bachelet (PS) es el que percibe su posición más a la izquierda, sin embargo, las políticaseconómicas llevadas a cabo durante su gobierno se encuentran más a la derecha que las de los otros dos casos. Lo mismo ocurre a la inversa, es decir, la coalición que más a la derecha se autopercibe (MVR) presenta un programa de gobierno con políticas ubicadas más a la izquierda que las de la Concertación. Esto significa que laauto clasificaciónideológica no constituye un buen predictor del comportamiento político, lo que tiende a generar disonancias cognitivas, pues al parecer, los partidos políticos ya no se rigen por determinada líneaideológica como sucedía antaño. De esta manera, un desafío para la ciencia política y la sociologíapolítica consiste en determinar cuáles son estos nuevos factores que explicarían el comportamiento de los partidos en la actualidad. Reflexiones finales Intentando responder a la interrogante planteada en este trabajo es posible señalar que la izquierda latinoamericana presenta grandes diferencias, ya que, ciertamente, tanto el tipo de alianzas como las propuestas programáticas son bastante diferentes. Incluso, es posible sostener que políticaseconómicas como las presentes en el programa de gobierno de la Concertación se encuentran bastante alejadas de un tipo ideal de izquierda, lo que induce a pensar que un gobierno de este tipo se acerca más a un gobierno de derecha que a uno de izquierda. Ahora bien, respecto del comportamiento político del FA y del MVR es posible señalar que, ciertamente, se encuentra mucho más cercano a un tipo ideal de izquierda que el de la Concertación, sin embargo, en los tres casos asistimos una suerte de "derechización", puesto que en ninguno de los programas estudiados es posible encontrar propuestas completamente transformadoras, las cuales si estaban presentes en la izquierda pre-gobiernos autoritarios.

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