Ituango: El megaproyecto y su inflencia en el territorio, la poblacion y el medio ambiente

July 24, 2017 | Autor: Giovany Areiza | Categoría: Ciencia Politica
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Descripción

Ituango: El megaproyecto hidroeléctrico y su influencia en la población, el territorio y el medio ambiente. Giovany Areiza Madrid1

Publicado en Revista Debates (63) 2013, p.78 – 84. ISSN: 1657-429X

“Si asumes que no hay esperanza, garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, que hay oportunidad para cambiar las cosas, entonces hay una opción de que puedas contribuir a hacer un mundo mejor. Esta es tu alternativa” Noam Chomsky.

Introducción En colombia, un país caracterizado por poseer importantes fuentes de riqueza natural y de biodiversidad, se ha convertido en una desgracia nacer y poblar territorios con presencia de recursos naturales y que constituyan una enorme importancia geoestratégica. El Estado colombiano, siguiendo los intereses político económicos del modelo de desarrollo neoliberal adoptado y articulado al orden económico internacional, ha propendido por apropiarse de los territorios que se consideren claves para la explotación minera o la generación de energía, superando las barreras jurídicas y legales que se interpongan. Pensándose siempre que el desarrollo equivale al crecimiento económico como teoría constituyente y hegemónica para conseguir el progreso, se desprenden consecuencias que van más allá del ámbito meramente económico que constituyen el interés principal de este trabajo, el cual busca develar los principales riesgos y efectos que produce la construcción de la hidroeléctrica Pescadero Ituango y su impacto ecológico, social y ambiental, sobre una población fuertemente golpeada por el conflicto y la violencia en el cual se disputa un territorio que posee una de las fuentes hídricas más importante del país, localizada en el municipio de Ituango y sectores aledaños a esta zona del norte de Antioquia.

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Politólogo Universidad de Antioquia, Medellín, Colombia. Correo: [email protected].

El debate generado por ese contexto de desterritorialización y despojo -que también podrá leerse como desplazamiento forzado- será enriquecido con elementos de las llamadas “teorías alternativas del desarrollo”, que permitirán generar elementos de discusión a una situación problemática que se vive en la actualidad, que involucra las poblaciones impactadas por el megaproyecto y que pueda servir de herramienta de discusión en la realidad. HidroItuango, Una aproximación histórica: La idea de construir una nueva fuente de generación de energía, como clave para el desarrollo económico-energético regional, llevó a que desde hace más de 40 años, en el departamento de Antioquia, se formulasen los primeros indicios de un ambicioso y casi utópico megaproyecto. Aunque el proyecto ha tenido gran relevancia y difusión mediática en los últimos meses con ocasión de los movimientos estratégicos del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) para dominar el destino del megaproyecto, desde el 18 de agosto de 1969 reposa en los archivos de la firma Integral S.A. la propuesta "Desarrollo hidroeléctrico del Cauca Medio, memorando preliminar sobre capacidad potencial y posibilidades del desarrollo escalonado"1. Esta “utopia” energética dejó de serlo a partir del primer estudio de factibilidad de Pescadero Ituango en 1982. Ese año, Integral S.A. proyectó para Interconexión Eléctrica S.A. una obra con capacidad instalada de 4.270 Megavatios (MW)2, que demandaría una inversión de 2.314 millones de dólares. En las instancias legales, jurídicas y administrativas, la disputa de competencias concentró la atención y la participación de diferentes organismos de control y vigilancia, que van desde la jurisdicción municipal, departamental y nacional. Mediante Ordenanza 35 del 29 de diciembre de 1997, la Asamblea Departamental de Antioquia creó la Sociedad promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A. En cumplimiento de dicha ordenanza, el 31 de diciembre de 1997, en el Salón del Consejo de Gobierno de la Gobernación de Antioquia, se reunieron las siguientes personas, con el fin de constituir “La Sociedad Promotora de la Hidroeléctrica Pescadero S.A”: Álvaro Uribe Vélez, en su calidad de Gobernador de Antioquia. Andrés Uriel Gallego Henao, Coordinador del Proyecto

Pescadero. Hildebrando Giraldo Parra, Gerente de la Empresa Antioqueña de Energía S.A. E.S.P., Guillermo Arango Rave, de Isagen S.A. E.S.P. Alberto Olarte Aguirre, Gerente General (e) de Isagen S.A. E.S.P. Jorge Saldarriaga González, Gerente del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA), Henry Cardona Giraldo, Presidente de la Junta Asesora de la Cámara Colombiana de la Infraestructura en Antioquia (ACIC) y Francisco Sierra Múnera, Gerente de Integral S.A.3 En 1998 Integral S.A se vincula con la Sociedad promotora de Pescadero Ituango, con un paquete accionario del orden del 7 %. En el año 2002, los técnicos de Empresas Públicas de Medellín (EPM) afirmaban que Pescadero Ituango no era viable y que no era pertinente continuar la inversión del proyecto. Como socio y consultor a Integral S.A le tocó librar una batalla para cambiar esta percepción con argumentos muy sólidos. En ese entonces, la presidencia de Integral S.A estaba en cabeza de Federico Restrepo Posada, hoy Gerente General de EPM. Restrepo Posada laboró durante 24 años con esta firma, luego fue representante del alcalde Sergio Fajardo en la Junta Directiva de EPM y desde abril de 2008 fue Gerente General de EPM, el segundo socio en Pescadero Ituango, después de la “toma hostil”4 por parte del Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA). Pescadero Ituango es la materialización de el más grande proyecto hidroeléctrico de colombia, pues se planea represente una entrada al sistema de 2.400 MW de energía, que se equiparan con la totalidad de la energía generada por la empresa EPM, que se calcula que en todas sus centrales, en su totalidad, generan alrededor de 2570 MW, donde se estima que para el 2018 el megaproyecto Pescadero Ituango comience a operar, del que se espera que cubra aproximadamente el 20% de la demanda de energía que se proyecta para todo el país. Además de convertir al país en una importante fuente exportadora energética de Latinoamérica. Localización territorial El área donde se ubican las obras y el embalse del Proyecto Hidroeléctrico Pescadero Ituango están localizadas al norte del Departamento de Antioquia, entre Liborina, al sur y la desembocadura del río Ituango en el Cauca, al norte. Las obras principales se concentran al norte del departamento, a unos 170 kilómetros de la ciudad de Medellín, pasando por el

municipio de San Andrés de Cuerquia y a 7 kilómetros aguas abajo del denominado Puente Pescadero sobre el río Cauca, en jurisdicción de los municipios de Ituango y Briceño. El embalse formado con la construcción de la presa inundará territorio de los municipios de Ituango, Peque y Buriticá por la margen izquierda y Briceño, Toledo, Sabanalarga y Liborina por la margen derecha.5 Tanto como para el departamento como para el país, desde las agendas programáticas de los planes de desarrollo y de ordenamiento territorial, se ha establecido poner en marcha el megaproyecto. Lo que ha devenido en fuertes enfrentamientos y disputas de competencias, que van desde lo municipal y lo departamental hasta lo nacional, pasando por fuertes discusiones desde la perspectiva jurídica y legal, que ha producido un gran impacto social, político, económico y ambiental. Lo que evidencia la carencia de una agenda pública en la elaboración de megaproyectos, que solo desembocan en un conflicto de intereses y de intencionalidades político económicas, sustentadas, por supuesto, por una solida base legal. Ituango, la tierra en disputa Aferrados por un pasado reciente para no repetir la historia, los habitantes de este municipio del oriente antioqueño viven en medio de la expectativa del proyecto Pescadero Ituango, el temor a la guerra y también al olvido6. Los antecedentes en materia de Derechos Humanos en la zona de Ituango son desoladores. Ituango ha sido un territorio estratégico para los grupos armados, que lo han tenido como retaguardia y base de apoyo para sus actividades al margen de la ley, pero en los últimos 10 años se convirtió en un escenario donde la muerte se abre paso sin control y la guerra es el pan de cada día. Desde finales de los 70 han persistido los fuertes combates donde se ve inmiscuida la población civil y con la construcción de la presa los enfrentamientos se han intensificado. El 7 de agosto de 2002, ingresaron las autodefensas, pero con la denominación del Bloque Minero, grupo al mando del extraditado ex jefe paramilitar Ramiro Vanoy. Ese día, según las narraciones hechas al periódico El Espectador desde el anonimato por habitantes del municipio, los paramilitares ingresaron desde Tarazá a la vereda Conguital, violaron a las mujeres, asesinaron a 15 campesinos y provocaron el desplazamiento de 190 personas.7

Según los habitantes de Ituango, la presencia de la guerrilla data desde 1969, cuando llegaron al corregimiento de Santa Ana. Desde comienzos de la década de los 70, en esta región, también estuvieron miembros del Ejército de Liberación Nacional y del Ejército Popular de Liberación. Grupos que llegaron utilizando los corredores de la Cordillera Occidental que llevan a la región del Urabá antioqueño y al Alto Sinú en Córdoba. Pero durante los últimos diez años, luego de la arremetida de los paramilitares, sólo quedó el frente 18 de las FARC, una facción del Bloque José María Córdoba, que hoy se llama Bloque Noroccidental Iván Ríos. Para la justificación del proyecto, no solo se expone la promesa de crecimiento económico, sino que el lenguaje de sus promotores habla de que su realización generará “bondades” al territorio y en si a la región. Bondades de las que no está muy segura la socióloga Ituanguina Nubia Ciro, quien se opone al proyecto por el modelo y la forma excluyente en que se está mirando. Según ella, “la energía que saldrá de la región será exportada, mientras en el oriente antioqueño no hay cobertura de servicios públicos y esta se hará a costa de la vocación agrícola de la región, que se convertirá en destino turístico”.8 Desterritorialización y despojo Aunque la mayoría de casos de desplazamiento forzado son producto de conflictos sociales y violencias dirigidas al control territorial sobre las poblaciones de manos de grupos armados, desde el ámbito estatal también puede verse este tipo de prácticas, con herramientas menos violentas pero con muchos más efectos sobre el territorio. Para la construcción de la hidroeletecrica, se ha previsto una serie de estudios de impacto ambiental y social, que se convierten en requisitos para poder obtener la aprobación de los ministerios de medio ambiente y de minas y energía, requeridos por la norma constitucional. El estudio se reduce a índices de riesgo directo y a como, desde la perspectiva económica, puedan indemnizarse los daños ocasionados. Lo que no se tuvo en cuenta, es que la población, cultural e históricamente, se encuentra arraigada a la tierra y al trabajo de la misma, y erróneamente se creyó que un proceso de industrialización y una promesa de crecimiento económico no afectaría la vida de sus pobladores, o más bien, a sabiendas de este cambio en sus valores culturales y

tradicionales, se les obliga a someterse a las condiciones en las que, debido a las inundaciones y daños en el territorio efecto de la construcción, serían reubicados, todo en nombre del interés general y el progreso regional. La idea del megaproyecto hidroeléctrico es vendida a la población según la lógica del progreso y el desarrollo tecnológico y económico neoliberal en la que exclusivamente se analiza el coste-beneficio económico del proyecto9 y los beneficios que supuestamente esto conlleva para la población, sin realizar un análisis multicriterial que devele los consiguientes efectos en la alteración del clima, la humedad, la inestabilidad del suelo, etc. Entre otros factores también se destacan los geológicos, geopolíticos y de privatización del agua que llevan a concluir que para un proyecto de esta envergadura el criterio de comparabilidad coste - beneficio es muy débil al basarse exclusivamente en términos económicos, incentivados por las famosas “locomotoras del desarrollo” que se extienden por todo el territorio Colombiano cometiendo abusos sociales y medio ambientales en pro del progreso. Una visión de alternativas Desde esta perspectiva surgen críticas provenientes de la formulación de una visión alternativa a este modelo de desarrollo y de crecimiento económico netamente neoliberal, que para este caso, se expondrán diferentes formas de entender la problemática en cuestión, aportando a una visión más complementaria y abierta a la discusión generada, donde se brindan elementos críticos al modelo adoptado, y la posibilidad de generar criterios alternativos de debate. La teoría alternativa del endodesarrollo, fija una posición crítica a la puesta en marcha del megaproyecto hidroeléctrico, ya que desde sus postulados teóricos, por endodesarrollo o desarrollo endógeno puede entenderse, según Antonio Hidalgo, “aquella dimensión del desarrollo que destaca el papel jugado en dicho proceso por la propia comunidad afectada, que está en función de sus recursos materiales y humanos, y de sus valores culturales.”10 En síntesis, el proceso de desarrollo endógeno es aquel que surge de la capacidad de la población de un territorio para liderar su propio desarrollo, por medio de la movilización de

su potencial local, y con el objeto de mejorar el nivel de vida. Muy contrariamente a los hechos de la hidroeléctrica, donde se tuvo poca o nula atención a los efectos causados y la posición de la población frente a la propia perdida de sus tierras y tener que desalojar sus lugares de trabajo, donde la participación se reduce a un mero pliego de exigencias que serán indemnizadas económicamente, ya que la población no es quien lidera el proceso, ni siquiera quien lo planteó, lo que se traduce en una fuerte inconformidad y desestabilidad social, que como vemos en la actualidad, la población responde con movilizaciones de protesta y descontento y más aun, se ven afectados sus niveles de vida con el avance del proyecto. El impacto social, ambiental y cultural también entra en el debate. Históricamente los derechos de las poblaciones afectadas por el proyecto han sido vulnerados de manera sistemática, su voz no se escuchado y hoy ante las discusiones que se plantean sobre lo que allí pasará, siguen sin preguntarles cuál es su opinión. Reduciendo el problema a simples censos de poca legitimidad. Otra visión alternativa es propuesta desde la satisfacción de necesidades básicas donde se sostiene que “la única forma de eliminar la pobreza absoluta de una forma permanente y sostenible es aumentando la productividad de los pobres; sin embargo, para ello es necesario que dichos pobres tengan sus necesidades básicas satisfechas”11, que para el caso de la hidroeléctrica, puede verse como el megaproyecto contribuirá a destruir la base productiva agrícola de la zona, contribuyendo al desarraigo cultural y a la pérdida de identidad rompiendo lazos comunitarios y ambientales y que, pese a la gran producción de energía eléctrica de la central, esta se dedica exclusivamente a la exportación , no asegurándose la energía eléctrica a las comunidades aledañas, donde en municipios como Ituango, existen familias donde ni siquiera llegan los servicios públicos domiciliarios, o para una necesidad tan básica como lo es el acceso al agua potable. Un punto clave para la crítica desde esta perspectiva alternativa. Sólo en el municipio de Ituango la producción agrícola se ha reducido en un 70%. De 25.000 habitantes, más de 16.000 han sido desplazados en los últimos años. El incremento en el costo de vida por causa de la generación de expectativas derivadas de la represa ha sido del 40% y el porcentaje de las necesidades básicas insatisfechas es del 76%. 12

En este punto de la discusión y que configura un gran aporte al debate propuesto es el asunto de La declaración de Río, el cual supuso la constatación del agotamiento de un estilo de desarrollo, generador de injusticia y malestar social, así como causante de una intensa degradación ecológica. También se puso de manifiesto el reconocimiento de los países desarrollados de su deuda ambiental del pasado, aceptando el principio de responsabilidad compartida pero diferenciada, así como de la capacidad tecnológica y financiera de estos países para contrarrestar el deterioro ambiental.13 Esta declaración coloca a los seres humanos en el centro de las preocupaciones del desarrollo sostenible y considera la erradicación de la pobreza como requisito indispensable para la consecución de un desarrollo sostenible, al tiempo que refiere a éste en términos de respuesta equitativa a las necesidades de las generaciones presentes y futuras. También incluye la protección del medio ambiente como parte integrante del proceso de desarrollo, sin que pueda considerarse de forma aislada. La declaración de Río plantea la necesidad de un cambio en los modelos de consumo y de producción hacia estilos de vida sostenibles, así como el fomento de políticas demográficas dirigidas a reducir el crecimiento de la población, “para ello sugiere la utilización de la sensibilización popular. También asume el principio de quien contamina paga, como forma de internalizar los costes ambientales de la contaminación y el deterioro ecológico.”14 Es en esta dirección que apunta la concepción alternativa de un desarrollo sustentable, que para la construcción y operación de la central hidroeléctrica Pescadero Ituango, aporta elementos claves a cómo el deterioro ecológico y ambiental es reducido a cuanto pueden pagar sus promotores por el daño ocasionado, ya que como bien se sabe, las ganancias serán multimillonarias, y el daño causado será pagado en efectivo. La legislación colombiana trató de poner barreras a la libre explotación desmesurada de los recursos, articulándose a ciertos postulados de la declaración de Rio, pero para este megaproyecto, solo fueron obstáculos jurídicos fácilmente superables. La importancia que se le da, desde una concepción critica del ecodesarrollo al tema ambiental es secundaria, ya que lo que prima es lo económico, que contrario los postulados de Antonio Hidalgo, cuando afirma que “el ecodesarrollo es un estilo de desarrollo que, en cada región, requiere soluciones específicas para los problemas particulares de la misma,

teniendo en cuenta los datos culturales y ecológicos, y tanto las consideraciones a largo plazo como las necesidades inmediatas15; por tanto, esto supone que el criterio de progreso está relacionado con cada caso particular, en el que el medio ambiente juega un papel fundamental. Según esta visión, el desarrollo no tiene un sentido universal, no hay desarrollo como tal, sino desarrollo de algo, de una cierta ecorregión que tiene que buscar la imagen de su propio futuro, no en los países más avanzados, sino en su propia cultura y ecología. A sabiendas, de que el objetivo principal de la hidroeléctrica es “Convertir a colombia en una potente exportadora de energía, competitiva y creciente ante las exigencias de mercado mundial”16, los valores culturales y tradicionales de la región pasan a un segundo plano. Los elementos de esta estrategia de desarrollo ya no van a ser los clásicos de trabajocapital-inversión, que diametralmente se oponen a los intereses del megaproyecto, el cual no busca que la comunidad local y el ecosistema local se desarrollen juntos en busca de una mayor productividad y de un mayor grado de satisfacción de las necesidades, pero sobre todo que este desarrollo para nada es sustentable en términos ecológicos y sociales. Conclusión Asistimos a un caso de suma importancia en la actualidad, un debate que tiene los suficientes argumentos para desarrollar a cabalidad una obra de infraestructura y proporciones única en el país en materia de desarrollo energético y crecimiento económico significativo tanto para la región como para la nación. Pero también, los suficientes argumentos para detener tal crimen ambiental y ecológico, que afecta tanto la región como la población, ocasionando el desplazamiento forzado y la pérdida del territorio de arraigo de sus pobladores, alterando sus dinámicas laborales y de consumo, imponiendo una nueva forma de vida contraria a sus tradiciones culturales. El sustento de la hidroeléctrica Pescadero Ituango es la base económica que podría significar para el progreso energético del país, y la posibilidad de repotenciar el sector con un megaproyecto que convertirá a Colombia en un país competitivo y exportador. Suficientes argumentos de peso, para

que la legislación le abra sus puertas a su

consecución, donde tal y como se ha visto, ha devenido en un profundo conflicto de

intereses y un gran problema institucional de apoderamiento y competencias. Tal crisis ha sido superada victoriosamente por la astucia administrativa de los grandes empresarios y poderosos frentes económicos departamentales. Los organismos de control solo han servido a manera de obstáculo fácilmente superable, El interés general en el que se sustenta el megaproyecto cubre el discurso para su realización. El objetivo de este escrito siempre estuvo dirigido a superar en dicho debate, la visión simplista y determinista económica, poniendo sobre la discusión ejes igualmente problemáticos en materia de peso social, político, ambiental, ecológico y poblacional, viéndose afectados gravemente los territorios de influencia que se circunscriben al plan territorial y geoestratégico de la hidroeléctrica Pescadero Ituango. Desde las teorías alternativas pudo hacerse un aporte significativo al debate, en materia de reconocimiento de posiciones y visiones acerca del proceso. Como lo fue el problema fundamental de las necesidades básicas insatisfechas de los sectores impactados, lo que evidencia una inconsistencia y un interés prioritario en que las poblaciones afectadas no se vean significativamente beneficiadas con el megaproyecto hidroeléctrico. Un panorama adverso donde aquellas poblaciones no tienen acceso a los recursos y servicios públicos domiciliarios. Así mismo, pudo verse la critica desde el enfoque del endodesarrollo, el cual resitúa el debate a sabiendas de los procesos mayoritariamente privados a al conocimiento de la población, lo que significa que el potencial local no contribuye al no ser tomado en cuenta en las discusiones de evaluación del megaproyecto, el cual se reduce a calificativos otorgados por organismos institucionales que poco o nada tienen que ver con los proceso endógenos de desarrollo. Por su parte, dichos criterios son determinados por Estudios de Impacto Ambiental que solo pueden formular soluciones económicas y de corto alcance, incapaz de cubrir la totalidad de la problemática generada por la hidroeléctrica. Por último, debe, de la misma manera, hacerse hincapié en los factores de daño ecológico y ambientales irreparables, producto de la total alteración sufrida por la construcción de la hidroeléctrica, que luego de verse envuelta en choques administrativos y jurisdiccionales en materia ambiental, logra desvanecer todo tipo de efectos lesivos, superponiendo los grandes

beneficios que desde la perspectiva económica, superan cuantitativamente el daño producido sobre el territorio, pero que a final de cuentas, cualitativamente, el daño natural y ambiental ocasionado por el megaproyecto no podrá nunca ser reparado, porque para el despojo no existe indemnización, solo una respuesta asistencialista a una profunda y compleja desterritorialización. NOTAS 1. Proyecto hidroeléctrico Ituango proceso de contratación 005-2009

términos de

referencia servicios de interventora durante la construcción de las obras de infraestructura del proyecto hidroeléctrico Ituango. Medellín, 2009. p. 25 2. Ibid. p. 34 3. Para mas información vease: http://www.epm.com.co/site/Portals/0/centro_de_documentos/proveedores_y_contratistas/P liegos-Condiciones/Terminosinterventoriainfraestructura.pdf 4. Con ese porcentaje se ubicó como accionista principal al llegar casi al 52 por ciento. La forma de llegar a esa posición dominante fue atacada por la Alcaldía y EPM. Adujeron que el IDEA había roto el pacto de mantener igualdad accionaria (46 %) y que serían demandados por toma hostil (entendida como control accionario sin consentimiento de las partes). Véase: Periódico El tiempo, 21 de Julio de 2008. p.5 5. República de Colombia ministerio de minas y energía unidad de planeación mineroenergética portafolio de proyectos de generación de energía Bogotá d.c., Mayo de 2007 p. 87 6. Jiménez , Germán. Pescadero Ituango la Central de las ambiciones: la historia no oficial del proyecto más grande en la historia de Colombia. Medellin 2008. p. 24 7. Periódico El espectador, “El milagro de vivir en Ituango”. Agosto 30 de 2008. p.4 8. Ibid. p.4

9. Hidalgo Capitán, Antonio Luis (1988) El pensamiento económico sobre Desarrollo. De los mercantilistas al PNUD. p. 169 10. Hidalgo Capitán, Antonio Op cit. p. 239 11. Ibíd. p. 234 12. Jiménez, Germán. Op cit p. 28 13. Hidalgo Capitán, Op cit. p. 247 14. Ibid. p. 248 15. Ibid, p. 250 16. Proyecto hidroeléctrico Ituango proceso de contratación 005-2009

términos de

referencia servicios de interventora durante la construcción de las obras de infraestructura del proyecto hidroeléctrico Ituango. Medellín, 2009 p. 43 BIBLIOGRAFÍA ARROYAVE, Humberto. Los megaproyectos económicos y el desplazamiento forzado. Universidad nacional de Colombia. Medellín, 2003. COLECTIVO DE ABOGADOS JOSE ALVEAR RESTREPO. “La realidad del desplazamiento forzado en Ituango-Antioquia, 2010. En internet: http://www.colectivodeabogados.org/La-realidad-del-desplazamiento [Fecha de consulta: Marzo de 2013] HIDROELÉCTRICA Ituango S.A. E.S.P “Servicios de interventoria durante la construcción de las obras de infraestructura del proyecto hidroeléctrico Ituango”. Mdellin, 2009. En internet: http://www.epm.com.co/site/Portals/0/centro_de_documentos/proveedores_y_contr atistas/Pliegos-Condiciones/Terminosinterventoriainfraestructura.pdf [Fecha de consulta: Maro de 2013]

JIMÉNEZ, Germán. Pescadero Ituango la Central de las ambiciones: la historia no oficial del proyecto más grande en la historia de Colombia. Medellin 2008 MILLÁN, Jaime. Entre el mercado y el estado. Tres décadas de reformas en el sector eléctrico de América Latina. Banco Interamericano de Desarrollo. Nueva York, 2006 MINISTERIO DE MINAS Y ENERGÍA DE COLOMBIA. Unidad de planeación mineroenergética portafolio de proyectos de generación de energía Bogotá, 2007 MINISTERIO DE AMBIENTE, VIVIENDA Y DESARROLLO TERRITORIAL. Resolución número (0155) del 30 de Enero .Bogotá, 2009 PERIÓDICO EL ESPECTADOR, “El milagro de vivir en Ituango”. Agosto 30 de 2008. p.4

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