Isbelia Farías. Una mirada filosófica al Marqués de Sade.pdf

May 25, 2017 | Autor: Isbelia Farías | Categoría: Literatura, Marquis De Sade, Filosofía, Marqués De Sade
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Descripción

El Sistema Nacional de Imprentas es un proyecto editorial impulsado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Fundación Editorial El Perro y la Rana, con el apoyo y participación de la Red Nacional de Escritores de Venezuela, tiene como objetivo fundamental brindar una herramienta esencial en la construcción de las ideas: el libro. El sistema de imprentas funciona en todo el país, con el objetivo de editar y publicar textos de autores fundamentalmente inéditos. Cada módulo está compuesto por una serie de equipos que facilitan la elaboración rápida y eficaz de textos. Además, cuenta con un Consejo Editorial conformado por un representante de la Red Nacional de Escritores de Venezuela Capítulo Estadal y el especialista del libro y la lectura.

Los 500 ejemplares de este título se imprimieron durante el mes de julio de 2012 en la Imprenta Regional Zulia del Ministerio del Poder Popular para la Cultura Sede el ICLAM, Sector las Banderas Maracaibo, Venezuela

Una mirada filosófica al Marqués de Sade Isbelia Farías

Colección de Ensayos Serie Conciencia

Una mirada filosófica al Marqués de Sade ©Isbelia Farías, 2012 Coleción de de ensayos / Serie Conciencia © Fundación Editorial El Perro y la Rana, 2012 Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Zulia-Venezuela 2012 Correo electrónico: [email protected] facebook: Imprenta zulia Comité Editorial Edición Fundación Editorial El Perro y la Rana, al cuidado de: Edgar Sánchez José Davalillo Gil Corrección Maryfel Alvarado Méndez Diagramación / Diseño de Portada José Davalillo Gil Impresión y acabado Sistema Nacional de Imprentas - ZULIA al cuidado de: Edgar Sánchez José Davalillo Gil

ISBN: 978-980-14-2354-6 LF: 40220121002 Capítulo Zulia, 2012

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sólo prueba el acuerdo de los que hablan, pero no dice nada a favor de la cosa preferida34”. Si en el mundo existen seres cuyos gustos chocan con los prejuicios establecidos no hay razón para sermonearlos ni para castigarlos, sino es preciso más bien ayudarles35, pero no coartándolos, sino ofreciéndole medios, si es posible, para que puedan satisfacerse, porque son tan culpables como puede serlo cualquiera de ser listo o tonto, o cualquier otra cosa. Si estuviera en sus manos, para no ser juzgado, un individuo sin duda, transformaría inmediatamente sus gustos e inclinaciones que lo distinguen, pero en realidad no es más culpable que un tuerto o un cojo, y no está en sus manos cambiarlo. Sade esperaba que cuando la ciencia de la anatomía se perfeccionase, se pudiese demostrar la relación entre la constitución de un hombre y sus gustos, y quedase probado que un “determinado curso de secreciones internas, un tipo especial de tejidos o un grado especifico de acidez en la sangre o la linfa36” fuese lo responsable de que un hombre se hiciera merecedor de castigos o recompensas, demostrando así la confianza en la ciencia propia de los ideales del hombre de la Ilustración.

34. Ibíd. P. 217. 35. Ibíd. P. 218. 36. Ibíd. P. 219.

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Tal como lo explican ocurre con la imaginación, -entendida como una facultad con capacidad creadora, objetiva y sensible- en la cual un mismo objeto puede quedar representado bajo diversos aspectos como modos ella emplee, -bien sea feo, bello, pequeño, entre otros-, y cualquiera que sea su naturaleza, ella se siente impulsada a amarlo u odiarlo según el efecto que le produce. Con esto se demuestra que todos nuestros sentimientos se forman y realizan en función del choque producido por los diferentes objetos en nuestra imaginación. Así se logra explicar cómo lo que les gusta a muchos, a otros les desagrada, y viceversa. Si el placer de los sentidos depende de la imaginación, ella misma puede sugerir múltiples variaciones para obtenerlo, así mismo como siente infinita cantidad de gustos y pasiones que le producen todas las desviaciones posibles. Esto puede ocurrir tanto en el ámbito gastronómico, como en el sexual, por ello no hay motivo para extrañarse de un capricho en la comida o en la cama, ya que ambos obedecen a las mismas razones. Se muestra también el ejemplo de lo que ocurre con el aroma de una rosa33. Si una cuarta parte de la humanidad opina que su aroma es delicioso, esto no puede ser utilizado como argumento para condenar a la otra cuarta de la humanidad que opina lo contrario, o siquiera para demostrar que tal aroma es grato debido que “La unanimidad 33. Ibíd. P. 217.

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Breve biografía del Marqués de Sade. El tres de Abril de 1768 un hombre que acudió a la Plaza de las Victorias de París, frecuentada generalmente por prostitutas, solicitó los servicios de una mujer llamada Rose Keller, quien más tarde levantó una acusación y afirmó que se encontraba mendigando y que por medio de engaños fue llevada a la casa de dicho hombre donde posteriormente fue flagelada. El hombre fue encarcelado por orden del rey durante siete meses en los cuales pasó de Saumur a la fortaleza de Pierre-Encise cerca de Lyon. Se le trasladó posteriormente a la Conciergerie, fue liberado el diez de Junio, y regresó a su castillo en La Coste en el mes de Noviembre. Sin embargo, lo más llamativo del caso es que este hecho traspasó las fronteras de Francia convirtiéndose en todo un escándalo que perduraría a lo largo de la historia, inclusive después de su muerte, y aún hoy día este caso es conocido como el escándalo de Arcueill, y éste hombre, no era otro que el Marqués de Sade. Éste fue tan sólo uno de los escándalos que rodeó la vida del llamado divino Marqués, un escritor, cuya obra, calificada por el pensador francés Georges Bataille como una apología al crimen, ha 1BARTHES, Roland, (1971). Sade, Fourier, Loyola. Universidad de California. Estados Unidos. Pág. 200.

6Una mirada filosófica al Marqués de Sade / Isbelia Farías despertado elogios y fascinación en algunos casos, y repulsión y asco en otros, pero que sin duda no ha podido ser ignorada, ni ella ni su autor, ni siquiera aun en nuestros días. Por otro lado, el psiquiatra alemán Richard von Krafft-Ebing, autor de la Psychopathia Sexualis (1886), propuso designar con el nombre de sadismo a la perversión sexual que asocia la satisfacción con la humillación y el dolor infringido a otros, en consonancia con la obra del Marqués de Sade. Donatien Alphonse François de Sade nació el dos de Junio de 1740 2 en el palacio de los príncipes de Condé de París, en donde su madre cumplía funciones como dama de compañía de la princesa. Fue hijo único del diplomático Jean-Bastiste François Joseph de Sade y de Marie Eleonore de Maille de Carman. De origen aristócrata, fue educado en Provenza, en la abadía de Léger d´Ebreuil y el castillo de Saumane bajo la dirección de su tío paterno, el abad de Sade, un hombre erudito, libertino y corresponsal de Voltaire. En 1750, con tan sólo diez años regresó a París en compañía de su tutor el abbé Amblet, e ingresó en un prestigioso colegio regido por los jesuitas, considerado como el mejor modelo de enseñanza clásica dedicado exclusivamente a la educación de nobles, con un sistema de enseñanza basado en las humanidades y la filosofía. Vale destacar que el abbé Amblet le acompañó durante gran parte de su vida, incluso en su encierro de catorce años en 2

SADE, Marqués de, (1971). Idea sobre las novelas. Editorial Anagrama. Barcelona. España. P.10.

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elevarlos al placer, y cómo los objetos obtienen cierto valor ante nuestros ojos, uno de los libertinos emplea su argumento a través de la imaginación. Éste concibe a la imaginación como una facultad en la mente del hombre, en donde los objetos percibidos por los sentidos van a dibujarse y a modificarse para formar luego los pensamientos en función de esa primera impresión causada por tales objetos. Esa imaginación viene como resultado del tipo de constitución del que ha sido dotado cada individuo, y adopta los objetos percibidos de una determinada manera, para crear luego los pensamientos según los efectos provocados por el choque de su percepción. Para hacerlo más fácil de entender se nos ofrece en la obra un ejemplo con unos espejos . Sabemos que hay espejos30 de formas diferentes, unos que empequeñecen los objetos reflejados, otros que los aumentan, o que los afean o embellecen. Si uno de esos espejos reuniera en sí la capacidad creadora y objetiva, devolvería una imagen distinta del hombre que se ha mirado en éste, y esa imagen no sería más que el producto de su manera de percibirlo, y si a esas dos cualidades del espejo, se le añadiera la de la sensibilidad seguro que “experimentaría hacia ese hombre que ve a su manera el tipo de sentimiento que sería capaz de concebir hacia la clase de ser que habría percibido31” , entonces “el espejo que lo habría visto hermoso lo amaría, y el que lo abría visto horrible lo odiaría 32 ”,sin embargo, éste seguiría siendo el mismo individuo. 30. Ibíd. P. 216. 31. Ibíd. P. 217. 32. Ibíd. P. 217.

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sus leyes, si ella desea destruir, entonces hace surgir deseos de venganza, de avaricia, de lujuria, ambición, entre otros, y si desea más individuos entonces el individuo siente amor para crear. De este modo, aquello que consideramos una lucha antagónica entre el bien y el mal, se muestra en Justine como un equilibrio dirigido por las mismas leyes de la naturaleza, en la cual los conceptos de bien y mal no existen, y que fueron empleados en la obra sólo para lograr nuestra comprensión. Según Sade, en nuestras manos no está llevar a cabo planes que desequilibren su economía26, ella simplemente actúa en su beneficio propio, aun cuando muchos actúan buscando su propio placer27, no somos más que meros actores de sus caprichos, éste se constituye como otro punto más a favor para buscar el placer en nuestras acciones sin remordimientos, ya que todo depende de las costumbres y la educación. Ninguno de los placeres que sentimos son desconocidos, porque sabemos disfrutar de todos ellos, y siendo el egoísmo la primera ley de la naturaleza, entonces debe manifestarse inicialmente en los placeres, siendo lo único que debe motivarlos, porque a la final, lo único que interesa son las sensaciones físicas28. El mal es un móvil, “la necesidad del mal es el primer móvil de nuestros caprichos, cuanto más criminal es el que empleamos, más nos excita 29”. Para explicar el por qué es normal que actos “impuros” puedan llegar a excitar los sentidos hasta 26. Ibíd. P. 132. 27. En la época de la Ilustración, en torno a las discusiones sobre la naturaleza, se decía que ella deseaba que fuésemos felices. 28. Ibíd. P. 221. 29. Ibíd. P. 277.

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las diferentes fortalezas en donde Donatien le hizo entrega de sus obras para que las leyese, y continuase dándole consejos literarios. El veinticuatro de mayo de 1754, cuando todavía no había cumplido los catorce años ingresó en la academia militar, y en 1755 accedió con el grado de subteniente al Regimiento de Caballería Ligera de La Guardia del Rey, llegando a formar parte de la élite del ejercito francés. Para cuando se declaró la Guerra de los Siete Años en 1756, caracterizada por la serie de conflictos internacionales desarrollados entre esa fecha y 1763 para establecer el control sobre Silecia y por la supremacía colonial en América del Norte e India, Sade participó como teniente al mando de cuatro compañías. El día quince de Mayo se firmó el contrato matrimonial entre Donatien de Sade y Renée-Pélagie Cordier de Launay de Montreuil, luego de haber fracasado su intento de hacerlo con la señorita de Laurais, castellana de Vacqueyras, por oposición de la familia, quienes tomaron en consideración las poderosas influencias que disponían en la corte los Montreuil y que podrían serle de gran utilidad - cosa que de hecho fue así, pues, la presidenta de Montreuil aprovechó sus influencias para ayudar al Marqués, aunque más adelante se convirtiera en su más férrea enemiga- y el diecisiete de Mayo, dos días después de haberse visto por primera vez los futuros esposos, contraen matrimonio en la iglesia de Saint-Roch de París, teniendo dos hijos, Louis-Marie y Donatien-Claude-Armand, y una hija llamada Madeleine-Laure3. 3. SADE, Marqués de (1997) Justine o los infortunios de la virtud. Letras universales. Madrid. España. P. 24.

8Una mirada filosófica al Marqués de Sade / Isbelia Farías La vida de Sade estuvo siempre rodeada de escándalos, bailarinas, prostitutas y mujeres cortesanas, llegó a tal punto que en el año de 1765 tomó como amante a la Beauvoisin, una de las cortesanas más cotizadas de la Corte, abandonó su domicilio conyugal y se la llevó a La Coste donde pasó con ella unos meses no privándose de presentarla públicamente, y llegando incluso a ser confundida con su propia mujer; con esta amante mantuvo al menos unos dos años de relación. Este no fue sino uno más de los tantos hechos escandalosos que rodearon la vida del Marqués de Sade. Aparte del suceso de Arcueil, durante la noche del veintisiete al veintiocho de Junio de 1772 participó en una orgía con unas prostitutas4 y su criado. Éstas lo denunciaron luego de enfermarse por haber comido bombones con cantáridas que les ofreció el Marqués, así que el cuatro de Julio se le decretó un arresto acusado de envenenamiento y sodomía que lo hizo huir a Italia en el mes de Agosto con su cuñada Anne Prosperé de Launay a quien ya había seducido. Este evento con las prostitutas es el que se conoce como caso de Marsella, por el cual fue condenado a muerte. Su suegra a partir del momento en que sedujo a su otra hija, se convirtió en su más encarnizada enemiga y usó todas sus influencias para verlo encerrado, para lo cual consiguió una lettre de cachet en su contra. La lettre de cachet era una carta con el sello real que dictaminaba de una vez el castigo de una 4. Ibíd. P. 24.

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Para el momento histórico que Francia atravesaba, durante la revolución francesa, la muerte además era algo común, y quizás no se veía claramente la distinción entre la muerte provocada por las ejecuciones celebradas y la muerte que se suponía debía estar prohibida por la ley. Adicional a esto los estudios anatómicos dieron popularidad a Francia frente a toda Europa en el siglo XVIII, pero había dificultades para llevar a cabo tales investigaciones, con la excepción de la escuela de medicina de Montpellier, y muchas veces se tenían que robar los cadáveres incluso del cementerio para poder realizar estudios de anatomía24. Ciertamente Sade estaba al tanto de todas esas investigaciones que se llevaban a cabo incluso en el campo de la medicina; ello no es de extrañar, teniendo noticias de la educación esmerada que recibió al ser su procedencia de una familia aristócrata.

Naturaleza como justificativo del Placer. Todos los impulsos que sentimos los ha colocado e implantado la naturaleza en nosotros, es por esto que no pueden irritarla, todo lo que sentimos le es útil para el cumplimiento de sus planes, todas las pasiones del hombre son simples medios para ella lograr sus fines25. Nos preguntamos por la libertad del hombre, puesto que parece simplemente ser utilizado por la naturaleza como agente para el funcionamiento de 24. Ibíd. P. 163. 25. Ibíd. P. 132.

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el asesinato. Así, el padre de una niña en la obra no siente remordimientos al afirmar que puede dar muerte a su hija mediante tortura para estudiar su sistema circulatorio y el himen de la mujer. A la misma Justine también la querían disecar viva para examinar los latidos de su corazón y analizarlo, ya que con un cadáver no podrían22. -La anatomía nunca llegará a su último grado de perfección –decía Rodin-, si no analizamos el sistema circulatorio de un adolescente de catorce o quince años muerto en la tortura. Sólo gracias a la contracción que él sufre entonces podremos obtener un estudio completo de esa parte tan interesante de nuestra ciencia. -Lo mismo ocurre con la membrana que protege la virginidad –continuó Rimbeau-. Es imprescindible utilizar una jovencita, porque ¿qué podemos observar en la pubertad?...Nada, ya que la menstruación desgarra el himen y las investigaciones resultan inexactas…Tu hija reúne las condiciones que nos son precisas… ¡Estoy muy satisfecho de que por fin te hayas decidido!... -¡También yo! –Contestó Rodin-. Es irracional que reflexiones tontas lleguen a parar el progreso científico, y ninguno de los grandes hombres se dejó jamás apresar por cadenas tan ridículas… ¿Acaso cuando Miguel Ángel quiso representar a Cristo con todo su realismo experimentó algún cargo de conciencia al crucificar a un joven para utilizarlo como modelo en su agonía?... cuando lo que se plantea es sacrificar a un individuo por el bien de un millón la duda es inadmisible23. 22. Ibíd. P 168. 23. Ibíd. P.163.

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persona sin siquiera seguir un juicio, sino que generalmente era privada de libertad al mismo instante. La lettre de cachet contenía una orden que provenía directamente del rey y por lo tanto no podía ser apelada. En el año de 1784 mientras estuvo en la Bastilla, provocó un tumulto al intentar alborotar al pueblo gritando por la ventana, pidiendo socorro y diciendo que querían degollarle. Luego de esto fue trasladado a Charenton, un asilo dedicado al tratamiento de enfermos mentales5. El 17 de Marzo de 1790 se enteró que se le devolvía la libertad a todos los prisioneros que habían sido encarcelados por órdenes reales y al siguiente día fueron a verle sus dos hijos a quienes no había visto en dieciocho años. Su detención había durado trece años, y concluyó el 29 de Marzo de 17906 por el Decreto de la Asamblea Constituyente sobre las lettres de cachet7. Más tarde, figuró en la lista de la guillotina pero fue transferido tantas veces que nunca lo encontraron cuando fueron a buscarlo, e igualmente estuvo en varias prisiones y cuando enfermó fue trasladado a la casa de salud de Picpus siendo liberado el quince de Octubre de 1794. En 1796 fue incluido por error en la lista de emigrados y su esposa y su hijo mayor, aprovecharon para pedir su muerte civil y apoderarse de todos sus bienes dejándole sólo una pensión muy mínima. La obra que se constituye como base al presente estudio –Justine o los infortunios de la 5. SADE, Marqués de, (1971) Idea sobre las novelas.P.17. 6. Ibíd. Pág. 18. 7. SADE, Marqués de, Justine o los infortunios de la virtud. P.25

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virtud- lo colocó bajo arresto domiciliario y después fue encerrado en la prisión de Sainte-Pélegie tachado como un “autor libertino”. Posteriormente fue transferido a Bicêtre, una institución que se utilizó como orfanato, como manicomio, y como hospital, y de ahí fue transferido nuevamente al manicomio de Charenton-Saint-Maurice, donde permaneció los últimos días de su vida8. Durante su última estadía en Charenton se dedicó a dirigir representaciones teatrales desde 1808 hasta el día de su muerte acaecida el dos de Diciembre de 1814. Se dice que su familia deseaba que fuese declarado loco para quedarse con sus bienes e impedir que siguiera publicando sus obras pornográficas. De aquí surge la pregunta si realmente estuvo loco el divino Marqués o si tal acusación fue sólo otra creencia extravagante que se formó en torno a su figura y que escondía otros intereses. La breve biografía que antecede, no es sino tan sólo un esbozo de la vida de un hombre que, aun en la actualidad, luego de doscientos años de su muerte, continúa generando deseo y miedo.

8. Ibíd. P.16.

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para cumplir sus designios?...El lobo que devora al cordero cumple las previsiones de esa madre común de la misma manera que el malhechor que destruye el objeto de su venganza o lujuria20. Queda claro que tanto el hombre como las bestias, -el tigre y el leopardo-, son obra de la misma naturaleza y obedecen a una misma moral natural. Parecen gustarle los actos virtuosos pero sólo para deleitarla, ya que así el cordero no puede entender por qué es devorado, si se le pregunta al lobo, éste diría que lo devora para alimentarse, y así como hay lobos que devoran corderos, hay fuertes que sacrifican a débiles; y éstos, víctimas de los fuertes, conforman un supuesto equilibrio entre el bien y el mal en la tierra, el cual sirve para el mantenimiento de los astros y la vegetación, y sin el cual todo quedaría destruido21. Surge entonces una interrogante: ¿Será entonces que sí son necesarios el mal y el bien en la tierra y no hay dentro del universo un significado universal para lo malo y lo bueno excepto lo acordado por los hombres de manera convencional? Aunque no se vea de manera tan evidente, pareciese más bien que Sade siempre quiso darle un toque de maldad a su idea de naturaleza, con lo cual nos remite a una especie de estado natural al estilo hobbesiano. En Justine se recurre a la ciencia y al supuesto bien común para justificar crímenes, incluyendo 20. Ibíd. Pág. 224. 21. Ibíd. Pág. 225.

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de hecho, la obra se basa mayormente, en las explicaciones presentadas por los libertinos para justificar sus acciones de una manera coherente en donde la naturaleza se presenta como un eje fundamental: Que no se sienta inhibido. Que se entregue ciegamente a cuantas maldades se le ocurran, [el tirano o el malhechor] ya que sólo la voz de la naturaleza, que no dispone de otro medio para hacernos agentes de sus leyes, le sugiere esa idea. Cuando sus conspiraciones secretas nos predisponen al mal, es porque es necesario, lo quiere y lo exige, y porque al estar incompleta la suma de los crímenes y serle insuficiente para las leyes del equilibrio, únicas por las que se rige, se ve obligada a insinuárnoslos como complemento para la balanza. Por lo tanto, aquel cuya alma se ve inclinada al mal no tiene por qué asustarse ni desistir de su empeño. Que lo cometa sin temor, en cuanto siente el impulso de hacerlo, porque si resistiera al instinto, ultrajaría a la propia naturaleza19. La naturaleza no sólo inculca sus planes en el ser humano y el modo de llevarlos a cabo con los crímenes que al autor se le ocurra cometer, sino que además pareciera ser una naturaleza caprichosa, puesto que desea, y tal como lo desea así lo exige. Diversos argumentos son presentados para dar más justificaciones al mal en toda la especie, e intentando explicar que todo es parte de ese sistema natural: Pero el tigre y el leopardo, de los que es imagen, ¿no han sido creados también por ella…y creados 19. Ibíd. P 106.

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Nociones generales sobre la idea de Naturaleza presente en sus obras. Durante la época de la Ilustración se concedió gran importancia al estudio de la verdad por medio de la observación de la naturaleza, dejando de lado figuras y fuentes autorizadas como Aristóteles y la Biblia. Muchos de los pensadores del momento, aunque no desecharon completamente los planteamientos religiosos, si optaron por una forma de deísmo. Fue el momento de la razón, y Francia como ningún otro país, conoció mejor lo que fue el siglo de las luces. Fue allí donde florecieron las ideas de Montesquieu, Diderot, Voltaire, Rousseau (quien hizo a la emoción y al sentimiento, tan respetables como a la razón), entre otros; y fue en medio de este ambiente donde Sade desarrolló su pensamiento. Uno de los ideales de la Ilustración era el estudio de la naturaleza a través de la razón. Se consideraba que la naturaleza había creado al hombre para que fuera feliz. Esta felicidad burguesa estaba basada en la propiedad privada, la libertad y la igualdad (no una igualdad económica, sino ante la ley, como igualdad política y legal). El hombre del siglo XVIII tomaba a la naturaleza como una máquina perfecta, y por tanto

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había razones para ser optimista. Ante éste optimismo y la creencia en la bondad innata del ser humano, Sade se sitúa como pesimista, en el sentido que cree vivir en una sociedad corrupta, y que el ser humano no es bueno por naturaleza sino de que es índole malvada, puesto que la misma naturaleza utiliza al hombre y los crímenes para llevar a cabo sus planes. La naturaleza en Sade es autosuficiente, no necesita de un autor creador puesto que tiene sus propias leyes de movimiento9 y se basta a sí misma. En este sistema, la naturaleza viene a reemplazar a Dios, ya que está siempre activa y no necesita quien la dirija. Esta naturaleza provee a cada ser humano de igualdad, y la función que éste tiene es cumplir el objetivo para el cual ha sido creado10. En un momento dado pareciese que Sade no hace distinción entre las nociones de bien y mal, sino que ambos sirven para mantener un equilibrio de creación y destrucción, sin embargo, se puede observar una probable contradicción en este punto. En una parte de la Obra, la Dubois (personaje interpretado por una mujer malvada) le dice a Justine: Aprende a conocerla mejor, hija mía, y convéncete de que, si ella nos coloca en una situación en la que el mal se nos hace necesario, y nos ofrece al mismo tiempo la posibilidad de ejercerlo, es porque él es tan útil para sus leyes como el bien, y porque gana tanto con uno como con otro11. Otro personaje sostiene en otro dialogo: 9. Ibíd. SADE, Justine, o los infortunios de la virtud, P 107. 10. Ibíd. P. 98. 11. Ibíd. P. 92.

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en la discusión de la época en torno a la naturaleza y la concepción materialista del mundo, se separa de algunos pensadores, al atribuir el mal, el placer y la perversión como algo intrínseco a la naturaleza ligada además a otras nociones como la del deseo y libertinaje, pero sin dejar de lado el determinismo que obliga al individuo a actuar como ella lo desee. En atribuir la nota de maldad a la naturaleza relacionada con la obtención del placer, se encuentra lo interesante en el pensamiento del Marqués de Sade. No sólo dio a entender que el ser humano era malo en sí, sino que atribuyó esa maldad a toda la naturaleza en general y el placer que puede lograr el ser humano al realizar lo que desee conforme a algo que está más allá y sobre lo que no tiene dominio. Partiendo de allí para explicar por qué el ser humano actúa de una u otra manera. Su pensamiento va en contra de las ideas de Rousseau y el optimismo presente en muchos autores, al igual que difiere del pensamiento de Holbachd, a pesar de haber partido de allí, ya que Holbachd no ve esa maldad en la naturaleza, sino que realza la idea de lo justo en ella.

2.2.- Naturaleza como justificativo de las acciones humanas perversas. Sade a lo largo de las páginas de Justine o los infortunios de la virtud siempre logra argumentar racionalmente las acciones malvadas de los personajes;

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de su seno y no han actuado durante su vida más que según sus impulsos, todos encontraran allí, concluida su existencia, el mismo fin y la misma suerte17. De acuerdo con lo citado podría decirse s que la naturaleza no distingue entre el bien y el mal. No existe en la naturaleza virtud ni vicio; éstas son categorías humanas. Sólo existen seres con diversos impulsos que realizan determinadas acciones acorde a un plan natural, pero por el hecho que hay mayoría de personas perversas en la obra (puesto que el indefenso perece), podemos deducir que la naturaleza los ha determinado para mal (aun cuando supuestamente ella no distinga entre tales expresiones), además que ella sólo desea que el ser humano encuentre satisfacción de cualquier manera. Aun cuando Sade se remite constantemente a ella, no existe en la obra una definición concreta de la naturaleza de manera clara y precisa, sin embargo podríamos deducir de lo expuesto en fragmentos de la obra, que la naturaleza es un todo que conforma la realidad física, que está compuesta de átomos, es universal e inmutable, está regida por leyes, rodea al ser humano, y no sólo que lo rodea, sino que lo determina. Según Robert Lenoble18 Sade poseía una imagen maternal de la naturaleza, una madre terrible, aterrorizante, que no da la vida, o si la da, es una burla porque encierra en sí misma una muerte activa, el deseo de la muerte. Aunque su pensamiento se encuentra enmarcado 17. Ibíd. P 108. 18. LENOBLE Robert, (1969). Histoire de l´idée de nature. Éditons Albin Michel. Paris, P. 361-362.

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Porque el único medio de que ella dispone para recuperar los derechos que la virtud le arrebata continuamente es el crimen, y si éste es pequeño, al diferir menos de la virtud, tardará más en restablecer el equilibrio indispensable, pero cuanto mayor sea, más igualará la balanza y servirá de mayor contrapeso a la fuerza de aquella, que, sin él, podría llegar a destruirlo todo. Por eso, el que planea un delito o acaba de cometerlo no tiene por qué asustarse: cuanto mayor sea su crimen mejor habrá servido a la naturaleza12. Y en otras líneas que Justine sostiene con la Dubois, aquella hace una pregunta que esta desvía y no contesta directamente: Vos admitís que hay una mezcla de bien y mal en la naturaleza, y que, por consiguiente, es preciso que haya un determinado número de seres que practican el primero mientras otros se entregan al segundo…Pues, según eso, el partido que tomo también está dentro de acuerdo con la ley natural… Entonces, ¿cómo podríais conminarme a rechazar las reglas que ella misma me prescribe?... Afirmáis que el camino que seguís os hace feliz… Pero, ¿por qué el que yo elijo no me haría igualmente dichosa?13 La Dubois, sólo le conversa sobre la vergüenza de quienes carecen de principios y sobre los criminales, pero no responde claramente la pregunta; por ésta y muchas otras razones expuestas en los diálogos a lo largo de toda la novela, se puede notar que la naturaleza siempre tiene preferencias o inclinaciones hacia lo perverso que hacia la virtud. Corazón de hierro, otro personaje acompañante 12. Ibíd. P. 226. 13. Ibíd. P. 320.

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Aparentemente el ser humano es malvado, y ser virtuoso significa perecer fácilmente. A pesar de que Justine sea “buena por naturaleza”, igual es instada muchas veces en la obra a ser perversa –tal como lo es su hermana Juliette- para poder sobrevivir. El pensamiento se muestra poco fácil de esclarecer en la primera parte de Justine; quizá debido a que Sade no posee otros términos para llevar con más claridad su discurso, pero de lo dilucidado hasta ahora, bien podemos asumir que el ser humano es malvado y perverso por naturaleza. La virtud y el vicio son convenciones humanas, y la naturaleza no conoce tales términos, por tanto, cada quien cumple su objetivo de acuerdo a los planes de la naturaleza, lo cual hace a su vez que se ponga en marcha una lucha entre fuertes y débiles. El materialismo también está presente en la obra ligado íntimamente a la noción de naturaleza, es notorio cómo se manifiesta en diversas oportunidades, ofreciendo a su vez otra perspectiva a la hora de comprender el delito del asesinato. Como somos ínfimas porciones de una materia vil y bruta, cuando muramos, o sea, cuando los elementos que nos componen se unan a los de la masa general, aniquilados para siempre cualquiera que haya sido nuestra conducta, pasaremos brevemente por el crisol de la naturaleza, para salir de allí con otra forma. Y todo ello sin que goce de más ventajas el que adoró tontamente a la virtud que el que se entregó a los más vergonzosos excesos, porque no hay nada que pueda ofender a la naturaleza y porque si todos los hombres han nacido igualmente

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de la Dubois, y colaborador en las fechorías, le ofrece un argumento en el que le dice a Justine: “…es esencial que el desdichado sufra, porque su humillación y dolor están dentro de las leyes de la naturaleza, y su existencia es tan útil para el plan general como la de la prosperidad que lo aplasta14.” De acuerdo a los argumentos de la obra, parece que aunque todos los seres humanos vienen a cumplir con los objetivos para los cuales han sido creados15 según los deseos de la naturaleza, sean estos buenos o malos, da siempre la impresión que la naturaleza se inclina más a lo que los hombres denominan crimen que a las acciones virtuosas. Pareciese existir un conflicto o una contradicción dentro del pensamiento de Sade, debido a que no se perciben claramente las características de la naturaleza en cuanto a este punto. Por un lado, la naturaleza no tiene interés o no distingue entre el vicio y la virtud porque cada ser humano viene a realizar un plan, bien sea de creación o destrucción. Por otro lado, Sade ve siempre al hombre –en contra de las ideas de Rousseau- lleno de maldad, así un personaje dice: En un mundo completamente virtuoso te recomendaría la virtud, porque al ser merecedora de todas las recompensas, la dicha dependerá infaliblemente de ella…Pero en una sociedad totalmente corrompida nunca te aconsejaría otra cosa que el vicio... El que no va por el sendero común perece inevitablemente, porque todo lo que encuentra a su paso choca con él, y como es el más débil necesariamente tiene que quedarse16. 14. Ibíd. P. 106. 15. Ibíd. P. 98. 16. Ibíd. P. 316.

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