Irreductibilidad de lo político y racionalidad práctica desde un análisis de la propuesta de Jürgen Habermas

El modelo democrático deliberativo de Jürgen Habermas permite analizar un problema que ha generado debates y cambios estructurales en América Latina. Algunas constituciones han consagrado normas de carácter universal que se justifican en posturas éticas de pueblos ancestrales. En mayor o menor medida, se consagran máximas de acción que parten de visiones particulares del mundo. La inclusión de perspectivas culturalmente particulares y defendidas desde posturas más éticas que morales, desafía la pretendida neutralidad del sistema normativo. La propuesta democrática de Habermas involucra una visión crítica de corte normativo: la racionalidad se ve fuertemente implicada con la política en la determinación de la conducta, que puede obedecer a criterios pragmáticos, éticos o morales; siendo los morales son la máxima expresión de racionalidad práctica en la razón pública. Estas características son rescatables para un entorno como el latinoamericano en donde se requiere el establecimiento de procedimientos abiertos para poner en el diálogo público, requerimientos de justicia que hasta el momento se habían concebido como particulares a las culturas individualmente entendidas; los criterios éticos de modelos de vida de los pueblos originarios son traducidos en términos neutrales para ser universalizables. Sin embargo, la acción política desarrolla el diálogo con el otro y crea una conflictividad inmanente a la vida en comunidad que nunca es reductible al ámbito del derecho, pero se relaciona con él de manera constante en un ciclo de resistencia, transformación y nueva necesidad de constitución. La expresión de la razón pública en imperativos desprovistos de motivaciones éticas deja de un lado la pregunta sobre qué nos debemos colectivamente más allá de la obligación moral.