Iraq y la problemática del Estado Islámico

Iraq y la problemática del Estado Islámico
Por: Jennifer Pérez Olivera
El avance del Estado Islámico en la región es un reto para el Estado iraquí y para los fundamentos del Medio Oriente moderno. La toma de la ciudad de Ramadi y Palmira significó un verdadero triunfo para el grupo terrorista. Solo 100 kilómetros la separan de la capital de Iraq, poder central del gobierno y centro estratégico del ejército iraquí. La situación es muy frágil y ha sonado como una gran alarma para la coalición que no se esperaba semejante derrota y que ahora busca repensar su estrategia. La resistencia del ejército de Iraq, los bombardeos estadounidenses y el ejército kurdo han demostrado no ser suficientes para los combatientes del Estado Islámico que se encuentran fuertes y desplegadas por gran parte del país. Así mismo en Siria ya ocupan casi la mitad del territorio soberano.
La toma de Mosul, Ramadi y de otras importantes ciudades por parte del EI (por sus siglas en español) conforman un reto para aquellos que buscan la estabilidad y unidad del país. El intento por entender las bases del conflicto de fragmentación que actualmente se observa nos remonta hasta la firma del acuerdo Sykes-Picot en 1916, de corte secretista entre Francia y Reino Unido, en la cual se ordenó la división en áreas territoriales de influencia entre franceses, británicos y rusos, al ex Imperio Otomano. La mayoría de las delimitaciones actuales en Medio Oriente proviene de ese acuerdo firmado hace 99 años. Definido y organizado por la diplomacia occidental, ha dado lugar al Medio Oriente tal como lo conocemos. Así se unió bajo un mismo territorio a diferentes etnias con diferentes aproximaciones ideológicas generando a su vez inestabilidad política. Esto contrajo asimismo, la imposibilidad de conformar una identidad nacional. Sus intereses se vieron siempre fragmentados en los diversos grupos de presión y durante 24 años los sunitas gozaron de beneficios bajo el régimen baathista hasta su derrocamiento en la invasión estadounidense en 2003, cuando dicho grupo se origina, próximo a Al Qaeda, luchando como resistencia iraquí frente a la invasión, atacando no solo a soldados americanos, sino también perpetrando atentados suicidas contra los chiitas y cristianos.
Mientras Nuri al Maliki estuvo en el poder como primer ministro chiita, desde el 2006 hasta el 2014, la situación empeoró gestando aún un mayor malestar en la sociedad. Se le acusó de dirigir de forma autocrática perjudicando a los partidos sunitas en el Parlamento y a la población sunita en general generando el actual malestar que sacude Iraq. Así, ISIS surge como una organización islámica radical que lucha por la creación de un Estado confesional sunita que se extienda desde el territorio este del Mediterráneo hasta el golfo Pérsico.
En las filas del grupo luchan brigadas internacionales, entre ellas musulmanas del norte de África y de los países árabes del golfo, así como musulmanes conversos de Europa y América del Norte. La diferencia entre el conflicto de Iraq y los conflictos internacionales actuales radica en que aquí ninguna de las partes está buscando negociar. Y si analizamos las aspiraciones y objetivos de ambos bloques podremos entender porque el quiebre y la fragmentación son posible. Los intereses de Estados Unidos en conjunto con los del gobierno central de Iraq residen en mantener el Estado unificado y la soberanía. ISIS y sus aliados sunitas tienen otros planes, y este se encuentra en la búsqueda de la consolidación de sus fuerzas y la conquista de territorios para conformar el Estado Islámico en su totalidad. De esta forma, los intereses se chocan e imposibilitan la negociación como también los canales diplomáticos con lo cual, la confrontación, parece ser la única vía alternativa que encuentran ambas partes para lograr sus objetivos. El panorama futuro se visualiza decisivo y por el momento la estabilidad de la región se encuentra en mesa de discusión.




Ángeles Espinosa, A, E (2015). El Estado Islámico conquista el centro de la ciudad iraquí de Ramadi. El País.
Carlos Yárnoz, C, Y (2015). La coalición exige a Irak políticas inclusivas hacia la población suní. El País.