INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS EN LA BASE NAVAL DE ROTA (CADIZ). EL YACIMIENTO PREHISTÓRICO DEL ARROYO OCCIDENTAL

June 14, 2017 | Autor: M. Reinoso del Río | Categoría: Prehistoric Archaeology, Geomorphology, Lithic Technology (Archaeology)
Share Embed


Descripción

III ACTIVIDADES DE URGENCIA Volumen 1

ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA / 2000

ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA 2000 ACTIVIDADES DE URGENCIA INFORMES Y MEMORIAS Volumen 1

Dirección General de Bienes Culturales

ANUARIO ARQUEOLÓGICO DE ANDALUCÍA 2000. III-1 Abreviatura: AAA’2000.III-1 Coordinación de la edición: Dirección General de Bienes Culturales Servicio de Investigación y Difusión del Patrimonio Histórico. C/. Levies, 27 41071 Sevilla Telf. 955036900 Fax: 955036943 Gestión de la producción: Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales. Área de Programas de Cooperación Cultural y de Difusión e Instituciones del Patrimonio Histórico. © de la edición: Junta de Andalucía. Consejería de Cultura. © de los textos y fotos: sus autores. Edita: Junta de Andalucía. Consejería de Cultura. Impresión: RC Impresores, S.C.A. ISBN de la obra completa: 84-8266-330-5 ISBN del volumen III-1: 84-8266-333-X Depósito Legal: SE-59-2003-III-1

INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS EN LA BASE NAVAL DE ROTA (CADIZ). EL YACIMIENTO PREHISTÓRICO DEL ARROYO OCCIDENTAL MURRAY C. McCLELLAN MARÍA CRISTINA REINOSO DEL RÍO JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ LÓPEZ PAUL GOLDBERG CAROLINA MALLOL

Resumen: Durante la prospección de la Base Naval de Rota en 1996, se identificaron restos arqueológicos en dos áreas que estaban en potencial peligro de destrucción por la erosión y las actividades habituales de la Base. Uno de estos yacimientos (Yacimiento B), ubicado en un arroyo del lado occidental de la Base contenía material del Paleolítico y el Neolítico Final/Calcolítico. El objetivo de este proyecto de urgencia era obtener un amplio estudio de la geomorfología y arqueología del Arroyo Occidental. Abstract: During the 1996 survey of NAVSTA Rota, archaeological remains in two areas were identified as being in potential danger of further disruption from erosion and the normal activities of the Base. One of these sites (Site B), located in an arroyo on the western side of the base containing Palaeolithic and Final Neolithic/Chalcolithic material. The

goal of this rescue project was to obtain a broad survey of the archaeological and geomorphology of Western Arroyo. INTRODUCCIÓN. UN REPASO GENERAL A LA PREHISTORIA DE LA BASE NAVAL DE ROTA Durante la construcción de la Base Naval se descubrieron estructuras subterráneas calcolíticas cerca de la desembocadura del río Salado1 , y allí mismo se han emprendido otras excavaciones de urgencia entre los años 1982 y 19872 . En 1996, como parte del acatamiento de las últimas normas de reglamentación para la Base Naval de Rota, la Marina de los Estados Unidos se comprometió a asumir un estudio cultural y ambiental de la Base. Una parte de este estudio consistió en una prospección arqueológica que se realizó durante dos semanas (Fig. 1).

FIG. 1. Localización de los yacimientos de la Base Naval de Rota.

137

La ocupación humana más temprana de la región ha sido asignada al Pleistoceno Medio3 . Se han hallado Bases Negativas de Primera Generación de talla bifacial y unifacial de este periodo en la Playa del Chorrillo; en el Arroyo Oeste; y en el lado norte de la Base. No hay ninguna evidencia de ocupación del Paleolítico Superior, Mesolítico o Neolítico antiguo hasta la fecha. El siguiente periodo representado en el registro arqueológico es el final del Neolítico/Calcolítico. Los dos yacimientos importantes de estos períodos son La Viña y Cantarranas4 , que deben ser entendidos como partes de un único complejo que junto a Fuentebravía y los antiguos testimonios recuperados durante la construcción de la Base, se extendió en ambas márgenes del Arroyo Salado. Debemos considerar que la vasta extensión del complejo La Viña-Cantarranas representa un gran asentamiento que fluctuó en sus dimensiones a lo largo del tiempo. Es importante anotar que material y localizaciones del Neolítico Final/Calcolítico han sido recuperadas aún más arriba del Salado (Yacimiento 20), hacia el norte de la Base (Yacimientos 5 y 7. Además de El Bercial), y en la misma Base (Yacimientos B, C y E). Claramente, toda la zona fue intensamente utilizada en el cuarto y tercer milenio a.C. Existe otro hiatus en nuestras evidencias de ocupación humana tanto en la Base como a su alrededor entre el Neolítico Final/Calcolítico y el primer milenio a.C., época en la que la región fue intensamente utilizada de nuevo. Las numerosas concentraciones de cerámicas en superficie que se fechan entre 900 y 300 a.C. (Yacimientos 3, 4, 7, 8, 11, 13, 14, 18, 19, 20; y Yacimiento H), muestran un vívido testimonio de como tuvo un profundo impacto local el establecimiento de la colonia fenicia de Gadir. Objetivos y metodología del Proyecto Durante 1996, en la prospección de la Base Naval de Rota se identificaron restos arqueológicos en dos áreas que estaban en peligro potencial de destrucción. Uno de estos yacimientos, ubicado en un arroyo del lado occidental de la Base (Yacimiento B), había sido ligeramente alterado por la construcción de una pista de motocross que lo atravesaba. Además, el Arroyo Oeste se ha usado como cantera de áridos para toda la Base, y recientes movimientos de tierras en esta área también han contribuido a su degradación arqueológica. La meta del Proyecto5 era obtener un estudio amplio de la geomorfología e historia del Arroyo Occidental para planificar la máxima conservación de esta zona. Con la pertinente autorización de la Dirección General de BB.CC. de la Junta de Andalucía, la intervención arqueológica de urgencia se inicio el viernes día 16 de junio del 2000 con la dirección de Murray C. Mc Clellan y María Cristina Reinoso del Río, finalizando el miércoles 19 de julio de ese mismo año. La investigación del Arroyo Occidental consistió en una prospección completa de la superficie, de donde fueron recolectados y analizados en el laboratorio de la excavación 138

todo el material lítico y una muestra de cerámicas históricas. Las concentraciones de artefactos líticos (Unidades 1-3, 5-8, 10-11) fueron anotadas en un plano topográfico. Las muestras de sedimentos (Unidades 4 y 9) fueron recogidas y analizadas por el Profesor Paul Goldberg en Boston. EL YACIMIENTO B DEL ARROYO OCCIDENTAL El Arroyo Occidental consiste en una serie de pequeños drenajes que convergen al noroeste de la parte occidental de la pista de la Base. Hoy en día, la zona alrededor de este drenaje está parcialmente plantada con pinos, abundante maleza y cañizos espontáneos. Una fotografía aérea previa a la construcción de la base en 1956 demuestra que el área había sido cultivada intensivamente hasta la primera mitad del s. XX. El estudio del Arroyo Occidental permitió encontrar evidencias de esta actividad reciente: restos de estructuras de este periodo, olivos y un pozo. También fueron encontradas cerámicas en la zona de estudio, su cronología sugiere que la región fue cultivada desde el siglo XVIII, y tal vez ya en el XVII. La Geomorfología del Arroyo Occidental El enfoque de nuestra investigación sobre la geomorfología del Arroyo Occidental fue dirigido hacia el conocimiento de la historia de las capas geológicas observables y su relación con los artefactos encontrados. Debe destacarse que a este nivel, nuestros resultados son preliminares y se precisará una investigación más minuciosa para poder llegar a conclusiones definitivas. El cauce principal del arroyo actual, meandriforme, discurre por el lado septentrional de la llanura de inundación que se estrecha notablemente hacia el oeste, alcanzando casi 100 m de anchura en la confluencia del arroyo con la carretera perimétrica de la Base. Hacia el norte, el canal linda con un escarpe de 2 metros de altura y a ambos lados de la llanura de inundación una leve inclinación da acceso a una meseta situada entre seis y siete metros sobre el nivel del arroyo. En la sección del Arroyo Occidental hay una escasez de afloramientos geológicos debida a movimientos recientes de tierra, que han dificultado nuestra observación estratigráfica. No obstante, hemos podido observar una sección de 30 m de largo y de 1.8 a 2 m de espesor, al fondo de la margen septentrional del arroyo. La falta de información acerca de la mitad meridional del canal es desafortunada, pues dificulta cualquier intento de reconstrucción paleogeográfica de la zona, inclusive la asociación de los artefactos con su contexto geológico original. El entorno general del lado norte del arroyo muestra una secuencia de arena moteada amarilla y gris clara que ascendiendo se va convirtiendo en arena arcillosa rica en materia orgánica y arcilla. Esta sucesión se ve colmatada por una arena masiva pardo-rojiza que parece truncar los sedimentos subyacentes. De abajo hacia arriba tenemos:

1. Arena blanda que varía de compacta a firme, con grandes manchas centimétricas de color amarillo (10YR7/6) y gris claro (10YR7/2); en la base se encuentra expuesta una banda gruesa de arena blanca (10YR8/2), blanda y de 5 cm de espesor. Hay manchas negras aisladas, posiblemente producidas por raíces modernas; 40 cm de espesor. Se nivela con 2. Arena arcillosa salicílica dura, en bloques, más arcillosa que 1, con nódulos de carbonato de aproximadamente 1 cm de diámetro. El moteado es similar al subyacente pero de color marrón grisáceo oscuro (10YR4/2). Se nivela con 3. Arcilla arenosa dura, gruesa, angulosa y en bloques. Generalmente de color marrón grisáceo (10YR5/2) pero con algunos dominios milimétricos de color marrón amarillento (10YR5/8). Los pisolitos férricos tienen un diámetro alrededor de 2-3 mm; 30 cm de espesor. Contacto difuso con 4. Arcilla arenosa masiva tendente a bloques gruesos de color marrón grisáceo oscuro con varias concreciones pisolíticas férricas como en el 3 pero más abundantes; 20 cm de espesor. Contacto difuso con 5. Arena arcillosa masiva dura, multicolor de tonos marronáceos amarillentos, con manchas o vetas centimétricas causadas por bioturbación; 15 cm de espesor. Contacto gradual con 6. Unidad superior de arena masiva blanda, más pardo-rojiza (7.5YR5/4), con zonas circulares aisladas de arena más oscura, de alrededor de 25 cm de largo, probablemente de origen biológico (raíces o madrigueras), 10 a 30 cm de espesor. Esta secuencia apunta hacia la acumulación inicial de arenas probablemente fluviales que a lo largo del tiempo fueron volviéndose cada vez más arcillosas, culminando con la acumulación de arcilla rica en materia orgánica en una zona de agua estancada. La saturación de los sedimentos permanece alta a lo largo de toda la secuencia, lo que viene indicado por las manchas amarillentas de hierro y la formación de pisolitos férricos. Por el contrario, las arenas rojizas superiores que se encuentran en las unidades 1 y 2 indican una disminución del nivel del agua evidenciado por el avanzado grado de oxidación de estos depósitos. Más aún, éstos se encuentran fuertemente bioturbados, dando como resultado la mezcla de los sedimentos. La secuencia arriba indicada varia lateralmente, de tal manera que: • Los sedimentos claramente se inclinan hacia el norte y hacia el este; • Hacia el oeste la superficie areno-limosa rojiza se vuelve más gruesa y menos estructurada (masiva hacia el oeste, en bloques hacia el este), sugiriendo una mayor bioturbación en esta dirección (las razones de este cambio lateral no se han aclarado aún). • Las arcillas amarillas y grises de las unidades 7 y 8 están expuestas cuesta arriba (atrás y hacia el norte) con respecto a este perfil, en especial a lo largo del relieve que

se eleva por detrás de la sección estudiada. Por encima, los sedimentos parecer montados sobre una capa de arena rojiza que se encuentra interestratificada con unas placas planas de biocalcalrenita (roca ostrionera) de arena gruesa con inclusiones milimétricas de fragmentos de moluscos marinos. Una muestra micromorfológica de arena rojiza fue analizada bajo el microscopio con luz normal y polarizada, tras haber sido impregnada con polímero plástico y cortada a grosor de lámina delgada petrográfica6 . Esta muestra contiene arena de cuarzo redondeada de varios tamaños, limos de cuarzo angulosos y sílex. Entre los granos hay arcilla brillante de color anaranjado-rojizo, bien cubriendo localmente los granos o bien llenando los intersticios. La clara presencia de recubrimientos de arcilla localizados en huecos alargados indica que este depósito rojizo es un horizonte Bt débilmente desarrollado (arcilla iluviada). En otras palabras, esta unidad podría haberse formado in situ y por tanto representar la superficie original del Pleistoceno, asociada con los grupos humanos que crearon los artefactos paleolíticos. Debemos enfatizar que la mayor parte de la sección superior del Arroyo Occidental está bastante perturbada y/o enterrada, dificultando un seguimiento exacto de los depósitos hacia el norte. Esta es una situación particularmente crítica, ya que al parecer los materiales líticos paleolíticos podrían estar asociados con los depósitos superiores con cantos redondeados. Debemos mencionar que no localizamos ningún material antrópico in situ en la sección descrita. Sin embargo, se recuperaron varios artefactos en superficie, particularmente procedentes de los sedimentos superiores mencionados. Los sedimentos del Arroyo Occidental se pueden comparar con sedimentos similares procedentes de la Bahía de Cádiz7 . Por ejemplo, en una revisión de la estratigrafía del yacimiento de El Aculadero (Puerto de Santa María), se ha indicado que los sedimentos basales, consistentes en arenas, arcillas y conglomerados, representan los primeros depósitos continentales sobre los cuales se sitúan los sedimentos correspondientes al Paleolítico Inferior. Sobre éstos se encuentra un nivel de arenas arcillosas con cantos de cuarzo y cuarcita asociado a artefactos paleolíticos. La última fase deposicional se ve representada por arenas eólicas y dunas fosilizadas8 . Aunque la datación de los niveles de El Aculadero con artefactos es aún dudosa, la asociación de los artefactos con los cantos y con los depósitos rojizos es similar a la que encontramos en el Arroyo Occidental de la Base Naval de Rota. Todas estas observaciones demuestran claramente el estado incompleto de los depósitos pleistocénicos con o sin asociaciones de artefactos en los alrededores de Rota. Con el fin de llenar algunos de los vacíos entre estas secuencias sedimentarias y dentro de las mismas, hace falta una investigación estratigráfica mucho más minuciosa. De particular interés a este respecto son los yacimientos J y K de la Base, así como la Playa del Chorrillo (Yacimiento 2), donde hemos observado en la costa junto a la Base, una sección de 15 m que 139

consta de arenas interestratificadas con arena margosa y roca ostionera. Dado que se encontró una BN1G en la prospección del extremo oriental de la Playa en 1996, una investigación más completa de los sedimentos expuestos podría ampliar substancialmente nuestro conocimiento acerca del panorama estratigráfico. A modo de conclusión, debemos recalcar que los cantos tallados paleolíticos se han encontrado tanto en el Arroyo Occidental como en otras varias zonas del sector noroccidental de la Base Naval de Rota (Yacimientos J y K). El estudio geomorfológico preliminar indica que los depósitos de arena rojiza parecen haberse formado in situ y posiblemente estén asociados a un paisaje contemporáneo a la deposición de los artefactos paleolíticos. En cualquier caso, debemos considerar la fase paleolítica del Arroyo Occidental como parte de un entorno más amplio de explotación de los primeros habitantes de la región. Los artefactos y productos líticos prehistóricos Para el estudio del conjunto de artefactos líticos procedentes de nuestros trabajos en la Base Naval de Rota se han aplicado conceptos del Sistema Lógico-Analítico Conceptual9 , dado que esta perspectiva permite conocer los distintos procesos de trabajo y jerarquizar la transformación tecnológica de dicha industria. Este proceso se inicia ya en el mismo momento de captación y selección de la materia prima. La estructura técnica de las distintas categorías que se generan en el proceso de talla se determina a partir del análisis de caracteres y atributos significativos.

sobre una base conduce a una vía terminal (BN) y a una vía procesual (BP). Una nueva intervención mediante talla en una Base Positiva conduce a nuevos objetos positivos y negativos respectivamente. A las extracciones surgidas mediante retoques de la Base Positivas se les denomina Bases Positivas de Segunda Generación (BP2G), con talón y bulbo evidenciando la acción antrópica o algún carácter morfotécnico exclusivo de la percusión. Las Bases Positivas intervenidas se transforman en Bases Negativas de Segunda Generación (BN2G) presentando sobre algunas de sus caras señales inequívocas de extracciones o retoques. El análisis expuesto no es cerrado, pudiendo aparecer BP y BN de tercera y cuarta generación, dependiendo del grado de explotación y aprovechamiento de la materia prima. Siguiendo dicho sistema para la industria de la Base Naval de Rota, hemos diferenciado categorías estructurales siguientes: BN1G, BP y BN2G. En el conjunto del Arroyo Occidental, todo realizado en cuarcita, se han identificado BN1G unifaciales y bifaciales de utilización directa, BN1G unifaciales y bifaciales de utilización indirecta. (Fig. 2) Igualmente en el Yacimiento J1, toda la industria está realizada en cuarcita. Por el momento se han identificado BN1G de utilización indirecta, correspondientes a centrípetos, bifaciales y unifaciales; BN1G de utilización directa, uni- y bifaciales. (Fig.3)

El Sistema Lógico-Analítico parte de una tradición empírica basada en las observaciones de numerosos tecnocomplejos de cantos tallados y achelenses localizados en la Península Ibérica a partir de 197210 . La concepción teórica del sistema se basa en toda la serie de transformaciones y cambios que sufre un objeto natural al ser intervenido por el hombre, diferenciando el objeto tallado o modificado (forma antrópica), del objeto no tallado o no modificado (forma natural). A estos últimos se les denomina Bases (B), ya que son potencialmente explotables por el hombre. Las intervenciones mediante talla sobre una base, generan un movimiento que da lugar (por cambio de peso, forma y volumen) a una serie de objetos o categorías que se agrupan en Bases Negativas (BN) y Bases Positivas (BP). Base Negativa es todo objeto transformado de forma voluntaria que contiene los estigmas negativos de estas acciones, es decir, las huellas de las extracciones. Las Bases Positivas son el resultado obtenido por el desbastado de las Bases negativas, poseyendo talón y bulbo o señal positiva de la acción antrópica. Este proceso de desbastado se mueve en un ámbito temporal que dinamiza el proceso de transformación y que contribuye a la jerarquización del objeto obtenido. La intervención 140

FIG. 2. Paleolítico del yacimiento B.

FIG. 3. Paleolítico del yacimiento J.

Atribuidos a la Prehistoria reciente hemos individualizado BN1G de talla bipolar en sílex, BP en sílex y cuarcita, procedentes de BN de talla preconfigurada, BP fragmentadas obtenidas por talla a presión; BN2G, compuestas por raspadores, denticulados y muescas, junto a una pequeña azuela pulimentada en mármol (Fig.4). DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES En la línea de costa de la Bahía de Cádiz son numerosas las localizaciones de conjuntos líticos de cantos tallados con atribución paleolítica, algunos ya conocidos y otros de hallazgo reciente, caracterizados por pequeños cantos de cuarcita11 . Los niveles que contienen estas industrias son coluviones de guijarros cuarcíticos, depositados en los horizontes superiores de las formaciones de arenas rojas, muy alteradas por procesos pedogenéticos, y rubefactadas12 . El Aculadero (Puerto de Santa María) ha sido el único sometido a excavación sistemática, atribuido a un momento no definido del Paleolítico Inferior Arcaico13 . La existencia en este yacimiento de fuertes procesos erosivos dificulta poder situar de manera precisa la posición cronológica del nivel con industria lítica. Rota I, próximo a la desembocadura del río Salado, fue objeto de una prospección superficial sistematizada, a raíz

FIG. 4. Prehistoria Reciente del yacimiento B.

de una remodelación de infraestructuras que extrajo la industria de su contexto estratigráfico14 . El medio millar de artefactos líticos fue atribuído a un horizonte tecnológico paralelizable a Pinedo (Toledo. Meseta Sur. Achelense antiguo)15 . En la Torre del Puerco (Chiclana-Conil), sólo se han realizado prospecciones superficiales por diversos equipos de arqueólogos16 , sin precisar un trabajo más o menos sistemático de conjunto, hasta unas intervenciones dirigidas por Francisco Giles Pacheco, del Museo de Puerto de Santa María en 1991 y 1992. Una localización en Torre del Puerco, ha sido situada en una edad del complejo Cromeriense, en el Pleistoceno Medio anterior al episodio Elster en sentido estricto17 . En los últimos años, nuevos yacimientos se han venido sumando a los anteriormente conocidos. Se trata de tecnocomplejos con cantos tallados, acompañados o no de morfotipos bifaciales y BN2G, tal es el caso de Avenida de la Constitución en San Fernando18 , La Barrosa19 y Loma del Puerco en Chiclana; y Arroyo Campín-Campín Bajo en el Puerto de Santa María20 . Tecnológicamente, el 80% de las BN1G corresponden a ejemplares con extracciones centrípetas y preconfiguradas para la explotación de BP. Estas estructuras tecnológicas relacionarían estos yacimientos con complejos industriales a caballo entre el Pleistoceno Medio y el Superior. Y por otra parte, se han revisado las características 141

y atribución de la industria de El Aculadero, en concreto la pretendida serie inicial procedente de la excavación21 .

ser fechada al final del Pleistoceno Medio, durante una fase avanzada del Achelense24 .

En el momento actual de la investigación sobre la secuencia local del Pleistoceno en el Suroeste de la Península Ibérica, no es posible situar estas industrias en el Paleolítico Inferior Arcaico, anterior a las industrias con bifaces, mientras no se cuente con nuevos elementos de análisis que permitan valorar cronológicamente el nivel erosivo y el origen del nivel arqueológico de El Aculadero. Según unos de sus excavadores, Manuel Santonja22 , podría ser anterior al desarrollo de las industrias con bifaces en la Península, pero valorando ciertas características técnicas, podría situarse incluso en el Pleistoceno Medio final.

Como ya se ha dicho con anterioridad, el otro periodo histórico representado en el Arroyo Occidental es el Neolítico Final/ Calcolítico, que se detecta en varios yacimientos en la zona alrededor de Rota. Este decisivo aumento de la población es visible en la estructura de los poblados que se apoyarían en la agricultura aunque también explotasen los recursos disponibles de la costa y de las tierras cercanas. El hecho de que solo se hayan encontrado útiles líticos del Neolítico Final/Calcolítico y no cerámicas en el noroeste de la Base Naval de Rota que se extiende entre el Arroyo Occidental y Weapons Area, sugiere que esta parte de la base fue intensamente utilizada por grupos que residían probablemente en el complejo Base Naval-La ViñaCantarranas, en el borde oriental de la base.

La materia prima de estas industrias es característica de un paleocauce del río Guadalquivir, testimonios desmantelados y diseminados a lo largo de la banda atlántica de la Bahía gaditana. Estas formaciones de cantos cuarcíticos, formando parte de un horizonte de paleosuelos rojos, fueron desplazadas de su contexto original de terraza, lo que indica una relación con el desarrollo final de los paleosuelos rojos, supuestamente en el Pleistoceno Medio final, o inicios del Pleistoceno Superior. Los nuevos hallazgos de La Barrosa, Loma del Puerco y Campín Bajo junto a las industrias del Arroyo Occidental y Yacimiento J1 en la Base Naval de Rota, en situaciones análogas a las descritas para Aculadero, Rota I y Torre del Puerco, introducen nuevos factores que hacen mucho más compleja la interpretación de estas industrias. Junto con El Aculadero, la industria de Avenida de la Constitución en San Fernando23 se revela como un complejo tecnológico de edad paleolítica hallado en conexión estratigráfica, en un sistema de dominio mixto, constituido por depósitos de lagoon, en los que se desarrollaron suelos y depósitos de islas barrera, sometidos a intervalos de episodios erosivos. El carácter superficial del contexto de la mayoría de los conjuntos no permite una mayor precisión. Sin detrimento de que ciertos conjuntos sean asignables al Paleolítico arcaico, estos depósitos de cantos cuarcíticos han sido utilizados a lo largo de toda la Prehistoria. El conjunto de materiales paleolíticos identificados en el sector noroccidental de la Base, esta claramente relacionado con los conjuntos referidos A pesar de que Giles Pacheco destacó que cualquier fecha exacta debía esperar a la «revisión sistemática de la relación entre las industrias excavadas y su posición cronológica y estratigráfica en el supuesto periodo del Pleistoceno Medio», se ha sugerido que esta industria de cantos trabajados ha de

Aunque ya ha sido sugerida la existencia de un asentamiento muy extenso del Neolítico Final y Calcolítico25 , situado a ambos lados de la desembocadura del Arroyo Salado, el panorama que se vislumbra a partir de las nuevas investigaciones en la Base Naval trasciende en amplitud lo considerado hasta ahora. De esta forma, en la margen derecha se situarían el yacimiento destruido por la construcción de la Base Naval de Rota, enlazando con el campo de silos de El Bercial (Rota). En la ribera izquierda, se localizarían el Poblado Naval-La Viña, Fuentebravía y Cantarranas, en término municipal de Puerto de Santa María. A estos habría que sumar los testimonios detectados también aguas arriba del Salado en su lado izquierdo (Salado-6), hacia el norte de la Base (Rancho Cortázar y Camino de Rota-Campín 1), y en la misma Base Naval, los yacimientos B (Arroyo Occidental), C y E. A partir de los datos disponibles, puede argumentarse la existencia del núcleo original más antiguo en el área de Cantarranas, como atestiguaría su industria cerámica. Este asentamiento inicial que podría fecharse a partir de las únicas dataciones radiocarbónicas existentes entre 3350-2890 y 3480-3130 cal BC26 , va a perdurar en el tiempo a tenor del registro arqueológico de Base Naval y Poblado Naval-La Viña. A modo de ensayo, la distribución funcional de los espacios de este extenso poblado parece repartirse entre áreas de habitación en Cantarranas y La Viña; almacenamiento en Cantarranas, Base Naval, La Viña, y El Bercial; enterramiento en Fuentebravía, Base Naval, La Viña y tal vez El Bercial; y áreas de producción de herramientas líticas de trabajo en Cantarranas y Arroyo Occidental, sin que se descarten otras funcionalidades complementarias para los diversos complejos individualizados. No puede definirse el carácter del resto de las localizaciones por la parquedad de los datos y el estado preliminar de su conocimiento.

Notas E. Gener Cuadrado. “Memoria sobre las excavaciones hechas en los terrenos de la Base Naval de Rota”. Noticiario Arqueológico Hispánico, V. 1956-1961. (1962). 183-192; B. Berdichewsky Scher. Los enterramientos en Cuevas Artificiales del Bronce I Hispánico. Biblioteca Praehistorica Hispana. VI. Madrid. 1964; Mª. J. Jiménez Cisneros. Historia de Cádiz en la Antigüedad. Excma. Diputación de Cádiz. 1971. 2 L. Perdigones Moreno, A. Muñoz Vicente, F.J. Blanco Jiménez y J.A. Ruíz Fernández. “Excavaciones de urgencia en la Base Naval de Rota (Puerto de Santa María, Cádiz). Anuario Arqueológico de Andalucía/1985. III. Actividades de urgencia. (1989).

1

142

74-80; J.A. Ruíz Gil y J.A. Ruíz Fernández. “Excavaciones de urgencia en el Puerto de Santa María, Cádiz”. Revista de Arqueología, 74. (1987). 5-12; J.A. Ruíz Fernández y J.A. Ruíz Gil. “Calcolítico en El Puerto de Santa María”. Revista de Arqueología, 94. (1989). 7-13; J.A. Ruíz Fernández. “Informe excavaciones de urgencia. Pago de Cantarranas-La Viña. El Puerto de Santa María”. Anuario Arqueológico de Andalucía/1986. III. Actividades de urgencia. (1990). 95-100; J.A. Ruíz Gil. “Avance del estudio de materiales de la Base Naval de Rota en el Museo de Cádiz”. Anuario Arqueológico de Andalucía/1997. II. Actividades sistemáticas. (2001). 62-66. 3 E. Carbonell y J. Canal. “El tecnocomplejo de cantos tallados de Rota I (Cádiz)”. V Reunión del Grupo Español de Trabajo del Cuaternario. Actas y guías de excursiones. (1981). 162-175; F. Giles, A. Santiago, E. Mata, J.Mª. Gutiérrez y L. Aguilera. “Laguna de Medina, cuenca fluvial del Guadalete. Achelense Antiguo en la orla atlántica de Cádiz”. II Congreso Internacional “El Estrecho de Gibraltar”. Ceuta, 1990. 123-144. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid. 1995. 4 L. Perdigones y otros (1989); J.A. Ruiz y J.A. Ruiz (1989); J.A. Ruíz Fernández. (1990); J. Ramos y otros. “Aproximación tecnológica a la transición neolítico-calcolítico. El taller de Cantarranas (El Puerto de Santa María)”. Revista de Historia de El Puerto, 9. (1992) 11-33; Mª. Valverde Lasanta. El taller de Cantarranas (El Puerto de Santa María, Cádiz). Un ejemplo para la transición Neolítico/Calcolítico. Universidad de Cádiz. 1993; F. Giles y otros. “Fechas de radiocarbono 14 para la Prehistoria y Protohistoria de la provincia de Cádiz”. Boletín del Museo de Cádiz, VI. (1993-1994). 43-52; J.A. Ruíz Gil y D. Ruíz Mata. “Cantarranas (El Puerto de Santa María, Cádiz): Un poblado de transición Neolítico Final/Cobre Inicial”. Actes II Congrés del Neolític a la Península Ibérica. Universitat de Valencia, 7-9 abril, 1999. Sagvntvm Extra, 2. (1999). 223-228; J.A. Ruíz Gil. (2001). 5 Proyectos arqueológicos y operaciones militares son esfuerzos inherentemente cooperativos, por eso la lista de personas e instituciones que se asocian con esta investigación arqueológica es un poco más grande de lo que uno espera encontrarse en el informe de una breve excavación de urgencia. Tenemos que dar nuestro reconocimiento a la Armada Española y de los Estados Unidos, y a la Delegación Provincial de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, que otorgaron su apoyo institucional a este proyecto único. Nosotros expresamos especialmente nuestro al Almirante García-Figueras, al Capitán G.K.Stair Jr. y al Capitán J. Noble, anterior y actual comandante de las fuerzas navales de los Estados Unidos, y a Josefa Caro Gamaza, Delegada Provincial en Cádiz. Muchas personas suministraron apoyo logístico a nuestro Proyecto. El Sr. Alex G. Oviedo y Sr. Timothy Riordan, anterior y actual Jefe de Programas Medioambientales de la Armada norteamericana en la Base, facilitaron completamente el Proyecto. El Comandante James Worcester adquirió un gran interés personal en nuestro trabajo y querríamos dar nuestro agradecimiento a su persona y a los numerosos miembros del Departamento de Obras Públicas de la armada estadounidense, que ayudaron a nuestra investigación. Nuestra gratitud se dirige especialmente a Chris Wright, Julián Gómez de la Calle, Ken Vaughn, Teresa Torres-Gallego, Susana Lotiza y Randy Guy. Extendemos también nuestro caluroso agradecimiento al Teniente Coronel Leo Ford quien atenuó los inconvenientes de nuestro acceso al área de pista. Quisieramos dar nuestro agradecimiento a Francisco Giles Pacheco, Director del Museo Arqueológico Municipal de El Puerto, pieza fundamental para nuestro proyecto y ferviente partidario de las investigaciones conjuntas hispano-norteamericanas en la provincia de Cádiz. Nosotros también agradecemos al equipo del Museo Municipal de El Puerto, y especialmente a Javier M. Lucas Almeida su colaboración, así como a Juan José Gómez Ruiz, constante fuente de inestimable ayuda. Los miembros de nuestro equipo, Alex Gantos, Sarah Lyman y Clinton Schmidt, de la Universidad de Boston, y Antonio Uriarte, de la Complutense de Madrid, contaron con la grata colaboración de un grupo de entusiastas voluntarios. Erin Kaczmarczyk, Ray Woods y Nancy Worcester estuvieron con nosotros casi cada día, añadiéndose al grupo Karen Adametz, Tom y Justin Ford, Harry Jaeger, y Maria Davis en diversas oportunidades. El Prof. Dan Cring de la Universidad Estatal de Lousiana, compartió con nosotros su estancia en Rota. También tuvimos la suerte de contar con la ayuda de la Dr. Pamela J. Russell y de J. Russell McClellan, quienes nos ayudaron en múltiples ocasiones. El Dr. John Herrmann, conservador de Arte Antiguo en el Boston Museum of Fine Arts, cooperó en la identificación de materias primas. Cathy Alexander confeccionó los dibujos a tinta de la piezas líticas. Finalmente, quisiéramos expresar nuestro profundo aprecio a dos miembros del Atlantic División Naval Facilities Engineering Command: Bruce Larson, quién primero descubrió los yacimientos romanos y paleolíticos de la Base, nos ayudó a concebir y llevar a cabo todos los aspectos de nuestro proyecto; y a Steven A. Hubner, que hizo posible todo. 6 M.A. Courty, P. Goldberg y R. Macphail. Soils and Micromorphology in Archaeology. Cambridge University Press. 1989. 7 M.A. Querol y M. Santonja. El yacimiento de cantos trabajados de El Aculadero (El Puerto de Santa María, Cádiz). Excavaciones Arqueológicas en España, 130. Madrid. 1983; F. Giles et al. (1995); V. López Reyes y G. Martínez Fernández. “Los conjuntos líticos con útiles sobre canto del Paleolítico medio: El Aculadero”, en J. Rodríguez Vidal (Ed.): Cuaternario Ibérico, Huelva. 326-333. AEQUA. Sevilla. 1997; M. Santonja. “El Aculadero, hoy”. Raña, 22-23. (1997). I-IV. 8 V. López Reyes y G. Martínez Fernández, 1997. 9 E. Carbonell, M. Guilbaud y R. Mora. “Utilización de la Lógica Analítica para el estudio de tecnocomplejos de cantos tallados”. Cahier Noir, nº 1 (1983). 1-64. E. Carbonell, M. Mosquera, A. Ollé, X.P. Rodríguez, R. Sala, M. Vaquero y J.Mª. Verges. New elements of The Logical Analityc System. Cahier Noir, nº 6. Tarragona. 1992. 10 E. Carbonell y otros. “Matrices morfogenéticas de la industria lítica de los niveles superiores de la Trinchera del Ferrocarril de la Sierra de Atapuerca (Burgos)”, en F.J. Jordá (Ed.): IIª Reunión Nacional de Geoarqueología. Madrid, 1992. I.T.G.E.AEQUA. 273-289. Madrid. 1994. E. Carbonell y otros. “El conjunto Lito-Técnico de la Sierra de Atapuerca en el marco del Pleistoceno Medio europeo”, en J.Mª. Bermúdez, J.L. Arsuaga y E. Carbonell (Eds.): Evolución humana en Europa y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Valladolid, 1992. Vol. 2. 445-533. Junta de Castilla y León. Valladolid. 1995. E. Carbonell y otros. “Atapuerca Trinchera Galería (Spain): Strategies and operational models of lithic industry”. Cahier Noir, 7. (1995). 41-83. E. Carbonell y otros. “El Modo 2 en Galería. Análisis de la industria lítica y sus procesos técnicos”, en E. Carbonell, A. Rosas y J.C. DÍEZ (Eds.): Atapuerca: ocupaciones humanas y paleoecología del yacimiento de Galería. Memorias. Arqueología en Castilla y León, 7. 209-350. Junta de Castilla y León. 1999. M. Mosquera y E. Carbonell. “La talla lítica en Atapuerca (Burgos)”. Trabajos de Prehistoria, 49. (1992). 131-154.

143

E. Carbonell y J. Canal 1981; M.A. Querol y M. Santonja 1983; E. Aguirre. “Les premiers peuplements humains de la Péninsule Iberique”. Les premiers européens. Actes du 114e Congrés National des Sociétes Savantes, Paris 1989. Editions du comité des Travaux Historiques et Scientifiques. 143-150. Paris. 1991; Giles et al., 1995. 12 C. Zazo, J.L. Goy, C.J. Dabrio, J. Civis y J. Baena. “Paleogeografía de la desembocadura del Guadalquivir al comienzo del Cuaternario (provincia de Cádiz, España)”. Actas I Reunión del Cuaternario Ibérico. I. 461-472. Lisboa. 1985. 13 M.A. Querol y M. Santonja, 1983. 14 E. Carbonell y J. Canal, (1981). 15 M.A. Querol y M. Santonja. El yacimiento achelense de Pinedo (Toledo). Excavaciones Arqueológicas en España, 106. Madrid. 1979. 16 M. Santonja y M.A. Querol. “Paleolítico Inferior Arcaico en la Depresión del Guadalquivir”. Trabajos de Paleolítico y Cuaternario. 39-51. Sevilla. 1988. 17 E. Aguirre, 1991. 18 F. Giles, E. Mata, J.Mª. Gutiérrez, A. Santiago y L. Aguilera. “Aportaciones a la ocupación paleolítica de la banda atlántica gaditana. La industria lítica de Avenida de la Constitución (San Fernando, Cádiz)”, en J. Ramos, A. Saéz, V. Castañeda y M. Pérez (Coord.): Aproximación a la Prehistoria de San Fernando. Un modelo de poblamiento periférico en la banda atlántica de Cádiz. 69-86. Ayuntamiento de San Fernando. 1994. 19 E. Vallespí, J.L. Escacena y J. Ramos. “Un bifaz de La Barrosa, del Achelense Superior o su tradición inmediata, del frente atlántico andaluz”. Cuadernos del Suroeste, 3. (1992). 115-123. 20 F. Giles y otros, 1995. 21 V. López y G. Martínez, 1997; en contra M. Santonja, 1997. 22 M. Santonja y P. Villa. “The Lower Paleolithic of Spain and Portugal”. Journal of World Prehistory, 4, 1. (1990). 45-94; M. Santonja, 1997. 23 F. Giles y otros, 1994. 24 F. Giles y otros, 1995. 25 J.A. Ruíz Gil y D. Ruíz Mata (1999); J.A. Ruíz Gil (2001). 26 F. Giles y otros (1993-1994). 11

Bibliografía AGUIRRE, E. “Les premiers peuplements humains de la Péninsule Iberique”. Les premiers européens. Actes du 114e Congrés National des Sociétes Savantes, Paris 1989. Editions du comité des Travaux Historiques et Scientifiques. 143-150. Paris. 1991. BERDICHEWSKY SCHER, B. Los enterramientos en Cuevas Artificiales del Bronce I Hispánico. Biblioteca Praehistorica Hispana. VI. Madrid. 1964. CARBONELL, E. y CANAL, J. “El tecnocomplejo de cantos tallados de Rota I (Cádiz)”. V Reunión del Grupo Español de Trabajo del Cuaternario. Actas y guías de excursiones. (1981). 162-175. CARBONELL, E., GUILBAUD, M. y MORA, R. “Utilización de la Lógica Analítica para el estudio de tecnocomplejos de cantos tallados”. Cahier Noir, nº 1 (1983). 1-64. CARBONELL, E., MOSQUERA, M., OLLÉ, A., RODRÍGUEZ, X.P., SALA, R., VAQUERO, M. y VERGÉS, J.Mª. New elements of The Logical Analityc System. Cahier Noir, nº 6. Tarragona. 1992. CARBONELL, E., ESTEBAN, M., GIRALT, S., LORENZO, C., MOSQUERA, M., OLLÉ, A., RODRÍGUEZ, X.P., ROSELL, J., SALA, R. VAQUERO, M. y VERGÉS, J.Mª. “Matrices morfogenéticas de la industria lítica de los niveles superiores de la Trinchera del Ferrocarril de la Sierra de Atapuerca (Burgos)”, en F.J. JORDÁ (Ed.): IIª Reunión Nacional de Geoarqueología. Madrid, 1992. I.T.G.E.-AEQUA. 273-289. Madrid. 1994. CARBONELL, E., GIRALT, S., MÁRQUEZ, B., MARTÍN, A., MOSQUERA, M., OLLÉ, A., RODRÍGUEZ, X.P., SALA, R., VAQUERO, M., VERGÉS, J.Mª. y ZARAGOZA, J. “El conjunto Lito-Técnico de la Sierra de Atapuerca en el marco del Pleistoceno Medio europeo”, en J.Mª. BERMÚDEZ, J.L. ARSUAGA y E. CARBONELL (Eds.): Evolución humana en Europa y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca. Valladolid, 1992. Vol. 2. 445-533. Junta de Castilla y León. Valladolid. 1995. CARBONELL, E., OLLÉ, A., RODRÍGUEZ, X.P., SALA, R., VAQUERO, M. y VERGÉS, J.Mª. “Atapuerca Trinchera Galería (Spain): Strategies and operational models of lithic industry”. Cahier Noir, 7. (1995). 41-83. CARBONELL, E., MÁRQUEZ, B., MOSQUERA, M., OLLÉ, A., RODRÍGUEZ, X.P., SALA, R. Y VERGÉS, J.Mª. “El Modo 2 en Galería. Análisis de la industria lítica y sus procesos técnicos”, en E. CARBONELL, A. ROSAS y J.C. DÍEZ (Eds.): Atapuerca: ocupaciones humanas y paleoecología del yacimiento de Galería. Memorias. Arqueología en Castilla y León, 7. 209-350. Junta de Castilla y León. 1999. COURTY, M.A., GOLDBERG, P. y MACPHAIL, R. Soils and Micromorphology in Archaeology. Cambridge University Press. 1989. GENER CUADRADO, E. “Memoria sobre las excavaciones hechas en los terrenos de la Base Naval de Rota”. Noticiario Arqueológico Hispánico, V. 1956-1961. (1962). 183-192. GILES, F., MATA, E., GUTIÉRREZ, J.Mª., SANTIAGO, A. y AGUILERA, L. “Aportaciones a la ocupación paleolítica de la banda atlántica gaditana. La industria lítica de Avenida de la Constitución (San Fernando, Cádiz)”, en J. RAMOS, A. SAÉZ, V. CASTAÑEDA y M. PÉREZ (Coord.): Aproximación a la Prehistoria de San Fernando. Un modelo de poblamiento periférico en la banda atlántica de Cádiz. 69-86. Ayuntamiento de San Fernando. 1994. GILES, F., MATA, E., BENÍTEZ, R., GONZÁLEZ, B. y MOLINA, Mª.I. “Fechas de radiocarbono 14 para la Prehistoria y Protohistoria de la provincia de Cádiz”. Boletín del Museo de Cádiz, VI. (1993-1994). 43-52.

144

GILES, F., SANTIAGO, A., MATA, E., GUTIÉRREZ, J.Mª. y AGUILERA, L. “Laguna de Medina, cuenca fluvial del Guadalete. Achelense Antiguo en la orla atlántica de Cádiz”. II Congreso Internacional “El Estrecho de Gibraltar”. Ceuta, 1990. 123144. Universidad Nacional de Educación a Distancia. Madrid. 1995. JIMÉNEZ CISNEROS, Mª.J. Historia de Cádiz en la Antigüedad. Excma. Diputación de Cádiz. 1971. LÓPEZ REYES, V. y MARTÍNEZ FERNÁNDEZ, G. “Los conjuntos líticos con útiles sobre canto del Paleolítico medio: El Aculadero”, en J. RODRÍGUEZ VIDAL (Ed.): Cuaternario Ibérico, Huelva. 326-333. AEQUA. Sevilla. 1997. MOSQUERA, M. y CARBONELL, E. “La talla lítica en Atapuerca (Burgos)”. Trabajos de Prehistoria, 49. (1992). 131-154. PERDIGONES MORENO, L., MUÑOZ VICENTE, A., BLANCO JIMÉNEZ, F.J. y RUÍZ FERNÁNDEZ, J.A. “Excavaciones de urgencia en la Base Naval de Rota (Puerto de Santa María, Cádiz). Anuario Arqueológico de Andalucía/1985. III. Actividades de urgencia. (1985). 74-80. QUEROL, Mª.A. y SANTONJA, M. El yacimiento achelense de Pinedo (Toledo). Excavaciones Arqueológicas en España, 106. Madrid. 1979. QUEROL, Mª.A. y SANTONJA, M. El yacimiento de cantos trabajados de El Aculadero (El Puerto de Santa María, Cádiz). Excavaciones Arqueológicas en España, 130. Madrid. 1983. RAMOS, J., GILES, F., GUTIÉRREZ, J.Mª., SANTIAGO, A., BLANES, Mª.C., MATA, E., MOLINA, Mª.I. y VALVERDE, Mª. “Aproximación tecnológica a la transición neolítico-calcolítico. El taller de Cantarranas (El Puerto de Santa María)”. Revista de Historia de El Puerto, 9. (1992) 11-33. RUIZ FERNÁNDEZ, J.A. “Informe excavaciones de urgencia. Pago de Cantarranas-La Viña. El Puerto de Santa María”. Anuario Arqueológico de Andalucía/1986. III. Actividades de urgencia. (1990). 95-100. RUIZ FERNÁNDEZ, J.A. y RUIZ GIL, J.A. “Calcolítico en El Puerto de Santa María”. Revista de Arqueología, 94. (1989). 713. RUIZ GIL, J.A. “Avance del estudio de materiales de la Base Naval de Rota en el Museo de Cádiz”. Anuario Arqueológico de Andalucía/1997. II. Actividades sistemáticas. (2001). 62-66. RUÍZ GIL, J.A. y RUIZ FERNÁNDEZ, J.A. “Excavaciones de urgencia en el Puerto de Santa María, Cádiz”. Revista de Arqueología, 74. (1987). 5-12. RUIZ GIL, J.A. y RUIZ MATA, D. “Cantarranas (El Puerto de Santa María, Cádiz): Un poblado de transición Neolítico Final/ Cobre Inicial”. Actes II Congrés del Neolític a la Península Ibérica. Universitat de Valencia, 7-9 abril, 1999. Sagvntvm Extra, 2. (1999). 223-228. SANTONJA, M. “El Aculadero, hoy”. Raña, 22-23. (1997). I-IV. SANTONJA, M. y QUEROL, Mª.A. “Paleolítico Inferior Arcaico en la Depresión del Guadalquivir”. Trabajos de Paleolítico y Cuaternario. 39-51. Sevilla. 1988. SANTONJA, M. y VILLA, P. “The Lower Paleolithic of Spain and Portugal”. Journal of World Prehistory, 4, 1. (1990). 45-94. VALLESPÍ, E., ESCACENA, J.L. y RAMOS, J. “Un bifaz de La Barrosa, del Achelense Superior o su tradición inmediata, del frente atlántico andaluz”. Cuadernos del Suroeste, 3. (1992). 115-123. VALVERDE LASANTA, Mª. El taller de Cantarranas (El Puerto de Santa María, Cádiz). Un ejemplo para la transición Neolítico/Calcolítico. Universidad de Cádiz. 1993. ZAZO, C., GOY, J.L., DABRIO, C.J., CIVIS, J. y BAENA, J. “Paleogeografía de la desembocadura del Guadalquivir al comienzo del Cuaternario (provincia de Cádiz, España)”. Actas I Reunión del Cuaternario Ibérico. I. 461-472. Lisboa. 1985.

145

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.