Intervención, Conflicto y Multipolaridad en el Golfo Pérsico. De la doctrina Blair al bombardeo de Yemen.

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Intervención, Conflicto y Multipolaridad en el Golfo Pérsico. De la doctrina Blair al bombardeo de Yemen. Key words: Humanitarian Intervention, Multipolarity, Human Rights, Power Balance. Palabras Clave: Intervención Humanitaria, Multipolaridad, Derechos Humanos, Balance de Poder. Nicolás Rodriguez1 Abstract: Entre 1990 y comienzos del siglo XXI el mundo fue testigo de casos de genocidio que se consideraban improbables después de la caída del muro de Berlín. Esto genero un debate en torno a la intervención militar en defensa de los Derechos Humanos. Este articulo trata sobre los efectos de la multipolaridad en el uso de la intervención humanitaria. Between 1990 and early 2000’s the international community witnessed several episodes of genocide (e.g. Rwanda, Bosnia, Kosovo and Darfur). These tragic events originated a debate in the international community, around the issue of intervening in the defense of Human Rights. This article is about the effects of multipolarity in the use of interventions. -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------En Abril de 1999 Tony Blair, primer ministro Británico, dio un discurso en la ciudad de Chicago en el cual se describían los parámetros dentro de los cuales, según la tesis de paz liberal, podía conducirse una intervención en militar en pos de la defensa de los Derechos Humanos. De acuerdo con Blair, el fin de la Guerra Fría, la globalización, la

interdependencia y la

expansión de la democracia, habían traído nuevos desafíos para la paz y la estabilidad mundial. En consecuencia, los Estados Unidos debían liderar la comunidad internacional; una comunidad unida por valores en común, en la defensa de la democracia y los DD. HH. a fin de garantizar la paz y la seguridad en el mundo. En palabras de Blair; “No podemos darle la espalda a los conflictos y a la violación de los Derechos Humanos si todavía queremos estar seguros.” (PBS, 1999)

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Master of Arts in International Affairs; The New School for Public Engagement, Milano School of International Affairs, Management and Urban Policy, New York, USA.

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La paz mundial parecía entonces, ser posible de alcanzar mediante la incorporación de Rusia a los mercados globales, el esparcimiento de los valores democráticos y la defensa de los Derechos Humanos. La idea, era que una comunidad de Estados (G 7), fundada en valores compartidos debía ser garante de la seguridad internacional, la cual dependía del avance de las democracias liberales y de la apertura de los mercados internacionales, en tanto y en cuanto, todo esto traería paz, prosperidad y desarrollo para las naciones en guerra. (PBS, 1999) Esto implicaba que en ciertas ocasiones, como en el caso de Kosovo 2

la comunidad

internacional debía poner coto a los Estados que perseguían a su población o que no podían garantizar su seguridad. Blair, concluiría su discurso afirmando que, “los principios de la comunidad internacional se aplican a la seguridad internacional” mientras que describía los criterios según los cuales, una intervención militar internacional se vuelve procedente. (PBS, 1999) A saber, una intervención solo procede cuando: a) existe la certeza de que existen sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos; b) todas las vías diplomáticas han sido agotadas; c) las consecuencias de la intervención militar no revierten en un daño mayor; d) el fin de la intervención no es la ocupación si no la defensa de la vida de los civiles en conflicto y e) el interés nacional de los Estados intervinientes se encuentra comprometido. (PBS, 1999) El principio de no intervención ha sido uno de los pilares fundamentales del sistema de Estado Westfaliano, sin embargo, la tesis neoliberal propone la vulneración de este principio en casos específicos, y de hecho, desde la intervención en Kosovo la comunidad internacional ha intervenido en casos de genocidio haciendo uso de los principios de Intervención Humanitaria (por ejemplo en Timor Oriental y Darfur). Estos principios fueron invocados siempre en forma Ad Hoc, es decir, en palabras del Presidente Barack Obama, que “se interviene cuando se puede”. En este sentido el caso de Libia (2011), represento un quiebre fundamental en la historia de las intervenciones. Esto es así por dos motivos: en primer lugar; se modifican los fundamentos de la intervención. A los fundamentos tradicionales de intervención (defensa de los DD. HH. y de la población civil), se suma el interés expreso de la OTAN en deshacerse de Gadafi, ya que su régimen era

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Entre Febrero y Junio de 1999 más de 10.000 Albaneses fueron masacrados sistemáticamente y despojados de sus tierras por el Ejército Serbio, en una campaña que incluyo violaciones masivas y el desplazamiento de cerca de 1.500.000 de refugiados hacia Europa y los EE. UU.

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considerado una amenaza global por financiar y alojar células terroristas dentro del territorio Libio3. En segundo lugar, las consecuencias de la intervención en Libia generaron una reacción adversa de parte de ciertos actores internacionales, específicamente, por parte de Rusia y de China. La reticencia de Irán4 por ejemplo, a abandonar su plan nuclear; la férrea oposición de Rusia a la intervención en Siria5 y el golpe de Estado en Mali6, son algunas de las consecuencias directas de la intervención en Libia. No resulta sorprendente entonces, que la Comunidad de Estados del Golfo haya dejado de lado, casi por completo los argumentos tradicionales de intervención humanitaria, y se haya concentrado en cuestiones geopolíticas para justificar el bombardeo de los rebeldes Houthis en Yemen. (Khouri, 2015) Entre los fundamentos de los bombardeos se encuentran; “la necesidad de proteger al pueblo de Yemení de las ambiciones de otras potencias regionales que buscan extender su dominio sobre el país, amenazando así, la seguridad, la paz y la estabilidad en la región.” Asimismo, el comunicado manifiesta que “la presencia de armas pesadas y piezas de artillería en la frontera con Arabia Saudita representan un claro desafío y brega por el cese de las acciones militares de los rebeldes.” (Bahrain News Agency , 2015) Nada más lejos de los argumentos humanitarios que habían servido para intervenir en casos anteriores. De este modo, el caso de Yemen plantea un interrogante: ¿Qué fue lo que cambio desde el discurso de Blair a la fecha, para que los Estados intervinientes dejen de invocar los principios neoliberales de Intervención Humanitaria? Este articulo opera sobre la hipótesis de que la emergencia de un sistema internacional multipolar; el condicionamiento de los EE. UU. por parte de potencias como Rusia y China, y el surgimiento de amenazas globales que se filtran a través de las tradicionales fronteras nacionales, han motivado cambios fundamentales en el modo en que los Estados actúan y por ende sobre los principios que fundamentan una intervención militar. 3

Consecuencia de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York, EE. UU. La intervención en Libia se vio facilitada en parte, por la carencia del régimen de Gadafi de Armas de Destrucción Masiva (MDW). Gadafi abandono la pretensión de contar con armas nucleares en 2003. 5 La intervención en Libia no contó con la aprobación de Rusia, desde entonces Rusia se ha manifestado; en contra de intervenciones que buscan un cambio de régimen y a favor de los principios de soberanía y de no intervención. 6 El régimen de Gadafi proporciono armas a mercenarios Bereberes durante el conflicto de 2011. Se sospecha que estas armas terminaron en posesión de grupos ligados a Al-Qaeda, autores del golpe de Estado en Mali el mismo año. 4

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Entre estos cambios hacia la multipolaridad, se puede mencionar; en primer lugar el ascenso de potencias petroleras regionales en el Golfo Pérsico, (Qatar y Arabia Saudita) las cuales reclaman para sí un grado de autonomía que les permita fijar una agenda propia en materia de defensa. Esto responde en parte a los levantamientos populares en contra de regímenes conservadores (conocidos como la “Primavera Árabe”), la fallida estrategia de los EE. UU. en Irak, la amenaza del Estado Islámico y el inminente acuerdo nuclear entre EE. UU. e Irán. En segundo lugar, el multipolarismo del siglo XXI ha motivado una agudización de la lucha por el poder entre las potencias regionales del Golfo (Irán, Qatar, Turquía y Arabia Saudita), quienes buscan garantizar el balance de poder en la región. Por ejemplo, mientras la administración Iraquí manifiesta su descontento para con las políticas de bombardeo Saudí en Yemen (Jay Solomon and Carol Lee, 2015), las versiones que indican que Irán se encuentra financiando a los rebeldes Yemeníes se vuelven más comunes (Conor Gaffey, 2015 ). Todo parece indicar que el caso de Yemen responde a una lógica similar a la de Siria y estaríamos ante la presencia de una guerra “proxy” (aquellos conflictos instigados por una potencia, la cual se mantiene al margen). Una guerra que sirve a la medición de fuerzas entre potencias regionales mientras que el enfrentamiento se prolonga indefinidamente. Potencias regionales que, por un lado; se han visto empoderadas gracias a la necesidad de los EE. UU. de contar con un aliado capaz de hacer descender los precios del crudo (Arabia Saudita). Por el otro lado, potencias como la República Islámica de Irán, la cual ha logrado gestionar un lugar en la estructura de poder internacional mediante la negociación de su plan nuclear. Se puede afirmar que el caso de Yemen responde a una estrategia de los EE. UU. de delegar en sus aliados regionales la defensa de sus intereses (por ejemplo, Washington ha brindado apoyo a los vuelos militares sobre Yemen). Más aun, dada la fallida estrategia anti terrorista de los EE. UU. en el país, no resultaría difícil que los EE. UU. hayan aprobado tácitamente la intervención. Sin embargo, si se observa el conflicto en Libia, Siria y en Egipto, descubrimos que los estados del golfo apoyan abiertamente a distintas facciones, incluso dentro de Irak, existen grupos antagónicos a los EE. UU. que reciben apoyo desde Arabia Saudita. (Nasrawi, 2006) En el caso de Qatar, por ejemplo, el emirato reconoce públicamente estar apoyando a ciertas facciones en Siria, como el frente Al-Nusra (ligado a Al-Qaeda). En Libia en 2011, mientras Qatar financiaba a grupos islamistas, los Emiratos Árabes Unidos financiaban a las tropas leales a Gadafi 4

(Kirkpatrick, 2014). Al mismo tiempo, ha trascendido públicamente que desde Qatar se financian las acciones de organizaciones como el Estado Islámico en Irak (Boghardt, 2014) Es importante reconocer que el factor Irán, puede servir como coagulante de los gobiernos de la región detrás de una intervención multilateral (como en el caso de Yemen). Aun así es importante reconocer que los estados del Golfo se encuentran en una puja constante a nivel regional por acceder a una posición de poder y muchas veces, aun en contra de los intereses de EE. UU. Si bien el futuro es incierto, es previsible que los EE. UU. se mantengan al margen de las acciones Saudíes en Yemen y se limiten a actuar dentro de foros internacionales como Naciones Unidas (France 24, 2015), ya que de involucrarse, peligrarían sus relaciones estratégicas en la región. Mientras tanto, el conflicto continúa en uno de los países más pobres del mundo (The World Bank, 2015), el cual se debate entre células terroristas de Al-Qaeda, bombardeos de coaliciones extranjeras y revueltas internas.

Referencias Bahrain News Agency . (26 de Marzo de 2015). GCC issues statement on Yemen. Manama, Bahrain. Boghardt, L. P. (Agosto de 2014). Washington Institute. Obtenido de http://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/view/qatar-and-isis-funding-the-u.s.approach Conor Gaffey. (8 de Abril de 2015 ). Newsweek. Obtenido de http://www.newsweek.com/pakistanavoid-yemen-intervention-fear-sectarian-reprisals-320435 France 24. (15 de Abril de 2015). France 24. Obtenido de http://www.france24.com/en/20150414yemen-un-arms-embargo-targeting-houthi-saleh/ Jay Solomon and Carol Lee. (15 de Abril de 2015). Wall Street Journal . Obtenido de http://www.wsj.com/articles/iraqi-prime-minister-warns-yemen-conflict-could-spark-broadersectarian-war-1429118301 Khouri, R. G. (27 de Marzo de 2015). AlJazeera America. Obtenido de http://america.aljazeera.com/opinions/2015/3/saudi-arabias-intervention-in-yemen-endangersregion.html Kirkpatrick, D. (7 de Septiembre de 2014). The New York Times. Obtenido de "Qatar’s Support of Islamists Alienates Allies Near and Far": http://www.nytimes.com/2014/09/08/world/middleeast/qatars-support-of-extremistsalienates-allies-near-and-far.html?_r=0 Nasrawi, S. (8 de Diciembre de 2006). Washington Post. Obtenido de http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/12/07/AR2006120701070.html 5

PBS. (22 de Abril de 1999). www.pbs.org. Obtenido de http://www.pbs.org/newshour/bb/internationaljan-june99-blair_doctrine4-23/ The World Bank. (16 de Abril de 2015). World Data Bank. Obtenido de http://databank.worldbank.org/data/views/reports/tableview.aspx

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