Internet: medio preferido entre los jóvenes en la obtención de información científica

October 8, 2017 | Autor: S. DomÍnguez Guti... | Categoría: The Internet, Ciencia, Medios de Comunicación, Estudiantes Universitarios, Medios Formales Y Ciencia
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Descripción

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Internet: medio preferido entre los jóvenes en la obtención de información científica Silvia Domínguez Gutiérrez1 [email protected] 1

Resumen El objetivo del estudio consistió en identificar a qué medios de comunicación acuden los estudiantes cuando buscan información de tipo científica y a cuáles le tienen mayor confianza. Participaron 234 alumnos de la Universidad de Guadalajara de diferentes carreras quienes contestaron un cuestionario con preguntas de opción múltiple y abiertas, cuyo análisis se hizo a través del establecimiento de frecuencias por medio de la técnica de análisis de contenido tanto para las respuestas cerradas como para las abiertas. Es clara la preferencia de los jóvenes estudiantes hacia Internet tanto en consultas como en la confianza otorgada, aunque la televisión sigue teniendo un lugar especial. Lo anterior en gran parte debido a la vertiginosa evolución de las tecnologías de la información y la comunicación, lo que facilita casi cualquier tipo de búsqueda incluida la científica, la que realizan los jóvenes ya sea por cuestiones meramente académicas o por interés ocasional. Palabras clave: medios de comunicación, búsquedas científicas, estudiantes de pregrado. Abstract Which mass media undergraduate students search for when they are looking for scientific information? What are the most reliable ones? In this study participated 234 students from Universidad de Guadalajara, Mexico, and we found that Internet is the favorite one among television, newspapers, magazines and radio, because it is easier and faster. An open-close questionnaire was used to obtain the information and it was analized through content analysis technic. Although television has still a special place among the general population as a source of information, it seems that Internet is gaining path above all the traditional mass media. In part, this is because dizzying evolution of TIC (communication and information technologies), that facilitates almost any type of searching, including the scientific one. Key words: mass media, scientific searches, undergraduate students.

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Departamento de Estudios de la Comunicación Social (DECS), CUCSH, Universidad de Guadalajara.

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Internet: medio preferido entre los jóvenes en la obtención de información científica Silvia Domínguez Gutiérrez [email protected] 1. Introducción Actualmente los jóvenes, pero principalmente los cursantes de una carrera profesional, utilizan diversos medios para obtener información sobre algún tema que les concierne. De acuerdo a estudios previos2 hemos dado cuenta de que uno de los medios a los que han estado expuesto una inmensa mayoría de personas como niños, jóvenes y adultos, es el llamado “quinto poder” (Delarbre, 1985), es decir, la televisión.3 Este medio continúa siendo hoy día un medio bastante asequible para la mayoría de la población puesto que está en todos lados, incluso dentro de otros medios (como lo sería en Internet). Por otra parte, en algunos programas televisivos se tratan temas relacionados con la ciencia, aunque no en la cantidad y en los tiempos deseables. Con el advenimiento de las nuevas tecnologías, el uso de Internet ha proliferado entre la población en general pero en particular es entre los jóvenes que tiene un enorme auge, y este medio se perfila como el favorito para hacer casi cualquier tipo de búsqueda. Por ello, el presente trabajo consiste en hacer un análisis de los medios que mayormente utilizan los estudiantes de una carrera profesional en la obtención de información científica. Aunque es conocido que la televisión, entre otros medios de comunicación, es una fuente formadora de representaciones sociales de la ciencia y que está a mayor alcance que otras fuentes, interesa conocer con mayor profundidad los otros medios utilizados y la confianza en los mismos. Para tal efecto, hemos partido de ciertas inquietudes para la realización de este trabajo, entre las cuales tenemos: ¿Cuáles son los medios de comunicación más utilizados por los estudiantes de licenciatura del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara para informarse sobre temas científicos? ¿Cuáles son los preferidos y los motivos de estas preferencias? ¿Cuáles de estos son a los que les tienen más confianza y en qué radica dicha confianza? Se establecieron los siguientes objetivos: 1. Analizar las preferencias de los principales medios de comunicación más utilizados por los estudiantes de licenciatura del CUCS en la obtención de información científica, y 2. Dar cuenta de la confianza que se tiene hacia esos medios y los motivos de ello. 2. Televisión, Internet y ciencia En uno de los últimos reportes publicados por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT, 2011) se presentan datos de la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología en México realizada a 2,936 mexicanos mayores de 18 años de la que tomamos datos relacionados con el consumo científico en televisión, en Internet, en radio, en periódicos y revistas, mas nos centraremos en los dos primeros. El 96.4% de las personas entrevistadas ven televisión, en promedio 3 horas al día4, y de ese porcentaje el 42.5% ve programas de ciencia y tecnología; es decir, poco más de un tercio observa programas con algún contenido científico o tecnológico. Pero en sí, el consumo científico en la red es bajo: las búsquedas con temas relacionados con la tecnología (como nuevos desarrollos, su difusión y comercialización) se ubicaban en el sexto lugar, y en el onceavo (de quince) la ciencia, es decir, en los últimos lugares. Hay que hacer notar que el reporte provee información general; no obstante, ofrece un panorama de lo que acontecía en 2009, año en que todavía la televisión seguía siendo la fuente más vista y buscada entre los mexicanos. Márquez y Tirado (2009) realizaron una investigación con 1,808 estudiantes entre 14 y 18 años de edad de la Ciudad de México de 2 Domínguez (2012, 2009a, 2009b, 2007). 3 No es nuestro deseo generalizar a todas las empresas u organismos televisivos; el concepto de “quinto poder” fue asociado específicamente para el Grupo Televisa. No obstante, dada la cobertura e impacto de algunos programas de televisión en las audiencias y el juego político de éstos, creemos que puede extrapolarse -con cierta mesura- a otros grupos o consorcios mexicanos. 4 Estimación propia a partir de la información proporcionada en el informe.

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diferentes escuelas y reportan que el 85.8% considera que la Internet “es una herramienta indispensable en la época actual” y 85.2% cree que es “una verdadera revolución para la vida cotidiana”. Se exploró su aprendizaje sobre ciencia en los diversos espacios (escolarizados, de comunicación social o de entretenimiento) a lo que los adolescentes reportaron que han aprendido más sobre ciencias en la escuela (97.7%), en los museos interactivos de ciencia y tecnología (96.2%), en los libros (92.8%), en Internet (87.3%), en revistas y periódicos (85.6%), y en la televisión (83.4%). Apuntan los autores que llama la atención que Internet se encuentra ligeramente mejor posicionado que la televisión como medio de aprendizaje, aunque paradójicamente más adelante señalan que los estudiantes recuerdan haber visto más temas de ciencia en la TV que en Internet. En el ámbito iberoamericano, Vogt, Morales, Righetti y Caldas (2011) informan que se entrevistaron a 8,832 jóvenes de Asunción, Bogotá, Buenos Aires, Lima, Madrid, Montevideo, Santiago y São Paulo y acuerdan que es poco el consumo de los jóvenes en temas de ciencia y tecnología, ya que sus respuestas coincidían con las opciones “nunca” o “casi nunca”. Los jóvenes refirieron que cuando se tenía que acudir a ciertos medios la televisión fue señalada como la principal fuente para informarse sobre temas de ciencia y tecnología, aunque la mayoría de los jóvenes de Buenos Aires y los de Madrid refirieron que nunca o casi nunca ven programas de ciencia y tecnología en televisión, en contraste con los de Bogotá quienes señalaron que siempre y casi siempre utilizan a la televisión para tal fin. Como segundo medio consultado se citó a Internet, y es entre los chicos de Asunción y Bogotá que obtienen más información sobre ciencia en la red. En Estados Unidos de América se han realizado con mayor frecuencia este tipo de estudios. Por ejemplo, Horrigan (2006), en una investigación realizada en asociación con el Pew Internet & American Life Project y el Exploratorium (museo de ciencia localizado en San Francisco, California), trató de dar respuesta a varios cuestionamientos, entre ellos la ubicación de Internet con relación al conocimiento de las personas en temas de ciencia, en comparación con otras fuentes utilizadas y la posible conexión en la obtención de información científica en la red y las actitudes acerca de la ciencia y de la investigación científica. Para ello, se hicieron entrevistas telefónicas a 2 mil personas mayores de 18 años y se les preguntó acerca de cuál era la fuente principal utilizada para informarse en temas científicos: el 41% citó a la televisión, el 20% a Internet, el 14% a las revistas, el 14% a los periódicos, el 4% a la radio, y el resto porcentual mencionó otras fuentes. El panorama cambia cuando el análisis se centra en la población menor a los 30 años, ya que el 36% del grupo de entre 18-29 años de edad señaló que obtiene más información científica e información de tipo general de la televisión, seguido de un 34% que citó a Internet; estas dos últimas cifras revelan que básicamente no hay diferencia, esto es, la televisión pierde popularidad entre este grupo etario, incluso, Internet es la primera fuente a la que se recurre cuando se necesita información sobre un tema específico, y las bibliotecas son la segunda opción en lugar de la televisión. Más ¿qué buscan en Internet estos jóvenes cuando se trata de ciencia? El 70% averigua el significado de algún término científico, el 68% busca la respuesta a una pregunta sobre un concepto o teoría científica, el 65% indaga acerca de algún descubrimiento científico. Además, el 55% usa la Internet para completar tareas escolares, el 52% lo hace para checar cierto hecho científico o dato estadístico, el 43% de los cibernautas usan la red para “bajar” datos científicos, gráficos o tablas, y otros tantos (37%) para comparar diferentes teorías científicas. Con respecto a la relación entre búsquedas científicas y conocimientos y actitudes hacia ésta por parte de los estadounidenses, Horrigan (2006) refiere que existe tal conexión, ya que la gente que indicó haber buscado información científica en línea, es la que tiene niveles más altos de conocimientos y entendimientos de la ciencia. De hecho, añade el autor, de acuerdo a los perfiles demográficos de la muestra, las personas que utilizaron Internet para sus búsquedas científicas así como información de tipo general, tendían a ser más jóvenes y con mayor grado de escolaridad, mientras que los que confiaron en la televisión tendieron a ser más grandes de edad y con menor nivel educativo. En 2009 Ibope Zogby International llevó a cabo una encuesta a 3,030 estadounidenses residentes de diversas ciudades de Estados Unidos de Norteamérica para conocer a través de qué medios se informa la gente. En el breve reporte se da cuenta de que el 56% manifestó que si tuviera que escoger una sola fuente de información, elegiría Internet, mientras que un 21% preferiría la televisión;

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los periódicos y la radio serían la opción de un 10% de los encuestados. La red también fue preferida por el 40% como la fuente de noticias más confiable, mientras que apenas el 17 % dijo confiar en la televisión, el 16 % en los periódicos, el 13 % en la radio y el 14% restante mencionó no estar seguro. Ante la pregunta de cómo veían el futuro, un gran número de personas (el 82%) dijo que Internet iba a convertirse en la principal fuente de información en los siguientes cinco años, aunque un 13% mantuvo que sería la televisión y un 0.5% se inclinó por los periódicos. Esto es, el estudio posiciona a la Internet en una situación privilegiada en cuanto a la búsqueda de información y refleja un aumento considerable de la credibilidad en la misma. En un reciente informe de la National Science Foundation, -NSF- (2012) se refiere que el ambiente de los medios ha estado cambiando en la última década; no obstante que una pluralidad de norteamericanos coincidan todavía en que la televisión es su fuente principal en la obtención de noticias sobre temas presentes, pocos mencionaron que esta fuente sea confiable en la obtención de información científica y tecnológica, siendo para una gran mayoría la Internet su fuente principal. En el gráfico 1 se observan los cambios ocurridos en la primera década de este siglo con relación a las fuentes de donde la población estadounidense obtenía mayor información sobre los acontecimientos presentes (current news). Gráfico 1. Fuentes primarias en la obtención de información de temas de actualidad (porcentajes)

Fuente: NSF, 2012.

Contrastando el año 2001 con el 2010, vemos por un lado el decline porcentual de la televisión y de los periódicos, y por el otro lado el aumento de la Internet en el consumo de noticias. Para el 45% de los encuestados todavía es la televisión el medio favorito, no obstante esté perdiendo popularidad, puesto que el 24% de los que prefieren la red la ubican como el medio más confiable, en comparación con el 2001 en que apenas un 8% acudía a ésta. Es de notar que los periódicos impresos también están perdiendo lectores: 16%, en contraste con el 29% del 20015. En el gráfico 2 apreciamos a qué medio acuden las personas encuestadas cuando tratan de obtener información ya no general sino sobre ciencia y tecnología a grandes rasgos. 5 Menciona el reporte que muchos de estos lectores han cambiado la vía para leer el periódico, es decir, en lugar de leer el periódico en su forma impresa, lo leen en línea, lo que ha dificultado, hasta cierto punto, hacer un conteo más conciso sobre este medio en particular, aunque es innegable que hay una baja en las respuestas para este medio.

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Gráfico 2. Fuentes primarias en la obtención de información detemas sobre ciencia y tecnología (porcentajes)

Fuente: NSF, 2012.

Observamos que la red (35%) está posicionada por arriba de la televisión (34%) por un punto porcentual cuando se trata de hacer búsquedas sobre ciencia y tecnología -aunque en términos generales-, en comparación con el año 2008, año en que un 29% acudía a Internet, mientras que un 39% de los estadounidenses confiaban más en la televisión. Vemos que poco a poco la tendencia se está revirtiendo, en parte por el aumento de las computadoras en casa, trabajo y escuela, y el acceso a Internet en los mismos lugares, además del abanico de portales web y de opciones que se encuentran en la red (cuando se sabe buscarlas). Las diferencias son más notorias cuando se busca información muy concreta y específica, como se muestra en el gráfico 3. Gráfico 3. Fuentes primarias en la obtención de información específica en temas científicos (porcentajes)

Fuente: NSF, 2012.

El panorama cambia por completo cuando se busca un aspecto específico dentro del campo de la ciencia. Por ejemplo, ante la

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pregunta “Si usted quiere conocer un aspecto específico acerca del calentamiento global o sobre la biotecnología, ¿de dónde obtendría la información?” El 59% de los informantes citaron a Internet, un poco por arriba del 55% de los que habían respondido lo mismo en el 2008. Contrariamente, vemos que la televisión en lugar de subir su rating para este tipo de búsquedas, baja en el 2010 con apenas un 15% de respuestas, lo que la ubica en un segundo lugar muy distante del primero. Curiosamente, los periódicos impresos como medio de búsqueda de información sobre algún tema específico en ciencia, prácticamente se ha mantenido sin cambios desde 2001 a 2010, aunque se observe que, por ejemplo para el 2006, tuvo un ligero aumento de lectores interesados en estos temas. En términos generales, concluye el informe, el uso y confianza en la Internet en la búsqueda de noticias e información incluyendo la de ciencia y tecnología, es mayor entre los jóvenes y se incrementa de acuerdo al nivel educativo y al ingreso económico, a diferencia de los adultos que buscan y confían más en la televisión. Finalmente, según datos de la encuesta del Pew Research Center (2011b) Internet en la actualidad ha sobrepasado a la televisión como la fuente primaria en noticias nacionales e internacionales entre los jóvenes (ver gráfico 4), y confirma que no hay razón para esperar que las nuevas generaciones de jóvenes que han crecido creyendo más en la red, cambien al medio tradicional (la televisión) cuando envejezcan. Gráfico 4. Comparación entre las principales fuentes de noticias a lasque acuden los jóvenes y los adultos

A. Jóvenes de 18-29 años



B. Adultos de 65 años y más

Fuente: Pew Research Center, 2011b.

Esto es, la primera opción para los jóvenes como fuente de noticias en el 2010 es Internet, a diferencia de los adultos mayores que prefieren la televisión, aunque el rating de ésta se encuentre a la baja con el paso de los años en ambos grupos etarios, en contraste con la red que se está perfilando poco a poco como uno de los medios preferidos. ¿Es el fin de la televisión? En el siguiente apartado mostramos algunos argumentos en torno a este interesante cuestionamiento que ha dado pie a varias discusiones. Aunque nuestro tema no gire en torno a la reflexión de estos dos medios per se, los análisis que muestran los investigadores expertos sobre el tema, tocan en cierta forma al objeto de estudio en cuestión.

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3. Aproximación teórica. ¿Fin de la TV? Carlón (2009) hace un acucioso análisis sobre el augurio que diversos investigadores, principalmente Umberto Eco y Eliseo Verón (cada uno con su propia explicación y marco conceptual de por medio), hacen sobre la consumación de la televisión. Más él proclama (p. 160): “Pero ¿a qué se refieren? ¿Acaso no ven la importancia que la televisión posee aún en nuestra globalizada vida social y, aún más, en cada cultura local?” Expresa que está de acuerdo en que probablemente haya comenzado el fin de la televisión como medio, pero no como lenguaje y dispositivo. Como medio, se refiere a un conjunto de factores que, por ejemplo, inician con el cambio tecnológico que está modificando la oferta y el acceso mediático a los discursos televisivos. Se palpa lo anterior en una declaración de Vinton Cerf (Clarín.com, 2007), uno de los inventores de Internet, cuando señaló que la televisión va a seguir necesitándose para ciertas cosas (como las noticias, los acontecimientos deportivos y las emergencias), pero “será cada vez más como con el iPod, en el que puede descargarse el contenido para verlo más tarde”. Cerf pronosticaba entonces que la mayoría muy pronto vería la televisión a través de Internet, lo que podría significar el fin de la televisión tradicional en favor de nuevos servicios interactivos. Independientemente de los paradigmas que cada uno enarbola, Eco (1983), Casetti y Odin (1990, en Carlón, 2009), Piscitelli (1995), Verón (2008) y Carlón (2009) refieren6 las etapas por la que ha atravesado la televisión (Paleo-TV, Neo-TV y Meta-TV7), dando cuenta de las características de cada una de estas etapas y cómo se percibe el anunciado “fin de la televisión”. De manera breve, la Paleo-TV (la etapa inicial) se caracterizó por tener un contrato didáctico, pedagógico, basado en un modelo de educación cultural y popular y se dirigía a un publico masivo a través de una programación clara (separación entre ficción, deportes, programas culturales, de entretenimiento -sin mezcla de géneros-) que convocaba a públicos específicos (para niños, jóvenes, ancianos, por ejemplo). La Neo-TV deja de ser transparente y se centra en sí misma, con un claro abandono pedagógico.8 Al respecto, Casetti y Odín (1990, en Carlón, 2009; p. 168) acotan: ...los géneros se mezclan, se pierde la interpelación de cada programa a un destinatario claramente delimitado para dirigirse genéricamente a “la familia”, se imponen la coloquialidad, los talk shows, los programas ómnibus y empieza a tener efectos la retórica más vertiginosa y fragmentada de los video clips. Siguiendo el diagnóstico de Verón (2008), Carlón (2009) menciona que se ha entrado a una nueva etapa, la Meta-TV, por tres razones: 1. La televisión ha dejado de centrarse en sí misma y el espectador ocupa un lugar central. 2. Se está llegando a una crisis definitiva de la programación (aunque esto lo anuncia más como predicción que como hecho), y 3. Se vive el momento de máxima divergencia entre oferta y demanda, esto es, el verdadero fin de la televisión como medio de masas. Pero como dice más adelante, este relato televisivo muere como medio de masas, pero no muere el directo como lenguaje y dispositivo, ni como tampoco muere el sujeto espectador. Culmina: Sólo desde una posición meta que se construye desde afuera de la programación puede hacerse Meta TV del modo en que programas como Perdona Nuestros Pecados y Televisión Registrada9 que toman como objeto a la programación en su conjunto lo hacen. La pregunta que la Meta TV nos obliga a hacer, en este sentido, es semejante a la que a Verón le producen los realities: ¿Y ahora qué sigue? ¿Se puede hacer televisión después de la Meta TV? (Carlón, 2009, p.184). 6 Todos ellos, a su vez, parten de la publicación de Umberto Eco en 1983 (TV: la transparencia perdida) que tuvo una gran influencia en los estudios semióticos. 7 Esta última la agrega Carlón (2009), a partir de un diagnóstico que hace Eliseo Verón (2008). 8 Esta periodización (Paleo-TV y Neo-TV), de acuerdo a Carlón (2009) está bastante consensuada en los estudios semióticos a nivel internacional. El autor agrega que algo similar sucedió primero en Estados Unidos en la televisión privada y luego en Europa, y un desarrollo semejante sucedió en América Latina. 9 Se refiere a programas de televisión en Argentina.

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A partir de la exposición de esta breve cavilación, asumimos una conjetura relacionada con nuestro tema: si la Paleo-TV ofrecía mayor oferta pedagógica, por lo mismo se puede pensar que se prestaba más atención a las cuestiones científicas tanto de parte de los telespectadores como de los programadores, pero además no había emergido Internet; y si vemos que la Neo-TV minimiza esa parte pedagógica y se centra en sí misma, entonces los televidentes buscan otras fuentes más creíbles, y si a eso le sumamos la existencia de la red, completamos el cuadro. Más al igual que Carlón y Verón, no creemos que haya llegado el fin de la televisión, aunque sí del formato actual, y lo más probable es que estaremos haciendo uso de la televisión en maneras distintas, con objetivos diferentes y con actitudes también diversas. 4. Métodología En este trabajo solo damos cuenta de una parte de un estudio más extenso, por lo que nos reduciremos a los objetivos enunciados al inicio del presente trabajo. Participantes. En la investigación colaboraron 234 estudiantes de las seis carreras que componen al Centro Universitario de Ciencias de la Salud de la Universidad de Guadalajara, estudio que se llevó a cabo entre los años 2009 y 2010; los alumnos fueron seleccionados al azar, correspondiendo a 39 alumnos por carrera. Son jóvenes de entre 18 y 22 años de edad, estudiantes regulares de educación superior, de clase media –baja y alta-; la mayoría se dedica únicamente a sus estudios profesionales y una cuarta parte divide su tiempo entre trabajar y estudiar. Hasta este momento no distinguimos los resultados por la carrera de adscripción de los estudiantes ni por grado, sino que presentamos los hallazgos de manera general. Estategias en la producción de información. El estudio abarcó diversas formas en la obtención y producción de información, pero particularmente para el tema que nos atañe, utilizamos la sección “La ciencia y los medios de comunicación” (Domínguez, 2012) de un cuestionario compuesto por otros apartados; todas ellos implican preguntas de opciones múltiples y preguntas abiertas. En esta sección se incluyeron 27 preguntas, siendo algunas de éstas: “Cuando te informas sobre cuestiones científicas ¿por qué lo haces?, “De los siguientes medios, señala 5 a los cuales recurres con mayor frecuencia para obtener información científica”, “De las siguientes opciones de programas de televisión ¿en cuáles de ellos pones más atención en temas relacionados con la ciencia?”, “Si utilizas la Internet ¿por cuánto tiempo DIARIO te conectas?”, “¿Qué es lo más haces cuando estás en Internet?”, “En ese tiempo que estás en Internet, ¿buscas información de corte científica?”, etc., etc., preguntas de las que retomamos sólo las más relevantes para el presente trabajo. Análisis. A través de un análisis de contenido, la información proporcionada por los alumnos fue codificada y transladada a hojas Excel para el establecimiento de las frecuencias. Una vez efectuado lo anterior, se procedió a hacer tablas y gráficos con la intención de analizar de manera triangulada las preferencias y los medios en quienes más confían los informantes cuando se trata de buscar temas científicos. 5. Resultados Iniciamos con las respuestas a la pregunta acerca de a cuáles medios de comunicación acudían los estudiantes para obtener información científica. Se les indicó a los alumnos que eligieran de entre diversos medios, a cuáles acudían en primer lugar, a cuáles en segundo y así hasta llegar hasta la quinta elección; presentamos solo las tres primeras opciones por ser las más representativas. Observamos en el Gráfico 5 que dentro de la primera opción de búsqueda de información científica, los medios de comunicación (sean interactivos -como Internet- o no) a los que más acuden los estudiantes participantes son Internet, televisión, radio y revistas. Es notoria la diferencia entre Internet y los otros medios, lo que lo hace el medio favorito (45%), puesto que casi la mitad de los estudiantes prefieren la red para hacer búsquedas específicas relacionadas con la ciencia.

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Gráfico 5. Primera opción para informarse sobre temas científicos10





Fuente: Elaboración propia.

Las razones de esto, para un gran número de alumnos, es que la Internet es una opción rápida, no costosa y de fácil acceso para hacer búsquedas de cualquier índole. Como uno de ellos apuntó: “Es que la tienes a la mano y es más fácil encontrar lo que andas buscando, ya sea para tareas o por simple curiosidad”. Una alumna señala: “Todos los chavos estamos muy acostumbrados a usar Internet para todo, por lo menos yo sí, pero además uno encuentra lo que busca porque allí está todo o casi todo, para mí es súper indispensable”. Otro dice: “En la casa muchas veces no tienes los libros con la información que quieres o te piden, y pues en Internet ahorras mucho tiempo y dinero porque hay unos libros muy caros...aunque la verdad, en los libros encuentras más de todo, con más detalle, pero pues uno no puede tener en la casa todos los libros, ni siquiera en la biblioteca los tienen”. Por otra parte, el 95% señaló tener acceso a la red en el hogar11, por lo que para este grupo en particular de alumnos acceder a la red no constituye ningún problema. De hecho, en el siguiente gráfico se observa el tiempo que pasan en la red. Gráfico 5.1 Tiempo diario frente a Internet



Fuente: Elaboración propia.

10 Los porcentajes no suman el cien por ciento debido a que en esas opciones también estaban incluidas otras fuentes como los profesores, los amigos, algún miembro de la familia, etc. No los agregamos en el presente trabajo porque se quiso enfatizar únicamente en los medios de comunicación. 11 Este grupo de informantes es privilegiado, puesto que en Jalisco no todos los hogares tienen acceso a Internet.

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Si sumamos las respuestas en porcentajes de los que dicen estar conectados en Internet entre tres horas, cuatro horas y más de cuatro horas, tenemos un total de 58.12%, significa que más de la mitad de los jóvenes estudiantes pasan una buena cantidad de tiempo en la red. De ese tiempo invertido en Internet, el mayor período lo dedican en hacer búsquedas para la elaboración de tareas, chatear, estar en alguna red social (facebook fue la más nombrada) y revisar su correo electrónico, no obstante esto último lo hacen de manera menos frecuente que las actividades anteriores. Las páginas web o portales más recordadas y visitadas por los alumnos para la realización de las tareas o consultas científicas en general son google, wikipedia, pubmed, biblioteca virtual de la Universidad de Guadalajara, monografías.com y scielo, entre otras, en ese orden de preferencia. Poco más de la mitad (123 de 234) escribieron las páginas o portales que recuerdan haber visitado cuando hacen búsquedas científicas, en contraste con 111 que no contestaron a la pregunta, cuestión que nos parece sintomática, ya que están en a red por varias horas. Dicha información podría parecer irrelevante, pero proporcionan elementos para inferir que en muchas de las ocasiones que se navega en la red no se presta la atención suficiente a los portales o páginas web que se está visitando; quizá sea por la facilidad con que se puede navegar de una página a otra y en este trayecto se llega por casualidad a cierto portal. De hecho, Horrigan (2006) refiere que el 65% de los cibernautas se encontraron con páginas con información científica cuando en realidad tenían otro propósito al conectarse en Internet. Es importante tener presente que nuestros informantes pertenecen a un grupo estudiantil, con necesidades particulares en el consumo de medios, por lo que es fácil entender que la red sea la principal fuente de consulta para las búsquedas científicas por las razones enunciadas por algunos de ellos y con las que el resto comulga. En este sentido, se confirman las tendencias tanto nacionales como internacionales con respecto al uso de este medio por los jóvenes para este tipo de consultas específicas. Más aún, el informe de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI, 2013) corrobora nuestros datos y las tendencias generales: durante el 2013 el tiempo diario de conexión a la red por parte del internauta mexicano fue de 5 horas y 1 minuto, siendo las principales actividades online el enviar/recibir mails (87%), hacer búsquedas para obtener información (84%), acceder a redes sociales (82%, facebook es la que más miembros tiene de acuerdo al informe de la AMIPCI 2012), y enviar/recibir mensajes instantáneos. Jalisco (estado en que radican nuestros informantes) está ubicado como la tercera entidad federativa con mayor número de cibernautas, 3 de cada 10 hogares cuentan con computadora, de las que 76% poseen conexión a Internet (AMIPCI, 2012). Con respecto a la televisión, no es de extrañar que siga siendo una fuente de consulta importante, puesto que para casi una una sexta parte -17.8%- de nuestros estudintes lo es, no obstante haya una buena distancia con la red -más de 20 puntos porcentuales-. La televisión ha sido reconocida como formadora de representaciones sociales de la ciencia en niños desde muy temprana edad; ciertas caricaturas y algunas películas muestran figuras estereotipadas del científico y esas imágenes son perpetuadas hasta la edad adulta. Sabemos que hay televisores en casa, trabajo, escuela, lugares de entretenimiento, etc., por lo que está casi en todos lados. Aún así, la diferencia radica en los programas que se vean. De hecho, aproximadamente un 35% de hogares mexicanos tienen algún tipo de “televisión de paga” (cablevisión -megacable, telecable-, sky, dish) que ofrecen mayor número de canales en donde se pueden apreciar programas de divulgación científica (los de tipo “discovery”, que podríamos considerar como canales temáticos), a diferencia de los canales abiertos en los cuales las opciones son más restringidas y de menor calidad en la programación, no obstante haya excepciones (Canal 11 y 22, a nivel nacional, y Canal 44 y C7 Jalisco en el local). Estos jóvenes estudiantes, en particular, señalaron que ven muy poca televisión, pues el trabajo o las tareas no les permiten estar atentos a programas que les gustaría ver, por lo que la gran mayoría (83%) dijo verla ocasionalmente; es entendible que señalen lo anterior, ya que gran parte de su “tiempo libre” están conectados a Internet. Regresando al Gráfico 5, vemos que le siguen en opciones la radio y las revistas, ambas en el tercer lugar, aunque con buena diferencia entre la televisión, y no se diga de la Internet. Lo anterior representa que la mayoría de los estudiantes prefiere informarse sobre temas científicos a través de Internet y la televisión, y muy pocos lo hacen a través de la radio y las revistas. Un 67% dijo escuchar la radio, pero de esta gran mayoría que escucha la radio, pocos oyen noticieros (aunque esto no necesariamente implique que escuchen dentro de las noticias algo que implique a la ciencia o la tecnología en términos generales) o programas especiales con algún contenido científico, es decir, apenas el 3.6% dice hacerlo. Y lo mismo sucede con las revistas que detallamos más adelante. Este esquema casi se

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repite para la segunda opción pormenorizada en el Gráfico 6. Gráfico 6. Segunda opción para informarse sobre temas científicos



Fuente: Elaboración propia.

Seguimos notando que continúan como punteros la red y la televisión como medios principales en la obtención de información científica, pero enfoquémonos ahora en las revistas. El papel de las revistas es mayor como segunda opción (no obstante lejana a la red y la televisión), ya que un 8.9% las prefiere por sobre los periódicos y la radio, aspecto revelador ya que en otra parte del cuestionario el 55.98% dijo que sí leían revistas científicas. No obstante, para muchos de estos alumnos las revistas que ellos catalogan como científicas son principalmente de divulgación científica como Muy interesante, Quo, National Geographic, y sólo apenas el 0.2% citó revistas propiamente científicas como el “Journal of American Clinical Nutrition”, “Nature” y la “Revista de Salud Pública de México”; el resto no se acordó de los nombres de las revistas, no contestó o citó otras como “Reader’s Digest”, “Proceso”, etc. Esto es un indicador sobre la escasa formación e información en la distinción entre las revistas científicas propiamente, de aquellas que divulgan la ciencia y sus innovaciones, o de otras que apenas hacen alguna mención al respecto. Por otra parte, la Encuesta Nacional de Lectura (2006) muestra que el 39.9% de las personas de diferentes partes de México, Jalisco incluido, dijo leer revistas pero en las que predominan las de tipo espectáculos (39.9%), femeninas (moda, decoración, cocina: el 34.6%), de música (21.1%), de información televisiva (21%), deportes (19.6%), de cultura/arte/literatura (16.1%), etc., y sólo el 11.4% dijo leer revistas científicas. Esto es, nuestros estudiantes en comparación con los datos de la encuesta, leen más revistas “según ellos” científicas, pero como señalamos, las revistas que consideran científicas son más bien de divulgación científica. Por otro lado, es de hacer notar la inclusión de los periódicos dentro de esta segunda opción (aunque sea en cuarto lugar) aunque no muchos de los estudiantes prefieran este medio, ya que del total apenas un 3.6% señaló hacer búsquedas en la prensa escrita. Cabe señalar que muy pocos leen los periódicos, puesto que al preguntárseles que con qué frecuencia los leían, el 5.98% dijo leer el periódico todos los días, el 18.08% lo hace de 2 a 3 veces por semana, el 24.05% una vez por semana, el 25.50% menos de una vez por semana y el 26.39% nunca lee el periódico como se muestra en el Gráfico 6.1.

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Gráfico 6.1. Frecuencia con que leen los periódicos los estudiantes informantes

Se observa que los porcentajes aumentan a medida que aumenta la distancia por día/semana, es decir, muy pocos leen el periódico todos los días y más de la mitad lee el periódico menos de una vez por semana (lo que puede significar también una vez cada quince días, o una vez al mes, u ocasionalmente), o nunca. De los 234 estudiantes informantes, sólo 3 dijeron leer el periódico en Internet, lo que también confirma la poca o nula referencia de este medio (prensa) dentro de otro (Internet). El hallazgo difiere de lo encontrado en las investigaciones citadas anteriormente (Horrigan, 2006; Ibope Zogby International, 2009; Pew Research Center Survey, 2011b; National Science Foundation, 2012), ya que de acuerdo a estos estudios parece que la población anglosajona encuestada12 lee el periódico con mayor frecuencia que nuestros estudiantes. Incluso los datos reportados por la Encuesta Nacional de Lectura (2006), en la que se encuestaron a 4 mil 057 personas, el 42% indicó leer el periódico, lo que contrasta con datos reportados por Sánchez-Ruiz (1994) en que alrededor de ese tiempo el 52.7% dijo leer periódicos. Al parecer, nuestros estudiantes informantes se alejan considerablemente de las cifras citadas, quizá porque ahora su lectura se vuelca a lo que aparece en Internet. Como tercera opción, los alumnos acuden más a las revistas como apreciamos en el Gráfico 7, aunque la tendencia sigue más o menos el mismo rumbo, es decir, le siguen por orden descendente Internet, los periódicos, la televisión y la radio. Gráfico 7. Tercera opción para informarse sobre temas científicos

12

Fuente: Elaboración propia.

Ver, por ejemplo, el Gráfico 4.

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No obstante que las revistas sean las punteras como tercera opción, observamos que Internet se encuentra dentro de los primeros lugares en cualquiera de las tres opciones, lo que es diferente para la televisión que se ubica en el cuarto lugar en esta opción en particular, aunque percibimos que las distancias entre cada uno de estos medios son más o menos simétricas, con excepción de la radio. Con respecto a la radio advertimos que está presente en las tres opciones, aunque sea en el último lugar pero aún así es considerado por los alumno. De éstos, un 66.24% dijo escuchar la radio, lo cual es significativo porque más de la mitad todavía utiliza este medio y como ellos mismos comentaron “aunque sólo para escuchar música”, mientras realizan otras actividades. Por otra parte, el 32.05% señaló que no escucha radio y el 1.71% de los estudiantes no contestó. De ese 66.24% que dijo oír la radio, la mayor parte (el 78.21%) no escucha ningún programa en que se aluda a la ciencia; esto implica que más de tres cuartas partes de los radioescuchas informantes no atienden a ningún programa con contenido científico. Menos de una tercera parte de los estudiantes que contestaron que sí escuchan información científica (21.79%), casi ninguno recuerda el nombre del programa o la estación (“mi mamá lo escucha, pero no recuerdo cómo se llama el programa”, “algo así como el tlacuache”, “no se la estación”, “no me acuerdo”), incluso, citaron programas en los que se dan consejos para solucionar algún problema de salud o aspectos psicológicos -relaciones familiares, sexuales, sentimentales-, etc., o en los que abordan alguna problemática nacional o local, por ejemplo “Qué tal Fernanda”, “Radio Metrópoli”, “Radio Gallito”, “Adela Micha” o “Hechos, de Radio Universidad de Guadalajara”. Sólo uno mencionó el programa “Domingo en la ciencia” que lo transmiten por la frecuencia 93.9. Contrastando la información anterior con el reporte de la Pew Research Center Survey (2011b), percibimos que nuestros estudiantes escuchan la radio, pero no para enterarse de cuestiones en ciencia y tecnología o para oír los noticieros, a diferencia de los estadounidenses, que aunque no aparecen los porcentajes tan altos como el de nuestros informantes (ver Gráfico 4), parece que estos jóvenes acuden a las radio-noticias con mayor frecuencia que los nuestros. Pasando a otro de los objetivos de la investigación, analizamos la confianza que les tienen los estudiantes a estos medios de comunicación en la obtención de información científica. Lo apreciamos en el siguiente gráfico. Gráfico 8. ¿A qué medio de comunicación le tienes mayor confianzacuando buscas información de tipo científica?



Fuente: Elaboración propia. Nota: Por el redondeo, la suma total no da el cien por ciento.

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Resalta que los alumnos cuando se trata de obtener información científica confían más en la Internet que cualquier otro medio de comunicación. En parte esperábamos dichos resultados por el auge que ha tenido la red, además de ser un medio rápido y de fácil acceso ya sea en casa, en los cibercafés, o en cualquier otra parte, aunque no toda la información que circula en la web es confiable. Es notorio, por otra parte, que tanto la televisión como los periódicos y las revistas obtuvieran el mismo porcentaje (16.66%)13, aunque es importante destacar la poca confianza que le tienen los estudiantes a las revistas científicas, que no obstante no son las más buscadas, sí son de las primeras opciones de consulta y están al alcance en las bibliotecas de las universidades. Más como dimos cuenta, sólo una mínima parte del estudiantado conoce las características de una revista científica y quizá por ello la desconfianza hacia el resto de las revistas. En este caso, la desconfianza se debe más al desconocimiento de cuáles son las revistas de corte científico, que a la certeza que les puedan provocar éstas. Algo parecido sucede con la televisión. A pesar de que varios de los estudiantes prefieren los programas de los canales temáticos (los de tipo “discovery” o national geographic que ofrecen más bien documentales en diferentes áreas), los muchachos los ven pero como programas alternativos, no tanto para hacer búsquedas científicas, y menos en este nivel de educación superior. Sostenemos que la poca confianza que la televisión les merece a los estudiantes es referida a los noticieros principalmente.14 Para finalizar, presentamos la más reciente encuesta de Consulta Mitofsky (2011) que da a conocer el perfil del usuario mexicano de redes sociales en Internet; en ésta se describe que los cibernautas de facebook, principalmente jóvenes de entre 18 a 29 años de edad, a quien más confianza le tienen -de una lista de 15 opciones- son a las universidades (12.9%) colocadas en la primera posición, en quinto lugar se encuentran los medios de comunicación (5.7%) y en último lugar los diputados (1.1%). Aunque el reporte ofrece información en general, destaca la similitud con nuestros informantes sobre la confianza en los medios de comunicación. Con relación a Internet, cabe señalar que tanto nuestros informantes como los ciudadanos estadounidenses encuestados, confían más en Internet para este tipo de búsquedas específicas, que en la televisión. Si bien estas comparaciones entre los mismos medios parezcan de rivalidad, en realidad no lo son, pues como dijera Castells (2009) son dos medios diferentes ya que no se “ve” a la Internet como se “ve” a la televisión, aunque la primera haya transformado a la segunda. Y si particularizamos con las búsquedas de tipo científicas, es Internet la que lleva la delantera cuando de medios de comunicación se trata. 6. Conclusiones Este estudio es un ejemplo sobre los gustos o preferencias en particular de un grupo de alumnos universitarios del área de la salud, cuando buscan información de tipo científica. A todas luces vemos que con el advenimiento de las TIC (tecnologías de la información y la comunicación), la Internet ha ganado terreno y fácilmente desbanca a los otros medios de comunicación. No significa lo anterior la desaparición de los mismos, por lo menos no a corto plazo, pero sí hay que acotar que el hecho de que cada vez más el uso de la Internet está expandiéndose rápidamente sobre todo entre la población jóven, podría hacer pensar en el rediseño de los otros medios (que de hecho ya lo están haciendo, específicamente con su inclusión en la red precisamente). Es de hacer notar que la televisión, todavía el medio más popular –aunque no en la obtención de información científica- sigue también teniendo un lugar preponderante, pero como dijera Carlón (2009), probablemente haya comenzado el fin de la televisión como medio, pero no como lenguaje y dispositivo. Por otra parte, hay que enfatizar que nuestros resultados guardan ciertas semejanzas con estudios realizados en diferentes partes del mundo, incluyendo algunas investigaciones a nivel nacional, de lo que podemos colegir que se guardan similitudes globales posiblemente impuestas por las políticas económicas empoderadas a través de las tecnologías (Internet, en este caso) de fondo muy productivas -para algunos- que hace que converjamos en tendencias simultáneas, no obstante desiguales (Sánchez-Ruiz, 2005; Castells, 2009). De 13 Incluso, el mismo porcentaje de estudiantes dijo no confiar en ninguno de estos medios. En otro artículo (Domínguez, 2014) ampliamos las preferencias en este tipo de búsquedas con otros medios como los formales, en que los profesores rebasan por mucho a los medios de comunicación. 14 Recordemos las marchas de protesta de una gran cantidad de jóvenes estudiantes de diferentes universidades que sucedieron en el mes de mayo de 2012, con respecto a la propaganda electoral en pro del candidato del PRI a la presidencia de México emitida en uno de los noticieros de mayor rating del Consorcio Televisa. Entre sus reclamos sobresalieron la manipulación mediática en pro de este candidato y con esto se resaltó la poca credibilidad de los jóvenes hacia este noticiero, naciendo así el movimiento Yo Soy 132.

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igual manera, también coincidimos en que la búsqueda de información científica en estos medios de comunicación es poca (a menos que se tenga que hacer para cumplir una tarea, pero casi de manera obligada), puesto que los estudiantes -y la ciudadanía en general- están concentrados en quehaceres diferentes de la actividad científica, ya sea porque la conciben lejana e inaccesible, porque no les interesa o por otro buen número de razones. Lo anterior da pie a establecer un buen número de cavilaciones que coadyuven en el establecimiento de nuevos y más profundos estudios sobre el uso, beneficio, interacción y obtención de información científica a través de los medios de comunicación, así como el fortalecimiento de políticas públicas en pro de la comunicación de la ciencia en todas sus manifestaciones tanto en los medios tradicionales de comunicación, como en la World Wide Web (www). Referencias AMIPCI. (2013). Hábitos de los usuarios de Internet en México 2013, México: AMIPCI, televisa.com AMIPCI. (2012). Hábitos de los usuarios de Internet en México. Guadalajara, Jal.: AMIPCI, Televisa. eCastells, M. (2009). Comunicación y Poder. Madrid: Alianza Editorial. Clarin.com. (2007). Según Vint Cerf, uno de los creadores de Internet, se viene una revolución, Auguran el final de la TV actual. Sociedad, martes 28 de agosto, Argentina. CONACYT. (2011), Informe General del estado de la Ciencia y la Tecnología. México 2010. Consulta Mitofsky. (2011), Perfil de usuario de redes sociales en Internet, Facebook y Twitter, diciembre, México. Delarbre, R. (1985). TELEVISA el quinto poder, México: Claves Latinoamericanas, S.A. de C.V. Domínguez, S. (2012). Significados de la ciencia en estudiantes universitarios, Aproximaciones a las representaciones sociales de la ciencia, del científico y de la actividad científica. Guadalajara, México: Universidad de Guadalajara. Domínguez, S. (2009a). La ciencia en estudiantes mexicanos, Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, núm. 4: 1-12. Domínguez, S. (2009b). Las instituciones educativas en la representación social de la ciencia, Interamerican Journal of Psychology, 43 (3): 456-465. Domínguez, S. (2007). La ciencia y los científicos a través de la mirada de los jóvenes universitarios, Versión, Estudios de Comunicación y Política, junio, 19: 167-188. Eco, U. (1983). TV: la transparencia perdida, La estrategia de la ilusión, Barcelona: Lumen. Encuesta Nacional de Lectura. (2006). México: CONACULTA. Horrigan, J. (2006). The Internet as a Resource for News and Information about Science, Washington, DC: Pew Internet & American Life Project, September. Ibope Zogby International. (2009). Corrected version. Zogby Poll: Online News Sources Top all other outlets, New York, UTICA, june 15. Márquez, E y Tirado, S. (2009). Percepción social de la ciencia y la tecnología de adolescentes mexicanos. Portafolio CTS, Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad, julio, 2: 1-19. National Science Foundation. (2012). Science and Engineering Indicators 2012. Arlington VA: National Science Foundation (NSB 12-01). Pew Research Center for the People and the Press. (2011b). Internet gains on television as public’s main source of news, January 4, Washington, DC. Piscitelli, A. (1995). Paleo-, Neo y Post- televisión, En C. Gómez-Mont (coord.), La Metamorfosis de la tv, México: Universidad Iberoamericana, 11-30.

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