Interculturalidad: ¿Monólogo o Diálogo? Pugnas Lingüísticas y Textuales en las Reformas Educativas en América Latina
Descripción
DOI: 10.7770/CUHSO-V6N1-ART178
Centro de Estudios
rn troducción
Socinculturslc~.
UCT
interculturalidad, por una parte, y la educación bilingüe, por otra. Además nos pcnnitina vincular
Evidentemente, la primera mapa de las reformas
mejor estos dos aspectos con las prácticas cotidianas
educativas en países como Bolivia y Chile, consistió
del aula.
en propuestas en general, dirigidas a ni ve 1 transregional por expertos internacionales en el tema, que luego se han implementado, sobre todo, desde
Entre la Lingüística
Sw¡~·surea/la
y la Pragmática
arriba hacia abajo. En este sentido , la inauguración del Magistercn Educación Intercultural Bilingüe (EIB) en
En el marco de la educación bilingüe, los vínculos
la Universidad Católica de Temuco, abre una segundR
entre el lenguaje hablado y el escrito, las prácticas
etapa de estas refonnas educativas: una nueva brecha
culturales y las cuesliones de la auto-identidad con lo
dirigida -esta vez por los profesionales regionales-
que pnsa en el aula, no son fáciles de coordinar. En
a las necesidades del contexto regional, en particular
Bolivia, muchos estuc!iosos 3 han comentado que los
de la IX Región de Chile con su población mapuche, y
textos producidos por la Reforma Educativa, sobre
1a problemática de la relación intercultural e
todo los módulos en Lenguas Nativas, siguen normas
interlingüe entre las poblaciones mapuche-winka. Por
demasiado académicas y no tratan de la realidad de la
tanto, es una oportunidad valiosa para escuchar
lengua hablada a ni ve) cotidiano. Se hacen las mismas
algunas críticas de la primera etapa de reformas,
críticas en relación con los esquemas de formación
recuperar lo mejor de .sus experiencias y luego lanzar
docente en estas lenguas.
nuevos retos en un contexto más cercano a la re.ali dad. Estas tendencias nos han exigido preguntar por qué En este cnte.ndi do, dcsarro1lamos en el presente
esto es así. En este caso, no estamos pensando de las
ensayo, 2
algunas reflexiones sobre las nociones de
razones h!stóricas ni las políticas por estas
"cultura" e "intcrcul tura" desde la perspectiva del
imposiciones. Tampoco nos preocupan mucho las
lenguaje que yacen en el fondo de muchas inquietudes
formas hegemónicas de la p:anificación lingüística
de la primera etapa de las reformas, en que se ha
estatal desde arriba que sufrimos en Jos países
pasado por alto la función del "lerrguaje" en la
andinos, con sus fonnas de normalización que son en
construcción cultural y como vehículo de la
esencia historicistas y verticalistas, y que ignoran los
transmisión cultural (y así de la reproducción social).
dcrcóos lingüísticos de los pueblos originarios e
Desde nuestro punto de vista, una reevaluación de esta
indígenas
función constructiva del lenguaje, nos permitiría
las razones más profundas detrás de estas
abordar mejor dos aspectos fundamentales de una
imposiciones, sobre todo las epistemologías del
segunda etapa de refor-mas
lenguaje que las moldean y Jos paradigmas
educativas:
la
4
•
Lo que nos interesa aquí es pr~cü;amente
lingilísticos que las gestan. 2 El presente ensayo se basa en una poncnc:ia prescn!.ada en la inaugura~iun del MagÍ•!cr en Educaci!ín ln!ercultuml Bilin gtlc, org:m.iz~do por el
Inslitmo de Estudios de In t.;u.i versidad Católica de Temuco, y q1•c se llevó a acabo el 14 de Diciembt e de 200 1. J
Ver por ejemplo Ala vi ( 19!n), Arnold, Yapiut y López (1999), Amolé, Yapit:l y Sachde'' (2000), Arnold, Yapila y OIroS (2000), CEDIAE (1999),
:.0\cdina (2000, Yapit.a {1998) Yapu (1999), cte. 4
Ver por eJemplo Aurolyn Luyb (2001)"Divcrs.ity 1n th.c Ncw WoT!d Ordcr: SLUlc Languagc Policies and the ln!ema!ionalh.ation of Quechua", Pono:ncia pre~entada al2" Spcn1acional del año
diálogos, a pesar de su forma (Mannheim y Tedlock,
2000.
ibid.: 4).
En estas ocasiones, el término diálogo puede encubrir
Asimismo la noción de "conversación". ¿Cuándo es
relaciones de poder, o simplemente la transmisión de
una verdadera conversación y cuándo es una
decisiones ya realizadas, desde aniba hacia abajo. Es
conversación falsa? ¿Cómo vamos a definir una
muy común por ejemplo, la situación actual en gue,
para resolver cualquier conflicto entre el centro y la
conversación, para tomar en cuenta estos problemas? ¿Es un género del habla o es más bien un tipo de
periferia, se ha transformado la noción derivada de
relación entre dos o más personas? Para contestar
Rousseau de la participación democrática de las bases
estas preguntas, podemos recurrir a los estudios
para llegar a la simulación moderna de la
filosóficos del lenguaje, por ejemplo de H. P. Grice
pa...--ticipación, en que las decisiones ya han sido
(1975), que ha estudiadü tst.as cuestiones según el
realizadas en el centro de poder, y las comunidades simplemente "simulan" su acuerdo, según una serie de
marco de la pra.gmática lingüística. para llegar a la conclusión de que una conversación trata de un
gestos y categorías predetemlinados. Además, un
acuerdo ético entre dos o más personas, un esfuerzo 17
.Hev:sta CUHSO- Volcmcn 6, 2001-2002,
de cooperación según un conjunto de propósitos en
En cambio, la intuición de Bajtfu de que cada palabra
común (ver también los comenmrios en Escandell
"ya tiene el sabor del contexto y los contextos en que
Vidal,
1~93).
ha vivido su vida socia:", reconoce así que cada concepto o escena ya está situado en un momento
Estas reflexiones en d Clareo de la pragmática
sociowhistórico-político ceterminado. Según este
intercultural, nos ayudaría a conside;a:- otros asuntos
modelo, la acción no resulta de la estructura
más. Por ejemplo, podemos dejar de ocuparnos en las
prcdci~m"cinada;
clases ele lenguaje formulando listados de sufijos,
acción social concertada. En este sentido, las palabras
léxico, oraciones simples o vocabularios en base a
son
palabras sencillas, que son poco pensados y además
"inventadas" por ellos.
más bie::: la estructura emerge de la
"apropiadas" por individuos,
pero no
son muy desvinculados de su contexto sociuwcu.ltural. En vez de esto, podemos desarrollar otras tareas
Tampoco podemos seguir conceptualizando el
basadas en preguntas nuevas: por ejemplo, ¿Cuáles
individuo corno "el autor y la autoridad" de un texto.
son las caraclerísLicas lingüísticas de Ja didáctica
:Más bien, habría que apreciar con Tedlock y
aymara en el aula? y cómo se distinguen éstas de las
.\1annheim, la subjetividad en sí corno una
características de la didáctica hispana? Luego
"constelación de muchas voces" (Ibid.: 8). En estas
podremos poner en rcarcha, en la acción, los
nuevas reflexiones sobre una subjetividad multivoca1,
r~sultados
vale la pena considerar que cada uno de nosotros lleva
de estas investigaciones.
encamada la memoria de
tod~s
las voces de nuestros
antepasados, además de las conferencias a que hemos
¿De la Estructura a la A.cción,
asistido, los libros y poesías que hemos leído, y las
o de la Acción a la Estmctura?
conversaciones con los miembros familiares y amigos con quienes hemos charlado a Jo largo de la vida. Y,
En este sentido, hay razones éticas y políticas para
aún :nás allá de estas generaciones inmediatas, las
seguir el camino de J ak.obson y sus seguidores hacia la
células de nuestro cuerpo son constmidas como
etnografía del habla y la expresión cotidiana de
consecuencia de rrriEuncs uc años de
verdaderos diálogos (o te-xtos), y verd adcras
muchas especies (no sólo lo humano, sino lo bacterial,
conversaciones, que representan a la vez las múltiples
viral, etc.). En este contexto, la posibilidad del
voces de los diferentes actores sociales, en lugar de
surgimiento de la cultura ya irur>inenle en cada uno de
los monólogos dominados por un¡¡ voz, cerrada y
nosotros, sólo se pone en existencia a través de
dictatorial, y respaldada por e1 status quo.
nuestras interacciones sociales mediante el uso del
~vulución,
y de
lenguaje. De. :gua] modo, no tenemos otra alternativa En la práctica, como señala M11nnheim y Tedlock
que interactuar con otros mediante el lenguaje, para
(Ibid: 4- 5), las teorías 1ingüís Lica.s de J akobson, B '\itin r sus seguidores también sugieren otra manera de
poder participar en otras culturas, i ntercultural mente.
apreciar la rdación entre la "estructura social" y la
Expresado de otro modo, y retomando al debate que
"acción". Es común en las ciencias sociales pensar en
planteamos inicialmente, nn se puede separar el
la "acción" (prácticas, habla, actuación o parole)
estudio de la cultura o la sociedad, del estudio del
como un resul_tado de la estructura social (institución,
lenguaje. Y no se puede entender una cullura o una
intención, compe:encia o langue) que la ha generado.
sociedad sin entende-r sus interacciones lingüísticas.
18
Centro de Estudios S_ocioculturalcs- UCI
Este hecho exige del profesor/a, en un ambiente
debemos tomar en cuenta las dimensiones históricas y
inlercultural, el saber por lo menos algo del lenguaje
lingüísticas de estos debates, y las enunciaciones del
de la otra cultura con que está en contacto. Exige del
pasado, tanto a ni ve! regional como global, para
profesor/a también la habilidad de inter:iorizarse de la
entender la contextualización de las relaciones
experiencia "sensible" y "viscc:-al" de otras culturas,
intcrétnicas en cualquier momc:-:to determinado.
para poder traducirlo en el contexto intercultural del
auhL No es suficiente recurrir a un diccionario para llegar u una aproximación del sentido de una palabra
Los Liiníres entre el kfismo y el Orro
aymara, menos todavía un dicdonario con definiciones simples y "mono"-contextuales, lo que
Si proponemos que el lenguaje y la cultura son,
tiende a favorecer la Reforma. Más bien hay que
ambos, dialógicos en sus fundamentos, entonces
"dejar que las palabras entren en su sangre y luego
debemos reubicarlos en los intersticios entre las
soltarlas de nuevo" en los términos de \V alter
personas (como sugirió Gecrtz en otTO contexto). En
Benjarrún. Como decían Bajtín y además Vygotsky
este entendido, el lenguaje y la cultura como
(1962: 146), hay una diferencia fundamental entre el
cualidades emergentes de. la acción social, son el
"sentido" de una palabra, que es "la suma de todos los
resultado de millones de diálogos profundos guc. han
acontecimientos psicológicos despeltados en nuestra
influido en las vidas y las energías corporales de los
conciencia de la palabr.", y su "significado" según un
diferentes participantes en un momento histórico
diccionario, con mucho menos alca."1ce (ver también
detennin a do .
Volosinov, 1973: 101). En lo ideal, habría que sentir la misma experiencia en su propia sangre, para poder
En este con texto, e 1 diálogo t.i ene u r. sen ti do
compartirlo in tcrcul rural mente.
ontológico. No es necesario que los patrones lingüísticos, culturales y sociales se generen
Es importante también la contribución del docente en
nuevamente con cada interacción socia;. En vez de
el aula de sus propias comparaciones lingüísticas, por
e:sto, cada interacción ocurre dentro de los
ejcrnp1o entre el uso del aymard y del castellano, para
coordinados de instituciones sociales e históricas
expresar ciertos conceptos. A nuestro modo de
específicas, que influyen en la interacción, en tanto
entender, esta contribución in tercul mra1 ha sido
que cst&n reformadas por la interacción específica. Un
despreciada en los últimos años por aquellos que
ejempto cotidiano de este fenómeno ocurre en
insisten en imponer los mono-universalismo.s del
cualquier conversación en la calle, en que intervengan
lenguaje que acompañan, por ejemplo, la enseñanza
en el acontecimiento no sólo los participantes directos
del inglés como segunda :engua, sin tomar en cuenta
sino ta.-rnbién !os observadores, con su mirada, actitud,
las condiciones del aula boliviano.
su postura corporal, sincronización rítmica, comentarios, etc.
Es necesa."":io también que los/las docentes tengan u:1 manejo básico de las epistemologías comparadas en
Es igual en el aula: aunque ellla docente en su estilo
juego en los debalcs que pueden surgir en torno a las
didáctico presenta poco más que un monólogo, sin
diferentes nociones de la ciencia o del arte, para no
embargo todos los presentes están participando por su
caer simplemente en respuestas según un relativismo
presencia i..'lstitucionaJ en el acontecimiento, Y si se
extremo o un dogmatismo tajante. Igualmente,
expande el evento para incluir un diálogo ent.rc 19
Revis\í! CUHSO- Volumen fi. 2001-200~
docente y alumnos, entonces habría aún más sentido
Conci11Sion es
de participación en el evento. Y si expandimos el contexto aún más para abarcar un verdadero diálogo
Estas últimas rct1exiones sobre la naturaleza de una
intercultural en el aula, entonces se traspasaría no sólo
gramática dialógica, cuestionan al fondo las
las nonnas convcnciona:es del diálogo, sino también
tende:1cias actuales de hablar del patrimonio cultural
cllími~c
como sí fuera algo fijo y estático. Cuestiona también
e:1tre uno mismo y otros". En este sentido, la lengua
la noción de cultura, o intercultura, como si fuesen
t:ene una cualidad emergente . Como observan
"estados menta les", conjunlos de creencias y
Mannheim y Tcdlock, se produce entre los hablantes,
costumbres, o la adopción de actitudes liberales hacia
pero a la vez la comur.icación entre ellos incorpora
el estado ac:ual de las cosas, como si se pudiera
algo que es independieme de ellos. Debido a esta
aprovechar esta nueva actitud para participar
posibilidad, las culturas y 1as lenguas adquir;Tcn
simultáneamente en dns culturas preexistentes.
de culturas. "La lengua" dijo Rajtín "yace en
regularidades mediante la interacción de individuos, ~in
estar limitado a sólo estos indiYiduos.
1vlás cerca a la realidad, según lo que nos enseña la pr
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