Interacción Existencial hacia la Dinámica Relacional

July 24, 2017 | Autor: J. Colombia | Categoría: Logotherapy, Análisis Existencial, Interaccion Existencial
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Descripción

INTERACCIÓN EXISTENCIAL, HACIA LA DINAMICA RELACIÓNAL.

José Miguel Mayorga González. Bogotá D.C Análisis Existencial Colombia Lukas (2003) señala que el encuentro personal “se logra pasando por el encuentro con un sentido… quien va más allá y se entrega responsablemente a una tarea llena de sentido, acaba encontrándose” (p. 76), el sentido es la posibilidad más valiosa que la persona capta y puede tomar en el encuentro y confrontación de la situación (con su ambiente, sus hechos y los otros) y que genera una aprobación a la vida.

El encuentro personal Lukas (2003) lo señala como el trato que logra la persona con su mundo interno (el de sus procesos psicofísicos y su relación con ellos) y su mundo externo (el mundo de las posibilidades valiosas y la relación con el otro), es decir en la “interacción entre nosotros mismos y el mundo, y no solo alguno de los polos de esta relación” (De Castro y García, 2011 p. 19) y que permite la toma de postura interior y la actitud frente a la vida ligada a la posibilidad más valiosa. Esta interacción no es otra cosa que “el diálogo abierto y el intercambio dialogal con el mundo interior y el exterior es, de esta manera, el medio por el que la existencia alcanza su plenitud” (Längle, 2008 p.9) y es que Moffatt (2007) afirma esto al señalar que “la interacción que una persona realiza en su vida puede considerarse como un solo y largo mensaje. La vida es la historia de un largo diálogo, que contiene un argumento, ese argumento es su identidad, su singularidad que lo discrimina como único entre tantos millones de humanos” (p. 20). Por ende se puede señalar que el trato de la persona con sus procesos y posibilidades de sentido (de valor) es la interacción del mundo interno y externo que la persona se permite mantener conscientemente y que logra el encuentro personal y la afirmación de la vida desde la toma de postura interior (control interior) y la actitud correcta basada en la captación y realización de la posibilidad más valiosa a lo que Mayorga (2014a) señalará como la vivencia afectiva autentica basada en la interacción existencial.

Es de importancia dar un recorrido a la interacción de la persona con su mundo interno y su mundo externo y que permita comprender la dinámica de la persona hacia la vivencia afectiva autentica. Aquí la persona “puede ser definida como aquella fuerza espiritual que tanto abre al hombre al mundo como, a la vez, lo delimita e individualiza. Esta fuerza espiritual crea esa singularidad e integridad irrepetible del yo y, respectivamente, del tú. De esta manera: delimitada para ser-ella-misma y abierta para ser-más-allá-de-sí misma, la persona tiene una capacidad fundamental que la distingue - la capacidad del diálogo. Esta facultad dialógica es un carácter esencial de la persona” (Längle, 1990 p.2), este dialogo se da en la interacción y el despliegue de las capacidades específicas de la persona (Martínez, 2007), que Mayorga (2014b) enfatiza en que movilizan “lo libre y responsable del hombre y los recursos o capacidades en que la persona expresa esta libertad y responsabilidad se encuentra en el núcleo sano de la persona”, las cuales Frankl (2001) llama las capacidades de Autodistanciamiento y Autotrascendencia.

Las capacidades de la persona son los recursos que permiten al hombre relacionarse y dialogar con el mundo interno y el mundo externo. El Autodistanciamiento es la capacidad como señala S. Längle (2003), Lukas (2003), Mayorga y Guzmán (2011), Mayorga (2012, 2014a, 2014b, 2014c), Martínez (2007, 2009, 2011), Frankl (1984, 2001) de distanciarse, regular y tomar posición de los procesos psicofísicos, estos procesos psicofísicos Mayorga (2014a) los enfoca en los procesos afectivos que se dan inmediatamente en el encuentro con la situación. Mayorga (2014c) toma lo propuesto por Brazier (2003) y lo aborda desde la mirada del análisis existencial, señalando que toda situación que se le presenta al hombre genera una resonancia afectiva de carácter emocional, una emoción primaria que será de tipo protector de la vitalidad de la persona, pero que lo aleja del encuentro con la posibilidad más valiosa; en otras palabras el primer movimiento psicofísico de la persona se da desde la emocionalidad del hombre y se orienta a mantener el equilibrio psicofísico, que se ve manifiesta en actitudes activas o pasivas incorrectas (Martínez, 2007, 2011) en donde se llevará al hombre a una restricción de las capacidades específicas de la persona y un malestar psicofísico y relacional.

Autodistanciamiento.

El Autodistanciamiento “enfatiza la habilidad de la persona para oponerse a sus mecanismos psicológicos y biológicos” (S. Längle, 2003 p. 4), pero no solo se opone sino que coopera con lo psicofísico (Mayorga, 2014a), es decir entra en el juego como la capacidad de la persona para monitorear y reconocer la emocionalidad primaria, regularla y desarrollar recursos afectivos y una posición interior. Mayorga y Guzmán (2011) señalan que el Autodistanciamiento actúa como la capacidad de encuentro de la persona con su mundo físico y su mundo personal, beneficiándose como señala Signorelli (2011) en el mundo físico:  alivio físico y psíquico  recuperación más rápida de las enfermedades - sistema inmunológico  efecto antidepresivo  efecto placebo  papel neurotransmisor en el sistema nervioso central, despolariza las membranas celulares, disminuye el impulso nervioso  reduce los niveles de la hormona suprarrenal cortisol del estrés  funcionamiento neuroendocrino  decrece del tono muscular  libera tensión  disminuye la presión arterial, la frecuencia cardiaca  actúa sobre el sistema neurovegetativo, que es regulado por el sistema límbico, emociones  pone en marcha el sistema nervioso simpático y el parasimpático  regulariza la digestión  regulariza la respiración, mejor oxigenación de los tejidos.  mantiene en funcionamiento la glándula timo donde maduran los linfocitos T Y en el mundo personal:  distanciamiento del conflicto  favorece el proceso de cambio  estimula capacidad creativa  aumenta la autoestima

 actitud activa frente al conflicto  genera alegría para sí y para los demás  permite compartir afectos  estimula el juego  relación más cercana con los otros  favorece la resiliencia Esto se da ya que el hombre mantiene un dialogo (interacción) con su parte biológica y su parte psicológica, logrando encontrarse con el conflicto personal, logrando distanciarse y asimiento una posición interior, encontrando las impresiones y emociones primarias que surgen, alcanzando una comprensión y una consecuente toma de posición por parte de la persona.

Reformulando lo planteado por Mayorga y Guzmán (2011), el hombre es un ser-relacionalen-situación que primeramente se relaciona con el mundo en un espacio-tiempo determinado el cual se denomina situación, esta situación genera una demanda en la persona (Al mundo no se le pregunta se le responde), logrando una resonancia emocional que afecta el organismo psicofísico, la persona al autodistanciarse moviliza su recurso inherente que se llama la libertad, la asume y elige una posición frente a esta situación, permitiendo abrirse al mundo y encontrando posibilidades de responder. Lo que Mayorga y Guzmán (2011) señalaban era que la persona en primera instancia se abría a las posibilidades y luego tomaba posición interior, pero se debe ser consciente primero de los procesos internos como enfatiza Längle (1993, 1998 y 2005), para luego expandirse al encuentro con el mundo.

Autotrascendencia.

Para expandirse al encuentro con el mundo el hombre debe movilizar la capacidad de Autotrascendencia, de la mano del Autodistanciamiento, esta capacidad permite en la situación entablar una relación basada en la posibilidad más valiosa con el otro y el mundo. Para Mayorga (2014a) la Autotrascendencia abre la mirada hacia el encuentro con la posibilidad más valiosa y hace del hombre responsabilizarse de ella y su cumplimiento.

La Autotrascendencia es más que la capacidad de salir de sí mismo y orientarse a algo más, es la capacidad de abrirse y entregarse a un tú, en donde la persona se permite captar la posibilidad de entrega más valiosa, que puede realizar comprometiéndose a este en cada situación; aquí en esta entrega y compromiso la persona es en relación al sentido vivido, donde expande y expresa capacidades propias del hombre como el amor, la bondad, la gratitud, la compasión, la honestidad.

Las capacidades de salir de sí mismo debe ir de la mano de la capacidad de tomar una posición interna, ya que esto permitirá actitudes más conscientes y orientadas en última a una vivencia afectivo-espiritual autentica. La interacción que surge en esta dinámica es de cooperación en donde lo interno se expande para vivenciar la posibilidad más valiosa que solo se encuentra en una relación autentica con el otro y es que Frankl (1999), denota el hecho de que el ser humano siempre apunta y se dirige a algo o alguien distinto de sí mismo, para realizar un sentido o para lograr un encuentro amoroso en relación con otros seres humanos; además Frankl (1985) hace énfasis en que “el hombre se debate por sí mismo y su identidad está condenada al fracaso, a menos que esté encarnada como dedicación y devoción en algo más allá de sí mismo, por encima de sí mismo” (p. 87) y esto lo complementa Lukas (2003) cuando señala que el encuentro personal solo se da al salir de los propios procesos hacia el encuentro del sentido.

Desde esta óptica la Autotrascendencia se moviliza hacia la relación con los otros y con lo posible, en otras palabras en el mundo de los otros y el mundo espiritual de la persona, estas relaciones al ser conscientes generan como señala Signorelli (2011):

En el mundo con los otros:  descomprime situaciones dolorosas  útil para solucionar conflictos  relaja y refuerza las relaciones con los otros  signo de complacencia y de encuentro con el otro  favorece: la motivación la productividad

la innovación  potencia la salud  disminuye las ausencias Y en el mundo espiritual como indican Mayorga y Guzmán (2011) retomando a Van Deurzen (2006):  relación con los significados y sentido de la situación.  Se genera un sentido de dirección interior, un encuentro personal y una captación de valores  Desarrollo expansivo de actitudes correctas y vivencias afectivas autenticas  Sentir de integralidad y relación  Captación de las ´posibilidades más valiosas. La relación consciente solo se da cuan el hombre es capaz de desplegar sus capacidades de Autodistanciamiento y Autotrascendencia que permite mantener un dialogo profundo con lo psicofísico, lo personal, lo social y lo espiritual contribuyendo a vivencias afectivas conscientes.

Vivencia Afectiva: Dinámica Relacional

Mayorga (2014a) plantea la vivencia afectiva como la dinámica relacional que la persona tiene en cada situación y que se inicia desde la demanda que esta le haga al hombre y que lo confronta con las relaciones de ser-en-el-mundo, en palabras de Frankl “al mundo no se le pregunta si no se le responde”, y estas preguntas generan en el ser una resonancia psicofísica que se manifiesta en procesos afectivos. El proceso afectivo primario que surge del toque de la situación Längle (1998) lo denomina Emoción Primaria y la describe como el primer sentimiento espontaneo que surge en el contacto con la situación y que se transmite desde el ver, oír, recordar, pensar, entre otros.

Brazier (2003) señala que la vivencia de la persona se presenta de igual manera con un contacto con la situación y esta genera una resonancia afectiva en la persona, pero si la persona se queda en esta generara un malestar personal y relacional; esto sucede porque la emoción

primaria busca la protección de la vida de la persona; emociones innatas e instintivas de la persona como la agresividad y el miedo terminan convirtiéndose reacciones de protección, para Martínez (2007, 2011) estas reacciones de protección son actitudes activas o pasivas inadecuadas que profundizan el malestar en la persona. La Vivencia Afectiva hasta este punto es inauténtico, dado que la persona no es consciente de este proceso y siente que el problema se da es desde la otra parte de la relación.

Brazier (2003) enfatiza en que el camino o dinámica relacional de la persona no debe quedarse ahí, porque se convertiría en un círculo vicioso, restringiría las capacidades específicas de la persona y las relaciones como señala Buber se volverían instrumentales (YO-ELLO). Mayorga (2014a,b,c) retoma a Brazier (2003) señalando que para llegar a una vivencia afectiva autentica se debe dar desde la relación consciente de la persona consigo misma y con el mundo, esta relación se despliega desde el Autodistanciamiento que permitirá regular y desarrollar procesos afectivos hacia la toma de posición interior y la apertura a la Autotrascendencia. Esta apertura permite generar relaciones de encuentro con lo posible, es decir con la posibilidad más valiosa y su realización desde actitudes activas y pasivas correctas; ahí es donde Mayorga señala que se encuentra la vivencia afectiva autentica, porque el hombre no se queda en algo espontaneo sino que se eleva hacia el encuentro de altura.

Conclusión.

El abordaje de la vivencia afectiva es un acercamiento relacional a la persona desde el Análisis Existencial, logrando comprenderlo no como la suma de partes sino como una integralidad dinámica, favoreciendo el encuentro personal desde el restablecimiento del trato de la persona con su mundo personal (físico-personal) y su mundo relacional (social – espiritual (lo posible)).

La Interacción Existencial, como se denomina esta formulación teórica práctica, se centrara en el restablecimiento de la relación consciente de la persona consigo mismo y con el mundo, desde el despliegue de las capacidades específicas de la persona y el desarrollo de recursos afectivos que lleven a la persona a vivencias afectivas auténticas.

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