INSTRUCCIONES PARA MEDITAR DEJANDO PASAR LOS PENSAMIENTOS (MEDITACION DE LA CALMA MENTAL

Estas son las instrucciones para meditar sentado. Consta de tres puntos: estar concentrado en la respiración, atento a la buena postura y dejando pasar los pensamientos, sin involucrarse en ellos. A esta manera de hacer también se le denomina " meditar en el vacío " , por no poner el foco en nada en concreto con lo que de entrada la sensación es de hacerlo en el vacío, pero que con el tiempo se percibe como un vacío pleno de energía y vitalidad, aunque cueste años llegar a percibirlo. También se le conoce como " meditar sin objeto " , pues voluntariamente se deja de lado cualquier objetivo o utilidad, al buscarse exclusivamente el recentrarse en la situación, sin más propósito; pues cualquier objeto que nos obsesione acaba por ser motivo de apego, y la utilidad de meditar viene por sí sola, forzarla es anular todo ello. Las etiquetas " dejar pasar los pensamientos, " en el vacío " y " sin objeto " de entrada parecen ajenas entre sí, pero al poco de caminar se revelan sólo como maneras de hablar de la misma calma mental. Estas instrucciones mínimas demandan concentración y atención, y buscan calmar la mente indisciplinada e inquieta. Son tres aspectos: concentración, atención y calma. Corresponde a la forma más simple de meditación. Es una técnica que aprendí en escuelas budistas, aunque lo que sigue no es budismo. El budismo, y los grupos budistas, son la forma filosófica e institucional que se adoptó para la transmisión de esta técnica y verdad psíquica. Por otro lado, yo no soy budista y mis creencias personales ni vienen al caso ni me gustaría que influyesen en estas instrucciones. Tal como lo aprendí, esta técnica de meditación se denomina " samatha " (en sánscrito) o " shiné " (en tibetano), que vienen a significar calma, serenidad o pacificación. El estado al que se aspira es la buena concentración, sin interferencias ajenas ni internas, estado que se denomina " shamadi " (en sánscrito) o " zanmai " (en japonés). Pero al poco que se examine muchas escuelas, tradicionales de la India, del islam, o cristianas, acaban por integrar de una manera u otra lo que a continuación propongo. O desde el punto de vista laico, la moderna " mindfulness " (atención plena) parte de esto mismo. Pues estar bien concentrado y enfocado en el vacío nos despierta a todas las posibilidades. Quedamos abiertos y disponibles a profundizar en nosotros mismos, en el entorno y en el fluir de la fuerza vital. Nada nuevo, pues cuando fuimos niños era un estado en que vivíamos de continuo. No se trata, en definitiva, de algo diferente y especial, es más bien volver sobre la condición original, que nuestro organismo conoce bien. De él nos apartamos con las tempestades adolescentes y se trata de volver a poner las cosas en su sitio. Conseguirlo es acumulativo y con los años de práctica se consigue la calma, cuando hábitos y rutinas inconvenientes de desprograman. Nada más beneficioso que un poco de paz, reconciliación consigo y armonía con la vida. Aunque existen formas más complejas de meditar, todas toman en esta su base, y con ella es suficiente para avanzar hasta el final. No demanda ninguna creencia de partida ni convicción religiosa, sólo persistencia y perseverancia. El esfuerzo personal es imprescindible, y nadie puede hacerlo sino tu mismo. Se puede meditar así y dejar que la naturaleza manifieste las variaciones que considere convenientes, sin usar nosotros más aparataje conceptual. Me interesa la meditación como madurez de la persona, como evolución y profundización en la naturaleza. Las creencias son asunto íntimo, y todas son compatibles con la meditación, sean paganas, deístas o agnósticas. Que sea la experiencia personal al respecto la que se exprese sea cual sea la creencia de partida, que, en mi opinión, acaba por ser indiferente.