Informe campaña arqueológica enero-febrero 2015. Sitios La Alumbrera y Punta Calalaste (Antofagasta de la Sierra, Catamarca)
Descripción
INFORME CAMPAÑA ARQUEOLÓGICA ENERO‐FEBRERO 2015. SITIOS LA ALUMBRERA Y PUNTA CALALASTE (ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, CATAMARCA) Introducción En el presente informe se exponen las actividades correspondientes a la campaña desarrollada en la microrregión de Antofagasta de la Sierra entre los días 16/01/2015 y 06/02/2015, con el objetivo de ponerlas a conocimiento de la Dirección Nacional de Antropología de Catamarca, de la comunidad de Antofagasta de la Sierra a través de sus distintas instituciones (intendencia, Museo del Hombre, Gendarmería, Policía) y otros equipos de investigación que desarrollan sus investigaciones en el área. Asimismo, se adjunta el inventario, presentado en la sede de la Policía Provincial, de los materiales arqueológicos resultantes de las tareas de campo efectuadas, junto al Acta de Control, Recepción y Préstamo de Materiales Arqueológicos y/o Paleontológicos emitida por este organismo. La campaña se realizó en el marco del Proyecto Arqueológico Antofagasta de la Sierra y del subproyecto ‘Prácticas tecnológicas líticas en sociedades del Período Tardío de Antofagasta de la Sierra (Provincia de Catamarca, Puna meridional argentina)’ (Elías 2010/11). Este corresponde al plan de trabajo que desde julio de 2013 estoy llevando adelante como Investigadora Asistente de CONICET1. Gran parte de las actividades propuestas se centran en áreas y sitios abarcados por el proyecto general mencionado, el que integro desde 1997 sucesivamente como estudiante, becaria doctoral y post‐ doctoral, e investigadora. Dirigido por el Dr. Daniel E. Olivera, este cuenta con el correspondiente permiso anual otorgado por la Dirección Provincial de Antropología (Disposición D.P.A. N° 52). En las actividades de campo que se informan en esta oportunidad, contamos con la colaboración de la Srita. Ayelén Ibarra Mendoza, estudiante de la Licenciatura en Antropología (Orientación Arqueológica) de la Universidad de Buenos Aires, quien se encontraba realizando un contrato de entrenamiento en el Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Ministerio de Cultura, Nación), en el marco de los proyectos mencionados. El informe se estructura como mencionamos a continuación. En primer lugar, se exponen los antecedentes arqueológicos, problemáticas y objetivos que contextualizan y justifican las actividades de campos realizadas; adelantamos que estas se centraron en los sitios de La Alumbrera y Punta Calalaste. En segundo lugar, nos extenderemos en las tareas efectuadas en cada uno de estos asentamientos arqueológicos y la descripción de los materiales recolectados en ellas. Concluimos, dejando constancia de las solicitudes expresadas por algunos vecinos de la comunidad respecto al estado de determinados sitios arqueológicos (La Alumbrera y Bajo del Coypar I y II), al tiempo que mencionando 1
Convocatoria a Concurso establecida por la Resolución D Nº 3326 del 14 de noviembre de 2011 para cubrir cargos en la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico, expediente 5439/11.
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las acciones preliminares propuestas, a fin de responder a éstas, desde el Proyecto Arqueológico Antofagasta de la Sierra. Antecedentes: Política, Sociedad y Economía entre las Sociedades Tardías de Antofagasta de la Sierra El plan CIC‐CONICET en el que se encuadran las actividades de campo presentadas se centra en una cronología entre ca. 1100‐450 años AP, o Período Tardío. En diversas regiones del NOA y Área Circumpuneña éste ha sido caracterizado por importantes cambios sociales, políticos y económicos: crecimiento demográfico, uso más intensivo de los territorios, incremento de la importancia de la agricultura, regionalización de ciertas materialidades (por ejemplo, cerámica), desarrollo de un sistema internamente jerarquizado en las sociedades y de elites, y surgimiento de diferentes sistemas socio‐ políticos en pugna por el acceso a las tierras productivas (Albeck 2001; González y Pérez 1993 [1972]; Nielsen 2001; Núñez Regueiro 1974; Nuñez y Dillehay 1995 [1979]; Tarragó 2000). Particularmente en Antofagasta de la Sierra, la profundización y avance de las investigaciones arqueológicas fueron ampliando y complejizando la percepción que se tenía de las sociedades que la habitaron desde ca. 1100 años AP, de su economía, organización social‐política y contactos y relaciones con sociedades de otras áreas. Los primeros estudios sugirieron el incremento de la importancia de la agricultura en la subsistencia y el desarrollo de nuevas tecnologías agrícolas como características del proceso tardío en la microrregión. Esto queda evidenciado por las grandes extensiones de campos de cultivo que corresponderían a estos momentos temporales: Bajo del Coypar I, Campo Cortaderas, Punta Calalaste y Bajo Miriguaca (figura 1) (Escola et al. 2013; Olivera y Vigliani 2000/2002; Olivera et al. 2003/2005, 2008; Tchilinguirian y Olivera 2000, 2011; Vigliani et al. 1999). Acompañarían este mayor protagonismo de la agricultura, las tendencias observadas en otros aspectos del registro arqueológico. Uno de ellos corresponde a la ubicación de Bajo del Coypar II (figura 1), sitio emplazado en el fondo de cuenca del río Punilla2 y caracterizado en su ocupación inicial (hasta ca. 670 años AP) como área habitacional. Su emplazamiento en las bases de los Cerros del Coypar, constituye un cambio respecto a la instalación del área residencial formativa, indicando probablemente modificaciones en el aprovechamiento del espacio productivo del fondo de cuenca. El abandono de la aldea formativa de Casa Chávez Montículos (figura 1), en el sector aledaño al río, y el desplazamiento de las áreas de habitación hacia las bases de los Cerros del Coypar, 2
La microrregión de Antofagasta de la Sierra se caracteriza por presentar un paisaje con alta heterogeneidad, distinguiéndose tres microambientes con oferta diferencial de recursos (figura 1): a) fondo de cuenca (3400‐3550 msnm): ofrece las mejores posibilidades para la agricultura en virtud de su topografía abierta y disponibilidad de agua; b) sectores intermedios (3550‐3800 msnm): en los cursos inferiores y medios de los afluentes del Punilla, con disponibilidad de forraje, agua y tierras aptas para la producción agro‐pastoril, aunque con menos extensión que en el primer sector; c) quebradas de altura (3800‐4600 msnm): quebradas protegidas y estrechas en los cursos medios y superiores de los afluentes del Punilla, con agua permanente y forraje diverso, adecuadas para actividades de caza y pastoreo (Olivera y Podestá 1993).
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habrían posibilitado el uso de terrenos más provechosos para el cultivo intensivo y extensivo, como la terraza media aluvial del río Punilla y liberado las vegas para que pasten los rebaños (Olivera y Vigliani 2000/2002).
Referencias: 1. La Alumbrera; 2. Punta Calalaste; 3. Campo Cortaderas; 4. Bajo del Coypar y Quebrada de Petra; 5. Corral Alto; 6. Casa Chávez Montículos; 7. Corral Grande 1, 2 y 3; 8. Localidad de Punta de la Peña.
Figura 1. Microrregión de Antofagasta de la Sierra. Ciertos aspectos de los conjuntos cerámicos relevados en diversos sitios también se asociarían con el mayor protagonismo de la agricultura en la subsistencia de las sociedades tardías de Antofagasta. La cerámica no decorada de Bajo del Coypar II y La Alumbrera (también en el fondo de cuenca) tiende a mostrar paredes con espesores mayores que su homóloga de Casa Chávez Montículos. Esto ha sido entendido en términos de una elección tecnológica de los grupos en pos de obtener recipientes destinados a almacenar, contener y procesar los alimentos provenientes de una actividad agrícola creciente (Pérez 2013; Vigliani 1999, 2005). La importancia de las técnicas de almacenaje en momentos posteriores a ca. 1100 años AP queda evidenciada, asimismo, por los depósitos identificados en Quebrada de Petra (figura 1). En estos se relevaron numerosos marlos asociados a un fechado de 710±30 años AP ‐UGA 8626, M1QP; corregido 940; δ13C:‐10.12‐ (Olivera y Vigliani 2000/2002). Finalmente, algunas diferencias entre las técnicas líticas practicadas por las sociedades tardías y las formativas precedentes se asociarían al incremento del componente agrícola. Las primeras parecen haber privilegiado el uso abundante de rocas con fuentes 3 de 19
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disponibles en las proximidades de las superficies de cultivo que rodeaban La Alumbrera, Bajo del Coypar II y Campo Cortaderas (en el curso medio del río Mojones), así como utilizado menos frecuentemente variedades procedentes de otros microambientes de la cuenca (por ejemplo, sectores intermedios y quebradas altas del río Las Pitas). Una dinámica pastoril menos ubicua o generalizada entre los habitantes de estos sitios y la necesidad de destinar más tiempo a las tareas agrícolas explicarían, junto a otros factores, estas diferencias (Elías 2006, 2007, 2010, 2014 a y b; Elías y Cohen 2014; Escola et al. 2006). Estas primeras investigaciones sugirieron, por otro lado, que la combinación de las pautas de vida pastora y el énfasis creciente de las prácticas agrícolas habrían iniciado, con el correr del tiempo, una gradual modificación en la organización social y política, para darse luego de ca. 700 años AP una mayor concentración del poder y acentuada estratificación social (Olivera y Vigliani 2000/2002). Estas transformaciones, junto al incremento poblacional, habrían desembocado en un patrón concentrado de asentamiento como La Alumbrera. Se trata de un sitio de amplias dimensiones, ubicado 5‐6 km al sur del poblado actual de Antofagasta de la Sierra (figura 1). En base a evidencias cerámicas, fechados radiocarbónicos y características arquitectónicas habría sido ocupado en los períodos Tardío, Inka e Histórico, y se asociaría a una etapa tardía del sistema cultural Belén de los valles de Abaucán y Hualfín, al este de la microrregión. Inicialmente, suponíamos que su ocupación se habría dado hacia ca. 700 años AP, aunque fechados radiocarbónicos recientes ampliaron este lapso, sin descartar su desarrollo como conglomerado hacia esa fecha (Elías 2010, 2014 b; Olivera 1991; Olivera y Vigliani 2000/2002; Olivera et al. 2003/2004, 2008; Raffino y Cigliano 1973). La Alumbrera ha sido caracterizada como nodo de intercambio y centro habitacional políticamente relevante, al que estarían asociados otros asentamientos del área (Olivera y Vigliani 2000/2002; Raffino y Cigliano 1973). Uno de ellos es Bajo del Coypar II, que luego de ca. 670 años AP habría dejado de funcionar como espacio habitacional para ser utilizado como sector específico de producción agrícola. Otro corresponde al área arqueológica de Campo Cortaderas (figura 1), que presenta llamativas semejanzas en su arquitectura agrícola, cerámica y artefactual lítico con los dos primeros; se ha propuesto que, como Bajo del Coypar II, habría estado ocupada principalmente durante el ciclo agrícola (Olivera y Vigliani 2000/2002; Olivera et al. 2003/2005; Vigliani 1999, 2005). En este sentido, Vigliani (1999, 2005) y Olivera y colaboradores (2003/2004) señalan el registro en estos dos sitios de frecuencias considerables de cerámica potencialmente útil para almacenaje, mientras que en La Alumbrera si bien esta concentra importantes porcentajes, la relacionada por sus características físico‐mecánicas a actividades culinarias también halla alta representación; recientes análisis realizados sobre muestras cerámicas de Bajo del Coypar II y La Alumbrera confirmaron estas tendencias (Pérez 2013). Los resultados del análisis técnico‐morfológico y morfológico‐funcional de los conjuntos artefactuales líticos de Campo Cortaderas apoyan también esta línea de argumentación. En primer lugar, los recursos líticos y minerales con fuentes en distintos microambientes de la cuenca y a distancias mayores a 5 km del asentamiento registran muy bajas frecuencias, lo que se asociaría con su ocupación específica para llevar a cabo actividades 4 de 19
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agrícolas. Los grupos que habitaron el sitio no habrían requerido ni podido acceder, mientras permanecían realizando sus actividades en los campos agrícolas, a recursos líticos distantes, disponibles en otros sectores de la microrregión, y habrían elegido utilizar abundantemente una roca con fuentes muy inmediatas (
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