Infoética: de la “objetividad” hacia la verdad

July 4, 2017 | Autor: Jaime García Oriani | Categoría: Comunicacion Social, Periodismo, Comunicacion, Ética
Share Embed


Descripción

Infoética: de la “objetividad” hacia la verdad Ética de la comunicación Jaime E. García Oriani – 2014-2015 – matrícula: 5290 La Iglesia, a través de documentos Magisteriales y mensajes de los Pontífices, se ha pronunciado en distintas temáticas relacionadas con la comunicación y los medios, sea en general o en cuestiones más específicas1. El grupo más numeroso de estos documentos es el de los mensajes transmitidos por los Papas en la Jornada Mundial de la Comunicación, las cuales iniciaron en 1967 y que siguen hasta nuestros días. Pablo VI publicó doce mensajes (1967-1978); Juan Pablo II, 27 (1979-2005); Benedicto XVI, ocho (2006-2013) y Papa Francisco, hasta ahora, ha pronunciado dos (2014-2015). No entraremos en los detalles de cada uno de los mensajes. Para este trabajo, nos fijaremos específicamente en el discurso que Benedicto XVI pronunció el 4 de mayo de 2008 en la 42º JMC: Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la Verdad para compartirla2. Lo primero que quisiéramos comentar es por qué hemos seleccionado este mensaje entre la amplia gama de discursos que han hecho los Papas. La razón es la siguiente: muchos de los discursos de los Pontífices se centran en aspectos específicos de los medios de comunicación (la tarea de difundir una visión apropiada de la Iglesia, la defensa de los más débiles, la búsqueda de la paz, internet, redes sociales, etc.). Esto ciertamente es necesario e incluso facilita la recepción por parte de los comunicadores, ya que se tratan realidades muy concretas que afectan el día a día del quehacer periodístico. Sin embargo, pensamos que el mensaje de Benedicto XVI para la 42º JMC toca un aspecto central en la labor del periodista3: la búsqueda de la verdad, que, lamentablemente, muchas veces es aplastada por el poder político y económico, los intereses particulares, las agendas mediáticas, la falta de formación profesional, la comodidad, la búsqueda del protagonismo, entre otras muchas posibles causas.

1

Puede encontrarse un listado de los documentos del Magisterio que tratan sobre la comunicación en Introduzione alla Comunicazione Istituzionale della Chiesa (a cura di José María La Porte), EDUSC, Roma 2008, p. 347. El listado está actualizado hasta 2008. 2 Texto completo en: http://w2.vatican.va/content/benedictxvi/es/messages/communications/documents/hf_ben-xvi_mes_20080124_42nd-world-communicationsday.html 3 La comunicación abarca un amplio campo. Ya el título de la 42º JMC lo limita a los medios. Nosotros nos limitaremos a la labor periodística.

1

La estructura del discurso es parecida a la que se encuentra en otros documentos magisteriales sobre la comunicación o innovaciones tecnológicas. Primero se resalta las bondades de los medios de comunicación para luego alertar sobre sus amenazas, en particular de su poder de crear y determinar realidades no siempre buenas para el hombre. Pero, a diferencia de los documentos anteriores al Concilio Vaticano II y de algunos publicados por el Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, el tono hacia los medios informativos es más bien positivo. Benedicto XVI no solo advierte de los peligros, sino que busca llevar a los medios de comunicación a su más alta dignidad, que es la de servir a la humanidad en la verdad, haciendo todo lo posible para que permanezcan al servicio de la persona y del bien común, y favorezcan la formación ética del hombre, el crecimiento del hombre interior (cfr. No. 3). En este sentido nos parece iluminante el número 4 del mensaje: “El papel que los medios de comunicación han adquirido en la sociedad debe considerarse como parte integrante de la cuestión antropológica, que se plantea como un desafío crucial del tercer milenio. (...) Precisamente por eso es indispensable que los medios de comunicación social defiendan celosamente a la persona y respeten plenamente su dignidad. Son muchos los que piensan que en este ámbito es necesaria una "info-ética", así como existe la bio-ética en el campo de la medicina y de la investigación científica vinculada a la vida”4. Es urgente regresar, retomar y reimpulsar la ética de la comunicación–“infoética” en palabras del Papa emérito-, que va más allá de no cometer delitos contra el honor de las personas o de procurar un buen desarrollo técnico, tecnológico y empresarial de los medios. De hecho, uno de los grandes problemas actuales –más difundido incluso que las presiones políticas y empresariales- es la sustitución del concepto “verdad” por “objetividad”, “imparcialidad” por “neutralidad” y limitar la ética a la simple trasmisión “balanceada” y “justa” de declaraciones de las partes, sin ningún esfuerzo por parte del periodista en interpretar y valorar los hechos, aún cuando realidades complejas lo exigieran para ser comprendidas.

4

Benedicto XVI, Mensaje para la XLII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 4 de mayo de 2008, no. 4. En http://w2.vatican.va/content/benedictxvi/es/messages/communications/documents/hf_ben-xvi_mes_20080124_42nd-world-communicationsday.html

2

En este esquema de periodismo objetivista no es posible la verificación, se confunde la virtud con el vicio, el bien con el mal, y se dificulta o incluso se niega el acceso a la verdad. La objetividad se confunde y se reduce a la forma textual y narrativa (la pirámide invertida y las 6 W’s, en la mayoría de los casos). Esta praxis de los comunicadores vacía la objetividad de su sentido más profundo: la búsqueda de la verdad con imparcialidad. La gran paradoja de la “sociedad de la información” es que los informadores desinforman al ciudadano, lo desorientan y, en el peor de los casos, le lleven a olvidar su verdadero sentido. Este es el paradigma dominante del periodismo hoy en día. Pero no todo está perdido. En la práctica –quizá no en la teoría- todos están de acuerdo en que el periodismo tiene algo que ver con la verdad (sin ésta no existe información en sentido estricto). Pensemos, por ejemplo, en aquellos periodistas a los que se les ha quitado el Premio Pullitzer por haberlo ganado con reportajes falsos. Eran trabajos técnica y narrativamente muy bien elaborados, que nada tenían que envidiar a una buena novela, y, sin embargo, al ser ficción no pueden vencer el premio más importante del periodismo. Otro ejemplo es la resolución no. 1003 de la Asamblea del Consejo de Europa del 1 de julio de 1993, que, pese a distinguir “opiones” de “hechos” en una visión positivista de la verdad que califica “las opiniones como libres y los hechos como sagrados”5, invita a que se respete siempre el principio de veracidad, en una exposición leal y correcta desde el punto de vista ético6. Toda esta sensibilidad y reclamo a la verdad nos da la esperanza que se puede romper el esquema del periodismo objetivista y los esquemas reduccionistas de la verdad positivista. Corresponde a los profesionales de la información clarificar los conceptos; en concreto pensamos en la importancia de profundizar en el concepto de verdad posible7 en el periodismo, en la superación del legalismo en la ética de la 5

Esta distinción fue hecha por C.P Scott, científico químico que se convirtió en periodista. Se entrevé la influencia positivista en esta frase. Ciertamente hay una diversidad estilística y de “género periodístico” entre la narración y la argumentación. Sin embargo ambos pueden llegar a la verdad. 6 Sobre este tema trata González Gaitano en Obiettività, imparzialità, neutralità e verità nell'informazione giornalistica (pro manuscripto). 7 Es un concepto poco desarrollado. Se suele utilizar para explicar que una noticia no agota la realidad aunque se adecue a ésta. Con verdad posible también se suele explicar cómo informaciones con enfoques o “frames” diversos se adecuan a la realidad y la forma en que una transmisión de un hecho queda siempre abierta a la ampliación, corrección y profundización.

3

comunicación para dar lugar a las virtudes en el ejercicio periodístico, principalmente a la prudencia y a la sinceridad. Estamos convencidos de que estas deberían de ser algunas de las líneas que puede seguir el desarrollo académico de la “info-ética”. El llamado que hace Benedicto XVI es un reclamo inaplazable para los profesionales de la información –cristianos o no- de poner el periodismo al servicio de la verdad para llevarlo hacia su más alta dignidad. El tono positivo y motivante de este mensaje concluye con unas palabras de San Juan Pablo II con las que se invita a los comunicadores

a

ser

“intérpretes

de

las

actuales

exigencias

culturales,

comprometiéndose a vivir esta época de la comunicación no como tiempo de alienación y extravío, sino como tiempo oportuno para la búsqueda de la verdad y el desarrollo de la comunión entre las personas y los pueblos”8. Solo el periodista realmente profesional y comprometido con la ética será capaz de ofrecer a su público una luz que les oriente en el día a día, como un faro que guía en medio de la tempestad informativa.

8

Benedicto XVI, Mensaje para la XLII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 4 de mayo de 2008, no. 6. En http://w2.vatican.va/content/benedictxvi/es/messages/communications/documents/hf_ben-xvi_mes_20080124_42nd-world-communicationsday.html

4

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.