Industrialización de la Imprenta y Educación Tipográfica en la Guadalajara del Siglo XIX

June 30, 2017 | Autor: M. Gutiérrez Lorenzo | Categoría: Tipografía, Siglo XIX, Imprenta, Guadalajara
Share Embed


Descripción

IAS MUESTRAS

TrPocnÁrrcAS Y EL ESTUDIO DE LA CUTTURA IMPRESA Marina Carone Crattier María Esther Pérez Salas C. (comViladoras)

J Ediciones del Ermitaño

yTlííff,,,^' oo

[[B

Bibliotcd Nrciond

IloaúeNriml

Primera edición, febrero de20t2

Director de la colección: Alejandro Ze¡ker Coordinadora editorial: Fatna Lazcano Cestor de proyectos editoriales: Rasheny Lazcano Cuidado editorial: Elizabeth Co¡zález Coordinadora de producción : Beatriz Hernández Tipografla y formación: lsabel Y ázquez Ilustración de portada: Drucben SieKataloge, Fráncfort del Meno, Schriftgiesserei Ludwig & Mayer, 1915

@

Universidad Nacional Autónoma de México Instituto de Investigaciones Bibliográficas Centro Cultu¡al Universitario, Ciudad Universitaria, Delegación Coyoacán, 04510, México, D. F. Editoriales, S.A. de CV. Calle2 número 21, San Pedro de los Pinos. Teléfonos y fax (conmutador): 5515-1657 Co¡¡eo electrónico: [email protected] Página electrónica: www.solareditores.com

@ 2012, Solar, Servicios

ISBN: 978-607 -7 640 - 65 -3 Hecho en México

Indust rtaltzación de la imprentay educación tipográfica en la Guadalaiara del siglo xx1 MARÍA Pu¿n CurrÉrruz Lon¡Nzo Universidad de Cuadalaiara Debemos Fonernos en los ojos del tiVógrafo yara entender el yorqué de cada uno de sus actos y sus soluciones: ?or qué los libros, en sus ntanos, han tenido la evolución que han tenido a lo largo de los úhimos siglos, es deciq necesitattlos cotlocerl estudiar y recu?eril la ruirada del tiyógrafo.

Eunto To¡.¡¡É2 Introducción

n México la historia del libro, la imprenta y la cultura impresa ha hecho grandes progresos en 1 Agradezco a la doctora Marina Garone su aliento para

Ia

elaboración de este trabaio, cuya primera ve¡sión fue presentada en el coloquio Letras yaru las Letas: Las fiuestrts tiVográficas y el estudio de la cuhuru imVresa, organizado por el Instituto de Investigaciones Bibliográficas-Instituto Dr. José María Luis Mora y que

tuvo lugar en Ia ciudad de México el23 de iunio de 2010. 2 Emilio Torné,'La mirada del tipógrafo. El libro entendido como una máquina de lectura", e¡Literae. Cuadernos sobrc Cuhura escrita I Madrid, Facultad de Humanidades-Comunicación y Documentación, Universidad Carlos lll,200t, rúm. l, p. 746.

189

los últimos años. En este sentido, ha pasado de ser un recuento de imprentas, enumeración de impresores e identificación de impresos, a transformarse en un campo de estudio fértil, gracias al abono proporcionado por el enfoque sociocultural que muestra cuán rico es el panorama de la letra impresa y el largo camino que queda por delante.3 Muchos han sido los esfuerzos realizados para llegar a donde estamos, tanto desde las instituciones académicas de la capital, como de los centros de investigación y universidades de los estados, contribuyendo desde distintas disciplinas a dar dimensión a este campo a través del anáiisis de distintos supuestos. Fruto de este empeño son las publicaciones de rrabajos surgidas a partir de coloquios, congresos o seminarios organizados en torno al análisis de uno o varios componentes de la historia de Ia cultura del libro en México.a La relevancia de 3 Si bien el enfoque histórico dominante en el estudio de la historia del libro ha sido sociocultu¡al al insertar a autores y lectores en su entorno social, la cuestión técnica es un campo prácti_ camente marginado en la historiografía construida hasta ahora tanto en México como en el resto de la América hispana. a Algunos de estos productos son: Lau¡a Beatrtz Suárez de la Torre y Miguel Angel Casto (coord.), EnVresa y cultura en tinta y Vayel (4800-18ó0), México, Instituto Mora/uN¡r,,r¡1n,2001;

Carmen Castañeda (coord.), Myrna Cortés (colab.), Del autor al 2 vols., crrsas-Conacyt-Porrúa , 2002; Lau¡a Suárez de Ia

lector,

Torre (coord.), Constructores de un cambio cuhural: imVresores-editores libreros en la ciudad de México, 4830-485i, México, Instituto

y

Mora,2003; María del Pilar Gutiérrez Lore¡zo (coord.), ImVresos y libros en la historia económica de México (siglos xvr-xrx), México,

190

estos traba,os es que muestran las diferentes fuentes

y metodologías que pueden

ser empleadas al aden-

trarse a estudiar la historia del libro y las líneas de investigación abiertas. En Cuadalajara la que, como todo el mundo -a sabe, el beneficio de la imprenta no llegó hasta 1793-, ias investigaciones se han enfocado a estudiar la producción local durante los primeros años de actividad tipográfica. Es éste un momento en la historia novogalaica marcado por un despunte económico que da lugar a la fundación de una universidad (1792) a la oposición de ia Real y -pese Pontificia de México-, al establecimiento de un consulado de comerciantes (7795) -quebrando el monopolio que gozabael de la ciudad de México-y a la creación de una Casa de Moneda (1811). Es este escenario el que acota las investigaciones en torno a Ia historia de la cultura del libro en Guadalajara. En é1, se sistematiza un mercado propicio para el Iibro constituido por una clientela socioprofesional procedente de las nuevas instituciones educativas y económicas en funcionamiento, y gue se suma a ia más tradicional de los funcionarios del gobierno y del clero.s En este marco de difusión social de la Universidad de Cuadalajara,2007; Idalia Carcía Aguilar y Pedro Rueda Ramírez (comps.), Leer en tiempos de la colonia: imyrenta,

México, uxaru , 2010. 5 Véase Carmen Castaieda,ImVrenta, imVresores y Veriódicos en Guadalajarq 4793-4844, México, Agata, 1999. biblíotecas y lectores en la Nueva EsVaña,

t91,

cultura del impreso, también se ha puesto énfasis en destacar cómo el matedal tipográfico que llegó a la ciudad sirvió para divulgar la prensa y dar a conocer la producción de ideas lanzadas desde las filas de los insurgentes, pues no hay que olvidar que es aquí, en Cuadalajara, donde, entre diciembre de 1810 y enero de 1811, se publican los siete números del DesVertador Americano, primer periódico insurgente de América emitido por el cura Hidalgo para propiciar la adhesión a su causa. Aunque es mucho el avance acerca de la cultura impresa, todavía hay grandes "agujeros negros' en el universo de la imprenta tapatÍa del siglo xx. Sólo por mencionar algunos, señalaré el desconocimiento en torno al ambiente cultural creado por los impresores tapatíos más allá de la década de 1820. Así, quienes nos interesamos en identificar los cauces básicos de la difusión de la cultura del impreso nos vemos obligados a recurrir una y otÍa vez al texto escrito en 1943 por ]uan B.Iguíniz, que sigue siendo referencia obligada para saber, desde una perspectiva cuantitativa y cualitativa, cuáles eran las empresas editoriales, los talleres de impresión y las librerías en funcionamiento en Guadalajara desde 1820 a 1947.6 De los muchos talleres que operaron en la ciudad, hasta el momento sólo la imprenta de Mariano

6 Véase Juan B. Iguíní2, Las artes gráficas en Guadalajar4 México, Talleres linotipográficos Numancia, 1943,59 p.

192

kodríguez,7 que inicia actividades en 1820 y a finales del siglo xx pasa a ser de Ancira y Hno. A. Ochoa

hasta que en 7936 cierra sus puertas, y la imprenta conocida como de la Casa de Misericordias

-luego

Hospicio Cabañas-, en funcionamiento desde 1828 hasta 1910, son los únicos establecimientos tipográficos hasta ahora estudiados. En un intento por ir más allá en el conocimiento de la historia del libro, en una anterior ocasión dirigimos nuestro interés a pensar el libro como producto manufacturado, como una mercancía comercial. A partir de aquí, invitamos a un grupo de investigadores a incursionar en las circunstancias económicas en las cuales se desenvuelve la producción y comercialización de la letra impresa en México, abarcando cronológicamente desde el siglo xvr hasta el xx. Entonces constatamos que no es mucho lo que se ha escrito dentro de nuestras fronteras sobre esta otra dimensión del libro.e También observamos que en nuestro país nos hemos interesado poco por la cuestión técnica,10 y casi nada por quienes fabricaron 7 Esta imprenta ha sido estudiada por Edmundo Aviña Levy, 'La imprenta de Rodríguez', Estudios ialiscienses, n,,u'm. 10, Cuadalaiara, El Colegio de Jalisco, noviembre de 1992. 8 María Pilar Gutiérrez Lorenzo, La imVrenta del HosVkio Cabañas de Cuadalajara (4825-4908), (en prensa). e María del Pilar CutiérrezLore¡zo (coord.), ImVtesos y librcs en

la historia económica..., oV. cit. 10 Una excepción son los trabaios realizados por Marina Ca-

rone Gravier, como Breve introducción al estudio de la tipografía en

193

los libros: por el tipógrafo y su oficio, faceta ésra de la historia del libro que es necesaria para entender tanto ia dimensión técnica y económica como la cultural, y que incursiona en las prácticas de lectura, tal como nos ha mostrado Emiiio Torné.11 Este trabajo quiere ser una aproximación a esta figura clave en ia producción de libros e impresos. Se trata de un eje articulador que se sitúa entre el proceso técnico y el mundo de los lectores, y que en el siglo xx se enfrenta al rompimiento con su secular modo de trabajo gremial debido a dos procesos: la industrialtzaci1n mecanizada y la inclusión de su oficio en el ámbito socializado de la escuela. Y esto en un contexto de construcción del Estado y de instrucción de la población que alcanza, incluso, a los sectores más desfavorecidos.

En consecuencia, el estudio del oficio tipográfico en el contexto de la primera industrialización debe

tanto en el conocimiento de los avances técnicos de la fabricación del libro y sus técnicas, como en el proyecto de educación técnica ideado por el Estado para la construcción nacional. basarse

el libro antiguo. Panorama histórico y nociones básicas Vara su reconocimiento, México, Asociación Mexicana de Bibliotecas e Institucio-

nes con Fondo Antigu o, 2009; ola influencia de 1a imprenta real en América: el caso de México', et La imVrenta real. Fuentes de la

Madrid, Ministerio de Asuntos Exteriores y de cooperación/Real Academia Artes de San Fe¡nando Calcografía Nacional,2010, pp. 8B-99. tiVografía esVañola,

11

Emilio To¡n é,' La mirad a del tiV ógr afo. . .,,

194

o V.

cit., pp.

14

5 -17 7.

RE

l: C¡

o

'a\

§á€

i:§

,a Eá E = e D< E' E' E§ E¡

< I-

¡E¡i¡,Í o É ráút :'E

l¡I ,tEl

=6

rEA

§ Ni-ñ { o'ñ

§ §s §,'<

E

§Er qrIJ e o ^ §T sE §§6cieB"s* rñ.e iE

¡ \\,\

§8.58 :89§

:

§Ess

§Et §$É §§"q §*É § B<

§r&\= *r§

Industrialización de la imVrenta Según las investigaciones llevadas a cabo por distintos autores, la modernización industrial llega a ]alisco a partir de la década de 1840, cuando se funda la Junta de Industria gracias al impulso del gobierno. Esta ]unta trabajó a favor de las leyes prohibitivas, de la difusión de los conocimientos que fomentaran la

industria y del establecimiento de escuelas de artes y oficios.l2 Ést. .r el contexto en el que surgen las primeras compañías industriales que dan inicio a la mecanización industrial en Jalisco con fábricas papeleras, textiles y de fierro.13 Uno de los proyectos industriales de esta primera industrialización que más pronto impacto tuvo en el desarrollo de las imprentas locales, fue la construcción de la fábrica de papel La Constancia , que empezí a funcionar en1842 y se ubicó en la siera de Tapalpa, a 132 kilómetros de Cuadalajara en su rumbo sur. La falta de papel para abastecer las imprentas tapatías fue un problema que se manifestó desde 12 Jaime Olveda, La oligarquía de Cuadalaiara, México, Conaculta, 1991, pp.291-292; Federico de la Torre, olas antiguas fábricas de Jalisco. Notas para una historia industrial del siglo xtx', e¡Seminaio deEstudios Regionales, Anuario 2002, México, Centro Universita¡io de los Altos-Universidad de Cuadalaiara, 2002, p.24. 13

Federico de la Torre, El Vatrimonio industrial jalisciense del

siglo xrx: entre fábricas de textiles, de VaVel y de fierro, México, Secretarla de Cultu¡a/Cobierno de lalisco, 2007, p. 32 .

196

temprano, ya que hacia 1824 hay evidencias de los intentos de Irancisco Severo Maldonado, editor en Guadalajara del periódico insurgente El DesVertador Americano, de haber fabricado este cardinal insumo a partir de fibras de maguey. Esta iniciativa pretendía terminar con los problemas para la impresión del periódico El Telégrafo, ya que los editores se habían visto obligados a aumentar su precio por la falta de papel, e incluso habían deiado de publicar algunos números. Otro intento de construir una fábrica de papel para abastecer el consumo local y la demanda de las imprentas, fue el realizado por Ignacio Brambila a partir "de estopa y maguey', pero no prosperó.1a Támpoco cualaría la propuesta realizada por el Banco de Avío al gobierno de ]alisco, en 1833, de instalar en el estado uno de los dos molinos para fabricar papei que el propio organismo de desarrollo, creado por Lucas A1amán para impulsar la industria y el crecimiento de ia economía del país, había adquirido en Estados Unidos, concretamente en Filadelfia. ra Es el gobierno del estado el que expidió el decreto para construir esta fábrica, el 19 de febrero de 1824, y fue Ignacio apellido se relaciona con el destacado impreBrambila -cuyo sor tapatío Juan María Brambila, encargado de la imprenta del

gobierno entre 7827

y 1834-

quien solicitó la construcción.

Sobre este tema, Ramiro Villaseñor señala que fue el impresor Urbano Sanromán quien defendió frente a aquél el proyecto de

Maldonado. Cfr. Ramiro Villaseñor, Urbano Sanromán, Vtimer editor de Cuadalajara y el federalismo, México, Poderes de Jalisco, 1997, p.30. 197

Para el seguimiento de las gestiones encaminadas a su adquisición, el entonces gobernador, Pedro Támés,

comisionó al senador Ignacio Herrera, quien se encargaría de lo necesario para la entrega de dicho molino. Sin embargo, éste nunca llegaría a Jalisco debido a Ia falta de fondos para sufragar su costo.15 La fábrica de papel La Constancia fue de las primeras plantas mecanizadas en su ramo en el país, y para

operar su maquinaria, adquirida en Estados Unidos, se contrató al ingeniero Veraunes Hooker y a Silas

Coddard, este último un especialista en la elaboración de papel.16 La importación de la maquinaria, que costó 12923 pesos, supuso un gran esfuerzo, pues del país vecino fue trasladada en barco hasta el puerto deYeracruzy de aquí se llevó a lomos de burra hasta Tápalpa, lo que, calculando la enorme distancia y el gran peso de la mercancía, elevó hasta 74 823 pesos el producto y encareció enormemente el precio final.17 Es éste un ejemplo más de los muchos que pueden citarse de la dependencia tecnológica en el desarrollo de la tipografía mexicana. Se trata de un tema escasamente trabajado y cuyo estudio es 15

Tanto el of¡ecimiento del molino de papel, como las primeras gestiones realizadas por Ignacio Herrera se localizan en el acu, Crupo Documental Banco de Avío, vol. 4, exp. 21,. Cfr. Ied,eríco de la Torre, Ente la quimera y la realidad: cuhura científtco-tecnológica e industrialización en Jalisco en el siglo

xtx, tesís,

México, Puebla, 2006, p.725. 16 17

Federico de la Torre, El Vatrimonio industrial... oV. cit., p.37. Jaime Olveda, La oligarquía... oV. cit., pp.293-294.

t9B

fundamental para el conocimiento del desarrollo de la cultura impresa, como ha demostrado Carone, quien se ha interesado por la importación de especí menes tipográficos.

La estimación, de acuerdo con el proyecto inicial, era fabricar 800 libras diarias de papel, para lo que se requería una inversión de 18 000 pesos'18 Fueron

muchos los problemas que afrontó para su puesta en marcha. Pese a que desde sus primeros años el funcionamiento de esta fábrica fue irregular y trabajaba con cuatro molinetes, los primeros datos que se tienen sobre su producción son de 7 047 resmas de papel de tamaño común y de distinto tipo para 1845. Hacia 1879, con una capacidad de cinco molinetes en funcionamiento, La Constancia procesaba alrededor de I 000 resmas de tamaño doble, de las clases florete, medio florete y de color.le Federico de la Torre, quien ha estudiado el patrimonio industrial jalisciense del siglo xx, señala que más que por los volúmenes de su producción, La Constancia de Tapalpa destacó en el país por la introducción de nuevas materias primas para la elaboración del papel. Por ejemplo, en78451o producía a partk de lino y algodón; asimismo, mezclaba desechos de las fábricas de hilados con ixtle del maguey 18

Federico de la Torre, El Vatrinonio industrial. . ., le lbid., p.42.

199

oV-

cit., p. 33.

o residuos de algodón e hilazas que combinaba con ixtle de maguey para hacer papel de estraza.zo El mercado de la producción de esta fábrica era amplio y abastecía de papel a las imprentas de la región. Su clientela se localizaba no sólo en Jalisco, sino también en otros puntos de la República mexicana. Se sabe que el papel de lino bianco y azul se vendía en Guadalajara, Zacatecas, Guanajuato y Sayula, a 4.00 y 4.50 pesos la resma. La imprenta del gobierno de |alisco compraba en La Constancia papel "lino sin plancha', de tamaño doble, a 8.00 pesos. Papel de medio florete se vendía en Guadalajara, San Luis Potosi Zacatecas, Cuanajuato, León, Sayula, Zapotlán el Crande y Colima, a poco más de tres pesos Ia resma común. Para impresiones y envolturas se vendía en Guadalajara el papel fabricado con desechos de algodón e hilacha y combinado con ixrle, y a la Dirección General del Tabaco, para sus fábricas de Cuadalajara, San Luis Potos! ZacatecasyDurango, La Constancia le vendía papel de color rosa.21 Por su localización más próxima a Guadalajara, en el cercano municipio de Zapopan, fue Ia industria papelera EI Batán, fundada dos años más rarde, en 7844, la principal abastecedora de papel de las imprentas de la ciudad. Su producción fue mayor que la de La Constancia, y aunque empezó a trabajar con dos molinetes que producían 5 500 resmas 20

libd., p. 42

21

libd., p.43.

y

43.

200

INF'ORME HEI{ÜIDO POq TL

ütd¡r tld

$rrrlirrnriu

&,onriliar

ür

r¡ln

cf utrAü,

$ofua

*l

del m'srno Esl¡,bl*imier*n el aüo esr.alar de l*1il,

s61a;§(Ú E,$t'3 §¡r Eü

a .,< ¿i, ¡J

S§ (6§S

s;

s§§

+¿-sv ¡ü§ \

Un buen tipógrafo precisaba del dominio correcto del idioma. No se podía imprimir de cualquier manera. El respeto de la ortografía y la puntuación son importantes. El alumno tipógrafo se enfrentaba a la exigencia de la legibilidad y el respeto a las normas gramaticales y ortográficas. La mirada del tipógrafo también tiene que estar atenta a la elección del formato, de los pliegos de papel, de la encuadernación, del establecimiento de la caja, los márgenes y las columnas, el diseño de la cubierta y la portada, la colocación de las ilustraciones; también al tipo de letra del interior del libro, los usos de las redondas, las cursivas, las versales, los cuerpos, las interlíneas, los

párrafos, los colofones, los bigotes, las notas, los índi-

difícilmente podían acometerse con una rudimental instrucción elemental, pues son tareas que exigen una mayor preparación. Aun asi el espacio educativo del taller tipográfico siguió funcioces, etc., tareas que

nando hasta 1910, al estallar la Revolución.

La baja eficiencia terminal obligó al gobierno

a

replantear las condiciones sobre las que se desarrollaba su proyecto de formación de trabajadores calificados y a cancelar el proyecto de Escuelas de Artes y Oficios. La educación técnica terminó convirtiéndose en una expresión más de Ia beneficencia. Támbién los talleres tipográficos vinculados al proyecto. De la enseñanza tipográfica en las Escuelas de Artes y Oficios debemos retomar dos cuestiones

interesantes. En primer lugar, la transferencia del 225

aprendizaie del oficio, que pasa del cerrado ámbito del taller controlado por el impresor al espacio de la escuela pública. Un espacio, el primero, como nos

mostró María Esther Pérez Salas Cantú al descubrirnos los secretos de la empresa exitosa de Ignacio Cumplido, regido por estrictas obligaciones y rígidos horarios, donde cada empleado atendía sus ocupaciones sin relacionarse con el trabajo de los demás; y donde el control era directo y la organizació¡ completamente jerarquizada.sa En segundo lugar, la sistematización de la enseñanza tipográfica y difusión de conocimientos técnicos, a partir de los establecimientos escolares.5s Muy a pesar de lo modesto que fueron los talleres de imprenta de la Escuela de Artes y Oficios, la

importancia social que tuvieron no fue menor, pues contribuyeron a la difusión de la ciencia al tener sus publicaciones una gran demanda. Es el caso del Boletín de Ciencias Médicas (1882-1885), órgano de difusión de la Sociedad Médica Fraternal; el Reglamento de la Sociedad Médica de Cuadalajara (1871); o la obra Lecciones de botánica exylicadas en el jardín botánico del Colegio del HosVicio, Cuadalajara,

por poner algunos

María Esther Pérez Saias Cantú, olos secretos de la empresa exitosa de Ignacio Cumplido', en Laura Suárez de la Tor¡e 5a

(coord.), Constructores de un cambio cuhural..., oV. cit., p. 109.

María Lourdes Herre¡a Feria, olas mujeres en el ámbito de la educación técnica en Puebla a finales dei siglo xtx", Colección Pedagógka Universitaria, núm. 40, julio-diciembre, 2003. 5s

226

ejemplos. El impresor al frente del taller no sólo era el encargado de enseñar el oficio, también era el res-

ponsable de planificar, organizar, ilustrar y publicar los textos que los autores le entregaban. Si bien los recursos de estas pequeñas imprentas eran limitados, no por ello dejan de ser espacios de gran interés para acercarse a la mirada del tipógrafo y saber cómo enseñaba a los alumnos la técnica de la composición y cómo se lograba la originalidad a partir del aprovechamiento de los elementos tipográficos disponibles. El estudio formal de las publicaciones de estos talleres es un paso para acercarnos más a las caras ocultas

y a los secretos del arte tipográfico

en México.

I. Fuentes Vrimarias imyresas Anales de la Sociedad Médica de Emulación de Cuadalaiara,

t. I, Imprenta del Cobierno, Cuadalaiata,

TB39-

Banda, Longinos, Estadística de Jalisco, Cuadalaiara, Im-

prenta del Gobierno a carSo de Luis P Vidaurri, 1866. Boletín de Ciencias Médicas. Órgano de la Sociedad lÁédica "La Fraternal, Guadalaiara, Tipografla del Hospicio, 1BB2

a 1885.

El Defensor de la Religión, que se publicó en Ia ciudad de Cuadalajara, capital del estado de Jalisco para impugnar los errores de los últimos siglos. Separadas las materias en distintos tomos por los mismos 227

editores, IV t., Guadalajara, Impreso en la oficina á cargo de José Orosio Santos, 1830. C. Flores, Reyes, Lecciones de botánica exVlicadas en el jardín botánico del Colegio del HosVicio, Cuadalajara, Tip. del

Hospicio, a cargo de ]osé C. Ñvarez,1863. Carcía Flores, Reyes, Ensayo del tratamienrc de la escrófula en el HosVicio de esta cayital, dedicado al Cobierno del Estado por su auror, médico de dicho esrablecimiento para la exposición de Chicago, Guadalajara,

Tipografla del Hospicio, 1893. Muñoz, Miguel, Cartilla o Breve Instrucción sobre la México, Imprenta Ignacio Cumplido, 1840.

VAcunA,

la Sociedad Médka de Cuadalalarq preseltado por la Comisión que lo formó en la sesión del 6de enero delB77, Guadalajara, Tip. del Hospicio, a

Reglamento de

cargo de C.

M. Rangel,1871.

Ursúa, Juana, Estado general del HosVicio de Huérfanos

de

Cuadalajara Vresentado al Su?remo Gobierno del Estado por la directora del Establecimiento, Cuadalajara, Tip. del Hospicio,1893.

II.

F uentes secutldarias

Aguilar Ochoa, Arturo, olos inicios de la litografía en México: el periodo oscuro (1827-rc3n', en Anales del Institato de Investigaciones Estéticas, vol. XXIX, núm. 90, primavera de 2007. Alejandre Alejo, Julio, ParticiVación jalisciense en las exyosiciones del úhimo tercio del siglo xrx: Frogreso y

modernidad

al alcance de todos, Cuadalajara, tesis de licenciatura, Universidad de Cuadalajara, 2009.

228

Aviña Levy', Edmundo, ola imprenta de Rodrlguez' , Estudios jaliscienses, rl(rm.10, Cuadalajara, El Colegio de Jalisco, noviembre de 1992, pp. 22-38. Caballero, Manuel, Primer almanaque histórico, artístico y monumental de la ReVúbliu Mexicanq ,1883-4884, Méúco, El

Noticioso, 1883. Casrañeda, Carmen (coord.) y Myrna Cortés (colab.), Del

autor al lecto¡ 2 vols., crrsas/Conacyt/Porrúa, 2002.

Castañeda, Carmen, ImVrenta, imVresores y periódicos en Cuadalafara, 1793-4 84 4, Cuadalajara, Agaa, 1,999. De la Peña, Cuillermo et al., Ensayo sobre el sur de Jalisco, 2aed., México, crs/rNrur, 1980. De la Torre, Federico, Entre la 4uimera y la realidad: cultura científico-tecnológica e industrialización en Jalisco en el siglo xtx, tesis, Puebla, 2006.

"Las antiguas fábricas de Jalisco. Notas para una historia industrial del siglo xrx", en Seminario de Estudios Regionales. Anuario 2002, Cuadalajara, Centro Universitario de los Altos/Universidad de Cuadalajara,2002. El Vatrimonio industrial jalisciense del siglo xtx: entre fábrkas de textiles, de VaVel y de fierro, México, Secre-

taría de Cultura/Cobierno de Jalísco,2007. Escobar, Hipólito, Historia del libro, Madrid, Fundación Sánchez kuipérez, 1984 .

Carcía Aguilar, Idalia

y

Pedro Rueda Ramlrez (comps.),

Leer en tiemVos de la Colonia: imyrentt, bibliotecas y lectores en la Nueva EsVaña,

México,

uNar'a, 2010.

Carcía Corzo, Rebeca Vanesa, La construcción de las ciencias biológkas en Cuadalajara de Cuadalajara,2009.

229

( 4 840-,1

g2J), Universidad

Carone Cravier, Marina, ola influencia de la Imprenta Real en América: el caso de México,,, en La ImVren-

ta Real.

la úVografía esVañola, Madrid, Asunros Exteriores y de Cooperación/ Real Academia A¡tes de San Iernando. Calcografía Fuentes de

Ministerio

de

Nacional, 201,0, pp. BB-99. libro antiguo. Panorama histórico y nociones básicas Vara su reconocimiento, Mé>oco, Asociación Mexicana de

Bibliotecas

Instituciones con Fondo Antiguo, 2009. ConzálezYtllalobos, Verónica, La Escuela de Anes y Ofkios e

deJalisco y el reclutamiento escola4 4844-4900, resis de

licenciatura, Universidad de Cuadalaja ra,2007

.

Cutiérrez Lorenzo, María del Pilar (coord.), Impresos y libros en la historia económica de México (siglos xvt-xrx), Cuadalajara, Universidad de Guadalajara, 2007. de Cuadalajara, 1883-1894', Revista Educa@0, vol. 6,

núm. 10, Sáo Leopoldo, Unisinos, ian./1un, 2002, pp.161,-174. "Propaganda impresa y construcción de un espa-

cio cultural e ideológico en Guadalajara. Siglo xx,,, Revista Universidad de Cuadalalarq núm. ZB,2OOg,

pp.32-43. (1828-1908) (en prensa). Herrera Feria, María Lourdes, olas mujeres en el ámbito de la educación técnica en Puebla a finales del si-

glo xix', Colección Pedagógka Universitaria, nrim. 40, julio-diciemb re, 2003.

230

Igulniz, Juan B., 'Las artes gráficas en Cuadalaiara", erl Disq uisiciones bibliográficas. Autores Libros, Bibliotecas,

Artes Cráftcas,2aed., México, uNar'a, 1987. res linotipográficos Numancia, 1943.

Martínez Leal, Luisa, Tieinta siglos de tiVos y letras, México, ua¡¿-Azcapo tzalcofi rlde, 199 0 . uEducar fuera del aula: los Martlnez Moctezuma, Lucía, paseos escolares durante el Porfiriato", en Revista Mexicana de Investigación Educativa, mayo-agosto 2002, vol.7, n(tm. 75.

Olveda, Jaime, La oligarquía de Cuadalaiara, México, Conaculta, 1991. Casa de Caridad y Misericordia de la ciudad de Cuadalajara, Capital de la Nueva Calicia", en

la

Luis M. Rivera, El HosVkio Cabañas. Monografía hk' úrica, Cuadalaiara, Tip. Dosal, 7924, pp.24-26.

Maía Estheq "Los secretos de una la imprenta de Ignacio Cumplido', eútosa: empresa

Pérez Salas Cantú,

en l¿ura Suárez de la Torre, Constructores de un umbio cultural: imVresores-ditores y libreros en la ciudad de Méxicn, 4830-4855,

México, Instituto Mora,2003, pp. 101-181.

versidad Nacional Autónoma de México-InsLituto de Investigaciones Estéticas, 2005.

Porter, Susie 5., Mujeres y trabaio en la ciudad de México. Condiciones materiales y discursos yúblicos (4 8/Q-4 934 ),

México, El Colegio de Michoacán, 2008. Suárez de la Torre, Laura (coord.), Constructotes de un cambio cultural, imVresores-editores

231

y

libreros en la

ciudad de Méxko, ,t830-4855, México, Insriruto Mora,2003. Suárez de la Tore, Laura Beatriz y Miguel Ángel Castro (coord.), EmVresa y cultura en tinta y paVel

(4 go0_4

góo),

México, Instituto Mora,/uN¡¡¿- ttt, 2001. Torné, Emilo, ola mirada del tipógrafo. El libro entendido como una máquina de lecturar, en Lircrae. Cuadernos sobre Cuhura escrita

I, Madrid, Iacultad

de Huma-

nidades-Comunicación y Documentación Universidad Carlos III, núm. l,Z00I.

Toussaint, Manuel, La litografía en México en el siglo xtx, México, Estudios Neolirho, 1984. Villaseñor, Ramiro, Ilrbano Sanromán, Vrimer editor de Guadalajara y el federalismo, Cuadal.alara, poderes de Jalisco, 7997.

232

Índice

Presentación

5

Marina Garone Cravier y María Esther Pérez Salas C.

Introducción al estudio de las muestras de tl letras de imprenta Albert Corbeto i LóVez DisVositio y tipografía en los sermones publicados por ]uan José de Eguiara y Eguren en la Imprenta de la Bibliotheca Mexicana 59 Laurette Codinas

Tipografía e ideología en el Libro de Muestras de Ignacio Cumplido María Esther Pérez Salas C. Letras según los lectores: las ediciones de José Mariano Fernández de Lara Laura Suárez de la Tbrre

287

83

113

Apunte sobre las letras delDi«ionario Universal de Historia y de Geografía y don iosé Marla Andrade Miguel Ángel Castro En torno a algunos editores e impresores de música en méxico durante el siglo xx María de los Ángeles ChaVa Bezanilla Industrialización de la imprenta y educación tipográfica en la Guadalajara del siglo xx [Vlaría Pilar Cutiérrez Lorenzo Muestras tipográficas mexicanas: comentarios en torno a nuevos hallazgos (siglos xvnr->«) Marina Carone Cravier Las afinidades electivas de Enrique y Cabriel Fernández Ledesma Vicente Quirarte

2BB

r39

177

189

233

267

La producción de Las muestras tiyográficas y el estudio de la cuhura imVresa, se realizó íntegramente en las instalaciones de Solar, Servicios Editoriales, S.A. de C.V. Calle 2 número 21, San Pedro de los Pinos, Méúco, D.E +52 (55) 5515-1657 [email protected]

www. solareditores.com En su composición se utilizaron tipos Schneidler Light de 1! y 24 punros.

tipo Schneidle4 usado en Ia colección Minimalia, la tipografía de los impresores venecianos del periodo renacentista y comparte con elia su gracia, belTezay proporciones ciásicas. Es un tipo fino y legible tanto para textos extensos como para carteles y folletos. Una de las caracteísticas más originales de esta fuente son sus signos de interrogación. F. H. Emst Schneidier, diseñador de fuentes y maestro tipógrafo, concibió originalmente la Schneidle¡ OId Style en EI

se basa en

1936 para Ia Fundidora Baue¡. Esta impresión consta de 500 ejemplares

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.