Impacto económico y comercial de los inmigrantes sirio-libaneses en el Caribe colombiano, 1880-1930

October 10, 2017 | Autor: S. Puello Suarez | Categoría: Historia Social, Historia Economica
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Descripción

Impacto económico y comercial de los inmigrantes siriolibaneses en el Caribe colombiano, 1880-1930 Senén Leonardo Puello Suárez

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Resumen A través de este ensayo presento hacer un estudio general de las actividades económicas y comerciales de los inmigrantes sirio-libaneses en el Caribe colombiano, y como los tales, a través de dichas actividades, lograron impactar la economía de esta región. Palabras clave: inmigrantes sirio-libaneses, actividades comerciales, Caribe colombiano.

Introducción Nuestro país durante el siglo XIX vivió momentos de rezago económico a causa de los diferentes experimentos para construir el Estado-nación y las diferentes guerras civiles producto de las luchas bipartidistas.

Además, no existía una

economía nacional, pues en cada ciudad y cada provincia o Estado Soberano había solo economías locales debido a los obstáculos geográficos generados por las tres cordilleras y también por el aislamiento de cada región. 1

Estudiante 6° semestre de Historia, Universidad de Cartagena, [email protected].

No obstante, este panorama cambió a finales del siglo XIX, cuando Colombia logró integrarse de manera estable a la economía internacional como producto del ascenso de las exportaciones de café, lo cual significó la consolidación del sector exportador, el mejoramiento en los transportes y una mayor integración al mercado interno, originándose una época de apogeo económico2. Fue allí en ese contexto donde ingresaron al país, desde las principales ciudades portuarias – Barranquilla y Cartagena– un gran número de inmigrantes que contribuyeron al desarrollo económico de Colombia y la consolidación, fortalecimiento y recuperación de sus principales puertos.

Contexto Para el caso de la región concerniente a este estudio, el Caribe colombiano, se puede decir que su vocación portuaria hizo de sus principales tres centros urbanos (Barranquilla, Cartagena y Santa Marta) los puertos más dinámicos e importantes dentro del contexto colombiano durante un lapso de tiempo considerable; a causa de esto hubo en esta región una notable presencia y consolidación de un grupo de comerciantes, empresarios, oportunistas y especuladores que aprovecharon esta dinámica de vida portuaria y asimismo se ubicaron un número considerable de 2

Ana Milena Rhenals y Francisco Flórez, “Distintos sujetos bajo un mismo predicado: reflexión historiográfica sobre la historia empresarial en el Caribe colombiano”, en: El Taller de la Historia, Vol. 3. N° 3, Cartagena, Universidad de Cartagena, 2011, p. 142. Para estudiar con más claridad el contexto histórico de la economía en Colombia durante el siglo XIX: Hermes Tovar Pinzón, “La lenta ruptura con el pasado colonial”, en: José Antonio Ocampo, Historia Económica de Colombia, Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1994, pp. 87-116.; Malcolm Deas, “los problemas fiscales en Colombia durante el siglo XIX, en: Del poder y la gramática y otros ensayos sobre historia, política y literatura colombiana, Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1993, pp. 175-198; Frank Safford, “El problema de los transportes en Colombia en el siglo XIX”, en: Adolfo Meisel/ María Teresa Ramírez (eds.) Economía colombiana del siglo XIX, Ibídem, pp. 523-570.

inmigrantes compuestos por españoles, franceses, alemanes, italianos y, sobre todo, sirios, palestinos y libaneses que terminaron integrándose a través de diversos mecanismos a las distintas esferas de las ciudades, provincias y pueblos de la región3. Por ende, los puertos del Caribe colombiano se convirtieron en las puertas de salida de los productos enviados del interior del país y entrada de gran cantidad de mercancías del exterior, pues el permanente y continuo movimientos de exportación y la comercialización de diferentes mercancías reactivaron al agricultura y el comercio en la región, lo cual generó unas dinámicas comerciales que ofrecían mayores oportunidades de negocios en la zona4. Cabe anotar también la estrecha relación que estos puertos tuvieron con sus respectivos hinterland que se caracterizaron por ser ricos en productos agrícolas y propicios para el desarrollo de la ganadería; entre estos se destacan las sabanas de Bolívar, el valle del Sinú y las zonas bananeras del Magdalena, los cuales se convirtieron en un escenario clave para sustentar los proyectos empresariales cuando los siempre cambiantes ciclos económicos suponían fuertes crisis económicas. Además, cerca del 80% del comercio exterior del país circulaban por los puertos del Caribe colombiano, sirviendo como punto de conexión entre los mercados externos y las importantes zonas de producción y de consumo del mundo andino, con un hinterland rico en productos agrícolas y ganaderos que se

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Ibíd., p. 142. Ana Milena Rhenals, “Tejiendo la red: circuitos comerciales, inmigrantes sirio-libaneses y empresarios nacionales en el Caribe colombiano y el Atrato (1880-1930)”, en: Historia y Espacio, N° 37, Cali, Universidad del Valle, 2011, p. 3. 4

beneficiaba de la presencia de diversos puertos ribereños que también servía como centros de acopio y redistribución5.

Los inmigrantes sirio-libaneses y su impacto económico y comercial Los sirios, libaneses y palestinos que llegaron a Colombia y otros países de América Latina a partir de la década de 1880 fueron llamados “turcos”, debido a que llevaban en su pasaporte el nombre del imperio otomano o turco, que en ese momento ejercía su dominio en una vasta región de Europa y Medio Oriente; cabe mencionar que muchos de estos inmigrantes se establecieron en zonas costeras como Nueva York, Río de Janeiro, Valparaíso, Barranquilla, Cartagena, Veracruz o La Habana6. Con base a lo anterior, cuando los inmigrantes sirio-libaneses pisaron suelo colombiano, se establecieron primeramente en Puerto Colombia, Barranquilla y Cartagena; si bien muchos de ellos se quedaron y realizaron actividades comerciales en estos tres lugares, otros pasaron de allí a otras ciudades y poblaciones del Caribe colombiano como La Guajira, Santa Marta, Sincelejo y la región del Sinú (Lorica, Cereté, Montería entre otros pueblos), en donde lograron impactar la región a través de sus actividades económicas fundando empresas, 5

Ana Milena Rhenals, “Tejiendo la red: circuitos comerciales, inmigrantes sirio-libaneses y empresarios nacionales en el Caribe colombiano y el Atrato (1880-1930)”, Óp. Cit. Pp. 143-144. 6 Louise Fawcett y Eduardo Posada Carbó, “Árabes y Judíos en el desarrollo del Caribe colombiano, 18501950”, en: Boletín cultural y bibliográfico, Vol. 35, N° 49, Bogotá, Biblioteca Luis Ángel Arango, 2000, pp. 1921; Manuel Rodríguez y Jorge Restrepo, Los empresarios extranjeros de Barranquilla, 1820-1900, Bogotá, Monografías Universidad de los Andes, 1993, p.106; Joaquín Viloria de la Hoz, Ganaderos y comerciantes de Sincelejo, 1880-1920, Cartagena, Banco de la República, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial, N° 32, CEER-Cartagena, 2001, p. 47 y Lorica, una colonia árabe a orillas del río Sinú, Cartagena, Banco de la República, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial, N° 10, CEER-Cartagena, 2013, pp. 20-22.

casas comerciales y dedicándose a la exportación de platino, a la agricultura, la ganadería, la industria, y la pesca de perlas –esta última en el caso de La Guajira– , fortaleciendo de esta manera las actividades económicas establecidas por los empresarios nacionales y locales7. Para el caso de Barranquilla, en la década de 1920, ya existían nueve casas importadoras en las cuales los sirio-libaneses negociaban en una variada gama de artículos, incluyendo algodón, velas, camisas, zapatos, jabones y cemento, bajo la rúbrica “mercancías en general”; en 1930 los sirio-libaneses eran propietarios de un buen número de los almacenes de Barranquilla8. Además de esto, durante las primeras décadas del siglo XX, un creciente número de sirio-libaneses se fue involucrando en la agricultura y la industria; asimismo, algunos, con capital, invirtieron en tierras para la agricultura, mientras que otros reclamaron la posesión de “baldíos”, es decir, de tierras públicas ofrecidas por el Estado9. Por otra parte, los sirio-libaneses también lograron prosperar en Cartagena, los cuales establecieron en 1910 una extensa red comercial entre Quibdó y Cartagena, evidenciando de esta manera la estrecha relación que siempre existió

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Joaquín Viloria De la Hoz, Comerciantes en economías de frontera: el caso de La Guajira colombiana, 18701930, Cartagena, Banco de la República, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial, N° 32, CEERCartagena, 2013, p. 11; Louise Fawcett, Libaneses, palestinos y sirios en Colombia, Barranquilla, Universidad del Norte, Documentos Ceres, N° 9, 1991, pp. 11-12; Ana Milena Rhenals, “Tejiendo la red: circuitos comerciales, inmigrantes sirio-libaneses y empresarios nacionales en el Caribe colombiano y el Atrato (18801930)”, Óp. Cit., pp. 12-13. 8

Cabe mencionar que los inmigrantes sirio-libaneses iniciaron sus actividades comerciales en la ciudad de Barranquilla en el negocio de telas, ropa y pequeños artículos de lujo importados de Europa. Ente estos inmigrantes estaban: los Bichara Jassir, Cajtuni Hermanos, Elías Muvdi, Eslait & Eljach, J. Tarud Hermanos, Yidi, Musalam & Co., Traad Hermanos y Z. Cassab & Co. Louise Fawcett, Libaneses, palestinos y sirios en Colombia, Óp. Cit., pp. 18-19. 9

Ibíd., p.19.

entre el comercio cartagenero y la explotación de los recursos en las regiones próximas al río Atrato, particularmente en la exportación del caucho, maderas, oro y platino, artículos que fueron responsables de este circuito comercial 10. Algunos de ellos establecieron casas comerciales en Quibdó y Cartagena, como los Meluk, los Abuchar y los Rumié; Miguel y Salomón Abuchar recibieron del gobierno tierras baldías en la región del Atrato en 1899, que más tarde formaron la hacienda Sautatá, y la casa Rumié Hermanos, fundada en Nueva York en 1914, se estableció en Quibdó desde 1909, con una sucursal en Cartagena en 1914. Con base a esto, es importante destacar las relaciones comerciales de los inmigrantes sirio-libaneses con Rafael del Castillo & Co., las cuales se dieron a partir de 1904 y consistieron en la compra de mercancías y también en el usufructo de servicios como consignaciones en el exterior o cambios de moneda11. No obstante, los inmigrantes sirio-libaneses asentados en Cartagena no se concentraron únicamente en la región del Atrato, ya que también se expandieron desde esta ciudad hasta la provincia del Sinú, estableciéndose en poblaciones como Lorica, Cereté, Sahagún, Ciénaga de Oro, San Bernardo del Viento, Montería, Sincelejo, Tolú, Magangué, entre otros12. Estos a su vez, aprovecharon la principal arteria fluvial de la región, el río Sinú, el cual tenía a Lorica como puerto por el mismo se transportaban productos y mercancías a Cartagena –vía al mar Caribe– provenientes de dicha población y de otras cercanas como Cereté y 10

María Teresa Ripoll, Redes familiares y el comercio de Cartagena: el caso de Rafael del Castillo & Co., 1861-1960, Cartagena, Banco de la República, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial, N° 5, CEERCartagena, 2000, pp. 21-22. 11 Ibíd., pp. 23. 12 Ana Milena Rhenals, “Tejiendo la red: circuitos comerciales, inmigrantes sirio-libaneses y empresarios nacionales en el Caribe colombiano y el Atrato (1880-1930)”, Óp. Cit., p. 12.

viceversa; no está demás señalar que en el año 1900 Cereté recibió un grupo considerable de comerciantes sirio-libaneses, instalándose en el comercio con la venta de telas, cacharrería y compra y venta de cueros y frutos13. En efecto, los sirio-libaneses lograron sacar provecho del circuito comercial de las provincias del Atrato y el Sinú, transportando mercancías desde los ríos Sinú y San Jorge por el mar Caribe hasta el puerto de Cartagena y viceversa, actividad que jugó un papel importante en la recuperación económica de la ciudad antes que el Canal del Dique fuese reactivado. Como lo señalé anteriormente, los inmigrantes sirio-libaneses jugaron un papel significativo en Lorica en cuanto al comercio se refiere. Al respecto, Joaquín Viloria señala que esta población, por su ubicación privilegiada sobre el río Sinú y su corta distancia del mar Caribe, se mantuvo como la población sinuana más dinámica durante todo el siglo XIX, lo que favoreció el establecimiento de “forasteros”, por lo general, comerciantes cartageneros, franceses y siriolibaneses; además de esto, se debe tener en cuenta que el Sinú ha sido para su valle y para el departamento de Córdoba “lo que el Magdalena para el occidente colombiano: el centro de sus actividades económicas y comerciales, la vital arteria que lo comunica con el mar y los puertos del Caribe”14. En consecuencia, se establecieron en Lorica y la región sinuana un número de inmigrantes de origen árabes (sirios y libaneses en su gran mayoría), quienes fundaron casas comerciales y explotaron el transporte fluvial y marítimo en los ríos

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Ibíd., pp.14-15. Joaquín Viloria de la Hoz, Lorica, una colonia árabe a orillas del río Sinú, Óp. Cit., pp. 13-14.

Sinú-Atrato y la ciudad de Cartagena; más adelante incursionaron en otros negocios como la ganadería, la agricultura y la finca raíz 15. Un ejemplo claro de esto se puede ver en el funcionamiento de la barquetona “El Sol” de Abuchar Hermanos en 1890, la cual ofrecía un servicio mensual entre Cartagena y las poblaciones ribereñas del Sinú, lo cual le ganó mucha ventaja al vapor Bolívar, el cual fue puesto en funcionamiento por Nicolás de Zubiría en 1870 y sólo ofrecía su servicio dos veces al año; además, un gran número de comerciantes siriolibaneses contribuyeron de manera significativa para el dragado y mantenimiento del río Sinú cuando se sedimentaba y dificultaba la navegabilidad16. Así como lograron adaptarse en los territorios anteriormente mencionados, los inmigrantes sirio-libaneses también se establecieron de manera importante en Sincelejo. Una de las primeras familias que se asentaron en este territorio fueron los Chadid, quienes llegaron primero a Cartagena en 1895, y en los años finales del siglo XIX se radicaron en Sincelejo. Los hermanos Chadid se dedicaron en un principio al comercio de telas y artículos importados, y luego, con el capital acumulado en la actividad comercial, incursionaron en el negocio de la agricultura y la ganadería; por ende, adquirieron propiedades rurales en Sincelejo, Tolú, Toluviejo, San Onofre y Colosó; no se debe pasar por alto que esta familia se complementó con otros libaneses que llegaron a Sincelejo y a través de redes familiares hicieron posible la expansión de sus actividades comerciales 17.

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Ibíd., p. 20. Ibíd., pp. 15-16. 17 Joaquín Viloria de la Hoz, Ganaderos y comerciantes de Sincelejo, 1880-1920, Óp. Cit., pp. 48-51. 16

La Guajira y Riohacha tampoco fueron la excepción. Entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera década del siglo XX entraron por Riohacha muchos de los inmigrantes que luego se establecerían de Padilla, Valledupar, Santa Marta y otras poblaciones del Caribe colombiano; entre estos extranjeros llegaron los árabes (sirios, palestinos y libaneses), los cuales entraron por Barranquilla e hicieron toda su vida comercial en La Guajira18. Las actividades comerciales de estos inmigrantes en La Guajira fueron significativas, ya que para la década de 1920 los inmigrantes árabes y europeos ubicaban las oportunidades de negocio en cualquier parte del territorio, con transacciones en Colombia, Venezuela, Curazao, Aruba y otras islas del Caribe; en este caso, se hace evidente la forma cómo acaparaban la comercialización mayorista de una actividad extractiva como la pesca de perlas en La Guajira19.

Conclusión La inmigración sirio-libanesa jugó un papel importante en la economía y el comercio de Colombia y por supuesto, de la Costa Caribe, ya que estos lograron insertarse en una época en la cual se estaba fortaleciendo la economía nacional y el país comenzaba a ingresar al mercado mundial gracias a la exportación del café. En consecuencia, los sirio-libaneses jugaron un papel importante en dicho contexto, pues gracias a sus conocimientos mercantiles, sus estrategias y su 18

Entre estos inmigrantes árabes estaban las familias Bendek, Nader, Namén y Habid, entre otros. Joaquín Viloria De la Hoz, Comerciantes en economías de frontera: el caso de La Guajira colombiana, 1870-1930, Óp. Cit., p. 11. 19 Ibíd., pp. 48-49.

vinculación a través de redes familiares, lograron establecer en la región Caribe una cantidad considerable de firmas y casas comerciales las cuales tenían contactos con empresarios nacionales y extranjeros y a su vez jugaron un papel fundamental en la importación y exportación de mercancías. Además, también lograron dedicarse a la exportación de platino, la ganadería, la agricultura, la industria, la finca raíz, entre otras actividades económicas, las cuales fortalecieron en gran manera la economía del Caribe colombiano.

Bibliografía



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_________________________, Lorica, una colonia árabe a orillas del río Sinú, Cartagena, Banco de la República, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial, N° 10, CEER-Cartagena, 2013.



_________________________, Comerciantes en economías de frontera: el caso de La Guajira colombiana, 1870-1930, Cartagena, Banco de la República, Cuadernos de Historia Económica y Empresarial, N° 32, CEERCartagena, 2013.

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