Imagen pública e identidad colectiva plural del movimiento \"antiglobalización\" en el Estado español

July 23, 2017 | Autor: J. Bartolomé Martín | Categoría: Social Movements, Globalization, Movimientos sociales, Antiglobalization Social Movements
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Descripción

IMAGEN PÚBLICA E IDENTIDAD COLECTIVA PLURAL DEL “MOVIMIENTO ANTIGLOBALIZACIÓN” EN EL ESTADO ESPAÑOL. JESÚS BARTOLOMÉ MARTÍN

Seattle: los “altermundistas” irrumpen en los media. El 30 noviembre del año 1999 millares de personas bloquearon el Centro de Convenciones de Seattle (EEUU) con la intención de impedir el inicio de la Tercera Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en la que se preveía iniciar una ronda de negociaciones para profundizar en la liberalización comercial y de las inversiones. Dichas protestas, protagonizadas por una gran diversidad de actores sociales (desde sindicalistas a ecologistas), tuvieron éxito en el bloqueo parcial de la cumbre (lo que conllevó una fuerte represión policial) y al animar las contradicciones entre los diversos miembros de la OMC, logrando un eco mediático mundial sin precedentes en anteriores protestas de características similares contra instituciones económicas mundiales. Desde entonces, los medios de comunicación mundiales comenzaron a calificar a estas protestas contra la mercantilización de la vida bajo el término “antiglobalización”. Esta palabra negativa fue acuñada desde los mass media y los principales centros de poder, que anteriormente habían definido y difundido el término “globalización” haciendo referencia al proceso, considerado por ellos irreversible, de integración mundial de los mercados y las finanzas (superando las fronteras estatales en estos ámbitos), sobre la base de una revolución en las comunicaciones. De esta forma, los mass media y los principales centros de poder (a través de sus servicios de “inteligencia”) - desconcertados en principio con la masiva confluencia de movimientos socio-políticos que lograron deslegitimar a la OMC en Seattle - otorgaron una imagen pública común a esa pluralidad de nuevos y tradicionales movimientos socio-políticos que convergen en acciones colectivas, campañas e incluso organizaciones en las que se rechaza la toma de decisiones globales por parte de las elites político-económicas mundiales esbozando un común movimiento global. Los orígenes de este movimiento, cuya precaria configuración se encuentra en constante reformulación a través de las acciones que desarrolla, se sitúan entre finales del siglo

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XX y principios del siglo XXI. Así, el movimiento “antiglobalización” ha renovado el enfrentamiento sociopolítico e ideológico con el sistema capitalista liberal en un panorama internacional caracterizado por la disolución del bloque soviético y la expansión del capitalismo de mercado sobre todos los territorios y los aspectos de la vida. Esta difusión del capitalismo de mercado se ha producido de la mano del imperialismo estadounidense bajo la retórica, en un primer momento, del “fin de la historia” y el “nuevo orden mundial”, remplazada posteriormente por el discurso del “choque de civilizaciones” y la “guerra contra el terrorismo”. Por tanto en este contexto, en el que se profundiza y se acelera la globalización capitalista, la resistencia frente al dominio de la lógica del capital por encima de los derechos de las personas y la conservación del medio ambiente se ha visto en la necesidad de hacerse global e internacional, facilitando este proceso los nuevos medios de comunicación mundiales, especialmente Internet. Con anterioridad a las protestas de Seattle, principalmente a lo largo de la década de los 90, ya se habían producido toda una serie de campañas de denuncia y protesta en torno a las principales instituciones económicas mundiales (Banco Mundial - BM -, Fondo Monetario Internacional - FMI -, Organización para el Comercio y Desarrollo Económico - OCDE -, G7,...) y regionales (Unión Europea, Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte,...), generando procesos de convergencia entre diversos movimientos sociales y políticos. De forma paralela, se fueron creando redes, foros y organizaciones de ámbito global, tales como la red de organizaciones agrarias Vía Campesina creada en 1993, la anticapitalista Acción Global de los Pueblos (AGP) nacida en 1998, la Asociación por una Tasación sobre las Transacciones Financieras Especulativas para la Ayuda a los Ciudadanos (ATTAC) creada en 1998 con el fin de promover el control democrático de los mercados financieros, o la Marcha Mundial de Mujeres que interrelaciona neoliberalismo y patriarcado y surgió en 1998 a iniciativa de la Federación de Mujeres de Québec. Todo lo señalado hasta aquí, pone de manifiesto una larga y diversa genealogía del movimiento que sorprendió a los mass media en Seattle. La relevancia mediática que alcanzaron estas protestas y la especificidad de las mismas se deben a la confluencia básicamente de estos tres factores: el elevado número de participantes (entre 50.000 y 100.000); su diversidad social, generacional y política; y, especialmente, el éxito alcanzado en la parálisis de los trabajos de la cumbre de la OMC que debía iniciar la ronda de negociaciones pomposamente anunciada como “Ronda del Milenio”. Esta parálisis supuso el segundo fracaso coyuntural en escaso tiempo de

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los partidarios de la globalización comercial y de las inversiones, tras la suspensión en 1998 de las negociaciones secretas para concluir el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI). De esta forma, la revuelta de Seattle, se convirtió en un catalizador positivo para todos los movimientos socio-políticos que buscaban poner fin a los efectos perversos que esa globalización capitalista genera sobre las sociedades y el medio ambiente, animando a la preparación para el año 2000 de múltiples foros alternativos, manifestaciones y bloqueos con motivo de las reuniones de las principales instituciones económicas mundiales y regionales. Ante la proliferación de las protestas y bloqueos con motivo de las reuniones de las grandes instituciones económicas, los medios de comunicación fueron modelando la imagen de lo que denominaron movimiento “antiglobalización”. En contraste, los participantes en las protestas y campañas que se han englobado bajo esa denominación lentamente también han forjado una imagen común, a pesar de su diversidad, pero prefieren denominar a este innovador, mundial y potente movimiento social (con evidentes implicaciones políticas) como movimiento “altermundista”, “de resistencia global”, “por la justicia global”, “global”, “movimiento de movimientos”,... Sin embargo, el término “antiglobalización” se ha popularizado incluso entre los propios militantes, que también se han definido como una “nube de mosquitos”. Toda esta variedad de nombres no es baladí, pues desde el propio movimiento (por ejemplo, desde el zapatismo) se ha llamado la atención del valor de las palabras en la definición de la realidad y de la necesidad de recuperar la capacidad de nombrar con verdad. Podríamos decir, por tanto, que el nombre es una muestra significativa de la identidad colectiva e imagen pública que se desea transmitir. Las diversas fuerzas que intervienen en esa definición muestran la existencia de conflictivas relaciones de poder a la hora de definir realidades culturales concretas tales como las identidades colectivas. Identidad colectiva plural y global del “movimiento de movimientos”. A la hora de acercarnos a la identidad colectiva plural y global a la que responde el movimiento “antiglobalización”, partimos de la base de considerar a cualquier identidad colectiva como una dinámica y negociable construcción cultural compartida de forma pública por un grupo de personas que permite la afirmación de la misma frente a otras identidades diferentes. Partiendo de estas coordenadas, la particularidad en el proceso de construcción

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identitaria del movimiento “antiglobalización” nace del intento de articulación de un compromiso e identidad comunes - y de ámbito cosmopolita o global - a partir de intereses e identidades diversas provenientes de diferentes movimientos sociales (sindicalismo, ecologismo, feminismo, antimilitarismo, tercermundismo,...) y de los diferentes grupos sociales que los componen (según la clase, el género, la etnia, la edad,...), sin por ello eliminar los intereses e identidades particulares. Esta articulación de una identidad común que engloba a otras identidades y sujetos plurales - unida a la creación de un nuevo sujeto - también se produce en el marco de las identidades nacionales (por ejemplo, cuando se habla de España como “nación de naciones”), aunque en este caso se trata de compaginar identidades de un mismo tipo (identidades nacionales), lo que dificulta aún más la coexistencia de identidades diversas bajo una misma identidad común sin que unas se impongan a otras. La configuración de la frágil identidad colectiva plural y global que se puede detectar en el “movimiento de movimientos” ha sido fruto de la confluencia de organizaciones dispares (tanto por sus objetivos concretos como por los sujetos e ideologías que las conforman) en determinadas acciones colectivas (generando una serie de experiencias comunes, redes de coordinación y una memoria colectiva compartida) dentro de un contexto de oportunidades favorables para esa convergencia (tales como el nuevo impulso a la globalización capitalista ocurrido tras la disolución del bloque soviético, la creación de la OMC, o la expansión de la red Internet). Además de las oportunidades favorables y la participación en acciones colectivas, en la construcción de una cultura común que responda a una identidad colectiva influyen otros muchos factores como la confluencia en espacios de socialización comunes (como, por ejemplo, en este caso serían los Centros Sociales Okupados Autogestionados) o la conformación de una imagen pública común mayoritaria, que al mismo tiempo repercute en el modelado de una memoria colectiva. En la gestación y difusión de esa imagen pública mayoritaria han influido de forma fundamental los medios de comunicación de masas (especialmente la televisión, pero también la radio, la prensa,...) que tienen, especialmente en la actualidad, un gran poder constituyente al seleccionar entre el inmenso ruido informativo existente una serie de acontecimientos que muestran como relevantes. Nuestro análisis girará en torno a la influencia de estos medios en la configuración de la imagen pública mayoritaria del movimiento “antiglobalización”, lo que nos conducirá al análisis de las relaciones de poder que se establecen en la conformación de las identidades colectivas.

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Los mass media y la imagen pública dominante del movimiento “antiglobalización”. Tal y como hemos apuntado, el objetivo de esta comunicación es realizar un breve estudio de la imagen pública ofrecida por los mass media del movimiento “antiglobalización” y su interrelación con la articulación de unas diversas identidades colectivas que llegan a esbozar una plural identidad colectiva global, tal y como sus propios militantes ponen de manifiesto al definirse como partícipes de un “movimiento de movimientos”. Para hacer abarcable dicho estudio, nos centraremos en el marco geopolítico del Estado español y en la imagen pública generada específicamente por la prensa. Por tanto, en la presente comunicación nos acercaremos a la imagen pública mediática del movimiento “antiglobalización” a partir de un breve repaso a dos de las principales campañas desarrolladas por el mismo en el Estado español. Para ello realizaremos un análisis comparativo de las noticias de prensa, publicadas durante una y otra campaña en los periódicos El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia. Hemos elegido estos periódicos por ser los más vendidos y mostrar una representativa y diferenciada diversidad empresarial e ideológica. Una vez seleccionadas las noticias, reflexionaremos sobre la incidencia que producen en la configuración de la imagen pública del movimiento y en la creación de una posible identidad colectiva común, rastreando esta última a través de las publicaciones que el propio movimiento ha producido (libros, revistas, panfletos, vídeos, webs,...). Este modesto estudio busca establecer una serie de hipótesis de trabajo a contrastar en posteriores investigaciones en torno al desarrollo de la imagen pública del movimiento “antiglobalización” y su incidencia fundamental en la configuración de una posible identidad colectiva plural común. Así, queremos poner de manifiesto que las representaciones son fuente de manipulación de las realidades existentes y, al mismo tiempo, de creación de realidades nuevas. Además, en estas sociedades, para tener una notable incidencia social y definir una imagen pública ampliamente difundida parece fundamental presentarse de forma espectacular. Estas cuestiones, que hacen referencia a la creación, control y difusión de informaciones (actividades realizadas en la actualidad a través de los medios de comunicación de masas a una escala sin precedentes), son fundamentales a la hora de plantear una historia del presente vivido, pues los mass media otorgan carta de acontecimiento histórico a determinados hechos en detrimento de otros, configurando una memoria histórica colectiva a escala planetaria.

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Por tanto, la historia del presente vivido, en la que se enmarca este estudio, tiene que hacer frente y valorar la incidencia de la memoria histórica fomentada por los mass media. En este sentido, se ha de valorar el poder de los mass media para generar una memoria histórica concreta en detrimento de otras memorias colectivas generadas desde otros ámbitos (familiar, comunitario,...). Este poder de los mass media para imponer su particular memoria del pasado, se debe entre otros factores (como su globalidad o su enorme capacidad de difusión y persuasión), a su perdurabilidad, pues recordemos que la historia se escribe a partir de los restos y testimonios del pasado. En la búsqueda de esa perdurabilidad siempre las elites han sido las más interesadas y las que más posibilidades han tenido al controlar las tecnologías más complejas, buscando dejar a las generaciones futuras testimonios de su poder y su visión particular de los acontecimientos. Así, tradicionalmente la escritura estuvo reservada a las elites, que a través de las crónicas intentaron configurar una memoria histórica a su gusto. Hoy en día los mass media ejercen un rol comparable al de las crónicas, estando controlados por grandes corporaciones económicas. De esta forma, los mass media se convierten en las principales fuentes históricas de los últimos tiempos: lo que no aparezca en ellos queda subsumido en una especie de prehistoria (sólo conocible a través de otras fuentes históricas, entre las que destacan por su carácter democrático las fuentes orales). En cualquier caso, hoy es mucho mayor que en cualquier otro tiempo la democratización en la creación de posibles fuentes históricas, incluidas las audiovisuales. Desde esta perspectiva que considera a los medios de comunicación de masas como las fuentes históricas dominantes en la actualidad, se pueden distinguir al menos dos momentos bien diferenciados en el desarrollo del movimiento “antiglobalización”: uno primero, que denominaremos la “prehistoria” del movimiento, en el que su visibilidad mediática es mínima (correspondiendo a la etapa de conformación del mismo durante los años 90), y un segundo periodo, que calificaremos de “histórico”, en el que el movimiento irrumpe en la agenda de los mass media (a partir de las protestas en Seattle a finales del año 1999). Dentro de este segundo periodo, se podrían diferenciar a su vez diversas etapas: una primera a lo largo del año 2000 en la que se incide en la violencia de las protestas “antiglobalización”; seguida por otra en la que en torno al I Foro Social Mundial de Porto Alegre (enero 2001) populariza la posibilidad de alternativas a la globalización en curso; culminando la atención mediática con las protestas en Génova contra la reunión del G-8 (julio 2001) en las que los mass media buscaron una división

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de los grupos que confluyeron en los bloqueos, al mismo tiempo que no fueron capaces de ocultar la violenta y mortal represión policial; por último, tras los atentados del 11-S y la apertura por iniciativa de EEUU de la “guerra contra el terrorismo”, el movimiento “antiglobalización” quedará subsumido en un segundo plano dentro del movimiento contra la guerra. Prensa e imagen pública del movimiento “antiglobalización” en el Estado español. GRÁFICO 1. NOTICIAS DE PRENSA EN LAS QUE SE USA EL TÉRMINO “ANTIGLOBALIZACIÓN” 1 500 400 El País

300

El M undo

200

ABC

100

La Vanguardia

0 1999

2000

2001

2002

2003

2004

La diversidad de etapas señaladas en torno a la imagen pública mediática del movimiento “antiglobalización” queda reflejada en las noticias de prensa. Así, en los cuatro periódicos españoles que vamos a analizar (El País, El Mundo, ABC y La Vanguardia) comprobamos que el término “antiglobalización” sólo aparece en ellos tras la revuelta de Seattle. Además, la evolución cuantitativa en la aparición de este término en las noticias de prensa también es significativa de las etapas señaladas (ver gráfico 1). Así, si en el año 2000 las noticias sobre el movimiento “antiglobalización” aún son puntuales (no existiendo además demasiados artículos de opinión al respecto), los años 2001 y 2002 muestran una importante atención al movimiento “antiglobalización”, mientras que ya en el 2003 se aprecia una reducción de las 1

: Estas noticias han sido seleccionadas por medio de los buscadores que ofrecen las versiones digitales de los cuatro periódicos analizados, seleccionando en alguna ocasión noticias en las que no se habla principalmente del movimiento “antiglobalización”. Igualmente algunas noticias que hacen referencia a protestas, foros alternativos y opiniones sobre el movimiento “antiglobalización” no emplean este término, por lo que no son seleccionadas. Por tanto, se trata de una aproximación con un cierto margen de variación (error) sobre las noticias que hacen referencia a este movimiento. En la suma de las noticias se incluyen, además de las impresas en la versión nacional, las aparecidas en versiones regionales y exclusivamente digitales. Los datos del año 2004 hacen referencia a las noticias aparecidas al respecto entre el 1 de enero y el 1 de junio.

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noticias en las que se habla de “antiglobalización”, tendencia que parece confirmarse en el actual 2004. Para comprender esta evolución cuantitativa es de reseñar que precisamente en los años 2001 y 2002 se desarrollaron en el Estado español dos importantes campañas “antiglobalización” con motivo en el 2001 de la planeada reunión del BM en Barcelona (suspendida ante el temor a las protestas y realizada finalmente a través de Internet) y en el 2002 al hilo de la presidencia española de la Unión Europea durante el primer semestre. Esta campaña del 2002 explicaría el mantenimiento del número de noticias sobre los “antiglobalización” respecto al 2001, cuando a nivel internacional el movimiento “antiglobalización” volvía a ser minimizado por los mass media mundiales tras su culminación mediática internacional con las protestas de Génova y después del 11-S. Por otra parte, comparando el número de noticias publicadas por los periódicos analizados sobre este tema observamos que, sin duda, El País es el que presta más atención al movimiento “antiglobalización” (aunque en el año 2001 es superado por La Vanguardia, quizá por la constitución en Cataluña del Movimiento de Resistencia Global - MRG - que participó en las protestas de Praga frente al FMI y el BM en septiembre del 2001 y posteriormente en las de Niza ante la cumbre de la Unión Europea en diciembre del 2001). El ser El País durante esta etapa un periódico de la oposición, en línea con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), creemos que repercute en esa atención que presta a unas protestas que en el Estado español en repetidas ocasiones han sido usadas o respaldadas por los partidos políticos de la oposición llegando al debate parlamentario. Además, El País tradicionalmente se ha presentado como vocero de posiciones “progresistas” en las que podría enmarcarse el movimiento “altermundista”, siempre y cuando no se identifique “progreso” con puro y simple crecimiento económico. Por su parte, La Vanguardia se convierte en el segundo periódico que publica más noticias sobre el movimiento “antiglobalización”, lo que puede explicarse en cierta medida por ser Cataluña la principal zona del Estado español donde se ha desarrollado tal movimiento, mostrando un tejido asociativo más fuerte. En cambio, ABC y El Mundo prestan menor atención al movimiento “antiglobalización”, algo más ABC que El Mundo, ya que este periódico asociado con el conservadurismo ha publicado numerosos artículos de opinión sobre el movimiento “antiglobalización” transmitiendo una imagen negativa del mismo. Aunque estas diferencias en principio cuantitativas reflejan diferentes actitudes ante el movimiento “antiglobalización”, entre toda la prensa analizada sí se puede definir una imagen

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pública de este movimiento en torno a los aspectos que suscitan más atención, lo que no implica que no existan matices (en ocasiones significativos) en la imagen ofrecida por unos y otros periódicos. Así, significativamente en todos los periódicos lo más frecuente es publicar las noticias sobre las protestas “antiglobalización” en la sección de “Economía” (sección que se presenta como de interés particular y no general y que suele aparecer en las últimas páginas de los periódicos). Esto muestra la perspectiva empresarial y economicista que se dan a estas protestas sociales que simplemente se ven como un problema económico al que hay que atajar por el bien de la estabilidad económica y el funcionamiento del sistema. No obstante, progresivamente estas noticias en torno al movimiento “antiglobalización” han ido ocupando las páginas de las secciones “Internacional” y “Nacional”, aunque en estos casos suelen aparecer como un problema de orden público, centrándose en la violencia de las protestas (llegando a asociar la destrucción de cajeros, escaparates,... con el terrorismo y en el Estado español concretamente con la “kale borroka”), dando cabida también a la represión policial, que sin embargo tiende a ser justificada. También es habitual que las versiones regionales de los periódicos ofrezcan paradójicamente más información del movimiento “antiglobalización”. Por otra parte, los motivos y contenidos de las protestas no suelen reseñarse con detenimiento, al igual que las alternativas propuestas (lo que queda evidenciado en que, salvo los Foros Sociales Mundiales, los foros alternativos a las reuniones de las instituciones económicas ante las que se protesta no suelen ser reseñados). No obstante, es evidente que la prensa da más cabida que otros mass media, como la televisión, a los debates en torno a las razones de las protestas, dando acceso a través de entrevistas o artículos de opinión a algunos de los intelectuales y artistas próximos o partícipes del movimiento (tales como Carlos Taibo, Eduardo Haro Tecglen, Edward W. Said, Gabriel Albiac, Ignacio Ramonet, Jaime Pastor, José Luis Sampedro, Manu Chao, Manuel Vázquez Montalbán, Naomi Klein,...). También se observa un acceso privilegiado a la prensa del discurso de los actores políticos institucionalizados que han apoyado al movimiento al menos puntualmente (tales como el Partido Socialista de Cataluña, Izquierda Unida,...), siendo bastante más difícil el acceso a este medio por parte de los anónimos militantes “antiglobalización” (que lo consiguen en ocasiones a través de cartas al director en los periódicos El País y La Vanguardia). En resumen, la imagen pública que la prensa transmite del movimiento “antiglobalización” se centra en el “vandalismo” de las protestas (generalizando la presencia de

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la misma en principio a todo el movimiento y tratando posteriormente de dividir al movimiento entre los violentos y los pacíficos), ya que los enfrentamientos entre manifestantes y policía tienen un carácter espectacular del gusto de los mass media (al mismo tiempo que permiten criminalizar al movimiento y disuadir de participar en él), lo que no sucede con los debates y charlas que se desarrollan en los foros alternativos. Además, simplemente al usar el término “antiglobalización” y situar estas protestas en el terreno de la economía se da una imagen negativa y reaccionaria del mismo, como si fuera contraria al “progreso” económico y social. Sin embargo, esta imagen general es preciso matizarla en el caso de cada periódico y ante unas y otras contracumbres, que también ponen de manifiesto una imagen pública intermitente del movimiento “antiglobalización” que invisibiliza el trabajo local (la creación cotidiana de esos otros mundos posibles) y el trabajo de concienciación continua desarrollado por sus militantes. Haciendo un breve repaso a los cuatro periódicos analizados, observamos que El País es el que se presenta más próximo a los planteamientos del movimiento “antiglobalización”, lo que se manifiesta no solo en la mayor presencia cuantitativa de noticias referentes al mismo, sino también en aspectos cualitativos como la publicación de artículos de opinión favorables o identificables con las posiciones del movimiento “antiglobalización” (destacan en este sentido, por ejemplo, las colaboraciones de Carlos Taibo). Así, tras la multitudinaria manifestación contra la cumbre de la Unión Europea celebrada en Barcelona en marzo de 2002 El País llegó a mostrarnos la imagen de un movimiento mayoritariamente pacífico, considerado legítimo y representativo de sectores importantes de la sociedad y en menor medida con razones para protestar2. Como ya apuntamos, la adopción de esta imagen positiva se debe al uso de estas manifestaciones como elemento de oposición y deslegitimación del gobierno del Partido Popular (PP). Así, el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, exigió al presidente del gobierno, José María Aznar, que se disculpara por descalificar a los manifestantes de Barcelona. En cualquier caso, esta imagen positiva quedó reducida o transformada en negativa al hacer referencia a las acciones directas, fueran o no violentas 3. Por tanto, el acercamiento positivo de El País al movimiento “antiglobalización” y posteriormente al movimiento contra la guerra de Iraq está relacionado con el tradicional apoyo que el grupo PRISA ofrece al PSOE, que al estar en la oposición política al gobierno del PP buscó respaldar estas protestas sociales que 2

: Esta inflexión en la imagen del movimiento queda reflejada en la noticia publicada en el Ciberpaís el 21-03-2002, titulada: “La cumbre en Barcelona rompe la leyenda negra de las reuniones antiglobalización”. 3 : En este sentido es significativo la noticia publicada en la sección “Internacional” de El País el 15-03-2002 bajo el siguiente titular: “Barcelona teme las movilizaciones sin control”.

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culminaron en la huelga general del 20 de junio de 2002, un día antes del inicio de la cumbre de la Unión Europea en Sevilla. Así, al mismo tiempo que se ofrecía una imagen general positiva del movimiento, se desarrolló una estrategia de cooptación y división del mismo manifestada en las negociaciones entre la Junta de Andalucía y el Foro Social de Sevilla, que llevaron a que este se desmarcara de posibles acciones violentas e incluso de posibles bloqueos no violentos, al tiempo que conseguía la cesión de espacios públicos 4.

Este acercamiento estratégico al

movimiento “abtiglobalización” en el ámbito español, no impide que posteriormente El País sólo muestre de algunas contracumbres las escenas de violencia5. La Vanguardia también ha mostrado una especial atención al movimiento “antiglobalización”, generando a través de los artículos de opinión un debate sobre la globalización y mostrando en general una imagen positiva de los manifestantes “antiglobalización”. La atención de este periódico a estas protestas, como señalamos, se debe en buena medida al mayor desarrollo del movimiento en Cataluña y a unos sectores empresariales más abiertos al diálogo y reformulación de sus posiciones, lo que queda reflejado en la adopción de cierto discurso “altermundista” en torno a los conceptos de multiculturalidad, paz y sostenibilidad (tal y como ha puesto de manifiesto el Forum 2004, considerado por la mayoría de los militantes “antiglobalización” como un hipócrita circo de la cultura capitalista). Así, tras la cumbre de la Unión Europea en Barcelona (marzo 2002) se insistió en el particular civismo catalán6, a la par que se buscó la criminalización y represión de los sectores más radicales 7 y la cooptación de los sectores más reformistas del movimiento (por medio del Foro Social de Barcelona o a través de la invitación a participar en el Forum 2004). Respecto a la imagen pública ofrecida por el diario ABC encontramos una actitud negativa y de continua descalificación frente al movimiento “antiglobalización”, puesta de manifiesto no sólo en la formulación de las noticias, sino también en los abundantes artículos de opinión. En esa imagen, junto con el énfasis en los actos vandálicos y violentos, destaca la asociación del movimiento “antiglobalización” con la vieja izquierda comunista y el terrorismo, 4

: “El Foro Social de Sevilla se desmarca de grupos violentos y anuncia que no bloqueará la cumbre” en la edición de El País de Andalucía del 14-03-2002 y “El Foro Social garantiza que sus actividades serán pacíficas” en la edición de El País de Andalucía del 10-06-2002. 5 : Como ocurrió en el caso de las protestas contra la cumbre de la Unión Europea en Salónica en junio del 2003: “La Cumbre de Salónica se cierra con violentos incidentes en el centro de la ciudad. Los radicales antiglobalización han incendiado un MacDonalds y varios coches” (El País, “Internacional”, 21-06-2003). 6 : “La personalidad catalana” (La Vanguardia, “Opinión”, 18-03-2002) o “La primavera de Barcelona” (La Vanguardia, “Opinión”, 20-3-2002). 7 : Por ejemplo en el artículo titulado “La guerrilla urbana tensa Barcelona” (La Vanguardia, 16-03-2002).

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especialmente de ETA8. Esta imagen negativa, que apenas sufre cambios, se ve reforzada ante la férrea defensa de ABC al gobierno del PP y genera una enorme incomprensión de las protestas “antiglobalización”, siendo el primer periódico que introdujo este término negativo para hablar de estas protestas. Por último, El Mundo ofrece una atención menor al movimiento “antiglobalización”, al que le dedica escasos artículos de opinión. Las noticias que publica se centran esencialmente en los disturbios producidos con motivo de las manifestaciones y bloqueos ante las cumbres de las principales instituciones económicas. No obstante, también ha promovido encuentros digitales con intelectuales próximos o partícipes del movimiento, prestando especial atención al uso de Internet por parte de sus militantes. La imagen pública que ofrece El Mundo de este movimiento está más próxima a la imagen general que comentamos al principio, sin indagar demasiado en los contenidos de las reivindicaciones y propuestas realizadas ni ofrecer alguna imagen positiva como en el caso de La Vanguardia o El País, pero tampoco sin demonizar al movimiento como en el caso de ABC. Una vez esbozadas las imágenes particulares que se pueden obtener a través de cada periódico, vamos a centrarnos en la imagen pública del movimiento “antiglobalización” que la prensa ofreció con motivo de dos campañas diferentes que corresponden a cada una de las dos principales etapas señaladas en torno al tratamiento por los mass media de las protestas “antiglobalización”. Así, con anterioridad a las protestas de Seattle, durante la “prehistoria” del movimiento, se desarrollaron en el Estado español diferentes campañas de denuncia y protesta ante instituciones económicas como el FMI, el BM y la Unión Europea. Entre estas campañas destacó la que llevó a la constitución del “Movimiento contra la Europa de Maastricht y la Globalización”, que facilitó la coordinación de numerosos y diversos colectivos sociales y políticos durante varios años en torno a las protestas frente a una Unión Europea que se consideraba como la institución regional del proceso de globalización capitalista. 8

: Un buen ejemplo de esta imagen hostil la encontramos en el artículo “Los pobres del mundo” ( ABC, “Opinión”, 16-09-2001): “La izquierda radical, heredera del fracasado comunismo, unas veces antiglobal, otras veces ecológica y otras veces caritativa o limosnera, intenta justificar el terrorismo o la lucha callejera, eso que en el País Vasco toma el nombre de kale borroka o de terrorismo de baja intensidad”. En el mismo sentido, pueden consultarse, por ejemplo: “Fósiles del milenio” (Valentín Puig, ABC, “Opinión”, 7-09-2000), “Globalización” (ABC, “Opinión”, 1-07-2001); “Batasuna consigue acreditarse en el congreso de la antiglobalización” (ABC, “Internacional”, 1-02-2002); “Florencia, patrimonio de la humanidad, amenazada por las próximas manifestaciones de los antiglobales” (ABC, “Cultua”, 2-11-2002); “Política de la negación” (ABC, “Opinión”, 8-11-2003); “La izquierda reaccionaria (ABC, “Opinión”, 17-08-2003);...

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No obstante, para que se produjera esta confluencia fueron de vital importancia las coordinaciones que se habían establecido con anterioridad, entre ellas en 1994 con motivo de la “Campaña 50 años bastan” desarrollada ante el 50 aniversario de las instituciones de Bretton Woods y frente a la reunión en Madrid del FMI y el BM. Esta campaña de dimensión internacional supuso la primera gran cita contra las instituciones económicas globales realizada en el Estado español. En esta campaña participaron en el ámbito estatal desde ONGs como SODEPAZ hasta partidos políticos como Izquierda Unida o Herri Batasuna (lo que provocó la salida de varias ONGs) pasando por organizaciones ecologistas como AEDENAT, mientras que a nivel internacional estuvieron organizaciones como Oxfam, Greenpeace, Amigos de la Tierra y diversos sindicatos latinoamericanos. Esta campaña se vio acompañada por la celebración del Foro Alternativo “Las otras voces del planeta” y de la reivindicación del 0´7 % del PIB para ayuda al desarrollo a través de una acampada realizada en el madrileño paseo de la Castellana, dando lugar posteriormente a la creación de una de las organizaciones de ámbito nacional que trabaja específicamente el tema de la globalización: la Red por la Condonación y Abolición de la Deuda Externa (RCADE). Entre las acciones más destacadas realizadas en respuesta a la reunión del FMI y el BM en Madrid estuvieron el Foro Alternativo, el Tribunal de los Pueblos, la manifestación por el centro de Madrid del domingo 2 de octubre (en la que participaron varios miles de personas) y otras protestas en el parque ferial Juan Carlos I, el Auditorio Nacional,... Además, se puso en marcha la red de contrainformación Nodo 50 (que se ha convertido en uno de los principales sitios alternativos de Internet en el ámbito español). Esbozados los contenidos de esta campaña, a continuación vamos a analizar las noticias de prensa que prestaron atención a estas primeras protestas de ámbito global realizadas en el Estado español, en las que aparecen todas las características y sujetos de lo que posteriormente se denominará movimiento “antiglobalización”. La imagen pública ofrecida por la prensa de la “Campaña 50 años bastan” fue en general bastante positiva, pues no hubo una criminalización generalizada de la misma mediante su identificación con la violencia, llegando a transmitirse algunas de las críticas realizadas por los denominados entonces “alternativos” (un nombre más positivo que “antiglobalizadores”) o “radicales” (designados así cuando realizan protestas que acaban con la intervención policial). Así, El País llegó a publicar el manifiesto de “50 años bastan”, eso sí en la sección de “Economía” (9-9-1994), siendo una de las características significativas la inclusión en todos los

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periódicos de estas protestas y discusiones en la sección de “Economía” (además de en los suplementos regionales de Madrid). No obstante, las críticas al FMI y al BM alcanzaron la sección de “Opiniones” y la de “España” con motivo de la protesta desarrollada por Greenpeace en el acto inaugural de la reunión de estas instituciones. En cualquier caso, la cobertura del Foro Alternativo, aunque positiva, fue reducida. En este sentido, La Vanguardia sólo llegó a hacerse eco de las posiciones críticas respecto a la celebración de la reunión del FMI y el BM en Madrid con motivo de la citada acción de Greenpeace9, consistente en el despliegue en plena ceremonia de inauguración el 4 de octubre de 1994 de una pancarta en la que se leía “Banco Mundial: no más dólares para la destrucción del ozono” a la vez que hacían llover dólares falsos. Esta protesta, que saltó a las portadas de los periódicos, fue tratada por la prensa fundamentalmente como un problema de seguridad, sin incidir en sus motivos y contenidos (mostrando la dificultad de transmitir los mensajes deseados por medio de acciones espectaculares, que, por otro lado, consiguen traspasar la barrera de silencio mediático)10. Por su parte, El País hizo un seguimiento prácticamente diario de las actividades del Foro Alternativo y la “Campaña 50 años bastan”, aunque les dedicó poco espacio y no se prodigó en tantos artículos de opinión críticos con el FMI y el BM como los aparecidos en El Mundo (aunque también entrevistó a representantes de organizaciones críticas como Joan Martínez Alier o Cameron Duncan), dando mayor cabida a las críticas “moderadas” de los partidos políticos, el gobierno y los sindicatos mayoritarios y celebrando el encuentro entre representantes del FMI y el BM con los “alternativos”. Además, destaca su disgusto ante la actuación de Greenpeace en la ceremonia de inauguración reflejada en un editorial, aunque posteriormente prestó más atención al discurso de Greenpeace. Respecto a El Mundo, destaca la publicación de numerosos artículos de opinión críticos con el FMI y el BM (como los de Carlos Taibo, J. F. Martín Seco, Antonio Gala, Francisco 9

: La Vanguardia sólo mencionó la existencia del Foro Alternativo a raíz de la acción de Greenpeace en el artículo titulado “Marejada de fondo en Madrid” (La Vanguardia, “Economía”, 5-10-1994), ignorando igualmente las acciones de la plataforma por el 0´7 %. Si los actos se hubieran desarrollado en Barcelona, nos imaginamos que la cobertura informativa de este diario habría sido mayor. 10 : Así, desde el gobierno y la prensa se pidió al Ministerio del Interior explicaciones sobre, según ABC, este “bochornoso” acontecimiento, destacando que se había puesto en entredicho la seguridad del rey. Ver, por ejemplo: “Fallo alarmante” (El País, “Editorial”, 6-10-1994); “Interior sólo se limitará a hacer una autocrítica sobre el fallo de seguridad” (ABC, “Economía”, 6-10-1994); “De Greenpeace a Grenwar” (ABC, “Opinión”, 9-10-1994); “El gobierno pide cuentas a Interior por el incidente de Greenpeace en el FMI” (La Vanguardia, “Economía”, 6-101994).

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Umbral, Martín Prieto, Raúl del Pozo,...) y entrevistas a representantes de las organizaciones críticas con el FMI y el BM como Ramón Fernández Durán y Juan López de Uralde. Así, El Mundo, en plena oposición política al gobierno del PSOE, hizo ver el falso discurso crítico del gobierno ante las recomendaciones del FMI (liberalización de despidos, apuesta por los fondos de pensiones,...) frente a la verdadera ira de los alternativos, haciendo la valoración más positiva por parte de todos los periódicos analizados de la acción de Greenpeace 11. Igualmente esa posición política de oposición también explicaría la atención puesta ante la falta de diálogo del gobierno con la Plataforma del 0´7 %. Las acciones de esta plataforma (acampada, cadena humana, construcción del muro de la indiferencia, huelga de hambre,...) son las únicas recogidas en la sección “Sociedad” de todos los periódicos (salvo La Vanguardia que no lo recoge). Las acciones de la plataforma por el 0´7 % también recibieron un extenso tratamiento por parte de ABC (destacando su galería gráfica), lo que puede deberse por ser una iniciativa promovida por grupos cristianos de base, junto al poder ser utilizada en la campaña de oposición al gobierno del PSOE. ABC también recogió la manifestación convocada por la “Campaña 50 años bastan”, incluso algunas sesiones del Foro Alternativo, aunque destacó por su férrea defensa del FMI y el BM a través de duros artículos de opinión en los que tachaba de “aguafiestas” a los “progres” (criticando incluso el distanciamiento del gobierno respecto a las recomendaciones dictadas por el FMI)12. La otra campaña que vamos aquí a analizar de forma sucinta es la denominada “Campaña contra el Banco Mundial, Barcelona 2001” promovida ante la reunión prevista en esta ciudad española del BM. Esta protesta se sitúa, por tanto, después de la irrupción mediática del movimiento “antiglobalización” en Seattle y supuso la primera gran cita de este movimiento ya mediatizado dentro del Estado español. En el desarrollo de esta campaña participó el Movimiento de Resistencia Global (organización surgida precisamente ante la irrupción mediática del movimiento “antiglobalización”, a partir del movimiento okupa y de sectores de ideología autónoma), sumándose hasta los sindicatos mayoritarios y partidos políticos como Izquierda Unida o Esquerra Republicana de Catalunya. A parte de esta amplia coordinadora se crearon otros dos bloques diferenciados como fueron “Barcelona Tremola” y la “Coordinadora Anarquista contra la Globalización”. El éxito de este diverso movimiento de contestación se 11

: “La falsa ira de Griñán contra el FMI...y la verdadera ira de los alternativos” (El Mundo, “Opinión” 4-10-1994); “El rey y Greenpeace elevaron el debate en la cumbre del FMI” (El Mundo, “Opinión”, 5-10-1994). 12 : Por ejemplo: “Todos contra el FMI” (ABC, “Opinión, 8-10-1994); “Fondo, Banco Mundial y bochorno” (ABC, “Opinión”, 5-10-1994).

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produjo al lograr la suspensión de la reunión del BM, que se refugió en Internet ante el temor a las protestas. No obstante, las acciones de protesta previstas se llevaron a cabo, destacando la celebración de una importante manifestación el domingo 24 de junio en la que participaron varias decenas de miles de personas, teniendo una fuerte repercusión mediática especialmente ante la violencia desatada al final de la convocatoria. La imagen pública ofrecida por la prensa de estas protestas, que al desarrollarse en el Estado español suscitaron mayor atención que otras protestas “antiglobalización”, estuvo asociada a un debate sobre este movimiento reflejado en múltiples artículos de opinión, junto a una minimización del éxito de la suspensión de la reunión del BM, pero sobre todo ofreciendo una imagen de violencia de los “antiglobalizadores” intentando disuadir a quienes pudieran simpatizar con ellos, incluso con anterioridad al desarrollo de las protestas. No obstante, esa imagen de violencia estuvo cargada de polémica ante la acusación por parte de diversos testigos (manifestantes y comerciantes) de la infiltración por parte de la policía entre los manifestantes promocionando los actos vandálicos (lo que finalmente ningún periódico ocultó). Esto llevó a que los partidos políticos de la oposición al gobierno del PP pidieran explicaciones ante la fuerte y polémica actuación policial. El conseguir hacer ver la injustificada violencia policial fue un éxito en la creación de una imagen pública positiva del movimiento “antiglobalización” (que redundaría en el éxito de la manifestación contra la Unión Europea desarrollada en marzo del año siguiente en Barcelona), pero este éxito mediático estuvo matizado por la presencia de imágenes violentas de supuestos manifestantes que acapararon la atención mediática, además de posiciones más hostiles como la desarrollada por ABC. Así, este periódico alertaba de un violento fin de semana “antiglobalización” a través de numerosos artículos de opinión y diversas noticias, relegando los acontecimientos a la sección local de Catalunya, buscando posteriormente criminalizar a algunos sectores de las protestas como los okupas, asociándolos una vez más al entorno del terrorismo etarra13. 13

: Ver por ejemplo: “Un globo, dos globos, tres globos” (ABC, “Opinión”, 24-06-2001); “Antiglobalización global” (ABC, “Opinión”, 24-06-2001); “La violencia antiglobalización cuestiona el millonario montaje de las cumbres mundiales” (ABC, “Internacional”,24-06-2001); “Los actos contra el Banco Mundial acaban con violencia y condenas ante la actuación policial” (ABC, “Local Catalunya”, 25-06-2001); “Una decepción anunciada: algunos activistas temían un fin de fiesta violento” (ABC, “Local Catalunya”, 25-06-2001); “Violencia transnacional” (ABC, “Opinión”, 25-06-2001); “Los mantecas” (ABC, “Opinión”, 26-06-2001); “La policía advirtió al TSJC de lo que podía suceder en la manifestación de Barcelona” (ABC, “Nacional”, 27-06-2001); Los «okupas» aplicaron en la manifestación de Barcelona las tácticas de la «kale borroka» (ABC, “Nacional”, 28-06-2001)

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En contraste con las posiciones de ABC, El Mundo recogía llamamientos a la calma y a la reivindicación pacífica (aunque en la edición catalana), destacando en su tratamiento informativo el relegar estas protestas y su represión a la sección de “Economía” o a la versión digital, aunque cuando la petición de explicaciones alcanzó el debate entre los partidos políticos de la oposición y el gobierno defensor de la actuación policial, las noticias pasaron a la sección de “España”14. Por su parte, La Vanguardia prestó especial atención a estas protestas que se desarrollaron en Cataluña (y al anuncio de la suspensión de la reunión del BM en mayo del 2001), situándolas dentro de la sección “Sociedad” y otorgándoles la portada del lunes 25 de junio, insistiendo en el carácter pacífico y cívico de la marcha hasta el final de la misma y haciéndose eco de las acusaciones de los manifestantes sobre la infiltración policial, aunque también haciendo referencia a la existencia de grupos violentos “descontrolados”. Además, generó un debate de fondo sobre los aspectos negativos de la globalización y la organización de la respuesta a los mismos15. También se produjo cierto debate en El País, pero en la edición catalana, donde la cobertura de esta campaña “antiglobalización” fue mayor (especialmente en torno a la suspensión de la reunión del BM). No obstante, la manifestación del 24 de junio apareció en las páginas de la sección de “España” recogiéndose la polémica actuación policial ocurrida al final de la misma y centrándose posteriormente en el debate político que suscitó, llegando a recogerse en la versión nacional una entrevista a Susan George que transmite algunos contenidos básicos del movimiento “antiglobalización”16. “Antiglobalización”: entre una imagen pública mediática y otra propia.

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: Ejemplos de este tratamiento informativo lo constituyen noticias como éstas: “Grupos políticos y entidades reclaman que los actos antiglobalización sean pacíficos” (El Mundo, “Catalunya”, 23-06-2001); “Polémica actuación policial en Barcelona durante la protesta antiglobalización” (El Mundo, Economía, 25-06-2001); “Rajoy justifica las cargas contra los antiglobalización” (El Mundo, “España”, 26-06-2001). 15 : Como ejemplo de estas posiciones se pueden ver: “La contestación global” (La Vanguardia, “0pinión”, 20-052001); “Una institución cuestionada” (La Vanguardia, “0pinión”, 21-05-2001); “Cumbres borrascosas” (La Vanguardia, “0pinión”, 22-06-2001); “La fiesta antiglobal acaba en batalla” (La Vanguardia, “Sociedad”, 25-062001); “El civismo dominó la primera parte de la marcha” (La Vanguardia, “Sociedad”, 25-06-2001); “Las paredes hablan” (La Vanguardia, “Sociedad”, 25-06-2001). 16 : Ejemplos del tratamiento informativo ofrecido por El País pueden ser estos artículos: “Banco Mundial, ¡qué alivio!” (El País, “Catalunya”, 21-05-2001); “La espantada del Banco Mundial” (El País, “Catalunya”, 22-05-2001) “Actos vandálicos en Barcelona ante la pasividad policial” (El País, “España”, 25-06-2001); “El discurso del Banco Mundial para reducir la pobreza es puro marketing” (El País, “España”, 25-06-2001).

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La imagen pública generada desde la prensa con motivo de las diversas campañas “antiglobalización” y que compite con ventaja (pues alcanza a un número mayor de personas) con la propia imagen pública que los militantes “antiglobalización” desean darse de sí mismos, influye en la definición de la imagen pública ofrecida por los propios militantes y en la conformación de su identidad colectiva común. Así, el interés casi exclusivo de los mass media por la imagen espectacular (desarrollado no obstante en menor medida en la prensa que en la televisión), repercute tanto en las acciones realizadas por el propio movimiento, que suelen buscar un simbolismo espectacular (reflejado, por ejemplo, en la acción de colgarse de un puente con motivo de los bloqueos realizados ante la reunión del G-8 en Evian en junio del 2003 o en el suicidio del surcoreano Lee Kyeong Hae con motivo de la reunión de la OMC en Cancún en septiembre del mismo año). Sin embargo, el espectáculo macabro y militarista que suelen buscar los mass media a través de las “batallas” entre manifestantes y policía (fomentando el miedo entre la población ante las protestas “antiglobalización”), suele ser sustituido por un espectáculo lleno de diversión y creatividad por medio de marionetas gigantes, música, bailes, colorido,... Este otro tipo de espectáculo lleno de la alegría de los “resistentes globales” incide más en esos otros mundos posibles que se reclaman. Sin embargo, algunos activistas, han llamado la atención de que “el espectáculo de representar un movimiento se está confundiendo con el trabajo menos atractivo de crear uno” (Naomi Klein, p.173), lo que podría ser letal para el futuro de este embrionario “movimiento por la justicia global”. En cualquier caso, frente a la imagen en negativo forjada por los grandes medios de comunicación mundiales, que induce a forjar una identidad colectiva en oposición a los “globalizadores”, los militantes del “movimiento de movimientos” han intentado enfatizar su carácter propositivo y positivo superando la lógica del pensamiento único y defendiendo otras globalizaciones posibles. Para constatar la búsqueda de una imagen pública particular positiva (sin ocultar su oposición a determinadas realidades) que redunda en la definición de un “nosotros” desde la coherencia y experiencia interna y no desde el exterior pueden servirnos el testimonio de Naomi Klein y el manifiesto aprobado en el II Foro Social Mundial: Formo parte de una red de movimientos que no luchan contra la globalización, sino a favor de una democracia más profunda y participativa a nivel local, nacional e internacional. Esta red es tan global como el propio capitalismo. (Naomi Klein, p. 94)

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La diversidad es nuestra fuerza y su expresión es la base de nuestra unidad. Somos un movimiento de solidaridad global, unido en nuestra determinación para luchar contra la concentración de la riqueza, la proliferación de la pobreza y la destrucción de nuestro planeta. Estamos construyendo un sistema alternativo y usamos caminos creativos para promoverlo. Estamos construyendo una alianza amplia a partir de nuestras luchas y las resistencias contra el sistema basado en el patriarcado, el racismo y la violencia, que privilegia los intereses del capital sobre las necesidades y las aspiraciones de los pueblos. (Manifiesto de los movimientos sociales reunidos en el II Foro Social Mundial) Igualmente significativo a la hora de la definición de una imagen pública y de una identidad colectiva del movimiento “antiglobalización” no impuesta por los adversarios es la creación de unos medios de comunicación alternativos como supone la red Indymedia (Independent Media Center) o el Global Project (que incluye televisión, radio y magazine realizados desde el propio movimiento “global”). Estos medios alternativos reflejan los debates internos producidos sobre la necesidad de crear redes de comunicación alternativas no controladas por las grandes corporaciones mundiales, en las que exponer de forma directa la diversidad de discursos y voces presentes dentro del movimiento “altermundista”. En este sentido, es significativo que en la “Segunda Declaración de la Realidad” promovida por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) con motivo del Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y Contra el Neoliberalismo realizado del 27 de julio al 3 de agosto de 1996 en el Estado mexicano de Chiapas (que puede ser considerado como uno de los actos fundacionales del movimiento “antiglobalización” antes de su irrupción mediática), se haga referencia a la creación de una red de comunicación entre todos los “resistentes” como paso necesario para crear una red de movimientos “resistentes”: Haremos una red de comunicación entre todas nuestras luchas y resistencias. Una red intercontinental de comunicación alternativa contra el neoliberalismo, una red de comunicación alternativa por la humanidad. Esta red intercontinental de comunicación alternativa buscará tejer los canales para que la palabra camine todos los caminos que resisten. Esta red intercontinental de comunicación alternativa será el medio para que se comuniquen entre sí las distintas resistencias. (Segunda Declaración de la Realidad EZLN)

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Por tanto, observamos que la imagen pública mayoritaria creada fundamentalmente por los mass media es respondida desde el propio movimiento “antiglobalización” (definiendo otra imagen a través de sus acciones y los medios propios de comunicación alternativa), aunque al mismo tiempo esa imagen pública mediática condiciona al movimiento (al centrarse en la espectacularidad y no en el trabajo cotidiano comunitario) y puede provocar divisiones (al intentar aislar o separarse de los “violentos”). Al mismo tiempo, esa imagen pública genera una memoria colectiva mediatizada que se desvincula de los actores que participaron en los acontecimientos, que a su vez generan una memoria colectiva alternativa centrada en torno a la cohesión y solidaridad en la acción frente a una represión policial a menudo de alta intensidad, creando mártires del movimiento (como Carlo Giuliani, asesinado en Génova en julio del 2001), a la par que unos lugares comunes de memoria (como la ciudad brasileña de Porto Alegre, donde se desarrollan unos presupuestos participativos y se ha reunido el Foro Social Mundial los años 2001, 2002 y 2003), que redundan en la configuración de una identidad colectiva común, global y plural, que aún tiene el reto de enraizarse en la cotidianidad y no sólo activarse con motivo de las cumbres mundiales de las principales instituciones globalizadoras. Bibliografía: CRUZ, R., “Conflictividad social y acción colectiva: una lectura cultural”, en FRÍAS, C. y RUIZ, M. A. (coord.), Nuevas tendencias historiográficas e historia local en España, Instituto de Estudios Altoaragoneses - D. Historia Moderna y Contemporánea de la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, 2001. FERNÁNDEZ, F., Guía para una globalización alternativa. Otro mundo es posible, Ediciones B, Barcelona, 2004. FERNÁNDEZ, R.; ETXEZARRETA, M.; SAÉZ, M., Globalización capitalista: luchas y resistencias, Baladre-Virus, Bilbao, 2001. GALDON, G. (ed.), Mundo, S.A. Voces contra la globalización, La tempestad, Barcelona, 2002.

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