Identidades a mil. Un necesario posicionamiento desde la interculturalidad crítica, la crítica cultural, y la teoría querer. Versión 2.0

Al parecer, una buena parte de las propuestas de investigación de la Carrera de Antropología (UMSA) aborda el tema de la identidad de una manera que debe analizarse más que como una simple tendencia: el tema parece ser una especie de requisito no-declarado que muchos de lxs candidatxs a un título de licenciatura parece asumir sin mayores cuestionamientos. La tendencia que muestra un sobrepeso en concebir la identidad como un fenómeno concluido, identificable en tan sólo un momento y a partir de una sola característica diacrítica, que sirva, a lo mucho, para que los actores sociales se identifiquen diferenciándose de los demás, y así crear grupos y colectividades, solamente. Sin duda, este fenómeno –el que, al parecer, es síntoma de iniciar un tema de investigación sin hacerlo verdaderamente propio–, no es una excepción en este medio académico en particular. Dada la persistencia de este fenómeno en el proceso de formación de antropólogos y antropólogas, el propósito de este trabajo es contribuir con algunos elementos críticos para abordar con suficiente cuidado el tema de la identidad –una categoría que no se explica sólo desde la antropología o los estudios culturales–, buscando caminos que eviten la peligrosa esencialización de la cultura. La alternativa implica no sólo una concepción histórica de la cultura y de la identidad, sino también la posible articulación de estas dos categorías con elementos que creemos muy valiosos de la interculturalidad crítica, la crítica cultural, y la teoría Queer, a partir de lo cual puede comenzarse a pensar una agenda de debate que implica una serie de elementos consecuentes que van desde lo teórico, hasta lo procedimental: la reflexividad, el retorno de los sujetos y la auto-ubicación; el derecho al habla y la discursividad; y el carácter performativo de las identidades.