IDENTIDAD COMPETITIVA O NATION BRAND: FACTOR CLAVE EN LA DIPLOMACIA PÚBLICA DEL REINO UNIDO. CASO ESTUDIO DE LA CAMPAÑA \"GREAT BRITAIN\".

La fabricación de representaciones para definir, reforzar o redefinir las identidades nacionales se ha manifestado de diversas formas en la historia mundial contemporánea. En su origen, se trató de actividades que contribuyeron a la construcción y desarrollo de la llamada diplomacia tradicional; posteriormente, la invención de símbolos y diversos mecanismos de cohesión social se convirtió en herramienta para el ejercicio de la política exterior de un creciente número de países, ante la necesidad de proyectar una imagen nacional de reconocimiento y prestigio, alineada al momento político, económico y social por el que atravesaran.Para el Reino Unido, el siglo XIX representó su época de mayor auge imperialista: factores como una notable influencia en los ámbitos económico y político sobre el resto del continente europeo, en sus posesiones de ultramar y en otras naciones no conquistadas, aunado a sus importantes avances en ciencia y tecnología, así como la creciente notoriedad adquirida en cultura, educación y en otros terrenos de la innovación, contribuyeron a la construcción de un vasto legado que ha permanecido y ha aprendido a responder favorablemente a los desafíos y transformaciones de cada época, debido a los altos estándares de atracción e influencia que históricamente ha cimentado alrededor del mundo. El siglo XX marcó el descenso de la nación británica como potencia hegemónica mundial y trajo consigo la aparición de diversas propuestas en las que se retomaron aspectos como el ensalzamiento del espíritu nacionalista, los logros de sus habitantes, sus atributos naturales y su patrimonio histórico y cultural; valores como el progreso y la prosperidad, entre otros. La amplia tradición académica del Reino Unido en las diversas áreas de las ciencias políticas y sociales, tuvo a mediados de los noventa entre sus principales aportaciones la propuesta conocida como Nation Brand o marca-país, desarrollada por Simon Anholt. Basado en la idea de equiparar la importancia que tiene la reputación de las naciones con la imagen de marca de un determinado producto o empresa, dicha teoría fue objeto de una “mutación”, nombrada Nation Branding o “promoción del país”. Casi una década después, dicha propuesta sería reformulada bajo el nombre de "Identidad Competitiva".En septiembre de 2011, la administración de David Cameron replanteó la necesidad de implementar una estrategia que permitiera reactivar la economía del país y mitigar los efectos del desánimo social que prevalecía por los embates de la crisis financiera originada en 2007; por otra, la designación de Londres en 2005 como ciudad sede de los Juegos Olímpicos / Paralímpicos de 2012, representó no sólo un nuevo desafío, sino además una gran oportunidad para mostrar al mundo el amplio legado que posee el Reino Unido en los diversos ámbitos de la actividad humana, destacando además los logros obtenidos en los últimos años. En febrero de 2012, tuvo lugar el lanzamiento de la campaña GREAT Britain, un ejercicio sin precedentes en la historia contemporánea del Reino Unido, cuyo diseño e implementación se propuso romper con los esquemas de promoción de identidad nacional hasta entonces existentes, ya que logró armonizar elementos mercadológicos de alto impacto, tomando aspectos del “hexágono de la Identidad Competitiva” –explicado en este trabajo de investigación−, y con un fuerte apoyo por parte del British Council, el Ministerio del Exterior (FCO) y en cierta medida la BBC –organismos conocidos como los ‘brazos’ de la Diplomacia Pública británica. De este modo, se conformó un interesante modelo cuyos resultados han sobrepasado las expectativas de impacto económico y de comunicación e influencia en las audiencias extranjeras, previstos por el gobierno británico.Es preciso agregar que durante la celebración del “Año Dual entre México y el Reino Unido 2015”, la campaña GREAT fungió como importante herramienta para la Diplomacia Pública británica. Debido a la cantidad de eventos que difundió, y por su eficiente cobertura hacia una audiencia muy específica, y a la vez diversa; por su apuesta al involucrar al sector privado, GREAT contó una participación activa en la búsqueda y aprovechamiento de importantes oportunidades, y contribuyó destacadamente a proyectar la imagen del Reino Unido en nuestro país como una nación líder en ámbitos como la cultura y la educación, la ciencia y la innovación tecnológica, el intercambio comercial y el turismo.