Ideas para la comprensión de Venezuela en 2015

Share Embed


Descripción

IDEAS PARA LA COMRPENSIÓN DE VENEZUELA EN 2015 Una lectura a la dimensión política del Evangelio de la Iglesia Católica Mag. Carlos Fernando Calatrava Piñerúa Jefe del Departamento de Ciencias Pedagógicas y Filosofía Escuela de Educación-UCAB [email protected]

La realidad del ambiente político real en el contexto nacional de 2015 muestra la convergencia de la incapacidad del gobierno nacional en el manejo de una crisis económica generalizada –con mayores efectos en los sectores más empobrecidos y vulnerables del cuerpo societal- el predominio de la corrupción administrativa en sus expresión de dolo, coacción y cohecho en la gestión de la asuntos públicos, la explosión del estado general de escases en la producción, distribución, acceso y adquisición de bienes de consumo necesarios para la satisfacción de necesidades mínimas alimentación, así como también la evidencia de un sentimiento generalizado de desasosiego, cansancio o hartazgo en el ciudadano frente a la real incapacidad del gobierno y la carencia de un programa y un discurso político que asuma la impostergable tarea de la regeneración del sistema político y la sociedad venezolana.

Dada esta referencia de simple carácter contextual, con el presente trabajo se espera responder la siguiente pregunta: ¿Cómo se comprende el ambiente político real de la Venezuela del 2015 a partir del mensaje de salvación del Evangelio de la Iglesia Católica?. La generación de elementos conceptuales que conduzcan a la construcción de ideas cercanas a una respuesta, obliga a una breve revisión sobre sistema político y sistema político venezolano, que al asumir ambas cuestiones como marco de referencia es posible la presentación de grandes rasgos sobre el Nuevo Mapa Político Venezolano (Machillanda, 2014), con lo que se espera una breve caracterización del ambiente político real de la actual coyuntura. Con los elementos precedentes ya más explícitos, se propone una lectura de los mismos desde el mensaje de salvación presente en el Evangelio de la Iglesia Católica, así como algunas consideraciones sobre el particular presentadas por Romero (1979, 1980) y Ellacuría (1994).

Las conclusiones generadas en este trabajo esperan colaborar en la construcción de elementos, juicios, criterios y opiniones que ayuden a decodificar el contexto político nacional imperante durante el Post-Chavismo, así como también la orientación del juicio prospectivo sobre el devenir del sistema político venezolano en la segunda década del siglo XXI.

Palabras Clave: Sistema Político, Nuevo Mapa Político, Iglesia Católica, Ambiente Político Real, Evangelio. 1

IDEAS PARA LA COMRPENSIÓN DE VENEZUELA EN 2015 Una lectura a la dimensión política del Evangelio de la Iglesia Católica

La realidad del ambiente político real en el contexto nacional de 2015 muestra la convergencia de la incapacidad del gobierno nacional en el manejo de una crisis económica generalizada –con mayores efectos en los sectores más empobrecidos y vulnerables del cuerpo societal- el predominio de la corrupción administrativa en sus expresiones de dolo, coacción y cohecho en la gestión de la asuntos públicos, la explosión del estado general de escases en la producción, distribución, acceso y adquisición de bienes de consumo necesarios para la satisfacción de necesidades mínimas alimentación, así como también la evidencia de un sentimiento generalizado de desasosiego, cansancio o hartazgo en el ciudadano frente a la real incapacidad del gobierno y la carencia de un programa y un discurso político opositor que asuma la impostergable tarea de la regeneración del sistema político y la sociedad venezolana.

A partir de esta referencia contextual, con el presente trabajo se espera responder la siguiente pregunta: ¿Cómo se comprende el ambiente político real de la Venezuela del 2015 a partir del mensaje de salvación del Evangelio de la Iglesia Católica?. La generación de elementos conceptuales que conduzcan a la construcción de ideas cercanas a una respuesta, obliga a una breve revisión sobre sistema político y sistema político venezolano, que al asumir ambas cuestiones como marco de referencia es posible la presentación de grandes rasgos sobre el Nuevo Mapa Político Venezolano (Machillanda, 2014), con lo que se espera una breve caracterización del ambiente político real de la actual coyuntura. Todo ello con la intención de reconocer la dimensión política del Evangelio, a fin de decodificar el ambiente político real desde el mensaje de la esperanza y redención.

1.-Una aproximación a la idea de sistema político Atreverse a realizar una entera comprensión de lo que se comprende desde el campo de la Ciencia Política como sistema político, lejos de ser una tarea que implica estudios a profundidad y dedicación maratónica, implica la integración de varias disciplinas. Asumido este carácter complejo no es objeto de este trabajo presentar una suerte de tratado sobre el 2

tema. Más bien, se asume a la conceptualización que sobre esta idea realizan Easton (1992) y Dowse y Hughes (1999), ya que presentan una guía clara para la orientación sobre este ámbito de la sociología política.

De acuerdo a lo señalado por Easton, el sistema político viene a constituirse en un referente analítico, resultado de la interdependencia e interacción permanente entre actores, sujetos e instituciones a partir de un conjunto de reglas formales e informales de funcionamiento, de cara al hecho político fundamental de la asignación vinculante y colectiva de valores para la vida en comunidad. Estas interacciones toman forma de insumos que ingresan a los centros de decisión del sistema, en los que son procesados a través de estructuras de conversión dando lugar a decisiones y no decisiones, que se definen como productos o decisiones del sistema.

Para procesar los insumos que se presentan como demandas o apoyos, el sistema político cuenta con capacidades –materiales e institucionales-, las propias estructuras de conversión y reglas de funcionamiento, cuyo desempeño desencadena en la dinámica política fundamental con la cual el sistema informa su desempeño frente al ambiente. En este sentido, el sistema político surge desde la vida en sociedad que, a partir de la creación de instituciones sociales y políticas, genera un conjunto de interacciones mutuamente dependientes para atender las demandas generadas por los individuos y grupos y, a partir de su consideración, generar los mecanismos para su satisfacción. En esta misma línea de comprensión, Dowse y Hughes consideran que “En términos generales, es casi evidente que el concepto de sistema…puede aplicarse al problema del orden en la sociología política mediante la simple determinación de las interconexiones que en la sociedad atentan contra la transmisión de la energía a través de la sociedad. Si limitamos nuestra atención a las interconexiones que están relacionadas en cierto modo con la esfera política,…, entonces tendremos la noción de un sistema político…”(p. 101). Señalan que el sistema político es el entramado de interconexiones que vinculan a la sociedad con sus instituciones, a través del intercambio de “energía”, es decir, del conjunto de acciones que permite su organización y sostenimiento como un todo. 3

Asume la condición de “político” cuando los miembros de la sociedad son capaces de ocuparse por el poder y las relaciones poder, así como del carácter público de sus acciones como seres sociales dentro del Estado y frente a la dinámica de sus órganos. Por ello, Dowse y Hughes realizan una analogía con los sistemas de transmisión de información para explicar el comportamiento del sistema político al siguiente tenor: El hacer frente al medio supone inputs en el sistema y outputs desde él. Los inputs son variables como las demandas y apoyos del medio ambiente; las demandas no son sino peticiones de mayor o menor urgencia para una acción de autoridad o asignación desde el sistema político; y los apoyos son simples estados de ánimo favorables o neutros, o acciones de la gente dentro del sistema… Los outputs son reglas, reglamentaciones, acciones, leyes, etc., que tiene autoridad con relación al medio y que a su vez provocan un cierto cambio en el contexto dentro del cual opera el sistema político, y por lo tanto afectan al apoyo que se goza en el sistema, apoyo que puede aumentar, disminuir o pasar de un nivel a otro del sistema. (p. 102) El sistema político se comporta como un elemento de resonancia de la sociedad nutriéndose con demandas y apoyos que condicionan a las instituciones de poder llevando al intercambio de energía para producir acciones que repercutan sobre la propia sociedad, a través de elementos de orden objetivo -las reglas, leyes o acciones en ejercicio del poderpara tratar de responder a las demandas y apoyos, afectando el desarrollo del propio sistema y las relaciones con las instituciones y actores que lo conforman.

1.1.- El sistema político venezolano en el siglo XXI Celebradas las elecciones generales de 1958 resulta electo Rómulo Betancourt y su partido político es favorecido con la mayoría en las Cámaras del Congreso Nacional. Gracias a esta situación el 23 de enero de 1961 queda sancionada la Constitución de la República de Venezuela. Con esta Constitución quedó consagrado el sistema de partidos bajo el modelo de la democracia representativa. En este sentido, el artículo 3 señalaba que “El gobierno de la República de Venezuela es y será para siempre democrático, representativo, responsable y alternativo.” Se asume que la forma de gobierno definida respondió a la tradición democrática liberal en la que la gran mayoría de los cargos correspondientes a la conducción del Estado provenían de la elección universal, directa y secreta de representantes de los ciudadanos, de acuerdo a los límites y condiciones expresadas por la propia Constitución. 4

Por ello, el artículo 4 hace énfasis en “La soberanía reside en el pueblo, quien la ejerce, mediante el sufragio, por los órganos del Poder Público.” La elección de los representantes a los diversos órganos y niveles del Poder Público estuvo orquestada por los partidos políticos como único medio de participación normativamente permitido, haciendo que el ciudadano eligiera entre las listas determinadas por la coalición de élites y no directamente por el representante a elegir.

En este sentido, el artículo 114 constitucional consagraba a los partidos como el único mecanismo que disponía el ciudadano para participar en lo político e involucrarse más activamente en el desarrollo del sistema, “Todos los venezolanos aptos para el voto tienen el derecho de asociarse en partidos políticos para participar, por medio de métodos democráticos, en la orientación de la política nacional.” Dada esta condición, la vinculación del ciudadano con el Estado para otorgar energía al sistema se apoyaba en la necesidad obligante de formar parte de los partidos políticos, lo que posteriormente condujo a la corrupción y el clientelismo.

La Constitución no limitó las características de los partidos políticos, más bien sólo indicaba que los métodos de organización y participación respetaran la democracia de acuerdo a los valores del Estado y en arreglo a la normativa legal sobre la materia. De allí que surgieron en el sistema múltiples organizaciones que presentaron diversas percepciones sobre la democracia en Venezuela, además de propuestas programáticas de acuerdo a su interpretación de las condiciones del sistema y la calidad de vida del ciudadano.

Originado el sistema de partidos a partir del Pacto de Punto Fijo y la Constitución de 1961, quedó determinada la pauta de comportamiento de los partidos políticos en el sistema, además de su consideración en rango constitucional como el medio por excelencia para la participación de los ciudadanos, nos encontramos frente a lo que Rey (2009) denomina como un “Sistema simple de partidos con relaciones de mixtas”, es decir, un sistema en que sin importar el número de organizaciones existentes el tipo de relación entre ellas corresponde a una misma tipología. El tipo de relación indica condiciones de cooperación y conflicto, no

5

niega la aceptación de “reglas de juego” compartidas como un conjunto de normas expresadas el ordenamiento jurídico y constitucional resultante de procesos pactistas.

Dado el desarrollo del sistema de arreglo de élites, el tipo de conflicto entre los partidos se consideró, siguiendo la caracterización de Rey, como agonal o no antagónico, ya que el punto central de relación es el respeto a las reglas de juego haciendo que el adversario sea considerado como competidor y el conflicto no implique la destrucción de una de las partes, más bien todas son necesarias para la existencia del sistema. Con estas reglas de juego, el sistema de arreglo de élites se consolidó y sus actores principales desarrollaron un entramado institucional que, por una parte, respetara las reglas del juego y, por otra, hiciera uso de los mecanismos acordados para la resolución de los conflictos agonales. Esta condición de relación agonal entre los partidos llevó a la perversión del modelo de sistema diseñado en Pacto de Punto Fijoal producirse el aumento exponencial del ingreso petrolero, el mal recambio generacional de la dirigencia de los partidos y de la institucionalidad del sistema, así como con el establecimiento y profundización de un proceso de crisis ética, política y económica que hizo al propio sistema ilegítimo y llevara al ciudadano a dudar sobre la forma democrática de gobierno.

Perversión y crisis que condujo al proceso de reforma radical-populista de 1999, encabezado por Hugo Chávez, que implicó el cambio de reglas del juego y el establecimiento de nuevas formas en la comprensión y organización del sistema político venezolano. Proceso reformista que aún demuestra la incapacidad del poder político por buscar escenarios de conciliación e integración de propuestas, con miras a crear un nuevo pacto unitario que integre nuevamente a todos los sectores y grupos de la sociedad venezolana.

El reformismo radical–populista tendrá como marca para la historia su incapacidad para producir verdaderas reformas estructurales y sólo presentar proyectos coyunturales directamente relacionados a factores externos que dependen del ingreso petrolero, así como la profundidad del proceso de cooptación del estamento militar, la integración de la autoridad civil y militar en una misma persona con atribuciones operacionales no conocidas en el sistema democrático y la peligrosa militarización de la política y de la sociedad. 6

Con el establecimiento de mecanismos legales y con las acciones del gobierno sobre este último aspecto, el régimen democrático venezolano pierde su vigencia y su sentido, ya que el hecho político poco a poco se va amoldando a la visión pragmática, excluyente, verticalizada y militarista de un solo actor en desmedro de la pluralidad de las ideas, el respeto a todas la corrientes del pensamiento y el ejercicio de las libertades políticas. El reformismo radical-populista persigue la disidencia, excluye la visión contraria y califica al oponente como un enemigo a aniquilar. Este tipo de proceso espera que la figura del líder-caudillo defina la agenda de los asuntos públicos, determine los tiempos y ritmos de los procesos socio-políticos y señale el propósito de la política económica. Los catorce años de vigencia del Chavismo su más clara expresión.

Con el proceso de la militarización de la política no existe ninguna instancia de intermediación entre el ciudadano y el Estado, se presume la mala voluntad de la organización política y la reunión pública es señalada como sedición. Como resultado de la política militarizada, el poder político presiona a la sociedad en su conjunto para aceptar una sola visión y un solo estilo de liderazgo, obliga a la organización adoctrinada y dogmática de los cuadros populares de militantes y asume como necesaria la infiltración del estamento militar.

En consecuencia, la militarización de la sociedad entendida como el nivel superior de control social del régimen reformista radical-populista, espera la emergencia de una verdadera integración militar-cívica, la deformación de la misión, funciones y tareas del estamento hacia la milicia popular y el concepto estratégico del Estado se convierte en un pasquín que pretende justificar planteamiento del pueblo en armas, o la guerra de todo el pueblo.

En este escenario el sistema político venezolano y el conjunto de sus instituciones niegan la democracia liberal, la forma representativa de gobierno y trasmutan su sentido y fundamento hacia una autocracia de corte militarista, populista en su comprensión de la política pública y el manejo de la política fiscal y monetaria, desprendida del respeto a la pluralidad, con un estamento militar absolutamente desprofesionalizado, carente de una visión de Estado y al servicio irrestricto del liderazgo político. Proceso que requirió y convirtió a Hugo Chávez en el actor central del sistema político, que al anunciarse su muerte 7

en marzo de 2013 comenzó a degenerarse en lo que politológicamente puede denominarse Post-Chavismo.

2.-Nuevo Mapa Político La realidad de la sociedad venezolana en la segunda década del siglo XXI demuestra la necesidad de asumir y cumplir con las responsabilidades, cada vez más con mayor fortaleza y decisión, de mayores espacios de participación contendiente como vía para la cristalización exacta de los valores y principios del Estado venezolano. La realidad nacional reclama la intervención urgente del ciudadano como medio que conduzca la transición de un proceso radical-populista a una verdadera democracia competitiva.

En este sentido, más allá de la presentación de una lectura a profundidad de la realidad de la Venezuela de 2015 es conveniente la caracterización de algunos datos recientes sobre la percepción de los propios ciudadanos sobre las condiciones generales del país. Cada quien en ejercicio de su ciudadanía tiene la responsabilidad, toda vez más desesperante, de realizar lecturas pertinentes a fin de reconocer la brecha entre la situación real de Venezuela, su sistema político y el logro de la verdadera atención a la demandas pospuestas, principalmente de la mayorías empobrecidas del país.

Sobre este particular, un estudio de opinión realizado por el IVAD entre el 21 y 30 de marzo de 2014 con una muestra de 1.200 entrevistas en hogares y un error máximo de +/2.37%, se encontró que los cinco grandes problemas a los que se enfrenta el venezolano común están determinados por la crisis social, económica y política. Concretamente, el primer problema es el desabastecimiento de bienes esenciales de consumo y alimentación con 77%, la inseguridad generada por la violencia social y política se encuentra en segundo lugar con el 75%, el alto costo de la vida generado por la inflación y la continua depreciación del Bolívar como moneda se ubica en un tercer lugar con un 36%. Los dos últimos lugares están dedicados al desempleo con un 22% y la inestabilidad del sistema político con un 18%.

Tal como queda referido, la situación de estancamiento económico, falta de competitividad industrial, ninguna promoción al talento del venezolano como llave para el 8

desarrollo, así como el ataque a las fuentes de trabajo productivo de mano de la empresa privada conducen a un contexto doméstico donde la familia padece hambre, el sueldo del trabajador pierde su valor real y se sostiene la escasez de insumos básicos. A esta situación, se le añade un contexto de violencia social generalizada, específicamente los efectos de la inseguridad ciudadana.

Sobre este aspecto el Informe del Observatorio Venezolano de la Violencia correspondiente a 2013, reporta que para ese año en el país ocurrieron 79 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, generando un saldo total para el período de 27.763 muertes por causa de violencia. Aunque el número es de por sí alarmante, de acuerdo al Observatorio la cifra total de muertos por la violencia representa el 12% de los fallecimientos en todo el país, superando los decesos a causa del cáncer y complicaciones propias del SIDA. A efectos de una mayor comprensión de lo que la violencia social y su expresión en inseguridad representan en el cuerpo social, el propio Observatorio Venezolano de la Violencia señala que la mayoría de las víctimas y victimarios son varones jóvenes, en un rango de edad comprendido entre 17 y 24 años. Gracias a esta razón, en Venezuela mueren 53% más hombres que mujeres, generando distorsiones en la composición demográfica del país.

Retomando el estudio del IVAD, 72% de los venezolanos perciben que el rumbo del país tiende a empeorarse, lo que se profundiza con un 66% que asume al gobierno nacional incapaz de resolver la crisis económica y social. Este conjunto de cifras explicitan desde la realidad lo que Machillanda (2014) denomina Nuevo Mapa Político, construcción analítica que claramente allana el sendero no sólo para una posible explosión social, sino también para un escenario de explícita confrontación entre los ciudadanos y el Ejecutivo nacional.

Se comprende como Nuevo Mapa Político al escenario del sistema político generado en Venezuela como consecuencia y a partir de los resultados del proceso electoral municipal de 2013, donde el Post-Chavismo termina de desplazar a las figuras dirigentes del Chavismo. El ambiente político muestra un gobierno nacional protagonizado por militares, especialmente los Oficiales que participaron en las asonadas golpistas de 1992 que desde el ejercicio del

9

tutelaje sobre el gobierno civil conducen el proceso de toma de decisiones correspondiente a la macha de la administración nacional y la gestión de políticas públicas.

Este gobierno militar demuestra su incapacidad en resolver las demandas pospuestas de la sociedad, expresadas en el desabastecimiento, la inseguridad y la pérdida de apoyo social y electoral las fuerzas políticas que sostienen al Poder Ejecutivo Nacional. De allí que, la profundización de la crisis económica, generada por el seguimiento de modelos políticos anacrónicos que demostraron su fracaso en otros contextos, se conecta con la fatiga del ciudadano, el agotamiento de su esperanza en construir un futuro digno en el país para sí mismo y su familia.

A esta condición de fatiga en el cuerpo social se le añade la carencia de una estrategia política clara desde las fuerzas de la oposición, que no terminan de calzar con las necesidades del ciudadano y su acompañamiento en la vivencia de los efectos de la crisis económica, así como la persistencia de la carencia de una nueva clase política con un discurso político claro e incluyente que permita la posibilidad de convertirse en gobierno legítimo. Todos estos factores pueden conducir a una posible explosión social, la cual no podrá ser contenida con el aparato represivo del Estado, ni con el discurso de disuasión de la dirigencia política. Dinámica que se encuentra en una fase de latencia en el cuerpo social, que encontrará factores percutores en el sostenimiento de la crisis social, económica y política.

Nuevo Mapa Político que determina la tensión de las variables y factores ya mencionados, que de cara al desarrollo del hecho político de 2015 radicaliza las tensiones existentes en el sistema político y allana con mayor fortaleza el camino hacia a una severa explosión social. Explosión social engendrada por el hambre, la miseria, los efectos de la delincuencia, la falta de oportunidades para el desarrollo de la vida humana en el país, a la que aún no puede prescribírsele momento y espacio de ocurrencia. El propio cuerpo social se encargará de reconocer el factor percutor que indique el inicio de una fase anárquica, dolorosa y peligrosa en el contexto político venezolano.

10

3.- Ambiente Político Real primer cuatrimestre de 2015 De acuerdo a los análisis realizados por el Centro de Estudios de Política Proyectiva (CEPPRO) bajo la metodología del observatorio politológico, la data recolectada durante el primer cuatrimestre de 2015 demuestra un ambiente político real determinado el cruce de la profundización de las demandas no atendidas del cuerpo social y la incapacidad del gobierno del Post-Chavismo en resolver la crisis económica que atraviesa Venezuela. Este cruce permite reconocer como primer flagelo a la potencialización de la criminalidad, identificada con el resultado de la relación estrecha entre el gobierno y la economía paralela. Economía paralela determinada por el tráfico, distribución y consumo de droga donde el territorio venezolano se convierte en una especie de “gran alacena / a bigwharehouse” de la droga traficada desde Colombia, Bolivia y Perú que transita hacia América Central, América del Norte y cara atlántica de Europa.

Tráfico de Drogas desde Venezuela. The Economist. Fuente: www.zimbio.net

De acuerdo al CEPPRO, la criminalidad se expresa en tres mecanismos que permiten la acción libre de las bandas vinculadas: las Zonas de Paz, las acciones de los Panes y los grupos Colectivos. Estos mecanismos se asumen como “Espacios estimulados por la droga que luchan por imponer su poder afectando la seguridad pública. Seguridad pública que no tiene respuesta por el Poder Ejecutivo, los gobiernos de los Estados y los Municipios…” (p. 1) Esta actuación impune de las bandas criminales genera desasosiego en la sociedad venezolana, expresado en la sensación de desamparo, de hartazgo, de calamidad presente en el cuerpo social. 11

A este contexto de criminalidad potenciada, sin control y sin acciones contundentes desde el ámbito de la seguridad pública, se le añade la profundización de la escasez de alimentos, la severidad de la pérdida del valor del Bolívar como moneda, así como el estancamiento del sector productivo, generando un escenario de estanflación: Estancamiento económico, recesión fiscal y explosión continua de la tasa de inflación. Ambiente político real aderezado con la deserción de miembros de los partidos políticos que apoyan el régimen del Post-Chavismo, así como de importantes representantes de grupos vinculados con el poder político que denuncian fuera de Venezuela bajo protección de agencia globales de lucha antinarcóticos sobre la vinculación entre el régimen Post-Chavista con las redes y carteles del negocio de la droga. El ambiente político real de inicios del año 2015 demuestra un “…tejido social martirizado y desatendido por el gobierno y las autoridades. Se observa tristeza y angustia en los ciudadanos como consecuencia de la ineptitud del gobierno frente a calamidades como la escasez, la falta de empleos, la falta de servicios y la falta de seguridad pública…” (p.2) Al mismo tiempo, el ambiente político real claramente evidencia la ingobernabilidad del sistema, el descontrol de las instituciones que lo conforman en la generación de políticas públicas y leyes pertinentes a las necesidades del ciudadano. El gobierno es incapaz de generar una política pública acorde a lo que el ciudadano espera y necesita, la legislación es para beneficio de los grupos de poder. Esta falta de control se demuestra claramente en la ingobernabilidad militar, dado el desborde de la vinculación de la cúpula militar con el negocio de la droga y su articulación con las redes que sostienen la corrupción administrativa. Ingobernabilidad militar que conduce a la pérdida del apresto físico, técnico y operacional necesario –precisamentepara la lucha contra el tráfico de drogas y la defensa de la soberanía nacional.

Sin embargo, el ciudadano confía y espera en la salida electoral. Muestra de ello es la participación superior al 50% de los electores convocados a las elecciones primarias de la Mesa de Unidad Democrática el pasado 17 de mayo, hecho que de por sí habla del rechazo creciente al Post-Chavismo y la urgente necesidad de la determinación de una estrategia de la dirigencia opositora que permite la recuperación de la esperanza en el cuerpo social. El ciudadano corriente que siente en su bolsillo la pérdida de su ingreso y que está harto, 12

desesperanzado y cansado de dieciséis años de reformismo radical-populista quiere un cambio en el sistema político. Confía en la participación electoral, pero asume que la explosión social cada vez más cierta en la Venezuela de 2015.

Dados los elementos ya referidos, el ambiente político real permite reconocer que el sistema político venezolano se encuentra próximo a una dinámica enmarcada en la transición política. Transición entre el Post-Chavismo y un nuevo escenario del sistema, aún sin poder caracterizarse en sus elementos y condicionamientos sobre el cuerpo social, el sistema económico y las relaciones internacionales.

4.-El hecho político venezolano y el Evangelio Gracias a las consideraciones precedentes, queda claro que el sisma político requiere de un proceso de renovación. Renovación que no es lo mismo a revolución. Renovación como regeneración, como proceso de re-creación y re-posición de nuevas dinámicas entre los actores políticos, las instituciones del sistema y los mecanismos requeridos en la construcción comunitaria de la satisfacción a las necesidades de la sociedad, entre las que destacan en 2015 seguridad pública, alimentación y abastecimiento, calidad de la educación y la salud, sin olvidar el urgente rescate de la productividad del proceso económico.

Ahora bien, ¿A dónde se puede dirigir la mirada para reconocer la trascendencia de la dimensión política de la persona?, ¿Es un problema de ideologías o un problema de cultura política?... Estas preguntas, y algunas que le pueden ser muy similares, invitan a regresar al Evangelio. Regresar al Evangelio implica regresar a la base, al origen, al verdadero mensaje de redención, al mensaje y Mensajero original, simple. Al Mensajero que dio su vida para nuestra Salvación, a quien –lamentablemente- durante buena parte de la historia política contemporánea de América Latina han querido pervertir en su prédica y acción, bien por quienes desde la perspectiva absolutista del mercado y la reglas del Neo-Liberalismo quieren encontrar en el Mensajero palabras para justificar la cosificación de la vida humana únicamente como factor de producción, o bien por quienes desde la visión totalizante del estatismo Socialista asumen que la redención por la Salvación es material y no espiritual, negando hasta al verbo hecho hombre. 13

Por ello, vale recordar lo que significa Evangelio y Evangelizar. Tal como lo señala la Exhortación Apostólica Evangelii Nuntiandi de SS Paulo VI, el Evangelio se asume como “…el anuncio de Cristo a aquellos que lo ignoran…” y a la acción de la evangelizar como la acción de “…llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad…” (p. 9). El Evangelio es la Buena Noticia, aquella que trajo Dios hecho hombre en Jesús, quien enseñó no sólo encontrar a Dios Padre en las cosas sencillas de todos los días, sino a reconocer que el verdadero Reino y la verdadera Salvación se alcanzan por seguirlo a Él, en el encuentro con su mensaje de vivencia de fe, esperanza y caridad, pero sobre todo del infinito amor por la obra de Dios, en la que se cuenta la humanidad como creación más perfecta.

A partir de esta consideración, el Evangelio encierra consideraciones de relevancia a la hora comprender, decodifica, entender el hecho político venezolano de 2015, así como también la absoluta y clara comprensión del real escenario de transición en cual se encuentra el sistema, dado el contexto de inoperancia, inestabilidad e ingobernabilidad en cual se encuentra sumido durante el Post-Chavismo.

De allí que, el Evangelio propone un mensaje de llamado de atención al pueblo, a los ciudadanos frente a su condición de pertenencia a una comunidad política. Llamado de atención que se centra en dedicar su alma, vida y corazón en la verdadera búsqueda de Dios en la tierra a través de la cristalización de una comunidad política más cercana a la dignidad de la persona. El primer campanazo de este llamado de atención se encuentra en la tentación de diablo a Jesús, “De nuevo le llevó el diablo a un monte muy alto, y mostrándole todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, le dijo: Todo esto te daré si de hinojos me adorares. Díjole entonces Jesús: Apártate Satanás, porque escrito está: ‘Al Señor tu Dios adorarás y sólo a Él solo darás culto’ Entonces el diablo le dejó y llegaron ángeles y le servían” (Mt 4, 8-11).

El Evangelio reclama al ciudadano centrar su esperanza en el mensaje redentor de Jesús, no en atender la propuesta demagógica, la salida populista como base en la regeneración del sistema democrático. La Buena Noticia nos reclama centrar nuestra atención como ciudadanos en la esperanza por un mundo nuevo, pero no por medio de la acción limitada, 14

utilitaria y hasta mezquina del hombre. Más bien, nos pide seguir el ejemplo del Salvador y apartar de nuestra actitud cívica cualquier tentación por salidas fáciles, inmediatistas, originadas en el resentimiento y en la destrucción del hombre por el hombre. El ambiente político real claramente nos demuestra que la dirigencia del Post-Chavismo y de la oposición política han querido ser eficientes al sustituir la adoración y culto a Dios Creador, por el culto al poder, al dinero manchado por la muerte engendrada por le economía paralela, y al sostenimiento de una suerte de status quo donde ninguna ficha se mueve sin haber garantizado antes la impunidad a sus fallas.

Un segundo campanazo del llamado de atención al ciudadano perteneciente a una comunidad política particular se encuentra en la misión de la discípulos en la tierra, justamente cuando Jesús deja claro que “Vosotros sois la sal dela tierra; pero si la sal se desvirtúa ¿con qué se salará? Para nada aprovecha ya, sino para tirarla y que la pisen los hombres. Vosotros sois la luz del mundo… Así ha de lucir vuestra luz ante los hombres, para que, viendo vuestras buenas obras, glorifiquen al Padre, que están en los cielos” (Mt 5, 13-15)

Justamente, el Evangelio recuerda que no es sólo el dirigente quien se pervierte al perder el temor a Dios y dedicarse a la idolatría de las cosas banales del mundo, sino también el propio ciudadano es capaz de perder su norte, es capaz de convertirse en su vida diaria en todo aquello que critica en su dirigencia. Así como el discípulo de Cristo es la sal de la vida y la luz del mundo, el ciudadano es el eje central del hecho político, de tal condición emanan los derechos civiles, sociales y políticos, por tal condición es posible la participación en la construcción y regeneración de la democracia; pero el sistema político requiere de ciudadanos virtuosos, formados en escuelas de calidad, dignos representantes del gentilicio y empoderados de su condición contendiente. El Evangelio reclama la rectitud de su actuación pública, la vivencia de una ética ciudadana de compromiso y el arreglo de su intelecto como base de la República.

Este segundo campanazo guarda relación con el tercero, más aún en contextos como los descritos en el ambiente político real de Venezuela en 2015. El Evangelio es claro en su alerta sobre los falsos profetas “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con 15

vestiduras de ovejas, mas por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos os conoceréis. ¿Por ventura se recogen racimos de los espino o higos de los abrojos?. Todo árbol bueno da buenos frutos y todo árbol malo da malos frutos” (Mt 7, 15-17) La Palabra de Dios nos pide atender primero los mensajes que nos da nuestro corazón y la racionalidad generada en nuestra comprensión, antes que dejarnos seducir por palabras cargadas de buenas intenciones, pero sólo eso, ya que la tentación autoritaria y populista en su práctica demostró su fracaso en otros contextos y momentos. El Chavismo y el Post-Chavismo no se excluyen de esta consideración.

La Buena Noticia nos exige usar el discernimiento dado por el Espíritu Santo al hombre a fin de terminar por reconocer que el populismo autocrático, propio de la realidad de América Latina, como un árbol malo que da malos frutos. Sobre este punto, Freidenberg (2007) asume al populismo como “…una estrategia política a través de la cual un líder personalista busca o ejerce el poder mediante el apoyo directo, sin intermediación y no institucionalizado, de un gran número de seguidores que son principalmente desorganizados” (p. 23) Precisamente, esta forma personalista, caudillesca, anacrónica y atrasada de desarrollar la conducción del sistema político y la organización de los ciudadanos es la base que permite existencia de crisis económica como la venezolana.

Crisis económica determinada por un contexto de estancamiento productivo, escasez de productos esenciales, establecimiento de un enredado sistema de controles públicos sobre las reglas del proceso económico y la ausencia de mecanismos tendientes a conducir procesos de toma de decisiones que la enfrenten. A un régimen populista no le interesa que sus ciudadanos sean competitivos y se permitan el derecho civil de la movilidad social, más bien desea la profundización del estancamiento a fin que el cuerpo social depende no de sí mismo sino del real saber y entender de la dirigencia de un solo hombre. Sobre esta particular, Di Tella (1965, c.p. Bello, 1996) señala que la fuente de fuerza del populismo está determinada por “1º) Una elite ubicada en los niveles medios o altos…provista de motivaciones anti-status quo, 2º) Una masa movilizada formada como resultado de la ‘revolución de las aspiraciones y 3º) Una ideología o estado emocional difundido que…crea un entusiasmo colectivo.” (p. 52)

16

Fuente de fuerza que claramente refleja la Venezuela del Chavismo, pero no así la del PostChavismo tal como queda señalado en los puntos 2 y 3 de este trabajo.

La Buena Noticia nos enseña que la búsqueda por una democracia regenerada no es tarea de un solo hombre ni de un solo día. Jesús claramente nos invita a reconocer las limitaciones de la acción individual sin una motivación política clara, sin direccionamiento ni sentido dentro del sistema político. “Llamando a la muchedumbre y los discípulos les dijo: El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Pues quien quiera salvar su vida, la perderá, y quien pierda la vida por mí y el Evangelio, ése se salvará” (Mc 8, 34-35) La enseñanza del Salvador nos invita a reconocer que la búsqueda de una nueva realidad para el sistema político venezolano no es tarea apoyada en el voluntarismo, ni en la postura heroica de individualidades. La regeneración de la democracia implica “negarse a sí mismo”, reconocer los límites de la autosuficiencia y de la acción privada sin ninguna resonancia en lo social.

Negarse a sí mismo conduce a una profunda reflexión del grado de responsabilidad individual sobre el estado actual del hecho político venezolano, y un verdadero examen de conciencia sobre la poca contribución tendiente hacia el entendimiento entre ciudadanos. “Cargar con la propia cruz” no es más que entender los efectos de nuestras omisiones ciudadanas para con el sistema democrático, hecho que entronizo al reformismo radicalpopulista que en la Venezuela de 2015 demuestra no sólo el agotamiento de su modelo sino la necesidad de su desplazamiento y la transición hacia un nuevo escenario. De allí que, la Palabra de Dios es clara cuando nos reclama “Quien quiera salvar su vida, la perderá”, quien dedicarse únicamente a su ámbito privado idolatrando al dinero y el poder, negando su vida en comunidad y priorizando sus intereses particulares por encima de las necesidades y demandas de un pueblo que sufre por la violencia y la delincuencia, que tiene hambre de comida y hambre de justicia, será arrastrado por el tránsito hacia la redemocratización del sistema político. Quien se regodea en el dinero y el poder, la vivencia plena de los beneficios que le reporta la economía paralela y el refugio en el estamento militar

17

como muro de contención, está condenado al fracaso, al olvido, a la justicia de los hombres y la justicia Divina.

Por ello el mensaje de Dios Padre a través de Dios Hijo nos pide confiar en la redención, en la esperanza de la obra de Dios en la tierra como vía de salvación. Politológicamente hablando, esta confianza radica en la capacidad del ciudadano de crear junto con otros las condiciones de la salvación de su sociedad, el hacer uso de sus deberes y derechos políticos como fundamento en la re-creación del sistema político, máxime al existir un contexto de crisis económica, política, social y ética como queda demostrado en el ambiente político real. “Os digo pues: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá; porque quien pide recibe, y quien busca halla, y al que se le llama se le abre. Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más nuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que solo piden” (Lc 11, 9-10, 13)

Ahora bien, no sólo el Evangelio nos ayuda a comprender la condición de ciudadano como causa necesaria y causa suficiente de la existencia del sistema político, también implica reconocer que de sus acciones y omisiones depende la extensión de la crisis en la cual se encuentra el régimen Post-Chavista, que lleva al cuerpo social venezolano a la desesperanza y el desasosiego. El Evangelio permite comprender lo que ha olvidado la dirigencia –tanto del gobierno como de la oposición- sobre su propia responsabilidad. Este desdoblamiento existente entre la prédica y la acción política colabora en la profundización de la crisis terminal régimen, en sus expresiones ética, política y económica.

El propio Jesús reclama de la dirigencia sabiduría, rectitud, probidad, honradez, claridad y, por encima de todo, compasión por el otro. “Y llamando a la muchedumbre les dijo: Oíd y entended: No es lo que entra por la boca lo que hace impuro al hombre; mas lo que sale de la boca, eso es lo que al hombre hace impuro. Entonces se le acercaron los discípulos y le dijeron: ¿Sabes que los fariseos al oírte se han escandalizado? Respondiéndoles les dijo Toda planta que no ha plantado mi padre celestial será arrancada” (Mt 15, 10-13) Precisamente, la prédica revanchista de un modelo político autoritario, militarista y extremadamente populista pregonada por la dirigencia del gobierno nacional, condiciona su 18

acción y la administración de los recursos público con un sentido sectario y excluyente, energía que ha sido capaz de engendrar el ambiente político real de 2015. “Lo que sale de la boca” del régimen Post-Chavista no reconoce la caridad, la fe y esperanza como virtudes de la persona humana, reniega de la vivencia de su libertad y del estar unidos como sustento de la vida en comunidad, desconoce la capacidad industriosa del hombre para labrarse un mejor destino y niega cualquier expresión de la libertad política que es propia de posturas disidentes dentro de una democracia formal. Al mismo tiempo, “Lo que sale de la boca” de la dirigencia de la oposición poco colabora en la construcción de un camino cierto, real y patente en la consolidación definitiva de la regeneración de la democracia venezolana. La dirigencia opositora ha sabido adaptarse a la prédica revanchista y de desconfianza en el ciudadano, dirigencia opositora que irresponsablemente trate de orillar al ciudadano de la acción política. Por eso el Salvador es claro cuando nos recuerda “Toda planta que no ha plantado mi padre celestial será arrancada”, todo aquello que niegue la identidad del ciudadano, su gentilicio, su capacidad constructora y su libertad política será arrancado del sistema político, precisamente por aquellas mismas fuerzas que se encargaron de su negación.

En este sentido, el actual contexto del sistema político venezolano demuestra que la dirigencia –independientemente de su origen y alineamiento ideológico- carece de dos condiciones imprescindibles en la conducción de los asuntos públicos: el liderazgo y la humildad. Con respecto al primero, la Buena Nueva claramente describe a Jesús como pastor “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da la vida por sus ovejas. Yo soy el buen pastor y conozco las mías y las mías me conocen a mí, como el Padre me conoce y yo conozco a mi Padre, y pongo mi vida por las ovejas. Tengo otras ovejas que no son de este aprisco, y es preciso que yo las traiga, y oirán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor” (Jn 10, 11, 14-16) El líder político es quien inspira, aquel que es capaz de poseer una visión sobre el sistema político y el manejo de sus instituciones para transformar necesidades y demandas sociales en políticas públicas pertinentes y de calidad. Líder político que, como ciudadano, se reconoce en los demás y los otros se reconocen en él. Reconocimiento que conspira para que 19

la visión del líder sobre el sistema político y su dinámica sea compartida, manejada por otros ciudadanos y posibilite la construcción de equipos que permitan difundirla. A partir de esta difusión, el líder político pueda concurrir acompañado a procesos electorales, valide la visión compartida sobre el sistema político y acceda de forma legítima al gobierno y pueda pasar de la visión a la realización.

Con respecto a la segunda, la humildad queda reconocida como virtud de asumir el propio sitio en la conducción de la sociedad, pero no para ser servido sino para servir. Jesús, fuente eterna de virtudes y ejemplos para el hombre, nos apunta que “Si yo, pues, os he lavado los pies, siendo vuestro Señor y Maestro, también habéis de lavaros los pies los unos a los otros. Porque yo os he dado el ejemplo, para que vosotros hagáis también como yo he hecho. En verdad, en verdad os digo: No es el siervo mayor que su señor, ni el enviado mayor que quien le envía. Si esto lo aprendéis, seréis dichosos si lo practicáis” (Jn 13, 14-17)

En contraposición, la carencia de humildad conduce a la autosuficiencia, y la autosuficiencia a la soberbia. Soberbia expresada por un dirigencia engendrada en la falta de cultura política, en la profunda ausencia de formación ideológica y técnica sobre la atención de las demandas ciudadanas y su transformación en vías de satisfacción. Soberbia que hace sordo y ciego al dirigente frente a las reales expresiones de la pobreza, el hambre, la violencia, la criminalidad y el negocio de la droga, sembrados con odio en el cuerpo social venezolano.

Frente a tal carencia de liderazgo corresponde al ciudadano actuar, tomar decisiones sobre la transformación y regeneración democrática del sistema político venezolano, a fin de profundizar el proceso de transición y superar al Post-Chavismo, expresión anacrónica y militarista del hecho político. Esta acción ciudadana requiere de una verdadera consciencia de responsabilidad pública y ética de compromiso, acción ciudadana que conducirá a la construcción de un nuevo contexto, de un nuevo ambiente político real. Asumir tal responsabilidad implica riesgos, amenazas, pero un profundo amor por el prójimo, cuestiones claramente expresadas en la Bienaventuranzas:

20

Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre de sed y justicia, porque ellos serán hartos. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán la misericordia. Bienaventurados lo limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacíficos, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados lo que padecen persecución por la justicia, porque suyo es el reino de los cielos. Bienaventurados seréis cuando os insulten y os persigan y con mentira digan contra vosotros todo género de mal por mí. Alegraos y regocijaos, porque grande será en los cielos vuestra recompensa, porque así persiguieron a los profetas que hubo antes de vosotros. (Mt 5, 3-12) Esta actuación ciudadana requiere impostergablemente una decidida acción sobre la inclusión de las mayorías empobrecidas al hecho político, pero no desde la participación vertical propia de la política militarizada creada por el Chavismo y mantenida por el PostChavismo. Más bien, se pretende su empoderamiento ciudadano a partir de su propia condición, con la real intención de que sea capaz de reconocer los límites de carencia material pero que reconozca lo infinito de la riqueza del espíritu. Sobre este particular, Ellacuría (1994) señala que “Desde el punto de vista cristiano ha de afirmarse que los pobres han de ser, no sólo el sujeto pasivo referencial de quienes tienen poder, sino el sujeto activo preferencial de la historia, especialmente de la historia de la Iglesia.” (p. 411), lo que implica reconocer que la mayoría empobrecida de venezolanos son la base y justificación activa de la regeneración democrática del sistema político.

Son el grupo que más sufre por la improvisación y desatención del gobierno del PostChavismo, son quienes se les niega la participación contendiente de la democracia porque el régimen reniega de la disidencia y pretende el establecimiento de un solo mecanismo, de una sola forma de articular la participación popular en la democracia. Al mismo tiempo, el pobre no está incluido en las frases hechas del argumento de la dirigencia opositora, argumento que los presenta como sujeto pasivo de la lucha del poder, sujeto utilitario que significa un voto más al momento de ocurrir un proceso electoral. En ninguno de los casos se acepta como un sujeto activo de su propia historia, actor capaz de conducir su realidad inmediata a un escenario de cambio con repercusiones directas sobre la marcha del sistema político.

21

En este contexto, siguiendo con Ellacuría la recomendación es aceptar la civilización de pobreza, aquella que no persigue la acumulación privada de capital como base fundamental para el desarrollo de la sociedad. Civilización de pobreza que “…propone, como principio dinamizador, frente a la acumulación de capital, la dignificación por el trabajo, un trabajo que no tenga por objetivo principal la producción de capital, sino el perfeccionamiento del hombre” (p. 427) Trabajo digno que permita la satisfacción estable y sostenida en el tiempo de las necesidades básicas de la persona, a fin de permitirle el ejercicio pleno de su dimensión ciudadana en el hecho político nacional. Queda claro, “…las libertades políticas, para ser usufructuadas mayoritariamente, necesitan de la liberación de las necesidades básicas y el disfrute de la vida social, aunque estás exijan a su ámbitos de libertad política” (p. 436)

Venezuela reclama el cumplimiento del cambio político, de la transición del actual estado del sistema político hacia un nuevo contexto incluyente, diverso, profundamente arraigado en la nacionalidad y ciertamente democrático. Proceso de transición que requiere de una ciudadanía empoderada, ciudadanía venezolana sin distingo pero con atención preferencial por los pobres, por la gran mayoría que no reconoce en la acción política militarizada del reformismo radical-populista, así como también en los argumentos de la dirigencia opositora.

En semejante estado de desprotección, al ciudadano le queda el refugio en el Evangelio, fuente inagotable de la Buena Nueva noticia sobre la redención y salvación del mundo. En palabras dela última homilía del Beato Oscar Romero, Monseñor (1980) “Sabemos que todo esfuerzo por mejorar una sociedad, sobre todo cuando está tan metida en la injusticia y el pecado, es un esfuerzo que Dios bendice, que Dios quiere, que Dios nos exige.” (p. 2)

5.-Conclusión El ambiente político real durante los primeros cuatro meses del año 2015 demuestra la urgente necesidad de cambio en el sistema político, dado el agotamiento del modelo engendrado por el reformismo radical-populista que en el gobierno del Post-Chavismo no ha sabido atender las demandas pospuestas presentes en el cuerpo social, conduce y mantiene el sistema económico en un estado de estanflación, desconoce la libertad y disidencia propia del 22

ciudadano en un régimen nominalmente democrático, así como también la demostración de su plena incapacidad de ejercicio de la seguridad pública con el fin de contener la violencia y criminalidad.

Claramente, el Post-Chavismo es inviable y su estilo de comprender el hecho político está agotado. Se mantiene en el poder –extrañamente- por su complicidad en el negocio de la economía paralela, así como también por las profundas carencias de la dirigencia de la oposición en la construcción de un discurso político cercano a la cultura de la pobreza y enfocado en la regeneración democrática del país.

Frente a tan calamitoso escenario, el ciudadano es el único responsable por su destino y el del sistema político. Está en sus manos la profundización y desencadenamiento de la transición hacia una democracia regenerada. Democracia regenerada que tiene en el Evangelio de la Iglesia Católica un claro mensaje de redención, esperanza, caridad y fuente inagotable de elementos referenciales en la consolidación de una ética de compromiso. Referencias  Bello, Pedro (1996) El Populismo Latinoamericano. Caracas: USB-Equinoccio.  Centro de Estudios de Política Proyectiva (2015) Resumen de Data Politológica 010. Documento original no publicado. Mimeo.  Dowse, Robert y Hugues, John (1999) Sociología Política. Madrid: Alianza Editorial.  Easton, David (1992) Esquema para el análisis político. Buenos Aires: Amorrutu  Ellacuría, Ignacio (1994) “Utopía y Profetismo” En: MysteriumLiberationis. Madrid: Trotta.  Exhortación Apostólica EvangeliiNunitandi (1975) [Documento en línea] Disponible en www.vatican.va  Freidenberg, Flavia (2007) La Tentación Populista. Madrid: Síntesis.  Infobae (2014) “El desabastecimiento preocupa más que la inseguridad, según IVAD”. En: Informe21.com. [Documento en línea] Disponible: www.informe21.com  MAchillanda, José (2007) La Militarización de la Política y de la Sociedad. Documento original no publicado. Mimeo.  Machillanda, José (2014) “Nuevo Mapa Político Venezolano”. En: Simón Bolívar Analityc, N° 30, Caracas: Centro de Estudios de Política Proyectiva.  Observatorio Venezolano de la Violencia (2013) Informe del OVV-Diciembre de 2013. [Documento en línea] Disponible: www.obervatoriodeviolencia.org.ve  Rey, Juan Carlos (2009) El sistema de partidos venezolanos. Caracas: UCAB-Centro Gumilla.  Romero, Oscar Arnulfo, Mons. (1979) Misión de la Iglesia en medio de la crisis del país. [Documento en Línea] Disponible en www.sical.net  Romero, Oscar Arnulfo, Mons. (1980) La Pobreza de las Bienaventuranzas, fuerza verdadera de la liberación del pueblo [Documento en Línea] Disponible en www.sical.net  Romero, Oscar Arnulfo, Mons. (1980) Homilía del primer aniversario de la Sra. Sara de Pinto-Última Homilía del Monseñor Romero. [Documento en Línea] Disponible en www.sical.net  Sagrada Biblia (1966) Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.

23

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.