Iconografía de la Trinidad. Evolución de las tipologías a través de la Historia del Arte

En el judaísmo, las representaciones figurativas de Dios estaban prohibidas. A Dios nadie lo había visto jamás, y además existía el peligro de la confusión con los ídolos de los pueblos vecinos. Sin embargo, los cristianos desde los primeros tiempos comenzaron a desarrollar un arte figurativo, en parte por el contexto cultural en que se encontraban, pues los conversos no dejaban de ser romanos, y también porque la situación había cambiado: Dios se había hecho hombre, y por tanto ahora era posible representarlo. Con todo, el concepto de la Trinidad era uno de los más difíciles de plasmar, pues era necesario mostrar a la vez a Dios como uno y como trino. A lo largo del tiempo se han ensayado diversas fórmulas que trataremos de sintetizar en las páginas posteriores. Es imposible recoger cada caso particular, existen demasiadas obras excepcionales, por lo que en la mayoría de las ocasiones nos centraremos en las tipologías más generalizadas, aunque en algún momento se comenten variaciones relevantes.