Humor, personalidad y bienestar. Humor Styles Questionnaire en Chile

June 7, 2017 | Autor: A. Mendiburo Seguel | Categoría: Humor (Psychology), Humor, Humor Studies
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Descripción



Universidad de Santiago de Chile


Humor, personalidad y Bienestar: Resultados en Chile del Humor Styles Questionnaire y su relación con el bienestar

Andrés Mendiburo

El sentido del humor se refiere a una capacidad humana para capturar aspectos estéticos del humor. Anteriormente al hablar de humor, se entendía como lógico que se hacía referencia a una forma pro social, benigna y agradable, por lo que no es difícil entender por qué actualmente el sentido del humor es considerado una característica socialmente deseable.
En parte por lo anterior, además de la dificultad en la definición del concepto, se vuelve problemático hablar sobre el sentido del humor relacionado con determinados rasgos o temperamentos. Difícilmente podemos decir qué es el sentido del humor, puesto que el espectro de estilos de humor, e incluso la definición social, es bastante más amplia que cuando se acuñó el concepto.
Sí sabemos que el sentido del humor involucra una serie de evaluaciones cognitivas y emocionales, conductas, actitudes, valores, etc. Influye, además, en las relaciones que establecemos con los otros, las formas de comunicación y persuasión; puede servir como una forma de agresión o como mecanismo de afrontamiento (o incluso ambas al mismo tiempo). El humor, como se ve, se involucra en la mayor parte de la conducta humana (Martin, 2007).
Diferentes autores han tratado de desglosar el concepto de humor desde hace ya un buen tiempo, destacando entre ellos Eysenck (1972), quien fijó tres posibles significados para el humor:
Por un lado, se piensa que alguien lo "tiene" porque se ríe de lo mismo que nosotros.
Por otro, porque se ríe más que lo que usualmente se está acostumbrado.
Finalmente, porque produce humor en gran medida.
En la actualidad, si bien las definiciones de humor y sentido del humor son diversas, existe tendencia a aceptar que éste puede pensarse como (una versión de Hehl y Ruch, 1985, en Martin, 2007):
I.- Atención
El grado en que se busca fuentes para reír.
II.- Comprensión y evaluación
La habilidad para comprender estímulos humorísticos.
La apreciación de diferentes tipos de material humorístico.
III.- Producción
La habilidad para crear estímulos humorísticos.
IV.- Vivencia y expresión
La intensidad con que se vive y la forma en que se expresa el humor o regocijo.
V.- Recuerdo y utilización
La memoria referida a momentos graciosos en la propia vida.
La tendencia a usar el humor como mecanismo de afrontamiento.
A partir de los anterior, podríamos entender el humor como una tendencia estable de personalidad referida a una sensación (regocijo), a una conducta (risa o sonrisa), al uso de una forma de afrontamiento (humor como mecanismo de afrontamiento), a una competencia (producción y creación de estímulos) y, finalmente, a un sentido estético (sentido del humor, apreciación del humor). Obviamente, esta concepción de "rasgo" implicaría que la personas tenderían a presentar con mayor frecuencia "un estado" de humor o una emoción compuesta del sentimiento subjetivo de hilaridad o regocijo, las expresiones de risa y sonrisa Duchenne (vale decir, las expresiones faciales descriptoras de risa o sonrisa auténticas), las respuestas fisiológicas y motóricas asociadas (disrupción de la respiración, relajación muscular, movimiento tronco y brazos, activación del sistema nervioso autónomo), así como una mayor exposición, reactividad y productividad de estímulos cómicos y humorísticos.
La relación del humor con el bienestar es cercana. Se han visto efectos del humor sobre el impacto de emociones negativas y situaciones negativas a través de la re significación. El humor funciona otorgando un espectro mental más amplio, logrando tal re significación. (Dixon, 1980; Lefcourt, 2001; Abel y Maxwell, 2002; Kuiper, Martin y Olinger, 1993; Kuiper, McKenzie, y Belanger, 1995).
El sentido del humor también aporta al bienestar por ser una tendencia hacia involucrarse en actividades que promueven la felicidad, siendo una fortaleza de carácter que correlaciona con ella (Ruch et al., 2010).

Vinculación entre humor, personalidad y emociones: estudios recientes
Las relaciones entre el humor y la emocionalidad han sido analizadas por autores como Eysenck, Cattell, McGee o Ruch. Sin embargo, la perspectiva de Martin et al. (2003) puede considerarse la de mayor influencia en la investigación actual. Al construir el Humor Styles Questionnaire (HSQ- Cuestionario de Estilos del Humor), Martin et al. (2003) observaron que los estilos de humor habían sido considerados en psicología desde hace ya algún tiempo, siendo ciertos usos del humor relacionables con el funcionamiento psicológico positivo, mientras que otros tipos lo eran en correlación con un funcionamiento negativo. No obstante esto, distinguieron diferentes tipos de humor susceptibles de ser analizados a través de un instrumento que midiese de mejor manera, en relación con sus antecesores, la relación entre salud mental, emociones y humor.
Para crear el HSQ, Martin et al. (2003) siguieron un modelo 2x2. Uno de los ejes del modelo se refería al uso del humor centrado en uno mismo (intra personal), en contraposición con el humor centrado en los otros (inter personal). El otro eje del modelo 2x2 planteado por Martin, se relaciona a tipos de humor benignos o malignos.
El aspecto intra personal tendría relación con el regocijo, e involucraría además la capacidad de afrontar el estrés y hacer uso del humor como mecanismo de defensa. Se relaciona con la teoría freudiana, además, pues se refiere a liberación de tensión y al humor negro como una forma de mantener sentimientos de control, dominio o triunfo (Ziv, 1984). Vale decir, se refiere al humor como una forma de protección psíquica.
El aspecto inter personal, referido a potenciar las relaciones con los otros, se relaciona con la intención de reafirmar sentimientos de bienestar social, abordar conflictos, así como también ser más atractivo y reforzar lazos (Martin et al., 2003). En el caso de grupos grandes, se relaciona con factores como la cohesión social, reforzamiento de la identidad y persuasión (Martineau, 1972, en Martin, 2003).
Para Martin, la diferencia entre humor intra personal y humor inter personal se ve íntimamente relacionada con otras relaciones polares estudiadas, como individualismo versus colectivismo.
Así, del cruce de ambos ejes, se observa que puede haber un humor inter personal maligno (humor agresivo), un humor inter personal benigno (humor afiliativo), un humor intra persona maligno (humor de auto descalificación) y un humor intra personal benigno (humor de auto afirmación). Es necesario hacer notar que estos ejes no se refieren a polos, sino que a graduaciones continuas, pudiendo fácilmente, por ejemplo, existir un humor que busque la afiliación pero que, a la vez, contenga elementos agresivos hacia otros. Así también, el estilo de humor que una persona utilice en determinada situación, no necesariamente se relaciona con una decisión volitiva: el humor como forma de defensa, por ejemplo, puede ser una reacción.
Los estilos de humor resultantes son:
Humor afiliativo: Se relaciona con contar chistes, hacer bromas lúdicas y bien intencionadas, con el afán de relacionarse con otros, entretener y facilitar relaciones. Al hacerlo, se deja saber que se está en un plano social lúdico, con la intención de involucrarse de este modo con otros. Se relaciona con la extroversión, la atracción inter personal, la auto estima, satisfacción con las relaciones y, en general, con sentimientos y emociones positivas.
Humor de auto afirmación: Se refiere a una visión humorística del mundo, en que prevalece el deseo por dejarse sorprender por la vida y mantener una perspectiva humorística frente a las cosas. Sería la medida más cercana al humor como forma de afrontamiento, pues permite tomar distancia de los estímulos que estresan o generan problemas (Lefcourt et al., 1995). En general, permite disminuir emociones negativas y mantener visiones positivas y realistas en situaciones adversas. Se ve relacionado de manera negativa con emociones negativas como ansiedad, depresión y, en general, con el neuroticismo.
Humor agresivo: Se relaciona con el sarcasmo, el ridículo, la ironía, así como también con el uso del humor como forma de manipulación utilizando amenazas tácitas de ridículo (Janes y Olson, 2000, en Martin et al., 2003). Se refiere a un tipo de uso del humor en el cual existe bajo control del posible impacto en otros, lo que la relacionaría con agresión, hostilidad y neuroticismo.
Humor de auto descalificación: Se refiere a utilizarse uno mismo como objeto de humor, de manera tal que se llame la atención de los otros. Para Martin et al. (2003) se relacionaría hipotéticamente con la negación defensiva, ocultando los sentimientos negativos y evitando enfrentar los aspectos de sí mismo que son rechazados, existiendo necesidad y dependencia emocional, evitación y baja auto estima.
El HSQ ha sido adaptado en diferentes países (entre otras, Saroglou y Scariot, 2002; Chen y Martin, 2007; Cassaretto y Martínez, 2009; Erickson y Feldstein, 2007; Kazarian y Martin, 2004; Taher, Kazarian y Martin, 2008), demostrando propiedades psicométricas y validez de estructura. En líneas generales, se observa que los ítems de cada factor cargan adecuadamente, si bien se presentan problemas en algunos casos respecto a la fiabilidad en el caso del factor de estilo agresivo u otro problemas (Kazarian y Martin, 2004). En general se observa que la gente más joven tiende a puntuar más alto en los estilos afiliativo y agresivo
Humor, personalidad y bienestar
Como se ha dicho anteriormente, los estilos de humor medidos a través del Humor Styles Questionnaire (Martin et al., 2003) miden el grado de uso de cuatro estilos de humor (agresivo, de auto afirmación, de auto descalificación y afiliativo). En su creación se utilizaron diversas herramientas, de manera tal que se tuviera una noción sobre las características relacionadas con la validez de constructo del instrumento.
Para indagar sobre las relaciones entre las escalas del HSQ y diferentes dimensiones de la personalidad, Martin et al. (2003) administraron pruebas a dos muestras de participantes. Una de ellas, de 152 adultos (106 mujeres) respondió a una versión revisada el Inventario de Personalidad NEO (NEO-PI-R; Costa y McCrae, 1992), mientras que otra de 165 universitarios (94 mujeres) respondieron al Cuestionario extendido de atributos personales (EPAQ; Spence, Helmreich, y Holahan, 1979), con el cual se buscó evaluar características masculinas positivas (dominancia, independencia, seguridad), características femeninas positivas (entendimiento, calidez), características masculinas negativas (agresividad, hostilidad, cinismo) y características femeninas negativas (indecisión, servilismo).
Las correlaciones entre los cuatro estilos de humor y los factores del NEO-PI-R tendieron correlacionar de manera evidente, salvo Apertura a la experiencia. El factor extroversión correlacionó de manera positiva con el humor afiliativo y de manera más débil con el humor de auto afirmación. No se relacionó con humor agresivo ni con humor de auto descalificación.
En relación con agradabilidad, se observó que tanto el humor agresivo como el humor de auto descalificación (este último de manera más débil) se relacionan negativamente con éste. Lo mismo sucede con Consciencia. Ambos factores, agradabilidad y consciencia, no se relacionarían con los dos estilos de humor positivos (afiliativo y auto afirmativo).
El humor agresivo y el de auto descalificación se relacionaron positivamente con Neuroticismo, el cual, a su vez, se relacionó negativamente con el humor de auto afirmación. Estos tres estilos explicaron el 25% de la varianza de Neuroticismo.
La apertura a la experiencia se relacionó positivamente con el humor auto afirmativo y con el humor afiliativo, pero no tuvo relación con los dos estilos de humor negativos.
Como explican Martin et al. (2003) estas correlaciones hablarían sobre un instrumento más completo que otras mediciones de auto informe del humor, toda vez que ellas usualmente presentaban relaciones principalmente con Extraversión y de manera menos clara.
Con respecto al auto-concepto expresivo o femenino e instrumental o masculino, es decir los rasgos psicológicos masculinos y femeninos, se observó que la masculinidad positiva se asocia positivamente con el humor de autoafirmación, principalmente por las características ligadas a independencia, auto suficiencia y auto confianza. Así también, los rasgos femeninos positivos se relacionaron positivamente con el humor afiliativo, reflejando un estilo definido por el interés por otros y la calidez. Este rasgo, además, se asoció negativamente con los dos estilos de humor negativos.
La masculinidad negativa, vale decir, aquella que se expresa de manera hostil, cínica y competitiva, correlacionó positivamente con el humor agresivo, mientras que la femineidad negativa correlacionó negativamente con los dos estilos de humor positivos, mostrando que las personas que se relacionan a través de estilos de humor benignos, son menos proclives a ser extremadamente serviciales y ser fácilmente heridos.
En otra investigación Vernon et al. (2008) observaron las relaciones entre estilos de humor, personalidad (medida con el NEO-PI-R) y factores genéticos y ambientales. En ella se observaron resultados similares a los obtenidos por Martin et al. (2003), viéndose que los estilos de humor positivos se relacionaron positivamente con extraversión y apertura a la experiencia, lo que mostraría que tanto el estilo afiliativo como de auto afirmación se relacionan con mayor flexibilidad, imaginación y capacidad de insight, además de contribuir en mejores capacidades de afrontamiento y resolución de problemas. Por su parte, el humor agresivo y de auto descalificación correlacionó positivamente con neuroticismo y negativamente con consciencia, lo que hablaría sobre cómo menor capacidad de reflexión y control de impulsos se asocia con usos inadecuados del humor en situaciones sociales. Sólo el humor de auto afirmación correlacionó negativamente con neuroticismo y positivamente con agradabilidad, lo cual demostraría que este estilo particularmente se relaciona con bienestar social y emocional. Por el contrario, el humor agresivo correlacionó negativamente con agradabilidad, indicando que éste se asocia con menor empatía y preocupación por los otros, actuando en decremento de las relaciones sociales e inter personales.


Humor como rasgo estable de personalidad medido por el HSQ y su vinculación al bienestar
Como se ha dicho, los cuatro estilos de humor definidos por Martin et al. (2003) se definen como características estables en el tiempo, que son, sin embargo, graduales. Esto quiere decir que una misma persona puede hacer uso de uno u otro de manera distinta, en distintos contextos y con diferentes personas. No obstante esto, se ha visto que estos estilos, así como también los otros elementos que definen al sentido del humor (productividad, etc.) se vinculan con el bienestar general subjetivo.
En la investigación correlacional entre estilos de humor y bienestar emocional, se ha observado que el HSQ se relaciona con éste de diferentes maneras. Las relaciones pueden verse con claridad en la creación del instrumento, donde se correlacionaron cada una de las escalas con diferentes medidas, a saber:
La Escala de Depresión del centro para estudios epidemiológicos (Radloff, 1977, en Martin et al., 2003), que permite la evaluación y medición de síntomas asociados a la depresión, como son el ánimo depresivo, la culpa, pérdida de apetito, problemas de sueño, sentimientos de baja auto eficacia y auto estima.
La escala de Hostilidad de Cook-Medley (Cook y Medley, 1954), que evalúa a partir de ítems del MMPI rabia, hostilidad, enojo y resentimiento.
El Checklist de síntomas 90-R (Derogatis, 1977, en Martin et al., 2003), que evalúa diferentes síntomas psicológicos, como la somatización, sensibilidad interpersonal, depresión, ansiedad y hostilidad.
El Inventario de Ansiedad como estado-rasgo (Spielberger, Gorsuch y Lushene, 1969, en Martin et al., 2003) para medir las tendencias usuales a experimentar ansiedad y nerviosismo.

Todos los anteriores serían indicadores de alta afectividad negativa y baja positiva, o índices de bienestar hedónico.
El Índice de Auto estima (Hudson, 1982, en Martin et al., 2003) para medir auto estima.
Inventario de auto estima de Rosenberg (Rosenberg, 1965, en Martin et al., 2003).
Test de orientación de vida (Scheier y Carver, 1985, en Martin et al., 2003) para evaluar optimismo disposicional.
Escala de Ryff (1989, en Martin et al., 2003) para medir aspectos de bienestar emocional, como auto aceptación, relaciones positivas con otros, autonomía, dominio del ambiente, propósito en la vida y crecimiento personal. En el caso de esta investigación, se utilizó sólo el puntaje total y no por sub escalas.
Cuestionario de apoyo social (Sarason, Levine, Basham, y Sarason, 1983, en Martin et al., 2003) para evaluar el grado de satisfacción con el apoyo social recibido en diferentes situaciones estresantes
La escala de Intimidad Social de Miller (Miller y Lefcourt, 1982, en Martin et al., 2003), que mide el nivel de cercanía o lejanía con otros.

Estos son indicadores de criterios de crecimiento o eudaimónicos de bienestar, que incluyen una visión positiva de sí mismo y del futuro. También incluye el bienestar psicológico en general, que involucra las facetas anteriores, más propósito en la vida, autonomía, crecimiento, dominio del medio y relaciones positivas con otros.
El cuestionario de agresividad de Buss-Perry (Buss y Perry, 1992, en Martin et al., 2003) que mide agresión física, verbal, rabia y hostilidad.

Al hacer un análisis, se obtuvo que las correlaciones múltiples entre las escalas del HSQ y las medidas de depresión, hostilidad, agresión, auto estima, optimismo y bienestar variaron entre .42 y .61 (todas significativas con p
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