Hugo Chávez: Muere el Caudillo, Nace la Leyenda

Hugo Chávez: Muere el Caudillo, Nace la Leyenda

"Dame vida Dios aunque sea llameante, vida dolorosa, no me importa….Yo sangro"
Hugo Chávez

Fernando Álvarez Simán*

Después de una dura batalla contra el cáncer que según las crónicas duró dos años y requirió por lo menos cuatro intervenciones quirúrgicas que lo mantenían en tratamiento médico entre Caracas y la Habana, Cuba; el Comandante Presidente de Venezuela Hugo Chávez fallece el 5 de marzo de este año. El régimen político que encabezaba el Comandante no permitió que se conociera el estado real de la salud del mandatario y solamente la presión internacional, la necesidad de llenar los espacios de poder que ocupaba el comandante y de ofrecer información a los seguidores del chavismo; fue provocando que poco a poco la dirigencia política venezolana fuera admitiendo la gravedad de la enfermedad del comandante y las complicaciones del tratamiento.

Los comunicados y los anuncios oficiales pronto pasaron del optimismo y la fe, hasta la aceptación de que el comandante pasaba por días difíciles, después a reconocer que "la insuficiencia respiratoria del Presidente Chávez persiste y su tendencia no ha sido favorable". Resaltando también que el tratamiento médico no había presentado resultados significativos contra la enfermedad. En ese contexto el vocero del gobierno venezolano afirmaba que Chávez se mantenía "aferrado a Cristo, con máxima voluntad de vida y disciplina en el tratamiento de su salud".

Finalmente, el día cinco de este mes, rondando las 5 y media de la tarde hora de Caracas, el Vicepresidente Nicolás Maduro anuncia en Cadena Nacional el fallecimiento del Presidente Hugo Chávez, ocurrido en el Hospital Militar de la capital venezolana. Desde ese momento la primera decisión del régimen post-Chávez fue el despliegue del ejército por todos los rincones de Venezuela para garantizar la paz social y aunque se registraron algunos incidentes aislados, los reflectores estaban puestos en la clase política formada por Hugo Chávez; específicamente en la manera como sus herederos políticos atajarían las primeras crisis políticas resultado de la ausencia física del comandante Chávez.

En ese sentido, el vicepresidente Maduro pronto declaró que no existía ninguna duda que los "enemigos históricos de nuestra patria" estaban detrás de enfermedad del presidente Chávez y al mismo tiempo el ministro de la defensa afirmaba que las fuerzas armadas le serían leales al vicepresidente y al parlamento y al mismo tiempo, llamó a la población a mantener la calma. Estas declaraciones abonaron para que los peores escenarios de violencia social que se esperaban al fallecer el presidente Chávez no se cumplieran.

Lo que sucedió es que ríos de personas colapsaron las calles venezolanas, sobre todo las de la capital Caracas, de la sorpresa por la noticia se pasó al llanto y a la conmoción. Las oficinas públicas y muchos negocios privados cerraron sus puertas para que el grueso de la población, sobre todo las clases populares bastión del chavismo despidieran a su líder, literalmente miles de personas acompañaron el cortejo fúnebre por las calles de Caracas hasta la academia militar y más de dos millones de personas han esperado horas para ver a Chávez tan solo dos segundos en su reposo.

También 54 delegaciones de países acudieron a darle el último adiós al comandante, entre ellas una discreta presencia del gobierno americano y una representación de México encabezada por el presidente Enrique Peña Nieto y 31 jefes de estado. Pasadas las impresionantes exequias y tal como fue el deseo del presidente Chávez, Nicolás Maduro el vicepresidente asumió no sin polémica la presidencia de Venezuela bajo la figura de "presidente encargado". Todo indica que Maduro será el candidato oficialista de las elecciones que están previstas a realizarse dentro de los 30 días posteriores a la "falta absoluta" del presidente como dicta la constitución bolivariana y como fue el deseo expreso de Chávez al conocer la gravedad de su enfermedad ya que en cadena nacional se dirigió al pueblo venezolano diciendo que en caso de presentarse alguna circunstancia que lo inhabilitara continuar al frente del Palacio de Miraflores, su opinión "firme, absoluta, total e irrevocable" es que el pueblo elija a Nicolás Maduro como nuevo presidente.

En las elecciones se espera que de acuerdo a la increíble movilización popular que acompañó a los funerales de Chávez, Maduro arrase, esto será posible si los poderes políticos que el comandante creó son capaces de contener el avance de la oposición, la cual ya nombró a su candidato, Henrique Capriles Radonski quien por lo pronto ya rompió el silencio al acusar al régimen de imponer de manera "espuria" a Maduro como presidente y sentenciaba: "no hay en Venezuela ninguna forma de alcanzar la Presidencia de la República por una sentencia o por decreto, a la Presidencia se llega por vía popular".

El hecho es que por lo pronto Maduro se apresta a continuar el gobierno y el legado político de Chávez. Nicolás Maduro curtido en los escenarios sindicalistas Conoció a Chávez mientras éste cumplía condena en prisión por su fallido golpe de Estado de 1992, nació en un barrio popular de Caracas en 1962 fue presidente del parlamento y ministro de relaciones exteriores hasta que en el 2012 fue nombrado vicepresidente. Su tarea consistirá en unir al chavismo y sus figuras emergentes como lo son Diosdado Cabello el presidente de la asamblea nacional, al tribunal superior y al ejército, guardián del ideario bolivariano.

Pero más allá de lo que suceda dentro del plazo de 30 días para las nuevas elecciones, ¿Cuál es el legado de Hugo Chávez para Venezuela y para América Latina? De entrada su legado es contradictorio, su propia figura y accionar político era polarizante y provocador; para sus simpatizantes más moderados empoderó a las capas sociales venezolanas más pobres y vulnerables, para sus detractores polarizó al país. Quienes lo acusaron de dictador sostuvieron durante todo el régimen que centralizó el poder para su propio uso, de esta manera controló todo el gobierno, llámense fuerzas armadas banco central, la paraestatal petrolera Petróleos de Venezuela, Sociedad Anónima (PDVSA), la mayoría de los medios masivos de comunicación e incluso privatizó empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras.

Los chavistas nunca negaron estas medidas pero sostuvieron que eran propuestas gubernamentales necesarias para apuntalar el socialismo del siglo XXI que promovía Chávez y para que los beneficios fiscales de estas decisiones se repartieran más equitativamente, así afirmaban también que se respetaron los derechos humanos de la disidencia y durante los 14 años de férreo control chavista la disidencia no desapareció o sufrió encarcelamientos masivos; al contrario, estos eran minoría porque el proyecto político gozaba de gran popularidad y aceptación social. Con Chávez, las dos posturas aunque opuestas eran ciertas. Eso fue posible porque el comandante Chávez Frías era un Caudillo, puesto que aunque emanó de una elección democrática, se había mantenido mucho tiempo en el poder aparte de ser militar, populista capaz de comandar un gran número de personas y mantener la atención de grandes multitudes y además poseía una fuerte personalidad la cual se fortalecía con el llamado "culto a la personalidad" que ha caracterizado históricamente a los dictadores.

En lo social los avances del régimen chavista son impresionantes, de su antecesor en el cargo Rafael Caldera, recibió un país con 23.2 millones de habitantes, hoy los venezolanos son 30.3 millones, con Caldera la cifra de hogares pobres era el 49 por ciento, con Chávez la cifra se redujo al 26.8 por ciento, la inversión social representaba en 1999 un 36% de los ingresos del país, para 2010 alcanzó el 62 por ciento, redujo también el analfabetismo casi a cero, diversifico la venta de petróleo, no solo a Estados Unidos sino también a China, India y Japón, además de que ofrece a los países del Caribe tasas accesibles y crédito para la compra de petróleo venezolano. Además si Caldera tenía un promedio de desempleo anual del 11 por ciento, Chávez lo redujo prácticamente a la mitad y de casi 400 mil pensionados que recibió su gobierno, elevó la cifra a los actuales 2 millones doscientos mil pensionados.

En contraparte, otros datos desnudan sus saldos negativos y se refieren sobre todo al terreno macroeconómico, por ejemplo en 14 años de chavismo Venezuela ha perdido el 24 por ciento del volumen total de producción petrolera, sobre todo por el abultamiento de la nómina burocrática de la empresa paraestatal y la falta de inversión en el sector. Por otro lado tiene las mayores tasas inflacionarias de América Latina, tan solo en el 2012 esta fue del 25 por ciento esto a pesar de que desde su llegada al Palacio de Miraflores ha sido prioridad el control de precios, pero escasean algunos productos básicos como la leche y el azúcar. La economía venezolana es altamente petrolizada, puesto que el 90 por ciento de sus divisas dependen de las exportaciones petroleras.

Se avecinan también fuertes compromisos financieros, puesto que en los últimos cinco años China le otorgó a Chávez un préstamo de 50 mil millones de dólares y en febrero de este año el bolívar fue devaluado en un 32 por ciento. Es decir la moneda nacional se debilita y será necesario captar más divisas para evitar la degradación monetaria, por eso los analistas se preguntan qué sucederá si pronto comienza la curva descendente de los precios internacionales del petróleo y porque la expropiación de las grandes empresas no ha permitido a Venezuela generar riqueza y por tanto ahorro privado, al contrario se ha engrosado la burocracia la cual se ha caracterizado por elevados niveles de corrupción.


Los claroscuros de la era Chávez son innegables, sin embargo redujo notablemente la pobreza, además su influencia más allá de las fronteras venezolanas es notable, de hecho se le ha comenzado a comparar con notables líderes latinoamericanos como Fidel Castro, Ernesto Guevara, Lázaro Cárdenas, Getulio Vargas y Eva Perón; polémicos en su legado pero admirados, venerados y recordados; como ellos, también Chávez rescató a miles de la pobreza y rompió paradigmas políticos.

Pero además fue quizá el único líder latinoamericano de su tiempo que intuyó la nueva configuración mundial de muchas potencias compitiendo entre sí. Vio en ello la oportunidad de liderar una región que se debate entre relacionarse económica y productivamente con Norteamérica, el gigante de la región o combatirla y competirle no solo ideológicamente como antaño sino también económicamente. Quizá ese sea su legado más importante, el convencimiento equivocado o no de a partir de la afinidad cultural y regional formar un bloque de países que buscan ser protagonistas en el nuevo contexto mundial múltiples potencias.

Dejó saldos pendientes en materia democrática y en hacer de Venezuela una economía no solo petrolera también productora de servicios e industrializada, con semejante poder acumulado se antoja que pudiera haberlo hecho sin problemas. Lo más importante para su heredero político Nicolás Maduro debe ser precisamente avanzar en esos aspectos macroeconómicos y detener la polarización social provocada por el chavismo. Dependiendo del accionar de su heredero será como recuerden a Hugo Chávez las generaciones futuras, nosotros que fuimos testigos de su gobierno le reconocemos su determinación, el carisma político que no posee ningún líder actual, la alternativa política y social que representó y que abanderó. Corresponderá a Maduro terminar la tarea y hacer que a su mentor político no se le asocie como el paladín de otra oportunidad perdida para Latinoamérica o como reza el dicho popular venezolano el que nos ofreció pan hoy y hambre para mañana. Por lo pronto muere el caudillo y nace la leyenda.

* Profesor investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas