Homosexualidad en la Grecia antigua

June 22, 2017 | Autor: Edgar Prusaczyk | Categoría: Ancient Greek History, Ancient Homoerotism, Homosexuality
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Descripción

Homosexualidad en la Grecia antigua
La civilización griega, cuna de la filosofía, la ciencia, la política y la literatura, se considera como el punto de partida, el fundamento que ha conformado el principio de la cultura occidental, marcando el camino de su evolución. A partir del Renacimiento i la Ilustración, la humanidad se ha volcado en el estudio del modo de vida y la concepción de la misma, por parte de las gentes de aquellas antiguas ciudades-estado, las famosas polis griegas. Las ideas de democracia, libertad individual, la filosofía y el arte como valores supremos sirvieron de base para el proceso iluminativo, la vuelta a las raíces.
Arqueólogos, historiadores, lingüistas, antropólogos y artistas contribuyeron a la conservación, el estudio y la resurrección de todas y cada una de las muestras reminiscentes de aquel lejano mundo. No obstante, hubo ciertas facetas de aquella cultura que permanecieron evitadas, censuradas, reinterpretadas con el fin de proteger la moral judeo-cristiana, conservadora y dominadora del mundo occidental.
No fue hasta los años 70 del siglo pasado, que las obras sobre el mundo antiguo empezaron a tratarse con objetividad y apertura respecto al tema de la homosexualidad. Esta recibía en el mundo griego un trato especial, apareciendo por primera vez en una sociedad moderna como un hecho social institucionalizado. Más allá de la mera atracción biológica, se trataba de un sistema social y educacional, que regía la vida de los ciudadanos dependiendo del género, la edad y el estatus de cada uno.
La homosexualidad estaba normalizada y ampliamente aceptada y practicada por los griegos, aunque no en la forma de libertad sexual que cultivamos hoy en día. Se trataba de una cultura machista, los griegos se consideraban ilustrados y cultos, como hombres libres y educados, las mujeres en cambio, estaban destinadas a la procreación y el mantenimiento del hogar, prácticamente ausentes en la vida pública de la polis. Es mediante el contacto con otros hombres, como creían, que podrían llegar a establecer relaciones de igualdad sentimental e intelectual.
Estas relaciones estaban sujetas a estrictos códigos de conducta, encabezados por la aristocracia, se promovían en forma de pederastia. Paiderastia, en griego, se traduciría como muchacho (paid) y amante (erastés). Se trataba de una relación entre un muchacho ya entrado en la pubertad (normalmente entre los 13-20 años de edad), llamado erómeno, y un hombre maduro (sobre la treintena), llamado erastés.
El hombre se convertía en mentor, tutor, amigo y amante del joven, transmitiéndole sus conocimientos, preparándolo para la vida adulta e introduciéndolo a la sociedad y a las responsabilidades que tal paso requiere. Este a su vez le ofrecía su belleza, juventud y compromiso.

Cabe destacar, que la edad a la que los jóvenes se consideraban preparados para consumir una relación de tal tipo, coincidía con la edad a la que casaban a las muchachas. No obstante, mientras estas no solían tener ni voz ni voto en la elección del candidato, el matrimonio era por conveniencia, resultado de acuerdo entre el padre y el marido, teniendo en cuenta los intereses económicos y sociales de la familia.
El muchacho sí que podía aceptar o no el cortejo de un posible mentor. Las fuentes de la época, resaltan el papel crucial del padre, que también tenía que dar su consentimiento para la unión. Los padres rezaban por tener hijos atractivos (kalos), buenos (agathos), justos, valientes y modestos, ya que eso le garantía a su heredero pretendientes con prestigio social. Una vez aceptado, el erastés, adquiría estatús de familiar masculino, se comprometía a hacerse responsable de su erómeno, pudiendo llegar a pagar las consecuencias de los delitos cometidos por este. Estaba bien visto también que un joven haya tenido varios erastés, coronaba de esta forma su atractivo y expandía las redes sociales, mientras la falta de un erómeno por parte de un hombre se atribuía frecuentemente a un fallo de carácter.
El hombre debía cortejar, y obsequiarle regalos al joven con tal de ganarse su amor. En Creta hubo tradición del rapto ritual, en el que el muchacho debía poner resistencia. Algunos padres asignaban esclavos para vigilar la castidad de sus hijos (pedagogue).
La atracción física de un hombre hacia un muchacho estaba vista con normalidad. Un hombre que apreciara a los hombres y pasara mucho tiempo con ellos, representaba el carácter masculino, tan alabado en la sociedad patriarcal y androcéntrica griega.
No queda clara la posición del muchacho, ya que en caso de atracción sexual mutua, desde su posición, tradicionalmente más pasiva, representaría cierto estrago de feminidad. La pederastia, primeramente elogiada durante la época arcaica como la representación de los más altos valores, de carácter más espiritual y puro, ha ido posteriormente evolucionando hacia una concepción más sexual durante la época clásica.
Fue entonces cuando suscitó polémicos debates filosóficos entre los grandes pensadores, que le atribuían ser la fuente del desenfreno de los instintos, poniendo en peligro la moderación y el dominio de la mente sobre el cuerpo, una de las principales virtudes de la época. Tanto en caso de hombres como mujeres, se consideraba repugnante el hecho de desear sexualmente a la otra persona meramente por su físico, cuando debería ser la persona en sí, la conexión con su carácter y personalidad, la admiración de su virtud como base del deseo.
Los principales debates filosóficos del momento, consideraban las cuestiones como el grado de castidad frente al erotismo de tales relaciones, el bien o el mal desde el punto de vista ético, y la comparación y valoración de esta práctica respecto al amor y el deseo por las mujeres.
Sócrates defendía el carácter casto de tales relaciones, abogando por un equilibrio entre el deseo y el autocontrol. Tenemos constancia de que él mismo frecuentó prostíbulos de muchachos, comprando en una ocasión a un joven llamado Fedón, a quien convertiría más tarde en su alumno. Su amor por Alcibíades es considerado ejemplar en cuanto a castidad y pureza.
Plutarco y Jenofonte resaltaban el carácter más casto de las relaciones pederastas entre los espartanos, a pesar dela gran belleza de sus hombres, en comparación con los cretenses, considerados como primordialmente atraídos por el vicio.
Platón, en sus primeras obras, como el Simposio constataba que: ''no hay mayor bendición para un hombre joven que está empezando a vivir que un amante virtuoso, o para un amante que un joven amado. '' También defendía la existencia de parejas homosexuales como garantes de la democracia, ya que las relaciones que les unían, eran más fuertes que las leyes despóticas impuestas. (Ateneo relaciona la aparición de la democracia en Atenas con Harmodio y Aristogitón, pareja de amantes quienes mataron al dictador Hipias). Platón defendía la pederastia espartana y la ateniense, las cuales mediante su retórica consideraba capaces de engendrar relaciones de base intelectual, a diferencia de otras polis.
Más en adelante, en Las leyes cambiaría de opinión, resaltando la degradación de este tipo de relaciones en Atenas, que estaban volviendo locos a muchos, Platón expone que habría que prohibir las relaciones sexuales con muchachos con tal de ponerles fin.
Los poetas también dejaron imprenta de su opinión al respecto. Teognis defendía su función política y pedagógica, forjadora de la sociedad, considerando las relaciones entre dos hombres como fuente de sabiduría y de valores máximos. Anacreonte, en cambio, defendía un ideal más hedonista, denominando tal relación como fusión de lo erótico y lo espiritual, siempre respetando la virtud de la moderación.
Son varias las teorías sobre el origen de la pederastia en Grecia. Entre las principales aparece como continuación de los rituales de paso a la madurez, practicados por los pueblos indoeuropeos, inspirados en el chamanismo. Varios pueblos aislados alrededor del mundo han seguido practicando este tipo de ritual, que empieza normalmente con un momento de éxtasis, continuado por un viaje espiritual hacia la muerte mística del pasado, se obtiene de esta forma la transfiguración, el cambio hacia un nuevo camino, una nueva dimensión.
Lo que sabemos seguro es que aparece como elemento esencial de la cultura griega desde la Ilíada de Homero, aunque no de forma explícita, como el mito de Zeus y Ganímedes, o con las figuras de Aquiles y Patrocio durante la guerra de Troya.
Entre los principales factores que han podido propiciar este tipo de actividad encontramos las características propias de la sociedad patriarcal griega, como su gran tradición atlética y artística, centradas en la apreciación de la figura masculina, actividades que se desarrollaban esencialmente al desnudo. Los matrimonios tardíos, los simposios (grandes banquetes y fiestas en las que los hombres se relacionaban, discutían y relajaban), el papel sometido de la mujer y el ambiente militar, han contribuido también en gran medida a la creación de una sociedad esencialmente masculina, donde los hombres pasaban juntos gran parte de su vida.
Karl Müller, un estudioso alemán y admirador de la Esparta antigua, atribuyó la propagación de las prácticas homo-eróticas por las invasiones de tribus dorias alrededor del año 1200 AC, expulsando a los jonios, por parte de los que no tenemos ninguna constancia de prácticas pederastas. Otros autores sitúan en Creta, y en base a su necesidad del control poblacional, la aparición de prácticas pederastas institucionalizadas, con el fin de disminuir y controlar la natalidad.
La práctica de la gimnasia y los entrenamientos conjuntos en la palestra (escuela de lucha) representaban espacios y actividades típicamente masculinos, donde los hombres se entrenaban y se conocían, en un ambiente de sensualidad, ya que los deportes se practicaban al desnudo, utilizando aceites corporales que resaltaban la sexualidad y a fuerza de los participantes.
En el ámbito militar se conocen casos de tropas enteras formadas de parejas amantes, el caso más famoso es el de la mítica Tropa Sagrada de Tebas, formada por 150 parejas de amantes, que se creía invencible y que convirtieron su ciudad en una de las más poderosas del momento . La dedicación en la lucha que presentaban los guerreros, en el afán de salvar la vida de sus amados que combatían mano a mano quedó grabada en la historia cuando la Tropa cayó en la batalla de Queronea contra Filipo II de Macedonia, dando comienzo a la expansión macedonia. Su afán en la batalla impresionó tanto a Filipo que les erigió un monumento debajo del que fueron enterrados y les dedicó estas palabras: ''Que perezca miserablemente aquel que piense que estos hombres hicieron o sufrieron algo vergonzoso''.
Los calcianos durante la guerra con Eretria, pidierón ayuda a Cleomaco, quien vino con su erómeno, lideró la batalla, que ganó falleciendo en el combate. Como agradecimiento, los ciudadanos de Calcis erigieron un monumento en su honor en su ágora, y adoptaron la pederastia.
La actividad sexual de las que tenemos más constancia en las fuentes, es la diamerizein, que aparece por ejemplo en Los Pájaros de Aristofanes, se trata de la estimulación del pene entre las piernas del otro hombre. La penetración aparece normalmente contemplada por una tercera persona, ya que se consideraba un acto humillante para la persona penetrada. Solo estaba bien considerada la penetración de personas inferiores socialmente, como las mujeres, los esclavos o los extranjeros. Las vasijas con escenas eróticas, normalmente muestran al erastés mirándole al erómeno a los ojos mientras le estimula los genitales o bien le coge de las rodillas.
Hay autores que sugieren que la actividad homosexual se concentraba en las clases altas. Sabemos que los esclavos tenían prohibidos los contactos con hombres. Era cosa de hombres libres. No obstante, se mantiene la visión de aceptación social de la homosexualidad prácticamente en su completo, cosa demostrable mediante la mitología. Solo uno de los principales dioses del Panteón no mantuvo ningún tipo de relación cercana con otros dioses de su mismo sexo, se trata de Ares, el dios de la guerra y la violencia.
Apolo tuvo como amante a Jacinto, Zeus le pidió el consentimiento al padre del príncipe troyano Ganímedes para llevárselo con él, Heracles amaba a Hilas, y Pan, el dios del desenfreno sexual, le enseño tocar la siringa a su amante Dafnis, de la misma forma que Apolo le enseño a tocar el arpa a Orfeo. Dionisio tuvo particularmente muchos amantes de ambos sexo, como la mayoría de las deidades.
Cabe destacar el empeño de los griegos en adaptar las mitologías a los patrones sociales estipulados. El caso de Aquiles y Patrocio, el primer de los que aparece en los textos homéricos como más joven, no obstante es el que lucha por defender el honor de Patrocio, haciendo por lo tanto de erastés, cuando sus características, como la belleza y la juventud deberían acarrearle el rol de erómeno.
Aunque las parejas de la misma edad no estaban bien concebidas, se entendían los casos de amantes que después de la maduración del joven seguían manteniendo relaciones ya que como decían: - Puedes levantar un toro si lo portaste de ternero. Muchas parejas mantenían amistad o amor durante toda la vida. Un ejemplo d compañerismo y amor de hombres de la misma edad es el de Alejandro el Magno y su fiel compañero Hefestión. Ambos fueron alumnos de Aristóteles
Las diferentes regiones, adoptaron este sistema de diferentes formas, mientras en Beocia los amantes vivían en pareja, en Jonia dichas relaciones estaban prohibidas. Elis y Atenas tenían la tradición de la ofrenda de regalos hacia el amado, mientras en Esparta era el hombre libre quien cortejaría a otro hombre libre públicamente para ganarse su atención. En Creta los erómenos eran obsequiados con armas ,bueyes y cáliz (guerra, agricultura, religión) y también eran preguntados por su satisfación con la relación, y podían romperla si no se sentían a gusto o si han experimentado algún acto de violencia. En general estaba muy mal visto el vender su cuerpo por parte de los hombres libres por dinero, esto podía llevar a la Atimia, o pérdida de derechos civiles.
Respecto al amor entre mujeres, las únicas evidencias que tenemos son la lírica poética de Safo de Lesbos, quien rompió con los clichés de la época, fundando una academia para mujeres y dedicando gran parte de su obra al elogio del amor que sentía por varias de sus alumnas. También tenemos constancia de prácticas eróticas entre las mujeres espartanas, quienes a diferencia de las demás, tenían deber del entrenamiento físico que efectúan todas juntas, como en el caso de los hombres.
El objetivo principal de la práctica pederasta era pedagógico, se trataba de encauzar el Eros y la creación de ciudadanos nobles y buenos. Los Espartanos y otros griegos a menudo incluían en sus biografías de quien habían ''aprendido''.
El emperador Justiniano de Constantinopla y la llegada masiva del cristianismo, acabaron con esta tradición del mismo modo que acabaron con los juegos olímpicos y la academia de Platón, llevándonos hacia el radicalismo y el estancamiento dogmático y religioso de la Edad Media. A lo largo de la historia, fueron destruidas la mayoría de las obras con protagonistas homosexuales, quedando evadidas y transformadas las menciones sobre ellos en los textos más clásicos.
Me parece altamente interesante, des del punto de vista antropológico, como las distintas comunidades se han ido adaptando a los valores y las creencias de cada época. El ser humano una y otra vez se ha creído que sabe cómo son las cosas, hasta que vino otra persona, cogiendo el poder a la fuerza y ha cambiado los paradigmas.
Es impactante también la devastadora fuerza del miedo y la ignorancia utilizados a lo largo de la historia. Cuando aparecieron las primeras desigualdades sociales, nadie fue capaz de pararlas. Cuando se impuso la fe cristiana sobre Europa, tardamos más de un milenio en volver a plantearnos las ideas de libertad e igualdad, de democracia o la aceptación de la homosexualidad.






Edgar Prusaczyk

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