Historia de la Vacunación en la Argentina

July 7, 2017 | Autor: Roberto Litvachkes | Categoría: Teacher Education, Science Education, History of Science, Historia Argentina, Historia de la Medicina
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Descripción

30 de Agosto del 2015 210 años de las primeras vacunaciones Gratuitas al Pueblo de Buenos Aires Buenos Aires, 1805. – Vacuna ?, No, gracias, ya compramos... La creación mas importante de los comienzos de la medicina fue seguramente la profilaxis antinfecciosa moderna, la que popularmente denominamos vacunación. Este año, el día 28 de Julio, se cumplen 200 años de la primera vez que en Buenos Aires se comienza a aplicar la vacuna como terapéutica para luchar contra la viruela. Sin duda alguna este avance científico salvaría miles de vidas en esta gigantesca y poblada urbe. La viruela no sólo es de interés para los epidemiólogos, sino también tiene un especial significado histórico para los americanos y españoles. Fue con la invasión española que la población indígena descubrió la mortífera viruela y fue diezmada. La ferocidad de la epidemia fue atroz, pues, la población americana no había sido nunca expuesta al agente infeccioso de la viruela, es decir, era una población virgen. Los españoles fueron portadores del arma más devastadora de indígenas. La Vacuna llegará a América gracias al primer mega-operativo médico de la historia, la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, un esfuerzo extraordinario y un desafío increíble para la ciencia de la época. El objetivo era salvar de las epidemias a los miles de súbditos españoles, y a los habitantes e indígenas del Nuevo Mundo. Un viaje que comienza en Canarias y continuó hasta las posesiones españolas en Asia, Filipinas, América del Norte, Centro América y América del Sud. El 4 de agosto de 1803 se publica en el Semanario de Agricultura y Artes de Madrid una circular "en la que se comunica a todas las provincias, especialmente a las de Ultramar, la obligación de las autoridades de atender a la expedición en todas las dificultades que puedan presentárseles” . Es más que probable que el Semanario de Buenos Aires tomara la información de aquí o de la Gaceta de Madrid, ambos muy leídos en estos territorios. La expedición llega a Lima, el 23 de mayo de 1806 pero los expedicionarios no reciben la acogida acostumbrada. La vacuna los había precedido y el ayuntamiento de Lima les dijo claramente que ya no la necesitaban. La vacuna había sido enviada desde Buenos Aires por el virrey del Río de la Plata. La frustración de quienes integraban la comitiva es enorme, veamos ahora, gracias a un ejemplar del Semanario de Agricultura y Comercio de Buenos Aires celósamente guardado en nuestra Academia Nacional de Historia, cuales fueron los sucesos que frustrarían los objetivos sanitarios y políticos de España y de la Filantrópica y Real Expedición.

A través de los volúmenes de los años 1805 y 1806, podemos seguir los acontecimientos. El Julio 5 de 1805 había llegado al puerto de Buenos Aires la fragata portuguesa La Rosa del Río con 38 negros procedentes de Río de Janeiro al mando del comerciante en negros; D. Antonio Machado , tres de ellos vacunados con el objetivo de conservar en sus brazos las ampollas que permitían traspasar la vacuna. El 31 de julio de 1805 se anuncia que la vacuna ya se encuentra en Buenos Aires y que con la misma se han vacunado más de 200 personas en Río de Janeiro. En Buenos Aires los facultativos D. Justo García Valdes y D. Salvio Gafarot, comisionados al efecto, todos a presencia del sabio y celoso Xefe superior , el Dr. Gorman ? , comienzan con las primeras pruebas. El semanario pide que el vecino de Río de Janeyro y comerciante de negros D. Antonio Machado Carballo sea condecorado por el Virrey, se refiere a él como “este hombre bienechor” y cuya memoria debe eternizar nuestra provincia. El día Miércoles 21 de agosto de 1805 hace una pormenorizada relación de los hechos y de las personas vacunadas donde se discute si la hija del Virrey había sido la primera en hacerlo. Pero el Miércoles 11 de Septiembre el semanario inicia una fuerte campaña contra quienes se oponen a la vacunación, los llama: “ padres crueles y tenaces que oponiendo su criminal capricho y obstinación al testimonio que arguyen sus sentidos se niegan bárbaramente a confesarlo y oponiéndo a lo que más aman a ser víctima funesta de su ignorancia detestable. Ciegos adoradores de los usos de la antigüedad creen porfiádamente que la vacunación es solo una práctica de moda que la sostiene...y llamando enfermedad a lo que es mas bien un preservativo de ella , huyen de xponer a sus hijos a recibirla.” Uno de sus argumentos es que la vacuna es un bien de Dios y que los sacerdotes deben colaborar convenciendo a los padres cuando concurren a vacunar a sus hijos. Anuncia también que el Catedrático de medicina Dr. D. Cosme Argerich se ha propuesto hacer un conocido servicio a todos los pobres de esta Capital vacunándolos gratis. El Catedrático de medicina Dr. D. Cosme Argerich se ha propuesto hacer un conocido servicio a todos los pobres de esta Capital vacunándolos de gracia en su propia feligresía, a cuyo efecto ha empezado executándolo por el Curato del Socorro el día 30 de Agosto y concluidos que sean los de este Curato pasará a executar los mismo en los restantes de la Capital ; y continuará en su casa con cuantos pobres se le presenten. La hora será la 1 de la tarde hasta las 3 de la tarde.

Pero el 18 de Septiembre de 1805 se queja de que sólo doce personas concurrieron al domicilio del Dr. Argerich. Muy poco diplomáticamente el periódico llama “ inculto y bárbaro ” al pueblo y nuevamente apela a los sacerdotes para que colaboren a difundir la práctica de la vacunación e incluso hace una encendida defensa de los derechos de los aborígenes que no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir ante el ataque de la viruela. Y este llamado fue escuchado, entre otros, por un virtuoso sacerdote, quien bregó junto a desinteresados médicos y fue el primer apóstol de la propagación de la vacuna en nuestro país, que sostuvo la vacunación a su costa por más de veinte años, con toda abnegación y desinterés, luchando contra la despreocupación de las gentes. Este hombre fue el Pbtro. Saturnino Segurola, quien se destacó por sus infinidad de obras de caridad y su actvidad cultural y quien también estuvo en forma desinteresada al frente de la Casa de Expósitos. Entonces vemos que se cumplen no sólo los 200 años de la primera vacunación en Buenos Aires, sino los 200 años en que la Ciencia, los Intelectuales y hombres de la Iglesia se unieron para luchar contra una de las peores epidemias de la época en pos del bienestar de los habitantes de nuestro país. ¿ Y qué pasó con la Expedición Filantrópica de la Vacuna ?; El 2 de Agosto, veintidos personas vacunadas en Buenos Aires parten como portadores del suero hacia el norte de Argentina, Paraguay, Chile y Lima. Cuando en 1806 llegan los buques enviados por el Rey de España a Lima la vacuna ya no era novedad y el impacto político se había perdido y la expedición ni siquiera llegaría a las costas del Río de la Plata. Investigación y autor: Roberto Litvachkes

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