HÉROES CAÍDOS. POBREZA Y MISERIA EN EL DRAMA ATENIENSE DE ÉPOCA CLÁSICA
Fallen heroes. Poverty and misery in classical Athenian drama
Aida Fernández Prieto Universidad Complutense de Madrid
[email protected] La Atenas clásica contempla el florecimiento del género dramático con obras que ponen en escena las venturas (y, sobre todo, las desventuras) de los héroes y heroínas que jalonan el mito griego. Los textos conservados y las referencias a tragedias actualmente perdidas evidencian cómo, en no pocas ocasiones, estos mismos individuos van a verse reducidos a la pobreza más absoluta. Sería la condición de su nacimiento, que precedería a la situación de indigencia, lo que permitiría ahora diferenciar al antiguo rey o héroe del vulgar mendigo. Frente a Ulises, protagonista de la Odisea, o Télefo, rey legendario de Misia, quienes adoptarán temporal y voluntariamente tal apariencia a modo de disfraz, los personajes que ocupan a la presente comunicación viven una pobreza bien real. Son, por tanto, “héroes caídos”. El diálogo entre Diceópolis y Eurípides, en Los Acarnienses de Aristófanes (vv.414ss.), en el que el primero suplica al segundo por el andrajario con el que era representado el Télefo mendicante, nos da cuenta de las numerosas obras en las que el dramaturgo recurría a un protagonista sumido (temporal o definitivamente) en la necesidad. Lamentablemente, las tragedias citadas en este pasaje no han llegado hasta nosotros, sí lo ha hecho, en cambio, Electra, pieza, en la que la hija de Agamenón era mostrada padeciendo estrecheces sin límite. Al igual que Eurípides, Sófocles incluiría el tipo o arquetipo de rey u héroe convertido en pobre miserable en sus obras Filoctetes y Edipo en Colono. Las tres tragedias mencionadas serán nuestro punto de partida para, a través del análisis de las circunstancias que han conducido a sus protagonistas a la miseria, de la temporalidad o no de tal situación, de la apariencia o indumentaria con la que se les saca a escena, de cómo viven su desgracia o de cómo son tratados por los “otros”, intentar evidenciar la reiteración de ciertos elementos que son los que conforman la imagen, al menos trágica, del mendigo. Por su condición y pertenencia al mundo heroico, dichos individuos configuran un tipo particular de mendicante, un arquetipo literario ya presente en la literatura griega desde los tiempos de los poemas homéricos e inaugurado en ella por Odiseo: el del “rey mendigo”. La no voluntariedad de su situación, les diferencia, no obstante, del anterior, prefiriéndose hablar, por ello, de “héroes caídos”.
