Hector Garcia (short review)

ARTE

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BAJO LOS TUNELES DE LA CASA BLANCA La galeria CANAIA presenta, C6mo aprender a amar la bombay dejar de preocuparse por ella, e ahonda en ei tema de 1os conflictos b61icos. una exhibici6n pesar de que hoy en dia los museos del Distrito Federal son m6s amigables que nunca con el arte contemporeneo, Ia bisqueda de espacios nuevos y relativamente indep€ndientes para exposiciones no ha cesado. Las ga terias (o, como pol6micamente se les llamaba antes: los espacios al temativos) organizados por artis_

tas o curadores han sido -desde hace ya bastante tiempo- el principal alambique donde se fer menta la creatividad artistoide. Rast€ s6lo mencionar iniciativas de los noventa, como Curare, La Ql"dionera, La Panaderia, La' rre

cultuml oficial". Y es que er este caso no se trata de unos cuantos artistas casi adolescentes que se abren a codazos un Iugar en el banquete, si no de un grupo de ex perimentados promotores profe_ sionales en Ia disidencia artistica. La ocasi6n: una exhibici6n que in-

vestiga el tema de los conflictos b6licos, titulado por Ia curadora Magali Arriola con la frase Cdmo aprender o amar la bombay dejar d.e preocaparse

por ella, en clara

alusi6n al filme de Kubrick.

€l tono jocoso del titulo

es

compartido por varias piezas de Ia

exposici6n. €n Ia enkada pode_

de los Vientos o, mas recientem€n

mos disfruta. de los gestos

ie, Progama Art Center: para los productores y promotores cultura'

George W. Bush, que la artista sue' ca Maria Eiberg ha editado de los

les la puerta del museo no es preci

discursos presidenciales. Al sonido de aplausos y uno que otro flas-

samente el mejor lugar por donde

entrat €s por esto que, a pesar de que

hay varias muestras interesaBtis; mas esta temporada en espacios relativamente conocidos, decidi_ mos mejor darle Ia bienvenida a la CAmara Nacional de la Industria

Artistica (CANAIA), que segun sus propios miembros es una "ins_ tituci6n aut6noma, plural e inclu_

yente, que responde a Ia necesidad

de afianzar aquellas estrlrcturas que ya funcionan de manera inde_ pendiente con rcspecto al aparato

56 dF AIlTE

de

hazo,las palabras han sido sustrai das, y el rostro del hombre m6s poderoso del mundo brilla en toda su vanidad. Tal vez el espectador proyecta en ese personaje una in_ mensa e impensable estupidez. La obra evoca el grado absurdo de los rituales del poder politico y eficaz

mente desactiva su artificio con un m6todo mes bien pedestre. Las mitotogias personales (pensemos en la obra de loseph Beuys) han cedido terreno a 1as meta-ficciones, un t6rmino que se

ha usado para designar

aquellos cuerpos de trabajo que se basan en una compleja ficci6n, a partir de Ia cual se ela bora una serie de ideas

y

realizaciones plesti

SE TRATA DE UN GRUPO DE

EXPERIMENTADOS PROMOTORES PROFESIONALES EN LA

DISIDENCIA ARTISTICA.

}

ts asi como el NILC (New lnteterritorial Lan-

pinarle una buena patada a sus

guage Committee) de Miguel Ven

pretensiones ut6picas.

tura atiborra una pared de informaci6n tomada directamente del internet, sobre el extraffo caso de la avioneta estrellada contra un

Finalmente, es preciso men cionar la inclusi6n de Ia eniematica obra del conocido artista ingl6s Liam Gillick, perteneciente a la serie McNamara, que se organiza en tomo a una pelicula en proceso de realizaci6n desde 1992. €l video es una especie de resumen dei gui6n en donde podemos ver Ia intrinca_ da red de relaciones de los hom_ bres del presidente Icnnedy y stls extraiias conversaciones inconexas. La falta de imagen podria aludir a esos manejos efectuados en Ia

cas.

edificio porque el jovencillo que la piloteaba tom6 acutane, la medici na contra el acn6; que al mismo tiempo forma pate de un video promocional con el propio lenguaje del NILC y una maqu€ta detallada del incidente, parecido al 9-11. Por otro lado, el H. Comit6 Pro Reivindicaci6r Humana ha hecho el juego a la furia maniquea de la administraci6n Bush y plantea su proyecto de hacer un Museo del Bien, con todas 1as idioteces que esto implica. Obviamente, tambi6n se propuso Ia creaci6n simult6nea del Museo del Mal. Con todo el respeto y Ia admiraci6n que nos merece el H., nos extraia que con esa encantadora maqueta en una burbuja,

se

haya eedido

alare

ciente moda arquitect6nica en el arte actual, arln si se trata de pro'

oscuridad de los trineles bajo la Casa Blanca. Edaardo Abaroa

C6mo aprsnder a amar la bomba Y dejar ds pr€ocupaIso Por ells (hasta

eL

8 de

narienbre) Galetin

CANAIA: Francisco Pimentel3, Saf, Rafael:1 55j5 620, 52021288; manes a sAbada de 10 a 17 hts;

ew. c anai a. co tu; iafo @ c an ai 4. c

a

m

no a 8cheverria y a L6pez Portillo,

aunque

hoy algunos de sus retratos de candidatos a Ia Presidencia parecen devastadores. Como bien dice Alfonso Morales, en el nuevo y riquisimo ndmero de la revista Luno C6rneo dedicado al artista, H6ctor Garcia no es uDo, sino varios fot6grafos. Por Io tanto es dificil definir su "estilo" o enconbarle una "visi6n", en glan parte por las exigencias del fotoperiodismo: un dia te estan pagando por rctratar con calma a una semi-desnuda Gloda Mestre reclinandose sobre un elefante, y al siguierte est6s corriendo ften6ticamente entre estudiantes y militares cierto 2 de octubre. Garcia trabajaba fuera de la ciudad, de Acapulco hasta China, pe-

ro su obra m6s fuert€ (o quize h que

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ECTOR GARCIA

Los prolificos fotoperiodistas como Garcia formaron enorrnes archivos con miles de imAgenes. La gran mayoria de e1los son banales: es parte dei juego, de ir "disparando" hasta encontrar "La" imagen que sus editores publicaran,

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Ah!. Fotoseplembre,

esa sobredosis de exposi-

ciones fotograficas en espacios publicos y comerciales que se derir,a del mob de la phon n Paris (mes de la foto en Parls), reinventado oportunamente en M6ico hace una decada por Patricia Mendoza y Pablo Ortiz Monasterio. La versi6n actual incluye "apenas" 30O muest&s paticipifites, tanto en M6xico como en el e\:tranjero. Para fortuna de los que tienen poco tiempo libre, las ex posiciones irnprescindibles escasean, m6s ain en esta 6poca de recotes presupuestales que han difi cultado la llegada de importantes proyectos. La fotoga{ia se ha vuelto cada rrez m6s r,,aliosa y ya no es cuesti6n de montar impresiones nue\,?s de 8 x 10 con chinches, sino de pedir prestamos, garantizar niveles de humedad e iluminaci6n, pagar seguros-.. sin embargo, se presmtaron tres interesantes retrospectiyas este aio: Ia del checo Josef Koudelka (1938) en el Palacio de Bellas Artes, la del colombiano Leo Matiz (1917 1998) en la Biblioteca de M6dco, y Ia del fotoperiodista mexicano H6ctor Garcia en el Centro de la lmagen.

Garcia naci6 en 1923 en el conflictivo barrio de La Cand€laia de los Patos, cerca de la Merced, arrasado por la renovacion urbana en los aios 60. Se lanz6 como el pintor.los6 Chavez Morado- de bracero a €stados Unidos durante Ia Segunda Guerra Mundial. €mp€26 a trabajar como fotoperiodista a finales de los 40, colaborando a travds de los airos en numerosos peri6dicos y re vistas, entre ellos No1)edades, llltimas Noticias

de €xcilsiar, isiempre!, Cine Mundial... y una revista que 6l mismo crc6, Orol, valiente y noble, pero efimero intento de superar la censura de su 6poca, con fotos de las violentas huelgas ferrocarrileras de 1958. Sus tempmnas experiencias seguramente formaron su visi6n cdt! ca, honesta, anti-pintoresca, de los problemas sociales en el pais, como en sus fotos mas conocidas . la satiizada Nuestra Seflora Socied.ol o el abandonado Nii.to en el viettre d.e concreto,

por ejemplo. Pero quiza por esas mismas ex-

periencias, Carcia tuvo una debilidad por acercarse al poder: fue fot6grafo muy cerca-

le\..anta

mas nostalgias) tiene que ver con el D( influida -como 6l mismo ha admitido- por Los olvidados de Luis Bunuel, estrenada juslo al principro de su vida profesional (1950). Un DF de protestas y pobreza, claro, pero tambi€n de la flamante Torre Latinoam€ricana, del Caballito sobre Reforma. de Siqueiros en Lecumberri. del funeral de Francisco Goitia, de los amantes en el Cabaret €1 Sat6lite, de los deaiers en San Juan de Letran. de todo el optimismo y todo el pesimismo posible en la posguerra. Los prolificos fotoperiodistas como Carcia -y sus contemporeneos, 8nrique Diaz, los hiios

Casasola y los Hermanos Mayo- formaron enorrnes archi\,os con miles de irl6genes. La gran mayoria de ellos son banales: es parte del juego, de ir "disparando" hasta encontrar "La" imagen que sus eaLtores publicar6n. La retrospectiva actual impone algo de orden en el archivo de Garcia, ampliando nuestra vision con im5genes que no se han visto desde su primera publicaci6n, hace ya d6cadas (o james vistas, como las solt porn de Tin Tan tomandose una ducha en La Habana). Pero tambi€n falta mas depuraci6n y organizaci6n. Hay un intento de convertirlo en "artista", con elegantes impresiones de algunas fotos, organizadas como pticos, que

t

nos hablan mas de los intereses curatoriales

que del cont€xto original de la obra. €n un mundo donde los alusos del "fotoperiodismo oficial" son cada vez mayores, la importancia actual de Hector Garcia no reside en la est6lca, sino en sus ires y venires entre Ia critica y el poder, ente las comedias y las tra€edias capitalinas. lames OIes Galetia del Centto de La Inasen (l:'dsta el2 de novienbrc). Plozo de lo Ciud.ddeLd 2, a nna cuaAtu del metrc Balderus, Centto;f 5709 5914, 5709 5974r 5709 6095; F 5709 6058; c onac

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