HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS EN EL BARRIO DE SAN PEDRO XOCHIMILCO

June 15, 2017 | Autor: G. Mejia Appel | Categoría: Arqueologia, Posclasic in Central Mexico, cuenca de México, Xochimilco
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"HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS EN SAN PEDRO XOCHIMILCO” XVIII Coloquio Internacional de Antropología Física Juan Comas 20 de noviembre de 2015, Durango, Dgo. Gabriela Mejía Appel, DSA-INAH Meztli Hernández Grajaes, Posgrado UNAM Alan Barrera Huerta, DSA-INAH

Introducción Los datos presentados en esta ponencia tienen su origen en el proyecto de salvamento arqueológico realizado entre octubre de 2013 y junio de 2014 en el predio localizado en Pedro Ramírez del Castillo No. 6 bis en el Barrio San Pedro en Xochimilco. Durante los trabajos de excavación fueron recuperados numerosos vestigios arqueológicos que incluyen restos arquitectónicas, entierros humanos y piezas cerámicas y líticas que nos han permitido ubicar esta zona como una unidad habitacional de artesanos lapidarios, en un contexto urbano de la ciudad prehispánica de Xochimilco durante el Posclásico tardío. Xochimilco en época prehispánica En las crónicas del siglo XVI hay una disparidad en los datos que nos proporcionan acerca de las migraciones de los grupos chichimecas que llegaron a la Cuenca de México en el Posclásico temprano, sin embargo parecen coincidir en que los xochimilca fueron los primeros de las siete tribus nahuatlacas en salir de Chicomoztoc y que tuvieron su asiento definitivo en la Cuenca de México (Durán, 1984; Ixtlilxochitl, 1997).

El territorio que les pertenecía fue incluso más grande que el de Chalco (Gibson, 1964) abarcando parte del actual estado de Morelos; según Guevara (1988) tuvieron relaciones políticas con Ocuituco, Tlayacapan, Totolapa, Chimalhuacan, Ecatzingo, Tepetlixpa, Chalco, Tochimilco y se consideran sus subordinados Cuitlahuac, Mizquic, Tetela del Volcán y Hueyapan (Gibson, op. cit.). En 1429 Xochimilco es conquistada por la Triple Alianza, y con ello su población fue obligada a prestar trabajos en las obras públicas, como la construcción de la calzada que unía su ciudad con Tenochtitlan; también parte de sus tierras aledañas fueron repartidas entre los vencedores, viéndose en la necesidad de ocupar nuevas tierras hacia Milpa Alta (Lazcano,1995) y para 1521 su área de influencia se redujo de la costa del lago entre el Pedregal y la frontera con Cuitlahuac y las comunidades de tierras altas hacia el sur (Gibson, op. cit.). Los estudios de Parsons, et al. (op. cit.), Serra Puche (1994) y Ávila (2007) han generado el debate acerca de la importancia que tuvo la zona sur y suroriente de la Cuenca en la producción y abastecimiento de alimentos en la zona chinampera y su distribución hacia Mexico Tenochtitlan para proveer a su gran población; al respecto es evidente que la explotación de las chinampas alcanzó su máximo nivel en el Posclásico tardío y que la cantidad de terrenos dedicada a la producción de alimentos fue muy importante sin embargo la duda radica en si al gobierno de Tenochtitlan le convenía depender de la producción externa que llegaba como tributo o si era más importante el tributo en forma de trabajo para que se cultivaran las tierras que de por sí le pertenecían. Durante la conquista la participación de Xochimilco fue en primera instancia de apoyo a los mexicas, al igual que otras ciudades del sur de la Cuenca como

Cuitlahuac, Mizquic, Coyoacan, Iztapalapa y Mexicaltzingo, como nos lo indican las fuentes de la época, mismas que lucharon al lado de Cuauhtémoc en contra de los chalcas quienes a su vez eran aliados de los españoles (Alva Ixtlilxochitl, op. cit.: 459), sin embargo después apoyaron a los conquistadores con canoas, soldados y bastimentos (Pérez Zevallos, op. cit.). (Siguiente diapositiva) En 1521 Xochimilco fue asignada en encomienda a Pedro de Alvarado, con un conteo de 20,000 tributarios, quienes además enviaron apoyo para la conquista de la región del Pánuco, de Jalisco, Guatemala y Honduras (ibíd.). Según Gerhard (1986), en la década de 1530 por breve tiempo estuvo encomendada a Jorge de Alvarado, uno de los cuatro hermanos del adelantado y a la muerte de Pedro, en 1541, la encomienda de Xochimilco fue entregada a la Corona. La población de la zona se vio disminuida durante el siglo XVI debido a las exigencias del encomendero y también por las epidemias que diezmaron a la población indígena en general (Pérez Zevallos, op. cit.). Las principales actividades económicas de los xochimilcas antes y después de la Conquista fueron el trabajo de la madera, metal, petates y esteras, comales, palos cavadores, cerámica, canoas y huaraches además de la extracción de sal, salitre y cal y la tala de madera para hacer leña y antorchas, así como la producción agrícola que dio abasto a la Ciudad de México desde el siglo XVI hasta la actualidad (Guevara, op cit.). Respecto a la localización particular del sitio trabajado, nos encontramos en el Barrio de San Pedro Tlalnahuac, que significa “junto o cerca de las tierras” y fue conocido como el barrio de los herreros durante la época colonial; su capilla, fundada por los franciscanos entre 1530 y 1533 aunque concluida hasta 1716,

está compuesta por una sola nave y una torre con dos campanas y se encuentra a sólo 140 m de distancia de las unidades arquitectónicas principales registradas en nuestros trabajos de excavación. Trabajos arqueológicos Los trabajos de excavación se concentraron en el primer tercio oeste del predio debido a que ahí se localizaron las principales evidencias arquitectónicas, lo que dio pie a la excavación de la unidad habitacional y su espacio abierto anexo, y el registro de 44 áreas de actividad, en las que se incluyen los entierros de los que se hablará en las siguientes ponencias, así como ofrendas, tlecuiles y fogones y depósitos de cerámica. Durante el proceso de excavación se pudo identificar la presencia de un espacio abierto y diferentes edificaciones agrupadas. De manera general podemos mencionar la presencia de cuatro complejos, algunos desarrollados de manera paralela y otros como resultado de la ampliación o superposiciones; a estas evidencias se les denominó como “Unidades arquitectónicas”. De manera general, las denominadas como UA1 y UA2 estaban plenamente relacionadas con los pisos que conforman la plazuela (espacio abierto anexo), es decir son contemporáneas. Existen además algunos muros y cuartos que de acuerdo a sus características constructivas y sus materiales, son claramente identificables como adhesiones posteriores, tal es el caso de la UA3 y UA4. A continuación la descripción general de dichos complejos. La UA1 es un espacio cuadrangular de 15.5 m de largo y 10 m de ancho. De esta unidad fueron identificados cimentaciones y arranques de muros, compuestos de piedras irregulares seguidos de restos de adobes, de los cuales

apenas se conservaron algunas porciones. Los muros externos tienen espesores cercanos a 1 m, mientras que los internos varían de 0.40 a 0.50 m y no más de 0.20 m de altura. La mayoría del material pétreo del sistema constructivo corresponde a basaltos grises y tezontles rojos y negros (70%), así como andesitas de lamprobolita rosas y piroxeno en una cantidad menor (30% restante). Cabe mencionar que esta unidad está relacionada claramente con el apisonado de la plazuela a una profundidad de 1.75 m a partir del nivel 0 de la excavación. Una buena parte de los materiales se encontraron como derrumbes correspondientes a los muros limítrofes e internos, al levantar dicho material se pudieron identificar varias oquedades por hundimiento y dos apisonados con diferencias no mayores de 10 cm entre ambos, además de dos pequeñas porciones de enlajados. De acuerdo a lo observado en la excavación, el espacio estaba dividido al interior en tres cuartos. El cuarto 1, localizado en la esquina Noroeste, tiene un área de 20 m2 y presenta centrado, un acceso de 1 m de apertura en el muro de separación con el cuarto 2 hacia el Este. En su interior y bajo el nivel del enlajado irregular se localizó una base cilíndrica de andesita de lamprobolita justo al centro del espacio. Dicho elemento posiblemente funcionó como soporte a un poste para alguna techumbre. El cuarto 2, con un área de 10.82 m2, presenta un enlajado de pequeños sillares de piedras andesitas de lamprobolita y tezontles rojos y negros (0.20 m, y 0.10 m de espesor) que se extiende en la parte central del espacio, coincidiendo con los vanos que conforman los accesos hacia los cuartos 1 y 3 formando un pasillo de 2.50 m de largo por 1.12 m de ancho. Las jambas del acceso en ambos

casos están formadas por sillares cuadrangulares de andesita de lamprobolita, al igual que los que conforman los zoclos de los muros. Al interior de este cuarto se realizaron dos sondeos (S3 y S4), los cuales brindaron datos sobre el sistema de cimentación y la disposición de apisonados y el enlajado. El espacio restante de la unidad arquitectónica se denominó como cuarto 3, con un área de 67.30 m² y planta en forma de “L” con su eje mayor en sentido Oeste-Este. A pesar de que en su interior no se localizaron indicios de muros, es probable que existiera una subdivisión, esto fue supuesto debido al hallazgo de un gozne, que se localizó paralelo al muro este del cuarto 2, manufacturado en un pequeño bloque de andesita, en su cavidad se podían apreciar huellas de constante uso de un eje metálico que pudo haber funcionado de soporte a una puerta, lo que consideramos una evidencia del continuo uso de las unidades habitacionales aún después de la conquista española, durante el siglo XVI. Además de dicho elemento, se localizó una pequeña porción enlajada de las mismas características que las anteriores mencionadas, asociada a un área de apisonado más sólido que el resto de los espacios internos del conjunto. Del cuarto 3 se obtuvieron muestras para arqueomagnetismo del apisonado más profundo. En la esquina Noreste del conjunto fue posible apreciar una modificación consistente en un claro apenas 0.75 m abierto en el muro de, dando la idea de que éste fue realizado desmontando parcialmente el muro limítrofe. Frontero a esta modificación se identificó un conglomerado de piedras de menores dimensiones que sobresalía del apisonado externo. Al explorarlo se identificó un brocal de pozo

artesiano1 con apertura ovoide de 0.80 m de diámetro y una altura externa de 0.50 m. Este elemento estaba excavado directamente sobre el estrato limo-arcilloso de alta compactación ubicado bajo los apisonados de la plazuela y se ha considerado una construcción posterior a la época prehispánica, también. La UA 2 comprende un espacio rectangular de 106.67 m², teniendo 12.60 m de largo por 8.50 m de ancho. Los muros de esta unidad, que no sobrepasan los 0.35 m de altura, están compuestos de piedras irregulares principalmente de basaltos negros y rojos, seguidos de algunas porciones menores de adobes que se alcanzaron a conservar. Bajo los paramentos verticales se observa a manera de cimentación, una plantilla de sillares de andesita de lamprobolita y tezontles con 0.80 m de ancho y 0.50 m de profundidad. La UA2 está dividida en tres estancias más o menos similares. El recinto más occidental, al que hemos denominado cuarto 1, tiene un área de 24.15 m², siendo un poco más estrecho en su parte norte. En su interior se localizó un fogón (1.47 - 1.68 m) al que se le denominó AA5 y de la cual proceden las dos muestras utilizadas para la datación del contexto por medio de la técnica de radiocarbono. El apisonado de esta unidad se localizó a una profundidad de 1.68 m. La división entre el cuarto 1 y el cuarto 2 está hecha por un muro descuadrado en relación a los limítrofes que, debido a sus características y materiales constitutivos, es posible suponer que se trata de un agregado posterior,

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Se denomina pozo artesiano a aquel cuya profundidad es poca, el agua subterránea sube hacia la superficie debido a la presión hidráulica por encima del nivel freático. Nuestro pozo es muy similar al localizado por Torres Espinoza en 1993 en el predio de Donceles 97 (2003).

de 0.90 m de espesor y poco menos de 70 cm de altura, compuesto de piedras irregulares de basaltos negros y rojos sin carear. De los cuartos 2 y 3 podemos mencionar pocos datos. El cuarto 2 tiene un área de 25.60 m², y en su interior, pero a un nivel mucho mayor, se encuentra la Unidad Arquitectónica 4. Su muro Este está afectado por una cimentación moderna, por lo que sólo tenemos el dato de la esquina Noreste, presenta la misma plantilla de cimentación y su espesor apenas alcanza los 0.40 m. Se localizó una escuadra aislada en la esquina Sureste del espacio, conformada por una pequeña paramentos de dos muros de adobe de 1.10 m en sentido Norte-Sur y 1.20 m en sentido Este-Oeste, ambos con espesor de 0.40 m y altura máxima de 0.20 m. Del Cuarto 3, aún menos completo, inferimos un área de aproximadamente 19.87 m². Dentro de este espacio, del cual sólo se pueden apreciar claramente los muros Sur y Este, se localizó un muro perpendicular de apenas 0.70 m de longitud y sólo 0.50 m de altura, además de dos basas circulares de columnas paralelas, labradas en andesita de lamprobolita perceptibles en el nivel de apisonado. La UA3 comprende un área total de 45 m², con 9.65 m de largo por 4.45 m de ancho. La cimentación de esta unidad está compuesta por tezontle rojo y negro que conforman una plantilla de sillares careados por lo menos en una de sus aristas. Sólo se localizó un muro interno no mayor a 0.40 m de espesor que conservó el arranque conformado por dos hileras de sillares de andesitas de lamprobolita, con secciones de mampostería de tezontle y andesita, además de espacios intercalados con secciones de adobe, de los cuales sólo quedando sus huellas.

En su interior eran apreciable por lo menos dos apisonados superpuestos, el primero más antiguo y el más conservado, con una profundidad de 1.35 m, en el que era posible apreciar huellas de hundimientos. El segundo apisonado, ubicado a 1.43 m de profundidad, se localiza aislados principalmente como pequeñas porciones horizontales y principalmente parte de chaflanes junto a los muros. La UA3 está dividida solamente en dos cuartos; el cuarto 1 ubicado al norte, tiene un área de 15.56 m², mientras que el cuarto 2 de mayores dimensiones, comprende un área 29.44 m2. Dentro del primero y paralelo al muro divisorio entre ambos cuartos, se localizó una intrusión de cimentación moderna que atraviesa la estancia; de igual forma el muro limítrofe Este fue parcialmente desmontado por la misma cimentación moderna que afecta la UA2. El acceso al conjunto se encuentra en la esquina Sureste y comprende un claro de 1.10 m. Los especímenes para arqueomagnetismo (Muestra XM2) fueron recuperadas del apisonado más antiguo conservado en el cuarto 1. Como agregados podemos mencionar tres pequeños muros de materiales y hechura completamente diferentes a los de la arquitectura que comprende el conjunto. En primer lugar, mencionamos un pequeño muro en la esquina Noroeste con dirección Norte-Sur, compuesto de tezontles y cementante de lodo de apenas 0.90 m de longitud y 0.30 m de altura. Este muro cierra un pasillo que separa dicho complejo con la UA2. Dicho pasillo de apenas 1 m de ancho pudo funcionar como el acceso al conjunto arquitectónico. Del lado Oeste colinda inmediatamente con el espacio de la patio y tiene adosado justo al medio del cuarto 1 un muro de 5.60 m de longitud y 0.40 m de espesor que apenas alcanza 0.30 m de altura. Su estructura es mixta presentando

porciones realizadas en mampostería de tezontles con cementante de lodo y algunas secciones que estuvieron manufacturadas con adobes, de los cuales se aprecian huellas en el cambio de coloración con respeto a los apisonados externos de la patio. Por último, otro pequeño paramento fue adosado en la esquina Noroeste, de apenas 0.65 m de longitud y 0.45 m, con las mismas características de manufactura de los antes mencionados. La UA4, como ya se expuso líneas arriba, está dentro del Cuarto 2 de la UA2. De dimensiones mucho más pequeñas, apenas alcanza los 15.12 m² y tiene características arquitectónicas completamente diferentes a las de la estructura que le rodea. Sus muros limítrofes están compuestos de piedra andesita y tezontles con cementante de lodo, ninguno sobrepasan los 0.20 m de altura y contrastan por su esbeltez con los muros de la UA2, alcanzando un espesor máximo de 0.30 m. Estos paramentos debieron haber incluido material pétreo conforme ganaban altura, ya que durante el proceso de excavación se retiró material de derrumbe. Por otro lado, el apisonado de esta unidad, mejor conservado de todos los muestreados, presenta mucho mejores condiciones en cuanto a su dureza pero de enlucido deleznable, a simple vista es distinguible una mayor cantidad de cargas de cal en el mismo, lo que le otorga mayor estructura. Al parecer el acceso a este pequeño recinto estaba ubicado en la esquina, Noroeste. Como sugerimos anteriormente, este pequeño cuarto debió ser construido como parte de un segundo momento ocupacional del área, resaltando sus diferencias en cuanto a las dimensiones, espesores de los muros,

características del apisonado y material constructivo. Además, su nivel de piso es mucho más alto que el de la UA2, alcanzando en promedio 1.43 m. Presenta en su interior un tlecuil manufacturado con cuatro lajas de andesita de lamprobolita como paredes y una más como fondo; asociado a este, se localizaron concentraciones de material cerámico y maderas quemadas, además de un enterramiento de un adulto, ambos registrados como AA43 y AA44. Los últimos sondeos que se hicieron en la parte este del predio, fueron planeados mediante las interpretaciones de los resultados de la prospección geofísica realizada por el equipo del Laboratorio de Prospección Arqueológica (IIAUNAM) a cargo del Dr. Luis Barba Pingarrón. Como el objetivo era por un lado verificar los vestigios localizados por medio del magnetómetro, se plantearon las unidades de excavación en el terreno y se les asignó la nomenclatura TRM (Termo-remanente) seguidas de un número arábigo que las identificara. En estas excavaciones se localizaron restos arquitectónicos, la UA6, que comparten características con las unidades mencionadas anteriormente, aunque no fue posible excavarla en su totalidad debido al tiempo que se tenía para hacer la intervención; sin embargo y considerando que esta unidad se encuentra en una zona del predio en donde no habrá construcción se protegió con geotextil y tepetate en espera de la posibilidad de una futura intervención. Aquí se localizó un muro prehispánico y debajo de este, el entierro de un individuo adulto cercano a un tlecuil (AA40-42). Fechamientos Fechamiento arqueomagnético

A medida que se realizó el proceso de excavación fue evidenciándose la presencia aparente de varios niveles ocupacionales reflejados en la estratigrafía y la superposición de diferentes niveles de apisonados y pisos. El interés de comparar la temporalidad de éstos por medio de la datación arqueomagnética brindaría datos sobre la dinámica ocupacional del sitio. En total se hicieron seis muestreos, uno de ellos correspondiente a un piso quemado, tres pisos no quemados y dos apisonados, tomados al interior de las unidades arquitectónicas y en el espacio abierto exterior; estos análisis fueron realizados en el Instituto de Geofísica de la UNAM, por la Dra. Ana María Soler Arechalde. Se procedió a la datación arqueomagnética utilizando el programa RENDATE, cuyo resultado se muestra a continuación.

Cabe mencionar que por desgracia y debido a las características de los propios apisonados y pisos, las muestras XM2, correspondiente a la UA3 y la XM6, correspondiente al primer apisonado detectado en la plazuela, no conservaron una buena señal magnética, por lo que las muestras no ofrecieron una datación. Fechamiento por C14

Por su parte, también se tomaron muestras para hacer un fechamiento con C14 por Espectrometría de Centelleo Líquido en el Laboratorio Universitario de Radiocarbono (LUR) de la UNAM,a cargo de la Dra. Laura Beramendi y de la Mtra. Galia González. Se aprovechó para ello un fogón con restos de morillos de madera, cerámica, lítica y por lo menos 20 olotes carbonizados, localizados en la UA2, dentro del cuarto 2 (AA5). De estos últimos se realizaron dos muestreos con fines de datación por radiocarbono, buscando corroborar los datos obtenidos por los materiales arqueológicos en contexto de excavación. Las muestras se analizaron de manera simultánea con el estándar de

14

C SRM 4990C y un blanco

analítico mientras que las edades convencionales fueron calibradas empleando el Programa Calib.Rev. 7.0 con la curva de calibración IntCal_13. Los resultados se muestran a continuación: Muestras de olotes carbonizados

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δ C (‰)

Edad Convencional (a.P. ± 1σ)

Edad calibrada (2σ)

UNAM-1434

-9.73

550 ± 80 a.P. (93.33 ± 0.97 pMC)

1,276 cal d.C. – 1,483 cal d.C. (1) 467 cal a.P. – 674 cal a.P.(1)

UNAM-1435

-10.13

410 ± 90 a.P. (95.07 ± 1.01pMC)

1,390 cal d.C. – 1,664 cal d.C. (0.9725) 286 cal a.P. – 560 cal a.P.(0.9725) 1,382 cal d.C. – 1,518 cal d.C. (0.7934) 432 cal a.P. – 568 cal a.P.(0.7934)

Promedio

488 ± 60 a.P.

Como conclusión de estos análisis se puede decir que las edades radiocarbónicas obtenidas del análisis de los olotes carbonizados (intervalo que

abarca desde 1380 a 1520 d.C) concuerdan con la temporalidad de los materiales arqueológicos en contexto de excavación y las edades arqueomagnéticas obtenidas de los diferentes apisonados analizados (1461-1497) se correlacionan también con las edades radiocarbónicas. Prospección química Para tratar de entender mejor la funcionalidad de los espacios y del conjunto en general, se tomaron muestras de piso para hacer análisis de pH, carbonatos, fosfatos, ácidos proteicos y ácidos grasos tanto de los pisos de los cuartos como de una gran parte de la plazuela y de todas las áreas de actividad; actualmente algunas de estas pruebas siguen en proceso sin embargo los resultados preliminares nos indican áreas de almacenamiento y preparación de alimentos y algunas zonas de combustión, que pueden estar relacionadas con esta actividad, además de que se han identificado algunos patrones de circulación de las personas al interior de las unidades arquitectónicas. Este trabajo se está haciendo con la colaboración del Dr. Luis Barba, el Dr. Agustín Ortiz y el Mtro. Jorge Blancas, del Laboratorio de Prospección Arqueológica del IIA. Materiales arqueológicos Se ha identificado sobretodo material cerámico perteneciente a los tipos utilizados durante el Posclásico temprano y tardío así como de los primeros años de la época colonial: Aztecas I, II, III y IV, Azteca anaranjado monocromo, Xochimilco crema monocromo, Xochimilco negro sobre crema, Xochimilco policromo, Cuenca café monocromo, Texcoco negro sobre rojo, Cuauhtitlán rojo, Vidriadas y las formas predominantes son ollas, cajetes y comales; así como figurillas, sellos, una

gran cantidad de malacates y restos de cerámica ceremonial como braseros y sahumadores utilizados seguramente en los rituales domésticos. En

cuanto

a

la

lítica,

se

encontraron

metates,

manos,

clavos

arquitectónicos, navajillas prismáticas, hachas, pulidores así como evidencia de trabajo artesanal de lapidaria. En cuanto a instrumentos hechos en hueso y asta se localizaron percutores, agujas y punzones. Finalmente, en la UA3 se localizaron 4 monedas, 3 coloniales, con el escudo de Felipe III, lo que las fecha entre 1598 y 1621, y nos indica el uso de los espacios durante el siglo XVI, como ya se había dicho anteriormente. Conclusiones Si bien el trabajo de análisis de los materiales continúa, podemos concluir con lo que tenemos hasta el momento que estamos en una unidad habitacional cercana al templo del barrio Tlalnahuac que fue habitada por familias de artesanos lapidarios y textiles, que compartían actividad y el tierras; la unidad debió estar compuesta por varias casas para familias nucleares que compartían espacios abiertos para utilizarlos en diversas actividades tanto rituales como de servicio y para el trabajo artesanal. Esta unidad probablemente fue construida en el siglo XIII y continuó en uso durante el siglo XVI o tal vez, incluso posterior a esa fecha, sin embargo las alteraciones debido a construcciones posteriores, sobretodo en el siglo XX, no nos permitieron registrar contextos históricos. Acerca de las condiciones de vida de sus habitantes nos hablarán en las siguientes ponencias, sin embargo debemos considerar que durante los siglos XV

y principios del XVI la población xochimilca en general debió estar sometida a una gran carga tributaria hacia la Triple Alianza tanto en productos como en mano de obra, lo cual seguramente mermó significativamente la salud, esperanza de vida y nutrición de estas personas. Bibliografía Alva Ixtlilxochitl, Fernando de 1997 Obras históricas. 2 tomos, Edmundo O’Gorman (editor), Toluca, Instituto Mexiquense de Cultura/IIH-UNAM. Ávila López, Raúl 2007 “La región del sur durante el Posclásico. Excavaciones y estudios arqueológicos”, en Luis Alberto López Wario (coord.), Ciudad excavada: veinte años de arqueología de salvamento en la ciudad de México y su área metropolitana, México, INAH, pp. 101-123. Barba Pingarrón, Luis, et al. 2014 Informe del estudio con gradiente magnético en el predio Pedro Ramírez (Toks Xochimilco). Mecanuscrito, IIA-UNAM. Durán, fray Diego de 1984 Historia de las Indias de la Nueva España e Islas de la Tierra firme. 2 tomos. México, Editorial Porrúa. Gerhard, Peter 2000 Geografía histórica de la Nueva España 1519-1821, México, IIH-UNAM. Gibson, Charles 1964 The aztecs under spanish rule. A history of the Indians of the Valley of Mexico (1521-1810). Stanford, Stanford University Press. González Hernández, Galia, et al. 2014 “Datación por radiocarbono del área de actividad 5, San Pedro Xochimilco”, ponencia presentada en Reunión Anual de la Unión Geofísica Mexicana, Noviembre de 2014, Puerto Vallarta, México. Guevara Sánchez, Arturo 1988 Excavaciones en el centro de Xochimilco. Mecanuscrito, México, INAH.

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