Hágame el favor

ARTE PARA SALVAR A MEXICO VI

Hágame el favor

Por J. J. Cuanalo

Comencemos esta sexta en¿Cuántos verdaderos protrega de ‘Arte Para Salvar a México’ fesionales aceptarían este favor? con una alegoría, les pido pacien- Quizás algunos muy comprometicia que todo tendrá sentido al final: dos con su comunidad, pero con el tiempo, poco a poco, solamente ‘Imagina que en una ciudad acabarían por quedar aquellos como Tijuana, por ejemplo, haya cocineros aficionados-con-pretentres instituciones financiadas con siones, que están dispuestos a pael dinero de todos los ciudada- gar para sentirse ‘validados’ como nos con el propósito de promover chefs. ¿Por qué los chefs profey difundir la alta cocina entre la sionales no aprovechan la oportupoblación de la ciudad…. Ahora nidad? Porque la vocación de esas imagina que esas instituciones instituciones es social, así que se creen que en realidad están allí enfoca en convocar a los niños para hacerle un favor a los chefs en edad escolar, personas de esde alta cocina, prestándoles un casos recursos, preferentemente espacio donde demostrar sus ha- con discapacidades o de la tercera bilidades… Entonces el director le edad, etcétera. Grupos demográdice a los chefs de la ciudad: “Les ficos que no son los potenciales voy a hacer el favor de dejarlos clientes de un chef de alta cocina. cocinar en mi institución, pero no Así que un chef profesional de les voy a pagar por su trabajo; es alta cocina, tendría que pagar un más, ustedes tendrán que pagar alto precio por el privilegio de repor los ingredientes con los que van alizar la función para la que esa ina cocinar y también tendrán que stitución tiene, de hecho, un presuponer la vajilla y los cubiertos con puesto y su razón misma de existir. los que le van a servir a mis usuarios…. Ah, tampoco voy a invitar Es prácticamente imposible al tipo de público que es tu cliente que la institución pueda cumplir potencial, así que te promoverás su función de esa manera; es inentre la gente que normalmente no evitable que la calidad de su oferta va a ser tu clientela y, para hacer- decline rápidamente y que el inlo más emocionante, tendrás que terés del público decline también, pedir, rogar y luchar para que te conforme lo ofertado pasa de ser selecciones uno de mis emplead- una selección de manjares a una os que, aunque no estudio formal- colección de platos ordinarios, mente sobre alta cocina, sus ami- a veces de plano mal confecgos que tampoco estudiaron alta cionados y, mínimamente, nada cocina dicen que sabe mucho…” que capture el interés, la emoción o la imaginación del público.

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ARTE PARA SALVAR A MEXICO VI Esto es exactamente lo que pasa con nuestras instituciones de cultura actualmente, principalmente con la cultura estatal y municipal, así como en alguna medida con la federal. Las instituciones de cultura destinan la mayor parte de su presupuesto a la administración, pero harto poco a costear un producto cultural de calidad para sus usuarios. En las artes visuales, por ejemplo, a pesar de que suelen llenar sus informes anuales una lista de exposiciones, normalmente no destinaron presupuesto a un montaje museográfico didáctico, diseñado por un autentico curador y elaborado por un museógrafo, para facilitar al público el acercamiento y comprensión de la obra expuesta.

como artistas. Como dije antes, solamente algunos artistas profesionales extraordinariamente comprometidos con su comunidad seguirán acudiendo a esas instituciones a ver si les ‘hacen el favor’ de dejarlos trabajar de a gratis en beneficio de su ciudad, pero para entonces, los aficionados que ya tomaron posesión del lugar, probablemente los rechacen.

Lo que es peor, ahora se ha puesto de moda que instituciones públicas o las privadas que reciben subsidios con nuestro dinero, no nada más quieran que los artistas trabajen gratis, sino que paguen por trabajar. Como si pudieran decirle a su plomero o a su mecánico: ‘te hago el favor de que arregles mi problema, pero Para cuando un artista, eso sí, me pagas una cuota y después de años de trabajo tu pones las refacciones y may sacrificio, ha alcanzado al- terial necesario. ’ Por ejemplo, guna madurez y calidad en su el Consulado de México en trabajo, difícilmente tendrá in- San Diego, cobra a los artistas terés en trabajar una vez más por usar el estacionamiento de ‘a gratis’ en una exhibición para mostrar su trabajo duque tendrá mínima difusión rante el festival Art Walk; otro y en la que el escaso público tanto pasa con festivales como que llegue, no tendrá elemen- Entijuanarte que, siendo retos museográficos que le per- ceptores de importantes apoymitan darle sentido a lo que ve. os gubernamentales, también Como resultado serán mayor- cobran a los artistas por usar mente novatos o aficionados el suelo del CECUT… que por quienes se acerquen a expon- cierto es un edificio público er en esas instituciones; quien propiedad de todos nosotros. tenga dinero y tiempo para hacer la corte a los funcionarPero lo más grave aquí ios, además de necesidad de ni siquiera es el injusto e inesos funcionarios los legitimen decoroso trato que se le da

a nuestros artistas sino que, rayando en lo criminal, esas instituciones faltan al respeto a la ciudadanía, ignorando su compromiso y obligación legal: Ofertar a todos los ciudadanos arte y cultura de la más alta calidad. Y es que esas instituciones no están allí para hacerle el favor a los artistas, ni tampoco son negocios para prestar servicios a esos artistas a cambio de una módica cooperación. Están allí pagadas por todos nosotros para brindarnos una oferta cultural rica, profesional y que tenga las dimensiones suficientes como para convertirse en factor de desarrollo turístico, económico, social y cívico. En lugar de rentarle el escenario a los grupos de danza o teatro, deberían poner los recursos para ofrecernos un montaje de calidad; en el caso de las artes visuales, deberían invertir en una museografía didáctica que nos facilite a todos el acercamiento y comprensión de lo que estamos viendo; lo mismo va para las otras artes. Ya ni digamos la falta de presupuesto para la capacitación de su personal, para que tengan criterios fundamentados al elegir la oferta que nos harán y no se basen solamente en su muy dudoso gusto personal que, allí sí, hágame usted el favor.

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