Hacia una vision del leng en conx con la vida practica

May 22, 2017 | Autor: Ignacio Scheid | Categoría: Philosophy Of Language, Wittgenstein, Peter Strawson
Share Embed


Descripción

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

HACIA UNA VISIÓN DEL LENGUAJE EN CONEXIÓN CON LA VIDA PRÁCTICA: WITTGENSTEIN & STRAWSON

“Todo signo parece por sí solo muerto. ¿Qué es lo que le da vida? —Vive en el uso. ¿Contiene ahí el hálito vital? —¿O es el uso su hálito?” (Wittgenstein, 2008, §432).

Resumen En el presente trabajo me gustaría remarcar la naturaleza práctica del lenguaje y la condición relativa y contingente de los enunciados lingüísticos, llamando la atención sobre las condiciones contextuales que envuelven los actos comunicativos, y sobre su relación directa con la vida humana. Para esto comenzaré con la noción del lenguaje que maneja Wittgenstein en lo que se ha llamado su “segundo periodo”, basándome en su texto Investigaciones filosóficas. Al relacionar íntimamente el lenguaje y la vida humana, Wittgenstein nos dará una visión del lenguaje caracterizada por el uso, que sin embargo, puede ser demasiado amplia para los requerimientos del presente trabajo; por esto, a fin de concentrar la reflexión, complementaré la visión de Wittgenstein con la de Strawson en su texto Sobre el referir, con él nos acotaremos a las situaciones particulares en las que existe una comunicación lingüística, pero siempre remarcando el carácter práctico del lenguaje y las condiciones implícitas que envuelven su uso.

1

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

INTRODUCCIÓN A continuación, desarrollaré la idea del lenguaje como una entidad estrechamente unida a la vida humana. Para esto me apoyaré en las ideas que Peter Strawson expone en su ensayo Sobre el referir (1950), y en la concepción del lenguaje que maneja Ludwig Wittgenstein en el así llamado segundo periodo de su vida (desde 1930 hasta su muerte), tomando como texto principal su Investigaciones filosóficas. Lo que deseo lograr es contribuir a una visión que entienda al lenguaje como un fenómeno que tiene su raíz en la comunicación humana, existiendo, por tanto, por y para el acto de comunicarse, viéndose condicionado y constituido por la misma comunicación, es decir, por su uso, en una relación de mutua modificación. Comenzaré con el trabajo de Wittgenstein, un tanto a modo de introducción, para luego pasar a lo expuesto por Strawson, con lo cual trataremos el tema más en particularidad. Con Wittgenstein veremos una comprensión del lenguaje de carácter omniabarcante que nos llevará a fundir al lenguaje profundamente con la vida (humana), de tal manera que no podamos entender a aquel sin ésta, y viceversa. Para Wittgenstein, en efecto, la manera en la que los humanos vivimos es una manera lingüística, es decir, que toda nuestra actividad en tanto que humanos se encuentra permeada por el lenguaje, sin que podamos escapar de esta condición. En razón de esto, Wittgenstein desarrolla su teoría de los “juegos del lenguaje” (Sprachspiele), los cuales se corresponden con las distintas actividades que realizamos, ya sean necesariamente habladas, como el conversar y el discutir, o con aquellas que no necesariamente requieren del intercambio continuo de enunciados lingüísticos, como los partidos de tenis y la natación. Es en este punto en dónde recurriré a lo expuesto por Strawson en su texto a fin de complementar una visión tal vez demasiado amplia para nuestras necesidades en estos momentos. Con el trabajo de Strawson nos ubicaremos (para mantener la relación con Wittgenstein) en los juegos del lenguaje que necesariamente requieren del intercambio de enunciados lingüísticos, como son, por ejemplo, las conversaciones y discusiones, es decir, todas aquellas situaciones en las que exista una comunicación verbal, necesariamente. El pensamiento de Strawson nos servirá, así como el de Wittgenstein, para ver más claramente (ahora de manera enfocada) la relación entre el lenguaje y la vida, pues él, si bien expresa que la división más importante en su texto es la realizada 2

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

entre expresiones y oraciones, nos entrega también una destacable diferenciación entre lo que es el significado y el uso, tanto para las expresiones, como para las oraciones. Y es este punto el que más me servirá para desarrollar el tema que me interesa aquí: el lenguaje como una entidad estrechamente unida con la vida humana, y que, por lo tanto, tiene su raíz y núcleo en el uso. Si bien Strawson no propone al lenguaje como una entidad de carácter omniabarcante, pues él se limita a presentarnos la relación entre el significado y el uso en los casos de las expresiones y oraciones, su trabajo nos ayudará para centrarnos claramente en las polaridades teoría-práctica y explícito-implícito al momento de pensar el lenguaje. Como veremos y he estado diciendo, Wittgenstein y Strawson entienden el lenguaje como una parte de la vida humana en la cual el uso del mismo juega un rol muy importante, incluso de carácter vital, no obstante, ambos no acaban ahí sus investigaciones, van más allá de lo explícito en las situaciones lingüísticas, atendiendo y otorgando una importancia enorme a lo que es el contexto en el cual se desarrolla la situación. Podremos ver, por ejemplo, que ambos remarcan, ya sea bajo en nombre de “regla”, o del de “directriz”, la existencia de principios a priori que ordenan y dan sentido al “juego del lenguaje” que se está jugando, o a la situación en la que usan expresiones y/u oraciones. Veremos, entonces, en el presente ensayo a dos pensadores que poseen una visión del lenguaje como un fenómeno complejo, que posee diferentes aristas y es susceptible de ser visto desde distintos ángulos, cada uno de los cuales puede aportar información de utilidad para una mejor comprensión, pero siempre primará una visión que le haga honor al lenguaje en toda su complejidad, atendiendo tanto a lo más explícito de la práctica lingüística, como a lo más silencioso.

I Para empezar, relacionaré íntimamente al lenguaje con la vida humana a partir, como dije, de la propuesta de Wittgenstein de los “juegos del lenguaje”. En el parágrafo 7 de su Investigaciones filosóficas, Wittgenstein introduce el concepto de “juegos del 3

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

lenguaje” a partir del uso práctico del lenguaje, haciéndonos pensar en su proceso de aprendizaje, en los juegos con los cuales los niños aprenden un idioma y en el “todo formado por el lenguaje y las acciones con las que está entretejido” (Wittgenstein, 2008, §7). Con esto nos quiere hacer pensar en las diferentes condiciones en las cuales nos relacionamos con el lenguaje, yendo más allá del lenguaje científico y del uso indicativo de la proposición (López, 1986, p.103). “Wittgenstein, en efecto, hace valer la homología entre juegos lingüísticos y formas de vida, que pone en correspondencia todo comportamiento humano con un juego lingüístico” (Ferraris, 2000, p. 301). Así, como vemos, hay, para Wittgenstein, una estrechísima relación entre las palabras, los individuos, las cosas y las acciones, todo pensado de manera muy amplia e interdependiente, marcada por el uso. La concepción del lenguaje del segundo Wittgenstein puede resumirse en tres tesis fundamentales: 1.

El significado de las palabras y de las proposiciones es su uso en el lenguaje.

2.

Los usos se configuran en los juegos del lenguaje.

3.

Los juegos del lenguaje no comparten una esencia común, sino que mantienen un parecido de familia. (López, 1986, p. 102).

Una idea importantísima en el planteamiento de Wittgenstein, es la no existencia de condiciones que llamaríamos “esenciales” a los diferentes juegos del lenguaje, algo que los distinga en tanto tales y nos lleve a denominarlos “juegos del lenguaje”. Lo que sí hay de común a todos los juegos es la noción de “regla”1. Toda actividad humana, toda 1

En esta distinción, en apariencia superficial, que acabo de hacer debemos tener en mente que Wittgenstein plantea un quiebre radical entre la filosofía anterior a él, que podríamos llamar “tradicional”, y la que él desarrolla en su Investigaciones filosóficas. Para Wittgenstein no es sólo que los Sprachspiele carezcan de esencia, el asunto es que la pregunta de por sí no corresponde hacerla, pues remite, de acuerdo con lo que busca y con su origen, a la metafísica, cuya práctica, en la concepción de filosofía de Wittgenstein como un proceso de depuración del lenguaje —y por extensión de las formas de vida y del espíritu a fin evitar las confusiones y la construcción de castillos en el aire— no tiene lugar; para Wittgenstein, entrar en el estudio de la metafísica es entrar en otro juego del lenguaje, con otras reglas, lo cual, muy contrariamente a solucionar un problema, nos llevaría a otro muy distinto. Lo que Wittgenstein nos gritaría, tanto en este caso, como en cualquiera en que nos dejásemos influir por la herencia de la filosofía tradicional, sería: denk nicht, sondern schau! (¡no pienses, sino que mira!). Lo que tienen los Sprachspiele en común son “parecidos de familia” (Familienähnlichkeiten): cualidades comunes entre ellos que notamos cuando los observamos, que se presentan por sí mismos a nuestra experiencia. (Véase Wittgenstein, 2008, § 66 y § 116). A propósito de esto, resultaría conveniente citar unas líneas del libro de Reguera, Ludwig Wittgenstein. Un ensayo a su costa (2002): “siempre queda en el fondo el

4

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

forma de vida, todo movimiento y relación responde a un conjunto de reglas implícitas, inherentes a la actividad misma. No podemos escapar de las reglas, siempre que salimos de un juego/práctica humana entramos a otro juego, y, por lo tanto, pasamos a otras reglas. Estas reglas son inherentes al juego y nos anteceden. No son algo que nosotros estipulamos como en un decálogo, sino que es algo que viene dado antes de que incluso alguien determine lo que va a hacer: la intención está encajada en la situación, las costumbres y las instituciones humanas. Si no existiera la técnica del juego del ajedrez, yo no podría tener la intención de jugar una partida de ajedrez. En la medida en que de antemano tengo la intención de la forma de la oración, esto está posibilitado por el hecho de que puedo hablar alemán. (Wittgenstein, 2008, § 337).

En este sentido es que hemos de considerar a los juegos del lenguaje como lo primario; son algo ya dado, cuyas reglas hemos de acatar si queremos evitar las confusiones y tener éxito en nuestras prácticas diarias, como por ejemplo, conversar. Como decía en la introducción, la propuesta de Wittgenstein nos ayuda a relacionar de una manera estrecha el lenguaje y la vida humana, pero, al ser una propuesta que engloba todas las prácticas humanas, tanto las que tienen como centro la comunicación verbal como aquellas en las que no es necesario hablar, se nos puede escapar de las manos y el tratamiento de una teoría tal no tiene lugar en el presente ensayo. Lo que hemos de rescatar y tener en mente es, como señalaba en la introducción, que, para entender de una manera fructífera al lenguaje, debemos pensarlo como una entidad en estrecha relación con la vida humana, tanto así que permea toda actividad que realicemos, manteniéndose tanto en lo explícito de la expresión verbal, como en el trasfondo implícito de la situación, e incluso como antecesor de las acciones de los sujetos. "[E]l juego del lenguaje permanece para Wittgenstein inseparable de la forma de vida, por lo tanto, ligado a un contexto interpretable desde un punto de vista pragmáticocondicionamiento natural que hace que las cosas sean así como son, que el lenguaje hable de ellas así como habla, y que actuemos, también lingüísticamente, así como actuamos: así como somos. Es el filósofo esencialista el que con sus preguntas malversa el ser de las cosas, el significado del lenguaje, la forma de vida del hombre, que reposan en sí mismos tal como son” (p. 258), “Son nuestras demandas teóricas y sólo ellas las que crean entidades obscuras, que sólo inquietan y que sólo parecen objeto de análisis por culpa de ellas, a causa de ellas, en un círculo cerrado y vicioso de imágenes” (p. 193).

5

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

sociológico" (Kampits, 1990, 26), y es esto lo que me interesa rescatar para fines del presente ensayo.

II Peter Strawson, por su parte, se limita a aquellas situaciones en las que existe una comunicación verbal. Su trabajo se basa en dos diferenciaciones: la llevada a cabo entre el significado y el uso; y la referente a las expresiones de las oraciones: (…) la distinción realmente importante que necesito trazar es entre: 1)

Utilizar una expresión para hacer referencia singularizadora, y

2) Aseverar que hay un individuo y sólo uno que tiene ciertas características (por ejemplo, que es de un cierto género o que está en cierta relación con el hablante, o ambas cosas).

Ésta es, en otras palabras, la distinción entre: 1) Oraciones que contengan una expresión usada para indicar o mencionar o hacer referencia a una persona o cosa particular, y 2)

Oraciones existenciales singularizadoras. (Strawson, 1950, p. 74).

Ejemplifiquemos la división que hace Strawson: “el rey de Francia” es un ejemplo de lo que para Strawson es una expresión, mientras que “el rey de Francia es alto” corresponde a un ejemplo de lo que para él sería una oración. Lo primero es usado para referirnos a una entidad, ya sea un objeto o animal o humano, concluyendo su función en el acto de apuntar o hacer mención. La oración utiliza la expresión para aseverar que la entidad referida posee ciertas cualidades o se encuentra en ciertas condiciones. La diferencia, por tanto, entre las expresiones y oraciones recae en la posibilidad de enunciar que algo sea verdadero o falso. Ahora bien, cuando hablamos de verdadero y falso en el planteamiento de Strawson, debemos tener presente que este es un tema relacionado necesariamente con el contexto. Explicaré esto pronto, pues primero necesito referirme a lo que es el significado para Strawson, pues este es también un concepto estrechamente relacionado con el contexto, al estar, por definición, unido al uso de esta o de aquella expresión particular o

6

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

de esta o aquella oración particular. Veamos, pues, lo que Strawson dice con respecto al significado: (…) el significado (…) es una función de la oración o expresión; mencionar y hacer referencia, y verdad y falsedad, son funciones del uso de la oración o de la expresión. Dar el significado de una expresión (…) es dar directrices generales para su uso para hacer referencia a, o mencionar, objetos o personas particulares; dar el significado de una oración es dar las directrices generales para su uso al hacer aserciones verdaderas o falsas. No es hablar acerca de una ocasión particular cualquiera del uso de la oración o expresión. El significado de una expresión no puede identificarse con el objeto al que nos referimos mediante su uso en una ocasión particular. El significado de una oración no puede identificarse con la aserción que hacemos mediante su uso en una ocasión particular. Hablar sobre el significado de una expresión u oración no es hablar sobre su uso en una oración particular, sino sobre las reglas, hábitos y convenciones que gobiernan su uso correcto, en todas las ocasiones, para hacer referencia o aseverar. De esta manera, la cuestión de si una expresión u oración es significativa o no nada tiene que ver con la cuestión de si la oración, emitida en una ocasión particular, está siendo usada o no, en esa ocasión, para realizar una aserción verdadera-o-falsa, o si la expresión está siendo usada, en esta ocasión, para hacer referencia a algo o mencionarlo. (Strawson, 1950, p. 68. Las cursivas pertenecen al original).

El significado es la cuota teórica que sostiene un uso fructífero de una expresión u oración, el cual se ve entretejido con una serie de factores que componen el fenómeno de la comunicación. El significado es siempre general y teórico, mientras que el uso es siempre particular y práctico2. Tenemos así, entonces, que, tanto la polaridad verdaderofalso, como la relación entre el significado de una expresión o de una oración y sus usos correspondientes requieren de una situación de comunicación, podríamos decir que se desprenden del uso que se les da a las palabras, a las expresiones, oraciones, en fin, a todo el lenguaje, pues, como nos decía Strawson: “(…) el significado (…) es una función de la oración o expresión; mencionar y hacer referencia, y verdad y falsedad, son funciones del uso de la oración o de la expresión” (Strawson, 1950, p. 68).

2

Más adelante podemos leer: “la pregunta sobre si la oración es o no significativa es la pregunta de si existen en ese lenguaje hábitos, convenciones, o reglas tales que la oración podría usarse lógicamente para hablar de algo; y por ello es totalmente independiente de la pregunta sobre si ha sido usada de tal manera en una ocasión particular.” (Strawson, 1950, p. 70).

7

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

Tenemos, por tanto, que las categorías de verdadero y falso, y el significado y la referencia, son entidades que existen en razón del uso del lenguaje3, sólo con el uso les damos cabida en nuestro mundo. Y así es cómo el significado para Strawson está directamente relacionado con el uso contextual de una expresión u oración. Como nos dice él, la pregunta por el significado de una expresión es acerca de la existencia de hábitos, convenciones o reglas en el lenguaje al que ella pertenece, así, cuando alguien nos pregunta por el significado de una palabra, expresión u oración se le explica e ilustra las convenciones que rigen su uso; no se le da o muestra el objeto al que se refiere la expresión, “ya que la expresión misma no se refiere a nada, aunque pueda usarse en diferentes ocasiones para referirse a innumerables cosas” (Strawson, 1950, pp. 68-69). Volviendo a la relación que mantiene lo verdadero y lo falso con el contexto, lo que necesitamos tener presente es que son categorías relativas a la situación en la cual se enuncia la oración significativa, así, por ejemplo, si digo “el rey de Francia es alto”, digo una oración con significado, pues podemos hacer un uso efectivo de esta oración, dependiendo del contexto, el cual, si resultase ser la Francia monárquica, da la posibilidad de someter la oración a un juicio de verdad, pues efectivamente la oración “el rey de Francia es alto” recaería en una persona particular cuyo tamaño podría corresponderse con lo expresado. Luego, si dijese “el rey de Francia es alto”, un día de estos, en la calle a oídas de la gente que pasa, la oración no tendría referencia, pues Francia no es, actualmente, una monarquía, sin embargo, la gente entendería lo que estoy diciendo, y así como lo digo yo, lo podría decir cualquiera. Un tercer caso puede ser la representación de una obra teatral que se desarrollase, como tal, en la Francia monárquica, en este caso la frase tendría sentido y una referencia particular, siendo susceptible de ser verdadera o falsa dentro de la obra de arte. Pensemos también en alguien que emitiese esa oración en la Atenas del siglo quinto antes de nuestra era, o en un loco que lo hace en el año 20164.

3

Wittgenstein podría decir a propósito de esto: “El origen y la forma primita del juego del lenguaje es una reacción; sólo sobre ella pueden crecer las formas más complicadas. [Quiero decir: el lenguaje es un refinamiento, ]” (Wittgenstein, 1995, § 165. La referencia corresponde a Goethe, Fausto, I, v 1.237). 4 “Cuando emitimos una oración sin mencionar de hecho a nadie mediante el uso de la frase , la oración no deja de ser significativa; simplemente no logramos decir nada verdadero o falso porque no logramos mencionar a nadie mediante este uso particular de esta frase perfectamente significativa. Es, si se quiere, un uso espurio de la oración, aunque podamos (o no) creer erróneamente que se trata de un uso genuino” (Strawson, 1950, p. 71).

8

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

Todos esos son casos diferentes, o juegos del lenguaje diferentes, que van a determinar, de una manera particular, de acuerdo a sus reglas, convenciones y a todo el complejo entramado de condiciones más o menos implícitas, el valor de verdad de la oración, su referencia y su uso.

CONCLUSIÓN Tanto Strawson como Wittgenstein entienden el lenguaje como un fenómeno que, en parte, podríamos llamar, “social”, pues nace y se desarrolla en medio de los procesos de interacción social5, manteniendo una estrechísima relación con la vivencia diaria de lo humano. Como pudimos leer en la cita a modo de motto del presente trabajo, es en el uso en donde el signo recibe el hálito vital, o más bien podríamos decir que es el uso el hálito vital mismo de los signos; sin la puesta en práctica de los signos del lenguaje, ellos, y en última instancia, éste mismo decae y desaparece —y nosotros, como humanos, junto con él. El núcleo del lenguaje es el uso del mismo, y, una vez que se despliega el conjunto de signos que lo comprende, todos los elementos presentes en la actividad comunicativa, a saber, al menos, hablantes, contexto, idioma, mensaje, historias constitutivas, juegan un papel digno de considerar para el estudio del lenguaje, pues todos conforman el complejo fenómeno que es el lenguaje. Al ver al lenguaje como un fenómeno complejo que se da a partir de la convivencia y comunicación entre los seres humanos, a los cuales envuelve y va creando un ambiente en constante cambio, de acuerdo a las diferentes prácticas a él relacionadas y a las diversas condiciones que se suceden en el acaecer humano, hemos de considerar, a la vez, aquella parte que se mantiene más estable —aunque no inmutable— que el suceder de la gran mayoría de hechos sociales, me refiero a las reglas y condiciones a priori. El uso, o la práctica, y las reglas son (junto con el tema que quise desarrollar en el presente ensayo) los dos elementos que, esta vez, unen a Strawson con Wittgenstein; en ambos vemos que la correspondencia con las reglas al hacer uso (en un contexto) de cierta expresión u

5

Recordemos que para Wittgenstein no es posible la existencia de algo así como un lenguaje privado, pues el lenguaje y las experiencias remiten, en última instancia, a un acervo de reglas comunes; y recodemos también que la noción de “significado” para Strawson comprende la existencia de convenciones.

9

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile.

oración (Strawson) o al realizar cierta práctica (ya sea lingüística o no lingüística) (Wittgenstein), conlleva el éxito de lo dicho o hecho, de tal manera que en el fundamento de todo el fenómeno complejo que es la comunicación, y en toda práctica humana, hay un entramado de reglas, más o menos cambiantes, que permiten el orden, la constancia y el éxito en la convivencia del ser humano con los otros, pues mediante un uso en consonancia con las reglas, es cómo se relacionan, el significado y la referencia6.

Espero haber contribuido a la idea de que aquello que necesitamos para comprender el lenguaje es, no sólo estudiar el acto de referir, sino el fenómeno de la comunicación; y para esto necesitaos considerar la situación en toda su complejidad, es decir, preguntarnos, como diría Wittgenstein, cuál es el juego del lenguaje que se está jugando7. Debemos, a la hora de considerar los fenómenos lingüísticos, tener una visión sinóptica que abarque desde el binomio explícito constituido por la parte emisora y la receptora, hasta la situación implícita, es decir, al menos, el ambiente cultural, la situación de cada una de las partes y entre ellas, el momento particular, el idioma, el mensaje. Hemos, pues, de tener siempre en mente lo que nos dice Strawson: lo que, en general, se requiere para hacer una referencia singularizadora es, obviamente, algún o algunos dispositivos para mostrar tanto que se intenta hacer una referencia singularizadora como de qué referencia singularizadora se trata; algún dispositivo que exija y capacite al oyente o al lector para identificar aquello de que se habla. Para garantizar este resultado, el contexto de emisión es de una importancia casi imposible de exagerar; y por quiero decir, por lo menos, el tiempo, lugar, situación, identidad del hablante, los temas que constituyen el centro inmediato de interés y las historias personales del hablante y de aquellos a los que se dirige. Además del contexto hay, desde luego, convenciones: convenciones lingüísticas. (…) El requisito para la 6

De acuerdo con Strawson, las reglas, por su parte, son las condiciones según las cuales el uso de una expresión u oración resulta efectivo, posibilitando hacer una referencia; el significado corresponde al conjunto de reglas; y la referencia da la posibilidad de hacer efectiva la comunicación y ampliar el conocimiento mediante su correspondencia con la frase o palabra significativa. “La finalidad de las convenciones que rigen los usos de tales expresiones es, junto con la situación del emisor, el garantizar la unicidad de la referencia” (Strawson, 1950, p. 75). 7

“Nuestro error es buscar una explicación allí donde deberíamos ver los hechos como ‘protofenómenos’. Es decir, donde deberíamos decir: éste es el juego de lenguaje que se está jugando” (Wittgenstein, 2008, § 654).

10

Universidad Nacional Andrés Bello. Ignacio Alexis Scheid. Primavera, 2016. Santiago, Chile. aplicación correcta de una expresión en su uso referencial a cierta cosa es (…) que la cosa esté en cierta relación con el hablante y con el contexto de emisión. [Así] el cumplimiento de las convenciones para un uso referencial correcto de una expresión no es nunca parte de lo que se enuncia, aunque es implicado (…) por tal uso. (Strawson, 1950, p. 77).

Para terminar, me gustaría citar unas líneas de Introducción a Wittgenstein. Sujeto, mente y conducta, de Pilar López: Hablar un lenguaje común exige ponerse de acuerdo en una serie de patrones de conducta. El acuerdo en el lenguaje supone, en definitiva, un acuerdo en las formas de vida. Aprender un lenguaje significa aprender a vivir de una forma determinada. (…) Las formas de vida son lo dado, aquello que debe ser aceptado. Son ellas las que en último término constituyen la del lenguaje. La única respuesta que podemos dar a la cuestión de por qué hablamos de esta forma y no de otra es decir que es ésta, y no de otra, la forma en que vivimos. (López, 1986, p. 118).

REFERENCIAS Ferraris (2000) Historia de la hermenéutica, Akal. Kampits (1990) "Ludwig Wittgenstein como pensador hermenéutico del lenguaje", Seminarios de filosofía, 3: 15-27. López (1986) Introducción a Wittgenstein. Sujeto, mente y conducta, Herder. Reguera (2002) Ludwig Wittgenstein. Un ensayo a su costa, Edaf. Strawson (1950) “Sobre el referir”, en La búsqueda del significado. Lecturas de filosofía del lenguaje, (Ed.) Valdés: 61-84. Tecnos. Wittgenstein (1995) Aforismos. Cultura y valor, Espasa Calpe S. A. ------------------- (2008) Investigaciones filosóficas, UNAM y Crítica.

11

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.