HACIA UNA SOCIEDAD MAS SOLIDARIA Y FRATERNA Y MENOS LIQUIDA O HIPERMODERNA

June 28, 2017 | Autor: V. Baltodano Zúñiga | Categoría: Economía Solidaria, Posmodernidad
Share Embed


Descripción

HACIA UNA SOCIEDAD MÁS SOLIDARIA Y FRATERNA Y MENOS LIQUIDA O HIPERMODERNA Víctor Julio Baltodano Zúñiga1 Doctor en Ciencias Sociales. Catedrático Sede Regional Chorotega Universidad Nacional

(Conferencia presentada el 15 de octubre del 2015 en el IV Encuentro de Hermandad Costa Rica-Nicaragua realizada en el la Sede Regional Chorotega, Campus Nicoya, Universidad Nacional.)

Quiero empezar mi disertación planteando la forma en que los sociólogos describen la sociedad de hoy y que muchas veces choca con lo que les quiero plantear en torno a la solidaridad y la hermandad. Creo que estamos de acuerdo en que esta sociedad es de incertidumbre. Ya no tenemos nada seguro. Alberto Cañas decía que lo único seguro era la muerte. Y lo segundo que quiero apuntarles es que de la certeza o lo sólido se ha pasado a lo líquido. Pero que ¿de qué estamos hablando con eso de líquido?. Para ello vamos a utilizar a Bauman (2012) que dice que estamos inmersos dentro de una modernidad líquida y Berman (1982) nos recuerda que todo lo sólido se desvanece en el aire. Esto implica el derrumbe de todo nexo de vínculo que incluye hasta la ética la cual se vuelve también líquida adoptando el recipiente que mejor le

1 El autor es Doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional. Economista y autor de más de 35 publicaciones entre libros, capítulos de libros, anales y artículos científicos. Sus publicaciones se han editado en Costa Rica, México, España y Chile. Es Catedrático de la Universidad Nacional y la Universidad de Costa Rica. En la primera ha ocupado cargos importantes como Director de la Sede Regional Chorotega con rango de Decano, Director Académico del Campus Nicoya de la UNA y en varias ocasiones coordinador de carrera. Integra redes internacionales de investigadores así como de Aseguramiento de la calidad de la educación superior. Actualmente es el coordinador de la carrera de Administración del Campus Nicoya de la UNA.

convenga. Y no es necesario poner tantos ejemplos, sino veamos los actos de corrupción en muchos lugares que luego los quieren transformar en cosas inocentes. Un expresidente vuelve al país como si nada y comienza darnos lecciones de ética. Lo líquido también es el fin del compromiso mutuo, donde se prefiere hablar de amor líquido que de relaciones duraderas nos dicen estos sociólogos. Hoy las relaciones afectivas son cada vez menos duradera. Es la muerte de instituciones como la familia, el vecindario, por ejemplo, dando origen a “categorías zombi” como las llama Ulrich Beck (2012) que están muertas pero que se toman como categorías de análisis como si estuvieran vivas. Por lo tanto, es una sociedad de contradicciones que a pesar de que puedo estar en New York y a la vez en San José mediante la tecnología es más difícil comunicarse con el vecino. Las casas son amuralladas, el barrio amurallado y nos importa poco lo que le pueda estar sucediendo al vecino. Es una época del individualismo y de la elección privada. Pero también es una sociedad del rendimiento en palabras de Byung-Chul Han (2012) que produce depresivos y fracasados producto de una sociedad del cansancio. 1. EL DESAFIO DE LIDERAR EN TIEMPOS LIQUIDOS O HIPERMODERNOS ¿Se debe liderar hoy de la misma forma que lo hicimos en los años 60 , 70 o inclusive en los 80? Mi respuesta es no. Actualmente muchos de los líderes se preguntan por qué es tan difícil liderar sus organizaciones. Y es que tal como lo he venido describiendo ya no estamos en esa modernidad de lo sólido, en esa sociedad justa y correcta, esa buena sociedad, donde se buscaba mantener a distancia todas las alternativas malas (Bauman, 2008) sino que la modernidad líquida nos lleva a que cada uno se debe salvar por su propia cuenta. Es una nueva forma de ver la sociedad, aunque según afirmaba Margareth Thatcher en 1987 "la sociedad no existe., hay individuos, hombres y mujeres y hay familias" (Citado por Pujol, 2013). El fin de la sociedad es una de las características del capitalismo neoliberal, que le da un gran énfasis a lo individual, a lo privado, cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer como agente libre que es dentro de un mercado asignador de los

recursos. Aunque a Thatcher se le haya escapado la familia del entierro priva lo individual sobre lo colectivo. Por lo tanto, ¿cuál es el desafío de los líderes de hoy? Entender el mundo de la modernidad líquida para no dejarse engullir por ella. Muchos de los líderes se encuentran liderando para una sociedad que no entienden, y en última instancia para una sociedad que ha cambiado, con conceptos viejos, zombis dice Beck. Un líder debe funcionar como el traductor entre el bien individual y el bien de todos pero el mundo actual nos bombardea de individualismo, desmoronando las bases de la sociedad, de la acción colectiva. Por ejemplo, Melody Beattie (citada por Bauman, 2008) aconseja a sus lectores lo siguiente: “el medio más seguro de volverse loco es involucrarse en los asuntos de otras personas, y la manera más rápida de volverse una persona cuerda y feliz es ocuparse de los propios asuntos”. “El consejo de ella es que dejemos de ““ser buenas personas”, “un buen hijo”, “una buena madre”… lo cual hace que sigamos estancados en una forma de pensar, sentir y comportarnos que nos hace sufrir inútilmente y que no nos hace ser mejores personas.”(Bauman, 2008). ¿Cuál es el problema de esta visión para lo que venimos conversando?, que reduce los equipos de trabajo a suma de individualidades que no quieren trabajar juntos, que cada uno busca lo suyo, y que lo máximo que aspiramos en nombre de la solidaridad es a dar limosna o un rojo por un techo. Reflexiones un momento esto para la organización. Para la organización tiene un impacto grande ya que el mensaje es que nada se gana trabajando juntos ya que es hacer el trabajo por otros y las personas se comienzan a retraer. Pero lo más grave, es que muchas de las decisiones de la organización están en manos de los asesores del líder. Por lo tanto, el líder más que instructor, más que asesor, debe ofrecerse a sí mismo como ejemplo, más que como autoridad. ¿Qué buscan las personas hoy? Hoy las personas buscan ejemplos no líderes. Debe representar no el líder por sí mismo, sino la imagen de los líderes que son capaces de entender las necesidades individuales, las cosas

que importan, y conjuntarlas para el bienestar común. En este mundo posmoderno o de tiempos hipermodernos (Lipovetsky, 2006), la persona debe sentir que hacer bien el trabajo está en sus manos, pero la otra parte del desafío para las organizaciones y para la búsqueda del bien común está en cómo hacerla que se involucre no solo en su beneficio sino en el beneficio colectivo. Bauman (2008:77) dice “Estas condiciones de vida impulsan a la gente a buscar ejemplos, no líderes. La instan a esperar que las personas famosas- todas y cualquiera de ellas- le muestren cómo hacer las cosas que importan”.

2. UNA SOCIEDAD DE HIPERCONSUMO Y NARCISISTA Introduzco en este punto un ejemplo reciente para que vean lo actual de este tema. Hará no más de un mes hubo una polémica aquí en Costa Rica en torno a jugadores de un equipo de futbol muy importante: el deportivo Saprissa y su excapitán Erick Lonnis. “En su programa de radio, el excapitán del Saprissa y de la Selección de Costa Rica, Erick Lonis, denunció la existencia de princesos en nuestro fútbol. Enumeró cinco supuestos casos en la S , pero, más que eso, destapó la existencia de una actitud negativa en forma de arrogancia, indisciplina, vagabundería, falta de humildad para reconocer errores y toda una serie de conductas de patán que eclipsan lo deportivo. Más allá del camerino morado, Lonis definió una enfermedad deportiva que azota a jóvenes sin pasión por el fútbol, sin sentido grupal, sino narcisistas, materialistas, egoístas y hedonistas que dividen camerinos. Mientras los jugadores responsables se cuidan, no beben ni trasnochan, se esfuerzan y hasta juegan adoloridos por amor al club o por simple profesionalismo, aquellos llegan tarde, se burlan de los regaños y si les duele un poquillo la “jupa”, no juegan. Se “pasean” en lo grupal.”(Baldares, E, La Nación, 13 de octubre 2015).

¿Qué vemos aquí? El signo de una sociedad decadente, donde cada uno está por sus intereses y por ver qué club de Europa lo contrata, es decir la aspiración es ser vendido. Hay poca mística por el equipo, lo grupal, pero sin embargo, el director técnico debe interpretar esos signos e ingeniárselas para hacer equipo, trabajar lo grupal y dar el ejemplo de líder. Por esos necesitamos cada vez líderes más inteligentes y capaces de comprender el entorno fangoso en el cual se desarrolla las relaciones humanas. En esta sociedad donde prevalece lo individualista, el individuo proclama su derecho a realizarse (Lipovetsky, 2006) y en esa proclama cae en las garras del hiperconsumismo. El mismo individuo se convierte en una mercancía. Aunque la búsqueda es individual también lleva a un narcisismo colectivo. “Es un narcisismo colectivo el que se está viviendo en el sentido de que el discurso agrupa lo que está cerca, a la mano, a lo que es similar o idéntico a uno mismo: ramificaciones de lo colectivo, intereses miniaturizados, grupos hiperespecializados: los grupos de interacción se contraen haciendo minigrupos, pero explotan en su diversidad” (Tames, S.F. p.2). Este mal no es solo en el ámbito deportivo. El narcisismo invade los diferentes ámbitos de la vida social. Esta sociedad narcisista explota el self, sé tu mismo nos dicen. De ahí el inmenso éxito de las redes sociales. Ese éxito proviene de la posibilidad que tengo de compartir con los demás mi privacidad. Las mismas han invadido la vida privada de las personas que la exponen como su fuera pública. Hay una avidez de encontrar a otras que le den me gusta a mi imagen y a lo que publico, es una forma de buscar reconocimiento en un mundo donde la imagen se vende y se compra. Es la desesperación por salir del mundo anónimo y de la soledad, y entrar en el reconocimiento de la red, y en nombre de esa muerte del anonimato estoy dispuesto a sacrificar mi privacidad. Parece que hoy día disfrutamos de no tener secretos. Nos dice Bauman (2011) que: «La esencia de las redes sociales está en el intercambio de información personal.» Los usuarios se alegran de «revelar detalles íntimos de su vida personal», «colgar información detallada » y «compartir fotografías». Se estima que el 61 por ciento de

los adolescentes británicos de entre 13 y 17 años «tienen un perfil personal en una red social» que les permite «socializar en línea». Por lo tanto, nuestra vida social se ha convertido en una cibervida donde las relaciones sociales se ejecutan ahora desde una computadora u otro dispositivo electrónico. Los vínculos sociales con co-presencia de los que hablaba Sotolongo y Delgado (2008) y las relaciones sociales con otras personas pasan a un segundo plano. La vida social desde el ciberespacio no es solo una moda, es una necesidad para los jóvenes de hoy donde el comentar y el mostrar se ha convertido en lo más importante. Si no se accede a ella, a Facebook, Instagram, u otra red popular nos espera la muerte social (Bauman, 2011). 3. UNA SOCIEDAD HEDONISTA Y QUE TODO LO EXPLOTA La sociedad actual es una sociedad hedonista que se caracteriza por la insolidaridad y el individualismo. Esto lleva a que la labor de equipo sea un desafío y el interés por los demás no sea parte de nuestra agenda. Un mundo como el que hemos venido describiendo dificulta la solidaridad y esta se limita a dar una limosna solo para hacernos sentir bien con nosotros mismos o para merecer la aprobación de los demás, que en última instancia alimenta nuestro ego. Esa búsqueda del placer personal, del placer por el placer es parte del culto al cuerpo el cual pasa a ser parte del mercado y también se debe mercadear si se quiere ser vendido por el “dueño” y comprado por la multitud en el caso de las redes sociales. Valores como la libertad y el amor se confunden con el libertinaje y el sexo. Ser feliz y gozar la vida tiene precio. El que no tiene los medios para adquirir los bienes y servicios que hacen feliz caen en la infelicidad creando personas frustradas. En el capitalismo hiperconsumista no importa agotar los recursos naturales, ya que no tenemos certeza del futuro. Por lo tanto, viva hoy, consuma hoy, que mañana no sabemos si estamos vivos. Esa es la consigna.

Es por eso que se hace urgente buscar salidas a esa sociedad hedonista, de hiperconsumo y situar al ser humano y la naturaleza como eje central del accionar de la economía y de la sociedad en general. Algunos de los enfoques, sin ser exhaustivo, que a mi criterio pueden ayudar a buscar una salida son: -

El enfoque de la racionalidad reproductiva de la vida

-

La economía solidaria

-

Y el más reciente el enfoque expuesto por el Papa Francisco en Laudato Si: Cuidado de la Casa Común

4. ENFOQUES ALTERNATIVOS MÁS FRATERNOS Y SOLIDARIOS El enfoque de la racionalidad reproductiva de la vida Este enfoque ha sido propuesto por Frank Hinkelammert y Henry Mora donde propugnan por la reformulación de la economía tradicional hacia una economía para la vida y una ética del sujeto. Una Economía para la Vida… se debe ocupar de las condiciones que hacen posible esta vida a partir del hecho de que el ser humano es un ser natural, corporal, necesitado (sujeto de necesidades). Se ocupa por ende, particularmente, de la producción y reproducción de las condiciones materiales (biofísicas y socio-institucionales) que hacen posible y sostenible la vida a partir de la satisfacción de las necesidades y el goce de todos, y por lo tanto, del acceso a los valores de uso que hagan posible esta satisfacción y este goce; que hagan posible un vida plena para todos y todas. (Hinkelammert y Mora, 2008:28).. Para los proponentes el capitalismo globalizado se ha erigido como una ideología que incentiva la competencia a muerte y la eficiencia abstracta. Es un mundo de “ganadores” y “perdedores”. Y en esa afirmación de poder total e indiscutido “prescinde de toda referencia a los seres humanos concretos como fuente de legitimidad, afirmando su legitimidad por la legalidad y por la fuerza” (Hinkelammert

y Mora, 2008:20). Este carácter, que el capitalismo se ha dado a sí mismo, de ser universal, total, globalizado también ha impregnado a las ciencias sociales. Los autores afirman que la economía, en particular, ahora se conduce “como si se tratara de una guerra económica, en la cual se busca conseguir y mantener ventajas competitivas que hagan posible salir de la misma como vencedores” (Hinhelammert y Mora, 2008:20). No busca producir teorías o una forma de entender esta economía sino contribuir al triunfo de esta confrontación bélica: la competencia a muerte. La propuesta de una “ciencia de la reproducción o sustentabilidad de las condiciones materiales que hacen posible la vida” (Hinkelammert y Mora, 2008:21) es coherente con la visión de privilegiar en el análisis al ser humano, es decir, por encima de todo debe estar la reproducción y desarrollo de la persona. Para poder hacer eso es necesario partir del valor de uso y no del valor de cambio y hasta de la misma mercancía. A nuestro entendimiento ese punto de partida es fundamental ya que para satisfacer sus necesidades, tanto corporal como natural, los valores de usos se deben integrar en el circuito natural de la vida humana. Esas necesidades humanas van más allá de las necesidades fisiológicas y se amplían a las necesidades antropológicas que engloban las materiales, culturales y espirituales. Es decir las necesidades corporales entendidas estas no solo como la del cuerpo físico sino la del cuerpo social, cultural y espiritual. Debemos analizar la satisfacción de las necesidades a partir del circuito natural de la vida humana, circuito o “metabolismo” que se establece entre el ser humano, en cuanto a ser natural (o sea, parte de la Naturaleza), y su naturaleza exterior o circundante, en la cual la vida humana es posible y se desarrolla (medio ambiente). En este intercambio entre

el

ser

humano

en

cuanto

que

naturaleza

específica

(específicamente humana) y la naturaleza externa a él (medio biótico y abiótico), la naturaleza en general es humanizada (o deshumanizada) por el trabajo humano. Ese trabajo es, por ende, el enlace de este circuito entre el ser humano y la naturaleza. ( Hinkelammert y Mora, 2008:42).

Este enfoque es una búsqueda válida a una racionalidad alternativa, acorde con la vida, principalmente humana, pero que va más allá, a la vida de la propia Naturaleza, en todas sus dimensiones lo que permite asegurar la vida. Es una búsqueda una racionalidad diferente a la racionalidad medio fin, a lo irracional de la racionalidad del pensamiento neoclásico, del neoliberalismo, del capitalismo mutante. El enfoque de la Economía solidaria En cuanto al enfoque de la Economía solidaria (o popular, entre otros nombres) ha venido ganando espacio sobre todo entre los pobres e excluidos. En ella convergen muchas propuestas, proyectos y pensamientos, todos alrededor de la consideración de una sociedad más justa e igualitaria. Dentro de ésta, las mujeres también reclaman su espacio. Dantas (2008) es del criterio de que se debe superar las estructuras de la división sexual del trabajo mediante la ampliación del concepto de trabajo, el reconocimiento del trabajo no remunerado y la “comprensión de las llamadas esferas de la producción y la reproducción como articuladas (…) realizado por las mujeres. Es decir, es necesario alterar el paradigma de la organización del trabajo” (Dantas, 2008:14) y enfrentar el desafío de la economía solidaria con una perspectiva feminista. Lo anterior implica, parafraseando a Dantas, reordenar la lógica de género de espacios y tareas, y trasgredir los límites impuestos por la sociedad y los autoimpuestos por las mismas mujeres. Dantas aboga por una auto-organización de las mujeres que hacen economía solidaria y las percibe dentro de las luchas feministas desde al ámbito local hacia una construcción global de transformación que se quiere. En ese sentido ve a la economía solidaria como generadora de trabajo emancipador, democratizadora y como una oportunidad para superar la subordinación del trabajo con relación al capital. Razeto (2007) aboga por “que la solidaridad se introduzca en la economía misma, y que opere y actúe en las diversas fases del ciclo económico, o sea, en la producción, circulación, consumo y acumulación.” En otras palabras, de acuerdo con Razeto (2007) sería “producir con solidaridad, distribuir con solidaridad,

consumir con solidaridad, acumular y desarrollar con solidaridad.” Implica generar una nueva racionalidad económica basada en la solidaridad. La economía de la solidaridad, de acuerdo con Razeto, no se debe entender como opuesta a la economía de mercado y a la economía de la empresa. Uno de los puntos a tomar en cuenta es que, debido a la extensión de la pobreza y la marginación, la economía de la solidaridad se puede expresar por medio de una economía popular que busca asegurar la subsistencia y la vida cotidiana. Los pobres son más solidarios que los estratos de mayores ingresos, crean relaciones y unidades económicas basadas en la solidaridad debido a que comparten sus escasos recursos. Es el caso de las ferias populares, los artesanos, los pequeños negocios y su clientela local. “Incluso, al menos una parte de estas organizaciones económicas parecen ser portadoras de una racionalidad económica especial, de una lógica interna sustentada en un tipo de comportamientos y de prácticas sociales en que la solidaridad ocupa un lugar y una función central”(Razeto, 2007). Para José Luis Coraggio es necesario ir más allá ya que no es suficiente solamente con generar nichos de solidaridad. “Es preciso ir por más: por otra economía, por otra política, por otra sociedad, por otra cultura, por otro mundo” (2008:4) lo cual solo se logra mediante la articulación entre lo micro y lo local en procesos de nivel mesosocial de proyectos, pero también de grupos, comunidades, redes, movimientos, etc. Es un trabajo que se debe hacer desde abajo, despaciosamente, pero seguro, y que legitime cada una de las esferas en las que se actúe.

El cuidado de la Casa Común En Laudato Sí: El cuidado de la Casa Común, el Papa Francisco hace el siguiente llamado: “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar.”

Es un llamado de atención al mal uso que el capitalismo salvaje, que una vez denominara con ese nombre el Papa Juan Pablo II, ha hecho de los recursos de la tierra. El capitalismo que propicia el consumismo en extremo, que crea objetos y personas descartables, cosas light el que está agotando los recursos. Juan Pablo II “se ocupó de este tema con un interés cada vez mayor. En su primera encíclica, advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo» (Citado por Papa Francisco, 2015). Ahora, el Papa Francisco vuelve sobre el tema y agrega que: “Esta hermana (se refiere a la Tierra) clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella. Hemos crecido pensando que éramos sus propietarios y dominadores, autorizados a expoliarla. La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura”(Papa Francisco, 2015, p.3). Por lo tanto, los modelos económicos deben tomar en cuenta el respeto por el medio ambiente y detener el derroche y el uso irracional de los recursos. La solución no es solamente técnica sino de un cambio en el ser humano: un ser humano más solidario, de preocupación por los pobres y los excluidos. Es superar la racionalidad medio-fin que nos lleva al suicidio colectivo como apuntó Hinkelammert (2003), es superar el cálculo económico. No podemos caer en la indiferencia y no aceptar que estamos en un momento donde el problema del cambio climático se volvió fundamental, la cultura del

descarte de la sociedad consumista nos llena de basura y el problema del agua se acentúa con el agravante de la lucha por su privatización. 5. COROLARIO FINAL “La solidaridad que hace posible la subsistencia de los más débiles proviene de la sociedad civil, de las entidades sociales, de un concepto de persona socialmente responsable, participativa, llena, que sobrepasa al individuo consumidor.” (PUJOL, 2013).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Baldares, E (13 octubre del 2015). La generación F: de princesos y vasallos. Periódico La Nación. Tomado de: http://www.nacion.com/deportes/desde-latribuna/Generacion-princesos-vasallos_0_1517848217.html Bauman, Z (2008). Modernidad Líquida. Argentina, Fondo de Cultura Económica. Bauman, Z (2011). Vida de consumo. México, Fondo de Cultura Económica. Bauman, Z (2013). La cultura en el mundo de la modernidad liquida. México, Fondo de Cultura Económica. Beck, U (2012).Libertad o Capitalismo (Conversaciones con Johannes Willms). EDITORIAL: Paidós, S.A. (Primera edición) Berman, M (1982). Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad. España, Siglo XXI editores. Byung-Chul Han (2012). La sociedad el cansancio. España, Herder. Coraggio, J.L (2008). América Latina: Necesidad y posibilidades de Otra Economía. Revista ALAI, XXXII, 430, Segunda época. Agencia Latinoamericana de Información, Quito, Ecuador. Consultado de http://www.alainet.org/publica/430.html

Dantas, I (2008).Una economía solidaria con igualdad para las mujeres. Revista ALAI, XXXII, 430, Segunda época. Agencia Latinoamericana de Información, Quito, Ecuador. Consultado de http://www.alainet.org/publica/430.html Hinkelammert, F (2003). Solidaridad o suicidio colectivo. Heredia. Ambientico Ediciones. Hinkelammert, F y Mora, H (2006). Hacia una economía para la vida. Cartago. Editorial Tecnológica. Lipovetsky, G y Charles, S (2006). Los tiempos hipermodernos. España, Anagrama.

Papa Francisco (2015). Laudato Sí. El cuido de la casa común. Pujol,

J

(2013).

La

sociedad

no

existe.

Tomado

de:

http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/sociedad-existe-josep-oriol-pujolhumet-2488509 Razeto, L (1997). Los caminos de la economía de solidaridad. Argentina, Editorial LUMEN-HVMANITAS. Tamés, E (S.F). Lipovetsky: Del vacío a la hipermodernidad. Tomado de: https://www.academia.edu/11532482/Lipovetsky_Del_vac%C3%ADo_a_la_hiperm odernidad

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.