Hacia una modernidad reflexiva

Ir:1lDEALj

JUIVlf 28 DE FEBRERO DE 2002

Andalucía siglo XXI

Hacia una modernidad reflexiva

¿De qué hablamos cuando hablamos de la modernización de Andalucía? Cada sociedad debe optar por la forma de ser modernos que mejor se adapte a sus peculiaridades

MANUEL PÉREZ YRUELA DIRECTOR OEL INSTITUTO DE

ESTUDIOS SOCIALES DE

ANDALUCrA (lESA)

C

~~v~~:a-

te bajo el

lema de

La

Segunda Moderniza­

ción tiene el indudable interés de llamar la atención sobre los procesos de cambio que están teniendo lugar en estos momentos, a los que dificílmente pode­ mos sustraernos. Nos ob]]­ gará a imaginar el futuro ya definir, aunque sea a grandes trazos, el papel que los andaluces podemos desempeñar en él. Creo, no obstante, que esta propuesta debería entenderse también como una oportunidad para reavivar un debate todavía necesario entre los andaluces. Se trata de reflexio­ nar sobre los problemas y obstáculos que han hecho que nuestra incorporación a la modernidad haya sido tardía e incom­ pleta, y que nos anticipan que el camino para continuar avanzando en esa direC­ ción no está exento de dificultades. No es cuestión de perdernos en disquisicio­ nes sobre el pasado, sino de recordar que algunos de los problemas tradicionales de Andalucía fueron un obstáculo para la primera modernización y lo pueden seguir siendo para la segunda, aceptan­ do la metáfora de que el proceso de moder­ nización se produce por etapas en vez de ser un proceso continuo. CONVIENE DISTINGUIR entre moder­ nización como proceso general de cam­ bio cultural, económico y social, y segun­ da modernización como un proceso de adaptación a los cambios que se están pro­ duciendo en la actualidad, que están defi­ niendo las grandes tendencias que afec­ tarán a casi todos los asuntos en las pró­ ximas décadas: globalízación, nueva economía, tecnologías de la información y las comunicaciones, sociedad de la información y el conocimiento y expan­ sión de la cultura emprendedora, casi como sigila de los tiempos en lo que todo fluye con tanta rapidez. Sin duda, ambos aspectos están estrechamente relaciona­ dos, pues las características que ha teni­ do el proceso general de modernización de Andalucía condicionan nuestra incor­ poración a esta modernización de la que hahJamos hoy. El primer objetivo de este debate deberla ser precisar, hasta donde sea posible, lo que entendemos por modernización_ No se trata de un mero ejercicio de precio-

dia­

na,

sismo conceptual. Es más bien un ejerci­ cio de coherencia, una toma de posición, pues el término modernización no es uní­ voco ni está exento en su uso de orienta­ ciones valoratlvas. Prueba de ello es el intenso debate que hubo en su momento en las ciencias sociales sobre este con­ cepto y las críticas que se leformularon. Parte de ellas basadas en que el modelo de modernización de referencia fuera habitualmente el de los países democrá­ ticos con economías de mercado más desa· rrolladas. y, particularmente, el de los Estados Unidos. El término modernización es complejo. como se pone de manifiesto al hacer un repaso somero de las ideas y valores que suelen estar asociadas a él: racionalidad, institucionelización del cambio cientifi­ ca-técnico, aplicación generalizada del conocimiento a la solución de problemas, desarrollo tecnológico, previsión/antici­ pación, organización/burocracia, divi­ sión del trabaja, diferenciación y espe­ cialización institucional, eficacia y efi­ ciencia, prOductividad, universalismo, logro, meritocracia, movilidad socíal y geográfica. familia nuclear, familla mono­ parental, neutralidad afectiva, soberanla popular, libertad de los modernos, parti­ cipación ciudadana, democracia, socie­ dad civll, secularización, estado laico, estado/ sociedad del bienestar, y otros que omito para no cansar y que seguro que el lector puede añadir.

«Modernización es la adaptación a los cambios en asuntos como globalización, nueva ecopouúa, tecnologías de la información y las comunicaciones,

sociedad de la información y el conocimiento y expansión de la cultura emprendedora» A través de todas estas dimensiones se puede valorar el avance de la moderni­ zación en cualquier sociedad, pero todas ellas no forman un cOnjunto coherente y estructurado, todo él avanzando a la par en el proceso de modernización. Algunas

de estas .dimensiones están relacionadas entre sí de forma tal que el avance en ellas sólo es posible si se producen avances con­ vergentes en otras. Dificilmente pude pen­ sarse que el cambio cientifico-técnico se convierta en algo institucionalizado, coti-

2.8·F: Día de la autonomía andaluza

si

no se desa­ rrolla un siste­ ma de 1 + D de excelencla y bien dimen­ sionado. Como tampoco puede pensarse que crezcan las actitudes universalistas si no se hace de la meritocracia una prác­ tica habitual en la ocupación de las posi­ ciones sociales. O no es fácil que la socie­ dad civil se desarrolle y madure si el peso y la presenCia del estado sea tal, que, dejando poco espaCio para ello, ahogue el crecimiento de la sociedad civiL Por el contrario, existen sociedades, de las que no falten ejemplos, en las que conviven aspectos o dimensiones muy modernas con otras antiguas, premodernas e inclu­ SO arcaicas.

La modernización es un proceso que, ade­

más de complejo, tiene una componente

histórica especifica para CUalquier socie­

dad en la que queramos estudiarlo. No existe sólo una forma de transitar el cami­ no hacia la modernización, ni hay sólo una forma de ser modernos. Cada socie­ dad debe reflexionar y debatir sobre su devenir, para encontrar ahí sus fortale­

zas y debilidades a la hora de moderní­

zarse, y para optar por la forma de ser

modernos que mejor se adapte a sus pecu­

liaridades. Tal es la oportunidad que este

debate brinda a los andaiuces, que hari­

amos bien en aprovechar, para empezar

a practicar una modernidad reflexiva.

COMO LA MODERNIZACIÓN es compleja y

dificil de aprehender, las imágenes han servido para salvar esa dificultad, como anticiparan las de la película de Chaplin 'Tiempos Modernos', en una parodia que con los años se convertirla en reelidad.

L . -_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _._ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _

~.

__

~~_.

__

~._.

__

VIERNES

28 DE FEBRERO DE 2002

Andalucía siglo XXI

«La sociedad andaluza es

cla necesita de un nuevo impulso Illodol" nizadol' en términos sobre todo soclocul­ turales, esto os, de ciertos valores y lid j. tudes. Además, esto se vincula de mane· ra muy estrecha a la necesidad bnj'lel'ioslI que tenemos de ser capaces de crear mÍls emploo y riqueza, omprendiendo " Inllo­ vando en las activIdades pl'Oductivns y do toda índole, y mejol'ando en geneml Sil calIdad, eficacia y productividad. No tene­ mos demasiada información CO!lt¡-¡¡~tacla sobre estos asuntos, pero alguna hay pal'a empezm- a debatir. Se pueden apllntar algunos valores, actitudes y paut"" ",,