by Martín I. Rodríguez Ossés Lic. en Relaciones Internacionales Universidad del Salvador Managing Director de MRO Consulting Grup
[email protected] CRONOLOGÍA & FENOMENOLOGÍA Diciembre 2014 3. Los Países del ALBA en contra de las sanciones contra Rusia. 3. Reunión bilateral entre Honduras y Rusia. 4. Putin anuncia que reforzará lazos con América Latina. 7. Rusia y Argentina firman acuerdos bilaterales. 8. EEUU, China y Rusia compiten por grandes proyectos en Argentina. 10. Encuentro bilateral entre Ecuador y Rusia. 12. Perú se convierte en la tercera fuerza helitransportada con la compra de 24 helicópteros rusos. 14. Rusia ratifica apoyo al ALBA. 14. Perú recibe primeros 8 helicópteros rusos. 19. Ecuador firma memorando con Rosneft. 20. Empresa rusa Inter RAO Export anuncia colaboración en la construcción de una central hidroeléctrica en Argentina. 21. Comienza gira sudamericana de la película rusa sobre Stalingrado. 23. Lukoil venderá cargamento de crudo a Venezuela. 24. Rusia planea organización de juegos militares con presencia latinoamericana.
Enero 2015 13. Rusia extiende su gratitud a Nicaragua por apoyo mostrado y busca ampliar relaciones. 14. Nicaragua recibe a la presidente de la Asamblea Federal Rusa. 15. Maduro se reúne con Putin para discutir sobre crisis petrolera. 20. Aerolínea mexicana Interjet analiza la compra de 10 nuevos aviones rusos. 21. Rusia y Bolivia ultiman detalles para suspensión de visados.
29. 70 cadetes peruanas viajan a Rusia en el marco de cooperación militar. 30. República Dominicana inicia exportaciones agrícolas a Rusia
Febrero 2015 2. Interjet confirma la compra de 10 aviones rusos. 4. Rusia busca desarrollar cooperación con la CELAC. 6. México y Rusia se preparan para acoger una muestra recíproca de cine local. 10. Ministro de Defensa Ruso viaja a Cuba, Venezuela y Nicaragua. 15. Rusia niega tener planes de emplazar bases en América Latina. 16. Rusia evalúa construcción de bases de apoyo naval (para navíos rusos). 19. Rusia invita a América Latina a conferencia sobre desminado.
by Martín I. Rodríguez Ossés Lic. en Relaciones Internacionales Universidad del Salvador Managing Director de MRO Consulting Grup
[email protected] RESIGNIFICACION & SENTIDO Hablando en Global. El Cómo Con la consolidación del modelo Putin en el poder ruso, una de las aristas más importantes de los objetivos rusos se ha confirmado: el geopolítico. Con el tablero internacional siempre en juego, nuestra región se ha convertido en un espacio de poder ineludible. Esta realidad se explica desde distintos lugares pero fundamentalmente tiene asidero en el creciente margen de maniobra que la misma Latinoamérica se adjudicó (y se le permitió). Parte del éxito de esta posible reinserción de distintos actores en nuestra región se debe a la persona de Hugo Chávez, no como piedra fundamental pero sí como catalizador en el rediseño de política exterior de varios estados importantes como Argentina y Brasil. La retórica chavista prendió fuerte en los nuevos lineamientos de los países centrales de la región que transitaban la confirmación de modelos, siempre en lo retorico, lejanos a los Estados Unidos. El segundo factor se encuentra en la dificultad norteamericana de poder hacer frente a todos los escenarios abiertos pos administración Bush. La crisis económica y la guerra de Afganistán abrieron una ventana de maniobrabilidad para aquellos estados más al sur del continente. No debe menospreciarse el propio peso que le implicó al estado norteamericano la gobernabilidad de Obama constantemente en puja con un Congreso mayoritariamente opositor y sin directrices claras en política exterior. La reactivación económica de nuestra región también significó un faro de atención para nuevos actores globales como China y Rusia así como los obstáculos que la propia Rusia encontró en las sanciones impuestas por la OTAN y la inestabilidad política en Siria, enorme cliente; a eso hay que sumarle la necesaria e imperiosa consolidación de los nuevos bloques constituidos como el BRICS, en la que Brasil ancla a Rusia a la región. Rusia ha tenido vínculos históricos con Latinoamérica gracias a la relación atávica soviética con Cuba. Esta relación, más necesaria que honesta, facilitó la inserción en el modelo chavista por transición. Y el propio modelo chavista abrió las puertas en grande a la inversión rusa principalmente en el mercado armamentista, un verdadero alfil de la política exterior rusa. Gracias a ello países como Ecuador, Nicaragua, Perú, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y hasta Colombia y Chile, viejos aliados
norteamericanos, han firmado convenios millonarios o tienen intención de firmarlos. Si bien Rusia ha logrado cerrar convenios por distinto tipo de unidades, como la venta de Blindados Tigr, Vodnik, automóviles Ural, tanques T90 y sistemas Kornet-M, la estrella principal del mercado ha sido el parque de helicópteros, logrando penetrar el mercado desde México hasta la Argentina con unidades MI-17. Descontando a Venezuela, la mayor parte de las ventas se da en material de transporte y carguero pero Brasil y Colombia ya han reservado unidades de Ka62 y países como la Argentina tienen en estudio la adquisición de aviones de combate ruso (aunque difícilmente pueda abandonar el parque francés). Es decir, el perfil de compra se va lentamente volcando a unidades de tipo bélico empujado también por el rearme venezolano que ha gastado más de 12 mil millones de dólares en ello adquiriendo cazas SU30MK2V, helicópteros MI-17V5, MI-26T2, MI-35M2, tanques T-72B1, sistemas lanzacohetes Smerch, sistemas antiaéreos S300V, sistemas de vigilancia costera BAL-E y la instalación de fábricas de AK-103 con su respectiva munición. En resumen, la compra de material ruso se explica tanto desde el costo como en la necesidad de no perder el paso de estados competidores. Según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), la región ha incrementado en un 10% el presupuesto militar entre 2009 y 2013. El dilema de seguridad, preexistente en los casos de Chile, Bolivia, Perú y Ecuador, se extendió a Venezuela y Colombia. La segunda pata de inversiones se encuentra en el sector energético. Rusia tiene participación fundamental en los 3 grandes país del cono sur; contando con productos rusos en 7 centrales hidroeléctricas en Argentina, 5 en Brasil y 2 en Chile. Y para cerrar los distintos nichos, las sanciones a Rusia empujan a buscar reemplazas en ciertos productos como el salmón y las manzanas, donde Chile podría ser un perfecto socio. El Por Qué Pero el hecho de que Rusia volteara su mirada a nuestra región no obedece simplemente a una necesidad económica. Muestra de ellos se encuentra en la instalación de medios de comunicación ruso en la región como RT, y en un futuro próximo Sputnik. Y este movimiento podría valer más que todo el dinero involucrado en el mercado armamentístico porque insertaría a la región en una nueva dinámica comunicacional; fundamental a la hora de redireccionar a una opinión pública tan acostumbrada a una visión “occidental” de los asuntos internacionales. Buena parte del éxito ruso en el presente conflicto ucraniano se explica por la existencia de un segundo agente comunicador que contrasta los medios tradicionales como la CNN o la BBC (no quisiera menospreciar tampoco al enorme peso de las redes sociales que democratizan el acceso a la información). Quizás el desafío más grande para las aspiraciones rusas se encuentre en desmontar el velo ideológico erigido durante tantos años. Aun mucha gente ve a Rusia como un estado comunista, y el sentir ideológico latinoamericano aún no se desprende del sentir religioso. Hay anteojos que Rusia debe quitar para mostrarse como un actor natural en las relaciones bilaterales.
Es aquí donde las teorías constructivistas pueden aportar una mirada distinta y que permitan encontrar otra fuente de explicación a las acciones de los Estados (1). Para la teoría constructivista el concepto de identidad es crucial; y en virtud de la percepción y el entendimiento que tenemos de la misma es que se resignifican no solo los actores sino también sus acciones (2). Ello permite explicar cómo se superan los dilemas de seguridad en distintas regiones como la nuestra (Argentina-Chile) (3) o cómo se desplazan lecturas materiales en términos de poder. Rusia necesita, y en virtud de ello acciona, re identificarse en Latinoamérica con el obstáculo de saber que las lecturas predominantes de su principal contendiente, los Estados Unidos, son materiales. La primera preocupación que deberían tener los norteamericanos está en evitar que Rusia sea un actor legítimo en la región. Y con legítimo me refiero a uno en el cual se lo identifique como igual (4). Por muchos años el otrora hegemón logró constituir exitosamente a Rusia como un otro; un subsistema distinto de raíz que no representaba el sentir del bloque. Esta construcción, irónicamente, se dio a partir de una retórica lejana a las teorías materiales que hubiesen dictado un accionar dirigido por el peligro material que Rusia constituía. Es decir, Rusia representaba un peligro militar y económico. Estas referencias pueden encontrarse en toda la construcción de poder norteamericano a partir de cómo resignificaba a su oponente. Rusia, en términos constructivistas, necesita re institucionalizarse. Necesita reconstruir el qué permite la relación entre actores para dar lugar al para qué se necesitan. En este sentido, vender armas o tecnología es completamente insuficiente si en términos políticos no se supera esa distancia identitaria que en administraciones posteriores terminan bloqueando la relación comercial. El BRICS en este sentido, ha sido un gran primer paso para canalizar en un nuevo sentido las relaciones entre estados rompiendo la unidad hemisférica. Con Brasil como indiscutible motor de la región, Rusia ya construyó el puente necesario para ingresar a la misma, y le permite dar el puntapié inicial para normatizar (generar expectativas compartidas sobre comportamiento apropiado sostenidas por la comunidad de actores) (5), y dar forma a los intereses mutuos. Para culminar, el ejercicio de re identificación entre los estados mencionados se ve favorecido por los procesos políticos domésticos que han reseteado en algún punto las cosmovisiones imperantes (6). Tanto la caída del comunismo como el retorno a los procesos democráticos han permitido romper ligazones de estricto origen ideológico; y en Latinoamérica, con sus grandes vaivenes políticos, ha permitido una redefinición de las estrategias de política exterior en países como la Argentina en la cual, un realismo periférico dictaba los cursos de acción. Es términos teóricos, podríamos decir que la indivisibilidad del Estado como actor no es tal y que la propia fuerza de autopercepción forjó distintos modos de comportamiento que permitieron relanzar los procesos de integración regional primero, y apertura a nichos antiguamente vedados después.
Bibliografía:
(1) Price, Richard y Christian Reus-Smit (1998) "Dangerous Liaisons? Critical International Theory and Constructivism", enEuropean Journal of International Relations, Vol. 4, Nº 3 (2) Wendt, Alexander (1999) Social Theory of International Politics, Nueva York, Cambridge University Press. (3) Guzzini, Stefano (2000) "A Reconstruction of Constructivism in International Relations", en European Journal of International Relations, Vol. 6, Nº 2. (4) Klotz, Audie y Cecilia Lynch (2007) Strategies for Research in Constructivist International Relations, Nueva York, M.E. Sharpe. (5) Finnemore, Martha (1996) National Interests in International Society, Nueva York, Cornell University Press. (6) Herman, Robert (1996) "Identity, Norms, and National Security: The Soviet Foreign Policy Revolution and the End of the Cold War", en Katzenstein (ed.) The Culture of National Security. Norms and Identity in World Politics, Nueva York, Columbia University Press. Ria Novosti, portal de noticias ruso. http://sp.rian.ru/ Russia Beyond the Headlines. http://es.rbth.com/ El Heraldo. www.elheraldo.hn El Comercio. www.elcomercio.pe
