Guía para el análisis ético de la película \"Doce hombres sin piedad\"

September 16, 2017 | Autor: M. Quintana Paz | Categoría: Criminologia, Ética, Cinema E Educação, Cine Y Educación, Deliberación Moral
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Descripción

Doce hombres sin piedad

Deontología

Guía para el análisis ético de la obra

Doce hombres sin piedad (guion de Reginald Rose; adaptación y dirección de Gustavo Pérez Puig, 1964)

Profesor: Miguel Ángel Quintana Paz

Asignatura: Deontología Profesional

Objetivos: 

Comprobar cómo el diálogo argumentativo entre muy diversas personas sobre cuestiones cotidianas donde es difícil tomar una decisión contribuye a que tal decisión se tome con mayor racionalidad por el aprendizaje que nos proporciona



Identificar y reflexionar sobre las diversas virtudes y defectos que dan forma a diferentes caracteres éticos que podemos encontrarnos todos los días en nuestra sociedad, y examinar cómo tales virtudes y defectos favorecen o perjudican la calidad de nuestras deliberaciones

Temas del programa de la asignatura con los que se relaciona la película: 

Tema 4 (La ética aristotélica o de las virtudes)



Tema 1 (Relación entre ética y Derecho)

Metodología: 

El alumno deberá visionar la película de manera reflexiva y contestar a las preguntas que figuran en esta Guía.

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Doce hombres sin piedad

Deontología

Los personajes de la obra:

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Doce hombres sin piedad

Deontología

Nota: En la versión estadounidense de la película (Twelve Angry Men, Sydney Lumet, 1957), los diversos papeles están interpretados por los actores siguientes: Henry Fonda (jurado 8), Lee J. Cobb (jurado 3), E.G. Marshal (jurado 4), Jack Warden (jurado 7), Ed Begley (jurado 10), Martin Balsam (jurado 1), John Fiedler (jurado 2), Robert Webber (jurado 12), George Voskovek (jurado 11), Jack Klugman (jurado 5), Ed Binns (jurado 6), Joseph Sweeney (jurado 9).

Cuestiones a resolver por el alumno:

Primera cuestión: Identificación de diversas virtudes y defectos del carácter ético

Uno de los mayores intereses de visionar este largometraje en nuestra asignatura reside en el hecho de que cada personaje de la obra representa de forma paradigmática un tipo de carácter ético. Por lo tanto, es importante que usted sepa identificar qué virtudes y qué defectos éticos posee cada uno de esos personajes, y cómo nos afectan a la sociedad (y a la toma de decisiones en sociedad). Para ello, se le ofrecen a continuación (ordenadas desde la letra A hasta la letra L) las doce descripciones que podríamos hacer sobre la personalidad ética de cada uno de los personajes. Sus tareas como estudiante consistirán en:

1. Vincular cada descripción (de la letra A hasta la letra L) con aquel personaje (del 1 al 12) con el que mejor case 2. Completar cada descripción con otras características éticas que usted considere relevantes del personaje en cuestión 3. En cada descripción aparecen algunos términos señalados con negrita y un asterisco (*). Estos son términos de gran importancia en el lenguaje ético sobre las virtudes, de modo que usted deberá cerciorarse de conocer bien su significado con la ayuda de diccionarios, enciclopedias, internet, etc.

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Doce hombres sin piedad

Deontología

Análisis descriptivo de doce caracteres éticos

Letra

A

B

C

Sobrenombre posible

Descripción detallada (a completar con otros rasgos considerados significativos)

El Virtuoso

Es el personaje que más insiste en el deber ético que tienen todos de hablar para intentar encontrar en común una solución lo más racional posible. Se mueve, pues, por ideales éticos elevados incluso cuando ello no es fácil. Destaca por su templanza* y por su racionalidad (no se deja llevar por su emotividad, aunque a veces sufra agresiones verbales). Por ello es capaz de oponerse a una sociedad hostil y aferrada a sus prejuicios*, aun estando en minoría; es capaz de ser un rebelde social (y de serlo firmemente) pero no de modo destructivo, sino simplemente crítico e intentando siempre mejorar a los demás, sacar lo bueno que hay en ellos, favorecer su areté*. Seguramente este es el motivo por el cual no tiene afán de revancha ninguno sobre aquellos a los que vence en la discusión (como se ve especialmente en la penúltima escena del filme). Y también por ello, y a pesar del duro esfuerzo que ha tenido que hacer, puede mirar hacia atrás a esa parte de su vida con satisfacción (como se ve en la última escena del filme).

El Líder Se trata de un hombre sencillo, sin ganas de destacar a pesar de Bienintencionado que se le ha otorgado un papel relevante en la deliberación del pero Débil jurado. Es patente que cuenta con una clara voluntad de hacer las cosas bien. Sin embargo, es demasiado susceptible a la crítica, lo cual lo apoquina cuando otro miembro del jurado se enfrenta directamente con él. Esta debilidad suya menguará mucho su capacidad de imponer el ideal ético en el mundo, a pesar de que desde su posición de cierta jefatura podríamos pensar que lo podría haber tenido más fácil que el Personaje Virtuoso.

El Noble pero Poco Reflexivo

Es una persona que se rige por principios, noble, y por ello sale en defensa del anciano cuando el Personaje Iracundo lo trata despectivamente. No tiene prejuicios y por ello acepta relativamente pronto los buenos argumentos que se dan. Sin embargo, tal y como confiesa en un determinado momento, 4

Doce hombres sin piedad

Deontología está poco acostumbrado en su vida a reflexionar y tomar decisiones, pues tiene un trabajo en que siempre está subordinado a la voluntad de otros. Tal vez por ello al principio se dejó llevar por la masa, aceptando el veredicto de culpabilidad del acusado sin ser consciente (como sí lo fue el Personaje Virtuoso) de las incongruencias que se encerraban en el caso.

D

El Bueno que pasa Desapercibido

Nos las habemos aquí con un hombre poco llamativo, pero con un carácter claramente templado (algo que se le llega a reprochar por quienes carecen de su templanza) y moral (y por ello es capaz de reprochar al Personaje que Antepone sus Intereses Triviales lo inmoral que es el hecho de que cambie de opinión simplemente por apresurar el final de la reunión). Aunque debido a su poco protagonismo nunca podrá (a diferencia del Personaje Virtuoso) inducir cambios significativos en la sociedad que le rodea, sin embargo con su presencia callada y moral ayuda a crear un ambiente ético favorable a la reflexión y a la ausencia de sesgos, en que el diálogo redunde en beneficio de todos.

E

El Aparentemente Seguro de Sí

Este es un personaje abierto, aparentemente seguro de sí y con personalidad, pues está acostumbrado por su profesión (trabaja en el mundo de la publicidad) a dar esa apariencia. Sin embargo, también debido a su oficio está habituado a la persuasión para conseguir cosas, y no tanto a reflexionar racionalmente para encontrar la verdad. Por ello, a medida que avance la discusión y se vaya imponiendo la verdad de los hechos, demostrará no estar acostumbrado a razonar las cosas por sí mismas, y cambiará de opinión varias veces. Demostrará así poseer un carácter titubeante, lejos de la autoconfianza que había querido mostrar al principio. El diálogo ha revelado su verdadero carácter*.

F

El Endeble que Crece durante la Discusión

Aparentemente es una persona sin criterio propio, muy dependiente del entorno que le rodea: apenas puede siquiera justificar su voto inicial de culpabilidad. Sin embargo, el curso de la deliberación le ayuda precisamente a ir despertando sus valores, a irse haciendo fuerte. De este modo, aunque se ha dejado avasallar en varias ocasiones por varios personajes desde el principio de la obra, hacia la segunda mitad de la película será capaz incluso de enfrentarse a otros por aquello que cree que es justo. La oportunidad de dialogar con los demás le ha hecho mejor persona; ha sabido utilizar esa experiencia para 5

Doce hombres sin piedad

Deontología perfeccionarse.

G

El que Antepone sus Intereses Triviales

Se trata de un hombre sin el menor interés por conseguir de la discusión un resultado justo para la sociedad; sólo le interesa sacar lo mejor para sí mismo (que, en este caso, es el hecho de que la reunión termine cuanto antes). Este egocentrismo resulta especialmente espeluznante si se tiene en cuenta que la discusión puede quitarle la vida a un hombre, mientras que el beneficio que va a sacar este personaje es simplemente pasar un buen rato de diversión tras salir de los juzgados. Incluso cuando cambia de opinión, lo hace simplemente con una finalidad hedonista*. A pesar de lo primario y vulgar de su actitud, no admite críticas contra ella. Denuesta todo lo que le estorba para sus fines personales, y ello se revela en la poca coherencia de su opinión. De hecho, reconoce que usa el humor y sus gracietas con esa única finalidad.

H

El Clasista

Sus prejuicios contra la gente de clase baja le ciegan; no puede entender los argumentos ni aprender durante la discusión pues está obcecado en su odio hacia la gente que vive en los suburbios. Además, es tan codicioso que desprecia el tiempo que emplea en la discusión porque no le reporta ningún beneficio económico e incluso le hace perder posibles ganancias (resalta el hecho de que la discusión, como siempre que se emprende el camino del diálogo, tiene un alto coste de oportunidad*). Para este personaje, la gente sólo cuenta si puede sacar algún beneficio de ella y, dado que la gente de los suburbios tiene demasiado poco dinero como para poderle enriquecer, la considera en su inmensa mayoría como sólo una amenaza (“delincuentes”) para su posición privilegiada.

I

El que se ha Este personaje resulta una interesante contradicción de los Hecho Honrado a prejuicios del Personaje Clasista ya que, aunque se educó en un sí Mismo ambiente suburbial y de clase muy baja, ha logrado salir adelante y convertirse en un ciudadano honrado. Es más: sabe aprovechar sus experiencias negativas en el suburbio para provecho de los demás (así, les enseña cosas que sólo saben los que viven en tales malos ambientes, y con ello ayuda a otro chaval de los malos ambientes –el acusado–). Aunque es acusado de blandengue por parte del Personaje Iracundo (que tiene el prejuicio de que alguien que viene de su contexto social debería resultar más duro e inmisericorde), no varía su actitud ni su juicio por esta ofensa: no se deja avasallar ni intenta demostrar que es lo que no es o que piensa lo que no piensa. 6

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Deontología

J

El Atento y Experimentado

Aunque no es el que mejor habla ni el que mejor razona, sí que sabe aprovechar su gran experiencia vital para fijarse en finos detalles que le revelarán cómo son las personas que tiene delante (por ejemplo, los dos testigos fundamentales del juicio, en quienes ha percibido detalles que a todos los demás se les escaparon y a quienes ha comprendido en un sentido psicológico mucho más profundo que ningún otro). Pese a esta sabiduría suya, lo cierto es que la vida no le ha proporcionado éxitos ni reconocimiento. Pero, lejos de volverse resentido contra la sociedad, o inventarse motivos para que los otros le presten atención (como hizo, por cierto, uno de los dos testigos, que en cierta medida es un personaje en su misma situación), este personaje sigue estando dispuesto a ayudar a la sociedad con sus valores, a pesar de que ello a menudo le cueste soportar las afrentas, la impaciencia o la ira de los demás. No le mueve el rencor sino que, casi desde el principio, le ha impresionado y ha querido estar a la altura del ejemplo de heroísmo que ha dado el Personaje Virtuoso al ser capaz de enfrentarse a todos los demás.

K

El Iracundo

Este personaje, aunque insiste en que él se atiene a los hechos y no a los sentimientos (excusatio non petita, accusatio manifesta*), está obcecado por su resentimiento* personal. Su negativa a admitir que quepa la menor posibilidad de duda en cosas donde claramente sí que cabe, junto con su absolutismo (afirma que “todo” corrobora su posición), le colocan en una posición insostenible. Confunde sus obsesiones personales con su opinión personal. Cree que se sentirá mejor si condena a alguien por algo que en realidad le hizo otra persona, y por ello se identifica con la víctima. Sin embargo, su verdadera liberación no vendrá, curiosamente, de conseguir ese objetivo de “venganza”, sino al reconocer en el diálogo, ante los demás, lo que le está atormentando. Pues el diálogo a veces también tiene este fin “terapéutico”, algo que nos recuerda las tesis de Sigmund Freud*.

L

El Fríamente Racional

Es templado y frío en su argumentación como el Personaje Virtuoso, aunque ambos disientan durante casi toda la película. No se deja condicionar por lo que piensen los demás, sino sólo por las buenas razones; no busca antipatías ni simpatías (y por ello no hace caso al Personaje Iracundo cuando éste busca una y otra vez su complicidad), sino que sólo busca la verdad. Por ello, 7

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Deontología cuando la fuerza de los argumentos le acaba mostrando que está equivocado, no tiene inconveniente en cambiar su opinión. Él no ha vivido la discusión (y ello le diferencia de muchos otros) como una cuestión de enfrentamiento entre “bandos”, sino sólo como una búsqueda de razones: y por ello no tiene problema en condenar al Personaje Clasista en su discurso más lleno de odio, incluso cuando lo que dice este Personaje Clasista apoya su mismo veredicto de culpabilidad. En suma, se trata aquí de un personaje que no busca beneficio ninguno en la discusión, y es tan justo como para dedicar una larga charla al acusado a pesar de lo claramente que está convencido de su culpabilidad desde el principio. Con todo, a este personaje le falta algo para ser del todo admirable (como sí lo es el Personaje Virtuoso) –algo que analizaremos más adelante, en la pregunta 3.3–.

Segunda cuestión: Identificación de los elementos que hacen que nuestros juicios sobre la realidad puedan estar equivocados o sesgados

Hay numerosas cosas que nos impiden tener juicios justos sobre lo que nos rodea. La película muestra varias de ellas. Ofrezca al menos un ejemplo de cada una de estas modalidades:

2.1)

Los prejuicios o ideas preconcebidas sobre la realidad

2.2)

Los prejuicios o ideas preconcebidas sobre los demás

2.3)

Los intereses personales

2.4)

La influencia de lo que piensa la mayoría

2.5)

El miedo a proyectar una imagen que sea rechazada por los demás

2.6)

El dejarse llevar por las apariencias de manera acrítica

2.7)

La tozudez, el no querer reconocer que uno se ha equivocado

Tercera cuestión: Diversas preguntas éticas

3.1) ¿Es posible ser personas tremendamente firmes en nuestras convicciones, personas que no nos dejamos llevar por la masa o por el qué dirán, pero a la vez ser personas muy abiertas al diálogo con los demás? ¿No son ambas cosas contradictorias siempre? Ilustre su respuesta con algún ejemplo de la película.

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3.2) El comportamiento del Personaje Virtuoso es difícil, entre otros motivos, porque tiene que soportar diversas acusaciones por parte de algunos otros personajes, que no siempre se creen que actúe movido meramente por el afán de justicia y le atribuyen todo tipo de adjetivos y malas intenciones. Dé algunos ejemplos de estas acusaciones contra el Personaje Virtuoso. ¿Conoce usted algún otro tipo de acusaciones que se suelan hacer a aquellos que se atreven a desafiar, por motivos éticos, la opinión de la mayoría o de los poderosos?

3.3) Fíjese en que, en realidad, el Personaje Virtuoso no sabe con certeza total si el acusado es inocente. ¿Por qué lucha, entonces, a lo largo de toda la discusión? ¿Qué es lo que le mueve en la ímproba tarea que ha decidido arrostrar ante tantos opositores?

3.4) Es patente que el Personaje Virtuoso aprovecha el desarrollo de la discusión para ir conociendo mejor a cada uno de sus interlocutores, y para poder así dar a cada uno de manera personalizada algún argumento o demostración que le pueda ayudar a salir de sus prejuicios. Indique algún ejemplo de escena en que esto se perciba en la película de manera muy especial.

3.5) Los dos personajes que más destacan por su racionalidad y templanza durante la película son el Personaje Virtuoso y el Personaje Fríamente Racional. ¿Por qué, sin embargo, nos parecen tan diferentes entre sí y mantienen durante casi toda la discusión posiciones tan contrapuestas? ¿Qué virtud tiene el Personaje Virtuoso que le falte al Personaje Fríamente Racional?

3.6) Explique cómo el final de la película nos muestra que lo ético, en realidad, no es buscar venganza contra aquellos que se equivocan gravemente contra los demás (como ha hecho el Personaje Iracundo), sino simplemente evitar que hagan el daño que querían hacer; una vez conseguido esto, incluso a quienes querían hacer daño es éticamente elegante darles una nueva oportunidad.

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3.7) ¿Podríamos decir que la película nos muestra la forma en que una persona enseña a todas las demás la verdad, o más bien el aprendizaje se produce por parte de todos al hablar entre todos? ¿Se aprenden sólo algunas “verdades” o también otras cosas? Argumente su respuesta a estas dos preguntas.

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