Guía arqueológica y geográfica para la Relación de Michoacán (2000)
Descripción
Jerónimo de Alcalá
R elación y
m eros
de las cerimonias
y población y gobernación
DE LOS INDIOS DE LA PROVINCIA DE M e CHUACÁN
Moisés Franco Mendoza
■
.
s
Coordinador de edición y estudios
ÉL COLEGIO DE M1CHOACÁN, A.C.
GOBIERNO DEL ESTADO DE MICHOACÁN
V»l!OUc?Ttú¿s\ LUÍS
poder. Mientras los asistentes a la fiesta escucha
literaria, es una rica fuente de datos etnográficos
ban las míticas aventuras de Taríacuri. el héroe
e históricos. Gracias a Irav Jerónimo de Alcalá,
principal del relato, nadie sabía ni imaginaba que
el probable autor del manuscrito, surgen ante
su rey-descendiente directo del mismo Taríacu
nuestros ojos, al igual que hace cientos de años
ri- moriría de una enfermedad llegada desde el
surgían ante los ojos de los ''m alhechores”
otro lado del mar y mucho menos que ése sería el
tarascos, los personajes legendarios del antiguo
preludio del fin de su imperio. Tampoco sabían,
Michoacán: v tras ellos se nos revela también,
ni imaginaban, que un Ira ile franciscano venido
entretejida en sus acciones y en sus decires, en
también desde el otro lado del mar, en un ma
sus creencias y en su sentir, una cultura que hace
nuscrito titulado Relación de las ceremonias y
mucho dejó de existir.
ritos y población y gobernación de los indios de
Pero del mundo evocado en la Relación
la Provincia de Michoacán, escribiría la apasio
quedan aún algunas reminiscencias en Michoa
nante historia que el petámuti contaba en la gran
cán, especialmente la lengua que en la actuali
plaza de Tzintzmitzan.
dad todavía hablan alrededor de 250 000 per
La Relación de Michoacán, como ahora
sonas. Permanece también, casi inmutable, el
la llamamos, además de ser una excelente obra
paisaje de lagos y montañas que observaron los
Mapa 1. Zonas arqueológicas y desplazamientos.
302
R e l a c ió n
dl
M
ic h o a c á n
tarascos desde tiempos remotos, en donde m u
ninguna evidencia ni toponímica ni arqueológi
chos lugares han conservado sus viejos nombres
ca que aclare plenamente dónde se encontraba
y donde se hallan todavía las ruinas, no sólo de
Zicháxuquaro.
Tzintzuntzan, sino de muchos otros asentamien
Guando matan a Ticátame, su hijo Sicuí-
tos prehispánicos. Con ellos liemos preparado
rancha se muda a Uavámeo - 'cerca de Santa
unos mapas que representan el escenario donde
Fe , anota el autor-4 donde habitaron los chi
tuvieron lugar los acontecimientos narrados en
chimecas durante varias generaciones, hasta que
el documento y que, a manera de guía nos per
tuvo lugar uno de los sucesos clave en el relato:
mitirán seguir, a través de un territorio lleno aún
el agüero de las culebras. Aparecen entonces los
de la antigua presencia tarasca, este extraordi
principales protagonistas de la historia v se ex
nario drama.
plica el origen de Curínguaro y Taríaran, dos
Elpetámuti iniciaba su relato con la mítica llegada de Hiréticátame -líder de los autodeno
pueblos que desempeñarán un papel muy im portante en la tram a de la misma.
minados chichim ecas- al monte Uirínguaran
A raíz del agüero de las culebras, los
pexo, cerca de Zacapo tacánendan. No sabemos
chichimecas de Üavámeo se dividen y emigran
dónde estuvo ese primer asentamiento, pero de
al sur del lago de Pátzcuaro donde fundan nue
Zacapo existen todavía hoy las ruinas conoci
vos pueblos. Uno de ellos es precisam ente
das localmente como El Palacio, en el malpaís
Curínguaro, lugar al que se muda un señor lla
al norte de Zacapu. Hiréticátame entabla rela
mado Chánshori —futuro suegro de Taríacuri—
ciones con los habitantes de Naranjan, o sea el
con el dios Uréndequauécara. Otros grupos se
actual Naranja de Tapia cerca del cual se han
van a Ylámucuo (¿Iramuco?). a Pechátaro v a
localizado también evidencias de asentamien
Pareo llevando cada uno su propio dios. De los
tos prehispánicos. Tras un conflicto con los
dos últimos se ven todavía los restos arqueoló
naranjeños, Ticátame se muda a Zicháxuquaro
gicos en las inmediaciones de Pichátaro y de San
donde años más tarde lo matan los de Naranjan
Bartolo Pareo respectivamente.
y sus aliados de Gumanchen. Este pueblo esta
Al oriente del lago de Pátzcuaro hay ac
ba, según Kirchhoff,1 cerca del actual Goman-
tualmente un pueblo llamado San Simón Qui-
ja, donde todavía queda una vácata y otros res
rínguaro cuyo nombre deriva, sin lugar a du
tos arqueológicos. No sabemos tampoco dónde estaba Zicháxuquaro, pero el fraile anotó que a
das. del anticuo No se ha registraP Curínguaro. D C do ningún sitio arqueológico grande en esa zona,
“poco más de tres leguas de la ciudad de Mi
pero es muy posible que sus ruinas hayan so
choacán ” (o sea Tzintzuntzan) estaba todavía
brevivido al paso del tiempo y que se encuen
el cu derribado.2 Cuando Antonio de Caravajal
tren en algún lugar cercano. Podrían estar, por
visitó Michoacán en 1523, informó que la es
ejemplo, en el malpaís más inmediato a Quirín-
tancia Tachibeo, cerca de Espopoyuta (Coman-
guaro, pues es casi una regla que los sitios ar
ja), estaba asentada aal pie de una sierra” lla
queológicos grandes se encuentren entre los pe
m ada Chichaxiguaro,3 pero actualmente no hay
dregales que abundan en la región de los lagos.
1 Paul Kirchhoff, “La Relación de M ichoacán como fuente para la historia de la sociedad y la cultura tarascas’ , en la R ela ción de M ichoacán, Madrid, Aguilar, 1956, p. xxvi.
! J. Benediet Warren, La conquista de Michoacán, 1 5 2 1 -15 3 0, Morelia, Fiinax Publicistas, Colección "'Estudios Michoacanos ”, VI, 1977, p. 388. « RM, 23.
2 RM, 20.
E s i I DIOS INTRODl'cromos
303
Pauácume, quien será padre de Taríacu-
ca prehispánica. Uacapu, dice el autor de la
ri, y su hermano Uápeani, también abandonan
Relación., estaba donde “está ahora edificado
Uayámeo. Al mando del grupo de chichimecas
Santangen'”7 o Santángel como aparece escrito
que adora al dios Curícaueri, inician una larga
en otra parte del texto8 y donde se le distingue
p ereg rin ació n h a s ta que se estab lecen en
de Uacapu y de Zurum u hacápeo, todos muy
Tarímichúndiro (cerca de lo que después será
cercanos entre sí. Es posible que estos tres pue
Pátzcuaro), tras haber entablado relaciones con
blos se hayan convertido en el actual San Án
los isleños. Estos, habitantes de Xaráquaro y de
gel Surumucapio, cerca del cual se han detec
las otras islas del lago, participarán activamen
ta d o restos arqueológicos. F a lta lo calizar
te en la historia.
Taríaran, el pueblo donde se asentaron defini
Por el agüero de las culebras, también
tivamente los portadores de X arátanga y que,
los habitantes de Michoacán (Tzintzuntzan)
por lo que parece, nombraron así en honor del
em ig ran h a c ia el sur llev an do a su diosa
señor que tenían en Michoacán.
Xarátanga. Se van primero a la orilla del lago,
Buscando nombres modernos parecidos
al lado del cerro Taríacaheri (Tariaqueri); des
a Taríaran encontramos Turián el Bajo, Turián
pués a Sipixo donde construyeron cues (tem
el Alto y Turira (o Turiran), los tres al sur del
plos), un baño y un juego de pelota; después a
lago de Zirahuén. A medio camino entre ellos
Urecho, a Uirám angarun, a Uacapu y de allí a
hay, además, un cerro y un poblado llamados
Taríaran acuézigan harócotin o, como creo yo
Cuitzitan que bien podría ser la deformación de
que podría leerse, a Taríaran (y) a Cuézigan
Cuézigan. No se han registrado restos arqueoló
harócotin.5
gicos monumentales en esta región pero no se
Casi toda la ruta puede reconstruirse con
ría difícil que los hubiera, probablemente en el
facilidad porque en la actualidad existen pue
malpaís que está cerca de Turira. De cualquier
blos que llevan los mismos nombres y cerca de
forma, Taríaran debe haber estado por esos rum
ellos, además, están las ruinas de los asenta
bos pues concuerda con lo que se dice en otros
mientos antiguos. Creo que Sipixo es Ihuatzio
pasajes de la Relación.
o algún lugar cercano. De hecho, hay cerca del
La parte central del relato está dedicada
actual Ihuatzio un pueblito llamado Tzipijo pero
a la vida de Taríacuri, la cual transcurre al sur
no hay evidencias de los templos, del baño o
del lago de Pátzcuaro y gira, básicamente, en
del juego de pelota que, quizá, quedaron cu
torno a sus relaciones con los habitantes de
biertos o destruidos por la construcción más
Curínguaro, de Taríaran y con los isleños.
tardía de Ihuatzio. Urichu estaba al sur del ac
Nuestro héroe nace en Xaráquaro, de don
tual Uricho, donde se encuentra el sitio arqueo
de era su madre y donde vivieron un tiempo su
lógico conocido localmente como La Placita,
padre y su tío por invitación de los isleños. Sin
explorado recientemente por Helen Pollard.6
embargo, instigados por Chánshori, señor de
U irám angarun es H uiram angaro donde ta m
Curínguaro, los chichimecas son expulsados,
bién hay evidencias arquitectónicas de la épo
primero, y asesinados, después, por los isleños.
5 RM, 26. 6 H elen Pollard, P ro yecto Uricho, Informes entregados al Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e
Historia, mecanoscrito en el Archivo Técnico de la Coordinación Nacional de Arqueología, INAH, 1 9 9 0 -1 9 9 5 . 7 RM, 26. 8 RM, 86.
304
R e l a c ió n
de
M
ic h o a c á n
Es n DIOS INTRODUCTORIOS
05 0 01
M apa
1.
Zonas anpicologjra.s y desplazam ientos. Lago de IVitzeuaro.
Taríacuri crece entonces en Tarimichúndiro don
mado Candémbaro. Sobre esa ruta está el ac
de se prepara paj a ser señor y para vengar la
tual Tupátaro y, un poco al norte, San Simón
muerte de su padre y su tío.
Quirínguaro. Incluso, la posición del sitio en
Su primer ataque lo dirige a los isleños. Astutamente y con la ayuda del señor de Syráueni
medio de varios cerros, bien podría describirse como “a la espalda de una sierra”.
(Zirahuén), no sólo ataja el intento de Curín-
Taríacuri vivió “algunos días” en Hoátaro
guaro, Taríaran y las islas para unirse en su con
pexo, o sea, varios años. Suficientes para casar
tra, sino que les juega la pesada broma por la
se, tener un hijo, separarse y volverse a casar. Su
cual se comen erróneamente el cuerpo de Nacá,
primera mujer era hija de Chánshori, señor del
el sacerdote enviado a "hacer gente de guerra ".
vecino Curínguaro, la cual no sólo se emborra
Los ánimos se exacerban, el conflicto empeora
chaba y le era infiel, sino que, junto con sus am an
y Taríacuri, a pesar de su aparente triunfo, tie
tes, provocó la persecución a la que se vio some
ne que cambiar su residencia.
tido Taríacuri gran parte de su vida. Los am an
Entonces intenta pedir refugio al señor de
tes de esta mujer eran de un pueblo llamado
Condénbaro, pero para ir allá tiene que pasar
Yzíparámucu, cuyas ruinas existen todavía en una
por el territorio de Curínguaro. Solicita permi
zona de malpaís al oriente del lago de Pátzcuaro.
so a Chánshori para atravesar sus tierras y a
Cuando el padre Beaumont escribió su Crónica,12
medio camino recibe la respuesta: "¿Qué dice
ese malpaís se IIai naba todavía Itzíparámucu y
nuestro hijo Taríacuri?[...] ¿A qué ha de ir allá
ése era también el nombre de la antigua hacien
él? ¡Véngase aquí a un pueblo mío llamado
da y actual pueblo de Atzimbo.13
Tupátaro, con su gente v allí traerá a su dios
Después de casi dejarse morir, Taríacuri
Curícaueri!”.9 Taríacuri, temiendo quedar su
busca otra esposa en Taríaran. Chánshori, eno
jeto a Curínguaro si acepta tal ofrecimiento., de
jado por la “afrenta”, lo expulsa de Hoátaro pexo
cide permanecer en donde está. “E hizo su asient o
y lo persigue insistentemente, alejándolo cada
a las espaldas de una sierra llamada Hoata pexo
vez más de sus antiguos dominios. Taríacuri y
-dice la Relación- E hicieron allí sus cííes y las
su gente se van primero a un monte llamado
casas de los papas y los fogones y casas”.'0
Upapu hoato (¿Opopeo?) “donde hicieron otros
En 1981 la arqueóloga Lilia Trejo11 in
cúes”,14 pero eran pedregales malos para el cul
formó sobre la existencia de yácatas y otras es
tivo así que se van a Urexo (Urecho) donde Ta
tructuras prehispánieas cerca de Guanajo, co
ríacuri 'hizo hacer un cu de céspedes”.15 Des
nocidas localmente como Pueblo Viejo y que,
pués se m udan a Querenda angángueo y más
creo yo, son los restos del antiguo Hoata pexo
tarde, perseguidos siempre por los de Curínguaro,
(o Hoátaro pexo como también lo llaman). Este
se van a Uacapu, luego a Zurum u Hacapeo y,
sitio se encuentra, efectivamente, en el camino
finalmente, a Santángel, donde vivieron hasta
entre Pátzcuaro y un pueblo al este del lago 11a-
que los isleños le piden a Taríacuri que regrese
() RM, 64. 10 Ibidem . 11 Lilia Trejo, Informe sobre un reconocim iento a la zon a ar queológica “Pueblo Viejo ” en las inm ediaciones de Cuanajo, M u nicipio de P átzcu aro, Estado de M ichoacán, Archivo Técnico de la Dirección de Arqueología del INAII, 1981. 12 Pablo de la Purísima Concepción Beaumont, Crónica de M ichoacán. México, Talleres Créticos fie la Nación, Publicacio-
nes del Archivo General de la Nación, 1 7 -1 9 , 1932. 15 Donald Brand, Quiroga: a M exican M unicipio, Washing ton, Smithsonian Institution, U.S. Government Printing Office, Institute of Social Anthropology, publicación núm. 11, 1 9 5 1 , pp. 9 -1 1 . H RM, 83. I;> Ibiclem.
306
R k l a c ió n !)!•: M
ic h o a c á n
a Pátzcuaro. Uacapu, como se recordará, esta
Hiripan y Tangáxoan llegan a Hucáriquareo y,
ba o había estado ocupado por los portadores
seguramente por eso, ellos regresan al sur.
de Xarátanga en su viaje hacia Taríaran.
Cuando Taríacuri encuentra a sus sobri
Mientras todo esto sucedía, los sobrinos
nos, una nueva generación empieza a ocupar el
de Taríacuri, Hiripan y Tangáxoan, quienes ten
poder. Chánshori ya ha muerto y Zurunban, se
drán un papel muy importante en la historia,
ñor de Taríaran, está viejo y ha dejado el seño
andaban errando por el noroeste del lago. Sien
río en manos de sus hijos. El propio Taríacuri
do niños y huérfanos de padre vagaron por
tiene que lidiar con su hijo Curátame (nieto de
Pechátero, Siuínan (Sevina), Cheran, Sypíyatio
Chánshori), para entonces señor de Pátzcuaro,
(¿Sipíaxo?), Matoxo (Matujeo) y Zaueto (pro
a quien finalmente manda matar. Empieza así
bablemente el actual Chahueto), donde los en
a preparar el terreno para los que serán sus ver
cuentra una tía suya y los lleva a vivir a Hucá-
daderos sucesores: Hiripan, Tangáxoan y su hijo
riquaro. Después, emprenden nuevamente ca
Hiquíngaje.
mino hacia Pátzcuaro por Sipíaxo, Matóxeo,
Desde el punto de vista geográfico, lo más
Timban, Eróngaricuaro, Urichu y Pareo, has
importante en esta etapa es la reocupación de
ta que Taríacuri los encuentra y los lleva a vi
Cuyuacan (Ihuatzio) y Michoacán (Tzintzun-
vir a Yauácuytiro, un barrio de Pátzcuaro. Cerca
tzan) y el deseo de la diosa Xarátanga, mani
de Pichátaro, como vimos antes, hay restos ar
festado a Hiripan en un sueño, de volver a su
queológicos y las ru in as p reh isp án icas de
antiguo asiento de Michoacán, donde -según dice
Cheran las exploró Cari Lumholtz hace poco
ella m ism a- todavía se encontraban sus tem
más de cien años.16 En Eróngaricuaro también
plos. Con este pretexto, Taríacuri planea su úl
hay evidencias del asentamiento prehispánico
tim a g ran b atalla. Junto con guerreros de
y ya antes mencioné los sitios de Uricho y de
Pechátaro, Eróngaricuaro, Urichu y Cumachen
Pareo.
(¿Cumachuén?), el ejército de Taríacuri ataca Es oportuno aclarar aquí, que los sobri
y derrota a la población de Taríaran tras haber
nos de Taríacuri emprenden el regreso, al me
recorrido p a rte del cam ino que la diosa
nos en parte, cuando Chapá, señor de Hetóquaro,
Xarátanga había seguido años atrás. A partir
pretende convertirlos en sus sacerdotes. Chapá
de entonces, sus sobrinos y su hijo iniciarán la
era hijo de C h ánshori y se en co n trab a en
conquista del futuro gran imperio. Aunque no
Hetóquaro gracias a Taríacuri, quien le había
todos los sitios conquistados por Hiripan, Tan
dado una parte del dios Curícaueri para que hi
gáxoan e Hiquíngaje se puedan identificar con
ciera conquistas en su nombre. Chapá había
pueblos actuales, los que sí se han conservado
conquistado varios pueblos por el noreste del lago
(su nombre al menos) indican a grandes rasgos
como Tétepeo, Tirípitio, Xénguaro, Hucáriqua-
la dirección y el orden de las conquistas.
reo - “donde están unos cues cerca de Uavánga-
Una vez vencido el señorío de Taríaran,
reo, en el camino de México” dice el a u to r-17
conquistan Curínguaro y acaban así con sus dos
Araro y Hetóquaro. Pero Chapá traicionó a Ta
p rin cip ales enem igos. R ecu p eran después
ríacuri, quien debe haber sido su enemigo cuando
Tétepeo, Tirípitio y Hetúquaro, los pueblos que había conquistado Chapá supuestam ente en
16 Cari Lumholtz, El M éxico desconocido, México, Instituto Nacional Indigenista, Clásicos de la Antropología 11, 1986, t. II, pp. 3 8 5 -3 8 9 . 17 RM: 109
nombre de Curícaueri; y, cerca de allí, conquis tan también Xaso, Chucándiro, Terémendo y Uaniqueo. Van después hacia la tierra de sus
E s t u d io s
in t i í o d i c t o u i o s
307
Mapa 3. Conquistas de Taríacuri.
más antiguos enemigos, a Cumanchen, Zacapu
taurado las dos pirámides y dos largos muros
v Naranjan, y después a Cheran y Seuínan, dos
que delimitan un amplio patio. En otra expla
de los pueblos por donde habían vagado de ni
nada hay tres yácatas similares a las de Tzin-
ños. Al regreso conquistan Hurúapa (¿Uruapan?)
tzuntzan, de forma cónico-rectangular, y más
v varios pueblos ' de los n au atlato s
como
al sur otras dos estructuras de planta circular.
Hacáuato, Uacapu v Condénbaro. Luego, tras
Los restos arquitectónicos más interesantes son
la captura de Urecho. reciben la noticia de que
las murallas que rodean y atraviesan el sitio.
Taríacuri ha muerto. Hiripan. Tangáxoan e Hi-
Localmente se les llama uatziris y la mayoría
quíngaje se reparten entonces el señorío y esta
de ellos tiene una calzadita en el tope. Como en
blecen tres capitales: Cuyuacan (Ihuatzio), iVli-
Tzintzuntzan, los edificios se construyeron so
choacán (Tzintzuntzan) v Pátzcuaro.
bre una enorme nivelación artificial, aunque de
Ihuatzio fue durante algún tiempo la ciu
menor altura. De Pátzcuaro se han conservado
dad principal del naciente imperio, pues allí se
menos evidencias del asentamiento prehispáni-
trasladó al dios Curícaueri junto con su tesoro,
co pero t odavía se pueden observar restos de una
v su antigua grandeza se percibe aún en los
vácata en la parte trasera de lo que hoy es el
monumentos del sitio arqueológico. Entre las
Mu seo de Artes Populares.
diversas estructuras del sitio destaca el conjun
Muerto Taríacuri, sus sobrinos e hijo re
to llamado Plaza de Armas, donde se han res
anudan las expediciones de conquista y tras la
308
RkI.ACIÓN 1)1. M ic iio a c á n
victoria sobre Cuiseo (Cuitzeo) v Araro. deciden
de guerra en Taximaroa. en Ucareo. en Acám-
poner caciques en los pueblos conquistados v, en
baro. en Araro y en Tuzanllan. También en Yn-
general, empiezan a organizar el territorio que
deparápeo (Indaparapeo) yen Hetúquaro ("unos
van dominando. El señorío se va ext endiendo hacia
cues que están en el camino viejo de México
Tacánbaro, Hurúapan y Paracho. Y luego más
anota el fraile),() había guerreros en espera de
allá, hacia la Tierra Caliente, donde, entre otros
los españoles, pero aun así, éstos llegaron a Tzin-
pueblos, conquistan la Guacanan (Huacana),
tzuntzan y conquistaron el imperio que Taríac.u-
Cuseo (Cutzio), Quayámeo y Apánoato (¿Apar-
ri y sus descendientes habían forjado.
hoato?) El cacique de la Guacanan conquistó
En la única foja que queda de la primera
desde allí Zinagua y Churúmucu. Y, también hacia
parte de la Relación, el autor menciona que la
Tierra Caliente, se apoderaron de Cuyucan
diosa Cueráuaperi tenía templos en Araro y en
(Coyuca), Hapázingani (Cutzamala), Pungari
otros pueblos, y que su ídolo principal se en
hoato (P u n g arab ato , actualm ente Candad
contraba en "el pueblo de (jinápequaro, enci
Altamirano, Guerrero), Tiríngueo y Charácha-
ma de un cerro donde parece hoy en día derri
rando. Al este y al norte extendieron sus domi
bado
nios conquistando Taximaroa ( “que era de
tualidad. Por otro lado, en varias partes del texto
otomíes”), Xungápeo, Maróatio (Maravatío),
aparecen indicios el a i os de que la representa
Hucario (Ucareo), Acánbaro, Yuríriapúndaro y
ción física de C urícaueri era un núcleo de
Purúandiro, entre muchos otros pueblos que se
obsidiana, del cual se extraían navajas que eran
ría conveniente localizar.
consideradas partes (hijos tal vez) del mismo
v cuyos restos se ven todavía en la ac
En la tercera parte de la Relación, donde
dios. En la lámina XVII de la Relación1^ se ve el
se describe el imperio ya establecido, tal como
bloque de donde Taríacuri sacó una parte del
era cuando llegaron los españoles, prácticamente
dios para dársela a sus sobrinos, como antes le
no se mencionan nuevos sitios. La mayoría de
había dado también una a Chapá para que hi
ellos están relacionados, precisamente, con la
ciera conquistas en el nombre de Curícaueri. La
llegada de los conquistadores y muchos de ellos
existencia de unos sacerdotes encargados de
se en co n trab an en el camino a México. En
portar a los dioses en la espalda, permite supo
Ucareo, por ejemplo, los dioses toman a una
ner que no sólo el dios Curícaueri era una pie
mujer para hacerle saber del próximo final que
dra sino que también lo eran otros dioses. To
lea- espera.18
mando esto en cuenta, llama la atención que el
Un lugar importante en la ruta hacia Méxi-
templo de Cueráuaperi, considerada “la madre
co-Tenochtitlan era Taximaroa, hoy Ciudad Hi
de todos los dioses de la tierra \ estuviera preci
dalgo, pueblo fronterizo entre los dos imperios.
samente en Zinápecuaro, una zona con ricos
Allí recibieron los tarascos las embajadas de
yacimientos de obsidiana.
Moctezuma pidiéndoles ayuda contra los con
Hasta ahora sólo liemos hablado ele los
quistadores y allí se encontraron por prim e
sitios arqueológicos que muestran la existen
ra vez tarascos y españoles. Y en el intento por
cia, en la época prehispánica, de los pueblos men
detener al ejército extranjero, se juntó “gente
cionados en la Relación. Pero hay varios elemen
18 RM, 232. 19 RM, 250.
RM, 10. - 1 RM, 125.
ESTIDIOS INTRODITTORIOS
309
tos culturales de los cuales también se ha halla
(algunos quizá nunca existieron más que mítica
do su correspondiente evidencia material. Es po
mente) y múltiples datos que sería imposible co
sible, por ejemplo, que las grandes navajas o cu
nocer por medio de la arqueología. Sobra decir,
chillos de obsidiana, como una encontrada en
además, que el texto es demasiado rico como para
Ihuatzio, hayan sido esas “partes” de los dioses
restringirlo a su relación con las evidencias m a
que los tarascos acostumbraban repartir. Se han
teriales que pudieran encontrar los arqueólogos.
encontrado también las flechas de colores dis
Sin embargo, los puntos de coincidencia
tintos, como las que Taríacuri enojado envió a
entre ambas fuentes sugieren algunas pregun
sus cuñados; así como las flechas pequeñitas,
tas que, de resolverse, ampliarían los alcances
similares a la que debe haber usado Taríacuri
de cada una de ellas y, en consecuencia, enri
para derribar un colibrí sin matarlo, ante el sor
quecerían nuestro conocimiento de la antigua
prendido Zurunban. Se han hallado ejemplos
cultura tarasca. Por ejemplo, la existencia de
de esas enormes urnas donde enterraban a los
Curínguaro y Taríaran, así como la definición
muertos y los asientos de piedra donde se sen
de sus características, es una cuestión que la
taban los señores. Y las ollas y metates de la
arqueología podría resolver. Buscar los restos de
gente común, al igual que las tenazas de cobre
esos antiguos pueblos y, de hallarlos, realizar
que usaban los sacerdotes, las orejeras y los
investigaciones arqueológicas en ellos, se pre
bezotes que distinguían al señor. Y muchos otros
senta -tras la lectura de la Relación- como un
adornos y objetos hechos de cobre, de piedras
asunto casi urgente. De haber existido estos pue
preciosas, de concha y de otros materiales que
blos efectivamente, serían una muestra de lo que
los tarascos tanto apreciaban.
fueron los señoríos antes de la formación del gran
Hace mucho tiempo que la arqueología
imperio y, por lo que se desprende del documento,
dejó de ser sólo el medio de sustentar con evi
de cómo fueron nada menos que dos de los se
dencias materiales lo que dicen las fuentes es
ñoríos más poderosos en ese entonces. La posi
critas y, actualmente, se reconoce plenamente
bilidad de encontrarlos no parece remota si se
la capacidad que esas evidencias tienen de “h a
toma en cuenta que, como hemos visto, se han
blar” por sí mismas. En el caso que nos ocupa,
encontrado los restos arqueológicos de muchos
la arqueología ha aportado datos que van m u
de los pueblos mencionados en la Relación, in
cho más allá de lo que es útil para corroborar,
cluidos algunos que eran “sujetos” de esos se
complementar o entender la Relación. Por ejem
ñoríos, como Itzíparámucu.
plo, de la cantidad enorme de sitios arqueológi
A los sitios por encontrar y estudiar po
cos registrados en el territorio que los tarascos
demos añadir Zicháxuquaro y Uayámeo, como
conquistaron, sólo unos cuantos son menciona
sugirió Kirchhoff desde hace medio siglo, pero
dos en la Relación (aun considerando que a al
también Pichátaro, Pareo, Huirámangaro, Su-
gunos de ellos les pudiera corresponder uno de
rúmucapio, Hoátaro pexo (Pueblo Viejo), He-
los nombres que aparecen en el documento). Los
tóquaro y tantos otros que, siguiendo la Rela
sitios, además, abarcan épocas y regiones dis
ción, estuvieron ocupados por grupos cultural
tintas a aquéllas de las cuales trata el texto y las
mente distintos. Por ejemplo, sería interesante
excavaciones dan cuenta de muchísimos aspec
averiguar cómo esas diferencias culturales se
tos que el manuscrito no contempla. Por otra
manifiestan en los restos materiales, si es dis
parte, en la Relación de Michoacán se mencio
tinta la arquitectura o la cerámica de, digamos,
nan muchos lugares que no se han identificado
Hoátaro pexo con respecto a la de Itzíparámu-
310
R e l a c ió n
de
M
ic h o a c á n
cu y si la de allí es similar a la de Curínguaro.22
zones de carácter económico que alentaban su
El fechamiento de los sitios por medios arqueo
afán por ocupar, conquistar o mantener ciertos
lógicos, podría compararse con los tiempos m a
territorios? ¿Ocupaban Curínguaro y Taríaran
nejados en la Relación (como lo lia heclio
un lugar privilegiado o estratégico para la ob
Dominique Michelet en la región de Zacapu23);
tención de ciertos recursos? ¿Se pueden detec
verificar, por ejemplo, si Iloátaro pexo estuvo
tar, detrás de los supuestos mandatos divinos,
ocupado realmente sólo por unos años, o hasta
los motivos que inspiraron a un líder o a un pue
cuándo se extiende la ocupación de Uayámeo.
blo para realizar determinadas acciones? ¿Hay,
Podría investigarse, también, si en los sitios con
más allá de la simple existencia de los lugares,
quistados por Hiripan y Tangáxoan -según la
los nombres y el entorno geográfico, alguna re
Relación- los restos arqueológicos del período
lación entre los datos arqueológicos y los del
anterior al imperio son distintos a los de la eta
documento? ¿Cuál es la versión de la historia
pa imperial; o bien, si sitios como Curínguaro y
que cuenta la arqueología?
Taríaran24 fueron abandonados definitivamen
Pero, por el momento, volvamos a Tzin-
te al caer frente a sus enemigos o si fueron reocu-
tzuntzan. Contemplemos el apacible paisaje del
pados por los vencedores.
lago reflejando en sus quietas aguas las m onta
Por otro lado, la información arqueoló
ñas que lo rodean y echemos una mirada más
gica, además de enriquecer la lectura de la Re
hacia esa gran plaza donde los fuegos que ali
lación otorgándole cierta base material, puede
mentaban a los dioses se apagaron hace tiem
ayudar a comprender mejor el texto. Es posi
po; mientras, dejamos al lector, tanto al estu
ble, por ejemplo, que conociendo la ubicación
dioso como al que simplemente gusta de la bue
de los sitios mencionados en el documento, se
na literatura, deleitarse con las fabulosas histo
puedan inferir datos sobre la organización te
rias de la Relación de Michoacán. Seguramente
rritorial y política de los diferentes grupos que,
encontrará, tras los monumentos en ruinas y más
de acuerdo con el documento, habitaban en el
allá del mito o la leyenda, al pueblo que le dio
antiguo Michoacán. Por decir algo, ¿había ra
origen.
B ib l io g r a fía
Acerca de los sitios arqueológicos mencionados
fotografías aéreas, han localizado y registrado
en este artículo
sitios arqueológicos en casi todo el estado. La información arqueológica que aquí presento pro
Durante los últimos veinte años se han realiza
viene, en su mayoría, de los siguientes trabajos:
do en el estado de Michoacán varios proyectos de investigación arqueológica que, mediante el recorrido de amplias zonas y con la ayuda de
G o r e n s te in ,
Sherley y Helen Pollard, The Tarascan
Civilization, A L a te P reh ispan ic C ultural S y ste m , N ashville, Vanderbilt University, Publications in Anthropology 28, 1983. Y, en
22 Siempre y cuando se localicen los restos de este sitio. 23 D o m in iq u e M ic h e le t, “E l o r ig e n d el rein o ta r a sc o protohistórico”, en Arqueología m exican a, vol. 4, núm. 19, 1996, pp. 2 4 -2 7. 24 Véase nota 20.
general, de la obra de Pollard, quien ha utiliza do y combinado ampliamente la información de la Relación de Michoacán v de otras fuentes del siglo xvi con los dalos arqueológicos.
KkíI'DIOS 1NTH0 DI 'CTOHIOS
311
Los resultados del Proyecto Michoacán del CEMCA
(Centro de Estudios Mesoamericanos
y
Centroamericanos) que se llevó a cabo en la dé
mecanoscrito en el Archivo Técnico de la Coordinación de Arqueología del E spejee,
INAH.
Claudia, Caminos de Michoacán... y
cada de los ochenta en la región de Zacapu.
pueblos que voy pasando, México,
Véase, por ejemplo:
1992, trabajo en el cual compilé gran
inah,
parte de la información citada arriba. M ic h e l e t ,
Dominique, El Proyecto Michoacán
1983-1987, Medio ambiente e introduc
Textos citados en el artículo
ción a los trabajos arqueológicos, Méxi
Beaumont, Pablo de la Purísima Concepción, Cróni
co, Collection Études Mésoamericains 11-
ca de M ichoacán, México, Talleres Gráficos
12, Cuadernos de Estudios Mesoamerica nos 4,
CEMCA,
1992, y los informes entre
gados al Consejo de Arqueología del
in a h .
de la Nación, Publicaciones del Archivo Ge neral de la Nación, 17-19, 1932. Brand, D onald, Quiroga: a M exican M unicipio, Washington, Sm ithsonian Institution, U.S. Governm ent Printing Office, Institute of
Los informes de los trabajos de recorrido de superficie que se realizaron en 1983 y 1984 en la cuenca del lago de Pátzcuaro y en la de Zacapu como parte del Proyecto PátzcuaroCuitzeo del
DIAENAH
(Departamento de Inves
tigación Arqueológica de la Escuela Nacional de Antropología e Historia). Véase, por ejemplo:
Social Anthropology, Publicación núm. 11, 1951. Kirchhoi-f, Paul, "La Relación de Michoacán como fuente para la historia de la sociedad y la cul tura tarascas ’, en la Relación de M ichoacán, Madrid, Aguilar, 1956. Liímiioltz, Cari, El México desconocido, México, Ins tituto Nacional Indigenista, Clásicos de la Antropología 11, 1986.
S a p io ,
Giovanni, et al., “Proyecto PátzcuaroCuitzeo, sección Quiroga-Erongarícuaro. Primera tem porada’’, 1983, mecanoscrito en el Archivo Técnico de la Coordinación de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Miranda, Francisco (ed.), Relación de Michoacán, Morelia, Fimax Publicistas, 1980. Mici-ielet, Dominique, “El origen del reino tarasco protohistórico ”, en Arqueología M exican a, vol. 4, núm. 19, 1996, pp. 24-27. P o llard , Helen P., Proyecto Uricho, Informes entre gados al Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Meca
La información recabada durante el Pro
noscrito en el Archivo Técnico de la Coordi
yecto Atlas Arqueológico de Michoacán, tam
nación Nacional de Arqueología, inah, 1990-
bién a mediados de 1980, por el Departamento de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas del Instituto Nacional de Antro pología e Historia.
1995. Relación de las ceremonias y ritos y población y g o bernación de los indios de la Provincia de M ichoacán, Morelia, Balsal, 1977. Trejo, Lilia, Informe sobre un reconocimiento a la
Los trabajos de salvamento arqueológico
zona arqueológica “Pueblo Viejo ” en las in
que se realizaron en la cuenca para la construc
mediaciones de Cuanajo, Municipio de P á tz
ción del gasoducto. Véase:
cuaro, Estado de Michoacán, Archivo Técni co de la Dirección de Arqueología del inah,
S il v a ,
312
Carlos. “Proyecto G asoducto, tram o
1981. Warren, J. Benedict, L a conquista de Michoacán,
Yuriria-Uruapan. Informe de recorrido de
1521-1530, Morelia, Fimax Publicistas, Co
superficie. Prim era tem porada”, 1982,
lección “Estudios Michoacanos”, vi, 1977.
R e l a c ió n
de
M
ic h o a c á n
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