Guerra Cristera (1926 - 1929)

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Descripción

Bachillerato Alexander Bain
Bachillerato Internacional
Programa de Años Intermedios
000573




Ensayo: Guerra Cristera en México después de la revolución (La Noche que lo dejaron solo)





Rodrigo Morales Ríos
1020
TLERIN
Miss Karla Urbano Gómez

Guerra Cristera en México después de la revolución
En 1917, los constituyentes del nuevo gobierno proclamaron una nueva constitución con algunos apartados anticlericales, con el fin de modernizar el país, que le negaban el derecho a la Iglesia de formar parte de los bienes de la nación, así como también le prohibía formar parte en los procedimientos civiles (matrimonios, elecciones, etc.); ésta decisión fue tomada sin tener en cuenta que la Iglesia tenía (y sigue teniendo, pero a menor nivel) una fuerte influencia sobre la sociedad mexicana, lo que causó el enojo de milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que se levantaron en armas durante los años de 1926 a 1929; a éste levantamiento armado se le conoce como la "Guerra Cristera".
Éste trabajo se realiza con la finalidad de explicar lo más detalladamente posible que es lo que llevo a una parte de la población a levantarse en armas en contra de un gobierno relativamente nuevo (pues habían pasado ya 15 años desde la salida de Porfirio Díaz). También busca informar sobre las consecuencias que tuvo la guerra cristera en México años después y la importancia que tuvo en la historia.
"La Cristiada es el nombre de esa guerra que sorprende a todos, personas e instituciones; la guerra sorprende al ejército y a su Gobierno, a la Iglesia, a los insurgentes mismos que se lanzan sin más preparativos que los necesarios a la buena muerte."
El tema de la guerra cristera está plasmado en el cuento de "La Noche que lo dejaron solo" de Juan Rulfo porque los hombres que se encuentran caminando/escapando eran religiosos en contra del Gobierno, y los que los están persiguiendo son los militares bajo las órdenes del Gobierno. En el cuento, Rulfo nos propone que los tres hombres le habían tendido una emboscada a un teniente militar, y le habían logrado matar a todos los soldados que iban con él; por eso lo buscaban. En un relato tan corto, el autor logra "resumir" los conflictos que existieron en la época por la religión.
La hipótesis que planteé en esta investigación es: si a una sociedad donde no hay igualdades de clases, dónde existe el desprecio hacia el gobierno y las clases altas por parte del pueblo, dónde existe una mala organización política y que tiene un pasado reciente sangriento, le quitas la religión y también lo afectas económicamente, entonces el pueblo se levantará en armas con tal de obtener algún beneficio.
Éste cuento narra la historia de un joven que viaja junto con sus dos tíos; los tres hombres no buscan llamar la atención del ejército, así que viajan de noche, a pie y sin descanso. El más joven, Feliciano Ruelas, va cargando las armas y es el más cansado; cuando llevan ya tres noches caminando sin dormir, a Feliciano le gana el sueño y se recuesta a dormir en el musgo de las colinas. Lo despiertan dos arrieros que iban pasando por ahí, pero él se levanta y se va deprisa; recordó lo que le habían dicho sus tíos y siguió el camino que había sido acordado. Cuando iba bajando la colina, oyó a los arrieros decirle a los vigías del ejército donde lo habían visto y que llevaba muchas armas, fue entonces cuando supo que no le quedaba mucho tiempo para que lo encontraran, así que tiró todo lo que llevaba y echó a correr y a rodar. Mientras corría, le iba pidiendo a Dios que lo ayudara, siempre diciendo la misma frase "Obre Dios". Llegó juntó a los ranchos de Agua Zarca y vio una gran cantidad de soldados calentándose frente a dos fogatas, y encima de cada fogata estaban sus tíos quemados y colgados. Mientras se acercaba, empezó a oír que los soldados lo estaban esperando pero que no lo iban a salir a buscar, y que si no lo encontraban iban a matar a alguien más para completar con las órdenes que les habían mandado. A Feliciano le costó mucho trabajo pero logró contenerse; espero un poco a que los soldados se empezaran a dispersar y se empezó a mover cuidadosamente pecho-tierra. Cuando se alejó una buena distancia, comenzó a correr velozmente hasta sentir que estaba a salvo, "entonces se detuvo. Respiro fuerte y temblorosamente".
La Constitución de 1917 retomó las ideas anticlericales de los liberales del siglo XIX y en el 1926 se reglamentó el artículo 130 (la "Ley Calles") que restringió la actuación de los católicos en la vida pública. Los obispos, el Papa y los católicos mexicanos expresaron su desacuerdo al resistirse organizada y pacíficamente.
"La participación de la mujer fue sobresaliente. Se organizó un boicot económico y social que fue muy apoyado. En Aguascalientes el gobernador Francisco Reyes Barrientos mandó aprehender a los principales líderes del movimiento. El resultado fue la tensión permanente, que terminó en una lucha violenta entre el ejército y numerosos grupos de católicos armados."
Gracias a todos estos incidentes, las manifestaciones por parte de los católicos y los inconformes se hicieron cada vez más fuertes pero continuaron siendo pacíficas; aunque esto no le importó al Gobierno. En sus esfuerzos por detener la rebelión, el gobierno recurrió a los agraristas, muchos de los cuales habían recibido tierras, involucrándolos en los combates más arriesgados. Muchos hacendados pactaron con el gobierno a cambio de seguridad y mayor cantidad de tierras, lo que comprueba que no era verdad lo que decían: que los cristeros representaban los ideales de los hacendados. Tampoco era verdad que ésta guerra civil fue causada solamente por motivos religiosos, porque aunque si fueron la causa principal, las reformas agrarias y la economía también eran factores que le causaban enojo a la sociedad.
Hubo un breve periodo de tiempo donde las luchas fueron suspendidas por parte de ambos bandos porque los templos (las iglesias) fueron devueltas y se reanudó el culto, pero los obispos y los católicos rápidamente comenzaron a protestar por la aprobación de la educación sexual y atea. El gobierno volvió a hacer caso omiso de las manifestaciones y los obispos se levantaron en armas; el gobierno clausuró muchas las iglesias y expropió algunos terrenos eclesiásticos. La iglesia respondió y reforzó sus actividades clandestinas: las ceremonias religiosas siguieron haciéndose, los seminaristas continuaron recibiendo clases a escondidas, la gente peleaba violentamente con el fin de reabrir su iglesia y se crearon organizaciones, como la Acción Católica Mexicana, que se encargaba de proteger a sacerdotes perseguidos, conseguir casas para poder celebrar las ceremonias religiosas y catequizaba a niños y jóvenes.
En el campo la situación era más difícil, pues el reparto de tierras había dividido a los católicos; algunos campesinos que se beneficiaron con la nueva reforma agraria se opusieron a los sacerdotes que amenazaban con excomulgar a cualquiera que aceptara las tierras que daba el gobierno. Por otra parte, los campesinos fieles a sus tradiciones y a la Iglesia, reprobaron el tipo de reparto que estaba impulsando el Estado y a los campesinos que se "vendían" por tierra y dinero; estos problemas llevaron violencia armada hacia zonas rurales por todo México. La guerra fue llegando a su fin poco a poco, después de tratados entre el Estado y la Iglesia que fueron calmando los ánimos de los católicos devotos y de los campesinos enojados por las injusticias del gobierno y la desigualdad social de la época.
"Luego de tres años de cruentas luchas, durante los cuales los cristeros llegaron a mejorar notablemente su organización y se convirtieron en una seria amenaza, el conflicto concluyó debido a un acuerdo entre el gobierno y las autoridades eclesiásticas que puso fin a la suspensión del culto. Este acuerdo implicaba una desautorización inmediata de parte de la jerarquía, dejando sin legitimación a aquellos sectores que pretendían continuar con las acciones armadas. Para ese entonces, el saldo de la guerra había sido de unos 70000 a 85000 muertos, casi la mitad de los que ya había cobrado la Revolución durante la década anterior".
Las fuentes que consulté me dieron una idea generalizada sobre lo que fue el conflicto; quienes participaron en éste, cuáles fueron las causas que llevaron al Estado y a la Iglesia a separarse de ésta forma por tanto tiempo, lo que esperaba obtener cada bando a partir de la batalla y cuáles fueron los resultados que se obtuvieron a partir de ésta.
Después de leer, resumir y explicar la información que encontré, puedo concluir que el gobierno reciente tomó muchas decisiones drásticas con el objetivo de modernizar al México de la época, pero no había tomado en cuenta el pensamiento general de la población, por lo que logró todo lo contrario a lo pensado; empezó un malestar social que solo terminó hasta bastantes años después, después de miles de vidas perdidas y una herida que tardó todavía más tiempo en sanar.
Mi hipótesis se comprobó y resulto ser verídica, porque la sociedad mexicana ya había sido muy dañada poco tiempo antes de que la guerra cristera estallará, pero ésta se había mantenido calmada, sin ganas de más derramamiento de sangre y con esperanzas de un futuro prometedor, pero las reformas agrarias y la aprobación del artículo que le quitaba poder a la Iglesia fueron las gotas que derramaron el vaso, y llevaron al pueblo a otra batalla sangrienta en contra del gobierno.
Con base en la información recabada, puedo decir que mi opinión es: el gobierno estuvo correcto al intentar cambiar el rumbo del país y querer llevarlo a un proceso de modernización que se basaba en cosas que ya se habían hecho en países más desarrollados, pero fallo al llevarlo a cabo porque se olvidó completamente de las tradiciones de su pueblo; de las creencias y de lo sagrado. El gobierno también fallo en la postura que tomó hacia la Iglesia y hacia el pueblo cuando éstos intentaron protestas pacífica y organizadamente, porque si el gobierno no hubiera actuado con la violencia con la que lo hizo, probablemente el problema se hubiera resuelto mucho tiempo antes, y sin haber cobrado la vida de miles de personas en el proceso. La guerra cristera es una mancha negra en la historia de nuestro país, pero gracias a ella hemos aprendido y esperamos no volver a cometer los mismos errores, a pesar de tener una buena causa para ello. El fin no justifica los medios.
Bibliografía:
López, D. (2011). La guerra cristera (México, 1926-1929) Una aproximación historiográfica. Buenos Aires: http://www. unizar. es/historiografias/numeros/1/lop. pdf recuperado el, 23.
Biblioteca digital del ILCE. Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. (En línea) (Consultado el 1 de Diciembre del 2015) Disponible en: http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/aguas/html/sec_73.html
Blancarte, R. (2012). Historia de la iglesia católica en México (1929-1982). Fondo de Cultura Económica.
DURÁN, F. E. (1986). Los levantamientos cristeros en México: entre la" guerra santa" y la reivindicación agrarista. Revista de Indias, 46, 178.
De Anda, J. G., & Abreu, A. R. (1986). Los cristeros: la guerra santa en los altos. Editorial Hexágono.



Rodrigo Morales Ríos 1020


Meyer, J. A. (1994). La cristiada: La guerra de los cristeros (Vol. 1). Siglo xxi.
Extracto del final del cuento La Noche que lo dejaron solo de Juan Rulfo.
Biblioteca digital del ILCE. Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa. (En línea) (Consultado el 1 de Diciembre del 2015) Disponible en: http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/aguas/html/sec_73.html

López, D. (2011). La guerra cristera (México, 1926-1929) Una aproximación historiográfica. Buenos Aires: http://www. unizar. es/historiografias/numeros/1/lop. pdf recuperado el, 23.



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