Grecia: Syriza y la transformación del Estado capitalista

Grecia: Syriza y la transformación del Estado capitalista Aaron Tauss

Capitalismo en Crisis

Profesor Asistente del Departamento de Ciencia Política Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín

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ara empezar, hagamos un breve recuento de la situación actual de Grecia. Aunque el primer ministro griego, Alexis Tsipras, y su ministro de finanzas, Yanis Varoufakis, sigan afirmado lo contrario, no cabe duda de que durante las últimas tres semanas no sólo se han deteriorado las relaciones entre el gobierno, liderado por la coalición de fuerzas izquierdistas Syriza, y las instituciones de la Unión Europea, sino también las relaciones entre éste y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La situación presupuestal del nuevo gobierno griego es cada vez más preocupante, tornándose cada vez más real la perspectiva de una posible insolvencia financiera vinculada a la creciente presión que se deriva de la necesidad de conseguir fondos para pagar la deuda pública. En efecto, los próximos dos meses serán determinantes para el futuro del gobierno de Alexis Tsipras, así como para los esfuerzos regionales que se proponen confrontar la política de austeridad y construir una Europa alternativa y solidaria. En términos concretos, el gobierno de Syriza se verá obligado a transferir 780 millones de euros a la cuenta del FMI y a pagar alrededor de 400 millones de euros por concepto de intereses durante el mes de mayo; y las cifras son todavía más tenebrosas para junio: alrededor de 1500 millones de euros deben destinarse a pagar los préstamos del FMI, 700 millones a las instituciones europeas (Banco Central Europeo y Fondo Europeo de Estabilidad Financiera) y aproximadamente 500 millones al pago de intereses. No obstante, y pese a esta precaria situación, mientras _50

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el gobierno griego no presente una lista detallada de las “reformas estructurales” exigidas por Bruselas, Berlín y Washington, la troika mantendrá su negativa frente al desembolso la última parte –unos 7200 millones– del paquete de rescate financiero, cuyo volumen total es de 240 mil millones de euros1. Con respecto a dicha lista, el gobierno griego se ha negado a traspasar cuatro “líneas rojas”, es decir, a implementar ciertas medidas de “reforma” que simplemente son inaceptables. En primer lugar, bajo ninguna circunstancia está dispuesta Syriza a hacer efectiva otra reducción de las pensiones estatales; en segundo lugar, si bien Alexis Tsipras y sus colaboradores han manifestado una voluntad de no revertir las privatizaciones que ya se han completado o que están en proceso, el gobierno sigue rechazando de manera contundente las incansables peticiones de la troika para que se lleven a cabo nuevas privatizaciones de los bienes públicos2. En adición a lo anterior, el nuevo gobierno también se ha opuesto a la flexibilización de la legislación laboral y al incremento al Impuesto al Valor Agregado (IVA). Además, las fuerzas dentro de Syriza parecen estar más decididas, por el momento, a mantener a Grecia dentro de la zona euro que a avanzar en una dirección que conlleve transformaciones sociales más radicales. En diferentes ocasiones, tanto Tsipras como Varoufakis han reiterado su optimismo respecto al alcance de un nuevo acuerdo con las instituciones de la troika, a pesar de que sus colegas en los otros países de la zona euro no compartan tal valoración del estado de las negociaciones3. En cualquier caso, el gobierno griego

http://www.semana.com/educacion/articulo/asi-se-vivioel-paro-de-maestros-en-bogota-otras-ciudades/425557-3

1 Stathis Kouvelakis (2015): “Greece: The Noose Tightens”, https://www.jacobinmag.com/2015/04/syriza-eurozonedefault-exit-stathis 2 The Real News Network (2015): “Syriza’s Choice: Bail on the People or the Troika”, Entrevista con Dimitri Lascaris, 21 de abril 2015, http://therealnews.com/t2/index. php?option=com_content&task=view&id=31&Itemid=74&j umival=13682 3 Democracy Now! (2015): “Greece’s Yanis Varoufakis: The Medicine of Austerity Is Not Working, We Need a New Nº 53, Mayo de 2015 · Bogotá, Colombia

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La llegada al gobierno de Syriza, tras la victoria en las elecciones parlamentarias a finales de enero, sólo representó un momento importante en el largo camino hacia la transformación radical del Estado; y dado que éste posee su propia materialidad, tomar el poder estatal significa, en última instancia, transformar todas sus matrices institucionales.

todavía tiene plazo hasta el 30 de junio, fecha en la que termina el segundo paquete del “rescate financiero”.

Hacia una transformación radical del Estado capitalista en Grecia Ahora bien, como señala el título, el verdadero tema de este texto es la transformación del Estado capitalista en Grecia y los distintos problemas relacionados con tal propósito. A principios de abril, la revista estadounidense Jacobin publicó en su portal web una conversación entre el filósofo francés Alain Badiou y el teórico político griego Stathis Kouvelakis titulada “Se acercan días peligrosos”4. En buena medida, la conversación analiza las negociaciones entre el gobierno griego y la troika, las posibles consecuencias económicas de una ruptura con la zona euro y la lucha política a nivel nacional. Tras exponer sus reflexiones, Badiou y Kouvelakis plantean una importante pregunta: ¿cómo es posible para el nuevo gobierno de Syriza tomar el poder del Estado sin caer en la trampa de una “contra-toma” del mismo por parte de las instituciones estatales? En su análisis del caso de Syriza, Kouvelakis distingue entre “llegar al gobierno” y “tener el poder de Estado”. Dado que el Estado no es neutral, la coalición de la izquierda radical debería evitar una “estatización” –la reversión del proceso de transformación social por parte las instituciones estatales– con el apoyo permanente de las movilizaciones populares. Asimismo, los dos autores resaltan la necesidad de luchar contra una posible “autonomización” de los miembros de Syriza que actualmente ocupan cargos dentro del aparato estatal, frente a la coalición y a los movimientos sociales de base. En este punto conviene Treatment”, 21 de abril 2015, http://www.democracynow. org/2015/4/21/greeces_yanis_varoufakis_the_medicine_of 4 Alain Badiou / Stathis Kouvelakis (2015): “Dangerous Days Ahead”, https://www.jacobinmag.com/2015/04/greecesyriza-euro-austerity/

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volver sobre algunos de los planteamientos de Nicos Poulantzas, otro teórico marxista griego, cuyas reflexiones siguen aportando a la comprensión de la situación actual de su país natal. Poulantzas rechaza una concepción instrumentalista del Estado que reduzca a éste a un objeto equipado con un poder susceptible de ser conquistado. En un ensayo titulado “Hacia un socialismo democrático”, Poulantzas afirma que “el poder no es una sustancia cuantificable detentada por el Estado que haya que arrebatarle. El poder consiste en una serie de relaciones entre las diversas clases sociales, concentrado por excelencia en el Estado, que constituye la condensación de una relación de fuerzas entre las diversas clases sociales. El Estado no es ni una cosa-instrumento de la que sea posible apoderarse, ni una fortaleza donde se penetre con caballos de madera, ni una caja fuerte que se fuerce hasta romperla: es el centro de ejercicios del poder político. Tomar el poder de Estado significa desarrollar una lucha de masas tal que modifique la relación de fuerzas internas en los aparatos del Estado, que son el campo estratégico de las luchas políticas”5. A la vez, Poulantzas se distancia de cualquier posición que conciba al Estado como sujeto, es decir, como una instancia o entidad autónoma que actúe según una racionalidad propia. Más bien, el Estado es para Poulantzas “la condensación material y especifica de una relación de fuerza entre clases y fracciones de clase”6. Desde 5 Nicos Poulantzas (1979): Estado, poder y socialismo; México D.F./Buenos Aires: Siglo XXI Editores, p. 316.

http://www.nuestramirada.org/photo/paro-docente-1

esta perspectiva, el Estado y las masas populares no se enfrentan en una relación de exterioridad y sus luchas nunca se articulan por fuera del Estado; incluso cuando se desarrollan a cierta distancia del marco institucional, éstas siempre tienen lugar dentro de su propio campo estratégico. Por lo tanto, la toma del poder estatal no debe reducirse a un acontecimiento momentáneo y puntual, como por ejemplo una victoria electoral, sino que debe analizarse como un proceso largo, cuyo propósito principal es la transformación de la correlación de fuerzas dentro de las instituciones del Estado capitalista a favor de las clases subordinadas y explotadas. Para Poulantzas, tal proceso “consiste, esencialmente, en desarrollar, reforzar, coordinar y dirigir los centros de resistencias difusos de que las masas siempre disponen en el seno de las redes estatales, creando y desarrollando otros nuevos, de tal forma que estos centros se conviertan, en el

6 Ibid, 155. Nº 53, Mayo de 2015 · Bogotá, Colombia

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Si la historia sirve como maestra, no cabe duda de que para el gobierno de Syriza, ciertamente, se acercan días peligrosos. Como también sabemos, no es viable una estrategia política que apunte hacia la construcción de una sociedad alternativa en un solo país. Por lo tanto, una posible victoria de Podemos en España en las elecciones parlamentarias a finales de este año no significaría simplemente un gran respaldo para el gobierno griego, sino que además transformaría la correlación de fuerzas en Europa a favor de los sectores populares.

terreno estratégico que es el Estado, en los centros efectivos del poder real”7. De vuelta al caso griego: la llegada al gobierno de Syriza, tras la victoria en las elecciones parlamentarias a finales de enero, sólo representó un momento importante en el largo camino hacia la transformación radical del Estado; y dado que éste posee su propia materialidad, tomar el poder estatal significa, en última instancia, transformar todas sus matrices institucionales. Dicho de otra manera, una modificación de la correlación de fuerzas en el Estado “concierne al conjunto de sus aparatos y de sus dispositivos: no concierne sólo al Parlamento o, (…) a los aparatos ideológicos del Estado, supuestamente detentadores del papel determinante en el Estado “actual”. Este proceso se extiende igualmente, y en primerísimo lugar, a los aparatos represivos del Estado, los que detentan el monopolio de la violencia física: el ejército y la policía fundamentalmente”8. Como ha demostrado la situación actual en Grecia, dicha modificación representa un verdadero desafío para cualquier proceso emancipatorio de transformación social. Tras el asesinato del rapero Pavlos Fyssas en septiembre de 2013 y la posterior detención de algunos miembros del partido de ultraderecha de ideología fascista y neonazi “Amanecer Dorado”, las investigaciones revelaron que se habían establecido vínculos estrechos e íntimos entre dicha organización política y algunos sectores del ejército, la policía, los servicios de inteligencia y el sistema judicial griego9. Estos lazos ponen en evidencia que, efectivamente, existen unas estructuras paralelas dentro de los aparatos represivos del Estado, a las que Kouvelakis, en otra entrevista, 7 Ibid, 316. 8

Ibid, 317-318.

9 The Guardian (2013): “Golden Dawn leader jailed ahead of Greek criminal trial”, 3 de octubre 2013, http://www.theguardian.com/world/2013/oct/03/golden-dawn-leaderjailed-nikos-michaloliakos

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llama el “Estado profundo”10. Ahora bien, si nos proponemos analizar esta realidad desde una concepción relacional-estratégica del Estado, queda claro que, como todos los aparatos estatales, estas mismas instancias también están siempre permeadas por las luchas de las clases populares. Como lo planteó Poulantzas anteriormente, la movilización de las masas es condición necesaria para la transformación radical del Estado, la cual solamente se puede llevar a cabo con éxito si cuenta con el permanente apoyo de las clases populares. Para realmente lograr este tipo de apoyo resulta esencial una alianza entre la clase obrera y la pequeña burguesía. Por el momento, el nuevo gobierno de la Grecia actual aún recibe el apoyo de la mayoría de la población, la cual incluye también grandes partes de la pequeña burguesía. Sin embargo, es preciso resaltar que Syriza, formada apenas en el año 2004, no es un partido de masas, a diferencia de los dos partidos del “extremo centro” –Pasok y Nueva Democracia– que durante sus gobiernos mantuvieron vínculos orgánicos y sólidos con la clase obrera y las masas populares en el campo. En las últimas páginas de su ensayo, Poulantzas advierte que la transición democrática hacia una formación social post y anti-capitalista “no será ciertamente un simple paso pacifico”11, refiriéndose a que un entorno nacional-internacional adverso siempre ha sido una realidad para 10 Sebastian Budgen / Stathis Kouvelakis (2015): “Greece: Phase One”, https://www.jacobinmag.com/2015/01/phase-one/ 11 Nicos Poulantzas (1979): Estado, poder y socialismo; México D.F./Buenos Aires: Siglo XXI Editores, p. 323. Nº 53, Mayo de 2015 · Bogotá, Colombia

http://www.prensalibre.cr/Noticias/detalle/20013/228/profesorescolombianos-anuncian-un-paro-indefinido-a-partir-del-22-de-abril

cualquier proyecto social-emancipador. La guerra económica, el sabotaje de la infraestructura, la especulación con los precios, la manipulación mediática y la violencia fascista son siempre opciones para las burguesías en su lucha contra las masas populares. Si la historia sirve como maestra, no cabe duda de que para el gobierno de Syriza, ciertamente, se acercan días peligrosos. Como también sabemos, no es viable una estrategia política que apunte hacia la construcción de una sociedad alternativa en un solo país. Por lo tanto, una posible victoria de Podemos en España en las elecciones parlamentarias a finales de este año no significaría simplemente un gran respaldo para el gobierno griego, sino que además transformaría la correlación de fuerzas en Europa a favor de los sectores populares12. 12 Sebastian Budgen / Costas Lapavitsas (2015): “Greece: Phase Two”, https://www.jacobinmag.com/2015/03/lapavitsas-varoufakis-grexit-syriza/ Capitalismo en Crisis

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