Globalización, crisis de los cuidados y cadenas globales del cuidado

June 21, 2017 | Autor: C. Gonzalez Rodr... | Categoría: Feminist Theory, Globalization, Feminism
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Descripción


Castillo Torres Laura Catalina. 1075671373
González Rodríguez Camilo Andrés. 1033782113

Universidad Nacional de Colombia.
Facultad de derecho ciencias políticas y sociales.
Departamento de Ciencia Política.
TRABAJO FINAL. TEORÍAS DE LA GLOBALIZACIÓN.
La Globalización, crisis de los cuidados y cadenas globales de cuidado.
"En definitiva, si el capitalismo siempre ha descansado en una división sexual en la cual las mujeres con su trabajo reproductivo subsidian la economía, el crecimiento del trabajo doméstico en manos de mujeres migrantes en la globalización estaría expresando este proceso a escala transnacional" Gioconda Herrera. Cuidados Globalizados y desigualdad social.

Este trabajo tiene como propósito abarcar la globalización desde una apuesta-perspectiva feminista. Esto plantea en principio varios retos y desafíos tanto en la conceptualización del problema como en los posibles linderos a recorrer para superarlos. La primera tarea consiste en conceptualizar lo que es el problema grande y fundamental, a saber: la relación entre el patriarcado y el capitalismo en su modalidad neoliberal. Esto conduce a un presupuesto grande que es compartido en general por la epistemología feminista y es que el género, en interacción con muchas otras categorías como raza, etnia, clase, edad, preferencia sexual es un organizador clave de la vida social (Graf, p, 21). Sin embargo, por el objetivo y la extensión de este trabajo nos concentraremos en el género sin desconocer y haciendo las aclaraciones pertinentes sobre su relación con el resto de categorías.
Esto nos conduce a re-conceptualizar el concepto mismo de Globalización, este concepto encierra procesos, principal aunque no exclusivamente económicos, de diversa índole y de gran complejidad que requieren para su valoración y caracterización, una perspectiva que ponga sobre la mesa las relaciones de género que la globalización produce, reproduce y refuerza. En ese sentido, la globalización no sería simplemente "la superación progresiva de las fronteras nacionales en el marco del mercado mundial" (Marini, 2008, p.4) y que de ese modo sea una visión "economicista" de la globalización. Sino que por el contrario, se trata acá de proponer una definición más amplia de economía que la vincule profunda y estrechamente a una dimensión espiritual (Bartra, 2013), cultural, social, familiar, amorosa, afectiva, etc. En últimas, la economía se refiere a la configuración de la vida misma, y en ello radica la centralidad de la apuesta de la economía feminista.
En tercer lugar, resulta menester aclarar nuestra postura, para evitar imprecisiones cuando nos referimos a "apuesta feminista" y evitar conducir al lector a generalizaciones indebidas sobre las diferentes y a veces contradictorias visiones feministas. En ese sentido nos paramos desde los aportes de las feministas materialistas y marxistas, que tienen entre sus grandes exponentes, Delphy, Mathieu, Guillaumin, etc. Que dentro de sus grandes aportes se destaca que: los hombres y las mujeres, no se definen por características biológicas ni fisionómicas, sino por el lugar que ocupan los cuerpos en una relación social-material de explotación, que es en últimas, la servidumbre. Esta relación social-material, define a una clase dominante hombres y a una clase dominada mujeres, pero que sin embargo no tiene necesariamente una correspondencia biológica entre la "clase" y su genitalidad o configuración cromosómica.
Ahora bien, el propósito de este trabajo consiste en conceptualizar si bien no extensa y detalladamente, si sucintamente las nuevas y viejas configuraciones que trajo o reforzó la globalización en materia del trabajo, especialmente en el trabajo doméstico y consecuentemente las configuraciones familiares y amorosas que la globalización trajo consigo. A lo largo del trabajo será posible reconstruir dimensiones del problema que atraviesan el grueso de la argumentación, entre ellos destacan: las redes de solidaridad, el papel de la interseccionalidad, la explotación en sus diversas formas, la construcción y configuración de subjetividades y el papel del contexto. Particularmente y respecto a las discusiones propias de la globalización se trabajaran dos ejes grandes que son: las transformaciones capitalistas y el nuevo orden global, enfocado particularmente hacia la conceptualización de la Crisis y, en segundo lugar, la relación local-global.
La transformación de la organización social, política, económica, etc. que sucedió alrededor de la década de los 70's marcó el ascenso del neoliberalismo, y trajo consigo cambios importantes que dieron lugar a la Crisis de los cuidados. Esta crisis la podemos definir como: "el complejo proceso de desestabilización de un modelo previo de reparto de responsabilidades sobre los cuidados y la sostenibilidad de la vida, que conlleva una redistribución de las mismas y una reorganización de los trabajos de cuidados (…)" (Orozco, 2006, p. 10).
Esta crisis de los cuidados, es una crisis hija de la globalización, su caracterización solo es posible a través de definir su esencia, esto quiere decir, su carácter transnacional. De modo que para entender las transformaciones del nuevo orden mundial que le dieron lugar a la crisis es preciso analizarla en dos frentes:
El primero de ellos centrado en los países del "Norte", que son quienes fabrican la crisis que luego exportan.
En los países del centro el modelo previo de organización social de los cuidados, que se caracterizaba por la división sexual del trabajo y la escisión social de espacios público / privado, ha quebrado. Al no existir una responsabilidad social en la provisión de cuidados en lo público, ésta recaía sobre los grupos domésticos, en lo privado, y, dadas las relaciones de poder de género intrafamiliares, sobre las mujeres. Diversos procesos, entre los que cabe destacar el envejecimiento de la población y el cambio en los roles y aspiraciones de las mujeres, han provocado la quiebra de este modelo (Orozco, 2007, p. 3).
Las transformaciones en las aspiraciones de las mujeres del norte y el envejecimiento de su población ponen en evidencia un problema central que ya ha sido tratado en otras ocasiones por diversos autores, y es la discusión sobre un fenómeno que existe pero es invisible y solo se hace visible cuando deja de existir, esto es: los trabajos domésticos y de cuidado (TDC). Es preciso hacer varias anotaciones frente a esto. Lo primero a mencionar es que los TDC configuran un trabajo real, es decir que es productivo y vital en el consumo de mercancías porque "no existe diferencia en cuanto a la naturaleza de las llamadas actividades "productivas" y las llamadas "domésticas"" (Delphy, p. 17). En segundo lugar, estos trabajos requieren disponer de gran cantidad de tiempo (véase cuadro 1) particularmente si se enfrenta al cuidado de niños, personas enfermas o personas mayores. En tercer lugar, que no es ni muchos menos un parte secundaria o residual en el análisis económico, de hecho y en el caso particular de Colombia, el TDC no remunerado para el año 2012 fue de 232,8 billones de pesos, eso corresponde aproximadamente al 63% del PIB que Colombia registro para ese mismo año, sin contar el gran nivel de sub-registro que existe por la dificultad que representa para el estado medir este tipo de trabajo y su contribución. Por último lugar, el TDC si bien es importante, es sobre todo indispensable ya que todos necesitan cuidados, tanto en su dimensión material como inmaterial, pero esto no corresponde al cuidado únicamente de adultos, sino particularmente en la que infancia, ya que son las futuras generaciones las que ocuparan todos los puestos de trabajo del futuro, de modo que el cuidado de hoy le es absoluta y totalmente funcional e indispensable al sistema socioeconómico de mañana.
De este modo, podemos sostener con toda contundencia que, el hecho de que los países del norte pasen por esta crisis del cuidado es del todo crítico y alarmante. La situación paso de ser por muchos años invisible aunque presente y actualmente se hace visible cuando peligra su existencia. De este relativo vacío de cuidado el norte encontró una salida exportando la crisis hacía el sur e importando el cuidado.


Esto nos conduce a la segunda cara de la crisis, que le da su carácter transnacional. Y tiene que ver con las transformaciones en el sur:
Los Programas de Ajuste Estructural, la apertura de las economías a las empresas extranjeras, la eliminación de múltiples subsidios estatales, las aparentemente inevitables crisis financieras y los modelos programáticos de solución aplicados por el Fondo Monetario Internacional. El crecimiento del desempleo, el cierre de un número importante de empresas en sectores más bien tradicionales, orientados al mercado local o nacional; la promoción de cosechas para la exportación, que por otra parte están reemplazado de manera creciente a la agricultura de supervivencia y la producción alimentaria para los mercados locales o nacionales; y, finalmente, la pesada carga actual de la deuda estatal (Sassen, 2003, p. 42).
Todos estos factores Influyen y promueven modos alternativos de subsistir, lucrar y fortalecer los ingresos familiares así como gubernamentales. Esta es la contra parte de esta crisis de los cuidados y es de crucial importancia porque esta importación del cuidado y exportación de la crisis, se apoya en las relaciones económicas desiguales y por ello es sostenida por los más pobres, se sostiene también en relaciones jerárquicas de género, la feminización de la inmigración y atraviesa de modo particular a personas racializadas. Pero eso será desarrollado con mayor detenimiento en la segunda parte del trabajo.
La crisis del cuidado implicó la transnacionalización del trabajo de cuidado, que se vincula a las cada vez mayores dificultades de los Estados y las sociedades de los países del Primer Mundo para garantizar estos servicios para sus habitantes. (Herrera, 2011, p. 90). La crisis de cuidado se gestiona a través de la importación del cuidado, "una de las vías de respuesta ha sido externalizar parte de las tareas que antes se realizaban en los hogares, o salarizar parte del trabajo de cuidados en lo doméstico. Aquí las mujeres migrantes han asumido un papel central, al encargarse de forma creciente de estos trabajos, lo cual no es ajeno al hecho de que tiendan a ser empleos precarios y malamente remunerados" (Orozco, 2007, p. 3). En este sentido es crucial el papel del Estado. Es particularmente diciente el caso de España, que es el país de destino de la gran mayoría de migrantes andinos. España ha mantenido una política migratoria que ha favorecido la entrega de permisos laborales para el trabajo doméstico por sobre otras ocupaciones y tiene una débil estructura estatal que no garantiza servicios públicos de cuidado de menores y de adultos mayores (Herrera, 2011, p. 90).
La gestión de la crisis de cuidados pone sobre la mesa no solo la ausencia de las mujeres en el hogar en los países del centro, sino la ausencia del Estado en la prestación de servicios de cuidado y en legislación favorable para atender a dicha crisis. Algunos estados como España favorecen la migración, como ya se dijo, pero otros muchos en cambio, no tienen en cuenta los altos niveles de pobreza y desempleo en países periféricos que empujan y promueven la migración y la prostitución hacia países del centro buscando más y mejores oportunidades, de modo que estos estados terminan haciéndose los de la vista gorda en materia de legislación y políticas públicas. Sus legislaciones no son coherentes ni mucho menos armoniosas con las dinámicas de migración lo que empuja a esos circuitos de supervivencia hacia la ilegalidad.
Hecho que pone en consideración el debate sobre la ciudadanía, ya que las políticas de migración y su puesta en práctica pueden contribuir a que las mujeres con las que se ha traficado, (por lo menos en lo que respecta a la inmigración de prostitutas, que brindan otro tipo de cuidado que no es tratado aquí), no estén respaldadas por la ley. Si han inmigrado ilegalmente, que es lo más frecuente, no serán tratadas como víctimas de un abuso sino como transgresoras de las leyes de extranjería. Tratar la inmigración y el tráfico ilegal con más controles en las fronteras de los países, impulsa a que las mujeres utilicen a los traficantes para traspasar las fronteras, y puede que algunos sean organizaciones criminales relacionadas con la industria del sexo (Sassen, 2003, p. 58).
la migración tiene un impacto fuera y dentro de la esfera pública y la esfera privada, por un lado es preponderante tener en cuenta que la población femenina que decide ir a otro destino, por lo general, hace parte de una generación joven, este fenómeno engendra un problema base correspondiente al tipo de fuerza de trabajo que se desampara en el país de origen, esto sin contar que los trabajos que suelen ocupar las mujeres en el exterior no son los mejor remunerados y si demandan una cantidad considerable de horas de trabajo; estas dificultades se acentúan cuando las migrantes se ven en la obligación de enviar remesas a sus familiares y sus ganancias se ven reducidas en la cobertura de necesidades esenciales.
En conjunto, la crisis de los cuidados que necesita pero que dificulta la migración ha sido motor de la feminización de los procesos migratorios, al abrir oportunidades laborales mayoritariamente dirigidas a las mujeres en el ámbito de los cuidados, tanto en el empleo doméstico como en otros sectores relacionados, en empresas de servicios de proximidad o en servicios públicos. (Orozco, 2007, p. 3). Esto puede significar por un lado, cierto beneficio de las mujeres en términos de un campo de trabajo más o menos seguro y remunerado. Empero es necesario aclarar que las difíciles condiciones de inmigración y la subvaloración del trabajo de cuidado implican remuneraciones bajas y jornadas extenuantes, aunque y a pesar de todo, suficiente para poder enviar remesas en la mayoría de los casos. Pero lo cierto es que la feminización de estos procesos migratorios representa una oportunidad, pero también un reforzamiento de la asociación inmediata y hasta natural de la mujer y el cuidado. Estamos ante el reforzamiento del estereotipo de feminidad asociada a la empatía, la buena comunicación y el cuidado.
Para cerrar esta primera parte es preciso destacar los elementos más importantes que se han desarrollado hasta el momento. Primero, La migración como factor crucial dentro de la crisis del cuidado, componente que se encuentra atravesado por configuraciones sociales y económicas que inciden a su vez en la conceptualización del territorio. La crisis de los cuidados está vinculada directamente con el neoliberalismo, particularmente con los programas de ajuste estructural; segundo, los cuidados se han hecho transnacionales por vía de la inmigración; tercero, los cuidados son de crucial importancia para la continuidad del sistema socioeconómico en general; cuarto, por el carácter transnacional de la crisis la gestión y conceptualización esta requiere un análisis transnacional que da cuenta del papel de los diversos actores que en intervienen y que son atravesados por diversas lógicas atadas a las estructuras de poder de género, a la estructura y demandas del mercado, a lógicas desiguales a razón de raza, procedencia, etnia, etc. En último lugar, destacar que la globalización y la crisis de los cuidados promociona y refuerza construcciones y prototipos de género. La nueva configuración que se da en torno a las formas de trabajo emerge como diferenciación a partir del sexo, si bien las mujeres se encuentran vulnerables ante las lógicas del mercado que las retira del ideal liberal del desarrollo por cuestiones fundamentalmente de género, luchan contra la ordenanza del papel del hombre, que tiene que ver con una cuestión de mercado de la guerra que expone la masculinidad en términos de que "la existencia misma de los hombres en armas crea una demanda de trabajo en el campo del sexo, para la cual se apela muy mayoritariamente a las mujeres" (Falquet, 2008, p. 64)

"El pensamiento dominante se niega a analizarse a sí mismo para comprender aquello que lo pone en cuestión" Monique Wittig. Pensamiento Heterosexual.

Los desarrollos, las fases y los desafíos que despliega un enfoque feminista de la globalización son variados y se desprenden de un ejercicio de diálogo con una universalidad a la que está condicionada; sin embargo este procedimiento contempla un vínculo mutuo entre ambos escenarios, es decir el sujeto que se encuentra ajustado a lógicas dominantes, específicamente a las lógicas capitalistas, entabla un intercambio en cuanto hace parte de dicha totalidad y puede configurarla. En el caso específico de la construcción feminista dentro de las lógicas neoliberales y las transformaciones que se producen, se desprenden dos momentos para su conveniente análisis: En primer lugar, se halla un estudio a partir de un diálogo entre lo global y lo local enfocado en las cadenas del cuidado, su incidencia y contraste con los razonamientos neoliberales y su respectivo modelo económico, que a su vez trastoca dinámicas sociales, culturales y étnicas. En un segundo plano, se establecen los actores que configuran dichos fenómenos y los objetivos que apuntan a la evolución de algunos conceptos que respondan a la instauración de un diálogo más equitativo entre lo global y lo local, esto quiere decir reconceptualizaciones y revaloraciones de conceptos tales como el Estado y la soberanía.
Ahora bien, las cadenas globales de cuidado las podemos conceptualizar como "una serie de lazos personales entre la gente a lo largo del mundo basados en el trabajo de cuidado pago o no pago donde cada trabajador de cuidado depende de otro trabajador de cuidado" (Zimmerman, M., Litt, J. S. & Bose, C. E., 2006: 13). El siguiente esquema representa la idea del concepto a través de eslabones que puede o no, existir.

Destino " OrigenDestino " OrigenGorfinkiel, 2008, p.10
Destino " Origen
Destino " Origen
Lola llegó a España en 2005, sus hijos se quedaron con su esposo en Bolivia (constitución de familias transnacionales). Él la siguió unos meses después (no asumió el papel de cuidador principal, identidad masculina ligada al rol de proveedor de ingresos). Ambos lograron empleo, ella como trabajadora de hogar (nicho laboral preferente, mercados segregados por sexo). Sus hijos quedaron primero con los abuelos maternos, pero Lola no estaba contenta con la solución (gestión del hogar a distancia) y acordó con su cuñada que se movieran a su casa (reorganización de las estrategias familiares). Cuando lograron cierta estabilidad laboral, quisieron reagrupar a sus hijos antes de que fuese necesario el visado (estrategias familiares afectadas por la política migratoria); pero dos veces los retornaron cuando llegaban al aeropuerto. Sólo el mayor logró entrar (reunificación familiar). Lola necesita papeles y se movió con su hijo a otra ciudad porque allí logró contrato (estrategias laborales afectadas por la política migratoria). Ella atiende a una anciana por las noches y su hijo se queda durmiendo solo (dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar). Siente que es una situación insostenible (Orozco, 2009, p. 9)Lola llegó a España en 2005, sus hijos se quedaron con su esposo en Bolivia (constitución de familias transnacionales). Él la siguió unos meses después (no asumió el papel de cuidador principal, identidad masculina ligada al rol de proveedor de ingresos). Ambos lograron empleo, ella como trabajadora de hogar (nicho laboral preferente, mercados segregados por sexo). Sus hijos quedaron primero con los abuelos maternos, pero Lola no estaba contenta con la solución (gestión del hogar a distancia) y acordó con su cuñada que se movieran a su casa (reorganización de las estrategias familiares). Cuando lograron cierta estabilidad laboral, quisieron reagrupar a sus hijos antes de que fuese necesario el visado (estrategias familiares afectadas por la política migratoria); pero dos veces los retornaron cuando llegaban al aeropuerto. Sólo el mayor logró entrar (reunificación familiar). Lola necesita papeles y se movió con su hijo a otra ciudad porque allí logró contrato (estrategias laborales afectadas por la política migratoria). Ella atiende a una anciana por las noches y su hijo se queda durmiendo solo (dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar). Siente que es una situación insostenible (Orozco, 2009, p. 9)Las cadenas de cuidado se expresan en formas de vinculación norte-sur, puesto que cubren necesidades relacionadas con las labores de la esfera privada y visibilizan la importancia de las mismas a escala global. Atendiendo al funcionamiento de esta alternativa, es preponderante ponerla en discusión dentro del debate de una construcción de un nuevo orden social, adoptando las características que se consideren favorables en la coyuntura en la que se halla. Este ejercicio crítico de las nuevas formas de plantearse una economía interesada en advertir unas dinámicas que soportan las macroestructuras, funcionaría como eje de reestructuración de las demandas existentes y la puesta en escena de aquellas que se conformen a través del diálogo.
Lola llegó a España en 2005, sus hijos se quedaron con su esposo en Bolivia (constitución de familias transnacionales). Él la siguió unos meses después (no asumió el papel de cuidador principal, identidad masculina ligada al rol de proveedor de ingresos). Ambos lograron empleo, ella como trabajadora de hogar (nicho laboral preferente, mercados segregados por sexo). Sus hijos quedaron primero con los abuelos maternos, pero Lola no estaba contenta con la solución (gestión del hogar a distancia) y acordó con su cuñada que se movieran a su casa (reorganización de las estrategias familiares). Cuando lograron cierta estabilidad laboral, quisieron reagrupar a sus hijos antes de que fuese necesario el visado (estrategias familiares afectadas por la política migratoria); pero dos veces los retornaron cuando llegaban al aeropuerto. Sólo el mayor logró entrar (reunificación familiar). Lola necesita papeles y se movió con su hijo a otra ciudad porque allí logró contrato (estrategias laborales afectadas por la política migratoria). Ella atiende a una anciana por las noches y su hijo se queda durmiendo solo (dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar). Siente que es una situación insostenible (Orozco, 2009, p. 9)

Lola llegó a España en 2005, sus hijos se quedaron con su esposo en Bolivia (constitución de familias transnacionales). Él la siguió unos meses después (no asumió el papel de cuidador principal, identidad masculina ligada al rol de proveedor de ingresos). Ambos lograron empleo, ella como trabajadora de hogar (nicho laboral preferente, mercados segregados por sexo). Sus hijos quedaron primero con los abuelos maternos, pero Lola no estaba contenta con la solución (gestión del hogar a distancia) y acordó con su cuñada que se movieran a su casa (reorganización de las estrategias familiares). Cuando lograron cierta estabilidad laboral, quisieron reagrupar a sus hijos antes de que fuese necesario el visado (estrategias familiares afectadas por la política migratoria); pero dos veces los retornaron cuando llegaban al aeropuerto. Sólo el mayor logró entrar (reunificación familiar). Lola necesita papeles y se movió con su hijo a otra ciudad porque allí logró contrato (estrategias laborales afectadas por la política migratoria). Ella atiende a una anciana por las noches y su hijo se queda durmiendo solo (dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar). Siente que es una situación insostenible (Orozco, 2009, p. 9)

Este ejemplo del recuadro ejemplifica de manera sintética, aunque clara la evolución y transformaciones que son perceptibles en las cadenas globales de cuidado.
Es posible rastrear las consecuencias de estas transnacionalización de los cuidados que son las cadenas globales de cuidados. Por el lado del país de destino y sus familias es bastante beneficioso porque permite palear la ausencia o deficiencia de cuidado en la familia. Pero por el otro lado, en los países de origen, la migración tiene un fuerte impacto en los hogares, que se ven obligados, como comentábamos anteriormente, a una reorganización de las tareas y responsabilidades y a inventar nuevas formas cuidar a pesar de la separación física (Parreñas, 2001 y 2005).
El sentido de competencia, propio del razonamiento neoliberal, repercute en las dinámicas de explotación, bajos salarios y las pocas probabilidades que tienen las mujeres de encontrar un trabajo estimable que no se derive de las funciones de la esfera privada, es decir labores relacionadas con el hogar. Sin embargo al poner estas lógicas en un diálogo con lo global, es decir con los supuestos que propone el neoliberalismo como ideario feminista, Hirata y Le Doaré afirman que "uno de los discursos de legitimación del neoliberalismo consiste en afirmar que la situación actual representa un progreso, porque permite un mayor acceso al mercado del trabajo, especialmente a las mujeres, y por lo tanto, a mediano plazo conduce a una igualdad entre los sexos" (Falquet, 2008, p.57) sin embargo, se estos postulados se encuentra una contradicción.
No resulta claro por qué las mujeres no pueden acceder masivamente también en industrias intensivas a tareas calificadas. Una hipótesis puede ser que las empresas prefieran invertir en la formación de trabajadores varones en lugar de mujeres pues tienen la certeza de que un hombre "como principal proveedor del hogar" no ha de abandonar sus tareas para asumir sólo las responsabilidades domésticas. (Girón, 2009, p. 63)
Por otra parte, es importante destacar el papel del Estado y su incidencia dentro del proceso globalizador, si bien se trata de uno de los actores que más peso tiene dentro de las relaciones internacionales, el neoliberalismo trabaja con lógicas de desprendimiento del bienestar a través del discurso del desarrollo y estas a su vez impiden la plena ejecución de las tareas del Estado como amparador y ente representativo de los ciudadanos; una de las apuestas feministas está enfocada en la reconceptualización de algunas nociones inherentes al análisis del sistema en general, una de ellas es la noción de soberanía, centrada básicamente en la realización de su propuesta por medio del derecho internacional y los derechos humanos. Dentro de esta elaboración conceptual se desarrolla la idea de que el Estado invisibiliza los adelantos feministas y los ubica en un marco limitante para que no busque vínculos con otras iniciativas de la misma índole o con movimientos sociales que puedan valerse de la legitimidad con la que cuentan los Estados nacionales.
Una vez que el Estado ya no se concibe como el exclusivo representante de su población en el terreno internacional, las mujeres y otros actores no estatales pueden ganar más cuota de representación en el derecho internacional, contribuir al proceso de elaboración del derecho internacional y dar un nuevo sentido a las viejas formas de participación, como el trabajo de las mujeres en los esfuerzos internacionales de paz, desde hace largo tiempo muy exigente. (Sassen, 2003, p. 81)
CONCLUSIÓN
Como conclusión tan solo es posible dejar la discusión abierta frente a la relación entre el patriarcado y el capitalismo que es del todo compleja y escurridiza. Este trabajo quería abordar diversos y variados elementos en la caracterización de la globalización, específicamente en términos de crisis y de la relación local-global, pero haciendo más bien un paneo general que un análisis exhaustivo de los distintos puntos de encuentro. Por lo que la primera conclusión a considerar es que analizar la globalización desde el feminismo es bastante útil y aborda discusiones ricas y esclarecedoras. De modo que la invitación está hecha, para que se continúe por esta vía tan relativamente poco explorada en general y particularmente en la Universidad Nacional.
Ahora bien, no queda sino destacar algunos elementos claves en el desarrollo del trabajo, a saber:
Una apuesta por una economía distinta, no enfocada en el mercado y su entorno más inmediato, sino una apuesta por ampliar el concepto para enriquecer el análisis teórico.
La crisis es una crisis transnacional propia de la globalización, aunque no es ni mucho menos una crisis que se separe de las otras dimensiones de la crisis civilizatoria, la crisis de los cuidados es una dimensión de la crisis de la modernidad, modernidad que prometió acabar con la escasez y deja por todo lado gente sin cuidados.
La interseccionalidad juega un papel crucial para entender tanto la crisis de los cuidados, como las cadenas globales del cuidado que la crisis configura. Es preciso entenderlas en términos de la posición geopolítica, la situación económica, el género, la raza, la étnia, orientación sexual, etc. En este trabajo no fue posible desentrañar las complejidades de un análisis interseccional, porque las experiencias que llamábamos de "mujeres" son de cierto tipo de mujeres y no todas. De modo que queda la labor aún pendiente de ver en más detalle y no tan generalmente la relación globalización-feminismo
Otra idea central es que el cuidado es central, tanto en la reproducción humana como en el sustento familiar y por extensión al sistema socioeconómico. Es un trabajo central y fundamental en la reproducción social, que a pesar de haber sido invisibilizado es preciso que se valore tanto social como teóricamente.
La globalización refuerza los estereotipos de feminidad y también de masculinidad. Mujeres de servicio y hombres de armas. Esto es visible en la culpabilidad que recaen en las mujeres cuando esta migran, no siendo así la exigencia al padre. Además que en la migración son ellas las que ocupan esas labores de cuidado y que además no se deslindan de los cuidados anteriores, sino que cumplen el doble rol de provedoras y cuidadoras.
Las cadenas globales de cuidado expresan tanto elementos nuevos como viejos. Lo nuevo es la transnacionalización de los cuidados, lo cual marca diferencias en los arreglos familiares como la aparición de familias transnacionales y además de una mayor complejidad de la estructura de explotación, que ahora se lleva al campo transnacional, por otro lado y consecuentemente con el anterior punto es la "feminización de los flujos de migración" que es sobretodo un cambio cualitativo en la migración, es un campo específicamente feminizado, casi suyo.
Lo viejo en cambio se refiere a que aún permanece la difícil conciliación entre la familia y el trabajo, la explotación persiste, y la migración femenina siempre ha existido, aunque claro, antes con un matiz distinto.
Destacar que las cadenas globales también funcionan por el apoyo y las diferentes y densas redes de solidaridad y sororidad que se establecen muchas veces entre mujeres para lidiar con ese cuidado y mantener a la familia transnacional.
Lo último que queda por decir es que, no puede darse una respuesta clara y cerrada sobre el impacto de las cadenas globales de cuidados en el desarrollo a nivel global, en general, y en la organización social de los cuidados como uno de sus componentes esenciales, en particular (Orozco, p.8).


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(…) la economía no es reductible a los mercados, sino que economía es mantener la vida, sea o no a través de las esferas monetizadas; es decir, lo mercantil forma parte del análisis de manera secundaria y no como eje central del mismo. En segundo lugar, el género funciona como elemento organizador del sistema económico, por tanto, es necesario atender a las relaciones de género para poder comprender la estructura socioeconómica (Orozco, 2006, p, 9)
(…) la idea de "sexo" no existe con anterioridad a su determinación dentro de un discurso en el cual sis constelaciones de significados se especifican, y que por tanto los cuerpos no tienen "sexo" por fuera de los discursos en los cuales se les designa como sexuados. Henrrietta Moore, 1994, p,12.
Estas discusiones están circunscritas a los ejes trabajados en el curso de "teorías de la Globalización" en el departamento de ciencia política de la Universidad Nacional.
Esta crisis es un problema socioeconómico de primer orden, que afecta al conjunto de la población y que sólo puede percibirse en toda su magnitud si dejamos de centrar la visión en los mercados y lo monetizado y, en cambio, situamos como categoría analítica básica la sostenibilidad de la vida; (Orozco, 2006, p, 9) es decir, si buscamos comprender "las formas en que cada sociedad resuelve sus problemas de sostenimiento de la vida humana" (Carrasco, 2001a: 12).

"Por cuidados podemos entender la gestión y el mantenimiento cotidiano de la vida y de la salud, la necesidad más básica y diaria que permite la sostenibilidad de la vida. Presenta una doble dimensión "material", corporal –realizar tareas concretas con resultados tangibles, atender al cuerpo y sus necesidades fisiológicas– e "inmaterial", afectivo-relacional –relativa al bienestar emocional. Cuidar es "hacerse cargo de los cuerpos sexuados" (y de las relaciones que los atraviesan" Orozco, 2006, p. 10.
Cuenta satélite de la economía del cuidado, DANE, 2014.
"Entre ellos, pocos son probablemente tan importantes como las ciudades globales, lugares estratégicos para la valorización de los componentes conductores del capital y para la coordinación de los procesos económicos globales. Son también espacios de incorporación de un amplio número de mujeres e inmigrantes en actividades de servicio a los sectores estratégicos" (Sassen, 2003. p. 73)
"La globalización neoliberal reforzaba (...) la vieja pareja patriarcal unida por los lazos de la dialéctica, la de los hombres en armas y las "mujeres de servicios. Este "par fatal" es a la vez una realidad del mercado de trabajo, una poderosa figura simbólica y la base de un doble actor político". (Falquet,2008, p.80)
Este tipo de análisis está referido al desarrollo que establece Roland Robertson entre fenómenos macrosociales ligados a procesos locales. "Lo local global deriva de las perspectivas que entiende que las concepciones contemporáneas de lo local son producto, en amplia medida, de algo parecido a términos globales, si bien no quiere decir esto que todas las formas de localidad se encuentra sustantivamente homogeneizadas de esa forma (...) una de las maneras de considerar la idea de cultura global es entenderla como si estuviera constituida por la progresiva interconexión de muchas culturas locales, grandes o pequeñas" (Robertson, 2003, p. 9)
Evolución entendida desde una perspectiva de replanteamiento, sin tocar las bases del concepto.



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