Glass beads in Monte Bernorio oppidum (Villarén, Palencia). North of Spain Iron Age commercial relationship (Cuentas de pasta vítrea en el oppidum de Monte Bernorio (Villarén, Palencia). Relaciones comerciales en el cantabrico en la Edad del Hierro).

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Descripción

CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE DEL GOBIERNO DE CANTABRIA

sautuola XVIII revista del instituto de prehistoria y arqueología sautuola

Santander 2013

SUDOC, OCLC WorldCat, URLĬCHSWEB™. Sus artículos están indexados en las siguientes bases de datos: ACADEMIA. edu, ISOC (Ciencias Sociales y Humanidades). INTERCLASSICA, DIALNET, REGESTA IMPERII, 360º GRADOS, REVIUM. Además Sautuola figura como revista fuente en el Índice de Impacto de Revistas Españolas de Ciencias Humanas (IN-RECH) en las áreas de Arqueología y Prehistoria.

© De la presente edición: Instituto de Prehistoria y Arqueología “Sautuola”, y de los textos, figuras y láminas los autores Fundador de la publicación: Dr. D. Miguel Ángel García Guinea Edición, redacción y patrocinio: Instituto de Prehistoria y Arqueología “Sautuola” Santa Lucía 45 - 2ºE 39003 Santander (Cantabria, España) Correo electrónico: [email protected] Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria Dirección General de Cultura C/ Vargas, 53 - 1º 39010 Santander (Cantabria, España) • Consejo de Redacción Dirección: Carmelo Fernández Ibáñez Vocales: Ramón Bohigas Roldán Elena de Diego Anbuhl Carmelo Fernández Ibáñez Rosario Olabe Fernández Jesús Ruiz Cobo

• Comité Científico Dr. D. J. Antonio Abásolo Álvarez (Universidad de Valladolid) Dr. D. Pedro Castaños Ugarte (Sociedad de Ciencias Aranzadi, San Sebastián) Dr. D. Germán Delibes de Castro (Universidad de Valladolid) Dr. D. Francisco Etxeberria Gabilondo (Universidad del País Vasco) Dr. D. Cesar González Sáinz (Universidad de Cantabria) Dr. D. J. Avelino Gutiérrez González (Universidad de Oviedo) Dr. D. Norbert Hanel (Universidad de Colonia, Alemania) Dra. Dña. Salete da Ponte (Instituto Politécnico de Tomar, Portugal) Dr. D. Ignacio Ruiz Vélez (Institución Fernán González, Burgos)

Coordinación: Carmelo Fernández Ibáñez Ramón Bohigas Roldán Asesor lingüístico: Peter Smith I.S.S.N: 1133-2166 Depósito Legal: SA - 1097 - 2010 Impreso en España / Printed in Spain Impresión, maquetación y fotomecánica: Gráficas Copisán - [email protected]

La publicación de un trabajo en esta revista científica, no implica que la Redacción ni el Gobierno de Cantabria estén de acuerdo ni se solidaricen con el contenido de aquel. Las opiniones y los hechos consignados por los distintos autores de los artículos, son de la única y exclusiva responsabilidad de ellos mismos, en el uso de su plena libertad intelectual. / The publication of a paper in this scientific journal does not imply that that Editorial Committee or the Government of Cantabria agree with or support its contents. The opinions and facts given by the different authors of the papers are their own and exclusive responsibility, within the full use of their intellectual freedom. Los textos de los artículos son reproducción de los originales entregados por los autores, siendo necesario citar la procedencia en cualquier transcripción o reproducción total o parcial de los mismos. / The texts of the papers are a reproduction of the authors' original manuscripts and it is necessary to cite the source of any total or partial transcription or reproduction.

INDICE / INDEX IN MEMORIAM . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

7

I. PALEOLÍTICO / PALAEOLITHIC Nueva datación por termoluminiscencia del yacimiento del Paleolítico Inferior de Espinilla (Hermandad de Campoo de Suso, Cantabria) New Thermoluminescence date for the Lower Palaeolithic site of Espinilla (Hermandad de Campoo de Suso, Cantabria)

Alonso GUTIÉRREZ MORILLO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

11-16

El yacimiento arqueológico al aire libre de “El Caspano”, Cortiguera (T. M. Suances, Cantabria) “El Caspano” Open-Air Archaeological Site, Cortiguera (Suances, Cantabria)

Silvia SANTAMARÍA SANTAMARÍA, Ramón MONTES BARQUÍN, José Manuel MORLOTE EXPÓSITO Emilio MUÑOZ FERNÁNDEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

17-28

Nuevos contextos geoarqueológicos al aire libre del Paleolítico Medio en Cantabria New Middle Palaeolithic Open-air Geo-archaeological Sites in Cantabria

Emilio MUÑOZ FERNÁNDEZ, José Manuel MORLOTE EXPÓSITO, Silvia SANTAMARÍA SANTAMARÍA, Ramón MONTES BARQUÍN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

29-50

La cueva de la Subida de la Cruz (Comillas, Cantabria). Un nuevo yacimiento del paleo-mesolítico cantábrico Cave of la Subida de la Cruz (Comillas, Cantabria). A new Cantabrian Palaeolithic-Mesolithic site

Ramón MONTES BARQUÍN, Silvia SANTAMARÍA SANTAMARÍA, Emilio MUÑOZ FERNÁNDEZ, José Manuel MORLOTE EXPÓSITO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

51-68

El yacimiento prehistórico de Anton Koba. Estudio de los macromamíferos (Oñati, Gipuzkoa, Pais Vasco) The Prehistoric Site of Anton Koba (Oñati, Gipuzkoa, Basque Country). Study of the Large Mammals

Jesús ALTUNA, Koro MARIEZKURRENA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

69-98

II. EDAD DEL HIERRO / IRON AGE La cueva de Las Barandas (Matienzo, Cantabria): depósito y muerte Cueva de Las Barandas (Matienzo, Cantabria): deposit and death

Peter SMITH, Jesús RUIZ COBO, Juan CORRÍN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101-114 La Tessera de Hospitalidad de Monte Bernorio (Palencia). Un excepcional documento en bronce de la IIª Edad del Hierro. Avance a su interpretación, análisis y conservación The Hospitality Tessera from Monte Bernorio (Palencia). An exceptional bronze document from the Late Iron Age. Preliminary report on its interpretation, analysis and conservation

Jesús F. TORRES MARTÍNEZ, Xaverio BALLESTER, Carmelo FERNÁNDEZ IBÁÑEZ, Ignacio MONTERO RUIZ, Rufo MARTÍN MATEO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115-132

Cuentas de pasta vítrea del oppidum de Monte Bernorio (Villarén, Palencia). Relaciones comerciales en el cantábrico en la Edad del Hierro Glass beads in Monte Bernorio oppidum (Villarén, Palencia). Iron Age commercial relationships in northem Spain

Jesús F. TORRES MARTÍNEZ, Antxoka MARTÍNEZ VELASCO, Susana DE LUIS MARIÑO . . . . . . . . . . . . . 133-148

III. ÉPOCA ROMANA / ROMAN PERIOD Resultados de los sondeos en el solar de la Plaza de la Inmaculada con vuelta a la calle Santo San Pedro de la ciudad de Palencia Results of the soundings in the building lot in Inmaculada Square on the corner of Santo San Pedro Street in the city of Palencia (Spain)

Gregorio J. MARCOS CONTRERAS, Miguel Ángel MARTÍN CARBAJO, Jesús Carlos MISIEGO TEJEDA Francisco Javier SANZ GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151-167 Algunos cuencos originales sobre THST procedentes de la villa romana La Olmeda (Pedrosa de la Vega, Palencia) Some original bowls in TSHT from La Olmeda Roman villa (Pedrosa de la Vega, Palencia)

Jaime GUTIÉRREZ PÉREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169-178 Relaciones comerciales entre el Mvnicipivm Calagvrris Ivlia Nassica (Calahorra, La Rioja) y la Galia a través de los recipientes cerámicos Trade relations between the Municipium Calagurris Iulia Nassica (Calahorra, La Rioja) and Gaul through the ceramic containers

Rosa Aurora LUEZAS PASCUAL, José Luis CINCA MARTÍNEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 179-198 El Horreum de la ciudad romana de Bracara Augusta (Braga, Portugal): funcionalidad, tipología y contexto The Horreum in the Roman city of Bracara Augusta (Braga, Portugal): functionality, typology and context

Rui MORAIS, Javier SALIDO DOMÍNGUEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199-212 Cápsulas de sellos en Hispania romana. Aproximación a una primera clasificación formal Seal Boxes in Roman Hispania: Approach to a First Formal Classification

Javier ALONSO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213-226

IV. TARDOANTIGÜEDAD Y MEDIEVO / LATE ANTIQUITY AND MEDIEVAL PERIODS Primeros trabajos arqueológicos en el “Pico de la Torre”, Cabezón de la Sal (Cantabria) First archaeological work in the “Pico de la Torre”, Cabezón de la Sal (Cantabria)

Manuel GARCÍA ALONSO, José Luis RIVERA COBO, Ramón BOHIGAS ROLDÁN, Ángel OCEJO HERRERO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 229-244 Aportación al conocimiento del fenómeno rupestre medieval. Estudio de la cerámica asociada a los yacimientos de Presillas de Bricia (Burgos), Valverde y Valdelomar (Cantabria) Contribution to an understanding of medieval rock churches. A study of pottery associated with the archaeological sites of Presillas de Bricia (Burgos), Valverde and Valdelomar (Cantabria)

Diana VEGA ALMAZÁN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 245-262 La iglesia de San Martín en Barcenilla de Piélagos, Cantabria St. Martin’s Church in Barcenilla de Piélagos, Cantabria

Jesús RUIZ COBO, Ana RUBIO CELEMÍN . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 263-273

Necrópolis medievales del País Vasco: estado actual de la investigación antropológica Medieval necropolises in the Basque Country: current state of anthropological research

Naiara ARGOTE, Miguel BOTELLA, Francisco ETXEBERRIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 275-289 Iglesia de Nuestra Señora del Rosario, Gallinero (Soria). Conjunto de estelas en la plementería Church of Our Lady of the Rosary, Gallinero (Soria). A group of steles in the vault webbing

Carlos DE LA CASA, Manuela DOMÉNECH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291-304

V. EDAD CONTEMPORÁNEA / AGE CONTEMPORARY Defensas costeras de la Guerra Civil Española en Cantabria. Los emplazamientos para cañón Coastal defences of the Spanish Civil War in Cantabria. The gun emplacements

Borja GÓMEZ-BEDIA FERNÁNDEZ, Enrique GUTIÉRREZ CUENCA, José Ángel HIERRO GÁRATE . . . . . . . 307-316

VI. CONSERVACIÓN DEL PATRIMONIO / CONSERVATION OF HERITAGE El recipiente cerámico de El Bortal (Karrantza, Bizkaia): tratamiento de conservación - restauración y relectura del objeto The pottery vessel from El Bortal (Karrantza, Biscay): conservation-restoration treatment and reinterpretation of the object

Laura GARCÍA BOULLOSA, José Luis IBARRA ÁLVAREZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 319-336

VII. VARIA / VARIOUS Sobre la función del “Área de Reserva Medioambiental” del Azefal (S.E. del Sahara Occidental) en el Holoceno y la presencia de ciertas estructuras “megatumulares” On the function of the Holocene “Environmental Refuge” of Azefal (SE Western Sahara) and the presence of certain “mega-tumuli” structures

Andoni SÁENZ DE BURUAGA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339-353

VIII. RESEÑAS / REVIEWS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355-361

Información Editorial / EDITORIAL INFORMATION Notas para la admisión de originales Notes for the submission of manuscripts

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363-370

Sautuola / XVIII Instituto de Prehistoria y Arqueología “Sautuola” Santander (2013), 133 - 148

Cuentas de pasta vítrea del oppidum de Monte Bernorio (Villarén, Palencia). Relaciones comerciales en el cantábrico en la Edad del Hierro Glass beads in Monte Bernorio oppidum (Villarén, Palencia). Iron Age commercial relationships in northem Spain Jesús F. TORRES MARTÍNEZ (Kechu)1 Antxoka MARTÍNEZ VELASCO2 Susana DE LUIS MARIÑO3 RESUMEN En este trabajo se dan a conocer algunas cuentas de vidrio aparecidas en el oppidum de Monte Bernorio. Estos objetos se ponen en relación con otros similares aparecidos en el norte de la Península Ibérica y occidente de Europa. También se abordan las técnicas de elaboración, su funcionalidad, su posible procedencia, y las rutas comerciales a través de las que este tipo de cuentas llegaban a la fachada atlántica peninsular. ABSTRACT This paper makes known a number of glass beads found in Monte Bernorio Hillfort. They are related to similar objects found in the north of the Iberian Peninsula and Western Europe. It also examines the production techniques, functionality, their possible origin, and the trade routes through which this kind of beads reached the Spanish Atlantic façade. PALABRAS CLAVE: Cantábrico. Comercio de larga distancia. Cuentas de pasta vítrea. Edad del Hierro. Occidente de Europa. KEY WORDS: Glass Beads. Iron Age. Long Distance Trade. North of Spain. Western Europe.

I. CUENTAS DE PASTA VÍTREA EN EL OPPIDUM DE MONTE BERNORIO El oppidum de Monte Bernorio (Villarén, Pomar de Valdivia, Palencia), situado en el centro de la región cantábrica, en la vertiente sur de la Cordillera del mismo nombre, es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos de la Edad del Hierro del norte de la Península Ibérica (Fig. 1). Ocupa una estratégica posición que lo convierte en un punto defensivo que controla los pasos naturales que, en dirección norte-sur, atraviesan la Cordillera. A partir de los resultados de las campañas arqueológicas que se vienen desarrollando desde el año 2004, se ha podido comprobar que este núcleo presenta una muy larga ocupación estable que arranca en el Bronce Final y se extiende a lo largo de toda la Edad del Hierro. Su final, con una destrucción violenta, se produjo durante las Guerras Cántabras, todo indica que en la ofensiva que el Empera-

1. Proyecto “Monte Bernorio en su Entorno”. Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC). Instituto de Estudios Prerromanos y de la Antigüedad (IEPA). Correo electrónico: [email protected] 2. Proyecto “Monte Bernorio en su Entorno”. Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC). 3 Proyecto “Monte Bernorio en su Entorno”. Instituto Monte Bernorio de Estudios de la Antigüedad del Cantábrico (IMBEAC). Colectivo para la Ampliación de Estudios de La Arqueología Prehistórica (C.A.E.A.P.)

ISSN: 1133-2166

dor Augusto dirigió personalmente en la primera fase del conflicto. Posteriormente se instaló en él un castellum romano que se mantuvo durante varias décadas ya que se han detectado al menos dos fases continuas de ocupación (Torres-Martínez, 2007; Torres-Martínez y Domínguez-Solera, 2008: 103-105; Torres-Martínez et alii, 2011) (Fig. 2). En la terraza sur del recinto se han excavado (hasta el año 2012) poco más de 100 m² aproximadamente en los que se ha exhumado una porción de la muralla y un espacio ocupado por construcciones. Se han identificado al menos cuatro niveles de ocupación que abarcan una secuencia (estimada a través de los restos de las edificaciones y de los materiales) que va desde el siglo IX al siglo I a.C. Se han documentado restos de construcciones con zócalos de piedra, fragmentos de paredes de manteado de barro cocidas por incendio (se ha identificado un nivel de destrucción y abandono con restos de incendio y objetos afectados por el fuego) y abundantes restos de cultura material. Resultan relativamente abundantes los restos de armamento, fragmentos de cerámicas torneadas y moldeadas y objetos en hierro y bronce, tanto herramientas, como armas y objetos de adorno. Entre los objetos de adorno destacan cinco cuentas de vidrio. Todas han aparecido en esta terraza que se apoya en la muralla, en una zona situada próxima a la puerta Sur, que hemos denominado Área 3 (Fig. 2). La

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CUENTAS DE PASTA VÍTREA DEL OPPIDUM DE MONTE BERNORIO (VILLARÉN, PALENCIA). RELACIONES…

Figura 1: Situación geográfica del oppidum de Monte Bernorio (Villarén de Valdivia, Palencia). Ilustración de A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

Figura 2: Monte Bernorio. Croquis de las estructuras y ubicación del Área 3. Ilustración de A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

Figura 3: Planta del Área 3. Hallazgos de cuentas: 1. Cuenta azul cobalto; 2. Cuenta oculada. Bernorio 2006; 3. Cuenta azul cobalto. Bernorio 2008; 4. Cuenta azul cobalto (mitad). Bernorio 2011; 5. Cuenta azul cobalto. Bernorio 2012. Ilustración de A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

Jesús F. TORRES MARTÍNEZ (Kechu) y Antxoka MARTÍNEZ VELASCO y Susana DE LUIS MARIÑO

Figura 4: Cuenta de vidrio ovalada/amorcillada. Alterada por el fuego. Su color original azul cobalto. Bernorio 2004. Fotografías Equipo Monte Bernorio, Grafismo A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

Figura 5: Cuenta oculada. Bernorio 2006. Fotografías Equipo Monte Bernorio, Grafismo A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

primera pieza apareció en la Campaña del año 2004 y fue recuperada en el cuadro D1 (Fig. 3.1). Se trata de una cuenta de vidrio que tiene forma ovalada/amorcillada que está alterada por el fuego por lo que su superfi-

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Figura 6: Cuenta azul cobalto. Bernorio 2008. Fotografías Equipo Monte Bernorio, Grafismo A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

cie aparece cubierta de una capa de tonos grisáceos de aspecto brillante, aunque su color real es el azul cobalto. La pieza mide 105 x 97 mm de diámetro con un orificio interior de 50 x 40 mm, un grosor de entre 40 y 30 mm y pesa 0,38 gr (Fig. 4). La segunda pieza apareció en la Campaña del año 2006 y fue recuperada en el cuadro B1 (Fig. 3.2). Se trata de una cuenta de vidrio azul de tipo anular de tendencia espiraliforme con decoración de oculados en pasta blanca y amarilla. La pieza es de pequeño tamaño, mide entre 8,5-7,5 mm de diámetro con un orificio interior de 4 mm, un grosor de entre 4 y 6 mm y pesa 0,38 gr (Fig. 5). La tercera cuenta, de vidrio azul cobalto sin decoración y de tipo anular con tendencia ligeramente esférica, apareció en la Campaña del año 2008, en el cuadro D5 (Fig. 3.3). La pieza mide 10 mm de diámetro con un orificio interior de 4,5 mm, un grosor de entre 6 y 7 mm y pesa 0,75 gr (Fig. 6). En el año 2011 se recuperó la mitad de otra cuenta de vidrio azul cobalto, casi idéntica a la anterior, en el inicio de la limpieza de desescombro de la muralla, en el cuadro E0 2 (Fig. 3.4). Esta cuenta mide 9 mm de diámetro con un orificio interior de 5 mm, un grosor de entre 5,5 y 6 mm y pesa 0,29 gr, por lo que su peso completa sería de unos 60 gr aproximadamente (Fig. 7). La quinta y última cuenta apareció en la Campaña del año 2012, en el cuadro F4 (Fig. 3.5). La pieza es de perfil ligeramente irregular, mide entre 6,7 y 7,6 mm de diámetro con un orificio interior de 3,5 mm, un grosor de 4,3 mm y pesa 0,09 gr (Fig. 8). Se realizó simplemente enrollando un fino hilo de vidrio. En comparación con las tres anteriores, esta cuenta es de un tamaño mucho más pequeño, por ello, cabe la posibilidad de que se empleara como separación entre cuentas de mayor tamaño en collares formados mediante un conjunto variado de cuentas. Nues-

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CUENTAS DE PASTA VÍTREA DEL OPPIDUM DE MONTE BERNORIO (VILLARÉN, PALENCIA). RELACIONES…

tra datación, por paralelos encontrados, las situaría entre el siglo III y el I a.C., lo que concuerda con la estratigrafía general del yacimiento. II. CUENTAS DE PASTA VÍTREA EN EL CANTÁBRICO Y CENTRO DE LA PENÍNSULA IBÉRICA Los objetos de adorno de vidrio poseen una gran antigüedad, surgiendo en el Mediterráneo oriental en Egipto y difundiéndose su tecnología por ese ámbito geográfico a partir del final de la Edad del Bronce. Son los fenicios los grandes difusores de este tipo de adornos en el Mediterráneo central y occidental (Dubin, 1987). Por este motivo, generalmente se tiene la percepción de que es mucho más frecuente que este tipo de objetos aparezcan en el área meridional y levantina de la Península Ibérica. En estos contextos arqueológicos dichos objetos resultan relativamente más numerosos y los tipos de modelos más variados que en la Meseta o en el cantábrico. La mayoría de los objetos de vidrio del área mediterránea tiene una clara procedencia en el ámbito del comercio fenicio-púnico y griego (Ruano, 2000: 25-36; Ruano et alii, 1995). Sin embargo la aparición de cuentas de vidrio suele resultar relativamente frecuente también en el norte de la Península Ibérica, tanto en la franja cantábrica como en

Figura 7: Cuenta azul cobalto (mitad). Bernorio 2011. Fotografías Equipo Monte Bernorio, Grafismo A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

Figura 8: Cuenta azul cobalto. Bernorio 2012. Fotografías Equipo Monte Bernorio, Grafismo A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

la meseta norte, aunque el conocimiento que tenemos de este tipo de objetos resulta un tanto desigual. En la actual Comunidad Autónoma de Galicia son relativamente frecuentes este tipo de objetos, con presencia de cuentas de pasta vítrea en forma de arete y también con decoración de oculados, en forma de tonelete de varios colores e incluso algún recipiente vítreo para perfume. Aparecen no sólo en los núcleos costeros o próximos al área de costa, sino también en otros situados al interior. Este tipo de objetos se atribuyen a importaciones púnicas desarrolladas entre los siglos IV al II a.C., descartándose otra procedencia (González Ruibal, 2006; 2007a: 265-266; 2007b: 515, 519 Fig. 4.164, 520; Naveiro, 1991: 72-73). En La Campa Torres (Gijón, Asturias) aparecieron varias cuentas y fragmentos de éstas pertenecientes a distintos modelos (Fig. 10.8). En total se recuperaron doce, la mayoría azules anulares y en algunos casos con tendencia esférica. También se recuperaron otras con decoración de oculados de distintos colores, que en algunas ocasiones estaban asociadas a anillitas de colores que servirían para engarzarlas en los collares. Estas últimas son del mismo tipo que la arandela de vidrio de pequeño tamaño que ha aparecido en Monte Bernorio en la Campaña del 2012. La cronología de las piezas se establece entre el siglo IV y el I a.C. En su mayor parte se les atribuye un origen púnico (Maya y Cuesta, 1996; 2001: 229, 231, 253 y Fig. 154). En Cantabria, el primer hallazgo del que se tiene constancia se produjo en el castro de Las Rabas (Cervatos, Cantabria) (Figs. 9.2 y 10.2), durante la campaña de excavación de 1986. Se trata de una cuenta de pasta vítrea de color azul con decoración de oculados

Jesús F. TORRES MARTÍNEZ (Kechu) y Antxoka MARTÍNEZ VELASCO y Susana DE LUIS MARIÑO

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Figura 9: Dispersión de las cuentas de pasta vítrea en la Cantabria Protohistórica. 1. Monte Bernorio (Villarén de Valdivia, Palencia). 2. Las Rabas (Cervatos, Cantabria). 3. Cueva de Cofresnedo (Matienzo, Cantabria). 4. El Castro (Hinojedo, Cantabria). 5. La Espina del Gallego (Corvera de Toranzo, Anievas y Arenas de Iguña, Cantabria), 6. Iuliobriga (Retortillo, Cantabria), 7. La Loma (Santibáñez de La Peña, Palencia). Ilustración de A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

que combinan el amarillo con el azul y el amarillo, el azul y el blanco. Esta pieza, de forma anular con tendencia esférica, ha sido datada entre el siglo IV y el I a.C. (Bolado y Fernández, 2010: 420, 424 y Fig. 15; Bolado et alii, 2010: 89). Posteriormente se han dado a conocer otras cuentas de vidrio en esta área. Una procede de la cueva de Cofresnedo (Matienzo, Cantabria) (Figs. 9.3 y 10.3), tiene una forma anular de tendencia esférica y mide entre 10,4 y 8 mm de diámetro con un orificio interior de 3,3 mm y un peso de 0,94 gr. Presenta decoración de motivos oculados, con diversos ojos elaborados mediante combinación de amarillo, blanco y azul (Ruiz y Smith, 2001: 123; Smith, 1985: 51-53, fig. 5-D; Smith y Muñoz, 2010: 688 y Fig. 5). Otra cuenta procede del yacimiento de El Castro (Hinojedo, Cantabria) (Ontañón, 2000: 212) (Figs. 9.4 y 10.4) tiene una forma anular de tendencia esférica y mide entre 11,1 y 11,5 mm de diámetro con un orificio interior de 7,4 mm y un peso de 1,15 gr. Presenta una decoración de oculados amarillos y azules (Ontañón, 2010: 185, fig. 1). Por otro lado, se tiene constancia del hallazgo de dos ejemplares más en Cantabria. La primera es una cuenta azul recuperada en la Espina del Gallego (Corvera de Toranzo, Anievas y Arenas de Iguña, Cantabria) (Figs. 9.5 y 10.5), de la que solo se tiene una escueta mención 4 (Smith, 1985:

4. La bibliografía generada por E. Peralta para La Espina de El Gallego es numerosa, sin embargo, no se recoge en sus trabajos ninguna mención al hallazgo de una cuenta de vidrio. La cita que se recoge en este trabajo procede de Ruiz y Smith (2001: 123) y dice textualmente: “...Only two other glass beads are known in Cantabria; from Hinojedo (Suances) near the coast (Ontañón 1995), and the other from the indigenous-Roman hillfort of Espina del Gallego (E. Peralta pers. comm.)”. Resulta extraña la ausencia de una mención a esta cuenta en la bibliografía posterior a esta cita ya que son numerosas las referencias a La Espina. Sin embargo, como el origen de la noticia en la cita se sitúa en el propio E. Peralta, se acepta dicha información.

123; Póo et alii, 2010: 294). La otra procede del yacimiento de Juliobriga (Retortillo, Cantabria) (Figs. 9.6 y 10.6), es de color azul y está decorada con oculados que combinan el amarillo, el blanco y el azul, similar a la hallada en el yacimiento de El Castro (Hinojedo, Cantabria). Al Sur de la divisoria de aguas, en tierras palentinas, tenemos la noticia del hallazgo de dos cuentas azules de pasta vítrea en el oppidum de El Castro, en la zona denominada La Loma (Santibáñez de La Peña, Palencia) (Figs. 9.7 y 10.7). Este castro está situado en el piedemonte palentino, también dentro del territorio de los cántabros de época histórica. El yacimiento de La Loma cuenta con una trayectoria similar al oppidum de Monte Bernorio y forma parte del mismo ambiente cultural y comercial. Cuenta con algunos materiales que sitúan su inicio en la Primera Edad del Hierro, con una fase de máxima expansión en la Segunda Edad del Hierro. Su final se sitúa tras un asedio, asalto y la posterior toma y destrucción por parte del ejército romano (Peralta, 2008) en el contexto de las Guerras Cántabras, igual que sucede en Monte Bernorio. A todos estos hallazgos mencionados anteriormente para el cantábrico central, habría que añadir los que damos a conocer en este trabajo. Más al este, en Vizcaya, sólo tenemos noticia de un hallazgo en contextos de la Edad del Hierro. Se trata, en concreto, de una cuenta de pasta vítrea hallada en el castro de Bolunburu (Zalla, Vizcaya) (Yarritu y Candina, 2003: 93) (Fig. 10.9). Sin embargo, en algunos castros del área guipuzcoana se ha recuperado una importante colección de adornos de vidrio de colores entre los materiales de la Edad del Hierro, con cuentas y un brazalete. Han aparecido piezas de este tipo en Intxur (Albiztur-Tolosa, Guipúzcoa) (Fig. 10.10), Basagain (Anoeta, Guipúzcoa) (Fig. 10.11), Santiagomendi (Astigarraga, Guipúzcoa) (Fig. 10.12)

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CUENTAS DE PASTA VÍTREA DEL OPPIDUM DE MONTE BERNORIO (VILLARÉN, PALENCIA). RELACIONES…

Figura 10: Hallazgos de cuentas de pasta vítrea citados en el texto y Vías de Comunicación protohistóricas en el Cantábrico. 1. Monte Bernorio (Villarén de Valdivia, Palencia). 2. Las Rabas (Cervatos, Cantabria). 3. Cueva de Cofresnedo (Matienzo, Cantabria). 4. El Castro (Hinojedo, Cantabria). 5. La Espina del Gallego (Corvera de Toranzo, Anievas y Arenas de Iguña, Cantabria). 6. Juliobriga (Retortillo, Cantabria). 7. La Loma (Santibáñez de La Peña, Palencia). 8. Campa Torres (Gijón, Asturias). 9. Bolumburu (Zalla, Vizcaya). 10. Intxur (Albiztur-Tolosa, Guipúzcoa). 11. Basagain (Anoeta, Guipúzcoa). 12. Santiagomendi (Astigarraga, Guipúzcoa). 13. Munoaundi (Azpeitia-Azkoitia). 14. Jatsagune (Arnegi, Francia). 15. La Hoya (Laguardia, Álava). 16. Peñas de Oro (Vitoriano, Álava). 17. Alto de la Cruz (Cortes, Navarra). 18. La Atalaya (Cortes, Navarra). 19. La Custodia (Viana, Navarra). 20. El Castejón (Arguedas, Navarra). 21. Las Ruedas (Padilla del Duero, Valladolid). 22. Numancia (Garray, Soria). 23. Carratiermes (Tiermes, Soria). 24. Necrópolis de Herrería (Herrería, Guadalajara). Ilustración de A. Martínez Velasco, Equipo Monte Bernorio.

y Munoaundi (Azpeitia-Azkoitia)5 (Fig. 10.13) (Peñalver y San José, 2011: 162-164). En el poblado de Intxur (Albiztur-Tolosa, Guipúzcoa) se recuperó una sola cuenta de collar de pasta vítrea azul y un fragmento de vidrio del mismo color. En el núcleo de Basagain (Anoeta, Guipúzcoa) se han recuperado hasta la fecha un total de cinco cuentas de collar, todas azules, de distintos tamaños y grosores. Una de ellas con decoración gallonada y otra cuenta azul con decoración oculada en blanco. En Intxur (Tolosa/Albiztur, Guipúzcoa) se recuperó una pieza similar (Peñalver y San José, 2003: 47, 62-63, 78, 81; 2011: 162-163, 197). En Santiagomendi (Astigarraga, Guipúzcoa), por su parte, se recuperó un fragmento de cuenta de pasta vítrea azul (Izquierdo, 2005: 121). Hay que señalar que en Basagain (Anoeta, Guipúzcoa) también se re-

5. S. San José. Comunicación personal.

cuperó un fragmento de un elaborado brazalete de vidrio azul con decoraciones de pasta vítrea blanca, junto a un posible pequeño aplique del mismo material. X. Peñalver y S. San José sitúan el origen de este brazalete en el área del Golfo de León, en el litoral Mediterráneo francés y lo ponen en relación con la circulación comercial en el área del Pirineo occidental (Peñalver y San José, 2010; 2011: 130-131, 162, 164). Este tipo de pulseras de vidrio, tipo La Tène C2, es probable que también puedan proceder de talleres centroeuropeos (Torres-Martínez, 2011: 211). Por último, en Munoaundi se recuperó una cuenta de tono amarillento. Un hallazgo que cabe citar por su vecindad con el área de estudio y su evidente relación, es el de un fragmento de cuenta polícroma procedente del denominado “cerco de Jatsagune” (Arnéguy, Pyrénées-Atlantiques, Francia), en los Pirineos (Fig. 10.14). Se trata de una cuenta elaborada a partir de bandas radiales alternas de tonos amarillos y azules, con decoración

Jesús F. TORRES MARTÍNEZ (Kechu) y Antxoka MARTÍNEZ VELASCO y Susana DE LUIS MARIÑO

perimetral de bandas marrones (Blot, 1979; 1993: 147-152 y 150, Foto 128). En la zona alavesa, se recuperaron varias cuentas de vidrio en La Hoya (Laguardia, Álava) (Fig. 10.15). Una de ellas es de color miel y forma de tonelete (Caprile, 1986: 108, fig. XIX-2), otra de color verde claro y forma de tonelete aplastado (Caprile, 1986: 136, fig. XIX-6) y una tercera de color anaranjado y forma de tonelete aplastado (Caprile, 1986: 156, fig. XIX-9). Además de estas tres cuentas, también en La Hoya se recuperó un objeto cónico de pasta vítrea que pudiera haber estado engarzado, así como la mitad de un segundo objeto de pasta vítrea o quizás de azabache que pudiera haber servido de botón (Caprile, 1986: 126, fig. XXXI-1 y 147, fig. XXXII-5, respectivamente). En el castro de Peñas de Oro (Vitoriano, Álava) (Fig. 10.16) se recuperaron un total de tres cuentas de collar de pasta vítrea: un fragmento de una, otra completa y otra de forma globular, todas azules (Caprile, 1986: 47, Fig. I-7, 56, Fig. IV-12 y 68, Fig. VIII-3; Peñalver y San José, 2011: 163; Ugartechea et alii, 1965: Lám. XXIII-24, Lám. V-10). En Navarra, han sido recuperadas varias cuentas de vidrio en el poblado del Alto de la Cruz (Cortes, Navarra) (Maluquer, 1954: lám. LXXXI) (Fig. 10.17) y en la necrópolis de La Atalaya (Cortes, Navarra) (Maluquer y Vázquez de Parga, 1957: 415) (Fig. 10.18). Se han hallado un total de cuatro cuentas en el poblado de La Custodia (Viana, Navarra) (Fig. 10.19), tres de ellas azules, sencillas, y una cuarta cilíndrica de color azul con bandas azul verdoso y decoración oculada de color azul, amarillo y blanco (Labeaga, 1987: 716-717; 2000: 90, Figs. 192-195). Por último, se han publicado en Navarra dos cuentas más procedentes de la necrópolis de El Castejón (Arguedas, Navarra) (Castiella, 2007: 129, Nº 18; Castiella y Bienes, 2002: 190 y Fig. Nº 240) (Fig. 10.20). Estas últimas fueron halladas en contexto funerario como parte del ajuar de una tumba, por lo que han sufrido el proceso de cremación y una cierta alteración en su aspecto externo. En la Meseta norte, en la necrópolis de Las Ruedas (Padilla del Duero, Valladolid) (Fig. 10.21), se recuperó una extensa colección de cuentas de vidrio de varios modelos y tipos, en total más de 300. Hemos de pensar que estos objetos debían ser mucho más numerosos, recogiéndose sólo algunas de ellas de la pira para depositarse en las tumbas. Algunas de las piezas han sido afectadas por la cremación del cadáver por lo que existen cuentas alteradas, fundidas y también varias soldadas o fundidas formando un amasijo. En su mayor parte se trata de cuentas de color azul, con otras de tono amarillo y verde más o menos opacas. Su forma, anular, suele tener una tendencia elipsoide o esférica, con una cuenta solamente de forma bitroncocónica y de pasta verde claro muy transparente. Las piezas son lisas y también decoradas, bien con su superficie gallonada o con decoración de oculados en blanco y azul en el caso de las cuentas amarillas y las de color verde cla-

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ro. En algunos casos se han publicado sus medidas. La cronología estimada para este tipo de objetos, a partir de las dataciones obtenidas en la necrópolis, va desde el siglo IV a.C. hasta el siglo I d.C. (Sanz Mínguez, 1997: 201, Nº 826, 220, 405, 457, 467-476). En la necrópolis del oppidum de Numancia (Garray, Soria) se recuperaron 55 cuentas de vidrio de distintos tipos fechadas en el siglo II a.C. (Fig. 10.22). Este tipo de adorno se concentraba en 9 de las 155 tumbas excavadas, normalmente una por tumba excepto en dos de las tumbas que tenían 7 y 42 ejemplares respectivamente. Además aparecieron un buen número de ellas fuera de las tumbas, dispersas por el área de necrópolis excavado (García Heras et alii, 2003; Jimeno et alii, 2004: 231-234). Del total de las 94 cuentas recuperadas, 52 cuentas son de forma anular y tendencia esférica, 2 son troncocónicas y 1 gallonada (de color azul claro). En cuanto al color, 77 eran de color azul cobalto, 6 amarillas, 9 eran de tono ambarino, 3 meladas, 3 de color blanco semitransparente, 5 negras y 1 verde. Hay 7 cuentas azules con decoración de oculados formada por círculos concéntricos y espirales de pasta amarilla, azules y blancas y blancas y azules, 1 con una línea blanca horizontal y otra con una línea amarilla en su zona central. En la Tumba 93 y la Tumba 112 las cuentas de vidrio aparecen acompañadas por anillas de bronce y hueso. Los tamaños se sitúan entre los 6-20 mm de diámetro y los 3,5 mm de grosor (García Heras et alii, 2003: 173-175; Jimeno et alii, 2004: 231-232). Es importante señalar que se realizaron análisis a estas cuentas para conocer su composición, factura y procedencia. El resultado establece que las materias primas eran adecuadas y su factura de buena calidad, con un evidente dominio técnico […] una tecnología altamente especializada (García Heras et alii, 2003: 180). El color azul se obtiene a partir de óxido de cobalto (CoO) y el resto de los tonos con óxidos de hierro (Fe2O3) probablemente procedentes de piritas u otros minerales de hierro que contenían azufre (SO2) o debido a que las arenas empleadas contenían este tipo de elementos como impurezas. Su lugar de origen se establece en el área del Mediterráneo (García Heras et alii, 2003: 179-180). En el caso de las cuentas de vidrio de esta necrópolis se señala que los modelos son de origen antiguo, pero con una muy larga duración de su tiempo de circulación (Jimeno et alii, 2004: 233). Por los conjuntos de cuentas recuperados en las de las tumbas de Las Ruedas (Padilla del Duero, Valladolid) se sabe que, al menos en algunos casos, las cuentas de vidrio se alternaban con otras metálicas en la composición de collares, conservándose uno en apariencia completo (Sanz Mínguez, 1997: 200-201 y Fig. 826, 405, 457). En la necrópolis de Numancia (Garray, Soria) en una de las Tumbas, la 94, se recuperó un collar probablemente completo de 47 cuentas: 8 de bronce y 39 de pasta vítrea de distintos tamaños y colores, con cuentas azules y amarillas, algunas con de-

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CUENTAS DE PASTA VÍTREA DEL OPPIDUM DE MONTE BERNORIO (VILLARÉN, PALENCIA). RELACIONES…

coración oculada (Jimeno et alii, 2004: 233). Los autores de este estudio se hacen eco del hallazgo publicado en 1920 por J.R.Mélida y B.Taracena de un collar de cuentas polícromas de vidrio y pasta amarilla de las que algunas todavía estaban ensartadas en un hilo de cobre (Jimeno et alii, 2004: 233). En la necrópolis de Carratiermes (Tiermes, Soria) (Fig. 10.23) apareció un collar formado por miles de cuentas de bronce (unos 3,5 m de longitud estimada) que se considera completo, pero no tenía cuentas de vidrio. Se recuperaron 23 cuentas de vidrio en otras tumbas, muy deterioradas por el fuego, entre las que había cuentas de pasta vítrea amarilla (Argente et alii, 2000: 308, 311, 313, 394 Lam. II; Lorrio, 2005: 225-226). En la Necrópolis de Herrería (Fig. 10.24), asociada al castro del Ceremeño (Herrería, Guadalajara), se recuperaron también cuentas de pasta vítrea. Estas aparecieron en los niveles de Herrería III de la fase Celtibérico Antiguo fechada entre los siglos VII-VI a.C. con fechas de 14C Cal. del siglo VIII a.C. En algunos casos los estudios de los restos permiten identificar el sexo y edad aproximada del muerto (Cerdeño y Sagardoy, 2007: 141). En su mayor parte se trata de aritos o cuentas de forma plana, de pequeñas dimensiones con diámetros de 2 a 7 mm. En los distintos conjuntos aparecieron: 3 aritos de pasta vítrea de color negro (Tumba 2, indeterminado); 5 aritos o cuentas de collar de pasta amarilla y 1 de color azul de un diámetro de 4 mm (Tumba 5, indeterminado); 1 cuenta de vidrio de color negro (Tumba 19, probablemente mujer); 6 aritos o cuentas de collar de pasta amarilla de entre 4 a 7 mm (Tumba 31 indeterminado); una cuenta de tendencia cilíndrica de color blanco con decoración oculada y otra con forma de tonelete de tono blanco-amarillento irisado (Tumba 47, mujer); una pequeña cuenta o arito de 5 mm de diámetro (Tumba 58, adulto de sexo indeterminado); 2 cuentas de vidrio de color blanco (Tumba 91, mujer adulta joven); otras 3 cuentas de vidrio de color blanco (Tumba 114, indeterminado); 17 aritos de vidrio de color blanco de 2 mm de diámetro (Tumba 136, indeterminado). En varios casos las cuentas de vidrio aparecen asociadas a cuentas de pequeño tamaño o aritos de bronce de 3 a 5 mm de diámetro. Este es el caso del ajuar de la Tumba 5 con 432, Tumba 47 con 208, Tumba 114 con 43, la Tumba 136 con 152. En todos los casos en los que fue posible identificar los restos, éstos pertenecían una mujer (Cerdeño y Sagardoy, 2007: 38-40, Figs. 40, 44, 47, Fig. 62, 50-51, Figs. 81, 57-58, Fig. 101, 141, Fig. 294, 75-77, 85, Fig. 182, 95-97, Fig. 218). III. LAS CUENTAS DE COLLAR DE VIDRIO Y SU CONTEXTO CULTURAL Es probable que habitualmente las cuentas de vidrio se utilizaran como colgantes en solitario o bien que varias cuentas vítreas y metálicas formaran un sencillo collar (Sanz Mínguez, 1997: 405, 457). En las

tumbas de la Necrópolis de Numancia aparecen unas pocas cuentas y en las demás solo una cuenta por tumba. Este tipo de cuenta puede formar parte, en solitario o con unas pocas cuentas más de cualquier material, tanto de collares como de pulseras (Jimeno et alii, 2004: 233). El estudio de materiales de la Necrópolis de Herrería (Herrería, Guadalajara), datada entre los siglos VIIVI a.C. (s. VIII a.C., 14C Cal.), indica que las pequeñas cuentas con forma de arito y los demás tipos recuperados tienen una procedencia mediterránea que las autoras del estudio relacionan con la fundación de las colonias griegas en el Mediterráneo occidental, en el noreste peninsular. La vía de penetración de estos artículos sería la ruta del Ebro. La cronología relativa de la fase de la necrópolis y de los restos indica fechas en las que en el ámbito céltico no se elaboraba aún pasta vítrea. Según las autoras, los modelos que aparecen en esta fase de la necrópolis no aparecen documentados en las producciones posteriores procedentes del occidente y centro de Europa (Cerdeño y Sagardoy, 2007: 141; Royo, 2000: 50). En las necrópolis de Las Ruedas (Padilla del Duero, Valladolid) y también en algunas de las tumbas de la necrópolis de Numancia (Garray, Soria) este tipo de objetos aparece asociado a restos de individuos infantiles. En el caso de Las Ruedas se señalan niños de entre 6 y 9 años (Tumba 5), de 4 a 5 años (Tumba 8) de 1 a 2 años (Tumba 12), un adulto femenino con un infantil (Tumba 11) y una niña (Tumba 17). C. Sanz Mínguez señala un tipo de asociación similar en algunas de las inhumaciones de la necrópolis del poblado del Palomar (Olite, Teruel) (Burillo, 1992: 571; Jimeno et alii, 2004: 234; Sanz Mínguez, 1997: 405, 457). A. Lorrio y A. Jimeno recogen otros ejemplos de hallazgos de cuentas de vidrio en otros yacimientos de la Meseta, especialmente en necrópolis. Este tipo de cuentas aparece asociado tanto a ajuares compuestos por objetos de adorno como por ajuares con armamento de tipo “guerrero”, lo que también puede documentar su uso por adultos, tanto mujeres como hombres, aunque en muchas ocasiones los análisis antropológicos de las cremaciones señalan que los ajuares y el sexo de los cremados no siempre coinciden como parecería lógico. En todo caso, en Numancia (Garray, Soria) este tipo de adornos aparece en tumbas de guerreros (adultos masculinos) probablemente en collares ajustados al cuello, de diferente modelo de los que suelen llevar las mujeres. También en otras necrópolis del ámbito celtibérico las cuentas, más bien escasas, aparecen relacionadas con elementos de adorno más propios de la indumentaria femenina que de la masculina (Jimeno et alii, 2004: 233; Lorrio, 2005: 226; Torres-Martínez, 2011: 535-536). En todo caso todos estos usos se incluyen en la consideración de las cuentas de vidrio como elementos de adorno que, por su carácter de objetos importados, tendrían un elevado valor (Jimeno et alii, 2004:

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233; Sanz Mínguez, 1997: 457). Frecuentemente se da el uso de una sola cuenta por parte del portador. Un ejemplo claro es el depósito de la cueva de Cofresnedo (Matienzo, Cantabria) datado en la Edad del Hierro (Ruiz y Smith, 2001: 123; Smith, 1985: 51-53, Fig. 5-D), donde fue hallada una sola cuenta junto a un puñal y otros objetos en un contexto vinculado al mundo ritual y funerario, frecuente en las cuevas de Cantabria (Ruiz y Smith, 2010). El empleo de colgantes con carácter de amuleto o filacteria está ampliamente documentado en el mundo céltico y un buen ejemplo del mismo, dentro del ámbito cultural de la facies Monte Bernorio-Miraveche, lo encontramos en la colección recuperada en el poblado de La Custodia (Viana, Navarra), núcleo identificado como la Vareia de los berones (Labeaga, 1987; 1991; 2000; Lorrio, 2005: 225-226). En general las cuentas de vidrio, y especialmente en el caso de las cuentas oculadas, debería considerarse preferentemente su carácter de amuletos o elementos de protección. De este modo podemos entender que lo porten especialmente los niños, y también los adultos, tanto mujeres como hombres. El símbolo del “ojo” es uno de los más antiguos elementos apotropáicos conocidos y se ha empelado para mantener alejadas amenazas desde el Más Allá y también los “males de ojo” o influjos dañinos provocados por la envidia, tanto de humanos como de seres no-humanos. Pero en general también hemos de considerar el poder simbólico y mágico otorgado a los distintos colores y a la luz que pasa a través de un vidrio de color. El color azul, que aparece en todas las cuentas halladas en Monte Bernorio, es el más utilizado en todas las colecciones halladas en Europa, siendo más abundante en la zona oriental que en la occidental. Su elección no pudo ser meramente estética, estando seguramente relacionada con las virtudes profilácticas atribuidas a este color. En este sentido el papel protector de este tipo de objetos en los niños es especialmente marcado, aunque también puede ser empleado por los adultos (Champion, 1996: 414-415; Jimeno et alii, 2004: 234; Ruano et alii, 1995: 198; Vázquez, 2000: 57-59; Venclová, 1989: 88, 93). Ya hemos hablado de la presencia de cuentas de vidrio en el ámbito galaico, tanto en Galicia como el norte de Portugal. En el castro de Montealegre (Domaio, Pontevedra) se recuperaron cuentas de pasta vítrea, varias de color azul y de tono dorado y una de ellas con decoración de oculados en tonos azules, amarillos y blancos. A la cuenta oculada se le asigna una procedencia púnica. Todos estos materiales aparecieron en niveles asignados a época tardo-republicana (mediados del siglo II inicios del siglo I a.C.). Estas piezas aparecieron junto con restos cerámicos de ánforas itálicas, tardo-púnicas y turdetanas. A. González Ruibal considera que las cuentas de pasta vítrea eran objetos que se importaban en grandes volúmenes a través de los circuitos de circulación de mercancías mediterráneas y se distribuían incluso en núcleos muy

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al interior del ámbito galaico-portugués. Además de las cuentas oculadas se importaban vinos y conservas de alimentos envasadas en kalathoi ibéricos (González-Ruibal, 2006; 2007a: 265-266, 2007b: 515, 519, Fig. 4.164, 520, 522, Fig. 4.166; González-Ruibal et alii, 2007: 50, 51, 67 y Fig. 8). Este sería también el caso del kalathos ibérico recuperado en Campa Torres (Gijón, Asturias), de donde también proceden una importante colección de cuentas de vidrio de varios tipos (Conde i Berdós, 2001; Juan-Treserras y Maya, 2001; Maya y Cuesta, 1996, 2001: 229, 231, 253 y Fig. 154; 252-255). Todos estos elementos serían indicativos de un comercio de procedencia Mediterránea que en un principio es púnico (siglo IV-II a.C.) y que posteriormente sería incluido bajo el control de los romanos (neopúnico) y finalmente desarrollado por estos en el periodo final romano republicano (siglo II-I a.C.). Por tanto, la presencia de este tipo objetos de adorno en vidrio sería un indicador claro de relaciones comerciales a larga distancia, ya que hasta la actualidad no existen indicios de talleres locales en el norte de la Península Ibérica (García Heras et alii, 2003; Jimeno et alii, 2004: 231-234). A partir de este hecho, se venía atribuyendo de forma genérica una procedencia “púnica” a este tipo de objetos. Ello se debía principalmente a que las colecciones de referencia para su catalogación y estudio provenían de yacimientos vinculados al ámbito comercial púnico. Su origen se podía explicar a partir del comercio de circunnavegación por la fachada atlántica y por vía terrestre con el Mediterráneo que habría alcanzado el interior peninsular desde la cabecera del Ebro. También, de forma indirecta, se atribuía ese origen a las cuentas de pasta vítrea puesto que no se disponía de datos que permitieran suponer un origen en otras áreas o ámbitos comerciales, pero también, principalmente, porque se descartaba la existencia de comercio marítimo de larga distancia entre el cantábrico y otras rutas y centros comerciales situados en la fachada atlántica francesa. El comercio marítimo se desarrollaba desde los centros comerciales del Mediterráneo, y en estos intercambios los pueblos del cantábrico actuaban de una forma pasiva. Sin embargo, hace ya años que se han expresado las dudas sobre esta cuestión y se han propuesto otros orígenes. Así por ejemplo, R. Bolado y P. A. Fernández señalan que habitualmente se atribuye una procedencia “púnica” a este tipo de objetos y que, dicha atribución, en muchos casos es incorrecta (Bolado y Fernández, 2010: 420). También J. Ruiz y P. Smith (2001: 123) ya se plantearon, para la cuenta de Cofresnedo, un posible origen en el comercio atlántico, quizá procedente del sur de las Islas Británicas o bien de Centroeuropa. En todo caso, este tipo de objetos proceden de intercambios comerciales, son importaciones. De los casos analizados es probable que la mayoría sean de origen centroeuropeo, y en algunos casos la procedencia sea mediterránea (García Heras et alii, 2003;

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CUENTAS DE PASTA VÍTREA DEL OPPIDUM DE MONTE BERNORIO (VILLARÉN, PALENCIA). RELACIONES…

James, 2005: 111; Jimeno et alii, 2004: 231-234; Ruano, 2000; Sievers et alii, 1991: 445-447; Torres-Martínez, 2011: 211). Desde los inicios del estudio de las cuentas y de los brazaletes de pasta vítrea, se ha intentado elaborar una tipología que pudiera informar de su cronología así como de su proveniencia de fabricación. La aportación de T. E. Haevernick en 1960 a la tipología de cuentas y brazaletes difundidos en el occidente europeo a lo largo de la Segunda Edad del Hierro fue esencial, pues es la base sobre la cual otros autores han seguido trabajando. T. E. Haevenick se centró en un estudio basado en la forma de los objetos que R. Gebhard se encargó de completar teniendo en cuenta el color. Los últimos trabajos de B. Gratuze e Y. Billaud van más allá, incluyendo criterios cronológicos unidos a los nuevos análisis químicos. Contamos en la actualidad, por tanto, con una nueva clasificación tipológica de cuentas y brazaletes de vidrio que intenta establecer un modelo de producción y circulación de estos elementos (Feugeré, 1992; Gebhard, 1989; Gratuze y Billaud, 2003; Haevernick, 1960; Venclová, 1989). IV. LAS CUENTAS DE VIDRIO Y EL COMERCIO DE LARGA DISTANCIA EN EL CANTÁBRICO EN LA EDAD DE HIERRO Los primeros adornos de vidrio producidos en el ámbito céltico proceden de tumbas femeninas fechadas en el siglo III a.C. en el centro de Europa. Se trata de una adaptación de las técnicas de elaboración de este tipo de material y de su manufactura que se conocían en el área del Mediterráneo y su desarrollo posterior para elaborar objetos al gusto cultural del ámbito céltico de Europa central y occidental. También se adaptó la técnica para la elaboración de este material para la decoración de objetos metálicos con esmaltes vítreos (Jope 1996: 403-404; Sievers et alii 1991: 445). Los componentes básicos del vidrio “céltico” son similares a los del mediterráneo: arenas con alto contenido en sílice (SiO2), sosa (Na2CO3) y piedra caliza (CaCO3). Los elementos básicos empleados para conseguir los colores son aditivos a base de óxidos de cobre (Cu) hierro (Fe) y manganeso (MnO2) así como de cobalto (CoCl2) para el característico color azul intenso. Las primeras producciones “célticas” serían los pequeños colgantes y los espectaculares brazaletes de vidrio en distintos colores. En las primeras producciones de brazaletes o pulseras del siglo III a.C. se trabaja con vidrio de color azul verdoso, azul claro y oscuro. En el siglo II a.C. se introduce el azul cobalto con adornos en blanco y amarillo. Posteriormente surgen los objetos fabricados en color verde, ambarino o color miel y traslucidos. En el siglo I a.C. se desarrolla un color violeta púrpura (Jope 1996: 403-404; Sievers et alii 1991: 445). No obstante, se desconoce si todo el ciclo de fabricación del vidrio se realizaba en estos talleres. Normalmente el vidrio en bruto era importado a través del Mediterráneo como demuestra la gran cantidad de lin-

gotes de vidrio y restos de vidrio de forma irregular hallados en pecios como el de Sanguinaires A (Ajjacio, Córcega, Francia) o el de Lequin 2 (Lequin, Var, Francia) ambos del siglo III a.C. (Deva y Foy, 2007: 241; Gratuze y Billaud, 2003:14; Foy, 1989: 55). La importación de esta materia prima continuó incluso durante la Antigüedad, como indica la gran cantidad de vidrio en bruto hallado en el pecio de Mjlet (Mjlet, Dubrovnik-Neretva, Croacia) de finales del siglo I d.C. o el de las Islas Embiez (Six-Fours-les-Plages, Var, Francia) del siglo III d.C. (Deva y Foy, 2007: 240-242). Aunque el estudio de la composición original es complicado debido al añadido de los colorantes, parece que la mayoría de esta materia prima provenía de la zona siriopalestina (Deva y Foy, 2007: 241-242). Las cuentas de vidrio poseen una cronología más restringida que la de los brazaletes, pues aparecieron a partir de La Tène C2 (180-150 a.C. aprox.) para generalizarse en La Tène D (150-25 a.C. aprox.) sustituyendo progresivamente la fabricación de brazaletes en la primera mitad del siglo I a.C. (Feugeré, 1992: 157; Venclová, 1989: 87). En cuanto a las formas, las más sencillas se desarrollan en el siglo III a.C. y dan paso, en el siglo II a.C., a otras más complejas como los brazaletes y pulseras con relieves de gran calidad técnica y a la producción masiva de cuentas lisas y decoradas en los mismos colores que los brazaletes. Los ejemplos más notables, y más antiguos, de talleres de producción de objetos de adorno en vidrio en el ámbito cultural céltico se encuentran en Bohemia (Chequia). En los siglos II y I a.C. se multiplicarán también los talleres por toda la céltica oriental y occidental difundiéndose desde Europa central a todo el ámbito céltico. Algunos de estos centros de producción de vidrio se han localizado en oppida como Stradonice (Bohemia, Chequia), Manching (Baviera, Alemania), Aulnat (Auvergne, Puy-de-Dôme, Francia), destacando la concentración de talleres en la Provenza francesa, que cuenta con uno de los ejemplos más antiguos en el oppidum de Entremont (Aix-en-Provence, Bouches-du-Rhône, Francia) (Foy, 1989: 55-57). Desde estos centros de producción se difundirán extraordinariamente este tipo de adornos por todo el occidente europeo (Collis, 1989: 219-221; Sievers et alii, 1991: 445-447). También en Gran Bretaña se han recuperado varios fragmentos de collares de cuentas de vidrio. Están compuestos por numerosas cuentas de varios colores y tonalidades (azules, verdosas, blanquecinas), en ocasiones decoradas con volutas blancas. También hay cuentas con decoración oculada sobre fondo azul con los oculados en blanco y amarillo. Del mismo tipo de material se han recuperado una importante cantidad de fichas de juego de vidrio de varios colores con decoración de oculados (Champion, 1996: 414-415; Stead, 1999: 30-31 y Fig. 41, 69-70 y Fig. 93). En Aquitania tenemos algunos ejemplos de yacimientos arqueológicos en los que se han recuperado cuentas y fragmentos de brazaletes o pulseras de vidrio. En el poblado de la Segunda Edad del Hierro de

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Eysses en Villeneuve-sur-Lot (Lot-et-Garonne, Aquitania, Francia) fechado en los siglos II y I a.C. se recuperaron abundantes restos de adornos de vidrio. También se recuperaron fragmentos de brazaletes en vidrio de tonos azul cobalto (algunas con decoración en líneas blancas), amarillos y ambarinos y cuentas azules, lisas, gallonadas y otras con decoración oculada de distintos tamaños (Alcántara et alii, 2011: 38). En el poblado de Lacoste (Mouliets-et-Villemartin, Gironde, Aquitania, Francia), un verdadero centro artesanal, se han recuperado abundantes restos de adornos en vidrio. Son numerosos los restos de brazaletes o pulseras de vidrio en color amarillo, ambarino (o color miel) y azul oscuro o cobalto con decoraciones en bandas en zig-zag amarillas o blancas (estos muy similares a los brazaletes recuperados en Basagain, Anoeta, Guipúzcoa). También se han recuperado cuentas azules con decoración oculada en amarillo (Raux, 2011: 61; Sireix, 2011). Como vemos, es muy posible que en el área de Aquitania existieran centros de redistribución de objetos de adorno de vidrio de procedencia centroeuropea y que también hubiera centros de producción de este tipo de objetos. Además, desde esta zona se distribuían (y redistribuían) este tipo de artículos por el área cantábrica. Como ejemplo, el fragmento de pulsera tipo La Tène C2 (180-150 a.C.) anteriormente mencionada del castro de Basagain (Anoeta, Guipúzcoa) que presenta una tipología muy característica de las producciones centroeuropeas de los siglos III y II a.C. También en el caso de la mayor parte de las cuentas que se han documentado en este trabajo es posible establecer un muy probable origen en el ámbito céltico de Europa occidental o central. Además de los casos señalados para Aquitana, hay más ejemplos a este respecto y conocidos desde hace ya décadas. Es el caso de los hallazgos de brazaletes de vidrio célticos en necrópolis célticas del norte de Italia, donde también abundan los objetos de origen Mediterráneo, etruscos principalmente (Vitali, 1991: 233-234). Las pulseras de vidrio de la necrópolis de Châlons-en-Champagne o Châlons-en-Marne (Francia) fechadas a mediados del siglo III a.C. son muy similares a las de Basagain. Los brazaletes y las cuentas de la meseta Suiza o las de Alemania y Bohemia (Chequia), el gran centro productor, presentan también modelos muy similares a los que han sido recuperados en el área cantábrica. Entre todos estos hallazgos es posible establecer una amplia zona de distribución que abarca todo el área central y suroccidental del área céltico europeo (Charpy, 1991: 247-248; Kaemel y Müller, 1991: 257; Sievers et alii, 1991; Torres-Martínez, 2011: 235-236). En el caso concreto de las cuentas de vidrio que se presentan en este trabajo, está fuera de toda duda la existencia de varias rutas terrestres que confluyen en Monte Bernorio. De hecho, este oppidum se encuentra en la encrucijada de dos grandes vías controlándolas. Estas vías permiten el tránsito Norte-Sur a través de

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la cordillera en su zona central, permitiendo el paso desde la Meseta norte al Mar Cantábrico. También controla el pasillo natural que discurre en dirección Este-Oeste, en paralelo a la cordillera, y que conecta con la serie de itinerarios naturales que discurren en esta dirección desde los Pirineos y el Mediterráneo (a través del Ebro) hacia el occidente, Asturias y Galicia. En las inmediaciones del Bernorio, esta red de pasos naturales comunica también la cuenca del río Pisuerga (afluente del Duero) y la zona del curso alto del río Ebro. El control y gestión de estas vías y los recursos que por ellas fluyen permitieron la preeminencia de este núcleo (Torres-Martínez, 2007: 77-79). Una parte de las cuentas pudo perfectamente haber llegado por vía terrestre desde los núcleos del Valle Alto del Ebro. La vinculación de Monte Bernorio con esta zona queda clara puesto que conforma el área donde se desarrolla la facies cultural de Monte Bernorio-Miraveche. Un marcador claro de esta relación son los objetos y las decoraciones que portan, por ejemplo, los puñales tipo Monte Bernorio hallados en las necrópolis correspondientes a los poblados de Carasta (Caicedo Sopeña, Álava) o de La Hoya (Laguardia, Álava) (Filloy y Gil, 1997). Esta relación se constata a través de los materiales que aparecen en ésta área geográfica y que establecen una relación cultural clara con el ámbito de Monte Bernorio-Miraveche, fenómeno que también ha sido señalado por J. C. Labeaga (2000: 59 y 97) para el yacimiento de La Custodia (Viana, Navarra). Precisamente en estos dos últimos yacimientos, La Hoya y La Custodia, también se han hallado varias cuentas de collar de pasta vítrea de diferentes tipos. Ambos yacimientos pertenecen al ámbito Berón y debieron jugar un papel importante en la articulación del territorio y el comercio a juzgar por los resultados de las excavaciones, igual que ocurre en Monte Bernorio (Llanos, 1999; 2003). Pero no todos los hallazgos tienen que provenir necesariamente del comercio con el área del Ebro o la Meseta, y es aquí donde hay que replantear la posibilidad de la existencia de un comercio marítimo. Son varios los motivos que explican que durante mucho tiempo no se haya planteado la existencia de un tráfico marítimo para la Cantabria Protohistórica. Uno de ellos es que no se conocían asentamientos en la línea de costa. Otro motivo fue que el conocimiento de la Edad del Hierro al norte de la divisoria de aguas era muy escaso. Además, los yacimientos conocidos, en contraste con los grandes yacimientos del Sur como Monte Bernorio, se mostraban “pobres”. Por último, que el origen de las cuentas de pasta vítrea se ha venido atribuyendo al ámbito comercial púnico (mediterráneo) y a partir de los motivos anteriores se eliminó la posibilidad de un tráfico marítimo atlántico “no-mediterráneo”. Las mercancías foráneas llegaban por mar o por rutas terrestres desde el Mediterráneo. Esto era lo que explicaba la presencia de este tipo de objetos (y otros) en el registro arqueológico. A. Gon-

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zález-Ruibal, apoyándose en las evidencias existentes que demuestran las relaciones comerciales con el Mediterráneo, rechaza también el asumido aislamiento para el extremo occidental cantábrico. Pero sitúa las relaciones comerciales con el ámbito del Mediterráneo a través de las rutas marítimas que rodean la fachada atlántica de la Península Ibérica. En este tipo de comercio los pueblos del norte de la Península actúan aparentemente de un modo pasivo ante los comerciantes que traen sus productos (González-Ruibal, 2006; González-Ruibal et alii 2007: 69-70). A partir de los trabajos llevados a cabo especialmente durante la última década, se han ido modificando estos planteamientos y se puede tomar en consideración la existencia de navegación de larga distancia, barcos de gran calado y tamaño y de un comercio marítimo (Arruda, 2000; Maya y Cuesta, 1996; Naveiro López, 1991: 116-137; Ruiz-Gálvez, 1998: 71-92; Torres-Martínez, 2005: 231-259, Torres-Martínez 2011: 233-249 y Figs. 284 y 285). Autores como M. L. Ruiz-Gálvez (1998), J. L. Naveiro López (1991) y más recientemente J. F. Torres-Martínez (2011) han desmontado los tópicos más extendidos sobre la navegación en el área del Atlántico y las sociedades de la Edad del Hierro del Cantábrico. Entre estos está el que estos pueblos no conocieran ni fueran capaces de navegar en barco por el Atlántico como lo hacían otros pueblos próximos geográfica y culturalmente (Naveiro López, 1991:116-137; Ruiz-Gálvez, 1986: 77-79, 1998: 71-92; Torres-Martínez, 2005: 232-242, 2011: 244-252). J. F. Torres-Martínez dedica una especial atención a este tema, analizando los textos de los autores grecolatinos y, a través de estos, las características técnicas que tendrían estas embarcaciones. También señala una serie de grandes vías de comunicación que, tanto por tierra como por mar, unían el cantábrico con la fachada atlántica (Francia, Inglaterra, Irlanda) y por tierra enlazaban con las grandes vías de comunicación del extremo occidental de Europa Central. En este mismo trabajo se abordan también las relaciones comerciales a través de esas vías de comunicación, en las que las rutas marítimas por la fachada atlántica resultan muy importantes (Ruiz-Gálvez, 2005: 231-259, 2011: 233-249 y Figs. 284 y 285). Varios autores grecolatinos recogen informaciones sobre las rutas de circulación que unían el Mediterráneo y el área de la costa atlántica de la Península Ibérica con la costa gala y bretona. Estas rutas forzosamente debían tener fondeaderos en la Cornisa Cantábrica. Pero estas rutas eran consideradas secretas por los fenicios y los cartagineses que intentaban monopolizar, en la medida de lo posible, las rutas que conducían hacia estas áreas comerciales. Estrabón (III, 5, 11) recoge esto explícitamente al tratar sobre las islas Casitérides y el comercio del estaño. Otra alternativa es la circulación de bienes de procedencia Mediterránea a través del valle del Ebro, por vía fluvial y por tierra, hasta el cantábrico. Esta ruta recogería también, en algunos casos, las

mercancías llegadas por tierra desde el otro lado de los Pirineos. La existencia de rutas comerciales y la circulación de mercancías entre la zona meridional de la Galia y la costa atlántica es recogida por Estrabón (IV, 1, 14) que explica como existían rutas que permitían traspasar mercancías desde el área de la Provenza a Aquitania a través de ríos y vías terrestres a hasta llegar al Garona y a Burdigala (la actual Burdeos). Es este el gran centro comercial redistribuidor de mercancías del final de la Edad del Hierro. Desde aquí y a través de rutas marítimas que debían recorrerse desde mucho antes (desde al menos la Edad del Bronce), los productos se distribuían por la costa cantábrica (Ruiz-Gálvez, 1986: 77-79, 1998: 71-92; González-Ruibal, 2006; Torres-Martínez, 2005: 232-242, 2011: 235-237). De este modo, la identificación de asentamientos en la línea de costa, como es el caso del castro de Castillo de Prellezo (Val de San Vicente, Cantabria), o vinculados al ámbito costero como Castilnegro (Medio Cudeyo/Liérganes, Cantabria), permiten suponer una vinculación de la población del territorio cántabro con el mar. Esta misma situación se da en el territorio astur, donde se conoce mucho mejor el patrón de asentamiento en la costa (Camino, 1995; Fernández et alii, 2003; Serna, 2010; Valle, 2010). Las diferentes intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en Cantabria durante los últimos años han contribuido a aumentar la información disponible y cambiar el panorama científico, vinculando claramente ambas vertientes de la divisoria en un mismo ámbito cultural6. A este cambio de visión han contribuido también los hallazgos de cuentas de pasta vítrea como los descritos en este trabajo. Uno de los más significativos, para el caso de la zona costera, es el del yacimiento de El Castro (Hinojedo, Cantabria). Este núcleo se encuentra próximo a la ría de San Martín de La Arena y al pie del castro de La Masera (Cortiguera, Cantabria), lo que establece un vínculo claro con el ámbito marítimo (Ontañón, 2010). Otra cuestión es la ruta que pudieron haber seguido desde la costa hasta Monte Bernorio. La red de comunicaciones terrestres protohistóricas del cantábrico ha sido tratada recientemente por J. F. Torres-Martínez (2007: 77-79; 2011: 238-245). En el sistema de vías de comunicación natural destaca la vía de El Escudo, que conecta con la cabecera del Pisuerga y busca la salida hacia la Meseta. Si situamos geográficamente los hallazgos de cuentas de vidrio que se han producido en el sector central del cantábrico comprobamos que van jalonando esa vía natural que tradicionalmente ha servido de ruta para unir ambas vertientes. Así, tenemos la cuenta hallada en La Espina del Gallego (Corvera de Toranzo, Anievas y Arenas de Iguña, Cantabria), en la zona central de la sierra de El Escudo, y más al Sur las de Las Rabas (Cervatos, Cantabria) y Iuliobriga

6. Un panorama general y una puesta al día en Serna et alii, 2010.

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(Retortillo, Cantabria) (Bolado y Fernández, 2010; Peralta, 2003: 313). Continuando en esa dirección, al final de esta ruta, se encuentra Monte Bernorio. Una vinculación similar entre el ámbito costero y las tierras del interior se puede percibir en el ámbito del cantábrico oriental. Un dato muy significativo lo constituyen los hallazgos en el valle del Oria, que es una de las vías de comunicación principales entre las tierras del interior de Guipúzcoa y su salida hacia la costa. Alineados en la divisoria del valle, y de Norte a Sur respectivamente, se encuentran los poblados de Buruntza (Andoain), Basagain (Anoeta), Intxur (Albistur-Tolosa) y Murumendi (Beasain) (Peñalver, 2001; Peñalver y San José, 2011). Precisamente en Basagain y en Intxur se han hallado varias cuentas de pasta vítrea similares a las halladas en Monte Bernorio, a las que se le añade en Basagain un fragmento de brazalete identificado como originario del Golfo de León y que podría tener también un origen centroeuropeo (Peñalver y San José, 2010). Pero hay otros ejemplos de esta vinculación con las tierras del sur. Es el caso del hallazgo de una pesa de bronce en el castro de Munoaundi (Azpeitia-Azkoitia, Guipúzcoa). Esta pesa pertenecía a un juego de pesas igual al hallado en el recinto 301 de La Hoya (Laguardia, Álava) que es identificado como un establecimiento comercial o almacén de mercancías y que está fechado en el siglo IV a.C. (Galilea y Llanos, 2002; Peñalver y San José, 2003: 120). Se trata de un ponderal, o conjunto de seis pesas de bronce y una de hierro, que se empleaban en el intercambio de mercancías por metales preciosos, práctica característica de los sistemas premonetales. Aparentaban haber estado unidas por un cordón o vástago a través del orifico central que poseen. En otros yacimientos del cantábrico se han recuperado pesas, habitualmente con formas troncocónicas, bitroncocónicas y cónicas, en algún caso con decoraciones de círculos. Piezas similares han sido recuperadas en Atxa (Vitoria, Álava) y en La Custodia (Viana, Navarra), ya en inmediata proximidad al límite navegable del río Ebro. En el caso de La Custodia, en dos casos coinciden con las medidas de pesaje detectado en La Hoya (Laguardia, Álava). Las pesas halladas en castros del cantábrico occidental se han fechado en época romana, como ocurre en el castro de San Chuis (Allande, Asturias) con un juego de catorce pesas, o en el castro de Chao Samartín (Grandas de Salime, Asturias), donde se recuperaron algunas piezas sueltas, o en Coaña (Coaña, Asturias) donde se recupera una sola pesa. Otros ejemplos de pesas en ámbitos próximos a nuestro área de interés serían los de Bilbilis (Valdeherrera, Calatayud, Zaragoza), Contrebia Belaiska (Botorrita, Zaragoza) y San Antonio (Calaceite, Teruel) (Galilea y Llanos, 2002: 131- 135, 137-138, 144-147; Galilea, 2004: 233-235; Villa, 2002: 170; Ruiz-Gálvez, 1998: 313-319, 2005: 375; García Bellido, 1999: 380381; 2005: 383-384; Torres-Martínez, 2011: 229-231). Este tipo de conjuntos de pesas implica la existencia de un comercio habitual en el que se ha estableci-

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do un patrón de peso en uso en esa comunidad y con toda probabilidad en el ámbito territorial más próximo. También implica que existe un sistema de conocimientos técnicos y matemáticos que permite el desarrollo y elaboración de este tipo de objetos y de las balanzas en las que operaban. El conjunto de La Hoya (Laguardia, Álava) está formado por cuatro pesas numeradas 1, 2, 4, y 5 (faltaría la 3). La unidad de peso es de 18,51 gr con un error de tan sólo 0,65 gr. Se emplea un método basado en un sistema fraccionado de base 12 que en todas sus combinaciones posibles no presenta una inexactitud mayor de 1,54 gr. Las pesas van de los 18,51 gr a los 91,06 gr lo que indica que se trata de un sistema de pesas para medir, en balanza de doble brazo con un eje en su mitad, cantidades muy pequeñas de mercancías. El peso más grande medible era de 225 gr, equivalente a 12 veces la unidad de peso (Galilea y Llanos, 2002: 137-139). Este juego de pesas fue estudiado por M. P. García-Bellido a propósito de los patrones de peso en las monedas y su evolución, y lo identificó, a partir de los pesos de las emisiones monetales del área berona, como un sistema propio del ámbito berón (García Bellido, 2005). El área guipuzcoana donde se encuentran los poblados señalados, pertenece al ámbito várdulo (Solna, 2003). Las pesas halladas en Munoaundi (Azpeitia-Azkoitia, Guipúzcoa), La Hoya (Laguardia, Álava) y La Custodia (Viana, Navarra) son la prueba de que ambos pueblos compartían las mismas unidades metrológicas y, por tanto, tenían un comercio estable y reglado. Sólo se puede entender la adopción de un patrón de peso determinado cuando existe una relación cultural muy estrecha entre las partes. De esto se deduce que, efectivamente, existe una vinculación comercial entre (al menos) el cantábrico oriental y las tierras del Valle Alto del Ebro. Estas pesas servían para pesar metales preciosos, como recoge Estrabón (III, 3, 7) sobre el pago de mercancías con lascas de plata. Ya en el siglo IV a.C. estas transacciones se someterían a una medición objetiva que establecería su valor de cambio. Este tipo de sistema premonetal también era conocido en otras partes del área atlántica. En Britania C. J. César B. G. (V, 12, 4) recoge el uso de lingotes de bronce y hierro y monedas de oro para efectuar sus pagos en los intercambios comerciales (Torres-Martínez, 2011: 229-231). La existencia de una red de Vías de Comunicación y las pruebas de prácticas comerciales como las descritas sirven también para explicar, a su vez, la dispersión de los hallazgos de cuentas de pasta vítrea por toda el área cantábrica, incluso también al interior. V. CONCLUSIONES A partir de los datos de que disponemos hasta la fecha, podemos entrever que las cuentas de pasta vítrea son el reflejo de un mundo cultural y de unas relaciones comerciales muy extendidas y arraigadas en el ámbito del cantábrico en época Protohistórica y con-

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cretamente en el territorio de los Cántabros. Esta situación se puede hacer extensible a la Meseta norte y al Valle del Ebro, donde también existen evidencias muy claras. La mayor parte de los hallazgos proceden de intervenciones arqueológicas y se componen de un número reducido de cuentas o bien de un único ejemplar. Se han hallado tanto en contextos funerarios como en áreas de habitación y se les atribuye un origen foráneo puesto que no se han hallado evidencias de su producción en estas áreas. A partir de ello, se puede deducir que se trataba de elementos de adorno y prestigio, por lo que se vincularían a su portador como símbolo de estatus al demostrar un poder económico que le permite adquirir esos productos. Al fallecer su portador, estos objetos se amortizan acompañando al difunto. Todo parece indicar que las cuentas, como tales, no se vinculaban con un sexo o edad en exclusiva, sino que su empleo se daba tanto entre hombres como mujeres, y tanto en adultos como en infantiles. Donde quizás sí exista alguna diferencia es en algunos usos muy determinados que se hacen de las cuentas. Así por ejemplo, los collares formados por un gran número de cuentas, como los hallados en la necrópolis de Numancia (Garray, Soria), fueron recuperados tanto en tumbas de hombres como de mujeres, pero con la diferencia de que los asociados a cada uno de los sexos parecen corresponder a modelos diferentes. También se da el uso de una sola cuenta por parte del portador. El uso individualizado de las cuentas, quizá asociado en concreto al tipo oculado, en sus diferentes variantes de asociaciones de colores, pudiera vincularse con un uso de las mismas como filacteria, entendiendo que los motivos oculados realmente representan eso, ojos, y se emplearían como protección contra diferentes males. Otra cuestión que no debemos pasar por alto es el valor intrínseco de los colores de las cuentas. El color más frecuente es el azul, conseguido mediante el empleo de óxidos de cobalto. Es posible que, simplemente, el óxido de cobalto fuera fácil de obtener en los centros de producción y por ello se elaboraran mayores cantidades de cuentas con ese color. Pero no debemos pasar por alto que también se elaboran cuentas con otros colores y combinaciones, por lo que las posibilidades disponibles eran más amplias. Pero aún así este es el color más común, por lo que es muy posible que tuviera un significado destacado o fuera especialmente valorado. Las cuentas de pasta vítrea son elementos singulares y con una buena conservación general en el registro arqueológico. Dado su carácter foráneo, pueden resultar un buen marcador de las relaciones comerciales a larga distancia. Esto nos permitirá poder rastrear las rutas por las que llegaron al cantábrico en general, y en concreto al territorio cántabro y al oppidum de Monte Bernorio (Villarén, Pomar de Valdivia, Palencia). Este es el aspecto que ahora mismo resulta más interesante, y justifica el estudio individualizado de las mis-

mas. La procedencia de las cuentas de vidrio puede establecerse para el Mediterráneo en los momentos de de la Primera Edad del Hierro y de la transición y primera parte de Segunda Edad del Hierro, tanto por la ruta del Valle del Ebro como por mar por la ruta de la fachada atlántica de la Península Ibérica. Para la segunda mitad de la Segunda Edad del Hierro este tipo de objetos creemos que comienzan a llegar también desde Europa central a través de las rutas de la Galia meridional. En este sentido es necesario prestar una atención especial a la zona Aquitana y la cuenca del Garona (Burdigala, Burdeos, Aquitania, Francia) como centro de redistribución de mercancías de procedencia Centroeuropea y Mediterránea hacia la zona cantábrica y resto de la fachada atlántica europea. Y, porqué no, tal vez también en dirección inversa. Con todos estos elementos debemos señalar que la atribución automática de los objetos de adorno en vidrio al ámbito del comercio mediterráneo debe ser revisada profundamente. Existen suficientes elementos para establecer que este tipo de objetos pueden proceder también del ámbito occidental y central de Europa. Y que pueden llegar hasta el cantábrico tanto por mar como por tierra, a través de las vías de comunicación actualmente conocidas. Por supuesto, esto no descarta la existencia de objetos de vidrio procedentes del Mediterráneo oriental o del norte de África. Pero si hace necesario un estudio más detallado y profundo de este tipo de objetos y de sus vías de distribución por el norte de la Península Ibérica. BIBLIOGRAFÍA Alcántara, A. et alii (2011): “L’agglomération gaulloies d’Eysses á Villeneuve-sur-Lot (Lot-et-Garonne)”, Gauloise d’Aquitaine (A.Colin, C.Sireix, F.Verdin coords.), Santander: 35-38. Argente, J. L. et alii (1992): “Los conjuntos protoceltibéricos de la Meseta Oriental: ejemplos de la necrópolis de Carratiermes (Montejo de Tiermes, Soria)”, Trabajos de Prehistoria 49: 295325. Argente, J. L., Díaz, A. y Bescós, A. (2000): “Tiermes V. Carratiermes Necrópolis Celtibérica”, Arqueología en Castilla y León 9, Valladolid. Arruda, A. M. (2000): “Los fenicios en Portugal. Fenicios y mundo indígena en el centro y sur de Portugal (siglos VIII-VI a. C.)”, Cuadernos de Arqueología Mediterránea 5-6, Barcelona. Blot, J. (1979): “Le cercle de pierres de Jatsagune (compte rendu de fouilles)”, Munibe 31: 203-212. Blot, J. (1993): Montaña y Prehistoria Vasca, San Sebastián-Bayona. Bolado, R. y Fernández, P. A. (2010): “Castro de Las Rabas”, Castros y Castra en Cantabria. Fortificaciones Desde los Orígenes de la Edad del Hierro a las Guerras con Roma (A.Serna y A.Martínez y V.Fernández coords.), Santander: 403-482. Bolado, R. y Fernández, P. A. y Callejo, J. (2010): “El recinto fortificado de El Pedrón (Cervatos. Cantabria), los Campamentos de La Poza (Campoo de Ennmedio, Cantabria) y el Castro de las Rabas (Cervatos, Cantabria)”, Kobie. Serie Paleoantropología 29: 95-108. Burillo Mozota, F. (1992): “Las necrópolis de época ibérica y el ritual de la muerte en el valle medio del Ebro”, Congreso de Arqueología Ibérica (J.Blánquez Pérez, V.Antona del Val coords.), Madrid: 563-585. Camino Mayor, J. (1995): Los castros marítimos en Asturias, Oviedo.

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