Gestión para un mundo global

GESTIÓN PARA UN MUNDO GLOBAL Acequias No. 33 / Otoño 2005

"Gestión es trabajar con personas" Juan Casassus

Una labor cotidiana Cada ser humano necesita del otro para saber y saber hacer, caminos ambos que llevan a ser desde la realización y el avance hacia la plenitud. Esa relación interpersonal que permite la experiencia de aprender, apoyar, enfrentar, amar o disfrutar de y con el otro, se funda en la acción del verbo gestionar: "hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera"i. Palabra y sobre todo acto omnipresente en cada día de la existencia y que suele mantenerse anónima. Se presenta en toda negociación, ya para conseguir un permiso, iniciar un noviazgo o solicitar un servicio, y en todo negocio, desde una pequeña tienda de abarrotes o una familia hasta una comunidad universitaria o una enorme empresa transnacional. Puede ser horizontal (entre pares) o vertical (conforme a la línea de autoridad). Es hasta mediados del siglo XX que se reconoce como un campo de investigación y desarrollo que hoy se presenta como alternativa viable para el acompañamiento y promoción de los procesos organizacionales. En un contexto global La era de la informaciónii se establece a finales del siglo XX y ofrece situaciones inéditas a la sociedad del XXI. Tres de sus rasgos afectan a todos los procesos de desarrollo integral: la productividad, "basada en la producción de conocimiento y la gestión de la información", coloca a la investigación como área de oportunidad para las instituciones educativas de América Latina, mismas que han centrado su labor en el ejercicio docente; la red mundial (internet), que permite conducir una empresa desde la coordinación y centralización de tareas con flexibilidad y adaptación a las necesidades, invita al desarrollo y aprovechamiento de las nuevas tecnologías de la información y comunicaciones; y la globalización, con el sistema económico actual funcionando como "unidad planetaria en tiempo real" y donde el reto académico es ampliar "las redes de contacto y colaboración entre los grandes centros universitarios y las grandes empresas". Dichos rasgos están directamente vinculados a la innovación en tres niveles: producto, tecnología y proceso. ¿Qué, con qué y cómo se hace en la organización? Pregunta que no interroga sobre "lo mismo" sino sobre "lo diferente o nuevo", lo que brota del riesgo emprendedor basado en conocimiento y trabajo altamente cualificado en todas las áreas de la empresa. El sistema de producción de conocimiento avanzado es la universidad y si ella no responde se recurre a la migración o inmigración, según sea el caso y con la consecuente "fuga de cerebros", pues en algún lugar el conocimiento de punta es ya una realidad. Para todo lo anterior se necesita dinero, innovación en cuanto a las fuentes de financiamiento, que se asienta en la confianza ganada por la institución desde su historia y momento actual. Una característica importante de la nueva organización es la flexibilidad del trabajo, provocada a su vez por la volatilidad de la economía. "El problema es que esta flexibilidad (...) se ha traducido en muchos casos en flexibilidad del trabajador y, por tanto, en la inseguridad sistémica del puesto de trabajo". Hoy se rompe con frecuencia la conexión trabajador - empresa, el conocimiento adquirido en la práctica se acumula en la persona y no

en la organización, como sucedía anteriormente. Así la individualidad pasa a individualismo y la vida académica, colegiada, sufre un empobrecimiento. Necesita ser diferente o nueva La tarea principal de la gestión organizacional, incluyendo la educativa, consiste en "indagar acerca de las motivaciones de la persona en su lugar de trabajo y acerca de qué es lo que la puede impulsar a mejorar su desempeño"iii. ¿Dónde está la clave para cumplirla en el contexto del siglo XXI? ¿Cómo integrar sus rasgos (productividad, red mundial y globalización) y niveles (innovación en el producto, el proceso y la tecnología) actuales con la calidad de vida de los trabajadores? El desafíoiv para la universidad, y la organización en general, es múltiple y requiere de un proceso profundo para la toma de decisiones y la puesta en práctica de acciones colectivas. Tiene distintos escenarios, todos significativos: Prevenir y combatir la pobreza y la exclusión social, mediante la investigación y producción de conocimiento, así como a través de la inversión en la formación del trabajador "como elemento de productividad en la empresa". Las primeras para incidir sobre la enorme desigualdad en la distribución de la ciencia y la tecnología en el mundo actual. Lo segundo para centrar el trabajo en el conocimiento y no en la angustia del desempleo. Definir la misión y visión de la empresa, identificar los recursos necesarios para lograrlas y los medios para hacerse de ellos buscando aprovecharlos en beneficio de todos. Así se mantiene la conexión trabajador - empresa y se fomenta el proceso de la colegialidad. Innovar desde la planificación y la administración para arrancar un círculo virtuoso de trabajo altamente cualificado que permita vivir la innovación en todas las áreas de la organización. Es un ciclo que motiva y satisface a la persona, que mejora el desempeño y consigue productos que responden a las necesidades del entorno, con respeto y generación de un desarrollo sustentable. Para servir En el caso de la institución educativa, la gestión tiene como fin último a la persona. Encuentra en ésta su sentido más profundo al integrar un servicio de calidad que redunde en beneficios para la comunidad a la que se debe. Es una labor que permite superar la administración meramente intuitiva, llegar a sistematizar los procesos y tomar decisiones adecuadas: ya colegiadas, con base en el discernimiento y la deliberación, o individuales, basadas en la información recibida y la propia experiencia; siempre manteniendo explícitos los ámbitos propios de una decisión colegiada o individual en los procedimientos organizacionales, de modo que la alternativa sea fuente de tranquilidad y no de zozobra. "Gestionar es trabajar con personas" en vistas a convertir lo cotidiano de la administración o negociación en algo diferente o nuevo, adaptado al contexto global y con capacidad de servir mediante la generación de las respuestas concretas que la comunidad demanda.

i

Real Academia Española. Diccionario de la lengua española. 22a. edición. Madrid: RAE, 2001. Cfr. Castells, Manuel. "Más allá de la caridad: responsabilidad social en interés de la empresa en la nueva economía". En: Cortina, Adela (editora). Construir confianza. Ética de la empresa en la sociedad de la información y las comunicaciones. Madrid: Editorial Trotta, 2003: 57 - 66. ii

iii

Casassus, Juan. Problemas de la gestión educativa en América Latina (la tensión entre los paradigmas de tipo A y el tipo B). Santiago de Chile: UNESCO, 2000: 4. iv Cfr. Castells, op. cit.: 69 - 73.