GEOARQUEOLOGÍA Y CAMBIOS AMBIENTALES DEL PLEISTOCENO TARDÍO – HOLOCENO EN EL NOROESTE DE MÉXICO: UN ENFOQUE PALEOPEDOLÓGICO.

Investigaciones de los últimos 15 años en el NW de Sonora, en sitios como El Arenoso (Terrazas, 2007; Terrazas y Benavente, 2013), La Playa (Carpenter et al., 2003 y 2005), Fin del Mundo (Sánchez, 2010; Sánchez et al., 2014), El Bajío y El Áigame (Gaines et al., 2009; Sánchez, 2010) han dejado de manifiesto que grupos humanos comenzaron a habitar esta región desde finales del Pleistoceno. Las inferencias paleoambientales para las regiones aledañas  indican que durante ese periodo predominaron los climas templados, que habrían constituido el hábitat de los primero pobladores y de la fauna pleistocénica en la región. Sin embargo, la información derivada del estudio de los paleosuelos del sitio arqueológico La Playa indicó condiciones más secas, por lo que se realizó un estudio a nivel regional para establecer las condiciones paleoambientales regionales.Como parte del estudio, se caracterizaron las propiedades físicas y químicas de los paleosuelos que constituyen la memoria del suelo y que permitieron inferir sus ambientes de formación. Ello permitió identificar los paleosuelos del Pleistoceno y diferenciarlos de los suelos del Holoceno, con lo que se pudo establecer la variabilidad espacial de la cubierta pedológica de finales del Pleistoceno. Esa información se complementó con el análisis de otros indicadores paleoambientales, como los isótopos estables de carbono y la asociación faunística.Derivado de la investigación se caracterizaron  y ubicaron cronológicamente los paleosuelos del Pleistoceno tardío/Holoceno temprano y medio (entre 30 ka Cal AP a 4.2 ka Cal AP) identificados y descritos en trabajos previos en los sitios arqueológicos El Arenoso (Terrazas, 2007; Terrazas y Benavente, 2013) y La Playa (Carpenter, et al., 2003 y 2005; Copeland et al., 2012), así como en secuencias pedosedimentarias expuestas por cortes de carretera en Magdalena de Kino y el Rancho Los Alamitos, que muestran dos tendencias de pedogénesis para este periodo.En general, las porciones sur, centro y norte del estado están dominadas por suelos rojos, descritos en excavaciones arqueológicas en los sitios La Playa, El Bajío, El Gramal y Fin del Mundo y referidos genéricamente como Big Red (Sánchez, 2010; Sánchez et al., 2014). Las características de estos suelos están representadas por el Paleosuelo San Rafael (SRP), descrito en el sitio arqueológico La Playa, con secuencia C/2A/2Bw/2BCk/3Bgk/3BCgk/4C, y datado por radiocarbono entre 14.9 ka - 14.23 ka Cal AP (en carbonatos) y 4.44 - 4.25 ka Cal AP (en carbón y materia orgánica). Las propiedades del SRP (rubificación, acumulación de arcillas, susceptibilidad magnética alta, carbonatos iluviales y reductomorfía en la base) son indicativas de un ambiente más húmedo que el actual. Por encima de ellos se encuentra una secuencia policíclica de suelos holocénicos con características pedológicas incipientes (humificación, estructuración, carbonatación), desarrolladas bajo un clima semiárido. En contraste con ello, en El Arenoso, al norte de Caborca, se encontraron secuencias de paleosuelos grises formados en sedimentos aluviales, que muestran intemperismo y neoformación de arcilla, reductomorfía y carbonatación, con secuencia C/2Bgk1/2Bgk2/3C/4Bk/4Ck/5Bgk/5BCk/5Ck/6Bk/7Bg, datado por radiocarbono en 19.43 ka Cal AP - 16.92 ka Cal AP (en carbonatos). Las características del suelo indican la alternancia entre un ambiente húmedo (con intemperismo, rubificación, formación de arcilla y reductomorfía) y períodos secos (con acumulación de carbonatos).A pesar de las diferencias regionales entre los paleosuelos de finales del Pleistoceno, las tendencias generales de pedogénesis indican el predominio de un ambiente semiárido, ligeramente más frío y húmedo que el actual, con lluvias invernales a finales del Pleistoceno, bajo el cual se establecieron los primeros grupos humanos y la megafauna. En el Holoceno medio se observa un importante incremento en la aridez, la cual disminuyó ligeramente en el Holoceno tardío.Esta tendencia de pedogénesis mayor durante el Pleistoceno observada en Sonora es contraria a la mayoría de los modelos existentes a nivel global, basados principalmente en el estudio de las secuencias de loess - paleosuelos, que consideran que la pedogénesis se restringe a los periodos interglaciares e interestadiales. Sin embargo, tendencias similares a las observadas en Sonora han sido documentadas en otras regiones con características geográficas similares, lo que muestra la existencia de al menos dos tendencias pedogenéticas principales para ese periodo a nivel global.