Génesis, concepto y aplicación del capital intelectual

October 17, 2017 | Autor: C. Murcia Rivera | Categoría: Intangible assets, Intellectual Capital
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Descripción

Comisión de Trabajo de Gestión del Conocimiento Empresarial CEDE

Cuaderno nº 7

Génesis, concepto y aplicación del capital intelectual 1

Eduardo Bueno 2 Cecilia Murcia

Introducción La llegada de la sociedad de la información y su evolución hacia la del conocimiento, ha situado a los recursos intangibles, basados en conocimiento, en una de las fuentes principales de creación de ventaja competitiva sostenible de la empresa y de generación de valor y desempeño futuro de las organizaciones (Amir y Lev, 1996; Aboody y Lev, 1998; Edvinson, 1997; Kendrick, 1961; Lev, 1989, 2001). En este contexto, surge el concepto del Capital Intelectual, como perspectiva estratégica de la “cuenta y razón” de los intangibles de la organización (Bueno, 1998 y 2002), que facilita los siguientes aspectos: • Identificar los activos intangibles claves de la organización. • Establecer indicadores numéricos de medición que posibiliten un seguimiento periódico de la evolución de tales activos • Definir directrices para gestionar estratégicamente el conjunto de intangibles organizativos. • Complementar la información obtenida en la memoria anual con datos sobre los activos intangibles e indicadores no financieros.

Justificación, origen y desarrollo del capital intelectual La aparición del Capital Intelectual se justifica principalmente, en la preocupación de los

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Catedrático de Economía de la Empresa y Director del Instituto Universitario de Administración del Conocimiento e Innovación (IADE-CIC) de la UAM. 2 Investigadora del IADE-CIC y Coordinadora del Foro del Conocimiento e Innovación “Intellectus”.

analistas financieros y economistas, por explicar las grandes diferencias valorativas entre el valor de mercado y el “valor en libros”.de las empresas cotizadas en Bolsa e intensivas en I+D, Esta justificación pone de manifiesto la existencia de unos activos intangibles, no informados adecuadamente, en las cuentas anuales o de un capital intangible que, en combinación con el capital físico-financiero tradicional, es fuente de creación de valor en la economía de las organizaciones actuales (Lev y Sougiannis, 1996). Este nuevo concepto de Capital Intelectual se difundió rápidamente en las comunidades académicas y profesionales y aparece asociado a la evolución de la economía del conocimiento. Dada la novedad de su utilización, se ha requerido también del desarrollo de herramientas nuevas y adecuadas para medir, informar y dirigir estratégicamente, de una manera sistemática e integrada, los recursos y capacidades organizativos que dicho concepto engloba.

Concepto de Capital Intelectual Las definiciones existentes sobre el concepto de Capital Intelectual muestran cierto grado de heterogeneidad, tal y como se recoge en el Cuadro 1. Se demuestra así la novedad del concepto y la necesidad de seguir investigando de manera conjunta académicos y profesionales, con el fin de crear una base conceptual generalizada sobre el tema.

Cuadro 1 Definiciones básicas del Capital Intelectual

que, puestos en acción, junto con los activos tangibles y en línea con una determinada estrategia, es capaz de generar ventajas competitivas para la organización”

Modelo Intellectus de medición y gestión del capital intelectual A mediados de la década de los noventa y hasta la época actual, surgen una serie de modelos de medición y gestión del Capital Intelectual en las organizaciones que pretenden revelar e informar sobre los activos intangibles de la organización que ya el mercado reconoce, pero no la contabilidad tradicional. Fuente: Bueno, E. –CIC. (2003).

Con base en estas definiciones, y siguiendo a Bueno et. al (2008), se pueden deducir algunos elementos que permiten la configuración de un concepto basado en los aspectos principales siguientes: • Expresa un proceso de acumulación, propio del concepto económico de capital. Indica, en consecuencia, el valor de la riqueza acumulada derivada del conocimiento o de un conjunto de activos de oriente intelectual. • Explica una naturaleza intangible o de activos generados por el conocimiento puesto en acción en la organización. • Combina activos de naturaleza intangible, los cuales generan nuevo conocimiento. Éste se transforma en competencias empresariales o en la creación de ventaja competitiva. • Genera valor a la empresa y representa la nueva riqueza de las organizaciones y de las naciones. • Integra diferentes activos intangibles, dinamizados por una estrategia basada en flujos de conocimiento o en actividades intelectuales en la organización. • No suele representarse en los estados contables. Con estos argumentos, se podría tener una propuesta de definición más completa de Capital Intelectual, como: “Acumulación de conocimiento que crea valor en una organización, compuesta por un conjunto de activos de naturaleza intangible,

En esta trayectoria temporal, se identifican tres enfoques principales y en cada uno de ellos, se generan propuestas de modelos: El primero, que podría denominarse “financiero-administrativo” (1992-2001), de clara influencia contable; el segundo o “enfoque estratégico corporativo” (1997-2001), inicia el proceso de madurez del concepto y el tercero o “enfoque social-evolutivo” (20002005), muestra modelos más evolucionados e inicia el desarrollo del capital intelectual para los años próximos. En este último grupo, es donde podemos ubicar el Modelo Intellectus de medición y gestión del capital intelectual, fruto de la participación y consenso de diferentes agentes públicos y privados dentro del seno del Foro del Conocimiento e Innovación “Intellectus” como plataforma de transferencia y reflexión del Instituto Universitario de Investigación IADE de la Universidad Autónoma de Madrid y validado, en su momento, por cerca de cuarenta expertos internacionales, entre los que se encuentran autoridades en la materia como Leif Edvinsson, Göran Ross y Javier Carrillo, entre otros, que se dio a conocer a través del Documento Intellectus 5 (CIC, 3 2003).

3 El Modelo Intellectus es citado en el Informe Ricardis de la Comisión Europea (2005), como el modelo de referencia español.

Dicho Modelo, pretende facilitar un marco ordenado para la reflexión y puesta en marcha de iniciativas cuyo fin sea la gestión del Capital Intelectual de la organización. Asimismo, trata de ofrecer una imagen fiel del capital intelectual de las organizaciones mediante distintos niveles de agrupación de los activos intangibles. El Modelo Intellectus, como se observa en la figura 1, se fundamenta en una estructura arborescente de clasificación de los activos intangibles que permite llevar a cabo de forma sistemática, la medición y gestión de los mismos. De mayor a menor, los niveles de agrupación son los componentes del capital intelectual, los elementos y las variables. Los componentes son agrupaciones de activos intangibles en función de su naturaleza. Cada capital está formado por elementos o grupos homogéneos de activos intangibles, que están integrados a su vez por variables de capital intelectual. Generalmente, los indicadores de medición se definen respecto a cada una de esas variables. El Modelo identifica cinco componentes básicos: el capital humano, como aquellas actitudes, aptitudes y capacidades que están en línea con los retos y valores de la organización: el capital estructural, compuesto, a su vez, por el capital organizativo y el capital tecnológico; el primero asociado al ámbito estructural de los diseños, procesos y cultura organizativos, y el segundo vinculado con el esfuerzo en I+D, el uso de la dotación tecnológica y los resultados de la citada I+D. Figura 1 Estructura del Modelo Intellectus

Fuente: Bueno, E. –CIC. (2003).

Por último, el capital relacional formado por el capital relacional de negocio, en el que tienen acomodo los flujos de información y conocimiento de carácter externo vinculados al modelo de negocio (proveedores, clientesusuarios, aliados…) y, por otro, el capital relacional social, que se conecta al marco de relaciones con la sociedad, fuera del ámbito del negocio (compromiso social, imagen pública, reputación, prestigio, responsabilidad y acción social…). Todos ellos generan una composición sistémica que permite obtener una panorámica o “stock temporal” de los activos intangibles que posee la organización, generándose así la información necesaria para la toma de decisiones con sentido estratégico-social.

Aplicación del Capital Intelectual Por sus numerosas y diversas aplicaciones, ha mostrado un grado de desarrollo importante tanto en el sector privado como público, aportando una base sólida para la reflexión estratégica en las organizaciones orientadas a una gestión de su conocimiento. En este sentido, y siguiendo la referencia del Modelo Intellectus, se puede indicar que, cuenta con un historial amplio y diverso de utilización, que confirma su marco general y su ajuste específico a los diversos requerimientos. (Bueno et al., 2008). En concreto, las aplicaciones principales, se pueden clasificar en dos grupos generales: 1. Sector público: Los principales motivos por los que se desarrollan los proyectos de Capital Intelectual en este caso, se asocian con las estrategias de modernización en las Administraciones Públicas. Caso, entre otras de la Agencia Tributaria de España (AEAT), el Instituto de Estudios Fiscales (IEF), el Ayuntamiento de Leganés y Madrid+d. 2. Sector privado: Esta realidad presenta un conjunto más diverso de motivaciones, aludiendo a la necesidad de mayor nivel competitivo a través del aprovechamiento del conjunto de capacidades personales organizativas que tienen como objetivo

desarrollar la innovación y mejora de sus procesos de negocio. En este ámbito, las aplicaciones son multisectoriales y destacan: la Banca; biotecnología y salud; domótica; TICs; Ingeniería; y Medioambiente. En definitiva, de las diversas aplicaciones se desprenden nuevos retos para la investigación que están siendo afrontados desde diferentes grupos e instituciones, como es el caso de la determinación de ciertos índices de capital intelectual basados en sistemas de puntuación para las diferentes variables según capitales, fases empresariales, sectores y coyuntura, cuya aplicación permita generar posibles rankings de organizaciones, regiones, etc.., e incluso facilitar los ejercicios de valoración de empresas donde se requiere conocer de forma integral el valor del conjunto de activos disponibles. De todas maneras, se debe tener en cuenta, que a pesar del tiempo transcurrido y del desarrollo alcanzado por este concepto, todavía no es un término generalmente aceptado por la comunidad académica y profesional. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ABOODY, D. y B. LEV (1998): “The Value Relevance of Intangibles: The Case of Software Capitalization”, Journal of Accounting Research, nº 36, pp. 161-191. AMIR, E. y B. LEV (1996): “Value-Relevant of Nonfinancial Information: The Wireless Communication Industry”, Journal of Accounting and Economics, nº 22, pp. 2-30. BUENO, E. (1998): “El capital intangible como clave estratégica en la competencia actual”, Boletín de Estudios Económicos, Vol. LIII, nº 164, pp.207-229. BUENO, E. (2002): “Dirección estratégica basada en conocimiento: Teoría y práctica de la nueva perspectiva”, en Morcillo, P. y Fernández Aguado; J. (2002): Nuevas Claves para la Dirección Estratégica, Ed. Ariel, Barcelona, 91-116. BUENO, E.-CIC. (2003): Modelo Intellectus: Medición y Gestión del Capital Intelectual, Documento Intellectus, nº 5, CIC-IADE (UAM), Madrid.

BUENO, E.; Salmador, MP. Y Merino, C (2008): “Génesis, concepto y desarrollo del capital intelectual en la economía del conocimiento: una reflexión sobre el Modelo Intellectus y sus aplicaciones”, Estudios de Economía Aplicada, Vol. 26-2, pp.43-64. EDVINSSON, L. (1997): “Developing intellectual capital at Skandia”, Long Range Planning, vol. 30 (3), pp 366-373. EUROPEAN COMMISSION (2005) "RICARDIS (Reporting Intellectual Capital to augment research, development and innovation in SMEs)". European Commission Publications, Bruselas. KENDRICK, J.V. (1961): “Some Aspects of Capital Measurement”, The American Economic Review, vol. 51, nº 1, pp. 102-111. LEV, B. (1989): “On the Usefulness of Earnings and Earnings Research: Lessons and Directions form two Decades of Empirical Research“, Journal of Accounting Research, vol. 27, pp. 153-192. LEV, B. (2001): Intangibles: Management, Measurement and Reporting, The Brookings Institution Press. LEV, B. y SOUGIANNIS, T. (1996): “The Capitalization, Amortization and Value-Relevance of R&D”, Journal of Accounting and Economics, vol. 21, pp. 107-138.

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