Género, coeducación y Psicología Histórico-cultural en preescolar

July 4, 2017 | Autor: Jose Cervantes | Categoría: Educacion preescolar, Coeducación
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Descripción

Siente y comparte una ciencia creadora

Libro de Extensos Comisión: Familia, Género y Sexualidad

Siente y comparte una ciencia creadora

TÍTULO: SER PADRES Y MADRES SIGNIFICA… PONENTE: María de los Angeles Cueli Naranjo AUTORES: María de los Angeles Cueli Naranjo, Guadalupe Alarcó Estévez, Dissue González Rodríguez INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected]

Introducción “Hablar de pareja humana nos implica, nos envuelve en lo personal, en lo subjetivo. Con poquísimas excepciones, todos tenemos, hemos tenido o esperamos tener una vida en pareja. Pensar en ello significa pensar en la propia experiencia”. (Caballero, 2009, pág. 6) Con el paso de los años, numerosas investigaciones en el ámbito de las ciencias sociales, específicamente en la Psicología, han tomado como objeto de estudio las relaciones de pareja, abordándolas desde diferentes perspectivas (la estabilidad, satisfacción, comunicación, sexualidad, entre otros) dada la importancia que posee esta esfera de la vida para el desarrollo y bienestar social e individual de cada individuo. La búsqueda de ese vínculo afectivo que más enriquece al ser humano se manifiesta desde edades tempranas y con diversas características durante todas las etapas de la vida. Para los tiempos de hoy es importante hacer énfasis en la estabilidad de la pareja, vista como una relación mejor estructurada y que representa una de las aspiraciones principales de los jóvenes, así como los proyectos futuros y la formación de familia. Durante su desarrollo, la pareja atraviesa por diferentes estadíos, siendo la parentalidad uno de los más trascendentales donde surgen otras obligaciones, lo cual significa para algunos autores el paso a la adultez. En torno a esta etapa giran múltiples concepciones, entendidas estas como el conjunto de creencias y opiniones siendo las de mayor interés para este estudio las emitidas por parejas jóvenes que aún no han iniciado la parentalidad. La novedad científica de este estudio reside precisamente en el tema que pretendemos abordar: la parentalidad en parejas estables de jóvenes universitarios, centrándose específicamente en sus concepciones respecto a este período de la vida amorosa y de pareja. Desde el punto de vista práctico esta alternativa metodológica contribuye a la creación de programas de orientación psicológica a parejas jóvenes en torno a su proyección futura como padres y madres. El presente informe está estructurado en tres capítulos y varios epígrafes. El primer capítulo aborda la fundamentación teórica, el segundo, presenta el diseño metodológico y el tercer, expone el análisis y discusión de los resultados obtenidos. Al final se presentan las conclusiones, recomendaciones y anexos. Capítulo 1: Fundamentación teórica La relación de pareja no es más que un tipo específico de relación interpersonal que se da entre sujetos, y que se diferencia de las otras por la existencia del amor y la sexualidad, lo que constituye la base fundamental sobre la que se sustenta. La relación de pareja como espacio vincular debe su existencia a sus miembros, quienes desempeñan un papel fundamental, haciendo que dicha relación adquiera características de ambos, pero que trasciende, es mucho más que la simple sumatoria de las cualidades de cada sujeto. (Hernández, 2012)

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La pareja estable es un tipo especial de relación interpersonal que se da entre sujetos y que depende funcionalmente de las particularidades personológicas de cada uno de ellos, al estar mayor estructurada y en desarrollo sobre la base de un compromiso íntimo personal, en la cual existe la intencionalidad de durar y de afrontar de modo conjunto las vicisitudes del vínculo. Se espera también seguridad, apoyo en la organización de la propia subjetividad y en el crecimiento personal. (Fernández, 2002) La pareja, como vínculo amoroso, atraviesa por diferentes estadíos durante todo su desarrollo, y cada uno plantea requerimientos específicos a realizar, como parte del ajuste a las nuevas condiciones y para la resolución de los conflictos que van surgiendo en la unión. Hernández (2012) refiere que como etapa de la vida amorosa y de pareja la parentalidad alude más a una función que pueden asumir los miembros de la pareja, más allá de la propia procreación porque a la vez se entrelazan aspectos que sobrepasan el parentesco: los de alianza, de afiliación y de socialización. En esta investigación se considera a la Parentalidad, como la etapa de la vida personal y de pareja en la que los sujetos toman decisiones y emprenden acciones vinculadas a la tenencia y cuidado de su primera descendencia; compartiendo la definición emitida por Hernández (2012). La parentalidad es más que un hecho biológico. Es un hecho cultural que acaece en un proceso de construcción y de definición social acerca de lo que se considera qué es la paternidad y la maternidad. Las relaciones de pareja, los proyectos futuros y la formación de familia es una aspiración común en muchos jóvenes hoy día. La etapa juvenil se caracteriza por el establecimiento de concepciones del mundo y metas personales encaminadas al futuro, sin embargo no parecen existir en muchos jóvenes, verdaderos proyectos de vida, ya que las acciones están guiadas a la búsqueda de un fin próximo, tanto en el plano individual como grupal y los deseos a largo plazo están orientados al bienestar sin un objetivo en concreto, lo que minimiza y apacigua en cierto grado, el desarrollo de la actividad individual. Es común de este período, que los intereses de los jóvenes estén dirigidos especialmente al estudio, la recreación, las amistades, el amor y las actividades sociales, unido también a la carencia de orientación y conocimientos que poseen para el establecimiento de una familia y las exigencias que ello implica, aunque no quita que algunos jóvenes se preocupen por su futuro en lo que respecta a la pareja, la profesión y la familia; pero se ven limitados por determinados factores. Se infiere que el nivel de preparación de los jóvenes para asumir la parentalidad responsable es muy bajo. Investigaciones anteriores han revelado que la población joven sitúa entre sus prioridades: vivir en pareja y conformar una familia, lo cual se ve obstaculizado por la realidad de los problemas económicos que atraviesan y la falta de políticas públicas que protejan a la pareja joven, en lo referido a la atención de sus necesidades más elementales para fundar una familia. Más (2013) comenta que para la formación de familias, según el criterio de los jóvenes, es indispensable tener creadas las condiciones económicas y materiales, una pareja adecuada, lo que puede ser entendido como una relación estable, así como cierta madurez y seriedad por parte de los miembros de la pareja. En el caso de las jóvenes que aún no han asumido el rol de madres se refieren a la maternidad , señalando dificulatades e inconvenientes que obstaculizan o impiden el desarrollo satisfactorio y pleno en esta etapa de la vida, tales como: el reto económico, carencias, necesidades. Un resultado relevante de la IV Encuesta Nacional de Juventud (2011-2012) refiere que los jóvenes universitarios acumulan el mayor porcentaje respecto a la aspiración de vivir independiente con su pareja (15,9%) y tener un hijo (13,8%), de ahí que este estudio se oriente a caracterizar las

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concepciones de las parejas universitarias acerca de la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. Capítulo 2: Diseño metodológico 2.1-Tema La parentalidad en parejas de jóvenes universitarios. 2.2Problema de investigación ¿Cuáles son las características de las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja? 2.3Objetivo general Caracterizar las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. 2.4Objetivos específicos • Identificar las concepciones así como su grado de elaboración, que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. • Describir las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. • Identificar los factores que influyen en las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. • Determinar los factores de mayor influencia en las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. 2.5Preguntas de investigación • ¿Cuáles son los planteamientos teóricos, que desde la Psicología, se realizan en torno a la parentalidad y las concepciones que sobre la misma desarrollan los y las jóvenes? • ¿Qué concepciones tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja? • ¿Qué factores influyen en las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja? • ¿Cuáles son los factores de mayor influencia en las concepciones que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana sobre la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja? 2.6Justificación de la investigación / Viabilidad y consecuencias Sería interesante abordar la temática de relaciones de pareja y formación de familia en la juventud cubana, la cual ha sido poco abordada y así contribuir a la creación de propuestas de intervención a parejas jóvenes en torno a su proyección futura como padres y madres, al detectar las necesidades de aprendizaje para asumir este nuevo rol en sus vidas. 2.7Tipo de estudio Exploratorio- descriptivo sobre la base de un enfoque cuantitativo. 2.8Proposiciones tentativas Hi1- Las concepciones de las parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana respecto a la parentalidad son estructuradas. Hi2- Uno de los factores más influyentes en las concepciones acerca de la parentalidad que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana son los patrones familiares bajo los cuales se han educado.

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Hi3- Otro de los factores más influyentes en las concepciones acerca de la parentalidad que tienen parejas estables de jóvenes universitarios de La Habana es la estabilidad de la relación de pareja. Hipótesis estadística: Más del 50% de las parejas de jóvenes universitarios de La Habana no visualizan su futuro como padres y madres. 2.9Tipo de diseño Diseño no experimental transeccional-descriptivo 2.10- Definición conceptual y operacional de las variables Definición conceptual Parentalidad: Etapa de la vida personal y de la pareja donde los sujetos toman decisiones y hacen acciones vinculadas a la tenencia y cuidado de su descendencia. (Hernández, 2012) Relación de pareja estable: Es un tipo especial de relación interpersonal que se da entre sujetos y que depende funcionalmente de las particularidades personológicas de cada uno de ellos, al estar mayor estructurada. (Fernández, 2002) Concepción: Conjunto de creencias, opiniones, valoraciones, ideas, juicios acerca de un tema (parentalidad), emitidos por una gran variedad de individuos, específicamente parejas estables de jóvenes universitarios.1 Definición operacional La variable que se operacionaliza (concepciones sobre la parentalidad) es medida a través de la aplicación de un cuestionario.

Variable Concepciones sobre laparentalidad: conjunto de opiniones, ideas, valoraciones que tienen las parejas estables de jóvenes universitarios respecto a la parentalidad como etapa de la vida amorosa y de pareja. Factores de influencia en las concepciones.

Dimensiones Conocimiento acerca a la parentalidad: informaciones y consideraciones de esta etapa de la vida individual y de pareja. Preparación para la asunción del rol materno/paterno.

Indicadores > Significados atribuidos a la paternidad y maternidad (frase 1, 4 y 5 de la pregunta 17). > Reconocimiento de los cambios que suscita en la pareja la parentalidad (preguntas 5 y 6). > Conocimiento de las funciones y tareas del rol materno/paterno (pregunta18). > Identificación de los factores que influyen en el éxito de la parentalidad (pregunta 9). > Necesidad de la llegada de un hijo en la relación de pareja y para sí mismos/as (pregunta 10 y frase 2 de la pregunta 17). > Percepción de autoeficacia en el desempeño del rol materno/paterno (pregunta 17, frase 3). > Identificación de limitaciones propias para el ejercicio del rol (pregunta 11).

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> Reflexiones en torno a la Parentalidad (preguntas 12, 13, 14 y15). > Disposición para la asunción de la parentalidad (pregunta 8). > Reconocimiento del momento oportuno para la llegada de los/as hijos/as a la vida personal y de pareja (pregunta 7). Proyección futura: Visualización del futuro como padres o madres.

> Ideas sobre la cantidad de hijos que desean tener (pregunta 15). > Frecuencia con que han visualizado este momento (la Parentalidad) (preguntas 13 y 14).

Nivel de estructuración de las concepciones: acorde con las posibilidades que muestren los sujetos de aportar en sus consideraciones todos los elementos de la variable. Valoración de la relación actual de pareja: grado de satisfacción con la relación de pareja.

> > > >

Conocimiento de los factores de influencia en las concepciones

> Identificación de los factores de influencia en las concepciones (pregunta 16, 16.1).

Muy estructurada Estructurada Poco estructurada No estructurada

> Satisfacción con la pareja actualmente (pregunta 4). > Valoración de estabilidad de la pareja (preguntas 2 y 3).

2.11- Población y descripción de la muestra Muestra intencional y no probabilística (sujetos tipos), conformada por sesenta parejas de jóvenes pertenecientes a la Universidad de La Habana, la CUJAE y Ciencias Médicas. Las variables de control para las parejas de la muestra son: parejas heterosexuales que no han iniciado la parentalidad, los dos miembros de la pareja sean estudiantes universitarios de la misma universidad o de diferentes universidades, mantienen una relación de pareja estable y el tiempo de duración de la relación de pareja es un año o más y 2.12- Descripción del instrumento de recolección de los datos El instrumento (cuestionario) es construido en correspondencia con esta investigación a partir de las dimensiones de la variable que se pretende medir y válido a partir del criterio de expertos. Son dos cuestionarios iguales por pareja, es decir uno para la mujer y otro para el hombre para evitar confusiones a la hora de codificar los datos. Capítulo 3: Análisis de los resultados 3.1-Valoración de la relación de pareja actual El 62,5% de las parejas llevan de relación entre uno y tres años. Una gran parte (68.3 %) considera que su relación de pareja es muy satisfactoria; con relación a esto, las mujeres tienden a hacer

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valoraciones más positivas de su relación. El 100 % de las parejas consideró que su relación actual es estable y para ello se basaron fundamentalmente en el buen funcionamiento de la misma (94.2%) e igualmente consideraron el tiempo de relación y el compromiso con la pareja, lo cual se ilustra en el siguiente gráfico.

Las parejas de jóvenes cercanas a culminar sus estudios universitarios presentan una tendencia a mantener relaciones estables producto de su buen funcionamiento, y no determinado en su esencia por el tiempo de relación, lo cual garantiza un alto grado de satisfacción de la relación de pareja. 3.2- Conocimiento acerca de la parentalidad Resulta relevante la atribución que hacen las parejas de jóvenes universitarios a la parentalidad como etapa que requiere ciertas condiciones materiales y psicológicas (84.2 %). El 28,3% de los y las jóvenes todavía no piensan en la parentalidad, lo cual pudiera ser expresión de poca preparación y madurez psicológica para asumir el rol de madres y padres, condicionado además por la falta de recursos económicos y sin la influencia del tiempo de relación y el año que cursan en la Universidad.

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Es significativo que los jóvenes opinaron en su mayoría que la relación de pareja se fortalece durante la parentalidad (77.5 %) y sitúan dentro de las condiciones necesarias, indispensables para llegar con éxito a esta etapa, la madurez y preparación psicológica individual (91.7 %), además de los recursos para la mantención y cuidado del bebé (84.2 %).

En referencia a las categorías valorativas atribuidas a la paternidad y maternidad, vale destacar las expectativas de comportamientos que tienen de la pareja en el ejercicio del rol parental. Las mujeres le otorgaron mayor significación al amor, en cuanto a los sentimientos proporcionados por un hijo (59,8%), valor que igualmente se mantiene en las opiniones de los hombres, aunque se destacan otros igualmente influyentes. Ambos miembros de la pareja tienen expectativas muy positivas respecto al otro en el rol parental y esperan de su compañero responsabilidad, amor y apoyo. Ambos criterios coinciden al atribuir mucha importancia a la responsabilidad. En el reconocimiento de las funciones y tareas del rol materno y paterno se identificó la disposición para atender al hijo como la más significativa, a consideración de las mujeres (20%) y los hombres, la formación personal y profesional de los hijos (25,1%).

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Las concepciones de los jóvenes acerca de la parentalidad, están determinadas fundamentalmente por el carácter necesario que le atribuyen a las condiciones materiales y psicológicas de la pareja (madurez o preparación), además de ser la condición que identifican para la llegada exitosa a esta etapa de la vida amorosa y de pareja. A pesar de que el 28,3% de los jóvenes no se visualizan como futuros padres y madres, sí le atribuyen sentido y significados a la asunción de dichos roles, tales como el amor, la responsabilidad y la ejemplaridad como su disposición fundamental para atender al hijo, y como la expectativa más alta a esperar de su pareja llegado el momento, además de garantizar la formación personal y profesional del infante. 3.3-Preparación para la asunción del rol materno/paterno. Proyección futura Las parejas opinaron que sí es necesario la llegada de un hijo en la relación de pareja, (59.2 %). Los temores más significativos se concentran en la falta de madurez y preparación psicológica para asumir el rol de madres y padres. Cuando desee la pareja (63.3 %) y cuando disponga de las condiciones necesarias para esta etapa (65.8 %) es el momento oportuno para llegar a la parentalidad, según los jóvenes de la muestra.

Haciendo alusión a la disposición para la asunción del rol de padres y madres, los jóvenes en su mayoría asumieron una posición neutral respecto a este momento (38.3%) lo que da muestra de su visualización en una posición ni muy cercana ni lejana a este momento, es decir, que ya lo tienen en sus consideraciones, pero que aún no forma parte de sus decisiones más inmediatas.

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Los jóvenes de la muestra consideran necesario la llegada de un hijo para la consolidación de la pareja, ya que es fruto del deseo de ambos miembros y que requiere además de las condiciones económicas y psicológicas necesarias, consideradas la base fundamental de sus concepciones acerca de la parentalidad, aunque manifiestan una limitación congruente referida a su falta de madurez y preparación para asumir este rol, evidenciándose en la poca claridad o indecisión que presentan , lo que los hace posicionarse en un punto de incertidumbre que no permite reflejar claramente sus motivaciones o desmotivaciones respecto a esta etapa. No obstante, los momentos de claridad de las parejas identificadas con la parentalidad, giran en torno a las circunstancias en las que se reflexiona acerca del futuro de la pareja, lo cual determina que se visualice este momento en diversas ocasiones y se vislumbre el deseo de varios hijos. 3.4-Conocimiento de los factores de influencia en las concepciones Los factores que intervienen en las concepciones de estas son el contexto social; las condiciones económicas de la pareja; las aspiraciones o intereses individuales de cada miembro o de la pareja, los medios de comunicación; los patrones familiares y la estabilidad de la pareja siendo estos últimos los más determinantes.

3.5- Nivel de estructuración de las concepciones y sus características Las parejas de jóvenes universitarios con edades comprendidas entre 21 y 23 años próximos, a culminar sus estudios, mantienen relaciones estables basadas en su buen funcionamiento, lo que les proporciona una gran satisfacción. Esta estabilidad unido a los patrones familiares y a los intereses individuales o de la pareja son los factores determinantes, entiéndase como los más influyentes en las concepciones acerca de la parentalidad, concebida por los jóvenes por el carácter necesario de las condiciones materiales y psicológicas requeridas para llegar con éxito a esta etapa, que simboliza el amor, la responsabilidad, la consolidación de la pareja y su descendencia. Su nivel de preparación y disposición para la asunción del rol materno o paterno es medio, ya que aunque consideran necesario la llegada de un hijo en la relación de pareja porque posibilita su fortalecimiento y lo visualizan en el momento en que piensan en su futuro con su pareja; presentan limitaciones propias para el ejercicio de la parentalidad como la falta de madurez y preparación, lo que los hace posicionarse, ni muy cerca ni muy lejos de este momento, ya que la parentalidad no forma parte de sus planes más inmediatos, por lo que no se visualizan como

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futuros padres y madres, lo que no excluye que hayan pensado al menos alguna vez en tener hijos y desear incluso hasta más de uno. Tomando en cuenta que el 28,3% de la muestra no se conciben como padres y madres al excluir la parentalidad de su lógica de pensamiento actual, el 1,7 % de las parejas de jóvenes no tiene conocimiento de lo necesario para llegar satisfactoriamente a esta etapa, el 2,9% y el 1,9% de las mujeres y hombres respectivamente no se autoproyectan para asumir los roles parentales y el 5% nunca ha pensado en tener hijos; se refuta la hipótesis estadística planteada anteriormente en el diseño metodológico, la cual expresa que más del 50% de las parejas estables de jóvenes universitarios no visualiza su futuro como madres y padres. Por otra parte, el 22.5 % de la muestra no destaca ninguno de los factores como el más significativo sino que los conciben a todos igualmente influyentes en sus concepciones acerca de la parentalidad. Por tanto, la conjunción de estas dimensiones determina que las concepciones de estas parejas de jóvenes universitarios sean poco estructuradas, refutando una de las hipótesis de investigación expuestas inicialmente que plantea que sus concepciones son estructuradas. Conclusiones Las parejas de jóvenes universitarios de la muestra, consideran que su relación es estable y se basan para valorarla, en su buen funcionamiento, y refieren, alto grado de satisfacción en su relación de pareja actual. En las concepciones sobre la etapa de la parentalidad que tiene este grupo, se aprecia que atribuyen significados a la asunción de roles parentales y reconocen como principales funciones de estos, la adecuada disposición para atender al hijo y para garantizar la formación personal y profesional del mismo, por otra parte conceden importancia a ese momento de sus vidas para el fortalecimiento de la relación. Resulta interesante, que una parte significativa de la muestra no visualice su futuro como madres y padres, al parecer asociado al reconocimiento de que no poseen las condiciones materiales y psicológicas necesarias para el exitoso comienzo de este período. Resultaron determinantes en la conformación de las concepciones de estas parejas de jóvenes universitarios: la estabilidad de la pareja como alto índice de su buen funcionamiento, los patrones familiares por su influencia directa en los miembros de la pareja y las aspiraciones o intereses de cada miembro o de la pareja. Las concepciones que acerca de la parentalidad mostraron las y los jóvenes tienden a ser poco estructurados en tanto, no mostraron consistentemente todos los elementos de la variable unido a los porcentajes referidos a la no visualización de su futuro como padres y madres, el no conocimiento de lo necesario para llegar satisfactoriamente a esta etapa, el nivel medio de preparación y disposición para asumir el rol, matizado por las limitaciones propias para el ejercicio del mismo y el hecho de nunca haber pensado en tener hijos. Recomendaciones - Realizar estudios de seguimiento a algunas parejas de la muestra para identificar variaciones en sus concepciones mediante métodos cualitativos como los dispositivos grupales y estudios de caso - Diseñar programas de orientación o educativos dirigidos a parejas de jóvenes universitarios con el objetivo de incentivar su preparación para el buen desempeño del rol. Bibliografía Fondo Editorial Ediciones MIRBET S.A.C. (2011). Psicología de la Pareja. Conflictos y Soluciones. Lima, Perú. Arés Muzio, P. (2010). La familia. Una mirada desde la Psicología. La Habana: Científico-Técnica.

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Caballero Feijoó, Z. (2009). Estabilidad y Satisfacción. Un estudio en relaciones de parejas jóvenes. (Tesis de diploma no publicada). Universidad de La Habana, Facultad de Psicologìa, La Habana, Cuba . Centro Estudio sobre la Juventud . (2011-2012). Sistematización de investigaciones sobre familia. Acerca de la formación de pareja y familia . La Habana : CESJ - CEPDE. CESJ (UJC) Y CEPDE (ONEI). (2011-2012). Cuarta Encuesta Nacional de Juventud . Cuba. José Rodrigo, M. (2011). Las competencias parentales en la promoción de la parentalidad positiva. Encuentro anual de profesionales de atención a ala infancia . La Laguna : Universidad de La Laguna, Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación Corte Fiallo, L. (2010). Relaciones de pareja de larga duración. Estudio de factores que inciden en la Estabilidad y Satisfacción de un grupo de parejas con más de 15 años de relación matrimonial. (Tesis de diploma no publicada). Universidad de La Habana, Facultad de Psicología, La Habana, Cuba. Zaldívar , Y. (2004-2005). La Satisfacción con la vida amorosa en un grupo de mujeres y hombres universitarios . (Tesis de diploma no publicada). Universidad de La Habana, Facultad de Psicología, La Habana, Cuba . Torres, M. (2003). Familia, Unidad y Diversidad . La Habana : Pueblo y Educación . Más Zurita , L. (2013). Concepciones y vivencias sobre la maternidad. Su lugar en las identidades de género de jóvenes cubanos. . En Subjetivad de Género en Cuba: Las construcciones socioculturales de lo femenino y lo masculino. Perspectivas de cambio (págs. 76-82). La Habana : Impresiones MINAC. Fernández Rius , L. (2002). Personalidad y relaciones de pareja . La Habana : Félix Varela . Guerrero Borrego , N. (2008). Salud sexual en adolescentes y jóvenes. Una mirada ante lo social. Revista Estudio, No. Especial, 86-87. Hernández Cedeño, E. (2012). La comunicación en parejas que inician la parentalidad. (Tesis de maestría no publicada). Universidad de La Habana, Facultad de Psicología, La Habana, Cuba . Anexos Yo como madre seré… Cuestionario sobre las concepciones de las parejas de jóvenes universitarios acerca de la parentalidad. Lugar: La Habana Fecha: enero-junio del 2014 La Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana está realizando una investigación sobre las concepciones que tienen parejas de jóvenes universitarios en torno a la parentalidad. Por favor tenga en cuenta al llenar este cuestionario que no hay respuestas correctas ni incorrectas, estas simplemente reflejan su opinión personal. Sus respuestas serán anónimas y absolutamente confidenciales. Los cuestionarios serán procesados por personas externas. De antemano, ¡MUCHAS GRACIAS! Datos Sociodemográficos: Edad___ Sexo___ Universidad___ Carrera__ Año que cursa____ Municipio de residencia___ Creencias religiosas__ 1¿Qué tiempo de relación lleva con su pareja actual? 2¿Considera que su relación de pareja actual es estable? Sí No 3¿En qué se basa para valorar la estabilidad de una pareja? (puede marcar una o varias opciones) Tiempo de relación___ Funcionamiento de la pareja__ Compromiso con la pareja__ Otros criterios ¿Cuáles?

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4Considera que su relación actual de pareja es: Muy satisfactoria__ Satisfactoria__ Medianamente satisfactoria__ Insatisfactoria__ Muy insatisfactoria__ 5Marque una o varias opciones. Para usted la parentalidad (etapa de la vida amorosa y de pareja donde se realizan acciones para la tenencia y cuidado de la propia descendencia) es: ___ Una etapa de consolidación de la vida de pareja ___ Una etapa difícil de afrontar ___ Una etapa que requiere ciertas condiciones materiales y psicológicas ___ Una etapa en la que no pienso todavía ___Otras consideraciones. ¿Cuáles?: 6Marque una sola opción. Lo que sucede con la pareja en esta etapa de su vida: ___ Se fortalece la relación de pareja ___ La relación de pareja entra en crisis ___ No cambia la dinámica de la relación de pareja 7¿Cuál es el momento oportuno para llegar a la parentalidad? (puede marcar una o varias opciones) ___ Después del casamiento ___ Cuando termine la Universidad ___ Cuando desee la pareja ___Cuando uno de los miembros de la pareja o ambos dispongan de las condiciones necesarias para esta etapa ___Otro/s. ¿Cuál/es?: 8Circule en esta escala, ¿a qué distancia sientes que te encuentras de este momento de la vida amorosa y de pareja? (considere el #1 la posición más cercana a este momento y el #10 la más lejana) 1……2…... 3… 4...….5….…6…….7…….8……..9…...10 9Marque una o varias opciones. Lo que se necesita para llegar con éxito a esta etapa es: ____ Madurez y preparación psicológica individual ____ Tener un relación estable ____ Recursos para la mantención y el cuidado del bebé ___ No sé qué se necesita ___ Se necesitan otras cosas, como: 10¿Consideras necesario la llegada de un hijo en la relación de pareja? ___ Sí ___ No. ¿Por qué?: 11¿Tiene usted alguna preocupación o temor respecto a ser madre? __no __sí. ¿Cuál?: 12¿Has hablado con tu pareja actual sobre el hecho de algún día asumir el rol de madre y padre? ___ Sí ___no 13En caso de ser positiva su respuesta, marque una o varias opciones. He pensado en ese momento: ___ Cuando veo una pareja con su hijo ___ Cuando se habla del tema a mí alrededor ___ Cuando estoy en reuniones familiares ___ Cuando veo la televisión y se habla del tema ___ Cuando pienso en mi futuro con mi pareja ___Cuando: 14¿Con qué frecuencia has pensado en tener hijos? __ Varias veces __ Pocas veces __ Una sola vez __ Nunca 15¿Cuántos hijos te gustaría tener? ___ uno solo ___ más de uno ninguno ¿Por qué?

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16Marque una o varias opciones. Los factores que han influido en las ideas que tengo de este momento de la vida personal y de pareja (la parentalidad) es/son: ___ La influencia de los patrones de la familia ___ Contexto social en el que me desarrollo ___ Condiciones económicas de la pareja ___ La estabilidad de la pareja ___ Aspiraciones o intereses individuales de cada miembro o de la pareja ___Los medios de comunicación ___Otras. ¿Cuáles? 16.1- ¿Cuál/cuáles destacarías? 17- Complete con no más de cinco palabras las siguientes frases: Ser madre significa – Un hijo me proporcionaría- Yo como madre sería- Espero de mi pareja como padre- Tener hijos implica. 18- Mencione 3 tareas o funciones que demanda asumir el rol materno.

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TÍTULO: HOMOPARENTALIDAD Y FAMILIA: IMAGINARIOS SOCIALES EN LA CONFIGURACIÓN DE LA DIVERSIDAD FAMILIAR EN COLOMBIA PONENTE: Manuel Alejandro Briceño Cifuentes INSTITUCIÓN: Universidad Nacional de Colombia. Sede Bogotá. Colombia MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected]; [email protected] §1. Introducción. En la actualidad, nos enfrentamos constantemente a cambios sociales que dan cuenta de la modificación de algunas estructuras hegemónicas y tradicionales que se han mantenido por años; la mayoría de estas estructuras están soportadas por creencias, normas y leyes que regulan el comportamiento y la manera de actuar de los individuos que conforman la sociedad. Estos cambios se hacen de manera gradual e histórica, siendo las mismas personas que conforman la sociedad quienes permiten y generan estas modificaciones en las instituciones ya establecidas, llevando a que en primer lugar haya un cambio a nivel del lenguaje y de las prácticas discursivas; y en segundo lugar, un cambio en las leyes y normas que regulan la sociedad. Uno de estos cambios que se está dando actualmente en las sociedades contemporáneas es el de pensar, o más precisamente, el de repensar el concepto de familia. Cuando empezamos a hablar de familia en el contexto colombiano, este concepto nos obliga, la mayoría de las veces, a adoptar un lenguaje tradicional y eclesiástico, el cual enmarca toda discusión del tema en un marco de ideas y representaciones conservadoras y homogenizantes. Pensar y hablar de la familia de manera diferente, parece más un acto arriesgado y terrorista en contra de la unidad social que un camino a la comprensión de nuevas formas de vivir y conformar la sociedad. Los imaginarios sociales construidos alrededor de las nuevas formas de familia, parecen dar cuenta de una realidad diferente a la que se vive hoy en día, pues ya es un hecho que la familia no solo está conformada por los miembros tradicionales que se creían que eran la base esencial de esta institución (padre, madre, hijos), sino que existen otras construcciones familiares conformadas por diversos miembros que establecen, igual que las familias tradicionales, una función básica como unidades primordiales de la sociedad (Jelin, 1995). Pareciera que la mayoría de las personas ante el surgimiento de una nueva forma de estructura familiar, intentará dar cuenta de su desconocimiento a través de símbolos y pensamientos establecidos por otras instituciones que pretenden mantener el concepto dentro de los parámetros tradicionales. Es problemático y enigmático a la vez observar como la mayoría de las personas rechaza estas estructuras familiares diversas a través de ideas construidas imaginariamente; puesto que ante el rechazo de estos núcleos sociales que son diferentes a los tradicionales, se sigue viendo como la concepción de una sociedad incluyente y diversa se va alejando del ideal constitucional que versa de la siguiente manera: “Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, recibirán la misma protección y trato de las autoridades y gozarán de los mismos derechos, libertades y oportunidades sin ninguna discriminación por razones de sexo, raza, origen nacional o familiar, lengua, religión, opinión política o filosófica. El Estado promoverá las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y adoptará medidas en favor de grupos discriminados o marginados.” (Art. 13 de la Constitución Política de Colombia). Como lo comenta la profesora Bárbara Zapata en su investigación sobre este tema, “hablar de Colombia es hablar de plurietnia y multiculturalidad según afirma la Constitución que orienta nuestro devenir político, […]sin embargo, la concepción de diversidad aún dista de ser una postura

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libre y deliberadamente asumida por colombianos y colombianas más allá de la retórica” (2009); aunque las leyes estén establecidas y el Estado colombiano deba procurar su ejecución y cumplimiento, si la sociedad no las aprueba, respeta y garantiza, no existe manera alguna de pensar que estas leyes se acepten en la población, pues son las personas que viven en una comunidad quienes construyen y avalan lo que para ellos es permitido o no. Si se piensa que el Estado puede obligar a una comunidad a definir sus paramentos sociales y culturales, se estaría hablando de una dictadura o de un régimen totalitarista que busca imponerse ante una masa para hacer cumplir sus ideales. En nuestro caso, la familia es una construcción social que da forma a una sociedad, esta no puede ser modificada tan fácilmente por una institución; más bien, son los miembros de una comunidad que al aceptar y ratificar ciertas estructuras de parentesco entre ellos, llevan esta construcción a consolidarse y establecerse dentro del marco institucional; en otras palabras, las personas que conforman una sociedad son quienes en un primer momento establecen que se puede pensar, hacer y creer. Pero cuando empiezan a surgir nuevas estructuras familiares, los significados transmitidos tradicionalmente se ven enfrentados a las nuevas formas de constitución familiar, generando que haya un resquebrajamiento en las maneras de pensar este tipo de estructuras sociales. Los significados arraigados por el tiempo empiezan a generar dinámicas de cambio para intentar acomodarse a los nuevos significados, generando construcciones imaginarias que intentan coalicionar los diferentes significados en pugna. Es decir, al surgir una nueva estructura familiar en la sociedad, ésta al desconocer las dinámicas de estas familias genera ciertos imaginarios sobre su estructura, sus funciones y sus relaciones sociales (Barajas & Berenice, 2012). El problema es cuando estos imaginarios no logran ponerse a circular en la sociedad para ampliar su comprensión sino que se establecen de manera fosilizada ante toda la comunidad. Teniendo en cuenta estas dinámicas sociales, creemos que la investigación en este campo puede llegar a ser bastante fructífera, en el sentido de dar a conocer una comprensión del fenómeno desde otras lógicas y otros escenarios posibles a los ya trabajados. Nuestra investigación surgió de la inquietud de los integrantes por intentar comprender por qué la mayoría de las personas colombianas cuando se les habla de familias homoparentales (familias conformadas por dos personas del mismo sexo que mantienen una unión conyugal con hijos), tienden a rechazar esa construcción familiar abogando a argumentos religiosos, científicos y tradicionales que dan cuenta más de una posición institucionalizada que de una posición subjetiva propia. Así, la pregunta que oriento todo nuestro camino fue el comprender cuáles son los imaginarios sociales que existen sobre la familias homoparentales en Colombia. Desde nuestra experiencia, sabemos que existen ideas e imaginarios sobre este tipo de familias, nuestros mismos núcleos familiares dan cuenta de estas ideas que se siguen promoviendo, a nuestro parecer, por falta de comprensión y acercamiento a estas otras realidades. Debido a la diversidad de investigaciones que existen sobre el tema de la homoparentalidad, fue necesario establecer varios parámetros a la hora de la recolección de la información; sabemos que el tema de las familias homoparentales se ha trabajado las últimas décadas de manera constante, pero la mayoría de estudios y artículos están enfocados hacia los patrones de crianza que tienen estas familias, sus beneficios y sus posibles consecuencias. Pero en cuanto a las dinámicas sociales que presentan estas familias en contextos específicos, las investigaciones son pocas. Así, se definieron tres ejes temáticos que orientaron la búsqueda y la clasificación de éste material para la elaboración del marco conceptual. El primer eje es el de la familia; el segundo eje es el de la homoparentalidad, y el tercero sobre los imaginarios sociales. Esta división se realizó teniendo en

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cuenta que para trabajar el concepto de familia homoparental es necesario conocer la dinámica que tiene la institución familiar tradicional y los imaginarios que la constituyen. §2. La Familia. La familia ha sido estudiada desde distintas perspectivas, las que pretendemos exponer a continuación, dan cuenta de las generalidades que se asumen cuando hablamos de este concepto. a. Teorizaciones: Origen y teorías de la familia Haremos un recorrido por las distintas definiciones, según, diferentes posicionamientos: Declaración Universal de los Derechos Humanos: la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y por lo tanto tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado, el que reconoce dos tipos de vínculos, el de afinidad, que se deriva del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente como el matrimonio, o los vínculos de consanguinidad, como el que se encuentra entre los padres e hijos o entre hermanos, sin embargo no todos los estados extienden su protección a todas las familias, pues en algunos solo se reconocen las uniones entre dos personas, discriminando entre si estas son de diferente sexo o del mismo, mientras que en otros es posible la monogamia, es entonces cuando encontramos que no se puede hablar de la familia como tal sino de tipos de familias (Universidad autónoma del estado de Hidalgo, 2013):  Familia nuclear: padres e hijos (si los hay), también se conoce como «círculo familiar».  Familia extensa: además de la familia nuclear, incluye a los abuelos, tíos, primos y otros parientes, sean consanguíneos o afines.  Familia monoparental: en la que el hijo o hijos vive(n) sólo con uno de los padres.  Otros tipos de familias: aquellas conformadas únicamente por hermanos, por amigos (donde el sentido de la palabra "familia" no tiene que ver con un parentesco de consanguinidad, sino sobre todo con sentimientos como la convivencia, la solidaridad y otros), etcétera, quienes viven juntos en la mismo espacio por un tiempo considerable. Real academia española: “grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas” “conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje” (RAE, 2001). Levi-Strauss (1949): La familia tiene su origen en el matrimonio, la componen el marido, la esposa e hijos nacidos en el matrimonio y tiene ciertos vínculos que son legales, derechos y obligaciones de tipo económico y religioso. Derechos y prohibiciones sexuales, y vínculos emocionales: el amor, afecto, respeto, etc. (Valdivia Sánchez, 2008). Alberdi (1999): “la familia está formada por dos o más personas unidas por el afecto, el matrimonio o la afiliación, que viven juntas, ponen sus recursos económicos en común y consumen conjuntamente una serie de bienes en su vida cotidiana.” (Valdivia Sánchez, 2008). ONU (1987): Art. 131 “la familia debe ser definida como nuclear. Comprende las personas que forman un hogar privado tales como los esposos o un padre o madre con un hijo no casado o en adopción. Puede estar formado por una pareja casada o no casada con uno o más hijos no casados o también estar formada por uno de los padres con un hijo no casado” Art. 132 “el término pareja casada, debe incluir aquellas que han contraído matrimonio o que viven una unión consensual” (Valdivia Sánchez, 2008). b. Evolución de la palabra “familia” En muchas sociedades, también se presentan familias unidas por lazos puramente afectivos, más que sanguíneos o legales. Entre este tipo de unidades familiares se encuentran las familias encabezadas por miembros que mantienen relaciones conyugales estables no matrimoniales, con o sin hijos. Etimología: el término familia procede del latín famīlia, "grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe de la gens", a su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo". El término abrió su campo

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semántico para incluir también a la esposa e hijos del pater familias, a quien legalmente pertenecían, hasta que acabó reemplazando a gens. Historia: Engels, quien sostuvo que lo que la sociedad llama "civilización" es un proceso centrado en la organización de las familias, la que evolucionó desde los primitivos gens hasta la forma moderna como manera de acumular riquezas, pero no por parte de la sociedad sino en forma individual. En su concepto, el fenómeno obedece a la lucha de clases, genera injusticias y es insostenible. La familia moderna: la familia ha variado, con respecto a su forma más tradicional, en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los padres. La familia es considerada hoy como el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad, siendo mucho más que una unidad jurídica, social y económica. La familia es, ante todo, una comunidad de amor y de solidaridad. A partir de los años 1960 se han producido diversos cambios en la unidad familiar. Un mayor número de parejas viven juntas antes de, o sin, contraer matrimonio. De forma similar, algunas parejas de personas mayores, a menudo viudos o viudas, encuentran que es más práctico desde el punto de vista económico cohabitar sin contraer matrimonio. Las parejas de homosexuales también forman familias homoparentales, en ocasiones mediante la adopción. Estas unidades familiares aparecieron en Occidente en las décadas de 1960 y 1970. (Universidad autónoma del estado de Hidalgo, 2013) c. ¿Cómo definir el concepto de “familias”? La noción de “familias” es utilizada para dar sentido a los vínculos compartidos que se constituyen familiarmente con otros. Catalina Wainerman habla sobre parentesco y enuncia a “la familia de interacción”, en la cual se involucra un conjunto de personas que han sido emparentadas, que residen en viviendas separadas, conformando diversas unidades familiares; luego habla de la relación entre parentesco y co-residencia y afirma que esto determina en gran parte a los conceptos de “hogar, unidad doméstica, familia de residencia que nombran al grupo social que habitualmente vive bajo un mismo techo y comparte la misma vivienda” (2003). Para Elizabeth Jelin (Libson, 2009) la familia es una institución que regula y da sentido a tres “necesidades”: la sexualidad, la procreación y la convivencia cotidiana que se expresa en la idea de un hogar y de un techo compartido. Desde el punto de vista de la autora, las familias abarcan un conjunto de prácticas negociadas que surgen para preservar las formas de relacionarse entre los humanos, las cuales incluyen relaciones de parentesco, el nacimiento y crianza de los hijos, relaciones emocionales, amorosas y afectivas, los cuidados primarios, la cotidianeidad, el bienestar material, social y simbólico, los vínculos generacionales, la enfermedad y la muerte. Pese a que las familias pueden no son entendidas entonces por aspectos homogéneos, si requieren límites que permitan que los vínculos que se llegaran a determinar gozaran de un reconocimiento social, simbólico y jurídico. d. La perspectiva no heteronormativa: Rubin, Weston y Butler Heteronormatividad La heterosexualidad se ha posicionado como la norma universal, natural y el factor obligatorio para la constitución de lazos amorosos, filiales y de otras uniones. Transformar esta normatividad involucra desmontar tres operaciones ligadas entre sí. La primera, que la misma se instituye a partir de ontologizar a un “otro” (lo no heterosexual) como negativo. La segunda, que dicha operación se realiza desde un lugar heterocéntrico. La tercera, que su institucionalidad es naturalizada y materializada en reglas dadas por sentado.

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Para Rich la omisión de examinar la heterosexualidad como una institución es como la omisión en admitir que el sistema económico llamado capitalismo o el sistema de castas del racismo se mantiene por una variedad de fuerzas, incluyendo tanto la violencia física como la falsa conciencia. Rubin: El tráfico de mujeres Lévi-Strauss afirma que “el matrimonio es una forma básica de intercambio de regalos, en el que las mujeres constituyen el más precioso de ellos”. La consecuencia de esto cobra un mayor significado que en otras actividades que podrían llamarse transaccionales, pues como decíamos antes, involucra relaciones de parentesco y por lo tanto también de la cultura. Los sistemas de parentesco no sólo estimulan y encaminan la heterosexualidad, haciéndola implícita, sino que a su vez exigen formas específicas de vínculos sexuales: por una parte, dejan de lado las relaciones no heterosexuales, por la otra, generan una escala de legitimación cultural, social, legal, económica y política sobre qué relaciones heterosexuales son aceptadas y cuáles no. (Libson, 2009) Weston: Las familias que elegimos Implica tomar a la familia como un concepto plural, no ajustado a “la representación cultural dominante”, tanto en términos empíricos como teóricos, también permite hacer más palpable que nociones como sexo/género y la biología retraducen los conceptos más clásicos de las teorías del parentesco y la familia: la alianza y la filiación. El análisis de Weston va más allá de la separación de familia de elección (gay y lésbica) y familia biológica o de sangre (heterosexual), se liga a las valoraciones por las cuales “el declararse lesbiana o gay ha sido considerado como un rechazo a la “familia” y un abandono al parentesco”. Dos creencias se esconden detrás de tal apreciación. Por un lado la creencia de que gays y lesbianas no tienen hijos, ni establecen parejas duraderas y la creencia de que se alejan de su familia de crianza cuando hacen su “coming out”. Kath Weston fue precursora del término “familias que elegimos” y es a partir de esto que se comienza a dar cabida para la investigación en la década del ochenta en Estados Unidos sobre la parentalidad Lésbica y Gay. Butler Considera que el matrimonio es una institución y un vínculo heterosexual, que debe permanecer así, por esto la sexualidad debe organizarse para favorecer las relaciones reproductivas y el matrimonio, que proporciona estatus legal a la forma de la familia, es concebido como lo que debe dar seguridad a la institución al conferirle estatus legal, debe seguir siendo el punto de apoyo que hace que estas dos instituciones se refuercen mutuamente (familia y matrimonio). Por esto, las formas de familia que se alejan de la normativa (diádica, basada en la heterosexualidad y asegurada mediante el voto matrimonial) no sólo son peligrosas para el hijo o hija, sino también para las leyes putativas, naturales y culturales, que supuestamente sustentan la inteligibilidad humana. (Butler, 2004) Las opciones fuera del matrimonio están quedando excluidas como lo inconcebible, lo que no se incluye en la norma. Así que naturalizamos las opciones que aparecen de forma más legible en el campo sexual. (Butler, 2004) Para Butler, la labor debe ser reelaborar y revisar la organización social de la amistad, los contactos sexuales y la comunidad, con el fin de producir formas de apoyo y alianza que no se centren en el estado, pues el matrimonio, debido a su peso histórico, se convierte en “opción” sólo al extenderse como norma (y, por ende, al excluir otras opciones), una opción que también extiende las relaciones de propiedad y hace que las formas sociales de la sexualidad sean más conservadoras. (Butler, 2004) e. La constitución de familias no heteronormativas

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Para Ernesto Meccia (Libson, 2009), la homosexualidad refiere a una “Intrincada red de elementos simbólicos, prácticas sexuales, prácticas sociales y creencias dadoras de sentido para los actores que, de esta forma, hacen de lo actuado (y de lo no actuado) una experiencia”. A partir de esta perspectiva, la homosexualidad se incluye en varios registros: como una orientación del deseo erótico, como una categoría de identidad, como una experiencia y modo de vida. En este capítulo se exponen diversas modalidades en que se constituyen las familias no heteronormativas en relación a la filiación. Anne Cadoret describe las siguientes “formulas”: unión heterosexual anterior, coparentalidad, tecnologías de reproducción asistida y adopción. Las formulas Nacer de un varón y una mujer no es suficiente para ser hijo o hija de ese varón y/o esa mujer, ya que el concepto de filiación implica un salto, un paso que supera todo hecho físico y biológico, y es el de su sedimentación en tanto hecho social y simbólico. La filiación al interior del modelo heteronormativo y nuclear de familia combina elementos que, en una primera instancia, se presentan como indisociables: un elemento biológico, dado por la relación de engendramiento entre un varón y una mujer; un elemento simbólico, acuñado en la representación social que adquiere la presencia de un padre y una madre en la crianza; y un elemento jurídico, en tanto existe un conjunto de normas que regulan esas relaciones. (Libson, 2009) Las familias adoptivas conformadas por una pareja heterosexual transfiguran aquel valor primario de lo biológico, pero mantienen un elemento simbólico y el jurídico. Las familias monoparentales enmarañan el elemento simbólico, pero sustentan un elemento jurídico al reconocerse como figura de crianza a una madre soltera o viuda o a un padre soltero o viudo. Y Las familias enlazadas, conformadas a partir de la separación de la primera alianza y la conformación de nuevas uniones, mantienen un elemento biológico, pero no así el simbólico, ni tampoco el jurídico, porque la ley no reconoce la presencia de más de una figura paterna o materna. Según Anne Cadoret (Libson, 2009), las familias no heterosexuales pueden surgir en primer lugar, luego de una ruptura de una unión heterosexual y la formación de una nueva alianza no heterosexual con un compañero o compañera. En segundo lugar, a partir de un sistema de coparentalidad en el que varones y mujeres, que viven solos o en pareja, se ponen de acuerdo para tener un hijo que se criará entre las dos unidades familiares. En tercer lugar, mediante el nacimiento de un hijo engendrado con técnicas de procreación asistida, a través de inseminación artificial con donante o madre sustituta. Y en cuarto lugar, gracias a la adopción. (Libson, 2009) Unión heterosexual anterior En lo que refiere al posterior vínculo con la persona con quien ha tenido sus hijos, se presentan, dos extremos bien delimitados. Por un lado, una relación de gran rechazo, por el otro, un profundo respeto y amor incondicional a esa persona. Su estructura es bastante similar a la de la separación de una unión heterosexual; con lo cual los dilemas respecto a sus hijos, como se observa en los otros casos de constitución familiar, no suelen ser los mismos que los planteados en los casos en la que la decisión de tener hijos se hace en el marco de una pareja gay o lesbiana. Co-parentalidad La co-parentalidad refiere a la situación de un varón y una mujer que acuerdan tener un hijo sin un proyecto de pareja juntos. Es una práctica muy novedosa íntimamente asociada a la recepción de las tecnologías de reproducción asistida. Dentro de las razones por las cuales es una opción elegida para el caso de gays y lesbianas está el hecho de que permite responder a la heteronormatividad, pues hay un papá y una mamá Adopción

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No solo hay más mujeres que hombres las cuales buscan adoptar, sino que el estado las privilegia a ellas sobre ellos en este proceso, por lo que si bien la adopción es una opción factible para los varones gays, suele ser muy complejo llevarlo a cabo. En la adopción, quien figura como potencial adoptante debe responder a lo que el Estado, influenciado por una visión tradicional y patriarcal de las familias, espera de una buena madre o un buen padre. Como sugiere Felicitas Elías, “la adopción es considerada patrimonio familiar (lo privado), donde la injerencia estatal (lo público) se centra en las determinaciones sobre el estado de adoptabilidad (la entrega del niño a tal familia) y en las sentencias que acompañan tal decisión y las consecuencias que acarrea” (Elías, 2004: 134, destacado del original).

Tabla 1 Constitución de las familias no heteronormativas Discurso Reconocimiento Reconocimiento de prácticas no legal de pareja heteronormativas Tradicional No No Conservador Sí (sólo gay y No lésbica) Aceptación limitada Sí Sí Aceptación Sí Sí ampliada Antidiscriminatorio Sí Sí Queer



No

Posibilidad de Dispositivo tener hijos No No

Heteronormativo Heteronormativo

No Sí

Heteronormativo Heteronormativo



No Heteronormativo No Heteronormativo



§3. La Homoparentalidad. A lo largo de la historia se ha reconocido la parentalidad como una función exclusiva de la familia tradicional heteronormativa; asuntos como la crianza y el desarrollo de los hijos son oficios destinados a los hombres y mujeres que conviven en un núcleo familiar reconocido por el Estado y la sociedad. Pero cuando se plantea la posibilidad de ejercer esta función parental fuera de estas figuras tradicionales, la sociedad y algunas instituciones como la iglesia, el Estado y algunas disciplinas científicas, se han manifestado en contra argumentando que esto atenta contra una de las funciones exclusivas de la unidad básica de la sociedad: la familia natural. En esto, podemos ver como la figura tradicional de la familia se ha impuesto a lo largo de la historia del hombre como el único modelo capaz de cumplir con las funciones específicas de ésta. El surgimiento de otras figuras familiares que puedan ejercer los roles parentales quedan comprometidas inicialmente por el aval de la sociedad y de las instituciones hegemónicas que controlan los ideales sociales del momento; el preguntarse por la posibilidad que tienen las personas que conforman otras formas de familia para ejercer funciones de crianza y apoyo, queda completamente supeditada a la manera de pensar de las personas en ese momento particular. Es decir, que si la comunidad no cree que otras unidades conformadas por distintas actores a los tradicionales puedan cumplir estas tareas, les será completamente difícil ejercer estas funciones a cabalidad.

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En nuestro caso, la homoparentalidad es una de esas figuras diversas que proponen cumplir con las funciones básicas de las familia pero desde otras lógicas: la de proponer a dos personas del mismo sexo cumpliendo los roles de padres. Sabemos que existen otras formas familiares que no cumplen con los parámetros tradicionales que impone la sociedad como lo son las estructuras conformadas por madres solteras, padres solteros, abuelos o familiares cercanos, amigos, etc. (Zapata, 2009); pero para efectos de esta investigación, nos centraremos únicamente en las familias homoparentales constituidas por dos mujeres o dos hombres que pueden ejercer los roles parentales. Cuando se habla de homoparentalidad debemos aclarar algunas nociones que se confunden fácilmente para evitar caer en errores de entendimiento. La homoparentalidad es la posibilidad que tiene una pareja conformada por dos personas del mismo sexo (dos hombres o dos mujeres) para ejercer la función de paternidad con un niño. En otras palabras, podríamos decir que es la posibilidad que tiene una pareja homosexual para conformar una familia en la cual puedan criar a sus hijos, ya sea porque son naturales o adoptados. La posibilidad de que una pareja homosexual pueda ejercer la paternidad es una de las muchas formas que existen para conformar una familia, con la diferencia que en este tipo particular de uniones los roles tradicionales maternos y paternos se ven cuestionados e interrogados. La conformación de estas estructuras familiares no tradicionales implica que los roles paternos (padre y madre) se vean modificados a tal punto que se cuestionen las funciones establecida socialmente. En este punto, la familia homoparental cuestiona de manera radical los roles tradicionales hegemónicos que se le han impuesto a las funciones de padre y madre. En la familia tradicional heteroparental las funciones se establecen de acuerdo al sexo de los padres, es decir, que las madres cumplen funciones de crianza, cuidado, alimentación y afecto, mientras que los padres son los encargados de la manutención, protección, castigo y autoridad. Esto evidencia que en la familia tradicional los roles parentales están asignados según su sexo, estableciendo un supuesto orden “natural” de las funciones familiares. Las familias homoparentales presentan lógicas distintas para la crianza; en éstas las funciones no se asignan por el sexo de los padres sino se establecen a través de acuerdos donde ambos actores puedan participan de las tareas de crianza conjuntamente. Existen diversos trabajos que muestran estas otras lógicas, por ejemplo: “se ha demostrado que la distribución de tareas domésticas depende de la etapa en la que se encuentre la relación. Así al inicio de la convivencia las parejas tienden a encargarse por igual de todas las tareas domésticas. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, se establecen rutinas y, por lo general, cada persona asume ciertas tareas domésticas dependiendo de su horario de trabajo y habilidades particulares. Por otra parte, otros estudios muestran que las tareas domésticas se distribuyen de forma más equitativa en las relaciones entre mujeres lesbianas que en las relaciones entre hombres gais o en parejas heterosexuales” (Vargas, Ripoll, Carrillo, Rueda y Castro, 2011, 35). Más allá de cumplir o no estas funciones, lo que pone de relieve estas familias es que los roles familiares establecidos tradicionalmente están asignados por una suerte de destino y orden natural inmodificable. El diferenciar que el sexo y el género no están dados en una relación natural y genética sino que éste último se construye subjetivamente a partir de las interacciones sociales que tenga una persona, nos permite identificar que las funciones no tienen que ser establecidas de manera rígida e inmodificables para los actores familiares. Esto supone que lo que importa no es el sexo de los padres sino que se cumplan las funciones parentales en el núcleo familiar; no

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importa si son dos madres o dos padres, lo importante es que alguno de los dos ejecute una u otra función. En los hogares homoparentales se tocan temáticas diversas a la hora de educar a los hijos, los cuales buscan hacerlos más conscientes y abiertos a diferentes aspectos. Las pautas educativas de las parejas homosexuales y heterosexuales son las mismas, con la excepción de que las familias homoparentales tienen la necesidad de incluir otros temas y reforzar ciertos valores como la tolerancia. Y claro está que se debe tratar que la escuela fomente los mismos valores y que no se vean confrontadas las visiones que se avivan en cada una. En los artículos de Charlotte Patterson (2006) junto al de Laura Domínguez y Francisco Manuel Montalbán-Peregrin (2012), podemos encontrar como los estudios que proporcionan datos de muestras pequeñas llegan a un punto de acuerdo: el desarrollo de un niño no depende de la forma en la que los padres eligen vivir su sexualidad. Por medio de estos estudios encontramos que en estas familias se demuestra que no es necesario la presencia de una figura femenina o masculina para llevar a cabo su tarea educadora, afirman que lo más importante no es el modelo familiar sino la calidad de las relaciones humanas pues creen firmemente en que los hijos e hijas necesitan crecer rodeados de cariño. Lo que influye en el desarrollo de los niños es la falta de conflictos familiares más que la orientación sexual de sus padres (Leal & Zapata, 2007). También se rescata el hecho de que ser madre no tiene nada que ver con algo natural inherente a la mujer, o con un comportamiento instintivo exclusivo de las mujeres. Nos muestran que la maternidad también es cosa de hombres y que se trata de una función soportada en un deseo amoroso, históricamente construido, que al ser empleado como combustible de la relación entre una madre y una hija, propicia el andamiaje simbólico a través del cual una hija podrá encontrar claridad para su propio lugar en la cultura, sea incluyendo o no su propio deseo de ser madre. Los inconvenientes reales que se encuentran son la estigmatización que es realizada sobre los niños, y la resistencia de la sociedad al cambio. Para ellos es crucial la red y el apoyo social en cualquier entorno familiar enfocado en familias homoparentales, pero al parecer estas familias no son aisladas, más bien tienen una red amplia y consistente de apoyo social, que incluye familiares, amistades, otras familias con niños o niñas y personas heterosexuales y homosexuales. Un cambio destacable en algunas familias colombianas tiene que ver con la crianza de niños y niñas en contextos de diversidad sexual, esto es, niños y niñas que están criándose en familias de hecho, formadas por parejas del mismo sexo, alguno de cuyos miembros es el padre o madre biológico de los hijos e hijas, y el otro(a) se convierte en adoptivo por su calidad de compañero o compañera del anterior. En otras situaciones, los niños y niñas son adoptados por alguno de los integrantes de la pareja, o provienen de distintas formas de procreación in vitro –menos comunes en Colombia– que empiezan a ser reportados por instituciones médicas. Estos padres y madres solteros, posteriormente establecen parejas homosexuales, convirtiendo al nuevo integrante de la familia en una persona co-responsable de la crianza de los hijos e hijas –una especie de “parentalidad solidaria”–. Se encuentran también de manera más esporádica, personas que luego de haber asumido la paternidad o maternidad por la vía biológica o adoptiva, deciden efectuar un cambio de sexo, lo cual plantea sin duda cambios y reorganizaciones en los procesos de la crianza (Zapata, 2009, pág. 146). Su interés principal está en torno a las narrativas sociales que se presentan en la crianza, pues las familias homoparentales han traído un reto a la configuración de la noción de familia, ha llevado a que sea necesario plantearse si este término debe ser cambiado o modificado por las prácticas contemporáneas que dan cuenta de nuevas transformaciones en los núcleos tradicionales. Ella

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invita a considerar el significado de diversidad familiar y de relaciones familiares por aquellos que tienen algún tipo de participación en la vida de las personas que deciden formar una familia, como lo son los juristas, los terapeutas o familiares (Zapata, 2009). Por otro lado, Elizabeth Jelin (1995) nos cuenta que el discurso tradicional de derechos humanos tiene limitaciones importantes cuando se basa en la distinción entre lo público y lo privado. Este mismo paradigma de los derechos humanos puede ser usado de manera alternativa como instrumento que al erradicar privilegios legales establece límites al poder y promueve la equidad en la organización de las relaciones familiares, nos habla acerca de que las transformaciones de la familia a lo largo del siglo veinte han sido muy profundas, algunas de ellas son:  La gradual eliminación de su rol como unidad productiva debido a las transformaciones en la estructura productiva.  Los procesos de creciente individuación y autonomía de jóvenes y de mujeres que debilitan el poder patriarcal provocando mayor inestabilidad temporal de la estructura familiar tradicional y mayor espacio para la expresión de opciones individuales alternativas.  La separación entre sexualidad y procreación que lleva a una diversidad de formas de expresión de la sexualidad fuera del contexto familiar y a transformaciones en los patrones de formación de familias. Por último, dentro del ámbito nacional, Andrés Felipe Castellar (2010) pone en evidencia que el campo de diálogo que existe alrededor de la unión del matrimonio de parejas del mismo sexo y las consecuencias que esto tiene sobre la figura de la familia, está ubicado en un plano jurídico como en uno social. La posibilidad de conformar una familia con los mismos derechos y obligaciones que una familia heterosexual, implicaría una transformación a nivel de las leyes, pero principalmente, a nivel social; esto se debe a que la única manera en que se puede establecer un cambio legal que se pueda cumplir a cabalidad en un país democrático, es a través de la aceptación cultural que hace un pueblo de sus leyes y dinámicas. Si esto se diera, las familias homoparentales se podrían adscribir como una familia legal, tan legítima y verdadera como la familia normativa tradicional. Esta transformación permite que nos replanteemos el concepto de familia de hoy en día en Colombia, el cual se posiciona como el “núcleo de nuestra sociedad”, a la cual se le adscribe el afán de hegemonizar y controlar mediante estrategias mediáticas temas como el matrimonio, el afecto fraternal, el amor maternal, entre otros. Aunque cabe resaltar que en materia de derechos se ha logrado avanzar bastante en el país, actualmente las parejas homosexuales tienen reconocimiento en derechos como salud, educación, trabajo y espacios públicos. Con la sentencia C-075 del 2007 emitida por la Corte Constitucional, se le dio reconocimiento jurídico a las parejas del mismo sexo en Colombia (Escobar, 2007). Estos avances legales son de gran importancia para estas familias no normativas ya que les permite constituirse como miembros de un mismo núcleo social aunque no alcancen a ejercer sus derechos plenos. En cuanto al tema de la adopción por parte de las familias homoparentales, ya está aprobado legalmente que las personas solteras, sin importar su orientación sexual, pueden hacerlo; el Instituto Colombiano de Bienestar Infantil (ICBF), quien es la institución encargada de los procesos de adopción en el país, no puede negar la adopción de un niño por la orientación sexual de su posible padre. Pero el panorama es diferente si hablamos de una pareja homosexual, ya que por falta de claridad en la normatividad, ésta misma es susceptible a múltiples interpretaciones que permiten a los funcionarios cancelar los procesos de adopción por vacíos constitucionales (Zapata, 2009). Pensar en la adopción homoparental implica no solamente la posibilidad de dar hijos a una pareja homosexual sino reconocer que es un proceso de planeación a mediano plazo, que

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incorpora varios actores y que desvincula la maternidad y la paternidad como procesos naturales a los que conduce la adecuada evolución de la especie. Un posible camino para entender estos procesos sociales tan complejos, es empezar a comprender el concepto de imaginario social y su implicación en la construcción subjetiva de la realidad. §4. Los Imaginarios Sociales. La imagen que creamos acerca de las cosas da muestra una forma de configuración de nuestra realidad, puesto que una imagen va de la mano con representaciones, significaciones, sentido, afectos, historia, cultura y demás. Al unirse los imaginarios de diversos individuos esto hace que tenga una connotación colectiva, es decir que sea social, y que sea la forma en la que una comunidad construya una visión de mundo, de lo que lo compone, y acerca de cómo éste debe ser. Es por esta razón que los imaginarios son tan importantes en la vida de las personas, porque son la estructura de la realidad. La familia, al ser el núcleo de la sociedad, tiene una representación bastante fuerte en las personas, puesto que cada quien tiene una idea de la familia y qué mejor forma que abordarla de acuerdo a la imagen que tiene. Este concepto, al ser la guía de este trabajo debe ser abordado a profundidad, y como consecuencia lo abordaremos en este apartado. Muchos teóricos han usado el concepto de “imaginario social” en ámbitos como la sociología, la psicología social, la filosofía y demás ciencias sociales, que han hecho que el significado de esta palabra sea difuso y complicado de entender, aunque ésta no es la única razón, esto también es debido a todo el conjunto de implicaciones y acepciones que lo componen. Para analizar este concepto podemos remontarnos a la filosofía griega, en la que se denota como un producto de la imaginación, facultad creativa de los individuos. Su reciente aparición en el ámbito de las ciencias sociales data desde el siglo XIX, en el que renace una seria preocupación por el componente subjetivo de la acción social, tal como lo mencionan Banchs y Guevara (citado por Arruda, A. 2008), “lo que repercutió claramente en la vuelta al sujeto que había sido soslayado en la modernidad, lo que condujo a una sobrevaloración de las estructuras sociales, sin comprender el papel del sujeto en la dinámica social” (Pág. 50). Más adelante como producto de una “trama de relaciones teóricas y prácticas contextualizadas”, el concepto de imaginario ha sufrido enormes transformaciones en su contenido, desde su origen que se remonta a las lenguas romances en el siglo XV para significar algo irreal o ficticio, tomando un carácter de adjetivo, hasta su uso reciente como sustantivo que se refiere al dominio de la imaginación. Como bien lo dice el nombre, imaginario viene de la palabra imaginación, que es una capacidad creadora de todos los seres humanos, con la cual nos hacemos una idea acerca de algo, que no necesariamente es real. Pero con esta capacidad, nos abrimos paso a concepciones acerca de algo, que van de la mano con representaciones, deseos, afectos, intereses, concepciones, etc. Es decir que el imaginario es “una máquina de producción de imágenes de sí misma, tanto colectiva como individual, imágenes de las que derivan prácticas de sí mismo” (Agudelo, 2011). De esta manera, podemos pensar el imaginario como un esquema que fundamenta toda la sociedad, puesto que remite a las significaciones de la configuración de ésta, es decir, cómo las invenciones colectivas y anónimas marcan una sociedad, marcan las estructuras que ésta debe tener, marcan un orden, una configuración que se establece de manera implícita para que la sociedad en la que vivimos funcione y se mantenga de manera armónica. Para tener una perspectiva más acertada de este concepto, podemos remitirnos a Cornelius Castoriadis, quien es la persona a la que se le adjudica el término, y la primera que lo teorizó para los fines que nos interesan. Para Castoriadis el imaginario se define como “la indeterminada creación socio-histórica y psíquica de figuras, formas e imágenes que proveen contenidos

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significativos y los entretejen en las estructuras simbólicas de la sociedad” (Belinsky, J. 2007. Pág. 12), lo que indica que éste se construye históricamente, en torno a una estructura específica que sin lugar a dudas tiene que ver con el poder dominante, por tanto, las coordenadas de tiempo y espacio adquieren especial importancia, de ahí la función que Castoriadis le atribuye de dar coherencia y distinción a las sociedades. Esta característica de los imaginarios sociales es importante en tanto permite comprender la relación entre aquellas estructuras objetivas que se encarnan en los individuos, y la forma en que éstos las resignifican y las reproducen en su vida cotidiana. Para él, el imaginario es “capacidad imaginante, como invención o creación incesante, social, histórica, psíquica de figuras, formas, imágenes, es decir, de producción de significaciones colectivas” (Agudelo, 2011). Es por esta razón que el imaginario es dinámico, puesto que la creatividad de las personas es incesante, porque la potencialidad de la que habla Castoriadis se da día a día en la sociedad, modificando la misma, razón por la cual ésta también es dinámica. Como podemos ver en esta descripción, el imaginario implica muchos aspectos, no es algo que se piensa y permanece, no. Es la realidad social y cultural que se nos presenta cada día, la imagen del mundo que construimos como colectivo en la historia y a través de ésta, es la significación y el sentido cambiante del mundo. “El imaginario social es el conjunto de significaciones que articulan la sociedad, sus necesidades, su mundo” (Agudelo, 2011). Son esquemas que dan un sentido organizador a la sociedad, muestran aquello que puede darse en la sociedad y dirigen la vida de las personas. Es por esta razón que Castoriadis da una importancia significativa a la historia, puesto que los imaginarios de una época son transmitidos a través de diferentes formas culturales tales como narraciones, diálogos, escritura, tradiciones, los cuales son seguidos de diferentes maneras, pero eso no quiere decir que no sean modificables, porque como lo hemos dicho anteriormente, son dinámicos. Es importante señalar que esa transmisión de los imaginarios no sería posible sin las instituciones, tales como la familia, el estado, la iglesia, entre otras, ya que es a través de ellas que se dan y son transmitidas por los individuos: “La historia de la humanidad es la historia del imaginario humano y de sus obras. Historia y obras del imaginario radical, que aparece desde el momento en que hay una colectividad humana: imaginario radical instituyente, que crea la institución en general (la forma institución) y las instituciones particulares de una sociedad determinada, imaginación radical del ser humano singular” (Castoriadis, 1999). Siguiendo con este concepto podemos aclarar las distinciones que se hacen de él: imaginario social instituido, el instituyente y el radical, que son los tipos de imaginario que distingue Castoriadis. El primero pertenecen las significaciones de lo establecido (tradición, costumbre, memoria), éste opera sobre las significaciones de los actos humanos, es decir lo que se considera como permitido o no, lo prohibido y lo licito. Se manifiesta en un conjunto de significaciones imaginarias que orientan la vida social, así como la percepción de la realidad y su accionar en ella, permaneciendo cristalizadas. Tales significaciones se encarnan en instituciones (es el ejemplo de la idea de Dios, encarnada en la institución de la religión) que rigen la organización social, y son generadas por un imaginario que, al ser el rector de la vida social, se transforma en instituyente, el cual (al contrario del instituido), asegura la continuidad de las estructuras sociales cristalizadas, encauza su acción a la producción de una nueva estructura, de unas nuevas relaciones entre lo simbólico, y posiblemente, de un nuevo orden social. Por último, el imaginario radical se manifiesta en el hecho histórico y en la constitución de la significación, es decir lo nuevo, nuevas formas de ver y pensar la realidad, modas, cambios y revoluciones. Es dado sobre lo que no está presente, la potencialidad o capacidad de ser pensado. Da la emergencia de nuevas instituciones y nuevas

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maneras de vivir (Agudelo, 2011). En resumen “El imaginario radical es incognoscible; sólo es dable acercarse a él como condición de posibilidad y representación de lo ya dado y representado” (Cabrera, 2007:151). Castoriadis enuncia algunas características para entender un poco el concepto de imaginario y ver la complejidad en este debido a las múltiples paradojas que implica: “lo imaginario es in-definido e in-definible” (Castoriadis, 1989), ya que no se le puede dar una forma porque es la fuente de todas las formas y figuraciones, definirlo o hallarle un fin lo limitaría. Únicamente podemos aproximarnos a tener una idea de lo imaginario a través de metáforas y analogías que aluden a él de manera indirecta y sin determinarlo. Lo imaginario es acto, potencia, verbo por lo tanto sus expresiones son sólo un efecto de su acción incesante y en consecuencia no podemos decir que ahí se agote. Se encuentra unido a sus producciones (lo instituido) y a lo que instituye en cada acto de creación. Es el lugar de la creatividad, pero también marca el límite de lo pensable y lo decible en una sociedad determinada. Se encuentra en el lugar de la autonomía, pero también es el espacio de la heteronomía y del sometimiento. Es, por un lado, unas estructuras dadas, unas instituciones y unas obras «materializadas», sean materiales o no y, por otro lado, lo que estructura, instituye, materializa. En una palabra, es la unión y la tensión de la sociedad instituyente y la sociedad instituida, de la historia hecha y de la historia que se hace” (Castoriadis, 1989). Teniendo claro este concepto, podemos relacionarlo con los imaginarios de familias, y más exactamente con los imaginarios de las familias homoparentales. Siendo estas familias una forma “no convencional” de conformar un núcleo familiar se tienen múltiples ideas acerca de estas, se forman imaginarios al no estar acorde con la estructura social actual. Debido a esto, es interesante saber la representación que no solo tienen las personas de estas, sino qué representación tienen las mismas familias, objetivo que se intentará abordar más adelante en este trabajo. §5. Buscando imaginarios en las personas (Método) a. Diseño El diseño de esta investigación se empezó a construir conjuntamente a lo largo del semestre; nuestro interés en un comienzo fue el comprender que lógicas subyacen a las diferentes posiciones que se tienen sobre estas familias. A lo largo de nuestro recorrido, nos dimos cuenta que era complejo plantear una metodología fija para abordar el tema por lo cual decidimos ir construyendo paso a paso nuestra propio diseño. Teniendo como eje la pregunta que orientaba nuestra investigación, luego del recorrido que realizamos construyendo el estado del arte, decidimos abordar a un grupo de personas específicos para dar cuenta de sus ideas e imaginarios sobre las familias homoparentales a través de una entrevista semiestructurada diseñada para esta investigación. Sabemos que al ser un tema bastante complejo, el cual posee diversos matices, quisimos dirigir la investigación a develar los pensamientos que subyacen en las personas sobre este asunto. b. Población seleccionada Decidimos seleccionar a 30 personas para este estudio. Ya que nuestra intención era indagar sobre los diferentes imaginarios que tienen las personas sobre las familias homoparentales, decidimos entrevistar a diversas personas de rangos distintos de edades que nos pudieran dar la información necesaria para la investigación. Establecimos tres categorías distintas para seleccionar a los participantes, estas son:  Personas jóvenes entre los 18 y 30 años sin hijos (5 hombres y 5 mujeres).  Personas adultas entre los 31 y 50 años con hijos (5 padres y 5 madres).  Personas adultas mayores entre los 51 y 70 años con nietos (5 abuelos y 5 abuelas).

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A cada uno de los participantes se les informo antes de la entrevista cuales eran los objetivos de la investigación y se les hizo llenar un consentimiento informado, en el cual se encontraban los datos de la investigación y de los investigadores. Se les hizo énfasis que ellos no solo eran participantes de nuestro proyecto sino que desde el mismo momento en que aceptaran colaborarnos con la investigación, se convertirían en colaboradores y en autores mismos de lo narrado en este trabajo. Se resalta su importancia, ya que sin ellos no podríamos haber comprendido las lógicas que intentamos develar en este estudio. c. Instrumento Luego de plantear los objetivos y tener claro los sujetos con los que íbamos a trabajar, decidimos que la mejor manera de obtener la información era a través de una entrevista semi-estructurada, en la cual pudiéramos tener como ejes unas series de preguntas que guiaran la entrevista, pero que apuntarán a develar cuales eran las lógicas familiares que ellos tenían y cómo estas repercutían sobre su visión de la familia social. Se construyó un cuestionario de 13 preguntas, las cuales estaban agrupadas en tres categorías de análisis:  Imaginarios sobre la familia.  Imaginarios sobre la homoparentalidad.  Perspectivas de cambio e impacto social. Las preguntas del cuestionario se plantearon como guías a la hora de realizar la entrevista, estas podían modificarse de acuerdo a la pertinencia del entrevistador para obtener una respuesta más clara o profunda (ver Anexo 1). d. Modo de análisis Luego de realzar todas las entrevistas, se decidió llevar a cabo una transcripción de todas ellas para poder analizar los datos de manera ordenada y clara. Luego de plantear la discusión dentro del grupo de investigadores, decidimos que un tipo de análisis como el del discurso o el de narrativas para comprender la información obtenida sería bastante complejo para el nivel de la investigación que teníamos planeado. Así, decidimos construir nuestro propio modo de análisis de datos tomando como eje los existentes, para dar cuenta de las narrativas de los sujetos y el objetivo de nuestra investigación. Establecimos una taxonomía de análisis que nos ayudó a organizar la información obtenida en las entrevistas (ver Figura 1).

Imaginarios sobre la familia

Función de la familia

Imaginarios sociales sobre las familias homoparentales Integrantes de los núcleos familiares

Impacto que tendrían estas familias a nivel social

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Figura 1. Taxonomía de análisis. Cada uno de los investigadores tomo las transcripciones que había realizado de las entrevistas y comenzamos a clasificar las narraciones de acuerdo a las categorías establecidas (ver Anexo 2). Luego de tener todos los datos organizados en sus respectivas categorías, realizamos una lectura de cada categoría para ver la frecuencia de cada uno de los temas que narraciones daban cuenta. Ya teniendo estas frecuencias, revisamos nuevamente las narraciones por género para relacionar que tipo de discurso se asociaba a con lo encontrado. Más allá de todos los tipos da análisis que pudimos haber empleado, el tener los relatos de las personas e intentar comprender sus lógicas, implicaba que cada investigador se apropiara de los discursos obtenidos mediante entrevista y así poder comprender el porqué de esos imaginarios hacia las familias homoparentales. §6. Resultados y análisis. Los resultados obtenidos mediante el análisis fueron los siguientes: a. Imaginarios sobre la familia Para la mayoría de personas, la familia es una unión establecida por consanguinidad entre un hombre y una mujer; este es un grupo filial establecido por el amor de una pareja donde se establece una relación de paternidad en donde se apoyan, colaboran y respetan. Se encontró que los sujetos mayores (los padres, madres, abuelos y abuelas) tienen a defender la estructura familiar tradicional basándose en imaginarios religiosos que se sostienen por su generación. Pero en contraste con lo anterior, los sujetos más jóvenes y algunos padres perciben a la familia como una unión de personas que no necesariamente tienen que tener un vínculo de consanguinidad; estos sujetos creen que la familia es un grupo de personas que se apoyan mutuamente independientemente de su grado de relación que tengan unos con otros. El hecho que sea un hombre y una mujer quienes la conformen no implica una condición necesaria para estas personas, por el contrario, creen que la familia puede estar conformada por distintos miembros y de diversas formas, lo importante es que se mantenga la relación de apoyo y respeto entre ellos a manera de vínculo afectivo. Fue interesante observar que todos los participantes al momento de tener que dar una definición sobre lo que para ellos era una familia, se basaron en su propio modelo familiar para dar una primera idea de ello; pero luego, ésta respuesta se intentaba ajustar a los estándares sociales que se tienen sobre el concepto de familia, visibilizando que aunque su propia familia no cumplía esta idea hacia ello debía apuntar la intención familiar. b. Función de la familia Para la mayoría de los sujetos entrevistados, la principales funciones de la familia es la de ser el cimiento y núcleo de la sociedad en donde se transmiten, enseñan y promueven valores sociales a través de la buena crianza. Las personas mayores tienden a pensar que las funciones básicas de la familia es la crianza y la enseñanza, donde estas últimas determinan la formación personal de los hijos y su futuro en la sociedad. Las influencias positivas y negativas que se den en este núcleo son cruciales para que los hijos tengan un desarrollo normal. En las narraciones de las personas, se escucha mucho el hecho que comparen a los padres con los maestros, como si estos fueran aquellos primeros docentes que todos tenemos en la vida cuyas enseñanzas nos marcan de manera irremediable en nuestra vida. Otras personas, la mayoría jóvenes nuevamente, creen que las funciones de la familia han ido cambiando poco a poco en el transcurso de los años; aunque mantienen la idea de que una de las funciones de la familia es la crianza y la enseñanza, estas no están únicamente dirigidas a la formación de los hijos. Para ellos, la familia se construye, y así mismo las funciones que la determinan.

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Acá podemos ver como se tienen dos posiciones distintas de los funciones tradicionales de la familia; para unos, estas funciones son de carácter tradicional y deben seguirse para mantener seguir manteniendo la institución familiar como se conoce; para otros, las funciones son variadas y dependen de cada núcleo familiar ya que cada uno de estos son completamente diferentes de los demás y por lo tanto requiere que cada familia establezca sus funciones de acorde a sus valores y principios. c. Integrantes de la familia Cuando indagamos en esta categoría, encontramos una gran convergencia a mantener como integrantes de una familia a las personas tradicionales que la componen. Realmente fue sorprendente encontrar que para casi todos los entrevistados, las personas que conforman una familia son un papá, una mamá, los hijos y sus familiares consanguíneos. Contrastando con lo que habíamos encontrado en la primera categoría (imaginarios sobre las familias), a la hora de ubicar que miembros pueden conformar un núcleo familiar, las personas están mucho más determinadas a nombrar a quienes conformaron o conforman su propia familia. Aun se sigue conservando las figuras tradicionales de un hombre y una mujer como personajes fundantes y esenciales para que se constituya una familia. Solo muy pocas personas nos expresaron que una familia podía estar conformada por los miembros que quisiera, sin importar su sexo, raza, educación, estrato, etc. Esto evidencia que a la hora de ver a otras personas diferentes a las que conocemos usualmente asumiendo o construyendo un núcleo familiar, tendemos a mantener nuestra propia imagen de familia. Los imaginarios con los que crecimos y vivimos se imponen de manera fuerte sobre las nuevas realidades que encontramos en la sociedad. d. Imaginarios sociales sobre las familias homoparentales Es bastante grande la cantidad de información que encontramos analizando esta categoría, pues aunque era nuestro eje central, no pensábamos que podríamos encontrar bastante información sobre el asunto que compete nuestra investigación. Para comenzar, tenemos que decir que fue bastante gratificante para cada investigador el poder establecer una comunicación efectiva con cada entrevistado de manera tal que la gran mayoría lograron abordar el tema sin alguna complicación o disgusto. Es sorprendente encontrar la gran cantidad de imaginarios que existen sobre este tipo de familias, pues aunque no son muy visibles en nuestro país en este momento, las personas saben que existen y frente a sus dudas han creado una serie de imaginarios que intentan solventar tal enigma para ellos. Los imaginarios sociales hacia las familias homoparentales encontrados fueron:  Quién es el padre y quién es la madre en esta familias (alguno de los dos cónyuges debe asumir uno de los dos roles que falta para completar la imagen familiar).  Los hijos de los padres homosexuales se pueden volver homosexuales.  Las personas llegan en envases diferentes, por lo cual las parejas homosexuales no están en toda la condición de asumir las funciones familiares a cabalidad.  Las funciones de crianza quedan incompletas en estas familias y generan en los niños un mal desarrollo (incompleto).  Los homosexuales pueden estar juntos pero no pueden formar una familia ya que eso atenta contra la buena moral social.  Dios no creo la familia de esa manera, es una perversión que atenta contra la buena institución familiar.

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 La ciencia ha encontrado que la homosexualidad es un defecto hormonal y neuroanatómico que puede ser corregido, por lo tanto, estas familias son síntoma de una falla a nivel biológico.  Dos mujeres si pueden tener una familia, por lo que ellas si tienen un instinto materno innato. En cambio los hombres no pueden hacer esto, es una perversión.  Los hijos crecen con mañas, malas costumbres y valores incorrectos.  Son intentos fallidos de una sociedad frustrada.  No corresponde al modelo tradicional de la familia.  Estas familias tienen limitaciones a la hora de enseñar todo lo que necesita un niño en su crianza.  Son iguales a las familias heteroparentales. Si analizamos estos imaginarios, podemos dar cuenta que el asunto sobre la homoparentalidad va mucho más allá del tema de la familia y la crianza como creíamos en un primer momento. Algunos de los imaginarios encontrados apuntan a seguir estigmatizando la homosexualidad como algo malo que debe ser corregido o detenido. El temor de que hallan más personas homosexuales por existir familias homoparentales, es un miedo que radica en que aún no se ha podido asumir la diferencia como algo propio de la sociedad. El ver que una persona se pueda convertir en homosexual es algo que asusta a más de una ciudadano, esto abre la puerta para que nos preguntemos si realmente es posible hablar de familias homoparentales en un país donde la homosexualidad se sigue viendo como algo malo. El otro punto encontrado es el tema de la crianza. Las personas piensan que estas familias al estar conformadas por personas del mismo sexo no pueden transmitirle completamente todas las bases que necesita un niño cuando está creciendo. Era evidente que los sujetos entrevistados manifestaban su inconformidad al pensar cómo podía ser la crianza de un hijo de una pareja homosexual sin la otra figura de género que lo complementará. Vemos que las personas siguen manteniendo ciertos imaginarios hacia los roles de género, ven a las parejas homosexuales como incompletas o trastocadas en sus roles al cuestionar los tradicionales. El hecho de que las personas sigan manteniendo una visión eclesiástica y católica de la familia, promueven ciertos imaginarios negativos para estas familias. Se les considera que son antinaturales, que son pecadores, perversos, enfermos, etc. Aunque algunas posiciones religiosas ya no son tan conservadoras con estas personas, los miembros que pertenecen a ella o que tuvieron una formación religiosa, mantienen sus ideas sobre estas familias, defendiendo las antiguas concepciones de la institución. Un hallazgo importante en este estudio fue el encontrar que hay personas que creen que la ciencia es la madre de todos los saberes y que la verdad se halla en sus descubrimientos. Algunos sujetos creen que cuando la ciencia dice algo sobre un asunto, esta debe ser tomada como una verdad absoluta. Los imaginarios sociales que ahora se condensan en este tipo de instituciones llevan a que las personas se dejen de cuestionar sobre los asuntos que ellos desconocen y tengan una seguridad absoluta. Encontramos que los sujetos entrevistados tienden a tener una doble visión de estas familias. Por un lado, las pueden concebir como familias si están conformadas únicamente por los cónyuges; pero si se añade a la pareja un hijo, las personas empiezan a cuestionar y a defender con alguno de estos imaginarios el estatuto de la familia tradicional. Cabe resaltar que un número pequeño de personas consideran que las familias homoparentales son completamente normales e iguales a las heteroparentales. Es importante aclara que aunque las familias homoparentales pueden cumplir las mismas funciones de una familia tradicional, estas

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familias son completamente distintas a las heteroparentales. La diferencia que se marca no es algo negativo como la mayoría de las personas supone, el contraste radica en que las lógicas familiares son otras, su construcción es diferente y por ende sus dinámicas están atravesadas por otras realidades y otras situaciones. e. Impacto que tendrían estas familias a nivel social Algunos de los posibles cambios que las personas creen que pasarían en la sociedad si estas familias se constituyeran legalmente son estos:  Se acabarían algunos fenómenos de violencia.  Generarían más sentido de libertad en la sociedad.  Disminuiría la influencia de la iglesia en la sociedad.  Un mundo más incluyente y feliz.  Desviaría el significado de la familia.  La sociedad se enfermaría y aumentaría la inseguridad personal.  Aumentarían las consultas a los psiquiatras y psicólogos.  Ocasionaría acciones de hecho contra estas familias y sus hijos. Podemos ver que estas ideas tienden hacia dos polos, uno en el que el reconocimiento de estas familias ayudaría a mejorar la sociedad volviéndola más inclusiva y diversa; y el otro en el que la sociedad por insertar estas familias entraría en una decadencia de sus valores, normas, salud, etc. El impacto que estas ideas generan, dan cuenta que la sociedad construye constantemente imaginarios alrededor de un tema que desconoce para ya sea incorporarlo a sus dinámicas sociales o para excluirlo completamente. §7. Discusión. Este recorrido que inicio con una pregunta por las diferentes lógicas que subyacen a las personas a la hora de enfrentarse con la idea de la familia homoparental y fue tomando su forma final que fue la desvelar qué imaginarios sociales existen en las personas sobre esta familias, nos demostró que el este camino que hicimos fue solo un pequeño paso hacia esa construcción colectiva que tanto deseamos. Como nos dimos cuenta con todas las entrevistas, los imaginarios construidos por las personas sobre la homoparentalidad son estructuras dinámicas y que varían de una persona a otra y que se pueden fosilizar en alguna representación social. Las distintas significaciones que tienen las personas sobre este tema, las lleva a que tengan que generar una significación colectiva sobre el asunto que les es enigmático como respuesta de un vacío en su conocimiento el cual no pueden completar por sí mismos. Los diferentes imaginarios que se sostienen son, en la mayoría, un producto de diversos discursos institucionalizados que ante las nuevas formas familiares intentan sobreponerse en la sociedad como la única respuesta del enigma. Si retomamos a Castoriadis, podemos pensar estas dinámicas encontradas de la siguiente forma:  Los imaginarios sociales instituidos serían aquellas ideas que se tienen desde las tradiciones orales y populares sobre que es una familia.  Los imaginarios sociales instituyente serían aquellas ideas que encarnan algunas instituciones religiosas y políticas sobre cómo es la familia.  Los imaginarios radicales serían las ideas que manifiestan que las familias pueden ser diferentes a las tradicionales, y la familia homoparental está ubicada como una de esas nuevas configuraciones familiares. Podríamos pensar que la mayoría de los imaginarios encontrados se encuentran enfocados hacia los imaginarios instituyentes, aquellas ideas que se mantienen por las instituciones que abarcan la vida social, política y privada de las personas. Los avances que se han alcanzado en materia de

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hechos para estas familias han estado dirigidos a cambiar los imaginarios instituyentes que promueven las instituciones, olvidándose de la dinámica que poseen los grupos sociales. A nuestro parecer, una posible ruta para ayudar a modificar los imaginarios sociales de estas familias estaría en empezar a contribuir a la creación y a la resignificación de los imaginarios instituidos que tienen las personas para que estos puedan consolidarse como imaginarios instituyentes a largo plazo. Las instituciones intentan opacar el saber subjetivo de las personas mediante la máscara del saber científico, religioso o político; el saber ya no está en la construcción colectiva sino en los gremios de unas cuantas personas que son “aptas” para manejar y comprender la sociedad en su totalidad. La realidad social se ve modificada y trastocada hasta el punto que nos dicen que es cierto o que no lo es, que se puede ser y que no se puede ser, para intentar manejar a la gran masa social a su conveniencia. Los saberes populares, tradicionales y orales cada vez van perdiendo fuerza ante la excesiva producción de saberes que buscan colapsar y ocultar la falta esencial que cada sujeto tiene por su humanización. No podemos pensar en otra manera de cambiar estos imaginarios sino es a través del cambio colectivo que podemos realizar todos los miembros de na sociedad, sin esto seguiremos estando a la deriva frente a la manera en que intentan decirnos cmo vivir y como formar una sociedad. §8. Posibles perspectivas. A partir de lo dicho hasta este momento, es de gran importancia reconocer el cuestionamiento que estas familias hacen desde sus espacios a la parentalidad y los roles de género que a través de los años han definido que es una familia. Es necesario transversalizar a la institución familiar, aportándole nuevos sentidos y significados que le permitan reconfigurarse en la actualidad, rompiendo los distintos estándares y marcos morales que desde algunas instituciones religiosas y del Estado contribuyen a seguir construyendo una idea de familia legitima real. Ante una institución familiar transversalizada por la diversidad sexual y de género, acciones como la construcción de un Estado laico que garantice la igualdad y legitimidad de todas las familias se coloca como una meta bastante prometedora, pero al mismo tiempo complicada de alcanzar, si consideramos la herencia tradicional normativa, moral y valoral que la Iglesia Católica ha dejado desde la conquista, y que directa o indirectamente contribuye a que en muchos sectores sea imposible pensar la familia más allá de los términos tradicionales (Cfr. con Bárcenas, 2012). Sin embargo, las prácticas que sostienen cada vez más una sociedad secularizada, abierta y plural a las diversas maneras de habitar y concebir el mundo, permiten que la población LGBTI se reconozca como una población más de todo el ámbito social. Por el mismo carácter dinámico que tiene la institución familiar, no pueden frenarse sus procesos de actualización y transformación que sufre década tras década; el proceso de resignificación es completamente inherente a lo que algunas instituciones digan y quieran contradecir. Más allá de poder ser reconocidas estas familias en la sociedad, se pretende rescatar el valor dinámico y amplio que tiene la institución familiar como unidad básica del grupo social y como núcleo esencial de la construcción subjetiva humana. §9. Referencias. Agudelo, P. (2011). (Des)hilvanar el sentido/los juegos de Penélope. Una revision del concepto de imaginario y sus implicaciones sociales. . Uni-pluri/versidad Vol. 11. Arruda, A. (2008). Espacios imaginarios y representaciones sociales. Barcelona: Anthropos. Art. 13 de la Constitución Política de Colombia Bárcenas, K. (2012). Las familias mexicanas: de la institución al movimiento. Trayectorias, significados e imaginarios en la configuración de la diversidad familiar. Sociedade e Cultura 15, No. 2: 263-274.

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TÍTULO: REPERCUSIONES DEL ESTILO DE VIDA PATRIARCAL EN VARONES ADULTOS MAYORES EN MÉXICO PONENTE: Alma Guadalupe Guerrero García INSTITUCIÓN: Universidad de Guadalajara. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1985 definió “estilo de vida” como una forma general de existencia vida basada en la interacción entre las condiciones de vida, en un sentido amplio, y los patrones individuales de conducta determinados por factores socioculturales y características personales. Es por lo anterior que se puede decir que el estilo de vida de los varones adultos mayores en México está determinado por condiciones de vida personales, características propias de la edad, así como de las condiciones físicas y socioculturales en las que se desenvuelven, siendo el patriarcado, como modelo socio-histórico-cultural, un factor inmerso en la cultura del mexicano. Actualmente las condiciones de la vejez en México son muy variadas, principalmente debido a las condiciones económicas y familiares de cada persona, sin embargo un aspecto generalizado en esta población es la discriminación y aislamiento, que se expresan principalmente en una visión despectiva e infantilizada de la vejez, una falta de servicios adecuados para esta población, políticas públicas, investigaciones, etc, lo que denota la carencia de bienestar en la que viven las y los adultos mayores, en las distintas dimensiones que lo integran, como son la esfera social, psicológica, fisiológica y económica. Por lo que es importante destacar que incluso en la vejez existen diferencias entre hombres y mujeres, ya que durante su vida adulta, así como en esta etapa, los roles que desempeñan dentro de la sociedad están marcados por ciertas pautas de comportamiento relativas a cada género. Durante algunas experiencias prácticas y empíricas con varones adultos mayores que viven en calidad de asilamiento se pudo observar que sus condiciones de vida estaban caracterizadas por un abandono por parte de los familiares, principalmente hijos e hijas, un declive en las relaciones sociales que podía ir desde un desgaste hasta la nulidad de las mismas, una salud deteriorada, servicios de salud insuficientes, una situación económica con significativas carencias, sentimientos de vulnerabilidad e improductividad, así como una sexualidad prejuiciada; condiciones que más que contribuir al logro de un estado de bienestar, se alejan de manera abismal de una calidad de vida digna. Con sustento en estas experiencias, así como a revisiones bibliográficas es como formulamos que la forma de relación de los varones para con su entorno así como consigo mismos puede ser analizada desde una perspectiva de género Este es un inicial estudio exploratorio que tiene como objetivo identificar algunas posibles repercusiones del estilo de vida patriarcal en varones adultos mayores para contribuir desde la academia al estudio de las masculinidades y la psicogerontología en el área de salud y bienestar. Comenzaremos con una revisión de los principales conceptos que sustentan la idea de que el estilo de vida patriarcal fue un factor significativo en el proceso de construcción de la identidad masculina del hombre adulto mayor mexicano, siguiendo ciertas pautas generales de la cultura patriarcal, las cuales tienen una continuidad a lo largo de la vida de estos varones que interiorizan y reproducen estas normas impuestas.

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Necesariamente identificaremos los conceptos de vejez y bienestar en la vejez, relacionados al ámbito del adulto mayor mexicano, así como las definiciones que se utilizarán durante el trabajo para referirse a patriarcado, hombres machos y violencia de género, con la intención de posicionar al lector en el marco teórico utilizado dentro de la gran diversidad de desarrollo en estos temas. Posteriormente y sustentado en lo anterior desarrollaremos lo que entendemos como “estilo de vida patriarcal en varones adultos mayores” A partir del desarrollo anterior es como sustentamos las posibles repercusiones del estilo de vida patriarcal de hombre adulto mayor que propondremos posteriormente Marco Conceptual Según la OMS un adulto mayor, en países subdesarrollados como es el caso de México, es una persona mayor de 60 años; sin embargo la vejez tiene mayores implicaciones que simplemente la edad, implicaciones que tienen que ver con el estilo de vida que se tuvo durante el envejecimiento, así como con las condiciones de vida que se tienen durante la vejez, en ámbitos tanto económicos, como psicológicos, biológicos, sociales y familiares. La vejez es una etapa de la vida que, al igual que la niñez, la adolescencia, y la madurez, tiene sus características propias, definidas principalmente en base a condiciones fisiológicas como un progresivo declive de las funciones orgánicas y psicológicas, así como de una pérdida o disminución de las capacidades sensoriales y cognitivas. Pero, como se mencionó anteriormente, no se puede limitar la caracterización de la vejez a este tipo de definiciones, ya que en ella se deja de lado aspectos relacionados con el psiquismo, identidad y rol social, entre otros. Por lo que, para cuestiones de este ensayo definiremos la vejez basándonos en Rodríguez (2011) cómo la última etapa del ciclo de la vida donde se aprecia el resultado de todas las experiencias, transformaciones y aprendizajes vividos en las etapas anteriores. Para entender de una forma más global la vejez, no podemos hablar de ella como un momento o hecho concreto en el que una persona se vuelve “vieja”, es por eso que Atcheley (citado en Rodríguez, 2011) plantea una “teoría basada en la continuidad, que se contrapone a un cambio brusco entre la etapa de la adultez y la vejez. Plantea que las personas tienden a buscar una continuidad de sus roles o actividades, sin embargo no hay ausencia de cambios debido a que son inherentes al proceso de envejecimiento” (pág. 3) Para entender la situación actual de los adultos mayores de una manera más clara hubicaremos al lector o lectora en el espacio histórico contextual en el que vivieron durante su infancia, juventud y madurez; ya que en este ensayo nos enfocamos en varones de más de 60 años, podemos calcular que estaban viviendo su infancia alrededor de 1960, una época en México, según Tirado Villegas (2008), donde los espacios públicos estaban excesivamente masculinizados, principalmente en la política y en el trabajo. En la casa los roles de ambos géneros se encontraban perfectamente definidos: el varón era el jefe de la familia, el principal abastecedor de la misma y por tanto el que tomaba las decisiones. Con respecto a la formación escolar, tanto de hombres como de mujeres, aun cuando las escuelas fuesen mixtas, los patios para el recreo estaban diferenciados, el de hombres separado del de las mujeres; coser, bordar, tejer, cocinar, se enseñaba a las niñas; en tanto la carpintería, herrería, hojalatería, electricidad, a los varones. Todo esto permeó la construcción de la identidad de estos hombres, donde la superioridad masculina y la separación binaria de los géneros era la “normalidad” que no se cuestionaba ni se modificaba de ninguna manera, sobre todo por los beneficios obtenidos por los varones en este tipo de organización social, por lo tanto, se transformó en el ideal a aspirar. Gracias a este contexto podemos referirnos a que la cultura mexicana de esta época se enmarcaba dentro del patriarcado.

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El concepto de “patriarcado”, como se utiliza en varias teorías feministas, se define como un sistema social que justifica la dominación sobre la base de una supuesta inferioridad biológica de las mujeres. Tiene su origen histórico en la familia, cuya jefatura ejerce el padre y se proyecta a todo el orden social. Existen también un conjunto de instituciones de la sociedad política y civil que se articulan para mantener y reforzar el consenso expresado en un orden social, económico, cultural, religioso y político que determina que las mujeres como categoría social siempre estarán subordinadas a los hombres. Cabe destacar que este sistema no es exclusivo de los varones, las mujeres también pertenecen al sistema patriarcal y lo reproducen cotidianamente en sociedades como la mexicana. Nos referimos a estilo de vida patriarcal como una forma de ser ante la sociedad y al sí mismo de forma discriminatoria hacia las mujeres, de manera explícita e implícita en la conducta del actor social, así como la exacerbación de los rasgos masculinos estereotipados, como es el ser “macho” o “machista”, esto es, actitudes y comportamientos sexistas que tienen por objeto establecer o mantener el predominio del hombre sobre la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado. Siendo éste estilo de vida patriarcal reforzado por la sociedad en las interacciones con otros actores sociales así como por el varón debido a los beneficios consecuentes de su estatus como hombre y de la evolución sociohistórica de las sociedades humanas. Por lo tanto el hombre macho adulto mayor es una persona que pasa de los 60 años de edad que tiene conductas discriminatorias hacia las mujeres y hombres de diferentes estratos. El machismo tiene una dinámica violenta como característica particular, como refiere Michael Kauffman (1999) en su teoría de la “triada de la violencia”, éste comenta que afecta el ámbito biológico, psicológico y social, todo esto dividido en tres secciones que se relacionan entre sí: ● La violencia ejercida hacia las mujeres ● La violencia ejercida hacia otros hombres ● La violencia ejercida hacia si mismo Cada una de estas violencias ayuda a crear la otra, lo que genera una relación interdependiente entre ellas. Es por esto que la triada de la violencia es un pilar para fundamentar que el machismo no solamente afecta negativamente a las mujeres sino que también a los hombres. La consecuencia de esto no es solamente que niños y hombres aprendan a utilizar selectivamente la violencia, sino también, como veremos más adelante, a transformar una gama de emociones en ira, la cual ocasionalmente se torna en violencia dirigida hacia sí mismos, como ocurre, por ejemplo, con el abuso de sustancias y las conductas autodestructivas Lo que nos lleva a considerar que los varones adultos mayores que viven enmarcados en éste estilo de vida no cuentan con un bienestar global, entendido éste como un concepto multidimensional que integra factores fisiológicos, sociales, mentales, psicológicos, económicos y personales, y que se refleja en una calidad de vida deteriorada Debido a estos fenómenos podemos inferir que llevar un estilo de vida patriarcal repercute directamente en el bienestar de los hombres, más visibilizada en los adultos mayores debido a los cambios asociados a la vejez. Tales consecuencias se pueden sistematizar en la matriz que nosotros proponemos, entiendo cómo matriz como un conjunto articulado de rasgos que caracterizan las diferentes posibilidades de un fenómeno, en este caso del estilo de vida patriarcal en adultos mayores. .Matriz de Repercusiones Como dijimos anteriormente el bienestar engloba diferentes aspectos que son interdependientes como parte de un todo, por lo que las afectaciones que pueden existir en una área repercuten también en las demás debido a la dinámica en la que se desarrollan, es entonces que

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consideramos que al separar cada una de las repercusiones por las áreas del bienestar global a las que afectan podríamos caer en un reduccionismo innecesario, sin embargo para fines ilustrativos las hemos dividido en cinco grandes áreas, dejando al lector o lectora la consideración de analizarlas integralmente. Estas áreas son: ● Social ● Psicológica ● Salud biologica ● Familiar ● Sexual ❏ Repercusiones Sociales Las actividades sociales establecen la función primordial de constituir socialmente al individuo a través de la relación con los otros y de los vínculos que se van estableciendo según los roles que se van desempeñando: padres, abuelos, hijos, amigos, hermanos, etc. Es por ello que la noción de ser adulto mayor depende de la actividad social y de los papeles sociales que el adulto mayor ejecuta; ya que estos le dan significado a su existencia (Hidalgo, citado en Carmona, 2011) y le permiten la integración plena y activa del individuo a la sociedad (pág. 3). Las repercusiones que vive el hombre adulto mayor en el ámbito social están permeadas principalmente por la valoración negativa que se tiene acerca de la vejez, Villaseñor (2009) plantea que ésta ha permitido e incluso propiciado la segregación, discriminación y violencia hacia las personas que viven en esta etapa, existiendo un clima de inequidad, angustia e injusticia que se agudizan y magnifican en la vejez, generándose un panorama en donde los adultos mayores son cada vez menos considerados dentro de los procesos participativos en la sociedad y relegándose a vivir en situaciones de aislamiento y soledad. En las sociedades patriarcales como la mexicana la exacerbación de la masculinidad está íntimamente ligada con la fuerza física, el poder adquisitivo (empleo y remuneración) así como el ideal de ser “activo” ante la sociedad. Estos fenómenos sociales se combinan para crear un rol de género en el cual el hombre debe y tiene que ser activo, emprendedor, fuerte y trabajador; situación que cambia particularmente en la vejez, debido a que ésta se asocia con la decrepitud, decadencia, pasividad e improductividad, generándose entonces una pérdida de la identidad masculina interiorizada, reflejada socialmente con rechazo tanto en lo público como en lo privado, lo que nos lleva a la primer repercusión: ● Pérdida del rol masculino clásico: Esta etapa de la vida es cuando comúnmente las personas se jubilan o llegan a la cesantía dependiendo de la posición económica y la situación laboral. La cesantía cobra un significado especial para quienes, como los hombres, han construido su identidad masculina adulta en el ámbito laboral, ubicado en la esfera de lo público, en su rol fundamental de proveedor del espacio doméstico. Específicamente en el hombre macho este ejercicio de poder era algo esperado debido a que en la sociedad mexicana está fuertemente interiorizado la percepción de “el que paga manda”, una percepción totalmente capitalista que atinge el área social y psicológica del sujeto, por lo tanto, cuando se pierde este gran pilar de su masculinidad, la sociedad lo transforma en un paria, ya que incluso mantener un empleo o buscar uno nuevo es una tarea llena de obstáculos impuestos por un sistema neoliberal como el de México, en donde si no eres productivo o no cumples con las características necesarias eres relegado del ámbito laboral y del rol socialmente establecido para los hombres.

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● Redes apoyo deterioradas: Según Laforest (1989, citado en Carmona, 2011) las actividades sociales del adulto mayor, al igual que en otras etapas de la vida, son una necesidad básica pues éstas aportan un punto de referencia y de continuidad en su vida, así como brindan a su vez reconocimiento y aceptación del uno mismo por parte de los demás. En general los vínculos de amistad están establecidos por intereses comunes y actividades compartidas, y tienen significados diferentes tanto para hombres como para mujeres. Scott y Wenger (1996) han señalado que “las amistades de los hombres siguen basándose en las actividades compartidas”, siendo éstas actividades compartidas las que están relacionadas principalmente con el ámbito laboral, por lo que al momento de llegar a la jubilación se alejan o deterioran. En lo referente a la condición de masculinidad clásica en la que viven estos varones ésta se refleja al momento de llegar a la cesantía ya que no buscan crear nuevas redes de apoyo, así como les es difícil recuperar las ya extintas debido al historial de violencia hacia las y los demás; ésto aunado al imaginario social de que un hombre “real” no busca ayuda en nadie ni en nada. Todo esto tiene como repercusión un aislamiento, abandono social o incluso muerte social que se evidencian en un deterioro de la salud física y mental, así como una menor calidad y esperanza de vida. ● Incapacidad de desarrollo de amistad profunda con otros varones: Este item está íntimamente relacionado con el anterior ya que relación entre congéneres es un elemento importante dentro de las redes de apoyo, sin embargo éste cuenta con particularidades que son importantes de mencionar. Las relaciones dentro del rol masculino clásico están caracterizadas por un condicionamiento de utilidad y/o de competitividad; entendida la utilidad como una relación de amistad condicionada a lo que el otro puede “ganar” con la misma, esto es, solamente relacionarse con otros varones para tener diferentes beneficios ya sean económicos, relacionales, laborales y de confirmación de la identidad masculina*(Nos referimos a confirmación de la identidad masculina como la forma en la que un varón sólo puede tener el título de “Hombre” gracias a la confirmación social que puede ser dada por otros hombres) La competitividad la identificamos como la necesidad de relacionarse con otros hombres mediante actitudes “falocentristas”, referidas por Susan Bordo (1999) como aquellas que buscan la dominación, expansión e invasión de los demás, reflejan como la necesidad de tener amigos a los cuales “vencer” para disminuir el sentimiento de inferioridad típico de la identidad machista. En el caso de las relaciones de amistad en la vejez esto se demuestra tanto en la disminución de las redes sociales debido a la jubilación o cesantía, como a la pérdida del rol masculino clásico, ya que debido a la concepción de la vejez asociada a la decrepitud el hombre adulto mayor ya no tiene el mismo estatus que en su madurez, principalmente frente a los demás, lo que promueve una disminución de su competitividad o la exacerbación del rol masculino clásico, ambas situaciones que llevan a obstaculizar la creación y desarrollo de amistades profundas con otros varones. ❏ Repercusiones del bienestar Psicológico En este apartado nos referiremos a los posibles impactos psíquicos ocasionados debido a las demás repercusiones que enlistamos. Cada persona es diferente y es difícil predecir las reacciones ante una repercusión específica. Sin embargo, es recomendable pensar de antemano sobre

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algunas de las posibles reacciones a fin de estar preparados para poder analizar de forma más integral estos fenómenos. ● Depresión: es un estado psíquico en donde la persona tiene constantemente sentimientos profundos de tristeza, desmotivación y baja autoestima. La persona deprimida tiene síntomas físicos y psicológicos muy claros, como falta de apetito o comer en exceso, dormir mucho o no dormir, tristeza constante, llanto fácil, entre otros. La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia profesional (OMS, 2014). Respectivamente en el varón adulto mayor le damos el peso a la posible relación de síntomas depresivos debido a la necesidad de cumplir con los roles de género que se le imponen, debido a que estos mismos son interiorizados de manera constante, el fallar en este cumplimineto ocasiona ansiedad y angustia que puede desarrollarse en un estado depresivo mayor. ● Ansiedad: Es una respuesta emocional o conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos. En general, los trastornos de ansiedad pueden ser vistos como el producto o la interacción entre factores de predisposición y estresores externos (Guillamon y Baeza, 2004). La presencia de factores de riesgo que predisponen a un sujeto a padecer un trastorno de ansiedad (factores genéticos, estilos atribucionales, etc) ligada a la presencia de un estresor (una enfermedad, acontecimientos vitales) puede comprometer la capacidad de afrontamiento del individuo y conducir al desarrollo de un problema de ansiedad (Potocki y Hozyasz, 2002). ● Trastornos psicosomáticos: Nos referimos a todos los trastornos que se consideran originados por factores psicológicos. Sin embargo, no existen trastornos físicos que estén originados exclusivamente por factores psicológicos. Este como el apartado anterior de depresión lo asociamos cómo repercusión del estilo de vida patriarcal debido a la carga emocional que el no cumplir los roles establecidos por la masculinidad hegemónica en la que viven los varones adultos mayores en México, estos pueden no solo empeorar síntomas o factores existentes en la persona sino que aparte, podrían empeorar como conjunto a la salud del sujeto. ● Baja autoestima: Se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, y por tanto digna de ser amada por los demás. Las personas con autoestima baja buscan, a veces sin ser muy conscientes de ello, la aprobación y el reconocimiento de los demás y suelen tener dificultad para ser ellas mismas y poder expresar con libertad aquello que piensan, sienten y necesitan en sus 11 relaciones interpersonales, así como para poder decir “no” al otro sin sentirse mal por ello. Debido a la característica de esta baja autoestima de querer que los demás reconozcan al sujeto como persona en conjunto con las cuestiones de identidad masculina que cambian al momento de la vejez se producen fenómenos como este, debido a que la sociedad patriarcal fomenta la idea del binarismo genérico, esto es, o eres hombre o eres mujer, con lo que cuando no cumples con el rol de hombre completo pasas a ser alguien inexistente, esto afecta significativamente al varón

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adulto mayor y puede combinarse con las demás repercusiones para crear un caso difícil de atender. ● Negación de apoyo psicológico: Como ya lo habíamos comentado el hecho de que un hombre no pueda ni deba acudir a nadie, para requerir ayuda debido a que es “macho y se aguanta” impide que estos varones procuren ayuda psicológica lo que mantiene o incluso empeora los padecimientos que pueda tener. ● Sentimiento de carga: Dar respuesta a las exigencias del consumo y de una tecnología globalizada que privilegia la productividad, la salud, la competencia, la rapidez y la eficiencia, y además vivir en una sociedad donde se enaltece la juventud, la fuerza y la actividad, provoca inevitablemente una visión devaluada de lo que es viejo, débil e incompetente. Lo anterior cobra relevancia en la vejez avanzada, la cual se caracteriza por una imagen negativa debido a la aparición de enfermedades físicas y/o mentales que traen como resultado la incapacidad, el deterioro, la falta de funcionalidad social y consecuentemente, la necesidad de cuidados (Ludi, 2005), si a esto asociamos un visión menoscabada de la identidad masculina de algunos varones adultos mayores, debido a las imposiciones ideológicas se puede observar un panorama en el que estos ancianos pueden empezar a sentirse como una carga ya sea para su familia o para sus cuidadores. La dependencia en la vejez es una situación temida por los seres humano; es por esto que los adultos mayores que pierden su autonomía se sienten devaluados y estigmatizados por depender de otros para subsistir, afectando su bienestar en las diferentes áreas que engloba. 12 ❏ Repercusiones del Bienestar Biológico Al igual que el bienestar social, psicológico, familiar y sexual, la salud también se ve afectada de manera considerable cuando se lleva un estilo de vida permeado de la cultura patriarcal, debido a que esta no es precisamente nuestra área, pero es importante de mencionar, nos limitaremos a hablar sólo de algunas: ● Negación de apoyo Médico: El bienestar biológico que forma parte del área médica de atención es necesario para poder tener un estado de salud más adecuado con lo que el negarse a acudir a médicos o médicas, debido a la idea interiorizada en el varón macho mexicano de que se muestra debilidad al pedir ayuda a quien sea, lo que ocasiona una afectación directa a la salud, pues una falta de prevención y atención a diferentes tipos de enfermedades ya sea de carácter agudo o crónico puede desencadenar en una vida con una calidad deficiente e incluso una esperanza de vida menor; todo esto debido a cuestiones de orgullo e imposición de la masculinidad hegemónica. ● Conductas de riesgo: Llamamos de “conductas de riesgo” a toda conducta o acto que tiene la potencialidad de afectar al sujeto de forma nociva o hasta mortal. Estas conductas, diferentes de las acciones peligrosas o arriesgadas realizadas cuando las circunstancias lo exigen, reflejan una atracción por el riesgo y, en especial, por las sensaciones fuertes relacionadas con el enfrentamiento con el peligro y la muerte. Las principales conductas de riesgo son la conducción arriesgada, favorecida por la ingestión de drogas y/o de alcohol y, sobre todo, por factores de agresividad interiorizada; los deportes de riesgo y, sobre todo, los llamados deportes extremos, desviaciones de la actividad deportiva en las que la asunción de riesgos y el desafío al peligro son elementos centrales; por último nos gustaría mencionar la ruleta rusa, juego que constituye, de

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forma emblemática en la sociedad mexicana, una excepcional representación de las conductas de riesgo. Estas conductas a la par de la exacerbación de la virilidad, algo típico de la sociedad patriarcal, hacen que hombres de todas las edades se lesionen o mueran debido a éstas circunstancias; en el hombre adulto mayor el tener que seguir comprobando que “aún es hombre” hace que repita una serie de actividades que pueden afectar de manera drástica su integridad física, no estamos afirmando que los adultos mayores no puedan realizar las actividades que deseen, solo hacemos el hincapié en que la posible causa de que lo hagan de manera constante y arriesgada está relacionado con la consigna patriarcal de demostrar lo macho que son ante otros hombres, debido a que la masculinidad depende de cómo las y los demás te vean. ● Automedicación: es la medicación sin consejo médico. Crea diversos problemas si no se tienen suficientes conocimientos. Algunas de estas complicaciones son las siguientes: Disminuir la efectividad de los antibióticos en la persona que los toma y generación de cepas de bacterias resistentes al antibiótico, que pueden infectar a otras personas e Intoxicación. Esto está íntimamente ligado con la negación al apoyo médico, complementando el riesgo al bienestar del hombre adulto mayor. Una particularidad de ésta repercusión es la automedicación del sildenafilo (famoso por su formato comercial llamado “viagra”, producido por la empresa Pfizer) el cual en México, a pesar de las restricciones, es sencillo de conseguir por contrabando el cual en muchos casos esta caducado o es otra sustancia, su abuso puede ocasionar severas complicaciones cardíacas y hepáticas lo cual es un factor de riesgo en la salud de los varones adultos mayores. ❏ Repercusiones Familiares Dentro de las culturas latinas la familia juega un papel muy importante en la vida de las personas, y cobra un significado especial como importante red de apoyo para las y los adultos mayores. Numerosos estudios han mencionado que el cónyuge y los hijos son los principales actores de este tipo de red sean corresidentes o no (Montes de Oca, 2008). Así mismo, también dentro de la cultura patriarcal la familia es uno de los pilares y promotores del mantenimiento y reproducción de las ideas, creencias y actitudes que fundamentan este sistema social. Debido a que la familia es el sistema en donde se empieza a fomentar la cultura patriarcal, también es en donde se pueden observar numerosas repercusiones asociadas a la asignación de roles que deben representar hombres y mujeres, así como a la creación de lazos afectivos sólidos que pueden afectar al bienestar psicológico, social y familiar de las personas y, como es el caso de éste ensayo, de los varones adultos mayores, cuyas vivencias, experiencias y aprendizajes muchas veces se ven reflejadas de manera más notoria durante ésta etapa. A continuación enlistamos algunas repercusiones asociadas a ésta área: ● Relación con la pareja: Un aspecto importante de la cultura patriarcal, y que se manifiesta en el estilo de vida que se lleva, son los roles sociales que les son asignados a los hombres y a las mujeres, en donde ellas, debido a su naturaleza biológica, tienen cumplir su papel como madres, esposas y amas de casa, mientras que el hombre funge su papel como proveedor y protector de la familia, principalmente mediante actividades laborales. Es entonces que al momento de llegar a la jubilación y, de manera más evidente, a la viudez la vida de los hombres adultos mayores sufre importantes cambios que se reflejan en su bienestar.

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La viudez representa la disolución parcial de la familia originaria o, por lo menos, del enlace matrimonial del cual devienen otras transformaciones importantes en el curso de vida (Tovar, 1999; Pérez Cárdenas e Infante, 2005). En la actualidad representa una transición popularmente relacionada con la entrada a la etapa de vejez, de hecho puede considerarse como un evento crucial que genera reacomodos en el sistema de apoyo familiar. Los estudiosos de la viudez mencionan que este evento tiene un significado diferente en función del número de años que se vivieron como pareja, del género de quien vive la viudez, de la descendencia y número de la misma, de los recursos financieros de los cónyuges y, finalmente, de la memoria afectiva en la familia, la cual se genera a partir de la convivencia intergeneracional (Montes de Oca, 2011). Por la forma en que fueron educados estos varones, las esposas representan un lazo afectivo fundamental, así como un apoyo en el contexto doméstico y familiar, pues son ellas quienes resuelven las cuestiones de la vida cotidiana; así mismo, generan y cuidan los vínculos con los familiares, vecinos y amigos, por lo que al fallecer la esposa éstos hombres se encuentran frente a situaciones y actividades de índole domésticas y familiares con las que nunca se habían topado durante la vida debido a las tareas asignadas a su rol. Esto tiene como repercusión no sólo la pérdida de un lazo afectivo y social importante sino también una transformación de su vida cotidiana, ya que además de ya no desempeñarse en el ámbito laboral, cuya actividad era una base de su identidad, ahora también tienen que desempeñarse en las tareas del hogar, para las cuales no fueron preparados y no son socialmente aceptadas de realizar por un hombre ya que es trabajo de mujeres, lo que genera desacuerdo e incomodidad. O en el caso de los adultos mayores cuyas hijas o hijos, aunque generalmente son mujeres, asumen las tareas antes realizadas por la esposa o les llevan a vivir a su casa, se desarrolla un cambio de jerarquía y de roles pues ahora el padre pasa a depender de las hijas o hijos, invirtiendo la relación de ser ellos los proveedores a ser ahora proveídos o dependientes, lo que afecta tanto sus relaciones familiares, como a su identidad y bienestar psicológico. ● Paternidad Deficiente: La paternidad implica un lazo intergeneracional entre personas, que varía según los universos socioculturales y las épocas en las cuales se inscribe. Se trata de un fenómeno universal de socialización por el cual se transmiten mensajes sobre diferentes aspectos de la vida en familia y en sociedad. Un aspecto importante es que en México, como en muchas culturas latinas la paternidad está asociada sólo con la reproducción, mientras que la crianza es considerada actividad de las madres. La figura paterna, tanto su presencia como su ausencia, enseña de diferentes maneras, ya sea directa o indirectamente, a las hijas y los hijos lo que se puede esperar (o no) de un hombre, de su lugar, de su importancia, etcétera. Estos mensajes sobre la hombría y las relaciones de género son los que servirán como modelo para las futuras relaciones intergeneracionales, donde los hijos estén viviendo su madurez y los padres la vejez; en México la cuestión del rol de proveedor parece extremadamente central en la visión que han tenido los hombres sobre su padre, con lo que al momento de dejar de producir, no solo termina su título de hombre sino también el de padre proveedor, dejando al adulto mayor en una situación de pérdida de identidad masculina. Una particularidad exclusiva de la paternidad basada en el estilo de vida patriarcal es el de que a los hijos se les ve como personas a las cuales pasar estas enseñanzas masculinas, ya que ellos son los que se encargarán de mantener las tradiciones y continuar el legado, en algunas familias hay

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hombres que promueven a sus hijos a que salgan del hogar paternal a los 18 años, lo cual genera una relación que, aunada a otros factores como poco involucramiento emocional, puede resultar bastante conflictiva. En el caso de las hijas no se observa de manera tan aguda una relación conflictiva ya que a éstas se les enseña a respetar a la familia y que ésta sea su prioridad, en donde el papá, debido a su calidad de hombre, debe ser honrado y obedecido; sin embargo los conflictos pueden surgir cuando la voluntad del marido, ya que según la cultura patriarcal la mujer siempre estará bajo el “cuidado” del algún hombre, se contrapone con la del esposo o, como se dijo anteriormente, cuando el padre vive con ellas y su papel se limita al de observador de las interacciones familiares de la nueva familia de su hija. Las repercusiones mencionadas para ambos casos sumados a la noción de que los hombres no puede hablar de sus sentimientos ni pedir ayuda, genera que las relaciones familiares se vayan desgastando e incluso que se llegue al punto de que se les abandone, ya sea en un asilo, ya sea en alguna institución de salud o en su propio espacio de vida. ● Poco Involucramiento emocional con hijos e hijas: Uno de los preceptos de la masculinidad hegemónica es el de no demostrar los sentimientos debido a una conexión directa con estos y la feminidad, por lo que esta actividad está totalmente rechaza por no ser del ámbito masculino, esto no solamente afecta al individuo como revisamos en los trastornos somatomorfos, sino que también afecta el ámbito familiar debido a que la falta de cariño expresado a los hijos e hijas impide el desarrollo de un contacto sano y duradero con esta parte de la familia, transformándose en “patriarcas” a lo que las demás personas de la familia los ven como dictadores o personajes a los cuales no se les atribuye algo lo suficientemente positivo como para crear un vínculo afectivo, por lo que cuando estos hombres pierden el poder masculino clásico, tanto los hijos cómo las hijas pueden llegar a alejarse de él o a ya no querer tener más contacto, el cual más adelante también puede afectar en su relación con nietos o nietas, y por lo tanto en su bienestar, pues el varón adulto mayor pierde posibilidades de relacionarse. Una forma que observamos esta repercusión en específico es cuando estos hombres terminan en un estado tan solitario que incluso en su lecho de muerte piden ver a su familia por última vez y esta se niega, teniendo afectado el último momento de su vida de manera extremadamente negativa. ❏ Repercusiones Sexuales y de relación de pareja El término “sexualidad” se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser un ser humano: Basada en el sexo, incluye al género, las identidades de sexo y género, la orientación sexual, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor, y la reproducción. Se experimenta o se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales (Amssac, 2000). La sexualidad dentro del estilo de vida patriarcal tiene una importancia fundamental principalmente en cuestiones de identidad masculina, debido a que la misma recae en el supuesto de que todo hombre no solo desea expresar su sexualidad sino que necesita y debe hacerlo de manera constante; en esta visión de la sexualidad se confunde el erotismo con la genitalidad, el amor y la vinculación afectiva como posesión de la otra persona.

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Algunas de las principales repercusiones en el bienestar sexual que podemos detectar son las siguientes: ● Hiper-genitalización: La dinámica violenta que se vive en las sociedades patriarcales esta caracterizada por una constante genitalización de las relaciones sociales, particularidad que se expresa en las diferentes acciones y conductas con las que se relaciona con mujeres y otros hombres, como pueden ser el acoso sexual callejero (miradas, violencia verbal, exhibicionismo o tocamientos indeseados), violencia sexual a mujeres y otros hombres, abusos sexuales, incesto, etc. En el caso de los varones, debido a la interiorización tan arraigada de ésta forma de relacionarse con las y los demás, buscan seguir repitiendo esta serie de patrones; sin embargo al llegar a la vejez se topan con una barrera ya que debido a las asociaciones de la vejez con la decrepitud, y con la poca fuerza física, les lleva a ser considerados como “viejos verdes”, “raboverdes” o como perversos, a pesar de tener las mismas actitudes y conductas que cuando eran jóvenes. Sin embargo esta hiper- genitalización también está asociada al otro lado del espectro que es la impotencia sexual, en donde se cree que por el hecho de ser ancianos, así como algunas afecciones asociadas a la edad, como es la lentitud del proceso para llegar a la erección, provocan que los hombres ya no puedan tener relaciones sexuales, afectando a la percepción de su sexualidad, como un área de su vida desgastada o inexistente, en donde se enfatiza la idea de que las relaciones coitales son la única forma de expresar la sexualidad, dejando de lado otras posibilidades como el erotismo ● Conductas sexuales de riesgo: Asociado a la genitalización de muchos aspectos de la vida cotidiana están las conductas de riesgo, en donde la reafirmación de la masculinidad clásica está relacionada con la mayor cantidad de parejas sexuales, incluyendo en este grupo a las y los profesionales del sexo, situaciones en las que la idea de usar un método de protección contra ITS (Infecciones de transmisión sexual) o VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), así como de métodos anticonceptivos, está relacionada con una enmasculinización, lo que lleva a un riesgo de salud, tanto para los hombres como para las parejas sexuales. Esto sumado a una falta de cultura de revisión médica, así como de adherimiento a los cuidados al momento de adquirir una ITS lleva a que tengan una menor esperanza de vida o, en el caso de que lleguen a la vejez, que estas infecciones afecten de manera significativa a su salud. ● Incapacidad de desarrollo de amistad profunda con mujeres: Dentro del patriarcado y característicamente desde el punto de vista masculino, se percibe a las mujeres de forma dicotómica como la madre o como objeto sexual, éste último en donde se representa a la figura femenina como receptáculos de la voluntad y placer del hombre por lo que al momento de intentar establecer una relación con el género femenino se limita a la búsqueda de parejas sexuales sin pensar de la posibilidad de poder entablar una amistad duradera y significativa, lo que tiene como repercusión una reducción de las potenciales redes sociales de apoyo al momento de llegar a la vejez. Conclusión En conclusión, se ha presentado el material anterior con el objetivo de abonar a los estudios de género, masculinidades y al estudio del adulto mayor, para así tener un marco de referencia para la profundización del tema, a partir de lo descrito anteriormente entendemos por lo tanto que un hombre que tuvo un proceso de vida con características patriarcales, a la hora de confrontarse con su vejez puede llegar a tener algunas de las repercusiones aquí mencionadas.

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TÍTULO: PROYECTOS DE VIDA EN CUIDADORES PRIMARIOS E INFORMALES ADULTOS MAYORES. ESTUDIO DE CASO ÚNICO PONENTE: Lic. Beatriz Pérez Quintana INSTITUCIÓN: Universidad de Oriente. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] Aspectos Introductorios Los cambios sociodemográficos experimentados en los últimos años a nivel mundial indican que la población anciana es la que con mayor rapidez está aumentado. Este acelerado crecimiento de los adultos mayores es un fenómeno indiscutible en la actualidad, que se debe esencialmente al mejoramiento de la atención médica, sanitaria y político–social. Cuba se integra a esta realidad y desde el pasado siglo cuenta con gran porcentaje de ancianos. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE, 2012) la cifra de adultos mayores cubanos en el 2012 ascendía a 2 041 392, representando un 18,3% de envejecimiento. Martínez (2012) refiere que la mayor tasa de ancianos por territorios del país se encuentra distribuida entre La Habana, Villa Clara, Santiago de Cuba y Holguín al ser las provincias más pobladas de ancianos, aglutinando un 37,9 % de dicha población. En la provincia Santiago de Cuba existe un total de 171610 personas de más de 60 años, lo cual constituye un 18,3 %, siendo Santiago el municipio más envejecido de dicha provincia. El arribo a los 60 años pauta la llegada, socialmente reconocida, a la adultez mayor como nueva etapa de vida (citado en Pérez, 2013), haciéndose más visible el envejecimiento pues es un proceso que se acentúa precisamente en la vejez, ocurriendo de forma paulatina un deterioro orgánico de manera natural e inevitable resultado de la propia evolución. Reseña Martínez (2012) que en gran parte de esta población se evidencia una elevada prevalencia de enfermedades, que en muchos casos pueden ser invalidantes, demandando de ayuda no solo médica, sino social y familiar. Esta situación de invalidismo puede desencadenar, en algunos sujetos que cursan la etapa, la aparición de la “dependencia”, así como la necesidad del apoyo de otras personas para poder realizar incluso aquellas actividades básicas que forman parte de la cotidianidad, lo cual implica recibir cuidados, esencialmente familiares, para desempeñarlas y satisfacer dichas necesidades. A los miembros de la familia que ocupan la máxima responsabilidad en el cuidado de los enfermos, sin poseer una capacitación previa y sin ser remunerados por esta tarea se les denomina “cuidadores informales” (Baster, 2011), existiendo un elevado grado de compromiso, determinado ante todo por el afecto, la entrega y una atención y dedicación sin límites de horarios. Esta labor es desempeñada principalmente por los familiares, vecinos o personas muy allegadas según destaca Espín (2010); sin embargo, dentro de la familia no todos asumen de igual manera el cuidado de los ancianos. Muchas veces se convierten en cuidadores principales o primarios, o sea, los que asumen la total responsabilidad en esta tarea, personas que también sobrepasan los 60 años: esto se debe a varias causas, fundamentalmente asociadas al funcionamiento y estructura familiar; la incorporación continua y creciente de la mujer al trabajo y la estructuración de núcleos familiares cada vez más pequeños, compuestos por una o dos personas, así como la representación que de los viejos tienen en este grupo y en nuestra sociedad en general. A la llegada de la vejez, asociada al evento de la jubilación laboral, (Cuevas, 2009) se produce un cambio en la posición y función que desempeña la persona vieja en la sociedad y específicamente en su familia. Las tareas asignadas a los ancianos, según refieren Díaz, Soler y García (1998), se

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relacionan básicamente con el mantenimiento de la higiene, el cuidado de menores, la atención del cónyuge y la participación en otras labores domésticas, por considerarse culturalmente que son los que disponen de mayor tiempo libre, o que sus actividades son menos importantes, o sencillamente, que su vida ha llegado a un punto de ruptura con la sociedad donde realizar este tipo de actividades es “lo que les toca”. Lo anterior se contradice con la cantidad de enfermedades crónicas no trasmisibles que debutan o se profundizan en esta etapa y la idea de dependencia y deterioro que esta realidad impone en la sociedad. Cuba se ha convertido en un país que ha hecho crecer considerablemente la esperanza de vida al nacer, sin alcanzar los mismos resultados en la calidad de vida de sus gerontes. Sin embargo, la presencia de cuidadores adultos mayores es hoy un hecho, marcada sobre todo por el propio avance del envejecimiento poblacional y la aparición de personas que pasan de los 80 años. Son muchas las características que se recogen en la literatura con el fin de elaborar un perfil del cuidador, destacándose la frecuencia con que se olvidan de identificar y cumplir con sus propias necesidades, la afectación de su vida social, salud mental y hábitos de la vida cotidiana. Presentan a largo plazo, síntomas asociados a la ansiedad y depresión, influyendo en dicha aparición el estrés permanente derivado de las exigencias físicas y psicológicas que provoca la ejecución habitual de la labor, debido a la severidad de la enfermedad del receptor de atención, la cantidad de cuidado o supervisión requerida y la relación diádica establecida entre cuidador-cuidado, así como la ausencia de actividades sociales; todo lo cual conlleva al detrimento de su propia calidad de vida y una ausencia de proyecciones futuras (Dejo y Llanos, 2000; Espín, 2008) , aunque también se reportan vivencias positivas del ejercicio de esta labor (Lawton, Moos, Kleban, Glicksman y Rovine, 1991 citado en Espín, 2010). La experiencia de ser cuidador modifica la vida de las personas de manera importante, esta actividad va más allá de tener una tarea o responsabilidad por otra persona generando una forma de vida y relación diferente consigo mismo, con la persona cuidada y con la sociedad, lo que pudiera generar desarrollo psicológico y el consecuente bienestar subjetivo u obstaculizar el mismo, desencadenando malestares y enfermedades asociadas. En su arista negativa, se convierte el cuidador, como refiere Espín (2010) en una persona que no trasciende la inmediatez de la cotidianidad, que posee motivaciones poco estables o jerarquizadas rígidamente, que no se moviliza en pos de lograr sus metas o aspiraciones, con ausencia de una planificación de la vida que supere lo “establecido” en su día a día; experimentando malestares ante la reducción de espacios de intercambio social e insertándose en otros que no son siempre potenciadores de una participación activa. En estudios realizados en nuestro país (Espín, 2010) se encontró que los mayores porcentajes de cuidadores corresponden al sexo femenino y el 40,6% de ellos pertenece al grupo de 60 años y más, que si bien aún no es la mayoría, es un porciento estimable que sigue en ascenso. Ello demuestra la necesidad de estudiar el grupo de los cuidadores que cursan la tercera edad y sobre todo los modos de asumir y adaptarse a esta etapa del ciclo vital, teniendo en cuenta esta labor, pues se denota en la práctica social, la autolimitación en los diferentes espacios de actuación de dichos sujetos. Esta problemática se expresa también en las múltiples formas de hacerse viejo desde los estigmas sociales fijados por nuestra sociedad. Así en la vejez, puede aparecer una falta de proyección futura y una posición pasiva ante la vida, en respuesta a las asignaciones sociales que consideran que esta etapa constituye el final de la misma y no un periodo de nuevos aprendizajes y de crecimiento personal. Unido a ello, la experiencia de ser cuidador adulto mayor en este periodo vital puede marcar una pérdida de sentido personal y una inadecuada percepción de la posición

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social que ocupa el adulto mayor, la cual está determinada no solo por el hecho de cuidar a otros, sino por ideas preconcebidas que estigmatizan el lugar que “le corresponde al viejo cuidador”, impidiéndosele lograr una expresión individualizada de sus proyectos de vida. Todo lo mencionado introduce en nuestras reflexiones otra contradicción pues limita que el cuidador pueda disfrutar a plenitud de las “supuestas” ventajas que le ofrece la vejez como etapa de desarrollo, evidenciándose la necesidad de realizar investigaciones que estudien precisamente en los cuidadores mayores todo el proceso relacionado con sus proyecciones futuras. De esta forma algunos estudios (Lawton, Moos, Kleban, Glicksman y Rovine, 1991 citado en Espín, 2010) declaran que el proyecto de vida es la formación psicológica que más se afecta desde la perspectiva del cuidador viejo pues se ve mermado esencialmente el vínculo social y por tanto este tema se convierte en la puerta de entrada de una investigación que privilegia el diagnóstico psicológico de los mecanismos que intervienen en el cambio, a partir de los recursos ganados en cada etapa del ciclo vital. Los proyectos de vida como categoría psicológica integran, según Cuevas (2013), los contenidos anticipatorios, la capacidad de orientación y la capacidad de acción del sujeto, expresándose a partir de los sentidos personales del mismo, partiendo de la vida que se ha tenido, de las experiencias y motivaciones, etc., lo que pauta la relevancia de dicha categoría para el desempeño exitoso y el saludable funcionamiento psicológico en la etapa así como el afrontamiento a la labor del cuidador. La categoría proyecto de vida, se articulará en la presente investigación como uno de los elementos fundamentales del desarrollo del adulto mayor, esencial también para el cuidador. La misma se sistematizará desde las aportaciones teóricas de Ovidio D´Angelo (1994) y González Rey (1997) asumiendo la perspectiva del Enfoque Histórico Cultural, desde donde se trabajarán los indicadores de proyecto de vida, utilizados en la presente investigación. Constituyen antecedentes del presente estudio, los aportes brindados por Espín (2010), Espín et al. (s/f), Lluch, Morales, Cabrera y Betancourt (2010); Serrana y Mihoff (2013), los cuales abordan los aspectos básicos que caracterizan a los cuidadores, resaltándose la sobrecarga y el estrés al que pueden estar sometidos y las afectaciones en sus proyectos vitales. Lluch, Morales, Cabrera y Betancourt (2010) se centran específicamente en la calidad de vida del cuidador primario y en la repercusión psicológica del desempeño de dicha labor, a través de un detallado perfil del cuidador informal. Sobre la configuración de los proyectos en la vejez, figura como el antecedente más inmediato las investigaciones realizadas por Cuevas (2009, 2013), que aportan recursos válidos para estudiar en el adulto mayor proyectos de vida, desde una postura psicológica y no geriátrica, mostrando las elevadas posibilidades que ofrece la etapa de estructurar proyectos de vida desarrolladores y saludables. Aunque ya hemos declarado algunas en párrafos anteriores, explicitaremos las contradicciones que en el plano teórico y socio-psicológico aún dificultan la comprensión y tratamiento de la problemática analizada en este grupo poblacional: Siendo el grupo de adultos mayores uno de los que ocupa el eslabón más elevado en la escala demográfica actual de nuestro país y los proyectos de vida, una de las formaciones motivacionales que más se puede afectar con el arribo a dicha etapa, se privilegia, desde las investigaciones actuales, el estudio de dicha categoría psicológica en la etapa de la juventud abordando esencialmente temáticas como la orientación vocacional: ¿Se precisa desde la ciencia encontrar los elementos que explican y pueden subvertir este fenómeno?.

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En la literatura se recogen aspectos que destacan la complejidad y estabilidad que debe alcanzarse con la llegada de la vejez en prácticamente todo el sistema personológico, debido a la sabiduría adquirida y la necesidad de trascender a través del contacto social; sin embargo la cotidianidad de los adultos mayores (y sobre todo de los cuidadores viejos) muestra una conducta opuesta a esta regularidad: ¿Cuáles serán, desde el contexto histórico – social, los elementos que nos permiten comprender este proceso e incidir sosteniblemente en esta dinámica?. En las investigaciones existentes asociadas al tema de los cuidados, se hace alusión al impacto positivo y negativo del desempeño de esta labor, pero no se valora adecuadamente sobre el proceso que determina la existencia de uno u otro polo, de forma tal que las intervenciones sociopsicológicas están dirigidas principalmente a potenciar el bienestar o eliminar los elementos negativos del cuidado sin claridad de las particularidades que movilizan este cambio: ¿Qué elementos se actualizan para determinar un impacto positivo o negativo en cada sujeto particular? Las investigaciones actuales que estudian el desempeño de los cuidadores, no se centran en el proceso de configuración de los proyectos de vida ante el desempeño de la labor del cuidador primario cuando es un adulto mayor, lo cual se hace necesario partiendo de que la población de adultos mayores se convierte, según estudios cubanos que recogen el perfil del cuidador, en el segundo grupo etario más grande de cuidadores: ¿Cómo se relacionan las características de la etapa, singularizadas en la Situación Social del Desarrollo de cada individuo con el desempeño de la labor, contextualizada en su historia de vida?. La relación contradictoria que se advierte en el desarrollo teórico sobre el tema, en la sociedad y el desarrollo psicológico de este grupo poblacional así como la interacción entre estos tres componentes, permiten demostrar la necesidad científica de esta investigación, al estudiar a profundidad la dinámica procesal y temporal que se establece entre los proyectos de vida y la labor del cuidador en la vejez, por lo que se privilegia el diseño de estudio de caso único para alcanzar dicha profundidad teórica y explorar una nueva perspectiva que aporte resultados significativos, al permitir relacionar las conclusiones dicotómicas de los estudios realizados e interconectar las realidades de las que parten dichas contradicciones. Nos proponemos como problema de investigación: ¿Cómo se reestructuran los proyectos de vida en cuidadores primarios adultos mayores? Objetivo General: Valorar el proceso de reestructuración de los proyectos de vida en cuidadores primarios adultos mayores a partir de un estudio de caso único de carácter instrumental. Objetivos específicos: Caracterizar la labor del cuidador primario adulto mayor durante su tránsito por la etapa. Caracterizar los Proyectos de vida en sujetos cuidadores primarios adultos mayores antes y después de incorporarse a esta tarea. Idea a defender: La reestructuración de los proyectos de vida en cuidadores primarios adultos mayores, destaca como fenómeno dinámico e histórico y está mediado por la forma en que los cambios sociopsicológicos, singularizados en la incorporación y tránsito por la etapa, modelan y dinamizan el desarrollo de esta labor. Los resultados de la presente investigación reportarán una visión holística, singular, contextual e histórica del proceso estudiado, ampliando y dinamizando el conocimiento al respecto y arrojando luz sobre los elementos que permiten un entendimiento significativo y humanista del mismo de forma tal que se comprenda desde el entramado teórico a cada sujeto en particular y que a la vez,

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la esencialidad del mismo, nos permita incorporar nuevos sentidos en la compresión del proceso estudiado. Aspectos metodológicos Metodología Para realizar esta investigación, nos basaremos en la metodología cualitativa, cuyo fundamento epistemológico defiende una realidad integradora, humanista y flexible, donde se concibe el sujeto como eje central de la investigación y protagonista en la construcción del conocimiento, siendo activo y capaz de transformar el entorno, transformándose a su vez, él mismo. Se emplea el Método Biográfico debido a que el interés fundamental del presente estudio radica en la comprensión del caso particular con que se trabajará, a través del alegato de la sujeto investigada. Posibilita relatar y mostrar testimonios cargados de acontecimientos, así como de sentidos, interpretaciones y valoraciones sobre la historia personal del sujeto de estudio y cómo interpreta su conducta y la de los demás. Permite además captar la totalidad de una experiencia biográfica, en el tiempo y en el espacio. Se puede estudiar la perspectiva temporal y abarcadora que recoge el cambio de los procesos que se estudian. A través del mismo se podrá entender el proyecto de vida como formación motivacional compleja en esta sujeto y cómo se ha estructurado en las etapas estudiadas, explorando el cambio que se da ante la llegada de la vejez como nueva etapa del desarrollo y el enfrentamiento a una nueva tarea, de cuidadora de su cónyuge. Sujeto de la investigación EMRO, sexo femenino, de 70 años de edad, cuidadora informal y primaria de su esposo hace aproximadamente 5 ó 6 años. Convive con este y un nieto de 14 años del que también es cuidadora. Tiene 2 hijos, 3 nietos y 1 bisnieto. Está casada hace 47 años. Graduada de Técnico Medio en Derecho y alcanzó el título de duodécimo grado. Ha sido cuidadora informal y primaria en diferentes etapas de su vida (adultez media y adultez mayor), dedicándose a la tarea de forma permanente, por más de veinte años. Sin embargo, ante el desempeño de la labor durante la vejez y frente a otro tipo de cuidados y sujeto receptor de los mismos, se evidencian malestares y conflictos. De forma tal que los cambios en la etapa del ciclo vital y las características del cuidado que debe aportar, así como su vivencia diferente del proceso, la señalan como sujeto crucial para entender la reestructuración del proyecto de vida partiendo de la dinámica de estas relaciones a través de su historia de vida.

APP: APF:

Artritis reumatoide deformante Colitis ulcerativa ideopática Cardiopatía Hipertensión arterial Neoplasia

Diagnóstico del enfermo receptor de cuidados: Policitemia Vera y neuropatía (isquemia cerebral). Depende de ella prácticamente para el desempeño de todas las actividades cotidianas de la vida diaria además presenta el síntoma de incontinencia urinaria Por las múltiples isquemias cerebrales que ha sufrido, así como por el diagnóstico de Policitemia Vera (que posee desde que cumplió los 30 años y consiste en una alteración de los glóbulos rojos pues se encuentran por encima de las cifras normales), presenta constantemente vértigo y en ocasiones las isquemias transitorias conllevan a la aparición de desorientación alopsíquica y autopsíquica, así como a una atención distráctil, lentitud en

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pensamiento y disgregación del mismo, conllevando a un estado de confusión mental que puede durar poco tiempo o varios días. Técnica entrevista en profundidad. Resultados Fundamentales Se refleja la familia como la esfera fundamental en la que se han articulado los principales proyectos de vida durante diferentes etapas del ciclo vital, ocupando un lugar fundamental los hijos y nietos. Se destaca la configuración de sus proyectos de vida partiendo del desempeño de la labor de abuela cuidadora; convirtiéndose este desempeño en una fuente importante de disfrute y satisfacción personal. Aparece el rol de cuidadora de su esposo, labor en la que se desarrolla sin poseer ningún tipo de preparación, ante la misma no se perciben sentimientos positivos y es una tarea que ha conllevado a que su tiempo libre se encuentre cada vez más mermado. La labor de abuela cuidadora en la que se desempeñó durante gran parte de su vida fue una tarea asumida, sin embargo, el cuidado de su esposo, se constituye en una tarea asignada; ambas están marcadas por estereotipos de género, pero la primera permite satisfacer una necesidad y la otra no, apreciándose una ruptura entre la necesidad y sus motivos de satisfacción. Las actividades que se enfocan fuera del ámbito familiar, se conciben desde la perspectiva pasada, privilegiando como más desarrolladoras y positivas etapas anteriores del desarrollo, lo cual afecta el desarrollo psicológico que debe alcanzarse al llegar la vejez y las posibilidades de realización futura. Las condiciones y tipo de cuidado, marcan una situación vital peculiar, requiriéndose en la vejez de unos patrones adaptativos sólidos y de la reutilización de recursos y estrategias de otras etapas del desarrollo para hacer frente a este fenómeno (cuidar siendo viejo). Aparece la influencia que tiene el imaginario social que se construye acerca del ser mujer y madre y las supuestas responsabilidades propias de estos roles. De este modo, existen estereotipos y normas que pautan, no solo el cómo la sociedad ve a la sujeto, sino cómo esta se percibe a sí misma y se comporta de manera coherente con dichas concepciones. Se muestra un sistema motivacional poco estable y escasamente estructurado, que no permiten una búsqueda de satisfacciones y necesidades personales en la vejez, etapa en la que la sujeto no ha alcanzado logros como el pensamiento postformal que le permitiría ser más flexible y asertiva en sus relaciones con el mundo y consigo misma. Los procesos autorreferativos se muestran inestables, justo cuando en esta etapa, la autovaloración, autoconcepto, autodeterminación y autoestima, deberían haberse estabilizado y complejizado; por todo lo anterior se refleja que no se ha alcanzado la integridad del yo. Identificándose que al establecerse de manera explícita un conflicto con el receptor de los cuidados, que de manera inconsciente está regulando su comportamiento, se frena su entrada a la etapa y se limita el desarrollo de los procesos psicológicos, incluidos los proyectos de vida. Esto se debe esencialmente al modo en que se asume la etapa partiendo del desempeño de la labor de cuidado de su esposo, no así mientras cuidaba a los nietos que se mostraba estable y orientada hacia el futuro, siendo consciente de sus propias potencialidades y posibilidades para alcanzar sus proyectos vitales y hacia este logro direccionaba su comportamiento. Ante esta contradicción podemos comprender que los proyectos de vida se deberían configurar teniendo en cuenta los acontecimientos, las posibilidades y la actitud ante la etapa y ante la vida, el desarrollo psicológico alcanzado y la aparición de un comportamiento adaptado a los nuevos roles y situaciones que surjan en dicha etapa.

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Conclusiones - El ofrecer cuidados en los momentos en que la sujeto entra y cursa la vejez se convierte en una fuente potenciadora de malestares pues es una tarea actualmente asignada, basada en un vínculo emocional negativo, que rompe la estabilidad emocional de la sujeto, lograda al asumir voluntariamente dicha tarea en la etapa anterior. El no incluir esta tarea en una estructura motivacional que le permita asumirla personalizadamente provoca que: -la percepción de carga y preocupaciones superen los beneficios y satisfacciones alcanzados. -el proceso de ajuste con la nueva tarea no se ha producido, marcado además por una visión estereotipada de la vejez que limita el desarrollo psicológico en la etapa. -La reestructuración de los proyectos de vida en esta cuidadora está marcada por los conflictos presentes a nivel personológico pues la adaptación a las nuevas condiciones tanto sociales como biológicas que los años traen consigo (tarea fundamental de la etapa), y la integridad del yo (como neoformación) no se logran, debido precisamente a que mantiene la significación de su vida en el pasado por lo que no acepta las contradicciones del presente, (la asunción del nuevo rol de cuidados) y no podrá orientar y regular su comportamiento hacia una planificación futura, dando lugar más que a una reestructuración, a una pérdida del proyecto de vida. -La reestructuración de los proyectos de vida en cuidadores adultos mayores precisa: -el logro de la adaptación a la vejez, dígase complejización e integración de las configuraciones psicológicas, que le permitan al sujeto desarrollar los recursos personológicos necesarios para enfrentar las contradicciones sociopsicológicas devenidas en la etapa. - este desarrollo se constituya como premisa para incorporar la labor de cuidado dentro de los planes vitales personales, lo que facilitará la reorientación psicológica y regulación efectiva del desarrollo en la vejez y frente a la tarea. Esto pondrá al sujeto en posibilidad de planificación, control y bienestar. Recomendaciones A los profesionales del Departamento de Psicología de la Universidad de Oriente: Desarrollar investigaciones encaminadas a la implementación de estrategias de intervención para promover el desarrollo psicológico en adultos mayores cuidadores. Desarrollar un estudio desde la perspectiva de género, que pudiera profundizar el conocimiento sobre esta mediación en la labor del cuidador y el desarrollo psicológico en la vejez por constituir la etapa más estigmatizada socialmente. Bibliografía: Baster Moro, Juan Carlos. (2011). Adultos mayores en funciones de cuidadores de ancianos. Memoria para optar al Título de Máster, Universidad de Ciencias Médicas de Holguín. Cuevas Beltrán (2009). Propuesta de una estrategia de intervención para potenciar proyectos de vida en mujeres de la 3ra Edad. Tesis de Licenciatura. Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. _____________ (2013). Configuración subjetiva de los proyectos de vida en adultos mayores. Tesis de Maestría. Universidad de Oriente, Santiago de Cuba. Dejo y Llanos (2000). Sentido de coherencia, afrontamiento y sobrecarga en cuidadores familiares de ancianos con enfermedad crónica. Revista Cubana de Medicina General Integral, 14(6), 548-5. D´Angelo, O. (1994). Modelo integrativo de los proyectos de vida. Provida. La Habana: Editorial Pueblo y Educación. De los Reyes (2011).Construyendo el concepto cuidador de ancianos. IV Reunión de Antropología de MERCOSUL. Foro de Investigación: Envejecimiento de la población en el Mercosur. Curitiba. Brasil

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TÍTULO: ESTRUCTURA PSICOLÓGICA DE LA FAMILIA MEXICANA

PONENTE: Valeria Guadalupe Torres Bermúdez AUTOR: Valeria Guadalupe Torres Bermúdez INSTITUCIÓN: Universidad Del Valle de Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] La familia es la base de toda sociedad independientemente de la cultura que se esté hablando. Dentro de cada familia se enseñan valores universales los cuales son puestos en práctica por los hijos, para mejora o desmejora de una sociedad en conjunto. A continuación se pone de manifiesto cómo se constituye una familia mexicana, exponiendo el rol que ejerce cada integrante y como estos han hecho modificaciones a través de los años a la estructura psicológica de la familia. En México, la base de la estructura familiar es la familia nuclear en donde los integrantes son padre, madre e hijos, sin embargo, es común que a este tipo de familia se integren personas que correspondan a otras generaciones como abuelos, tíos, primos, sobrinos, etc. Esta unión ha traído un cambio importante en cuanto a la estructura familiar ya que se pueden observar modificaciones: económicas, de interacción y por lo tanto se ha originado un cambio en cuanto a la crianza de los hijos. La estructura psicológica de una familia mexicana está compuesta por un padre autoritario símbolo de fuerza, el cual necesita de un primogénito a quien heredarle su apellido, enseñarle tareas rudas y varoniles dignas de un hombre rígido y frío que difícilmente o nunca expresa sus emociones. Es importante resaltar que la función del hombre dentro de la familia es la de proveer los recursos económicos para satisfacer las necesidades de alimentación, vestido, vivienda y educación para todos los miembros de la familia, es por esto que en la mayoría de las familias mexicanas el padre está ausente. Por tal motivo el hombre se involucra muy poco en las labores domésticas y en la educación de los hijos, es decir, dentro de la familia el padre se considera como figura máxima de autoridad la cual debe ser respetada, por lo tanto los padres llegan a ser temidos, lo cual les hace creer que su autoridad está siendo respetada. Por otra parte, para que este rol del hombre sea ejecutado, es indispensable la absoluta sumisión y auto sacrificio de la mujer la cual solo tiene derecho a las tareas del hogar y a educar a las hijas con un estricto apego a la religión católica (mas predominante en México) para convertirlas en amas de casa y enseñarles todo tipo de actividades domésticas, la relación entre madre e hijos se hace intensa y sobreprotectora. A partir de los años sesentas las madres de familia se vieron en la necesidad de incluirse en el mundo laboral a raíz de que los recursos que proveía el hombre no fueron suficientes para cubrir todas las necesidades de la familia, lo cual fue uno de los factores más importantes para que surgiera un cambio en la estructura familiar del mexicano, ya que con el hecho de que ella trabajara, el hombre tuvo que ceder a compartir su rol, sin embargo, la madre sigue manteniendo su papel de servir en el hogar, es decir, para la mujer solo significó una acumulación de trabajo, ya que debe trabajar, proveer recursos económicos al hogar sin descuidar su papel de madre y educadora con sus hijos y manteniendo el papel de esposa sumisa respetando el rol autoritario de su esposo. Dentro de esta estructura familiar el niño debe ser totalmente obediente a sus superiores y referirse con respeto hacia ellos, de no ser de esta manera sus padres los regañarán y los castigarán físicamente. Existen cambios muy significativos en cuanto al sexo del hijo ya que esto

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determinará la manera en que los padres lo educarán, es decir, un hijo varón es educado para “no rajarse” (no darse por vencido fácilmente), para desarrollar su masculinidad desde una edad temprana a través de juegos rudos que exhiban su gran fuerza física. Posteriormente y a lo largo de su crecimiento los hijos varones deberán mostrar una gran masculinidad que gire en torno a los ámbitos sexuales, esto con la finalidad de que a los padres no les quepa ni la menor duda de que su hijo es totalmente heterosexual y que, por lo tanto han hecho una gran labor educándolo. Por otra parte, la manera de educar a las hijas es muy diferente, ya que desde pequeñas ellas deben mostrar un gran interés por las tareas domésticas, son educadas para ayudar a su madre a servir a su padre y a sus hermanos varones. La mujer debe mostrar su absoluta femineidad a partir de juegos con muñecas u objetos que sirvan para los quehaceres del hogar. Uno de los aspectos fundamentales en cuanto a la educación de las mujeres dentro de una familia mexicana son los valores religiosos que les son inculcados a las mujeres desde niñas, es decir, los padres muestran una fuerte preocupación porque sus hijas no inicien una vida sexual activa antes del matrimonio, porque sólo así sentirán que han hecho un buen papel en inculcarles valores morales a sus hijas para que de esta manera encuentren un buen esposo y sean mujeres bien vistas por la sociedad. Lo mencionado anteriormente nos proporciona una perspectiva general en cuanto a los roles que ejercen los miembros típicos de una familia mexicana, sin embargo, es importante tomar en cuenta que, como toda sociedad, la familia mexicana ha ido revolucionando. Actualmente en México la estructura familiar en cuanto a miembros, es muy diversa ya que menos de la mitad de las familias mexicanas siguen siendo nucleares, ahora muchas estas son monoparentales, en donde la mayor prevalencia es que las madres sean solteras, sin embargo, es en este punto en donde surge una singularidad observable, la estructura familiar en cuanto a miembros es muy cambiante, pero en cuanto a roles sigue siendo la misma, es decir, una madre soltera la cual se podría decir que está encargada totalmente de la educación de su hijo siempre busca figuras de más autoridad, de preferencia masculina, en la mayoría de los casos el abuelo de su hijo, el tío, el padrino, el hermano mayor y en ocasiones hasta alguien ajeno a la familia, con la finalidad de mantener la unión y buscar un equilibrio. Un aspecto muy significativo dentro de la estructura familiar es el matrimonio, dentro de este hay características muy remarcadas que son más fácil de comprender a partir de que conocemos como ha sido la educación de los padres de familia, por ejemplo, el hombre busca una mujer virgen que sepa cocinar bien, que sea altamente fértil y sana para que le de los hijos que merece. Otro aspecto muy importante del matrimonio es que la mujer tiene menos derechos y autoridad que el hombre, y en el aspecto sexual no es la excepción. La sociedad mexicana premia la procreación de la mujer vedando su sexualidad. Se considera que a partir de la poca sexualidad que existe en el matrimonio mexicano surgen problemas de interacción y esto se ve reflejado en la poca organización para educar a sus hijos mutuamente. Cabe resaltar, que esto es un panorama general, sin embargo estas relaciones matrimoniales dependen de muchos otros factores, uno de los más importantes es la clase social, la manera en que fueron educados y el ejemplo de matrimonio que tuvieron cada uno de los cónyuges. Por otra parte, en la cultura mexicana son de suma importancia los valores morales y religiosos. Utilizados como freno y control en la conducta de los hijos, con la idea de generar una codependencia para permanecer unidos. Valores morales y religiosos que son impartidos por parte de los padres para después ser reproducidos por los hijos, en este caso es el catolicismo, por ser la religión de mayor prevalencia en México. Dichos valores son inculcados con el fin de tener

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una identidad propia como familia, identidad que hace a cada familia diferente a las demás y que estos sean pasados de generación en generación. La identidad de la que se habla tiene mucho que ver con el apellido que identifica a la familia, y por lo tanto tiene que ver con la autoridad del progenitor que ha heredado su apellido. Los valores impregnados en la familia mexicana son muchos, entre los más importantes está el amor, la responsabilidad, el respeto, la honestidad, etc. Que su principal objetivo es mantener unida a la familia a toda costa. Considerando los cambios globales por los cuales pasa toda cultura, la estructura psicológica de la familia mexicana ha sufrido modificaciones importantes en cuanto a los miembros que la conforman, pero en todas prevalece un padre proveedor que es figura de autoridad, una madre sumisa e hijos que reproducen los valores con los que fueron educados y de esta manera se va modificando la sociedad, ya sea positiva o negativamente. Referencias bibliográficas: Guerrero, R. D. (1994). Psicología del Mexicano. Mexico: Trillas. Ramírez, Santiago. (1977). El mexicano, psicología de sus motivaciones. México: Grijalbo. Eguiluz, Luz de Lourdes. (2004). Terapia familiar. México: Pax

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TÍTULO: ADAPTABILIDAD FAMILIAR ANTE UNA CRISIS PARANORMATIVA PONENTE: Diana Rosa Hidalgo Martinola INSTITUCIÓN: Universidad de Oriente. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] “ … quien ha andado la vida y ha vivido en palacios, sabe que no hay mejor palacio que la casa de familia…” José Martí. Introducción: La familia es una unidad social constituida por un grupo de dos o más personas, unidas por vínculos consanguíneos, de adopción, de conyugalidad, afectivos y/o cohabituacionales, o sea, pueden vivir o no en un mismo espacio. Constituye la instancia de intermediación entre el individuo y la sociedad. Es el espacio por excelencia para el desarrollo de la identidad, las creencias, los valores, y para la conformación y configuración de la personalidad. Como institución socializadora que es, cumple una serie de funciones, que están encaminadas a garantizar el pleno desarrollo y bienestar de cada uno de sus miembros, entre las que se encuentran; la función biológica, la función económica y la función cultural - espiritual. Como resultado de estas funciones se cumple la función educativa que incluye, la función de crianza y la función de culturalización y socialización. Esta vendría siendo una suprafunción que se concreta en el adecuado cumplimiento de las anteriores. Otra función que no por última es la menos importante es la función de apoyo y protección psicosocial, que es una de las principales finalidades de la familia, pues esta puede ejercer un efecto protector y estabilizador frente a los trastornos mentales y frente a los problemas de cualquier otra índole. La familia facilita la adaptación de sus miembros a las nuevas circunstancias en relación con el entorno social. De ahí que la familia es reconocida como la red de apoyo social más cercana y de más fácil acceso a los individuos. Se reconoce su finalidad protectora y amortiguadoras de los eventos estresantes de sus integrantes, además la presencia de relaciones familiares, de pareja y su funcionamiento adecuado contribuye al bienestar y la salud mental y física, así como su ausencia puede generar males y vulnerabilidad al distrés. El pleno cumplimiento o equilibrio de las funciones familiares contribuye a que exista una mayor funcionalidad dentro, a la vez de que la misma disponga de los recursos adaptativos para enfrentar los eventos normativos o paranormativos que se producen en el transcurso de su ciclo vital. 1.0: Crisis paranormativas y normativas. Como se ha venido abordando con anterioridad la familia al estar compuesta por un conjunto de individuos, se comprende como un sistema que está en constante evolución debido a la interacción que se produce en ella mediante sus miembros. De ahí que esta para configurarse atraviese por diferentes momentos o estadios de su Ciclo Vital. Muchos y de variada naturaleza son los acontecimientos que pueden ocurrir en este ciclo vital familiar algunos pueden ser de carácter accidental y por lo general tener un significado

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negativo, ya que están relacionados con pérdidas inesperadas; también pueden ser acontecimientos relacionados con situaciones que afectan la moral o la integridad de una familia según sus patrones valorativos. Estos tipos de eventos se conocen como crisis paranormativas, o sea que son fuera de lo normal e irrumpen en el ritmo común de toda familia. Son eventos producidos en el macrocontexto o por situaciones no previsibles como las enfermedades imprevisibles o estigmatizantes, las separaciones y la muerte a destiempo. Los acontecimientos antes mencionados no marcan las etapas del ciclo vital pero sí generan cambios que influyen en el desarrollo familiar. Ninguna familia queda exenta de atravesar una crisis o muchos tipos de crisis a lo largo de su existencia. El hecho de vivirlas no es directamente causa de disfunción familiar, sino el modo como se enfrentan, así como la capacidad que tenga la familia de movilizar formas alternativas y afrontamientos visibles y potenciadores de desarrollo frente a este tipo de circunstancias. De ahí que el impacto de estos acontecimientos tendrá una repercusión familiar variable en función del significado que tengan en cada familia. Sin embargo a pesar de la intensidad del impacto, la familia siempre se expone a una situación de prueba. 1 Estas crisis por si mismas no son las únicas que demandan la búsqueda de alternativas y recursos adaptativos dentro de la dinámica familiar, se hacen acompañar de situaciones y eventos propios de cada familia, sin los cuales no fuera posible su constitución y evolución como sistema. Nos referimos entonces a la serie de acontecimientos que marcan el paso de una etapa a otra del Ciclo Vital, conocidos como crisis normativas. Estas pueden ser: el Matrimonio o Emparejamiento, el Nacimiento de un Hijo, la salida de un Hijo del Hogar o la Muerte del Cónyuge. Estas forman parte de la cotidianeidad familiar y son de necesario cumplimiento aunque no obligatorio, porque algunas pueden no ocurrir en el ciclo vital familiar. A pesar de estas crisis normativas o no, la familia como grupo tiene fuerzas internas propias que la hacen capaz de asimilar las transformaciones del medio social, lo que es a su vez fuente de su desarrollo. En el caso específico de la familia que es objeto de análisis en el presente trabajo, se tendrá en cuenta la concurrencia de dos crisis en su ciclo vital, el nacimiento del primer hijo como crisis normativa y el diagnóstico de una enfermedad no previsible a uno de sus miembros, en este caso Insuficiencia Renal Crónica en grado terminal (IRCT).

2.0: Insuficiencia Renal Crónica: La IRC es una alteración progresiva, con un ritmo de deterioro variable en función de la etiología de la enfermedad renal y del propio paciente. Se define como un daño estructural y/o funcional del riñón, independientemente de la causa que lo originó, por un período de 3 o más meses y su diagnóstico puede ser realizado según uno de los criterios siguientes: 1. Daño del riñón evidente por la presencia de marcadores de daño, entre los principales: en la orina: proteinuria, microalbuminuria, hematuria, en la sangre: creatinina sérica elevada, en estudios de imágenes: alteraciones patológicas o histológicas. 2. Disminución de la función renal2 1 Arés Muzio, Patricia: Psicología de la Familia 2 Artículo: Avances en enfermedad Renal Crónica.

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La mayoría de los pacientes diagnosticados con IRCT son sometidos a tratamientos sustitutivos de la función del riñón, conocidos como Diálisis y Hemodiálisis. En los casos que resulta pertinente y posible se lleva a cabo el trasplante renal. El sujeto de nuestro núcleo familiar que padece esta patología recibe tratamiento de hemodiálisis tres veces durante la semana en el Hospital Provincial: Saturnino Lora de Santiago de Cuba. La Hemodiálisis: es un tratamiento que produce una serie de complicaciones, que son fuentes de malestar para los pacientes, tales como: hipotensión arterial, calambres musculares, náuseas, vómitos, dolor en el pecho y en la espalda, cefaleas, fiebre, escalofríos y arritmias cardiacas. A largo plazo pueden aparecer infecciones virales que se trasmiten por la sangre, Hepatitis B y C y hasta corren el riesgo de contraer el VIH, aunque no es común en nuestro país, por todas las medidas de bioprotección que se toman con los productos de la sangre y sus derivados. 3 Un aspecto importante que afecta esta enfermedad es la subjetividad de estas personas ya que cambia rotundamente su estilo de vida, son personas en las que se afecta mucho la autoimagen, la autovaloración. En nuestro país frecuentemente se han realizado varios estudios psicológicos con personas que padecen esta enfermedad la mayoría de ellos, se inclinan a la evaluación de las alteraciones psíquicas y de la calidad de vida, así como, la modificación de creencias, sentimientos y conductas que solo permiten perpetuar a la enfermedad como el centro de sus vidas, limitando el papel activo que pueden asumir los sujetos como vivenciadores del proceso y entes activos en su recuperación. Un aspecto importante que ha quedado a la saga de las investigaciones relacionadas con la IRCT es lo relacionado con el sistema familiar de estos pacientes, donde al tenerla en cuenta solo se ha visto el apoyo de la familia hacia estas personas, y se ha descuidado las implicaciones que ha tenido para el funcionamiento familiar la tenencia de personas con este tipo de enfermedad; pues la relación entre el apoyo de la familia y las personas con la enfermedad de IRCT se establece fundamentalmente en el proceso de afrontamiento y de adaptación a la enfermedad. La familia es reconocida como la red de apoyo social más cercana y de más fácil acceso a los individuos, se reconoce su función protectora y amortiguadora en los eventos estresantes de sus miembros, además la presencia de relaciones familiares, de pareja y su funcionamiento adecuado contribuye al bienestar y la salud física y mental, así como su ausencia puede generar malestar y vulnerabilidad al distrés. Por lo expuesto anteriormente nos proponemos como: Objetivo: - Caracterizar la funcionalidad familiar a partir de la dimensión de flexibilidad y adaptabilidad activa ante los cambios de una familia con un miembro portador de Insuficiencia Renal Crónica en grado Terminal. Presentación del caso:

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Oduardo Ramírez, Gervasio: Factores psicosociales presentes en pacientes nefróticos crónicos en grado terminal. 2010-2011

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Familia extensa, compuesta por cuatro miembros de generaciones diferentes, el subsistema conyugal está compuesto por una pareja que vive en unión libre, la mujer tiene 37 años de edad y se desempeña como Socióloga en el Hospital General: Juan Bruno Zayas. Su conyugue el sujeto O.Q.F. tiene 50 años de edad y trabaja como jefe de almacén en una panadería, este recibe tratamiento de hemodiálisis en el Hospital Provincial: Saturnino Lora debido a que padece Insuficiencia Renal Crónica en estado Terminal, diagnosticada hace dos años y medio. Ambos tienen una niña de dos años. Conviven además con la madre de la mujer, la cual tiene 66 años de edad, es ama de casa y padece de una Enfermedad Cardiovascular por la cual fue intervenida quirúrgicamente. Esta familia tiene un tiempo de constitución de hace aproximadamente tres años y se encuentra en la etapa de extensión, que tuvo como punto de partida el nacimiento del primer hijo. Reside en una zona semiurbana de la provincia Santiago de Cuba, específicamente en el reparto Flores. Las condiciones higiénicas- sanitarias y materiales de la vivienda son buenas, se aprecia un buen desenvolvimiento económico, y una adecuada organización. Desarrollo:

El proceso de evaluación y diagnóstico se llevó a cabo la mayor parte de las sesiones en la sala de hemodiálisis del Hospital Provincial: Saturnino Lora, donde el sujeto realizaba el tratamiento de hemodiálisis durante cuatro horas, en el caso de que no hubieran complicaciones. Este desde el primer momento se mostró muy dispuesto y comunicativo, incluso fue él quien nos eligió para que realizáramos nuestro trabajo, tras la petición de la psicóloga. A la hora de la aplicación de las técnicas y la realización de las entrevistas, las condiciones ambientales no fueron favorecedoras del proceso, ya que, en la sala el sujeto estaba acompañado por otras personas que también se estaban haciendo el tratamiento y por las enfermeras y médicos encargados de los cuidados y la medicación de los pacientes. Algunos de ellos en ocasiones interrumpieron la sesión por requerimientos necesarios referidos al proceso de la hemodiálisis o simplemente interrumpían las respuestas del sujeto cuestionando sus intervenciones. De ahí que tuvimos en cuenta que las respuestas del sujeto pueden haber sido falseadas o enmascaradas para dar una buena imagen delante de estas personas. Otro punto que atentó en contra de la aplicación de las técnicas fue la imposibilidad del sujeto de escribir, debido a la posición en que se encontraba (acostado) por causa del tratamiento, ya que tuvimos que leerles las técnicas para poder aplicarlas y escribir sus respuestas, y también en este proceso estaba mediando el ruido del lugar por las máquinas, el televisor y las personas que estaban en el local, por lo que se hacia difícil la escucha y los resultados obtenidos pueden tener sus errores a raíz de esta situación. Con el fin de corroborar las informaciones obtenidas a través del sujeto y de contactar con su familia que también es objetivo de nuestra investigación nos dirigimos a su hogar, donde se pudo establecer varios encuentros con su esposa y su suegra sin la presencia de él y con todos juntos. Estos momentos fueron mucho más productivos, se pudo obtener información acerca del funcionamiento familiar, y en estas circunstancias el sujeto se mostró más sincero. Se apreció que los miembros de la familia en ausencia del sujeto que padece IRCT mostraron mayor apertura al diálogo, al contrario de lo que ocurría mientras él estaba presente, pues se evidenció que querían aparentar bienestar y felicidad para no afectarle.

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En sentido general el proceso de evaluación fue fructífero se logró obtener la información requerida y se estableció una relación empática con la familia estudiada. Fue una experiencia muy significativa para nosotros y aumentó nuestra motivación hacia la carrera, así como también nos entrenó para nuestro futuro actuar como profesionales de la Psicología, además nos aportó una nueva manera de conducirnos en nuestras familias. Indicadores para evaluar el nivel de adaptabilidad de la familia estudiada: La caracterización de la familia se realizará a partir definir teóricamente la dimensión de flexibilidad y adaptabilidad activa a los cambios y determinar los principales indicadores que dan cuenta de ella: Nivel de flexibilidad y adaptabilidad activa a los cambios: evalúa la estabilidad de la familia a través de la capacidad de movilizar formas alternativas y afrontamientos viables frente a circunstancias sociales e intrafamiliares que requieren una reestructuración dentro de su seno4. -Familia con elevado nivel de adaptabilidad: Logra adaptarse de manera activa y consciente a las distintas exigencias, preservando la integridad de la estructura y fomentando el desarrollo psicosocial de cada uno de sus elementos. -Familia con un bajo nivel de adaptabilidad: . Escaso cumplimiento del período de referencia de los eventos vitales. . Superposiciones, aceleración del ciclo. . Conductas de resistencia o negación para aceptar los eventos normativos y paranormativos. . Escasa capacidad para la elaboración de pérdidas y duelos Técnicas aplicadas y sus objetivos: Entrevista inicial: se realizó con el objetivo de conocer al sujeto y a través de él acceder a las características más generales de su sistema familiar. Así como presentarnos al sujeto, solicitar su colaboración, esclareciendo nuestros propósitos, el beneficio que el estudio le pudiera producir a él y sus familiares y comenzar a establecer la empatía. (Anexo1) Cuestionario Familiar: el mismo no se utilizó en su totalidad se seleccionaron tres fragmentos, ya que el resto de las cuestiones que evalúa fueron agotadas a través de la observación y la entrevista en profundidad. Se utilizó con el fin de caracterizar algunos aspectos referidos a la funcionalidad de esta familia, a raíz de la enfermedad de uno de sus miembros. (Anexo2) Observación: se utilizó con el objetivo de contrastar la información obtenida en las técnicas con el lenguaje corporal de los sujetos. Esta es válida para todas las sesiones de trabajo. (Anexo 3) Entrevista en profundidad: se llevaron a cabo tres sesiones con el fin de explorar diferentes dimensiones de la familia, teniendo como eje central la dimensión de 4 Arés Muzio, Patricia: Psicología de la Familia una aproximación a su estudio.

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flexibilidad y adaptabilidad activa a los cambios. Estas se realizaron de manera individual a los miembros del grupo familiar. (Anexo 4) Test de Funcionamiento Familiar: Se aplicó con el objetivo de explorar el dinamismo familiar a partir de los siguientes indicadores: cohesión, armonía, comunicación, permeabilidad, afectividad, roles y adaptabilidad. (Anexo 5) Análisis de los resultados por técnicas:  Observación: Los sujetos se mostraron colaborativos ante las tareas propuestas, En algunas ocasiones se evidenció que el lenguaje gestual y verbal eran discordantes, dando cuenta de conflictos en temas referentes a la enfermedad de uno de los miembros del núcleo familiar, pues esta situación se daba principalmente, cuando se tocaban temáticas referidas a la enfermedad y su afrontamiento, así como los cambios que produjo en la familia. En el caso específico del miembro del sistema familiar que padece IRCT la observación arrojó conductas de cansancio en los momentos en que la evaluación se realizaba durante la hemodiálisis. También se apreció vigilancia por parte del sujeto acerca de quienes escuchaban lo que él decía y esto en cierta medida influenció las respuestas. Se realizó no solo la observación a cada miembro del grupo familiar, sino también el clima y el ambiente de la familia, dando cuenta de la existencia de buenas condiciones materiales, adecuada organización, sin embargo cuando estaba presente el miembro que padece de IRCT se pudo observar un ambiente de tensión, pues trataban de evitar mencionar aspectos de la enfermedad, sobre todo aquellos relacionados con el momento en que apareció la enfermedad y los cambios que esta supuso.  Cuestionario familiar: Se aplicó a cada miembro excepto a la niña de dos años de edad. No se aplicó en su totalidad, se escogieron los ítems 8, 9, 10, pues los demás fueron analizados en la observación. En el ítems 8 se evidenció una uniformidad en las respuestas, las actividades se realizan entre todos excepto en el área doméstica, donde la mayoría de las tareas recaen en la esposa y la suegra, esto se pudo analizar con mayor precisión en la entrevista en profundidad realizada a cada miembro, pues al ser esta técnica de tipo estructurada, sabían la intencionalidad de las mismas, lo que afectó en gran medida la veracidad de las respuestas. También se evidencia que en el área económica la mayor responsabilidad recae en el hombre, sin embargo la esposa no está de acuerdo, puesto que ella al igual que él mantiene la casa. En el ítems 9 se evidencia que los miembros del grupo familiar quieren dar una buena imagen de la funcionalidad, sin embargo al hacer una triangulación de las respuestas se pone de manifiesto la falta de concordancia entre lo que plantean unos y otros. Se aprecia un adecuado cumplimiento de la función de apoyo, así como de la función afectiva la cual se expresa a través de la unidad que dicen tener y en la identificación que sienten hacia su propia familia. Las actividades desde el punto de vista recreativo como son las celebraciones, se ven limitadas producto a la enfermedad de uno de sus miembros, esto ha provocado un descontento en la esposa, la cual estaba adaptada a ciertos rituales que ya no pueden realizarse de la misma forma, ni con la misma intensidad, además de que esto puede afectar la función afectiva y cultural-espiritual, puesto que a través de los mismos se crean espacios para la socialización, para la expresión de los sentimientos y

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para el desarrollo de las relaciones interpersonales. Existe un adecuado conocimiento de los límites y reglas de cada miembro. La distribución de roles parece ser equitativa menos en lo referido a las tareas domésticas, de igual manera hay un adecuado cumplimiento del rol de madre y padre. De manera general como hemos mencionado anteriormente, consideramos que en esta pregunta hay un enmascaramiento por parte de los sujetos acerca de su realidad familiar, debido a la diversidad de respuestas obtenidas. Lo que nos hace interpretar que hay contradicciones al interior de la familia, sobre todo en los temas referidos a la distribución de los roles en las tareas del hogar, la comunicación y a la capacidad de la familia de responder a los cambios. Algo que resulta interesante, son los comentarios que realizan en el momento de aplicación del cuestionario, referidos a la enfermedad del sujeto. Tales elementos pueden dar cuenta de disfuncionalidad familiar. El ítem 10 a nuestro juicio refleja sinceridad por parte de los miembros del sistema familiar. Cada uno siente distintas emociones por su familia; los estados emocionales de la suegra se direccionan hacia lo ‘’negativo’’ y son de desesperación, ansiedad y temor. El hombre por su parte refleja todo lo contrario dice sentir satisfacción, felicidad y tranquilidad dando cuenta de que a pesar de estar enfermo se siente apoyado por la familia. La mujer del mismo presenta ambivalencia afectiva hacia la familia que se mueve desde la depresión hasta la felicidad. Dando cuenta de que sobre ella recae toda la carga familiar y es quien debe lograr el equilibrio de esta, ya que no solo debe pensar en el bienestar de su conyugue que padece IRCT, sino también en el de su madre quien además está enferma, y en el de su hija que es pequeña y necesita cuidados.  Test de funcionamiento familiar: Se aplicó a la pareja porque son los que toman la mayor parte de las decisiones en la familia. En el caso del hombre se obtuvo una calificación de 62 puntos dando cuenta de funcionalidad familiar, sin embargo en el caso de la mujer la calificación fue de 39 puntos lo que se traduce en disfuncionalidad familiar. Evidenciándose los esfuerzos que hace la mujer para que se esposo se sienta apoyado debido a su enfermedad, pero al precio de enfrentar esta crisis de manera inadecuada, pues la comunicación entre ellos está afectada porque no es capaz de decirle lo que siente, la mayor responsabilidad del hogar recae en ella. Al tratar de sobrellevar la enfermedad, se pierde la capacidad de crítica y la búsqueda de alternativas para expresar lo que piensa sin que dañe la armonía familiar.  Entrevistas en profundidad: La entrevista en profundidad permitió visualizar la verdadera dinámica familiar, pues a través de las preguntas realizadas a cada miembro se pudo explorar elementos que quedaron imprecisos en las técnicas aplicadas durante todo el proceso de diagnóstico familiar, así como caracterizar el nivel de adaptabilidad a los cambios que presenta esta familia. La familia objeto de estudio lleva alrededor de tres años de constitución, durante este tiempo ha atravesado por una serie de cambios que han repercutido en su funcionamiento. Dos de ellos son una crisis normativa dada por el nacimiento del primer hijo por parte de la mujer, pues el hombre se casó anteriormente y tuvo una hija con quien no mantiene vínculos afectivos ni de ningún tipo, ya que su unión actual fue la causa de su divorcio. Este acontecimiento marca la etapa de extensión del ciclo vital familiar, fue un hijo deseado por lo que este acontecimiento fue gratificante para la familia, supuso la asunción de nuevos roles para cada uno de sus miembros. Casi simultáneo a este evento se produjo una crisis paranormativa caracterizada por una enfermedad grave (IRCT) diagnosticada a uno de sus miembros, en este caso a la figura masculina. Esto ha tenido una repercusión negativa en la familia, pues ha

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desestructurado en gran medida el funcionamiento familiar ya que ha supuesto una serie de cambios que no han sido manejados de la mejor manera posible. Apreciándose que en la familia: los roles genéricos no están distribuidos de manera equitativa, ya que la mujer y la suegra son quienes tienen una mayor responsabilidad en el cuidado de la hija y las labores domésticas, dígase aquí desde cocinar, lavar, arreglar algo, etc. La posición de poder o ‘’cabeza de la familia’’ aparentemente la tiene el hombre, ya que este es el principal proveedor económico. Además la familia posee concepciones machistas que hacen que sus miembros lo coloquen en este lugar aunque actualmente no lo ejerza. Sin embargo aunque no es asumido de manera consciente es la mujer quien realmente se hace cargo de la mayoría de las actividades. Entre los cambios que se han producido están las conductas de evitación, pues la mujer se cohíbe de hablar determinados temas con su pareja para evitar conflictos y discrepancias, dando cuenta de una comunicación inadecuado, donde hay límite de temas y donde cada quien de forma clara no puede expresar sus necesidades. La enfermedad es el eje central de esta conducta evitativa pues se tratan de obviar aspectos como la disminución en el rendimiento sexual, la sobrecarga de tareas, menor tiempo de actividades en conjunto y recreativas, que constituyen insatisfacciones, pero no son expresadas. Dentro del sistema familiar la suegra no es tenida en cuenta para la toma de decisiones, la misma refiere: ‘’ellos están en su mundo y yo en el mío’’, dando cuenta de que su criterio no es considerado y que a la vez esta asume una actitud pasiva, pues no moviliza su comportamiento en función de hacer valer su opinión, lo que siente y piensa con respecto a todo lo que está sucediendo. Cree que por ser de la tercera edad y de otra generación no es necesario que su criterio sea tenido en cuenta. Además la misma siente miedo y angustia de dejar a su hija sola cuando ella muera, pues ante la enfermedad del esposo esta ha tenido que hacerse cargo de las responsabilidades del hogar, del trabajo y de su hija. Al contrario de su mujer y su suegra el sujeto que padece IRCT se siente apoyado porque la familia hace todo lo posible para demostrarle que todo está bien debido a su enfermedad, tratan de sobrellevarlo, de no exigirle, de evitar conflictos y discusiones a costa del malestar y la preocupación que sienten los demás miembros. Poniéndose de manifiesto la función de apoyo y protección, recurso con el cual cuenta la familia para lograr la estabilidad, lo que no es puesto en práctica de manera adecuada; pues apoyar no significa sobreproteger y sacrificar o aplazar la satisfacción de las necesidades de otros. Integración de los resultados: La familia estudiada es extensa compuesta por cuatro miembros tres adultos y un menor, posee buenas condiciones materiales de higiene y orden. Se pudo observar un ambiente de tensión, pues trataban de evitar mencionar aspectos de la enfermedad que padece uno de sus miembros (IRCT), sobre todo aquellos relacionados con el momento en que apareció la enfermedad y los cambios que esta supuso. La posición de poder es asumida por el hombre, así lo ha asignado la familia, pues además de ser el principal sostenedor económico, conservan las concepciones machistas de que el hombre es quien manda en el hogar, a pesar de que las técnicas aplicadas dan cuenta de que la mujer es quien se hace cargo de la mayor parte de las responsabilidades, debido a la enfermedad de su conyugue. Los roles genéricos no están distribuidos de manera equitativa, las mujeres son quienes desempeñan las tareas domésticas y el hombre limita su labor solo al suministro de

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dinero. Los límites y los espacios son respetados por cada uno de los miembros, pero se han establecido de manera tan rígida que la suegra no puede dar su opinión en los asuntos de su hija y el esposo, poniendo a esta en una posición pasiva dentro del sistema familiar. Debido a la ocurrencia de una crisis paranormativa (enfermedad de uno de los miembros, IRCT) la familia ha desarrollado alternativas y modos de afrontamientos que no han resultado ser los más adecuados para lograr un ambiente familiar armónico; pues se han asumido conductas pasivas por parte de suegra quien ha decido quedarse al margen de la situación, evitativas y sobreprotectoras por parte de la mujer quien ha tratado de evadir conflictos y contradicciones necesarios para la búsqueda de soluciones en las que todas las partes obtengan ganancias. También se aprecia que la misma para complacer a su marido, ha tenido que aplazar e insatisfacer sus necesidades, produciéndole malestares que son sobrellevados a través de la tolerancia, la paciencia y el quererse según ella plantea. Estas conductas o estilos de afrontamientos no son potenciadores de una adaptación activa de la familia ante la crisis y tampoco propician que el sujeto tenga una verdadera crítica de su enfermedad y sea capaz de vivir con la misma conociendo sus limitaciones. Estas alternativas desarrolladas por la familia en función de lograr la adaptabilidad, han generado además estilos comunicativos inadecuados, ya que los miembros del grupo familiar no pueden expresar de manera clara y directa sus opiniones, preocupaciones y necesidades. Los temas a tratar en la comunicación se ven limitados, pues aquellos relacionados con la enfermedad del sujeto, las dificultades y preocupaciones que tiene la familia en torno a esta no son abordados en su totalidad para no generarle malestares. Propuestas de Intervención:  Promover espacios de comunicación entre los miembros del núcleo familiar donde se aborde el tema de la enfermedad de manera clara y directa, que cada uno exprese sus opiniones, necesidades, preocupaciones y se tengan en consideración para resolver conflictos y tomar decisiones.  Modificar a través del trabajo grupal las representaciones y concepciones machistas que posee la familia en cuanto al rol de ser hombre o mujer.  Potenciar en los miembros de la familia actitudes críticas y activas ante la crisis, para generar nuevas estrategias de afrontamiento, que garanticen un mayor grado de adaptabilidad y por consiguiente, un mayor nivel de funcionalidad. Conclusiones: El análisis integral de la técnicas aplicadas arrojaron como principales resultados, que producto a la crisis paranormativa, o sea la enfermedad grave de uno de sus miembros, el cual presenta Insuficiencia Renal Crónica en grado Terminal (IRCT), la adaptabilidad en la familia se ha caracterizado por adoptar conductas o mecanismos de afrontamientos que no son los más adecuados como: conductas de evitación, de pasividad y de sobreprotección, es decir, que no se han adaptado de manera activa a los cambios, pues las alternativas asumidas no contribuyen en su totalidad al desarrollo psicosocial de cada uno de sus miembros. Todo esto ha provocado en la familia indicadores de disfuncionalidad, se asumen estilos de comunicación inadecuados, no son capaces de expresar de manera clara y directa sus opiniones, preocupaciones y necesidades; los temas a tratar se ven limitados, pues aquellos relacionados con la enfermedad del sujeto, no son abordados en su totalidad para no generarle malestares. Las responsabilidades del hogar recaen fundamentalmente en una sola persona, es decir, los roles genéricos no están distribuidos de manera equitativa, las mujeres son quienes desempeñan las tareas

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domésticas y el hombre limita su labor solo al suministro de dinero. En consecuencia la adaptabilidad familiar no es favorecedora del pleno bienestar y desarrollo de cada uno de sus miembros. Bibliografía: - Arés Muzio, Patricia: Psicología de la Familia: libro nuevo en versión digital. -Arés Muzio, Patricia: Psicología de la Familia: una aproximación a su estudio. La Habana 2002. Editorial Félix Varela. -Oduardo Ramírez, Gervasio: Factores psicosociales presentes en pacientes nefróticos crónicos en grado terminal. 2010-2011

-Artículo: Avances en la enfermedad Renal Crónica. Anexo 1: Entrevista inicial:  Variables sociodemográficas de la familia.  Composición familiar: miembros, tipos de familia.  Posible problemática que afecta la dinámica familiar. Anexo 3: Guía de Observación: -Conductas no verbales: Expresiones faciales. Movimientos corporales. -Dimensión vocal: Tono de la voz. -Dimensión temporal: Velocidad de las ideas. . -Dimensión verbalística: Vocabulario -Apariencia física. -Actitud ante la tarea. -Actitud ante el examinador. Pérdida de la idea central Anexo 4: Entrevistas en profundidad: Tema 1: Crisis por las que ha atravesado la familia (normativas y paranormativas). Tema 2: Cambios a nivel individual y a nivel grupal que ha provocado la enfermedad (IRCT) en la familia. Tema 3: Alternativas o modos de afrontamiento ante la crisis paranormativa. Tema4: Recursos con que cuenta la familia para lograr una adaptación desarrolladora ante los cambios. Anexo 5:

Test de funcionamiento familiar A continuación les presentamos una serie de situaciones que pueden ocurrir o no en una familia. Necesitamos que usted clasifique y marque con una ( X ) la respuesta según la frecuencia en que ocurra la situación.

Casi nunca veces 1- Se toman decisiones

veces

veces _____

Pocas siempre _____

A _____

Muchas ___x__

Casi _____

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para cosas importantes de la familia. 2- En mi casa predomina _____ _____ _____ _____ ___x___ la armonía. 3- En mi familia cada uno cumple sus responsabilidades. _____ _____ _____ ___x___ ______ 4- Las manifestaciones de cariño forman parte de nuestra vida cotidiana. _____ _____ ______ ___x___ ______ 5- Nos expresamos sin in situaciones, de forma clara y directa. _____ ______ ______ ____x__ ______ 6- Podemos aceptar los defectos de los demás y sobrellevarlos. ______ ______ ______ ______ __x____ 7- Toman las experiencias de otra familia ante situaciones difíciles. ______ ______ ____x__ ______ _____ 8- Cuando alguien de la familia tiene un problema los demás lo ayudan. ______ ______ _______ _______ ___x___ 9- Se distribuyen las tareas de forma que nadie este sobrecargado. _____ _______ ___x____ _______ _______ 10- Las costumbres familiares pueden modificarse ante situaciones dadas. _____ _______ ___x____ _______ _______ 11- Podemos conversar diversos temas sin temor. _____ ______ _______ _____x__ _______ 12- Ante una situación familiar difícil somos capaces de buscar ayuda en otras personas. ______ _______ ___x____ ______ _______ 13- Los intereses y necesidades de cada cual son respetados. ______ _______ ______ ______ ____x___ 14- Nos demostramos el cariño que nos tenemos. ______ _______ _______ ______ __x____

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TÍTULO: LA VIOLENCIA INTRAFAMILIAR EN EL ÁMBITO COMUNITARIO PONENTE: Ariadna Pérez Bello INSTITUCIÓN: Universidad de Oriente. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected]

Introducción La comunidad objeto de estudio fue fundada hace 55 años aproximadamente, se encuentra en el reparto “Castillo Duany” del Consejo Popular Altamira, está constituida por 39 viviendas y 110 habitantes, de los cuales sólo 24 están vinculados laboralmente; 7 son profesionales y existen dos militantes del partido (PCC) y tres de la juventud (UJC) . Se compone también por 7 niños de 0 a 5 años, 9 niños de 6 a 10 años, 14 adolescentes comprendidos en las edades de 11 a 18 años y 32 jóvenes que se encuentran en las edades de 19 a 35 años, y el resto son adultos medios y mayores. De las 39 casas, 5 están en pésimas condiciones como consecuencia del paso del huracán Sandy y el resto presentan entre regulares y buenas condiciones habitacionales. En la comunidad se manifiestan creencias religiosas, como el cristianismo y las creencias en santos de origen afrocubano. En muchos de los casos estas creencias guían y orientan el comportamiento de las personas, anteponiendo esto a las relaciones y a las actividades comunitarias. El ambiente en este lugar es desfavorable ya que debido a la desvinculación laboral, hay un aumento de los negocios ilícitos que produce frecuentes riñas y peleas entre los mismos vecinos y otras personas ajenas a la comunidad en reclamación de dinero o mercancía. La policía ha realizado varios registros en algunas casas de la cuadra por la existencia de tráfico y consumo ilegal de drogas. El alcoholismo y los actos de violencia a nivel de algunas familias y de algunos miembros de la comunidad son otros de los problemas sociales característicos de la Comunidad. También se han dado en varias ocasiones manifestaciones contrarrevolucionarias como la exposición de carteles de “Abajo Fidel” y expresiones similares a esa, siendo estos comportamientos apoyados por algunos vecinos opositores que conviven en la comunidad. Uno de los problemas sociales que más afectan a la comunidad es la violencia, esta se convierte en un estilo de vida que se generaliza en la comunidad trascendiendo el ámbito familiar y generando un clima sociopsicológico tenso, así como una influencia nociva sobre sus miembros, cuyas características son la agresividad, la ilegalidad, conductas desviadas y manifestaciones contrarrevolucionarias o de manera general la no consideración de las exigencias sociales expresadas en normas. Todo esto ha propiciado la formación de una subjetividad individual que orienta y regula el comportamiento en una dirección que no responde a las demandas macrosociales. Por lo que la autora se plantea como problema profesional: Necesidad de contribuir a la concientización de la violencia como problema, y a la búsqueda activa de alternativas y respuestas para su transformación. La necesidad de comprender y estudiar la violencia en cualquiera de sus manifestaciones no es nueva, pues el interés por este tema ha tenido sus antecedentes en varios autores, dentro de los que podemos citar a: Restrepo, H. (Material digitalizado S-F): Propuestas de acción para la reeducación de los factores de accidentes y violencia. Medellín. Colombia. Maqueira, V; Sánchez, C. (Material digitalizado S-F): Violencia y sociedad patriarcal. Editorial Pablo Iglesias. Uruguay.

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Patró, R; Limiñana, R (Material digitalizado S-F): Víctimas de violencia familiar: Consecuencias psicológicas en hijos de mujeres maltratadas. Otros trabajos que podemos mencionar, son los diversos trabajos de Diploma de nuestro departamento como son: Violencia familiar al niño: un acercamiento a esta problemática actual (11997); Estudio del imaginario social sobre la violencia y representación de la violencia de género en jóvenes etc. En estas investigacionesel peso más significativo recae en la violencia de género en las relaciones de pareja y a nivel intrafamiliar .Todas ellas orientadas a analizar la violencia desde un enfoque preventivo y a la búsqueda de alternativas de solución a dicha problemática. Desde su posición todos los autores que han abordado este tema convergen en que la violencia es una problemática de gran impacto social por lo cual amerita especial atención. Por otro lado es válido enfatizar que las investigaciones de nuestro país no están alejadas de este tema. De ahí que un ejemplo de ello sea la provincia de Santiago de Cuba, la cual no está desligada de esto y sus investigaciones versan también sobre esta línea. La violencia como un problema social afecta a todos sin distinción de país o de niveles sociales y culturales diferentes. Ha adquirido resonancia social en los últimos tiempos, no porque ocurra con mayor frecuencia, sino porque son más conocidas y estudiadas estas conductas. Es la primera vez que se trabaja este tema en la comunidad de Altamira, es precisamente esta la relevancia social del estudio. El CDR en el cual hemos desarrollado la investigación, es el que más dificultades desde el punto de vista social presenta a nivel de circunscripción, constituyéndose la violencia como uno de los problemas característicos de los miembros de esta comunidad. La relevancia científica del trabajo a realizar radica en que el Programa de Intervención diseñado para darle tratamiento al tema de la violencia servirá de referente teórico-metodológico a futuras investigaciones. Nos aporta, como futuros profesionales de la Psicología un cúmulo de conocimientos teóricos y prácticos, necesarios para nuestro quehacer, tanto para nuestra etapa estudiantil como laboral. El trabajo se realizó en la comunidad de Altamira con el objetivo de aplicar un programa interventivo capaz de garantizar la disminución del fenómeno de la violencia. Para ello se propuso como objetivo general del programa de intervención: Potenciar el desarrollo de la comunicación asertiva entre madres e hijos a partir de la concientización de la violencia como un problema que afecta esta relación, y trasciende al ámbito comunitario y sus objetivos específicos: Identificar la violencia como un problema que trasciende el ámbito familiar hacia el comunitario; brindar elementos de análisis que faciliten la comprensión de la violencia como problema que afecta la relación madre e hijo; promover la reflexión sobre el estilo educativo democrático como el más adecuado para la crianza de los hijos; propiciar espacios que generen valoraciones críticas sobre los indicadores que garantizan una comunicación asertiva. Se utilizó la metodología cualitativa la cual permitió el análisis psicológico de la violencia y como método la Investigación Acción Participación (IAP), para lograr un mayor protagonismo de la comunidad específicamente de las madres, se empleó además el grupo de reflexión para la modificación de estereotipos, cuestionamiento de creencias, pautas de conducta y actitudes relativas al tema de la violencia en la relación madre hijo. Se diseñaron cuatro sesiones de las cuales producto a la falta de participación solo se pudo aplicar la primera sesión de la cual se obtuvo como principales resultados: - Asimilaron los conocimientos científicos pero no hubo una autorreflexión de la violencia como un problema que las afecte.

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Marco Teórico Epígrafe 1: Crítica de la vida cotidiana. Podemos decir que la crítica de la vida cotidiana es: “el análisis del destino de las necesidades de los hombres en una estructura social determinada”. (Pampliega de Quiroga, 1993) En la comunidad objeto de estudio existen disímiles problemáticas que forman parte de la vida cotidiana de cada uno de sus miembros y que a su vez se han naturalizado y han formado actitudes de resignación, conformismo y es justamente porque el conocimiento de la vida cotidiana incluye crítica y autocrítica para entonces lograr la transformación y el cambio de todo lo que no produzca bienestar tanto individual como colectivo, porque sólo la crítica puede revelar los fallos y las carencias de la realidad vivida. Analizar la vida cotidiana es, comprender lo real como implicando lo posible, conocer lo que puede transformarse. En efecto, el valor de lo cotidiano estriba en que mientras los hombres pueden vivir su vida cotidiana las relaciones sociales se van reproduciendo, pero cuando ésta entra en crisis, cuando aquellos ya no pueden vivir su cotidianidad, comienza una revolución. Entonces lo cotidiano puede utilizarse para cambiar la vida. La violencia se ha convertido en una forma de comunicación que ha deteriorado las relaciones entre las personas, produciendo familiaridad acrítica y un sistema de representaciones que la muestra como lo real y lo autoevidente. Sólo a través de análisis reflexivos del acontecer comunitario se pueden identificar las problemáticas que afectan a todos y gestionar las posibles soluciones a través de una mirada crítica a nuestro diario vivir que implique cuestionamiento, una actitud activa y una ruptura con el mito de lo obvio y lo natural. La familia es el determinante primario en la creación de la subjetividad de los sujetos y en dependencia de los estilos educativos que emplee la misma se formarán sujetos capaces de ser protagonistas de su hacer personal social o de lo contrario sujetos con conductas desviadas o delictivas. La vida familiar: implica deberes, exigencias, responsabilidades y tareas domésticas. Pero por otro lado, la familia debe cubrir cada vez más la función psicológica de promover paz y protección, ayudar a sus miembros a distenderse de las cargas cotidianas que supone la vida externa, debe ser el lugar donde se concentren afectos de carácter reparador y estimulante.” (Sorín, 1989) Epígrafe 2: Violencia. La violencia en sus distintas manifestaciones ha sido una de las mayores problemáticas sociales existentes en el mundo, todo lo cual ha provocado que se exprese como un estilo de vida en las personas, las cuales no reflexionan, ni analizan los daños que pueden ejercer dichos actos. Muchas son las concepciones que se han elaborado sobre la violencia, pero resulta pertinente destacar algunas que por su visión integradora nos permiten tener una mayor comprensión de la misma, entre las que se encuentra la aportada por Jorge Consi: “… es una forma de ejercicio de poder mediante el empleo de la fuerza ya sea, física, psicológica, económica y política, e implica la existencia de un arriba y abajo, reales o simbólicos que adoptan habitualmente la forma de roles complementarios padre-hijos, hombre-mujer, maestro-alumno. Podemos focalizar en las conductas violentas el empleo de la fuerza para resolver conflictos personales” (Bello, Casales, 2003). Por lo que se puede apreciar que el fenómeno de la violencia se encuentra no solo en las conductas de maltratar físicamente a otra persona, sino hasta en la manera en que nos comunicamos con los otros, en que le reclamamos las cosas a los otros que nos rodean y que en ocasiones llegan a ser los propios miembros de la familia a la que se pertenece, justificando en ocasiones los roles de autoridad que se desempeñan.

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Según Elena Artiles de León las condiciones sociales propiciadoras de la violencia son: el incremento de la urbanización y la migración, el desempleo, el narcotráfico, el incremento de la pobreza, los enfrentamientos políticos, el marginalismo, la impunidad, la corrupción y delincuencia, así como la violencia dentro del sistema judicial y la policía, subculturas violentas, y el consumismo. Dentro del ámbito familiar nos encontramos con: - la familia que incurre en abandono o maltrato, por experimentar en sus miembros mayor estrés, la depresión, los sentimientos de soledad y desamparo; - la familia adoptiva que incurre en maltrato como violencia familiar; - desorganización familiar; - violencia física presenciada por el futuro agresor en su familia; - maltrato físico o psicológico incluso sexual sufrido por el futuro agresor. Además, refiere la formación de la familia de tradición violenta por vías o formas de empleo del tiempo libre, tipo de preferencia cultural, patrones de consumo de empleo de sustancias tóxicas o vinculación a grupos de ayuda y diagnósticos para determinar trastornos psicológicos que facilitan la conducta violenta. La violencia en sentido general engloba manifestaciones multiformes expresadas en el hombre en todas sus relaciones sociales, individuales y colectivas. Es toda aquella manifestación de agresión, ya sea psicológica, física, o sexual que incide en el desarrollo pleno y normal de cada individuo. Producto a que la agresividad de los hombres en sus múltiples variantes es entonces resultado de su poder, de la percepción de su derecho a los privilegios, del permiso para ejercerla y del temor de carecer de poder. De esta forma la agresividad se vuelve el medio para probar lo contrario ante uno mismo y ante los demás. En tal sentido se definen diferentes formas de violencia: la violencia física, la violencia psicológica, la violencia verbal y la violencia sexual. Epígrafe 3: La comunicación asertiva. Para referirnos a la comunicación asertiva es necesario definir qué es la comunicación. Según Manuel Calviño “La comunicación es un sistema de interacciones entre personas, que actúa como sistema abierto y móvil que garantiza la posibilidad de distribución y redistribución de las funciones participantes, el intercambio de roles durante la solución del problema, la cooperación o contraposición mutua, la corrección… y transcurre en dependencia de cómo se forman las relaciones entre sus participantes...”. Se considera a la comunicación como un sistema abierto al ser un proceso de interacción de personalidades, intercambio activo, transacción de ideas y sentimientos, elementos que permiten comprender su esencia. Considerar la comunicación como un proceso en el que sólo se intercambia información resulta ingenuo, en ella participamos como lo que somos, con nuestros miedos, angustias y esperanzas. Por otro lado, la asertividad se puede definir como la capacidad para transmitir hábilmente opiniones, intenciones, posturas, creencias y sentimientos. La habilidad consiste en crear las condiciones que permitan conseguir la eficacia (conseguir aquello que uno se propone), no sentirse incómodo al hacerlo, y en situaciones en que se pone de manifiesto un conflicto de intereses, ocasionar las mínimas consecuencias negativas para uno mismo, para el otro, y para la relación; así como en situaciones de aceptación asertiva, establecer relaciones positivas con los demás. Luego de analizar las concepciones de asertividad y comunicación, se puede definir la comunicación asertiva como la interacción social que se produce entre dos o más personas de

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expresar lo que uno piensa, quiere y siente de manera honesta, concreta y precisa. La honestidad, respeto al otro y la sinceridad son facilitadores de la comunicación asertiva pues permiten la entrada al mundo interno de la otra persona, confiar más en el interlocutor, conocer lo que sienten piensan y quieren los interlocutores o los otros, demuestran que se está comunicando algo con los gestos, expresiones, propiciando la comunicación interpersonal. Diseño metodológico Referente metodológico Se utilizó el Grupo de Reflexión, como espacio de intermediación entre lo social y lo individual. Este método tiene como propósito, proporcionar a los sujetos herramientas de análisis a partir de un aprendizaje de la realidad, o sea, constituye un espacio para tener una mirada crítica sobre cómo pensamos, sentimos, actuamos y el lugar que ocupamos como seres de relaciones sociales que somos, facilitando de esta manera el autoconocimiento, y desde allí el encuentro con los otros, por lo que permite entrar en un nivel de debate y de comunicación cualitativamente diferente, donde todos los miembros del grupo comparten ideas, deseos, sentimientos, necesidades, angustias, miedos, placeres y proyectos. Pero además de todo esto aquí se pretende cuestionar lo obvio de la cotidianidad de estos sujetos; en este sentido la reflexión, como mecanismo para potenciar el desarrollo de la comunicación asertiva entre madres e hijos a partir de la concientización de la violencia como un problema que afecta esta relación. Enfoque metodológico: La Investigación Acción Participación (IAP) pues constituye un método de intervención comunitaria ya que sus instrumentos y recursos técnicos permiten un abordaje más profundo del objeto de estudio de la Psicología Comunitaria (factores psicosociales). Favorece el reemplazo del rol de experto profesional por el de facilitador del proceso, así como el empoderamiento comunitario. Permite la capacidad de crear y recrear no sólo objetos materiales, sino también nuevas formas de vida y de convivencia social. Tiene como objetivos fundamentales la creación de un saber, la capacitación, la autogestión y que el poder cae en la comunidad, los sujetos tienen el papel protagónico en el proceso de transformación. Indicadores de la investigación: Tipos de violencia. Relación madre-hijo. Estilos educativos. Comunicación asertiva. Relación familia-comunidad. Programa de intervención Objetivo General  Potenciar el desarrollo de la comunicación asertiva entre madres e hijos a partir de la concientización de la violencia como un problema que afecta esta relación, y trasciende al ámbito comunitario. Objetivos Específicos  Identificar la violencia como un problema que trasciende el ámbito familiar hacia el comunitario.  Brindar elementos de análisis que faciliten la comprensión de la violencia como problema que afecta la relación madre e hijo.  Promover la reflexión sobre el estilo educativo democrático como el más adecuado para la crianza de los hijos.

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Propiciar espacios que generen valoraciones críticas sobre los indicadores que garantizan una comunicación asertiva.

Acciones concretas: En la fase de problematización y de diagnóstico participativo se determinó que era necesario trabajar con las madres de la comunidad objeto de estudio, pues es el grupo donde se identificó un mayor nivel de violencia. Decidimos realizar las sesiones grupales con madres que tuvieran hijos en un rango de edad de 1 – 17 años, ya que durante este período los hijos dependen económicamente de sus padres, se encuentran legalmente bajo su tutela y también porque los estilos educativos ejercen influencia sobre ellos. Se convocó a este grupo mediante carteles de propaganda para la primera sesión grupal, conjuntamente se visitó al mismo en sus casas para tener una mayor garantía de su participación. Sesión No. 1 Tiempo de duración: 50 minutos. Tema: La violencia. Objetivos: - Presentación de los miembros del grupo y el equipo de coordinación. - Crear un ambiente sociopsicológico favorable para el trabajo con el grupo. - Encuadre. - Debatir sobre diferentes concepciones científicas de violencia que contribuyan a una mayor comprensión de la misma. - Propiciar la sensibilización y autorreflexión en las personas con respecto al tema. Momento inicial: Encuadre: se presentará el equipo de coordinación y se explicará en qué consiste la sesión, además de establecer las normas para el trabajo grupal. (5 minutos) Técnica de caldeamiento y presentación: “Busca a tu pareja”. Se reparten tarjetas con nombres de animales que incluyen ambos sexos. Comenzará cualquier miembro del grupo al azar, representando al animal que le tocó y la persona que sea su pareja responderá con la misma expresión. Una vez que las parejas se hayan establecido, se dará un tiempo de cinco minutos para que cada una conozca de su compañero las siguientes características: el nombre, la edad, el estado civil y la cantidad de hijos. Durante este tiempo el coordinador pasará por cada una de las parejas pidiéndoles que realicen una expresión que denote violencia y a otra que indique lo contrario (una expresión no violenta). Luego de transcurridos los cinco minutos, cada pareja enunciará al resto del grupo los datos de su compañero y se representarán las expresiones indicadas por el coordinador. Una vez finalizada la técnica se harán las siguientes preguntas: - ¿Cómo se sintieron? - ¿Qué les pareció la técnica? - ¿En cuáles de las expresiones realizadas se identifica la presencia de violencia? - ¿Qué elementos distinguen la expresiones violentas de las no violentas? (15 minutos) Momento de desarrollo: Recurso metodológico: Rueda de la violencia. (Ver anexo 1) Preguntas para el debate: - Si se revisaran en lo personal, ¿alguno de estos conceptos tiene significación personal para ustedes? Le recuerdan casos de su historia personal.

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- ¿Qué actitud adoptaste? ¿Cómo te sentiste? - ¿Le llamarías violencia a lo que te pasó? - Recuerdas si le has hecho alguna de estas cosas a alguna persona. - ¿Cómo te sentiste cuando lo hiciste? - ¿Qué es la violencia para ustedes desde lo conceptual? (Devolver el concepto) - Hay algunas formas de violencia nuevas que reconozcas. - Hay alguna situación de la Rueda que no consideras violencia. ¿Por qué? Devolución: En este momento se ofrecerá una interpretación de los aspectos discutidos por las participantes, en correspondencia con la profundidad de sus análisis. (5 minutos) Momento de cierre: El coordinador puntualizará sobre el próximo encuentro, lugar, hora y temática. Para el cierre se propone la técnica “La palabra clave” que permitirá al coordinador conocer las vivencias de los participantes en el primer encuentro y evaluar así de manera resumida la impresión que ha dejado en cada uno de los integrantes este encuentro, lo que le permitirá conocer cómo funcionará el proceso de trabajo grupal . La técnica consiste en que cada uno le exprese al grupo con una palabra lo que pensó o sintió en relación con el tema tratado en la sesión. El coordinador recogerá cada palabra y dará por cerrado el encuentro. (5 minutos) Sesión No 2: Tiempo de duración: Una hora. Tema: La violencia como un problema que afecta la relación madre – hijo. Objetivos: - Promover la concientización de las manifestaciones de violencia por parte de las madres que afectan las relaciones con los hijos. Propiciar la búsqueda de alternativas que minimicen los comportamientos de violencia en la relación madre – hijo. - Identificar emergentes de cambio. Momento inicial: Se realizará el rescate de la sesión anterior a partir de las interrogantes: ¿qué aprendieron en la sesión anterior?, ¿qué momentos fueron los más gustados y cuáles los menos gustados? ¿Por qué? Esto permitirá la recogida de emergentes relacionados con la violencia como problema que afecta en el ámbito comunitario. (5 minutos) Técnica de caldeamiento: “Tenso – flojo”. Se dan instrucciones para que los participantes pasen alternativamente de la tensión-rigidez, al aflojamiento: - Caminar en diferentes direcciones - Estirarse - Caminar como si fueran muñecos de trapo - Como títeres tiesos - Como borrachos - Como robots - Como nubes - Imaginan que se convierten en un globo que alternativamente se infla, se infla y al final: ¡PAM! ¡Explotó! Una vez finalizada la técnica se harán las siguientes preguntas: -

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- ¿Qué les pareció la técnica? - ¿Cómo se sintieron? (15 minutos) Encuadre: Se introducirá el tema a trabajar en la sesión. (2 minutos) Momento de desarrollo: Recurso metodológico: Juego dramático. Se utilizará con el objetivo de que las madres puedan percibir en las representaciones comportamientos similares a los que ellas ejercen en la cotidianidad. Se repartirán tarjetas que contengan situaciones modeladas y las madres representarán cómo responderán a estas situaciones reflejando manifestaciones de violencia. Se dividirá el grupo en tres subgrupos para llevar a cabo la tarea. Situación 1: Adolescente de 13 años que desaprueba un examen final. Situación 2: Niño de 5 años que rompe un objeto muy valioso. Situación 3: Adolescente de 15 años que sale embarazada y no conoce quien es el padre. Luego de que se representen las situaciones se pasará a un debate a partir de las siguientes interrogantes: - ¿Son estos comportamientos de violencia ejemplos cotidianos en las familias de esta comunidad? - ¿Consideran que estos comportamientos son pertinentes para enfrentar dichas situaciones? ¿Por qué? - ¿Cómo creen que se afecte la relación madre - hijo? - ¿Cómo creen que se sienten los hijos cuando sus madres reaccionan de manera violenta? - ¿Asumirían ustedes una actitud similar si vivenciaran conflictos con sus hijos con las características de los que se representaron? ¿Por qué? - ¿De qué otra manera se pudieran enfrentar situaciones como estas? (25 minutos) Devolución: Se realizará teniendo en cuenta la profundidad en el análisis que realicen los miembros del grupo en el debate. (5 minutos) Momento de cierre: Técnica de cierre: “Cuento vivo”. El coordinador comenzará a contar una historia con la frase “Había una vez un adolescente llamado Pepito que se fuga de la escuela y mandan a buscar a sus padres, entonces…”. El coordinador señala cualquier miembro del grupo para que siga la historia y a continuación el resto del grupo hasta que el último en participar la finalice. De acuerdo a la manera en que finalice la técnica se conocerá si se cumplieron los objetivos propuestos para la sesión. (10 minutos) Sesión No. 3: Tiempo de duración: Una hora. Tema: Estilo educativo democrático y comunicación asertiva. Objetivos: - Promover la reflexión sobre el estilo educativo democrático como el más adecuado para la crianza de los hijos. - Profundizar en los facilitadores que garantizan una comunicación asertiva. - Identificar emergentes de cambio. Momento inicial: Se realizará el rescate de la sesión anterior a partir de las interrogantes: ¿qué aprendieron en la sesión anterior?, ¿qué momentos fueron los más gustados y cuáles los menos gustados? ¿Por qué?

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Esto permitirá la recogida de emergentes relacionados con la violencia como problema que afecta la relación madre – hijo. Técnica de caldeamiento: Se les pide que mencionen el valor que más admiran en las madres. Comienza diciéndolo una compañera, la que le sigue debe decir el de la anterior más el suyo y la próxima el de las anteriores más el que prefiere, y así con todas. Con ello se pretende desinhibir psicológicamente a las participantes y propiciar un mejor conocimiento entre ellas a través de la apertura al otro. Una vez finalizada la técnica se harán las siguientes preguntas: - ¿Qué les pareció la técnica? - ¿Cómo se sintieron? (15 minutos) Encuadre: Se introducirá el tema a trabajar en la sesión. (2 minutos) Momento de desarrollo: Recurso metodológico: Juego dramático. Se empleará para que las madres representen a partir de dos situaciones los estilos educativos autoritario y democrático. El grupo será dividido en dos subgrupos y se le dará a cada grupo la posibilidad de imaginar una situación donde se evidencie el estilo autoritario en un subgrupo y en el otro, el estilo democrático, para luego representarlas ante todo el grupo. Luego de que se representen las situaciones se pasará a un debate a partir de las siguientes interrogantes: - ¿Qué diferencia una situación de la otra? - ¿Con cuál representación se sintieron menos identificadas? - ¿Qué características tienen los protagonistas de la situación con la que se identificaron? - ¿Cómo era la comunicación en la representación que empleó el método educativo autoritario? - ¿De qué manera influye la comunicación en la relación madre e hijo? - ¿Qué características debe tener la comunicación para favorecer la relación madre e hijo? Devolución: Se realizará una breve reflexión sobre el estilo educativo democrático y los facilitadores de la comunicación asertiva, de acuerdo a los análisis alcanzados por el grupo. Momento de cierre: Deberán completar la siguiente frase “Durante este tiempo aprendí que siempre…”. Se utilizará un papelógrafo en donde las participantes registrarán de forma escrita todos los aprendizajes que hayan adquirido en todos los encuentros. Sesión No. 4: Tiempo de duración: 50 minutos Tema: La violencia en el ámbito comunitario. Objetivos: - Identificar la violencia como un problema que afecta la imagen de la comunidad. - Propiciar la reflexión sobre los comportamientos que surgen desde el hogar y generan violencia en el ámbito comunitario. - Identificar emergentes de cambio. Momento inicial: Se realizará el rescate de la sesión anterior a partir de las interrogantes: ¿qué aprendieron en la sesión anterior?, ¿qué momentos fueron los más gustados y cuáles los menos gustados? ¿Por qué? Esto permitirá la recogida de emergentes relacionados con la temática tratada. (5 minutos)

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Técnica de caldeamiento: Se les pide que se pongan de pie y comiencen a caminar en cualquier dirección, y en diversas variantes que se les irán indicando: despacio, rápido, en líneas rectas, en líneas curvas, estirándose, sin tocarse ni mirarse, saludándose con los ojos con o sin sonidos, pero sin hablar. Luego se les pide que vuelvan a su lugar y se sienten. Una vez finalizada la técnica se harán las siguientes preguntas: - ¿Cómo se sintieron? - ¿Qué les pareció mantenerse en silencio durante toda la técnica? - ¿Es posible la comunicación sin lenguaje verbal? (15 minutos) Encuadre: Se introducirá el tema a trabajar durante la sesión. (2 minutos) Momento de desarrollo: Recurso metodológico: Recurso literario. Se dará lectura al cuento “El papel arrugado” extraído del libro “La culpa es de la vaca II”, con el objetivo de dar paso al debate sobre la violencia en la comunidad como tema a tratar en la sesión. Preguntas para el debate: -¿Cuál era la actitud que asumía el protagonista de la historia cuándo alguien lo provocaba? -¿Creen que cuando una persona provoca a la otra se deba actuar de la misma forma? ¿Por qué? -¿Creen que el consejo que le da el maestro al alumno es el más correcto, por qué? -¿Siempre que una persona asume una actitud violenta con alguien es porque ha sido provocado antes? ¿Por qué? - ¿Han reaccionado de esta manera hacia alguien de su familia en algún momento? - ¿Bajo cuáles circunstancias reaccionan así y con qué personas sucede frecuentemente? - ¿Creen que tengan alguna repercusión los comportamientos violentos que se dan dentro de las familias en la comunidad? - ¿Qué pasaría si todos los miembros de una comunidad reaccionaran de la misma manera? - ¿Se evidencian actitudes similares en esta comunidad? - ¿constituye la violencia un problema para la comunidad? ¿Por qué? - ¿puede este problema afectar las relaciones entre los miembros de una comunidad? (25 minutos) Devolución: En la devolución se realizará un breve análisis sobre las situaciones de estrés a las que están sometidas estas madres y cómo no justificar las conductas violentas a través de las mismas utilizando recursos como el control emocional, la tolerancia, entre otras. (5 minutos) Momento de cierre: El coordinador puntualizará sobre el próximo encuentro, lugar, hora y temática. Para el cierre se propone la técnica “La palabra clave” que permitirá al coordinador conocer las vivencias de los participantes en el segundo encuentro y evaluar así de manera resumida la impresión que ha dejado en cada uno de los integrantes este encuentro, lo que le permitirá conocer cómo funcionará el proceso de trabajo del grupo. La técnica consiste en decirle al grupo que cada uno exprese con una palabra lo que piensa o siente en relación con lo tratado en la sesión. El coordinador recogerá cada palabra y dará por cerrado el encuentro. (5 minutos) Análisis de los resultados Decidimos realizar las sesiones grupales con madres que tuvieran hijos en un rango de edad de 1 – 17 años, ya que durante este período los hijos dependen económicamente de sus padres, se encuentran legalmente bajo su tutela y también porque los estilos educativos ejercen influencia sobre ellos que además son estilos predominantemente autoritarios con uso de la violencia. Se convocó a este grupo mediante carteles de propaganda para la primera sesión grupal, conjuntamente se visitó al mismo en sus casas para tener una mayor garantía de su participación.

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Solo se pudo aplicar la primera sesión, pues en las otras no asistieron los personas convocadas desde el inicio. Sesión # 1 Análisis Temático: Tema: La violencia. Momento Inicial En el momento inicial se realizó una técnica de caldeamiento: “Busca tu pareja”, la cual consistía en que cada miembro buscara su pareja dependiendo del animal que debían representar, una vez conformada las parejas debían hacer según las indicaciones del coordinador expresiones que denotaran actitudes violentas y otras que reflejaran todo lo contrario (expresión no violenta). Cuando se le preguntó a los miembros en cuáles de las expresiones realizadas se identificaba la presencia de violencia, todos supieron identificar en cuáles se reflejaban expresiones violentas y en cuáles no: ”en la primera pareja se hizo una expresión violenta porque hablaron en mala forma y con malas palabras”, “se pudo ver que era violencia porque le estaba metiendo fuertemente a su pareja”, esto da cuenta de que hay un conocimiento sobre lo qué es la violencia tanto física como verbal, además de que las expresiones que representaron las parejas que debía reflejar una actitud violenta fueron exclusivamente de estos dos tipos, esto puede estar asociado a que son unas de las que más se manifiestan en la comunidad de manera reiterativa y desconocen las diferentes formas a través de las cuales se puede expresar la violencia. En las expresiones que no se reflejaban la violencia se pusieron situaciones tales como: una persona abrazando a la otra, una persona que chocó a otra y esta le pidió disculpa, un niño que se le derramó un líquido en su ropa y la mamá lo ayudó a limpiarse. Cuando se comentó por los miembros del grupo estas expresiones que no reflejaban la violencia, la mayoría dijo que esto no era muy común: ”cuando una se monta en la guagua y empuja sin querer a otra persona, una le pide disculpa y te contestan en mala forma y entonces uno también se tiene que alterar”, “a veces con los problemas que tenemos no le damos el amor y cariño que necesitan nuestros hijos, y lo que hacemos muchas veces es regañarlos y no le reconocemos lo bueno que hacen”. Esto refleja que las actitudes y comportamientos violentos forman parte de su vida diaria, que no hay una reflexión de si dañan o no a otras personas o a ellos mismos y suelen reproducir los comportamientos violentos de los otros. Momento de desarrollo Para darle paso al debate se aplicó la “Rueda de la violencia”, en la que se le repartieron a cada miembro del grupo varias tarjetas las que contenían concepciones sobre los diferentes tipos de violencia. Cuando la coordinadora indicó que revisaran en lo personal e identificaran si alguno de esos conceptos tenía significación personal para ellas comenzaron a contar historias: “cuando estaba casada con mi ex – marido, este le pegaba a mi hijo porque no soportaba que yo atendiera más a mi hijo que a él. Mi hijo a veces me contaba que mi marido lo castigaba por gusto y le metía cuando yo estaba trabajando, pero yo pensaba que eran inventos de él porque como ese no era su papá el estaba un poco celoso. Eso fue hasta un día que yo llegué y cogí a mi marido en eso y hasta yo me metí en la bronca, vino la policía y todo, pero ese día fue el último que ese infeliz le puso la mano encima a mi hijo”. Con esta historia, y otras que las participantes comentaron se puso de manifiesto la identificación de la agresión física como un tipo de violencia, mostrándose una implicación de la sujeto con lo que expresaba y con la temática abordada. Sin embargo, no existía en el discurso de algunas de las

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miembros una implicación emocional en lo que narraban, sino que lo hacían de forma indiferente; se referían a la violencia como algo real y autoevidente asumiendo una actitud pasiva. Las personas que se encontraban presentes en el grupo no se consideraban violentas, sino que reconocían alguna actitud violenta en ellas solo cuando respondían a una agresión: “Si a mi me provocan, yo no dudo en responder igual”, “yo no me quedo callada porque a mi nadie me puede meter el pie y por eso no soy violenta”, “el hombre que me ponga una mano encima, esa va a ser la primera y última vez porque agarro lo que sea y le parto pa´ arriba”. Esto da cuenta de que no asumen una actitud crítica ni se reconocen como personas violentas aún cuando son capaces de responder violentamente ante una provocación o agresión. La concepción de violencia que tenían era muy limitada, sólo la asociaban a la agresión física, así lo exponían en algunas frases como: “Violencia es dar un golpe”; Ser violento es fajarse”; Ocurre violencia cuando una persona maltrata a otra”. Luego, el grupo de coordinación en la devolución explicó que la agresión física no era la única forma de violencia se amplió la concepción que tenían acerca de la misma y se logró una mayor comprensión del problema. Cuando el coordinador preguntó que si habían algunas formas de violencia nuevas que reconocieran, las participantes respondieron que no, que en la rueda se encontraban todas las que ellos conocían, incluso más de las que podían reconocer, dando cuenta del desconocimiento que tienen estas personas sobre el tema. Momento de cierre: El coordinador propuso la técnica “La palabra clave”, la técnica consiste en que cada uno le exprese al grupo con una palabra lo que pensó o sintió en relación con el tema tratado en la sesión. Las palabras fueron: conocimiento, aprendizaje, experiencia, violencia, maltrato, reflexión, satisfacción, bien, debate. Las palabras aprendizaje y conocimiento fueron repetidas, mostrando que la sesión de trabajo cumplió en cierta medida los objetivos propuestos, ya que asimilaron los conocimientos científicos pero no hubo una autorreflexión de la violencia como un problema que las afecte. Análisis Dinámico: La sesión se realizó en el frente de la casa de la presidenta, lugar que no fue el más adecuado para la realización de la misma, debido al tránsito constante de vehículos y personas ajenas a la comunidad. El encuentro comenzó a las 7:30 de la tarde, al comienzo se encontraban presentes 12 personas y en el transcurso de la sesión se incorporaron dos más. Los participantes se fueron sentando donde podían, otros se quedaban de pie y se unían conforme a la afinidad que tenían. Pertenencia: El momento de caldeamiento hizo posible que se relajaran la mayoría de los participantes, aunque algunos todavía se mostraban tensos. Durante el transcurso de la sesión, algunas personas miraban constantemente el reloj indicando cierta resistencia y poca identificación con el proceso, demostrando además poca disposición con la actividad a realizar. Debido al ruido y al tránsito constante de vehículos y personas ajenas a la comunidad existente en el lugar donde se realizó la actividad se vio afectado el clima grupal y el ambiente, también evidenciado durante la técnica de caldeamiento, pues hubo madres que se negaron a representar animales, las posturas eran rígidas y el clima estaba tenso, ya que era la primera vez que participaban en una sesión grupal además de que, a pesar de pertenecer a la misma comunidad las relaciones entre ellas no son de cercanía. No obstante estas posturas fueron modificándose y en la presentación de los miembros del grupo, cuando declararon por dúos algunos de sus datos personales, el ambiente era más ameno y favorable para continuar la sesión. Las mutuas

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representaciones que existían entre los miembros del grupo hacían referencia a relaciones distantes entre ellas, mostrándose cierta resistencia al grupo inicialmente. Cooperación: Para la realización de la actividad se evidenció, aunque no en su totalidad, una cooperación por parte de las miembros del grupo, pues las mismas asistieron a la sesión, respondieron de alguna manera las preguntas que la coordinadora realizaba y muchas de las participantes pudieron despojarse de prejuicios y estereotipos y desempeñar el rol que se les exigía en las diferentes técnicas aplicadas. No obstante, existieron otras madres que se encontraban en pretarea la mayoría del tiempo pero que de igual manera participaron, aunque no activamente, en la las diferentes actividades. Pertinencia: Terminada la técnica de caldeamiento la coordinadora comenzó las preguntas y el grupo volvió a pretarea produciéndose un silencio prolongado pues no tenían seguridad de qué responder, no porque no entendieran las preguntas sino por el temor de ser requeridas por las otras personas. Los temas que se abordaron fueron fundamentalmente sobre la violencia. Se evidenció cómo las participantes aceptaron la tarea a realizar, aportando sus diferentes criterios acerca de la temática. Comunicación: En el transcurso de la sesión, la comunicación fluyó de manera adecuada, exceptuando algunos momentos, como cuando se estaba emitiendo algún criterio, que otros miembros también querían dar su opinión o recalcar lo que se estaba comentando, y esto dificultó inicialmente la dinámica grupal. Además, en algunos momentos del debate, especialmente al inicio de este (tanto en la técnica de caldeamiento como en el momento de desarrollo) hubo breves instantes de silencio, lo que da cuenta de la resistencia que estaba haciendo el grupo ante las preguntas que se realizaban y la carga emocional que contenían las mismas, lo cual se pudo evidenciar también en las posturas corporales que asumían, así como en los gestos (lenguaje preverbal) y los movimientos que realizaban. Es necesario señalar que uno de los obstáculos que influyó también es este aspecto, fue el espacio donde se realizó la sesión, que no contó con los requisitos suficientes para que se lograra una mejor comunicación (se caracterizó por el tránsito constante de vehículos y personas ajenas a la comunidad). A pesar de esto, las orientaciones que emitía la coordinadora con respecto a las actividades o técnicas a realizar, se expusieron de manera clara y precisa, logrando que se entendiera adecuadamente el mensaje y favoreciendo la realización de las técnicas. .Aprendizaje: Durante el transcurso de la sesión, la mayoría de los miembros participaron en el debate, así como en las diferentes técnicas realizadas en la misma, a pesar de que en un primer momento el grupo no se integró debido a la resistencia al cambio y al hecho de enfrentarse por primera vez a una sesión grupal. Precisamente la realización de la técnica de presentación y caldeamiento propició la relajación y el aflojamiento en el grupo, así como una mayor cercanía entre unos y otros, lo cual favoreció el proceso de elaboración grupal. De manera general, se evidenció el aprendizaje en cierta medida, a través de las intervenciones que realizaban los miembros del grupo en torno al tema y a medida que fue transcurriendo la sesión, estas alcanzaron un mayor nivel de elaboración. Esto se pudo observar además en la técnica de cierre, pues las palabras que expusieron las participantes, dan cuenta de que aunque no se lograron de manera total los objetivos de la sesión, sí se logró cierto aprendizaje durante la misma. Telé: El clima grupal que prevaleció fue de tensión y resistencia, pues a pesar de que los miembros del grupo se conocían, el espacio no fue propicio para el logro de un clima afectivo. Durante el momento de debate, una de las participantes se desempeñó en el rol de líder, ejerciendo cierta influencia en el resto del grupo y en las opiniones y comentarios que se iban realizando, debido a

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sus capacidades comunicativas. La actitud del grupo ante el equipo de coordinación se vio caracterizada por sentimientos de desconfianza, además por ciertos temores y cohibiciones, lo que está influenciado por el hecho de que la comunidad no demandó ayuda psicológica, además de las características con las que cuenta la comunidad. Conclusiones No han concientizado los comportamientos violentos como una problemática que afecte la relación madre-hijo, por lo que no se logró una búsqueda activa de alternativas al problema. Asumen los comportamientos violentos como un estilo educativo y una forma de vida que favorece la disciplina y el carácter de los hijos y una forma de vida que garantiza la seguridad en la comunidad y en la provincia. Reconocen los efectos de la violencia como algo que afecta las relaciones interpersonales, sin embargo no conciben que sus comportamientos o estilos educativos sean inadecuados o que promuevan comportamientos violentos. La violencia se presenta en las familias estudiadas y en la comunidad en general como aprendizajes que se trasmiten de generación en generación. Recomendaciones A las instituciones encargadas:  Brindarle una atención especializada a esta comunidad, realizando un trabajo profundo con las madres e hijos que en ella conviven para lograr que se concientice la violencia como un problema que los afecta a todos y de esta manera prevenir comportamientos violentos que trasciendan al ámbito comunitario. A los dirigentes formales de la comunidad:  Que se elija un dirigente formal en el CDR, que movilice a las personas de manera eficiente.  Realización de actividades recreativas que fomenten valores en la comunidad. Bibliografía 1. Fuentes, Avila, M. (1999) “La eficiencia del trabajo en grupos. Intervención psicológica a través de programas de entrenamiento”. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. 2. Minujin, A; Sorín, M.: “Introducción al Psicodrama”. Universidad de la Habana. Facultad de Psicología. 3. Patró, R; Limiñana, R.: Víctimas de violencia familiar: Consecuencias psicológicas en hijos de mujeres maltratadas. (Soporte digital) 4. Rebollar Sánchez, M. “Intervención Comunitaria. La metodología de los Procesos Correctores Comunitarios, una alternativa para el crecimiento humano en la comunidad”.

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TÍTULO: SEXUALIDAD EN JÓVENES Y ADOLESCENTES. PRÁCTICAS SEXUALES MÁS FRECUENTES Y MODO DE VIDA PONENTE: Jeniffer Medina García AUTORES: Anyimari Córdoba Fuentes, Marianela Molina Limonta INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] Fundamentación teórica El Fundamento Teórico Metodológico de este programa, se enmarca en los Principios de la Psicología Educativa, que tiene como objetivos promover un ser autónomo que pueda llegar al modelo de ser humano al cual aspira la sociedad. Partiendo desde los presupuestos de Vigotsky, podemos entender que la educación va más allá de ser un proceso que facilite el acceso a la experiencia histórico-cultural o de la mera socialización. “La verdadera educación es aquella que promueve el desarrollo personal”, fomenta la autonomía y la autoeducación del estudiante desde el primer momento de su vinculación al contexto educativo. Todo ello partiendo en todo momento de concebir al desarrollo como un proceso general, producto de la interrelación de diversos factores uno de los cuales es la influencia del ambiente. La formación de nuevas respuestas, el cambio de conductas, hay que verlo como un aspecto que depende de ese proceso general y que está subordinado a él. Sólo cuando existen las estructuras necesarias es posible el aprendizaje de una nueva respuesta y la formación de éstas no es más que el aspecto visible, la punta del iceberg, del proceso subyacente que es el proceso de desarrollo. De ahí que la educación basada en una enseñanza consciente y planificada sea lo más efectivo para llevar a cabo este proceso. Categorías del Enfoque Histórico Cultural que rigen el programa: Situación Social del Desarrollo (SSD): Se define como aquella relación peculiar, única especial e irrepetible entre el sujeto y su entorno que va a determinar las líneas de desarrollo, la forma y la trayectoria que permite al individuo adquirir nuevas propiedades de la personalidad, considerando a la realidad como la primera fuente de desarrollo, la posibilidad de que lo social se transforme en individual. Zona de Desarrollo Próximo (ZDP): Se define como la distancia que existe entre las tareas o posibilidades que tiene el sujeto para realizarlas independientemente (desarrollo actual) y las posibilidades a realizarlas en colaboración con el adulto o un contemporáneo más capaz (desarrollo potencial). Principios del Enfoque Histórico Cultural que regirán el programa: Sujeto activo: Durante las sesiones los aportes y contribuciones que se realicen con respecto al tema abordado partirán de los propios escolares, donde la coordinadora desde su rol, solo orientará y velará porque se cumplan los objetivos, pero el papel central del proceso lo ocuparán los estudiantes, quienes serán los encargados de construir el conocimiento. Unidad e interrelación de lo cognitivo y afectivo: El debate de los escolares durante las sesiones partirá de sus vivencias, donde se combinarán los conocimientos que han adquirido (lo que ya saben) con lo que sienten al respecto.

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Unidad e interrelación de los sistemas de actividad y comunicación: la actividad posibilitará el logro de los objetivos propuestos con el programa en cada sesión; por lo tanto en cada una de ella se desarrollará una actividad central que constituirá su base. A su vez, las actividades que se realicen estarán presentes en todo el proceso comunicativo, donde este último representa un tipo de actividad compleja. Interiorización: El proceso de apropiación del conocimiento tendrá lugar en dos niveles, primero en el plano interpsicológico (en la relación con el otro, entendiendo este otro como cada miembro del grupo, el grupo y las coordinadoras) y luego en el plano intrapsicológico. Mediatización: La relación que establece tanto el grupo como cada miembro del mismo con la tarea que se realiza va a estar mediado por la Situación Social del Desarrollo en correspondencia con la edad psicológica, donde emergerán regularidades, pero también diferencias marcadas por la individualidad. Dimensiones de análisis Comprensión- expresión literal: comprensión de lo explícito. Comprensión- expresión inferencial: comprensión de lo latente o implícito (expresión entre líneas, suspenso, dejar espacios vacíos a través de distintas vías en el texto o situación). Comprensión- expresión creativa: Énfasis en trascender a través de la composición, planteando alternativas diferentes, uso de la imaginación. Comprensión- expresión crítica-valorativa: comprensión de la posición, dígase por oposición a lo dado, cuestionamiento. Tema: Relaciones intergrupales: comprender su importancia en el desarrollo personal, grupal y social. Habilidad: Comprensión-Expresión Problema de investigación: ¿Cómo fomentar la habilidad de comprensión expresión vinculada al tema de relaciones intergrupales en un grupo de educandos de tercer grado de la escuela primaria Rafael Carini Millán? Objetivo General: Estimular la habilidad comprensión-expresión a partir de elementos esenciales para las relaciones intergrupales en educandos de tercer grado de la escuela primaria Rafael Carini Millán. Objetivos específicos: Diagnosticar los niveles de comprensión expresión alcanzado por los estudiantes así como las principales dificultades en el establecimiento y desarrollo de relaciones interpersonales Estimular la lectura y reflexión de textos relacionados con elementos esenciales para las relaciones intergrupales como: el compañerismo, la sensibilidad, la comunicación y el buen trato. Suscitar el debate acerca del tema a partir de vivencias o experiencias previas que tengan los estudiantes. Promover el trabajo en equipo y en pequeños subgrupos para potenciar en los estudiantes habilidades como la escucha activa, la cooperación y el compañerismo.

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Potenciar la originalidad y creatividad de las ideas a partir de la búsqueda de soluciones o alternativas novedosas a los temas abordados. Muestra La muestra está compuesta por 34 alumnos de tercer grado de la Enseñanza Primaria de la escuela Rafael Ángel Carini, del municipio de Centro Habana en La Habana. Dicho grupo está compuesto por dos subgrupos A y B de 14 y 24 alumnos respectivamente entre 8 y 9 años de edad de ellos 17 son hembras y 21 son varones. Metodología Para ello utilizamos una metodología grupal, apoyándonos fundamentalmente en la observación y la entrevista como técnicas principales. Utilizamos también el método del dispositivo grupal, a partir de los cuáles evaluamos la expresión oral, corporal y escrita, con el objetivo de promover espacios de reflexión y de producción en torno a las tareas. Utilizar este método nos proporciona información diversa y significativa en relativamente cortos períodos de tiempo y propicia que aflore información no prevista de antemano por las investigadoras. Técnicas: Durante el trabajo en grupo atendiendo a las características de la edad de los participantes y a los objetivos propuestos se utilizaran técnicas pictográficas; técnicas participativas como el juego de roles, dramatizaciones; técnicas de caldeamiento como la lluvia de ideas, bola de nieve, el cartero, la corriente y técnicas de relajación entre otras. Medios: En el transcurso de las sesiones, hicimos uso de hojas de papel, lápices, colores, pizarra tizas, videos. Tareas: Las tareas que nos proponemos realizar, deben estimular el desarrollo de los indicadores seleccionados. La presencia de juicios o elaboraciones personales en los alumnos, constituyen una vía para conocer su desarrollo en la habilidad de comprensión. Para esto, deberá aplicar lo aprehendido a situaciones de su vida cotidiana, a lo largo de las distintas sesiones. Se emplearon distintos textos, vinculados a los diferentes elementos a tener en cuenta en el establecimiento de relaciones interpersonales como la sensibilidad, el compartir y la comunicación, vista desde diferentes esferas de la vida, en el desarrollo de cada una de las sesiones implementadas. La selección de estas tareas nos va a permitir realizar el diagnóstico de la habilidad de comprensión, y luego deberán estar encaminadas a desarrollar ésta habilidad, de forma tal que podamos evaluar el aprendizaje de cada uno de los miembros del grupo. Las tareas realizadas en las distintas sesiones fueron las siguientes: -Lectura de textos. -Identificación de los personajes y elementos significativos del texto. - Re-elaboración del final de texto, o un fragmento de éste. - Adopción de una posición crítica antes lo expuesto. - Dramatización del contenido implícito o explícito de textos o situaciones (juego de roles). -Realización de dibujos. -Debate en plenaria y en pequeños subgrupos. Evaluación: Para la evaluación de los alumnos nos apoyaremos tanto en el grado de desarrollo de los indicadores, como en los indicadores dinámicos. Realizaremos una evaluación de todos los alumnos en cada sesión, teniendo en cuenta primeramente al grado de desarrollo y manifestación

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de los indicadores en los distintos niños. Para evaluar estos indicadores utilizaremos la siguiente escala: B: que indica una alta manifestación del indicador, y por lo tanto hay un alto desarrollo del mismo R: indica que el indicador se manifiesta medianamente, y por lo tanto hay un desarrollo medio del mismo. M: indica una baja manifestación del indicador, y por lo tanto un pobre desarrollo del mismo. Criterio de selección para los estudios de casos: Asistencia y puntualidad a las actividades Participación en las actividades Criterio profesional de la maestra y otros informantes claves Revisión de documentos que avalaban la caracterización de los escolares Nivel en que se encontraba el desarrollo de las habilidades ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS Consideramos que se logró el objetivo del programa ya que estimulamos la habilidad comprensión-expresión a partir de elementos esenciales para lograr buenas relaciones intergrupales. Al comienzo del programa observamos que existía poca relación entre los estudiantes ya que no trabajaban en grupo sino individualmente, incluso trazaban líneas en los papelógrafos para delimitar su espacio o territorio; interactuaban poco entre ellos, no cooperaban los unos con los otros y por ende las relaciones interpersonales eran pésimas, con laceradas pinceladas de agresividad. A mediado de las sesiones se logró que trabajaran en un subgrupo y cooperaran los unos con los otros, que hicieran construcciones colectivas y no individuales y que entre todos ellos elaboraran las respuestas, de manera que se observó un trabajo muy productivo y fructífero. Consideramos que cuando trabajan en equipo tienen una mayor elaboración y desarrollo de la habilidad que cuando trabajan individualmente. Evidenciándose así la importancia que tiene un “otro” en el aprendizaje y educación de los niños, ya sea la maestra u otro compañero más aventajado que mueva su Zona de Desarrollo real o actual a su Zona de Desarrollo Potencial (ZDP). Debido a la situación que se daba en el grupo salieron a relucir por parte de ellos determinadas acciones que implementarían para mejorar las relaciones interpersonales donde podemos citar: prestar las cosas con la condición de que el compañero las cuide, dejar entrar a otros amiguitos al juego siempre que sepa jugar, no fajarse y pedir las cosas en buena forma. Se determinó también que lograron algunas habilidades de la comunicación que anteriormente no tenían y otras las lograron fortalecer. Se evidenció además que se utiliza la comunicación no verbal ya que lograron reflejar mediante un dibujo lo que habían aprendido hasta el momento en torno a los valores que debían de poseer en todos los ámbitos que se insertaran, en especial el valor de la amistad, la sinceridad y el respeto al otro. De manera general los estudiantes tienen una percepción favorable de la maestra y la escuela factores externos de la Situación Social del Desarrollo que favorecen evidentemente su proceso enseñanza-aprendizaje. Aunque percibimos problemas en la comunicación maestro-alumno, específicamente con la capacidad de escucha de la maestra dado por el estilo comunicativo autoritario desarrollado por ella. Los alumnos que ocupan una posición privilegiada en el sistema de relaciones y comunicación del grupo son: son: Marina Carla quien es la líder afectiva y funcional del grupo; Sheila Calderón Cristian Claudia, Melisa Facundo, Alejandra. Mientras que los alumnos rechazados son: Xiomara, Haila y Eros. Los estudiantes Verónica, Andy y Yaimaric son aislados.

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En el programa se pusieron de manifiesto los cuatro niveles de análisis de la habilidad expresión y comprensión: comprensión- expresión literal: comprensión de lo explícito; comprensiónexpresión inferencial: comprensión de lo latente o implícito (expresión entre líneas, suspenso, dejar espacios vacíos a través de distintas vías en el texto o situación); comprensión- expresión creativa, énfasis en trascender a través de la composición, planteando alternativas diferentes, uso de la imaginación; comprensión- expresión crítica-valorativa: comprensión de la posición, dígase por oposición a lo dado o cuestionamiento. Durante los encuentros se realizaron actividades donde los estudiantes demostraron determinadas habilidades en el desarrollo de la buena expresión y buena comprensión como utilización de la imaginación para las respuestas a muchas de las situaciones planteadas poniéndole títulos a las mismas u otro final; extrapolaron el contenido del texto a situaciones reales vivenciadas en el aula o en la comunidad; explicaron la moraleja del texto, así como lograron identificar adecuadamente la idea central, la secundaria y su relación, así como a los personajes principales y secundarios. Tomaron una posición crítica, emitiendo juicios, valoraciones y opiniones acerca del texto, expresándose en primera persona, empleando los vocablos: pienso, creo, considero. A pesar de que no todos participaron de la misma manera ni estaban igualmente motivados por la actividad, fue desarrolladora para todos. Las intervenciones fueron variadas, entre los estudiantes que se destacaron, no solo por el desarrollo alcanzado en la habilidad comprensión explicada anteriormente sino también en la expresión por su amplio vocabulario, coherencia, claridad y fluidez en las ideas están. Constatamos que los estudiantes han logrado un mayor desarrollo en la habilidad de comprensión que en la de expresión y que en la expresión oral tiene mucho más amplitud que la expresión escrita. De manera general consideramos que el programa contribuyó al mejoramiento de las relaciones interpersonales del grupo y a desarrollar en los escolares la habilidad expresión- comprensión en sus cuatro dimensiones de análisis. Consideramos que todas las sesiones fueron igual de importantes a pesar de que en algunas se lograron mayor nivel de desarrollo que en otras. Todas nos aportaron elementos esenciales para el programa, la primera nos posibilitó realizar un diagnóstico del grupo e integrarnos al mismo, conocer sus expectativas, intereses y el nivel de desarrollo alcanzado próximo. Los estudiantes estuvieron muy motivados durante la implementación del programa para ellos resultaba una actividad novedosa y dinámica. Preferían el trabajo en equipo cuando este era competitivos, les gustaba las técnicas que requerían dibujar en un inicio del programa y a medida que este iba avanzando se motivaban más por técnicas que requerían de elaboración conjunta y propiciaban el debate como las dramatizaciones y juegos de roles. La disciplina fue un factor que estuvo en nuestra contra ya que los estudiantes no mantenían buena disciplina durante las sesiones, y eso afectaba la dinámica en muchas ocasiones, por la que la utilización de técnicas de relajación al inicio y final de las sesiones era imprescindible para eliminar los niveles de ansiedad. La implementación del programa exigió de nosotras creatividad, profesionalismo, entrega y dedicación, además de horas extras a la reflexión y el debate. Para lograr los objetivos de la asignatura fue imprescindible el trabajo en equipo el cual contribuyó a racionalizar y optimizar el tiempo, en ser más críticas y reflexivas en la elaboración de los programas, y a elevar la calidad del trabajo. Los aspectos que nos permitieron realizar el trabajo con la calidad requerida fueron: Tener en cuenta el banco de problema de la escuela, la demanda o necesidad del grupo para realizar la intervención. Mantener una relación cordial, armónica y de colaboración con la profesora guía, la dirección del centro escolar y los padres.

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Motivar a los estudiantes mediante el método participativo y la utilización de técnicas de animación y dinámicas grupales Hacer un diagnóstico profundo de la situación actual de los estudiantes: de sus capacidades, recursos, fortalezas y debilidades. Caracterizar la Situación Social del Desarrollo y la Zona de Desarrollo Actual y Potencial Tener en cuenta las dimensiones de análisis e indicadores de la habilidad Expresión-Comprensión. Como acciones complementarias se implemento un programa de orientación al maestro y a los padres, teniendo en cuenta la relación dialéctica entre la escuela y la familia y concibiendo a la maestra y a los padres como agentes socializadores esenciales de la etapa escolar. El programa de orientación del maestro tiene como objetivos desarrollar en la profesora habilidades comunicativas que favorezcan el establecimiento de buenas relaciones en los estudiantes partiendo de la Situación Social de Desarrollo de los estudiantes. El programa consta de 3 sesiones donde se realizaron entrevistas a la profesora, y se le brindó información referente al tema y materiales de su interés para que consultara así como un acompañamiento profesional que le permitiese desarrollar las habilidades comunicativas. La profesora resultó ser un elemento clave durante todo el proceso y en las acciones educativas implementadas. Con la maestra mejoramos su forma de proceder con los estudiantes al darle herramientas para lidiar con situaciones que se dan en el grupo. Durante el diagnóstico observamos debilidades en el autocontrol y manejo de emociones negativas, consideramos que debíamos dotar a la profesora de elementos que le permitiese manejar adecuadamente situaciones que se le presentaban en su realidad escolar. Notamos que en el inicio del trabajo la profesora presentaba altos niveles de estrés, que podían desencadenar en un síndrome de Burnout por lo que al comienzo del trabajo empleamos técnicas de relajación y fortalecimos su disposición y motivación que sus mayores fortalezas. El programa de orientación familiar contó con objetivos similares. Fomentar la reflexión acerca de la importancia de la comunicación para el desarrollo de relaciones interpersonales fue el objetivo general del programa mientras que como objetivos específicos tenemos: brindar a los padres información esencial acerca de los tipos, funciones y barreras que existen en la comunicación; analizar las ventajas y desventajas de los distintos estilos comunicativos y tipos de comunicación y la importancia de la comunicación en las relaciones interpersonales; identificar las principales preocupaciones, inquietudes, satisfacciones de los padres acerca de las relaciones que establecen sus hijos con sus coetáneos; proveer a los padres de habilidades comunicativas que fortalezcan las relaciones interpersonales de sus hijos. Para ello realizamos 3 dinámicas grupales, donde desplegamos una serie de técnicas que expondremos a continuación y recursos para de conjunto padres y coordinadoras construyéramos el conocimiento acerca del tema y el debate fuese fructífero. El tema abordado suscitó gran interés entre los participantes ya que era un tema conocido pero que no se abordaba en ningún espacio educativo, de modo tal que ellos pudieran adquirir mayor conocimiento respecto al mismo, ni habilidades comunicativas que pudiesen implementar en su vida cotidiana. En la implementación del programa logramos que los padres conocieran e incorporaran en su vida cotidiana principalmente en la educación de sus hijos habilidades comunicativas que le permitiesen fomentar en los niños buenas relaciones con sus compañeros de clases. Entre las que están: no calificar, no juzgar ni culpabilizar a sus hijos; reflexionar sobre que se quiere conseguir y cómo decirlo mejor; procurar un estado emocional favorable para comunicarse; reflexionar sobre las posibles consecuencias de sus actos; utilizar mensajes claros, precisos y útiles; elegir un lugar y

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momento adecuado para la comunicación; reflexionar sobre que se quiere conseguir y cómo decirlo mejor; así como la aaceptación de argumentos, objeciones o críticas de la otra persona. También logramos que reflexionaran en torno a la importancia, funciones y tipos de la comunicación, muchos de estos aspectos resultaban novedosos para ellos. Se abordaron los diferentes tipos, funciones y barreras de la comunicación, siendo comprendidas y debatidas por todos los padres asistentes. Entre los tipos se consideraron la comunicación verbal y no verbal como las únicas y necesarias para comunicarnos; entre las funciones la más privilegiada fue la informativa y la menos reconocida la afectiva. Las barreras comunicativas que identificaron con facilidad fueron: la barrera del lenguaje que se ve básicamente cuando se antepone la ironía o la burla al lenguaje comprensivo y la barrera de la indiferencia. Entre las principales preocupaciones de los padres entorno a las relaciones que establecen sus hijos con sus coetáneos estaban el tipo de grupo en que estaban insertados los niños, los amigos con los que se relacionan, lo imponente que ellos son a la hora de establecer relaciones con otras personas y características personológicas de los niños. Consideraron que la comunicación tiene gran importancia ya que es la encargada de la transmisión de ideas entre las personas. Creen necesario fomentar su perfeccionamiento, así como implementar las habilidades comunicativas no solo en el trato con sus hijos, sino también de los demás grupos sociales. Implementar el programa de padres fue una de las acciones más complejas durante el trabajo, mas no cejamos en nuestro empeño y conseguimos ver un progreso y asimilación de los temas abordados en los padres. Los padres más colaborativos con la actividad correspondieron ser los padres de los alumnos con mayor nivel de desarrollo en la habilidad, mientras que los padres de los alumnos con poco desarrollo o ninguno en la habilidad de la comunicación y relaciones interpersonales no asistieron a las reuniones. Bibliografía Fariñas, G. (2005) Psicología, Educación y Sociedad; un estudio sobre el Desarrollo Humano. Editorial Félix Varela. La Habana Ibarra, L. (2005): Psicología y Educación: Una relación necesaria. Editorial Félix Varela, La Habana. Ibarra, L. (2005): Educar en la escuela, educar en la familia. ¿Realidad o utopía? Editorial Félix Varela, La Habana.

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TÍTULO: CONOCIMIENTO Y PRÁCTICA DE LA SEXUALIDAD EN UNIVERSITARIOS PONENTE: Mayre Hernández Valerio AUTORES: Mayra Chávez Martínez, Jana Petrzelová Mazacová, Joel Zapata Salazar, Mayre Hernández Valerio, Mariana Rodríguez Herrera INSTITUCIÓN: Universidad Autónoma de Coahuila. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] La educación sexual se ha ido trabajando desde años atrás, sin embargo siguen apareciendo deficiencias en el conocimiento sobre la sexualidad, es por eso el interés en realizar esta investigación comparando los resultados de la generación del año 2006 con el año 2014 de estudiantes de nivel licenciatura de la Universidad Autónoma de Coahuila, Unidad Saltillo, por medio de la aplicación del instrumento “Conocimientos, actitud y práctica con respecto de la sexualidad”. Con la Reforma Educativa de la década de 1970 en México se incluye en los planes y programas de estudio de primaria, secundaria y bachillerato algunos aspectos de anatomía y fisiología, del aparato reproductor, reproducción y métodos anticonceptivos. Es la actitud prejuiciada del maestro el principal obstáculo para llevar a cabo dichos planes y programas de estudio, y son los propios alumnos quienes consideran al maestro como el medio poco adecuado para intercambiar conocimientos en el área sexual. (Consejo Nacional de Población citado en, Trujillo, Morales, y Torres, 2000). La gran controversia que despiertan los programas de educación sexual no ha permitido realizar una acción sostenida ni una extensión suficiente de los mismos. Los primeros esfuerzos ligados al movimiento revolucionario ya planteaban programas de prevención materno-infantil, de enfermedades venéreas y de la pubertad desde 1908 (Ramírez,1996). Sin embargo, tenemos que entender que la sexualidad es una parte fundamental de nuestra vida, según Giberti (1968) la educación sexual forma parte de la totalidad de la educación de un ser humano, ya que esta no es un contenido aislado, cercenado del resto de la vida, por ello la importancia de su estudio. La cátedra escolar de la educación sexual ha despertado la preocupación de los padres y los maestros, ya que no saben desde qué edad se les debe enseñar, cómo presentarles la información a los estudiantes y sobre qué temas se les debe hablar (Rubiano, 2000). Por otro lado, se platea que… ..No obstante, los sistemas de educación sexual continúan siendo insuficientes. La investigación y la experiencia clínica atestiguan la presencia de problemas sexuales crónicos en las vidas de los individuos y sus relaciones, que son atribuibles a la ignorancia sexual y a la información errónea (McCary, 1996,1). “Los debates sobre qué hacer, desde quién y en qué marco impartir la educación sexual esta intimamente ligado al por qué y para qué hacerlo” (Wainerman, Di Virgilio y Chami, 2008, 21). A pesar de que en la actualidad los adolescentes hablan sobre la sexualidad de una manera más abierta, ésto no significa que estén bien informados, es por ello la importancia de implementar programas adecuados sobre la educación sexual, donde no solo se hable de temas biológicos. Sin embargo, según Juárez (1996) se ha exagerado con frecuencia el cambio en los patrones conductuales relacionados con la sexualidad, sobre todo en cuanto al inicio de la vida sexual. La educación sexual debería ser libre, respetuosa y responsable, en la que capacitando educadores se logre erradicar el alfabetismo sexual, ya que éste no es casual sino que está casualmente

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determinado, pero existen niveles de autoridad que se oponen a la educación en sexualidad (Trujillo et al., 2000). Sin embargo, no es suficiente el conocimiento sobre sexualidad, ya que parece haber una gran discrepancia entre el conocimiento y la práctica de la sexualidad. … Conforme a la ENADID 2009, 61.8% de las adolescentes de 15 a 19 años, sexualmente activas, declaró no haber usado un método anticonceptivo durante su primera relación sexual; en las jóvenes de 25 a 29 años esta proporción aumenta a 75 por ciento; lo cual contrasta con el conocimiento que éstas tienen sobre los métodos de control natal, información de la misma encuesta indica que 97% de las adolescentes y 98.2% de las jóvenes de 25 a 29 ha oído hablar de alguno de éstos (INEGI, 2010). MÉTODO La investigación fue de tipo cuantitativo, descriptivo, con un diseño transversal y correlacional. Participantes En la investigación realizada en el 2006 se tomó una muestra por conglomerados de 708 alumnos de las diferentes facultades de la Universidad Autónoma de Coahuila. En la réplica aplicada en enero de 2014 se contó con la participación de 73 alumnos, de la Escuela de Psicología a fin de comparar con los resultados de la misma Escuela de 2006. Instrumento Se utilizó el instrumento “Conocimientos, actitud y práctica con respecto de la sexualidad”, el cual constó de 72 reactivos divididos en 7 categorías: I. Educación Sexual, con 4 reactivos II. Conocimientos sobre biología, anatomía y reproducción, con 22 reactivos III. Enfermedades de transmisión sexual, tratamiento y prevención, con 10 reactivos IV. Empleo y efectividad de los métodos anticonceptivos, con 6 reactivos V. Disfunciones sexuales y parafilias, con 4 reactivos VI. Preferencias sexuales, con 5 reactivos VII. Prevalencia de las prácticas sexuales, con 23 reactivos Además de dos apartados de datos de identificación y datos familiares. Para fines de nuestra investigación solo se utilizaron 6 categorías: Educación Sexual; Conocimientos sobre biología, anatomía y reproducción; Disfunciones sexuales y parafilias; Preferencias sexuales y prevalencia de las prácticas sexuales. Procedimiento Se aplicó el cuestionario a los alumnos inscritos en la Escuela de Psicología, en la asignatura “Sexualidad humana”, en forma grupal, con consentimiento informado verbal. Se procedió a seleccionar la Escuela de Psicología de la base de datos anterior, codificar los datos actuales y aplicar los tratamientos estadísticos a través del programa SPSS, 19. RESULTADOS Los participantes fueron alumnos de la UAdeC inscritos en la Escuela de Psicología en el año 2006 y en el año 2014. En la Tabla 1 aparecen las proporciones de hombres y mujeres participantes. Tabla 1 Porcentajes de Hombres y Mujeres por Población, Coahuila, 2014. Población Mujeres Hombres 2006 44.23% 55.77% 2014 69.9% 30.1% Ambas poblaciones 56.2% 43.8%

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Con una media de edad de 19 (DS. 2.93), tomando en conjunto ambas poblaciones de Psicología. Se aplicó la prueba X2 a los resultados recabados. Se eligieron los reactivos más importantes de cada categoría. En la Tabla 2 se puede observar que en el 2014 existe un mayor número de personas que han tomado una clase-taller o plática sobre educación sexual, pero esta diferencia no es significativa. Tabla 2 Prueba X2. Categoría Educación sexual, Coahuila, 2014. Ítem Categoría Año X2 2006 2014 ¿Has recibido algún Si 92.2% 94.5% * .481 curso-taller o plática No 07.8%* 05.5% sobre educación sexual? * Chi cuadrada < 0.05 En la Tabla 3 se muestra cómo el porcentaje de sujetos que acertaron en la respuesta correcta en ambos reactivos es mayor en los sujetos del año 2014, sin haber diferencia significativa. Sin embargo en el segundo reactivo si aparece una diferencia en cuanto a la masturbación como conducta normal. Tabla 3 Prueba X2. Categoría Conocimiento sobre biología, anatomía y reproducción, Coahuila, 2014. Ítem Categoría Año X2 2006 2014 Consecuencias de la Porcentaje de sujetos 76.6% 80.8% * .315 masturbación. con respuesta correcta. ¿La masturbación es una 79.7%% 84.9%%* .020 forma normal de Porcentaje de sujetos conducta sexual en con respuesta personas de ambos correcta. sexos? * Chi cuadrada > 0.05 El porcentaje más alto en cuanto a sujetos que acertaron al reactivo de ITS es el de la muestra del año 2014 sin presentar diferencias significativas (Tabla 4). Tabla 4 Prueba X2. Categoría Enfermedades de transmisión sexual, tratamiento y prevención, Coahuila, 2014. Ítem Categoría Año X2 2006 2014 ¿Cuál es la mejor forma Porcentaje de sujetos 93.9% 98.6% .392 de tratar una infección con respuesta * de transmisión sexual? correcta. * Chi cuadrada > 0.05

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En la Tabla 5 se puede observar que existe un mayor conocimiento acerca de disfunciones sexuales y parafilias en el 2014 sin presentar diferencias significativas. Sin embargo si existen diferencias significativas en los reactivos acerca de vaginismo y parafilias en cuanto a conocimiento de estos. Tabla 5 Prueba X2. Disfunciones sexuales y parafilias, Coahuila, 2014. Ítem Categoría Año 2006 Es la incapacidad de Porcentaje de sujetos 92.9% controlar el proceso de con respuesta correcta. eyaculación, lo que produce eyaculación inmediata al ocurrir excitación sexual. Constituye una contracción Porcentaje de sujetos extremadamente poderosa, con respuesta correcta. 29.8%* intensa y a menudo muy dolorosa de los músculos que rodean el conducto vaginal. Se caracteriza por una Porcentaje de sujetos 40.7% respuesta de activación a con respuesta correcta. objetos o situaciones sexuales que no forman parte de las pautas habituales y que en diversos grados interferir con la capacidad para una actividad sexual recíproca y afectiva. * Chi cuadrada < 0.05

X2 2014 98.6% *

.154

27.4%

.019

58.9%*

.008

Existen diferencias significativas en el nivel de conocimiento en la Categoría Preferencias Sexuales en el ámbito de conocimiento y creencias de las mismas, ya que cuando en el 2006 un 13.6% de la población creía que las personas homosexuales o bisexuales estaban enfermas, en el 2014 ese porcentaje disminuyó a cero (Tabla 6). Tabla 6 Prueba X2. Categoría Preferencias sexuales, Coahuila, 2014. Ítem Categoría Año X2 2006 2014 Es la inclinación Porcentaje de sujetos 12.0% 30.1% .000 consistente de interés con respuesta * sexual, romántico y correcta. afectuoso en dirección

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heterosexual, homosexual o bisexual. ¿Si una persona tiene 13.6% .002 relaciones homosexuales Sí. 82.1% 00.0% o bisexuales, está No. 97.3% enfermo? * Chi cuadrada < 0.05 En la Tabla 7 se muestra como en ambos años el porcentaje más alto en cuanto a edad al inicio de vida sexual se encuentra en edades de entre a 15 a 19 años en el que se encuentra una diferencia significativa, inclinándose entre estos dos hacia el año 2014 el porcentaje más elevado. Como también una disminución en el 2014 de la población que comenzaba su vida sexual en edades de 10 a 14 en comparación al 2006. Otro aspecto que se puede observar en el año 2014 es el decremento de población que nunca tomaba precauciones para evitar un embarazo o infección sexual (sin embargo esta no es una diferencia significativa), como también un decremento en el nivel de presión sobre el inicio de una vida sexual por parte de los amigos. También se puede observar que la población en el 2014 se inclina hacia la creencia que la vida sexual debe comenzar en edades de entre 20 a 18 años, como también un decremento significativo en el mismo año sobre la creencia de que las personas deben de esperar hasta el matrimonio para comenzar una vida sexual sin ser diferencias significativas. Una diferencia significativa notable es la del decremento de las relaciones sexuales bajo los efectos de una sustancia como el alcohol o las drogas, ya que cuando en el 2006 el 38.8% de la población mencionó haber sostenido relaciones bajo el influjo de alguna sustancia, en el 2014 sólo un 11.0% mencionó haberlo hecho. Tabla 7 Prueba X2. Categoría Prevalencia de las prácticas sexuales, Coahuila, 2014. Ítem Categoría Año X2 2006 2014 ¿A qué edad tuviste tu primera De los 10 a 14 años. 03.4%* 01.4% .011 relación sexual? De los 15 a 19 años. 43.5% 53.4%* De los 20 a 25 años. 05.9%* 05.5% Cuando tienes relaciones sexuales, Siempre. ¿Tomas precauciones para evitar un Algunas veces. embarazo no planeado o para no Nunca. contraer alguna infección?

37.3% 15.1% 04.4%*

38.4%* .721 19.2%* 02.7%

¿Qué tanto te han presionado tus Mucho. amigos para que tengas relaciones Poco. sexuales? Nada.

02.7%* 12.3%* 75.6%

01.4% .556 11.6% 82.2%*

Antes de los 15 años. ¿Cuál crees que es la edad adecuada De los 15 a 17 años. para comenzar a sostener relaciones De los 18 a 20 años. sexuales? De los 21 años y más

00.6%* 10.9%* 44.5% 22.6%

00.0% .067 02.7% 60.3%* 23.3%*

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Hasta el matrimonio.

15.7%

09.6%

Sí. No.

38.8%* 47.2%

11.0% .000 80.8%*

08.1% 77.1%

8.2%* .088 86.3%*

¿Sostuviste relaciones sexuales bajo los efectos de alguna sustancia como alcohol o alguna droga? Sí. No. ¿Alguna vez alguien te forzó o presionó para que accedieras a sostener algún tipo de contacto sexual? * Chi cuadrada < 0.05

DISCUSIÓN En los resultados obtenidos se puede observar que ambas muestras han tenido un elevado porcentaje respecto a haber asistido o formado parte de una clase, taller o plática sobre educación sexual. Por lo tanto, los porcentajes de aciertos en cuanto a conocimiento acerca de la sexualidad en aspectos biológicos, anatómicos, reproducción, infecciones de transmición sexual, su tratamiento y prevención son similares en ambos grupos. Sin embargo, existen diferencias significativas entre ambas muestras con respecto a creencias y prácticas sexuales. Una de las diferencias significativas se encontró en la categoría de “Disfunciones sexuales y parafilias”, ya que en el 2006 sólo el 40.7% de los estudiantes acertó el reactivo. Que se refiere a la parafilia, entendiendo a esta, según el DSM-IV-TR (2002, 599), como “impulsos sexuales intensos y recurrentes, fantasías o comportamientos que implican objetos, actividades poco habituales”, además de que estos impulsos “producen malestar clinicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo”; mientras que el porcentaje de los estudiantes del año 2014 que acertaron fue de 58.9%. Otro de los aspectos con una diferencia significativa es la “Orientación sexual”, ya que en el 2006 sólo el 12.0% acertó a la respuesta correcta, mientras que en el 2014 fue el 30.1%. Así como las creencias en entorno a ésta, ya que en el 2006 el 13.6% de los estudíantes aún consideraba como enfermas a las personas que sostenían relaciones homosexuales o bisexuales, mientras que en el 2014 ninguna persona de la muestra tuvo esta creencia. Otras de las principales diferencias significativas se enfocan en la categoría “Prevalencia de las prácticas sexuales” en aspectos como inicio de la vida sexual y práctica de relaciones sexuales bajo los influjos de sustancias. En el primer aspecto se ha visto una inclinación a comenzar la vida sexual de los 18 a 20 años, mayormente en la muestar del año 2014; en el segundo aspecto se puede observar un decremento en el porcentaje de personas que mantenían relaciones sexuales bajo los efectos de alguna sustancia en el año 2014. Se puede decir que a pesar de los años y de la creencia de que se han ido desarrollando conocimientos acerca de la sexualidad en aspectos biológicos, anatómicos, de reproducción e infecciones de transmisión sexual, en jóvenes universitarios este no ha sido un avance real, ya que se puede observar que estos conocimientos son mínimos y similares a los de hace ya algunos años. Sin embargo, por otro lado, existe un gran desarrollo en base a las creencias y prácticas que van orientando a los jóvenes a vivir su sexualidad de una manera más responsable.

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Otro de los aspectos significativos encontrados que fue un aumento en la población que considera la masturbación como una conducta sexual dentro de la norma. Un aspecto importante a observar es la discrepancia de los estudiantes universitarios entre sus conocimientos, creencias y práctica de la sexualidad, ya que pudimos observar como en ambas generaciones la creencia predominante es que la edad adecuada para iniciar la vida sexual es de los 18 a los 20 años, cuando la población reporta el inicio de su vida sexual entre los 15 y 19 años. En conclusión se puede decir que ha habido un ligero avance en cuanto a la educación de conocimientos en sexualidad, ya que la educación recibida y los conocimientos en ambas generaciones son similares y que hay un cambio significativo en las creencias de los universitarios, sin embargo esto no afecta significativamente la práctica de su sexualidad. REFERENCIAS DSM-IV-TR Manual Diagnóstico Y Estadístico De Los Trastornos Mentales, (2002). Barcelona: ELSEVIER MASSON. 599 Giberti, E. (1968). ADOLESCENCIA Y EDUCACIÓN SEXUAL. Argentina: Roberto O. Antonio S.A.C,I, Editores. 609 Instituto Nacional de Estadística Y Geografía, (2012). Estadísticas A Propósito Del Día Internacional De La Juventud. Recuperado de : http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/estadisticas/2012/juventu d12.asp?c=2844& Juárez, A. (1996). Hacia Una Nueva Cultura: La Salud Sexual. En J. A. Hernández, (CONAPO) (Ed.), Hablemos de Sexualidad 1, 27-41. México: Fundación Mexicana Para la Planeación Familiar, A. C. (MexFam). McCary, D. (1996). Sexualidad Humana. México: Manual Moderno. 1 Ramírez, G. (1996). Educación Sexual Y Problemas De Población. En J. A. Hernández, (CONAPO) (Ed.), Hablemos de Sexualidad 1, 19-26. México: Fundación Mexicana Para la Planeación Familiar, A. C. (MexFam). Rubiano, M. (2000). Educación Sexual. México: San Pablo. Trujillo, E., Morales, H. y Torres, M (2000). Adolescentes y Sexualidad en Chiapas. México: Cuadernos de Ciencias. 18 Wainerman, Di Virgilio y Chami (2008). La escuela y la educación sexual. México: Manantial. 21

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TÍTULO: ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE PAREJAS HETEROSEXUALES Y PAREJAS HOMOSEXUALES FRENTE A LOS DISTINTOS ESTILOS DE APEGO PONENTE: Natalia Porras Rincón INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Fundación Universitaria Sanitas. Bogotá. Colombia MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] El apego es un constructo que ha tenido importante relación en la psicología, porque define el comportamiento que tienen las personas frente a las relaciones interpersonales. Se ha evidenciado que el apego se desarrolla desde la infancia y se mantiene en el transcurrir de la vida, determinando la necesidad de hacer vínculos afectivos (Garrido, 2006). El objetivo de este trabajo se enfocara en la diferencia entre parejas homosexuales y heterosexuales frente a los tipos de apego, para así descubrir cómo el apego afecta emocionalmente a las personas para llevar a cabo una relación de pareja y también cómo puede afectar en las relaciones en parejas homosexuales y heterosexuales La homosexualidad se define como la preferencia que tiene una persona para relacionarse con personas de su mismo género”, este autor entiende la preferencia como una inclinación natural, y no es necesariamente voluntaria. (Álvarez, 2000. Citado por Lozano, 2009. P. 156) y el término heterosexual es un término bastardo, compuesto de una parte griega, hetero, que es igual a distinción y la otra parte latina sexual, que significa división. Entonces se define a la heterosexualidad como la inclinación erótica hacia el sexo complementario (Assandri, 2012). Dentro de los componentes que actualmente se consideran que se estudian en esta población, son su adaptación social y relaciones de apego (Guzman & Contreras, 2012). Es aquí donde se genera la pregunta de investigación: Pregunta de investigación ¿Qué diferencia existe entre parejas homosexuales y parejas heterosexuales frente a su estilo de apego? Hipótesis H1: Existen diferencias significativas en los estilos de apego entre parejas homosexuales y heterosexuales Ho: No existen diferencias significativas en los estilos de apego entre parejas homosexuales y heterosexuales H1: μ 1 ≠ μ 2 Ho: μ1 = μ 2 Consideraciones éticas En cuanto a las consideraciones ético/legales, la investigación se enfocó en todos los principios planteados en la ley 1090 del ejercicio del psicólogo. (Artículo 2 numerales 5, 6 y 8. Ministerio De La Protección Social, 2006) Todos los investigadores realizaron el curso de Protección de los participantes humanos de la investigación del (NIH) Instituto Nacional De Salud de Estados Unidos, para poder dar inicio a la investigación. Marco teórico En este apartado se presentará la revisión teórica sobre la variable independiente, es decir apego, qué tipos de apego existen. Y una revisión conceptual sobre la homosexualidad, las relaciones

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afectivas. Con esta revisión se busca dar a conocer si realmente hay una diferencia significativa en los estilos de apego que se da entre los diferentes tipos de parejas. El Apego, se puede definir como un lazo de larga duración, emocionalmente significativo para un individuo en particular. El objeto de apego suele ser alguien (muy a menudo uno de los padres) que responde a los sentimientos de los niños creando un lazo que puede ser muy fuerte emocionalmente cargado en ambas direcciones (Schaffer, 2000). El termino apego fue propuesto por John Bowlby en los años (1969-1986), en donde hablaba de una necesidad humana de formar vínculos afectivos estrechos hacia las cuales podamos recurrir en momentos de estrés o sufrimiento. Bowlby (1993), citado por Sanchis (2008), definía la conducta de apego como cualquier forma de comportamiento que hace que una persona alcance o conserve proximidad con respecto a otro individuo diferenciado y preferido; en tanto que la figura de apego permanezca accesible y responda, la conducta puede consistir en una mera verificación visual o auditiva del lugar en que se halla y en el intercambio ocasional de miradas y saludos. Pero en ciertas circunstancias se observan también seguimiento o aferramiento a la figura de apego, así como tendencia a llamarla o a llorar, conductas que en general mueven a esa figura a brindar sus cuidados Girón, Rodríguez y Sánchez (2003), citado por Sanchis (2008), añadían que cuando se desarrolla una relación de apego y esta es saludable, se satisfacen las necesidades psíquicas y físicas del niño y éste desarrolla un sentimiento de seguridad. La experiencia de que la figura de apego, en este caso el cuidador es accesible y responderá si se le pide ayuda, suministra un sentimiento de confianza que facilita la exploración tanto del mundo físico como del social. Bowlby (1993), citado por Sanchis (2008), al desarrollar su teoría del apego realizo una descripción exclusivamente conductual, en donde la necesidad aparece en ausencia del “cuidado” y la presencia de este hace que esta necesidad desaparezca. Además en 1973, sostuvo que la finalidad del sistema de apego es la de mantener al cuidador accesible y receptivo y para referirse a esto, utilizó el término disponibilidad. El apego se clasifica en: Apego seguro, en este existe baja ansiedad y evitación, seguridad en el apego, comodidad con la cercanía y la interdependencia, confianza en la búsqueda de apoyo y otro medios constructivos ante el afrontamiento del estrés. Señala que cuando personas seguras están enojadas tienden a aceptar su ira, expresar su enojo controladamente y buscar soluciones a la situación (Mikulincer, Shaver y Pereg, 2003, citado por Garrido, 2006). El Apego ansioso ambivalente se caracteriza por tener un nivel alto de ansiedad y baja evitación, inseguridad en el apego, una fuerte necesidad de cercanía, preocupaciones por las relaciones y miedo a ser rechazado, predomina un estado emocional en cuanto a la preocupación y miedo a la separación, también una baja tolerancia al dolor (Kochanska ,2001, citado por Garrido, 2006). El Apego ansioso Evitativo, se caracteriza por que en este estilo se reportan bajos niveles de emociones positivas, experimentan más afecto negativo que el grupo seguro y menor afecto negativo que el grupo ambivalente, específicamente en relación con la rabia, Mikulincer (1998) señala que el estilo Evitativo se inclina a la ira pero, aunque presenten intensos episodios de enojo con alta hostilidad, tienden a esconder su ira mediante la negación de su emoción o expresándose positivos (Mikulincer, 1998, citado por Garrido, 2006). Se ha identificado que el apego no se da solamente en los niños, en los adultos se ha evidenciado también apego en los adultos. En los últimos 10 a 15 años se han desarrollado dos líneas de investigación: La primera línea de investigación fue comenzada por psicólogos del desarrollo como Ainsworth, con sus observaciones sobre la relación entre padres e hijos, y luego por psicólogos clínicos,

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quienes diseñaron entrevistas para estudiar el estado mental o sistema representacional de los padres con respecto al apego (Martinez & Nuñez, 2007) La segunda línea de investigación en apego adulto fue iniciada a mediados de la década del 80 por psicólogos sociales Hazan & Shaver (1987), quienes aplicaron las ideas de Bowlby y Ainsworth al estudio de relaciones amorosas. Estos investigadores encontraron paralelos entre las cualidades de apego infantiles y patrones de conducta y sentimientos en relaciones de pareja de adolescentes y adultos. Esta línea de investigación ha desarrollado múltiples cuestionarios y escalas de autoreporte para evaluar el apego en adultos y sus clasificaciones incluyen tanto categorías cualitativas similares a las tradicionales como también dimensiones cuantitativas que subyacen a los diferentes estilos de apego en relaciones interpersonales cercanas (Martinez & Nuñez, 2007). Los estilos de apego en adulto se pueden clasificar en cuatro constructos, los cuales son: El apego Seguro-Autónomo, en la descripción y evaluación de las experiencias con el apego, el sujeto mantiene un discurso coherente y se muestra dispuesto a colaborar, tanto si sus experiencias son descritas como favorables o no. El sujeto puede dar valor al apego, al describir que se mantiene objetivo a cualquier relación o experiencia concreta. El sujeto tiende a apreciar relaciones de apego, a describir coherentemente sus experiencias de apego, ya sean positivas o negativas y considerarlas importantes para su personalidad (Main, 1996). En cuanto al apego Evitativo, los sujetos describen a sus padres como normales o excelentes, aunque algunos recuerdos específicos contradicen o no apoyan estas descripciones. Los sujetos dicen que las experiencias negativas no les han afectado. Las descripciones son cortas e insisten en su falta de memoria, tienden a minimizar la importancia que tiene el apego para sus propias vidas y a idealizar sus experiencias de la infancia sin ser capaces de proporcionar ejemplos específicos (Main, 1996). En el apego preocupado, los sujetos se muestran preocupados por sus experiencias, enfadados, confusos, pasivos, miedosos y abrumados. Las frases son gramaticalmente confusas y contienen muchas expresiones indefinidas. Sus descripciones son largas y sus respuestas irrelevantes, estos sujetos tienden a maximizar la importancia del apego. Están muy ligados y preocupados por sus experiencias pasadas y son incapaces de describirlas coherentemente y razonadamente (Main, 1996). Por último está el apego desorganizado, donde los sujetos en las discusiones de pérdida de familiares o abusos, se observan grandes lapsos en el razonamiento o el discurso. Pueden utilizar un discurso de elogios o no hablar de una persona fallecida, como si la persona estuviera presente. El sujeto muestra signos de no haber superado alguna experiencia traumática normalmente, debido a la perdida de seres involucrados en la relación de apego. En sus relaciones de apego infantiles hay indicadores de conflicto, desamparo, disforia y conducta coercitiva o impredecible para con ellos (Main, 1996). Orientación sexual Respecto a la definición del concepto Orientación sexual, es la forma en la que una persona direcciona sus intereses eróticos y afectivos, es la atracción o preferencia que tiene un individuo hacia otro; estas direcciones eróticas y afectivas pueden ser heterosexuales, homosexuales o bisexuales (Bardi, Martínez & González, 2005). Homosexualidad “El término homosexualidad surgió durante la revocación de la reforma sexual en Alemania a fines del siglo XIX” (Lozano, 2009. P. 154). El médico alemán Benkert en 1869, fue el primero en utilizar el término homosexualidad; algunos sexólogos alemanes de esos tiempos emprendieron con gran entusiasmo la descripción del desarrollo de la conducta homosexual y definieron y categorizaron

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el concepto de homosexualidad como algo diferente a lo heterosexual. Kerbeny tenía la finalidad de definirla como una forma distintiva y benigna de la sexualidad (Lozano, 2009). La homosexualidad es “la preferencia que tiene una persona para relacionarse con personas de su mismo género”, este autor entiende la preferencia como una inclinación natural, y no es necesariamente voluntaria. (Álvarez, 2000. Citado por Lozano, 2009. P. 156). Heterosexualidad En 1880 surge por primera vez impresa la palabra heterosexualidad. El término tuvo algunos desvíos, debido a que en 1892 llegó a nombrar una perversión que incluía a los que tenían comercio sexual con un hombre o con una mujer. Fue con el paso del tiempo y fundamentalmente por oponerse al concepto de homosexual, que la heterosexualidad realizó su recorrido triunfante y silencioso a través del siglo xx (Assandri, 2012). Al indagar más sobre el concepto heterosexualidad, nos revela algo clave, heterosexual es un término bastardo, compuesto de una parte griega, hetero, que es igual a distinción y la otra parte latina sexual, que significa división. Entonces se define a la heterosexualidad como la inclinación erótica hacia el sexo complementario (Assandri, 2012). Referente a los estudios encontrados con relación homosexualidad y apego y heterosexualidad y apego, se puede evidenciar: Según Melero (2008) la necesidad de formar vínculos emocionales es una necesidad primaria durante toda la vida; en esta investigación se analizaron 4 fases que se dan en el proceso de formación del vínculo de apego adulto en el transcurso del establecimiento de una relación de pareja, estas fases son, el pre-apego, formación del apego, apego definido y corrección de metas. Pre-apego: atracción y cortejo. Esta primera fase, corresponde al momento en el que comienza la atracción entre dos personas; en esta fase se dan comportamientos como sonrisas, contacto ocular, charla animada e intranscendente, expresiones faciales y otros gestos informales. Durante esta fase, existe un gran entusiasmo y respeto por el otro y cualquier comentario o información trivial, son atendidos con gran interés. (Melero, 2008). Formación del apego: enamoramiento. Al igual que en la fase anterior, en el enamoramiento sigue existiendo una elevada activación fisiológica; sin embargo, en esta etapa el arousal se prolonga más allá de la simple interacción: estados como la falta de sueño y la disminución del apetito al tiempo que, paradójicamente, disponen de una energía inagotable, son algunas consecuencias de este tipo de activación. En esta fase se observa dinámicas más tranquilas e íntimas como cambios en la cualidad de la voz (susurros, habla infantilizada, etc.), contacto visual y corporal prolongados, abrazos, conductas más “parentales”, como cuidados, mimos, etc. y un mayor intercambio de información personal, secretos familiares, experiencias dolorosas anteriores, etc (Malero, 2008). Apego definido: amor. En esta tercera fase, la idealización inicial es reemplazada por una visión más realista del compañero. En el desarrollo de la relación, crece la familiaridad de los miembros, declina la frecuencia de la actividad sexual, mientras que aumenta la importancia de los aspectos emocionales y del cuidado relativo a la satisfacción sexual. En esta fase, las parejas empiezan a utilizar el tiempo que pasan juntos para dialogar no sólo de aspectos personales o temas focalizados en la relación sino también de otras clases de cuestiones externas, dedicando menos tiempo a la comunicación íntima (Melero, 2008). Corrección de metas: fase postromance. En esta última fase, los amigos, el trabajo y otras obligaciones del mundo real, hacen que el comportamiento de los miembros de la pareja vuelva a la normalidad, produciéndose una disminución de las conductas de apego y de la actividad sexual (Melero, 2008).

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Se ha encontrado que los estilos inseguros son menos responsivos y capaces de ofrecer apoyo en el marco de la relación que el apego seguro (Feeney & Collins, 2001 y 2003, citado por Melero, 2008). En el estudio de Melero 2008, se evidencio una ventaja que concede el apego seguro a la hora de enfrentarse a las relaciones personales y a las experiencias vitales en general, implica, a su vez, una mayor capacidad de aprendizaje de las nuevas experiencias. Una seguridad afectiva se traduce en disponer de la suficiente confianza en uno mismo y en los demás como para permitirse exponer las propias creencias y profundizar en el mundo de los demás, primero porque el sentimiento de seguridad personal está consolidado, y segundo porque en caso de fracaso, confían en el apoyo de los demás para restablecer su equilibrio emocional (Melero, 2008). En lo que respecta a la seguridad afectiva, los resultados de este estudio han confirmado la mayor sensibilidad y proximidad en el cuidado, que revierte en una mayor satisfacción y ajuste con la relación. Con respecto al estilo preocupado, esta investigación ha confirmado la disfuncionalidad que caracteriza a este estilo de apego en sus relaciones de pareja. Su actitud altamente demandante, su control y celotipia, así como los conflictos permanentes en la relación, generan sentimientos e interacciones altamente perjudiciales para la satisfacción y ajuste a la relación (Melero, 2008). Hazan & Shaver (1987) citado por Guzman & Contreras (2012) realizaron investigaciones en el apego en parejas heterosexuales, encontrando como resultado que el comportamiento del adulto en relaciones cercanas está moldeada por representaciones mentales, mientras que Feeny (2002) concluyó que la relación entre la seguridad del apego y la satisfacción marital estaba moderado por la conducta percibida por el cónyuge. Zapain (2005), realizó una investigación con 299 personas (100 hombres y 199 mujeres), sobre apego y comportamiento sexual en la adolescencia encontrando como resultado que la seguridad en el apego muestra una relación significativa en sentido positivo con la empatía, autoestima y preocupación en sentido negativo con depresión, todas estas en el ámbito de la experiencia sexual, tanto en hombres como en mujeres. Sin embargo Morre & O´beirne (1999), encontraron que las personas inseguras, en especial las mujeres, se inician antes en la experiencia sexual y tendría un número mayor de parejas, lo cual es coherente con la teoría del apego. Gómez, Ortiz & Gómez (2011), realizaron una investigación con 211 personas, de las cuales 116 fueron mujeres y 95 varones, el 88.7% de la muestra se considera heterosexual, el 5.6% homosexual y el 5.6% bisexual. El objetivo de esta investigación consistió en el análisis de las relaciones entre variables que pertenecen a los sistemas sexuales, de apego y de cuidados, y las posibles diferencias de género en las mismas. La hipótesis principal mantiene que los perfiles de apego se asociarán tanto a la experiencia erótica, como al sistema de cuidados. En relación con aquella se valoraron el grado de conflicto con el deseo erótico y el grado de satisfacción con la vida sexual y otras variables relacionadas con el comportamiento sexual. Los datos obtenidos apoyan las hipótesis planteadas, de modo que las personas seguras en relación con el apego, tienden a estar más satisfechas con su vida sexual, a tener menor conflicto con el deseo erótico y a mostrar mayor capacidad de ofrecer cuidados sensibles. Las personas inseguras, tendentes a la ansiedad o la evitación, muestran diferencias significativas en relación con el grupo de los seguros. Se evidenciaron significativas diferencias de género halladas en los resultados. Metodología Diseño

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Esta investigación es pre experimental de tipo comparativo, debido a que la selección de los grupos y los personajes no se hace al azar y no se establecerá relaciones causales entre la variable predictora y continúa. Es de tipo comparativo porque que se va a comparar las parejas homosexuales con las heterosexuales frente a su estilo de apego (kerlinger & Lee, 2002) Participantes En esta investigación se seleccionara 30 personas homosexuales y 30 personas heterosexuales, con edades comprendidas entre los 18 y 25 años, que están estudiando una carrera universitaria en la ciudad de Bogotá e Ibagué. A los sujetos que voluntariamente desearon participar en la investigación se les entrego el consentimiento informado de la fundación universitaria sanitas (Anexo 1). Instrumentos Para la selección de la muestra se creó un cuestionario con 10 ítems, para escoger a la población deseada en la investigación, la cual era personas que tuvieran pareja y que fueran homosexuales y heterosexuales (Anexo 2). Se utilizó el test de experiencias en relaciones cercanas revisado (ECR-R), la cual fue creada por Brennan, Clark y Shaver en 1998, y en el 2000 se hizo una revisión por Fraley, Waller & Brennan (Ver anexo 3). Utilizado para evaluar los estilos de apego en diferentes poblaciones y variados temas .Este test se divide en dos subescalas (ansiedad y evitación), la ansiedad se describe como la anticipación temerosa del rechazo y la evitación se define como los comportamientos orientados a prevenir la cercanía y las relaciones íntimas. Cuenta con 36 ítems, 18 para cada escala. Es una prueba tipo Likert de 7 puntos, donde el 7 indica que está totalmente de acuerdo con la oración, mientras que el 1 indica que está totalmente en desacuerdo (Zambrano, Villada, Vallejo, Córdoba, Giraldo, Herrera, Giraldo, Correa, 2009). Procedimiento Los investigadores realizaron una búsqueda conceptual para informarse acerca del tema y así poder contactar a la población deseada, es decir universitarios en edades comprendidas entre 18 a 25 años, de manera personal, se les explicó el proyecto de investigación y si fue voluntaria su participación se les hizo llenar el cuestionario previo al consentimiento informado para saber si cumplían con la población objeto que se pretendía trabajar y después realizaron el test de la escala de apego. Análisis de datos Para el análisis de los resultados de esta investigación se utilizó el programa estadístico SPSS V20. Y la prueba no paramétrica, U de Mann Whitney para muestras independientes. Ya que los datos fueron no normales como se puede observar en la tabla 1 y 2. Tabla 1. Descriptivos

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Tabla 2. Descriptivos.

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Tabla 3. Estadísticos descriptivos

La tabla 1, 2 y 3 muestran la distribución de las parejas heterosexuales y homosexuales obteniendo como resultado en las parejas heterosexuales una asimetría de 0,070 y en las parejas heterosexuales 0,980. Y una curtosis en las parejas heterosexuales de -2.102 y en las parejas homosexuales .0, 432, lo cual quiere decir que los dato se salen del rango estipulado y por ende obteniendo una distribución no normal, lo cual permite utilizar la prueba no paramétrica, U de Mann Whitney para muestras independientes. Restricciones del trabajo Este trabajo se llevó a cabo bajo la supervisión de la docente facilitadora y psicóloga Stefani Flórez, la cual guio paso por paso cada momento de la investigación y superviso la total transparencia de los datos. Resultados Tabla 4. Participantes

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En la tabla 4 se observa la cantidad de sujetos que participaron en la investigación. Tabla 5. Estilos de apego de parejas heterosexuales.

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En la tabla 5 se observa los estilos de apego que puntearon las parejas heterosexuales, teniendo como resultado 15 personas dentro del apego seguro, 1 en el apego rechazante, 14 en el apego preocupado y ninguna persona en el apego temeroso. Tabla 6. Estilo de apego en parejas homosexuales.

En la tabla 6 se observa los estilos de apego que puntearon las parejas homosexuales, teniendo como resultado 17 personas dentro del apego seguro, 5 en el apego rechazante, 5 en el apego preocupado y 3 en el apego temeroso. Nivel de error El nivel de error que se manejó en esta investigación es del 0,05. Tabla 7. Resultados Prueba U. De Mann Whitney

En la tabla 7, se observa el resultado de la prueba U. de Mann Whitney, en donde el nivel de significancia es de 0.513. Validez Validez Interna

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Hay validez de selección, debido a que se escogió un N=30 personas heterosexuales y un N=30 personas homosexuales, universitarias entre las edades de 18 – 25, con una relación de pareja. Hay validez de historia, debido a que se tuvo en cuenta las anteriores relaciones de los participantes La duración de estas y el género de dichas parejas. Hay validez de maduración, ya que la investigación fue transversal y no se dieron cambios biológicos que pudieran afectar los resultados. Hay validez de instrumentación, ya que los instrumentos midieron las variables que se querían medir, los instrumentos fueron, el cuestionario de orientación sexual y la escala de apego “experiencias en relaciones cercanas revisado (ecr- r)” Autores: Fraley, Waller & Brennan. Hay validez de Mortalidad experimental, ya que ningún participante abandono o falleció durante la investigación. Hay validez de Medición, ya que se la prueba midió lo que se quería medir. Validez Externa Hay validez de Efectos de interacción de los sesgos de selección y la variable independiente, ya que al seleccionar las variables y al autoseleccionar a los participantes, se tuvieron en cuenta que cumplieran con unas características específicas para que los grupos estuvieran en igualdad de condiciones. Hay validez de generalización, ya que los particiones son estudiantes de diferentes universidades, tanto públicas como privadas y de dos ciudades, esto permite que los resultados se puedan generalizar de forma más fácil. Hay validez de la representatividad, debido a que hubo una variedad de estudiantes de diferentes universidades, entre esas se encuentran universidades públicas y privadas y de dos diferentes ciudades, Bogotá e Ibagué, así que es posible que al cambiar de escenario social a los estudiantes los resultados obtenidos se han los mismos. No hay validez de Interferencia de tratamiento múltiple, los participantes estuvieron expuestos a una serie de cuestionarios con preguntas extensas, lo cual pudo agobiar a los estudiantes y verse afectado el desempeño. No hay validez de efecto reactivo o de interacción de la prueba, debido a que en la investigación no se realizó una prueba pre-test y una post-test a los participantes. No hay validez de efectos reactivos de los arreglos experimentales, debido a que los participantes tienen conocimiento de lo que se va a evaluar y con qué fin se realizara esta investigación. Conclusiones El nivel de significancia es mayor que 0.05, por lo cual se rechaza la hipótesis alterna. Se asume la hipótesis nula, la cual es que No existen diferencias significativas en los estilos de apego entre parejas homosexuales y heterosexuales. De acuerdo con Guzmán & Contreras (2013), se muestran puntajes bajos en los componentes de apego temeroso y rechazante y esto hace hincapié en los resultados de la investigación, ya que los puntajes obtenidos muestran que muy pocas parejas puntúan en dichos componentes. Discusión No se evidenciaron investigaciones que hablen de los diferentes tipos de apego con relación a parejas homosexuales y heterosexuales. Referente a la investigación, la mayoría de los sujetos puntúan en un apego seguro. No obstante se evidencia que las parejas homosexuales son más seguras frente a las heterosexuales, sin embargo en los resultados no se ve reflejada una diferencia significativa en los estilos de apego, por lo que no hay diferencias de género referente a la orientación sexual en los puntajes obtenidos.

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Recomendaciones Se recomienda realizar más investigaciones relacionadas con este tema, ya que como se había mencionado anteriormente se tiene muy poca información acerca de los estilos de apego en parejas homosexuales y heterosexuales. Recomendamos que las investigaciones futuras la muestra de la población sea mucho más grande para poder generalizar los resultados más a fondo. Y por supuesto que se realicen más investigaciones en Colombia. Anexo 1 FUNDACIÓN UNIVERSITARIA SANITAS FACULTAD DE PSICOLOGÍA COORDINACIÓN DE INVESTIGACIONES Consentimiento Informado por escrito

Presentación La facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Sanitas le da la bienvenida y agradece su participación en el presente estudio que tiene como objetivo principal determinar si existen diferencias en los tipos de apego entre parejas homosexuales y heterosexuales. Su participación se considera de riesgo mínimo de acuerdo con los aspectos de la investigación con seres humanos. El presente consentimiento informado le brindará información sobre su papel en la participación en el presente estudio: 1. Su participación en este estudio es totalmente voluntaria. 2. Ninguna de las actividades contempladas en el estudio implica algún tipo de riesgo o alguna molestia física o psicológica a corto o largo plazo. 3. Usted responderá un cuestionario de manera escrita que indagaran sobre los estilos de apego en personas consumidoras y no consumidoras de marihuana, tendrá derecho a conocer sus resultados al término del estudio y el uso de sus datos será confidencial y para fines estrictamente investigativos. 4. Durante la presentación de las pruebas, un auxiliar de investigación se encontrará disponible para responder cualquier pregunta que tenga, siempre que los fines de la investigación y el tipo de pruebas lo permitan. 5. Al aceptar ser participante de la presente investigación, Ud. autoriza la publicación de los resultados obtenidos siempre que la información sea anónima. 6. La información obtenida en dicha encuesta o en cualquier momento durante su participación en la investigación será confidencial, y no tendrá un uso secundario o ajeno a la misma. 7. El tiempo promedio de participación será de 20 minutos. 8. Su participación en la investigación no implicará a la Fundación Universitaria Sanitas o la facultad de psicología el pago de dinero alguno. De igual forma, los participantes no estarán obligados a realizar pago alguno bajo ningún concepto. 9. Usted podrá retirarse del estudio en el momento en el que desee hacerlo, informando previamente al investigador encargado.

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De la misma forma, el investigador puede dar por terminada su participación en el estudio en los siguientes casos: 1. Divulgación de información concerniente a los procedimientos utilizados, durante el tiempo de realización del estudio, a cualquier otro participante. 2. Presentar comportamientos que atenten contra los bienes o las personas involucradas con el estudio o la Universidad. 3. Por no realizar alguna de las tareas solicitadas. Manifiesto que después de conocer los objetivos, justificación, procedimientos, riesgos y beneficios del estudio y con la posibilidad de hacer preguntas para aclarar mis dudas, he aceptado libremente participar en este estudio.

Anexo 2

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Anexo 3 Experiencias en relaciones cercanas revisado (ecr-r) Versión corta (Ficha técnica) Autores: Fraley, Waller & Brennan Adaptación: Autores Variables medidas: La prueba evalúa dos escalas nombradas ansiedad y evitación, y miden el estilo de apego hacia la pareja amorosa. Son 21 ítems, 9 para ansiedad y 12 para evitación.

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La siguiente tabla resume la calificación del ecr-r de acuerdo a los ítems que contiene cada escala y los que se califican de forma invertida:

Versión corta Las oraciones que se presentan a continuación hablan de los sentimientos en las relaciones íntimas. El interés de esta prueba se centra en cómo experimenta generalmente las relaciones amorosas. Por favor, puntúe de la siguiente manera: (1) Siempre, (2) casi siempre, (3) algunas veces,(4) rara vez, (5) nunca

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Referencias Álvarez-Gayou, J.L. (2000). Homosexualidad. En J. y S. MacCary (Eds.): Sexualidad humana (pp. 295-312). México: El Manual Moderno. Assandri, J. (2012). Heterosexualidad, ¡santo problema! Uruguay: Revista uruguaya de Psicoanálisis (en línea) (115): 46-63 issn 1688 - 7247 Bardi, L; Leyton, C; Martínez, V. & Gonzales, E. (2005). Identidad Sexual: proceso de definición en la adolescencia. Reflexiones pedagógicas. Docencia Núm. 26 Garrido, L. (2006). Apego, emoción y regulación emocional aplicaciones para la salud. Chile. Revista latinoamericana de psicología, 8 (3), 493-507. Guzman,M & Contreras,P. (2012). Estilos de apego en relaciones de pareja y su satisfacción marital. Chile; Redalyc Vol 21,1, 69-82 Lozano, I. (2009). El significado de homosexualidad en jóvenes de la ciudad de México. Enseñanza e investigación en Psicología. Vol. 14, Núm. 1: 153-168. Ley 1090 (2006). Del código deontológico y bioético para el ejercicio de la profesión de psicología. Psicología Prospectiva. Martinez, C & Nuñez, E. (2007). Entrevista de prototipos de apego adulto (EPAA): propiedades psicométricas de su versión en chile. Chile; Periodicos electrónicos en psicología Main, M. George, C. & Kaplan, N. (1996). The Attachment Interview for Adults.Unpublished Manuscript, Department of Psychology, University of California, Berkeley (3rd Edition). Melero, R. (2008). La relación de pareja. Apego, dinámicas de interacción y actitudes amorosas: consecuencias sobre la calidad de la relación. Facultad de Psicología. Universidad de Valencia. Schaffer, H. (2000). Desarrollo social. Siglo Veintiuno. México. Sanchis Cordellat, F. (2008). Tesis sobre apego, acontecimientos vitales y depresión en una muestra de adolescentes. Gómez, J. (2005). Apego, adolescencia, empatía, disposición al riesgo, comportamiento sexual. Universidad del país Vasco; fundación infancia y aprendizaje, 28, 293-308

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Gómez, J. Ortiz, M & Gómez, J. (2011). Experiencia sexual, estilos de apego y tipos de cuidados en las relaciones de pareja. Universidad del País Vasco. Anales de psicología 2011, vol. 27, nº 2 (mayo), 447-456 Zambrano, R. Villada, J.Vallejo, V.Cordoba, V. Giraldo, J.Herrera, B. Giraldo, M. Correa, C. (2009). Propiedades psicométricas de la prueba de apego adulto, universidad cooperativa de Colombia, 5, (8).

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TÍTULO: RELACIONES DE PAREJAS HOMOSEXUALES: UN ACERCAMIENTO A SU ESTUDIO EN UN GRUPO DE HOMBRES HOMOSEXUALES PONENTE: Dany Fernández Vega INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected]

Introducción. En la actualidad, las relaciones de parejas, producto de los constantes cambios que ocurren en la sociedad, continúan evolucionando, la tradicional pareja heterosexual no es la única que abunda en los hogares de millones de familias. Las parejas homosexuales son una extensión más de los núcleos familiares cubanos de nuestros días, así como de los del resto del mundo, y su realidad es innegable pese a disimiles tabúes, prejuicios y discriminaciones que solo traen consigo rechazos a dos personas del mismo sexo que aman, sienten, y son responsables a la hora de concebir un vínculo amoroso. A lo largo de la historia de la humanidad han existido diferentes actitudes hacia esta orientación: • Su aceptación como conducta adecuada (normal), al menos, para un importante porcentaje de la población. • Su visión como delito. • Su consideración como enfermedad mental. • El punto de vista como opción de vida. (Ardila, R. 2007). Las diferencias sobre este tema han sido abordadas en varias investigaciones, cada una con el fin de dar un enfoque diferente sobre la orientación homosexual. A lo largo de la historia, la homosexualidad era considerada como una enfermedad, y psicólogos y psiquiatras utilizaban “terapias” para tratarla. Los trabajos de Evelyn Hooker (1907-1996) en la década de los años 50 y 60 cambiaron el rumbo de las concepciones que se tenían hasta ese momento de la homosexualidad, siendo un gran paso de avance, no solo en la rama científica sino también en la social, se consideró entonces a la homosexualidad como una opción de vida y ya no como una enfermedad. Sin embargo, estudios sobre las relaciones de parejas homosexuales se han llevado a cabo muy pocos, aunque es relevante destacar los de Kurdek (2005), el cual destaca que en cuanto a sentimientos, comunicación y solución de problemas no existe discrepancia con una relación heterosexual. Hoy no se dan choques eléctricos a los homosexuales ni se trata de cambiar su orientación sexual, se les entrena para que adquieran las conductas, las cogniciones y las actitudes que les permitan llevar una vida sana y con el mínimo de conflictos con la sociedad en que viven (Ardila, R. 2007). Partiendo de las contribuciones llevadas a cabo por los investigadores citados anteriormente, y con la intención de obtener mayor información sobre el tema, los autores del presente trabajo proponen como problema de investigación ¿cuáles son los elementos que tipifican la relación de pareja en un grupo de hombres homosexuales? El tema es relativamente novedoso, pese a que se han efectuado investigaciones similares, con la presente se pretende dar un enfoque desde otro punto de vista, un rumbo diferente, en relación a las parejas homosexuales. Estos vínculos requieren ser abordados con profundidad, pues está establecido como patrón social que los hombres deben asumir conductas masculinas, sin embargo, si se hace un detenimiento en el ámbito de una relación homosexual, se puede analizar que en el binomio uno de los protagonistas

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asume conductas más bien catalogadas como femeninas para que fluyan determinados factores y fenómenos dentro de la pareja. Con el estudio de este tema se aportará nueva información acerca del modelo de relación, del como fluye la comunicación, como se llevan a cabo los roles de género, sobre la existencia de conflictos y cuestiones relacionadas a temas de género dentro de la relación homosexual, contribuyendo así a la formación y nutrición de conocimientos a las parejas de la presente y venidera generación. Desde el punto de vista teórico, la novedad de la investigación radica en la pretensión de aumentar la bibliografía al respecto del tema tratado, siempre desde otra óptica científica y social. De esta forma, el trabajo tributa a la comprensión y descripción con profundidad del binomio de homosexuales hombres, insertándose en un contexto clínico de la práctica. Desde el punto de vista estructural el trabajo consta de introducción, tres capítulos, conclusiones, bibliografía y anexos. El capítulo uno, Fundamentación Teórica, refleja cuatro acápites referidos a contenidos teóricos que hacen alusión a: La Sexualidad Humana, la Homosexualidad, las Relaciones de Pareja y Género y Homosexualidad, dentro de estos epígrafes se abordan temas que van desde un acercamiento al estudio de la diversidad sexual en Cuba, hasta llegar a abordar el tema de las relaciones de parejas homosexuales, objetivo principal que persigue la exploración, concluyendo con una breve reseña sobre el género y la homosexualidad. El segundo capítulo o Diseño Metodológico, se refiere al problema de investigación planteado, la justificación del mismo, los objetivos generales y específicos, tipo de diseño empleado, los métodos y técnicas utilizados en el proceso investigativo, el grupo de estudio seleccionado, entre otros contenidos metodológicos. En el capítulo tercero se encuentran los resultados obtenidos en el proceso investigativo, los cuales permiten caracterizar las relaciones de parejas de hombres homosexuales estudiadas a partir del análisis de cada una de las parejas investigadas, así como una integración de los resultados. Finalmente, quedaron expresadas las Conclusiones, la Bibliografía y los Anexos. La pertinencia del uso del enfoque cuantitativo y cualitativo para el desarrollo de la investigación se sustenta en la necesidad de contrastar los resultados obtenidos del método cuantitativo con el cualitativo. Con el empleo del primer enfoque (el cuantitativo), se busca la generalización de los resultados en la población lo cual se relaciona con la representatividad estadística de la muestra. Un enfoque cuantitativo permite trabajar con una amplia muestra de participantes que garantiza explorar cuales son las tendencias en las relaciones de parejas homosexuales. Por su parte, el enfoque cualitativo busca examinar las particularidades de un grupo reducido de parejas objetos de estudio pues no se propone generalizar resultados, sino analizar lo individual y singular de cada una de las parejas, para de igual modo comprobar posibles tendencias en el grupo de estudio para la posterior explicación y comprensión a fondo del fenómeno que se aborda. Entre otras categorías para el análisis en esta investigación se abordaron, entre otras, intimidad psicológica, comunicación interpersonal, satifaccion con el vinculo, modelo de relación, distribución de roles y sus funciones, conflictos, e identidad de género. Partiendo de estas categorías, las parejas homosexuales son aquellas parejas constituidas por dos hombres que se definen por los criterios afectivos y cohabitacionales, que comparten un presupuesto común de gastos y se encuentran inmersos en un proyecto a largo plazo que incluye amor, respeto, responsabilidad, estabilidad y compromiso mutuo (Maqueira, A., 2002, p. 40-41). El desconocimiento que existe sobre el tema abordado en esta investigación puede conducir a la producción y propagación de concepciones e ideas homofóbicas que solo perjudican la existencia de los vínculos amorosos entre dos personas que expresan y transmiten su amor al igual que cualquier otro miembro de otra relación, todo esto entra en un círculo que más que nada sigue contribuyendo a las falsas ideas que se poseen sobre la homosexualidad y dan pie a

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discriminaciones por orientación sexual, y hasta núcleos familiares que rechazan a sus hijos por ser homosexual o simplemente que los esconden. Capítulo I. Diseño Metodológico. Problema de Investigación. ¿Cuáles son los elementos que caracterizan la relación de pareja en un grupo de hombres homosexuales de La Habana con un rango de edad de 18-35 años? Fundamentación de la Investigación. La homosexualidad ha sido perseguida, consentida y hasta reconocida, tal y como sucedía en la Grecia Clásica. Es una práctica reconocida desde la antigüedad, practicada tanto por hombres como por mujeres. El origen de una orientación homosexual en una persona determinada ha sido planteada por numerosas personas, algunos con prejuicios, otros sin embargo con mucha paciencia y tratando de ser lo más objetivos posibles, gracias a lo cual, la homosexualidad en disímiles lugares del mundo dejó de ser perseguida. La Asociación Norteamericana de Psiquiatría, en 1973, decidió eliminar la homosexualidad del “Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales”, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1990 retiró a la homosexualidad del listado de enfermedades mentales y a pesar de esto, en la actualidad, esta orientación continúa siendo un tabú en la sociedad cubana, llegando a considerarse por muchos como una enfermedad o como un desvío de la conducta, cuestiones estas que no se corresponden con lo científicamente comprobado pero que aún persisten en los pobladores de nuestro país. Se muestra cierto rechazo hacia las prácticas gay (palabra inglesa que significa “alegre” y que es uno de los términos que se usan para denominar, indistintamente, a hombres y a mujeres que tienen una orientación homosexual), aunque más de la mitad de las culturas del mundo las admite. A pesar de las grandes campañas publicitarias, de toda la información proyectada al respecto por diferentes vías comunicacionales dentro y fuera del país, los enormes esfuerzos que realizan instituciones como el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX), el Centro Nacional de Prevención de las ITS VIH/SIDA y otros muchos centros clínicos y de la salud, la intolerancia perdura en pleno Siglo XXI entre los habitantes de nuestro pueblo, debido al desconocimiento, o a tradiciones antañas que traen consigo, como por ejemplo el atribuir el VIH como una enfermedad de homosexuales, que los mismos acosan a los heterosexuales, que son afeminados, e interminables adjudicaciones más, que si listáramos sería casi interminable; estos argumentos son mitos que se han ido extendiendo por la ignorancia de muchos, y ha marcado a las personas homosexuales de una forma no merecida. Subyace además el problema del cambio de mentalidad, la homosexualidad debe ser vista como una opción sexual y no como algo contagioso y anómalo como comúnmente suele reconocerse. El tema del amor en las parejas homosexuales es algo complicado, ya que no se cuenta con modelos establecidos que sirvan de base para su comprensión. Una relación de pareja homosexual no puede compararse con una heterosexual pues sus componentes presentan características o elementos totalmente diferentes. Las parejas homosexuales son una realidad nueva en la sociedad tan agitada donde vivimos, no puede negarse, es un hecho, y al no existir modelos sociales establecidos, pueden crearse confusiones, dudas, y hasta rechazos. Las relaciones de parejas homosexuales no están exentas de amor, sentimientos, complicidad y compromiso, por citar solo algunos elementos. Contrario a las creencias populares, los homosexuales son capaces de establecer relaciones duraderas con base en la honestidad, el respecto y el cariño, pero es erróneo representar un modelo de pareja heterosexual pues no se corresponden con la realidad y con las necesidades, que son plenamente otras.

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En la mayoría de los casos, las familias, o el propio miembro de la relación homosexual interfieren en la perduración, o simplemente en la conformación de la pareja, evitando con esto el llamado “que dirán”, lo cual obstruye la formación de lo que podría ser una duradera y prolongada historia de amor. La homofobia (miedo u odio hacia las personas que son o parecen ser homosexuales o bisexuales) nos lastima a todos, y puede entorpecer que una persona homosexual o bisexual viva plenamente su vida y disfrute del amor que siente hacia alguien de su mismo sexo. La presente investigación se corresponde a un tema relativamente novedoso, existen estudios referentes al tema, aunque no todos abordan las mismas cuestiones ni siguen la misma óptica desde un corte científico. Con esta línea de investigación se pretende comprender la estructuración y funcionabilidad de las relaciones de parejas de hombres homosexuales. Se considera que es conveniente para el tan requerido cambio de mentalidad en nuestra sociedad, así se continuaría abriendo el camino en apoyo a la libre decisión de la orientación sexual de cada individuo y al respeto por la misma, teniendo una relevancia social de gran importancia que favorecería al aumento de la información respecto al tema que se trata en esta indagación, y la tolerancia hacia las personas con orientación sexual homosexual. Igualmente tiene un valor teórico y una utilidad metodológica, puesto que propiciará información de interés para el consultante del presente trabajo. Se cuentan con los sujetos para la investigación, por lo cual la exploración es viable al contar con los recursos necesarios para llevarla a cabo. Se espera que se deriven consecuencias positivas, y que el impacto sea favorable para contribuir a eliminar los mitos y esquemas errados que se tiene al respecto de la homosexualidad, y como las personas con esta orientación pueden conformar una relación similar a una heterosexual. Objetivo General. Caracterizar la relación de pareja en un grupo de hombres homosexuales de La Habana con un rango de edad de 18-35 años. Objetivos Específicos. - Indagar sobre el proceso de comunicación en las relaciones de parejas homosexuales. - Explorar el modelo de relación que existe. - Identificar cuáles son los roles y las funciones dentro de la relación. - Detectar el conocimiento que tienen los integrantes del grupo de estudio sobre la Intimidad Psicológica existente en sus relaciones de parejas. - Explorar la satisfacción con el vínculo de las parejas homosexuales. - Distinguir los conflictos presentes en las relaciones. - Explorar la identidad de género presente en los miembros. Población y muestra. Población: Conjunto de todos los casos que concuerdan con una serie de especificaciones (Hernández, R. 2003), en la presente investigación, la población se corresponde a las parejas de hombres homosexuales que radican en la provincia La Habana, y dentro de esa población se seleccionó la muestra para su posterior análisis. En el estudio cuantitativo la muestra estuvo compuesta por 34 parejas, y en el cualitativo se profundizó el análisis con 8 parejas, con una edad promedio de 25 años las cuales conforman la muestra de la investigación. Metodología. En la realización de esta investigación empleamos el enfoque mixto pues de acuerdo al planteamiento del problema de investigación y a fin de cumplir los objetivos propuestos, este enfoque permite la integración de los métodos cuantitativo y cualitativo, permitiendo de esta

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forma una mayor comprensión de los vínculos homosexuales, además de propiciar una visión más integral y totalizadora del fenómeno a estudiar, donde se espera que un método sustente los resultados obtenidos del otro para su contrastación; así como también el enfoque mixto permite lograr una perspectiva más amplia y profunda del fenómeno: más integral, completa y holística. De esta forma se produce la obtención de multiplicidad de datos más variados, con base en los disimiles instrumentos y técnicas empleados. El enfoque mixto es un modelo de aprovechamiento mayor en el campo de las ciencias sociales, la combinación de ambos tipos de estrategias (cuantitativas y cualitativas) permite abordar con una mayor claridad el conocimiento, por la complementación de ambos enfoques. Capítulo II. Análisis y Discusión de los Resultados. Para lograr una mayor comprensión de los resultados obtenidos provenientes del estudio Cuantitativo y Cualitativo, el capítulo abordará las siguientes dimensiones de estudio: Intimidad Psicológica, Comunicación Interpersonal, Satisfacción con el Vínculo, Modelo de Relación, Distribución de Roles y sus funciones, analizadas en el estudio Cuantitativo y abordadas también en el Cualitativo; además las dimensiones Conflictos, e Identidad de Género abordadas en el estudio Cualitativo. Los resultados se expondrán siguiendo ese orden. Las parejas se encuentran en un rango de edad 18-35 años, con una duración promedio de 1 año y siete meses de relación actual, en las cuales casi todos los miembros habían mantenido con anterioridad relaciones homosexuales de larga duración; con preferencia por las relaciones estables. Los niveles educacionales varían, desde enseñanzas de Medio Superior hasta Universitarios, incluyendo además Técnicos Medios y miembros de pareja con 9no grado. Mayormente residen en la provincia La Habana, y en municipios heterogéneos. Como generalidad no mantienen hábitos tóxicos y la mitad de los sujetos estudian; y la otra parte mantiene vínculos laborales, donde se destacan las personas blancas, con predominio además de sujetos negros y mestizos. Las relaciones por lo general son equitativas; evidenciándose un estado armónico en las mismas. Se reconocen como homosexuales desde la etapa de la adolescencia, salvo algunos casos que afirman que lo han sabido desde siempre; en correspondencia con esto, se sienten satisfechos consigo mismo y con respecto a los demás. En 4 parejas sus miembros han vivenciado experiencias de discriminación por orientación sexual, asociadas principalmente a burlas y reproches de personas no relacionadas con ellos. Las parejas en general no evidencian manerismos ni gestos femeninos, sus formas de vestir y comportamientos responden a lo socialmente establecido para el sexo biológico de pertenencia, es decir, que la mayoría de los miembros de las parejas tienen una identidad de género masculina y adoptan formas de vestir y actuar acorde a su sexo biológico, respondiendo a un rol de género masculino, esto sin excluir que los miembros de la pareja 3 si evidencian manerismos y gestos femeninos a pesar de reconocer su identidad de género masculina. En correspondencia con la identidad de género masculina, la totalidad de los sujetos encuestados mantiene una conducta social masculinizada. El no transgredir de manera abierta determinadas imposiciones establecidas socialmente, los hace ser menos rechazados y presionados por las normas sociales, así como tener una mayor red de apoyo social; elementos que contribuyen a la permanencia y satisfacción con la relación. Por otra parte, teniendo en cuenta la Intimidad Psicológica como dimensión de análisis, los resultados evidencian en el estudio cuantitativo a partir de la aplicación de los instrumentos para medir esta dimensión que esta se califica como relativamente media, contrastante con los resultados obtenidos en el estudio cualitativo. Estos últimos señalan que esta dimensión se

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comporta de forma estable en los binomios estudiados, donde sus miembros se expresan sus sentimientos recíprocamente. Así, la intimidad psicológica apunta hacia aquella posibilidad que tiene el sujeto, a partir de su personalidad de revelar sus sentimientos y pensamientos más profundos y que el otro con el cual se relaciona, comparta también los suyos. Esto evidencia los altos grados de intimidad en los vínculos, resultados coincidentes con los de Gallego (2011) al señalar que las parejas de hombres homosexuales vivencian niveles de intimidad altos. Las discrepancias obtenidas pueden ser muestra del poco tiempo de relación de las parejas en el estudio cuantitativo en comparación con el cualitativo. Asociado con estos resultados, el área emocional, la cual apunta a una de las áreas de actuación de la pareja donde se expresa la intimidad psicológica, resultó la de mayor detrimento en el estudio cuantitativo. En oposición, el estudio cualitativo arrojó que el área emocional presenta sus fortalezas, donde las emociones más frecuentes son el amor, la pasión y la alegría, no por ello excluyente de emociones negativas como la tristeza, la melancolía, la incomprensión y la lástima, señalando que son vivenciadas por una de las parejas (pareja 1), donde la incomprensión viene enlazada a pensamientos asociados a uno de los miembros con relación al otro, que lo hace darse cuenta en ocasiones de que su pareja no es su ideal. Estos resultados son sustentados por el mismo hecho del poco tiempo de relación de las parejas en la primera fase del estudio. Por su parte, según el instrumento PAIR, el área con menos deterioro es la Recreacional, correspondiéndose con que en los binomios estudiados esta área se manifiesta con cierta equidad. Las actividades de preferencia son las fiestas, los lugares tranquilos sin mucha multitud, y otros espacios donde puedan compartir con su grupo de amistades, siempre donde los gustos de ambos miembros se respeten. En algunos casos, el tiempo se identifica como una limitante para poder satisfacer sus necesidades recreacionales. Las áreas donde mayormente pasan el tiempo son el cine, el teatro, fiestas gay, la playa, y por preferir los espacios tranquilos, disfrutan del hogar. Con frecuencias los lugares recreativos son visitados, siempre y cuando el tiempo sea un elemento favorecedor. Las restantes áreas, como la social, la sexual y la intelectual muestran correspondencias en ambos estudios. El área social incluye la valoración de las relaciones interpersonales, estas son satisfactorias independientemente del nexo de pertenencia de los que lo integran, donde en su mayoría predominan amigos y familiares que complacen las peticiones de los miembros de los vínculos objetos de estudio. Una característica típica de los homosexuales es el establecimiento de relaciones con otras personas afines. Es por ello que se supone que estas personas tiendan a preferir relacionarse mayoritariamente con otros homosexuales. Sin embargo, los sujetos de las parejas estudiadas expresaron que su red de amigos estaba mayoritariamente compuesta por personas heterosexuales, pues en los compañeros de trabajo, familiares y amigos predomina esta orientación sexual. Un elemento que puede estar incidiendo en que la mayoría de las personas que rodea a estos hombres sean heterosexuales, es que la totalidad de la muestra tiene una identidad genérica masculina; al igual que todas sus manifestaciones, siéndoles más fácil entablar relaciones con diversidad de personas, sin que ello implique exponerse a concepciones homofóbicas y al rechazo. Disfrutan de las mismas actividades juntos, y los sitios que acostumbran visitar son heterogéneos en tanto estos son frecuentados por individuos de diferente orientación sexual. Valoran la amistad de forma positiva, donde el criterio de que su importancia trasciende la relación de pareja es equitativo en todos los vínculos. Se comunican con otras personas, y mayormente, las amistades de ambos son compartidas, aunque existen divisiones en este sentido,

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respetándose las amistades individuales de cada uno lo cual delimita espacios en este aspecto. Presentan sus preferencias para la amistad, donde criterios como el de la lealtad, comunicación, respeto, la sinceridad, el dinamismo, la expresividad, la reciprocidad y la compenetración son los que priman. Las necesidades esenciales en este tipo de relaciones son fundamentalmente las de personas con las que poder contar y que esto sea bilateral. Sus experiencias con los otros han sido favorables y desfavorables atendiendo a las situaciones por las que han atravesado. En cuanto al área sexual, las valoraciones respecto a las relaciones sexuales son satisfactorias en casi la totalidad de las parejas; la discrepancia en este sentido se ve reflejada en la Pareja 1 debido a las necesidades insatisfechas en relación a los roles sexuales por parte de N, uno de sus miembros. Las parejas son capaces plenamente de conversar sobre la satisfacción de cada uno, sobre lo que les gusta o no referidos al área sexual. En cuanto al área intelectual, la valoración del desempeño académico es satisfactoria, y afrontan de igual modo tanto los éxitos como los fracasos. Comparten intereses por temas profesionales y laborales, por la lectura, la escritura, y por la música; y se intercambian experiencias sobre elementos del ámbito laboral y estudiantil, elementos como la historia, la sexualidad, la psicología, entre otros. La orientación sexual en la vida laboral o estudiantil no ha influido en los espacios de relación de las parejas. El siguiente gráfico ilustra con mayor claridad la integración de los resultados de las medias en cada una de las áreas de actuación de la pareja para una fácil visualización de los resultados comentados anteriormente, donde se observan los porcientos relacionados a las medias por área.

Medias por Área de Actuación de la Pareja Intimidad Psicológica (PAIR) 17%

22%

17% 22% 22%

Área Emocional

Área Social

Área Sexual

Área Intelectual

Área Recreacional

Otra de las dimensiones objeto de estudio es la Comunicación Interpersonal. Al decir de Lourdes Fernández, la comunicación es el vehículo por excelencia de la interacción social entre sujetos, en virtud de la cual se forman, realizan y discurren las relaciones interpersonales y por supuesto, las de pareja, sin esto las soluciones a los problemas y a los conflictos nunca será posible. En las parejas, como tendencia, la comunicación fluye adecuadamente, caracterizándose de forma global como una comunicación adecuada, donde ambos miembros como propensión

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vivencian una comunicación adecuada. Los resultados arrojados por la investigación coinciden con los obtenidos por Sergio Torres en el 2011 en un estudio realizado con parejas homosexuales serodiscordantes donde la comunicación se caracteriza por ser abierta, fluida, sincera, basada en la escucha mutua, teniendo como herramienta esencial al diálogo. En su mayoría, las funciones comunicativas no se encuentran deterioradas. Estos resultados coinciden con los obtenidos por Torres (2011) al plantear que la función informativa se caracteriza por la transmisión, recepción y construcción de información, en los marcos de la relación de pareja. Las parejas son capaces no sólo de intercambiar información, sino también de construirla en conjunto, lo cual se ve favorecido por la apertura comunicativa manifiesta y la profundidad con que emprenden las conversaciones comúnmente. Se observó también una comunicación libre de violencia física y verbal como generalidad. Aspecto que promueve el desarrollo de las relaciones y contribuye a que éstas muestren satisfacción con sus actuales vínculos amorosos. Por su parte, la función afectiva muestra que los miembros vivencian ser escuchados, en su mayoría, por su pareja; existiendo un ambiente de confidencialidad y de intercambio sistemático en torno a lo que piensan cada uno. La función regulativa logra en las parejas el control comportamental mutuo de sus integrantes, propiciando la participación conjunta en la configuración de proyectos en la relación y en la reflexión acerca de las situaciones problémicas que enfrentan en la cotidianeidad. En el caso particular de la pareja 1, las funciones comunicativas manifiestan todos detrimentos. Tal es el caso de la función informativa pues no existe transmisión, recepción y construcción de información y apertura comunicativa. Por otro lado la regulativa debido a que no se propicia el intercambio, la participación conjunta en la configuración de motivos y proyectos en la relación, la propulsión del comportamiento y la reflexión independiente, así como en ocasiones existe un control autoritario de un miembro por encima del otro, y se bloquean las ideas y conductas de un miembro. La función afectiva y su deterioro se evidencia igualmente en el sentido de que hay ausencia de satisfacción de necesidades de aceptación por parte de N, uno de los miembros de la pareja. En esta pareja la comunicación presenta un gran detrimento en prácticamente todas las áreas de actuación, en este sentido, es M quien inicia las conversaciones. Se evidencia además una falta de valoración, expresión, tanto verbal como extra verbalmente de ideas y vivencias por parte de N, según hace alusión M en sus reflexiones. Los miembros de las parejas estudiadas se sienten capaz de contarle cualquier cosa a su pareja, y dentro de los temas que les resultan más difíciles de conversar se encuentran las reglas de convivencia, las normas de interacción personal, cuestiones relacionadas con la familia, así como las posibles soluciones a los problemas o conflictos que se les puedan presentar. La Satisfacción con el vínculo tributa a otra de las dimensiones de análisis. Las parejas de homosexuales hombres, apuntan a una satisfacción elevada con su vínculo, producto de lo cual trabajan en fortalecerlos, así como crean proyectos futuros y ninguna pareja tiene intenciones de separarse. Los estudios llevados a cabo por Torres (2011) y Gallego (2011) evidenciaron que las parejas se encuentran satisfechas con su actual relación, pues a través de esta los miembros de las mismas encuentran solución a las necesidades de afecto y comprensión que presentan. Son relaciones desarrolladas sobre la base del amor, el respeto mutuo y la confianza, factores que han contribuido en la implementación y desarrollo de una comunicación fluida, clara, sistemática y con el diálogo como esencia, que los ayuda a enfrentar las dificultades de la cotidianeidad. Estos resultados son coincidentes con los obtenidos en la presente investigación.

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Otros elementos que permiten comprender cuan satisfechos están los miembros con sus parejas son las acciones que realizan para lograr que el otro miembro de la relación se sienta bien. Pueden señalarse: la entrega y total dedicación, acciones no necesariamente materiales, la comprensión y el cuidado del otro, y mayormente se denota una espontaneidad en este sentido. De forma recíproca los sujetos de cada binomio encaminan su maniobrar en aras de lograr que el otro se sienta realizado. También se destaca que los estados de ánimo se logran comprender mutuamente, el sujeto AR de la Pareja 2 manifiesta este sentir: ““Sí, le veo una cara y se lo que está sintiendo (…)”. Para los vínculos estudiados, la pareja ocupa un lugar muy importante en sus vidas. El área físico-sexual, la de interacción, la de organización y funcionamiento y la de diversión, las cuales se entrelazan con otras dimensiones ya analizadas, y que son componentes de la dimensión satisfacción con el vínculo, se encuentran satisfechas por los grados de compenetración y comprensión que existen. En los vínculos estudiados los límites están bien definidos y se aboga por la exclusividad y la fidelidad. Estas ideas tributan a que las parejas entrevistadas constituyan, al decir de Bell y Weinberg, (1978) en (Soriano, S., 2000), parejas cerradas. Otros elementos a considerar para el análisis lo constituyen los referidos al área familiar, la cual muestra algunos detrimentos en las parejas. El nexo correspondiente a la familia, específicamente la nuclear, presenta variaciones relacionadas a la reacción de esta ante la orientación sexual de sus hijos como miembros de una pareja homosexual. En algunos casos fue totalmente favorecedora para el desenvolvimiento de los sujetos, pero en otros la familia no reaccionó del todo bien; en el caso de la Pareja 2 por parte de AD la reacción del padre respecto a su homosexualidad fue la más catastrófica, la reacción de hostilidad del mismo así lo demuestra. Otros casos demuestran situaciones similares, la parte de la familia de AL (Pareja 3) que conoce sobre su homosexualidad reaccionó de forma negativa ante la comunicación de este evento por su parte. Los sujetos esperaban apoyo y comprensión ante tal situación, y no en todas las situaciones lo recibieron ante la reacción desfavorable por parte de la familia. Se evidencia que estos datos contrastan con los relatados por Maquiera (2002) que planteó que algunas familias ante la homosexualidad de uno de sus miembros tienden al rechazo y la desaprobación, acciones que se recrudecen ante el establecimiento de parejas homosexuales estables. Esta situación hace que en numerosas ocasiones ocurra un distanciamiento entre la familia y el miembro homosexual. La investigación demostró que del total de 16 sujetos, solo 3 expresan tener conflictos familiares por su orientación sexual. La educación sexual recibida de la familia fue en general escaza. El análisis de algunas parejas apunta a la madre como centro promotor de estas cuestiones, en otros casos los sujetos afirman que tuvieron que aprender ellos solos, así como otros evitaban hablar del tema, y por otro lado en la particularidad de la Pareja 8 afirma que: “esas cosas en mi época eran temas tabúes que no se trataban y por supuesto nada de homosexualismo”. Por otro lado, DA de la Pareja 3 afirma: “no fue del todo exhaustiva porque debido a la orientación de uno, no siempre se le explican todas las cosas, casi siempre se da una orientación sexual para una pareja heterosexual”. Estos elementos denotan la falta de orientación con que cuenta la población, respecto a la educación sexual relacionadas a prácticas homosexuales que tanto los padres como cualquier otra persona deben dominar para justo llegado el momento lograr comunicarlas y conversar adecuadamente sobre el tema.

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La familia es un punto conflictivo en cuanto a la aceptación de los miembros de cada pareja, en ocasiones ambos han sido bien recibidos de forma general en la casa de su pareja, en otros se desconoce la real existencia de la relación homosexual. Al inicio predominantemente, la asimilación del asunto ha sido muy difícil de afrontar para los familiares cercanos a estos sujetos. Se destaca como principales vivencias familiares el divorcio de los padres, por los cambios en la dinámica dentro del núcleo y la muerte de familiares cercanos fue otro de los elementos relevantes. En las parejas 4, 5 y 6 se manifiesta resistencia en cuanto a este tema. Referente a la dinámica, los miembros experimentan vivencias diferentes. Es totalmente disfuncional en el caso de AD (Pareja 2), debido a situaciones conflictivas internas entre los miembros, siendo este elemento divisado por el sujeto como obstáculo para alcanzar un paso superior en la relación interfamiliar. Independientemente a ello, las relaciones de AD son buenas con su familia. En el caso de su pareja (AR), la dinámica familiar es buena actualmente, en contraste a cuando salió a relucir su homosexualidad. Dentro de la Pareja 3 AL manifiesta que: “él los caracteriza como una familia estancada en el tiempo por la falta de acontecimientos, así como referencia un signo característico: el machismo patriarcal, donde las órdenes de su abuelo son las que guían el núcleo”. En otras parejas la dinámica es pésima, por contradicciones con el padre fundamentalmente (Pareja 8). Se muestran altos grados de preferencia por la figura maternal, y una elevada relación de apego hacia esta por el nivel de compenetración y confianza que tienen. Las relaciones entre los padres y demás miembros del núcleo familiar por lo general son favorables, con sus discrepancias en algunos binomios por la no aceptación de la orientación sexual y otros conflictos asociados a la pareja. Dentro de los proyectos familiares futuros destacan la necesidad de independizarse, respondiendo a las demandas de un espacio en común para el disfrute y privacidad de los miembros de las parejas estudiadas. Estos resultados se corresponden a los obtenidos por Torres (2011) al señalar que el elemento habitacional es un aspecto importante en la visión que poseen las parejas en torno a su relación. De acuerdo con Torres (2011), la tenencia de un espacio privado en donde vivir es de vital importancia para el desarrollo de la vida en pareja, pues posibilita la autonomía de esta y da pie a la construcción de un espacio íntimo acomodado a gustos propios que reporte el placer de quienes lo conformen. Estos elementos caracterizan de forma total a los miembros de las parejas abordadas, pues fueron repetitivos en las entrevistas realizadas a cada uno de ellos. La paternidad como componente de un núcleo familiar destaca como otro de los proyectos familiares. Otros proyectos se relacionan con la necesidad de emigrar de sus miembros para un mejor desarrollo económico y profesional según afirman. De igual modo el tema de la superación profesional se observó como una meta en común que marca la tendencia en las relaciones. De forma general, en los proyectos de vida de los sujetos entrevistados, sus parejas siempre están presentes. Ellos trabajan en el fortalecimiento, defensa y cuidado de la unión, enfrentando aquellos factores que pueden incidir negativamente en el vínculo, como por ejemplo la pérdida de la privacidad, los problemas interfamiliares o con las amistades y el rechazo social.

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El Modelo de relación apunta a la identificación de un modelo interdependiente con la existencia de un espacio común entre los miembros, pero también con espacios para que cada uno se desarrolle con cierto grado de libertad. Implica el respeto a los límites del otro, a su individualidad, gozando cada miembro de autonomía personal. Destacar que existen momentos y espacios que la pareja comparte, mientras que otros pueden vivirlos con completa independencia. En este tipo de vínculo, el poder es más circulante, más compartido, y dinámico, donde existen relaciones interpersonales más democráticas, y se emplean como estrategias fundamentales de interacción la negociación y conciliación. Como generalidad se encuentra ausente la hegemonía de uno u otro miembro de la pareja, a excepción de la pareja 1, donde M ejerce una relación de este sobre su pareja (N). Es necesario señalar que las relaciones que mantienen actualmente los miembros de las parejas objeto de estudio no son igual a cuando comenzaron, características como la madurez y cambios comportamentales en los sujetos han provocado estas transformaciones. Algunas parejas como la 1 están en un estado convulso por la falta de comunicación, y por necesidades insatisfechas en diversas áreas como la sexual. Pese a los problemas existentes, todos los sujetos volverían a comprometerse con su pareja actual, de esta forma el ideal de pareja que tienen como concepción señala que se acerca a los que tienen actualmente, con implicaciones de algunos cambios que deberían realizarse para lograr una total correspondencia con ese ideal, donde criterios como encontrar puntos en común, la espiritualidad, la fluidez de la comunicación, el respeto, entre otros, son elementos conformadores de ese ideal. La Distribución de los Roles responde al reparto, asignado o asumido, que se produce a lo interno de las parejas, de los roles sexuales, de género y domésticos. En las parejas como tendencia no se imita el modelo heterosexual tradicional, pues los roles se asumen indistintamente sin delimitarse. Estos roles se manifiestan en la relación de forma tal que ambos miembros toman las decisiones en la misma como generalidad, en este sentido AL de la pareja 3 afirma: “Si por supuesto que estoy de acuerdo, la relación de pareja es de dos, no de uno solo”. No se toman las decisiones de forma independiente, sino que los criterios de ambos son escuchados y tomados en cuenta; de igual forma se expresan afecto, cariño y amor, así como los deseos sexuales, conversando mucho sobre el tema. En cuanto a los roles sexuales se apreció que existe diversidad en los mismos, dado que estos pueden reproducir o no el estereotipo tradicional heterosexual. Algunos de los miembros de las parejas estudiadas asumen indistintamente el rol de activo o pasivo en función de sus necesidades afectivas y sexuales; estas parejas no se ajustan al patrón heterosexual pues en ellas, lejos de lo que se piensa comúnmente, ambos miembros desempeñan cualquier rol en los momentos de tener relaciones sexuales, todo depende de lo que sientan o deseen. De esta forma, no existe un pre establecimiento de los mismos como tendencia salvo el caso de la pareja 1 donde un miembro asume el rol de activo y otro el de pasivo, estando este último insatisfecho con esta distribución. Estos resultados se corresponden con lo señalado por Master, W. H; Johnson, V. E y Kolodny (1997), quienes señalan que la mayor parte de los homosexuales que practican sexo anal prefieren adoptar ambos roles; coincidiendo igualmente con la regularidad encontrada en las parejas investigadas por Torres (2011) al apuntar que los roles se asumen como tendencia en función de las necesidades que genere a sus miembros en el momento del coito. Considerando que no todas las parejas mantienen convivencia, los roles domésticos igualmente no imitan el patrón heterosexual tradicional pues se encuentran en un grado equitativo e igualitario; resultados equivalentes a los obtenidos por Torres (2011) como tendencia en la investigación realizada. Estas definiciones se establecieron en la práctica o a través de la comunicación, aunque

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no todos los miembros muestran su aceptación con la distribución que predomina pues el reparto debería ser más igualitario y equitativo de lo que es según afirma M, miembro de la pareja 1. En este sentido, las modificaciones al respecto giran alrededor precisamente de un reparto ecuánime de las tareas domésticas. Esta distribución que como tendencia revelaron los resultados, evidencia un modelo transgresor al existir un reparto igualitario de las tareas. Los datos se corroboran con los descritos en los estudios de Patterson (2000) (citado por Gallego, O. (2010)) que afirman que a diferencia de lo que se presenta en las parejas heterosexuales, en las parejas gay y lesbianas no se asignan las tareas hogareñas como si uno hiciera las veces de “esposo” y el otro de “esposa”, sino que tienden a negociar la distribución de las tareas para lograr un balance. También esto se corrobora en los estudios de Kurdek, L. (2007), pues de manera general en todas las parejas las labores domésticas se distribuyen en función de las habilidades, gustos y tiempo que tenga cada uno de los miembros. Estos datos rompen con las creencias populares de que la distribución de los roles domésticos está asociado con los sexuales. La satisfacción con la distribución de las tareas domésticas es un indicador influyente y que repercute en los niveles de satisfacción con el vínculo de la pareja, siendo significativo el hecho de que las parejas más satisfechas con la distribución de las tareas también fueron las más satisfechas con el vínculo. Cabe hacer mención que en la pareja de mayor tiempo de permanencia (pareja 1), en la que además existe una cierta desigualdad en cuanto a edad y nivel escolar, aparece un modelo de relación protector-protegido, donde el miembro de más edad realiza prácticamente todas las labores del hogar, mientras que el otro mayoritariamente demanda y determina, sin tener grandes responsabilidades. A raíz de esto surgen las demandas de M por lograr una mayor equidad en el reparto de las tareas. Los mayores puntos de conflictos en las relaciones son los referidos a la frecuencia del sexo, los roles sexuales, los espacios individuales, a la autonomía como pareja, algunos dados por la diversidad de criterios de ambas partes lo cual denota un cierto grado de detrimento en la comunicación, identificándose así la oposición de los puntos de vista de ambos, basados en sus percepciones individuales. La discusión por cuestiones insignificantes dentro de la relación provoca situaciones conflictivas entre los miembros, aunque estos en muchos casos no los identifican como tales. Otro de los elementos conflictivos que se detectan es el relacionado al de la aceptación de la homosexualidad por parte de los familiares, donde estos se consideran como el obstáculo en la satisfacción de este déficit, y la situación de cierre en que se encuentran muchos de los miembros es la imposibilidad de convivencia en algún otro lugar salvo su casa. En la mayoría de los casos se divisan posibles vías de solución a los conflictos, los que no todos son puestos en práctica debido a la inviabilidad de estas soluciones, en algunos casos por personas ajenas a la relación. Los conflictos que se evidencian están dados por la coexistencia de conductas y motivaciones contradictorias e incompatibles entre los miembros de la pareja, que se produce en un contexto de interdependencia, los miembros perciben la situación como problémica y desean cambiarla. En la totalidad de los sujetos de la muestra encontramos una identidad de género masculina, donde se encuentra una diversidad de comportamientos en función de las particularidades individuales. Las parejas asumen determinados atributos genéricos asociados a lo masculino, pautado por la propia cultura patriarcal imperante en la sociedad en que viven, coincidiendo con los resultados obtenidos por Torres (2011). Las concepciones de género presentes en las relaciones son identificables a través de los criterios dados por sus miembros. Predominan las concepciones tradicionales de género, las cuales son establecidas socio-históricamente y condicionadas por la cultura, define las formas específicas de

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actuar de una persona considerada masculina o femenina. Se relacionan a las personas masculinas como: “aquella que cumple con los parámetros establecidos por la sociedad para una persona masculina. Son cosas que pueden variar en dependencia, un hombre fuerte, atlético, que use ropa de hombre, muy importante. Que sea hombre, su forma de vestir, su forma de hablar, de actuar, no extremadamente al punto de ser machista, sino simplemente un hombre normal”. En cuanto a las concepciones que toman en cuenta para referirse a personas femeninas plantean: “Una persona delicada, para mi delicada no significa débil, sino una persona que no es ruda, para mí la rudeza es una característica de la masculinidad. Es una persona muy sensible, muy sensitiva.” “una persona delicada, dependiente”. “aquella que se asemeja más a las características de la mujer, a su forma particular de expresar su sexualidad”, “delicadeza y belleza”. Todas estas concepciones corresponden a lo tradicionalmente establecido y social y culturalmente condicionado, relacionando a lo femenino con lo delicado, sensible y muy sensitivo, se relacionan sus criterios con conductas femeninas propias que tiene una mujer. En un caso particular se identificó una concepción transgresora de género: AL de la Pareja 3 entiende: “Primero no sería el prototipo de macho que todo el mundo se presenta a sí mismo, no tiene que ser el hombre alto y fuerte que habla fuerte y grave, sino el hombre que tiene sentimientos, que los expresa”. Los miembros de las parejas se definen, y definen a su pareja como personas masculinas básicamente por poseer los elementos que describieron propios de las personas masculinas. La identidad genérica y la conformación de la misma por parte de los sujetos siempre ha estado acompañada por la autoconstrucción que ellos realizaron como hombres que se consideran que son. Para ellos, ser hombre no significa actuar como una mujer; el ser homosexual no es signo de travestirse ni asumir conductas femeninas, sino que se debe seguir siendo hombre y actuar como un hombre, y creen que estos son elementos que los han favorecido en la aceptación de la sociedad para con ellos. M de la Pareja 1 afirma que “La sociedad no le teme a los gays, sino a la expresión de lo que puede llegar a ser la liberación de un gay.” Es evidente la fuente de bienestar que estas uniones le traen a sus partes, quienes han encontrado aquí la satisfacción de necesidades de contacto íntimo afectivo, comunicación, comprensión, atención, compañía y cariño. Elementos que hace de estos vínculos un espacio que debe ser respetado y valorado, en aras del bienestar de todos. Se pudo comprobar que las variables estudiadas no pueden ser analizadas de forma independiente pues existe una interrelación entre ellas y el análisis de las mismas es la vía para determinar el grado de satisfacción de las parejas. Conclusiones. 1. La comunicación es adecuada. Las funciones comunicativas presentan detrimento en solo la Pareja 1, estando afectadas la función informativa, la regulativa y la afectiva. 2. El modelo que predomina en las parejas es el Interdependiente con espacios en común y con libertades y autonomías que los miembros pueden disfrutar. 3. Todos los sujetos tienen una identidad de género masculina. En cuanto a la distribución de los roles, se evidencia que: -Está presente un rol de género masculino en todos los miembros de las parejas. -En los roles sexuales existe diversidad, predominando un modelo que no delimita los papeles a desempeñar por cada parte del binomio. -Los roles domésticos no responden a patrones heterosexuales tradicionales. Las tareas son repartidas de forma equitativa a partir de las habilidades, gustos y tiempo que tengan los miembros para desempeñarla.

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4. Existe una intimidad psicológica alta en las parejas objeto de estudio. 5. Las parejas se encuentran muy satisfechas con su vínculo. Trabajan para fortalecer el mismo, crean proyectos futuros de vida y ninguna tiene intenciones de separarse. 6. Los mayores puntos de conflictos son en cuanto a la aceptación de la homosexualidad por parte de los familiares, oposición en puntos de vista de ambos miembros como pareja, la frecuencia del sexo, los roles sexuales, los espacios individuales, la autonomía como pareja; y de esta forma los conflictos son considerados internos en su mayoría. 7. Los integrantes de la muestra se caracterizan por tener una identidad de género masculina que responde a la conciencia de mismidad como hombres. 8. Las redes de apoyo social se caracterizan por ser adecuadas, prevaleciendo como nexos más importantes los amigos y la familia. - La mayoría de las parejas tienen buenas relaciones con su familia de origen con excepciones en tres de los miembros de las parejas. - Las parejas estudiadas tienen amigos homosexuales y heterosexuales, siendo estos últimos los más representativos. 9. Las variables estudiadas son interdependientes entre sí. - La interrelación existente entre las variables: Intimidad Psicológica, Comunicación Interpersonal, Distribución de roles y por otro lado la inclusión de las redes de apoyo social, tributan de manera directa a la Satisfacción con el vínculo. Siendo las variables comunicación e intimidad las que mayor peso tienen. Recomendaciones. 1. Realizar estudios con una muestra mayor para ratificar los resultados obtenidos. 2. En nuevas investigaciones incluir en el análisis que se efectúe nuevas variables o categorías que permitan una comprensión más amplia de los vínculos homosexuales. 3. Socializar los resultados al Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) para favorecer el trabajo que realiza este centro con parejas homosexuales. 4. Divulgar los resultados obtenidos con el objetivo de lograr que esta información posibilite a las parejas de hombres homosexuales estimular la satisfacción de su propia relación, haciendo énfasis en los elementos que en el análisis efectuado arrojaron ser los más deteriorados.

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TÍTULO: LA TRANSEXUALIDAD ¿TRANSFORMACIÓN O RENACIMIENTO? PONENTE: Owen Rivas Amable INSTITUCIÓN: Universidad de Oriente. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] “La distinción sexual… del ser humano es diversidad, pero en la paridad de naturaleza y dignidad; la persona humana, por su íntima naturaleza, exige una relación de alteridad… reciprocidad de amor”. Al referirnos a la pertenencia a un sexo u otro tenemos que tener en cuenta los aspectos que la determinan. Podemos encontrar elementos de carácter biológico como el sexo genético, varón o hembra, las gónadas, glándulas sexuales del organismo, testículos y ovarios, los genitales, parte externa del aparato genital, pene, escroto y vulva; la forma del cuerpo, caderas más anchas, los pechos desarrollados, abundante vello, etc.; los caracteres sexuales secundarios como la voz, el vello corporal y otros. Pero no podemos dejar a un lado un importante punto, es el denominado sexo psicológico, el cómo nos identificamos y actuamos, bien aparejado al sexo social, que refleja cómo nos mostramos en nuestra vida diaria según lo estipulado por la familia y la sociedad principalmente del futuro rol de género que debemos asumir.

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Tomado de ASPECTOS SOCIOLÓGICOS DE LA TRANSEXUALIDAD1 Fco. Javier Rubio Arribas Sociólogo. Especialista en Sociología del Consumo e Investigador Social. Madrid En Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas La sexualidad constituye una esfera del hombre o mujer capaz de comprender la totalidad de su existencia. Existe la singularidad biológica de la mujer y del hombre, que por intermedio de las hormonas, afecta a todas las estructuras y funciones del sujeto, incluyendo las cognitivas y del comportamiento. A lo largo de la historia de la humanidad la sexualidad ha sido punto de observaciones, criterios, debates de diversas índoles, desde la censura total de varias de sus esferas hasta la apertura de aquellos que han sido causa de grandes discusiones e investigaciones, llegando algunos como la homosexualidad y la masturbación a considerarse “aberrantes” para el comportamiento humano. Un escenario que ha estado sin habitar, sosegado y oculto por mucho tiempo ha sido la transexualidad, la cual sigue sin ser aceptada por muchos desde las comunidades de corte religioso, social, económico y/o laboral. JLo Piccolo y John Money de Baltimore fueron de los primeros en tocar el término transexualidad, variados conocimientos sobre las diferencias sexuales y de sus variaciones de las cuales LA TRANSEXUALIDAD quizás es el más sorprendente. El término transexual se comenzó a usar en la literatura médica por Cauldwell, quien refería en 1949 que estos casos deberían diagnosticarse más adecuadamente bajo el término de “psicopathia transsexualis”, ya que estos vivían centrados en el intenso y continuo deseo de ser

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del sexo opuesto, exhibiendo, con ello, un comportamiento antinatural mayoritariamente no aceptado socialmente. Los estudios sobre transexualidad son escasos y tienden a realizarse desde una perspectiva científica patologizadora, centrándose exclusivamente en la vivencia asociada a la cirugía de cambio de sexo, perdiéndose así los ricos significados que componen el mundo transexual, disminuyéndolo solo a un acto quirúrgico (Stone, 1993)1. 1 Citado en Muchas formas de transexualidad: diferencias de ser mujer transexual y de ser mujer transgénero. Many forms of transsexuality: differences of being a transsexual woman and being transgender woman. Janet Noseda Gutierrez1 Hospital Dr. Sótero del Río, Santiago de Chile. Email: [email protected] Transexualismo es aceptado a principios de los años 50 en la esfera endocrina cuando se diferencia transexualidad como desarreglo médico de travestismo, tras la intervención de George/Christine Jorgensen en 1952, primer caso de intervención quirúrgica de cambio de sexo. Así, los sujetos transexuales aparecen a finales de los años cuarenta y principio de los cincuenta en el panorama médico y social de occidente, en tanto que son definidos por su demanda de cambio quirúrgico de sexo, lo que constituiría la designación del “síntoma fundamental” de la transexualidad: la demanda de una intervención quirúrgica Muchas de las técnicas quirúrgicas modernas practicadas en estos casos derivan, directamente, de todas aquellas que en la historia de la Cirugía Plástica y Reconstructiva han sido diseñadas para intentar solucionar las deformidades postraumáticas y congénitas de los genitales. Entonces, transexual es aquella persona que se siente del sexo opuesto al que le marca su sexo biológico. La persona transexual es un sujeto físicamente normal, que está convencido de que está en el cuerpo equivocado. Aunque puede padecer una condición psiquiátrica concurrente (esquizofrenia paranoide, que tanto se ha reportado en ellos), lo que no tiene que tener relación directa con su preferencia y/ u orientación sexual. Un sujeto transexual halla que su identidad sexual está en conflicto con su anatomía sexual, por lo que se produce una disconformidad entre su sexo biológico, su sexo social y el sexo psicológico. Una mujer transexual es aquella que nace con anatomía masculina y un hombre transexual es el que nace con anatomía femenina. Es decir, se les designa por el sexo con el que se sienten identificados y no por el sexo al que al nacer corresponden, por ejemplo, sus genitales. Estos seres humanos (porque es lo que son ante todo), llegan a un mundo diferente, no “capacitado” para ellos por las restricciones de la sociedad, creado para hombres y mujeres, un lugar donde las condiciones para los transexuales no son nada alentadoras, donde las primeras etapas de la vida, generalmente, son de adaptación, de frustración, de mutismo, de observar el mundo en silencio y de evitar la más mínima expresión de su sentir, de su sexualidad o de sus gustos, para evitar el rechazo, inicialmente de su familia, luego de sus amigos o el medio externo. En la transexualidad vemos una dualidad ideológica y tecnológica. Tecnológica o técnica por la posibilidad quirúrgica de llevar a cabo operaciones de cambio de sexo, con su consecuente tratamiento hormonal e ideológica por la rigidez del sistema sexo/género que mantiene el carácter binario y excluyente del sexo y del género, o sea, sólo es posible ser hombre o mujer, macho o hembra desde lo socialmente aceptado. Las personas transexuales suelen padecer mucha discriminación desde la sociedad, no todos llegan a desarrollar el proceso de cambio, algunos se les produce de manera más paulatina y son

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esos los que a menudo reciben con mayor fuerza y frecuencia, las burlas y ofensas del resto de la sociedad, sufren mucho más rechazo de aquellos que poseen información sobre la transexualidad. Su vida llega a ser un caos total, pues afecta también otras esferas de la vida social como sus estudios, desde lo cognitivo hasta lo volitivo, la familia, las relaciones de pareja, el trabajo. La situación, por suerte, ha ido evolucionando, no solo la sociedad, también las instituciones cada vez realizan más esfuerzos por una vida más justa y equitativa para todas y todo, pero aún nos queda seguir haciendo más, debemos seguir combatiendo la transfobia. Es absolutamente necesario que se asocien las familias porque la identidad de género es un proceso que se abre desde los primeros años de la infancia y que se va consolidando en la pubertad y la adolescencia. Cuba es uno de los países que se mantiene vigente en la lucha por el respeto a la diversidad sexual y por consiguiente a las orientaciones sexuales, el respeto a la equidad de género y la lucha contra la homofobia. En nuestro país hasta el cierre de 2012 se practicaron más de 20 operaciones de reasignación de sexo, las cuales están aprobadas desde 2008. Más de 40 personas fueron identificadas como transexuales. Las operaciones, que se realizan dentro del sistema nacional de salud gratuito, fueron reanudadas en 2008, 20 años después de ser suspendidas tras una primera y única cirugía, de hombre a mujer, que generó polémica en una sociedad que arrastra décadas de prejuicios, discriminación y machismo. La sexóloga Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) es una de las figuras principales en la lucha por el respeto a la diversidad de género. “Legitimar los derechos de las personas trans es coherente con el paradigma de una sociedad emancipadora”, añadió Mariela, que además lidera una cruzada en defensa de los derechos de la comunidad cubana LGBT (Lesbianas, gay, bisexuales y transexuales). Lo que se exige es el respeto a la autonomía corporal y dignidad de los sujetos, que se cifra en el consentimiento bien informado de los tratamientos a los que pueden ser sometidos, así como su derecho a rehusar los tratamientos médicos, ya sean quirúrgicos u hormonales, se exige además respeto a la autonomía y a la dignidad de los sujetos transexuales. El Manual de Diagnóstico Psiquiátrico DSM-IV-TR clasifica la transexualidad como un Trastorno de la Identidad Sexual [F64]. Por esta razón, organizaciones transexuales de todo el mundo se manifestaron públicamente el 16 de octubre de 2009 para que en la revisión del V Manual Estadístico y Diagnóstico de Enfermedades Mentales de la Asociación Psiquiátrica Norteamérica (DSMV), en 2012, desapareciera la transexualidad como patología. Este tipo de personas, de seres humanos, de individuos, debe sufrir además del rechazo social y el conflicto de la transformación física para poder equilibrar su deseo y pensamiento sexual a un nuevo cuerpo. La cuarta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Desórdenes Mentales Revisado (DSM IV), agrega que “este disturbio debe ser continuo… al menos, dos años; no ser portador de… intersexo…, trastorno genético o… desorden mental, como la esquizofrenia” y calcula que “aproximadamente 1: 30,000 hombres y 1:100,000 mujeres buscarán cirugías para reasignación de sexo”. Ahí se describen seis parámetros: 1) Expresar el deseo de reasignación del sexo por, al menos, 2 años. 2) Poseer el diagnóstico definitivo de disforia de género. 3) Vivir y trabajar en el rol deseado no menos de 12 meses. 4) Cursar tratamiento psicológico o psiquiátrico no menos de 6 meses antes de la cirugía 5) Estar en tratamiento de reasignación hormonal no menos de 6 meses antes de la cirugía. 6) Evaluarse continuamente durante el proceso por un consejo de clínicos.

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Tomado de ASPECTOS SOCIOLÓGICOS DE LA TRANSEXUALIDAD1 Fco. Javier Rubio Arribas Sociólogo. Especialista en Sociología del Consumo e Investigador Social. Madrid En Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas Gloria Lizarralde en su artículo Transexualismo y bioética de 2012 nos dice • El sistema legal gubernamental, debe incluir los derechos que tienen estas personas en la sociedad, para conseguir, por lo menos, equidad en las oportunidades laborales, creando mecanismos sociales y leyes que promuevan la integración de las personas transexuales en la sociedad, como miembros de pleno derecho. • Los derechos de las personas transexuales deben ser incluidos en las organizaciones de salud, no solo para que sean tratados con respeto, sino para que se respete su autonomía en la toma de decisiones. • El diagnóstico mental de la persona transexual debería ser el principio o la apertura a la continuidad del protocolo para su manejo, con el fin de poder hacer un tratamiento completo y para fusionar y equilibrar su sexualidad mental y corporal. Esto incluye la remisión con diferentes especialistas para un tratamiento interdisciplinar, multidisciplinar y transdisciplinar, integral, en pro del ser humano • En las escuelas de medicina y en los programas de salud, en general, la bioética debe fundamentarse desde sus diferentes áreas, a su vez vinculando los principios bioéticos en el manejo de las personas. • La justicia sanitaria en sus diferentes enfoques no contempla la posibilidad de incluir a este grupo de personas como benefactoras de los servicios de salud, para efectos de igualar su sexualidad mental y física. La inserción social del sujeto transexual no sólo depende del grado de tolerancia de la comunidad, sino de la precocidad de la revelación del transexualismo y la aceptación de la familia.

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El sujeto transexual es ante todo un ser humano que requiere de un trato digno. Ramiro Alonso Pando, Manuel I. López Gómez y Martha Tarasco Michel2 también se pronuncian en lo referente a la bioética y la transexualidad: 1) No puede alegarse el principio de autonomía para estos pacientes, pues en ellos ésta se encuentra fatalmente viciada por una muy severa alteración de la percepción de su identidad sexual y, por tanto, no puede integrarse una autonomía personal confiable. Además, el principio de autonomía en el paciente transexual se contradice con el de beneficencia, que encarnaría en estos casos el deber de ayudarles a enfrentar su realidad personal disgregada. 2) El principio de justicia también entraría en franca contradicción con el de autonomía, ya que ha sido demostrado en este trabajo que se violan todos los fundamentos de la identidad física, mental, jurídica y social. 3) Tampoco podría invocarse en principio de no-maleficencia, puesto que a estos pacientes, en realidad, se les amputa la única realidad o liga existencial que poseían con la realidad y, por tanto, sólo se les deja a merced de una quimera existencial expresada en diversas áreas corporales y una mera sedación incompleta del proceso de identidad psicótico que gobierna su psique. 4) Para el utilitarismo, dar cauce a las fantasías identitarias de estas personas es irrelevante -e incluso contraria- al valor social que propone esta corriente ético-filosófica. 5) El liberalismo es, sin duda, la propuesta ético-filosófica que más apoya las terapias sustitutiva y quirúrgica para estos casos ya que, jerárquicamente, su valor principal es la autonomía, entendida esta como “la inalienable prerrogativa de disponer de cualquier situación como mejor le parezca”. 6) Para el personalismo ontológicamente fundamentado, por el contrario, el valor supremo a tutelar es la dignidad humana, misma que considera esencial y radicalmente violentada en este tipo de procedimientos. 7) La dignidad humana se violenta si, eludiendo la realidad, se afecta la unicidad identitaria de la persona humana. Más aún, si esta es sustituida -con pleno conocimiento- por los “expertos” médicos que debieran, paradójicamente, custodiarla con mayor celo. 8) El principio terapéutico (o de totalidad) presupone la bondad en la disponibilidad de las partes ante el bien del todo. En este tipo de abordajes medico-quirúrgicos para transexuales se ve directamente afectado, contradicho y desvirtualizado, ya que, en realidad, sólo afectan irreversiblemente las únicas partes sanas de la identidad sexual humana normal que pueden intervenirse -gonadal, anatomo-fisiológica y, por tanto, la generacional-. Las realidades psicológica y emocional -que integran el locus donde se genera la patología de base- no son susceptibles de modificarse desde ningún punto de vista y, desde luego, mucho menos la realidad genética, que es la que marcará para siempre la verdad de su ontología humana, (…) 12) Se corroboró la hipótesis inicial de este trabajo, ya que la cirugía “plástica y reconstructiva” diseñada para los casos de “cambio de sexo” en transexuales no es curativa ni puede afectar la identidad ontológica original de estos pacientes. (…) 16) La identidad personal normal del ser humano abarca varios factores que interactuarán en su esencia ontológica: genómico, gonadal, sexual, fenotípico (anatómico y fisiológico), psíquico, conductual, relacional y personalizante. Con lo sabido y lo que más falta sobre la transexualidad, podemos ver la posibilidad pensar en “varios géneros” más que el femenino y el masculino, la dualidad de género podría ser una construcción más basada en lo socio – cultural, que tanto defiende lo “tradicional”

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(exclusivamente uno u otro). La misma cultura que tantos obstáculos pone desde lo jurídico, lo laboral y hasta lo espiritual. Queda abierto el debate…

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TÍTULO: MACHISMO Y FEMINISMO: LOS PROBLEMAS DE LA EQUIDAD PONENTE: Psicóloga Myriam Maritza Montes Méndez INSTITUCIÓN: Universidad del Valle de Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: psí[email protected] Durante muchas décadas hemos escuchado y leído sobre el machismo y sus formas de expresión, la búsqueda constante de algunos hombres por mantener el poder y la subordinación de la mujer a través del maltrato y la violencia. Sin embargo, de lo que poco se habla es en lo que se ha convertido la mujer a partir de los grandes movimientos feministas, es decir, han dejado en conflicto a nuevas generaciones de mujeres por querer mantener una postura de poder y al mismo tiempo de libertad. Efectivamente hombres y mujeres no son iguales, excepto en que son seres humanos, en cuanto a su forma de pensar, de sentir, de percibir y de expresar, poseen características diferentes que precisamente son en gran medida la causa de las dificultades y conflictos en las relaciones humanas, y de pareja. Lamentablemente la mujer ha perdido objetividad respecto a sus nuevas actitudes frente al hombre, en su incansable búsqueda de igualdad se ha perdido a ella misma y a su esencia, cayendo en conductas similares a las del hombre (mismas que crítica) tanto en la vida pública como en la vida privada. En la actualidad se observa un feminismo radical que nulifica el lugar del hombre, limitando cualquier posibilidad de encuentro y de acuerdos. El presente trabajo cuestiona las “nuevas” posturas de la mujer y en cómo influyen éstas en las relaciones de pareja así como en su convivencia con su entorno social. Por muchos siglos la mujer ha estado relegada a un segundo plano en los ámbitos social, político, económico, e incluso en el familiar; es inevitable mencionar que en mucha medida se trata de prejuicios, ideas preconcebidas que disminuyen el potencial del género femenino. Hernández (2007) reflexiona: “el conocimiento y la ciencia no tienen sexo, la inteligencia y la razón tampoco. No hay ninguna diferencia en cuanto a las capacidades de razonamiento y de juicio moral entre hombres y mujeres” (p. 81). Hay tres ámbitos principales para considerar dicha temática: el primero, se refiere al punto de vista personal, tanto hombres como mujeres son diferentes en sus perspectivas y significado de la vida, la salud, la enfermedad y la muerte, poseen objetivos distintos y aun cuando lo que buscan es trascender, lo hacen de manera distinta. Desde el punto de vista familiar, ambos padres comparten actualmente más la responsabilidad de los hijos, tienen una nueva perspectiva respecto al matrimonio y la familia. Y por último, desde el punto de vista social, persiste en muchos lugares la discriminación por género, estado civil y gestación. Estás tres esferas influyen de manera significativa en las configuraciones tanto del hombre como de la mujer. Respecto al lugar de la mujer Hernández (2007) dice: “me es más agradable hablar de ética femenina que de ética feminista si por ésta última entendemos, como ya lo señalaba, una forma de política más que una postura ética y un motivo de lucha” (p. 85). En la actualidad podemos darnos cuenta de diversas situaciones que producen conflicto entre la humanidad como podrían ser la inseguridad pública, el desempleo, el narcotráfico, la pobreza extrema, el mal funcionamiento del gobierno, el acceso a la educación solamente posible para unos cuantos, la violencia y transgresión de la ley, entre otros. Tanto para los hombres como para las mujeres la inevitable pregunta existencial es: ¿quién soy? Y luego, responder a ¿qué es lo que

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quiero? Estos cuestionamientos resultan más complejos para la mujer ya que se encuentra inmersa en un contexto de discriminación y devaluación, las distintas respuestas están enmarcadas de acuerdo a las circunstancias, épocas de la vida y particularidades de la condición sociocultural de género. En estos días en los que sabemos que la mujer posee un mejor lugar en los diferentes terrenos en los que interactúa –considerando crucial el dato de que estos logros se observan en las mujeres de clase media para arriba– existen principalmente dos referentes que llaman la atención, porque son los papeles que la cultura ha consignado adecuados para la mujer: como esposa y ama de casa, o como profesionista y, en el caso del varón continua siendo el responsable del sustento aparentemente como “única” actividad. Los sucesos que actualmente les rodean a las mujeres, las han llevado a ocupar un nuevo lugar dentro de las configuraciones sociales que otorgan mayor respeto a su género, así como a sus derechos –aunque de forma insuficiente–, dando cuenta de su capacidad intelectual, su potencial a desarrollar en diferentes ámbitos de la vida y, por supuesto, al ir dejando atrás el estigma de “sexo débil” comprendiendo que tiene base en la cultura heredada y transmitida socialmente por generaciones. Es frustrante que la clase social, sustentada y estructurada con base en la economía, sea uno de los criterios que favorecen u obstaculizan los recursos necesarios para el avance de la mujer en términos de desarrollo y crecimiento personal. Lambert (2006) expresa: El desorden ha crecido y ha sido autorizado por las mujeres de dignidad elevada; pues la licencia y la impunidad son los privilegios de la grandeza: Alejandro nos lo ha enseñado. Vinieron un día a decirle que su hermana amaba a un joven; que su relación era pública; y que ella se respetaba poco: “Hace bien” dijo, “dejadle su parte de la realeza, que es la libertad e impunidad” (p. 128). La historia como huella que marca el destino con sus respectivas variantes de acuerdo a la época, es lo mismo hoy día pero con matices diferentes. Sin embargo no podemos descartar que en la etapa de la mujer adulta madura haga reconstrucciones en base a su deseo, pero lo que no estamos seguros es que sea capaz de sostenerse frente a las demandas determinadas por la sociedad. Pero no sólo existe esta percepción, por otro lado, continua vigente la lucha de géneros, visto desde otro ángulo en la problemática, se puede notar que la condición de la mujer por superarse ha generado molestia en el sexo masculino, siendo los varones los principales actores de maltrato y violencia en contra de las féminas; de generación en generación el hombre ha devaluado el rol de madre y ama de casa, como si el trabajo que la mujer realiza fuera insuficiente o simplemente insignificante; esta situación nos lleva a pensar en que culturalmente se procura el bienestar y la satisfacción masculina, dejando de lado cualquier actividad que desempeñe la mujer, como si esta no fuese importante; la actividad del hogar, que está encabezada principalmente por la mujer manifiesta claramente que gracias a ella la familia logra sostenerse con cierto equilibrio pues es quien organiza y dirige al resto de la familia. Esa posible molestia del hombre con frecuencia lo puede conducir a manifestarse con enojo e ira, conductas que son estereotipadas como machistas y socialmente reforzadas, inclusive la propia violencia; se han visto probablemente disminuidos por la nueva fortaleza de la mujer, situación que es lamentable, ya que sin razón siente haber perdido el lugar de poder y de control, buscando ahora otras formas de ejercerlo como una necesidad de supervivencia y por no verse sometido a las propuestas novedosas de quienes se respaldan en la famosa “liberación femenina”. Lambert (2006) manifiesta: Una de las cosas que nos hacen más desgraciadas es que nosotras contamos demasiado con los hombres; esto es también el origen de nuestras injusticias; les planteamos quejas, no sobre lo que

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nos deben, ni sobre lo que nos han prometido, sino sobre lo que hemos esperado de ellos; convertimos en un derecho nuestras esperanzas, que nos suministran muchos desengaños (p. 96). Desde que aparece el hombre en la tierra, se habla de que ésta se ha concebido como territorio masculino; la primer divinidad inventada por el hombre fue el sol, una entidad masculina, la fuerza de la vida, la energía, el calor; de acuerdo a los sabios chinos el sol representa el yang, el polo positivo o el astro rey; el ying es representado por la luna, una entidad negativa y femenina, se habla de oscuridad, el frío, la humedad y la pasividad. Nos damos cuenta que a través de la naturaleza se ha establecido una diferencia en cuanto a los sexos, quedando en consecuencia la mujer subordinada desde esta perspectiva mitológica. Desde un principio el hombre puso las reglas del juego basándose en su dominio físico; encargándose él de ir a la caza por alimento y ella de prepararlo y esperando ser embarazada para que eso significase que debía hacerse cargo de la crianza de los hijos, de esta manera impidiendo su acceso a otra forma de vida; la maternidad, considerada un privilegio exclusivo de las mujeres, era una situación con dos miradas: de un lado el embarazo la obligaba a quedarse en casa y, por otro lado, la mujer podría verse como madre de los Dioses. Casas (2007) cita a Hoff (1965) así: “el feminismo de equidad es la creencia en la igualdad legal y moral de los sexos… el feminismo de género es una ideología que pretende que la mujer esté presa en un sistema patriarcal opresivo” (p. 91). Morín (2007) habla de la sociedad del homínido que separa ecológica, económica y culturalmente los sexos de la siguiente forma: Mientras que la caza lleva a los hombres cada vez más lejos, la maternidad confina a las mujeres en los refugios. Las hembras, convertidas en sedentarias, se consagrarán a la búsqueda de forraje y a la recolección de frutos, para satisfacer las necesidades vegetales del grupo. A partir de ese momento toma cuerpo una dualidad ecológica y económica entre hombres y mujeres (p. 37). Las condiciones de la sociedad determinan la forma en que debe comportarse el macho y la hembra o bien, el hombre y la mujer; los escenarios definen lo que hace él y lo que puede hacer ella, una imposición marcada desde la naturaleza humana, esto sólo como una perspectiva de los roles de ambos sexos. En cuanto a eso Ramírez (1977) dice: “los estudios de antropología cultural han puesto en manifiesto que muchas de las características consideradas fundamentalmente femeninas se encuentran profunda y hondamente arraigadas a las instituciones culturales que otorgan pautas, ideales, metas y papeles atribuidos a la mujer y a sus funciones dentro de la cultura” (p. 151). La misma organización social está en función a este principio, se aplaude la condición maternal y asexual de la mujer por un lado, y por otro lado, en el caso del varón, se le define por su ausencia y hasta cierto punto, por el control que ejerce sobre la familia o al menos lo que se presume socialmente. En México de manera formal se observa que el hombre es quien dirige y manda sobre la familia cuando en realidad se vive en un matriarcado, pero entonces, ¿no es una contradicción en la mujer que teniendo “un grado de control” se sienta todavía oprimida y reprimida por el hombre? Tal vez esto sólo se refiera al papel de madre-esposa pero, ¿y qué pasa con el rol de mujer? Por su parte, Engels (1984) cita a Morgan (1851) expresando: “la familia es el elemento activo; nunca permanece estacionaria, sino que pasa de una forma inferior a una forma superior a medida que la sociedad evoluciona” (p. 19). Las formas de familia están en contraposición con las que actualmente se construyen, por ejemplo, en estos tiempos se le da más importancia a elementos que favorecen las buenas relaciones como la comunicación, la afectividad, la sexualidad, el respeto, la libertad, también se relacionan las nuevas parejas con acuerdos y reconociendo que

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hay proyectos individuales, de pareja y de familia–esto se presume sin embargo, la debilidad en los vínculos reporta lo contrario–; no se conoce más que la monogamia, junto a ella la poligamia de un hombre, y la poliandria de una mujer (cuando ésta ignora la práctica impuesta por la sociedad oficial). En las costumbres de los primitivos empieza a observarse una diferencia en cuanto a los derechos se refiere, dejando claro lo que corresponde a un hombre o una mujer. Para comprender lo que se vive actualmente resulta trascendente conocer la historia y comprenderla; más que hablar de derechos se tendría que hablar de oportunidades para el desarrollo de habilidades que puedan otorgar una mejor estima propia y bienestar general, tanto en el hombre como en la mujer. En el pasaje del salvajismo hasta el periodo de la civilización se observan distintos modos para adquirir el alimento y producciones naturales o artificiales para su obtención, organizadas de acuerdo al modelo histórico de: el hombre sale y la mujer se queda. La historia y con ello la cultura, al redefinir los roles sociales conduce a una lucha entre los sexos, al oprimir de forma magistral al sexo femenino; también es ahí en donde la mujer inteligentemente –en apariencia– encontró que un recurso ante la opresión era el control sobre su genitalidad, negándose a tener intimidad como una forma de control y defensa. El uso del sexo como un arma de la mujer con el tiempo ha resultado ser un fracaso que desembocó en la prostitución –la abierta y la velada–, ya que la prostituta vende sus servicios sexuales de forma temporal, y en el caso del “matrimonio por conveniencia” es para toda la vida. Nuestra sociedad empuja fuertemente a la mujer a la elección del matrimonio, aunque aún no esté preparada para ello, lo que tarde o temprano recae en que ella es sometida por el hombre al convertirse en dependiente económicamente. Dowling (1987) cuestiona la forma en que las mujeres han sido criadas, partiendo de la premisa de que se educa para ser parte de alguien más, por quien pueda ser protegida y apoyada por la idea de la felicidad conyugal; expresa lo siguiente: ¿Por qué, cuando tenemos la oportunidad de dar un paso hacia adelante, tendemos a retroceder? Porque las mujeres no están habituadas a enfrentarse con el miedo y a vencerlo. Se nos ha acostumbrado a evitar cuanto pueda asustarnos. Así que se nos ha venido enseñando desde los tiempos en que éramos demasiado jóvenes para desear otra cosa que no fuera la comodidad y la seguridad. En realidad, no estábamos adiestradas para la libertad, sino educadas para todo lo contrario: la dependencia” (p.17) La mujer, por no soportar la tutela de su padre, decide casarse y pasar a ser tutelada por el esposo; en el matrimonio la mujer aporta dos cosas: su sexo y su fuerza de trabajo, el hombre aporta igualmente dos cosas: su sexo y el dinero para el sustento del nuevo hogar, con lo que tiene mayor oportunidad para ejercer control y opresión. El hombre trabaja afuera y cobra por ello, en cambio la mujer trabaja en casa pero no cobra su trabajo, las condiciones de uno y de otro son distintas, por lo que el sexo femenino finalmente queda supeditado a las decisiones del hombre. El matrimonio se convierte en una forma exclusiva de propiedad privada. Sin embargo en datos recientes se manifiestan las relativamente nuevas aspiraciones de las mujeres, en las cuales ya no es simplemente quedarse en casa, al respecto Ramírez (2007) dice: “aspira a una mayor flexibilidad laboral para dedicarse a sus hijos, al mismo tiempo que desean tener la seguridad de no perder oportunidades de empleo. De hecho, las mujeres casadas han aumentado su participación de 29.8% en 1995 a 34.5% en el 2000 en México” (p. 159). Entre los griegos la ceremonia religiosa era efectuada entre vecinos, lo cual garantizaba el conocimiento sobre sus tradiciones en torno a la religión; dicha ceremonia estaba atravesada por una serie de rituales populares que configuraban el paso de la mujer de un lugar a otro, o de una propiedad a otra. Respecto a la continuidad de la familia, lo que la aseguraba era que naciera un hijo varón, que era lo que primordialmente se deseaba. Coulanges (2007) menciona lo siguiente:

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El nacimiento de una hija no llenaba el objeto del matrimonio, no pudiendo continuar el culto, ya que el día que se casaba renunciaba a la familia para pasar a pertenecer a la otra religión y familia de su marido. El hijo era, pues, el esperado, el necesario, el reclamado por la familia, por el hogar y por los antepasados. La entrada del hijo en la familia se celebraba con un acto religioso. Ante todo era preciso que fuese bien recibido por el padre, que a título de dueño y guardián vitalicio del hogar y de representante de los antepasados, debía sentenciar si el recién nacido era o no de la familia (p. 63). Este tipo de recibimientos se daban particularmente en Roma, en Grecia y en la India, pero definitivamente es un hecho acostumbrado en nuestro país, con la singularidad propia de la nacionalidad mexicana. El nacimiento sólo constituye en el Siglo XIX un lazo físico, lo que realmente da lugar a un vínculo moral y religioso, es la declaración del padre cuando lo reconoce. En México, Ramírez (1975) dice: El mundo en México desde el punto de vista de la atmósfera sociocultural de tipo sexual, es un mundo de hombres. Palabras tales como “viejas” o “vieja el último”, adquieren características despectivas. En nuestro mundo “ser vieja el último” es equivalente de desprecio, también el ser “marica”. El hombre tiene el privilegio de ser servido por la mujer; a ésta no se le permite que indague la utilización que el hombre hace del dinero. El varón detenta poder y recursos. El padre es temido, frecuentemente ausente, tanto como presencia real como en su carácter de compañía emocional (p. 23). Podemos darnos cuenta de los estilos y las formas en las que es percibida la circunstancia de género, se podría decir que la lucha entre ambos sexos también es estimulada y reforzada por las familias de origen, ubicando que es ahí donde nacen esos hombres y mujeres quienes aún desde antes de nacer ya tienen una serie de conductas para reproducir. Coulanges (2007) dice: “a primera vista parecen raras e injustas las leyes romanas, la hija no tiene aptitud para continuar la tradición paterna porque se casa, al hacerlo renuncia el culto de su padre; no puede conseguir ningún título para heredar, es inadmisible” (p. 80). La conformación de las leyes familiares no fue constituida por legisladores, sino que se impone por las tradiciones culturales, derivadas de las creencias religiosas, ante ese antiguo derecho de propiedad y de estado, las voluntades se doblegaron. El padre considerado como la primera figura, es el encargado de desempeñar las altas funciones de todos los actos religiosos; esta creencia fijaría la jerarquía de la familia, el hombre actuaba como dueño del hogar, en cambio la mujer no era colocada por la religión en tan alta estima, formaba parte pero no era dueña como en el caso del varón. Paz (1981) expresa: Prostituta, diosa, gran señora, amante, la mujer transmite o conserva, pero no crea, los valores y energías que le confían la naturaleza o la sociedad. En un mundo hecho a la imagen de los hombres, la mujer es sólo un reflejo de la voluntad y querer masculinos. Pasiva, se convierte en diosa, amada, ser que encarna los elementos estables y antiguos del universo: la tierra, madre y virgen; activa, es siempre función, medio, canal. La feminidad nunca es fin en sí mismo, como lo es la hombría (p. 39). La familia en México está integrada por una gran diversidad de obligaciones y compromisos, que definen de forma contundente los roles masculinos y femeninos. Las pautas de comportamiento se aprenden paulatinamente desde el nacimiento, acontecimiento que es considerado “diferente” en el caso del niño o la niña, esta última no posee los mismos privilegios que el varón, situación

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que está determinada desde el momento en que se conoce el sexo del recién nacido. Los modelos de ser hombre o ser mujer clarifican lo que se espera de los individuos, tempranamente se les asignan funciones y de acuerdo a sus posibilidades y a su género, poniendo en evidencia que el destino –en el caso de la mujer– es aprender a ser mujer de hogar, asimilando de forma sutil y al pie de la letra cómo tratar a su futuro hombre. Pensar que la educación fuese para la mujer era insólito, ya que de ser posible, tenía que insertarse en un espacio de estudios en donde sólo el hombre asistía, y como la sexualidad es censurada desde tiempos remotos, que una mujer asistiera a estos lugares de aprendizaje implicaría una estimulación en torno a lo sexual. Al no haber acceso al desarrollo intelectual, el deseo tendría entonces que sublimarse en el quehacer de mujer hogareña; además, se pensaba que las letras no son hechas para ella ya que su educación sólo se remite a la instrucción para ser esposa y madre. Ramírez (1975) menciona que: “ya desde Hernán Cortés, el trato a la Malinche revela que una vez utilizada es objeto de regalo a un súbdito” (p. 27). Son muchos los vestigios de acontecimientos históricos que muestran cómo se ha consentido que las mujeres sean devaluadas; éstas entonces van a refugiarse en la maternidad cuando no encuentran en el varón acompañamiento y la experiencia de igualdad, por ello la aparente resignación para actuar bajo lo socialmente permitido, sin hacer conscientes las frustraciones a las que se enfrentarán –algunas de ellas– en el futuro; los hijos son refugio y escape de los deseos negados. Podemos observar que la valoración que el español hizo de la mujer indígena fue negativa, en cambio él es sobrevalorado por identificarse como conquistador y dominante de la mujer. Ramírez (1977) cita a Octavio Paz (1950) mencionando: “las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren. Su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su «rajada», herida que jamás cicatriza… toda abertura de nuestro ser entraña una disminución de nuestra hombría” (p. 50). La problemática general respecto a la forma en la que se organiza la familia en México tiene como característica la ausencia del padre, el exceso de madre y, por lo tanto, la limitación de los encuentros genitales de los progenitores. Si el padre no está en casa se va interiorizando la creencia de que el hombre no tiene que estar en casa, que es una actitud común en los varones, y entonces, para la niña que va creciendo no es raro que reconozca dichas imágenes y que en su vida de adulta, si decide casarse, lo asuma como un hecho que se repetirá ya que el entorno familiar le está dotando de esas costumbres; el exceso de madre va insertando de forma particular en la hija la creencia de que su circunstancia le obliga a permanecer en casa, por lo tanto su deber es aprender a realizar los quehaceres del hogar como una forma de preparación para sostener su futuro matrimonio; en el caso del hijo que también está inmerso en este ambiente familiar va identificando a un padre que debe salir a trabajar, ya que esa es su función, y, por lo tanto, asume que la mujer debe permanecer en casa. De esta manera se podría aseverar que la madre es la primera en fundar y reforzar el machismo cuando pide a sus hijas con firmeza que atiendan a sus hermanos, lo que para el hijo significa un triunfo ya que es atendido como cree que lo merece, así que cuando crezca procurará buscar a una mujer lo más parecida a su madre y/o hermanas para que pueda atenderle y servirle como supone que debe ser, porque no sólo lo ha visto, lo ha vivenciado, situación que resulta mucho más determinante. También existen circunstancias particulares por las que el niño o la niña identifican que la función de los roles masculinos y femeninos pueden ser diferentes, adecuándose a nuevas situaciones o nuevos tiempos, donde la igualdad tiene mayor énfasis tanto al pedir como al otorgar derechos.

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Cuando la mujer comienza a pensar en qué beneficios recibe al quedarse en casa y al realizar actividades que no son remuneradas como ocurre en el hombre, comienza a pensarse de otra manera, es decir, quiere dejar eso que vive como esclavitud doméstica; para ello, requiere a otra mujer a la que pueda mandar –muchas veces también esclavizada– y en la que reproduce, en nuevas circunstancias, la relación de abuso. El trabajo del hombre produce dinero, en el caso de la mujer no produce nada –no se conceptualiza como producir el hecho de mantener y organizar la casa, la educación de los hijos, etc.–, esa es una de las causas por la que el hombre la considera inferior; aunque esto no sucede cuando ella administra el dinero del esposo, ya que a veces abusa de la situación para desquitarse de los malos ratos que le hace pasar su pareja, esto parece el comienzo de un ciclo que pronto se convertirá en pleito y no muy tarde en lucha de poder. Lambert (2006) explica sobre el amor: La diferencia entre el amor y los demás placeres, es fácil de establecer por parte de los que han sido heridos por él. La mayoría de los placeres necesita, para ser experimentados, de la presencia del objeto. No ocurre lo mismo con el amor; él está en nosotras, es una parte nuestra: no depende solamente del objeto, lo gozamos sin él (p. 153). Las mujeres culturalmente son empujadas a difícilmente pensarse sin un hombre, probablemente esto las ha conducido a la necesidad de amar desmedidamente a su pareja, tal vez por miedo a ser abandonada, o bien, porque encuentra que sólo esa es la manera en que podría salir adelante, aunque sin garantía al respecto. El llegar a cierta edad –se ha percibido como un prototipo– sugiere la esperanza de contraer matrimonio o al menos tener una relación de pareja que tenga vistas al futuro, cuando no ocurre tal situación la mujer suele sentirse desdichada, desesperada y triste. Norwood (2007) habla de la condición de amar demasiado: Aunque actualmente la mujer disfruta de una libertad mayor que en ningún otro momento de la historia: las restricciones sociales han distendido en lo referente a las elecciones personales y la expresión; existen más oportunidades igualitarias en educación y ocupaciones, lo mismo que en las áreas de la concepción y el embarazo. Ya no necesitamos la fuerza física ni el apoyo económico de un hombre para nuestra supervivencia. Pero persiste el problema de amar demasiado. ¿Por qué no está más extendido el reconocimiento de los afectos dañinos de amar demasiado, acoplando a nuestra mayor libertad y nuestras mayores oportunidades de elección, suficientes para terminar con esta conducta? (p. 18). Para responder a esta y otras preguntas es necesario remitirnos a lo que la historia nos ha dicho en relación al desarrollo de la mujer y a sus primeros ensayos porque se le diera un lugar con trabajo digno, la posibilidad de participar en la economía y en asuntos públicos o políticos. Paz (1981) respecto al amor dice: La mujer vive presa en la imagen que la sociedad masculina le impone; por lo tanto, sólo puede elegir rompiendo consigo misma. “El amor la ha transformado, la ha hecho otra persona”, suelen decir de las enamoradas. Y es verdad: el amor hace otra a la mujer, pues si se atreve a amar, a elegir, si se atreve a ser ella misma, debe romper esa imagen con que el mundo encarcela su ser (p. 215). Las mujeres están programadas, tanto cultural como biológicamente, para amar, sostener, cuidar, ayudar y consolar; cuando lo hacen y no resulta suficiente se doblan esfuerzos para lograr algo que verdaderamente funcione, entonces comienza el ciclo adictivo, dar y hacer más. Paz (1981) dice: “el secreto debe acompañar a la mujer. Pero la mujer no sólo debe ocultarse sino que, además, debe ofrecer cierta impasibilidad sonriente al mundo exterior. Ante el escarceo erótico, debe ser “decente”; ante la adversidad, “sufrida” (p. 39). Las pautas de relación actualmente son distintas, la permisividad en muchas de las áreas de la vida del individuo ha provocado cambios que afectan

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de forma considerable la concepción de pareja o la vida amorosa, imperan las necesidades personales y la dificultad para conformarse como pareja. La devaluación de la mujer sigue produciendo síntomas en las mujeres que aman demasiado, excesivamente ocupadas en su tarea de ser consideradas “buenas mujeres”, sin importarles en qué lugar ponen su propia dignidad e integridad. La falta de espacios de desarrollo para el sexo femenino, la poca difusión de oportunidades en lugares públicos y el mínimo interés por hacer de su vida algo distinto, éstas y otras cuestiones condenan a la mujer de la vida moderna a ser esclavizadas y colocadas en una posición inferior a la del hombre, éste sigue dominando desde otras formas y con estilos que se adecuan a las costumbres actuales, aprovechándose de aquéllas mujeres a las que no se les otorgó la posibilidad de explorar en nuevos horizontes ni para desenvolverse educativa, cultural y económicamente y que hoy se encuentran inmersas en relaciones amorosas que lastiman y eliminan toda voluntad por vivir y verse diferentes; sin embargo, también esto sucede en mujeres preparadas profesionalmente; eso nos llevaría a pensar que el estereotipo de la mujer esposamadre se mantiene latente. Una respuesta de algunas de las dificultades de las mujeres en cuanto a la libertad, lo expresa Dowling (1987): Sólo hay un camino que conduce a la «liberación» femenina, y este camino parte de la liberación de nosotras mismas, desde nuestro interior. Este libro sostiene la tesis de que la dependencia psicológica personal –el deseo profundo de que otras personas cuiden de nosotras– es la principal fuerza que mantiene sujetas hoy día a las mujeres. Le doy el nombre de «complejo de Cenicienta»: un entramado de actitudes y temores largamente reprimidos que tienen sumidas a las mujeres en una especie de letargo y que les impide el pleno uso de sus facultades y de su creatividad. Como Cenicientas, las mujeres esperan algo que, desde el exterior, venga a transformar su vida. (p. 35). La humanidad en general está inmersa en una variedad de diferencias, pero entre ellas la más destacada es la que existe entre el hombre y la mujer. Una manera de explicarlo es partiendo de la tradición occidental, por medio del status y el poder. Indiscutiblemente la desigualdad es un tema a revisar, Baker (1987) expresa: Hay dos formas de desigualdad: la primera es la temporal, en ella la parte inferior definida socialmente como desigual –padre e hijo–, se supone que la parte superior posee una mayor destreza, el hijo recibe del padre; la desigualdad permanente por adscripción, es decir, circunstancias desde el nacimiento –el sexo o la nacionalidad– te definen (p. 18). En el primer tipo de desigualdad encontramos diferencias que son parte de la naturaleza, el padre debe proveer a su hijo de acuerdo a sus necesidades, para que cuando crezca se encuentre con posibilidades de procurar su propio bienestar; en tanto la segunda forma de desigualdad opera distinto, ahí se ubicarían términos como dominación y subordinación –se concentra en la supervivencia básica–, las circunstancias colocan al individuo de manera desfavorable en la opresión. El feminismo es concebido como una ideología integrada por un conjunto de movimientos políticos, culturales y económicos que tendrían por objetivo el otorgar a las mujeres la igualdad de derechos de los que ya gozan los varones. Los principales logros que la mujer ha obtenido están relacionados con el derecho a la propiedad, al voto y a la salud reproductiva. Se pueden observar tres grandes momentos –a finales del siglo XIX, en los años 60´s y los 90´s– por los que las mujeres han tenido que atravesar hasta lograr lo que actualmente se ha nombrado como igualdad. Inglaterra y Estados Unidos fueron los primeros en enfrentarse al movimiento feminista, éste perseguía, en primer lugar, el interés en los derechos dentro del matrimonio, en particular el

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derecho a la propiedad, pasando luego a defender su acceso al mundo político en donde buscaban el derecho al voto; la misma situación ocurre más tarde en Francia y en Italia. Posteriormente, su vindicación estaba enfocada en los derechos sociales y culturales, entendiendo que sólo los hombres podían considerarse privilegiados en este sentido. A principios del siglo XX los movimientos feministas, declaran que no hay un solo tipo de mujer, que existen diversidad de circunstancias que las diferencian, como pueden ser las condiciones de raza, economía, nacionalidad, status social o incluso religiosas; hay un modelo de ser mujer de acuerdo a dónde se nace, cómo se es educada, qué valores son inculcados, la jerarquía de prioridades, entre otros. Centran especialmente su atención en la sexualidad de la mujer, reconociendo que desde hace décadas ha sido utilizada como objeto sexual (aunque sin duda la mujer, ante el hecho de verse sin derechos, usaba su sexo para obtener un poco de poder frente al hombre, negándosele cuando éste la buscaba, eso mismo fomentó el que se le percibiera como un objeto). En lo referente a la preocupación por el derecho de propiedad, ésta se vuelve relevante cuando las mujeres blancas lograron mayores beneficios antes que las negras, situación que generó conflicto entre diferentes movimientos a la par. Cuando mejoran su salario y las oportunidades de empleo las mujeres comienzan adueñarse de sí mismas, retomando sus derechos como un estandarte social. En países en vías de desarrollo las mujeres han tenido la oportunidad de beneficiarse de micro financiamientos para desenvolverse laboralmente y fortalecer su sentimiento de valía, entendiendo que en muchas ocasiones éstas son víctimas de sufrimientos causados por los bajos ingresos del hombre, pero también por sus pésimas decisiones respecto al manejo y administración del dinero; por ejemplo, en Costa de Marfil durante diferentes épocas del año hombres y mujeres cultivan de manera separada, y cuando llega el momento en que el hombre cosecha el mayor porcentaje de dinero obtenido es utilizado para el consumo de alcohol y cigarros, mientras que en las cosechas de las mujeres se adquieren alimentos, cuidando no solo la salud de los hijos sino también mejorando sus condiciones físicas para estudiar. La literatura feminista retoma los problemas de sexismo y discriminación y se convierte en un espacio para expresar lo que sucede en torno a la realidad de las mujeres, señalando los problemas de una sociedad injusta y machista y nuevamente percibiendo que se vive en un mundo creado por el hombre y para el hombre; aún con la lucha incesante por obtener un lugar más justo, se pueden encontrar culturas en las que siguen siendo oprimidas por el poder y control del varón. Una de las principales consecuencias de esta situación es que la mujer no tenía derecho para opinar ni actuar por su propio pie, ya que su condición social basada en costumbres y tradiciones la obligaba a depender directamente del hombre. La literatura maneja contenidos en los que se expresa la vivencia del sufrimiento en las mujeres, sufrimiento causado por el lugar en el que tanto el hombre como el medio social las coloca, y sólo para unos cuantos estás novelas se perciben como interesantes. Una de las mujeres más influyentes del siglo XVII de la literatura en Latinoamérica es sin duda, Sor Juana Inés de la Cruz quien a muy temprana edad aprendió a leer y escribir, lo que la estimuló a desarrollar diversos géneros literarios con los que todavía es considerada una fundadora de los derechos de las mujeres a la educación y al desarrollo intelectual. Algunas de las escritoras contemporáneas se han enfocado en escribir en una amplia gama de géneros, los textos eróticos (en fragmentos románticos) con los que denuncian la importancia de la sexualidad femenina, en donde los deseos y las fantasías son descubiertas para solicitar mayor sensibilidad ante tal acontecimiento. Guardia expresa que: “la escritura se convierte así, como señala Hélène Cixous, en un espacio de liberación, de reconocimiento de sí

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mismas y de redefinición, mediante las diferentes formas de representación que asume la pluralidad de las voces literarias femeninas Aunque la mujer actualmente es más libre e independiente, nunca es vista como el hombre, continúa vigente el sexismo que se percibe en distintos ámbitos de la vida pública y privada” (p. 3). Las mujeres pues han comenzado a escribir sin temor ni vergüenza al ser artistas libres, expresando su sensibilidad de la que emanan sus pensamientos y sentimientos a través de la letra. Dowling (1987) expone “la mujer que ha dado el salto hacia la libertad tiene movilidad. Puede moverse hacia las cosas que le satisfacen y alejarse de las que le desagradan” (p. 248). La manifestación de las feministas hace que se les considere como portavoces radicales que conscientemente saben lo que necesitan al reconocerse diferentes a los varones en distintas áreas, ya que no se trata de pretender ser como el hombre, sino más bien poseer la oportunidad de desarrollo tal como sucede en el caso de ellos. En cuanto al cuerpo se refiere, las mujeres desean estar en contacto con el suyo y controlarlo, no quieren ser controladas; pretenden la eliminación del rol de objeto sexual y están a favor de la conexión de los deseos sexuales y emocionales; hay manifestaciones de vulnerabilidad y debilidad, pero también desean expresarse en un sentido de poder; responden al fomento de cuidar a otras personas; ya no desean ser tratadas como cosas, ya que cosificarlas lastima su autoestima; buscan la expresión de sus cualidades emocionales y que esto les sea respetado; exigen estilos de vida más igualitarios en la esfera privada y pública. A partir de la década de los 80´s las mujeres figuran en las antologías literarias y se publican trabajos críticos sobre diversos enfoque donde lo privado perturba lo público. Guardia dice: “la consolidación de organizaciones feministas y de organizaciones populares de mujeres, así como la incorporación creciente de la mujer en el mercado del trabajo, lo que originó cambios en la familia y un nuevo imaginario colectivo”. (p. 15). Por otro lado, es necesario hablar un poco de la personalidad del mexicano durante la modernidad, lo que nos obliga a trasladarnos a épocas ya transcurridas y con la intención de realizar un pasaje cronológico e histórico que pueda llevarnos a comprender qué sucede con el mexicano en torno al tema de la identidad. Santiago Ramírez ya ha manifestado que la identidad se perdió mucho antes de la conquista, sin embargo, aún hay que estudiar más y profundizar respecto a la temática. Ramírez (1977) menciona: “la mujer es devaluada en la medida en que paulatinamente se le identifica con lo indígena; el hombre es sobrevalorado en la medida en que se le identifica con el conquistador, lo dominante y prevalente” (pág. 54). Por otro lado, Bartra (2005) dice: La versión moderna de esta peculiar dualidad femenina (Guadalupe y la Malinche) explica su anatomía en términos muy fluidos por el psicoanálisis. Se describe el cuto a la Virgen de Guadalupe como un profundo sentimiento de culpa del hombre, que implora perdón al símbolo de la mujer que es traicionada y abandonada por él mismo; el amor a la Virgen corre paralelo al culto a la madre, institucionalizado pero ejercido sólo bajo ciertas circunstancias y en ocasiones especiales. Pero el hombre mexicano sabe que la mujer –su madre, su amante, su esposa– ha sido violada por el macho conquistador, y sospecha que ha gozado e incluso deseado la violación. Por esta razón ejerce una especie de dominio vengativo sobre su esposa, y le exige un autosacrificio total. (p. 208). Ante estas situaciones la mujer nuevamente se cuestiona acerca de la división del trabajo. Pero ahora la apuesta de los hombres es que la naturaleza habla por sí sola, esto significa que, biológicamente, la mujer no puede realizar las mismas tareas que los varones, que de acuerdo al sexo se poseen ciertas características que respaldan de cierta forma las diferencias de género. Pero junto con la biología se consideran también otros rasgos que son propios del sexo al que

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pertenecen, en el caso del hombre, se piensa que es frío, dominante, activo, analítico, intelectual, infiel, duro, audaz, entre otros; la mujer es considerada débil, sumisa, superficial, fiel, cariñosa, atenta, afectiva, sentimental y pasiva; afortunadamente la realidad se puso en evidencia cuando se fueron encontrando hombres con algunos rasgos que poseen las mujeres y viceversa, esto nos conduce a pensar que, sin identificar claramente cómo es que eso sucede, esto otorga la posibilidad de hablar de un primer acercamiento a la igualdad, teniendo como premisa una base cultural, cabría indagar más acerca de la imposición y la costumbre. La tendencia dominante del sexo masculino sobre las mujeres está sostenida por una serie de mitos relacionados con asuntos como la virginidad, la dependencia necesaria, la debilidad femenina frente a la supremacía del varón, etcétera. Los rasgos anteriormente mencionados, vistos tanto en la mujer como en el hombre, son adquiridos por costumbres y tradiciones que están relacionados con los roles y funciones que son representativos de ambos sexos, los llamados estereotipos, que están en función de lo que se espera de uno y otro sexo de acuerdo al contexto social en el viven y que condicionan los padres como principales educadores. Althusser (1970) menciona: “el individuo en cuestión se conduce de tal o cual manera, adopta tal o cual comportamiento práctico y, además, participa de ciertas prácticas reguladas, que son las del aparato ideológico del cual “dependen” las ideas que él ha elegido libremente, con toda conciencia, en su calidad de sujeto” (p. 55). En relación a creencias Dowling (1987) explica: Lo que quedaba en mí en el inmediato futuro era el trabajo de reunir los elementos esenciales de la creencia en mí misma. Parecía extraño que no hubiera crecido con ella, pero lo cierto era que no la había poseído nunca. Parece increíble que una muchacha privilegiada en una sociedad privilegiada, con un catedrático por padre y una mujer educadísima por madre, tuviera un desprecio de sí misma tan agudo y profundo. Pero así era como me había criado. Dudando de mi inteligencia. Dudando también de mi atractivo sexual. Y ello constituía, como se ha visto ya, mi doble atadura: el no tener confianza en mí aptitud para desenvolverme en el mundo por mí misma según la nueva corriente, y al dudar igualmente de mi capacidad para triunfar comportándome a la antigua, que consistía en seducir a un hombre para que se convirtiera en mi dueño y protector (p. 33). Aun cuando las elecciones que se tienen están influidas y orientadas a preservar las costumbres y aprendizajes, es decir, hacemos reproducciones de nuestros antecesores, queda un espacio para la determinación de reproducir tal estado de cosas o no hacerlo. Cuando se habla de aparatos ideológicos nos remite a la realización de una ideología, a su vez conformada por otras ideologías –religiosa, moral, jurídica, política, estética, etc.– Cada uno se encarga de reprimir y regular las reproducciones de los sujetos, es decir, establecen sus propios lineamientos a nivel conductual que han de seguir los miembros de la sociedad, al tener el control se posee organización, centralizada en las clases en el poder, ya que no todos los sujetos tienen las mismas necesidades y posibilidades. Lipovetsky (2007) habla respecto a la relación entre el cambio de la mujer en el trabajo y la sociedad de consumo: En primer lugar, una economía basada en la estimulación y la creación incesante de nuevas necesidades tiende a favorecer el trabajo femenino en cuanto fuente de ingresos suplementarios imprescindibles para participar en los sueños de la sociedad de abundancia. Cuanto más crece la oferta de objetos, de servicios, de pasatiempos, más se intensifica la exigencia de aumentar los ingresos de la familia, sobre todo gracias al salario femenino, a fin de estar a la altura del ideal consumista. En segundo lugar, la sociedad de consumo ha generalizado un sistema de valores antinómicos con la cultura de la mujer de su casa (p. 211).

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Fresneda (1999) cita a Castaño “la sociedad no está cambiando sus hábitos de comportamiento al ritmo que sería necesario para apoyar la incorporación laboral de las mujeres. La participación de los hombres en las tareas domésticas es muy baja y en muy pocos centros de trabajo hay guarderías o se ofrecen horarios flexibles o jornadas reducidas a mujeres con responsabilidades familiares” (p. 210). Es como si la misma sociedad creyera que las mujeres en la lucha por la igualdad estuvieran exigiendo en cierta medida las características de los varones, no hay oportunidad para acoplarse a sus circunstancias de vida, es como si les impusieran esas condiciones como precio a la necesidad de trabajar o al deseo de proyectar su potencial laboral Después de haber indagado sobre el ser mujer y sus diferentes posturas, que van estructurando su condición, podremos empezar su análisis desde una explicación psicoanalítica partiendo del goce histérico. La mujer se encuentra en un dilema, porque al ser tal no sabe lo que significa ser mujer; en muchas ocasiones nos damos cuenta de que existe una gran dificultad para encontrarle un sentido a lo que se es y, con mayor razón, a lo que se hace. Desde este punto de partida, en el goce histérico, conformado por el placer y el dolor, se ha dicho que una mujer que no conoce ni si quiera el origen de su nombre puede llegar a no convertirse en un sujeto deseante; desconocer su raíz –lo que se jugó dentro del deseo y de quién respecto a lo que se opinó y de quién fuera la idea del nombre–, su novela familiar, en específico el deseo de sus padres por ella. Al no ser deseada no se ubica y no se concibe como tal, ni como deseante en tanto que no sabe quién es ni qué quiere hacer, cómo decidir o para qué elegir. En este tipo de circunstancia se le puede ver a la mujer en general; sin embargo, se deben considerar otros aspectos de igual o mayor importancia, tales como el momento histórico de su nacimiento, su situación económica, el tipo de familia de origen, su educación y las condiciones de vida en general; ¿y si el ambiente es devaluador y nulificante –como la mayoría de las ocasiones sucede en mayor o menor medida–? ¿Qué podríamos decir, por ejemplo, en el caso de las mujeres de Juárez? Éstas buscan un trabajo en maquiladoras con la idea de mejorar su condición de vida y para hacer frente al poder de los hombres, quienes se han valido del narcotráfico para tener el poder y ejercer la violencia a sangre fría; Ciudad Juárez es un lugar donde ni la mujer ni el hombre tienen opción para librarse de una muerte anunciada; ya no hablamos de si la mujer logra o no decidir cómo proceder o qué hacer con su vida, ésta se ubica en manos de otros quienes de forma brutal deciden sobre su destino, ya que ejercen opresión social como un síntoma de la desigualdad; éste es un malestar en el que no sólo hablamos de personas enfermas, sino de todo un conjunto de situaciones que dejan nuevamente en desventaja a la mujer que vive entre su explotación laboral, la venta de órganos y la trata de blancas; hablamos de mujeres quienes son todo, menos libres para decidir sobre su propia historia. Las muertas de Juárez son solo un ejemplo de lo que la mujer mexicana llega a sufrir por elegir una mejor vida y con más futuro; en el caso de las mujeres de la piedad aunque el nivel de violencia que se vive es por mucho, menor que en otras ciudades o municipios, no podremos dejar de lado los actos violentos a los que pueden someterse y/o ser sometidas. Una violencia menos ofensiva en el municipio en el cual se realizó esta investigación, es que lo que se espera de las mujeres es que se limiten a una preparación para la vida, la cual consiste en ser una mujer digna para ser elegida como esposa y posterior al matrimonio cuando el conyugue no está de acuerdo con su proceder (sea porque trabaja, estudia) posee el poder para anular el contrato matrimonial. Es decir, una mujer que se prepara profesionalmente no es bien vista, ya que el estudio le da armas para usar su intelecto y evitar con ello ser dominada por el varón a quien no tan sumisamente le daría solo hijos. El maltrato es una mascarada del miedo tanto en hombre

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como en mujeres, ya sea porque lo generan o lo periten, un juego perverso que no puede conducir a otra cosa sino al goce. Parte de la trampa moderna, y de la mala interpretación, es que desde la década de los 60´s se entendió por liberación femenina la lucha por la igualdad de derechos, se acabó por pensar que éramos iguales, cosa que es falsa, porque no somos ni seremos jamás iguales. Se ha jugado a ganar terreno para demostrar que uno de los dos géneros es mejor, se ha querido demostrar que ahora que es el turno de las mujeres para evidenciar al hombre y hacerles saber que somos mejores, que somos superiores, pero esas son creencias y posturas fallidas de ambos géneros, ni somos mejores ni superiores, ni unos ni otros, pero, en el mejor de los casos, somos complementarios, y esa es otra dimensión cultural en la que, hoy por hoy, no estamos. La mujer podrá superar el efecto del péndulo, que va desde la liberación femenina hasta el feminismo radical, ya que ha podido regularse a sí misma poco a poco, pero lo que no está a su alcance son las transformaciones del hombre; el contexto machista nos pone en desventaja, continúa la coerción y en las mujeres aún no hay la propuesta contundente que se requiere para movilizarse del lugar de la opresión y el maltrato. Mientras la mujer cosecha otras alternativas de vida, el hombre por su parte crea situaciones para obstaculizar el crecimiento de la mujer –como es el caso de la violencia intrafamiliar, la marginación económica y la discriminación laboral–, ya que probablemente se siente amenazado por las nuevas actitudes y acciones femeninas frente a la vida. Sin embargo no podríamos reducir el pensamiento a que el varón teme al crecimiento de la mujer sino también teme su propio desarrollo, no sabe cómo ser más emprendedor, más constructivo y más visionario para dejar de ser fiel seguidor al tótem disfrazado de institución llamada estado, religión, etc. Conclusiones: Si hombres y mujeres buscamos equidad tendríamos que trabajar arduamente en conocer en primer lugar la historia de ambos, es decir, cómo se van configurando socialmente las formas de ser, actuar y de pensar. Si partimos de la idea de que ser hombre o ser mujer es una construcción social, caeríamos a la realidad de que hemos sido heredados por generaciones de una inequidad, que los cambios tienen que surgir desde una conciencia personal a partir de la introspección para detener y construir nuevos mandatos para nuevas generaciones, de otra manera difícilmente podremos hablar de una equidad. Antes de hablar de equidad se hablaba de igualdad, una primera forma de obstaculizar las relaciones entre el hombre y la mujer, ya que ésta sin darse cuenta estaba cayendo en actitudes y comportamientos similares a los masculinos, perdía de vista que desde lo biológico hasta lo social definitivamente estaban marcando las diferencias. El feminismo radical, se puede nombrar como un “hembrismo” por intentar ser un macho cuando justamente lo hacía por su molestia a su proceder, una de las principales contradicciones en las que cayeron muchas de ellas. Afortunadamente para las relaciones sociales y la sana convivencia se comenzó a hablar de equidad; un concepto que va más allá de un simple comportamiento o factor que favorece los acuerdos y la conciliación entre los géneros. Los tiempos modernos exigen nuevas maneras de relacionarse sin olvidar los valores universales que permiten una interacción más realista a las demandas de situaciones actuales. Ha llegado el momento de sentarse a la mesa y entablar una conversación basada en una comunicación que permite hablar y escuchar, sólo de esta manera ambos géneros podrán contribuir a nuevas configuraciones de ser hombre y de ser mujer, para ir eliminando experiencias de maltrato en

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cualquier sentido. La equidad es una responsabilidad y un derecho para ambos géneros, para personas que no teman de ninguna manera ser devaluadas ni atropelladas en ningún sentido. El cambio de perspectiva es un reto de convivencia, sin embargo el ser humano posee la capacidad no sólo para adaptarse a diferentes circunstancias sino también, para producir cambios que puedan favorecer a una mejor calidad de vida, donde la justicia sea realmente oportunidad para todos. Bibliografía ALTHUSSER, L. (1989) Ideología y aparatos ideológicos de estado. México: Grupo editorial tomo BARTRA, R. (2005) La jaula de la melancolía. Identidad y metamorfosis del mexicano. México: DeBolsillo BAKER, M. J. (1987) Hacía una nueva psicología de la mujer. México: Paidós CASTELLANOS, R. (1984) Mujer que sabe latín… México: Fondo de Cultura Económica COULANGES, F. (2007) La ciudad antigua. España: Biblioteca Edaf DOWLING, C. (1987) El complejo de Cenicienta. El miedo de las mujeres a la independencia. Barcelona: Grijalbo ENGELS, F. (1884) El origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Colombia: Panamericana FRESNEDA, C. (1999) La vida simple. España: Booket HERNÁNDEZ, A. J. L., Casas, M. M y Ramírez, V. L. M (2007) La Bioética y la mujer. México: Trillas LAGARDE, M. (1998) Género y feminismo. España: editorial horas y horas LAMBERT, M. (2006) Los tratados para la mujer. Publicaciones: Universidad Alicante MORIN, E. (2007) Revista de Psicología, Psicoanálisis y Cultura. Erinias: Violencia y sociedad. Notas sobre la violencia. Escuela libre de psicología. Año III, Número 8. Otoño 2007- (1996) El paradigma perdido, ensayo de bioantropología. Barcelona: Kairós NORWOOD, R. (2007) Las mujeres que aman demasiado. Barcelona: Zeta PAZ, O. (1981) El laberinto de la soledad, Posdata, Vuelta a el laberinto de la soledad. México: FCE RAMÍREZ, S. (1975) Infancia es destino. México: Siglo XXI El mexicano, psicología de sus motivaciones. (1977) México: Grijalbo

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TÍTULO: MUJER Y AMOR ¿DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA? SOBRE EL AMOR Y LA FEMINIDAD EN OCCIDENTE PONENTE: Estefanía Salazar Alzate AUTORES: Estefanía Salazar Alzate INSTITUCIÓN: Fundación Universitaria Luis Amigó. Colombia MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected]; [email protected] Muchos coincidiremos con la idea de que si se piensa en el amor, hablar de la mujer es casi una referencia obligatoria. Si hacemos un recorrido a través de la historia, así como el amor ha tomado diferentes formas, la concepción de mujer se ha visto de igual forma modificada. Según Soler (2004): “La mujer es un invento de la cultura, que cambia de aspecto según las épocas”, es decir que si hablamos de una mujer cultural, ¿Podríamos hablar de igual manera de un amor cultural? En este sentido, la historia misma nos ha mostrado como hemos pasado de una mujer símbolo de imperfección, prohibición o maldición (pero igualmente objeto de deseo), a una mujer cómo símbolo de sexualidad y objeto de posesión. A través de este escrito se pretende hacer un rápido recorrido histórico sobre la concepción de amor y mujer, para finalmente poder ver la relación de estos dos conceptos, a la luz de las concepciones psicoanalíticas. Comenzando con la antigüedad, remitiéndonos a Grecia, la mujer se ve divida en tres tipos de funciones: Otorgar placer (Trabajo de las cortesanas), Otorgar cuidados (por parte de las concubinas) y finalmente el rol de esposa que otorga la descendencia (López, 2011). La mujer entonces se reducía simplemente a un objeto sometido a la satisfacción masculina, un objeto que cumplía una función desde diferentes perspectivas. El hombre, poseía ciertas condiciones y características que estarían estrechamente relacionadas con lo divino, como héroe, como dios, como ser racional, (Saavedra, 2007). No se evidenciaba por tanto, una estrecha relación entre amor y mujer, pues bien el amor platónico comúnmente se adjudicaba al encuentro homosexual, la mujer era un fin en sí mismo, para conseguir algo que se excluía de esta profunda experiencia. Por otro lado, hablando del sentimiento amoroso, se puede establecer una relación entre las concepciones platónicas del amor y las concepciones psicoanalíticas con respecto al amor como falta: “Platón definió al eros como lo que no tenemos, lo que no somos, lo que nos falta.” (Kreimer, 2005). Por tanto no está lejos de las cuestiones psicoanalíticas dónde el amor es constituido como un falta: “Lo que la mujer anhela con toda su fuerza, más allá del hombre que abraza, es un hombre castrado.” (Soler, 2004) La edad media por su parte, tomando como máximo exponente el cristianismo, propugna la igualdad basada en la semejanza a Dios: “Creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios le creó, los creo varón y hembra” (Génesis 1:27). Sin embargo aparece una contradicción, y es que a pesar de ser iguales, la mujer está en posición de inferioridad con respecto al hombre, pues fue Eva quien salió de la costilla de Adán y no en sentido contrario. (Blanco, 2009). La concepción de mujer, sea noble o campesina, seguía reducida entonces a una función procreadora y de cuidados, sujetas de igual forma a los deseos masculinos. Y aún así, tampoco tan lejos de la antigüedad, considerada como la era del hedonismo y los placeres carnales, la mujer era concebida como símbolo de perversión, tentación, carnalidad, seducción, un objeto peligroso que podía llevar a la perdición, pues sí, nuevamente fue Eva quien dio de comer a Adán del fruto prohibido. Pero esta misma condición tan seductora de la mujer, dio paso al resurgimiento del amor, no como algo acordado, en relaciones de poder según el cristianismo, sino una sensación encarnada en la “magnificencia profunda”:

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De modo que en el siglo XII en Francia abundaban los caballeros solteros expulsados de la casa paterna. No era fácil que consiguieran una mujer para unirse en matrimonio, celosos del hermano mayor, que cada tarde se reunía con su esposa, los solteros provocaban innumerables conflictos en la sociedad cortesana. Acosaban al señor feudal, pidiéndole que les diera por mujer a una prima o a una sobrina. Pero el señor feudal no podía casarlos a todos y la mayoría permanecía errante, aguardando la ocasión de seducir a la mujer de otro hombre. Para estos caballeros, mucho de los cuales se convirtieron en trovadores, la hazaña no era la vanagloria sexual sino el enamoramiento de la dama prohibida y el desafío de los terribles castigos del adulterio. (Kreimer, 2005.) La mujer, comienza a alimentar la cultura cortés, que se ve reflejada en la literatura, dónde se exalta el amor, la belleza y demás componentes de esta. (Solé, 1993). Entonces, en este punto de la historia, surge una nueva concepción de amor y una nueva concepción de mujer. El Amor y la mujer, concebidos como objeto de deseo, objeto prohibido, y el amor sigue constituyéndose como una falta, pero con la connotación de algo precioso. El siglo XX detona con un germinado feminismo, antecedido por algunos indicios en la ilustración (Pinto, 2003), cómo una forma de darle mayor sentido al papel de la mujer, un momento para dar una nueva concepción a la feminidad, dónde aquello femenino va tomando otros matices, la mujer se va poco a poco imponiendo ante el goce masculino. La mujer comienza a demandar saber, comienza a incomodar al otro para hacerlo producir. Es decir, de cierta forma y sin preverlo, el siglo XX comienza a hacer uso del discurso histérico para cuestionar al amo de la modernidad hasta entonces posicionado. Finalmente llegamos a la contemporaneidad, época del goce por excelencia, la era del capitalismo que pone el mundo a nuestros pies. Y a pesar de la herencia feminista que se levantaba como una propuesta para darle un giro a la concepción de amor y feminidad, el capitalismo la disfraza en el lema de la mujeres independientes, ahora las mujeres pueden hacer lo que un hombre hace, si así lo desea, y a pesar de esta libertad heredada del siglo XX, con estas características entonces, las mujeres contemporáneas, se ven supeditadas a ser un objeto más del capitalismo salvaje, una mujer que sigue prestándose para la satisfacción del goce masculino, una mujer que necesita sentirse deseada para reafirmar su propia condición. ¿Y qué decir del amor?, de la misma manera en que la mujer se ha visto degradada, el amor también, el capitalismo propugna por la promoción de vínculos amorosos cada vez más efímeros, dónde se tiende a confundir el amor con la pasión, e incluso a hablar de éste en términos del tener (Soler, 2004) Roxana Kreimer (2005), retoma en su libro, las falacias del amor, el amor desde dos puntos de vista, que puede ayudar a dilucidar lo dicho anteriormente. Esta autora diferencia un amor-pasión (o enamoramiento), de un amorcompañero, el primero lo define como: “Un estado de efervescencia de corta duración, basada en la idealización del otro y en su ausencia.” El segundo no está determinado por el tiempo, y está basado en “querer al otro porque se le conoce”, en disfrutar de su compañía, en sobrellevar los inconvenientes que asaltan a los amantes, y a pesar de que la pasión se haya acabado, no significa que no se ame, ni que desaparezca el deseo sexual. El capitalismo hace una oda al enamoramiento, se vende el amor como un sinónimo de amorpasión, dónde este se ve representado en un deseo sexual descontrolado, una mujer perfectamente ajustada a los cánones de belleza, y una necesidad de posesión del otro. Amor y mujer como dos caras de una moneda, dos caras diferentes unidas en un mismo objeto, el goce capitalista. Esta misma concepción contemporánea permite hacer un cuestionamiento, ¿Ama en realidad la mujer contemporánea? Y en este orden de ideas, ¿Es amada la mujer contemporánea?.

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Podríamos tratar de responder estas cuestiones desde la perspectiva psicoanalítica, Miller (1989) permite citar a Lacan en lógicas de la vida amorosa, para presentar lo siguiente: “Sólo el amor permite al goce condescender al deseo”. Y el mismo agrega: “El goce pulsional no se articula al deseo como deseo del otro, sino a través de amor.”. En este sentido el amor que presenta el capitalismo no va en búsqueda del deseo, más bien sigue la secuencia del goce. Por tanto hablar de amor en la contemporaneidad, no es del todo tan acertado si nos apegamos al discurso capitalista. Sin embargo, el psicoanálisis propone entonces ubicarse desde un nuevo discurso que permita ir a favor del deseo, Soler (2004) dice: “El histérico, que no busca satisfacer al otro, apunta a un plus de ser. Había que decir entonces: una mujer quiere gozar, la histérica quiere ser. Incluso, exige ser algo para el otro, no un objeto de goce, sino el objeto precioso que sustenta el deseo y el amor.” Y quiero complementar lo anterior dicho citando a Miller (2010) “El amor no es propiamente una cuestión de tener, sino de ser”. ¿De esta forma podríamos decir que una forma de reformular la concepción de amor, es ubicarnos en el discurso histérico antes que ubicarnos en la posición de seres feminizados?. “El saber es lo que hace que la vida se detenga un cierto límite frente al goce.” (Lacan, 1989). Reconocer al otro entonces como lugar de la verdad, permitirá por tanto amar, no como una forma de posesión según los ideales capitalistas, sino como una forma de ser para otro. Referencias Blanco, C. F. (2009). La mujer en la literatura de la edad media: ¿Un reflejo de una sociedad misógena? Revista universidad de córdoba . González, W. A. (2003). Historia del feminismo. Revista de la Universidad Autónoma de Yucatán (225), 30-45. Kreimer, R. (2005). Falacias del amor. Buenos aire, Argentina: Paidós. López, A. (2011). Historia de las mujeres. Obtenido de http://www.corpozuleta.org/formacion57/historiamujeres/144-la-mujer-en-la-antigueedad Mayorca, J. J. (2007). Las ideas sobre el hombre en la grecia antigua. Revista de la facultad de ciencias económicas: Investigación y reflexión , 213-234. Miller, J.-A. (2010). Conferencias Porteñas. Tomo II. Buenos Aires, Argentina: Paidós. Miller, J.-A. (1989). Lógicas de la vida amorosa. Buenos Aires, Argentina: Manantial. Solé, G. (1993). La mujer en la edad media: Una aproximación histográfica. Anuario Filosófico , 653-670. Soler, C. (2004). Lo que decía Lacan de las mujeres. Medellín, Colombia: No todo. Lacan, J. (2008). El reverso del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós.

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TÍTULO: SOY UNA MUJER SENSUAL COORDINADORA: María Lorena Córdoba Solorio AUTORES: Reich, Whilhem; LOWEN, Alexander; Ramirez Gomez, José Agustin & Enlaces Panamá. INSTITUCIÓN: Campus La Piedad. Universidad del Valle de Atemajac. México MODALIDAD: Taller FORMAS DE CONTACTO: [email protected] La sensualidad es una facultad que posee el ser humano, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende. Pero para poder ser sensual se necesita estar en armonía con tu interior, sentir confianza y sentirse bien con tu forma de ser. Algunas personas suelen atribuirle la sensualidad a la mujer y la sexualidad al hombre. Pero, la verdad es que ambos tienen una porción de cada una en su personalidad, tal como los dos comparten lo masculino y lo femenino en su ser. Esta clasificación errada se debe a los condicionamientos sociales y culturales, los cuales inhiben o potencian una serie de conductas, según se trate de una mujer o un hombre. Tanto mujeres como hombres pueden explotar su sensualidad. Lo ideal es que el hombre comprenda que ser sensual no implica afeminamiento. Si bien la sensualidad femenina es más delicada, evidente y aceptada socialmente, el hombre posee su propia forma de expresarla: ser viril, galante, caballeroso y educado son algunas de las características que todo hombre sensual debe poseer. Además, cuando de vida en pareja se trata la sensualidad debe estar estrechamente ligada a la sexualidad, pues la primera tiende a la innovación, despierta la curiosidad y la imaginación debido a que no es tan limitada como la sexualidad, es decir, entre las dos se complementan. La sensualidad incorpora los sentidos: vista, gusto, tacto, olfato y oído e incluso espiritualidad. La principal función de estos es permitir que nos relacionemos con el mundo que nos rodea. Pero si sabemos cómo utilizarlos se pueden convertir en el alma perfecta para despertar pasiones y triunfar en el difícil arte de las relaciones amorosas, pues una mirada sugestiva, un suspirar al oído o una caricia en el lugar adecuado, pueden decir más que mil palabras. Por eso, si quieres revitalizar el deseo en tu pareja y envolverla, es importante que tengas en cuenta lo siguiente: 1. Vista: a través de la mirada se pueden expresar todas las emociones posibles y producirlas también, por lo que saber qué efectos producen en las personas es muy importante para la sensualidad. 2. Gusto: besar es uno de los placeres más grandes de la vida en pareja. El intercambio de afecto que produce un beso es determinante para poner alerta a los otros sentidos. También debes prestar especial atención a tu higiene bucal: una boca mal cuidada o el mal aliento, arruina lo que los demás sentidos logran. 3. Tacto: a través del tacto exploras el cuerpo de tu pareja y encuentras zonas específicas en las que una determinada caricia puede producir una respuesta inmediata.

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4. Olfato: el olor natural de una persona puede desencadenar un vivo deseo en su pareja y además define la esencia de cada persona; es importante tener en cuenta que los olores fuertes no producen una respuesta positiva en la mayoría de las personas. 5. Oído: hay muchos sonidos que tienen un carácter extremadamente erótico: los gemidos, jadeos e incluso el sonido que produce un beso puede ser suficiente para excitar a su pareja. Una persona sensual es aquella que provoca atracción o reacción en los sentidos de otra, bien sea deseo sexual, excitación, deseo de hacer el amor, etc. En general las personas que poseen un fuerte potencial sexual tienen una sensualidad muy acusada, si bien, en muchos casos ellos mismos no se dan cuenta, el magnetismo personal que se desprende de estas personas es muy envolvente y al entrar en contacto con ellas puede sentirse absorbido. La sensualidad que se irradia proviene de dos fuentes diferentes; una se encuentra en el interior y la segunda en el exterior. Su poder sensual interior proviene de sus pensamientos, de su energía sexual, de sus sentimientos y de su magnetismo personal, en una palabra, de su personalidad. Veamos ahora como puede transformar cada uno de estos aspectos para que aparezcan lo más sensual posible. • LOS PENSAMIENTOS: Los pensamientos reflejan y producen en los demás el efecto que queramos darle. Así, un pensamiento sensual es un pensamiento positivo que ilumina, es una actitud o un deseo que tiene la fuerza de atraer la gente. También es obvio que para recibir es necesario primero dar, aunque muchas personas desean recibir antes que dar. Con estos conceptos en su mente le será mucho más fácil conseguir que sus pensamientos sean más sensuales. • LOS SENTIMIENTOS: El ser humano no es un ser lógico, es un ser emocional y normalmente son las emociones las que lo hacen reaccionar y avanzar. La persona sensual que llegará a ser, actuará sobre las emociones de aquellos que le salgan a su paso. Puesto que usted hablará a alguien actuando sobre sus emociones, automáticamente será capaz de provocar en ella emociones y sentimientos. Así, cuando esté enamorado, será sensual. Cada gesto, cada caricia, cada conducta que lleve a cabo contendrá una carga de sensualidad tan grande que rendirá su pareja a sus pies. En conclusión, si desea parecer muy sensual y no está enamorado haga como si lo estuviera y los resultados serán favorables. • SU ENERGIA SEXUAL: Las personas que tienen una energía sexual fuerte son generalmente más sensuales que el resto. Habrá notado que cuando está excitado sexualmente, siente una energía muy intensa, convirtiéndose en objetivo prioritario y exclusivo el satisfacer su deseo sexual. En ese momento, si tiene la posibilidad de seducir, seguramente su sensualidad será mucho mayor que en una situación normal. Vemos pues que la sensualidad es una energía muy intensa y que se puede transmitir entre las personas. Por ello si aprendemos a potenciar nuestra energía sensual podremos aumentar nuestra capacidad de seducción.

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• EL MAGNETISMO PERSONAL: Una persona sensual posee un fuerte magnetismo personal, un magnetismo seductor. Sólo las personas que son capaces de potenciar al máximo su sensualidad podrán gozar de una capacidad de seducción envidiable. Por otro lado, el poder sensual exterior proviene de su manera de ser, de vestir, de sus actitudes, de su manera de hablar, de su manera de mirar. Vamos a describir detenidamente las cualidades del poder sensual exterior para saber cómo usarlos y así convertirnos en unas personas irresistiblemente sensuales. • SU MANERA DE SER: Su manera de ser denota quien es realmente y el entorno del que proviene. Según sea ésta, provocará envidia o pena. En general, lo que aparentamos es un fiel reflejo de nuestro interior. Suele ser muy difícil aparentar lo que no se es. No se deje llevar por las apariencias y recuerde que si decide construir una personalidad para agradar a los demás, ésta podrá venirse en un castillo de naipes, al primer contratiempo se irá al piso. Intente encontrar la persona que hay dentro de usted. Aprenda a conocerse y conseguir la confianza en sí mismo, una alta autoestima le convertirá en una persona envidiada y querida por todos. • SU FORMA DE VESTIR: Dicen que el hábito no hace al monje, pero la realidad de nuestros días demuestra claramente lo contrario: usted está siendo juzgado constantemente. Por eso, su manera de vestir será una de las tarjetas de presentación que le clasificará ante los ojos de los demás. Haga la prueba y se asombrará. Normalmente las personas se visten de acuerdo con el modo en el que se desenvuelven. Es muy difícil aconsejar sobre esta materia, pero hay unos cuantos consejos de carácter general que a buen seguro le servirán: - Intente vestir acorde con cada situación, pero sin renunciar a su estilo propio. -

Vestir

a

la

moda

ayuda

bastante

para

poder

causar

buena

impresión.

- Los colores vivos y claros suelen favorecer más que los apagados y oscuros. - Intente vestir siempre prendas que le sean cómodas y acordes con su estilo personal. No se fuerce, pues estará incómodo y los demás lo notarán. • SU MANERA DE HABLAR: "Por la boca muere el pez". Estamos seguros de que no le gustaría hacer lo mismo. Siempre debe procurar hablar despacio y vocalizando. Si habla demasiado deprisa y se come las palabras provocará tensión en los demás y le evitarán. Un buen sistema para moldear su voz y conseguir que sea más sensual, es ensayando con una grabadora. Intente grabar un texto romántico o una declaración de amor y escúchela varias veces; verá cómo cada vez encuentra defectos y detalles que cambiar. • SU FORMA DE MIRAR: Los ojos son el reflejo del alma. Sus ojos muestran su estado anímico: la tristeza, la alegría, la felicidad, el deseo, etc. ¿Hay algo más sensual que la mirada de un hombre y una mujer enamorados? ¿Hay algo más sensual que una intensa mirada de deseo? Vale la pena pues, poseer una mirada intensa y que refleje nuestro deseo y sensualidad. Para ello practique delante de un espejo e intente mostrar amor, ternura, pasión y deseo. Sólo un poco de tiempo bastará para ver resultados sorprendentes.

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• SU FORMA DE MOVERSE: Si camina como un pobre infeliz, seguramente inspirará lástima o pena. Si sus gestos son bruscos y secos, seguramente inspirar más miedo que amor. Estos simples ejemplos bastan para demostrar la importancia que tiene la forma de caminar y de moverse. Poco importa lo que diga y como lo diga, si la gesticulación o el ademán empleado no es el adecuado. No olvide que su imagen exterior es lo primero que se ve y es muy importante que los demás se interesen, que sientan curiosidad por usted. Por ello evite los extremos, hágase notar pero sin necesidad de llamar la atención; deje que los demás tengan curiosidad por conocerlo. Ésta es la regla de oro: SUSCITE LA CURIOSIDAD DE LOS DEMÁS. Normalmente se posee uno u otro de esos poderes sensuales pero rara vez ambos. La persona que sabe desarrollar tanto la forma externa como la interna de su sensualidad llegará a magnetizar a los demás. Dentro de los diversos roles actuales de la esencia femenina, algunas mujeres manifiestan frustración, impotencia y tristeza ante la posibilidad de no tener una pareja, incapacidad de establecer un vínculo afectivo-erótico durante un periodo a mediano y largo plazo. Se ha identificado un perfil característico; sobrepeso, exageración o nulo arreglo personal, estereotipo conservador y tradicionalista. Ello se puede explicar bajo el siguiente sustento teórico: “toda formación caracterológica sirve a dos funciones. Primero, el acorazamiento del yo contra el mundo exterior y las demandas instintivas internas; el segundo, la función económica de absorber el exceso de energía sexual resultante de la éxtasis sexual, en otras palabras, impedir que esta energía se manifieste como angustia. (Reich, 1995) Posiblemente a nivel inconsciente recubren con capas de grasa su sensualidad, eliminando su erotismo y atracción ante los hombres. Todo síntoma físico tiene repercusión emocional-mental y viceversa. Ello nos lleva a concluir que las creencias psicológicas, los introyectos e ideas culturales nos conllevan a moldear nuestro cuerpo de determinada manera. Para Lowen, la energía en el organismo humano debe estar anclada en dos polos, la cabeza y los genitales; deben fluir igualmente a uno y otro polo partiendo de un punto en la región abdominal que los orientales llaman “hará”. (Ramírez, 1998). Por ello, es de gran importancia un taller psicoeducativo que incluya movimientos que permitan desbaratar las corazas, así como un desmitificación de ideas arraigadas que obstaculicen el flujo de energía, para así generar un bienestar corporal que se manifieste en su ser mujer. Algunos conceptos básicos en Bioenergética son: LA CORAZA: Se trata de ciertas áreas del cuerpo donde las defensas psicológicas han sido fijadas en la musculatura a través del tiempo, por un origen traumático o con la repetición patrones defensivos. La función primaria de esta organización defensiva es proteger al niño de un conflicto entre sus necesidades afectivas y psicológicas básicas y la respuesta de su entorno. Se origina así una restricción de los flujos naturales de energía, impulsos nerviosos, etc. Implica el aumento de la musculatura, engrosamiento estructural, menor movilidad, debilidad en los tejidos o grasa subcutánea extra. LA ENERGÍA CORPORAL es descrita ampliamente como una realidad que ha sido denominada, a lo largo de la historia de la humanidad de variadas formas: Ki, Chi, Prana, etc. Este tipo de energía es el vehículo de los procesos vitales de un organismo vivo. La mayor o menor

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energía se deduce por las muestras de “vitalidad” que da una parte o el conjunto de una persona (brillo de los ojos, color de la piel, movilidad, calor, gestos, actitudes, etc.). La energía fluye libre y sin obstáculos cuando la persona puede tolerar conscientemente lo que siente y puede ser expresado. BLOQUEOS: semejantes a las corazas musculares, las áreas corporales y emocionales que se evita que entren en funcionamiento (que cobren vitalidad) se dice que sufren un bloqueo de la energía. Estos bloqueos o cortes de la energía se dan en diferentes segmentos, a menudo en la cintura (diafragma), pelvis, tórax, garganta y articulaciones. ENRAIZAMIENTO: Estar enraizado es estar apoyado, conectado a nuestros pies y piernas que nos hacen sentir el apoyo sobre el suelo y, al mismo tiempo, conectado energética y sensorialmente a nuestras emociones y sentimientos más profundos. El trabajo corporal incluye procedimientos manipulativas y ejercicios especiales. Estos ejercicios están dirigidos a ayudar a la persona a tomar contacto con sus tensiones corporales y a liberarlas a través de movimientos físicos. (LOWEN, 1982) 7 PASOS PARA AGREGAR PASIÓN Y SENSUALIDAD A SU VIDA Todos necesitamos sentir pasión y sensualidad, en el cuerpo y en el alma. Sintiéndose más conectado al amor usted se sentirá más en contacto con la vida. Pruebe estas pautas inspiradoras para regocijar sus sentidos y reforzar su conexión con el amor. 

Disfrute el Sexo al Máximo: Si usted sufre síntomas como disfrutar poco del sexo, sequedad vaginal, o trastorno eréctil, vea a un médico para saber cómo puede resolver esos síntomas.



Sorprenda a su amante con un masaje: Dele ese placer inesperado a su amante dándole masajes desde la cabeza hasta los pies.



Báñense juntos: La próxima vez que vea a su pareja en la ducha, entre allí y disfrute del contacto. Convierta esto en un ejercicio normal y regular, en una diversión y un momento íntimo.



Tome sus vacaciones de ensueño: Si usted siempre ha querido disfrutar de la playa o explorar el campo, busque las mejores ofertas para poder llegar a cumplir con su sueño. Si sus ingresos no lo permiten, piense cómo puede reemplazar ese viaje por uno más corto, o por una salida romántica de fin de semana.



Reencienda la pasión, todos los días: La pasión es un estado mental y físico que necesita ser reavivado todos los días, y noches. Sea sexy en lugar de esperar que llegue el momento indicado para esperar que su compañero encienda el calor. Haga cosas románticas e inesperadas.



Juegue al espía: Se trata de mirar al otro sin que se de cuenta mientras hace cualquier cosa habitual (poner la mesa, arreglarse el cabello o hablar por teléfono). Pon atención en

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ese aspecto atractivo que hace única a esa persona y ... sin previo aviso, dilo con dulzura lo mucho que te fascina ese detalle. Por ejemplo, Me encanta cómo fumas de una manera tan sexy o cómo te arreglas el cabello. 

Use el mejor afrodisiaco: Antes de rendirse a la pasión, nada mejor que darse un masaje mutuamente estimulando aquellas zonas sensibles y puramente eróticas como pueden ser el cuello, las nalgas, el vientre... Cada movimiento de las manos podría ir acompañado de caricias y besos. (Enlaces Panamá)

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TÍTULO: IDENTIDAD DE GÉNERO Y PROYECTOS FUTUROS: SU RELACIÓN DESDE LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN MUJERES JÓVENES QUE EJERCEN LA PROSTITUCIÓN PONENTE: Lic. Claudia Cancio-Bello Ayes INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] Introducción En la actualidad persiste el patriarcado como una manera de organizar la sociedad, que refuerza y perpetúa –desde mecanismos diversos- la desigualdad de género y un orden de poder asimétrico, en virtud de la condición sexuada. Las mujeres se encuentran aún en una posición de desventaja social con respecto a los hombres, y aunque existe hoy un pequeño resquebrajamiento en el orden de poder imperante, continúan predominando características tradicionales, dicotómicas y excluyentes, pues se establecen modelos de feminidad y masculinidad hegemónicos. El género como constructo posibilita estudiar que las diferencias entre hombres y mujeres poseen un carácter cultural que trasciende las diferencias biológicas; es por ello que resulta necesario estudiar la manera en que cada persona realiza su construcción identitaria de género, y como a raíz de esta, se proyecta al futuro. “Lo más importante a comprender es que una perspectiva de género impacta a mujeres y hombres, y beneficia al conjunto de la sociedad, al levantar obstáculos y discriminaciones, al establecer condiciones más equitativas para la participación de la mitad de la sociedad y al relevar a los hombres de muchos supuestos de género que son también un peso y una injusticia” (Lamas, 1996, p.18). La indagación en cuestión pretende interrelacionar la identidad de género y los proyectos futuros desde la perspectiva de género, comprendiendo ambas categorías como componentes de la personalidad, y que como tales se encuentran vinculados. No pudimos constatar la existencia de antecedentes directos de investigaciones que profundizaran en dicha relación, por lo que el presente estudio es pertinente para conocer y profundizar cómo se relacionan en la práctica ambos componentes de la personalidad. La muestra estudiada estuvo integrada por siete mujeres jóvenes. Se exploró la situación social donde han transcurrido sus vidas, la que nos permite entender, esclarecer, profundizar en el proceso de construcción de su identidad de género y de sus proyectos futuros. Estudiar mujeres que ejercen la prostitución es relevante, además, por la emergencia con que otros grupos lo hacen visible. Según Pañellas (2012), un 13,29% de las menciones a grupos sociales realizadas por obreros, cuentapropistas, intelectuales y dirigentes daban cuenta de la existencia de ese grupo en la sociedad cubana actual. Resulta ser un grupo poco estudiado, devaluado, discriminado, este ocupa un lugar bajo en la jerarquía social, de antemano tiene el signo de la exclusión, de la minusvalía. Algunas feministas expertas en el tema sostienen que hay una construcción de género específica en las mujeres que ejercen la prostitución (Lagarde, 2006), siendo mujeres que se encuentran en mayor posición de desigualdad, en mayor posición objetal, por lo que los proyectos futuros de estas se forman desde esta posición. Nos proponemos mediante la investigación contestar preguntas como: ¿cuáles son las regularidades de los proyectos futuros en un grupo de mujeres jóvenes que ejercen la prostitución?, ¿cuáles son las características de la identidad de género en estas mujeres?, ¿cómo se relaciona su identidad de género y sus proyectos futuros? Asimismo, pretende abrir otras interrogantes que permitan dar continuidad al presente estudio.

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Por ellos nos proponemos como objetivo general: caracterizar la relación entre la identidad de género y los proyectos futuros en mujeres jóvenes que ejercen la prostitución desde la perspectiva de género. La misma se realiza a partir de dos métodos de investigación: el método de estudios de casos múltiples como eje central del estudio y el dispositivo grupal de grupo focal, lo que permite explorar el fenómeno. Los principales resultados permiten afirmar la pertinencia de una perspectiva de género para la comprensión de la relación entre identidad de género y proyectos futuros y, además permiten develar, la presencia de una cultura patriarcal en el fenómeno de la prostitución. Conceptualizaciones teóricas de las categorías objeto de estudio. Proyectos futuros: “estructuración e integración de un conjunto de motivos, elaborados en una perspectiva temporal futura, a corto, mediano o largo plazo, que poseen una elevada significación emocional o sentido personal para el sujeto, de las que se desprenden estrategias coherentes para el logro de los objetivos propuestos, además de la previsión de obstáculos en torno a la consecución de los proyectos” (Domínguez e Ibarra, 2002, 2003). Esta categoría abarca las siguientes dimensiones e indicadores: (Domínguez, L. 2003 referido por Marquéz, 2011). DIMENSIONES INDICADORES Contenido del Proyecto: indica hacia qué  Económica (o material). esferas del sistema de actividad y comunicación  Realización de sí misma como mujer se orienta el proyecto. creando una familia futura.  Viajar.  Emigrar.  Laboral.  Desarrollo cognoscitivo.  Unión con familia de origen.

Estructuración de las Estrategias: medida en  que el sujeto es más o menos capaz de elaborar, a través de sus operaciones cognitivas, el contenido expresado, así como un sistema de acciones encaminado al logro de sus  propósitos. 

Temporalidad del Proyecto: plazo de tiempo  en el que la sujeto ubica la posible realización  de su proyecto. 

Estructuradas: cuando el sujeto es capaz de mencionar acciones a través de las que concretar los proyectos planteados (mediante su elaboración personal). Parcialmente estructuradas: cuando se mencionan acciones para la concreción de los proyectos fundamentales. No Estructuradas: no se manifiestan acciones concretas para la consecución de los proyectos expresados. Corto (hasta 1 año). Mediano (más de 1 año y hasta 5 años). Largo plazo (más de 5 años).

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Previsión de obstáculos: valoración que hace el sujeto acerca de aquellos factores que pueden entorpecer el logro de sus proyectos.







Obstáculos externos: valoración del sujeto acerca de aquellos factores del medio social que podrían limitar o diferir en el tiempo del logro de sus proyectos. Obstáculos internos: valoración del sujeto acerca de aquellos factores de su propia persona que podrían limitar o diferir en el tiempo o el logro de sus proyectos. Obstáculos mixtos: cuando se mezclan obstáculos tanto externos como internos.

Identidad de Género: conciencia de mismidad y corporalidad por su condición de género, que deviene de la asunción de un sistema normativo-valorativo asignado a los sujetos en función del sexo. Esto permite definirse y regular el comportamiento propio en el ejercicio de roles de género asumidos socialmente. “Combinación de feminidad y masculinidad en los individuos” (Stoller, 1985 en García-Mina, 2003). DIMENSIONES5 SUBDIMENSIONES Imagen de sí: nociones y símbolos que definen  Imagen corporal. la autoimagen que como mujeres tienen las  Imagen del grupo “mujeres”. entrevistadas.  Imagen de ser mujer. Valoración de la imagen: orientación de valor,  Positiva. sentidos asociados a la imagen anterior.  Negativa.  Ambivalente. Ideal de sí: máxima aspiración que como mujer tienen las mujeres entrevistadas. Conflictos. Estrategias en la solución de conflictos. Otras categorías relevantes de análisis6 Juventud: etapa del desarrollo psicológico humano, comprendido entre las edades de 18 y 29 años que se caracteriza por el afianzamiento de las principales adquisiciones logradas en períodos anteriores, consolidación que se produce en consonancia con la tarea principal que debe enfrentar el joven: la de auto-determinarse en las diferentes esferas de su vida, dentro de sus sistemas de actividad y comunicación (Domínguez, L. 2002). Prostitución: es la actividad donde se negocia el cuerpo mediante la realización de actos sexuales a cambio de dinero y se hace posible porque estructuralmente existe la persona que la ofrece, que la demanda y que la intermedia. Constituye un ejercicio regular, continuo o sostenido, que 5

Tomadas de Virgilí, D. (2012). Género y trabajo remunerado. Experiencia grupal de investigación-acción con mujeres y hombres dirigentes del Ministerio del Transporte. Tesis de Maestría, Universidad de La Habana. 6 Las categorías enunciadas no constituyen categorías objeto de estudio, pero son de referencia necesaria para puntualizar las que constituyen objeto de estudio.

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deviene fuente única o importante de ingresos. La persona prostituida se encuentra en una posición de subordinación donde es objetada, cosificada y subvalorada subjetivamente. Principales Resultados Proyectos futuros identificados De acuerdo a los resultados obtenidos, en cuanto al contenido de los proyectos futuros se constata en las sujetos que las esferas del sistema de actividad y comunicación a las que se orientan los proyectos planteados por las jóvenes estudiadas son: -económica-, -realización de sí misma como mujer creando una familia futura-, -viajar-, -laboral-, -emigrar-, -desarrollo cognoscitivo- y -unión con la familia de origen- en orden de prioridad. Dentro de estos proyectos predomina la esfera económica, la de viajar y la esfera de realización de sí misma como mujer creando una familia futura. Esferas

Cantidad de sujetos.

Económica.

7

Realización de sí misma como mujer 7 creando una familia futura.

Viajar.

7

Laboral.

4

Emigrar.

1

Desarrollo cognoscitivo.

1

Unión con la familia de origen.

1

Ejemplo de proyectos futuros vinculado con la esfera económica: Caso 1: Proyecto 2 “Comprar un carro y una casa aquí en La Habana” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). Ejemplo de proyectos futuros vinculado con la esfera de realización de sí misma como mujeres creando una familia futura: Caso 1: Proyecto 6 “Dedicarme a la vida de madre”, “Proyecto 7 Estar al lado de un buen hombre” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). Ejemplos de proyectos futuros vinculado a la esfera de viajar: Caso 3: Proyecto 1 “Irme del país (ir y venir)” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). Sin embargo, a pesar de que estas esferas fueron encontradas en todas las respuestas de las sujetos, la que prevalece es la esfera económica porque muchos proyectos apuntan a dos esferas al mismo tiempo (laboral-económica, viajar-económica, emigrar-económica). Desde otra dimensión del análisis se constata que la satisfacción de necesidades económicas tiene una impronta en la proyección futura de las sujetos. La necesidad constante de transgredir su situación económica y elevar la misma, hace que las jóvenes entrevistadas se prostituyan porque

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con ello pueden obtener una mejor situación monetaria. También el prostituirse constituye un medio para lograr satisfacer otras necesidades, no solo de índole económico sino también viajar, emigrar, realizarse como mujeres creando una familia futura, convirtiéndose la actividad que realizan en un medio para obtener sus proyectos futuros. Se hipotetiza que lo anteriormente expuesto se encuentra vinculado con la transgresión de las necesidades económicas que en su infancia tenían carentes. En cuanto a la estructuración de las estrategias para la consecución de sus proyectos futuros como generalidad se evidencia que los proyectos vinculados a la esfera económica, la de viajar y la de emigrar poseen estrategias parcialmente estructuradas o estructuradas. Resulta importante resaltar que los proyectos vinculados a la esfera económica, de viajar, emigrar y laboral se encuentran con este tipo de estrategias solamente cuando la vía para alcanzarlos es continuar en el ejercicio de la prostitución. Caso 1: “Seguir prostitulléndome un buen tiempo hasta que se me dé lo del viaje”. (Acciones, Cuestionario Abierto de Proyectos de Proyectos Futuros). En lo relativo a los proyectos vinculados a la esfera de realización de sí misma como mujer creando una familia futura y la laboral como generalidad, las estrategias previstas para la consecución de estos proyectos se encuentran no estructuradas. Sin embargo, existen casos interesantes que son la excepción de lo antes expuesto; por ejemplo en el caso 1, el proyecto vinculado a la esfera laboral se encuentra estructurado precisamente porque lo que la sujeto se plantea como acciones para concretarlo implica prostituirse en otro país. Caso 1: Proyecto 1 “Viajar a México y prostituirme allí para obtener dinero” (Cuestionario Abierto de Proyectos de Proyectos Futuros). Por otra parte en el caso 2 el proyecto vinculado con la esfera de realización de sí misma como mujer se encuentra parcialmente estructurado, porque se plantea concretarlo mediante el ejercicio de la prostitución. Caso 2: Proyecto 1 “Quiero tener un buen esposo y unos hijos hermosos y educados como yo” (Cuestionario Abierto de Proyectos de Proyectos Futuros). Resulta significativo que como generalidad en estas mujeres los proyectos asociados a la esfera económica, laboral (continuar prostituyéndose) y emigrar se encuentren parcialmente estructurados o estructurados, a pesar de que las acciones mediante las cuales se plantean realizarlos tienen un costo físico, psicológico y social para sus vidas. Llama la atención que en estas jóvenes que ejercen la prostitución existan proyectos estructurados, mientras que en otros grupos de sujetos (por ejemplo estudiantes universitarios), las estrategias para este tipo de proyectos -como tendencia- se encuentran no estructuradas7. La temporalidad en la que se plantean la concreción de los proyectos se encuentran en un corto (hasta 1 año) y mediano plazo de realización (más de 1 año y hasta 5 años). Relacionado con lo anterior, el tiempo en que cada persona estudiada piensa alcanzar sus proyectos en las esferas económica y de realización de sí misma como mujer creando una familia futura se encuentra pensado fundamentalmente a mediano plazo de realización. Resulta importante rescatar que el proyecto 1 vinculado con viajar (para continuar ejerciendo la prostitución pero en otro país), en los estudios de casos 1 y 5, constituye un proyecto base para la concreción de los demás, sin el logro del cual no se cumplirían los restantes proyectos. Caso 1: Proyecto 1 “Viajar a México y prostituirme allí para obtener dinero”. (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). 7

Resultados obtenidos en las Tesis de Licenciatura y Maestría de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana, Cuba tutoradas por la Doctora Laura Domínguez desde 1998 hasta el 2013.

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Caso 5: Proyecto 1 “Viajar para poder lograr todo lo que quiero” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). El único proyecto pensado a largo plazo de realización (más de 5 años) lo pudimos visualizar en el caso 3 con respecto a la esfera de realización de sí misma como mujer creando una familia futura. Caso 3: Proyecto 4 “Tener 2 hijos” en un plazo de tiempo de 6 años (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). Como se puede observar, a pesar de que en la mayoría de las sujetos existe una tendencia a la orientación al presente en lo relativo a la búsqueda de soluciones para las necesidades carentes en la actualidad, la consecución de la mayoría de los proyectos se visualizan en un mediano plazo de realización. Los obstáculos que cada sujeto prevé son en su mayoría externos y mixtos, no pudimos constatar la existencia de ningún obstáculo que fuese puramente interno. Ejemplo de obstáculos externos: Caso 3: “Muerte” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). Caso 4: “Estar mal de salud o que algunos de mis seres queridos esté mal de salud” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). Ejemplo de obstáculos mixtos: Caso 1: “Que mi marido8 saliera de la prisión y viniera para la Habana que para mí sería un atraso, ya que con él no tenía vida porque siempre estábamos fajados por celos y por el dinero que se me perdía” (Cuestionario Abierto de Proyectos Futuros). La previsión de obstáculos por parte de las sujetos estudiadas tiene un énfasis en los obstáculos externos, lo que nos hace visualizar la escasa reflexión sobre el impacto que pueden tener ellas mismas en la concreción de sus proyectos futuros. Además, nos indica que conciben el medio y el contexto donde se mueven como los principales entorpecedores de su proyección futura. Se constata que los casos 1 y 5 prevén obstáculos mixtos. En ambos resulta relevante que el impedimento para la realización de sus proyectos se encuentre relacionado con los vínculos amorosos que han entablado o los que están por entablar. En cuanto al caso 1 por un lado es externo pues la salida de la cárcel de su pareja no depende de la sujeto y al mismo tiempo es interno porque la expropiación de su dinero es consentida. Mientras que en el caso de la sujeto 5 debe consentir tanto tener pareja como quedarse embarazada y externos porque no dependen solamente de ella. Caracterización de la identidad de género En la investigación se exploró la construcción de la identidad de género en las mujeres que ejercen la prostitución, a través de las siguientes dimensiones: imagen de sí, valoración de la imagen de sí, ideal de sí, conflictos y estrategias de solución a los conflictos. Resulta significativo que en la imagen de sí como mujer que poseen resulte como generalidad una imagen de “ser mujer” tradicional y en oposición antagónica a lo considerado masculino. Las sujetos entrevistadas por considerarse mujeres tienen de manera naturalizada un espacio social asignado, son las encargadas del hogar y del cuidado socio-económico de los otros. A partir de lo anterior, observamos una transgresión a lo considerado tradicionalmente femenino pues son las proveedoras económicas de sus hogares, rol socialmente asignado a lo masculino hegemónico. No obstante, esta transgresión se realiza de manera tradicional, porque aun cuando parece que transgreden mandatos de género lo que sucede es que se enmascaran y continúan reproduciendo lo tradicional al concebirse de manera naturalizada e ineludible como un ser-para-otros y cuidadoras socio-afectivas de padres, esposos e hijos principalmente. El desempeñar estas 8

Refiriéndose al “chulo”.

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funciones tiraniza su subjetividad y lo conciben como una obligación, un deber ser, un futuro ineludible, lo que les toca, lo que es obvio. Caso 1: “Ayudo mucho a mi mamá…” (Entrev.3). Caso 2: “Tener mis hijos, casarme, tener un buen esposo, tener una casa grande, tener mi negocio para poder tener a mi abuelita al lado mío, cuidarla” (Entrev.2). Además estas sujetos visualizan de manera natural, coagulada a su subjetividad -los mandatos culturales- que le son asignados (madres-esposas-amas de casa). La maternidad constituye para estas mujeres un aspecto de significación emocional no comparable con otros acontecimientos de sus vidas y esto se expresa en la voluntad de subordinarlo todo, lo material y lo espiritual, incluyendo cualquier aspiración de realización personal, al bienestar de los hijos. Ninguna pone en duda que es un elemento central para todas y, por supuesto, no se concibe una mujer sin pasar por ese proceso, mucho menos no desearlo. Además constituye para ellas un rol que tradicionalmente se espera que las mujeres deban cumplir y en consecuencia algo que ellas aspiran a cumplir o ser. Por otro lado, en el caso 1 pudimos constatar que mientras la sujeto aumenta en su edad biológica existen constantes temores por no haber concretado aún proyectos futuros obligatorios, inexcusables e inevitables por su condición de género. Caso 1: “Me han cogido los 26 y no tengo hijos” (Entrev.1). Caso 2: “Porque madre es ser…ser mujer es ser madre, no es lo mismo ser hombre que vas a ser padre, padre es cualquiera” (Entrev.2). Se observa que el cumplimiento de este mandado resulta muy fuerte para estas jóvenes, ya que se trata de una aspiración o deber obligatorio, por lo que el incumplimiento o aplazamiento del mismo provoca malestar subjetivo y críticas de otras personas por no haberlo concretado aún. Se constata como ser madre se erige como componente esencial de la construcción identitaria de género, pero en su mayoría prolongan este proyecto a un mediano plazo de tiempo. Estas asignaciones se personalizaron y se asumieron como deberes de su condición de género, sentando las bases para pensarse el ideal de sí como mujeres. No obstante a lo anterior, se evidencia una manera peculiar de concebir este mandato de género en el caso 4, quien se concibe como no tradicional, diferente, transgresora por no desear la maternidad. Caso 4 “Que los hijos son sinónimos de problemas, de dificultades, de sufrimiento (…) yo creo que tiene más cosas negativas que positivas, es un entorpecimiento de la vida, tanto si eres profesional como si eres lo que sea” (Entrev.1). Otra subdimensión de la imagen de sí, a la que se ha prestado atención, es la imagen corporal. En este sentido, encontramos una concepción que hace énfasis en lo objetal en función de otros, introyectando el cumplimiento de cánones de belleza hegemónicos asignados culturalmente “a las mujeres”, que implican un impacto en la manera en que arreglan su cuerpo y cuidan constantemente la estética del mismo. Vinculado a lo anterior, el ocupar el rol de mujeres-prostitutas, implica cumplir cánones de belleza. También implica que se introyecte un aparente empoderamiento9 mediante su cuerpo, por ser un cuerpo deseado sexualmente y envidiado por otras personas. 9

Recordar que se trata de un poder aparente, de naturaleza precaria, porque está asociado a prácticas devaluadas, desvaloradas en las que exponen su cuerpo para otra persona, que genera costos de displacer para ellas y malestares subjetivos.

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Caso 2: “Bonita, atractiva” (Entrev.2). “Desde los 22 años yo iba al gimnasio, siempre me daba sauna, masajes, cosas así, para verme ejemplar” (Entrev.2). Caso 5: “…porque somos bellas” (Entrev.1). En concordancia con lo expuesto hasta aquí se observa que las sujetos estudiadas exportan patrones de género estereotipados que valoran como inherentes a sí mismas como: la sensualidad y la belleza, los que además impactan en la labor que realizan y en su proyección futura al trazarse como proyecto convertirse en prostitutas de éxito, lo que implica ganar cuantiosas sumas de dinero. A partir de lo anterior, se constata una relación recíproca entre el ejercicio de la prostitución, la proyección futura y la expresión de la belleza y la sensualidad, esta última referida a la exhibición del cuerpo a los hombres. Caso 3: “Algo espectacular, sensacional porque la mujer es la vida del hombre, sin las mujeres no existiría nada, muchos hombres querrían ser mujeres” (Entrev.2). Resulta también un patrón estable en lo constitutivo para estas mujeres la extrema importancia y dependencia que le brindan a poseer pareja como una manera de satisfacer necesidades de compañía, otorgándole a esta pareja la necesidad de controlar su comportamiento. Se verifica la dependencia afectiva a la pareja y la manera estereotipada de concebirse como frágiles, dependientes, controlables en oposición a lo masculino hegemónico. Caso 4: “yo necesito a alguien que…que me guie un poco aunque yo sepa lo que tengo que hacer en el fondo pero necesito a alguien como que me ilusione, como te digo que me dé fuerzas para poder seguir viviendo aunque sea con menos dinero pero ser más feliz que lo que he sido con mucho más dinero” (Entrev.2). Caso 5: “Una tranquilidad, encontrarme una pareja que yo pueda sentirme apoyada, que esté más tranquila… porque así como estoy tengo mucho descontrol” (Entrev.2). “Tengo mucha libertad y a veces es malo tener tanta libertad” (Entrev.2). En cuanto a la subdimensión, imagen del grupo de mujeres las sujetos estudiadas poseen una concepción tradicional acerca de pertenecer al grupo de mujeres, considerándose como irrevocables cumplidoras de los mandatos tradicionales por la condición de género que poseen. En cuanto a la valoración de la imagen de sí como mujeres pudimos constatar que es ambivalente en la mayoría de los estudios de casos. Ambos sentidos, el positivo (+) y el negativo (-) se entretejen en mandatos de género tradicionales que se encuentran cumpliendo, que transgreden o que aún no han podido cumplir. Caso 1: negativa (-) porque no ha podido alcanzar una de las cosas que más desea en la vida que es ser madre, sintiéndose fracasada y positiva (+) porque cumple con ser objeto de placer y deseo para los otros. Caso 2: negativa (-) porque se siente constantemente afectada por el ejercicio de la prostitución y positiva (+) porque cumple con ser objeto de placer y deseo para los otros. Caso 3: negativa (-) porque es excéntrica y posee múltiples parejas mientras que por otro lado es (+) porque cumple con ser objeto de placer y deseo para los otros (hombres), el ser excéntrica le facilita lo expuesto anteriormente. La característica de la personalidad de la sujeto: ser excéntrica, resulta ambigua también. Caso 5: negativa (-) porque no ha podido alcanzar lo que desea en su vida que es tener un hombre bueno tratando de cumplir ineludiblemente mandatos de género tradicionales de mujer-esposa, pareja y positiva (+) porque cumple con ser objeto de placer y deseo para los otros.

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Como podemos verificar en las sujetos estudiadas el sentido positivo está vinculado al cumplimiento de cánones de belleza tradicionalmente asignados a las mujeres, mientras que el sentido negativo como generalidad se encuentra relacionado con encontrarse transgrediendo mandatos de género o no haberlos logrado todavía, por lo que se verifica el tamiz tradicional que tienen todas estas construcciones de género. Solo el caso 4 quebranta esta valoración ambivalente como mujer y la realiza de una manera totalmente negativa. Caso 4: negativa (-) porque no ha podido alcanzar lo que desea en la vida que es tener una pareja “mujer” con la que sentir estabilidad. También en esta sujeto podemos comprobar la manera tradicional en que se valora, por la extrema importancia y dependencia que le brinda a poseer pareja, evidenciándose una forma tradicional de pensarse como mujer. Resulta significativo que coincidan en que por ser mujer es más fácil ser prostituta pues el poseer una identidad de género femenina implica mayores facilidades para el ejercicio de la prostitución. Ocurre un deslizamiento de sentido por ser mujeres ya que esta condición les hace factible prostituirse. Caso 3: “Las mujeres tienen más facilidades para prostituirse porque…es que las mujeres son la perdición de los hombres” (Entrev.2) Caso 4: “Porque no sé quizás porque a los hombres les es más fácil llegar a las mujeres y ofrecerle dinero que a las mujeres para llegar a los hombres” (Entrev.2). En el análisis realizado hasta ahora de la caracterización de la identidad de género se entrecruza de manera cíclica el ser mujer con ser mujer-prostituta. Entonces cabría preguntarse: ¿hasta dónde la identidad que estamos caracterizando es la identidad como mujeres o como mujeres prostitutas? La identidad que nos encontramos caracterizando es la identidad como mujeres, no obstante, en estas mujeres es muy difícil dilucidar donde comienza una identidad y donde la otra pues si bien ser mujer que ejerce la prostitución organiza su identidad de género, los constantes deseos de saltar de un ideal (puta) a otro ideal (madresposa) dan cuenta de que lo que organiza su subjetividad es ser mujer y no ser prostitutas. Desde otro sentido de análisis en el ideal de sí se verifica que como generalidad las personas entrevistadas desean convertirse en prostitutas de éxito y mujeres madre-esposa. El primero implica poseer una situación económica desenvuelta y un nivel monetario alto pero este anhelo es solo el medio para conseguir otro fin que es moverse de una cautiverio (puta) a otro (madresposa)10, más aceptado por la sociedad. En última instancia, el ideal de sí se encuentra reproduciendo mandatos de género tradicionales que han sido introyectados en estas personas por ser mujeres como mujer=madre, mujer=esposa, aunque posean la singularidad de desear elevar su nivel económico mediante el ejercicio de la prostitución. Caso 2: lo que la sujeto espera llegar a ser en su futuro está vinculado a moverse de un cautiverio (puta) menos aceptado por la sociedad a otro más aceptado (madresposa), intenta transgredir los logros de madre para que sus hijos/as tengan las redes de apoyo de las que carecía en su infancia, mediante la conformación de una relación de pareja estable. Caso 3: la sujeto espera llegar a ser: -es una prostituta exitosa asegurando con su éxito una pareja extranjera, de alto nivel económico con la que formar una pareja estable, para pasar de un cautiverio (puta) a otro (madresposa), más aceptado por la sociedad.

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Siguiendo la clasificación de Marcela Lagarde (2006) en el libro “Los cautiverios de las mujeres: madreesposas, monjas, putas, presas y locas”.

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Caso 5: -desea tener una pareja estable, extranjera y con un nivel económico alto con la que cumplir sus proyectos-, para pasar de un cautiverio (puta) a otro (madresposa), más aceptado por la sociedad. En lo relativo a los conflictos que poseen por su construcción identitaria de género como mujeres poseen como pauta repetitiva que una de las dos necesidades que se presentan en el conflicto o ambas, se encuentran relacionadas con el cumplimiento de mandatos de género tradicionales como piedra angular e inquebrantable de su identidad. Ejemplos de necesidades en conflicto: Caso 1: -la necesidad de ser madre y el no tener asegurado su futuro por lo que teme a la vejez; -la necesidad de no ser demasiado expropiada por su pareja y por los extranjeros y la necesidad de tener una buena pareja-. Caso 3: -la necesidad de dejar de tener múltiples parejas por cumplir el mandato de ser siempre objeto de deseo y -la necesidad de poseer una pareja extranjera estable. Caso 4: -tener una pareja estable y no continuar en la prostitución-. Se observa que la mayoría de las necesidades que se encuentran en posición antagónica evidencian la construcción aprisionada que estas mujeres realizan de su identidad género, donde como pauta repetitiva siempre deben cumplir de manera forzosa los mandatos de género que nuestra sociedad les impone, sin importar que actividad realicen. Caso 3: “Hay veces me siento mal porque me veo muy sobresaliente, no sé qué es lo que me pasa, demasiado” (Entrev.2). “Pienso que a la pareja que esté contigo no le va agradar mucho esa idea, y yo pienso que tengo que cambiar eso porque si no mis relaciones amorosas van a ser como un desastre” (Entrev.2). Caso 5: “Una tranquilidad, encontrarme una pareja que yo pueda sentirme apoyada, que esté más tranquila, (…) porque así como estoy tengo mucho descontrol” (Entrev.2). En las estrategias de solución para estos conflictos como generalidad se encuentran satisfacer una de las dos necesidades en posición antagónica de manera mediata y posponer hacia su proyección futura la satisfacción de la otra necesidad. En su mayoría estas sujetos incluyen como táctica continuar en el ejercicio de la prostitución para satisfacer las necesidades materiales y elevar económicamente su nivel de vida y postergar para el futuro, deseos como: “ser madre”, “tener hijos”, “tener un buen hombre”. Relación entre identidad de género y proyectos futuros Desde los primeros momentos de la vida se evidencia la asignación de género en función del sexo biológico, ser macho o hembra traen prescriptos una serie de expectativas, de comportamientos, creencias, estereotipos, valores y roles que construye la masculinidad y la feminidad. La posición peculiar, única e irrepetible que posee cada persona en dependencia de la raza, etnia, clase social, nivel económico, etc., y sobre todo del sistema sexo-género, hace que estas asignaciones produzcan en las personas una cosmovisión singular, que va a impactar su proyección futura. Se comprueba que la relación entre estos dos componentes de la personalidad es una relación de influencia de la identidad de género sobre los proyectos futuros. El ser mujer implica ineludible e inevitablemente el cumplimiento de mandatos de género tradicionales como ser madre, esposa y ama de casa, los que funcionan como un tamiz para que las personas estudiadas construyan su proyección futura. Asimismo, se encuentra como generalidad en las jóvenes investigadas, que los proyectos están vinculados con la esfera de realización de sí misma como mujer creando una familia futura, evidenciándose la manera en que la sociedad las encadena a su condición de género y al espacio privado en detrimento del espacio público.

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Resulta importante cuestionarse: ¿será el ámbito doméstico el espacio legítimo por excelencia de la mujer? Evidentemente no, aunque ellas así lo piensen, pero ¿por qué lo piensan acríticamente?, ¿por qué no se lo cuestionan?, ¿por qué anhelan poder ser reinas del espacio privado? También el ser mujer que ejerce la prostitución hace que la identidad de género funcione de manera favorecedora para cumplir el contenido de los proyectos en las esferas económica, realización de sí misma como mujer creando una familia futura, viajar, emigrar, aunque al mismo tiempo entorpece el desarrollo de otras esferas como la de realización de sí misma como mujer creando una familia futura, por crecer ante la etiqueta y el estigma. Por otro lado, en cuanto al ejercicio de la prostitución, este se encuentra privilegiado por “ser mujeres”. Pudimos constatar que ocurre un deslizamiento de sentido en cuanto a la imagen de sí como mujeres, ya que coinciden en que tienen mayores posibilidades para prostituirse en detrimento de “los hombres”. Además, en esta regularidad se comprueba que ocurre una apropiación estereotipada y tradicional en la imagen de sí por sentirse satisfechas ante el cumplimiento de cánones de belleza asignados a las mujeres, mientras que al no concretar alguno de los mandatos antes mencionados sienten malestar subjetivo por transgredirlos o por no haber logrado ejecutarlos aún. Se verifica la manera aprisionada en que se forma la identidad de género en estas mujeres. Lo anteriormente explicado se encuentra estrechamente vinculado con la asunción de roles tradicionales. En cuanto a la valoración que hacen como mujer ocurre también una apropiación tradicional de mandatos de género, auto-imponiéndose ser objetos de placer y deseo para los hombres, lo que forja en su subjetividad una posición de minusvalía, de subordinación ante los otros y posee una impronta en sus proyectos futuros porque estos se encuentran supeditados siempre a un “otro”, que emerge desde diferentes roles, pero que en última instancia siempre está ahí. También lo expuesto impacta en la valoración de la imagen de sí mismas que como generalidad es ambivalente, pues a pesar de que en ocasiones se enmascara ante un aparente sentido positivo, siempre existen malestares subjetivos asociados a ejercer la prostitución. Por otro lado, en la proyección futura existen proyectos que se constituyen dando cumplimiento a mandatos tradicionales de género como medio para lograr un fin, en este caso la concreción de los restantes proyectos futuros. En lo relativo a los conflictos siempre existe en los mismos una necesidad latente de darle cumplimiento a mandatos tradicionales de género. Igualmente, en las estrategias de solución a los conflictos se comprueba la relación entre identidad de género y proyectos, pues para solucionarlos satisfacen una necesidad (continuar prostituyéndose) y exportan la otra necesidad en posición antagónica hacia la proyección futura (tener hijos, tener pareja, etc.). Con lo anterior podemos constatar la manera particular en que la identidad de género influye en la proyección futura de las mujeres jóvenes que ejercen la prostitución, en las que subjetivamente no hay crítica sobre esta realidad. Ser mujer implica cumplir ineludiblemente mandatos de género como simple obviedad y, por lo tanto, esta obligatoriedad funciona como filtro e implica una manera peculiar de proyectarse al futuro. Resulta pertinente conocer cómo se relacionan estos dos componentes de la personalidad porque mediante la conformación de esta relación podemos dilucidar de manera más clara el proceso de construcción de la personalidad de cada persona. Es oportuno realizar esta relación además porque nos esclarece el trabajo continuo y prolongado que debemos realizar para profundizar sobre la apropiación de roles de género no tradicionales, avanzar hacia la equidad de género y a la construcción de proyectos futuros en igualdad de condiciones donde no prime ni lo masculino ni lo femenino. Para ello es importante continuar

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profundizando sobre esta porque si se tiene una clara definición teórica sobre la misma puede brindar luces sobre cómo prevenir conductas como la prostitución. Conclusiones Los elementos significativos constatados sobre el contexto donde las personas entrevistadas ejercen la prostitución se pueden resumir de la manera siguiente:  La prostitución es un negocio controlado por hombres.  Se realiza un uso comercial y consentido del cuerpo de las mujeres que se prostituyen. Las características significativas encontradas en la historia de vida de las sujetos entrevistadas son:  Gran valía brindada a la esfera económica en detrimento de otras esferas de actuación de la personalidad.  Provienen de hogares disfuncionales donde la figura del padre está lejana o ausente.  Crecieron en un ambiente de carencias económicas, precariedad y pobreza donde la prostitución se convierte en la vía para elevar su nivel económico.  Poseen una posición de subordinación, desde la que elaboran estrategias de resistencia al poder y límites con su cuerpo, en respuesta a la situación en la que se encuentran.  Son mujeres que se sienten doblemente empoderadas11, respaldado este poder por el cumplimiento de cánones de belleza tradicionales y por poseer una situación económica elevada. En la proyección futura de estas mujeres se constata que:  En el contenido de la proyección futura existe un predominio de las esferas económica, viajar y de realización de sí misma como mujer creando una familia futura. Predominando la esfera económica.  La estructuración de las estrategias para la consecución de los proyectos futuros vinculados a las esferas económica, viajar y la de emigrar constituyen estrategias parcialmente estructuradas o estructuradas cuando la vía para concretarlos es mediante el ejercicio de la prostitución. Las restantes esferas poseen estrategias no estructuradas.  La temporalidad para alcanzar estos proyectos se encuentra trazada fundamentalmente entre un corto y mediano plazo de realización.  La previsión de obstáculos tiene un énfasis en los obstáculos externos en detrimento de los internos. Como constitutivo de la identidad de género las mujeres entrevistadas tenemos:  Una imagen de sí como mujer tradicional, en oposición antagónica a lo considerado masculino hegemónico.  La imagen corporal tiene un énfasis en lo objetal en función de otros, introyectando el cumplimiento de cánones de belleza asignados culturalmente “a las mujeres”.  La valoración de la imagen de sí como mujeres es ambivalente en la mayoría de los estudios de casos.  En el ideal de sí se verifica que desean convertirse en prostitutas de éxito y mujeres madre-esposa.  En los conflictos que poseen una de las dos o ambas necesidades en relación conflictiva, estos se encuentran relacionados con el cumplimiento de mandatos de género tradicionales como piedra angular e inquebrantable de su identidad.

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El poder que sienten no es un poder legítimo sino precario, devenido de las resistencias ante el poder que ejercen otras personas sobre ellas.

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Las estrategias de solución que se proponen para estos conflictos es satisfacer una de las dos necesidades en posición antagónica de manera mediata y proyectar hacia su futuro la satisfacción de la otra necesidad.  Ocurre un deslizamiento de sentido por ser mujeres ya que esta condición de género les hace factible prostituirse.  Brindan extrema importancia y dependencia a poseer pareja como una manera de satisfacer necesidades de compañía, otorgándole a esta pareja la posibilidad y necesidad de controlar su comportamiento. En la relación entre identidad de género y proyectos futuros se comprueba que existe una relación de influencia de la identidad de género sobre los proyectos futuros. La identidad de género va a impactar en el contenido, estructuración, temporalidad y la previsión de los obstáculos de los mismos. Bibliografía Abín, O. (2010). Proyectos futuros versus ubicación laboral. Tesis de Maestría en Psicopedagogía. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Acevedo, M. (2008). Mujeres en situación de prostitución de calle y su representación en medios gráficos: la historieta “Clara de noche”. Ponencia presentada en el XII Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación “Nuevos escenarios y lenguajes convergentes”. Escuela de Comunicación Social – Facultad de Ciencia Política y RRII - Rosario 2008. Aceves, M. (2008). Proyecto de Vida. Extraído el 6 de octubre de 2013 desde http://www.bibliotecavirtual.clacso.org.pdf. Águila, R. (2005). Proyectos profesionales y utilización del tiempo. Tesis de Licenciatura. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Alfonso, C. (2013). Proyectos futuros y valores declarados asociados al desempeño profesional en estudiantes de la Licenciatura en Artes Visuales del Instituto Superior de Arte. Tesis de Licenciatura. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Alfonso, M. (1996). Reflexiones acerca del fenómeno de la prostitución en Cuba. La Habana: Evento Mariposa, Centro Cristiano de Reflexión y diálogo. Allport, G. (1971). La personalidad: Su configuración y desarrollo. La Habana: Edición Revolucionaria. Alvarado, Y. (2013). Estudio de la Identidad Social del grupo Prostitutas. Tesis de Licenciatura. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Amiard, C. (2000). Redes Internacionales de tráfico de mujeres. Mesa redonda presentada en el Simposio Internacional sobre prostitución y tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. En Dossier Revista, No. 38. Balseiro, Y. (2011) Proyectos futuros en estudiantes de la Licenciatura en Informática de la filial universitaria “René Ramos Latour” durante el curso 2010-2011. Tesis de Diploma. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana, Cuba. Bennasar, F. (2000). Prostitución y tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. Mesa redonda presentada en el Simposio Internacional sobre prostitución y tráfico de mujeres con fines de explotación sexual. En Dossier Revista, No. 38. Bianchi, P. (2013). Mujeres bravas: representaciones de la violencia en Muñeca Brava de Lucía Guerra. Extraído el 10 de enero de 2014 desde http://www.ucentral.edu.coimagesstoriesiescorevista_nomadas3939_10b_mujeres_bravas.pd f.

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TÍTULO: ESCALA DE SATISFACCIÓN SEXUAL (ESS) PONENTE: Ingrid Monserrat Muñoz Rubí INSTITUCIÓN: Facultad de Ciencias de la Conducta. Universidad Autónoma del Estado de México. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] Introducción OBJETIVO DE LA PRUEBA La Escala de Satisfacción Sexual (ESS), es un instrumento diseñado para evaluar tres factores importantes, que caracterizan la Satisfacción Sexual. Sirve para medir el nivel de Satisfacción Sexual indicando que tanto disfruta el sujeto de su Sexualidad con su pareja. La aplicación podrá ser individual, requiere que los sujetos tengan un nivel alto de lectura y de comprensión de términos referentes a la sexualidad, también se sugiere tener paciencia, dedicación y cooperación para el desempeño eficiente. DESARROLLO DE LA PRUEBA Este instrumento se aplicó por primera vez en la Ciudad de Toluca, sin discriminación de lugar de origen ni de vivienda, se tomaron en cuenta que fueran hombres y mujeres en su mayoría con una relación, o vida sexual activa, con un rango de edad entre 20 y 64 años, no importando los años de relación ni número de hijos. Como primer paso, se realizó una investigación cuya finalidad fue conocer si los elementos cotidianos, afectan o satisfacen la vida sexual de las mujeres dentro del matrimonio o relación. Al finalizar la primera aplicación, se llegó a la conclusión de que era necesario disponer de un número mayor de población, no específicamente mujeres casadas o en unión libre. El hablar de Satisfacción Sexual abarca diversos términos, pues “sexualidad” no sólo se refiere a mantener relaciones sexuales con la pareja, si no, también a la reproducción y procreación de hijos, incluso algunos aspectos psicológicos que provocan en la pareja síntomas como: la baja autoestima, la necesidad de buscar esa satisfacción con otras personas, etc. (Levoy, 1996). En México, hablar de sexualidad sigue siendo un tabú, pues la sociedad ha cerrado la posibilidad de informarse acerca de temas sexuales, de experimentar, y conocer que son las preferencias sexuales. Estos aspectos tienen que ver con la cultura e ideología que se desarrollan en ese contexto. Por medio de la investigación, también se obtuvieron otros datos interesantes como el desconocimiento de que es un orgasmo, y los puntos específicos corporales de excitación de las propias personas.

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Al finalizar la investigación se concluyó que era necesaria la creación de un instrumento que midiera el nivel de Satisfacción Sexual de las personas. Se llevó a cabo la creación de ítems y fueron diseñados para la medición de la Satisfacción Sexual con una Escala Likert y estos fueron sometidos a una validez de contenido, que es el grado en que el instrumento evalúa el conocimiento de material comprendido en un curso. (Anastasi, 1998) Cuatro personas expertas en el tema de la Sexualidad y de la Elaboración de Instrumentos llegaron a la misma conclusión: por unanimidad de votos y observaciones similares. La fórmula que se utilizó para saber el Índice de Validez de Contenido es la siguiente: 𝐼𝑉𝐶 =

𝑛𝑒 − 𝑁⁄2 𝑁 ⁄2

Dónde: ne = número de expertos que han valorado al ítem. N= Número total de expertos que han evaluado el ítem. Obteniendo de esta fórmula como resultado 1 que indica que hay una validez de contenido aceptable. Posteriormente se prosiguió con la aplicación de los ítems a 50 mujeres en su mayoría casadas y las restantes en unión libre. Después se obtuvo la validez de constructo, que es el grado en que puede afirmarse que es lo que mide un constructo o un rasgo teórico. Los rasgos más importantes que el instrumento va a medir se especifican en la Tabla 1. Rasgos o Factores que mide el ESS Así se llevó a cabo un análisis factorial, que es un medio para identificar rasgos psicológicos; por medio del cual se reduce el número de variables o categorías en cuyos términos puede describirse el desempeño de cada individuo a un número relativamente pequeño de factores o rasgos comunes, es decir se busca eliminar los ítems que no presentan interrelación entre ellos. Su propósito fundamental es simplificar la descripción de la conducta, reduciendo el número de categorías a unos cuantos factores o rasgos comunes. (Anastasi, 1998) Tabla 1. Rasgos o Factores que mide el ESS Rasgo o Factor

Erotismo y Seducción

Definición conceptual Proceso en que el individuo involucra el deseo, las fantasías y la imaginación cuya finalidad es la satisfacción sexual

Definición Operacional

Amor sensual que tiene la capacidad de tener deseo, excitación, orgasmo y placer y Arte de inducir a la persona Estado mental que produce al deseo como respuesta un deseo de poseer a la cosa que lo

Indicadores Imaginación Fantasías Deseo Juego Comunicación verbal Comunicación no verbal

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produce.

Erotismo Excitación

La persona emite un Comunicación es el proceso mensaje por medio de Comunicación y de trasmisión y recepción de lenguaje corporal o verbal, el Complicidad en ideas, información y cual debe ser claro para ser la pareja mensajes bien entendido por el receptor. Afinidad y comunicación de tipo emocional que se da Expresión y sentimiento de entre dos persona. solidaridad y camaradería

Lenguaje verbal Lenguaje no verbal Comunicación verbal Comunicación no verbal Confianza Intimidad

Descarga repentina de la tensión sexual acumulada, Respiración durante el ciclo de la Sensación máxima de placer Tensión respuesta sexual, resultando Orgasmo que se obtiene mediante las muscular en contracciones musculares relaciones sexuales Sensación de rítmicas en la región pélvica éxtasis caracterizadas por el placer sexual. Nota: Esta tabla muestra las definiciones conceptuales y operacionales de los factores que mide el instrumento con sus indicadores cada uno, esta información es sacada de “Sexualidad femenina. Libido, erotismo, frigidez”, Françoise, Dolto (1990). En la Tabla 2. Porcentajes de Varianza Explicada, se obtuvo un listado de los autovalores de la matriz de varianzas y del porcentaje de varianza que representa cada uno de ellos. Los autovalores expresan la cantidad de la Varianza total que está explicada por cada factor; los porcentajes de varianza explicada asociados a cada factor se obtienen dividiendo su correspondiente autovalor por la suma de los valores. Por defecto, se extraen tantos factores como autovalores mayores que 1. Y se observa que son 3 factores los que complementan el análisis; también se puede visualizar que para analizar el 100% de la varianza se necesitan de los 28 reactivos. Tabla 2. Tabla de Varianza Componente

Autovalores iniciales Total

% de la varianza

% acumulado

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0

1

14.030

2

2.656

3

1.693

4

1.251

5

1.079

50.108

50.108

9.487

59.595

6.045

65.641

4.468

70.109

3.854

73.963

Nota: Esta tabla indica la varianza de la primera aplicación la cual indica también que a alcanzado un 73% y eso es confiable para continuar con el instrumento. En la Tabla 3. Matriz de Reactivos se encuentra que los 28 reactivos o ítems se agrupan para poder medir cada uno de estos factores en los que se divide el instrumento.

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Nota: Esta tabla muestra los reactivos totales que son 28 mencionando cuales son las preguntas específicas de cada una acomodados por los factores que mide el instrumento y la confiabilidad de cada uno de los ítems. CONFIABILIDAD Tabla 3. Matriz de Reactivos Factor Items

Factor Erotismo Seducción

1. Inventar juegos eróticos con mi pareja me hace sentir 2. Al recurrir a las fantasías como parte del juego sexual me hace sentir 3. Al recurrir al erotismo como un elemento que me permite romper con la rutina sexual me siento 4. Si practico juegos sexuales con mi pareja me siento 5. Hablando sexualmente el erotismo me hace sentir 17. Si tengo un orgasmo me siento 19. La idea de que un orgasmo es importante en una relación sexual me hace sentir 20. Si finjo un orgasmo me siento 22. Seducir a mi pareja me hace sentir 23. Ser seducida por mi pareja me hace sentir

.910 .909

24. Si previo al coito realizo juegos sexuales con mi pareja me siento

.909

Factor 2 1 Factor 3 Comunicación y y Orgasmo Complicidad en la Pareja

.910 .908 .909 .915 .912 .926 .908 .908

26. Al realizar mis fantasías sexuales me siento .910 27. Satisfacer las fantasías sexuales de mi pareja me hace sentir .910 6. Respecto al placer sexual que tengo con mi pareja me siento 7. La comunicación que tengo con mi pareja en la intimidad me hace sentir 8. Al escuchar las fantasías sexuales de mi pareja me siento 9. La comunicación que tengo con mi pareja en cuanto a temas sexuales me hace sentir 10. Al expresarle mis fantasías sexuales a mi pareja me siento 11. Hacerle saber a mi pareja mis gustos sexuales me siento 12. Hacerle saber a mi pareja mis deseos sexuales me siento 18. Cuando no experimento un orgasmo me siento 21. Durante el coito me siento 25. Si no hay un juego sexual antes del coito me siento 28. La sexualidad que experimento con mi pareja me hace sentir 13. Si no le expreso a mi pareja mis deseos sexuales me siento 14. Si no le expreso a mi pareja mis fantasías sexuales me siento 15. Si no le comunico a mi pareja mis gustos sexuales me siento 16. Si no tengo comunicación con mi pareja en temas sexuales me siento

.910 .909 .907 .908 .910 .909 .909 .915 .909 .915 .909

. .922 .922 .924 .929

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Ahora bien, respecto a la confiabilidad se determinó por medio de Alfa de Cronbach, que es el método de consistencia interna que permite estimar la fiabilidad de un instrumento de medida a través de un conjunto de ítems que se espera que midan el mismo constructo o dimensión teórica.

El alfa de Cronbach del conjunto de ítems se observa en la Tabla 4. Estadísticos de fiabilidad, en la cual los datos explica que cuando más cerca se encuentre el valor del alfa 1 mayor es la consistencia interna de los ítems analizados y mayor confiabilidad tiene, esto quiere decir que el instrumento es Confiable. Tabla 4. Estadísticos de fiabilidad Alfa de Cronbach Alfa de N° basada en los Cronbach elementos elementos tipificados .916 .919 28

de

También se llevó acabo el alfa de Conbach por cada uno de los ítems que se muestran en la Tabla 5. Confiabilidad de los Factores, y en estos se encuentran separados por factores, esto para la elaboración futura de las puntuaciones para la calificación del instrumento. Tabla 5. Confiabilidad de los Factores Factor 1. Erotismo y Seducción 1. Inventar juegos eróticos con mi pareja me hace sentir 2. Al recurrir a las fantasías como parte del juego sexual me hace sentir 3. Al recurrir al erotismo como un elemento que me permite romper con la rutina sexual me siento 4. Si practico juegos sexuales con mi pareja me siento 5. Hablando sexualmente el erotismo me hace sentir 20. Si finjo un orgasmo me siento 22. Seducir a mi pareja me hace sentir 23. Ser seducida por mi pareja me hace sentir 24. Si previo al coito realizo juegos sexuales con mi pareja me siento 26. Al realizar mis fantasías sexuales me siento 27. Satisfacer las fantasías sexuales de mi pareja me hace sentir 17. Si tengo un orgasmo me siento 19. La idea de que un orgasmo es importante en una relación sexual me hace sentir Factor 2. Comunicación y Complicidad en la pareja 6. Respecto al placer sexual que tengo con mi pareja me siento 7. La comunicación que tengo con mi pareja en la intimidad me hace sentir 8. Al escuchar las fantasías sexuales de mi pareja me siento

Alfa .911 .910 .909 .910 .908 .909 .926 .908 .908 .909 .910 .910 .915 .912 .910 .910 .909 .907

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9. La comunicación que tengo con mi pareja en cuanto a temas sexuales me hace .908 sentir 10. Al expresarle mis fantasías sexuales a mi pareja me siento .910 11. Hacerle saber a mi pareja mis gustos sexuales me siento .909 12. Hacerle saber a mi pareja mis deseos sexuales me siento .909 21. Durante el coito me siento .909 28. La sexualidad que experimento con mi pareja me hace sentir .909 18. Cuando no experimento un orgasmo me siento .915 25. Si no hay un juego sexual antes del coito me siento .915 Factor 3. Orgasmo .924 13 Si no le expreso a mi pareja mis deseos sexuales me siento. .922 14. Si no le expreso a mi pareja mis fantasías sexuales me siento .922 15. Si no le comunico a mi pareja mis gustos sexuales me siento .924 16. Si no tengo comunicación con mi pareja en temas sexuales me siento .929 Nota: Esta tabla muestra los reactivos totales que son 28 mencionando cuales son las preguntas específicas de cada una acomodados por los factores que mide el instrumento y la confiabilidad de cada uno de los ítems, incluyendo la confiabilidad de cada factor. Donde Erotismo y Seducción tiene .911 de Confiabilidad, Comunicación y Complicidad en la Pareja .910 y Orgasmo .924 de Confiabilidad. NORMALIZACIÓN Para el proceso de normalización, se tomó una forma de investigación de acuerdo a las etapas del desarrollo humano, entendiendo que “El desarrollo se refiere a los cambios psicológicos y físicos, tanto como cualitativos como cuantitativos, que acontecen a lo largo de la vida del ser humano” (Pérez Cano, Vélez Velero, Fernández Garrido. 2003). La población se designa con este término a cualquier conjunto de elementos que tienen unas características comunes. Cada uno de los elementos que integran tal conjunto recibe el nombre de individuo. Pero debido a la imposibilidad en la mayoría de los estudios de poder estudiar todos los sujetos de una población, se hace necesaria la división de la población en subconjuntos (Juez Marte y Diez Vegas, 1997). Las características de la población para la Normalización tendrán que pertenecer a alguno de los siguientes grupos de la población: Pertenecer al género Masculino o Femenino, que se encuentran en un rango de edad de 18 a 65 años, con el Estado Civil, Escolaridad y Ocupación que cuenten, su Preferencia Sexual ya se Heterosexual (que se siente atraído por el género opuesto), Homosexual (que se siente atraído por el mismo género) y Bisexual (Que se siente atraído por los ambos géneros) o cualquiera que sea su preferencia. También los sujetos deberán mencionar el número de hijos que han tenido ya sean vivos o muertos (Se cuentan de manera general), también deberá especificar si tiene pareja o no, cuánto tiempo tiene de relación con esa pareja y la edad que tiene su pareja. Para definir mejor estas características Pérez Cano, Vélez Velero y Fernández Garrido (2003), dicen sobre el desarrollo, que la Juventud es la etapa comprendida entre los 20 y 25 años de edad, la adultez es la etapa comprendida entre los 25 y los 60 años. Bajo estos criterios, se realizó el proceso de aplicación una vez más determinando la muestra por medio del tipo de muestreo por conglomerados, que “está definido, como áreas o zonas de

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terreno bien delimitados, de modo que todas las unidades últimas de esta zona pertenezcan al conglomerado” (Grande Esteban y Abascal Fernández, 2009). En esta modalidad, se selecciona una muestra aleatoria simple de grupos o conglomerados de individuos. Por tanto las unidades muestrales son grupales, y el marco muestral es una lista de dichos conglomerados. Puede tratarse de alcaldeas, bloques de pisos, clases escolares, personas que viven en una misma vivienda o familias (nótese que estos últimos términos no son sinónimos), etc. Y en la muestra todos los individuos deberán vivir en la ciudad de Toluca. La muestra fue determinada por las siguientes ecuaciones: 𝑝=

𝑐𝑎𝑠𝑜𝑠 𝑓𝑎𝑣𝑜𝑟𝑎𝑏𝑙𝑒𝑠 𝑐𝑎𝑠𝑜𝑠 𝑝𝑜𝑠𝑖𝑏𝑙𝑒𝑠

𝑛1 =

𝑛=

𝑝 (1 − 𝑝) (𝑒)2 𝑛1 𝑛1 1 + (𝑁)

𝑘𝑠ℎ =

𝑛 𝑁

𝑅 =500

Procedimientos de Calificación y Elaboración del Perfil CALIFICACIÓN MANUAL DE LA HOJA DE RESPUESTAS Antes de calificar la hoja de respuesta, deben dejarse las respuestas en blanco omitidas por él usuario. Se utilizan claves para obtener la puntuación natural de cada uno de los factores. La plantilla (clave) anexa en el instrumento se coloca arriba de la hoja de respuestas, vigilando que los óvalos de la plantilla coincidan con los óvalos de la hoja de respuestas; y el número de respuestas que aparecen en los espacios se cuentan y se anotan en el espacio destinado para esta puntuación en la hoja de respuestas como la puntuación natural. A continuación se deben anotar en la hoja de perfil junto al nombre del factor. Asegúrese de que las puntuaciones se coloquen en la hoja de perfil correcta según el género del usuario.

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De acuerdo a las puntuaciones ya colocadas en la hoja de perfil (Figura. 1 y Figura 2) se graficará la puntuación directamente. Deben tomarse en cuenta varios puntos para elaborar el perfil. 1. Debe utilizarse el perfil apropiado al género del sujeto. 2. Las puntuaciones naturales se anotan en la hoja de perfil, justo aún lado de la abreviatura del factor. 3. Deben colocarse puntos, círculos u otras marcas pequeñas en las puntuaciones correspondientes a la puntuación natural y estos puntos deben unirse con una línea recta.

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______________________________________

Figura 2. Facsímil del original del Perfil del Género Femenino E

P

96

8

89

7

77

6

60

5

40

23

11

E_S

C_C

O

-63

-52

-20

-61 -50 -19 ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------59 -48 -18

-56

-46

-16

-53

-43

-15

-49 -48

-40

-13

-45

-38

-12

-41

-36

-11

-30

-8

4

3

2

-38

-35 4

1 -6 -28 -25 ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

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Como interpretar el ESS A continuación se proporciona una guía para interpretar el ESS. Se pide a los usuarios que estén familiarizados con los temas en cuanto a sexualidad se refiere ya que los contenidos deben de ser manejados con cuidado y respeto ante los sujetos a quienes se les ha aplicado la Escala. La formulación de las interpretaciones se establecen a partir de la información consultada en Dolto, 1990. Explicado también en la Tabla 1. Rasgos y Factores que mide el ESS de este Manual. Podrán tomarse algunos sencillos pasos para la interpretación correcta de las respuestas dadas por el sujeto.

1. Examinar las puntuaciones naturales en la hoja de perfil y las elevaciones que se observan al unir los puntos con una línea sólida.

2. Consultar las Tablas de Interpretación por Factor Individual del Género Masculino y Tablas de Interpretación por Factor Individual del Género Femenino tomando para una puntuación individual. 3. Determinar que escalas presentan elevación moderada, elevación alta y cuales no presentan elevación suficiente para alcanzar la media. La interpretación de esta se encuentra en el apartado de Combinación de Factores. 4. Observar si los ítems que a continuación se mencionan tienen puntuaciones bajas y ahí se podrá observar una modificación en las puntuaciones naturales de ese Factor. Los Indicadores de Seducción en el Factor 1 se encuentran en los ítems 17 y 19 y los indicadores de Complicidad en la pareja en el Factor 2. Ítems 18 y 25. TABLAS DE INTERPRETACIÓN POR FACTOR INDIVIDUAL DEL GÉNERO MASCULINO. Tabla 6. Interpretación del Factor Erotismo y Seducción Individual de Género Masculino Nivel de Funciones de Posibilidades de Puntuación elevación Interpretación Resistencia a la prueba, Muy Alto El sujeto aparenta simula situaciones, o (63 o más) estar satisfecho. ingenuidad. Se responde al azar Alto El sujeto desarrolla fantasías Se niega la (53 a 61) satisfactorias de sus deseos. insatisfacción Moderado Defensividad Persona conformista, fácil de (38 a 52) marcada satisfacer. No insinúa a su pareja la Medio Actitud adecuada seducción, quizás por falta (30 a 36) ante la prueba. de deseo. Se responde Insatisfacción exagerada, Bajo verdadero a todo lo persona sarcástica. O (27 o menos) que produce un dificultad en la seducción. perfil elevado.

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Tabla 7. Interpretación del Factor Comunicación y Complicidad en la Pareja Individual de Género Masculino Nivel de Fuentes de Posibilidades de puntuación elevación. interpretación. El sujeto aparenta Muy alto gozar de buena Confianza intimidad. Buena (51 o más) comunicación y comunicación. camaradería. Posible negación en Alto Lenguaje no verbal, el sentimiento de (43 a 50) Comunicación verbal. solidaridad. No siempre la comunicación Moderado Defensividad es verbal. Falta de confianza (37 a 42) marcada al momento de la comunicación y complicidad. Medio Actitud adecuada Escasa comunicación. (25 a 30) ante la prueba. Se responde verdadero a todo lo Bajo que produce un Resistencia a la prueba. Falta (24 o menos) perfil de de confianza. comunicación elevado.

Tabla 8. Interpretación del Factor Orgasmo Individual de Género Masculino Nivel de Fuentes de elevación. puntuación Aparenta siempre Muy Alto tener la máxima (20 o más) sensación de placer. Negación en no Alto obtener la descarga de (15 a 20) energía sexual.

Posibilidades de interpretación. Exageración, siempre alcanza el orgasmo. Sensación de éxtasis. Conforme con el nivel orgásmico alcanzado en su relaciones. Contracciones musculares rítmicas, caracterizadas por placer.

Moderado (10 a 13)

Defensividad marcada.

Medio (6 a 9)

Actitud propia hacía la Probabilidad en lograr la prueba. descarga sexual acumulada

Bajo (5 o menos)

Verdadero en perfiles Resistencia a la prueba. elevados.

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TABLAS DE INTERPRETACIÓN POR FACTOR INDIVIDUAL DEL GÉNERO FEMENINO. Tabla 9. Interpretación del Factor Erotismo y Seducción Individual de Género Femenino Nivel de Fuentes de elevación Posibilidades de Interpretación. Puntuación Muy Alto Respuestas al azar Poco cooperativo, finge (60 o más) Errores de calificación Resistencia a la prueba

situaciones.

Se responde a todo cierto. Se El individuo crea un alto grado de deseo, niega el desconocimiento de las fantasías y deseo sexual, que pueden rayar en significantes. la satisfacción de su propio placer

Alto (53 a 59) Moderado (52)

Actitud adecuada ante la prueba.

Buen funcionamiento. Respuesta común a la prueba una persona que presenta amor sensual que tiene la capacidad de tener deseo, excitación, orgasmo y placer

Deseo de mostrarse poco convencional. Un funcionamiento aceptable, que no maneja Compromisos políticos o el inducir a su pareja al deseo religiosos implicados. No sabe expresar sus deseos y fantasías, o no Conformismo o posiblemente le gusta hacerlo y no sabe cómo seducir a su finge estar bien pareja.

Medio (28 a 50)

Bajo (27 o menos)

Tabla 10. Interpretación del Factor Comunicación y Complicidad en la Pareja Individual de Género Femenino Nivel Puntuación Muy Alto (50 o más) Alto (44 a 49) Moderado (43) Medio (25 a 42)

Bajo (24 o menos)

de

Fuentes de elevación Respuestas al azar Errores de calificación Se responde a todo cierto Se niega el desconocimiento de las significantes.

Posibilidades de Interpretación

Poco cooperativo, finge situaciones. Resistencia a la prueba La validez de la prueba es cuestionable ya que puede haber un problema en la intimidad o confianza que se tiene con la pareja Una persona que tiene una comunicación Actitud adecuada ante la prueba. activa con su pareja ya sea verbal o no y hay un sentimiento de confianza e intimidad. La persona se muestra La afinidad y comunicación de tipo emocional convencional que se da entre el sujeto y su pareja no es activa en su totalidad. No hay comunicación verbal o no entre la Conformismo o posiblemente pareja, creando problemas de confianza e finge estar bien intimidad, se recomienda un tratamiento psicológico

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Tabla 11. Interpretación del Factor Orgasmo Individual de Género Femenino Nivel de Fuentes de elevación Puntuación

Muy Alto (19 o más)

Alto (16 a 18)

Moderado (15)

Medio (6 a 14)

Bajo (5 o menos)

El sujeto no se encuentra bien o completamente insatisfecho en lo relacionado a este factor. Se responde a su mayoría de las respuestas de forma insatisfecho Se niega los defectos. Actitud adecuada ante la prueba.

Algunas respuestas pueden desviarse de lo esperado. Se responde Muy Satisfecho a todo lo que produce un perfil elevado.

Posibilidades Interpretación

de

Presenta alguna disfunción sexual, que no le permite el tener la sensación máxima de placer, dando como resultado una persona insatisfecha sexualmente La persona está satisfecha en el ámbito sexual, pero puede fallar alguno de los factores ES y CC. Persona que presenta una satisfacción en la sensación máxima de placer que se obtiene mediante las relaciones sexuales Una persona conforme con los resultados de sus relaciones sexuales, pero no en lo esperado. Poco cooperativo, finge situaciones. Resistencia a la prueba

COMBINACIÓN DE FACTORES Pese a que cada escala tiene un significado diferente, en particular, acerca del sujeto, las combinaciones de las puntuaciones, más elevadas y más bajas son de mayor importancia en la interpretación del ESS. Muchas de estas combinaciones, son diadas o triadas de puntuaciones, máximas y mínimas. A continuación se muestran las combinaciones adecuadas e importantes para la interpretación.  Altas puntuaciones en Comunicación y complicidad y Altas puntuaciones en Orgasmo La comunicación y la complicidad llevan a la pareja a tener un mejor conocimiento del gusto y el disgusto de la relación, de su cuerpo, de lo que pasa en el entorno, por lo tanto se llega más rápido al orgasmo.

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Bajas puntuaciones en puntuaciones en Comunicación y Complicidad y Bajas puntuaciones en Orgasmo El bajo nivel de comunicación lleva a la persona a no conocer a su pareja, por eso la inhibición de la complicidad, en tanto que no sabe que le gusta o disgusta, y no llevar a la sensación máxima del placer.  Altas puntuaciones en Comunicación y complicidad y Bajas puntuaciones en Orgasmo Aunque haya comunicación y complicidad Puede ser que exista un problema físico o psicológico y así no tener en la relación un alto nivel de placer.  Bajas puntuaciones en Comunicación y complicidad y Altas puntuaciones en Orgasmo El detalle de concentra en el hecho de solamente estar físicamente disfrutando de la pareja, en el coito se ve una descarga total, pero no comparte sus gustos y disgustos con la pareja.  Altas puntuaciones en Erotismo y Seducción y Altas puntuaciones en Orgasmo La persona disfruta de fantasías, juegos y deseos que le permiten, llegar a la Sensación máxima de placer que se obtiene mediante las relaciones sexuales.  Altas puntuaciones en Erotismo y Seducción y Bajas puntuaciones en Orgasmo La persona goza de fantasías, deseos, etc, pero no puede llegar al Sensación máxima de placer que se obtiene mediante las relaciones sexuales, podría ser por problemas, de cuestiones psicológicas o biológicas que se lo impiden.  Bajas puntuaciones en Erotismo y seducción y Altas puntuaciones en Orgasmo El detalle de concentra en el hecho de solamente estar físicamente disfrutando de la pareja, en el coito se ve una descarga total, pero se cohíbe en el hecho de manifestar sus deseos, fantasías, juegos con la pareja.  Bajas puntuaciones en Erotismo y Seducción y Bajas puntuaciones en Orgasmo. Al no expresar sus fantasías, deseos, e inhibir sus juegos en pareja, no se llega a un placer que conlleva a la sensación máxima, esto se debe a una persona inhibida, con prejuicios en la comunicación en pareja. 

Altas puntuaciones en Comunicación y Complicidad, Altas puntuaciones en Orgasmo, Altas puntuaciones en Erotismo y Seducción. La comunicación y la complicidad llevan a la pareja a tener un mejor conocimiento del gusto y el disgusto de la relación, de su cuerpo, de lo que pasa en el entorno, Así persona disfruta de fantasías, juegos y deseos que le permiten, llegar a la Sensación máxima de placer que se obtiene mediante las relaciones sexuales. 

Bajas puntuaciones en Comunicación y Complicidad en la pareja , Altas puntuaciones en Orgasmo, Más Erotismo y seducción. La falta de comunicación, en este caso no afecta al erotismo y seducción, pues no está inhibido en la cuestión de manifestar sus gustos, fantasías, y juegos sexuales, su situación se vuelve más física y así llegar a la a sensación máxima de placer.

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Bajas puntuaciones en Comunicación y Complicidad en la Pareja , Bajas puntuaciones en Orgasmo, Altas puntuaciones en Erotismo y seducción La persona goza de fantasías, deseos, etc. pero no puede llegar a la sensación máxima de placer que se obtiene mediante las relaciones sexuales, podría ser por problemas de comunicación y complicidad verbal. 

Bajas puntuaciones en Comunicación y complicidad, Bajas puntuaciones en Orgasmo, Bajas puntuaciones en Erotismo y Seducción. Su comunicación y complicidad erotismo y seducción, es muy baja por cuestiones de inhibición y falta de confianza por lo que no le permite llegar a la sensación máxima de placer que se obtiene mediante las relaciones sexuales, podría ser por problemas de comunicación y complicidad verbal.

Bibliografía 1. Abramson, J. H. (1990). Métodos de Estudio en Medicina Comunitaria: Una Introducción a los Estudios Epidemiológicos y de Evaluación. España. Díaz de Santos S. A. 2. Anastasi, A. & Urbina, S. (1998). Test Psicológicos. Estados Unidos. Pearson. 3. Dolto Françoise. (1990) Sexualidad femenina. Libido, erotismo, frigidez. Paidós. 4. Grande Esteban, I. & Abascal Fernández, E. (2009) Fundamentos y técnicas de investigación comercial. España. ESIC. 5. Hathaway, S.R, & Mckinley, J.C. (1942). Inventario multifásico de la personalidad Minnesota-2 MMPI-2. Estados Unidos. Manual Moderno 6. Juez Martel, P. & Diez Vegas, F. J. (1997). Probabilidad y Estadística en Medicina. España. Díaz de Santos S.A. 7. Levoy, M. (1996) El placer femenino, Qué piensan las mujeres sobre el sexo. Paidós. 8. Pérez Cano, M.V. & Vélez Velero, R. & Fernández Garrido, Ma. de los L. (2003). Servicios a la comunidad animación sociocultural volumen II. España. MAD.

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TÍTULO: ANALISIS DEL PROYECTO DE VIDA Y DESARROLLO PROFESIONAL COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL EN MUJERES PSICÓLOGAS PONENTE: Psic. Myriam Maritza Montes Méndez AUTOR: Psic. Myriam Maritza Montes Méndez INSTITUCIÓN: Universidad del Valle de Atemajac. Plantel La Piedad. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: psí[email protected] En la actualidad para una mujer considerar la posibilidad de estudiar una carrera profesional y ejercerla, además de tener otros roles sociales, implica una verdadera encrucijada. A pesar de que la mujer hoy tiene mejores posibilidades para desarrollarse en el ámbito público, los roles impuestos tradicionalmente así como los esquemas asumidos por ella socioculturalmente siguen generando una situación problemática, por pertenecer a una sociedad desigual, donde lamentablemente es devaluada en más de un sentido. La presente investigación fue realizada en La Piedad, Michoacán en México con el objetivo de conocer y analizar a psicólogas de dos generaciones distintas egresadas de la misma universidad respecto a su proyecto de vida y desarrollo profesional con la intención de averiguar qué busca una mujer en tiempos modernos. Se realizó la investigación a través de la técnica del focus group, una entrevista individual (por generación) y se utilizó un instrumento de autoevaluación respecto a diferentes áreas de su vida. Los hallazgos demuestran que a pesar de que las mujeres investigadas se consideran con un gran potencial para desarrollarse en diferentes ámbitos, sobre sale la gran aspiración a convertirse en mujeres con una visión tradicional. Algunas mujeres creen vivir una vida con mayor apertura, más independencia y libertad, sin embargo se encuentran en una circularidad fallida ya que constantemente caen en contradicciones entre su deseo y el cumplimiento de lo que ser mujer es demandado socialmente. LA METAMORFOSIS DE LA MUJER 1.1 La mujer como sujeto de discursos histórico-sociales Freud describe a la mujer como sujeto de su propia psique, como agente de la experiencia vital de su propio yo y de procesos mentales conscientes e inconscientes, sometida a sí misma. La mujer como objeto de su propia subjetividad a medida que se identifica con o contra otras mujeres que experimenta internamente. La investigación también se ocupa de considerar el tiempo socio histórico que le corresponde y que le otorga una atribución cultural. El individuo muchas veces es reducido a lo biológico, ya que posee conductas que pueden explicarse desde la necesidad que tiene de adaptarse a sus situaciones y al ambiente, lo que lo hace actuar de algún modo en particular sea consciente o no de ello; cuando algo sucede se ve motivado o impulsado para actuar simplemente como si fuese algo natural. Detrás de estas conductas hay un proceso de sujetación; se activa en el proceso de los primeros años de vida y luego aparentemente es “olvidado”. Pero detrás de este sujeto que nace para ocupar el sitio en el que se le espera, sea nacimiento deseado o no, se le asigna el nombre al que deberá responder, así como las experiencias que tendrá, sus capacidades y limitaciones, la clase social a la que pertenecerá y pensamientos y conductas que son congruentes con el lugar asignado, su historia está dada a partir del deseo de los progenitores. Todo lo anterior expresa un sistema de representaciones y comportamientos que el sujeto debe reproducir; como parte de un proceso social de pertenencia, se marca también una posición del sujeto respecto a lo que desea, lo

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permitido y lo prohibido en los ámbitos político, religioso, cultural, sexual, etc. Braunstein (1975) explica: La toma del proceso de sujetación y de asignación de los lugares que se ocupa constituye un prerrequisito para el abandono de esa condición de herramienta, es decir, para la desujetación. Pues para la toma de conciencia permite el distanciamiento respecto del proceso y la adopción (colectiva) de conductas tendientes a torcerlo y a crear distintas condiciones de vida (p. 75). Los sistemas de representaciones y comportamientos son efecto del sistema social, ya que es el lugar que se ocupa el que determina la conciencia individual, los soportes de su propia condición de existencia. La desujetación y el deseo de realizarla llevan al individuo a dimensionar y ser crítico fuera y dentro de esa sociedad que lo atrapa y manipula de forma siniestra. La existencia humana desde antes de nacer ya está constituida por esos lugares que le esperan, ya que ese nacido deberá encarnar los deseos ajenos –los de los padres– que lo constituyen; aun cuando en etapas posteriores –y a través de la conciencia– pueda hacer cambios importantes en su persona, se encuentra sujeto al deseo de los padres. Después de que brevemente se ha dado referencia al sistema de representaciones como determinante social en la vida del individuo o sujeto, veremos que no ocurre algo distinto en torno a la mujer, su lugar, su historia, su deseo y su proyecto; particularmente en el caso de la mujer mexicana que está rotulada despectivamente respecto a su totalidad como ser humano. Encontramos posibilidad e imposibilidad de opinar, decidir o hacer desde la sujetación a los aparatos ideológicos del contexto social al que se pertenece y donde renuncia muchas veces a distanciarse, cuestionar y con ello crear nuevas rutas de acceso a la libertad y responsabilidad sobre sí misma. En diferentes lugares del mundo las tradiciones y costumbres están diseñadas de tal manera que obligan a tener el “pie chiquito”, en el caso de China o como en Holanda, por ejemplo, donde atribuyen la belleza a la mujer obesa; ambas situaciones se dan a costa de la salud, principalmente, y, por otro lado, provocan una dificultad para desplazarse, caminar y movilizarse a donde se desee. A propósito del movimiento, la antítesis de Pigmaleón, el hombre no aspira, a través de la belleza, a convertir en estatua a un ser vivo, sino un ser vivo en estatua. Se dice que las estatuas son para adorarse a través de la contemplación, pero también una estatua es inmóvil, incapaz de hacer cualquier proyecto que requiera acción y al mismo tiempo riesgos. Esta podría ser una excelente alegoría respecto a lo que ha sucedido en la mujer: se le ha inmovilizado para ser vista por otros que sí logran desarrollarse en cualquier ámbito ya sea público o privado. En otro orden de ideas es indiscutible la necesidad de abordar la historia de la mujer desde los distintos aspectos, como pueden ser sociales, políticos, económicos y educativos, que influyen para que hoy día se encuentre con mayores oportunidades al decidir en cuanto a lo que desea ser y hacer. Históricamente no ha resultado nada fácil lograr las transformaciones que se viven actualmente; la insistencia de las mujeres por encontrar un espacio para manifestar sus deseos de participar en el mundo laboral y productivo, sin duda genera una incesante necesidad de obtener conocimientos a través del estudio y con ello obtener mejores herramientas para desarrollar su potencial, considerándolo como una posibilidad para abrirse paso a nuevas formas de pensar, de experimentar y por lo tanto decidir sobre su vida a través de la palabra y de los actos. Es necesario no olvidar que la mujer siempre ha trabajado, aunque desde épocas inmemoriales ha sido en el hogar, es prudente reconocerles las nuevas facetas en las que se desenvuelven. Ramírez (2007) explica al respecto: El aumento cada vez mayor del nivel educativo de las mujeres, les permite acceder al ámbito laboral por su propia elección, cobrar mayor conciencia de sus derechos y hacerlo válido para

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tener mejores salarios y condiciones de trabajo. A mayor tasa de escolaridad corresponde una mayor tasa de participación. Así, según datos de la ENE (Encuesta Nacional de Empleo) entre 1995 y 2000, 73.7% de las personas con nivel medio de preparación y 74.3% con nivel superior lograron conseguir un empleo (p. 156). Un elemento a considerar como un apoyo de utilidad para los logros del desarrollo de la mujer podría considerarse la autoestima social. Salazar (2010) comenta que: La autoestima no es un proceso aislado, sino que funge como un concepto o constructo social que el individuo va interiorizando por medio de la participación con su realidad y problemática social. Este constructo se adhiere a la vida psíquica del individuo, convirtiéndose en una necesidad de buscar satisfacer para poder sentir que es apreciado y aceptado tanto para los demás como por sí mismo (p. 13). Aunque la autoestima es una construcción personal fundamentada por una serie de introyecciones –principalmente de los padres– no se podría decir que es individualizada pues de una u otra manera entran en juego los conceptos y los estereotipos dados por la sociedad; roles que se asumen, o se aceptan, o ambas situaciones a la vez. Si bien es cierto que al paso del tiempo las mujeres se han cuestionado tal situación y se han procurado mejores construcciones, seguimos viendo en estos tiempos restos de esas introyecciones, aun cuando se sabe que hoy día la autoestima es una responsabilidad personal. En el siglo XX Simone de Beauvoir (1949), después de haber investigado qué es ser mujer, inspirada por la filosofía y el mismo Jean-Paul Sartre, plasma en un ensayo cómo históricamente se ha concebido a las féminas, las situaciones que viven, así como las formas en las que pueden mejorar su vida para que logren sentirse más libres. La teoría principal de Beauvoir es que el concepto de ser mujer está anclado en lo social, es decir, es un producto cultural que se ha venido construyendo socialmente. A partir de la lucha por la igualdad nos encontramos con grandes personajes femeninos que desde entonces han tenido mucho de qué hablar desde diferentes ángulos, como son la filosofía, la poesía y las novelas, que no son otra cosa más que la expresión del sentir a través de las letras; mujeres que se expresan, que no son sólo musas de artistas masculinos. Hoy, en pleno siglo XXI, continúa la ardua tarea de innumerables mujeres que también quieren hablar y ya lo hacen de forma más libre, valiéndose de escenarios como la educación, la política, las artes, la industria, las ciencias, entre otros. Si retomáramos la propuesta de Beauvoir para hablar de la forma en que el concepto de la mujer ha sido formulado, seguramente se tendría que realizar un pasaje histórico de lo que ha elaborado la mujer en todos los terrenos posibles, ya que de alguna manera la definición radica en su actuar, en particular frente al hombre, por lo tanto pensaríamos en mujeres con características de sumisión, de obediencia, de atención y dedicación al hombre, teniendo vivencias de opresión y minusvalía, conservadoras en su vestir, su lenguaje y el trato con otros hombres, estas y otras máscaras que han sido puestas en la mujer han dificultado principalmente su desarrollo intelectual, simplemente habría que pensar: ¿a partir de qué y de cuándo es que la mujer puede tener libre acceso a las letras o al estudio, sin que se le castigue, señale o se le reprima?. Tradicionalmente la educación estaba destinada sólo para los varones, sin embargo, en estos tiempos se sigue viviendo sobre una estructura social y cultural en la que se actúa bajo un modus operandi al estilo de los hombres y tal situación limita el desarrollo del trabajo de casi cualquier mujer. Dowling (1987) proporciona una interesante reflexión sobre las grandes dificultades de la mujer para independizarse: Desde la perspectiva de sus años maduros, Simone de Beauvoir reconocía lo peligrosamente fácil que le había sido existir, cuando era más joven, deslumbrada por otra persona. Por alguien «más

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fascinante» que ella. Por alguien a quien podía admirar, idolatrar, y a la sombra del cual podía sentirse insignificante y segura. Aquello tenía su precio, por supuesto. Una pequeña y modesta voz comenzó a filtrarse por la conciencia de la mujer joven. «No soy nada», decía. Y entonces se dio cuenta de que «había dejado de existir por lo que se refería a mi personalidad propia, y no era ya más que un parásito» (p. 242). Lo anterior obliga a encontrar algunas de las respuestas que den cuenta del lugar de la mujer, pero también del lugar del hombre, ya que ambos, en el caso de que sean mexicanos, comparten características de personalidad y formas de ver la vida compartidos. Antaki (2000) expresa: “me vine a México y conocí a sus hombres. Todos afirmaron ser libres: en efecto, hacían todo lo que querían. Afirmaron su libre albedrío y situaron en la libertad de querer el fundamento de su salvación” (p. 59). Pero, ¿y qué es la libertad? Y, ¿qué relación tiene con la voluntad? Es cosa fácil decir lo que se quiere, pero no es sencillo definir lo que se desea, ya que esto tiene un grado de mayor responsabilidad, como lo sugiere el autor en algún momento; la educación está limitada y muy por debajo de las posibilidades de la formación de un juicio crítico que permita desmarcarse al individuo del lugar donde se percibe como objeto. Más adelante puntualiza “libres de morir y de sufrir, libres de cantar su desgracia, libres de abandonar a su familia y su trabajo, libres de violar las reglas de la convivencia, libres de asesinar el tiempo y la obra, libres de no hacer obra, libres de no hacer nada, libres de no tener leyes” (p. 60). Es decir, estamos atravesados, queramos o no, por la historia y la situación general de nuestro País. Antaki (2000) formula: En todos mis viajes jamás he visto pueblo alguno tan hijo de la enfermedad como el pueblo mexicano. ¿Acaso puede una nación entera roer su alma como lo hacen, sin perder su alma en consecuencia? No sé cómo era su orgullo en el pasado; hoy su inferioridad se vuelve patente por el sentido que tienen de esta misma inferioridad: se ven inferiores en los ojos de los demás y en los suyos propios; se sienten inferiores e iracundos; actúan como inferiores; hablan, trabajan como inferiores; montan a sus hembras sin lograr situarse por encima de ellas; escriben y la letra no logra enaltecerlos; son éstos los complejos de un corazón empequeñecido. En respuesta, cuando se les presenta alguna oportunidad de rebajar y humillar a quien pueden, lo hacen con una crueldad inaudita, como si quisieran cobrar de una sola vez todas las humillaciones que sufrieron (p. 72). Para efectos de practicidad, sólo basta ubicar a dónde se canaliza la ira por esas humillaciones padecidas históricamente, la mujer un blanco para desahogar eso de lo que ha sufrido inevitablemente. Si bien es cierto que no se le da tanto valor a un buen escritor mexicano, en comparación con los de otros países, si una mujer escribe es minimizada y muchas veces hasta ridiculizada. Lamentablemente sigue operando la frase de Schopenhauer: “Las mujeres son objetos de cabellos largos e ideas cortas”. Ante esta postura es oportuno expresar lo que Lipovetsky (2007) ha nombrado como la tercera mujer: El día después de la mujer de su casa designa el destino histórico que coincide con el reconocimiento social del trabajo de las mujeres y su acceso a las actividades y formaciones otrora coto vedado de los hombres. Sin embargo, tales cambios forman parte de un conjunto más amplio, en el que subyacen tres fenómenos de fondo: el poder femenino sobre la procreación, la «desinstitucionalización» de la familia, la promoción del referente igualitario en la pareja. Es decir, que la posmujer de su casa significa mucho más que un nuevo estadio de la historia de la vida doméstica y económica de las mujeres. Lo que se pone de manifiesto concreta, en su aspecto más

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profundo, una ruptura histórica en la manera en que se construye la identidad femenina, así como las relaciones entre los sexos. Nuestra época ha desencadenado una conmoción sin precedentes en el modo de socialización y de individualización de la mujer, una generalización del principio de libre gobierno de sí, una nueva economía de poderes femeninos; este nuevo modelo histórico corresponde a lo que denominamos la tercera mujer (p. 213). 1.2 Modernidad y diversidad de escenarios para la mujer Las propuestas de lo privado y lo público, se perciben como exigencias, no sólo conducen al conflicto, sino que ahora la mujer cree que es su deber exigirlas explícitamente para desarrollarse integralmente como ser humano. Baker (1987) en resumen menciona: Nuestra sociedad, si bien hacen que los hombres se sientan débiles en muchos aspectos, hace que las mujeres se sientan aún mucho más débiles. Pero dado que ellas «conocen» la debilidad, pueden ser sus propias «portadoras» y convertirse en las creadoras de una concepción diferente de ella y de los caminos adecuados para evitarla. Las mujeres, al emprender su propio viaje, pueden despejar el paso a los demás (p. 48). Una de las grandes dificultades para la mujer es el admitir los logros que ha obtenido, seguramente no percibidos ni reconocidos por los demás; sin embargo, el trabajo y el carácter de la mujer ha puesto en manifiesto las capacidades que posee para enfrentarse al mundo, antes, y más ahora, acerca de su supuesta debilidad, a partir de la fuerza y la destreza para convencerse de que esos aprendizajes son erróneos e inútiles, fortalecidas por el reconocimiento de sus competencias. También existen otros temores, como identificar cuál es su deseo frente al hombre, ya que encontramos mujeres que aun cuando estén dentro de un ambiente próspero se inclinan a aceptar la dominación y control del hombre. Baker (1987) expone: “en la medida en la que la mujer viva bajo la prescripción de complacer y servir al hombre será objeto de tal deseo” (p. 50). Estos deseos deben confrontarse para encontrar formas de crecimiento y conformar nuevas construcciones de ser mujer. La fortaleza de la mujer es imperceptible para ella misma, de poder hacerlo la usaría como recurso o como base para construir nuevos ideales; cuando la mujer deje de creer que debería poseer las cualidades que tiene el hombre, empezará a percibir sus propios recursos basados en experiencias vitales y encontrar nuevas definiciones de sus fuerzas. Ramírez (1975) profundiza respecto a los papeles de la mujer mexicana: Desde un punto de vista formal, podríamos adscribirle a la mujer dos tipos fundamentales de expresión de su femineidad: realización femenina de tipo genital y realización femenina de tipo maternal. Estas dos series de expresiones pueden encontrase presentes, asociadas u operando alternativa y antagónicamente. Es frecuente que en las concepciones populares se asocie la realización cabal de una de las funciones con el éxito de la otra (p.191). El pensar en la mujer como instrumento de procreación limita las capacidades que posee, o bien, la limita a lo que se podría considerar su función primordial, lo estipulado culturalmente y reproduce tal afirmación como si esto la convirtiera en mujer virtuosa. Las oportunidades que se le han presentado a la mujer para desarrollarse en el campo laboral no sólo les ha representado ventaja, porque esta situación también conduce a pensar que los hogares son abandonados, que los hijos perciben esto como rechazo de la madre, porque no logran comprender que las necesidades no sólo son económicas sino también de tipo productivas, han situado a sus madres en una realidad en la que tiene que elegir entre dos opciones: o se quedan en casa, o buscan otros medios para desarrollarse como seres humanos. La concepción que actualmente se tiene del matrimonio o del concubinato así como de sus funciones está más inclinada por la participación de

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ambos, sin embargo, con la doble jornada, la mujer sigue quedando en desventaja. Sin duda estas nuevas formas de percibirse de las mujeres, más libres y más autónomas, empobrecen a los hogares de emocionalidad y afecto, que justamente son de las grandes cualidades que es más fácil encontrar en las mujeres; la salida de casa propicia cambios en las constituciones de la familia, afectando así principalmente a los hijos. Ramírez (1975) cita a Octavio Paz (1950): La historia de México es la del hombre que busca su afiliación, su origen. Sucesivamente afrancesado, hispanista, indigenista, “pocho”, cruza la historia como un cometa de jade que de vez en cuando relampaguea. En su excéntrica carrera ¿qué persigue? Va tras su catástrofe, quiere volver a ser el sol, volver al centro de la vida de donde un día – ¿en la Conquista o en la Independencia?– fue desprendido. Nuestra soledad tiene las mismas raíces que el sentimiento religioso. Esa es una orfandad, una oscura conciencia de que hemos sido arrancados del todo y una ardiente búsqueda: una fuga y un regreso, tentativa por restablecer los lazos que nos unían a la creación (p. 187). El mexicano pierde su identidad al ser invadido por los españoles, la gran diversidad creada a partir de ese momento generó una confusión; perdió sus cimientos y lo que lo sostenía como independiente, lo que le daba un lugar; posterior a la conquista esa diversidad ha despojado la identidad, el origen mismo del hombre y la mujer. Sin embargo, hay quienes afirman que la pérdida de identidad fue mucho antes, ya que la crisis de ella no estaba resuelta desde los inicios de la cultura prehispánica. La incorporación, introyección e identificación maternal era intensa, a lo que Elizabeth del Río dice: “el pueblo azteca expresó su primer ideal inconciente, la unidad con la madre en la figura de una mujer virgen que da a luz al héroe; así se establece un diálogo, acepta sin dificultad el paso de la primera persona, Yo, a la segunda persona Tú (la madre), pero lo que no acepta es la intrusión de un tercero, el padre” (p. 188). Para lograr la transición del matriarcado al patriarcado fue necesaria la aparición de instituciones represoras y coercitivas, sistemas de educación que lo fundaran, alterando el mito, la simbiosis de las cualidades que se poseían. La imagen de la madre buena se vuelve persecutoria y mala, evitando así la identificación femenina, a través del mito y la leyenda aparecen los hombres acompañados de las instituciones y sus tácticas opresivas, fortalecidos poco a poco, se van a acomodando para ser el resultado de una realidad inmodificable en la que el hombre ocupa un lugar de mayor respeto y reconocimiento que la mujer. La conquista de los españoles deja atrás una grandeza de múltiples culturas mexicanas, condición que genera una destrucción de la identidad e inclusive se pierde la noción de a dónde se quiere ir en este proceso de transición –incluso hasta nuestros días–; cuando se habla de un México independiente se puede encontrar como referencia una imagen rota con un esquema sociopolítico desigual basado en la anarquía (porque todo era destrucción y no había paz) mientras se consumaba la independencia; el mexicano con una imagen devaluada, inhibida e insegura, tanto en hombres como en mujeres. En la conquista se vino a disolver un esquema de organización social, imponiendo a su vez, otra forma de vida en todos los aspectos; la cultura española a través de la fuerza es impuesta y con ella un nuevo orden ideológico, cultural, económico, político y religioso. Bartra (2005) reflexiona: “el mexicano padece un complejo de inferioridad por lo que huye de la realidad y busca refugio en la ficción” (p. 101). Por su parte Samuel Ramos dice que la explicación es muy simple “el mexicano se ha encontrado históricamente enfrentado a una contradicción: una gran desproporción entre lo que quiere hacer y lo que puede hacer, la que lo lleva inevitablemente al fracaso y al pesimismo” (p. 101). Si esto ocurre con el varón debemos imaginar el dilema en el que se encuentra la mujer. Bartra (2005) formula: “estas imágenes

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primigenias de la mujer que es capaz de penetrar en otro mundo o que es penetrada por otro mundo –dominante y dominada, virgen y ramera, reina y esclava–van a ser las materias primas que con el tiempo conformarán la imagen medular de la mujer mexicana moderna” (p. 196). La vida es una cadena de acontecimientos, en cualquier momento es la consecuencia de lo que ha sucedido antes; lo que se vivió ha de ser contado, esta forma de narración de la vida donde el relato se toma de los sucesos como una manifestación en contra de los modelos o prefiguraciones tradicionales; por lo tanto, constantemente todo hecho se convierte en historia, vivimos en el presente una causalidad de una gran variedad de acontecimientos políticos, económicos, religiosos, educativos y culturales, que se verán reflejados particularmente en nuestro estilo de vida. En el siglo XVIII encontramos la idealización del matrimonio basado en el afecto, el compañerismo entre el hombre y la mujer y en una amorosa preocupación por los hijos, poniendo como esencial el compromiso personal y emocional; pensando en que es a partir de los hijos que se construye esta nueva comprensión del matrimonio basado en el compañerismo y el amor. Tylor (2006) comenta acerca de la familia lo siguiente: La familia se percibía como «el contrapunto a un mundo tumultuoso, y a la actividad desempeñada en ese mundo se consideraba significativa y emocionante». A principios del siglo XIX nos encontramos algo bastante diferente. Hombres y mujeres procuran el pleno apoyo emocional de sus cónyuges e hijos; procuran construir un refugio en un mundo de otro modo inhóspito (p. 404). El ideal femenino de la cultura de Occidente no ostenta variación importante –respecto a las mujeres de otras épocas–, abarca a la mujer fuerte, que posee una pureza virginal, fiel al marido, devota de los hijos, laboriosa en los quehaceres de la casa y prudente para cuidar el patrimonio que no está habilitada para heredar. Las cualidades que debe tener la mujer no están a elección, sino que son algo ya determinado e intransferible; basta con que posea una buena resistencia física, además de tener la salud en buen estado para cumplir las funciones y tareas otorgadas; Ramírez (1977) señala: “desde un punto de vista formal, podríamos adscribirle a la mujer dos tipos fundamentales de expresión de su femineidad: realización femenina de tipo genital y realización femenina de tipo maternal” (pág. 137). Se vive de forma antagónica la satisfacción sexual y procreativa, se vive poco satisfecha sexualmente y compensa la falta de comprensión y apoyo de su pareja en el refugio de la maternidad. En muchas familias el factor económico es el que censura –y sirve como justificación– la posibilidad de estudio a las mujeres que viven en hogares donde principalmente se privilegia al hombre; con esto podríamos conjeturar que a falta de educación e información lo esperado son mujeres frígidas, supeditadas al deseo del varón, obviamente dentro del matrimonio. Ya en pleno Siglo XXI lo que para una mujer significa serlo, corresponde de forma directa a las construcciones sociales que se elaboran y se van tejiendo de generación en generación; se reproducen los discursos como demostración de lealtad y fidelidad, se heredan las actitudes, la forma de pensar y de ver las cosas, hay una capacidad limitada para observar, analizar y reflexionar porque culturalmente ya está dado el significado y los modos de ser mujer dentro de nuestra sociedad. Dowling (1987) menciona: “el conflicto entre el deseo de ser libre y el de permanecer enclaustrada y protegida es insidioso porque nos ofrece subrepticiamente una ventaja” (p. 226). Por su parte, Preciado (2009) encontró que: Las participantes del estudio enfrentaron el conflicto de diversas situaciones, siendo importante destacar que hay una renuncia total o en parte a uno de los objetos que se desean alcanzar o, por

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el contrario, han tenido la necesidad de elegir o aceptar una situación no deseada, ya sea de manera integral o parcial (p. 839). Esto nos invita a pensar en una situación de conflicto que viven las mujeres que en algún momento de su vida deciden estudiar y formarse profesionalmente, partiendo del entendido de que actualmente existe una gran variedad de sistemas a los que bien pueden acoplarse. Este conflicto parece ser resultado de la construcción social, de la percepción que se tiene sobre la idea de ser mujer, ya que se es educada y adiestrada para ser madre y ama de casa; lamentablemente quien desee convivir con estos dos roles tendrá dificultades para compaginar las diferentes facetas, ya que las circunstancias no son las más propicias para que ello ocurra sin apremios. La renuncia parece ser una constante, y lo público y lo privado una dualidad compleja, un vaivén del que no resultará fácil desligarse; justo ahí es donde radica el conflicto, entre hacer lo que se desea y cuidar de no caer en aquello que simplemente no se quiere. Lipovetsky (2007) formula: “al comprometerse en la actividad profesional, las mujeres adoptan actitudes que significan la búsqueda de un sentido a la vida personal, el deseo de ser sujeto de su propia existencia, siquiera sea en el marco de las lógicas impersonales de lo social” (p. 206). Las mujeres están expresando la voluntad de conquistar una identidad en el ámbito profesional y no solamente en profesiones que son “adecuadas” para ellas, buscan ser reconocidas por lo que hacen y no únicamente por lo que la naturaleza les ha dotado –la maternidad–, desean entrar en los contextos competitivos que habían sido exclusivamente para los hombres. Lo que han realizado las mujeres en las últimas décadas –o probablemente en toda la historia– no ha resultado nada fácil y sí muy desgastante el tener que emprender, desde el nacimiento, una lucha por ocupar un lugar que no sea únicamente el que ya está determinado, sino otro en el cual pueda encontrarse con otras opciones para desarrollarse sin dejar de ser mujer. No sólo hay que ganarse un lugar en la sociedad, muchas veces también dentro de la familia, pero en particular un lugar dentro de sí misma donde se descubra el valor propio y se fortalezca con ello, ya que el resto de su vida lo necesitará. Al parecer para las mujeres cada suceso de la vida transforma lo que buscan o lo que desean, las experiencias nuevas, los retos enfrentados, la cotidianeidad transcurriendo entre la combinación de diversidad de roles, la complejidad de ser mujer y encargarse de sí misma y de otros, desempeñando el papel que se espera que cumpla de acuerdo a la concepción tradicional que pauta lo que es ser mujer. A partir de los movimientos feministas se han ido edificando nuevos discursos, nuevas relaciones y por tanto nuevas realidades para éste género. Pero evidentemente todo tiene un precio y resulta costoso pensar en elegir si entregarse a lo profesional, o bien, a lo convencional; es necesario hoy en día encontrar esa complementariedad entre ambos deseos, a fin de que no se fracture la convivencia familiar ni los deseos queden atrapados en el vacío; es necesario encontrar la plenitud en la totalidad de los deseos, porque cada uno de éstos es también una construcción individual. Dowling (1987) menciona y cuestiona sobre los deseos femeninos: “cuando todo lo que quiere una mujer es seguridad, basta con una vida aburrida y sin horizontes” (p. 225). A través de la lectura de la historia –redactada por el género masculino– podemos observar una constante: que la mujer siempre está ahí, el punto radica en las formas de estar, las diferencias son socialmente inaceptables y en muchos casos despreciables; a lo largo de la historia, cuando han existido mujeres cuyas circunstancias les permitieron saber un poco más que lo que una mujer de sus tiempos “debía” saber, se le ha calificado como pecadoras; ahora ya no estamos en tiempos de quemar vivas a las mujeres, pero la crítica y el prejuicio igual quema por dentro, y para muestra

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de ello basta con ver a Mónica Bellucci en la película: Malena (Malena, Giuseppe Tornatore, 2000). Martínez (2010) cita a Rousseau (1762) en un pasaje de su obra: “toda la educación de la mujer debe referirse al hombre, a complacerlo, serle útil, hacerse amar y honrar por él, educarlo cuando joven, cuidarlo cuando adulto, aconsejarlo, consolarlo y hacerle la vida dulce y agradable. Éstos son los deberes de las mujeres en todo momento y lo que debe caracterizarlas desde su más tierna infancia” (p. 60). Vaya situación más desastrosa; una obra estructurada hace siglos parece tener tal peso que hoy en día sigue conformando el esquema de los contratos sociales; es una lástima que no todas las mujeres tengan acceso a este tipo de literaturas, además de indignarse mínimo se esperaría que alzaran la voz al ver cómo su género históricamente se ha visto oprimido por el machismo histórico. Lagarde (1998) propone una metodología para la democracia de género que pasa por revisar la propia historia, la genealogía; revisar la historia en el cuerpo vivido para de ahí pasar a la propia reconstrucción, del “ser para otros” al “ser para sí” en las mujeres. Indiscutiblemente esto nos conduce a elaborar un ejercicio reflexivo sobre la línea de vida (las vivencias desde el nacimiento hasta la actualidad) en la que se puede analizar de manera personal la propia historia de vida, reconociendo su origen y cómo éste pasa a formar parte de la novela familiar, situación que permite el autoconocimiento para después dar lugar a la reconstrucción de acuerdo a lo vivido, y con ello encontrar nuevas formas de pensarse y de vivirse, sólo con la conciencia de dónde surge o de dónde viene quien se es; si la mujer es una construcción cultural, entonces indudablemente se tiene que pensar sobre qué es lo que exige la modernidad a la mujer y cómo esto hace que haya una nueva perspectiva del ser mujer. Por otro lado, tendríamos que preguntarnos si entonces la mujer realmente está lista para enfrentarse al mundo, ya que de no estarlo eso justificaría en todo caso su adhesión al hombre, ¿será miedo o todavía no sé está preparada?, se sabe que nuestras mujeres mexicanas son a las que todavía les falta encontrar razones para pedir aquello a lo que tienen derecho; a diferencia de mujeres de países de primer mundo, –como por ejemplo, los de Europa Central y del Norte– en los que el papel de la mujer es sumamente importante para el desarrollo económico y de producción nacional, nosotras aún nos cuestionamos si estamos bien o mal o si nuestra manera de proceder es la más indicada o estamos actuando de acuerdo a lo esperado. A propósito Adame (2013) comenta: “Hace casi 200 años, el insigne don José María Luis Mora, a propósito de esto, escribió: “Mas, si los gobiernos están compuestos de hombres tan falibles como los otros, ¿por qué principio de justicia, o con qué título legal se adelantan a prescribir o prohibir doctrinas? ¿Cómo se atreven a señalarnos las opiniones que debemos seguir, y las que no nos es permitido profesar?”. Cuesta trabajo salir de una estructura injusta y rígida en la cual se ha estado inmersa, pero tampoco se trata de encontrarnos con otras mujeres con resentimiento ni coraje, eso sería análogo a lo que hace el hombre con la mujer, sería igualarnos con su mirada machista, lo que se requiere hoy día, es una auténtica equidad de género. Según Lipovetsky (2007), actualmente un nuevo modelo rige el lugar y el destino social de la mujer: A la primera mujer se le diabolizó y despreció; la segunda fue adulada, idealizada, colocada en un trono. Sin embargo, en todos los casos la mujer se hallaba subordinada al hombre, era él quien la pensaba, se la definía en relación con él; no era nada más que lo que el hombre quería que fuese. Está lógica de dependencia respecto de los hombres ya no es la que rige en lo más hondo de la

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condición femenina en las democracias occidentales. El destino femenino entra por primera vez en una era de imprevisibilidad y de apertura estructural. Todo, en la existencia femenina, es ahora objeto de elección, de interrogación y arbitraje; la tercera mujer supone una autocreación femenina (p. 218). Se habla de destinos individuales, nuevas posturas y formas de pensar y actuar, sin embargo eso no significa intercambiabilidad de roles y lugares, aunque haya mayor flexibilidad en los escenarios laborales y profesionales tanto para un sexo como para el otro; tampoco se pretende un universo unisex, sino diseñar una sociedad más abierta y heterogénea. Las posturas radicales ya no pueden sostenerse, ni el machismo ni el feminismo impera, sino más bien la posibilidad de diseñar el propio paraíso –como diría Freud–. De acuerdo a Fuentes (2006): En un estudio de migración de identidad de género hace referencia a lo que ocurre en las mujeres mientras avanzan sus estudios de especialización, aluden a situaciones personales que han cambiado, se sienten diferentes y responden a las situaciones de forma distinta, por ejemplo sobre lo que ocurre en los quehaceres domésticos y la organización que tienen en este (p. 411). Resulta ilustrativo observar cómo la mujer puede darse cuenta de los cambios que se generan a partir de la búsqueda de educación, actualización o del desarrollo de habilidades para fortalecer sus intereses intelectuales; cuando se piensa que el objetivo de dedicar tiempo a los estudios está relacionado con la capacitación o especialización en el área de trabajo, por consecuencia se dan cambios a nivel personal, siendo éstos generalmente satisfactorios. Borrás y Bucci (2000): Encuentran interesante que son mayoría mujeres estudiantes de psicología, pero que una vez finalizados sus estudios, siguen siendo los hombres quienes tienen acceso a jerarquías más altas, mientras que los espacios de desarrollo para ellas son en gestión o docencia, pero ubicadas en un nivel inferior, esto ocurre aun cuando la mayoría elige desenvolverse en el área de salud mental (p. 20). Los progresos de las mujeres siguen siendo pequeños porque tal vez no reúnen los requisitos para altos mandos, o bien, sólo es en respuesta a la lucha de géneros o a la falta de oportunidades para probar sus aptitudes en puestos públicos o de mayor jerarquía, los cuales son destinados generalmente para el sexo masculino; los lugares que ocupa la mujer en el mundo laboral no está directamente relacionado con su capacidad para ser productiva y desempeñar una actividad específica. También consideramos prudente que dependiendo del desarrollo cultural de las ciudades habrá más oportunidades, a mayor educación mejores oportunidades para el desarrollo de la mujer. Esta situación invita a la reflexión acerca de qué es lo que hicieron las grandes figuras femeninas de la psicología, tal vez no trabajaron en términos de proponer teorías que resultaran fundamentales para quienes estudian la disciplina, sin embargo, la dedicación a la práctica estuvo presente, al igual que hoy en día; los resultados mencionados reflejarían una cuestión de seguridad personal para escribir, o que el discurso social está condicionado a promulgar que el hombre posee mayor potencial para desarrollar teorías, situación que definitivamente exige espacios para la reflexión. Es mucho más común saber que las mujeres han escrito acerca de la educación como temática, es posible que uno de los motivos sea que hace décadas sólo los hombres tenían posibilidad de estudiar profesiones más complejas como la medicina o bien, el propio psicoanálisis.

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Para explicar la situación de la mujer utilizaremos la propuesta de Lipovetsky sobre la tercera mujer, una perspectiva que consideramos realista y contextualizada en nuestra realidad social actual. Ya no hablemos de igualdad o de equidad de género, sino de una propuesta novedosa que permita comprender qué busca una mujer, qué necesita para ser feliz, de qué recursos se vale para sostener la idea de que puede ingeniárselas para atender distintos roles y no únicamente el de esposa-madre que tradicionalmente estaba impuesto. Es evidente que obtener la total satisfacción en cada una de las áreas de su vida será complicado, pero es posible mantener un estado de equilibrio constante entre sus deseos más internos y lo que socialmente le corresponde, después de todo la falta siempre estará presente; deberá aprender a ser tolerante a la frustración y saber manejar sus emociones sin perder el control o los estribos, vivir principalmente para sí misma, para con ello tener algo que ofrecer a los demás. También creemos que es complejo pensar en que algunas mujeres están dispuestas a renunciar a la maternidad como único papel en su vida, para ello implicaría pensar en que los hombres –o sus parejas– también estuvieran más dispuestos a participar de forma más activa y al parejo principalmente en el rol de padre, que también es sumamente importante para la constitución de la psíque de los hijos. La presencia de ambos padres conduce a la resolución edípica, más no es la mujer la única que estructura psíquicamente al infante. Con los años, las instituciones educativas aceptaron a las mujeres como uno de los primeros efectos de la lucha por la igualdad, situación que permitió que a través de la educación la mujer dejara ese lugar de madre-esposa y objeto sexual; al principio no eran admitidas más que para estudiar una carrera técnica y nunca tuvieron las mismas oportunidades de desarrollo profesional y laboral que el hombre, a menos que pertenecieran a la clase media, donde las circunstancias intelectuales favorecieran para ello. Continúa siendo palpable que, independientemente de las oportunidades que se vayan presentando, así sea el estudiar una carrera profesional o técnica –si sus condiciones le favorecen– la mujer, en caso de que su iniciativa se vea obstruida, sabe que está dotada de conocimiento sobre las tareas de ama de casa para desempeñar un buen papel. La mujer, estando fuera de la educación académica, confirma que las posibilidades de crecimiento son para los hombres, desde las leyes, la cultura y la filosofía, por la simple razón de que quienes gobiernan son varones; el mundo está diseñado por y para los hombres. Lipovetsky (2007) expone: “durante mucho tiempo la escolarización secundaria y superior de las jóvenes ha cohabitado con el ideal de la esposa relegada al hogar. Incluso cuando proseguían los estudios, las chicas tenían como objetivo contraer matrimonio y dedicarse a los hijos” (p. 209). Las mujeres también han tenido que ir transformando lo que piensan y lo que creen, ha sido necesario reformular ideas para conciliar el ideal de la mujer con el deseo personal al dejarse invadir por la búsqueda de identidad femenina a través de la gratificación profesional y/o laboral y no sólo por ser esposa y ama de casa. Sin embargo, hoy día aún vemos mujeres que son jaladas por la cultura y finalmente limitadas a los roles convencionales. La sociedad en la que vivimos está basada en el capitalismo, la explotación del hombre por el hombre (y del hombre a las mujeres); con la revolución industrial la obligación de sostener los gastos de un hogar, que iban en aumento, el trabajo del varón fue insuficiente; la necesidad económica empujó a la mujer, ya que tuvo que salir a trabajar buscando oportunidades para ser productiva y generar también una estabilidad financiera. La falta de preparación en la mujer la obligó a aceptar los peores (de acuerdo a la época) trabajos, como por ejemplo de obreras, siendo las ocupaciones más populares las de criada, costurera, oficinista, cocinera, recamarera entre otras; labores pesadas con retribuciones mínimas o inferiores a las de los hombres, pero la necesidad las hacía someterse a esa clase de empleos, con lo que automáticamente

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experimentaban inferioridad, aunque, por otro lado, generaba un cierto grado de independencia; por lo tanto, si con esta forma de gobernar el hombre era explotado, la mujer mucho más, ya que a las tareas que debía realizar se sumaban el trabajo, la casa, los hijos y el marido; pensaríamos que en la actualidad la situación es distinta, sin embargo hay señales que dicen lo contrario. Lipovetsky (2007) explica: “entre las mujeres obreras carentes de cualificación, el sueldo suele ser la única motivación que el trabajo les ofrece; la ausencia de gratificación profesional, la escasa remuneración y la carga familiar provocan que las obreras aspiren, en mayor medida que las demás mujeres, a quedarse en casa” (p. 208). Ante este contexto resultaba inevitable que las mujeres hicieran protesta de sus condiciones de vida, señalando la diferencia de la forma de vivir de los hombres; comienza la lucha por liberarse del dominio del sistema y de los hombres. La Unión Soviética decreta la igualdad para hombres y mujeres en 1917, buscando se finalizara con las restricciones de los derechos de la mujer; la revolución socialista ganó terreno proponiendo dar a las mujeres oportunidades que no habían tenido: posibilidad de estudiar y desarrollarse, que pudieran trabajar a la par del el hombre, ganando lo mismo que él, dejando a los niños en un lugar seguro mientras ella trabajaba. Antes de esta revolución hubo pequeños intentos de emancipar a la mujer, pero que sólo quedaron en eso. La mujer independiente e intelectual llega a ser más consciente de sí misma, de su saber y su valor pero no deja de temer al fracaso, tanto más presente es éste más se esfuerza por sobrellevar tal tensión; también comete un error cuando niega su capacidad intelectual y su poder personal; termina sintiéndose disminuida porque a fin de cuentas no profundiza ni interioriza sobre los logros que ha obtenido y con ello se niega la posibilidad de celebrarlos. Beauvoir (1949) menciona: “en tanto que la mujer se quiere mujer, su condición independiente crea en ella un complejo de inferioridad; a la inversa, su feminidad le hace dudar de sus oportunidades profesionales” (p. 694). Esta misma mujer de la que hablamos se relaciona con frecuencia con hombres que también son autónomos y activos, que no representan en su vida un papel de parásitos o bien, que no la encadenan con su debilidad ni con la exigencia de sus necesidades. Sin embargo, también es raro ver mujeres inmersas en relaciones de esa naturaleza donde la libertad es uno de los pilares que les produce plenitud. Por otro lado, la mujer que es más independiente no descuida su feminidad, como se pensaba en algún momento posterior a la liberación femenina pensaban quienes más bien estaban luchando por obtener un lugar de iguales frente al hombre y se convertían en feministas radicales; quienes atienden su feminidad no pierden su atractivo sexual, aunque todavía, a diferencia del hombre, no puedan establecer las relaciones con el sexo opuesto tal y como desean, debido a que su vida erótica y sentimental posee diversos obstáculos y el principal es un sentimiento de frustración, el cual es más complejo en una mujer independiente que no ha optado por la resignación como en el caso de otras mujeres, sino más bien por la lucha en la búsqueda por desarrollarse intelectualmente aún con la reserva de la inequidad y los privilegios acentuados en los varones. Beauvoir (1949) explica: Como consecuencia de ese derrotismo, la mujer se conforma fácilmente con un éxito mediocre; no se atreve a poner sus miras muy alto. Abordando su profesión con una formación superficial, pone rápidamente límites a sus ambiciones. A menudo el hecho de ganarse la vida por sí misma le parece ya un mérito bastante grande; como tantas otras, hubiera podido confiar su suerte a un hombre; para que siga deseando su independencia, necesita realizar un esfuerzo que la enorgullece, pero que también la agota. Le parece que ha hecho bastante desde el momento en que ha optado por hacer algo (p. 695).

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La mujer tiene una de las tareas más importantes que es la de conquistar incesantemente una confianza que no se le ha concedido desde el principio, desde su nacimiento; la desconfianza en sí misma es reforzada en la medida en que crece y se desenvuelve en contextos en los que sólo el hombre tiene valía, pero si aprende conductas que le generen mayor seguridad y posee una actitud diferente, podrá sobreponerse a cualquier obstáculo y esto culminaría en sentirse feliz y satisfecha consigo misma. 1.3 Análisis de resultados Recuperando nuevamente a Poniatowska y sus siete cabritas, un libro donde se exponen las vidas de mujeres que se ganan la vida con su propio esfuerzo, que no están hechas para convencionalismos y, por otra parte, donde se ofrece una nueva visión, otra forma de ser críticas de la concepción de ser mujer; si bien es cierto que a algunas de estas mujeres se les tachó de locas, eso no significaba que lo estuvieran, sólo hacían cosas absolutamente fuera de lo común, y lo normal sólo es un calificativo de su actuar. Lo más sobresaliente es que hicieron una diferencia, que fueron un parteaguas, que su vida resulta útil, no para decir “tengo que ser como ellas” e imitarlas, pero sí para tomarlas como modelo, para servir como “liquido de contraste” entre lo que es ser una mujer convencional o una cabrita; pero, ¿y qué hay en el inter? Un tiempo en el que se tiene que procesar la crítica de estas mujeres, para entonces decidir un lugar de camino propio, diferente, en donde se cuestione a hombres, mujeres y sistemas, en todas las áreas de producción y en sus formas de actuar. ¿Qué ocurre entonces con el ideal del yo en éstas y otras cabritas? Rompen esquemas y formas prescritas, no se puede asegurar que no quepa en ellas un sentimiento de culpa que tarde o temprano las traicione y las empuje a la soledad, a la tristeza o al vacío. Por ello muchas mujeres prefieren no intentarlo o siquiera pensarlo, saltarse las líneas trazadas por figuras como los padres que son altamente poderosas para dar designios de comportamientos y sobre todo, de lo que puede ser deseable. Al investigar a algunas psicólogas se pudo constatar que la mujer actualmente se encuentra en un dilema, sin tener una claridad de lo que es ser mujer; esta dificultad está arraigada históricamente a lo que Lipovetsky describe como un proceso de evolución de la mujer y de sus diferentes perspectivas de vida. Lamentablemente ser mujer puede ser explicado a través de lo que hace y de sus diferentes roles sociales que posee, se deja de lado la singularidad que caracteriza y distingue a cada una. Decía Beauvoir que la mujer cree que con lo que ha elegido es suficiente y eso ya la hace distinta al resto profesionalmente hablando; parece que las investigadas no se dan cuenta pero esto es justamente lo que ocurre: han estudiado, se han preparado –la mayoría– pero en ellas continúa vigente la idealización del matrimonio como oportunidad para trascender y ser felices; la mujer busca a fuera lo que ya de por sí tiene, no es una mitad pero sí la habita una falta que de no trabajarse se podría convertir en una falta eterna. Reich cuestiona a la familia y a su sistema represivo de la sexualidad, en particular de la mujer; debate sobre los aprendizajesenseñanzas dentro de la familia, pues todo pareciera indicar que la única posibilidad de trascendencia es la reproducción de la especie, sin reconocer el deseo psíquico sexual, limitando las vías de crecimiento de toda mujer. Si ella no reconoce cuál es su deseo, no se movilizará para entender su psiquismo y descubrir qué es lo que le produce mayor satisfacción y bienestar. De acuerdo a Freud y El malestar en la cultura, hay una constante en el conflicto entre las pulsiones y las prohibiciones que posteriormente generan sentimientos de culpa. El desarrollo personal y profesional de las mujeres está limitado a desempeñar las funciones y los roles que la vida les ha impuesto, pero sin proponer, sin buscar, sin ir más allá de lo que pueden ver dentro y fuera de sí mismas. Las mujeres no logran ser capaces de reconocer sus anhelos inconscientes, la

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represión trabaja de forma constante para coartar toda señal de conciencia. Siguen creyendo que cuando se habla del ciclo de vida de un ser vivo, en lo que respecta a la reproducción, ello se limita a lo genital y a la procreación de la vida, cuando, por el contrario, la reproducción también tiene que ver con nuevas formas de trascender a través de una gran diversidad de opciones para desarrollarse, por ejemplo, en la actualización académica, con el impulso laboral, el fomento a la lectura, estando informadas, creando espacios que permitan ampliar el panorama del individuo, conocer y desarrollar habilidades, etcétera. Las viejas y compartidas creencias de generación en generación impiden el autoconocimiento, no dan pie a tomarse el tiempo para sí mismas, reproducen de manera delibrada formas de conducirse heredadas por las grandes mujeres de su historia, las abuelas y la madre, al desviarse del patrón de comportamiento se produce un malestar psíquico no impuesto nada más por el padre, ambos progenitores son responsables del psiquismo de la mujer que no encuentra nuevas formas de reconducir su energía libidinal que no sea por el camino indicado. 1.4 Conclusiones y propuestas Con este trabajo se confirma que la mujer aún no logra conocerse a sí misma, no traspasa las fronteras, se limita a hacer y no a saber, teme investigar dentro de sí misma, se conforma con realizar lo que le gusta para ser feliz sin importar el precio. Como herencia de la liberación femenina hoy sólo una sensación de confusión en lo que respecta a la interminable comprensión de ser mujer, de sus complejidades, sus deseos, sus construcciones para sobrevivir. Hoy dice saber qué quiere, pero ella misma se pone restricciones y concesiones que al final de cuentas no le permiten generar un cambio, como si no existieran alternativas para descubrir y cumplir su deseo; titubea y opta por caminos o decisiones más simples y comunes que el resto. Ser profesionistas no genera independencia, pero tampoco la posibilidad de hacer un análisis profundo respecto a lo que se desea; estudiar psicología no da el pase de entrada a la introspección; las contradicciones debilitan los anhelos y se termina sometiéndose a lo esperado socialmente, el matrimonio y los hijos por ejemplo, ello se cree una excelente manera de consagrarse como mujer y no se reconoce que la plenitud no sólo está en eso –a menos que encuentre un hombre que realmente sea compañero en su vida, autónomo y, por consecuencia, también libre, sin miedo a que su pareja sea tan libre como le plazca, ya que eso significaría que ella se encarga de su propia felicidad antes que esperarla del otro–, se requiere que esta plenitud tenga como base el establecimiento de acuerdos acerca de: la libertad, el trabajo, la sexualidad y todo aquello que tenga que ver con los deseos tanto del hombre como los de la mujer. La mujer, si no se conoce, no se entiende, vive en la imposibilidad y, automáticamente, se obstaculiza a sí misma, cree que no tiene sentido ir más allá. Una constante en mujeres exitosas es que, cuando llegan a obtener satisfacción y reconocimiento de los demás, experimentan serias dificultades para escuchar comentarios positivos, sienten vergüenza de hacer públicos sus esfuerzos y logros; la mujer no sólo es o ha sido devaluada por otros sino también por sí misma, lo que resulta por demás lamentable; es arrastrada inconscientemente a la devaluación de su poder por el sentimiento de culpa y, al contrario de lo que ocurre en otras mujeres que intentan conservar la postura sumisa y abnegada, no se les escapan actitudes de liberación y dicha, pero la satisfacción cesa cuando aparecen los miedos y las dudas. Cada persona y cada mujer deben reflexionar sobre su proyecto de vida, estamos inmersos en la inmediatez y el disfrute del momento, pero tenemos miedo a pensarnos en un futuro, porque ello nos pondría en evidencia acerca de la irresponsabilidad que hemos tenido con nosotras mismas por hacer lo que ni pensamos ni queremos y seguimos justificándonos por el machismo. Es

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imprescindible verse como una mujer en toda la extensión de la palabra, sin vigilarse ni castigarse, sin miedo a estar sola y ser para sí, perder el miedo a equivocarse, asumir con fortuna cada logro y hacerse cargo de la propia vida, de la salud y el bienestar. Cuando nos preguntamos quiénes somos inicia un camino incierto, pues nunca sabemos con lo que nos enfrentaremos, para ello es esencial saber: ¿Por qué me llamo así? ¿Quiénes son mi familia? Luego plantearnos ¿Qué queremos?, y con esto ya estamos del otro lado; la conciencia del origen y la esencia de lo que somos permitirá ser transparente consigo misma y tomar las rutas de la vida que más nos atraigan, utilizando los fracasos como recursos fortalecedores para continuar el camino. Bibliografía ANTAKI, I. (2000) El pueblo que no quería crecer. Océano BARTRA, R. (2005) La jaula de la melancolía. Identidad y metamorfosis del mexicano. México: DeBolsillo BAKER, M. J. (1987) Hacía una nueva psicología de la mujer. México: Paidós BEAUVOIR, S. (1949) El segundo sexo. Buenos Aires: Editorial Sudamericana BORRAS, G. y Bucci I. (2001) artículo “La inserción profesional de las mujeres ingenieras y psicólogas. Un análisis desde la perspectiva de género” Buenos Aires BRAUNSTEIN, N. (1975) Psicología: ideología y ciencia. México: Siglo Veintiuno Editores DOWLING, C. (1987) El complejo de Cenicienta. El miedo de las mujeres a la independencia. Barcelona: Grijalbo FREUD, S. (1933) Obras completas. 33ª. Conferencia La feminidad. Buenos Aires: Amorrortu Editores (1930) El malestar en la cultura. Buenos Aires: Amorrortu Editores (1908) La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna. Buenos Aires: Amorrortu Editores (1931) Sobre la sexualidad femenina. Buenos Aires: Amorrortu Editores FUENTES Fierro, A. G. (2006) “Migración de la identidad de género en las alumnas egresadas del programa de especialización de estudios de género en educación de la unidad 141 de Guadalajara de la Universidad Pedagógica Nacional de las generaciones comprendidas entre los años 2000 a 2005 LAGARDE, M. (1998) Género y feminismo. España: editorial horas y horas LIPOVETSKY, G. (2007) La tercera mujer. Barcelona: Anagrama MARTÍNEZ, M. (2010) Sopa o Sexo. México: Diana PRECIADO Cortes, S.F. (2009) reseña de “Mujeres y universidad. vidas académicas” de Sara G. Martinez Covarrubias. Revista Mexicana de Investigación Educativa RAMÍREZ, S. (1975) Infancia es destino. México: Siglo XXI El mexicano, psicología de sus motivaciones. (1977) México: Grijalbo SALAZAR, I. (2010) “La autoestima” Revista Mundopsique. Psicología y cultura. No. 11 México D.F. TAYLOR, Ch. (2006) Fuentes del yo. La construcción de una identidad moderna. Barcelona: Paidós Surcos 21

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TÍTULO: CARACTERIZACIÓN DE LA IDENTIDAD GENÉRICO PROFESIONAL DE MUJERES Y HOMBRES QUE DIRIGEN EMPRESAS PONENTE: Yaranay López Angulo AUTORES: Yaranay López Angulo INSTITUCIÓN: Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos”. Cuba MODALIDAD: Contribución libre La identidad de género es la conciencia de mismidad como hombre o mujer, que deviene de la asunción de un sistema normativo-valorativo asignado a los sujetos en función del sexo. Esto permite definirse y regular el comportamiento propio en el ejercicio de roles de género asumidos. “Combinación de feminidad y masculinidad en los individuos” (Stoller, 1985, en García-Mina, 2003, citado por Virgilí, 2009). Según Marcela Lagarde la identidad de la mujer no es más que “el conjunto de características sociales, corporales y subjetivas que las caracterizan de manera real y simbólica de acuerdo con la vida vivida. La experiencia particular está determinada por las condiciones de vida que incluyen, además, la perspectiva ideológica a partir de la cual cada mujer tiene conciencia de sí y del mundo, de los límites de su persona y de los límites de su conocimiento, de su sabiduría, y de los confines de su universo”. (Lagarde, M., 1990, p. 1). De lo anterior se deduce que la identidad de género es el resultado de un proceso evolutivo sociocultural, resultado de la socialización, por el que se interiorizan, las expectativas, creencias, estereotipos y normas sociales relativas al dimorfismo sexual y que hacen referencia al sentido psicológico del individuo de ser varón o hembra. En el establecimiento, configuración y desarrollo de la identidad de género incide la condición histórica del sujeto, sus experiencias, vivencias a lo largo de su vida, y el aprendizaje de los roles de género por eso es que se trata de una instancia difícil de construir porque al formarse de modo casi inconsciente no se tiene crítica de ello. Presenta un carácter dinámico dado que permite que se modifique en las distintas etapas de la vida. Hay algunos autores que hacen referencia a edades en las que puede establecerse la identidad de género, Stoller apunta que a través de las interrelaciones que establece con el entorno social durante los primeros dos o tres años de vida, no obstante es importante agregar que aunque su inserción lo hace a través de la entrada en el lenguaje, la identidad es una proceso que se va estructurando con la configuración de la propia personalidad durante toda la vida. Otros son de la idea de que la identidad de género es un proceso de continua negociación. (Deaux y Stewart, 2001) “La identidad de género abarca mucho espacio de la identidad personal. En el proceso de formación de la identidad, nosotras desarrollamos la autoidentidad primera, ya definida como una identidad de género. (…) Nos cuesta mucho separar el “yo” del “yo mujer”, y en los hombres el “yo” del “yo hombre” con todo lo que en esa caracterización signifique ser mujer o ser hombre”. (Lagarde, sin año, p.11), por eso puede hablarse de dos tipos de identidades: la femenina y la masculina. La primera tiene que ver con la “ética del cuidado” donde entraría la satisfacción de los deseos del otro y de su cuidado y el segundo se refiere a una identidad cuyo narcisismo está centrado en el “yo”, en la satisfacción de los deseos de los que se es consciente y en la obtención de metas. De esta manera se puede observar como la asunción de una de estas identidades diseña un camino a recorrer por mujeres y hombres. (Hernando, 2007) En la literatura científica del tema, se puede visualizar que varios han sido los estudios acerca de la identidad de género que han revelado la existencia de niveles de desarrollo diferentes en cuanto a

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la asignación y asunción de los roles de género, por lo que han descrito tres tipos: tradicional, transgresor o innovador y transicional. La identidad de género tradicional se caracteriza por la integración de significados y sentidos en torno a sí como mujer u hombre, relacionados con una noción hegemónica de feminidad y masculinidad, establecida por la cultura patriarcal, de forma rígida y excluyente. Por un lado las mujeres se perciben como madres, esposas y amas de casas exitosas, inmersas en el espacio privado, no remunerado, identidad vinculada a la maternidad, a lo emocional, al sexo como procreación (Alfonso, 2007). Por el otro, los hombres como proveedores económicos fundamentales de la familia, incursionando en el espacio público, remunerado, identidad relacionada con el lugar donde se ubica el poder, la toma de decisiones y la inhibición de los sentimientos. La identidad de género transgresora o innovadora se caracteriza por la asunción y asignación de roles de género en función de los intereses y necesidades personales lo que suponen una ruptura con las asignaciones hegemónicas prescritas por la cultura patriarcal en torno a lo femenino y lo masculino. De este modo las reflexiones, valoraciones, creencias y juicios en torno a sí, están matizadas por un cuestionamiento crítico y activo de las asignaciones culturales, donde sus necesidades vitales, sus intereses personales se erigen como centro. Un ejemplo es cuando las mujeres ocupan los espacios tradicionalmente ocupados por hombres como el ejercicio del poder y se desempeñan bien. La transicional se caracteriza por combinar elementos tradicionales y a la vez innovadores como contenidos del rol. La vinculación de estos elementos puede darse tanto de manera armónica como conflictiva. En el imaginario social existe un conjunto de características y valores que distinguen el tipo de masculinidad y feminidad tradicional. La masculinidad tradicional apunta a un hombre rudo, violento, agresivo, decidido, homofóbico, competente, valiente, seguro, racional, siempre listo sexualmente, activo en el coito, poseedor de variadas relaciones, responsable del orgasmo femenino, reconocido y admirado siempre por las mujeres. La feminidad tradicional da cuentas de una mujer sensible, generosa, dulce, expresiva, dócil, susceptible, afectiva, menos competitiva, dispuesta, orientada a las necesidades de los otros, sexualmente destinada a la sexualidad no como placer si no como reproducción, la maternidad asociada a la entrega total, al sacrifico, y al borramiento de la identidad personal para integrarse a la identidad de otros donde la maternidad es vista como el eje de la subjetividad femenina, de su identidad genérica y personal. (Fernández, 2000, 2005) ¿Qué sucede con las mujeres y hombres, en las sociedades regidas por el género como un orden de poder? ¿Qué sobreviene cuando las mujeres irrumpen en los espacios de poder concebidos solamente para hombres? La relación entre lo prescrito y lo que la mujer desea hacer, provoca que en ocasiones se identifique o no con otras mujeres y hombres. Cuando se ha identificado con algunos atributos de los hombres estas han sido tildadas de enfermas, incapaces, locas, fallidas, etc. (Lagarde, 1990). Por eso es que la mayoría de las mujeres incorporan a su identidad los atributos aceptados por los otros, reprimiendo, disimulando y negando todos los que no se relacionan con lo esperado, producto de lo cual ha sufrido malestares e inconsistencias. Y es que la falta de correspondencia entre lo asignado y lo asumido desde las construcciones sociales, puede generar crisis de identidad de género. Sin embargo, la separación por diferentes motivos de los patrones que la sociedad adjudica a hombres y mujeres, no necesariamente hace que emerjan conflictos y malestares, pero desde el momento en que la mujer continuamente

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siente incongruencias con el sistema de relaciones que el contexto le impone se desatan sentimientos de crisis de identidad femenina o de identidad de género. En este sentido el movimiento feminista aboga por cambios que permitan superar la hegemonía del patriarcado. Incita a nuevas formas de ser mujeres más autónomas y solidarias con ellas mismas; resultado de lo cual se han originado algunos cambios en la sociedad actual conjuntamente con miedos y otras molestias. Hay muchos que creen que estos cambios implican que las mujeres nos masculinicemos y los hombres se feminicen totalmente, pasando al sexo contrario, al adoptar comportamientos que transgredan los límites asignados. Lagarde propone un concepto que permite comprender profundamente el sentir de algunas personas en cuanto a los nuevos cambios. Se trata de “Identidades Binarias Cambiadas”. Al respecto agrega: “En efecto, si cambian los hechos que definen la identidad genérica, ésta se transforma también, pero el equívoco es creer que se concluye en la dimensión genérica contraria. Los cambios genéricos pueden ir en muchas direcciones y desembocar en condiciones inimaginadas, como el surgimiento de nuevas categorías, y la modificación o desaparición de las existentes”. (1990, p. 5). De este modo la identidad no solo tiene que estar delimitada y establecida de manera tradicional, donde lo femenino es dado a la mujer como lo masculino, es al hombre, sino que puede combinarse: la mujer con el “masculino” y el hombre con el “femenino”, de modo que la noción de feminidad y masculinidad tradicional cambia. Esta crisis se caracteriza por la pérdida de los parámetros determinantes y específicos de los géneros, es decir, la aceptación y conformación de lo que "debe ser y hacer", una mujer y lo que "debe ser y hacer" un hombre. (García, 1998) En el caso de las mujeres directivas, por ejemplo existen quienes asumen un modo de dirección masculinizado para que el rol les pueda funcionar, son mujeres que han incorporado a su identidad femenina atributos masculinos de mando y dirección para ser eficaces y respetadas en su actividad, lo cual no quiere decir que dejen de ser mujeres, femeninas. También pueden ser excluidas, rechazadas o devaluadas: “Los y las que no se ajusten a los tipos ideales de mujer y de hombre pueden quedar marginados lo cual es en sí mismo una violencia ejercida desde lo cultural hacia la individualidad pues se excluye en cada individuo la posibilidad de incorporar cualidades que en definitivas son patrimonio de la humanidad y no de un sexo en exclusión o detrimento de otro. (Fernández, L. sin año, p. 8). Teniendo en cuenta que la identidad de género es la que primero se desarrolla, el individuo transita por la vida insertándose en grupos, desarrollando preferencias, que más tarde en su inserción en un grupo profesional, pone en juego para definirse como profesional. La identidad profesional, al aparecer cuando el individuo interactúa en un grupo de profesionales y se desarrolla como tal, es un proceso tardío, en la configuración de la personalidad, por lo que es antecedido y por tanto matizado por la identidad de género en su conformación y desarrollo. “La identidad profesional constituye un tipo de identidad social que, como configuración subjetiva, implica un sentido de mismidad y una noción de pertenencia, que emerge en el sujeto, a partir de su incorporación a un grupo profesional, con el cual este se siente identificado y comprometido. Se concibe como una entidad sistémica, estructurada e insertada dentro de la personalidad como configuración subjetiva, la cual se expresa en el sentido de pertenencia y la noción de mismidad que desarrolla el sujeto con este tipo de grupo. La identidad profesional es un componente medular de la Identidad Personal y uno de sus pilares esenciales. (Marcos, B., 2001, p.4; 2008, p. 34).

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“La identidad profesional es una configuración personológica, de contenidos y funciones de carácter autorreferencial, que expresa la conciencia de mismidad y continuidad del sujeto como miembro activo de un grupo profesional, con el que se siente identificado y comprometido y hacia el cual desarrolla sentimientos de pertenencia, en un momento o contexto social determinado”. (Marcos, B., 2005, p. 11). Abordar la identidad profesional de modo integral y sistémico desde la perspectiva individual, es decir como configuración subjetiva de la personalidad, supone necesariamente hablar de sus dos dimensiones constitutivas o componentes básicos: sentidos de mismidad y pertenencia y como una unidad cognitivo, afectivo, actitudinal. (García & Marcos, 2005). El sentido de mismidad es la noción de sí como profesional que construye el individuo. Para que este proceso suceda tiene que haber por parte del sujeto una individualización y subjetivación de las peculiaridades de su grupo, lo que implica sentirlas como propias e incluirlas en la imagen que de profesional ha construido. Esta noción lo hace definirse y reconocerse ante los demás miembros del grupo de profesionales como un ser único y diferente, que a pesar de compartir habilidades, cualidades y potencialidades las suyas son percibidas como propias en tanto se sienten diferentes. (García & Marcos, 2005). Es crear la noción de ser “yo” y no “otro”, en el marco de su profesión. El sentido de pertenencia al grupo profesional es la noción que tiene el individuo de sobre sí mismo como integrante de una entidad específica, es decir de su grupo profesional. Implica la presencia de representaciones y creencias sobre dicha pertenencia, con sus respectivos efectos vivenciales, afectivos, motivacionales y actitudinales. (García & Marcos, 2005). La identidad profesional a diferencia de la personal y las otras identidades sociales, emerge en la juventud y la adultez media, es por ende una formación tardía, que no nace con el sujeto y que aun cuando se comienza a perfilar desde los primeros años de vida, no se tiene conciencia plena de su configuración o estructuración hasta que el sujeto no se inserta en la actividad profesional. Específicamente del estudio sistemático de las identidades ha emergido como necesidad la aparición de un nuevo concepto que proviene de la relación entre estos, se trata de la llamada categoría identidad genérico profesional la cual hace alusión a “la manera en que se relacionan la identidad de género y la identidad profesional, teniendo en cuenta que se imbrican a lo interno de la identidad personal, configurando a la misma como núcleo de la personalidad. La relación entre ambos sentidos identitarios puede darse en un continuo que va desde la ruptura, contradicción y dicotomía entre ambos sentidos identitarios, lo que genera una crisis identitaria en la mujer; hasta una relación de integración, armonía, compatibilidad y congruencia entre los sentidos, lo que es deseable en tanto expresa un desarrollo personológico sano que genera estabilidad cognitivoemocional al sujeto” (Virgilí, D. 2009, p. 51). Dicha identidad posee dimensiones:  Imagen de sí.  Valoración de la imagen de sí  Ideal  Estrategias utilizadas en la solución de los conflictos y malestares.  Conflictos y malestares identificados como inherentes a su condición identitaria. Subjetivamente, estas identidades se entretejen en un proceso de construcción y reconstrucción constante, lo cual conlleva a que si entran en conflicto o contradicción, se produzca una ruptura que desestabilizaría al sujeto causándole malestar, emergiendo una crisis identitaria. Estudios recientes revelan que la relación que se establece entre estos conceptos es estrecha y que puede hablarse de dos dimensiones que la constituyen. La propuesta metodológica de

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Bahamonde 2012, explicita la existencia de un sentido de mismidad y de pertenencia genérico profesional. El sentido de mismidad genérico profesional hace referencia a una “noción de sí como hombre o mujer, desde la cual se asume un sistema normativo-valorativo asignado culturalmente en función del sexo que permite regular el comportamiento en el ejercicio de roles de género y una noción de sí, identificación y compromiso como integrante de un grupo profesional con el cual se comparte el sistema de símbolos, significados, normas, valores y características comunes que tipifican a un grupo profesional y no a otro.” (p. 59) El sentido de pertenencia genérico profesional “constituye la imbricación entre la noción que tiene el sujeto de pertenecer a un grupo sexuado como hombre o mujer con determinadas asignacionesasunciones de género y como integrante de un grupo profesional determinado hacia el cual se desarrollan sentimientos de pertenencia expresados a través de autocategorizaciones. Implica la existencia de representaciones, creencias, vivencias, motivaciones asociadas en una síntesis de pertenencia. De esta forma se establecen a lo interno del sujeto vivencias asociadas a ser mujer y hombre a la vez que insertada/o en un ámbito laboral con el cual mantienen una determinada relación o vínculo afectivo favorable.” (p. 59-60) “La relación entre ambos sentidos identitarios puede darse en un continuo que va desde la ruptura, contradicción y dicotomía entre ambos sentidos identitarios, lo que genera una crisis identitaria; hasta una relación de integración, armonía, compatibilidad y congruencia entre los sentidos, lo que es deseable en tanto expresa un desarrollo personológico sano que genera estabilidad cognitivoemocional al sujeto”. (Virgilí, D., 2009, p. 51). Por esta razón es que la identidad genérico profesional puede estar en congruencia, en tensión o en crisis (Bahamonde, 2012). Estar en congruencia supone un estado de bienestar, satisfacción, comodidad y placer lo cual se va moviendo hacia el polo negativo si estos sentidos entran en tensión o crisis. De modo que los indicadores que miden el comportamiento de esta relación son los siguientes: - Relación entre la autopercepción de género y la percepción de la profesión desde una mirada de género. (Predominio de coherencia, Elementos de incoherencia, Incoherencia) Pertenecer a un grupo profesional que se diferencia de los restantes grupos. (Conciencia; Presencia de conductas que evaden o cuestionan el desempeño del rol profesional en cuanto al contenido mismo, Presencia de frases cliché y frases formales referidas a la autocategorización como mujer u hombre profesional.) Identificación del sujeto con el sistema de símbolos, atributos y normas del grupo profesional. (Total, parcial, escasa) Motivación profesional expresada en presencia de vínculo afectivo hacia la profesión y alta elaboración personal en las respuestas. (Alta, medio, baja) Sentimientos de satisfacción hacia la profesión. (Satisfacción, elementos satisfactorios e insatisfacción, insatisfacción total.) Existencia de ejercitación constante de los procesos autorreferenciales, evidenciado en la expresión de cualidades y características personales. (Buen desarrollo, insuficiente desarrollo, ausencia o poco desarrollo) Presencia de conflictos o malestares identitarios por ser mujer u hombre desde una determinada asunción de género y el sentimiento de pertenencia a su grupo profesional. (Ausencia, alguna presencia, presencia)

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Identificación del sujeto con el sistema de símbolos, atributos y normas pertenecientes a un grupo de género. (Identificación, Reflexiones de cuestionamientos o críticas, identificación con otras profesiones) Como es evidente, este concepto surge en el año 2009 y ha sido estudiado por profesionales de la psicología en los sectores profesionales, académicos y empresariales. Uno de los retos que descubre y persigue esta investigación es la necesidad de seguir investigando el concepto teóricamente en otras muestras. Por ejemplo no ha sido estudiado en personas profesionales de la salud, deportistas, periodistas, abogados o en personas con formación militar, etc. El objetivo de la presente investigación es caracterizar la identidad genérico-profesional de cuatro mujeres y cuatro hombres dirigentes de empresas. Para su abordaje se utilizó un enfoque metodológico cualitativo para la exploración profunda; puesto que el objeto de estudio es un proceso subjetivo complejo y singular, que debe ser estudiado con las herramientas que permitan su análisis integral y complejo. Dentro de los dos métodos posibles a utilizar, se seleccionó el estudio de casos múltiples; pues permite investigar de modo simultáneo varios sujetos a la vez. Dentro de las técnicas e instrumentos utilizados se encuentran: la entrevista a profundidad, observación, cuestionario del empleo del tiempo, el incidente crítico y el dibujo del malestar más significativo. La muestra estuvo constituída por 4 mujeres y 4 hombres de primer y segundo nivel de dirección en sus empresas, de Ciudad de La Habana y Jagüey Grande, en la provincia de Matanzas. Como instrumento metodológico para el análisis de los resultados y la interpretación de la información se utilizó el análisis de contenido. Resultados de investigación. Características de la identidad genérico-profesional de la muestra estudiada. El núcleo de sentido de mayor presentación, está fundamentado en las nociones de preparación, autopreparación, búsqueda de información y conocimientos. Se presenta de manera significativa en todas las mujeres y todos los hombres. Caso 1 mujer: “Las expectativas de mis padres era que tú crecieras, te casaras y parieras, o sea, las expectativas de mis padres nunca fueron que yo dirigiera ni que yo estudiara una carrera universitaria ni mucho menos”. (Entrev.1) Caso 5 mujer: “…me he ido, tengo 20 cursos en postgrados y eso me ha servido mucho para la vida laboral…” (Entrev.1) “He pasado para cursos de economía, Idioma Inglés, segundo semestre, Idioma italiano, tercer nivel, Gestión de ventas, Relaciones públicas, Marketing empresarial, Técnicas de dirección, Seminario contra incendios, Seminario de mantenimiento, Postgrado de energética, Curso de reserva de cuadros, Ética empresarial, Curso de contabilidad, Técnicas de dirección”. (Entrev.2) Caso 2 hombre: “…mi expectativa es saber, cuando voy a cumplir una tarea, me gusta saber si no la domino, si no la conozco, cualquier cosa que vaya a hacer, la preparo, la estudio, la analizo, veo diferentes posibilidades” (Entrev.1) Caso 3 hombre: “soy ¨open man¨, siempre me gusta leer, ver otras cosas… estuve tres meses en un curso de dirección y ahí aprendí mucho…he hecho muchos cursos en Internet; he tenido la suerte en los trabajos… me ha permitido hacer cursos y eso va dando al traste con todas estas cosas, estar sentado aquí, saber todo lo que sé, tener conocimiento del mundo”. (Entrev.1). “El conocimiento, aquí hay una cosa importante que tiene que tener la persona que se siente aquí, en este puesto; el

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que esté sentado aquí tiene que tener un conocimiento arduo, hasta de cómo se mueve la economía mundial… porque los clientes vienen a pedirte ayuda, o tu opinión…” (Entrev.2) Este núcleo emerge como una tendencia actualizante individual hacia la satisfacción de necesidades cognoscitivas de cada sujeto. Dentro de los elementos que impulsan, está el adecuado dominio y preparación que debe tener un dirigente para poder ejercer. Esto es un elemento medular para realizarse y mantenerse en su posición. En este sentido, el rápido avance de la tecnología, acompañado de los procesos de perfeccionamiento empresarial que se presentan en las empresas, son un catalizador de las preparaciones individuales. Este núcleo de sentido puede ser generador de estrés en tanto estar apto o no para un puesto, prescinde mucho de la preparación alcanzada. En este sentido también puede ser generador de malestar subjetivo del tiempo que no alcanza. También existen motivaciones individuales hacia el conocimiento que datan no de las necesidades del trabajo como profesional, sino de la identidad personal. Otro de los núcleos de sentido que definen la imagen de sí como dirigentes, está relacionado con la utilización de valores hegemónicamente asociados a lo masculino. Los más utilizados para el desempeño exitoso del cargo son: la decisión, carácter fuerte, valentía, firmeza, racionalidad, exigencia, respeto, tener una sola palabra. Caso 1 mujer: “…mi carácter es fuerte, yo no soy débil en carácter, soy tan fuerte como cualquier hombre, yo creo que eso no te quita el que tengas que arreglarte como mujer también, o sea, son dos cosas que van a la par…” (Entrev 1). “Mira por ejemplo cuando tú das indicaciones, cuando tú tienes una tarea, aunque se te pongan cinco gente delante y te digan: ¡no puede ser!, tienes que decirle: ¡es para alante y más ná! tienes que imponerte. (Entrev 2) Caso 5 mujer: “Mira, cuando me tengo que poner verde me pongo verde, como dice el dicho: cuando los cojones van arriba de la mesa hay que ponerlos, y digo se hace porque yo soy la jefa y se acabó, contra eso no hay más nada…” (Entrev 2) Caso 2 hombre: “Cuando uno empeña la palabra, cuando dice algo, siempre debes cumplir, debes hacerlo y esto yo lo aplico en la vida, es decir, no tengo por qué engañar a nadie, no tengo por qué mentir a nadie, si yo decido o digo: esto va a ser así, lo hago” (Entrev 1) Caso 8 hombre: “…soy bastante tajante…soy bastante fuerte…” (Entrev 2) Sin duda alguna, estos ejemplos revelan cómo este núcleo que recrea características asignadas a los hombres, es un imprescindible para el desempeño exitoso de mujeres y hombres en el gremio empresarial. En los hombres esto forma parte de las características que adquieren en el propio proceso de socialización, por eso es que vivencian con menos dificultad su rol como directivo. En el caso de las mujeres, todas utilizan algo de los valores hegemónicamente asociados a lo masculino. En ellas se presentan tres posiciones o actitudes frente al desempeño en empresas androcéntricas. La sujeto (1 y 5) han asumido estos valores de manera acrítica para su desempeño, por lo que trasvistieron su rol de dirigente. Este es un trasvestismo en la forma de conducirse y en los valores que consideran como importantes asociados a la masculinidad para poderse desempeñar, sostener el éxito y durabilidad como dirigente. En el caso 6, aunque su proyección es de una directiva con un modelo de desempeño feminizado, adquirir un carácter fuerte le permite introducirse y cumplir con alguno de los mandatos que presenta la empresa. El caso 7, aunque no tiene claramente definido su modelo, muestra la simpatía por estos valores para su operatoria. Para los hombres, el desempeño desde estas nociones, no tiene grandes implicaciones, al no ser las relacionadas con la masculinidad, la cual pudiese engendrar el malestar de impotencia directiva. A diferencia, las mujeres presentan más riesgos psicológicos, los cuales pueden acarrear

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malestares como el estrés, síndrome de la imprescindibilidad, la impotencia directiva, incomodidad al dirigir mujeres, dificultad para expresar las emociones. Por otra parte son reconocidos un grupo de nociones como atributos asociados a lo hegemónicamente considerado femenino que sirven para un perfeccionamiento del desempeño. En el caso de los hombres así lo alegan. Estas tienen que ver con características como la empatía, la comunicación, la flexibilidad, sociabilidad, respetuosidad, amabilidad, compañerita, persuadir, colaboración, entre otros. Caso 5 mujer: “… mi carácter también ha servido de mucho, yo soy muy sociable, muy humana, y me comunico con mis subordinados y soy muy muy muy humana, también yo no soy de malas palabras, no soy de maltratos y… un subordinado me transmite un problema y entramos en un análisis, no me gusta imponerme porque yo soy la jefa, me gusta entrar en consenso…” (Entrev 1) Caso 6 mujer: “…tenemos esa parte femenina que nos lleva a ser más humanas” (Entrev 2). “…la naturaleza de la mujer, esa parte maternal de la mujer la hace un poco más humana, lo contrario del hombre…” (Entrev 2) Caso 2 hombre: “Yo llego aquí y todos los días digo: buenos días. Para mí es más difícil llevarse mal con las personas que bien…” (Entrev 1) Caso 4 hombre: “…siempre me llevé bien con mis compañeros, soy Aries y los Aries, se llevan bien con todo el mundo, porque mi carácter siempre me llevo bien con todo el mundo…me inserto fácilmente en los grupos buen carácter, sociable, me gusta compartir…(Entrev 2) Se puede decir que hay un reconocimiento por parte de los 8 casos de la efectividad de estos atributos en el desempeño del cargo. Aunque en el caso 6 el elemento primordial de la imagen de sí es la noción de directiva con un estilo feminizado, todas las mujeres presentan elementos característicos de lo tradicionalmente femenino, que importan al ejercicio de la dirección y que son funcionales en el desempeño (empáticas, comunicativas, humanas, flexible). Los mayores riesgos se reportan en este caso, por enfrentarse con un modelo feminizado, provoca malestares subjetivos como estrés, escisión vital, inconformidad o displacer con su ser como dirigente, expresándose en una constante preocupación por su desempeño en el cargo. Otro de los sentidos de la imagen de sí, como dirigentes, son las cualidades de responsabilidad, honestidad, cumplimiento, disciplina. Caso 5 mujer: “...soy muy organizada... soy muy transparente...” (Entrev 2) . “…no me gusta incumplir en nada soy muy cumplidora...” (Entrev 2) Caso 7 mujer: “no me gusta incumplir, soy muy preocupada, muy responsable…” (Entrev 2) Caso 2 hombre: “… eso es una gran responsabilidad con la que ya cargué y tengo que seguir” (Entrev 1) Caso 3 hombre: me siento responsable de un grupo de personas que dependen de mí… (Entrev 2) Estas se presentan como requisitos formales para operar en este medio. Muestran una incidencia mayor en los hombres y pueden contribuir al síndrome de la imprescindibilidad, a la insatisfacción con la inestabilidad en el objeto de trabajo y al malestar subjetivo del tiempo que no alcanza. Otra de las nociones es la de disposición, incondicionalidad, consagración ante las tareas del centro. Caso 1 mujer: “…al final dirigir a este nivel no es nada complejo, yo pienso que no. Yo soy mujer y creo que he sido reconocida por mi trabajo y entrega, tal y si hubiese sido un hombre.” Entrev 2 Caso 2 hombre: “…cualquier cuestión la vemos a la hora que sea, pues me llaman y si tengo que ir, voy…” “…de mi trabajo me llaman y me dicen hay un problema; voy para allá de inmediato, porque la gente confía en mí…”

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Caso 8 hombre: “El dirigente tiene que ser dirigente e incondicional a la tarea…” Estas nociones tienen una relación directa con el malestar del síndrome de la imprescindibilidad, la sobrecarga, el estrés, malestar subjetivo del tiempo que no alcanza, puesto que esa actitud de volcarse sin límites al espacio público conjuga varios sentidos en las vidas de los sujetos como pueden ser: ostentar puestos más altos en la jerarquía, concebirse como el proveedor principal del hogar y por tanto tiene que desempeñar acciones que faciliten su presencia en el mismo, mantener su independencia económica, entre otros. Uno de los elementos fundamentales de la autoimagen de las directivas es la noción de sí como mujeres sacrificadas y entregadas. Caso 1 mujer: “Mucho sacrificio, mucho esfuerzo”. (Entrev.1) “La mujer pasa más trabajo para dirigir porque la mujer sigue siendo la ama de casa y el hombre no lo es (…) evidentemente en Cuba, la mujer pasa mucho más trabajo, porque tiene que hacer su trabajo, tiene que dirigir y tiene que llevar la familia” (Entrev.2) Caso 5 hombres: “… es difícil dirigir y mantener una casa…ya me he tenido que adaptar y mi gente se ha tenido que adaptar...” (Entrev.1) Caso 6 mujer: “…dirigir demanda mucho de la persona…” (Entrev.1) “…en mi concepto dirigir es sinónimo de servir, porque para poder dirigir yo tengo que servir a los que están subordinados a mí y entonces se convierte en problema de actitud y aptitud de la persona, eso demanda mucho…”(Entrev.2) Caso 7 mujer: “…nadie prevé a la hora que sea tienen que estar dispuesta porque tu estas prestando un servicio, entonces eso hace que se complejice un poquito más el trabajo normal o la actividad normal…” (Entrev.2) Esta noción de sacrificio propio a sí misma y a los otros, está presente solamente en las mujeres y también entroniza en la noción de madre que tienen estas personas. Este símbolo es coherente con la lógica femenina hegemónica de “ser para otros”, lo cual significa que los intereses y satisfacciones de otros quedan encimados por sobre sí en las vidas de estas mujeres. Para dos de las sujetos, la maternidad ha sido el resultado de la interiorización de “ser para otros”, pues el caso 1 la realiza como estrategia para elaborar el duelo familiar y el caso 6 jerarquiza, aplaza y la retrasa hasta que decide no realizarla. Ambas decisiones reflejan el rompimiento y atropello subjetivo de los nudos de la maternidad (Maffía, D., 2008), una por no haber podido retrasarla y utilizarla como mecanismo estabilizador de la familia, y la otra, por no haber decidido practicarla en el afán de desarrollarse, superarse en el ámbito público. Esta imagen de sí como mujer dirigente es exclusiva de este sexo porque aún la práctica de la paternidad se está circunscribiendo a elementos primarios como proveer, garantizar, abastecer, cuestiones relacionadas al mantenimiento de la vida, lo cual el hombre realiza o resuelve a través de sus aporte monetarios generados de su neto desempeño en el ámbito público. Esta autoimagen se construye en las mujeres tomando de base el sentido estricto de haber transgredido, lo cual requiere de un sobre-esfuerzo, puesto que su intervención en dos espacios que exigen demandas diferentes, requiere de este, para su desarrollo; con lo cual, son elementos que reportan sobrecarga, sentimientos de culpa, malestar subjetivo del tiempo que no alcanza y estrés. Por parte solamente de los hombres se presenta la noción de ser ejemplo personal, servir de guía y protección. Caso 2 hombre: “Mis subordinados esperan que yo los guíe, que guíe la unidad, se sientan protegidos, hay algunos que me dicen: “cuando usted está aquí, yo me siento protegido, me siento bien”

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Caso 4 hombre: “…soy bastante activo, entonces muchas tareas las acometo, aunque delego facultades, y funciones porque realmente hay muchas cosas que me gustan; no soy una gente inactiva, soy muy emprendedor”. Caso 8 hombre: “Bueno eso es más o menos, soy directivo y tengo que dar el ejemplo, tengo que mostrar ser una persona estable”. Estas nociones articulan en su contenido el estereotipo masculino de que el hombre reporta la fuerza, la seguridad y el apoyo que le hace falta a las demás personas y por tanto, esa es la imagen que se empeñan en confirmar, pasándola a ser parte de la imagen de sí, por lo que puede acarrear malestares subjetivos. En cuanto a la valoración de la imagen de sí y el ideal existen diferencias entre hombres y mujeres. Todos los hombres aspiran a ser buenos dirigentes en su mayoría, se vivencia la lógica de aspirar ser un buen dirigente, dado que desde este lugar, garantiza ser proveedor del hogar, ser buen padre. Este ideal ancla una posición de proveedor y, solo tiende a generar malestar, cuando se vislumbran peligros en cuanto a la pérdida de su trabajo, es decir, de la posición de poder. Las mujeres por el contrario tienden a la conciliación, regidas por el ideal de súper mujer. Este ideal se conecta con la idea de que son mujeres que tienen que realizar sobre-esfuerzos para desempeñarse, lo cual genera sobrecarga, estrés, malestar subjetivo del tiempo que no alcanza, etc. Caso 5 mujer: “en mi casa yo soy todo, porque yo me he dado cuenta de que en mi casa yo falto y eso es un caos…” Caso 1 mujer: “Yo quisiera rendir mucho más y a veces, en la casa, es donde menos hago”. Caso 7 mujer: “para tu ser una mujer integral tienes que lograr esa estabilidad, ese funcionamiento, esa planificación que tú digas ya terminé con esto que es de mi trabajo, ahora voy a dedicarle tiempo a mi niño, a mi familia, incluyendo también a la mamá porque a ella hay que dedicarle atención y a veces eso te choca un poquito…” En ocasiones estas mujeres para poder conciliar, jerarquizan y operan dejando en segundos planos a la familia ante lo cual se activan sentimientos de culpa. Caso 1 mujer: “Me dicen: oye, ¿tú no me vas dedicar un tiempito o tú nada más que piensas en el trabajo?”. De esta forma se observa cómo las mujeres son más vulnerables a reportar malestares subjetivos que los hombres, dado que el ideal de ellos está orientado netamente al espacio público y en las mujeres se da la inclusión de ambos espacios. Esta concepción está regida por la idea de que los hombres desde la posición en el espacio público, garantizan una posición en el espacio privado, las mujeres no, todo lo contrario. La valoración de la imagen de sí en los hombres es positiva sustentada en la capacidad que poseen para desempañarse y en los reconocimientos que han obtenido por los buenos resultados del trabajo. La valoración de los familiares y amigos se apoya en la admiración, en la capacidad de proveer siempre, no obstante, aparecen reclamos por parte de la familia por su extrema entrega al trabajo. Ante estos reclamos resurgen sentimientos de culpas asociados a la familia, por el poco tiempo dedicado. En las mujeres se puede dar cuenta de ambivalencias. Las insatisfacciones están asociadas en algunas a la autoimagen corporal y articulación de roles como mujer-madre-esposa-directiva. Muy latente en la autoimagen personal del caso (1 y 6), aparecen conflictos y contradicciones internas que han llegado a estructurar frustraciones asociadas la autoimagen corporal, en cuyo centro se encuentra la insatisfacción e inconformidad con su obesidad. De cara al entendimiento

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del malestar que esto provoca, es importante entender lo significativo que resulta para las mujeres la concepción del cuerpo como objeto de deseo, de belleza. Estos funcionan como núcleos de la identidad de género femenina en la cultura patriarcal. En el caso 1 aunque esto influye, se valoran positivamente teniendo en cuenta que canaliza sus inconformidades de la autoimagen corporal con los buenos resultados en la ejecución de su rol como directiva. Se siente como súper mujer, puesto que ha logrado desempeñarse en los roles que ha tenido concebidos como básicos: directiva, ama de casa, madre, esposa e hija. En el caso 6 la valoración de la imagen de sí como directiva es negativa, evidencia su necesidad de superación y se percibe con matices relativamente ineficientes en su rol. No se siente totalmente feliz consigo misma con el desempeño alcanzado en tanto, autoafirmarse a través de la defensa de la feminidad en el espacio androcéntrico, atraviesa por muchas dudas, inseguridades, insatisfacciones que le han generado el malestar escisión vital. Por otra parte los caso (5 y 7) se valoran positivamente, son felices consigo mismas porque son queridas por sus familiares y se sientes capaces de conciliar las tareas de la casa con las responsabilidades del cargo; lo cual quiere decir que los éxitos alcanzados en la esfera profesional y el funcionamiento de la dinámica familiar, hacen que se encuentren recompensadas en ambas áreas, dando satisfacción a distintos órdenes de necesidades. Aunque en estos momentos el comportamiento tiende a ser así, estas mujeres han sentido en varios momentos de sus vidas una ruptura entre su comportamiento como directiva y como madre, esposa e hija, pues se emplean modos de desempeño similares, lo cual da cuenta de la incidencia de malestares. Las regularidades encontradas en todos estos casos, es decir, las nociones con las cuales mujeres y hombres dirigentes construyen su identidad genérico profesional, apuntan a entender el por qué padecen de los malestares subjetivos anteriormente abordados. De modo que mientras se siga valorando en el imaginario colectivo, empresarial y personal este tipo de asignaciones en las personas, van a seguirse instalando los malestares subjetivos de manera insidiosa. Se sostiene entonces, la pertinencia de contribuir a la transformación de tales identidades en aras de ambientes desarrolladores, justos y saludables. Conclusiones Se hace evidente la generación de malestares subjetivos a partir de las construcciones identitarias genérico-profesionales estudiadas. Hemos encontrado que existen nociones compartidas entre mujeres y hombres como: 1. Preparación, autopreparación, búsqueda de información y conocimientos. 2. Utilización de valores asociados a lo hegemónicamente masculino como: decisión, carácter fuerte, valentía, firmeza, racionalidad, exigencia, respeto, tener una sola palabra. 3. Utilización de atributos asociados a lo hegemónicamente femenino como: empatía, comunicación, flexibilidad, sociabilidad, respeto, amabilidad, compañerismo, persuasión y colaboración. 4. Responsabilidad, honestidad, cumplimiento y disciplina. 5. Disposición, incondicionalidad y consagración. - Existen diferencias en la construcción identitaria de mujeres y hombres. La construcción identitaria genérico profesional de los hombres dirigentes se caracteriza por tener como núcleos de la misma las exigencias de: ser ejemplo personal, servir de guía y protección. En cambio, la construcción identitaria genérico profesional de las mujeres se caracteriza por tener en su centro las nociones de sacrificio y entrega.

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Dado que la construcción identitaria genérico profesional de mujeres y hombres se construye teniendo como referentes lo hegemónicamente considerado como masculino trae aparejado la emergencia de malestares subjetivos asociados a la identidad genérico profesional. Referencias bibliográficas: 1. Bahamonde, K. (2012). Estudio de identidades genérico-profesionales en ingenieros e ingenieras del ISPJAE. Tesis de Licenciatura. Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. 2. Hernando, A. (2007). Sexo, género y poder. Breve reflexión sobre algunos conceptos manejados por la arqueología del género. En Revista Complutum. Vol. 18. pp. 167-174. Versión digital 3. Fernández, L. (2000). Roles de Género - Mujeres Académicas - ¿Conflictos? III Congreso Internacional Multidisciplinario sobre Mujer, Ciencia y Tecnología. Universidad de Panamá. 27, 28 y 29 julio del 2000. Recuperado el 23 de febrero de 2011, en http://www.oei.es/salactsi/lourdes.htm-. 4. Fernández, L. (2005). Género, ciencia y educación en valores. En Fernández, L. (Coord.). Género, valores y sociedad. Barcelona: Ediciones OCTAEDRO. 5. Lagarde, M. (1997). Género y feminismo. (2da ed.). Madrid: Horas y horas. 6. Lagarde, M. (1990). Identidad femenina. Versión electrónica. 7. Marcos, B. (2008). La identidad profesional del maestro desde la perspectiva actual de la Psicología Educativa. Versión electrónica. 8. Marcos, B. (2001). La educación de la identidad profesional del maestro. Enfoques y retos del desarrollo social actual. Trabajo para ejercicio de Categoría Docente. Versión electrónica. 9. Marcos, B. (2005). Estudio del Desarrollo de la Identidad Profesional del Maestro. Un enfoque teórico y una propuesta de intervención. Tesis de Doctorado. Tutora: Dra. Gloria Fariñas León. Facultad de Educación a distancia. Universidad de La Habana. 10. Virgilí, D. (2009). Empresarias detrás de su imagen. Estudio de Identidades GenéricoProfesional en directivas de empresa. Tesis de Licenciatura, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana, Cuba. -

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TÍTULO: LA MISOGINIA EN EL CONTEXTO EMPRESARIAL CUBANO: UN ENEMIGO INVISIBLE PONENTE: Camila Durán Suárez AUTORES: Camila Durán Suárez, Claudia Padrón Fonte INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de La Habana. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: [email protected] Introducción A lo largo de la historia la mujer ha librado innumerables batallas en aras de mejorar su status ante una sociedad esencialmente androcéntrica y misógina; no obstante, y aún cuando se han producido incontables avances en este sentido, batallas más importantes están por venir antes de ver completamente realizado ese ansiado deseo. La Psicología, junto a otras ciencias sociales, desempeña hoy en día un papel fundamental para lograr esa meta que el feminismo no ha logrado concretar; y es que a varios años de la creación de la Teoría Feminista, y disfrutando de los logros alcanzados por esta, las mujeres aún viven, violentadas por un patriarcado más inteligente y sigiloso que el que existiera siglos atrás. Hoy, en pleno siglo 21, las mujeres seguimos “cautivas”, subyugadas, por un poder misógino que se torna cada vez más sutil, ataviado de dulzura, beneplácito y consideración: por consiguiente más peligroso. Breve reseña de los principales contenidos teóricos La misoginia designa una difícil conjugación entre temor, rechazo, y odio a las mujeres, haciendo referencia a todas las formas en que a estas se les asigna, sutil o brutalmente, todo lo considerado negativo y nocivo. Ana Schwarz la conceptualiza como “la tendencia ideológica que consiste en despreciar a la mujer como sexo y con ello, todo lo considerado como femenino” (2010, Párr.2). A su vez “este desprecio por las mujeres, las reduce en su condición humana y justifica cualquier ataque contra su dignidad, contra su integridad física, psicológica o moral” (Lagarde, 2006, Párr.10). El origen de la misoginia está muy relacionado al origen del patriarcado en sí, en tanto constituye la ideología reinante en el mismo. “Ese ha tenido frecuentemente una continuidad en opiniones o creencias negativas sobre la mujer y lo femenino, y en conductas negativas hacia ellas” (Pineda, s.f., Párr. 3); las cuales, han evolucionado, tornándose cada vez más disimuladas con respecto a las prácticas adoptadas por la inquisición. Hoy la literatura sigue conceptualizando la misoginia como un odio a la mujer; sin embargo, Marcela Lagarde cuando define la misma, se refiere a fobia, refiriendo que esta constituye una tergiversada forma cultural y social de representación de lo femenino que “se basa en un negativismo del mismo, en una desvalorización generalizada de todas las mujeres; en una descalificación, reprobación, rechazo a las mujeres y lo femenino” (1998, p.112). Desde nuestro punto de vista, la misoginia es entendida como el rechazo, en toda la amplitud de la palabra, en tanto desprecio y negación, de la condición femenina como mandato simbólico, culturalmente asignado a la mujer pero que también puede ser asumido por el hombre. Lagarde explica además que la misoginia es “funcional” al machismo y al sexismo. Las mujeres y lo femenino se encuentran varios escalones por debajo de los hombres y de lo masculino, esta escala de valores ha sido interiorizada por las mujeres. Según la feminista mexicana todas las personas somos misóginas, pero en los hombres tradicionales, es una necesidad vital, un asunto de supervivencia. “Para ser hombres tienen que ser reconocidos, por los otros hombres en su

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rechazo, desconocimiento, desinterés, y en todas las formas de violencia, dañina y nefasta, hacia las mujeres” (Lagarde, 1998, p.112). Este fenómeno subsiste en estrecha relación con la cultura androcéntrica y el orden de poder patriarcal subyacente a la misma. El patriarcado como sistema social de dominación masculina, ha instituido una serie de roles e imágenes simbólicas que pautan lo femenino y lo masculino como posturas antagónicas, excluyentes y jerarquizadas; conformando un imaginario particular. Este imaginario de género es definido como sistema de significados y sentidos elaborados, de manera simbólica por la sociedad, en torno a lo que significa ser mujer u hombre (Virgilí, 2012). Este concepto constituye una categoría importante para la comprensión del fenómeno objeto de estudio, a través de él es posible la socialización de dichos símbolos, con ello las consecuentes actitudes y modos de comportamiento de un sexo hacia el otro. A su vez, dicha socialización solo puede dar lugar a identidades igualmente antagónicas y excluyentes que reflejen uno de los dos mandatos específicos. La identidad genérico-profesional constituye el sentido identitario, individual y colectivo, que articula las identidades de género y profesional; y se expresa como sentido de mismidad y pertenencia a la categoría mujer u hombre profesional (Virgilí, 2009). La comprensión de la misma resulta imprescindible entonces, en tanto en ella se cristalizan, de manera interrelacionada y con un marcado carácter individual aportado por la vivencia particular, los distintos contenidos del imaginario relacionados con el género y con su profesión que la persona ha ido adquiriendo durante toda su historia de vida. La misoginia, como ideología y método del patriarcado para ejercer su supremacía, atraviesa ese imaginario, mezclándose con sus contenidos y definiendo identidades concretas, cuyo móvil fundamental será la protección de la hegemonía dominante ejerciendo la opresión sobre la entidad inferior. Podemos decir entonces que, la misoginia es: El rechazo a la condición femenina como mandato simbólico, resultado del orden de poder de género vigente: patriarcal y androcéntrico; que se expresa, a través del machismo, el sexismo y la homofobia, a lo interno del imaginario social de género correspondiente, y en las identidades que de él se nutren; por lo que matiza y atraviesa todas las esferas de la vida cotidiana, constituyendo una especie de violencia “disimulada”. Aspectos metodológicos Esta investigación utiliza la metodología cualitativa. Dicho enfoque, característico de las Ciencias Sociales, nos brinda una comprensión profunda del fenómeno pues se preocupa por conocerlo, y entenderlo, en su propia realidad. El problema de investigación lo hemos planteado de la siguiente manera: ¿cómo se expresa la misoginia en los trabajadores y trabajadoras de la empresa TRANSIMPORT?, siendo nuestro objetivo general caracterizar dichas expresiones. Para darle respuesta a los mismos nos hemos trazado una serie de objetivos específicos que facilitarán el proceso de investigación; así como constituirán una guía fundamental para el posterior análisis de los resultados obtenidos. Estos objetivos específicos son los siguientes:  Explorar la identidad genérico-profesional de trabajadores hombres y mujeres en la empresa TRANSIMPORT.  Explorar el imaginario de género de los trabajadores y trabajadoras en la empresa TRANSIMPORT.  Construir indicadores para la categoría de misoginia en la empresa TRANSIMPORT.

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La categoría fundamental de interés para nuestro estudio es misoginia. Las dimensiones: el imaginario de género con sus dos sub-dimensiones: imaginario instituido e instituyente; y la identidad genérico-profesional compuesta por la imagen de sí y su valoración, aquellos conflictos y malestares identificados como inherentes a su condición identitaria, y el ideal. Trabajaremos con un grupo de 8 trabajadores, de ellos 5 hombres y 3 mujeres, sus características sociodemográficas están recogidas en el Anexo 1. Todos pertenecientes a la Dirección de Consignaciones de la empresa TRANSIMPORT, la cual representa nuestra población y cuenta con un total de 60 trabajadores. Al tratarse de un estudio cualitativo, algunos autores prefieren llamarlo Grupo de Estudio en lugar de muestra ya que la muestra se asocia con lo estadísticamente representativo de una población determinada. Si bien la observación jugó un papel esencial en cada etapa de este proceso de construcción del conocimiento, fundamentalmente fueron dos los métodos empleados: el Grupo Focal como dispositivo grupal de investigación y el estudio de caso múltiple. Para la implementación de los mismos se pidió el consentimiento de la máxima autoridad de la empresa y del área donde se realizó el estudio; así como el de las personas involucradas, aclarándoles de antemano que toda información revelada será tratada con fines científicos y por ende con la mayor discreción, protegiendo sus identidades en el proceso. El grupo se formó por principio de voluntariedad y constituían un grupo previamente formado. Se realizaron tres sesiones con una duración aproximada de 45 min-1 hora. Todo el proceso grupal implicó un acercamiento a la temática de género, se desarrollaron análisis acerca de los estereotipos y roles de género. Las sesiones no estaban prediseñadas antes de iniciar la experiencia sino que eran construidas cada vez que se terminaba el trabajo grupal, en una discusión donde se analizaban los emergentes grupales, el acontecer de la sesión y la lógica que se elaboraba en el proceso. En el caso del segundo método empleado, los Estudios de Caso, se pidió la colaboración de tres de los participantes del grupo, por sus aportes y relevancia de cara al problema de investigación. Se emplearon como técnicas la entrevista individual y la observación no participante. Con respecto al proceso de análisis se realizará mediante la interpretación. Se realizarán dos tipos de análisis: el Análisis de Contenido y de Dinámica. Un análisis de dinámica permite la lectura de todo lo que no es expresado con palabras y que aporta mucho a la comprensión de la información. Por otro lado, el análisis de contenido constituye una herramienta más valiosa, en la medida que permite la construcción del conocimiento a partir de la interpretación y organización de toda la información recogida; proporcionando el acceso a nuevas zonas de sentido que se cristalizan en la forma de nuevas categorías e indicadores para posteriores análisis. Exposición de los principales resultados obtenidos Para lograr la consecución de nuestro objetivo general es imprescindible dilucidar el imaginario del grupo y las identidades genérico-profesionales de las personas que lo componen, pues en a través de ellas se expresa la misoginia. Existen 6 núcleos de significados y sentidos que integran el imaginario de género instituido del grupo y, por tanto, de los sujetos individualmente, estos son los siguientes: La mujer como cuerpo, objeto de deseo y placer, de y para otros. Este núcleo contiene dos dimensiones simbólicas que restringen y reducen la imagen de la mujer. La primera de esas dimensiones es la sexualidad, la cual ha confinado siempre a la mujer a una condición de objeto, de deseo, de placer; alejándola de su condición de sujeto autónomo. La otredad es la segunda, la

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mujer vive su sexualidad de y para satisfacer los deseos de otros (generalmente un hombre), no de sí mismas. La división o dicotomización existente entre el espacio público y el espacio privado. El primero considerado como espacio de responsabilidad y pertenencia de la mujer, y el segundo como espacio de acción y realización del hombre. Este se expresa fundamentalmente en la naturalización de ciertos roles históricamente desempeñados por las mujeres como constituyentes de su identidad. La noción de mujer como madre y esposa. Esta noción de madre-esposa es la menos discutida y más fácilmente aceptada; constituye un honor para las mujeres ser madres y esposas, y son reconocidas socialmente en función de su identificación con estos roles, roles orientados a un otro. La noción que alude a una división sexual del trabajo. Los hombres defienden fervientemente el mismo, tratando de proteger su condición históricamente hegemónica en el ámbito laboral y que se ha visto “violentado” por la inclusión de las mujeres. Para la defensa de esa división no solo se valen de la condición de madre-esposa y los deberes del ámbito privado, sino que apelan a todas las diferencias biológicas necesarias para fomentar una división a lo interno del espacio público. Las nociones dicotómicas, excluyentes y jerarquizadas de lo femenino y lo masculino. Lo femenino como mandato de las mujeres y lo masculino como mandato de los hombres. Tradicionalmente a las mujeres les son atribuidas la belleza, la consagración a un otro, la visión de objeto sexual, deseable pero nunca deseante, la maternidad, el matrimonio, el mantenimiento de un orden en el espacio privado. Todos estos constituyen mandatos que de no cumplirse pondrían en duda su condición femenina; y de los cuales existen muchas expresiones tanto en el grupo como en las entrevistas individuales. En el caso de los hombres también se evidencian ciertos mandatos que representan ejes constitutivos de la identidad masculina, tales como: la homofobia y por ende, el rechazo a lo femenino, excluyendo cualquier posibilidad de la creación de vínculos afectivos entre los hombres y la asunción por parte de ellos de estéticas formadas desde o para lo femenino. La noción de la mujer dirigente masculinizada. Este núcleo tiene un extremo carácter machista y nace directamente de la asunción del liderazgo empresarial como un lugar reservado a los hombres y para ellos, que la mujer ha transgredido y no puede hacer otra cosa para permanecer en él que asumir características de lo masculino. La situación anterior representa un ultraje del mandato patriarcal donde los hombres deben asumir y mantener su condición masculina, y las mujeres deben hacer lo mismo con lo femenino. Con respecto a las nuevas líneas de sentido que se presentan como contenidos instituyentes en el imaginario grupal e individual son: la autoalteración de la noción dicotómica y jerarquizada de lo femenino y lo masculino, la valoración positiva de la mujer dentro del espacio público y la paternidad como identidad, el cuestionamiento de la maternidad y la sexualidad como nociones que estereotipan y reducen a la mujer a su condición biológica. Estas nociones, incipientes y portadas por las mujeres, en su mayoría, son resultado de la experiencia vivenciada por cada miembro del grupo, por lo tanto carecen de reflexión suficiente y no están generalizadas, solo son referidas en relación con determinadas áreas, mientras en el resto se reproducen los patrones tradicionales. Aún así, constituyen un potencial latente en el grupo sobre el cual pudiera trabajarse en una futura intervención. Con respecto al análisis de las identidades genérico-profesionales, no existe un único sentido identitario genérico-profesional en el grupo, porque al haber construcciones de género diversas encontramos diferentes modos de definirse y funcionar individualmente:

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Tanto los hombres como las mujeres del grupo se sienten identificados con el sector empresarial sintiéndose parte del mismo. Sin embargo los hombres no precisan de nombrar ambos roles para su reconocimiento como pertenecientes a ambas condiciones; al contrario de las mujeres, que se definen en todo momento aludiendo a ambos contenidos identitarios, son mujeres empresarias, trabajadores, dirigentes. Los hombres no evidencian vivencia alguna de conflictos, más allá del incumplimiento de los estándares para obtener resultados acertados. Para ellas el principal conflicto consiste en la conciliación entre espacio público y privado. El ideal para ellos es el de un dirigente operativo, centrado en la obtención de éxito y resultados, mientras que para ellas es el de una supermujer que logre la conciliación. La identidad genérico-profesional considerada eficiente para el desempeño en el espacio público es la asumida y expresada por los hombres, al estar atravesada la noción de empresario o dirigente por un imaginario hegemónico masculino de género. Esto sitúa a las mujeres en una posición de desventaja real (menos mujeres que hombres en el grupo) y simbólica. Construcción de indicadores consecuentes: Una nueva mirada a la misoginia. Durante todo el estudio pudimos constatar la existencia de unidades que constituyen indicadores de esta nueva misoginia que ha surgido. La primera de estas se refiere a una satirización de la condición femenina. Esta noción es la más frecuente, se pudiera decir, y en su interior contiene manifestaciones misóginas tan cotidianas como los chistes y las burlas, casi siempre provenientes del sexo contrario, pero no necesariamente. La sátira chistosa, cómica, es aparentemente inofensiva y puede, en muchos casos, pasar desapercibidas; sin embargo representan una forma de antipatía y rechazo violento contra la femineidad, en tanto ridiculiza a la mujer hasta las últimas consecuencias. Los contenidos de los chistes pueden aludir a cualquier característica de la condición propiamente femenina; ya sea la belleza o constitución física, la inteligencia o el carácter, e incluso la maternidad. Además es una de las manifestaciones misóginas que más difusión tiene, desde la cultura, por lo que es posible hallarla en cualquier ámbito, no sólo en el que estamos examinando. Dentro de las relaciones laborales, este núcleo tiene marcadas influencias negativas en tanto deteriora el respeto entre compañero y compañeras, jefa-subordinado y jefe-subordinada. La otra noción o núcleo lo hemos nombrado la alusión a una “maldad” femenina. Aquí vuelve a aparecer esa concepción de hace siglos de la mujer como enviada del diablo, la bruja. Si bien ahora no se cree en ese tipo de historias, la mujer sigue siendo una “bruja” por excelencia, este es el calificativo que muchas mujeres usan cuando se van a referir a otra mujer con la que tienen un enfrentamiento. Los hombres, si bien, no adoptan la palabra bruja, al menos no de manera generalizada, como calificativo emplean otros en su sustitución: “complicadas, son de madre, descaraas, boconas, putas...”. Esta noción afloró fundamentalmente en el grupo en una de las “guerras” entre Roberto y Miriam. Hoy en día, el hombre ya no le teme a los “poderes sobrenaturales” de la mujer pero le sigue temiendo, en tanto representa una amenaza latente al sistema androcéntrico y misógino que los privilegia. Aquí no cabe hablar de una “maldad” real de la mujer sino de una maldad percibida por los hombres. La alusión a la noción en torno a una delicadeza o debilidad física en la mujer, esta concepción sigue presente con mucha fuerza en el imaginario y constituye una de las expresiones más naturalizadas de la discriminación en torno al sexo; en tanto refleja a la mujer como un ser carente de fortaleza corporal que le permita acometer determinadas tareas y que, por tanto, requiere de la protección y ayuda de un hombre, simbólicamente más fuerte por su condición masculina. Afortunadamente hay algo positivo en torno a esta noción de la debilidad y es que, en el caso del

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grupo estudiado, no se encontraron expresiones que apuntaran a una debilidad “mental” en la mujer; por el contrario uno de los aspectos más enaltecidos de la féminas en el grupo fue la inteligencia, siempre y cuando no se expresaran conjuntamente con otros contenidos simbólicos de lo femenino, más consistentes, como la condición de objeto sexual y de placer. Muy relacionada a esta idea de la debilidad encontramos el núcleo de la disimulación de una discriminación mediante expresiones sobreprotectoras, corteses y caballerosas. Este se refiere a aquellas expresiones y acciones que los hombres defienden como correctas, pues según ellos están orientadas a proteger a la mujer de esa debilidad biológica que posee. Su excesivo cuidado de la mujer, sobre todo en el ámbito empresarial, para que no sufra una sobreexplotación que le cause malestares y le permita un buen desempeño en el hogar; no son más que excusas vacías e hipócritas que esconden un significado distinto: misógino y androcéntrico. El enfrentamiento y cuestionamiento de estas ideas caballerescas absurdas devela entonces su verdadero núcleo constitutivo: la discriminación de la mujer debido a su condición sexual y genérica que le impide desempeñarse en ámbitos masculinos. Esta discriminación pudiera tener como respaldo cualquiera de las nociones anteriores; en tanto reducen a la mujer a distintos aspectos de su biología que la hacen diferente e inferior al hombre, al mismo tiempo que la representan como un objeto de deseo y satisfacción para el mismo. Esta noción de objeto deseable y proporcionador de placer es vista, por los hombres, como un impedimento para la convivencia en espacios esenciales como el laboral entre hombre y mujeres. Al ser la mujer más delicada, no solo físicamente, sino emocionalmente y, a la vez, portadora de una erotismo intenso; hace difícil las relaciones en un marco estrictamente profesional y público. Como ya vimos en el análisis anterior, las mujeres han adoptado, para librarse de esa discriminación genérica en el ámbito empresarial, por la asunción de cualidades masculinas en su construcción identitaria; cualidades que se oponen a los mandatos sociales y culturales. Esta oposición rebelde a los mandatos establecidos crea en las mujeres un sentimiento de contradicción con respecto a su identidad personal, en tanto deben asumir los roles que le corresponden al ser mujeres, pero no piensan ni viven estos roles convencionalmente. Al asumir estas formas de pensar “masculinas” se apoderan también de las convenciones misóginas y machistas que las conforman; esto acrecienta la contradicción, pues al mismo tiempo que son defensoras de sus derechos y verdugos de sus deberes patriarcales. Aquí se concreta una noción fundamental la desarticulación o deterioro de la identidad femenina, en tanto es exteriorizada, por las mismas mujeres, en forma de resignación ante la asunción de los roles establecidos que conforman sentimientos de menosprecio y desestimación o mediante la emisión de juicios intransigentes contra aquellas que mantienen su identidad heredada del orden patriarcal intacta. En el primer caso las mujeres se enuncian a sí mismas como “esclavas, mongólica...”, expresiones claras de un sentimiento de subordinación aceptado con resignación, que denota una autovaloración contradictoria; pues a pesar de considerarse transgresoras de los límites impuestos por el imaginario simbólico, se ven incapaces de escapar de los juicios sociales que traen consigo la ruptura con los modelos de roles convencionales. La segunda derivación de este núcleo se refiere a una de las expresiones de lo que se ha insistido en llamar, misoginia entre mujeres. Estas mujeres frustradas por los conflictos identitarios que vivencian desde dos posturas antagónicas: la de pecadora y esclava; enfocan toda su frustración hacia aquellas que, o bien ostentan su condición genérica sin presentar conflictos, en total conformidad y armonía, o utilizan esta condición para escudarse de asumir retos y responsabilidades en aras de la transformación de su situación. La falta de comprensión hará a las

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transgresoras convertirse en cazadoras de sus congéneres, potenciando la discriminación hacia lo femenino y hacia las mujeres que cumplen con este mandato hegemónico. Esta inquisición de las mujeres por parte de las mismas mujeres forma sentimientos de enemistad y discrepancia entre ellas, sobre todo en un ámbito tan competitivo como el laboral; más aún en el caso de las mujeres que dirigen a otras mujeres. Esta hostilidad entre ellas da lugar a muchas expresiones misóginas que destrozan cualquier posibilidad de alianza entre ellas, en aras de enfrentar las barreras y limitaciones que le son impuestas por una institución masculinizada. La noción de enemistad, incomprensión y competencia entre las mujeres se expresa de disímiles maneras, algunas ellas se evidencian en las frases anteriores; sin embargo existen otras como pueden ser los “chismes” y “bretes”, es decir difamaciones, casi siempre relacionadas con su condición genérica o biológica, que estén encaminadas a calumniar o ridiculizar a su rival. También tiene expresiones más sutiles como son la recriminación o la implementación de medidas que aludan a los conflictos que vive la mujer debido a sus roles compartidos entre los dos espacios antagónicos. Esta última noción no es característica solamente de las mujeres sino que los hombres también hacen uso de ella. El último núcleo de esta misoginia está precisamente en el concepto de esta, el rechazo a lo femenino como símbolo que se opone a lo masculino. La masculinidad, en tanto virilidad y homofobia, es uno de los requisitos impuestos por el patriarcado para la constitución de la identidad en el hombre. Esta concepción es excluyente en tanto significa oponerse, o negar, cualquier cualidad de lo femenino y; resulta opresiva y discriminadora, al considerar estas cualidades y aquellos que la ostenten como inferiores. Cabe destacar entonces que, este núcleo no se refiere solamente a las mujeres sino a todos aquellos sujetos que se identifiquen o compartan cualidades propias de lo femenino. Para los hombres del grupo, los encargados de exponer esta línea de sentido, los homosexuales entran en esta categoría “femenina”, al romper con los preceptos machistas que rigen la identidad masculina. A modo de cierre Teniendo en cuenta los resultados obtenidos mediante el análisis y retomando los objetivos de esta investigación podemos concluir: - El imaginario de género del grupo está constituido por 6 núcleos de significados y sentidos:  La mujer como cuerpo, objeto de deseo y placer, de y para otros.  La división o dicotomización existente entre el espacio público y el espacio privado.  La noción de mujer como madre y esposa.  La noción que alude a una división sexual del trabajo.  Las nociones dicotómicas, excluyentes y jerarquizadas de lo femenino y lo masculino.  La noción de la mujer dirigente masculinizada. - Emergen nuevas líneas de sentido que se presentan como contenidos instituyentes en el imaginario, que constituyen un potencial para el cambio:  La autoalteración de la noción dicotómica y jerarquizada de lo femenino y lo masculino.  Valoración positiva de la mujer dentro del espacio público.  La paternidad como identidad.  El cuestionamiento de la maternidad y la sexualidad como nociones que estereotipan y reducen a la mujer a su condición biológica. - La no existencia de un único sentido identitario genérico-profesional en el grupo, encontramos diferentes modos de definirse y funcionar entre hombres y mujeres.

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La implementación de las técnicas permitió un discernimiento profundo de las dos dimensiones de análisis fundamentales; brindando información suficiente para dar cumplimiento al objetivo principal de esta investigación, la construcción de indicadores de expresión de la misoginia en el sector empresarial cubano. Estos indicadores son:  La alusión a una “maldad” femenina.  La satirización de la condición femenina.  La noción en torno a una delicadeza o debilidad física en la mujer.  La disimulación de una discriminación mediante expresiones sobreprotectoras, corteses y caballerosas.  La discriminación de la mujer debido a su condición sexual y genérica que le impide desempeñarse en ámbitos hegemónicamente masculinos.  La noción de objeto, en consecuencia deseable y proporcionador de placer a otros.  La desarticulación o deterioro de la identidad femenina: o En forma de resignación ante la asunción de los roles establecidos que conforman sentimientos de menosprecio y desestimación. o Mediante la emisión de juicios intransigentes contra aquellas que mantienen su identidad heredada del orden patriarcal intacta.  La noción de enemistad, incomprensión y competencia entre las mujeres  El rechazo a lo femenino como símbolo que se opone y es inferior a lo masculino Muchos indicadores pueden resultar de utilidad para el análisis de este fenómeno en otros ámbitos.

Recomendamos… Llevar a cabo estudios sobre el tema de la misoginia desde otras perspectivas metodológicas, por ejemplo la mixta, que permitan profundizar en dicho fenómeno; así como desde otras perspectivas teóricas, que permitan complementar estos resultados en aras de lograr una comprensión más compleja de la misoginia como fenómeno socio-cultural. Ampliar la muestra y diversificarla hacia otros contextos sociales. Divulgar los resultados que se alcancen en ámbitos, científicos y académicos, que permitan la visualización de un fenómeno muy poco abordado y prácticamente desconocido. De esta manera podremos fomentar el desarrollo de otras investigaciones, brindándole un grupo de indicadores como guía y punto de referencia; a la vez se hace necesario una indagación más profunda y sistematizada de estos indicadores, con el objetivo de descubrir otros o reformular los ya existentes; solo así podremos descifrar y comprender la evolución dialéctica a la que está sujeta la misoginia como construcción socio-histórica y culturalmente hegemónica, inherente a los mandatos de género. Bibliografía Alegría-Ortega, I. E. & Rivera-Medina, E. J. (2005). Género y Poder: Vida Cotidiana y Masculinidades. Centro Journal, 17(002), 266-277. Alfonso, R. N. & Virgilí, D. (2010). Académicas y empresarias: la experiencia de ser profesionales. Revista de la Facultad de Psicología de la Universidad Cooperativa de Colombia, 6(10), 41-48. Arango, L. G., León, M. & Viveros, M. (1995). Género e identidad. Ensayos sobre lo femenino y lo masculino. Santa Fe de Bogotá: Ediciones Unidades. Asakura, H. (2004). ¿Ya superamos el "Género"? Órden simbólico e identidad femenina. Estudios Sociológicos, XXII(003), 719-743.

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Bahamonde, K. (2012). Estudio de identidades genérico-profeionales en ingenieros e ingenieras del IPSJAE. Tesis de Diploma, Universidad de La Habana, Facultad de Psicología, La Habana. Bosch, E., Ferrer, V., & Gili, M. (1999). Historia de la misoginia. Palma de Mallorca: Anthropos. Bosch, E. & Ferrer, V. A. (2000). Violencia de género y misoginia: Reflexiones psicosociales sobre un posible factor explicativo. Papeles del Psicólogo(75), 13-19. Bosch, E. & Ferrer, V. A. (2003). Maltrato de mujeres y misoginia: estudio empírico sobre un posible factor explicativo. Anuario de Psicología, 34(2), 215-233. Cabral, B. E. & García, C. T. (2002). Masculino/Femenino...¿Y yo? Identidad o identidades de género. Caruncho, C. & Mayobre, P. (1998). El problema de la identidad femenina y los nuevos mitos. Novos Dereitos: Igualdade, Diversidade e Disidencia. Castoriadis, C. (1993). Poder, política, autonomía. Zona Erógena(14). Cázes, D. (2004). La misoginia, ideología de las relaciones humanas. Una introducción. México. De Barbieri, T. (1993). Sobre la categoría género. Una inrodución teórico-metodológica. Debates de Sociología(18). Dejours, C. (2005). La indiferencia de sexos: ¿ficción o desafío? Revista Alter(2). Lagarde, M. (1998). Claves feministas para el poderío y la autonomía de las mujeres. Managua: Punto de Encuentro. Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas. Tesis de Doctorado, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Programa universitario de Estudios de Género, México D.F. Lagarde, M. (2006). Pacto entre mujeres: Sororidad. Madrid. Roda, P. (1995). La historia de las mujeres: La mitad desconocida. Gerónimo de Uztaliz(11), 47-70. Schwarz, A. (2010). Mujeres misóginas. Obtenido de http://violetasdeahuac. blogsplot.com/2010/12/mujeres-misoginas.html Virgilí, D. (2009). Empresarias detrás de su imagen. Estudio de identidades genérico-profesionales en directivas de empresa. Tesis de Diploma, Universidad de La Habana, Facultad de Psicología, La Habana. Virgilí, D. (2012). Género y trabajo remunerado.Experiencia grupal de I-A con mujeres y hombres dirigenets del MITRANS. Tesis de Maestría, Universidad de La Habana, Facultad de Psicología, La Habana. Anexos Anexo 1. Caracterización de los participantes en la experiencia grupal y del Estudio de Caso. Participante Sexo Cargo que Ocupa Color de la piel Caso de Estudio Esther F Especialista Principal B Si Félix M Especialista Comercial B Manuel M Especialista Comercial M Si Pedro M Especialista Comercial B Miriam F Especialista Comercial B Vivian F Especialista Principal B Si Orlando M Especialista Comercial N Roberto M Especialista Comercial B Nota: Con el objetivo de mantener la privacidad de los participantes, los nombres que aparecen no son los verdaderos, sino que fueron cambiados a petición de ellos mismos.

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TÍTULO: REENCONTRÁNDOME A TRAVÉS DE MI PAREJA PONENTE: Sonia Díaz Reyna AUTOR: Sonia Díaz Reyna INSTITUCIÓN: Universidad del Valle de Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Contribución libre FORMA DE CONTACTO: [email protected] Los eventos dolorosos y peculiares que vivimos en nuestra infancia se quedan celados en nuestro cerebro, al crecer el dolor emocional inicial es atendido e inhibido y como una forma de escape lo actuamos exteriormente sin ser expulsado impidiéndonos saber que está allí “No puedes saber lo que no sabes”, otra forma es interiorizándolo o proyectándolo volviendo una forma peculiar de vivir y cada que nos enfrentamos a una situación similar, lo queremos resolver como niños ya que es la única forma en la que hemos aprendido, es como si pusiéramos limones a una herida. El conflicto comienza cuando el niño autentico pierde el sentido de soy quien soy. Volver a la Niñez, Jhon Bradshaw, 1991 “Existe una investigación sobre el sistema límbico de Issacson el cual menciona que el sistema de puertas de la neurocortesa conocido como el sistema pensante tiene la función de suprimir los hábitos y recuerdos del pasado por lo cual nuestro cerebro puede funcionar sin ser molestado pero la información sigue viajando por circuitos cerebrales en fibras nerviosas del sistema límbico, es como una tormenta eléctrica que provoca tensión y es capaz de soportar emociones tormentosas ya que el dolor original no ha sido rescatado causando por consecuente el no apropiarnos de nuestros sentimientos y de no estar en contacto con las propias necesidades, como Jung perfectamente menciona que todas nuestras neurosis son sustitutos del sentimiento legítimo y por lo tanto buscar en el otro lo que debo buscar en mí”. Expresar y compartir las vivencias dolorosas es un primer paso para poder aceptar nuestra historia. Lo que está dentro de mí. Dicha aceptación nos permitirá perdonar, reconciliarnos y valorar los aspectos positivos que desarrollamos gracias a nuestras experiencias. Sanar las heridas de la infancia y dar sentido a nuestras vidas de manera coherente nos permite transmitir y tener la seguridad necesaria para continuar. La pareja no nos salva, ni protege de nada ni nos resuelve conflictos propios ni cubrirá vacíos de nuestras necesidades, al contrario de tanto esperar del otro se fractura la relación y puede que busquemos a otra pareja con las mismas expectativas, tal vez nuevamente no funcione o tal vez decidamos pasarnos la vida diciendo que fue mala suerte la que nos tocó o al contrario quererle resolver sus conflictos en función de protegerlo haciendo por él lo que no hice o hicieron por mí. Como lo menciona Jorge Bucay y Silvia Salinas” ese es de hecho el sentido de la pareja, no la salvación sino el encuentro, o mejor dicho los encuentros: yo contigo, tu conmigo, yo conmigo, yo contigo, nosotros con el mundo. Una práctica que dejamos a un lado y que se transforma significativa en el seguimiento del encuentro mutuo en la relación de pareja; en la búsqueda trascendental de la unificación con la debida libertad de “nosotros con el mundo” se traslada al momento del niño autentico que pierde el sentido de ser quien es, por la limitantes de educación, por continuar con una tradición familiar emocional. La práctica que hemos dejado a un lado es la aceptación de la vulnerabilidad, posteriormente compartirla con la pareja. Corman (1977) habla de que si nos mantenemos en estar dentro de una necesidad insatisfecha que sucedió en la infancia nuestra energía para crear se detiene en cerrar ese asunto inconcluso y como consecuencia las historias de pareja que se vivan tendrán una historia similar quedándose estancado en la supervivencia y solamente si se da un aprendizaje de lo ocurrido se puede pasar a

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una etapa creativa y se puede volver a la de supervivencia algunas veces, mas sin embargo en la que debe permanecer más es en la creativa para saber que se cerró una Gestalt. La falta de la aceptación de la vulnerabilidad, imposibilita la capacidad de transmitir nuestro sentir, evocando una gran distancia y una necesidad insatisfecha en la pareja. El reencontrarnos con nosotros es aceptar las emociones, lo sentimientos. Es aceptar que somos vulnerables, por otro lado para reencontrarnos en una relación de pareja, compartir la vulnerabilidad es uno de los factores clave para poder tener un encuentro íntimo y profundo. Si somos capaces de vivirla y sentirnos vulnerables podremos prestar atención tanto a nuestras necesidades, sentimientos, inquietudes y temores como a los de nuestra pareja. La sensibilidad nos ayuda a percibir movimientos y gestos sutiles, y a compartir los secretos más profundos del alma. Cuando podemos compartir momentos en los que intercambiar lágrimas que no son tristes ni infelices, sino que brotan espontáneamente es cuando sentimos con profundidad algo que nos toca el corazón y nuestra vulnerabilidad más honda sale hacía afuera. María Guadalupe Morales Plesent (2013) la creatividad se asocia en un nivel alto de crecimiento personal y de manejo de energía hacia el exterior, de tal manera que se beneficie el creador y el ambiente. Cuando se es realmente autentico consigo mismo, se es con la pareja y por ende se buscara a alguien que esté en su misma sintonía, permitiéndose tener una relación sana sin expectativas y saber escuchar aceptando realmente como es el otro dejándolo sin máscaras, todos en esta vida en algún momento no se nos brindó la atención adecuada o al contrario se nos dio de más, por eso es importante conocernos ampliamente, saber cuáles son nuestras necesidades para satisfacerlas, conocer nuestra sombra para así saber identificar que es mío y que es lo que proyecto en mi pareja ya que es más fácil que hacerme responsable de mis propios conflictos, no todos estamos abiertos para un compromiso de pareja ya que el otro constantemente será mi espejo de cosas que no acepto que también son parte de mí. Por lo que reencontrarme a través de mi pareja me permitirá HACER CON LA VIDA POSIBLE… LO MEJOR POSIBLE. A través de esta reflexión valoro que hay que dar todo, pero con estructuras objetivas, sabiendo a donde vamos, y lo que debemos construir para embonar las demás estructuras a fines a nuestros vínculos de una manera sana, claro hablando de la pareja, y también desde el ámbito personal, no podemos constituirnos lo mejor posible como pareja sino lo estamos como personas, pero, estar en pareja nos brinda la consolidación para reencontrarme a través de la aceptación de sí mismo. La nueva propuesta es empezar a pensar en mí y en la pareja desde d, versos alones; el lugar de lo posible y no lo ideal. Es intentar ver los conflictos no solo como un camino para superar mis barreras y poder acercarme así al otro, sino también como un camino para encontrarme con mi compañero. Un camino para producir el transformador encuentro conmigo mismo. Estar en pareja ayuda a nuestro crecimiento personal a ser mejores personas, a conocernos más. - El acto de dar es un recibir en sí mismo; Yo recibo el placer de que recibas algo bueno que tengo para darte. Recibo la alegría de que me escuches y valores lo que te doy. No tiene sentido dar esperando algo fuera del acto mismo de dar.-

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TÍTULO: LA INFLUENCIA CULTURAL EN LA ANORGASMIA DURANTE LA ADULTEZ INTERMEDIA PONENTE: María Fernanda Martínez Michán AUTORES: María Fernanda Martínez Michán INSTITUCIÓN: Campus Cuernavaca. Universidad del Valle de México. México MODALIDAD: Póster FORMA DE CONTACTO: [email protected] ¿Por qué y para qué? Elegimos realizar esta investigación documental sobre la insatisfacción sexual en la adultez intermedia (enfocada a la anorgasmia), ya que es un problema muy común entre las mujeres que se encuentran en esta etapa de la vida (Riesenfeld, 2012). Hace tiempo escuchamos que un porcentaje considerable de mujeres adultas sufren de insatisfacción sexual, y debido a la libertad de expresión sexual y la apertura de pensamiento, ignorábamos que hoy en día sigue sucediendo en todos los estratos socioeconómicos y socioculturales. A lo largo de la investigación, nos dimos cuenta que actualmente siguen existiendo muchos tabúes alrededor de la sexualidad femenina, lo que impide que las mujeres se sientan con la libertad de explorar y tratar estos problemas, tanto con personas profesionales como con sus parejas (Charlton, 2004). A través de este trabajo, pretendemos explicar la influencia que tienen factores como la religión, culpa, vergüenza y tradiciones –derivadas de la cultura- en la vida e identidad sexual de las mujeres de hoy en día, repercutiendo en su autoestima y relación de pareja (Charlton, 2004). Contextualizando La adultez intermedia es un periodo de la vida en la que se juegan múltiples roles; no existe una edad en específico que marque el fin de la adultez temprana y el inicio de la intermedia, es determinado por ciertas condiciones (tareas) que se viven y que van cambiando según la cultura. Las principales tareas que se viven en la adultez intermedia son: la formalización de una familia (lazos conyugales y de paternidad), se busca el éxito dentro de una generatividad como señalaría Erikson (1993), el producir y proveer para alguien más, desarrollando el sentido de amor y cuidado para el otro; se vive cierto deterioro físico y metabólico importante –dándole pie a la perdida de agilidad en los procesos cognitivos, a la menopausia en mujeres y andropausia en hombres, enfrentándolos a crisis psicológicas (Chávez, 2012). Rogers junto con Jung dirían que es el momento en el que la persona logra integrar sus Yo’s, busca los significados de las cosas y equilibrar sus distintos aspectos de la vida (balance de energías), permitiéndose así jugar distintos roles (Chávez, 2012). El sistema principal y del que parte todo -es el de la pareja- las lealtades están comprometidas con la pareja, existe una dependencia mutua que conllevan expectativas y obligaciones hacia el cónyuge, lo que suele causar estrés. Hay que tomar en cuenta que los mejores años de matrimonio se viven después de los 25 años de casados (Chávez, Clases). La vida sexual de la pareja es de suma importancia ya que está directamente relacionado con la satisfacción de vida en pareja; debido que este es el sistema más importante y el soporte de la vida de ambos (como de los hijos), la insatisfacción sexual afecta su vida cotidiana (Forotan, 20012). Las disfunciones sexuales suelen ser problemas de salud mental que pasan inadvertidos en la vida cotidiana y en otras ocasiones son los menos tratados. Se dividen dependiendo del momento del acto sexual donde se localice el problema: previo al acto sexual (falta de interés/ deseo), durante el acto sexual (impotencias o dolor) y la fase de excitación (incapacidad de alcanzar el máximo

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placer); existen varios tipos de disfunciones, sin embargo nosotros nos enfocaremos en la anorgasmia femenina (Cañones et al. 2002). ¿Qué es anorgasmia? Podremos pensar que el único significado de esta palabra proviene de la unión del prefijo griego “an” ó “a”, que significa privación o negación, y del término griego “orgasmos” que significa “la culminación del placer sexual”, siendo “organ” desear ardientemente. O bien, limitar su significado a alguno parecido al de (Kaplan, 1974): “una inhibición específica del componente orgásmico de la respuesta sexual”. Pero el significado real de orgasmo refiere a contracciones de cualquier parte del cuerpo, para aliviar o liberar algo “aprisionado”, lo cual produce satisfacción y gozo (Riesenfeld, 2012); una congestión en donde el cuerpo hace algo similar a destellos. Tal podría ser el caso, por ejemplo, de cuando se va al baño después de aguantarse por mucho tiempo, estornudar, dejar cosas pesadas cuando se han cargado por mucho tiempo y los músculos se relajan, etc. La diferencia entre estos orgasmos y el sexual es que estos se dan solos y el sexual es provocado por uno mismo; uno no produce la orina o las ganas de orinar de manera intencional, pero uno sí erotiza los objetos para producir una excitación (Riesenfeld, 2012). En este trabajo nos enfocaremos en la anorgasmia femenina de tipo sexual, a la cual, -ahora sípodemos referirnos a la imposibilidad para alcanzar un orgasmo -como respuesta sexual ante un estímulo excitatorio acumulativo-, en donde los órganos reproductivos se contraen alcanzándose “el punto máximo del placer” (Riesenfel, 2012). Esto puede deberse a causas biológicas, psicológicas, sociales ó culturales (en las cuales centraremos este trabajo). Existen dos clasificaciones de la anorgasmia, y dentro de éstas, distintos tipos. En la primera clasificación se encuentra la anorgasmia primaria y secundaria. Anorgasmia primaria, generalizada o permanente: es cuando nunca antes se ha experimentado un orgasmo. Anorgasmia secundaria: las mujeres han sido anteriormente orgásmicas y a partir de cierto momento han dejado de serlo, ya sea por alguna experiencia sexual desagradable o traumática, algunas veces por causa de la pérdida del interés sexual, tensiones, nerviosismos o preocupaciones que impiden enfocarse en obtener el orgasmo, o cuestiones biológicas. De acuerdo con el contexto en el cual se presenta, se dividen en: Anorgasmia general o absoluta: se presenta en todas situaciones, contextos y estímulos, con cualquier compañero sexual. Es decir, no se pueden experimentar orgasmos en la masturbación, con su pareja, juguetes sexuales, etc., en cualquier tiempo y lugar. Anorgasmia situacional: las mujeres pueden presentar orgasmos pero sólo bajo determinadas circunstancias (Ejemplo: orgasmos al masturbarse y no con la pareja sexual). Dentro de éstas se encuentra la denominada anorgasmia coital, mujeres que son orgásmicas ante diferentes estímulos, pero nunca durante el coito. El término anorgasmia fortuita se aplica a mujeres que han tenido orgasmos con distintos métodos, actividades o estimulaciones, pero de manera infrecuente. En el libro de Nuestra sexualidad escrito por Crooks y Bauer (1999) reportan que Freud (proveniente de una sociedad falocrática) consideraba que el único orgasmo verdadero o el más importante era el producido por el coito; sin embargo existen mujeres que necesitan de la estimulación clitorídea o de la simultánea para poder tener un orgasmo, esta característica no las hace anorgasmicas, aunque antes se les considerara así (Kaplan, 1974).

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La tabla que se presenta a continuación es un conjunto de la información acumulada de las bases de datos consultadas y referenciadas en este trabajo. Causas de la anorgasmia: Biológicas

o o o o o o o

Fallas en los órganos reproductores. Dispareunia (dolor en la penetración) y/o vaginismo. Cambios hormonales propios del climaterio y menopausia. Ingesta de ciertos medicamentos. Enfermedades crónicas. Cansancio. Cirugía ginecológica.

Psicológicas

o Baja autoestima. o Causas psicológicas de la represión femenina; inferioridad. o Bajo autoconocimiento corporal y emocional. o Estrés y tensión. o Crisis del desarrollo propias del climaterio y menopausia (sentirse poco atractiva, cambios de rol, etc). Aproximación positiva/negativa; dependiendo de cómo se tome esta etapa de la vida se vivirá de una manera alegre o angustiosa. o Aprox. a la propia sexualidad en edades más tempranas; si fue una sexualidad abierta y relajada o con miedo, angustia y rigidez. o Personalidad poco flexible; superyó fortalecido. o Temores y problemas emocionales; miedo al fracaso sexual o no poder presentar un orgasmo. o Abuso sexual. Culturales Religión Culpa y vergüenza. ■ La sexualidad es pecaminosa si no es exclusiva y con fines de reproducción.

■ Expectativas excesivas en la pareja. ■ Participación pasiva por parte de la mujer. ■ Falta de comunicación. ■ Poca estimulación previa por parte de la pareja puede dar a entender que lo único que busca es su propia satisfacción. Educación ■ Educación sexual rígida, cerrada y en muchas ocasiones machista. ■ Falta de información acerca de la anatomía de los órganos reproductores y sexuales (clítoris), así como su funcionamiento. Social ■ Represión y discriminación femenina. ■ Sistemas falocráticos. ■ Percepción en la manera en que se relacionaban los padres; cariñosos o no, si tenían una buena intimidad o no. ■ Relación con la sexualidad de la madre; madres diestras en el acto sexual, provocaran miedo en las hijas por temor a ser superadas. Madres que han sufrido traumas o La cultura en la sexualidad rigidez, inculcarán culpa y vergüenza a sus hijas. Pareja

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Díaz Morfa (2007) propone que la sexualidad es lo que nosotros creemos que es; un regalo de la vida que debe de disfrutarse y gozarse o algo sucio, pecaminoso que se debe usar solo con fines reproductivos; el cómo ejercemos nuestra sexualidad es un reflejo directo de quiénes somos y dónde se puede observar nuestra manera de interactuar con otras personas y qué papeles nos gusta jugar, si el dominante, el cooperativo, sumiso, el cómodo, activo o pasivo, etc. De Moya (2005) explica en su artículo que la sexualidad, el sexo y el erotismo son elementos únicos e irrepetibles propios de cada ser humano. El mismo autor afirma que es diferente en cada persona puesto que cada persona tiene una composición única de características e influencias que la forman; por otro lado estos conceptos a pesar de ser heredados desde la época colonial como causa de culpa y vergüenza o la masturbación como señal de lesbianismo, se han modificado a través del tiempo aunque todavía existen ciertos tabúes (De Moya, 2005). Encontramos una investigación realizada en Hesarak, Karaj en Irán donde buscan recopilar información de la prevalencia de la anorgasmia y los factores que pueden influir en ésta (Tadayon et al, 2006-7). Los factores encontrados en este estudió han sido mencionados en la lista anterior de las causas. Jonson (2004) encontró que las mujeres más jóvenes y sexualmente inexpertas presentaban en primera instancia una anorgasmia primaria, entre 5-10% de las mujeres, mostrando así que es menos común que la secundaria, que suele presentarse en mujeres de mayor edad. Este último punto es respaldado por el estudio realizado por Trudell, et al. (2000), donde se muestra que a mayor edad la tendencia hacia la anorgasmia aumenta. Los autores del artículo se apoyaron en el trabajo de Eşsizo&ğlu et al. Presentado en un simposio en el 2009; explica que las creencias religiosas están directamente relacionadas con las creencias y en el desempeño sexual. En muchas familias la educación está basada en la religión, afectando (para bien o para mal) así su manera de relacionarse con el mundo y las relaciones interpersonales. La educación sexual impartida durante la adolescencia expone a los futuros adultos a seguir creyendo en los tabúes que forman parte de la sociedad, si esta es rígida o nula (Forcoroy, 2003) dando pie a disfunciones sexuales en edades posteriores. En los resultados de la investigación se encontró que 26.3%de las mujeres sufren de anorgasmia, estos fueron comparados con otros estudios realizados en: América que muestra que el 43% de las mujeres presentan falta de deseo sexual, lubricación y anorgasmia, mientras los hombres presentaron 31% (Deborah, 2003); Brasil, realizado por Abdo (2004) que encontró que 21% las mujeres de 18 en adelante presentan anorgasmia; Yazd- Irán con un 26.1% (Salary, 2005); y Nigeria el 55% de mujeres entre la adolescencia y la adultez intermedia presentan problemas con el orgasmo (Ojomu, 2007). “Lo que es sexual en una cultura no lo es en otras” (Szasz, 1998), en la mayoría de las bases de datos se encuentra que efectivamente la cultura, la religión y la educación tienen una influencia en la anorgasmia; por lo que a partir de esta frase explicaremos con la ayuda de la Dra. Risenfeld el cómo es que influye. Entrevista a Rinna Riesenfeld Rinna Riesenfeld es sexóloga y psicoterapeuta, socia y co-directora de la librería El Armario Abierto, donde está su consultorio; escribió libros cómo “Mamá, papá, soy gay” y “Bisexualidades”; pertenece a la ADEHUM y es titular del diplomado en educación sexual en el IMSS así como participante regular en programas de radio (recuperado el 23 de abril de http://www.elarmarioabierto.com.mx/contacto.html). Solicitamos su colaboración debido a su experiencia, sobre cómo influye la cultura en la anorgasmia femenina.

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Antes de entrar al tema de la anorgasmia Rinna nos proporcionó una definición clara del orgasmo (citada previamente), en la que se basó para darnos sus aportaciones. “Esto es un problema muy grave en nuestra sociedad, pues actualmente, aunque no lo creamos, existen tabúes alrededor de la sexualidad femenina, y sin darnos cuenta, también mucha información negativa a través de la publicidad y medios de comunicación” (Riesenfeld, 2012). La Dra. Riesenfeld nos explicó que el problema de la anorgasmia femenina comienza con no saber tenerlo, osea, el orgasmo es una respuesta que debe ser buscada; a través de la erotización de los objetos, es decir, nosotros sexualizamos las cosas, nuestra mente les adjudica un valor erótico, de tal manera que si no hay deseo, no habrá orgasmo. Cada quien tiene que “llamarlo”, trabajar el orgasmo erotizando nuestro alrededor, a la pareja y a nosotros mismos. La Dra. considera que nuestra cultura es un legado del judeocristianismo, dando pie a una sociedad falocrática; lo que significa que el “pene” posee el máximo poder -en todos los aspectos-, enfocado a nuestro tema es el que posee la satisfacción sexual y la capacidad reproductora (Riesenfeld, 2012). Rinna nos explicó que la influencia de la cultura se puede constatar en las pocas referencias que se hace dentro de la sociedad respecto a los genitales femeninos; desafortunadamente vivimos en una cultura machista, donde no se menciona el clítoris; el órgano sexual femenino (no reproductor) más importante, ya que en la vulva (clítoris más labios vaginales) contamos con entre 6 mil y 8 mil terminaciones nerviosas (el doble que poseen los hombres en sus órganos sexuales con tan solo 4 mil), dándonos la capacidad de funcionar cual “Lincolns” en la carretera y, al no tomarse en cuenta o no hablarse del placer femenino, funcionamos como “bicicletas”. Podemos verlo en los chistes o bromas, por ejemplo; se habla sin inhibiciones sobre la masturbación, la anatomía y el placer masculino, dentro de las fiestas, entre pares y parientes, siendo un tema mucho más tocado por la sociedad, que el placer, masturbación o anatomía femenina (“no existen chistes sobre el clítoris, o cómo se le hace”). La sexualidad debemos vivirla por nosotros mismos y conocerla independientemente de una pareja sexual. Somos dueños de nuestra sexualidad, nadie más. No podemos llegar a nuestra primera relación sexual sin conocer nuestra anatomía y fisiología, sin conocer nuestros puntos de placer, y cómo reaccionamos a ciertos estímulos. Una sociedad machista sabe que la mujer es más poderosa en la cama que los hombres, presentamos más orgasmos y tenemos más terminaciones nerviosas. Se quiere evitar que la mujer adquiera más poder, se pretende evitar la dominación femenina, y seguir reprimiéndola, que adquiera un rol sumiso y obediente, totalmente bajo el dominio masculino. Lamentablemente, así se da la represión e inhibición de la sexualidad femenina en la actualidad (Riesenfeld, 2012). La educación y religión son dos factores muy importantes en este machismo y en esta forma de ver la sexualidad femenina como algo sucio y pecaminoso. –la Dra. nos pregunta y contesta a la vez- ¿Qué problemas presentamos dentro de la educación?, desde niñas, a las mujeres se les enseña que las relaciones sexuales son únicamente para la reproducción, jamás se habla de placer. El órgano sexual femenino es considerado como algo feo y sucio, con mal olor, algo desagradable. Y mucho menos debe tocarse con un fin placentero, pues esto “es muy malo y pecaminoso”. No te puedes masturbar porque es mal visto. Esto es un problema realmente grave, ya que la masturbación en ambos sexos es verdaderamente algo bueno, ya que a través de ésta te conoces y puedes saber qué te gusta, qué no te gusta, en dónde sientes placer, etc. (ya que cada mujer es diferente y siente diferente). Para que en un futuro puedas comunicárselo a tu pareja, y no por vergüenza nos neguemos a pedir lo que queremos.

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Según la sexo-terapeuta Riesenfeld las mujeres están educadas para dar y no recibir, ver por los demás, ser serviciales; sobre todo con los hombres. Se les enseña que no deben conocer su propia sexualidad y explorar su cuerpo (“muchas mujeres ni siquiera conocen de vista su propia vagina”), que el hombre les enseñará el placer y cómo hacerlo, que él debe descubrirlas y que es el único responsable de su placer sexual, lo cual es incoherente y hasta cierto punto chistoso, -¿Cómo puede ser otra persona dueña de tu sexualidad? ¿Cómo es que a él le toca conocerte y explorar tu anatomía, mientras tú la desconoces?- Aquí existen dos vertientes, una, que el hombre considera que es su responsabilidad la satisfacción sexual de la mujer y si no la satisfacen (cabe hacer un paréntesis dado que no saben cómo hacerlo, pues por un lado nadie les explica cómo, nadie habla de ello y a pesar de la experiencia cada mujer es distinta) se sienten menos hombres; éstas al temer que su pareja las deje, o herir sus sentimientos, suelen fingir orgasmos -otro problema muy común- que a la larga solo causa más frustración y agrava los problemas de pareja. La otra vertiente es la del hombre machista que considera que la única satisfacción importante es la propia, por lo que no se estimula a la mujer en sus partes más placenteras, haciéndolas sentir como un objeto, inhibiendo así el orgasmo. Antes de llegar a un orgasmo, incluso antes del coito en sí, la pareja debe tener “juegos sexuales”, comenzar con caricias, estimulaciones en el clítoris, preparar la lubricación, etc., y esto a muchos hombres no les importa, llegan directamente al coito y no se preocupan por la satisfacción femenina. Imagínense nos dice la Dra. Riesenfeld -Nuestras propias madres nos enseñan, si bien no todas la mayoría, dos cosas básicamente, que nuestra vagina requiere de un cuidado especial, que no se toca porque no es políticamente correcto, que no es casto, “enviándonos mensajes de lo que tenemos es asqueroso” y la otra, que es algo que se debe guardar para esa persona especial, el amor de tu vida-, (lo que en mi cabeza crea una contradicción en sí, ¿Cómo voy a darle esto horrible a la persona que más amo? ¡Qué asco!- provocando un conflicto psicológico). A continuación La Dra. nos mencionará cómo es que la mercadotecnia aceptada por la cultura consumista influye en este tipo de temas: Una persona que disfruta de su sexualidad es una persona empoderada y que está satisfecha con su vida, en una sociedad “falocrática” no es pertinente tener mujeres empoderadas. Ellas no deben conocerse, explorarse o tocarse antes de su primera relación sexual; generando mujeres que se conocen poco o nada. Esta ignorancia, impide que las mujeres señalen lo que desean en la cama, porque por un lado no lo saben, no hay comunicación con la pareja, y por otro, sienten ellas -o sus parejas- que se ven mal pidiendo lo que les causa placer. Ante esta sociedad machista, las mujeres empoderadas de sí mismas y que ejercen libremente su sexualidad resultan ser o unas “perras o cabronas” (las que nadie quiere, las roba hombres), o son vistas como unas “putas o fáciles”; cómo podemos constatarlo en cualquier telenovela. Las mujeres son muy vulnerables ante los prejuicios sexuales, esto baja su autoestima y ellas mismas llegan a creerse o deciden aceptar su inferioridad y que su deber es complacer al hombre, inhibiendo su propia satisfacción; por el miedo o la culpa producidas por una sociedad represora y rígida, nunca comunican lo que quieren y desean de sus parejas, y psicológicamente no buscarán el orgasmo. Rinna nos realizó las siguientes preguntas retóricas y nos corrigió “¿Cuántas veces no hemos escuchado anuncios acerca de productos íntimos femeninos con olor a manzanilla, como es el caso de las toallas sanitarias, u otros de cuidado diario con aroma agradable, como Benzal? ¿Cuántas veces hemos visto anunciados productos íntimos masculinos para el cuidado e higiene del pene? Ninguna”. El mensaje que esto nos da es que la vagina es algo desagradable, con mal olor, que necesita de productos -que además bajan las defensas naturales de la vagina- de higiene para estar mejor, y que los órganos sexuales masculinos no necesitan de cuidado e higiene, así están

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bien. Desde esta perspectiva crecemos con la primera impresión de que nuestro órgano reproductor es asqueroso, lo que tenemos las mujeres es sucio y siempre está así. “Donde hay olor hay vida”, ignorando que es completamente natural que la vagina desprenda flujos para su propia lubricación e higiene y no tiene por qué ser asqueroso –“¿para qué querríamos oler a manzanilla o a flores?”- sin conocernos nos predisponen a ver algo feo y con mal olor. La Dra. Riesenfeld dice que las mujeres hemos sido inculcadas en el arte del romanticismo, se nos ha vendido la idea de que toda experiencia relacionada con la pareja y la intimidad tiene que ser cual cuento de hadas, pero lo que no hemos tomado en cuenta es que, lo que provoca que “se nos hinche el corazón, no necesariamente hace que se hinche la vulva y nos excite”; pocas mujeres tienen la iniciativa de “saltar encima de la pareja en un arranque de locura”, por el mismo acatamiento femenino, y miedo de verse como una cualquiera. Hombres Mujeres Noviazgo 94% 62% Vida juntos 95% 68% Casados 95% 75% Estos son datos que reiteran la información que nos brindó la Dra. Riesenfeld en la Siempre o por lo general tiene un orgasmo con la pareja entrevista, y de la investigación realizada por Tayadon et al. en el 2006-7, estas tablas fueron tomados del libro Nuestra sexualidad escrito por Crooks y Baur.

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Las investigaciones afirman que hay una correlación positiva entre la felicidad marital y el orgasmo femenino. En una encuesta a 1000 mujeres, aquellas con matrimonios dichosos informaron una frecuencia orgásmica más elevada que las de matrimonios desdichados. Existen pruebas actuales de que la frecuencia de orgasmos entre mujeres casadas está amentando en comparación con las solteras, como nos muestra la tabla. La buena comunicación es un factor crucial para la satisfacción sexual en el matrimonio, en una encuesta realizada a 100,000 mujeres, 88% de quienes manifestaron abordar con su pareja lo que sentían sexualmente, mencionaron tener una vida sexual buena. Sólo 30% de las que nunca discutían de este tema la describieron como buena (Travis y Sadd, 1997). En esta tabla los encuestados presentaron alguno de estos problemas sexuales durante varios meses o más. Aquí se aprecia la diferencia entre hombres y mujeres. En la mayoría de las enfermedades ésta presenta un mayor padecimiento. Esto puede deberse en gran medida a lo mencionado anteriormente respecto a la cultura, la educación y el machismo, donde la mujer se siente avergonzada de su placer y culposa de comunicar lo que quiere; y donde el dominio del hombre la somete, inhibiendo su satisfacción sexual. Respuesta de estudiantes universitarios acerca de si alguna vez han tenido un orgasmo Mujeres Hombres Sí §7% 94% No 13% 6% La educación y las actitudes que nos forman desde pequeños hacia el sexo ejercen influencia en las opiniones que más tarde tendremos sobre el acto sexual. Si una mujer se conoce más, sabiendo la ubicación de su clítoris y otras terminaciones nerviosas, y ella misma considera sin culpas, que su satisfacción sexual es importante, tendrá experiencias distintas a otra mujer que se ha quedado en la ignorancia por estas inhibiciones sociales y tabúes culturales. Una buena educación, y conforme ésta avanza, crea actitudes y comportamientos positivos en las mujeres. Se ha comprobado que mientras mayor sea el nivel educativo de una pareja, tienen mayores conocimientos y experiencia para estimular de distintas formas a la pareja, y no sólo a través del coito. Por el contrario, si la educación sexual fue mala, se crearán actitudes negativas hacia el sexo. Lo que sucede frecuentemente en las mujeres sometidas por la sociedad, es que inconscientemente están temerosas al placer sexual, y se reprimen los deseos sexuales (Crooks y Baur, 1999). Estudios señalan que alrededor del 5 y 10% de las mujeres en edad adulta en EU, nunca han experimentado el orgasmo por ningún medio de estimulación -anorgasmia generalizada o primaria- (Spector y Carey, 1990). Esta tabla muestra que la anorgasmia en mujeres ha disminuido. Esto puede deberse a una posición actual más liberal en cuanto al sexo, donde las mujeres tienen una mejor educación sexual conocen mejor su cuerpo, comunican lo que desean y están abiertas al orgasmo. Pero los hombres presentan una mayor frecuencia. Volvemos a la posición femenina, el 70% de las mujeres que necesitan estimulaciones directas en el clítoris para alcanzar el orgasmo (Hite, 1976), se muestran apenadas al pedirle a sus parejas que estimulen de forma manual u oral el clítoris, piensan que es pedirle hacer un “trabajo extra” del cual se rehusará, y temor a que su pareja piense que hay algo mal en ellas (Davidson y Moore, 1994)

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En esta tabla se aprecia que las mujeres suelen fingir orgasmos con mayor frecuencia. La razón más común es que quieren evitar decepcionar o herir a su pareja, como se ha mencionado con anterioridad. La mujer se ve en la necesidad de ser aprobada por el hombre. Comprobando así el papel servicial de la mujer, quiere dar pero no recibir y no piensa en su propia satisfacción, mientras que el hombre es el que sale beneficiado. Al descubrir que este método es eficaz en sus relaciones sexuales, lo convertirán en hábito. No se concentrarán en el “sí puedo tenerlo”, “sí puedo experimentarlo”. Al contrario, para no desilusionar a la pareja, fingirán el orgasmo cada vez que sea necesario, y una vez que se establece este patrón de engaño es difícil romperlo, pues la mujer no hablará nunca de sus necesidades, de lo que realmente desea y lo que le causa placer (Crooks y Bauer, 2004). A la larga puede provocar en la mujer resentimientos, ira, culpa, frustración, depresión hacia la pareja; ya que nunca pudo tener un orgasmo. Y si el hombre se entera del engaño presentara lo mismo hacia ella (Riesenfeld, 2012). ¿Por qué es importante todo esto? Como hemos mencionado con anterioridad el sistema de la pareja es el centro de soporte para la familia; si la pareja no está bien, ellos como individuos van a sentirse poco plenos en su vida; los hijos resienten los problemas que hay en la pareja afectando así su vida cotidiana. También nos gustaría recalcar que una persona que disfruta de su sexualidad es una persona empoderada, capaz de lidiar con las dificultades de la vida; estar satisfecho con la propia vida es un factor protector hacia las crisis del desarrollo, problemas de pareja, etc. Forotan realizo unas investigaciones en el 2001 y 2002 que demuestran que el 67% de los divorcios están relacionados a problemas sexuales; hemos presentado varios puntos sobre la relación de la anorgasmia y la dinámica de la pareja, si bien no se sabe qué fue primero si los problemas de pareja o los sexuales, si se sabe que la mala comunicación, la tensión por la insatisfacción por algunos de los miembros, generan: culpa, vergüenza, apatía y en ocasiones hasta rabia, formando así una atmósfera de amargura y estrés en la pareja y por consiguiente en la familia, culminando así entre otros factores en el divorcio de la pareja. Esto es mucho más común en parejas que viven en lugares muy religiosos o machistas (Forotan, 2001-2). ¿Por qué es relevante para la sociedad que las parejas no sean felices o se divorcien? Hoy en día vivimos en una sociedad –sobre todo la occidental- en donde los valores se degradan día a día, nuestros niños se encuentran en una constante exposición a los factores de riesgo (medios de comunicación, drogas, violencia…), la tolerancia a la frustración y la fuerza de voluntad es demasiado baja; si bien es un mundo innovado por la tecnología, también está rodeado de peligros para los niños en crecimiento, donde el único respaldo y contención es el de los padres. Apoyándonos en la Teoría Sistémica (Costal, 2011) cuándo los padres tienen problemas y estos no los resuelven, la familia puede llegar a ser disfuncional y en caso de recurrir al divorcio, los niños tendrán aunque sea un leve trauma/crisis debido a los cambios que implica el divorcio, dentro de la dinámica familiar.

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Niños que forman parte de un hogar disfuncional o que no existe buena relación con los padres, son niños o jóvenes expuestos a un mundo dónde se corrompe y debilita el carácter propio de las personas como consecuencia de la desintegración que se vive en la sociedad. Respondiendo claramente a la pregunta anterior, sería que a mayor insatisfacción sexual dentro de las parejas, mayor probabilidad de crear una atmosfera disfuncional o de amargura para las siguientes generaciones; dejándolas expuestas, alimentando grupos de violencia, drogadicción, desempleo (ya que se forma seres incompetentes y de carácter débil) y violencia intrafamiliar; todos estos son problemas que aquejan a la sociedad hoy en día. Las mujeres que no están satisfechas con su vida no tienen la capacidad de empoderarse y superarse, pues son personas manipulables, sumisas, con baja autoestima que permiten que las discriminen; en muchas ocasiones son personas que sufren de otros problemas psicológicos, que bajan el rendimiento y calidad de una población, así como la vida de las mujeres y sus familias. Es importante que las mujeres conozcan su cuerpo con la finalidad de que se apropien de su sexualidad y puedan ejercer libremente su sexualidad, expresando sus deseos o aquello que la complace a su pareja evitando así la desintegración familiar y yendo un poco más lejos, serviría para que las mujeres se empoderen e ir modificando el ambiente de discriminación al que se ven sometidas. Podemos concluir -después de toda la recopilación- que la anorgasmia es un problema muy común entre las mujeres, en el cual la cultura influye a través de la educación que se les da a hombres y mujeres, la religión que muchas veces zanja la práctica libre de la sexualidad, la mercadotecnia envía mensajes “los genitales femeninos son olorosos y desagradables”; mientras que en la pareja existen demasiadas expectativas y circunstancias poco beneficiosas evitando un buen desempeño. Algo que en lo personal nos gustaría recalcar es que la sexualidad tiene mucho que ver con la actitud que se toma ante ésta (Díaz Morfa, 2007), que normalmente va delegado por la personalidad y la crianza; una actitud negativa ante la sexualidad recaerá en resultados disfuncionales (Cañones et al., 2002). Referencias Abdo CH, Oliveira WM Jr, Moreira ED, Fittipaldi JA. Prevalence of sexual dysfunctions and correlated conditions in a sample of Brazillian women-results of the Brazillian study on sexual behavior (BSSB). Int J Impot Res. 2004;16:160-6. Citado en http://www.scielo.br/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1807-59322011000100015 Anonimo. (2010). Anorgasmia: ¿Por qué es tan difícil tener un orgasmo? .Biblioteca práctica de la salud. Vol, sexo y salud. Recuperado el 25 de abril de 2012 de http://sexualidad.doctissimo.es/sexualidad-femenina/anorgasmia/por-que-es-tan-dificil-llegaral-orgasmo.html Cañones, P. et al. (2002). Disfunciones sexuales de origen no orgánico. Recuperado el 23 de abril de http://www.geishad.org.mx/REDWEB/DISFSEXNOORG.pdf Charlton, D. (2004). Climaterio y menopausia, una mirada de género. Vol.3. pp 1-15. Recuperado el 23 de abril de http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/pdf/448/44830601.pdf Chávez, K. (2012). Clases. Costal, A. (2011). Clases. Crooks, R. y Baur, K. (1999). Nuestra sexualidad. 7. Ed. Estados Unidos: Brooke/Cole Publishing Company.

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TÍTULO: SEXUALIDAD, SEXO Y COITO. ¿SON LO MISMO? PONENTE: María Susana Jacqueline Vázquez Torres AUTOR: María Susana Jacqueline Vázquez Torres INSTITUCIÓN: Universidad del Valle de Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Póster FORMA DE CONTACTO: [email protected] Considero que la sexualidad es un tema del cual se hablan mucho pero se sabe poco ya que aun en nuestros días no se puede hablar, expresar o mencionar libremente puesto que la sociedad la sigue viendo como un tabú, un tema pecaminoso del cual no se debe de hablar y por lo tanto esto les impide que vivan su sexualidad con libertad ya que no cuentan con el conocimiento necesario de lo que implica realmente la sexualidad, esta va mucho más allá de lo que nuestra mente alcanza a comprender o bien quiere comprender forjado por los constructos de la sociedad en la que se vive. El estudio de la sexualidad es fundamental para tener una vida más plena y placentera, ya que esta tiene muchas características que la mayoría ignoran y tienen ideas erróneas de lo que realmente es. El desarrollo de una sexualidad plena es esencial para el bienestar de los/as individuos, el interpersonal y el de las sociedades. La sexualidad es un aspecto central del ser humano presente a lo largo de toda la vida hasta la muerte y esta incluye al sexo, las identidades y roles sexuales, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción, y a su vez se vive y expresa en pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, papeles y relaciones. Si bien la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, pero no todas ellas se viven o expresan siempre. La sexualidad se ve influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos religiosos y espirituales. Por todos estos factores es que cada persona vive su sexualidad de una manera distinta y cada una la percibe de determinada marera en base a sus constructos de lo que es y de lo que no es la sexualidad. La sexualidad ocurre en el cuerpo, y en ella participan los sentidos (tacto, vista, olfato, audición, gusto), las hormonas (los mensajeros químicos), las ideas, los valores y las emociones que las personas tienen y, por lo tanto, influye en la salud del cuerpo y la mente. Una sexualidad íntegra requiere establecer un conocimiento personal e íntimo sobre sí mismo y el otro/a, en un terreno en el que se desarrollan la comunicación y la afectividad mutuas. La sexualidad es parte básica del crecimiento, del auto-conocimiento, del desarrollo y de la identidad como seres humanos. Es parte integral de la vida humana, porque se nace y se muere sexuado/a. Va acompañando a las personas y se expresa en forma diferente a lo largo de la vida, ya que nos está acompañando en cada una de las etapas del desarrollo como lo menciona Freud en el desarrollo de las etapas psicosexuales del niño que son cinco iniciando con la oral, anal, fálica, de latencia y genital que esas se presentan desde los primeros años de vida del niño y permanecen durante toda su vida. En base a todo lo anterior es que se llevaron a cabo algunas encuestas para saber cómo es que la sociedad ve a la sexualidad, qué significado tiene para ellos y como es que la relacionan con el sexo y el coito y saber si es que saben el significado de cada una de ellas. Como se mencionó anteriormente la sexualidad es un conjunto de características físicas, psicológicas, genitales y una serie de rasgos, pensamientos, creencias, que define a una persona, algunas de las características que más ampliamente la definen se mencionaran a continuación.

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Uno de los primeros componentes de la sexualidad es el sexo. Al hablar del sexo nos referimos al conjunto de características físicas que diferencian a los machos de las hembras, al referirse al sexo es meramente lo biológico del ser, está plasmado en el cuerpo, a su vez está compuesto por la morfología genital interna y externa, las glándulas, ovarios en las mujeres y testículos en los hombres, las hormonas estrógenos y progesterona en la mujer, testosterona y andrógenos en el hombre, aunque hombres como mujeres producen ambas hormonas solo que en menores cantidades y por ultimo están los cromosomas XX hembra y XY macho. El género es el constructo sociocultural que implica lo que es un hombre y una mujer, en base a sus funciones, comportamientos, oportunidades, roles, responsabilidades y las relaciones de una persona, también nos referimos a la serie de construcciones mentales respecto a la pertenencia o no del individuo a las categorías dimórficas de los seres humanos: masculina y femenina. Si bien la identidad sexual o de género es la consciencia de sí mismo, el cómo me siento por dentro, si me siento hombre o me siento mujer, es una vivencia interna e individual que puede corresponder o no con el sexo asignado al nacer. Un proceso intersubjetivo, los seres humanos se identifican siempre y en todo lugar por la afirmación de su diferencia con respecto a otros individuos y otros grupos, esta se puede establecer a partir de los 3 años de edad. El rol de género se define como un conjunto de normas de comportamiento percibidas y asociadas particularmente como masculinas o femeninas, en un grupo o sistema social. Esta se aprende en la vivencia cotidiana en la sociedad, comunidad o grupo social y se expresa como tal. Es una norma de división del trabajo por género, los que se supone que la mujer debe realizar y los que el hombre. Se relaciona con lo que la sociedad permite, valora e impone para que hagan los hombres y las mujeres (rol productivo vs rol reproductivo). La orientación sexual es un patrón de atracción desde lo afectivo, erótico, amoroso y sexual de una persona hacia otra (heterosexualidad, bisexualidad, homosexualidad). El erotismo es todo aquello que conlleva a una excitación, puede ser viendo, tocando o el simple hecho de estar cerca de alguien. Se construye tanto a niveles individuales como sociales con significados simbólicos y concretos que vinculan el placer sexual a otras dimensiones humanas. A su vez es un componente placentero de las experiencias corporales individualmente vividas o en interacción con otra persona, basado en las sensaciones y construcciones mentales. El placer ser una sensación o sentimiento positivo, agradable o eufórico, que en su forma natural se manifiesta cuando se satisface plenamente alguna necesidad del organismo humando. Este se puede obtener a través del contacto con otra persona o con nosotros mismos está estrechamente ligado al erotismo. Continuaremos describiendo lo que es la reproducción sexual es la función biología fundamenta de los seres vivos, esta tiene como bien el originar a un nuevo individuo. La reproducción humana necesita de dos seres humanos que sean de distinto sexo para que la reproducción tenga éxito, esto se debe a que se tiene que tener gametos masculinos y femeninos, unión de un ovulo con un espermatozoide. Esta es de tipo sexual ya que en ella intervienen los dos sexos y la fecundación se da dentro del cuerpo de la mujer que es donde se va a producir el embarazo y desarrollar el bebé. Dentro de la reproducción encontramos diferentes fases como lo es el coito o mantenimiento de la relación sexual en donde el pene es introducido en la vagina y este tiene una eyaculación expulsando millones de espermatozoides que viajan hasta llegar a un ovulo para fecundarlo. La fecundación se produce la unión del óvulo y el espermatozoide originando lo que se conoce como cigoto, al unirse los cromosomas de ambos sexos, estos determinan cómo será el ser que va a crecer en el útero de la mujer. Ahora se produce lo que conocemos como desarrollo embrionario, culminando con la formación de un embrión. La gestión periodo de nueve meses (40 semanas) en

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el que se desarrolla el embrión formándose de forma completa sus órganos. El embarazo se divide en tres trimestres, siendo el primero el más delicado ya que es el trimestre en el que se puede producir un aborto espontaneo. Y por último el parto esta se genera cuando ya finalizada la gestación tiene lugar el parto, que es la salida del feto desde el útero al exterior. Este proceso puede durar varias horas y se divide en tres fases, la de dilatación (cuando empiezan las contracciones y van desplazando el feto hacia el exterior del útero), la de expulsión (cuando sale el feto del cuerpo de la mujer) y la de alumbramiento (cuando después del nacimiento se reanudan las contracciones y provocan la expulsión de la placenta). La reproducción humana es la mera capacidad que tiene todos los seres vivos de engendrar, dar una nueva vida. Es una etapa maravillosa siempre y cuando es deseada y planada, de no ser así puede tener algunas complicaciones. Como se menciona anterior mente la sexualidad se vive y expresa en pensamientos, fantasías que es aquello que te gustaría realizar con dicha persona o personas, con la utilización objetos, lugares, sabores, olores, formas, posiciones etc., el deseo desde el punto de vista fisiológico forma parte de la respuesta sexual humana, siendo una ansiedad placentera de carácter erótico, es un sentimiento intenso que se genera por una persona u objeto. Las creencias son una parte muy importante dentro de la sexualidad pues en base a cómo es que estén generadas es cómo vas a percibir, vivir y disfrutar de la sexualidad. Estas están creadas en base a los constructos por la sociedad, familia o grupo al que pertenezca o en base a las experiencias personales, las creencias son un sentimiento de certeza sobre el significado de algo, es una afirmación personal que se considera como verdadera. Actitudes es una forma habitual de pensar, sentir y comportarse de acuerdo a un sistema de valores que se va formando a lo largo de la vida a través de las experiencias vivida y la educación recibida, es un sistema fundamental por el cual el ser humano determina su relación y conducta con el medio ambiente, así como también son disposiciones para actuar de acuerdo o en desacuerdo respecto a un planteamiento, persona, evento o situación específica, estas están constituidas por elementos cognitivos, afectivos y conativos, que de manera integrada o interdependiente contribuyen a que la gente reaccione de manera específica. Los valores son los principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas, son creencias fundamentales que nos ayudan a preferir, apreciar y elegir cosas en lugar de otras, o de un comportamiento en lugar de otro, también son fuente de satisfacción y plenitud. Considero que el comportamiento es el conjunto de actos exhibidos por el ser humano determinados por la cultura, las actitudes, emociones valores de la persona y los valores de la cultura, la ética el ejercicio de autoridad, la relación, la persuasión la coerción y/o la genética y el comportamiento sexual humano reagrupa todos los mecanismos del comportamiento reproductor humano y todos los comportamientos eróticos, es la búsqueda de placer, en el interviene numeroso mecanismos entre ellos físicos y hormonales, pero también mentales. El comportamiento sexual responsable se expresa en los planos personal, interpersonal y comunitario. Se caracteriza por autonomía, madurez, honestidad, respeto, consentimiento, protección, búsqueda de placer y bienestar. La persona que practica un comportamiento sexual responsable no pretende causar daño y se abstiene de la explotación, acoso, manipulación y discriminación. Una comunidad fomenta los comportamientos sexuales responsables al proporcionar la información, recursos y derechos que las personas necesitan para participar en dichas prácticas. Las prácticas sexuales son patrones de actividades sexuales presentados por individuos o comunidades con suficiente consistencia como para ser predecibles. Existe una gran diversidad de

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prácticas sexuales ya que estas buscan el disfrute y gozo de la sexualidad. Algunas de las prácticas serian el sexo tántrico, booty call, precop, sexdiet, bondage, fetichismo, spanking, voyeurismo, exhibicionismo, dogging, y sexo grupal conocido como orgias entre otros. Estas prácticas deben ejercerse con responsabilidad y sin dañar a terceras personas. Las actitudes y los valores están estrechamente ligados puesto que van ligados el uno con el otro. Cada cabeza es un mundo y por lo tanto cada persona es que vive una sexualidad de manera diferente en base a todo lo mencionado anteriormente. El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la sexualidad fechado en Guatemala en 2001 la define como el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos, religiosos y espirituales. Aunque pueda abarcar todos estos aspectos no es necesario que se experimenten ni se expresen simultáneamente. La dimensión biológica comprende aquellos aspectos que desde el punto de vista físico y orgánico tienen que ver con la expresión sexual. Se integran en ella, por tanto, distintos aparatos y órganos regidos por el cerebro que, tras recibir información desde los órganos de los sentidos, elabora la respuesta sexual humana. Los órganos de los sentidos (vista, oído, olfato, gusto y tacto) son parte esencial de esta dimensión así como la piel, que en su totalidad constituye el mayor órgano sensorial sexual y es considerada, junto con las mucosas, un agente erógeno de importancia capital. Los órganos genitales, que se integran en esta dimensión, a menudo han monopolizado todos los aspectos placenteros de la sexualidad en detrimento del placer proveniente de otras zonas corporales como la piel. También se integran en esta dimensión biológica las cuestiones relacionadas con el desarrollo sexual y sus diferentes etapas, que comprenden toda la vida. Desde el nacimiento, la infancia, la pubertad, el tiempo en el que se inicia la capacidad de procreación y hasta cuando ésta se pierde se sigue viviendo como ser sexuado. Integra también los distintos aspectos relacionados con la respuesta sexual humana, que es posible gracias a la implicación de diferentes sistemas de nuestro organismo (nervioso, endocrino y vascular). En cuanto a la dimensiones psicológica y social cada persona va perfilando a lo largo del tiempo una actitud propia sobre la sexualidad, que será facilitadora o inhibidora de su expresión según sus propias experiencias, las referidas por otras de su entorno, el ambiente social y cultural en el que está inmersa, su formación y su información, sus creencias religiosas, etc. A la vez, y de forma inevitable, transmite a su entorno una imagen basada en su conducta y en sus opiniones, que pueden ser coincidentes o no con su íntima realidad. Desde la infancia, las primeras actitudes hacia el sexo, que a menudo permanecen inalteradas, se basan en lo que oímos y percibimos de nuestros padres, madres, educadores y educadoras, así como de compañeros y compañeras. En definitiva, es indudable que el entorno social mediatiza de manera importante tanto nuestra actitud como nuestra conducta hacia la sexualidad propia y ajena. Cuando surgen problemas sexuales, por leves que sean, generan en el individuo reacciones de ansiedad, inseguridad, miedo al fracaso, etc. y repercuten en la pareja, que puede responder adoptando diversas actitudes -comprensiva, de colaboración o de rechazo o irritación- pero que en general no suelen dejarla indiferente. Así pues, la dimensión psicosocial de la sexualidad conjuga factores psicológicos (emociones, ideas, actitudes personales) con factores sociales (influencia del entorno social) y su evaluación es muy importante porque con ella se puede explicar el origen de numerosos trastornos sexuales. Y la dimensión medioambiental en los últimos años, algunos expertos señalan una nueva dimensión en la sexualidad, la medioambiental, movidos por la certeza de que los factores

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medioambientales influyen de manera clara en ella. Estos cambios provocan modificaciones diferenciales en la sexualidad de los seres vivos, y la interdependencia entre éstos y el ambiente es la base de la evolución y de la biodiversidad. El coito es un conjunto de comportamientos eróticos que realizan dos o más seres, esta forma parte de la relación sexual, en la unión de los sexos, e implica la participación de los órganos genitales externos, en otras palabras es el acto en donde el hombre penetra a la mujer. En Conclusión en base a la información recabada y las encuestas realizadas que fueron alrededor de 50 a personas con diferentes actividades puedo decir que la mayor parte de las personas tienen una idea errónea de los términos sexualidad, sexo y coito puesto que estos no son lo mismo, van estrechamente relacionados y una sin la otra no existirían puesto que son un conjunto que trabajan en unión para un fin. Anexos Encuestas: Enfermera de 49 años ¿Qué es la sexualidad? La sexualidad es una forma de expresión íntima con la pareja, en donde uno puede demostrar el amor, cariño asía la otra persona. ¿Qué es el sexo? Es la relación sexual que realizan dos o más personas. ¿Qué es el coito? Es la penetración del pene en la vagina. Licenciada 33 años. ¿Qué es la sexualidad? Es el conjunto de condiciones anatómicas fisiológicas y psicológicas que caracterizan cada sexo. ¿Qué es el sexo? Son las características que diferencian a machos de hembras. ¿Qué es el coito? El acercamiento de los sexos con el fin de la penetración. Ama de casa 48 años ¿Qué es la sexualidad? Es un tema del cual no se habla mucho ya sea por ignorancia o por como lo ha señalado la sociedad. ¿Qué es el sexo? Es la relación que tienen dos personas adultas en la intimidad. ¿Qué es el coito? No sé bien a lo que se refiera, pues solo he escuchado de coito interrumpido pero no sé bien que sea. Chofer 39 años ¿Qué es la sexualidad? Es una palabra que engloba muchas cosas, pero que no se dan a conocer tal cual porque se toma como algo sucio o pecaminoso. ¿Qué es el sexo? Es la forma en cómo se reproducen las personas. ¿Qué es el coito? Tengo como la idea de que es como la penetración.

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Comerciante 27 años ¿Qué es la sexualidad? Es importante en la relación de pareja, ya que en ella se demuestra el amor entre las dos personas, es el complemento perfecto para llevar una relación a un buen fin. ¿Qué es el sexo? Es la forma en que se pueden demostrar el amor, deseo, placer entre parejas. ¿Qué es el coito? Creo que es la penetración. Recepcionista 43 años ¿Qué es la sexualidad? Es una parte muy importante del ser humano, inherente a la vida que se debe de aprender a través del tiempo y conforme la persona valla creciendo. ¿Qué es el sexo? Es la relación que se da entre dos personas con fines reproductivos o por simple placer. ¿Qué es el coito? Solo la había escuchado en coito interrumpido. Estudiante 23 años ¿Qué es la sexualidad? Es un conjunto de sentimientos, emociones y conductas que tienen como objetivo el placer. También que es lo que define el sexo de un individuo, hombre y mujer. ¿Qué es el sexo? Es el acto que realizan dos o más personas para demostrarse su amor y al mismo tiempo sentir placer y es la forma en que pueden reproducirse. ¿Qué es el coito? Es el acto donde el hombre penetra a la mujer en la relación sexual. Bibliografía El concepto de identidad de género tal como se usa en la actualidad fue articulado por John Money y Ann Errhardt en su libro Man & Woman, boy & girl. Differentiation and Diphormism of Gender Identity from Conception to Maturity. John Hopkins. University Press, Baltimore 1972. Eusebio rubio 1994 Antología de la Sexualidad Humana, vol. I. Galván Vargas México. McCary james, et al (2000) Sexualidad Humana de McCary-4 Ed. México Manual moderno. OMS 2006. Rubio E. Introducción al estudio de la sexualidad humana: Conceptos básicos en sexualidad humana. En: Consejo Nacional de Población, "Antología de la Sexualidad Humana". Tomo I. Consejo Nacional de Población- Miguel Ángel Porrúa. México. 1994. Hombres Conciencia y Encuentros (2007) Díaz Armando. Centro de la Diversidad y los Derechos Sexuales. CENSIDA. William H. Masters, Virginia E. Johnson, Robert C. Kolodny. La sexualidad humana. Ed. 13 Grijalbo, 1997

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TÍTULO: SEMBRANDO GÉNERO COORDINADOR: Ángel Martín Solorio AUTOR: Ángel Martín Solorio INSTITUCIÓN: Universidad del Valle de Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Taller FORMA DE CONTACTO: [email protected] Introducción Históricamente la diferencia entre el género ha sido muy marcada, desde el inicio de la vida social, económica y política. Desde entonces, la mujer no tenía derecho a ser escuchada, ni a opinar, ni mucho menos a elegir su papel en la familia o en la sociedad, pues existía una división de trabajo muy diferenciada; el hombre se dedicaba al trabajo y la mujer al cuidado de la casa y de la familia. Esta forma de vida ha sido infundida a través de las diferentes generaciones, sin embargo poco a poco las mujeres han demostrado tener la suficiente capacidad de actuar en la vida social y económica, logrando excelentes resultados, derivados de la toma de decisiones en el sector político, en las entidades económicas y en los importantes aportes en la ciencia y tecnología. EQUIDAD DE GÉNERO Definición de equidad y género. “Todas las características no biológicas asignadas a hombres y mujeres”. El género es pues una construcción social a través del cual se organiza la vida social del individuo de la familia y de la sociedad. Las relaciones de género son relaciones de poder. La socialización de los papeles ha dado más poder a los varones. El género se construye en la cultura a través de normas, valores, costumbres, ritos y mitos. Es necesario desmontar los estereotipos injustos que encasillan a las personas según el sexo. A partir del análisis y de la superación de los estereotipos es necesario formular pretensiones coeducativas asentadas en la racionalidad y en la justicia. La equidad de género significa que mujeres y hombres, independientemente de sus diferencias biológicas, tienen derecho a acceder con justicia e igualdad al uso, control y beneficio de los mismos bienes y servicios de la sociedad, así como a la toma de decisiones en los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar. Es la aceptación de las diferencias entre hombres y mujeres, y la aceptación también de derechos, buscando el ideal de un equilibrio en el que ninguno de ambos sexos se beneficie de manera injusta en perjuicio del otro. Estereotipo: Los hombres y mujeres aprenden lo que se espera de su sexo y negocian con ellos mismos y con el contexto social inmediato lo que es posible y deseable hacer como miembros de cada sexo. Es difícil salirse de los límites marcados sin sufrir consecuencias lamentables. Las imágenes estereotipadas entre hombre y mujeres van marcando el comportamiento de las personas. Si la imagen de la mujer es la de una persona sumisa, emotiva, insegura, interesada por la apariencia, lógica, emotiva, pasiva, centrada en el hogar es probable que se generen estructuras, comportamientos, actitudes y relaciones que respondan al estereotipo. Este hecho refuerza a su vez la imagen previa. MARCO LEGAL Artículo 1º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; “todos los seres humanos nacen libres e iguales”

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Perspectiva de género. ¿Qué es la Perspectiva de Género? Al hablar de la perspectiva de género suele asociarse con un asunto de mujeres. Sin embargo, es un concepto mucho más amplio que alude a la necesidad de acabar con las desigualdades de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres. También la perspectiva de género implica reconocer que una cosa es la diferencia sexual y otra cosa son las atribuciones, ideas, representaciones y prescripciones sociales que se construyen tomando como referencia a esa diferencia sexual. Todas las sociedades estructuran su vida y construyen su cultura en torno a la diferencia sexual. Esta diferencia anatómica se interpreta como una diferencia sustantiva que marcará el destino de las personas. Lo lógico, se piensa, es que si las funciones biológicas son tan dispares, las demás características morales, psíquicas también lo habrán de ser. La cuestión de los géneros no es un tema a agregar como si se tratara de un capítulo más en la historia de la cultura, sino que las relaciones de desigualdad entre los géneros tienen sus efectos de producción y reproducción de la discriminación, adquiriendo expresiones concretas en todos los ámbitos de la cultura: el trabajo, la familia, la política, las organizaciones, el arte, las empresas, la salud, la ciencia, la sexualidad, la historia. La mirada de género no está a sujeto para que la adopten las mujeres ni está dirigida exclusivamente a ellas. Tratándose de una cuestión de concepción del mundo y de la vida, lo único definitorio es la comprensión de la problemática que abarca y su compromiso vital. ¿Y...qué implican estas diferencias? Las desigualdades de trato y de oportunidades van en contra de los Derechos Humanos, ésta situación ha afectado históricamente más a las mujeres, en razón de su sexo, es decir por el sólo hecho de ser mujeres. Algunos ejemplos son: · La violencia familiar · La discriminación por edad, estado civil o embarazo para obtener un empleo · Un número menor de mujeres con puestos de decisión · Los feminicidios · El hostigamiento sexual en el transporte público · La prostitución de mujeres y niñas · La pobreza femenina Sexo y género: Dos conceptos diferentes El sexo está determinado por las características biológicas y fisiológicas, divide las personas en dos grupos: Mujeres y Hombres. El género se refiere el conjunto de características sociales y culturales asignadas a las personas en función de su sexo. HISTORIA DE LA EQUIDAD DE GÉNERO Hoy en día hablar de género resulta de fundamental importancia por su impacto en el desarrollo de hombres y mujeres, en la construcción de sociedades más justas y respetuosas de la dignidad humana.3 En 1990, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó el primer informe sobre Desarrollo Humano, inaugurando un nuevo camino en la conceptualización del desarrollo de su medición a través de un Índice de Desarrollo Humano y de las políticas que se requieren para su logro.

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Desde esta perspectiva, el desarrollo se considera como el proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan las personas, hombres y mujeres. La igualdad de género supone que los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de las mujeres y los hombres se consideren, valoren y promuevan de igual manera. Por ello no significa que mujeres y hombres deban convertirse en iguales, sino que sus derechos, responsabilidades y oportunidades no dependan de si han nacido hombres o mujeres. Por eso se habla de igualdad de oportunidades, es decir, que mujeres y hombres tengan las mismas oportunidades en todas las situaciones y en todos los ámbitos de la sociedad, que sean libres para desarrollar sus capacidades personales y para tomar decisiones. El medio para lograr la igualdad es la equidad de género, entendida como la justicia en el tratamiento a mujeres y hombres de acuerdo a sus respectivas necesidades. La equidad de género implica la posibilidad de utilizar procedimientos para corregir desigualdades de partida; medidas no necesariamente iguales, pero conducentes a la igualdad en términos de derechos, beneficios, obligaciones y oportunidades. Estas medidas son conocidas como acciones positivas o afirmativas pues facilitan a los grupos de personas considerados en desventajas en una sociedad, en este caso mujeres y niñas, el acceso a esas oportunidades. Unas oportunidades que pasan, de forma ineludible, por el acceso a una educación no sexista, a una salud integral, al empleo digno, a la planificación familiar, a una vida sin violencia La historia nos ha dado múltiples muestras de discriminación, especialmente sobre las mujeres, cuyo origen se encuentra en estereotipos sexuales y culturales. Estos han repercutido de manera determinante en la falta de oportunidades para el desarrollo de las mujeres, así como para mantenerlas expuestas y sujetas a la violencia emocional, económica, sexual y física. Superar estos problemas es una labor que exige atención desde distintos frentes: político, jurídico y, desde luego, cultural y educativo. Igualdad. La igualdad de oportunidades de hombres y mujeres no siempre se cumple en la realidad cotidiana; el principio de igualdad entra en contradicción con las creencias sobre lo que debe ser un varón o una mujer, con prácticas muy concretas de exclusión hacia unos y otras, con formas de ejercer el poder, con usos y costumbres de cada cultura. Todo ello afecta de manera directa, y con frecuencia desequilibrada, el ejercicio de derechos y la satisfacción de necesidades, especialmente de las mujeres. El principio de igualdad ha inspirado la formulación de artículos que reconocen derechos en favor de las personas que se encuentran en situaciones especiales o presentan características que los ponen en desventaja frente a la mayoría. Otros artículos, en cambio, protegen a amplios grupos de la sociedad que por distintas razones se encuentran en situaciones de vulnerabilidad; tal es el caso de las mujeres que aun constituyendo la mitad de la población de nuestro país, han visto restringidos varios de sus derechos por décadas. Por sólo mencionar algunos ejemplos, el rezago educativo es más alto en ellas y siguen siendo las principales víctimas de la violencia intrafamiliar. Los progresos en materia de igualdad de oportunidades más allá de los sexos no siempre dependen de la riqueza de un país, ni del grado de desarrollo humano del mismo, ya que se trata de transformaciones relacionadas con la cultura, las creencias y el uso del poder, aunque ciertamente son peores las condiciones para las mujeres en situación de pobreza. Perspectiva en la actualidad. En la actualidad, las mujeres siguen viviendo situaciones de injusticia en muchos puntos del planeta, que se reflejan en dos aspectos fundamentales: el acceso a puestos en los que se toman

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decisiones (cargos directivos empresariales y políticos) y en el ejercicio del derecho de propiedad (la mayor parte de éstas se encuentran a nombre de los varones). Además, la mujer continúa siendo víctima de diversos tipos de violencia, incluso en países del primer mundo. Por eso se dice que no es suficiente con garantizar derechos como el acceso a la educación o a servicios de salud pública para que exista equidad en el desarrollo de hombres y mujeres; es necesario generar cambios que se expresen en mayores y mejores condiciones de participación social y política, de combate a las distintas formas de violencia, de crecimiento profesional, etcétera DIFERENCIA ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER Estereotipos. Las relaciones de género se caracterizan por la equidad. Los roles, estereotipos y perjuicios de género, no son solo ideas o perspectivas, sino que se proyectan en las relaciones personales, en el comportamiento y en el proyecto de vida, se modifican de un contexto a otro y a lo largo de la vida podemos observar en el comportamiento y la forma de relacionarse de las otras personas, de diversas generaciones, que algunos roles de género no estamos obligados a asumir roles preestablecidos. Los estereotipos según Lluch son imágenes que se forman de los miembros de un grupo

pción social y de los procesos de socialización(proceso social) Referencia de los estereotipos:

e las informaciones

Los estereotipos se definen también como creencias populares sobre grupos sociales específicos o sobre determinada clase de individuos. Por otro lado los estereotipos, aluden a un conjunto estructurado de creencias y expectativas compartidas, dentro de una sociedad, acerca de las características que poseen (componente descriptivo) y deben poseer (componente prescriptivo). DISCRIMINACIÓN DE GÉNERO La discriminación de género se produce cuando se trata de manera desigual a la personas según su género. Esta problemática no se basa únicamente en las diferencias de género, sino también en cómo las personas reciben un trato diferente debido a esas diferencias. Los empleadores que ofrecen condiciones de trabajo y oportunidades de ascenso diferentes para los hombres y las mujeres violan las leyes contra la discriminación. Los prestamistas que ofrecen mejores condiciones salariales a un género sobre el otro también violan las leyes contra la discriminación. La discriminación de género es ilegal y existen varias leyes para prevenir y eliminar las prácticas discriminatorias. Causas.

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La discriminación de género, es un problema social para todos los países. Para eso es necesaria la presentación de ambos sexos, ya seas hombre y mujer. Algunos de los motivos por el cual hay una discriminación son:

Por supuesto que siempre habrá un estándar el cual se tengo claro el cómo se discriminar a la persona para esto nos atañe especialmente a los que promovemos movimientos subcultura les, buscamos ideas creativas o nos oponemos a la imposición de estilos de vida “modelo”. La mejor forma de evitar la discriminación es sensibilizar a la gente, no importa que tanto esfuerzo nos lleve hacerlos entender. Ponerla en lugar de alguien que es discriminado por alguna condición salud (todos nos enfermamos en algún momento) o ideología distinta (todos tenemos alguna idea diferente también en algún momento), el embarazo, el género, etcétera. Seguro a nadie le gustaría ser discriminado solo por ser hombre o por ser mujer. Consecuencias. Algunas de las consecuencias de la discriminación son que las personas caigan en un estado de depresión ya que no se sienten aceptadas por la sociedad y por lo tanto llegan a pensar tontamente que no sirven para nada. Las consecuencias de la discriminación en cualquier grupo es la marginación ya que cualquier persona que sea víctima de esto va tener una falso sentimiento de inferioridad ante los demás entonces podemos decir que las consecuencias de la discriminación en cualquier grupo afectan a la persona en sí y la acaban haciéndola débil en vez de fortalecerla y hacerla crecer como persona en la sociedad. El otro grupo que es de los más discriminados es el de la mujer ya que hasta nuestros tiempos en algunos lugares de trabajo no es lo mismo tener a un hombre que a una mujer, siempre le dan preferencia al hombre, aparte en muchos casos la mujer en la familia no tiene ningún tipo de opinión en asuntos familiares, por estas cosas creemos que es el segundo grupo más discriminado. Conclusión Finalmente el taller “SEMBRANDO GÉNERO” se expusimos la equidad y género entre hombres y mujeres así como sus diversas formas de manifestación y organización. Como principal objetivo es buscar y por ende lograr hacer un breve análisis al proceso distintivo de la equidad y género, y sus manifestaciones en una sociedad cada vez más progresiva. Es por ello que el problema de equidad y género estriba en las creencias de la sociedad de que existe una relación natural entre hombres y mujeres Desde los orígenes de la humanidad la sociedad ha estado estrechamente ligada al termino equidad y género, esto gracias a sus características sociales y de identidad colectiva. ANEXOS. AVANCE PROGRAMATICO

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1. PRESENTACIÓN Y BIENVENIDA. Contesta las siguientes preguntas. ¿Qué es Género? ¿Cuál es la diferencia entre igualdad y equidad? 2. EQUIDAD DE GÉNERO Por favor, anota tu nombre___________________________________________________ 1.- ¿Qué entendemos por equidad de género? 2.- ¿Crees que en nuestro país hay igualdad? 3.- ¿Existe relación entre la igualdad y la violencia de género? 4.- ¿Crees que los medios de comunicación transmiten mensajes estereotipados de hombres y mujeres? 5.- ¿Crees que la diferencia es positiva o negativa? ¿Por qué? 6.- ¿Cuál es tu actitud en relación a las conductas discriminatorias? 7.- ¿Qué consecuencias tiene una socialización diferenciada por géneros? 8.- Aporta ideas para cambiar las relaciones desiguales a igualitarias en un contexto cotidiano. 3. HISTORIA DE LA EQUIDAD DE GÉNERO IDEALES EN LOS TIEMPOS DE ANTAÑO Objetivo: Evidenciar la construcción social de los roles de género Actividades: grupal, reflexión Tiempo: 20 min Material necesario: papel periódico, rotuladores Instrucciones: En una hoja grande de papel periódico se hacen dos columnas: el hombre ideal y la mujer ideal. El hombre ideal La mujer ideal ideales para los hombres y para las mujeres en el tiempo de sus abuelos y abuelas. (5 m) se mantienen hasta hoy y las que no y se inicia el debate (20 m). LAS TAREAS DOMÉSTICAS Objetivo: Promover el debate sobre la discusión sobre la importancia de las tareas domésticas y la necesidad de asumirlas de forma equitativa. Actividades: grupal, observación Tiempo: 25 m Material necesario: papel, bolígrafos Instrucciones: Se empieza por dividir el grupo en chicos y chicas y pedir a cada grupo que haga un listado de las tareas domésticas que se realizan en sus casas. (5 m) Después, aún en grupos separados, se les pide que indiquen quien realiza cada una de las tareas domésticas. &- realiza algunas veces esta tarea Se socializa el trabajo de cada grupo y él/la docente escribe en la pizarra para que quede visible para todos y todas los resultados (5 m) Se quieren pueden adoptar un sistema de códigos para percibir quién hace qué y cual la frecuencia, por ejemplo: + - realiza frecuentemente esta tarea

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TÍTULO: SENSACIONES CORPORALES Y ÉXTASIS

COORDINADORES: María del Pilar Barrientos Terrero, Ramón Velázquez Ríos AUTORES: María del Pilar Barrientos Terrero, Ramón Velázquez Ríos INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de Colima. México MODALIDAD: Taller FORMA DE CONTACTO: [email protected]; [email protected] Objetivo: El objetivo es que los participantes conozcan una forma de realizar meditación activa a través de la danza y el movimiento. Al finalizar el taller, los participantes habrán experimentado y conocido los elementos prácticos para generar espacios extáticos a través del movimiento y la música. Revisión de la literatura La presente revisión de literatura ilustra de una manera clara las bases bioquímicas de las sensaciones de las sensaciones extáticas. En los siguientes párrafos explico las bases bioquímicas del éxtasis y el placer, como también la existencia de métodos prácticos para generarlas. El Sistema Dopaminérgico En los inicios, la experimentación del pacer, originalmente se le atribuía a la acción de un grupo de células nerviosas originadas principalmente en el cerebro medio que envían parte de sus axones hacia diversas zonas cerebrales (Robbins, 2013), entre ellas el sistema límbico y el núcleo accumbens donde se generaba y localizaba el placer, a esta dinámica “aislada” se le conocía como sistema dopaminérgico. Sin embargo, los estudios pioneros de Candance Pert (1999) revelaron que la dinámica del placer va más allá de los meros circuitos neurales, involucrando a toda la experiencia corporal, resinificando así la concepción de un sistema dopaminérgico aislado a un sistema de placer distribuido en todo el cuerpo. El sistema dopaminérgico funciona a través de la liberación de ciertas moléculas llamadas endorfinas, las cuales son péptidos opioides endógenos producidos principalmente en la glándula pituitaria y el hipotálamo del Sistema Nervioso Central que se propagan hacia todos los tejidos del cuerpo por medio de la difusión sanguínea (Dalayeun, Norés, & Bergal, 1993). Las endorfinas derivan su nombre de la morfina. La morfina es una substancia encontrada en una planta llamada la adormidera o planta del opio, la cual provoca un efecto analgésico en el cuerpo. Nuestro cuerpo tiene la capacidad de producir compuestos con efectos similares a esta, es por esto que las llamaron opioides endógenos (Schimid & Zülli, 2005, p. 2). Las endorfinas representan el sistema de placer en el cuerpo (Hawkes, 1992, p. 247). Estas tiene la capacidad de producir sensaciones de placer, euforia, sensación de bienestar, sentimientos agradables, reducir el dolor y el estrés (Koneru, Satyanarayana, & Rizwan, 2009). El cuerpo humano está diseñado para experimentar emociones y sensaciones, que tienen su base en un específico grupo de substancias capaces de provocar dichos estados o sensaciones corporales a los cuales Pert (1999) nombro “Moléculas de la Emoción”. Las moléculas de la emoción (péptidos) son todos aquellas cadenas moleculares que tienen una forma y estructura específica 3D cuya función es adherirse a su proteína receptora en la membrana de las células. Las endorfinas al adherirse a la célula, accionan N cambios en los procesos químicos intracelulares provocando diversas reacciones en las células que se adhieran. Por lo tanto ciertos péptidos como por ejemplo la adrenalina, tiene la capacidad de excitar a las células a la que se adhieren provocando esas sensaciones emocionales que todos conocemos.

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Música, Movimiento y Ritmo El cuerpo es un complejo laboratorio químico viviente que reacciona de manera interactiva con el medio, en específico con el disfrute o incomodidad que ciertas actividades generan en nosotros. El disfrute de actividades agradables provoca la liberación de endorfinas, las cuales son básicas para nuestro bienestar y supervivencia (Breuning, 2012). El escuchar música provoca que ciertos centros como la glándula pituitaria libere endorfinas al torrente sanguíneo (Chanda & Levitin, 2013; Salimpoor, Benovoy, Larcher, Dagher, & Zatorre, 2011). El bailar que es una actividad placentera provoca también esta liberación de endorfinas (Dunbar, Kaskatis, & MacDonald, 2012; Saunders, s.a.). El baile y la música son poderosos catalizadores de esta liberación de endorfinas. En párrafos anteriores se mencionó que diversos estados de placer son producidos por una combinación específica de moléculas de la emoción (revizar: Pert, 1999). Un cierto ritmo corporal acompañado de un ritmo y tono musical provoca una química específica generando un estado extático específico. Gabrielle Roth (2010) en su libro “Mapas para el éxtasis” ofrece una serie mapas o rutas de exploración interna, las cuales son prácticas corporales que emplean la danza y la música como principal el principal vehículo de la experiencia. Roth al igual que la antropóloga Felicitas Goodman (Gore, 2009) comentan cada una desde su área que el cuerpo es la creación más fina y sofisticada de la naturaleza capaz de alcanzar estados mentales de experiencia y crear diversos espacios de consciencia sin la adición de substancias ajenas al mismo. El cuerpo guarda en su bioquímica los recursos para la exploración personal, lo único que necesita son de prácticas y herramientas que activen estos procesos internos que están allí, a nuestro servicio. La idea del taller es desarrollar en los participantes el feeling para encontrar estos estados extáticos desde la propia experiencia personal y subjetiva. Estos estados extáticos, no son más que estados expandidos de consciencia provocados por la química corporal. Desde ahí, las personas tenemos la capacidad de explorar el abanico emocional y el mundo interno de la experiencia de manera segura. Por ejemplo, desde un estado extático podemos explorar la emoción del dolor o la tristeza de manera segura. Este mismo estado, nos permite explorar y experimentar la tristeza sin identificarnos con la misma. Podemos entrar en ella, explorar sus matices, subir bajar, expandirla, podemos ir a donde sea desde la experiencia interna en el espacio de la tristeza sin identificarnos como “la tristeza” y salir de este espacio de tristeza cuando deseemos. Lo mismo podemos hacer con todas las emociones que nuestra creatividad y proceso evolutivo personal nos permita explorar. Justificación Es indispensable para los psicólogos en formación contar con un método flexible para el trabajo interior, la sanación y el proceso individual. Experimentar el taller brindara a los participantes un método para la propia exploración interna y personal desde la corporalidad. El presente taller es importante ya que este aporta a los participantes herramientas prácticas que pueden ser empleadas de manera cotidiana y personalizada y que inclusive pueden ser enseñadas a otras personas, ya que no requiere de la asesoría ni supervisión de un experto. Descripción de la Estructura del Taller El taller se divide en 3 momentos principales. El primero, la apertura, en el se realizará la presentación del taller, la explicación de lo que se trabajara en el mismo. También se dará un espacio para el establecimiento de las expectativas, comentarios personales y resolución de

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dudas. En el segundo momento, se trabajara con el formato de trabajo corporal diversas prácticas y ejercicios pertenecientes a los procesos de meditación activa. Por último (tercer momento), se realizará una retroalimentación grupal de lo vivido durante el taller. y el esclarecimiento de las dudas y comentarios departe Los momentos de diálogo vital como la apertura de sesión y retroalimentación se trabaja bajo el método de círculo mágico (Hill Palomares, Ball, Fearn, & McCabe, 1975; Mindell, 1995). Duración

1:30 horas.

Número de participantes

Mínimo 10 – Máximo 30

Población a quien va dirigido: Dirigido a estudiantes de psicología o carreras con formación en humanidades. Material  Ropa comoda y holgada  Toalla  Sin zapatos Desglose de Actividades Momento

Apertura y Rapport

Calentamiento

Ejercicio principal

Actividades Tiempo  Presentación del facilitador  Presentación del taller  Presentación de los participantes 15 minutos  Establecimiento de las expectativas personales  Se animará a los participantes a bailar para preparar el cuerpo para las siguientes actividades. 15 minutos *El calentamiento está diseñado para relajar a los participantes, generar confianza básica para poder trabajar con los ejercicios principales y preparar el cuerpo. *Nota: Este momento es el principal. En este momento trabajaremos ejercicios provenientes de prácticas tántricas y los procesos de meditación activa de la escuela de OSHO. De acuerdo a las necesidades y actitud del grupo se trabajará de forma libre y no determinada lo 40 minutos. siguiente:  La Ola de Gabrielle Roth  Ejercicios tántricos individuales  Algún proceso de Meditación Activa de OSHO  Ejercicio de integración Chamánica corporal.

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Retroalimentación

Cierre y abrazos

En este momento se trabajará con la técnica de círculo mágico en el cual los participantes 15 minutos compartirán su experiencia y serán retroalimentados desde el trabajo corporal. Todo proceso de trabajo terapéutico corporal requiere de un momento de agradecimiento por compartir la experiencia con los compañeros. Se 5 minutos dará 15 minutos para agradecer de forma sagrada y personal la experiencia compartida con todos los participantes del taller.

Requerimientos  Para los participantes, llevar ropa cómoda u holgada para trabajo corporal.  Espacio amplio y cerrado sin inmuebles (de preferencia) que permita el libre trabajo dentro del mismo. El trabajo se realiza en el piso. Sillas o muebles no son necesarios.  Equipo de sonido lo suficientemente potente para trabajar en toda la habitación. Yo llevaré mi laptop en la cual tengo mi música y el cable para conectarla al equipo de sonido. Referencias Breuning, L. G. (2012). Meet Your Happy Chemicals [Documento PDF]. Retrieved Dic. 1, 2013 a las 12:28pm, from MeetYourHappyChemicals.com Chanda, M. L., & Levitin, D. J. (2013). The neurochemistry of music. Trends in Cognitive Sciences, 17(4), 179-193. Dalayeun, J. F., Norés, J. M., & Bergal, S. (1993). Physiology of beta-endorphins. A close-up view and a review of rhe literature. Biomed Pharmacother, 47(8), 311-320. Dunbar, R. I. M., Kaskatis, K., & MacDonald, I. (2012). Performance of Music Elevates Pain Threshold and Positive Affect: Implications for the Evolutionary Function of Music. Evolutionary Psychology Journal, 10(4), 688-702. Gore, B. (2009). The Ecstatic Experience: Heling Postures for Spirit Journey: Bear & Company. Hawkes, C. (1992). Endorphines: The Basis of Pleasure? Journal of Neurology, Surgery, and Psychiatry, 55, 247-250. Hill Palomares, U., Ball, G., Fearn, L., & McCabe, R. E. (1975). Supplementary Idea Guide: Human Development Program: Magic Circle (Magic Circle & Human Development Training Institute Eds. 1st ed.): Human Development Training Institute. Koneru, A., Satyanarayana, S., & Rizwan, S. (2009). Endogenous Opoids: Their Physiological Role and Receptors. Global Journal of Pharmacology, 3(3), 149-153. Mindell, A. (1995). Sitting in the Fire: Large Group Transformation Using Conflict and Diversity (1st ed.): Lao Tse Press. Pert, C. (1999). Molecules of Emotion: The Science Behind Mind-Body Medicine (1 ed.): Simon & Schuster. Robbins, T. (2013). The Dopamine System. Retrieved Nov 29, 2013 a las 11:06 pm, from http://www.dnalc.org/view/812-The-Dopamine-System.html Roth, G. (2010). Mapas para el extasis (3 ed.): Urano.

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TÍTULO: TALLER DE INTERVENCIÓN: “YO ADOLESCENTE Y MI CUERPO” COORDINADORAS: Sharon Areli Canedo Rangel, Claudia Gabriela Moysén Hernández INSTITUCIÓN: Facultad de Ciencias de la Conducta. Universidad Autónoma del Estado de México. México MODALIDAD: Taller FORMA DE CONTACTO: MARCO TEÓRICO Abordar el estudio de la sexualidad, implica estudiar un concepto que va mucho más allá de la respuesta sexual humana; se puede decir que la sexualidad es un proceso que dura toda la vida y que invade e interactúa en todas las áreas del ser humano. Cuando se aborda el concepto de sexualidad desde un punto de vista integral, se ve a la misma como una de las dimensiones fundamentales e inherentes de los seres humanos, dejando atrás enfoques más limitados –y muy extendidos que la reducen a aspectos biológicos o anatómicos. De esta forma, además de incorporar dimensiones tales como la genital y la afectividad; la sexualidad integral comprende aspectos de orden más psicológico y social, como lo son las relaciones humanas y la relación consigo mismo, lo cual permite la posibilidad de desarrollar al máximo el potencial de la persona. Desde esta perspectiva, se puede decir que en toda conducta humana se da una expresión de la sexualidad (Fallas y Valverde, 2000). La sexualidad humana de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud se define como: Un aspecto central del ser humano, a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación. Se vive y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales. La sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no obstante, no todas ellas se vivencia o se expresan siempre. La sexualidad está influida por la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. (OMS, 2006). Según Mejía y cols. (2006) la sexualidad humana corresponde a la dimensión erótico-afectiva del desarrollo humano, la cual se refiere a la capacidad de amar y expresar las emociones y deseos con madurez. Roiphe y Galenson (1981 citado por McDougall, 1998) demuestran que, mucho antes del periodo durante el cual los niños luchan con los conflictos angustiosos adherentes a la crisis edípica, la diferencia en si es fuente de angustia para los niños de ambos sexos. En dicha etapa edípica, homosexual y heterosexual, el niño se ve obligado a llagar a una coalición con el deseo imposible de poseer a los dos progenitores, de pertenecer a los dos sexos, así a medida que asume su monosexualidad ineluctable, debe compensar de otras maneras su renuncia a los deseos bisexuales. El descubrimiento de esta diferencia sexual conduce a la representación adquirida de la identidad de género, base sobre la cual el niño llegara a identificarse como un sujeto masculino o femenino, a través de las representaciones psíquicas trasmitidas por el inconsciente de los dos progenitores, así como por su ambiente sociocultural. Aunque las sensaciones anatómicas del bebé varón son diferentes que las de la bebé niña, ello no significa que sus sentimientos respectivos de identidad sexual, en tanto representaciones psíquicas sean hereditarias. Freud (1905 citado por McDougall, 1998) subraya que los objetos de deseo sexual no son innatos: a nosotros nos corresponde descubrirlos; además dice que es en nuestra primera infancia cuando se deciden los sentimientos de identidad personal y de orientación sexual, siendo redescubiertos en la pubertad.

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La palabra sexualidad no refiere únicamente al coito como tal, sino a todas esas dimensiones que implica la sexualidad, como lo son el sexo, salud sexual, género, identidad, orientación, entre muchas otras las cuales se pretenden describir:  Sexo: El término sexo se refiere al conjunto de características biológicas que definen al espectro de humanos como hembras y machos. (Álvarez-Gayou, 1999).  Salud sexual: Es la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad. La salud sexual se observa en las expresiones libres y responsables de las capacidades sexuales que propician un bienestar armonioso personal y social, enriqueciendo de esta manera la vida individual y social. No se trata simplemente de la ausencia de disfunción o enfermedad de uno o de ambos. . (OMS 2006).  Género: Es la suma de valores, actitudes, papeles, prácticas o características culturales basadas en el sexo. El género tal como ha existido de manera histórica, transculturalmente, y en las sociedades contemporáneas, refleja y perpetúa las relaciones particulares de poder entre el hombre y la mujer. (Álvarez-Gayou, 1999)  Identidad de género: Define el grado en que cada persona se identifica como masculina o femenina o alguna combinación de ambos. Es el marco de referencia interno, construido a través del tiempo, que permite a los individuos organizar un autoconcepto y también marca las directrices de cómo comportarse socialmente en relación a la percepción de su propio sexo y género. La identidad de género determina la forma en que las personas experimentan su género y contribuye al sentido de identidad, singularidad y pertenencia.  Orientación sexual: Es la organización específica del erotismo y el vínculo emocional de un individuo con relación al género de la pareja involucrada en la actividad sexual. Puede manifestarse en forma de comportamientos, pensamientos, fantasías o deseos sexuales, o en una combinación de estos elementos.  Identidad sexual: Incluye la manera como la persona se identifica como hombre o mujer, o como una combinación de ambos, y la orientación sexual de la persona. Es el marco de referencia interno que se forma en el correr de los años, que permite a un individuo formular un concepto de sí mismo sobre la base de su sexo, género y orientación sexual y desenvolverse socialmente conforme a la percepción que tiene de sus capacidades sexuales.  Erotismo: E la capacidad humana de experimentar las respuestas subjetivas que evocan los fenómenos físicos percibidos como deseo sexual, excitación sexual y orgasmo, y que por lo general, se identifican con placer sexual. Se construye tanto a nivel individual como social con significados simbólicos y concretos que lo vinculan a otros aspectos del ser humano. Una de las características de la actividad sexual es que en ella se puede reconocer una marcada progresión que va de menores grados de intimidad y estimulación hasta grados de intensa compenetración y máxima estimulación. Los adolescentes dan sentido a las trasformaciones de su cuerpo en dos sentidos: como vía de procreación y, lo que les resulta más importante, como vía de disfrute sexual y de atracción física erótica para otras personas (González y Leun, 2001 citado por Gómez, 2012). Sus manifestaciones pueden clasificarse en fantasías y deseos, caricias, atracción y búsqueda de pareja, y coito.  Deseo: aquí confluyen aspectos biológicos, psicológicos y culturales (León, 2000 citado por Tarazona, 2005). Lo biológico está en el instinto de perpetuar la especie, lo psicológico en

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la atracción afectiva diferencial hacia una u otra persona, y lo sociocultural, en las normas y valores que regulan la iniciación de deseos como fase del coito. Excitación: ocurre la acumulación de energía erótica debido a cambios orgánicos que preparan a los órganos sexuales para la penetración: en el varón se produce la erección del pene, y en la mujer la lubricación vaginal. También podemos definirla como el reflejo condicionado por el cual la exposición a determinados estímulos condicionados produce en el sujeto la respondiente condicionada de excitación (Pittaluga & Quintana, 2000 citado por Tarazona, 2005) Fantasías y deseos: son formas de activación y excitación sexual internas que se procesan mediante el pensamiento, es decir, mediante una “secuencia de procesos mentales de carácter simbólico” (Merani, 1979 citado por Tarazona, 2005). Las fantasías y deseos en los adolescentes son muestra de la madurez alcanzada en el desarrollo sexual y reflejan lo aprendido en el entorno social; por ello es necesario que la educación sexual conlleve a su explicación y entendimiento, más aun si reconocemos que son elementos clave en una vida de pareja satisfactoria y en una actividad sexual responsable y saludable; cabe añadir que las fantasías y deseos no requieren el contacto cercano con otra persona, incluso pueden darse con otras personas imaginarias o con seres no-humanos (orientación zoofilica). Caricias: estas se dan con mucho ímpetu dada la curiosidad por el cuerpo de la pareja, especialmente el petting, no alcanza niveles sofisticados de erotismo pero si llevan a un alto grado de excitación sexual que suele terminar con la masturbación reciproca o sin conclusión orgásmica; cabe destacar que tienen gran relevancia el autoerotismo y la masturbación o autoestimulación debido a que los adolescentes experimentan la necesidad de experiencias sexuales pero aun no estarían aptos para el inicio de los juegos intersexuales o del cortejo (González, 2001 citado por Tarazana, 2005). La masturbación resulta siendo un alivio y escape a la intensa tensión sexual. Sus formas básicas son los besos, abrazos y tocamientos, sin la necesidad de llegar al coito. - Beso: es una caricia de intimidad especial según la mirada tradicional, y efectivamente siempre su práctica resalta el ideal del amor romántico. Entonces actualmente es también una práctica común fuera de las relaciones estables en adolescentes y jóvenes a modo de intercambio sexual corto y clandestino, “vacilones” y “agarres” (Arnao & Cabezudo, 2001; Cáceres, 2000 citado por Tarazona, 2005). El beso tiene una gran capacidad de excitación sexual, considerándose una experiencia anticipada del acto sexual. - “Necking”: hace referencia a las caricias alrededor del cuello, una de las zonas más erógenas del cuerpo humano. - “Petting”: comprende las caricias que se extienden por todo el cuerpo, con exclusión del coito. - Masturbación: consiste en el tocamiento suave de los genitales propios o de la pareja de manera prolongada hasta alcanzar sensaciones de placer e incluso el orgasmo (Leist, 1975 citado por Tarazona, 2005) Atracción y búsqueda de pareja: en esta etapa surge el impulso a iniciar relaciones de pareja, originando un conjunto de emociones y sentimientos que se expresan en los llamados enamoramientos fugaces (González, 2001 citado por Tarazona, 2005) Coito: se define como el “acto sexual en el cual el pene es introducido en la vagina” (Diccionario de Cultura Sexual, 2004 citado por Tarazona, 2005) y tiene su caracterización

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más relevante en el ciclo de la respuesta sexual humana, proceso que explica la respuesta de un orgasmo frente al estímulo sexual. El sexo y la sexualidad son aspectos complejos de la vida de todo adolescente para la construcción de su ser; es una dimensión esencial de la persona y está presente desde el momento de la concepción impregnado en todo el individuo en una realidad profundamente personal que lleve a convertir a los adolescentes en adultos (Caricote, 2008) Por otra parte, la adolescencia se ha definido como un proceso de transición entre la infancia y la edad adulta (Coleman & Handry, y cols., 1990 citado por Vargas y Barrera, 2002). El concepto de transición hace referencia al periodo de cambio, crecimiento y desequilibrio que funciona como puente entre un punto relevante estable en la vida del ser humano y otro relativamente estable, pero diferente. La adolescencia representa la transición de la inmadurez física, psicológica, social y sexual de la infancia, a la madurez de la vida adulta en estas mismas dimensiones del desarrollo. Esta transición tiene su origen en los cambios hormonales propios de la pubertad los cuales interactúan como diversos factores individuales, familiares y sociales para facilitar el éxito o fracaso en las tareas de desarrollo propias de esta edad (Kimmel y Weiner, y cols., 1995 citado por Vargas y Barrera, 2002). La adolescencia es una etapa particular en la que se revive el drama edipico con gran intensidad, y lo que está en juego por parte del adolescente es la separación, la diferenciación, la necesidad y la posibilidad de independizarse de sus padres. A veces, en estos intentos de independencia y de diferenciación, hacen cosas que, contrariamente a lo esperado, actúan en su contra y les devuelven al núcleo familiar (Vaccarezza, 2002 citado por Gómez, 2012). Según Knobel, 1988 (citado por Rossi, 2010) es posible hablar de un síndrome normal de la adolescencia, dado que la adolescencia ubica los orígenes del conflicto psíquico que la caracteriza en más de una fuente como: aumento de la intensidad de las pulsiones, cambios fisiológicos, reedición de conflictos previos, entre otros. Mismo autor menciona que los signos y los síntomas característicos de este síndrome serán: - La búsqueda de sí mismo y de la identidad - Tendencia grupal - Necesidad de intelectualizar y fantasear - Las crisis religiosas - La desubicación temporal - La evolución sexuales del autoerotismo hasta la homosexualidad - Actitud social reivindicatoria - Contradicciones sucesivas en todas las manifestaciones de la conducta - Separación progresiva de los padres - Constataciones fluctuaciones de humor y estado del ánimo. A continuación se mencionan algunos aspectos que se incluyen en la personalidad del adolescente desde Aberastury (2003, citado por Gómez, 2012): A) La tendencia grupal: en esta etapa el individuo recurre como comportamiento defensivo a la búsqueda de uniformidad, que puede brindar seguridad y estima personal. El fenómeno grupal adquiere una importancia transcendental ya que se trasfiere al grupo gran parte de la dependencia que anteriormente se mantenía con la estructura familiar y con sus padres en especial. B) Necesidad de intelectualizar y fantasear: se da como una de las formas típicas del pensamiento, la necesidad que la realidad impone de renunciar al cuerpo, al rol y los padres de la infancia, así como la bisexualidad que acompañaba a la identidad infantil,

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enfrenta al adolescente con una vivencia de fracaso o de impotencia frente a la realidad externa. Crisis religiosa: son actitudes extremas de una forma de desplazamiento a lo intelectual religioso, de cambios concretos y reales que ocurre a nivel corporal y en el plano de la actuación familiar-social que resultan incomprensibles en ese nivel factico. Desubicación temporal: convierte el tiempo en presente y activo como un intento de manejarlo. Aquí es cuando surge la conceptualización del tiempo, que implica la noción discriminada de pasado, presente y futuro. La evolución sexual desde el autoerotismo hasta la heterosexualidad: comienzan los contactos superficiales, las caricias cada vez más profundas y más íntimas, que llenan la vida sexual del adolescente. El enamoramiento apasionado es también un fenómeno que adquiere características singulares y que presenta todo el aspecto de los vínculos intensos pero frágiles de la relación interpersonal. Freud estableció la importancia de los cambios puberales para la reinstalación fáctica de la capacidad genital del sujeto. Señalo, además, que los cambios biológicos de la pubertad son los que imponen la madurez sexual al individuo, intensificándose entonces todos los procesos psicobiológicos que se viven en esta edad. Al elaborar el duelo por el cuerpo infantil perdido que también significa la elaboración del duelo por el sexo opuesto perdido en este proceso evolutivo, la aceptación de la genitalidad surge con fuerza en la adolescencia, impuesta por la presencia difícil de la menstruación o de la aparición del semen. Ambas funciones fisiológicas que maduran en este periodo imponen al rol genital la procreación y la definición sexual correspondiente. Actitud social reivindicada: no hay duda de que la constelación familiar es la primera expresión de la sociedad que influye y determina gran parte de la conducta de los adolescentes; las actitudes reivindicatorias y de reforma social del adolescente pueden ser la cristalización en la acción de los que han ocurrido ya el en pensamiento. Frente al adolescente individual, es necesario no olvidar que gran parte de la oposición que se vive por parte de los padres, es trasladada al campo social; gran parte de la frustracion que significa hacer el duelo por los padres de la infancia, se proyecta en el mundo externo; de esta manera el adolescente piensa que no es él quien cambia, quien abandona su cuerpo y su rol infantil, sino que son sus padres y la sociedad los que se niegan a seguir funcionando como padres infantiles que tienen con el actitudes de cuidado y protección ilimitados; así descarga contra ellos su odio, envidia, desarrolla actitudes destructivas. Si puede elaborar bien los duelos correspondientes y reconocer la sensación de fracaso, podrá introducirse en el mundo de los adultos con ideas reconstructivas, modificadas en sentido positivo de la realidad social y tendiente a que cuando ejerza su identidad adulta pueda encontrarse en un mundo realmente mejor. Contradicciones sucesivas en todas las manifestaciones de la conducta: la conducta en esta etapa está dominada por la acción, que constituye la forma de expresión más típica en estos momentos de la vida, en que esta el pensamiento necesita hacerse acción para poder ser controlado. Separación progresiva de los padres: uno de los duelos fundamentales que tiene que elaborar el adolescente es el duelo por los padres de la infancia. La intensidad y calidad de angustia con que se maneja la relación con los padres y su separación de estas, estará determinada por la forma en que se ha realizado y elaborado la fase genital previa de cada

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individuo, a la que se sumarán, por supuesto, las experiencias infantiles anteriores y la actual de la propia adolescencia. I) Constantes fluctuaciones del humor y del estado de ánimo: un sentimiento básico de ansiedad y depresión acompaña permanentemente como substrato a la adolescencia, la cantidad y la calidad de la elaboración de los duelos de la adolescencia determinaran la mayor o la menor intensidad de esta expresión y de estos sentimientos. La adolescencia recapitula la infancia y la manera en la que una persona ha de atravesar las etapas necesarias del desarrollo, y ésta está en gran medida determinada por la modalidad de su desarrollo infantil. Más que cualquier otra época de la vida, la adolescencia, con sus típicos conflictos, ofrece cuadros que ilustran el interjuego y la secuencia de peligros internos, ansiedad, defensas, formación de síntomas permanentes y transitorios y colapsos mentales. El hecho biológico de la pubertad reaviva la sexualidad infantil y las vicisitudes de las tempranas relaciones objétales. En su aspecto clásico, la teoría sostiene que la reanimación y la renovada discusión o transformación del complejo de Edipo representa un aspecto esencial del proceso adolescente –sino el principal de todos-. Es indiscutible que en la adolescencia emergen regularmente problemas edípicos, pero debemos tener en cuenta que desde mediados de la niñez (es decir, desde la latencia) se ha producido una decisiva expansión de Yo que ha alterado, cualitativa y cuantitativamente, la reavivación del conflicto edipico en el nivel adolescente. Los recursos con que cuenta el Yo adolescente lo habilitan para hacer frente a la reanimación de las relaciones objetales infantiles en ocasiones con la maduración corporal, poniendo termino así a los lazos de dependencia infantiles. En este sentido se dice que la adolescencia es una “segunda oportunidad”. Este proceso evolutivo normativo queda abolido cuando el niño no alcanza la apropiada diferenciación o supremacía yoica en el periodo de latencia (Blos, 1991). La sexualidad humana es, por definición, multifactorial e interdisciplinario. Las personas somos seres biológicos, psicológicos, sociales, espirituales. Todas estas definiciones que hacen al ser humano tienen a su vez posibilidades de ser analizadas desde un estudio de lo orgánico; de lo emocional, psíquico y cognitivo; de las respuestas culturales y de afiliación o adaptación social, y de la caracterización del ser humano como ente espiritual, entre muchas otras que describen el desarrollo humano. A lo largo de la historia de la humanidad ha cambiado mucho la concepción de la sexualidad humana. El enfoque ha variado fundamentalmente desde la perspectiva social, de acuerdo con la aceptación o no que cada cultura tiene de la aproximación que cada persona tiene hacia su propia sexualidad. En esta relación comienzan a integrarse, justamente por la complejidad de la naturaleza humana, elementos propios de la emocionalidad, de las relaciones intra e interpsíquicas, y factores cognitivos que en términos generales provienen del proceso de socialización y aculturación. La sexualidad, presente en todos los seres humanos, está constituida por factores psicológicos, sociales y biológicos inherentes al ser sexual (Álvarez-Gayou, 1979). A diferencia de lo que sucede en la mayoría de las especies animales no racionales, en el humano la sexualidad no es un instinto; se trata de un impulso, lo que la hace modificable, controlable e incluso susceptible de un proceso educativo en cuanto a su vivencia y ejercicio. De ahí se desprende que exista una enorme diversidad de comportamientos, prácticas y valores en distintos estratos de una misma sociedad y en las diferentes sociedades. Este hecho se refuerza si se considera que algunas personas, por razones diversas, son capaces de llevar una vida casta sin sufrir daño físico o psicológico por ello, además de que el ser humano parece ser el único que presenta deseo y actividad sexual en cualquier momento de su ciclo hormonal, sea mensual en la mujer o circadiano en el hombre. Por

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lo anterior se desprende que la sexualidad en el ser humano es susceptible de un proceso educativo. La sexualidad humana es un concepto complejo, dependiente de numerosas y distintas variables, tanto internas como externas. Tiene que ver con la autopercepción, con la definición de la propia identidad, con respuestas biológicas y psicológicas, con los constructos psicosociales que se van modelando de acuerdo con la vivencia dentro de la cultura y de valores éticos individuales y grupales. Cada individuo en el universo es diferente y tiene derecho a serlo, tiene derecho a proteger su propia individualidad. La sexualidad humana no supone exclusivamente la explicitación de los instintos biológicos, ni tampoco es el fruto del aprendizaje social pasivo, sino que es el resultado de la interacción cognitiva entre las personas y el medio ambiente. "La propia naturaleza, señalan Money y Ehrhardt (1982), es la que proporciona los elementos básicos irreductibles de diferenciación sexual, que ninguna cultura puede erradicar, al menos a gran escala: las mujeres pueden menstruar, gestar y lactar, mientras que los hombres no". La aceptación del principio de interacción cognitiva implica negar el predeterminismo biológico y, por tanto, la existencia de un único patrón de desarrollo sexual considerado normal, así como el aprendizaje por observación e imitación de los patrones de comportamiento definidos culturalmente como sexuales. Las personas nacemos capacitadas para manifestar una gama ilimitada de comportamientos sexuales de los que la cultura selecciona aquellos que considera normales, tratando de imponerlos a través de la educación, la moral, la religión y la legislación vigente. La interacción como actividad cognitiva y afectiva estaría mediatizada por la dotación filogenética ya que, aunque nuestro medio social concreto favorezca o reprima de terminados comportamientos, las personas manifiestan siempre una serie de pautas de comportamiento que podemos considerar universales. Un ejemplo claro de lo que decimos lo constituye la autoestimulación: esta conducta aparece espontáneamente en todos los individuos de la especie humana, en hombres y mujeres, al margen de que la cultura la considere deseable y la potencie, o la juzgue indeseable y la reprima. El elemento clave es la actividad cognitiva del individuo, es decir cómo considera cada persona su comportamiento, si lo clasifica como sexual o no, como necesario o como reprimible. Como consecuencia, cada persona establece conscientemente límites personales y en relación a las demás personas de acuerdo a sus creencias personales, preferencias y deseos que la educación. La educación sexual puede generar un acercamiento entre nuestras potencialidades filogenéticas y el medio o crear un abismo difícil de salvar, generando ciertos desequilibrios afectivos importantes. Asimismo, la educación sexual, puede favorecer un conocimiento pleno de la función sexual humana y por tanto un sistema explicativo amplio de la misma, así como la transformación social de los modelos sexuales que restringen y limitan nuestra sexualidad. De esta forma, si consideramos que la sexualidad es un concepto que incluye las relaciones personales entre géneros, las formas de organización social normativas o la regulación social de la reproducción, entenderemos la importancia de analizar las implicaciones del concepto de género para la educación sexual. El género incluye un conjunto de manifestaciones comportamentales, nociones, normas y valores señalando contrastes entre hombres y mujeres diferentes de unas culturas a otras. La distinción entre sexo y género resulta imprescindible ya que el primer término designa los caracteres físicos, anatómicos y genitales de carácter biológico, mientras que el género alude a las características culturales definidas por cada sociedad como masculinas o femeninas.

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De acuerdo con Thuren (1993), el sistema sexo género implica tres estructuras básicas que son poder, trabajo y expresión de los sentimientos. El concepto de género debe incluir un análisis crítico de las relaciones de poder: legitimidad del mismo y formas de ejercerlo; la distribución social del trabajo y cómo nuestra sociedad jerarquiza las funciones según se trate del ámbito doméstico o el ámbito público; así como la expresión de sentimientos, deseos en función de que seamos categorizados en un género determinado. Por otra parte, la educación sexual, en sentido amplio, constituye el intento de transmisión de las concepciones, normas y valores morales e ideología que cada cultura considera que deben servir para preservar el modelo social, cultural y económico. Estas concepciones están relacionadas con las normas y los valores, así como con las ideologías. Por ejemplo, una de las normas de nuestra cultura es el matrimonio heterosexual, con su correspondencia legal, y uno de los valores morales fundamentales ha sido y es, en algunos sectores, la defensa de la virginidad femenina, lo cual constituye, a su vez, un medio de control social sobre la mujer. En este sentido las ideologías sobre educación sexual y género pueden estar cumpliendo la función de limitar el desarrollo de las personas al imponer una perspectiva concreta de interpretación del mundo social. "La función de la ideología en la sociedad humana –señala Torres (1991)– se concentra principalmente en la constitución y modelado de formas bajo las cuales las personas viven y construyen significativamente su realidad, sus sueños, deseos y aspiraciones". Las ideologías someten y cualifican a los sujetos diciéndoles, haciéndoles reconocer y relacionándolos con: - Lo que existe, y su corolario, lo que no existe; es decir, contribuyen a hacernos conscientes de la idea de quiénes somos, qué es el mundo y cómo son la naturaleza, la sociedad, los hombres y las mujeres. - Lo que es bueno, correcto, justo, hermoso, atractivo, agradable, así como todos sus contrarios. Esto ayuda, por consiguiente, a la normalización de nuestros deseos y aspiraciones. - Lo que es posible e imposible, Conociendo ambas dimensiones definimos las posibilidades y sentido del cambio, así como sus consecuencias. Nuestras esperanzas, ambiciones y temores quedan así contenidos dentro de los límites de las posibilidades concebibles (Therborn, 1987, citado en Torres, 1991). En consecuencia, una primera función de la educación sexual concebida de forma crítica y emancipadora es el análisis crítico y la toma de conciencia de las implicaciones de las concepciones, normas, valores e ideologías que conforman nuestra explicación del mundo social y de la sexualidad humana. La adquisición de las diferentes nociones sexuales requiere una actividad cognitiva individual, insustituible, que no es posible por simple transmisión verbal. Así ocurre con la construcción de la identidad juvenil de género en el estadio de las operaciones formales, entre los 12 y los 16 años aproximadamente, y que incluye nociones como las diferencias de género, la preferencia sexual, las diferencias anatómicas y genitales, los cambios psicológicos, afectivos e intelectuales. Los diversos intentos de introducir la Educación Sexual en el diseño curricular, han incidido, de manera preferente, en la estructuración de los contenidos desde la perspectiva de las disciplinas que se han considerado implicadas en la mal denominada "biología de la sexualidad", intentando presentar una visión "objetiva y científica" de la sexualidad. Frente a esta tendencia, otra bien extendida, ha consistido en la imposición de ideologías en los contenidos de manera desmesurada, de forma que han prevalecido las valoraciones morales, éticas, políticas, tanto desde posturas

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claramente conservadoras como desde posiciones más o menos radicales en oposición a las anteriores. En ambos casos, los receptores pasivos, han sido el niño y la niña. No se ha tenido en cuenta cual es el proceso por el que las personas aprenden, es decir, cómo se construye el conocimiento social. Nos parece, por tanto, imprescindible insistir en cómo construyen los niños y niñas los conceptos sexuales, como uno de los ejes centrales en torno al que deben girar los principios metodológicos. El conocimiento no es el resultado de inculcar al niño y la niña los conceptos, transmitiéndoselos de forma pasiva. "Según Piaget, la inteligencia es el resultado de una interacción del individuo con el medio. Gracias a ello se produce, por parte del individuo una asimilación de la realidad exterior que comporta una interpretación de la misma. Las formas de interpretar esta realidad no son iguales en un niño de seis años, en uno de diez, o en un adulto. Cada uno de ellos tiene unos sistemas propios de interpretación de la realidad que Piaget denomina " Estructuras de pensamiento". (Moreno, 1983). "Se realiza una asimilación de los datos perceptibles, pero esta asimilación es deformante por la incapacidad de establecer un determinado tipo de relaciones entre todos los datos que percibe" (Moreno, 1983). Desde una perspectiva piagetiana se deduce una independencia del proceso de desarrollo y de aprendizaje, sin embargo, los diferentes mecanismos de enseñanza- aprendizajes explícitos o implícitos en la educación sexual están influyendo continuamente de manera que el proceso de desarrollo sigue al de aprendizaje, aunque nunca se produzcan de modo "simétrico y paralelo". En consecuencia, cada vez que hemos investigado las nociones sexuales de la población o sus ideologías hemos establecido claras diferencias entre las y los adolescentes ya que no existe necesariamente un pensamiento homogéneo válido para toda la población (Barragán, 1998). Definir la Educación Sexual requiere clarificar qué entendemos por conocimiento sexual, sus semejanzas y diferencias con otras áreas de conocimiento y las dimensiones que incorpora. Es decir, cuando hablamos de "nociones sexuales", es necesario explicitar si éstas son biológicas o si por el contrario lo biológico se estructura social y culturalmente y por tanto debemos hablar de "conocimiento social". El conocimiento sexual implica el conocimiento de nosotros mismos como hombres y mujeres, el conocimiento de las demás personas (Identidad sexual, Imagen corporal, diferencias anatómicogenitales, ciclo de respuesta sexual, diferencias de género), y las relaciones que se establecen entre ambos, en el marco de una organización social y sexual concreta (Afectividad, amor, matrimonio, preferencia sexual: heterosexualidad, bisexualidad, homosexualidad, relaciones de poder). Una primera característica es, que las personas se presentan como sujetos y objeto del conocimiento. Así, el conocimiento sexual se referirá al uso que se hace de esta información para explicar el mundo social circundante. De esta manera, el conocimiento sexual implica la incorporación de una serie de dimensiones, presentes en mayor o menor grado en todos los contenidos, de carácter cultural, social, biológico, psicológico, afectivo y moral. El conocimiento sexual, como social tiene en común con el conocimiento físico, como señalan Kamn y Devries (1983), que ambos requieren información específica del mundo exterior. Así, por ejemplo, sin esta información los niños y niñas no sabrían que eructar en la mesa es de mala educación; que las niñas deben adoptar como valor el cuidado de las demás personas y los niños la confianza en sí mismos; o que nuestra sexualidad no puede manifestarse públicamente; o que el beso en la boca sólo se lo dan personas de diferente sexo.

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El conocimiento sexual, no puede identificarse exclusivamente con el biológico, ya que ninguna otra función del cuerpo humano se estructura más claramente de manera social y cultural que la sexual. Sin embargo, cierta tradición pedagógica ha querido atribuir una supremacía a los contenidos biológicos, pretendiendo presentar así un modelo supuestamente "aséptico" de información sexual que serviría para justificar las diferencias de género. Ello ha contribuido a explicar mediante un pre-determinismo biológico las diferencias sexuales sociales como medio de justificar la represión y la discriminación y las relaciones de poder asimétricas. Aunque la mayoría de los jóvenes llegan a ser adultos sanos y productivos, muchos no lo consiguen. Las conductas iniciadas en la adolescencia pueden modelar de forma decisiva el curso de una vida, así como el futuro de toda una sociedad. Algunas conductas originan un peligro inmediato; otras, pueden ocasionar el mal años después, sin previo aviso, (UNICEF, 2002). MÉTODOLOGÍA La expresión taller aplicada en el campo educativo adquiere la significación de que cuando un cierto número de personas se han reunido con una finalidad educativa, el principal objetivo se convierte en producir ideas y materiales. El presente taller educativo pretende la formulación racional de actividades específicas, graduadas y sistemáticas, para cumplir los objetivos del mismo. Concibiendo a este como una realidad integradora, compleja, reflexiva, en que se une la teoría y la practica como fuera motriz del proceso pedagógico, orientado como una comunicación constante con la realidad social y como un equipo de trabajo dialógico. Dicho taller es dirigido para adolescentes, en su mayoría, que pretendan conocer y reconocer un poco más de sí mismos, de su sexualidad, lo que sucede con su cuerpo y que sucede con esas respuestas sexuales, comportamentales y psicológicas que ocasionalmente suceden en cada uno de nosotros en referencia a lo sexual. El objetivo de dicho taller es que los adolescentes obtengan herramientas teórico-metodológicas que les permitan construir nuevos conocimientos respecto al concepto de sexualidad, sus implicaciones y la importancia que tiene esta para el ser humano, promoviendo una mayor educación sexual a través de técnicas de autoconocimiento que propicien la reflexión y sensibilización. Lo anterior surge como planteamiento ante la realidad del contexto moderno en el que vivimos y desarrollamos en la actualidad, donde la participación de los adolescentes en comportamientos, pensamientos y reflexiones con relación a la sexualidad, por tal razón se consideró la importancia de la realización de dicho taller para analizar y comprender que con su cuerpo, reacciones y acciones del ser humano. Los ejes temáticos o unidades de análisis tomadas en cuenta fueron: la sexualidad, corresponde a la dimensión erótico-afectiva del desarrollo humano, la cual se refiere a la capacidad de amar y expresar las emociones y deseos con madurez. (Mejía y cols., 2006) Adolescencia, en palabras de Aberastury, A. & Knobel, M. (1998) es "la etapa de la vida durante la cual el individuo busca establecer su identidad adulta, apoyándose en las primeras relaciones objetales parentales internalizadas y verificando la realidad que el medio social le ofrece mediante el uso de elementos biofísicos en desarrollo a su disposición que a su vez tienden a la estabilidad de la personalidad en un plano genital, lo que sólo es posible si se hace el duelo por la identidad infantil". Para la realización de dicho taller se requirió una carta descriptiva, en la que se indica con mayor precisión posible, las etapas básicas de todo el proceso sistematizado del taller, la cual se describe posteriormente:

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TALLER DE INTERVENCIÓN “YO ADOLESCENTE Y MI CUERPO” No. de participantes: 30 personas ACTIVIDAD

DESARROLLO

RECURSOS

TIEMPO

Con la finalidad de romper el hielo, e integrar a todos los participantes.

Se les dará la bienvenida, se les explicara el motivo del taller, como se irá desarrollando del mismo y por último se realizara una técnica llamada: “me pica”, la cual consta de que cada uno de los participantes digan su nombre y una parte del cuerpo en donde les pica, posteriormente el siguiente participante mencionara el nombre y donde le pica tanto de ella como de sus compañeros anteriores; por ejemplo: “Yo soy Ana, y me pica la nariz, ella es Susana, y a ella le pica la boca…”; no se podrá repetir el lugar en donde les pica. Se les entregara un pedazo de barro o plastilina a cada participante y se les pedirá que la utilicen para moldear su cuerpo y expresen cómo se siente, para que identifiquen que partes les gustan, las que no, las que tienen olvidadas y que traten de plasmarlo en la escultura. Una vez terminado, se hará un círculo y se pondrán las figuras en el centro, que sean visibles para todos, expresando así, cada uno como se sintió y si descubrieron algo con relación a su cuerpo.

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20 min

Se formaran equipos, proporcionándoles un rotafolio, colores y plumones, con lo cuales realizaran una historieta, en donde los personajes serán algunas de las partes de los genitales, uno de ellos tendrá que ser súperhéroe, un villano, una víctima y otros 3 personajes que necesiten. Deberán de existir: pene, vulva y nalgas. Posteriormente los participantes expondrán su historieta. Se formaran dos equipos, en donde se elegirá un hombre y una mujer, mismos que narraran tener una relación, desde una cita, hasta llegar al coito, así como las sensaciones que se perciben en esta. Así un equipo tendrá que simbolizar el cuerpo de la mujer y otro el hombre, representando las respuestas del comportamiento sexual humano. Se les proporcionara a cada uno de los participantes un pedazo de tela, chocolate, hielo y un paliacate, se les pondrá música de

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BIENVENIDA

EXPOSICIÓN DE MI CUERPO

NOMBRAR E IDENTIFICAR

Identificar cómo se sienten con su cuerpo y valoren la gran diversidad que existe en los cuerpos de los demás. Apreciando la diversidad, con empatía, pensamiento crítico y creatividad. Ayudando al participante a darse cuenta que hay sentimientos positivos y negativos hacia nuestro cuerpo, hablando así de los estereotipos de belleza, como se juzga y lo que ocasiona daño a su autoestima. Que los participantes nombren los genitales tanto femeninos como masculinos por su nombre, ver como los perciben y reflexionar.

Que los participantes vivan de manera natural una relación. CITA

IDENTIDICAR SENSACIONES

Tiempo: 3 horas.

OBJETIVO

Que los participantes identifiquen sus propias sensaciones.

Barro plastilina

o

30 min

Rolafolio Plumones Colores Cinta Adhesiva

30 min

30 min

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Tela Chocolate Hielo

45 min

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DESPEDIDA

Que los participantes realice una reflexión sobre todas las experiencias que le ha dejado el taller para que puedan observarse en los participantes el cambio de percepción sobre la sexualidad

fondo relajante, se pedirá que cierren los ojos y comiencen a pasar sus manos por todo su cuerpo, se vendarán los ojos con el paliacate, volverán a tocarse, posteriormente tomaran el pedazo de tela y la pasaran igualmente por su cuerpo; tomaran el chocolate, lo destaparan, lo olerán, y lo probarán, por último se les dar un hielo, igualmente lo pasaran por todo su cuerpo. Provocando en los participantes diferentes sensaciones y reacciones que serán reflexionadas. Se realizara en un espacio amplio y libre de objetos (cancha de basquetbol o futbol), comenzara por el conductor que tomara un globo lleno de agua y se jugara el famoso juego de la papa caliente, en este caso será la papa mojada, y se estará aventando de participante en participante y al que no la atrape o se le rompa se le pedirá que cuente su experiencia más significativa del taller. Cabe destacar que es aquí donde se pretende que si existió tensión entre algunos participantes o están estresados se relajen. Posteriormente quien desee mojarse se podrá mojar con los globos de agua o botellas con orificio en la tapa.

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Paliacate Grabador a Música relajante Ropa cómoda

- 30 globos llenos de agua - 3 cubetas llenas de agua - Ropa para mojarse - Toalla por participante - Muda de ropa

20 min

Las actividades están elaboradas de tal manera que involucren la participación y atención individual de los y las participantes, guiándolos y encaminándolos en el manejo de su sexualidad y fortalecimiento de su autoestima. Provocando así un mejoramiento en las relaciones intrafamiliares, así como la comunicación en sus relaciones. Se implementaran distintas técnicas participativas de reflexión y análisis para propiciar la expresión de pensamientos y sentimientos que favorecieron a la intervención, promoviendo la convivencia de los y las participantes ante la realización de las actividades planeadas. Como principales logros se pretende, la asimilación de conceptos, que fortalezca el asumir conductas responsables en el manejo de su sexualidad. Aclarando inquietudes e instruyendo en temas poco explorados como las respuestas sexuales comportamentales; la desmitificación de creencias en relación al tema de la sexualidad, información distorsionada respecto para cuestionar la forma de pensar y de expresarse respecto al tema; comprender su verdadero significado, lo que les permitirá construir relaciones más equitativas en los diferentes ámbitos en que se desenvuelven; y bordar de forma entretenida las distintas temáticas. Durante el proceso se espera un ambiente de empatía y confianza, donde las jóvenes exterioricen sus vivencias, lo que permitirá orientar las conductas que desarrollan con respecto a su sexualidad. Bibliografía  Aberastury, A., Knobel, M. (2003). La adolescencia normal, un enfoque psicoanalítico. Paidós. Barcelona.  Álvarez-Gayou, J. (1999). La sexualidad humana como construcción multidisciplinar. Transvestismo, agenerismo, transgenerismo y transexualismo. Texto contenido en el Master de Educación Sexual, Nivel I, Univ. De la Laguna, Tenerife, 1999.

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TÍTULO: INTELIGENCIAS ERÓTICAS COORDINADOR: Mtra. María Lorena Córdoba Solorio AUTORA: INSTITUCIÓN: Universidad Del Valle De Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Taller FORMA DE CONTACTO: [email protected] Hablar del autoerotismo se acompaña de un halo de misterio y complicidad. Aunque no siempre es así. La masturbación en el hombre no tiene discusión, la población en general asume esta actividad sexual casi sin cuestionamiento. Se da por sentado. Pero no ocurre lo mismo cuando de la masturbación femenina se trata. Y es precisamente ahí donde los más arcaicos y falaces argumentos tienen lugar para desacreditarla, y lo que es peor, para silenciarla. De eso no se habla. El porcentaje de mujeres que admiten esta práctica es menor que el de los hombres. ¿La realizan menos, o les es más difícil decir que disfrutan de esta opción sexual? La literatura refiere que aún en nuestros días, el autoerotismo femenino se asocia a mitos que develan las rígidas fronteras entre el placer y la negación del placer: no es saludable, es una enfermedad, crea adicción, no es asunto de mujeres, entre otros. Un porciento nada despreciable de las disfunciones sexuales en las mujeres, están relacionadas con la falta de conocimiento de sus propios cuerpos, de sus zonas erógenas. Diferentes investigaciones han dado cuenta de la importancia que reviste la masturbación en el ser humano, y no sólo en el hombre como pretendieron hacer creer. Esta actividad sexual permite a la persona, crecer en lo que hace a su intimidad, madurar en cuanto a conocimiento individual, identificar zonas erógenas, ganar confianza en sí misma, conocerse y amarse, entre otras cosas, todo lo cual redundará en una mejor relación interpersonal, de pareja, y consigo misma, haciendo su vida sexual más plena y placentera. Estamos en el siglo XXI, en el tercer milenio y ya desde el pasado siglo XX nuestro sistema social ha brindado las herramientas y condiciones para subvertir los mitos y los prejuicios que históricamente han acompañado a la mujer y su sexualidad. Pero la subjetividad en el ser humano, es un aspecto que la legislación y las mejores intenciones no pueden revertir con acciones prácticas, se necesita asimilar, incorporar, reconocer, reflexionar. Es una tarea ardua que requiere tiempo y compromiso personal. Los valores que sustenta el patriarcado y que han devenido impronta en la subjetividad tanto de hombres como de mujeres, entiéndase “lo masculino”, “lo femenino”, la sexualidad “normal”, han dado lugar en las mujeres, al desconocimiento de sus cuerpos, del placer que proviene de ellos, reduciéndolos a una construcción biológica en función de la procreación. En tal sentido, Fernández Rius 2006, citada por Ramirez, (2006), refiere “Una de las violencias más fuertes que el patriarcado ha ejercido sobre nosotras, las mujeres, y sobre nuestra subjetividad, ha sido privarnos del conocimiento, del disfrute y la autonomía de nuestro propio cuerpo, como consecuencia de la ignorancia sobre la sexualidad”. En las definiciones encontradas existe un consenso en la gran mayoría en cuanto a incluir en las mismas a hombres y mujeres, aunque hay que reconocer que también hay definiciones en las que todavía se sostiene un reduccionismo genital, puesto que se centran sólo en la estimulación genital. Así tenemos que Ramos, 2002 citado por por Rivero y Borrás Valls, (2005) dice que “la masturbación, tanto masculina como femenina, es la estimulación de los órganos genitales con el objeto de obtención de placer sexual, pudiendo llegar o no al orgasmo”.

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También Torres Rodriguez (2006) refiere que la masturbación “es un proceso normal que consiste en una excitación habitualmente rítmica, efectuada con la mano, en la zona genital propia o de la pareja, se obtenga o no el orgasmo”. No podemos pasar por alto la definición ofrecida por Masters, Johnson y Kolodny (1987): “el término masturbación se refiere al acto de excitarse o estimularse uno mismo independientemente del resultado, o sea que la autoestimulación no precisa llegar al orgasmo para conceptuarse como masturbación”. Decíamos antes que en algunas de las definiciones aparece reforzado el aspecto genital cuando en realidad hablar de autoerotismo o masturbación hace alusión a todo el cuerpo, no sólo a la esfera genital. Reinvindicar la plenitud del cuerpo todo es tarea de diferentes especialistas en el tema, como Flores Colombino (s/f) cuando aclara que: No hay fórmulas para la autoexploración pero un buen comienzo puede ser reconocer las reacciones a distintos tipos de estímulos en todo el cuerpo, sin dejar de lado el mundo de las fantasías y la imaginación. Es importante tener en cuenta que todo el cuerpo está lleno de terminaciones nerviosas capaces de generar estimulación y que muchas zonas que no son las tradicionalmente asociadas con la excitación sexual, como los genitales, pueden ser grandes generadoras de placer. Y para seguir desterrando la primacía que pretende ostentar la zona genital como exclusiva de la erótica femenina encontramos opiniones como las de Rivero y Borrás Valls (2005) quienes puntualizan: Muchas son las mujeres que se masturban estimulando directamente los genitales estas prácticas suelen ir acompañadas de caricias y frotamientos por los pechos, nuca, muslos y diferentes partes del cuerpo. La estimulación indirecta de los genitales también es una forma de obtener placer, y en la que se encuentran gran parte de las mujeres que no reconocen que se masturban o que ni siquiera lo consideran conductas masturbatorias. La estimulación suele darse apretando los muslos y contrayendo la pelvis, también realizando presión sobre la vulva con la palma de la mano, como si de continencia urinaria se tratara. Se atribuye a Sigmund Freud el descubrimiento de que la masturbación es algo común en la infancia. Pero empaña esta convicción científica el haber sustentado durante mucho tiempo que la masturbación adulta era la causa de una de las formas de neurosis: neurastenia, actualmente conocida como fibromialgia o fatiga crónica. En relación con esto, Ramos (2002) citado por Rivero y Borrás Valls (2005) afirma: “Prácticamente toda la población sana se masturba desde edades tempranas hasta el final de su vida, si su salud se lo permite. Se han visto con ecografías a fetos de ambos sexos masturbándose en el seno materno”. El autor Havelock Ellis señaló que la masturbación era común en los hombres, y también una práctica habitual en las mujeres de todas las edades. En 1972 la American Medical Association declaró a la masturbación como una conducta “normal” pero desde antes en 1953, Alfred Kinsey con su investigación Comportamiento sexual en la mujer convulsionó al mundo al revelar que un 60% de las mujeres con instrucción secundaria o superior se había masturbado. Siguiendo con el tema vinculado a la sexualidad femenina, Resnicoff (2da. Parte) (2007) afirma: Sin embargo, el erotismo sexual femenino queda reducido al heteroerotismo obligatorio, al matrimonio, la procreación, la familia y la pasividad en el coito, con renuncia al placer y al goce propio. Esto le permite a Fernández Rius, 2006 citada por Ramirez (2006) afirmar “Esta represión

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se aprecia también en la resistencia de la mujer a autosensibilizarse, a entrar en contacto con su cuerpo, a darse tiempo para el autoconocimiento y autorresponsabilizarse con su placer”. Es común que las mujeres piensen que este asunto debe permanecer en secreto y si se les pregunta prefieren negarlo. Por siglos, fue confinado al mundo de lo prohibido. Y así lo hacen ver Rivero y Borrás Valls (2005): La culpabilidad y vergüenza paralizan en bastantes mujeres, las conductas autoerógenas. Algunas aprenden a disfrutar de sus genitales tras las primeras relaciones sexuales, pero también están aquellas que se permiten disfrutar de las relaciones sexuales en pareja e inhiben el placer sexual con una misma. En estos casos, en la mujer persiste un fuerte peso social y educacional que reprime el goce, disfrute y deleite del propio cuerpo. En relación con esto Coria, (2007) dice “los condicionamientos socioculturales han ejercido una influencia decisiva en la formación de la subjetividad femenina favoreciendo confusiones, manteniendo equívocos y alimentando mitos que perpetúan marginaciones y subordinaciones en las mujeres”. Esto último tiene significativa relevancia ya que tal como se afirma Ramos, 2002 citado por Rivero y Borrás Valls (2005): La masturbación y las relaciones sexuales no son excluyentes entre sí, como se creía antes, sino complementarias. Satisfacen necesidades diferentes. Las relaciones sexuales satisfacen esa parte de la sexualidad individual que se desea compartir con los demás y la masturbación constituye el refugio que permite satisfacer otras necesidades de intimidad que cada cual se reserva para sí. Nada de eso es patológico. Explorar el cuerpo es un espacio que pocas personas se atreven a recorrer. Desconocer las respuestas que éste tiene ante determinados estímulos es un factor que nos impide disfrutar plenamente del sexo. Las zonas erógenas son las áreas más sensibles que tienen los seres humanos, éstas reaccionan erótica y sensualmente al contacto de una caricia. Es preciso descubrirlas y explorarlas con lentitud y en un acto amoroso para estrechar los vínculos con nuestra pareja. DEFINICIÓN CONCEPTUAL DE INDICADORES  Autoerotismo o Masturbación: estimulación de todas las zonas erógenas del cuerpo, tanto en la mujer como en el hombre, hacia la búsqueda de placer y no necesariamente con el objetivo de alcanzar el orgasmo.  Percepción del autoerotismo: vivencia y/o apreciación del sujeto en cuanto a prácticas sexuales en solitario (masturbación).  Reduccionismo genital: hecho de reducir cualquier actividad humana sólo a los aspectos genitales, sin considerar el resto del cuerpo u otros factores psicológicos y sociales.  Excluyente: acción imperativa de elegir entre uno u otro aspecto físico, psicológico, social o de otra índole sin posibilidad de matices o integración, es uno u otro. Una vida sexual saludable es fundamental para lograr un sentimiento de bienestar y además es una fuente potencial de placer, felicidad y satisfacción. El placer que provocan el amor, el erotismo y la intimidad sexual, así como dar y recibir afectos son aspectos fundamentales del ser humano. La combinación especial del contacto sexual amoroso conduce a una buena salud mental y física. El secreto: crear cierta distancia en la pareja “La inteligencia erótica consiste en crear cierta distancia entre la pareja para luego hacer cobrar vida en cada espacio, en crear la distancia esencial para el deseo, en tener un espacio (físico, emocional e intelectual) que sólo me pertenece a mí, porque no todo hay que mostrarse”, asegura Perel. El psicólogo francés Jacques Salomé habla de la necesidad de desarrollar una intimidad personal con uno mismo como contrapeso de tu pareja. En nuestra intimidad mutua hacemos el amor,

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tenemos hijos y compartimos espacio físico e intereses, de hecho, mezclamos las partes fundamentales de nuestras vidas. Pero ¡ojo!, “fundamental” no significa mezclar todas las partes, porque la intimidad personal delimita una zona privada que requiere tolerancia y respeto y no todo tiene que mostrarse. Para esta terapeuta, “todas las parejas deberían cultivar un jardín secreto”. La autora constata en su libro la paradoja de que en los actuales tiempos de revolución sexual, liberación femenina y normalización de tabúes, las parejas tengan menos relaciones que antes, “ya que, muy a menudo, las parejas se instalan en la comodidad que brinda el amor sin tabúes, dejan de avivar la llama del deseo y se olvidan de que el fuego necesita aire”, asevera Esther Perel. Del amor al deseo Para definir bien los conceptos, la terapeuta subraya que mientras el amor disfruta sabiéndolo todo del otro, el deseo necesita algo de misterio, que si la intimidad crece a través de la repetición y la familiaridad, el erotismo se adormece con los mismos hechos, mientras que el misterio, lo original y lo inesperado le da alas. “No es necesario el amor para tener sexo, pero el sexo es necesario para el amor”, subraya Peres a las parejas que acuden a su consulta con cariño, pero sin deseo, y apunta que el riesgo del matrimonio pasa porque, al intentar controlar la pasión, acabas con ella. ¿Y dónde radica el punto medio? Anthony Robbins, un experto en motivación, lo expone claramente al remachar que “la pasión en una relación es proporcional a la cantidad de incertidumbre que se puede tolerar”. La Sexuality Information and Education Council en Estados Unidos (2002), publicó una definición de la sexualidad saludable, en la cual se plantea un amplio rango de características del adulto sexualmente sano, son: Aprecio de su propio cuerpo. Busca información acerca de la reproducción. Considera que el desarrollo humano incluye el desarrollo sexual que puede o no incluir la reproducción o experiencias sexuales genitales. Interactúa con ambos géneros en forma respetuosa y apropiada. Afirma la propia orientación sexual y respeta la de otros. Expresa amor e intimidad de amnera apropiada. Desarrolla y mantiene relaciones significativas. Evita relaciones de explotación o manipulación. Firestone (2008) Otra definición de sexualidad saludable la cita el terapeuta sexual Maltz, en el sitio web de la Universidad de Illinois, sosteniéndola como: Positiva, enriquecedora y muy relacionada con cómo nos comunicamos, aceptamos y damos amor. Significa tener la habilidad de disfrutar el comportamiento sexual y reproductivo sin culpa, temor o vergüenza. La expresión sexual es una forma de comunicación a través de la cual se da y se recibe placer y emoción…En el sexo saludable se deben de cumplir estas condiciones: consentimiento, igualdad, respeto, confianza y seguridad. Cuando la pareja tiene un contacto emocional cercano que les permite dar y recibir afecto espontáneo y placer sexual, hacer el amor contribuye de manera significativa a su bienestar emocional y a experimentar una satisfacción general en la vida, Firestone (2008).

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TÍTULO: ESTABLECIENDO MIS VINCULACIONES AFECTIVO-ERÓTICAS SANAS Y NUTRICIAS COORDINADOR: Mtra. María Lorena Córdoba Solorio AUTORES: Navarro Arias, Roberto. Foley, Leonard M. Anette, Gabrielle y Martínez, Jesús Miguel. INSTITUCIÓN: Universidad Del Valle De Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Taller FORMA DE CONTACTO: [email protected] Holon Erótico. El erotismo tiene niveles de manifestación biológica, pero son sus componentes mentales, especialmente en lo que se refiere a las representaciones y simbolizaciones, así como a la significación social y su regulación, lo que hacen del erotismo, una característica específicamente humana. Por erotismo entendemos: los procesos humanos entorno al apetito por la excitación sexual, la excitación misma y el orgasmo, sus resultantes en la calidad placentera de esas vivencias humanas, así como las construcciones mentales alrededor de estas experiencias. (Rubio, 1994) La forma más aceptada de conceptualización de la fisiología del erotismo humano, es verlo como el resultado de tres procesos fisiológicos: El deseo o apetito sexual, la excitación y el orgasmo. La identificación de códigos de conducta tan diversos, que permiten la visualización del carácter relativo de las normas de conducta erótica vigentes en la cultura. Tiene su base fisiológica bioquímica neuronal en los procesos de la vivencia erótica y en la fisiología de la respuesta sexual. En el ámbito psicológico individual, se pueden identificar la identidad erótica, la simbolización erótica y las experiencias autoeróticas mientras que en el ámbito psicológico social se incluiría el significado grupal de la experiencia erótica, de las actitudes ante la virginidad y la permisividad, etc. Desde la sociología se incluyen guiones de conducta erótica, reacciones ante conductas aceptadas y prohibidas, homofobia, erotofobia, misoginia, etc. Desde la antropología es muy importante la adopción y modificación de códigos morales, la doble moral, etc. Desde el aspecto legal está todo el grupo de normativas que permiten algunos tipos de conducta erótica de expresión pública y otros no. Al igual que los otros holones sexuales, el erotismo tiene niveles de manifestación biológica, pero son sus componentes mentales, especialmente en lo que se refiere a las representaciones y simbolizaciones, así como a la significación social y su regulación, lo que hacen del erotismo, una característica específicamente humana. Amuchastegui en el 2000, en su estudio referente a la Virginidad e iniciación sexual en México, nos dice que parece existir una contradicción en los códigos morales que la sociedad mexicana emplea para juzgar la iniciación sexual; la contradicción no sólo se refiere a que la virginidad femenina sea juzgada diferente a la iniciación sexual masculina, restringiendo aquella y estimulando ésta, sino a que pese al mandato moral de que la virginidad es para las mujeres un símbolo de su integridad y pureza, amén de un valor que se transacciona en y a través de la consumación del matrimonio. Precepto que en nuestra sociedad se ha reforzado y alimentado, la ideología de que el valor de una mujer gira en torno a la esencia y la permanencia de ese estado, y que inclusive se ve como un sacrificio a la procreación el hecho de perderla. Holon Afectivo. Por vinculación afectiva interpersonal comprendemos: "La capacidad de sentir afectos intensos por otros, ante la disponibilidad o indisponibilidad de ese otro/a, así como las construcciones mentales alrededor de los mismos". (Rubio, 1994)

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La forma más reconocida de vinculación afectiva, es el amor. Sin embargo, y contra lo que suele pensarse, se le puede dar el mismo nombre a formas de vinculación afectiva totalmente diferentes y hasta opuestas. Ocurre que por amor se entiende tanto la necesidad imperiosa de contar con la presencia de alguien, al punto que se siente indispensable para la vida: "yo sin ti no puedo vivir", como el supremo acto de ofrecer la vida por otro: "me muero por ti", se le llama amor tanto al gozo de ver al ser querido feliz, como al dolor que experimentamos cuando nos abandona. Esta situación plantea problemas conceptuales que pueden resolverse si identificamos el componente indispensable de todas estas situaciones: la presencia de resonancia afectiva intensa. Es esta resonancia afectiva la que se hace presente por la interacción entre los significados de los otros holones de la sexualidad. Los seres humanos nos vinculamos gracias a que los afectos provocados por los otros, (o por él o la otro/a) son lo suficientemente intensos como para tratar de mantenerlos o evitarlos. El amor es una forma ideal de vinculación. El estudio de las vinculaciones efectivas entre los seres humanos tiene contenidos en todos los niveles en los que los otros holones sexuales se manifiestan. Las bases biológicas de estos fenómenos empiezan a identificarse, cuando menos en lo que se refiere a algunas formas de vinculación afectiva como el amor romántico, el enamoramiento y posiblemente la matriz del vínculo materno-infantil. La experiencia subjetiva del amor y los patrones de vinculación (llamado por algunos autores patrones de apego), constituyen temas centrales en la psicología. El establecimiento de la pareja humana, su formación, ciclo y disolución, así como la institucionalización de los vínculos efectivos a través del matrimonio, su disolución a través del divorcio y otras formas de terminación de vínculo, así como la regulación institucional y legal de estos procesos, se estudian por métodos de la psicología de la interacción, la psicología social, la sociología y la antropología. Finalmente, muchos de los fenómenos demográficos como las migraciones y los patrones de formación de uniones, están relacionados en alguna medida con los fenómenos de la vinculación humana. La forma más reconocida de vinculación afectiva, es el amor (necesidad imperiosa de contar con la presencia de alguien, al punto que se siente indispensable para la vida) existe el componente indispensable de todas estas situaciones: la presencia de resonancia afectiva intensa. Erich Fromm (1991) enumera las características del amor: "El amor tiene un carácter activo, el amor da y además tiene cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento por la otra persona con la que experimentamos afectos intensos". Ninguna consideración sobre lo sexual puede estar completa sin incluir el plano de las vinculaciones efectivas entre los seres humanos. El desarrollo de vínculos efectivos es resultado de la particular manera en que la especie humana evolucionó. A mayor tiempo de desarrollo, mayor necesidad de cuidado. Un estudio llevado a cabo por Simpson (1990) examinó el impacto de los diversos estilos de apego con respecto a las relaciones románticas. Los resultados obtenidos en el estudio mostraron que los jóvenes que puntuaron alto en apego seguro manifestaron estar involucrados en relaciones caracterizadas por tener una mayor dependencia y apertura hacia la pareja. Así mismo se encontraron mayores niveles de compromiso evidenciados por una mayor dedicación hacia la relación. Una vez rotos los vínculos físicos prenatales, la presencia de afectos intensos relacionados con los otros se constituye en la forma de garantizar el cuidado y el desarrollo. La especie humana tiene un tiempo de desarrollo del individuo adulto extremadamente prolongado, el cuidado parental y la permanencia de apoyo entre el par de engendradores, se traducen en estabilidad y aumento de las posibilidades que tiene la especie de permanecer en el mundo.

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El Vínculo Afectivo-Romántico. Las relaciones afectivas son de gran importancia durante las diferentes etapas del ciclo vital. Específicamente en la adolescencia dichas relaciones se diversifican; esto quiere decir, que además de la importancia de las relaciones con los padres, cobran prioridad las relaciones con pares. Como consecuencia de esto los adolescentes entablan relaciones de carácter significativo con personas que no pertenecen al núcleo familiar. Uno de los principales intereses en ese sentido es llegar a establecer y a mantener relaciones de tipo romántico de manera exitosa. En otras palabras, los vínculos de apego se constituyen como base para, etapas posteriores de la vida, involucrarse en relaciones románticas que proporcionen elementos como afecto y seguridad. Los vínculos de apego se caracterizan por ser duraderos y estables a través del tiempo e implican la formación de representaciones mentales acerca de las relaciones con otros individuos significativos. Las relaciones de este tipo proporcionan seguridad y promueven elementos como confianza e intimidad (Ainsworth, 19991). De igual forma, la otra persona es concebida como individuo único, importante y no reemplazable. Por lo tanto, las relaciones que tienen características de confianza mutua, cooperación, seguridad y afecto, potencialmente pueden evolucionar llegando a generar vínculos de apego. Un claro ejemplo de estos son las relaciones románticas, en las cuales se observan conductas de búsqueda de proximidad, ansiedad ante la separación y otros comportamientos típicos de este tipo de vínculo. Teoría del Apego. La Teoría del Apego fue propuesta por John Bowlby en 1979, donde sostiene que la interacción de los niños con sus padres juega un papel muy significativo en el proceso de socialización y en el establecimiento de relaciones afectivas con otros en contextos diferentes a la familia. De las interacciones tempranas con los cuidadores, el niño aprende un modelo de relación que va a repercutir en los nuevos contactos con otras personas. Los teóricos del apego sugieren que dichos modelos son representaciones mentales que incluyen expectativas sobre sí mismo y sobre los otros dentro del contexto de las relaciones afectivas (Bretherton, 1992). Dentro de los patrones de apego se encuentran tres:  El apego está caracterizado por niveles altos de confianza y cercanía y patrones adecuados de comunicación.  El apego inseguro está caracterizado por baja confianza, patrones inadecuados de comunicación y bajos deseos de cercanía y proximidad.  Por último el apego ambivalente se caracteriza por bajos niveles de confianza en el establecimiento de relaciones afectivas, deseo de mantener proximidad con estas, todo esto acompañado de temor e inseguridad para establecer y mantener relaciones. En un estudio realizado por Penagos, Rodríguez, Carrillo y Castro (2006), donde su objetivo fue evaluar la relación que existe entre el apego, el autoconcepto y algunas características de las relaciones románticas, se encontró que los adolescentes poseen altos niveles de seguridad en sus relaciones afectivas con sus cercanos. Adicionalmente se observo que la relación con las figuras de apego predice el nivel de autoconcepto, y que las características de las relaciones románticas son explicadas en su mayoría por las mismas. Además de que el nivel de autoconcepto predice algunas características positivas de las relaciones románticas. Laursen & Jensen-Campbell (citado en Barreras y Vargas, 2005), coinciden en que las relaciones románticas de la adolescencia, a diferencia de las adultas, son menos complejas y tienen un carácter transitorio. Son oportunidades para interactuar con jóvenes del otro sexo, en contextos que incluyen a otros adolescentes y con intenciones más orientadas hacia la diversión y la

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comparación en grupo que hacia la intimidad. En su etapa inicial no implica la satisfacción de una necesidad básica de apoyo, ni de impulsos sexuales, como se cree. El Amor. El amor es fuente de una amplia producción comunicativa en el orden de la vida cotidiana individual y social. El amor, ubicado en lo profundo del ser y vinculado con el mundo emotivo, íntimo, inmaterial, pareciera ser una emoción autónoma, incontrolable, natural, sin nexos con la construcción social de la cultura. El análisis de lo amoroso puede proporcionar pistas para comprender el amor, no sólo como estado interno, sino como la relación de la experiencia íntima con las instituciones, la sociabilidad y el poder. Según Luhmann en 1985 (citado en Corona y Rodríguez, 2000), sostiene “…no es en sí mismo un sentimiento, sino un código de comunicación de acuerdo con cuyas reglas se expresan, se forman o se simulan determinados sentimientos; o se supedita uno a dichas reglas o las niega, para poder adaptarse a las circunstancias que se presentan en el momento en que deba realizarse la correspondiente comunicación”. Ello indica que el amor es visto desde una perspectiva más amplia, como una determinada manera de interrelación personal. Distinguiéndose del amor apasionado, amour passion, el cual implica una conexión íntima entre amor y atracción sexual, aunque dicho amor no se ha reconocido socialmente a lo largo de la historia como un sentimiento suficiente o valido para instaurar un matrimonio o fundar alguna relación perdurable. A finales del siglo XVIII, el amor romántico comenzó a ser común, cuando las relaciones conyugales eran concebidas en términos de conveniencia económica y social. Por lo tanto, en el amor romántico, los efectos, el amor espiritual, predominan sobre la atracción sexual. El enamoramiento no es una atracción carnal, sino “amor a primera vista”. La aparición del amor romántico vino aparejado de otros procesos que lo reforzaron: el surgimiento del “hogar” en un mundo creciente industrializado; el replanteamiento de las relaciones entre padres e hijos, en las que éstos requerirían cada vez más de la atención y ternura de la madre; y la invención de la figura de la maternidad con todo un rol establecido (Giddens, A., 1995). Al interesarnos por el amor como un constructo social y su desempeño en el espacio público, nos interesamos por las formas en que el discurso amorosos impacta la vida social. Observar los discursos amorosos y sobre el amor nos permite construir nuevos objetos de estudio. Acercarnos a los múltiples y contradictorios sentidos en el intercambio amoroso nos puede ilustrar no sólo sobre sentimientos, sino sobre conflictos sociales, roles de género, aprendizaje sentimental. El discurso amoroso es acción social que se “lee” por sujetos que comparten la cultura. Batista Roselis en el 2002 realiza una investigación sobre los “campos semántico-discursivo del amor en la telenovela mexicana y brasileña”, en donde se parte una concepción de amor que señala que éste desempeña un papel central porque es una emoción universal, motor de luchas a nivel micro y la razón única y verdadera del happy end como resolución de la intriga principal. Así también implica varias conductas como locura, sacrificio, promesa, pasión, amor, odio, cariño, ternura, sin embargo, todo lo anterior se remiten al núcleo central: humillación, sacrificio, ensueño, deleite, choro, llanto, días felices, nacer para ser feliz, el dueño de tu vida, etc. En nuestra cultura se ha fomentado y estimulado en gran medida dichas utopías, tanto mujer como hombre se tiene la concepción de que se da todo, absolutamente todo por el otro, sin esperar nada a cambio, ello conlleva cierta frustración, limitación del potencial, ya que solo se vive para el otro.

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En todo lo anterior Barthes en 1977, coincide en sostener que el discurso amoroso consiste en la acción de correr de un lado hacia otro, ir y venir, acción de actuar, es decir, aquello que nos impulsa y nos mueve a actuar de alguna manera determinada. Al igual sostiene y realiza grupos de análisis como el primero de amor/amar sostiene que las cualidades agradables, altruistas y beneficiosas de una persona hacen que los demás sientan afecto por ésta. El segundo es la irracionalidad en donde se argumenta la idea de enloquecer, de llegar a la locura extrema, por el hecho de que aparece un amor pasional que es pecaminoso, ello nos lleva a pensar que el vínculo afectivo, antecede y origina el vínculo erótico en la ideología de las telenovelas. El tercer grupo es un miedo a lo desconocido, y más aún a la falta de reciprocidad en el amor, al dolor. El cuarto grupo lo constituye el sufrimiento y sacrificio, en donde se pueden encontrar algunos aspectos como; agredir, llorar, sufrir, humillación, sacrificio, vergüenza, maldad, presentir, tocar, etc. Y más aún cuando vivimos en un contexto en donde se evita al dolor, la agonia, inclusive donde se tiene la construcción de vivir de manera light, más ligera de la vida, donde todo es comodidad, confort, descanso, entre otros. El quinto grupo sostiene que hay una posesividad, una parte de pertenencia, que da tranquilidad, seguridad, poder en una relación, se satisfacen necesidades propias del sujeto, estaríamos hablando de las categorías de pertenencia y seguridad. El sexto grupo abarca lo que es modalidad/ performatividad; reúne los modales del tipo “siempre”, “nunca”, “jamás”, “aunque”, “igualmente”, “necesito tiempo”, etc, los cuales se acercan a la idea de “prometer” y a la de “jurar”, performativos siempre presentes en los enunciados de los enamorados. El séptimo grupo le corresponde a la irrealidad en donde se abarcan aspectos ligados al sueño y a la intuición. Estos elementos de la psique humana en un principio no son activados más allá de sensaciones fuertes o de sentimientos profundos como el del amor. El octavo grupo abarca el aspecto físico; se refiere a la expresión del aspecto físico del ser amado y a la necesidad de tocar su cuerpo. Y finalmente el último grupo hace referencia al contexto sociocultural: trata acerca de las situaciones contextuales exteriores al sentimiento amoroso pero que tienen influencia sobre él. El Vínculo Erótico-Genital. El hecho de involucrarse en relaciones románticas provee a los adolescentes de contextos en los cuales la sexualidad y la intimidad son abordadas convirtiéndose en un punto central para el desarrollo de la identidad del adolescente. El no establecer relaciones románticas durante esta etapa puede llevar al rechazo y aislamiento del mismo. En la investigación que realizaron Díaz y Robles titulada “Atracción, romance, sexo y protección en adolescentes” en el 2009, se encontró que la intención de establecer un vínculo erótico se relaciona con la atracción física y el amor pasional en los que nunca habían tenido relaciones sexuales, y sólo con el deseo sexual intenso en quienes ya habían tenido alguna experiencia sexual. Ello indica que el hecho de tener alguna experiencia sexual o vivir determinada situación hace que el sujeto pueda limitar su potencial o en dado caso solamente vivir el vínculo que necesita. También nos dice que se tiene la ideología de que el establecer el vínculo afectivo antes que el erótico tiende a consolidar más la relación de pareja. La teoría del amor de Sternberg. La estructura del amor en los miembros de una pareja, consiste en una triada, involucrando: intimidad, pasión y compromiso. De la combinación de dichos aspectos determinan el equilibrio o el nivel de carga de cada uno de los componentes, además de que se trata a cuatro niveles (real, percibido, ideal de sí mismo, ideal del otro), en donde se encontró que en las mujeres es mayor la

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pasión, la tendencia de ambos sexos, es atribuirse mayores niveles de intimidad que a sus parejas. Los varones se consideran más apasionados, a pesar de que las mujeres no comparten dicha percepción. Podemos concluir en dicho estudio que ambos sexos desearían más Intimidad, Pasión y Compromiso en sus relaciones, excepto las mujeres que no desean más Compromiso para sí mismas. Ello también indica la ideología machista que tenemos culturalmente, ya que la mujer “descuida” su apariencia física, porque solo es funcional como ama de casa y procreadora de hijos (citado en Gonzálo, 1993). Hablar de sexualidad y la conformación de parejas, es cuidar ciertos elementos tales como la no involucración de terceros en la relación (compromiso), la cuestión económica que se vincula al poder y tener una vida sexual erótica satisfactoria (pasión). La Práctica Sexual. La prevalencia de relaciones sexuales en adolescentes varía de un país a otro e, incluso, dentro del mismo país, de una región a otra. En las últimas décadas, los estudios sobre las relaciones sexuales en adolescentes son numerosos debido a la proliferación de embarazos no planeados e infecciones de transmisión sexual (ITS), según estudios de Agusto y Campo (2007) Caycedo, et al (2007), reporta que las mujeres se involucran menos que los hombres en las relaciones románticas lo cual es inconsistente con lo reportado por Montgotmery y Sorell (1998, citado en Caycedo, et al, 2007), estos autores concluyen que tanto las mujeres como los hombres se involucran en exploración de la sexualidad en la adolescencia temprana y media. Las diferencias significativas más relevantes, se encuentran en la frecuencia de número de veces de “estar enamorado o enamorada”, la edad y la probabilidad de ello; en cuanto a que las mujeres son más cuidadosas acerca de su intimidad emocional y psicológica, por ello tiene mayor impacto en su identidad. En la investigación que realiza Campo-Arias et al.(2004), en donde se pretendía establecer la edad de inicio de las relaciones sexuales y algunos factores asociados en adolescentes escolarizados, se encontró que el inicio sexual temprano guarda relación positiva con la edad menor y sexo masculino. Navarro, Reig y Ferrer (2006), en su trabajo “Grupo de iguales e iniciación sexual adolescente: diferencias de género”, encontraron que en los varones la mayor experiencia sexual se acompaña de una vida mayor en grupo, mayor número de amigos, y mayor liderazgo dentro del grupo, no así en las chicas. Para los varones, la iniciación sexual es un elemento de socialización con el grupo de iguales, positivamente connotado, mientras que para las mujeres la iniciación sexual es un elemento más de la experiencia amorosa. En otro estudio realizado por Gonzales (2009), “Conocimientos, actitudes y prácticas sobre la sexualidad en una población adolescente escolar” se pudo constatar que el inicio del vínculo erótico se establece a una edad temprana, inclusive que la información recibida sobre la sexualidad no retrasa el inicio de la vida sexual. Otro factor que se encontró como posible factor influyente para que los adolescentes inicien su vida sexual fue el que descienda de una disfunción sexual. Ya que en nuestra integralidad como seres humanos, hay carencias en algunas áreas de nuestra vida, una de ellas es la del contacto, aceptación, aprobación, de reconocimiento, ello nos lleva a suponer que si están dichos vacios, pues una de las posibles opciones es a través de la relación sexual y todo lo que gira en torno al acto, lo que significa para los adolescentes, el hecho de que nadie los regañe, juzgue, critique o agreda, sino que al contrario, los consienta, acepte, respete y tenga una acercamiento mutuo, significándole a él aceptación. La sexualidad humana es una dimensión de la personalidad impregnada desde la concepción por las mismas características biopsicosociales y espirituales de la persona. Ésta no está exenta de las

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transformaciones sociales que rodean al individuo; por lo que dicha dimensión es dinámica y se transforma según la realidad misma. Es importante tener en cuenta que, a diferencia de las generaciones anteriores, los jóvenes de hoy crecen y se desarrollan en una época de profundos cambios económicos, sociales, culturales y tecnológicos, entre cuyas expresiones negativas y positivas se puede mencionar el acceso a información indiscriminada sobre cualquier tema, especialmente el de sexualidad, aunado a esto se puede mencionar la crisis importante de valores que identifica a la sociedad postmoderna; pero al mismo tiempo, estos cambios permiten estar más y mejor informados sobre diferentes aspectos de la vida y han dado lugar a una mayor oportunidad de ingresar y avanzar en la educación de temas asociados y, por lo tanto, a la posibilidad de una formación más completa e integral. Fernández (2004), menciona que la civilización industrial ha creado y crea pacientemente la noción y expectativa de que felicidad es igual a producción y consumo ilimitado, al irrefrenable galope de la ciencia y la tecnología, a la satisfacción hedonista de todo deseo y placer que no es más que un nuevo dominio con antifaz de libertad. El amor y el sexo no escapan a la crisis de valores, a la mercantilización de la vida, a la incertidumbre, al impacto científico, tecnológico y cibernético; a la carrera en la búsqueda de un “placer” y “felicidad”, a la exacerbación del individualismo y el anacronismo del romanticismo, a las hegemonías, a la inequidad, a las violencias, a la desmovilización de emociones, de solidaridad, de fraternidad y de las relaciones humanas como valor. La cultura contemporánea prescribe ciertas exigencias que ubican al sujeto en una posición de “Ser” indiferenciado, un “Ser” que puede ser reducido a un puro objeto de goce, al imposibilitar su relación con el propio deseo, el sujeto sucumbe ante la propuesta de que todo lo que desea puede ser obtenido, localizable y adquirido. Hay muchas dificultades en las personas para encontrar y mantener relaciones amorosas. La necesidad de amar es una cualidad universal del hombre, en donde éste alcanza su plenitud al vivenciarla. Desde la perspectiva judeocristiana, se ha escrito que no era bueno que el hombre estuviera solo y que requería compañía. Fue entonces que de la costilla de Adán formó Dios a la mujer (Génesis, 2, 18-22) para que se unieran en una sola carne e hicieran una vida en pareja fuera de la casa de los progenitores (Génesis, 2, 24), lo que es una de las formas más elementales de sociedad que se ha dado en el hombre (Fernández, 2000, citado en Valdez, González y Sánchez en 2005). Sin embargo, en estos tiempos de transformación, aun las fuentes de autoridad tradicionales como la religión y la familia patriarcal están siendo sometidas a una intensa y constante presión. Paralelamente, un marcado individualismo se está convirtiendo en la norma para muchas sociedades occidentales, tal como lo menciona Barrientos (2006). Los jóvenes parecen ser portadores de una nueva ética sexual, bastante más desinhibida o tolerante que aquella que caracteriza a las generaciones que les preceden. Mientras que en las generaciones de mayor edad, el ideario de colectivismo social da cobertura a una ética sexual conservadora, defensora del matrimonio institucional, de la estructura familiar tradicional, de las uniones duraderas, de un puritanismo sexual. Entre las generaciones más jóvenes – y porque la “modernidad” se asocia con una “cultura de separación”, - el ideario del individualismo social estaría más próximo de una ética sexual experimentalista y fragmentada donde hay cabida para relaciones fugaces y románticas; experiencias prematrimoniales y cohabitacionales, iniciaciones sexuales precoces y relaciones heterógamas; siendo, apreciándose finalmente una relativa tolerancia hacia diversas formas de sexualidad social o ideológicamente consideradas más “periféricas” (Machado, 2003).

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En un estudio realizado por Correa, Jaramillo y Ucrós (2003) se observa que un gran porcentaje de la muestra de jóvenes estudiada, manifiesta haber abandonado los principios religiosos por considerarlos injustamente limitados, a este caso la religión aparece altamente incidente sobre la limitación y conflicto de la vivencia sexual. La idea lúdica del noviazgo, del disfrute de besos y caricias, del erotismo pues, de noviazgos múltiples que no necesariamente tengan que desembocar en el matrimonio, es parte de esta revolución. La sexualidad entonces puede ser sentida como: producto valioso o despreciable, procreación, defensa contra la soledad, forma de comunicación, instrumento de agresión y control, juego de poder y sumisión, deporte, arte, adicción, lujo, recreo, recompensa, huida, estimación, forma de expresar afecto, libertad, rebelión, deber, placer, comunicación con lo universal, éxtasis místico, experiencia relacionada con la muerte, senda de paz, causa, forma de abrir caminos, manifestación de salud, experiencia sensorial, ansiolítico, estilo de marcar territorialidad y aprensión, colección de experiencias y conquistas, forma para conseguir seguridad y muchas pero muchas más. La forma más aceptada de conceptualización de la fisiología del erotismo humano, es verlo como el resultado de tres procesos fisiológicos: El deseo, la excitación y el orgasmo; enaltecidos en la actualidad como el fin único del acto sexual; la idealización de estos elementos ha dado como resultado el nuevo panorama de la sexualidad. A esto, Barrientos (2006) nos habla de la nueva normatividad del comportamiento sexual, y nos dice que:  La entrada a la sexualidad deja de ser una “ceremonia de paso” hacia la vida adulta o matrimonial y se transforma en un proceso de aprendizaje – lleno de tensiones-, con los amigos en espacios diversos como en el carrete, la vida escolar o laboral.  Se retarda la entrada en la vida matrimonial, aumentando el tiempo de vida preconyugal, si bien este tiempo sigue siendo diferente para hombres y mujeres.  Se tienen menos hijos y más tardíamente, con una disminución importante en las tasas de fecundidad y natalidad.  Se experimentan diversos tipos de relaciones de pareja y sexuales tanto en relaciones estables, como ocasionales, aun que, existen enormes diferencias de género.  Los repertorios sexuales se diversifican, recurriéndose al sexo anal y oral en las nuevas generaciones sexuales, dilatando con ello las posibilidades de relación y complejizando la expresión de la intimidad y la sexualidad.  Aumenta la cantidad de hombres y mujeres jóvenes que suprimen la regla de la iniciativa sexual y admiten compartirla, resaltando la seducción o la conversación como estrategias de negociación sexual.  Incluso muchos/as jóvenes viven sus orientaciones sexuales homo y bisexuales de manera menos traumáticas que antaño. Fernández (2004) menciona que uno de los logros inestimables de este siglo que concluye, es la valoración de la sexualidad humana como aspecto importante de la personalidad humana. De la mirada al siglo XX ha ido desapareciendo la amenaza y el castigo hacia el sexo que puede hoy ser vivido con más disfrute, naturalidad y placer. El acceso a información confiable y a la Educación en estos temas ha sido un avance importante en nuestro tiempo. No podemos hablar de los grandes cambios de nuestro era sin rescatar sus elementos positivos y las contribuciones que se han hecho en cuanto al estudio del fenómeno de la sexualidad humana.

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La educación en la sexualidad y el uso de nuevas tecnologías ha dado paso a ampliar el panorama del hombre en relación a su sexualidad. En el estudio realizado por Pérez y Pick (2006), se encontró como el mejor predictor de la conducta sexual regular, a la habilidad de comunicación asertiva. Estos hallazgos coinciden con lo encontrado previamente en México (Pick et al.2000, citado en Pérez y Pick 2006), que indican que contar con la habilidad de comunicación asertiva con la pareja sexual regular, aumenta la probabilidad de que los adolescentes se protejan. Desmitificar el sexo y liberarlo del tabú de la sociedad patriarcal ha permitido que las nuevas familias hablen más de sexo, permitiendo una relación de apego mucho mayor a la familia. Un alto nivel de apego entre padres y adolescentes se asocia con una baja actividad sexual, afirman Andrade, Betancourt y Palacios (2006), en su estudio llamado “Factores familiares asociados a la conducta sexual en adolescentes”. Poco a poco vemos una sociedad más tolerante y con una actitud más positiva hacía la sexualidad. Carballo (2002), propone seis principios orientadores de la educación de la expresión de la sexualidad humana: 1. Centrar los procesos de enseñanza y de aprendizaje en las características y necesidades biológicas, sociales y espirituales de las personas participantes. 2. Propiciar la vivencia de un proceso de participación, discernimiento y diálogo que permita a la persona analizar sus mitos, prejuicios, tabúes, conocimientos, actitudes y valores entorno a la sexualidad humana. 3. Facilitar la búsqueda, procesamiento y almacenaje eficiente de investigaciones científicas, con miras al logro de aprendizajes significativos. 4. Mediar para que las personas construyan habilidades cognitivas y habilidades emocionales que les permitan expresar, en forma inteligente, su sexualidad. 5. Promover un proceso altamente comunicativo que permita la expresión de la diversidad y la autenticidad de cada persona. 6. Contextualizar el derecho de los seres humanos a asumir el disfrute libre y responsable de la sexualidad dentro del amor, guiado por sus principios y valores, dentro de un marco de derechos humanos.

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TÍTULO: EL GÉNERO, ¿UNA CONSTRUCCIÓN DESDE LA ENSEÑANZA? PONENTE: Susett Naranjo Pou INSTITUCIÓN: Facultad de Psicología. Universidad de la Habana. Cuba MODALIDAD: Contribución libre FORMA DE CONTACTO: [email protected] Introducción teórica El Género es una de las principales dimensiones a partir de la cual se construye la identidad social, y por el hecho de ser social debemos asumir la construcción del primero como un proceso sociohistórico-cultural. Es muy aguzada la tendencia a reducir el género al sexo, al cuerpo sexuado como varón y hembra, más no sucede así en la práctica pues el Género es una elaboración social de profundas raíces culturales e históricas, en la cual el cuerpo biológico se toma como excusa para marcar pautas por generalidad discriminatorias sobre la mujer. De este modo cada sociedad establece qué entiende por ser hombre o ser mujer, le atribuye características específicas a cada uno y este modelo social es asumido, es interiorizado por las personas, con mayor o menor conciencia, generalmente bajo la segunda condición. El imaginario social es un concepto creado por el filósofo greco-francés Cornelius Castoriadis que se refiere a la manera particular de ordenamiento de una amplia gama de representaciones que las sociedades se dan para sí, se forma con representaciones que proceden del ambiente colectivo pero que al ser introyectadas pasan a formar parte de la estructura mental del individuo. En efecto, en el imaginario social referido al género, mitos, tabúes y símbolos sirven de norma que ``naturalizan´´ las diferencias de la cultura patriarcal estable y constante en ambos sexos. El Género se nutre de otras categorías tales como los Estereotipos, definidos estos como una generalización en las atribuciones sociales sobre un individuo por causa de que este pertenezca a cierto grupo social. Y es una realidad el hecho de que las distintas culturas han elaborado unas definiciones muy claras acerca de las personas de uno y otro sexo según estereotipos bien marcados: “lo que son y lo que deben hacer; qué conductas se esperan de cada uno de estos sexos y cuáles les están vetadas”. Un estereotipo típico sobre las mujeres es verlas como que deben de estar abocadas, tanto por la naturaleza como por la sociedad a desempeñar roles específicos y preestablecidos ligados a las funciones relacionadas con la pareja, el hogar y la familia (en particular el cuidado de la infancia y la vejez), así como que el espacio propio de las mujeres es el mundo privado. No obstante, esto no logra absolutizar ni impedir que las mujeres quieran salir a ocupar espacios públicos. A partir de este imaginario social permeado por los estereotipos se construye no solo la imagen de la mujer sino la del hombre. Estos prototipos suelen distorsionar la imagen correcta de las mujeres reales de la vida social. Los prototipos más frecuentes de mujeres son: - Niñas de varias edades en papeles femeninos clásicos: lavan ropitas como las mamás, etc. - La madre de familia de mediana edad (feliz, sin cansancio… al servicio de todo y todos). En ella se confunden los roles de ama de casa, madre y esposa. - La mamá juvenil, responsable y activa (a veces junto con un papá moderno y casi siempre con uno o cuando más dos hijos preciosos y muy tranquilos). - La mujer-objeto (objeto sexual). Es pasiva, presta a que la contemplen y la deseen sin opción alguna. No importa su deseo, solo que la deseen. - La seductora, mujer de mundo (no llega a ser la mujer fatal). - La mujer fatal.

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La novia, amante, compañera ideal (una variante de la seductora pero más sensible y natural). - La profesional de éxito, pero que no abandona muchos de los estereotipos clásicos de la mujer de siempre. Viste elegante y trabaja llegando a ocupar cargos decisores, más no deja de ser la principal gestionadora de su hogar, la que alimenta a los hijos y cuida de su esposo. En cuanto a los hombres, los prototipos más frecuentes son: - La típica recreación del mito del héroe clásico, ese hombre fuerte y duro, que soluciona problemas con su fuerza, valentía e inteligencia. - El marido y padre ideal que atiende a su familia y está perpetuamente enamorado de su mujer. Los niños practican con él deporte y las niñas lo admiran. - El “hombre de casa” (variante del hombre anterior pero más actualizado en cuanto a la conciliación entre hombre y mujer). Sabe cocinar, limpia la casa, etc., o sea, comparte todas las responsabilidades con la mujer. - El profesional de alto nivel, eficaz y activo. - El hombre apuesto y bello, el hombre-sexo, el típico latin lover. Parafraseando a Otner, la subordinación de la mujer dentro de la sociedad tiene un carácter pancultural, realmente el aspecto biológico es solo un mal pretexto para establecer desigualdades. Desarrollo del tema ¿Qué es ser mujer? ¿Qué es ser hombre? Acaso es mujer ese ser sensible, débil y expuesto, caracterizada por una maternidad incondicional por encima de sus gustos y preferencias, supeditada a los mandatos del hogar y la familia que de ella exigen total entrega y sacrificio, debe ser madre, amante, esposa, hija, todas en una; es el hombre ese ser viril, potente, capaz de todo, sostenedor de su hogar, el que mantiene a la esposa, hijos y familia, el que hace el trabajo duro, el que se embarra las manos de grasa. Todos y cada uno de los atributos antes expuestos refuerzan la existencia de ese imaginario social construido a partir del género y que por demás resulta natural a los ojos de las personas. Pero, qué entender por natural, será aquello que existe previo al contacto de los seres humanos, lo que no ha sido transformado por la obra de las personas, ejemplo de esto es el cuerpo en el preciso instante en que nace, sin aditamentos; es decir, sin perforaciones, sin tatuajes, sin ropa; ya en el instante mismo en que se corta el cordón umbilical dejó de ser puramente natural pues existe toda una construcción simbólica social sobre el mismo, desde el hecho de que debe ser el padre quien lo corte hasta conservarlo como recuerdo de ese día; en fin solo somos estrictamente naturales por unos breves segundos pues al instante de entrar en contacto con los otros ya empezamos a nutrirnos de la que será nuestra futura naturaleza social. Desde que la niña o el niño llega al mundo los diferentes agentes sociales con los que establece algún vínculo le transmiten toda una serie de características ``naturales´´ que corresponden a ser mujer u hombre, las cuales se expresan en el proceso de apropiación de conciencia del género y en la construcción de su identidad, por ejemplo a los niños se les enseña que se deben saludar con un apretón de manos y a las niñas con besos, a los niños se les enseña que tienen que ser fuertes, rudos y cuántas veces no hemos escuchado la vieja frase de: ¡Los hombres no lloran!, debido a que a estos se le adjuntan características que responden a un sexo superior, más fuerte y llorar es entendido como signo de debilidad. Con respecto a las niñas se les educa bajo el principio de la ternura y la sensibilidad; en fin, constantemente estamos respondiendo a patrones

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androcéntricos, en los que se sobredimensionan las habilidades propiamente masculinas colocando en un nivel más bajo las capacidades de la mujer e incluso evidenciando una invisibilización de esta. Nos aventuramos a hacer un análisis crítico sobre las construcciones de género presentes en el libro de Español para la Enseñanza Primaria, específicamente para 1er grado, el cual es la viva imagen de cuan invisibilizado está en nuestra sociedad la influencia del género en las representaciones que se forman las personas sobre qué hacer y quién lo hace. Es imprescindible rescatar que el libro que analizaremos está dedicado a los infantes que tienen alrededor de 6 años y que comienzan la edad escolar en el momento que ingresan a la escuela, la cual se convierte en el primer escalón del complejo proceso de preparación del niño y la niña para alcanzar una ``competencia´´ en su vida futura; esto implica que el sistema educativo presente una notable e indiscutible relevancia en el desarrollo psíquico del niño. Además en esta etapa los infantes no poseen un desarrollo psíquico que le permite una posición activa y autodeterminada que regule su comportamiento, por el contrario, en estos años de vida (6, 7 años específicamente) se mantienen apropiándose pasivamente de lo que se les enseña y de aquello que sencillamente está normalizado en su medio social, entiéndase normas, estereotipos, reglas sociales. En esta etapa la actividad del juego se hace más compleja debido a que, por ejemplo, continúan desarrollándose el juego de roles, lo que trae consigo que el niño reproduzca aquello que conoce y que lo vea como normal, además imita a sus padres y abuelos y las acciones que ellos realizan, que incluso están constatadas en su libro de Español. Podemos mostrar como en los distintos momentos del desarrollo del niño este va adquiriendo las distintas nociones sobre la existencia misma, qué roles debe jugar, qué le corresponde hacer y qué no, determinado por toda una serie de construcciones socioculturales que se realizan en función del sexo biológico; es decir, a partir del sexo anatomofisiológico se construyen toda una serie de criterios que dictaminan aquello de lo que el niño debe apropiarse, la vía esencial de la aprehensión y aprendizaje de este imaginario es a través del juego y del estudio. Entonces, existe una estrecha relación entre educación y género, en cuanto a que la escuela representa un vínculo socializador que trae consigo una inmensa responsabilidad en la transmisión de normas de género, las cuales se transmiten a través de la comunicación, del lenguaje no solo verbal sino también extraverbal. Lamentablemente la escuela se caracteriza por reproducir los patrones androcentristas prototípicos de nuestra sociedad, lo que implica que se fortalezcan, desde etapas muy tempranas, las desigualdades entre niñas y niños, mujeres y hombres. ANÁLISIS LIBRO DE TEXTO DE ESPAÑOL 1ER GRADO Los personajes que guían todo el libro son: Margarita y Lapicín estos son los primeros que dan muestra de la existencia del marcado papel del género en la división social, la primera muestra la supuesta delicadeza y fragilidad de las féminas simbolizándola con una flor, mientras que el segundo muestra el ambiente docente y de superación profesional que le pertenece al hombre solo por el hecho de serlo. El libro comienza con la típica imagen del matutino (anexo 2) en la escuela primaria: la profesora frente a los estudiantes, esta imagen se repite reiteradamente a lo largo del libro, siendo así en las páginas 1, 2, 80 y 178. Se instituye con esta representación como la mujer tiende a ocupar el rol de maestra, considerémoslo como un espacio profesional ganado desde la segunda ola feminista en la cual las mujeres salieron al espacio público a ocupar espacios profesionales que antes le eran negados por reducirlas solo al hogar, debido a que se les considera el sexo débil, el segundo sexo. No obstante a lo antes dicho es en la página 141 (anexo 3) la única que muestra a un hombre como profesor, lo que no inclina la balanza solo hacia el hecho de que sean las mujeres

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exclusivamente las que desempeñan esta profesión, debido a que es la paciencia y la ternura cualidades típicas de ella que están en correspondencia con el hecho de impartir clases a niños. Le sigue la relación evidente y existente entre las labores que realizan mujeres y hombres. La página 201 muestra la típica imagen de la campiña campesina (anexo 4), en la que el hombre es quien trabaja el campo con rastrillo al hombro mientras que la mujer se dedica a tejer en la seguridad del hogar; igualmente en la página 74 queda ilustrado una vez más los roles que se le asignan a la mujer, pues se muestra a una anciana cosiendo y regando flores (anexo 5). Esto hace una clara referencia en cuanto a cuáles son las labores y profesiones que pueden realizar hombres y mujeres y que son socialmente aceptadas y permitidas. Mientras que expresábamos anteriormente como en más de una página se muestra a la mujer ejerciendo como profesión la docencia, al hombre además se le muestra en la página 173 como obrero, ingeniero o arquitecto (anexo 6), además en la página 85 se le representa como el defensor de la patria con fusil al hombro (anexo 7), un fenómeno claramente evidente en nuestra sociedad, donde los hombres por lo general ejercen carreras y profesiones de ciencias técnicas, así como todos los oficios pesados y que requieran de fuerza, mientras que las mujeres se inclinan por las ciencias sociales y humanísticas, y oficios referentes a servicios como peluquería, gastronomía, etc.; un dato que refuerza lo antes dicho es el proyecto de doctorado que está en curso, de la MSc. Annia Almeyda, en el cual luego de la aplicación de un cuestionario en 15 preuniversitarios de la capital a un total de 1500 estudiantes de duodécimo grado se comprobó el orden de prioridad de las carreras que prefieren los estudiantes en cuanto a tres categorías: Ciencias Sociales y Humanísticas, Ciencias Técnicas y Ciencias Médicas; los resultados se ilustran en el siguiente gráfico.

Tipos de carreras más significativas en la muestra Ciencias Sociales y Humanidades

Ciencias Técnicas

Ciencias Medicas

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239 98

Estudiantes (Mujeres)

162 54

94

Estudiantes (Hombres)

En el gráfico anterior se muestra que las carreras más referidas por los estudiantes pertenecen a las Ciencias Sociales y Humanidades, las Ciencias Médicas y las Ciencias Técnicas respectivamente, en este sentido el gráfico ilustra la segregación por género existente en la elección profesional de los estudiantes, mientras que las mujeres refieren su elección en el orden de: primero Ciencias Médicas, segundo Ciencias Sociales y Humanidades, y como tercero Ciencias Técnicas; los hombres organizan su elección en el orden de: primero Ciencias Técnicas, segundo Ciencias Médicas y tercero Ciencias Sociales y Humanidades; lo antes descrito refuerza el fenómeno de la feminización de las carreras de Ciencias Sociales y Humanidades, y en el otro lado de la moneda el de la masculinización de las carreras de Ciencias Técnicas.

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Siguiendo la línea de la división social del trabajo según el género y para corroborar lo antes explicado nos basamos en el análisis de dos poemas del libro: ``El obrero´´ (anexo 8) y ``Mi maestra´´(anexo 9). El primero hace referencia a los roles profesionales del padre, que rescatan su fortaleza y su seguridad. Por otra parte el segundo poema hace alusión al rol de mujer como maestra, implicando su vocación para cuidar a los niños, su paciencia, su tranquilidad. Ambos poemas son coherentes con las imágenes antes analizadas, demostrando una vez más que existen ocupaciones típicas para la mujer y el hombre, de esta forma las mujeres tienden a desempeñarse en labores que no exigen de un comportamiento muy activo, se desenvuelven en ciencias pedagógicas y sociales, como explicábamos anteriormente. A diferencia de los hombres que se despliegan en ciencias conocidas como más duras y según el imaginario social más difíciles. Coherente con todo lo antes explicado se evidencia también, en el libro de 1º grado, como las ilustraciones que encierran al género masculino tienden a aparecer en el centro de la hoja y superiores mientras que los correspondientes al género femenino aparecen en niveles secundarios e inferiores de la hoja, demostrando y perpetuando una vez más, la posición social de cada uno. Otra imagen realmente muy interesante del libro, muestra un hombre dentro de la cocina (anexo 10), al cual una mujer le está amarrando un delantal, ella está sonriente, sin embargo él permanece serio. A esto se le puede hacer una lectura rescatando los deseos de algunas mujeres de compartir este espacio doméstico con los hombres, y el displacer que le causa a estos entrar en este espacio doméstico. De hecho, actualmente se manifiesta como las mujeres han logrado salir a los espacios públicos, sin embargo se ha visto en mucha menor medida a los hombres entrar en el espacio privado; esto se debe a la valencia y el sentido que se la adjudican a cada rol, muchas mujeres no se encuentran conformes ni satisfechas en desempeñarse única y exclusivamente en el área doméstica o en tareas sedentarias y entonces salen a buscar algo más; sin embargo los hombres, en su mayoría, si se sienten satisfechos con su desenvolvimiento exclusivo en espacio público, por lo que no movilizan su comportamiento en función de adentrarse en el espacio doméstico. Una característica a tener en cuenta que se hizo evidente a lo largo de las imágenes es la sonrisa de la niña y la mujer, y los rasgos serios del hombre o el niño muchas veces estudiando, ellos no necesitan una sonrisa para buscar la aprobación de otros. Se reproducen características de la mujer como ser afectiva, risueña, con capacidades para las relaciones interpersonales y el hombre como ser reservado, responsable, independiente. Análisis de contenido del grupo focal Objetivo General: ∞ Caracterizar las construcciones sobre el imaginario de género en los niños de 1er grado de la escuela primaria Orlando Pantoja Tamayo del municipio capitalino Plaza de la Revolución. Objetivos Específicos: ∞ Caracterizar las fortalezas y debilidades en cuanto a las construcciones de género en los niños de 1er grado de la escuela primaria Orlando Pantoja Tamayo del municipio capitalino Plaza de la Revolución. ∞ Caracterizar los juegos según los roles de género en los niños de 1er grado de la escuela primaria Orlando Pantoja Tamayo del municipio capitalino Plaza de la Revolución. ∞ Caracterizar los deberes y labores domésticas según los roles de género en los niños de 1 er grado de la escuela primaria Orlando Pantoja Tamayo del municipio capitalino Plaza de la Revolución.

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∞ Caracterizar los gustos profesionales y laborales según los roles de género en los niños de 1er grado de la escuela primaria Orlando Pantoja Tamayo del municipio capitalino Plaza de la Revolución. ∞ Caracterizar el gusto por los colores según los roles de género en los niños de 1 er grado de la escuela primaria Orlando Pantoja Tamayo del municipio capitalino Plaza de la Revolución. Indicadores a medir: ∞ Fortalezas y debilidades: Hombres Vs. Mujeres ∞ Juegos: Hombres Vs. Mujeres ∞ Deberes y labores domésticas: Hombres Vs. Mujeres ∞ Gustos profesionales y laborales: Hombres Vs. Mujeres ∞ Colores: Hombres Vs. Mujeres Fortalezas y debilidades: Hombres Vs. Mujeres -los hombres no lloran -los 6 niños están de acuerdo con la proposición, los varones son los primeros en apoyarla -las mujeres sí lloran -los 6 niños están de acuerdo con la proposición, las hembras son las primeras en apoyarla Los niños tienen una clara percepción de que son las niñas las que lloran y que los varones no, y en caso de que un varón llore es señal de debilidad; de este modo se instaura un imaginario en el cual el llanto es tomado como señal de debilidad en los varones y como algo natural en las hembras, consecuentemente el imaginario asciende en una construcción social más elaborada y compleja en la cual históricamente se le asigna a las mujeres la delicadeza, la sutileza y el romanticismo, mientras que a los varones les toca asumir el rol de ser “los tipos duros”, carentes de debilidades como el llanto y el sentimentalismo, dejando el romanticismo solo a los escritores (rol social este donde de igual modo se muestra la desigualdad de género puesto que son más los escritores hombres a los que se les da reconocimiento sobre las mujeres). Juegos: Hombres Vs. Mujeres -juguetes de varones: camioncito y avioncito

-juguetes de hembras: cocinita y platos

Mauricio coge el camión, Adrián Daniel coge el avioncito y Adrián García coge la sartén (refiere que no le queda alternativa pues no alcanzó a los otros juguetes) María Fernanda toma la cocinita, Camila toma otra cocinita y Paola coge los platos

En el juego se expresa claramente la división según el género, pues los varones escogen juegos y juguetes asignados socialmente según sean para varones o hembras, en el caso de los juguetes se reafirmó claramente al ver que los niños preferían el camioncito y el avioncito, e incluso en el caso del que tuvo que coger una sartén dice que fue porque no le quedó más remedio; mientras que en el caso de las hembras todas cogieron las cocinitas y los platos. Cuando vamos a las causas de sus elecciones hacen una clara alusión a las construcciones sociales a partir de las cuales ya desde que

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son pequeños les inculcan con qué jugar según sean varones o hembras, incluso a partir de esta elección aparentemente simple, van perfilando lo que será la futura ocupación o profesión del niño o niña. Los varones refieren haber escogido sus juguetes porque los otros son para niñas, incluso una de las niñas dice que las niñas pueden jugar con los carritos pero que están diferenciados entre carritos para hembras y los que son para varones, se muestra como incluso haciendo la misma elección necesitan pautar una diferencia según el género; en el caso de la elección de las hembras plantean que es porque son las mujeres las que saben cocinar, que los hombres pueden hacerlo pero que las mujeres lo hacen mejor, es claro cómo se instituye desde los juegos cuáles son los deberes de mujeres y hombres tanto fuera como dentro del hogar, en palabras de una de las niñas, Camila: “las mujeres son las que cocinan”. Deberes y labores domésticas: Hombres Vs. Mujeres - las mujeres además de trabajar, lavan, -los 6 niños están de acuerdo con la cocinan y limpian en la casa proposición -los hombres además de trabajar, hacen las compras, cargan las cosas pesadas de la casa y ayudan a cocinar Los seis niños coinciden, tal y como explicaré más adelante, que en sus casa trabajan tanto la madre como el padre, la diferencia radica en la división de las labores domésticas, concuerdan en que madre y padre pueden cocinar, pero con hincapié en que la madre lo hace mejor; que la que lava es la madre mientras que el padre hace las compras y se ocupa de los pesos pesados en el hogar. En estos momentos en que aún son pequeños los niños, sin distinción de ser hembra o varón, ayudan en las labores domésticas, pero desde ya se están apropiando de cuáles son los roles que ocupan madre y padre en los menesteres de la casa. Lo interesante de este análisis es que los niños no están reproduciendo más que lo que ven en sus hogares, familias estas donde está normalizado y naturalizado esta división arbitraria según el género, donde las mujeres van para la cocina y los hombres para la calle. Trabajo de la madre -doctora -contadora de banco -veterinaria -cocinera -administradora

Trabajo del padre -doctor -pintor -chofer de camión -constructor de calles -administrador

En los trabajos y ocupaciones de los padres de los niños se evidencia como estos responden a la división y asignación social según el género, como las madres desempeñan ocupaciones asociadas a la economía, medicina y gastronomía, mientras que los padres se desenvuelven en ocupaciones relacionadas con el sector de la construcción, economía, artes y medicina. Existe una segregación horizontal tanto en las profesiones como en las ocupaciones que eligen las personas en nuestro país, donde mujeres y hombres eligen su profesión u oficio según la mirada sexista de la sociedad, donde a partir de una clasificación en tres campos: ciencias sociales y humanísticas, ciencias médicas y ciencias técnicas; los hombres se caracterizan por desempeñarse en ciencias técnicas, ciencias sociales y ciencias médicas, mientras que las mujeres se desempeñan en ciencias médicas, ciencias sociales y por último en ciencias técnicas. Es lógico que a partir de las ocupaciones y

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profesiones de los padres los niños repitan e imiten estos patrones, por lo que se reproduce el fenómeno de la segregación horizontal en las ciencias. Gustos profesionales y laborales: Mujeres -deportista -policía -pintor

Gustos profesionales Hombres -doctora -peluquera -cocinera

y

laborales:

En el caso de la niña que refiere un gusto e inclinación por ser doctora, coincide que ambos padres son doctores, ella misma refiere que su gusto viene dado porque los padres desempeñan la profesión, existe una clara reproducción del modelo profesional de la figura materna y paterna respectivamente, por supuesto que este modelo está sujeto a cambios y modificaciones pues por la edad en que se encuentran estos niños la motivación e inclinación profesional no es un área desarrollada en su personalidad ni ocupa un lugar relevante dentro de sus jerarquía de necesidades. Sucede de igual modo en la niña que refiere querer ser cocinera, solo que en este caso es solo la madre la que se desempeña en esta ocupación mientras que el padre es constructor de calles. En el caso de la que refiere querer ser peluquera lo hace bajo el criterio sexista de que son las mujeres las que conocen de los cuidados de los cabellos, desde esta perspectiva incluso se construyen socialmente cuáles son los desempeños según la orientación sexual, y en el caso de que un varón desee ser peluquero, los que le rodean se cuestionan su heterosexualidad. Los varones hicieron elecciones típicas de los hombres. Cuando fueron contrariados, se les preguntó a los varones si no les gustaría ser bailarines de ballet y todos contestaron tajantemente que no, bajo el criterio de que los varones no lucen bien bailando ballet, en el caso de las hembras defendieron su postura de que los varones si pueden bailar ballet. Otro momento de contradicción fue cuando se les propuso a una de las hembras que si no se interesaría por trabajar en la construcción, rápidamente saltó uno de los varones y contestó que entonces ella tendría que ser directora de la construcción ya que las hembras no pueden cargar lo que los varones si pueden, se muestra en este criterio como la mujer es percibida como débil mientras que el hombre es fuerte, la fuerza es símbolo de superioridad en los hombres y no en mujeres. Los niños se muestran resistentes a flexibilizar su modo de pensar que ya ha adquirido el rigor sexista de nuestra sociedad, donde están marcadamente diferenciados los roles de mujeres y hombres, inclinando la balanza hacia los últimos. Colores: Mujeres -rosado

Colores: Hombres -azul

El tema de los colores es muy representativo en los niños, que desde el mismo momento en que nacen reciben la primera influencia sexista al vestirlos de un determinado color según el sexo (rosado si es niña, azul si es varón). Estos niños no fueron la excepción pues las tres hembras escogieron el rosado, mientras que los tres varones escogieron el azul, explicaban su elección a partir del criterio de que el rosado es para las hembras, los varones rechazaban vestirse siquiera de ese color pues decían que era para niñas. El color es otro exponente del simbolismo de la

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división social que existe según el género que se construye a partir de diferencias biológicas sexuales, que a su vez se les asigna un significado social. Conclusiones Hasta aquí, se ha hecho un análisis detallado de cómo se expresan las construcciones de género en el libro de texto de primer grado y como a su vez estas influyen de manera directa en los estudiantes de este grado, que desde esta edad se apropian de todos estos estereotipos al punto de que no se los cuestionan. Las imágenes que nos muestra el libro de 1er grado entran en contradicción con las leyes sociopolíticas del país vinculadas con la eliminación de todo modelo discriminatorio. Además aunque actualmente vivimos en una sociedad patriarcal, las mujeres han logrado insertarse en espacios públicos (lo que no significa que hayan abandonado los espacios privados), esto no es lo que se muestra con las imágenes del libro; se evidencia el sexismo en la primacía y preponderancia de lo masculino, ubicando a lo femenino en una posición de inferioridad. Entonces, para resumir lo aportado por la experiencia grupal, pudiéramos decir que no solo es responsabilidad de la enseñanza que reciben estos niños como primera actividad formal que forma parte de esta etapa de sus vidas, conocida como la etapa escolar, sino también de todo un conjunto complejo de factores sociales que se interrelacionan para dar como resultado la cultura patriarcal, sexista y androcéntrica que tenemos hoy día. Este es un fenómeno invisibilizado y naturalizado socialmente, tanto así que los niños de la muestra no se cuestionan sus respuestas. No somos capaces de entender siquiera el término de violencia de género, el cual es malinterpretado como el golpe y maltrato físico hacia la mujer, cuando se desestima el aspecto psicológico tan vital por los daños difíciles de ver que se dejan en él. Abogamos por un cambio que supone una modificación no solo en la enseñanza sino en los órganos directivos de la sociedad que siguen con la mirada sexista sesgada, para llegar algún día a modificar los indicadores que se muestran en este dispositivo grupal de modo conflictivo: ∞ Fortalezas y debilidades: Hombres Vs. Mujeres ∞ Juegos: Hombres Vs. Mujeres ∞ Deberes y labores domésticas: Hombres Vs. Mujeres ∞ Ocupaciones laborales: Hombres Vs. Mujeres ∞ Colores: Hombres Vs. Mujeres ¿Es posible modificar las representaciones sociales respecto a las construcciones de género? La única etiqueta que merece una mujer es la de PERSONA. Anexos Anexo 1: GRUPO FOCAL: escuela primaria, estudiantes de 1er grado Susett: Buenas tardes, cómo están. Todos: (a coro) Bien!!!! Susett: hoy vamos a hacer un juego, jugaremos con juguetes, vamos a hablar de lo que queremos ser cuando seamos grande. ¿Quieren? Todos: Sí!!!! Adrián Daniel: ¿ustedes vienen a inyectarnos? , porque yo no tengo miedo, yo no lloro porque los hombres no lloran. Alejandro: ¿y por qué los hombres no lloran? Adrián Daniel: porque las niñas son las que lloran. Alejandro: ¿y por qué las niñas son las que lloran? Adrián Daniel: porque sí, porque son niñas.

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Alejandro: y qué creen ustedes de lo que dice Adrián Daniel, ¿los hombres lloran? Todos: no. Susett: ¿y las niñas? Todos: si. Alejandro: entonces para que podamos hablar de una mejor manera nosotros les vamos a decir nuestros nombres y ustedes los suyos, ¿les parece? Todos: Sí -se presentan: María Fernanda, Camila, Paola, Mauricio, Adrián Daniel, Adrián García. -coordinadores: Susett y Alejandro. Alejandro: ya que nos presentamos y todos nos conocemos, Susett les va a enseñar unos juguetes que trajimos. Susett: Ahora cada uno va coger un juguete que le guste. -Mauricio coge el camión, Adrián Daniel coge el avioncito y Adrián García coge la sartén; María Fernanda toma la cocinita, Camila toma otra cocinita y Paola coge los platos.Susett: ahora cada uno de ustedes me va a decir por qué escogieron ese juguete. Tú Mauricio, ¿por qué escogiste el camioncito? Mauricio: porque es para los varones. Alejandro: a quién más le gustaría haber agarrado el carrito. -levantan la mano los otros dos varones y María FernandaAlejandro: ¿María Fernanda te gusta los carritos? María Fernanda: Sí. Alejandro: ¿pueden las hembras jugar con los carritos, ustedes no dicen que son para varones solamente? María Fernanda: es que existen carritos para hembras y para varones. Susett: ¿la cocinita de quién es? Camila: de niñas, las mujeres son las que cocinan, los hombres también pero las mujeres lo hacen mejor. Susett: ¿Adrián a ti te gusta cocinar, te gusta la sartén? Adrián García: no me gusta, es que no me dejaron coger ni el camioncito ni el avión. Susett: ¿por qué las hembras cogieron esos juguetes? Paola: porque las hembras son las que mejor cocinan, pero los varones ayudan a las hembras a cargar los platos. Alejandro: ¿Paola en que los varones ayudan a las hembras? Paola: a cocinar y a cargar cosas pesadas. Alejandro: ¿en la casa quién es el que cocina y quién trabaja? María Fernanda: en mi casa cocinan mi mamá y mi papá, un día uno y luego el otro. Mauricio: en mi casa cocinan mi mamá y mi papá, pero más veces mi mamá porque mi papá trabaja más. Alejandro: ¿y quién lava? Adrián Daniel: yo ayudo a mi mamá a lavar. Alejandro: ¿entonces quién lava en la casa de ustedes, mamá o papá? Todos: mi mamá!!!!! Adrián García: en mi casa mi mamá además de lavar limpia. Mauricio: en mi casa mi papá es quien hace las compras y yo lo ayudo, mientras mi mamá se queda en casa limpiando y cocinando. Alejandro: ¿y en las casas de cada uno de ustedes mamá y papá trabajan?

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Todos: Sí!!!!! Alejandro: díganme en qué trabajan sus padres. Adrián García: mi papá es doctor y mi mamá también. Adrián Daniel: mi mamá trabaja de contadora en el banco y mi papá es pintor. María Fernanda: mi mamá y mi papá son doctores. Mauricio: mi papá maneja un camión que siempre está roto y él lo arregla, y mi mamá es veterinaria. Paola: mi mamá es cocinera y mi papá es constructor de calles. Camila: mis padres son administradores. Alejandro: bueno, ¿qué quieren ser ustedes cuando sean grandes y por qué? Adrián Daniel: yo quiero ser deportista corredor de motos porque me gustan los deportes y la rapidez de las motos. María Fernanda: yo voy a ser doctora porque es lo que son mi mamá y mi papá, y es lo que me gusta. Mauricio: yo quiero ser policía para defender a la gente. Adrián García: yo quiero ser pintor. Paola: yo quiero ser cocinera porque me gusta cocinar (la mamá es cocinera). Camila: yo quiero ser peluquera porque las mujeres son las que saben cómo cuidar el pelo. Susett: ¿Paola, no te gustaría ser constructora? Paola: no. Susett: porque no me gusta. Adrián Daniel: porque entonces ella tendría que ser directora de la construcción ya que las hembras no pueden cargar lo que los varones si pueden. Alejandro: ¿Adrián y a ti te gustaría ser bailarín del ballet? Adrián Daniel: no me gusta, los varones no están en ballet. Alejandro: y tú Mauricio, ¿te gustaría estar en ballet? Mauricio: no, porque no me gusta y además los varones no se ven bien bailando ballet. Paola, María Fernanda y Camila: los varones también bailan ballet!!! Susett:¿Adrián a ti te gustaría ser bailarín? Adrián García: solo me gusta la música clásica. Susett: Ahora vamos a hablar de qué es lo que pueden estudiar las hembras y los varones. Paola: las hembras cocineras. Camila: las hembras Bailarinas. María Fernanda: ambos pueden ser Doctores, y los varones también pueden ser policías. Mauricio: los varones Militares. Adrián Daniel: los varones Cantantes. Camila: los varones pueden ser constructores. Susett: ahora les voy a mostrar unos platos que son de diferentes colores (anaranjado, azul, morado y rosado) y me tienen que decir qué color les gusta más. Las tres hembras cogieron un plato rosado cada una. Los tres varones cogieron un plato azul cada uno. Susett: ¿Por qué te gusta el color rosado Camila? Camila: porque es un color bonito. Susett: ¿Por qué te gusta el color rosado María Fernanda? María Fernanda: Porque es un color bonito, también porque es para las hembras. Susett: ¿Por qué es para las hembras?

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María Fernanda: porque es el color de las niñas, con el que más me gusta vestirme. Susett: ¿y a ti Paola por qué te gusta el rosado? Paola: porque es un color bonito, porque es el de las hembras. Susett: ¿por qué el azul Adrián Daniel? Adrián Daniel: porque es el color de industriales y de la pañoleta. Susett: ¿y no te gusta el rosado? Adrián: No, porque a mi no me gusta. Susett: ¿y a ti Mauricio, te gusta el rosado, te vestirías de rosado? Mauricio: no porque es de las hembras, me gusta el azul porque es un color primario. Susett: ¿y tú Adrián (García), qué crees de lo que dice Mauricio, tú te vestirías de rosado? Adrián García: no me gusta tampoco el rosado para vestirme porque es de las niñas. Susett: bueno terminamos, entonces que tengan buenas tardes y pórtense bien. Anexo 2-Imagen Matutino

Anexo 3-Hombre como Profesor

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Anexo 4-Campiña Cubana

Anexo 5-

Anexo 6-Obrero

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Anexo 7-Defensor

Anexo 8-Poema El Obrero

Anexo 9-Mi Maestra

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Anexo 10-Cocina

Bibliografía López, L. D. (2006-2007). ¿Mujer vs Hombre? Realidad que reproducen la láminas del libro de texto de lectura de 1er grado . La Habana. Vasallo, N. (2004). El Género: un análisis de la ``naturalización´´ de las desigualdades. La Habana.

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TÍTULO: ANALISIS DEL PROYECTO DE VIDA Y DESARROLLO PROFESIONAL COMO CONSTRUCCIÓN SOCIAL EN MUJERES PSICÓLOGAS PONENTE: Psicóloga Myriam Maritza Montes Méndez INSTITUCIÓN: Universidad del Valle de Atemajac. Campus La Piedad. México MODALIDAD: Contribución libre FORMAS DE CONTACTO: psí[email protected] En la actualidad para una mujer considerar la posibilidad de estudiar una carrera profesional y ejercerla, además de tener otros roles sociales, implica una verdadera encrucijada. A pesar de que la mujer hoy tiene mejores posibilidades para desarrollarse en el ámbito público, los roles impuestos tradicionalmente así como los esquemas asumidos por ella socioculturalmente siguen generando una situación problemática, por pertenecer a una sociedad desigual, donde lamentablemente es devaluada en más de un sentido. La presente investigación fue realizada en La Piedad, Michoacán en México con el objetivo de conocer y analizar a psicólogas de dos generaciones distintas egresadas de la misma universidad respecto a su proyecto de vida y desarrollo profesional con la intención de averiguar qué busca una mujer en tiempos modernos. Se realizó la investigación a través de la técnica del focus group, una entrevista individual (por generación) y se utilizó un instrumento de autoevaluación respecto a diferentes áreas de su vida. Los hallazgos demuestran que a pesar de que las mujeres investigadas se consideran con un gran potencial para desarrollarse en diferentes ámbitos, sobre sale la gran aspiración a convertirse en mujeres con una visión tradicional. Algunas mujeres creen vivir una vida con mayor apertura, más independencia y libertad, sin embargo se encuentran en una circularidad fallida ya que constantemente caen en contradicciones entre su deseo y el cumplimiento de lo que ser mujer es demandado socialmente.

LA METAMORFOSIS DE LA MUJER 1.1 La mujer como sujeto de discursos histórico-sociales Freud describe a la mujer como sujeto de su propia psique, como agente de la experiencia vital de su propio yo y de procesos mentales conscientes e inconscientes, sometida a sí misma. La mujer como objeto de su propia subjetividad a medida que se identifica con o contra otras mujeres que experimenta internamente. La investigación también se ocupa de considerar el tiempo socio histórico que le corresponde y que le otorga una atribución cultural. El individuo muchas veces es reducido a lo biológico, ya que posee conductas que pueden explicarse desde la necesidad que tiene de adaptarse a sus situaciones y al ambiente, lo que lo hace actuar de algún modo en particular sea consciente o no de ello; cuando algo sucede se ve motivado o impulsado para actuar simplemente como si fuese algo natural. Detrás de estas conductas hay un proceso de sujetación; se activa en el proceso de los primeros años de vida y luego aparentemente es “olvidado”. Pero detrás de este sujeto que nace para ocupar el sitio en el que se le espera, sea nacimiento deseado o no, se le asigna el nombre al que deberá responder, así como las experiencias que tendrá, sus capacidades y limitaciones, la clase social a la que

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pertenecerá y pensamientos y conductas que son congruentes con el lugar asignado, su historia está dada a partir del deseo de los progenitores. Todo lo anterior expresa un sistema de representaciones y comportamientos que el sujeto debe reproducir; como parte de un proceso social de pertenencia, se marca también una posición del sujeto respecto a lo que desea, lo permitido y lo prohibido en los ámbitos político, religioso, cultural, sexual, etc. Braunstein (1975) explica: La toma del proceso de sujetación y de asignación de los lugares que se ocupa constituye un prerrequisito para el abandono de esa condición de herramienta, es decir, para la desujetación. Pues para la toma de conciencia permite el distanciamiento respecto del proceso y la adopción (colectiva) de conductas tendientes a torcerlo y a crear distintas condiciones de vida (p. 75). Los sistemas de representaciones y comportamientos son efecto del sistema social, ya que es el lugar que se ocupa el que determina la conciencia individual, los soportes de su propia condición de existencia. La desujetación y el deseo de realizarla llevan al individuo a dimensionar y ser crítico fuera y dentro de esa sociedad que lo atrapa y manipula de forma siniestra. La existencia humana desde antes de nacer ya está constituida por esos lugares que le esperan, ya que ese nacido deberá encarnar los deseos ajenos –los de los padres– que lo constituyen; aun cuando en etapas posteriores –y a través de la conciencia– pueda hacer cambios importantes en su persona, se encuentra sujeto al deseo de los padres. Después de que brevemente se ha dado referencia al sistema de representaciones como determinante social en la vida del individuo o sujeto, veremos que no ocurre algo distinto en torno a la mujer, su lugar, su historia, su deseo y su proyecto; particularmente en el caso de la mujer mexicana que está rotulada despectivamente respecto a su totalidad como ser humano. Encontramos posibilidad e imposibilidad de opinar, decidir o hacer desde la sujetación a los aparatos ideológicos del contexto social al que se pertenece y donde renuncia muchas veces a distanciarse, cuestionar y con ello crear nuevas rutas de acceso a la libertad y responsabilidad sobre sí misma. En diferentes lugares del mundo las tradiciones y costumbres están diseñadas de tal manera que obligan a tener el “pie chiquito”, en el caso de China o como en Holanda, por ejemplo, donde atribuyen la belleza a la mujer obesa; ambas situaciones se dan a costa de la salud, principalmente, y, por otro lado, provocan una dificultad para desplazarse, caminar y movilizarse a donde se desee. A propósito del movimiento, la antítesis de Pigmaleón, el hombre no aspira, a través de la belleza, a convertir en estatua a un ser vivo, sino un ser vivo en estatua. Se dice que las estatuas son para adorarse a través de la contemplación, pero también una estatua es inmóvil, incapaz de hacer cualquier proyecto que requiera acción y al mismo tiempo riesgos. Esta podría ser una excelente alegoría respecto a lo que ha sucedido en la mujer: se le ha inmovilizado para ser vista por otros que sí logran desarrollarse en cualquier ámbito ya sea público o privado. En otro orden de ideas es indiscutible la necesidad de abordar la historia de la mujer desde los distintos aspectos, como pueden ser sociales, políticos, económicos y educativos, que influyen para que hoy día se encuentre con mayores oportunidades al decidir en cuanto a lo que desea ser y hacer. Históricamente no ha resultado nada fácil lograr las transformaciones que se viven actualmente; la insistencia de las mujeres por encontrar un espacio para manifestar sus deseos de participar en el mundo laboral y productivo, sin duda genera una incesante necesidad de obtener conocimientos a través del estudio y con ello obtener mejores herramientas para desarrollar su potencial, considerándolo como una posibilidad para abrirse paso a nuevas formas de pensar, de experimentar y por lo tanto decidir sobre su vida a través de la palabra y de los actos. Es necesario no olvidar que la mujer siempre ha trabajado, aunque desde épocas inmemoriales ha sido en el

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hogar, es prudente reconocerles las nuevas facetas en las que se desenvuelven. Ramírez (2007) explica al respecto: El aumento cada vez mayor del nivel educativo de las mujeres, les permite acceder al ámbito laboral por su propia elección, cobrar mayor conciencia de sus derechos y hacerlo válido para tener mejores salarios y condiciones de trabajo. A mayor tasa de escolaridad corresponde una mayor tasa de participación. Así, según datos de la ENE (Encuesta Nacional de Empleo) entre 1995 y 2000, 73.7% de las personas con nivel medio de preparación y 74.3% con nivel superior lograron conseguir un empleo (p. 156). Un elemento a considerar como un apoyo de utilidad para los logros del desarrollo de la mujer podría considerarse la autoestima social. Salazar (2010) comenta que: La autoestima no es un proceso aislado, sino que funge como un concepto o constructo social que el individuo va interiorizando por medio de la participación con su realidad y problemática social. Este constructo se adhiere a la vida psíquica del individuo, convirtiéndose en una necesidad de buscar satisfacer para poder sentir que es apreciado y aceptado tanto para los demás como por sí mismo (p. 13). Aunque la autoestima es una construcción personal fundamentada por una serie de introyecciones –principalmente de los padres– no se podría decir que es individualizada pues de una u otra manera entran en juego los conceptos y los estereotipos dados por la sociedad; roles que se asumen, o se aceptan, o ambas situaciones a la vez. Si bien es cierto que al paso del tiempo las mujeres se han cuestionado tal situación y se han procurado mejores construcciones, seguimos viendo en estos tiempos restos de esas introyecciones, aun cuando se sabe que hoy día la autoestima es una responsabilidad personal. En el siglo XX Simone de Beauvoir (1949), después de haber investigado qué es ser mujer, inspirada por la filosofía y el mismo Jean-Paul Sartre, plasma en un ensayo cómo históricamente se ha concebido a las féminas, las situaciones que viven, así como las formas en las que pueden mejorar su vida para que logren sentirse más libres. La teoría principal de Beauvoir es que el concepto de ser mujer está anclado en lo social, es decir, es un producto cultural que se ha venido construyendo socialmente. A partir de la lucha por la igualdad nos encontramos con grandes personajes femeninos que desde entonces han tenido mucho de qué hablar desde diferentes ángulos, como son la filosofía, la poesía y las novelas, que no son otra cosa más que la expresión del sentir a través de las letras; mujeres que se expresan, que no son sólo musas de artistas masculinos. Hoy, en pleno siglo XXI, continúa la ardua tarea de innumerables mujeres que también quieren hablar y ya lo hacen de forma más libre, valiéndose de escenarios como la educación, la política, las artes, la industria, las ciencias, entre otros. Si retomáramos la propuesta de Beauvoir para hablar de la forma en que el concepto de la mujer ha sido formulado, seguramente se tendría que realizar un pasaje histórico de lo que ha elaborado la mujer en todos los terrenos posibles, ya que de alguna manera la definición radica en su actuar, en particular frente al hombre, por lo tanto pensaríamos en mujeres con características de sumisión, de obediencia, de atención y dedicación al hombre, teniendo vivencias de opresión y minusvalía, conservadoras en su vestir, su lenguaje y el trato con otros hombres, estas y otras máscaras que han sido puestas en la mujer han dificultado principalmente su desarrollo intelectual, simplemente habría que pensar: ¿a partir de qué y de cuándo es que la mujer puede tener libre acceso a las letras o al estudio, sin que se le castigue, señale o se le reprima?. Tradicionalmente la educación estaba destinada sólo para los varones, sin embargo, en estos tiempos se sigue viviendo sobre una estructura social y cultural en la que se actúa bajo un modus operandi al estilo de los hombres y tal situación limita el desarrollo del trabajo de casi cualquier

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mujer. Dowling (1987) proporciona una interesante reflexión sobre las grandes dificultades de la mujer para independizarse: Desde la perspectiva de sus años maduros, Simone de Beauvoir reconocía lo peligrosamente fácil que le había sido existir, cuando era más joven, deslumbrada por otra persona. Por alguien «más fascinante» que ella. Por alguien a quien podía admirar, idolatrar, y a la sombra del cual podía sentirse insignificante y segura. Aquello tenía su precio, por supuesto. Una pequeña y modesta voz comenzó a filtrarse por la conciencia de la mujer joven. «No soy nada», decía. Y entonces se dio cuenta de que «había dejado de existir por lo que se refería a mi personalidad propia, y no era ya más que un parásito» (p. 242). Lo anterior obliga a encontrar algunas de las respuestas que den cuenta del lugar de la mujer, pero también del lugar del hombre, ya que ambos, en el caso de que sean mexicanos, comparten características de personalidad y formas de ver la vida compartidos. Antaki (2000) expresa: “me vine a México y conocí a sus hombres. Todos afirmaron ser libres: en efecto, hacían todo lo que querían. Afirmaron su libre albedrío y situaron en la libertad de querer el fundamento de su salvación” (p. 59). Pero, ¿y qué es la libertad? Y, ¿qué relación tiene con la voluntad? Es cosa fácil decir lo que se quiere, pero no es sencillo definir lo que se desea, ya que esto tiene un grado de mayor responsabilidad, como lo sugiere el autor en algún momento; la educación está limitada y muy por debajo de las posibilidades de la formación de un juicio crítico que permita desmarcarse al individuo del lugar donde se percibe como objeto. Más adelante puntualiza “libres de morir y de sufrir, libres de cantar su desgracia, libres de abandonar a su familia y su trabajo, libres de violar las reglas de la convivencia, libres de asesinar el tiempo y la obra, libres de no hacer obra, libres de no hacer nada, libres de no tener leyes” (p. 60). Es decir, estamos atravesados, queramos o no, por la historia y la situación general de nuestro País. Antaki (2000) formula: En todos mis viajes jamás he visto pueblo alguno tan hijo de la enfermedad como el pueblo mexicano. ¿Acaso puede una nación entera roer su alma como lo hacen, sin perder su alma en consecuencia? No sé cómo era su orgullo en el pasado; hoy su inferioridad se vuelve patente por el sentido que tienen de esta misma inferioridad: se ven inferiores en los ojos de los demás y en los suyos propios; se sienten inferiores e iracundos; actúan como inferiores; hablan, trabajan como inferiores; montan a sus hembras sin lograr situarse por encima de ellas; escriben y la letra no logra enaltecerlos; son éstos los complejos de un corazón empequeñecido. En respuesta, cuando se les presenta alguna oportunidad de rebajar y humillar a quien pueden, lo hacen con una crueldad inaudita, como si quisieran cobrar de una sola vez todas las humillaciones que sufrieron (p. 72). Para efectos de practicidad, sólo basta ubicar a dónde se canaliza la ira por esas humillaciones padecidas históricamente, la mujer un blanco para desahogar eso de lo que ha sufrido inevitablemente. Si bien es cierto que no se le da tanto valor a un buen escritor mexicano, en comparación con los de otros países, si una mujer escribe es minimizada y muchas veces hasta ridiculizada. Lamentablemente sigue operando la frase de Schopenhauer: “Las mujeres son objetos de cabellos largos e ideas cortas”. Ante esta postura es oportuno expresar lo que Lipovetsky (2007) ha nombrado como la tercera mujer: El día después de la mujer de su casa designa el destino histórico que coincide con el reconocimiento social del trabajo de las mujeres y su acceso a las actividades y formaciones otrora coto vedado de los hombres. Sin embargo, tales cambios forman parte de un conjunto más

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amplio, en el que subyacen tres fenómenos de fondo: el poder femenino sobre la procreación, la «desinstitucionalización» de la familia, la promoción del referente igualitario en la pareja. Es decir, que la posmujer de su casa significa mucho más que un nuevo estadio de la historia de la vida doméstica y económica de las mujeres. Lo que se pone de manifiesto concreta, en su aspecto más profundo, una ruptura histórica en la manera en que se construye la identidad femenina, así como las relaciones entre los sexos. Nuestra época ha desencadenado una conmoción sin precedentes en el modo de socialización y de individualización de la mujer, una generalización del principio de libre gobierno de sí, una nueva economía de poderes femeninos; este nuevo modelo histórico corresponde a lo que denominamos la tercera mujer (p. 213). 1.2 Modernidad y diversidad de escenarios para la mujer Las propuestas de lo privado y lo público, se perciben como exigencias, no sólo conducen al conflicto, sino que ahora la mujer cree que es su deber exigirlas explícitamente para desarrollarse integralmente como ser humano. Baker (1987) en resumen menciona: Nuestra sociedad, si bien hacen que los hombres se sientan débiles en muchos aspectos, hace que las mujeres se sientan aún mucho más débiles. Pero dado que ellas «conocen» la debilidad, pueden ser sus propias «portadoras» y convertirse en las creadoras de una concepción diferente de ella y de los caminos adecuados para evitarla. Las mujeres, al emprender su propio viaje, pueden despejar el paso a los demás (p. 48). Una de las grandes dificultades para la mujer es el admitir los logros que ha obtenido, seguramente no percibidos ni reconocidos por los demás; sin embargo, el trabajo y el carácter de la mujer ha puesto en manifiesto las capacidades que posee para enfrentarse al mundo, antes, y más ahora, acerca de su supuesta debilidad, a partir de la fuerza y la destreza para convencerse de que esos aprendizajes son erróneos e inútiles, fortalecidas por el reconocimiento de sus competencias. También existen otros temores, como identificar cuál es su deseo frente al hombre, ya que encontramos mujeres que aun cuando estén dentro de un ambiente próspero se inclinan a aceptar la dominación y control del hombre. Baker (1987) expone: “en la medida en la que la mujer viva bajo la prescripción de complacer y servir al hombre será objeto de tal deseo” (p. 50). Estos deseos deben confrontarse para encontrar formas de crecimiento y conformar nuevas construcciones de ser mujer. La fortaleza de la mujer es imperceptible para ella misma, de poder hacerlo la usaría como recurso o como base para construir nuevos ideales; cuando la mujer deje de creer que debería poseer las cualidades que tiene el hombre, empezará a percibir sus propios recursos basados en experiencias vitales y encontrar nuevas definiciones de sus fuerzas. Ramírez (1975) profundiza respecto a los papeles de la mujer mexicana: Desde un punto de vista formal, podríamos adscribirle a la mujer dos tipos fundamentales de expresión de su femineidad: realización femenina de tipo genital y realización femenina de tipo maternal. Estas dos series de expresiones pueden encontrase presentes, asociadas u operando alternativa y antagónicamente. Es frecuente que en las concepciones populares se asocie la realización cabal de una de las funciones con el éxito de la otra (p.191). El pensar en la mujer como instrumento de procreación limita las capacidades que posee, o bien, la limita a lo que se podría considerar su función primordial, lo estipulado culturalmente y reproduce tal afirmación como si esto la convirtiera en mujer virtuosa. Las oportunidades que se le han presentado a la mujer para desarrollarse en el campo laboral no sólo les ha representado ventaja, porque esta situación también conduce a pensar que los hogares son abandonados, que los hijos perciben esto como rechazo de la madre, porque no logran comprender que las

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necesidades no sólo son económicas sino también de tipo productivas, han situado a sus madres en una realidad en la que tiene que elegir entre dos opciones: o se quedan en casa, o buscan otros medios para desarrollarse como seres humanos. La concepción que actualmente se tiene del matrimonio o del concubinato así como de sus funciones está más inclinada por la participación de ambos, sin embargo, con la doble jornada, la mujer sigue quedando en desventaja. Sin duda estas nuevas formas de percibirse de las mujeres, más libres y más autónomas, empobrecen a los hogares de emocionalidad y afecto, que justamente son de las grandes cualidades que es más fácil encontrar en las mujeres; la salida de casa propicia cambios en las constituciones de la familia, afectando así principalmente a los hijos. Ramírez (1975) cita a Octavio Paz (1950): La historia de México es la del hombre que busca su afiliación, su origen. Sucesivamente afrancesado, hispanista, indigenista, “pocho”, cruza la historia como un cometa de jade que de vez en cuando relampaguea. En su excéntrica carrera ¿qué persigue? Va tras su catástrofe, quiere volver a ser el sol, volver al centro de la vida de donde un día – ¿en la Conquista o en la Independencia?– fue desprendido. Nuestra soledad tiene las mismas raíces que el sentimiento religioso. Esa es una orfandad, una oscura conciencia de que hemos sido arrancados del todo y una ardiente búsqueda: una fuga y un regreso, tentativa por restablecer los lazos que nos unían a la creación (p. 187). El mexicano pierde su identidad al ser invadido por los españoles, la gran diversidad creada a partir de ese momento generó una confusión; perdió sus cimientos y lo que lo sostenía como independiente, lo que le daba un lugar; posterior a la conquista esa diversidad ha despojado la identidad, el origen mismo del hombre y la mujer. Sin embargo, hay quienes afirman que la pérdida de identidad fue mucho antes, ya que la crisis de ella no estaba resuelta desde los inicios de la cultura prehispánica. La incorporación, introyección e identificación maternal era intensa, a lo que Elizabeth del Río dice: “el pueblo azteca expresó su primer ideal inconciente, la unidad con la madre en la figura de una mujer virgen que da a luz al héroe; así se establece un diálogo, acepta sin dificultad el paso de la primera persona, Yo, a la segunda persona Tú (la madre), pero lo que no acepta es la intrusión de un tercero, el padre” (p. 188). Para lograr la transición del matriarcado al patriarcado fue necesaria la aparición de instituciones represoras y coercitivas, sistemas de educación que lo fundaran, alterando el mito, la simbiosis de las cualidades que se poseían. La imagen de la madre buena se vuelve persecutoria y mala, evitando así la identificación femenina, a través del mito y la leyenda aparecen los hombres acompañados de las instituciones y sus tácticas opresivas, fortalecidos poco a poco, se van a acomodando para ser el resultado de una realidad inmodificable en la que el hombre ocupa un lugar de mayor respeto y reconocimiento que la mujer. La conquista de los españoles deja atrás una grandeza de múltiples culturas mexicanas, condición que genera una destrucción de la identidad e inclusive se pierde la noción de a dónde se quiere ir en este proceso de transición –incluso hasta nuestros días–; cuando se habla de un México independiente se puede encontrar como referencia una imagen rota con un esquema sociopolítico desigual basado en la anarquía (porque todo era destrucción y no había paz) mientras se consumaba la independencia; el mexicano con una imagen devaluada, inhibida e insegura, tanto en hombres como en mujeres. En la conquista se vino a disolver un esquema de organización social, imponiendo a su vez, otra forma de vida en todos los aspectos; la cultura española a través de la fuerza es impuesta y con ella un nuevo orden ideológico, cultural, económico, político y religioso. Bartra (2005) reflexiona: “el mexicano padece un complejo de inferioridad por lo que huye de la realidad y busca refugio en la ficción” (p. 101). Por su parte Samuel Ramos dice que la

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explicación es muy simple “el mexicano se ha encontrado históricamente enfrentado a una contradicción: una gran desproporción entre lo que quiere hacer y lo que puede hacer, la que lo lleva inevitablemente al fracaso y al pesimismo” (p. 101). Si esto ocurre con el varón debemos imaginar el dilema en el que se encuentra la mujer. Bartra (2005) formula: “estas imágenes primigenias de la mujer que es capaz de penetrar en otro mundo o que es penetrada por otro mundo –dominante y dominada, virgen y ramera, reina y esclava–van a ser las materias primas que con el tiempo conformarán la imagen medular de la mujer mexicana moderna” (p. 196). La vida es una cadena de acontecimientos, en cualquier momento es la consecuencia de lo que ha sucedido antes; lo que se vivió ha de ser contado, esta forma de narración de la vida donde el relato se toma de los sucesos como una manifestación en contra de los modelos o prefiguraciones tradicionales; por lo tanto, constantemente todo hecho se convierte en historia, vivimos en el presente una causalidad de una gran variedad de acontecimientos políticos, económicos, religiosos, educativos y culturales, que se verán reflejados particularmente en nuestro estilo de vida. En el siglo XVIII encontramos la idealización del matrimonio basado en el afecto, el compañerismo entre el hombre y la mujer y en una amorosa preocupación por los hijos, poniendo como esencial el compromiso personal y emocional; pensando en que es a partir de los hijos que se construye esta nueva comprensión del matrimonio basado en el compañerismo y el amor. Tylor (2006) comenta acerca de la familia lo siguiente: La familia se percibía como «el contrapunto a un mundo tumultuoso, y a la actividad desempeñada en ese mundo se consideraba significativa y emocionante». A principios del siglo XIX nos encontramos algo bastante diferente. Hombres y mujeres procuran el pleno apoyo emocional de sus cónyuges e hijos; procuran construir un refugio en un mundo de otro modo inhóspito (p. 404). El ideal femenino de la cultura de Occidente no ostenta variación importante –respecto a las mujeres de otras épocas–, abarca a la mujer fuerte, que posee una pureza virginal, fiel al marido, devota de los hijos, laboriosa en los quehaceres de la casa y prudente para cuidar el patrimonio que no está habilitada para heredar. Las cualidades que debe tener la mujer no están a elección, sino que son algo ya determinado e intransferible; basta con que posea una buena resistencia física, además de tener la salud en buen estado para cumplir las funciones y tareas otorgadas; Ramírez (1977) señala: “desde un punto de vista formal, podríamos adscribirle a la mujer dos tipos fundamentales de expresión de su femineidad: realización femenina de tipo genital y realización femenina de tipo maternal” (pág. 137). Se vive de forma antagónica la satisfacción sexual y procreativa, se vive poco satisfecha sexualmente y compensa la falta de comprensión y apoyo de su pareja en el refugio de la maternidad. En muchas familias el factor económico es el que censura –y sirve como justificación– la posibilidad de estudio a las mujeres que viven en hogares donde principalmente se privilegia al hombre; con esto podríamos conjeturar que a falta de educación e información lo esperado son mujeres frígidas, supeditadas al deseo del varón, obviamente dentro del matrimonio. Ya en pleno Siglo XXI lo que para una mujer significa serlo, corresponde de forma directa a las construcciones sociales que se elaboran y se van tejiendo de generación en generación; se reproducen los discursos como demostración de lealtad y fidelidad, se heredan las actitudes, la forma de pensar y de ver las cosas, hay una capacidad limitada para observar, analizar y reflexionar porque culturalmente ya está dado el significado y los modos de ser mujer dentro de nuestra sociedad. Dowling (1987) menciona: “el conflicto entre el deseo de ser libre y el de

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permanecer enclaustrada y protegida es insidioso porque nos ofrece subrepticiamente una ventaja” (p. 226). Por su parte, Preciado (2009) encontró que: Las participantes del estudio enfrentaron el conflicto de diversas situaciones, siendo importante destacar que hay una renuncia total o en parte a uno de los objetos que se desean alcanzar o, por el contrario, han tenido la necesidad de elegir o aceptar una situación no deseada, ya sea de manera integral o parcial (p. 839). Esto nos invita a pensar en una situación de conflicto que viven las mujeres que en algún momento de su vida deciden estudiar y formarse profesionalmente, partiendo del entendido de que actualmente existe una gran variedad de sistemas a los que bien pueden acoplarse. Este conflicto parece ser resultado de la construcción social, de la percepción que se tiene sobre la idea de ser mujer, ya que se es educada y adiestrada para ser madre y ama de casa; lamentablemente quien desee convivir con estos dos roles tendrá dificultades para compaginar las diferentes facetas, ya que las circunstancias no son las más propicias para que ello ocurra sin apremios. La renuncia parece ser una constante, y lo público y lo privado una dualidad compleja, un vaivén del que no resultará fácil desligarse; justo ahí es donde radica el conflicto, entre hacer lo que se desea y cuidar de no caer en aquello que simplemente no se quiere. Lipovetsky (2007) formula: “al comprometerse en la actividad profesional, las mujeres adoptan actitudes que significan la búsqueda de un sentido a la vida personal, el deseo de ser sujeto de su propia existencia, siquiera sea en el marco de las lógicas impersonales de lo social” (p. 206). Las mujeres están expresando la voluntad de conquistar una identidad en el ámbito profesional y no solamente en profesiones que son “adecuadas” para ellas, buscan ser reconocidas por lo que hacen y no únicamente por lo que la naturaleza les ha dotado –la maternidad–, desean entrar en los contextos competitivos que habían sido exclusivamente para los hombres. Lo que han realizado las mujeres en las últimas décadas –o probablemente en toda la historia– no ha resultado nada fácil y sí muy desgastante el tener que emprender, desde el nacimiento, una lucha por ocupar un lugar que no sea únicamente el que ya está determinado, sino otro en el cual pueda encontrarse con otras opciones para desarrollarse sin dejar de ser mujer. No sólo hay que ganarse un lugar en la sociedad, muchas veces también dentro de la familia, pero en particular un lugar dentro de sí misma donde se descubra el valor propio y se fortalezca con ello, ya que el resto de su vida lo necesitará. Al parecer para las mujeres cada suceso de la vida transforma lo que buscan o lo que desean, las experiencias nuevas, los retos enfrentados, la cotidianeidad transcurriendo entre la combinación de diversidad de roles, la complejidad de ser mujer y encargarse de sí misma y de otros, desempeñando el papel que se espera que cumpla de acuerdo a la concepción tradicional que pauta lo que es ser mujer. A partir de los movimientos feministas se han ido edificando nuevos discursos, nuevas relaciones y por tanto nuevas realidades para éste género. Pero evidentemente todo tiene un precio y resulta costoso pensar en elegir si entregarse a lo profesional, o bien, a lo convencional; es necesario hoy en día encontrar esa complementariedad entre ambos deseos, a fin de que no se fracture la convivencia familiar ni los deseos queden atrapados en el vacío; es necesario encontrar la plenitud en la totalidad de los deseos, porque cada uno de éstos es también una construcción individual. Dowling (1987) menciona y cuestiona sobre los deseos femeninos: “cuando todo lo que quiere una mujer es seguridad, basta con una vida aburrida y sin horizontes” (p. 225). A través de la lectura de la historia –redactada por el género masculino– podemos observar una constante: que la mujer siempre está ahí, el punto radica en las formas de estar, las diferencias

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son socialmente inaceptables y en muchos casos despreciables; a lo largo de la historia, cuando han existido mujeres cuyas circunstancias les permitieron saber un poco más que lo que una mujer de sus tiempos “debía” saber, se le ha calificado como pecadoras; ahora ya no estamos en tiempos de quemar vivas a las mujeres, pero la crítica y el prejuicio igual quema por dentro, y para muestra de ello basta con ver a Mónica Bellucci en la película: Malena (Malena, Giuseppe Tornatore, 2000). Martínez (2010) cita a Rousseau (1762) en un pasaje de su obra: “toda la educación de la mujer debe referirse al hombre, a complacerlo, serle útil, hacerse amar y honrar por él, educarlo cuando joven, cuidarlo cuando adulto, aconsejarlo, consolarlo y hacerle la vida dulce y agradable. Éstos son los deberes de las mujeres en todo momento y lo que debe caracterizarlas desde su más tierna infancia” (p. 60). Vaya situación más desastrosa; una obra estructurada hace siglos parece tener tal peso que hoy en día sigue conformando el esquema de los contratos sociales; es una lástima que no todas las mujeres tengan acceso a este tipo de literaturas, además de indignarse mínimo se esperaría que alzaran la voz al ver cómo su género históricamente se ha visto oprimido por el machismo histórico. Lagarde (1998) propone una metodología para la democracia de género que pasa por revisar la propia historia, la genealogía; revisar la historia en el cuerpo vivido para de ahí pasar a la propia reconstrucción, del “ser para otros” al “ser para sí” en las mujeres. Indiscutiblemente esto nos conduce a elaborar un ejercicio reflexivo sobre la línea de vida (las vivencias desde el nacimiento hasta la actualidad) en la que se puede analizar de manera personal la propia historia de vida, reconociendo su origen y cómo éste pasa a formar parte de la novela familiar, situación que permite el autoconocimiento para después dar lugar a la reconstrucción de acuerdo a lo vivido, y con ello encontrar nuevas formas de pensarse y de vivirse, sólo con la conciencia de dónde surge o de dónde viene quien se es; si la mujer es una construcción cultural, entonces indudablemente se tiene que pensar sobre qué es lo que exige la modernidad a la mujer y cómo esto hace que haya una nueva perspectiva del ser mujer. Por otro lado, tendríamos que preguntarnos si entonces la mujer realmente está lista para enfrentarse al mundo, ya que de no estarlo eso justificaría en todo caso su adhesión al hombre, ¿será miedo o todavía no sé está preparada?, se sabe que nuestras mujeres mexicanas son a las que todavía les falta encontrar razones para pedir aquello a lo que tienen derecho; a diferencia de mujeres de países de primer mundo, –como por ejemplo, los de Europa Central y del Norte– en los que el papel de la mujer es sumamente importante para el desarrollo económico y de producción nacional, nosotras aún nos cuestionamos si estamos bien o mal o si nuestra manera de proceder es la más indicada o estamos actuando de acuerdo a lo esperado. A propósito Adame (2013) comenta: “Hace casi 200 años, el insigne don José María Luis Mora, a propósito de esto, escribió: “Mas, si los gobiernos están compuestos de hombres tan falibles como los otros, ¿por qué principio de justicia, o con qué título legal se adelantan a prescribir o prohibir doctrinas? ¿Cómo se atreven a señalarnos las opiniones que debemos seguir, y las que no nos es permitido profesar?”. Cuesta trabajo salir de una estructura injusta y rígida en la cual se ha estado inmersa, pero tampoco se trata de encontrarnos con otras mujeres con resentimiento ni coraje, eso sería análogo a lo que hace el hombre con la mujer, sería igualarnos con su mirada machista, lo que se requiere hoy día, es una auténtica equidad de género. Según Lipovetsky (2007), actualmente un nuevo modelo rige el lugar y el destino social de la mujer:

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A la primera mujer se le diabolizó y despreció; la segunda fue adulada, idealizada, colocada en un trono. Sin embargo, en todos los casos la mujer se hallaba subordinada al hombre, era él quien la pensaba, se la definía en relación con él; no era nada más que lo que el hombre quería que fuese. Está lógica de dependencia respecto de los hombres ya no es la que rige en lo más hondo de la condición femenina en las democracias occidentales. El destino femenino entra por primera vez en una era de imprevisibilidad y de apertura estructural. Todo, en la existencia femenina, es ahora objeto de elección, de interrogación y arbitraje; la tercera mujer supone una autocreación femenina (p. 218). Se habla de destinos individuales, nuevas posturas y formas de pensar y actuar, sin embargo eso no significa intercambiabilidad de roles y lugares, aunque haya mayor flexibilidad en los escenarios laborales y profesionales tanto para un sexo como para el otro; tampoco se pretende un universo unisex, sino diseñar una sociedad más abierta y heterogénea. Las posturas radicales ya no pueden sostenerse, ni el machismo ni el feminismo impera, sino más bien la posibilidad de diseñar el propio paraíso –como diría Freud–. De acuerdo a Fuentes (2006): En un estudio de migración de identidad de género hace referencia a lo que ocurre en las mujeres mientras avanzan sus estudios de especialización, aluden a situaciones personales que han cambiado, se sienten diferentes y responden a las situaciones de forma distinta, por ejemplo sobre lo que ocurre en los quehaceres domésticos y la organización que tienen en este (p. 411). Resulta ilustrativo observar cómo la mujer puede darse cuenta de los cambios que se generan a partir de la búsqueda de educación, actualización o del desarrollo de habilidades para fortalecer sus intereses intelectuales; cuando se piensa que el objetivo de dedicar tiempo a los estudios está relacionado con la capacitación o especialización en el área de trabajo, por consecuencia se dan cambios a nivel personal, siendo éstos generalmente satisfactorios. Borrás y Bucci (2000): Encuentran interesante que son mayoría mujeres estudiantes de psicología, pero que una vez finalizados sus estudios, siguen siendo los hombres quienes tienen acceso a jerarquías más altas, mientras que los espacios de desarrollo para ellas son en gestión o docencia, pero ubicadas en un nivel inferior, esto ocurre aun cuando la mayoría elige desenvolverse en el área de salud mental (p. 20). Los progresos de las mujeres siguen siendo pequeños porque tal vez no reúnen los requisitos para altos mandos, o bien, sólo es en respuesta a la lucha de géneros o a la falta de oportunidades para probar sus aptitudes en puestos públicos o de mayor jerarquía, los cuales son destinados generalmente para el sexo masculino; los lugares que ocupa la mujer en el mundo laboral no está directamente relacionado con su capacidad para ser productiva y desempeñar una actividad específica. También consideramos prudente que dependiendo del desarrollo cultural de las ciudades habrá más oportunidades, a mayor educación mejores oportunidades para el desarrollo de la mujer. Esta situación invita a la reflexión acerca de qué es lo que hicieron las grandes figuras femeninas de la psicología, tal vez no trabajaron en términos de proponer teorías que resultaran fundamentales para quienes estudian la disciplina, sin embargo, la dedicación a la práctica estuvo presente, al igual que hoy en día; los resultados mencionados reflejarían una cuestión de seguridad personal para escribir, o que el discurso social está condicionado a promulgar que el hombre posee mayor potencial para desarrollar teorías, situación que definitivamente exige espacios para la reflexión. Es mucho más común saber que las mujeres han escrito acerca de la educación como temática, es posible que uno de los motivos sea que hace décadas sólo los

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hombres tenían posibilidad de estudiar profesiones más complejas como la medicina o bien, el propio psicoanálisis. Para explicar la situación de la mujer utilizaremos la propuesta de Lipovetsky sobre la tercera mujer, una perspectiva que consideramos realista y contextualizada en nuestra realidad social actual. Ya no hablemos de igualdad o de equidad de género, sino de una propuesta novedosa que permita comprender qué busca una mujer, qué necesita para ser feliz, de qué recursos se vale para sostener la idea de que puede ingeniárselas para atender distintos roles y no únicamente el de esposa-madre que tradicionalmente estaba impuesto. Es evidente que obtener la total satisfacción en cada una de las áreas de su vida será complicado, pero es posible mantener un estado de equilibrio constante entre sus deseos más internos y lo que socialmente le corresponde, después de todo la falta siempre estará presente; deberá aprender a ser tolerante a la frustración y saber manejar sus emociones sin perder el control o los estribos, vivir principalmente para sí misma, para con ello tener algo que ofrecer a los demás. También creemos que es complejo pensar en que algunas mujeres están dispuestas a renunciar a la maternidad como único papel en su vida, para ello implicaría pensar en que los hombres –o sus parejas– también estuvieran más dispuestos a participar de forma más activa y al parejo principalmente en el rol de padre, que también es sumamente importante para la constitución de la psíque de los hijos. La presencia de ambos padres conduce a la resolución edípica, más no es la mujer la única que estructura psíquicamente al infante. Con los años, las instituciones educativas aceptaron a las mujeres como uno de los primeros efectos de la lucha por la igualdad, situación que permitió que a través de la educación la mujer dejara ese lugar de madre-esposa y objeto sexual; al principio no eran admitidas más que para estudiar una carrera técnica y nunca tuvieron las mismas oportunidades de desarrollo profesional y laboral que el hombre, a menos que pertenecieran a la clase media, donde las circunstancias intelectuales favorecieran para ello. Continúa siendo palpable que, independientemente de las oportunidades que se vayan presentando, así sea el estudiar una carrera profesional o técnica –si sus condiciones le favorecen– la mujer, en caso de que su iniciativa se vea obstruida, sabe que está dotada de conocimiento sobre las tareas de ama de casa para desempeñar un buen papel. La mujer, estando fuera de la educación académica, confirma que las posibilidades de crecimiento son para los hombres, desde las leyes, la cultura y la filosofía, por la simple razón de que quienes gobiernan son varones; el mundo está diseñado por y para los hombres. Lipovetsky (2007) expone: “durante mucho tiempo la escolarización secundaria y superior de las jóvenes ha cohabitado con el ideal de la esposa relegada al hogar. Incluso cuando proseguían los estudios, las chicas tenían como objetivo contraer matrimonio y dedicarse a los hijos” (p. 209). Las mujeres también han tenido que ir transformando lo que piensan y lo que creen, ha sido necesario reformular ideas para conciliar el ideal de la mujer con el deseo personal al dejarse invadir por la búsqueda de identidad femenina a través de la gratificación profesional y/o laboral y no sólo por ser esposa y ama de casa. Sin embargo, hoy día aún vemos mujeres que son jaladas por la cultura y finalmente limitadas a los roles convencionales. La sociedad en la que vivimos está basada en el capitalismo, la explotación del hombre por el hombre (y del hombre a las mujeres); con la revolución industrial la obligación de sostener los gastos de un hogar, que iban en aumento, el trabajo del varón fue insuficiente; la necesidad económica empujó a la mujer, ya que tuvo que salir a trabajar buscando oportunidades para ser productiva y generar también una estabilidad financiera. La falta de preparación en la mujer la obligó a aceptar los peores (de acuerdo a la época) trabajos, como por ejemplo de obreras, siendo

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las ocupaciones más populares las de criada, costurera, oficinista, cocinera, recamarera entre otras; labores pesadas con retribuciones mínimas o inferiores a las de los hombres, pero la necesidad las hacía someterse a esa clase de empleos, con lo que automáticamente experimentaban inferioridad, aunque, por otro lado, generaba un cierto grado de independencia; por lo tanto, si con esta forma de gobernar el hombre era explotado, la mujer mucho más, ya que a las tareas que debía realizar se sumaban el trabajo, la casa, los hijos y el marido; pensaríamos que en la actualidad la situación es distinta, sin embargo hay señales que dicen lo contrario. Lipovetsky (2007) explica: “entre las mujeres obreras carentes de cualificación, el sueldo suele ser la única motivación que el trabajo les ofrece; la ausencia de gratificación profesional, la escasa remuneración y la carga familiar provocan que las obreras aspiren, en mayor medida que las demás mujeres, a quedarse en casa” (p. 208). Ante este contexto resultaba inevitable que las mujeres hicieran protesta de sus condiciones de vida, señalando la diferencia de la forma de vivir de los hombres; comienza la lucha por liberarse del dominio del sistema y de los hombres. La Unión Soviética decreta la igualdad para hombres y mujeres en 1917, buscando se finalizara con las restricciones de los derechos de la mujer; la revolución socialista ganó terreno proponiendo dar a las mujeres oportunidades que no habían tenido: posibilidad de estudiar y desarrollarse, que pudieran trabajar a la par del el hombre, ganando lo mismo que él, dejando a los niños en un lugar seguro mientras ella trabajaba. Antes de esta revolución hubo pequeños intentos de emancipar a la mujer, pero que sólo quedaron en eso. La mujer independiente e intelectual llega a ser más consciente de sí misma, de su saber y su valor pero no deja de temer al fracaso, tanto más presente es éste más se esfuerza por sobrellevar tal tensión; también comete un error cuando niega su capacidad intelectual y su poder personal; termina sintiéndose disminuida porque a fin de cuentas no profundiza ni interioriza sobre los logros que ha obtenido y con ello se niega la posibilidad de celebrarlos. Beauvoir (1949) menciona: “en tanto que la mujer se quiere mujer, su condición independiente crea en ella un complejo de inferioridad; a la inversa, su feminidad le hace dudar de sus oportunidades profesionales” (p. 694). Esta misma mujer de la que hablamos se relaciona con frecuencia con hombres que también son autónomos y activos, que no representan en su vida un papel de parásitos o bien, que no la encadenan con su debilidad ni con la exigencia de sus necesidades. Sin embargo, también es raro ver mujeres inmersas en relaciones de esa naturaleza donde la libertad es uno de los pilares que les produce plenitud. Por otro lado, la mujer que es más independiente no descuida su feminidad, como se pensaba en algún momento posterior a la liberación femenina pensaban quienes más bien estaban luchando por obtener un lugar de iguales frente al hombre y se convertían en feministas radicales; quienes atienden su feminidad no pierden su atractivo sexual, aunque todavía, a diferencia del hombre, no puedan establecer las relaciones con el sexo opuesto tal y como desean, debido a que su vida erótica y sentimental posee diversos obstáculos y el principal es un sentimiento de frustración, el cual es más complejo en una mujer independiente que no ha optado por la resignación como en el caso de otras mujeres, sino más bien por la lucha en la búsqueda por desarrollarse intelectualmente aún con la reserva de la inequidad y los privilegios acentuados en los varones. Beauvoir (1949) explica: Como consecuencia de ese derrotismo, la mujer se conforma fácilmente con un éxito mediocre; no se atreve a poner sus miras muy alto. Abordando su profesión con una formación superficial, pone rápidamente límites a sus ambiciones. A menudo el hecho de ganarse la vida por sí misma le parece ya un mérito bastante grande; como tantas otras, hubiera podido confiar su suerte a un hombre; para que siga deseando su independencia, necesita realizar un esfuerzo que la

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enorgullece, pero que también la agota. Le parece que ha hecho bastante desde el momento en que ha optado por hacer algo (p. 695). La mujer tiene una de las tareas más importantes que es la de conquistar incesantemente una confianza que no se le ha concedido desde el principio, desde su nacimiento; la desconfianza en sí misma es reforzada en la medida en que crece y se desenvuelve en contextos en los que sólo el hombre tiene valía, pero si aprende conductas que le generen mayor seguridad y posee una actitud diferente, podrá sobreponerse a cualquier obstáculo y esto culminaría en sentirse feliz y satisfecha consigo misma. 1.3 Análisis de resultados Recuperando nuevamente a Poniatowska y sus siete cabritas, un libro donde se exponen las vidas de mujeres que se ganan la vida con su propio esfuerzo, que no están hechas para convencionalismos y, por otra parte, donde se ofrece una nueva visión, otra forma de ser críticas de la concepción de ser mujer; si bien es cierto que a algunas de estas mujeres se les tachó de locas, eso no significaba que lo estuvieran, sólo hacían cosas absolutamente fuera de lo común, y lo normal sólo es un calificativo de su actuar. Lo más sobresaliente es que hicieron una diferencia, que fueron un parteaguas, que su vida resulta útil, no para decir “tengo que ser como ellas” e imitarlas, pero sí para tomarlas como modelo, para servir como “liquido de contraste” entre lo que es ser una mujer convencional o una cabrita; pero, ¿y qué hay en el inter? Un tiempo en el que se tiene que procesar la crítica de estas mujeres, para entonces decidir un lugar de camino propio, diferente, en donde se cuestione a hombres, mujeres y sistemas, en todas las áreas de producción y en sus formas de actuar. ¿Qué ocurre entonces con el ideal del yo en éstas y otras cabritas? Rompen esquemas y formas prescritas, no se puede asegurar que no quepa en ellas un sentimiento de culpa que tarde o temprano las traicione y las empuje a la soledad, a la tristeza o al vacío. Por ello muchas mujeres prefieren no intentarlo o siquiera pensarlo, saltarse las líneas trazadas por figuras como los padres que son altamente poderosas para dar designios de comportamientos y sobre todo, de lo que puede ser deseable. Al investigar a algunas psicólogas se pudo constatar que la mujer actualmente se encuentra en un dilema, sin tener una claridad de lo que es ser mujer; esta dificultad está arraigada históricamente a lo que Lipovetsky describe como un proceso de evolución de la mujer y de sus diferentes perspectivas de vida. Lamentablemente ser mujer puede ser explicado a través de lo que hace y de sus diferentes roles sociales que posee, se deja de lado la singularidad que caracteriza y distingue a cada una. Decía Beauvoir que la mujer cree que con lo que ha elegido es suficiente y eso ya la hace distinta al resto profesionalmente hablando; parece que las investigadas no se dan cuenta pero esto es justamente lo que ocurre: han estudiado, se han preparado –la mayoría– pero en ellas continúa vigente la idealización del matrimonio como oportunidad para trascender y ser felices; la mujer busca a fuera lo que ya de por sí tiene, no es una mitad pero sí la habita una falta que de no trabajarse se podría convertir en una falta eterna. Reich cuestiona a la familia y a su sistema represivo de la sexualidad, en particular de la mujer; debate sobre los aprendizajesenseñanzas dentro de la familia, pues todo pareciera indicar que la única posibilidad de trascendencia es la reproducción de la especie, sin reconocer el deseo psíquico sexual, limitando las vías de crecimiento de toda mujer. Si ella no reconoce cuál es su deseo, no se movilizará para entender su psiquismo y descubrir qué es lo que le produce mayor satisfacción y bienestar. De acuerdo a Freud y El malestar en la cultura, hay una constante en el conflicto entre las pulsiones y las prohibiciones que posteriormente generan sentimientos de culpa. El desarrollo

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personal y profesional de las mujeres está limitado a desempeñar las funciones y los roles que la vida les ha impuesto, pero sin proponer, sin buscar, sin ir más allá de lo que pueden ver dentro y fuera de sí mismas. Las mujeres no logran ser capaces de reconocer sus anhelos inconscientes, la represión trabaja de forma constante para coartar toda señal de conciencia. Siguen creyendo que cuando se habla del ciclo de vida de un ser vivo, en lo que respecta a la reproducción, ello se limita a lo genital y a la procreación de la vida, cuando, por el contrario, la reproducción también tiene que ver con nuevas formas de trascender a través de una gran diversidad de opciones para desarrollarse, por ejemplo, en la actualización académica, con el impulso laboral, el fomento a la lectura, estando informadas, creando espacios que permitan ampliar el panorama del individuo, conocer y desarrollar habilidades, etcétera. Las viejas y compartidas creencias de generación en generación impiden el autoconocimiento, no dan pie a tomarse el tiempo para sí mismas, reproducen de manera delibrada formas de conducirse heredadas por las grandes mujeres de su historia, las abuelas y la madre, al desviarse del patrón de comportamiento se produce un malestar psíquico no impuesto nada más por el padre, ambos progenitores son responsables del psiquismo de la mujer que no encuentra nuevas formas de reconducir su energía libidinal que no sea por el camino indicado. 1.4 Conclusiones y propuestas Con este trabajo se confirma que la mujer aún no logra conocerse a sí misma, no traspasa las fronteras, se limita a hacer y no a saber, teme investigar dentro de sí misma, se conforma con realizar lo que le gusta para ser feliz sin importar el precio. Como herencia de la liberación femenina hoy sólo una sensación de confusión en lo que respecta a la interminable comprensión de ser mujer, de sus complejidades, sus deseos, sus construcciones para sobrevivir. Hoy dice saber qué quiere, pero ella misma se pone restricciones y concesiones que al final de cuentas no le permiten generar un cambio, como si no existieran alternativas para descubrir y cumplir su deseo; titubea y opta por caminos o decisiones más simples y comunes que el resto. Ser profesionistas no genera independencia, pero tampoco la posibilidad de hacer un análisis profundo respecto a lo que se desea; estudiar psicología no da el pase de entrada a la introspección; las contradicciones debilitan los anhelos y se termina sometiéndose a lo esperado socialmente, el matrimonio y los hijos por ejemplo, ello se cree una excelente manera de consagrarse como mujer y no se reconoce que la plenitud no sólo está en eso –a menos que encuentre un hombre que realmente sea compañero en su vida, autónomo y, por consecuencia, también libre, sin miedo a que su pareja sea tan libre como le plazca, ya que eso significaría que ella se encarga de su propia felicidad antes que esperarla del otro–, se requiere que esta plenitud tenga como base el establecimiento de acuerdos acerca de: la libertad, el trabajo, la sexualidad y todo aquello que tenga que ver con los deseos tanto del hombre como los de la mujer. La mujer, si no se conoce, no se entiende, vive en la imposibilidad y, automáticamente, se obstaculiza a sí misma, cree que no tiene sentido ir más allá. Una constante en mujeres exitosas es que, cuando llegan a obtener satisfacción y reconocimiento de los demás, experimentan serias dificultades para escuchar comentarios positivos, sienten vergüenza de hacer públicos sus esfuerzos y logros; la mujer no sólo es o ha sido devaluada por otros sino también por sí misma, lo que resulta por demás lamentable; es arrastrada inconscientemente a la devaluación de su poder por el sentimiento de culpa y, al contrario de lo que ocurre en otras mujeres que intentan conservar la postura sumisa y abnegada, no se les escapan actitudes de liberación y dicha, pero la satisfacción cesa cuando aparecen los miedos y las dudas.

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Cada persona y cada mujer deben reflexionar sobre su proyecto de vida, estamos inmersos en la inmediatez y el disfrute del momento, pero tenemos miedo a pensarnos en un futuro, porque ello nos pondría en evidencia acerca de la irresponsabilidad que hemos tenido con nosotras mismas por hacer lo que ni pensamos ni queremos y seguimos justificándonos por el machismo. Es imprescindible verse como una mujer en toda la extensión de la palabra, sin vigilarse ni castigarse, sin miedo a estar sola y ser para sí, perder el miedo a equivocarse, asumir con fortuna cada logro y hacerse cargo de la propia vida, de la salud y el bienestar. Cuando nos preguntamos quiénes somos inicia un camino incierto, pues nunca sabemos con lo que nos enfrentaremos, para ello es esencial saber: ¿Por qué me llamo así? ¿Quiénes son mi familia? Luego plantearnos ¿Qué queremos?, y con esto ya estamos del otro lado; la conciencia del origen y la esencia de lo que somos permitirá ser transparente consigo misma y tomar las rutas de la vida que más nos atraigan, utilizando los fracasos como recursos fortalecedores para continuar el camino. Bibliografía ANTAKI, I. (2000) El pueblo que no quería crecer. Océano BARTRA, R. (2005) La jaula de la melancolía. Identidad y metamorfosis del mexicano. México: DeBolsillo BAKER, M. J. (1987) Hacía una nueva psicología de la mujer. México: Paidós BEAUVOIR, S. (1949) El segundo sexo. Buenos Aires: Editorial Sudamericana BORRAS, G. y Bucci I. (2001) artículo “La inserción profesional de las mujeres ingenieras y psicólogas. Un análisis desde la perspectiva de género” Buenos Aires BRAUNSTEIN, N. (1975) Psicología: ideología y ciencia. México: Siglo Veintiuno Editores DOWLING, C. (1987) El complejo de Cenicienta. El miedo de las mujeres a la independencia. Barcelona: Grijalbo FREUD, S. (1933) Obras completas. 33ª. Conferencia La feminidad. Buenos Aires: Amorrortu Editores (1930) El malestar en la cultura. Buenos Aires: Amorrortu Editores (1908) La moral sexual «cultural» y la nerviosidad moderna. Buenos Aires: Amorrortu Editores (1931) Sobre la sexualidad femenina. Buenos Aires: Amorrortu Editores FUENTES Fierro, A. G. (2006) “Migración de la identidad de género en las alumnas egresadas del programa de especialización de estudios de género en educación de la unidad 141 de Guadalajara de la Universidad Pedagógica Nacional de las generaciones comprendidas entre los años 2000 a 2005 LAGARDE, M. (1998) Género y feminismo. España: editorial horas y horas LIPOVETSKY, G. (2007) La tercera mujer. Barcelona: Anagrama MARTÍNEZ, M. (2010) Sopa o Sexo. México: Diana PRECIADO Cortes, S.F. (2009) reseña de “Mujeres y universidad. vidas académicas” de Sara G. Martinez Covarrubias. Revista Mexicana de Investigación Educativa RAMÍREZ, S. (1975) Infancia es destino. México: Siglo XXI El mexicano, psicología de sus motivaciones. (1977) México: Grijalbo SALAZAR, I. (2010) “La autoestima” Revista Mundopsique. Psicología y cultura. No. 11 México D.F. TAYLOR, Ch. (2006) Fuentes del yo. La construcción de una identidad moderna. Barcelona: Paidós Surcos 21

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TÍTULO: GÉNERO, COEDUCACIÓN Y PSICOLOGÍA HISTÓRICO-CULTURAL EN PREESCOLAR PONENTE: José Carlos Cervantes Ríos INSTITUCIÓN: Universidad de Guadalajara. México MODALIDAD: Contribución libre FORMA DE CONTACTO: [email protected] Postulados de la Psicología Histórico-cultural 1.- Primera idea: el Pensamiento verbal heteronormado12 como base de la identidad sexual. Recordemos que Vygotski entiende por pensamiento la “…auto orientación dentro del mundo” (en Schaff 1984, p. 149); es decir, la manera que tenemos tanto los animales como los seres humanos de establecer contacto con la realidad que nos permite adaptarnos permanentemente de forma activa. Por su parte, Luria (2005, p.557) define el pensamiento como “… una forma especialmente compleja de la actividad psíquica que surge sólo en los casos en que una determinada tarea exige un análisis previo y una síntesis de la situación y hallar determinadas operaciones auxiliares mediante las cuales se puede resolver la tarea”. Sin embargo, es el pensamiento verbal lo que diferencia a los seres humanos del resto de los animales (Vygotski 1991). Él entiende por tal la fusión de una parte del habla con una parte del pensamiento, esto potencia las habilidades de análisis y síntesis que permiten generar soluciones a distintos problemas de forma más compleja en relación a otras especies. Ahora bien, este tipo de pensamiento es el que nos permite ordenar el mundo, clasificarlo, catalogarlo, en resumen: entenderlo. Dicho pensamiento verbal, no puede ser estudiado en su totalidad, sino que requiere desglosarse en su unidad básica: el concepto. Se atribuye a Sócrates la invención de este término, entendido como “…la palabra de carácter universal que deja a un lado los aspectos individuales del objeto sus rasgos sensibles-, para poner el acento en lo universal”. (en Labastida 2006, p.7) De acuerdo a esto, el concepto requiere la capacidad de abstracción que implica a su vez el desarrollo del pensamiento. Vygotski (1993) continúa estudiando esta idea en su origen y desarrollo descubriendo que el concepto propiamente dicho se alcanza potencialmente hasta la adolescencia. Aún así, la mente infantil opera con conceptos incipientes en la edad preescolar denominados protoconceptos13, al usar el lenguaje para expresar sus ideas, ya que la unión del pensamiento y el habla, que forman el pensamiento verbal, tienen como unidad básica al concepto (Vygotski, 1993). Esquemáticamente se puede representar así:

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Michael Warner, acuñó el concepto de heteronormatividad, que se refiere a las relaciones de poder que normalizan y reglamentan la heterosexualidad como parte del ser humano; con ello se excluye la diversidad sexual y se asume la tradicional visión de los sexos basados en los opuestos complementarios. 13 En las distintas traducciones al castellano de Pensamiento y Lenguaje, aparece con el nombre de pseudoconcepto (tal vez un error de traducción). Sin embargo, consideramos que protoconcepto representa de una manera más precisa lo que Vygotski trataba de expresar.

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PENSAMIENTO IDEAS

PENSAMIENTO VERBAL CONCEPTO

HABLA PALABRAS

Figura 1. Relación entre pensamiento, habla y pensamiento verbal (Vygotski, 1993). Para esto dependemos del habla, la cual ya ha sido desarrollada a lo largo de la historia y trasmitida a las nuevas generaciones. La evolución cultural se ve encarnada en las palabras que empleamos para comunicarnos y pensar la realidad; y es en esta dirección donde se añade el componente de género, a saber, cuando iniciamos el aprendizaje de la lengua materna incorporamos también su manera de entender el mundo: normado desde la heterosexualidad, lo que conlleva apreciar tal visión como normal. El proceso evolutivo de la formación de conceptos pasa por varias fases: se inicia con la percepción sincrética de imágenes en el bebé, lo que hace que sus ‘conceptos’ sean un vago conglomerado de objetos individuales. Pero, la etapa que nos interesa es una posterior, la edad preescolar, cuando el desarrollo llega al pensamiento en complejos; es en este momento cuando la mente del niño une los objetos individuales pero no los percibe así, sino mediante “…los vínculos que existen realmente entre dichos objetos” (Vygotski 1995a, p.128). Se trata de un tipo de pensamiento con cierta consistencia que representa parcialmente las cosas de manera objetiva, aunque no de la forma del pensamiento conceptual verdadero, es decir, funciona para la comunicación con los adultos, con su entorno cultural, pero carece de un significado generalizador, “…los vínculos entre los componentes son concretos y empíricos, no abstractos y lógicos;...” (Ibídem). La principal diferencia entre un concepto y un complejo son los vínculos que relacionan el objeto con el todo, en el primero se trataría de agrupar a los objetos de acuerdo a un atributo; mientras que en el segundo, la agrupación es de lo más variada y las relaciones entre los elementos también. Se conocen cinco tipos básicos de complejos por los que evoluciona el pensamiento del menor: por asociación, por colecciones, en cadena, indefinido o difuso, hasta llegar al pseudoconcepto. La característica que los distingue es que el rasgo elegido es inestable y cede a cualquier otro tipo de rasgo. Es así, por ejemplo, que un preescolar puede decir que un niño lo es

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porque tiene el cabello corto, pero si ve a una niña con cabello corto, entonces se fijará en los adornos o la ropa. Al preguntar a niños y niñas de cinco y seis años ¿qué es un niña/o?, lo primero que notamos es que se les dificulta responder, porque se trata de un concepto cotidiano, esto es, lo va formando mediante la experiencia y al carecer de toda generalización les es más difícil explicarlo. Señala Vygotski que “la debilidad de los conceptos cotidianos se manifiesta…en la incapacidad para la abstracción, en el modo arbitrario de operar con ellos; en semejante situación domina su utilización incorrecta” (1993, p.183) como se puede apreciar en las respuestas donde mencionan algunos rasgos en función de sí mismos. Volveremos más adelante a este tipo de concepto por su relación directa con el género. Lo que cabe destacar por ahora es la tradicional diferenciación que emerge en las respuestas de los niños/as, probando una vez más, que desde la adquisición del lenguaje se comienza el desarrollo de conceptos con marcada tipificación sexual normalizada, como se muestra en el siguiente cuadro. ¿Qué es una niña/un niño? RESPUESTAS DE NIÑAS RESPUESTAS DE NIÑOS Hacer cosas de niñas como jugar Es ser feliz y alegre. Jugar y aprender y muñecas y dibujar bonito. es muy divertido ser niño. Las niñas son mejores escuchando. Las niñas usan ropa diferente. Los niños son machos y las niñas son Es ser macho, ser fuerte. hembras. Si tú eres niño tienes un pene y las niñas Los niños deben ser fuertes. una vagina. Ser niña es tener el cabello largo, saber A los niños les gusta la pelea. expresar tus sentimientos y no inventar (mentir) como lo hacen los niños. No ir a las guerras. A las niñas no les gusta cortarse el Porque a los niños nos gusta la guerra. cabello y a los niños les gusta cortase el pelo. A las niñas no les gusta la guerra y a los niños sí. Cuadro 1. Concepto de niños y niñas sobre su identidad sexual El hecho de que el pensamiento en complejos y el protoconcepto sean inestables nos interesa porque significaría que la representación de lo femenino y masculino es factible de modificarse en caso de que las condiciones culturales cambien o se dé una intervención intencionada sobre la forma de pensar en el niño, lo que se intentó con las experiencias presentadas en la segunda parte del texto. Los protoconceptos son la fase que une el pensamiento en complejos y el pensamiento conceptual. Conforman el uso más funcional de comunicación con los adultos porque se parecen mucho a los conceptos pero no lo son. Digamos que el menor usa palabras que emplea el adulto, pero sin entender el verdadero significado; este lenguaje ‘simulado’ le permite moverse dentro de las exigencias sociales, le hace posible una comunicación efectiva con él, es un ensayo del uso de conceptos pero sin que estén formados.

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Vygotski es claro al afirmar que “En la vida real, el niño no desarrolla espontáneamente los complejos correspondientes a los significados de las palabras: las líneas en las que se desarrolla un complejo están predeterminadas por el significado que una palabra tiene ya en el lenguaje de los adultos.” (1993, p.134). La influencia de los adultos da al niño el concepto acabado, pero no puede transmitirlo tal cual a una mente en formación; en tal caso el niño construirá protoconceptos, distintos en su esencia. Volviendo al concepto cotidiano –también llamado espontáneo-, como antes se dijo se adquiere en la experiencia, “se forman en el curso de la actividad práctica y de su comunicación directa con los que le rodean” (Vygotski 1995a, p. 182), a diferencia de los conceptos científicos que son los comunicados a través de la enseñanza en un sistema escolar. Esta diferencia entre los dos tipos de conceptos es trascendente porque la experiencia cultural del niño es lo dominante desde su nacimiento hasta que ingresa al preescolar, alrededor de los 3-4 años, lo que significa que el concepto de niño/niña, hombre/mujer, señora/señor, es decir, el concepto de género, inicia su construcción en lo cotidiano desde la más temprana edad, a la par de la adquisición del lenguaje y tiene ventaja sobre cualquier otra concepción, aunque hablamos de un constructo inestable y por lo tanto modificable. No obstante, Vygotski afirma que los conceptos científicos se desarrollan sobre la base de los cotidianos, sobre los significados que el niño ya posee empíricamente y que tienen la función mediadora entre el mundo material y los conceptos enseñados en la escuela. (Vygotski 1995a, p. 199). Esto significaría que el concepto de género basado en las diferencias, podría ser reconceptualizado con el análisis de una realidad distinta que ponga al descubierto los estereotipos erróneos basados en los opuestos femenino/masculino. Sin embargo, en la vida escolar el pensamiento infantil no se enfrenta a la conceptualización del género la mayoría de las veces, al no formar parte de los contenidos programáticos; antes bien, la construcción de este concepto continúa con su desarrollo previo ya que la escuela, a través del currículum oculto14, no hace más que reafirmar lo que el contexto familiar y social ofrecen. La escuela es un espacio donde las niñas y niños regularmente confirman su identidad con los pares, fomentan la experiencia del género al que pertenecen y practican en una esfera social mayor a la familia, tanto el lenguaje como los roles heteronormados que les diferencian, en el terreno formal así como emocional. Esta normativa les permite entender qué comportamientos y sentimientos son válidos y cuáles no, con lo que se reproduce el contexto cultural mediado a través del lenguaje. En resumen, al ser la palabra el signo mediador de la cultura y al estar este signo heteronormado, la adquisición de la misma está determinada por el género.

2.- Segunda idea. Educar en la conciencia del género: la coeducación. Por tal entendemos una serie de propuestas generales que asumen un enfoque de género para contrarrestar las desigualdades de este tipo en las escuelas y que sirva además como parte de un proceso de formación para 14

Esta idea se atribuye a Philip Jackson quien en los años 60’s la utilizó para referirse a las prácticas de interacción entre alumnos y profesores, que generaban productos no intencionados, que no correspondían al currículum explícito y que, no obstante, tenían efecto en los procesos de aprendizaje (Jackson, 1991).

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estudiantes de todos los niveles educativos y en distintos contextos como la familia, las amistades, los vecinos, etc. Sin embargo, cabe aclarar que al interior de este campo existen diversas formas de entender tanto el problema como las soluciones. Por ejemplo autores como Bonal (2008) trabaja con profesoras/es mediante el método de investigación-acción. Esta línea de trabajo puede adaptarse a las necesidades y decisiones de quienes participan; así mismo, retoman estrategias de intervención no necesariamente en las aulas, sino en lugares de interacción social como el patio de las escuelas. En esta misma dirección existe una bibliografía dirigida también a esta población pero con la intención de informarles a la vez de proporcionar actividades didácticas para que puedan realizarlas con sus alumnas/os de distintos niveles educativos. (REDMAS 2008) En nuestro caso, nos apoyamos principalmente en las ideas de Elena Simón quien define la coeducación como “…proceso intencionado de intervención a través del cual se potencia el desarrollo de chicos y chicas, partiendo de la realidad de dos sexos diferentes, hacia el desarrrollo personal y una construcción social común y no enfrentada”. (Simón y Cremades, 2003, p. 47) La definición está en estos términos porque trabaja con adolescentes, sin mbargo, consideramos que la idea general es aplicable a nuestros intereses. Para ella el propósito de la coeducación es “…cambiar modelos sexistas por modelos más humanos”. (Simón 2010, p. 61) 3.- Tercera idea: La mediaciones en el aprendizaje del género para la coeducación en preescolar. En este apartado trataremos de enlazar las dos ideas previamente relacionadas, es decir, la coeducación y la Psicología Histórico-cultural. Antes de presentar los ejemplos con los que hemos trabajado, resulta necesario clarificar qué es la mediación. Por tal se entiende el empleo de herramientas para facilitar una tarea educativa, en este caso, la conciencia sobre las dificultades en las relaciones de género. El concepto de actividad mediadora es propuesto por Hegel para referirse al uso de objetos como apoyo de la razón; mientras que para Marx -quien retoma este concepto- guarda importancia en el empleo de herramientas para transformar su medio natural. Por su parte, Vygotski lo lleva al terreno psicológico para incorporarlo no sólo a la actividad externa, sino interna a través del uso de signos (Vygotski, 1979). Esta idea de realizar una actividad humana en base a estos apoyos para la mente es lo que desarrolló en el empleo de la Zona de Desarrollo proximal ligado al papel que desempeña el docente. Por su parte Bruner señala dos aspectos básicos en la mediación: primero, que está orientada a la autonomía de quién la recibe y segundo, debe procurar que las ayudas que le proporciona al niño/a permitan que éste/a encuentren un sentido a la acción. (en Gira 2002) Posteriormente Feuerstein le denominaría mediación pedagógica para referirse a una situación de aprendizaje mediante preguntas sobre un problema a resolver -en un sentido amplio- que permita compararlo con otros/as alumnos/as. (Gira, Op. cit.) Ya en otros trabajos (Cervantes 2009, Cervantes 2013) habíamos abordado la necesidad de aplicar estrategias intencionadas que pusieran de manifiesto las ideas de los niños y niñas sobre situaciones relacionadas con el género. Experimentalmente se ha demostrado que los

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protoconceptos se forman en el pensamiento infantil a partir del enfrentamiento a una situación problemática, que exige su solución con formas de pensar diferentes (Ach en Vygotski, 1995); se trataría de plantear un problema asequible a la edad de los pequeños, que les obligara a hacer evidente una idea que puede negociarse en la comunicación por una idea mejor. La inestabilidad de los protoconceptos es una característica que permitiría esta modificación. En la medida en que tengan oportunidad de interactuar con los otros, externalizando las ideas que se han formado respecto al género, podrán reafirmarlas o rechazarlas porque, como ya se ha subrayado a lo largo de este trabajo, el lenguaje es el instrumento mediador entre la realidad y el pensamiento del sujeto. Por su carácter normativo y normalizado, las ideas sobre género rara vez se cuestionan. Ofrecer el espacio de plantear nuevas formas de entender los géneros no es, desde luego, garantía de que se formarán conceptos más precisos y acordes a una realidad que reclama cambios, ya que todo esto toma bastante tiempo. Sin embargo, consideramos primordial que el proceso se ponga en marcha lo más temprano posible con acciones reguladas desde la enseñanza, lo que proveerá de recursos alternativos de autorregulación posterior (Cervantes 2009), esto es, ‘ayudas’ externas que el pequeño pueda internalizar y usar en situaciones que lo requiera. Un principio básico es el uso del diálogo, las discusiones grupales, el compartir ideas incluso por escrito; en este caso, los niños y niñas están en plena adquisición de la lecto-escritura de manera que es imprescindible que usen estas herramientas como medio de comunicación funcional. Se trata de proporcionar otros referentes, sin imponer de ninguna forma formas de pensamiento adulto, dejarles elaborar sus pensamientos y, a través del cuestionamiento, hacer sencillos análisis de posibles respuestas diferentes. Experiencias de mediación coeducativa A continuación presentaremos dos ejemplos de situaciones en las que se trabajan algún problema de la desigualdad de género desde un enfoque de la Psicología Histórico-cultural en un contexto educativo. La primera es alrededor de un cuento titulado Díganle al rey que ya no lo será…a ver qué dice15. La segunda es la lectura de un libro-álbum titulado La princesa de largos cabellos. Fragmento de registro 19 Abril de 2012 El tema de los reyes fue introducido preguntándoles si existen reyes y reinas en la actualidad. Estuvieron de acuerdo en que no, que sólo existen en los cuentos; pero una niña dijo que existió una reina Diana que era muy bonita y salía en las revistas. Así pude comentarles de varios países donde todavía hay reyes. Les narré a manera de cuento cómo surgieron los primeros reyes, platicándoles que no trabajaban y aún así eran muy ricos. Un niño preguntó cómo podía ser así y varios dieron sus hipótesis. Les comenté sobre cómo en Francia se deshicieron de los reyes y a partir de ahí, en muchos países hay presidentes, pero en algunos sigue habiendo reyes que siguen sin trabajar. Les dije que les contaría un cuento sobre un rey. Mientras les contaba el cuento, varios niños y niñas levantaban la mano y algunos hacían comentarios del tipo “qué injusto”, “¿sabes qué haría yo?”, pero les pedí que esperara, porque, 15

Cuento infantil inédito, cuya autora es Silvia Chávez, aborda la situación en que un rey queriendo ser el mejor decide cambiar la forma en que gobierna, pero para hacerlo necesita dejar el reino. No existe un final pues la intención es generar un diálogo con las niñas y los niños, que les permita elaborar su propio final.

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precisamente el trabajo consistiría en pensar en qué harían si fueran reyes o reinas, hasta entonces dejaron de comentar y quedaron muy callados y atentos. Como el cuento no tiene final, ellos/as lo tienen que inventar. Esto es el pretexto para que escriban y luego lean sus respuestas al grupo, con lo que se da la discusión grupal. Fue sencilla la transición hacia el trabajo escrito: estaban deseosos por expresar sus opiniones. La indicación consistía en responder dos preguntas y las razones de su respuesta. Ante la pregunta: Niños y niñas respondieron lo siguiente. ¿Crees que el rey aceptó dejar de serlo y por qué? RESPUESTAS DE NIÑAS RESPUESTAS DE NIÑOS Sí Sí él quiere ser el mejor rey. para que todos vivan felices. para que todos estén felices. no quiere que se mueran (su pueblo). porque él ya aprendió a ser una buena persona. quiere hacer gente feliz. hay mucha, mucha hambre. para no tener más problemas. para hacer a su pueblo feliz. para que todos estén felices les va a dar el dinero. no pueden tener dinero (si sigue el rey). porque él puede empezar de nuevo. para que no pida más dinero (a la gente). ya tenía cinco decisiones (consejos para hacer). molestaría a las personas porque es rico y los pobres no se querían quedar pobres. pero él estaba enojado porque ya no era rey. No No porque es muy, muy, demasiado malo. quería ser rey toda mi (su) vida. para que las personas estén felices el rey les él quería ser el mejor rey del mundo. dará mucho dinero.

Cuadro 2. Invención del final para el cuento. La gran mayoría (16/20) finalizó el cuento diciendo que el rey sí aceptaría dejar de serlo, con razones que coinciden en el descontento del pueblo y la necesidad de su bienestar. Dos niños y dos niñas dijeron que no aceptaría, pero dos de ellos por razones lógicas: el rey es mala persona, lo que se deja ver a lo largo del cuento; y si quiere ser el mejor rey no podría dejar de serlo. En tanto que los otros dos, lo resolvieron de forma más individualista: no dejaría el trono, pero trataría de calmar al pueblo repartiéndoles dinero; y el otro que al parecer se identificó con el personaje y dijo que ser rey era lo que más deseaba. Posteriormente, a la siguiente pregunta contestaron así. Si tú fueras rey o reina y te pidieran que dejaras de serlo ¿aceptarías y por qué? RESPUESTAS DE LAS NIÑAS RESPUESTAS DE LOS NIÑOS Sí Sí para que todos estén felices y que no sean pobres. porque estaría cansada de mandar. porque yo soy una buena persona.

yo soy un buen rey y también porque no quería ser un rey mucho tiempo. son muchos contra mí. para que ya no mande.

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porque pobre gente, que no tiene comida y les daría todo mi oro y no me importaría si me quedo sin nada porque yo quiero que la gente esté bien

porque puedo ver al próximo rey.

yo nunca quiero ser rey. no quiero ser malo. para que todos hagan lo que quieran.

No

No

porque les gritaría “fuera de mi reino”. porque siempre he querido ser reina.

cuando me dan algo les doy un premio. porque ser rey es muy cool. yo les voy a dar un billón de dólares si me descubren. porque es muy divertido. les voy a dar un billón de dólares. porque quiero mandar a alguien. para invitar a todos a mi castillo a vivir.

Cuadro 3. Si fueran reyes o reinas. En esta segunda pregunta, donde se trata de personalizar el caso, las opiniones estuvieron divididas (9 negativas-11positivas). Por escasa diferencia, la mayoría dijo que sí aceptaría dejar de ser rey o reina aduciendo al bienestar de los otros y a razones personales. Destaca la respuesta de un niño: “Son muchos contra mí”, que parece tan lógica y contundente (esto fue después de que comentamos que muchos reyes habían sido derrocados por el pueblo, sin embargo, fue el único que lo tuvo en cuenta). Por otro lado, están las respuestas del resto quienes dijeron que no aceptarían dejar el trono y sus razones fueron invariablemente de tipo personal, ninguno pensó en los otros. Aquí llaman la atención las respuestas de varios niños que sugieren algo parecido a un soborno para evitar dejar de ser reyes: “les voy a dar un billón de dólares si me descubren” o “los invitaría a vivir en mi castillo”, justificando su negativa a cambio de la dádiva al pueblo. Los demás se niegan debido a que es “divertido” y si es un beneficio personal no tendrían por qué dejarlo. Son nueve quienes coinciden en ambas respuestas, tanto en la renuncia del rey del cuento como en la propia hipotética. Y las razones son más o menos las mismas, es decir, hay coherencia en su forma de responder ante la perspectiva del personaje ficticio y su caso. Luego está el caso de una niña y un niño quienes vieron imposible que el rey dejara de serlo (por ser quien era), pero ellos sí dejarían de serlo por la razón del descontento de los demás, es decir, es necesario. Además están también 2 casos, quienes afirman que el rey no dejará su puesto (por ser quien era y porque podría contentar al pueblo con dádivas), e igual su respuesta es negativa en el caso personal, ya que tampoco dejarían sus privilegios [ambos hijos únicos]. Por último está el grupo que cae en contradicción (seis niños y una niña) al responder que el personaje del cuento sí accedería a dejar el trono (para no tener problemas y principalmente en beneficio del pueblo), pero en su caso particular no dejarían el poder justificando el soborno para tener contenta a la gente y por razones de tipo personal “es muy cool, quiero mandar, les gritaría”.

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Lo que aquí vemos es la manera en que estos niños y niñas se enfrentan a la idea de democracia, esencia del constructo de género. La ponderada diferencia entre femenino y masculino tiene su razón en la asimetría que tradicionalmente privilegia al hombre y posiciona en subordinación no solo a la mujer sino a todas las ‘minorías vulnerables’. Esto no es fácil de entender por los más pequeños, pero en discusiones donde se reflejan los protoconceptos que manejan referidos a relaciones de poder y la injusticia que produce, es posible cuestionarlos y problematizar sus ideas. Repetimos que no es garantía de que habrá un cambio, considerando la normatividad que les rodea, pero de forma constante y sistemática, creemos que puede redireccionarse su forma de entender parte de la realidad. Fragmento de registro junio de 2013 Se leyó el libro-álbum como pretexto para la discusión grupal. La lectura les resultó interesante porque toca un tema importante entre los niños y niñas de esta edad, a saber, la relación del cabello con el género. Uno de los rasgos que toman como referente para distinguir a un niño de una niña es precisamente el largo del cabello -como quedó demostrado en otro apartado de este trabajo-. Este cuento hace referencia a una princesa cuyo padre le prohibía que se cortara el cabello ya que sería la razón por la que un príncipe aceptaría casarse con ella. Por su parte, la princesa tiene que tomar una decisión y desobedece al padre liberándose de su condición de princesa al optar por su felicidad. Primero les hice algunas preguntas para verificar la comprensión lectora, donde fue fácil verificar que no hubo problema con entender la trama y las causas del final. Luego se pidió que escribieran la respuesta a tres preguntas de forma individual, que posteriormente se leyeron en grupo para iniciar el diálogo. Las respuestas a continuación. ¿Qué opinas de lo que hizo la princesa? ¿Por RESPUESTAS DE LAS NIÑAS Estuvo bien porque… Tenía el pelo muy largo y no podía hacer nada era demasiado grande para dejar a su padre ella quería ser libre su papá solo quería que no se lo cortara el rey solo quería mucha riqueza era muy inteligente y sabía qué hacer el hombre fuerte se podía casar con ella su vida era más feliz

qué? RESPUESTAS DE LOS NIÑOS Estuvo bien porque… era su decisión así podía ser libre y porque así no tenía que hacer lo que su padre quería se cortó el pelo y se divirtió mucho no quería ser rica y quería ser libre ella quería cortarse el pelo ella quería y su papá le dijo que no quería una vida normal todos pueden hacer lo que sea con su cabello

No estuvo bien porque… Va a dejar solo a su papá. su papá no le dejó cortar el cabello

No estuvo bien porque… no le dijo a su papá por qué se tiene que cortar el cabello porque se escapó Cuadro 4. Opiniones sobre la decisión de la princesa. Como se observa, las respuestas de que reprueban la decisión de liberación de la princesa en las niñas se refieren a la culpa, mientras que en los niños a la desobediencia. Esto significaría que hay

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correspondencia entre el género y las emociones heteronormadas. En cambio, las respuestas positivas muestran argumentos razonables por los que es aprobada la decisión, en ambos géneros. ¿Es justo que a las niñas se les diga que deben tener el cabello largo? ¿Por qué? RESPUESTAS DE LAS NIÑAS RESPUESTAS DE LOS NIÑOS Sí Sí Las niñas, si lo tuvieran corto iban a parecerse como un niño. Se verían feas calvas. A ellas les gusta. Parecerían niños. No No no se vale que los niños sí lo puedan tener ellas deciden o si no sería injusto como quieren y ellas no. pueden decidir como quieran no es justo si su papá la manda como Miss Silvia tiene el cabello corto a veces hay niñas con pelo corto una puede hacer como quiera el cabello no deben tener el pelo largo si no quieren porque ella decide lo que tiene qué hacer y no si no las niñas se enojan castigarla no tiene nada qué ver el cabello y no me es muy extraño tenerlo así (tan largo como en importa ser bonita el cuento), no es justo que sea lo que los hombres digan tal vez ellas lo quieran corto no mandan (sobre su cabello) no se vale porque las niñas tienen su cabello. su corazón se siente mal Cuadro 5. Valoración sobre la imposición del cabello largo a las niñas. Al tratarse de cuestiones de justicia, el grupo de niñas mostró unidad, no hubo una sola respuesta de ellas que apoyara el hecho de obligar a la princesa a hacer algo que le hacía infeliz; no obstante algunos niños todavía mantienen la importancia del cabello como distintivo del género. ¿Crees que las niñas pueden usar el cabello corto y los niños el cabello largo? ¿Por qué? RESPUESTAS DE LAS NIÑAS RESPUESTAS DE LOS NIÑOS Sí Sí No importa el largo del cabello si así les gusta es igual para niños y niñas es justicia Porque yo escojo pueden hacérselo como quieran, si no sería injusto si no quieren tener el cabello largo no deben los niños lo tienen largo algunas veces a veces eso pasa y algunos son diferentes y también de otros países se camuflan los hombres y todos creen que son Kyle tiene pelo largo chicas todos lo tienen diferente porque los niños pueden hacer lo que quieran no tiene nada qué ver a algunos les gusta el cabello largo tienen su decisión

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No No porque los niños iban a parecer como una niña a los niños no les gusta (largo) y las niñas como niños Las niñas se verían feas porque no lo usan así. Cuadro 7. Cuestionamiento sobre el largo del cabello conforme al sexo. A pesar de se trata de un tema agotado en una sola sesión, las respuestas parecen contradecirse de una a otra. Algunos niños caen en contradicción cuando no ligan en la experiencia las situaciones que les plantea una u otra interrogante. Algunos/as todavía se niegan a aceptar el cambio respecto a la que consideran una norma distintiva del género, de modo que la contradicción se refiere a que pueden pensar que es justo que las niñas decidan sobre su cabello, pero en su persona se aferran a lo “normal” para ellos. La siguiente tabla, fue elaborada en lluvia de ideas. Se anotaron las respuestas tal y como las decían, luego se hizo una revisión grupal para borrar aquello que se repetía. Una cosa notoria es que los niños que no tienen hermanas, se les dificulta más encontrar igualdades, no así las diferencias. Lo que se concluyó al final es que las diferencias tienen que ver con las cosas exteriores como la ropa y muchas de esas cosas también son iguales para ambos sexos. Lo que les llamó más la atención fue que el cuerpo en su mayoría es igual para niños y niñas, pero hay ciertas cosas que marcan una diferencia importante, por ejemplo el hecho de que solo las niñas pueden tener bebés y pechos. Sobre el que a los niños les guste la violencia fue discutido y llegaron a la conclusión no a todo, pero sí a la mayoría. ¿Qué cosas hay iguales y diferentes entre niños y niñas? DIFERENTES IGUALES ropa cara peinados aretes zapatos cabello collares puedes tener el pelo corto o largo pintarse las uñas el color de la piel los niños les gusta la violencia uñas nombres pies maquillaje los pantalones perfumes los juegos la piel de las niñas es más suave los libros las voces sentimientos a las niñas les nacen bebés los niños y niñas pueden jugar juntos “bubis” Cuadro 8. Semejanzas y diferencias entre niños y niñas. En definitiva, se puede decir que hay evidencia de cierta movilidad en algunos niños y sobre todo en las niñas, respecto a los protoconceptos sobre género que manejaban antes. Esta actividad se llevó a cabo en junio, después de varias implementadas durante el ciclo escolar y pareciera que el nivel alcanzado por los alumnos avanzó. No consideramos que sean avances definitivos, pero aún así estamos convencidos que la existencia de estos espacios es más deseable que si no los hubiera.

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Conclusiones El espacio escolar es una forma de aculturación también, sistemática e intencionada, donde es posible y deseable potenciar el desarrollo de conceptos más acercados a una cultura de democracia. Empezar por los fundamentos que marcan las diferencias entre los seres humanos es esencial si se quiere la mejora social. La construcción del concepto de género es la base sobre la que se cimenta toda una concepción del mundo. La cultura basada en el género se comunica mediante el lenguaje y demás signos, estos se internalizan y repercuten en los procesos psíquicos y funcionamiento de los individuos que a su vez provocan productos culturales y relaciones sociales a partir de tales productos. Incidir en estos mecanismos es una tarea que corresponde a todos los implicados en la formación de las futuras generaciones con una visión más justa de las relaciones sociales. Bibliografía Bonal, X. (2008) Las actitudes del profesorado ante la coeducación: propuestas de intervención. Graó: Barcelona. Cervantes, J.C. (2009) Desarrollo de protoconceptos históricos. Una propuesta desde la Psicología Histórico-cultural. Guadalajara: Universidad de Guadalajara. Cervantes, J.C. (2011) “El género a través de la Psicología Histórico-cultural”; en José Carlos Cervantes (coord.) El género a debate. Reflexiones teóricas y metodológicas interdisciplinarias. Guadalajara: Universidad de Guadalajara, pp. 49-66. Gira, M. (2002) Aprender a razonar, aprender a pensar México, D.F.: Siglo XXI. Hernández, G. (1998) Paradigmas en psicología de la educación. México, D.F.: Paidós. Jackson, P. (1991) La vida en las aulas. Morata, Madrid. Labastida, J. (2006) “El problema del concepto”; en Pablo González Casanova y Marcos Roitman Rosennman, (coords.) La formación de conceptos en ciencias y humanidades, México, D.F.: Siglo XXI; pp.7-13. Luria, A. (2005) Las funciones corticales superiores del hombre. México, D.F.: Distribuciones Fontamara. REDMAS (2008) Promoviendo procesos de sensibilización y capacitación en género y masculinidad con niñez, adolescencia y juventud. Nicaragua. Schaff, A. (1984) Lenguaje y conocimiento. México, D.F.: Grijalbo. Simón, Elena (2010) La Igualdad también se aprende. Cuestión de coeducación, Madrid, Nárcea. Simón, E. y Cremades, M. A. (2003) “Aprendizaje en las relaciones de género e intervención coeducativa” en Miguel Ángel Santos Guerra (Coordinador) Aprender a convivir en a escuela, Madrid, Universidad de Andalucía/Akal, pp. 41-66. Vygotski L.S. (1979) El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Barcelona: Grijalbo. Vygotski, L.S. (1991) Obras escogidas, tomo I. Madrid: Visor. Vygotski, L. S. (1993) Obras escogidas, tomo II. Madrid: Visor. Vygotski, L.S. (1995) Obras escogidas, tomo III. Madrid: Visor. Vygotski, L.S. (1995a) Pensamiento y Lenguaje, Madrid: Paidós.

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