García Lorca, Jean Epstein y un tercero en concordia

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Descripción

1 Carlos García (Hamburg) [[email protected]]

García Lorca, Jean Epstein y un tercero en concordia [El Maquinista de la Generación 15, Málaga, julio de 2008,28-31; ligeramente actualizado en febrero de 2016.]

Con materiales procedentes de dos archivos españoles y uno alemán, di en 2009 a luz la edición comentada del epistolario entre Federico García Lorca y Guillermo de Torre.1 En el marco de esa investigación descubrí algunos interesantes documentos, incluída una versión desconocida de su conferencia de 1926 sobre Góngora, y varios textos de Torre sobre él. En la presente glosa deseo informar brevemente sobre uno de los resultados de mi investigación, relacionado con el origen de la teoría poética de Lorca, en especial con el cambio que se advierte en ella y en su producción al filo de los años 1925-1926, tal como él mismo relata a Melchor Fernández Almagro en una carta de enero de 1926:2 Estoy seguro que ahora empieza una nueva época para mí. [...] Empiezo a ver claro. [...] me parece que voy naciendo a unas formas y un equilibrio absolutamente definidos.

Hasta ahora se ha venido suponiendo, sin abundar en detalles, que García Lorca leyó y adoptó algunas de las teorías que el poeta y cineasta polaco-francés Jean Epstein (1897-1953) expusiera en La poésie d’aujourd’hui. Un nouvel état d’intelligence. París: Éditions de La Sirène, 1921.3 Se ha insinuado que el vínculo entre Lorca y Epstein podría haber surgido a través de Luis Buñuel, porque éste estaba trabajando a comienzos de 1926 como asistente de Epstein en el rodaje de una película.4 1

Carlos García: Federico García Lorca / Guillermo de Torre. Correspondencia y amistad. Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2009. Véase en esta página mi trabajo “La conferencia de García Lorca sobre Góngora (1926)”. 2

Véase Rafael Lozano Miralles, ed.: Crónica de una amistad. Epistolario de Federico García Lorca y Melchor Fernández Almagro (1919-1934). Granada: Fundación Federico García Lorca / Caja de Ahorros de Granada, 2006, 137. 3

Tanto Maurer (en su edición de las Conferencias de Lorca) como Andrew A . Anderson (1991, 155) relacionan a Epstein con el contenido de la conferencia “Imaginación, inspiración, evasión”. 4

Véanse al respecto las siguientes cartas: de Buñuel a Lorca del 2-II-26 y a León Sánchez Cuesta del 10-II-26 (ambas en Ian Gibson: Federico García Lorca. Barcelona: Grijalbo, 1985, I, 434-435), la de Lorca a su hermano Francisco, de ¿julio de 1926?, la

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De hecho, García Lorca cita poco después a Epstein en uno de los textos clave para comprender su doctrina poétológica: la conferencia “La imagen poética de Don Luis de Góngora”, que comenzó a escribir hacia octubre-noviembre de 1925. Allí dice Lorca: La metáfora une dos mundos antagónicos por medio de un salto ecuestre que da la imaginación. El cinematográfico Jean Epstein dice que “es un teorema en el que se salta sin intermediario desde la hipótesis a la conclusión”.5

Todo parece apuntar, pues, a que Lorca tuvo conocimiento directo del libro de Epstein arriba mencionado. El aserto es, en principio, plausible, ya que el volumen había sido traducido al castellano más de un año antes de que Lorca comenzara a redactar su conferencia sobre Góngora: La poesía de hoy. Un nuevo estado de inteligencia. Carta de Blas Cendrars. Traducción de Carlos María Onetti. Buenos Aires: Jacobo Samet, 1924 (Biblioteca de Filosofía Moderna). A mi entender, sin embargo, Lorca ni leyó ni conoció de primera mano la obra de Epstein, ni en francés ni en esa traducción argentina, ni fue a través de Buñuel que trabó conocimiento con ella.6 Por el contrario, creo estar en condiciones de mostrar que la fuente de Lorca fue Guillermo de Torre, su amigo, corresponsal y editor póstumo. Torre se había ocupado ya tempranamente y en detalle de Jean Epstein en su ensayo “Literaturas novísimas. Problemas teóricos y estética experimental del nuevo lirismo” (Cosmópolis 32, Madrid,

postal de Buñuel a Lorca del 18-VI-26 y la nota en el Epistolario Completo de Lorca (edición de Andrew A. Anderson y Christopher Maurer. Madrid: Cátedra, 1995), 354355. Jorge Urrutia estudia la relación entre los tres en un interesante ensayo: “Federico García Lorca, Luis Buñuel y Jean Epstein, desde la poesía al cine”: El Extramundi y los papeles de Iria Flavia, VIII.31, Iria Flavia (A Coruña), otoño de 2002, 139-164. Aunque el trabajo de Urrutia llegó a mis manos cuando el presente estaba ya casi concluído, me sirvió para comprender mejor algunos contextos y afinar mi percepción. 5

El pasaje de Epstein procede de la p. 135 de su libro, y reza en el contexto original (1921): “Le métaphore est le pivot de l‟induction. Elle est un théorème où de l‟hypothèse on saut à la conclusion sans intermèdiaire. Les termes moyens de la déduction ont été échopés... L‟esprit producteur ne justifie pas de chaînon en chaînon, de maille en maille, sa comparaison. Il voit. Soudainement, d‟un coup. Et n‟insiste plus.” Cristopher Maurer, quien recoge el pasaje en Conferencias I, Madrid: Alianza, 1984, 102, considera, por lo demás, que el mismo libro de Epstein “influirá, también, en „Imaginación, inspiración, evasión‟”. 6

Lorca cita ya a Epstein en su conferencia del 13-II-26, de modo que el contacto con su obra debe haber tenido lugar antes e independientemente de que Buñuel lo conociera en París.

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agosto de 1921, 585-607).7 Traía allí largas citas y glosas de las obras principales de Epstein relacionadas con la poética, en especial de La poésie d'aujour d'hui – incluida la que aquí nos interesa, en pág. 601.8 Torre había trabado conocimiento con el texto de Epstein hacia mayo de 1921, mediante un ejemplar remitido por el propio autor, según confirma una carta de Epstein a Torre, del 26 de mayo de ese año:9 Je vous remercie d‟avance du plaisir que vous me feriez en lisant ce tract où j‟ai voulu défendre, et mieux que défendre, estimar à leur vraie valeur les poètes moderns, aimès déjà, mais à mon sens pas assez, ni assez généralement.

El contacto entre Torre y Epstein había surgido a través de Blaise Cendrars, prologuista del libro de Epstein, y de quien Torre, que se carteó con él cuando menos hasta 1925, venía traduciendo y glosando textos en Grecia, Cosmópolis y otras revistas de la época.10 Probablemente se deba también a su contacto con Torre la contribución de Epstein a La Gaceta Literaria (1927-1928).11 No fue la aparecida en Cosmópolis en 1921, empero, la versión conocida y adoptada por Lorca. (En ese trabajo, Torre traduce a Epstein como sigue: “La metáfora es el eje de la inducción. Es un teo7

Uno de los escasos autores que se ocupan de la atención que Torre prestara a Epstein es Andrés Soria Olmedo: Vanguardismo y crítica literaria en España, 1910-1930. Madrid: Istmo, 1988, 106-110. 8

Torre reprodujo su ensayo, con cambios y agregados, en Literaturas europeas de vanguardia. Madrid: Caro Raggio, 1925, 272 ss. Falta allí, sin embargo, el pasaje en cuestión: Torre elimina el párrafo que en ese artículo se ocupa de la metáfora, porque en el libro dedica al tema un capítulo aparte, del cual me ocuparé más adelante. 9

Preparo la edición de ese breve epistolario, del cual se conservan en un archivo alemán cinco testimonios (con fechas 26-V-21, 22-VIII-21, 20-IX-21, 10-X-21 y una tarjeta sin fecha, que podría ser de 1922). 10

Torre le dedicó a Epstein, además, su segundo “Poema fotogénico”, titulado “Fotogenia”: Cosmópolis, Madrid, junio de 1922, 95; Hélices, 1923, 102. Comentó asimismo otro libro de Epstein (La Lyrosophie) en Cosmópolis 44, Madrid, agosto de 1922 (véase la Bibligorafía). 11

Urrutia (2002, 149) sugiere que la publicación de algunos textos de Epstein en La Gaceta Literaria 43, Madrid, 1-X-29, ocurriera a través de Buñuel. Ello es plausible en ese caso concreto, porque en 1929 Torre se encontraba ya desde hacía dos años en Argentina, pero es menos plausible para la primera publicación de Epstein que hallo en La Gaceta Literaria (N° 24, 15-XII-27). Aunque Torre ya estaba en Buenos Aires desde septiembre de 1927, bien pudo haber dejado antes de marcharse el encargo de que se publicara ese trabajo (“Tiempo y personajes del drama”). Indicio de que este texto de Epstein no llegó necesariamente por intermedio de Buñuel a la revista, da otro de Elie Teriade aparecido en el mismo número: había sido remitido, desde París, por Buñuel a Torre, en febrero de 1927 (tal surge de dos misivas de Buñuel a Torre, de febrero y marzo de ese año, cuya edición igualmente preparo.)

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rema en el que desde la hipótesis se salta a la conclusión, sin intermediario”.) Será en un ensayo titulado “La imagen y la metáfora en la novísima lírica” (aparecido originalmente en Alfar 45, La Coruña, diciembre de 1924, 21), también recogido en su libro, donde Torre reproducirá la frase de Epstein que Lorca citará textualmente en su conferencia (1925, 300-301): Pero además, la metáfora –sigamos a Epstein– es el eje de la inducción. “Es un teorema en el que se salta, sin intermediario, desde la hipótesis a la conclusión”.12 Agrega luego que los términos medios de la deducción se suprimen, la analogía abarca las distancias y las especies; y la demostración no llega a realizarse, puesto que la metáfora lleva en sí su evidencia. En efecto, el espíritu creador del poeta no se compromete a una demostración integral. Se limita a enunciar los términos lejanos y a rasgar con un lírico fulgor instantáneo la posibilidad de su aproximación analógica.

Partiendo de la hipótesis arriba enunciada, solicité al Archivo de la Fundación Federico García Lorca información acerca del ejemplar del libro de Torre sobre la literatura de vanguardia que perteneciera a Lorca; a partir de allí, lo que hasta ese momento había sido una mera hipótesis de trabajo se convirtió en certeza. Me explico: En mayo de 1925, Torre dedicó a Lorca un ejemplar del libro aparecido poco antes (se conserva en la Fundación Federico García Lorca). Sobre la hoja de respeto Torre escribió a plumilla en tinta azul: A Federico, poeta por la gracia de Dios y amigo jovial por el viento de las afinidades. Con un abrazo de Guillermo 24-V-25.

El volumen tiene también marcas y subrayados entre las páginas 297 y 300, así como anotaciones de Lorca a lápiz en la cubierta posterior, con el siguiente texto: Se terminó. Visto. Federico García Lorca El hijito 12

Torre conservará la cita, con un pequeño cambio (“el cual” por “el que”) aún en una revisión muy posterior del texto, ahora bajo el título “Imágen y metáfora en la poesía de vanguardia” (Vigencia de Rubén Darío y otras páginas. Madrid: Guadarrama, 1969, 98), reproducido en Doctrina y estética literaria. Madrid: Guadarrama, 1970, 645.

5 Salvador Dalí Doménech.

Las páginas 297-300 son, precisamente, las que se ocupan del tema “La imagen y la metáfora en la nueva lírica”; la cita de Epstein figura allí, textualmente, en la página 300. Pero, por si fuese necesario, el volumen ofrece aún otra prueba, ya irrefragable a mi entender, de que Lorca se nutrió de él, aunque no lo mencione. En el texto de su conferencia dice Lorca: Después ha escrito Marcel Proust: “Sólo la metáfora puede dar una suerte de eternidad al estilo”.

Pues bien: también esa cita de Proust procede textualmente del libro de Torre – de la misma página 300. Este nimio detalle muestra, de refilón, la importancia del vínculo entre Lorca y Torre, cuyo verdadero alcance aspiré a mostrar en mi libro sobre la correspondencia entre ambos. Aquí me interesa sólo recalcar que Federico García Lorca muy probablemente nunca leyó a Epstein, y que tampoco Luis Buñuel tuvo ingerencia alguna en su conocimiento del tema. Todo lo que Lorca sabe acerca de Epstein y sus teorías ha pasado por el tamiz del libro de Guillermo de Torre. Si Lorca adopta alguna de sus ideas, son sólo aquellas contenidas en los generosos resúmenes que Torre da, entre 1921 y 1925, de las obras de Epstein. Según Ernesto Giménez Caballero (Retratos españoles. Barcelona, 1985), la correspondencia entre él y Guillermo de Torre comenzó el 23-XI-25 con “unos libros de Epstein y una antología de Werner Kraus”.13 El aserto de Gecé es erróneo, porque existen, cuando menos, tres cartas anteriores, pero interesa igualmente, porque muestra que a fines de 1925 Torre estaba haciendo proseliltismo con la obra de Epstein. (Ese epistolario abarca el período 1925-1968. Lo di a luz con María Paz Sanz Álvarez: Gacetas y meridianos. Correspondencia Ernesto Giménez Caballero / Guillermo de Torre (1925-1968). Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2012.) Será el mismo Torre, por lo demás, uno de los primeros escritores jóvenes españoles que se ocuparán del tema “cinema”, cinco y hasta diez años antes de que Buñuel se interesara por él. Recojo en la Bibliografía final una selección de títulos de Torre sobre el cine, que van desde 1916 (!) hasta 1930 (también los hubo posteriores). Creo interesante mencionar, en este contexto, que entre los libros de la antigua biblioteca de Torre se hallaba uno temprano del director de cine, novelista y autor de teatro Louis Delluc (1890-1924): Cinema & Cie. Confidences d’un spectateur. Illustrations de Don, 13

Véase Enrique Selva: Ernesto Giménez Caballero. Entre la vanguardia y el fascismo. Prólogo: Juan Manuel Bonet. Valencia: Pre-Textos, 2000, 80.

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Gesmar, Petitjean, Musidora, Debain, J. Krauss, Lux, etc. París: Bernard Grasset editeur, 1919. Delluc, con quien Torre mantuvo también correspondencia hacia 1922-1923, fue director de la revista Cinéa. Hebdomadaire illustré, que apareció en París en 1923 (había sido fundada en 1921 por Arkady Romanoff bajo el nombre Le Journal du Ciné-Club. Hebdomadaire cinégraphique, luego Cinéa, Hebdomadaire illustré, más tarde Cinea-Ciné pour tous”, después Cina, y finalmente Cinea et Ciné pour tous).14 En la revista, en la cual también colaboró Epstein, publicaban los más importantes teóricos y críticos del cine francés de aquella época. Si alguien en el entorno de Federico García Lorca estaba en 1926 al tanto de lo que venía ocurriendo cinematográficamente en París desde 1920, ese era Guillermo de Torre – el tercero en concordia. Carlos García (Hamburg, julio-diciembre de 2007) Bibliografía Anderson, Andrew A.: “Lorca at the Crossroads. „Imaginación, inspiración, evasión‟ and the „Novísimas estéticas‟”: Anales de Literatura Española Contemporánea 16, Boulder (Col.), 1991, 149-173. Epstein, Jean (1921): La poésie d’aujourd’hui. Un nouvel état d’intelligence. París: Éditions de La Sirène, 1921. Epstein, Jean (1924): La poesía de hoy. Un nuevo estado de inteligencia. Carta de Blas Cendrars. Traducción de Carlos María Onetti. Buenos Aires: Jacobo Samet, 1924 (Biblioteca de Filosofía Moderna). Torre, Guillermo de (1916): “Páginas de la vida. La melodía del cine”: Paraninfo 57, Zaragoza, 12-I-16, 7-8. Torre, Guillermo de (1921): “Cinegrafía: El cinema y la novísima literatura: Sus conexiones”: Cosmópolis 33, Madrid, septiembre de 1921, 98-107. Torre, Guillermo de (1922/06): “Poemas fotogénicos. 1: Color. 2: Fotogenia. 3: En el cinema”: Cosmópolis 42, Madrid, junio de 1922, 94-97; Hélices, 1923, 101-105, con variantes. Torre, Guillermo de (1922/08a): “Interpretaciones y sugerencias. Paul Morand, cosmopolita y cinemático”: Cosmópolis 44, Madrid, agosto de 1922, 324-326. Torre, Guillermo de (1922/08b): “Índice de lecturas: [...] La Lyrosophie, par Jean Epstein [...]”: Cosmópolis 44, Madrid, agosto de 1922, 360-364 (la reseña carece de firma, pero Torre anotó “T.” en su ejemplar personal). 14

También en 1923, Torre citará a Delluc como epígrafe de su poema “En el cinema”: Hélices, 1923, 104.

7 Torre, Guillermo de (1924): “Lo que debe ser el cinema”: Independencia I.20, Puertollano, 20-VII-24 (firma: “The Spectator”). Torre, Guillermo de (1925): Literaturas europeas de vanguardia. Madrid: Caro Raggio, 1925. [El último capítulo se titula “Cinegrafía” y contiene los apartados “Apología del Cinema”, “Cinema y novísima literatura”, “Del poema al film: imágenes visuales” y “Hacia la pintura animada”.] Torre, Guillermo de (1928): “¿Es un arte el cinematógrafo?”: La Nación, Buenos Aires, 12-VIII-28 (domingo; sin firma). Torre, Guillermo de (1929/07): “El cineasta Eisenstein y los nuevos films soviéticos”: Síntesis 26, Buenos Aires, julio de 1929, 243-248 (“Crónicas”). Torre, Guillermo de (1929/09): “Cinegrafía: films de vanguardia”: Síntesis 28, Buenos Aires, septiembre de 1929, 104-108 (“Crónicas”). Torre, Guillermo de (1930/02): “Un arte que tiene nuestra edad”: Síntesis 33, Buenos Aires, febrero de 1930, 219-236 (“Texto esencial de las dos conferencias –a trechos leídas y en otros habladas– sobre cinematógrafo que pronuncié en la Facultad de Ciencias Educacionales de Paraná [Argentina] los días 19 y 20 de noviembre de 1929, con la exhibición -complementaria- de algunos films modernos característicos”); texto reproducido en La Gaceta Literaria 81, Madrid, 1-V-30. Torre, Guillermo de (1930/04): “El „Cineclub‟ de Buenos Aires”: La Gaceta Literaria 79, Madrid, 1-IV-30. Urrutia, Jorge (2002): “Federico García Lorca, Luis Buñuel y Jean Epstein, desde la poesía al cine”: El Extramundi y los papeles de Iria Flavia, VIII.31, Iria Flavia (A Coruña), otoño de 2002,139-164.

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