Gandini, Luciana (2014), Migración y curso de vida: la relación entre el cruce de fronteras internacionales y el proceso hacia la adultez

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Descripción

MIGRACIÓN Y CURSO DE VIDA: LA RELACIÓN ENTRE EL CRUCE DE FRONTERAS INTERNACIONALES Y EL PROCESO HACIA LA ADULTEZ LUCIANA GANDINI*

INTRODUCCIÓN

Este capítulo analiza cómo la interacción de un evento­ transición como la migración internacional.interfiere con el procesode tránsito hacia la vida adulta. Aborda la relación entre eventos­etapas de la vida­migración, así como la me­ diaciónque ejerce el contexto en la toma de decisiones y en el curso mismo de la acción. El objetivo final es contribuir a la comprensión de la complejización de los itinerarios que la actualidad conducen a la adultez, un proceso que es mediadoy modificado por otros eventos y tránsitos, como la migracióninternacional. La migración es concebida como un proceso que implica distintos momentos, en donde el curso de vida de las perso­ nas, entre otros factores, interviene en la modelación de cada · unode ellos. Como todo evento, tiene un impacto diferencial en los individuos de acuerdo con la etapa de la vida en la que tenga lugar. Se parte de la premisa de que la sucesión de eventos previos condiciona la experimentación delcruce

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* Doctora en ciencia social con especialidad en sociología por El Colegiode México. [105]

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de fronteras, al tiempo que el periodo en el que éste ocurré incide en la estructuración del curso de vida subsiguiente. Las reflexiones que se presentan se realizan a partir, del análisis de trayectorias de migrantes argentinos haci~ dos contextos de recepción: Ciudad de México Y Madrid Estas trayectorias corresponden a la oleada de emigración argentina más reciente, que salió huyendo de la crisis que se materializó a fines de 2001. La situación de desventajat acumuladas que culmina en dicha crisis constituye un fenómeno estructural de tal envergadura que potencia posibilidad de emprender el cruce de fronteras. La migraciói] aparece en el horizonte de posibles eventos a ser experimers tados en el itinerario vital, cuando antes no lo era o se la contemplaba de manera menos generalizada. , 1 La decisión de migrar se encuentra mediada no solo por el tiempo histórico y coyuntural de crisis, sino tambié,~ por la ubicación en determinadas etapas del curso de vid~. En este capítulo se comparan dos grupos analíticos: el p:r mero de ellos conformado por quienes migraron en una etaP.a inicial del curso de la vida ( CVI) y comienzan a exper imentej las transiciones hacia la adultez, de manera que este pr ~ ceso se encuentra en ciernes al momento de emprender el cruce de fronteras internacionales; y el segundo grupo es~a compuesto por quienes emprendieron dicho proceso cqn antelación a migrar, encontrándose en pleno tránsito a la adultez, por lo que pueden ser ubicados en una etapa me· dia de la vida ( CVM). El presente trabajo se basa en la experiencia investig] tiva realizada para mi tesis doctoral (Gandi~,i, 2012! Y nutre de la misma.1 Mediante la roconstrucción de b1ogi¡a·, fías, en dicho trabajo se estudió el proceso de incorporaciql

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laboral de los migrantes argentinos en los dos contextos de recepción mencionados. El presente capítulo se estructura en seis secciones. Comienza con una reflexión sobre el proceso de paso hacia la adultez y el papel de la migración internacional. Segui­ damente, se presenta una contextualización del caso que se estudia: la migración de Argentina en los albores del si­ glo xxr. Las secciones tres y cuatro analizan la incidencia de la migración en los dos grupos de análisis: CVI y CVM; y la quinta sección reflexiona sobre la impronta que otorga el contexto. Por último, en las consideraciones finales se r'esaltan los principales hallazgos del trabajo. LA MIGRACIÓN Y EL PROCESO DE TRANSICIÓN HACIA LA VIDAADULTA

En las últimas cuatro décadas, la perspectiva de curso de viaa (Elder, 1974, 1998; Elder, Johnson y Crosnoe, 2003; Elder y Giele, 2009) ha sido adoptada, particularmente por estudios sociodemográficos, como un enfoque atractivo y fructífero en la medida en que propone un abordaje con­ ceptual que posibilita afrontar el problema macro­micro en la investigación social. A pesar de que desde entonces existen trabajos que abordan temáticas relacionadas con la migración y la integración de los migrantes desde esta óptica, su desarrollo es aún limitado (Wingens et al., 2011). Su adscripción ofrece una opción analítica atractiva que permite rescatar la temporalidad del proyecto migratorio y la complejidad de las esferas que se entrelazan en el mismo. Los eventos y transiciones que confluyen con la migración van dando vida al entretejido de las propias trayectorias y nutriendo de sentido a dicho proyecto. ­·­Aunque el vínculo analítico entre migración y curso de 1 Una primera versión de este trabajo se presentó como ponencia, vida todavía tiene mucho terreno por explorar, los orígenes en el V Congreso de la Asociación Latinoamericana de Población, Mo\ de sus antecedentes pueden rastrearse en algunos estudios

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tevideo, Uruguay, del 23 al 26 de octubre de 2012.

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clásicos sobre migración. 2 En un conocido estudio de Masse~· et al. (1989) se presenta un análisis de la relación de lg,§ etapas del ciclo de vida familiar, la edad y la posibilidsj; de migrar de los miembros de las familias. 3 Los autor~~ encuentran que cuando los hijos crecen, se incorporan ~­ mercado laboral y se independizan del hogar, las necesid ·{. des familiares disminuyen, por lo que la presión económica para migrar también desciende. Aun cuando este trabaj·, etnográfico se abocó al estudio de la emigración en cuat~·~ comunidades mexicanas, la idea de que la migración tien un papel en las estrategias de supervivencia famili~res:if que se encuentra estrechamente relacionada con el ciclo Cl' vida de la familia ha sido extensamente aceptada. . . 'I De forma general, se ha encontrado que la movilidad residencial suele incrementarse como consecuencia de dete · minados eventos a lo largo del curso de vida (Rossi, 1955~"' algunos de los cuales se han revelado más influyentes pa~a la adopción de la decisión de migrar en relación con el m mento de la vida por el que transitan. En particular, pa:t·a los jóvenes y adultos jóvenes que comienzan la formación profesional o terciaria, la movilidad ha sido asociada a l' adquisición de un (primer) trabajo y la formación de unions (Mulder, 2003; Wagner, 1989).4 • , La decisión de partir del lugar de residencia habitu '· se encuentra mediada no sólo· por el tiempo histórico.á

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coyuntural de crisis, sino también por la ubicación en dis­ tintas etapas del curso de vida (Mulder, 2003; Mulder y flooimeijer, 1999; Montes de Oca et al., 2011), vinculación que se desprende del análisis de la sucesión de aconteci­ mientos en cada trayectoria de vida, al tiempo que es ex­ puesto verbalmente en prácticamente todos los relatos de los entrevistados en esta investigación. Las repercusiones de un evento o transición en el desarrollo de una persona son contingentes y dependen del momento de la vida por el que se transita (Elder, 2002). De manera que un mismo suceso, como la migración, tiene efectos muy diversos en la vida de quienes lo experimentan según la edad y las circunstancias en las que se encuentre al ocurrir dicho acontecimiento (Blanco, 2O11). Además de la relación entre eventos determinados y la migración en cada etapa de la vida, ésta también promue­ ve o retrasa la experimentación de otros acontecimientos sucesivos. La migración tiene un impacto diferencial en los individuos dependiendo del momento del curso de vida en el que tenga lugar (timing) (Ryder, 1965). La sucesión de eventos previos condiciona la experimentación del cruce de fronteras, al tiempo que el momento en el que la salida tiene lugar incide en la estructuración del curso de vida subsiguiente (Ariza y Oliveira, 2001). Además, las diferencias también se expresan en la mane­ ra en que los actores perciben cada etapa de la vida. La forma en que dicho evento es pensado y resignificado se transfor­ 2 A principios del siglo pasado, el trabajo de Thomas y Znaniecllj (2006 (1918­1920]) utiliza un abordaje de curso de vida al analizar a l!i ma con el paso del tiempo. Las acciones y sus interpretacio­ migrantes polacos que llegan a Estados Unidos estudiándo el cambñ nes se ven influenciadas por el curso de la temporalidad, por social a partir de la relación entre las historias de vida de los migrant1.· lo que el sentido otorgado al proyecto migratorio se encuentra y la sociedad de acogida. r permeado por la concomitancia del tiempo social y biográfico, 3 La perspectiva de curso de vida surge comouna posición crítica a I $ nociones de ciclo de vida individual y familiar, utilizadas en ese traba~ tanto en el momento de ocurrencia como en el periodo en el 4 En una etapa más avanzada de la vida, el retiro laboral (Kan, 1999­, (ll!e el evento adquiere sentido, aquél en el que se reflexiona el surgimiento de enfermedades, la viudez (Walters, 2002) y las sepai~ sobre el mismo y se puede suministrar una versión narrada ciones o divorcios incrementan las posibilidades de movilidad (Feijtenj (Leclerc­Olive, 1997). 1



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van Ham, 2007; van Ham, 2007).

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Diversos eventos del curso de vida son de gran irnpoj] tancia para comprender la migración en las biografías i dividuales (Mulder y Hooimeijer, 1999). En cierta medida porque el curso de vida está moldeado por las institucione. muchos eventos son típicos de determinadas etapas del e . so vital y se extienden a través de los años (Mayer, 2004~ Por tal motivo, la interrelación entre diversos eventoi y la migración se modifica en etapas distintas de la vi.,a de las personas. '~. Una forma de profundizar en esta relación es a par~:·. del examen de la biografía previa, la transición­ migraciónj la trayectoria posterior, hilando la secuencia de decisionesjl acciones emprendidas a lo largo del proceso de la vida (pqv~ dependency) y la manera en que las dimensiones histórica. contextuales la moldean. En otras palabras, la consideraciój de la etapa del curso de vida en la que tiene lugar la mig~~ ción fomenta una comprensión más exhaustiva del sentide que se le otorga y la manera en la que se llevó a cabo. Definir la etapa que corresponde a la "juventud" no e tarea sencilla, no sólo porque casi por definición constituJ:Jk; una etapa de paso (de la adolescencia a la adultez) y, p©.t~ tanto, su delimitación suele ser residual, sino tambiéf porque históricamente ha sido concebida de diversas m~· neras, con textualmente se vive y se concibe, diferente ~i además, la etapa de juventud ha sufrido transformaciones estructurales en las sociedades contemporáneas. Partic;tj· larmente en las sociedades industrializadas, pero tambiá en las demás­aunque con patrones socialmente desigualg (Mora y Oliveira, 2009)­, existe un reconocimiento de l prolongación de esta etapa, consecuencia de un conjunto · e· cambios institucionales, económicos y culturales: extensi9n del periodo de formación educativa, retraso en el ingreso ... trabajo y en el proceso de emancipación, conformación d una familia y en el acceso a la parentalidad. La conjunció ' de estos procesos ha incrementado la desestandarizació ~'

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de las trayectorias transicionales y, consecuentemente, su multiplicidad (Stauber y Walther, 2006). Desde el campo de la sociodernografía se ha estudiado la transición a la adultez a partir de un conjunto de eventos que ocurren por primera vez en la vida de las personas. Los marcadores sociales clásicos de este paso son: la salida del hogar de origen, la salida de la escuela, el ingreso al mercado laboral, la conformación de una unión conyugal y la llega­ da del primer hijo. Desde la perspectiva del curso de vida suele analizarse la temporalidad y el orden de ocurrencia de esos sucesos, la existencia de un modelo normativo y en qué medida los casos de estudio se apartan o no del mismo. ·' Desde esta óptica, la relatividad y ambigüedad que rodea al concepto de juventud responde a .que aun cuando pueden identificarse y analizarse dichos eventos, el pasaje hacia la adultez no es una transición sincronizada y predetermi­ nada, lo que genera que muchas personas se encuentren en­estados difusos de transitoriedad (Calves et al., 2009; Antoine y Lelieve, 2009). Algunos de estos eventos tienen Iugar y otros no ­y es posible que nunca acontezcan­. Otros, incluso si ocurren, pueden suceder de manera parcial o ser reversibles y no necesariamente implicar un pasaje formal 5-un cambio de estatus significativo (Villeneuve­Gokalp, 1994; Bozón, 2002), y dar lugar a múltiples trayectorias de tíl:)e yo­yo (EGRIS, 2001; Gaviria, 2011). ·:i~'. En un esfuerzo por atender a esta "borrosidad" aludida, fa estrategia utilizada para la identificación de jóvenes en distintas etapas del proceso de transformación en adultos se·•basó en un análisis de los eventos clásicos, reconocidos como marcadores socialmente significativos del paso a la adultez y, complementariamente, de los elementos subjetivos que los protagonistas manifiestan acerca de los mismos. La consideración de la voz de los actores sobre dichos eventos permite comprender si su ocurrencia (o falta de la misma) ha sido deseada o no. Atender la subjetividad puede ayudar

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a distinguir entre umbrales realmente verdaderos y no tanfü (Calves et al., 2009). En la conformación de los dos grupos de análisis, la eda~ no constituyó el criterio central para su definición sino qu: se adoptó una estrategia de jerarquización de eventos en di'. tintos dominios de la vida. En primer lugar, se consideraron eventos relacionados con el mercado de trabajo: ingreso· consolidación de la trayectoria. El motivo de esta preferej¡¡. cía obedece a que la oleada más reciente de migración .q Argentina es esencialmente económica y la forma en la q •.e se expresa ­así comolos motivos que la originan­ es labo., (por lo que éste constituyó un eje central en la investigad doctoral de la que deriva este trabajo).5 En segundo lug se tuvieron en cuenta la ocurrencia de­üramsiciones en otr~ _ dominios: salida de la formación escolar (finalizaciórrf abandono); independencia del hogar de origen y autononú económica; formación de una unión conyugal; tenencia . e hijos; disolución de uniones y conformación de segundas] posteriores uniones. De acuerdo con dichos criterios quedaron definidos l;: grupos de análisis de la siguiente manera: el de las persona que migraron en una etapa inicial de la vida (cVI) se caract riza por tener intentos pocofructuosos de ingreso al merca ·e laboral, ya que en todo su itinerario premigratorio (entre 3, 6 años de duración) no se consigue una incorporación establí sino experiencias de trabajo temporales, ad honorem, s·! remuneración salarial regular. En relación con los dema dominios de la vida, se distinguen por no haber experimeí · tado la mayoría de las transiciones hacia la adultez: vivíiÍ. · en el hogar de origen, sin uniones conyugales ni hijos. ' Los que migraron en una etapa media de la vida (e ·, 1 habían ingresado al mercado de trabajo entre 7 y 16 añ]

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antes de la migración, por lo que al momento de su ocu­ rrencia habían acumulado una considerable experiencia laboral. Todos habían comenzado el tránsito hacia la adul­ tez (en la medida en que han experimentado alguno(s) de los eventos considerados) pero con cierta asincronía en­ tre· los distintos dominios de la vida. Mientras unos ha­ bíanavanzado paulatinamente en tal proceso, otros exhibían ámbitos de la vida en donde dicho paso se había estancado, a pesar del deseo manifiesto por lograrlo por parte de los entrevistados. Esto se expresa fundamentalmente en que, tras múltiples intentos, no logran independizarse del hogar de origen o ser autónomos económicamente; algunos, lue­ go de muchos años de noviazgo no pueden formar una unión conyugal por mantener compromisos económicos con sus padres; otros establecen su hogar conyugal en el de sus . progenitores. · ,¡, A continuación se analiza a cada uno de ellos, previa .introducción sobre el contexto socioeconómicoque propició la salida de argentinos que se toma como caso de estudio. LA MIGRACIÓN RECIENTE ARGENTINA

Dediversas formas y con estilos diferenciados, Argentina lle­ va la impronta de la migración en su sociedad. El crecimiento gel país y de la sociedad tuvo como pilar a la inmigración. Esta ha sido sinónimo de movilidad social y crecimiento. Los procesos migratorios están asociados a la constitución misma de la nación (Devoto, 2004; Novick et al., 2005) y formanparte de la identidad nacional. Millones de europeos +,principalmente italianos y españoles­ fueron acogidos por ~ha Argentina "aluvial" desde antes del siglo xx, muchos de elloso sus descendientes son los que en años recientes han . regresado al viejo continente o se han ido hacia otras partes. 5 En particular, porque las transformaciones en el mundo del traba¡ El origen de los flujos hacia Argentina cambia a mediados han sido unas de las más fuertes en los años precedentes a la últinla del siglo pasado, cuando comienzan a llegar inmigrantes de oleada migratoria.

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la región, principalmente desde países limítrofes, fenómeno que, con fluctuaciones, sigue presente hasta la actualidad, Por su parte, los episodios de emigración han estada presentes en la historia del país aunque de forma esporádic~· (Mármora en Dandan, 2002), vinculados a hechos y épocas. concretos ­la migración de profesionistas e irrtelectua les, conocida como "fuga" de cerebros y el exilio político­­ e,' los cuales lo más grave no han sido las dimensiones de lo' flujos sino su velocidad. En los albores del presente siglo, 1 emigración adquiere relevancia por la novedad que signific~ en el contexto de los movimientos de población en Argentini y la conformación del actual escenario global de las migraci@., nes. Se trata de una emigración esencialmente económicsi en un contexto de fuertes cambios estructurales asociadosd un deterioro generalizado del bienestar de la población.6 La:' oleadas de emigración anteriores fueron cortas y masivaé pero el escenario de crisis y la amplificación que ha teriidl ésta son inéditos: en un año se fue la misma cantidad et personas que en el pasado lo hizo en diez años. La década del noventa coloca al país en el escenarif mundial a partir de la apertura externa producida por J liberalización de inversiones y capitales financieros, corolarf :·

Las dimensiones de este fenómeno se ilustran en un artículo perip.' dístico de 2002 con el siguiente dato: la población de argentinos que vi. fuera del país constituye un stock de 600 000 personas, y se conformóco ' o resultado de cincuenta años de crecimiento (Dandán, 2002). Actualmente; en poco más de tres años (entre 2000 y 2003), se fueron 193 030 persona~ es decir, una tercera parte de ese total que llevó décadas "acumulaf (Actis y Esteban, 2007; Novick y Murrias, 2005), Lelio Mármora (en Da dan, 2002) sostiene que en ninguna de las emigraciones anteriores qu · tuvo el país hubo una tasa de desempleo tan alta como en este mo~~~ to. En los años setenta, la tasa de desempleo era de apenas del 47\i, ~ comienzos de 2000 se observaba un 22% de desocupación que afectad especialmente a la clase media. Con este nuevo perfil de expulsados ec'0 nómicos, Argentina se incorpora por primera vez a un proceso que otrq países conocen desde hace décadas. 6

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de las exigencias del nuevo modelo global, de la nueva divi­ sión de trabajo internacional, así como de la implementación de las reformas estructurales que impregnaron de un nuevo signo a la economía y a la sociedad. Aunada a la consuma­ ción de este nuevo modelo, la inserción del país a la esfera global ocurre por medio de los movimientos de población que se unen al proceso migratorio mundial, fenómeno que ha ,tomado una relevancia extrema a nivel planetario (Castles y.Miller, 2004; Arango, 2007). La sociedad argentina no había participado, con excep­ ción del periodo de la dictadura militar, en los procesos de migración internacional como emisora y ahora se une al concierto de las naciones que lo conforman, asemejándose a la mayoría de sus pares latinoamericanas. La salida de argentinos en esta coyuntura ha sido una de las vías por las que la sociedad argentina ha respondido a los procesos de transformación social de las últimas décadas (Castles, 2001, 2010; Schuerkens, 2005). La opción por la emigración se convirtió en una alternativa en el curso de vida, hasta entonces casi inexistente. MIGRAR CUANDO NO HAY NADA QUE PERDER

Las edades del grupo de entrevistados clasificados como CVI oscilan entre los 20 y 35 años, de manera que sus cohortes de nacimiento corresponden al periodo de 1977­1988 y los episodios de migración tuvieron lugar entre los 18 y 31 años. Bn general, han terminado sus estudios en Argentina aunque algunos de ellos comenzaron o continuaron su formación en ros países de destino. Este conjunto de personas se define por no haber experi­ mentado, con antelación a la salida de Argentina, las típicas transiciones hacia la adultez, motivo por el cual sienten que no tienen que asumir compromisos muy fuertes con ellos mismos (laborales, personales, educativos) o con otras

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personas (familiares, conyugales). La condición de soltería y de tránsito por una etapa temprana de la vida influye en que la migración se conciba como una decisión poco riesgosa_ Existen pocos condicionantes, queda mucho por vivir y, e!Ji tal caso, "volver a empezar" puede no ser tan costoso conr9· para quienes se encuentran en otros momentos de la vida. Tal percepción sobre el momento de la vida por el que transi• tan los coloca ­como ellos mismos explican­ en un momenjg apropiado para salir del país, vivido como oportuno, com~ una etapa "correcta". ' En general, su incursión en el ámbito laboral comiem»; en Argentina, si bien se trata de trayectorias con duracionsl no muy extensas: entre tres y nueve años. En los segmento~ premigratorios destacan dos tipos de inserción laboral. Eri primero refiere a inserciones laborales tempranas asociadsí a la necesidad de trabajar para poder estudiar o la incorpi:i. ración al trabajo sin lugar para el estudio. Aunque la ded,l. cación laboral suele ser de tiempo completo, las condicione de trabajo no son buenas: corresponden a espacios laborale~ precarios y en muchos casos dentro de negocios familiares. El otro tipo de inserción es la situación predorninanf y corresponde a la existencia de segmentos en situación d~ desempleo y episodios laborales aislados de corta duración ­en ciertos casos posteriores a la culminación de los est ·. dios­, evidenciando la dificultad a la que se enfrentan pa~ el logro de inserciones propicias. Estos intentos se vincula a trabajos ad honorem en condiciones de precarieda& con inserciones asalariadas que no se corresponden con s · · formación u oficio. Generalmente son complementadas co trabajos por cuenta propia en los cuales sí logran ejercer s s profesiones u oficios. '· Los inicios en el mercado de trabajo suceden a medí · dos de los años noventa, cuando las principales reforma estructurales habían sido puestas en marcha y sus reperc · siones en el ámbito laboral ya eran evidentes. Entre está!

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últimas se encuentran: fuerte incremento del desempleo y del subempleo, la ampliación del periodo de duración del primero, el constante aumento de las condiciones precarias de trabajo, altos niveles de rotación, las dificultades cre­ cientes de los jóvenes· para insertarse laboralmente a los que se suman las nuevas modalidades contractuales por tiempo determinado tras la reforma en la legislación labo­ ral a inicios de esa década (contrato de trabajo por tiempo determinado, contrato de práctica laboral para jóvenes, eontrato de trabajo­formación). La reconstrucción de la trayectoria laboral a través de la secuenciade eventos que experimentó este conjunto de perso­ nas permite caracterizar los segmentos pre y pos migratorios en ese dominio. Sin embargo, en la concepción del ingreso en la vida laboral como un marcador clásico del paso hacia la adultez es posible que no sea suficiente la consideración de si entró o no al mercado de trabajo. Introducir factores subjetivos aporta elementos adicionales que permiten in­ cluir situaciones menos convencionales y desenmarañar el impacto que tiene en el paso hacia la adultez la progresiva incorporación al mundo del trabajo a lo largo de un proceso de .reajustes sucesivos hasta el logro eventual de la estabilidad profesional (García Borrego, 2007). ~· · En relación con este dominio, los integrantes de este gru­ ·P@mencionande forma reiterada los intentos frustrados de incorporación exitosa al mercado laboral en Argentina ("no liabia tenido un trabajo en serio", "siempre había trabajado ea negro"),el no logro de una inserción acorde a la formación {'~él diseño era un hobby, trabajaba de administrativa"), las dificultades para la obtención de una remuneración a las tareas laborales ("nunca había cobrado un sueldo completo"), así' como la necesidad de crecimiento y desarrollo laboral­ J!>.rofesional ("necesitaba prosperar, crecer... y no podía"). Algunasvoces manifiestan la imposibilidad de trabajar para s0lventar sus estudios.

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La idea extendida es que los intentos y tipos de inserl ciones laborales premigratorios habían sido poco fecundosd no permitían vislumbrar oportunidades de cambio hacia 1t futuro. El ambiente incitador del contexto y de la coyuntun ·" fue un aliciente de importancia para los más jóvenes. La cr]: sis económico­social que azotó al país es identificada como ,. evento que impidió el arranque de sus trayectorias laborales Otra forma de aproximarse a la relevancia que un event~ laboral tiene para quien lo experimenta es considerando ~. peso e interpretación que el propio entrevistado le otorga. E:, tal sentido, buena parte de quienes migraron en una etapa inicial del curso vital ubican al primer trabajo important.é· que han tenido dentro los contextos de destino (figura 14 Notoriamente, hay una significativa concurrencia tempera entre este evento y la migración, por lo que la transiciéí que produce el cruce de fronteras internacionales pareo, expresarse en el dominio laboral. Este reconocimiento de la importancia del trabajo en lo~ destinos se explica, de acuerdo con los relatos, por el tipo d~ inserciones que consiguen en el mercado laboral receptor: so:· empleos más estables y con mayor cercanía con su formaciói u oficio que lo acontecido con antelación a la migración. D: · tal forma que la centralidad en este dominio es otorgad·, más que al evento que marca la entrada a la vida del trabé jo como punto de quiebre, a la conquista de cierto grado ,· · estabilidad o logro laboral. : En relación con la trayectoria escolar predomina ~ru' situación de finalizar los estudios antes de emprende la migración. Generalmente coincide con la imposibilida:> de insertarse en el mercado de trabajo tras la obtención d' un título terciario. En otros casos, la inserción laboral e. requisito para poder estudiar o terminar de hacerlo. Est,1 situación, aunque ocurre antes de la migración (casos 10, 1­'•'4 17), para varios es posible sólo con posterioridad a la misnt¡ (casos 1, 6, 12, 16, 17). il ~

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Además de lo que ocurre en la vida laboral y escolar, en este grupo de entrevistados la migración es, en gran medida, un evento concomitante con otros de primera ocurrencia. El evento que sobresale es la salida del hogar paterno/materno, acontecimiento que había tenido lugar únicamente en muy .pocos casos ­aquellos en donde la realización de sus estudios requirió un cambio de residencia (figura 1)-. En sentido estricto, la salida del hogar no siempre es un anhelo desea­ do sino que se trata de un evento que ocurre en inevitable simultaneidad con la migración. Así, para unos buscada y. para otros simplemente enfrentada, la emancipación es común a prácticamente todo el conjunto y, las más de las veces, vivida como un reto de gran envergadura. Sin embargo, la secuencia que se aprecia con más fre­ cuencia es el paso del hogar de origen a la cohabitación en viviendas compartidas con otros pares (conocidos o no), una dinámica frecuente entre (jóvenes) migrantes. La impor­ .tancia que clásicamente se le ha dado a este evento en la transición a la vida adulta se relaciona con la adquisición de mayores responsabilidades, mayor autonomía e independen­ cia ­o en términos generales, con la incorporación a la esfera pública­, situaciones que ocurren con una gran variabilidad ­ea­dichos arreglos de convivencia. La conformación de hoga­ ses propios (en soltería o en unión) generalmente comienza a surgir tras un tiempo de residencia en los destinos. La simultaneidad de la migración con la conformación d..~:uniones es una situación menos frecuente, la ocurren­ eiade esta última suele ser posterior, si es que tiene lugar. La llegada de hijos es un evento poco común entre quienes :iJfi?1'aron en una etapa incipiente del curso de vida, y para 1qnienes tuvo lugar su ocurrencia fue temporalmente muy cercana al momento de observación. ., De acuerdo con la secuencia y la naturaleza de los eventos Q_ servados, es posible que para este conjunto de personas la migración haya dinamizado el proceso de iniciación a la vida

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Figura l. Línea de tiempo de trayectorias adulta. La distancia con la familia de origen y el acceso a u,rt .. de migración de personas de cvi trabajo remunerado propicia el comienzo de la autonornís­, independencia económica (Pascalis, 1992; Antoine y Leliew_ ~ r r r ~ ~ ~ r r ~ · Añocalendario 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 oo 01 02 03 04 05 06 01 os 09 ' 2009). Sin embargo, este tránsito desde la familia de origel[ hasta la formación de una familia de reproducción puede 1 ~· no ser conclusivo. Además de las dinámicas de convivenoíj 18 ÉE TE * 2 mencionadas, luego de la migración tienen lugar episodiej 3 18 EE AE * 18 EE 4 TI TE * de uniones que, tras un relativamente breve lapso de tiern:, 5 ~NI. il!ll!l!llllllllJlllllllllll!lll!lf!lllllllll po, se disuelven (casos 6, 8, 9, 12, 14, 17, 22). La diversidá ~ !·~ ' ·AE.. AE 6 18 EE * .. EE, de tipos de cohabitación con una pareja sentimental n"e '; ¡..:~, ' PE 7 19 EE· ·* necesariamente es el preámbulo de una consolidación má:· TE· 18 EE; Tj 8 formal. En estos casos, un umbral teóricamente simbólico' }:~t.:; 18 EE 9 ff TEii _TE ifuM •• ha sido cruzado, pero no se ha consolidado por un evens ~\!.· RN · 10 18 EE/TI N TE subsiguiente (Calves et al., 2009). ·t 17. 11 En concordancia con el análisis de eventos presentadq 12 19 # N ff AE para este conjunto de personas la migración es vista com,: 19'EE · *, TE 13 una ventana de posibilidad para el despegue de sus itiner~­ 12 TI 14 rios de trabajo y para iniciar el camino hacia la adultez. J;;' •. ·' •. '. TE TI e·.; M 15 19· * ' EE anterior en la medida en que se entiende como una oport ! 14. 16 EE nidad de crecimiento y maduración, y como una experienci.~, AE······­ 19 EE Ti 17 AE de vida para la realización de diversas cosas: viajar, conoctl', 18 otra cultura, enfrentarse a los retos de la vida cotidiana \e 19 19 RN,fl ~·T·E~; 18 TI EE '· forma autónoma. Para muchos fue el impulso para "dej ·, .. , 20 19 # .R-!B ·,L. el nido", conquistar la independencia económica y del hogil:11 21 20 EÉ TI. TE materno/paterno. 1 (.,...

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''Y lo que hice en mi cabeza fue buscar motivos por los cual~ 'no' y no encontré ( ... ). Era joven y sin compromisos" (Rafaéi.

México). "Ya no tenía nada que perder, o sea ya no tenía nada. Buerl' en ese momento estaba con mi novia pero esa situación mis : Lo mismo puede decirse de la situación que se advierte en mucho de estos jóvenes que se encuentran en situación de desempleo en el lap~ posterior a su titulación. Aunque han salido de la escuela, dicho paso ~ los ha habilitado para el logro de una ocupación en el mercado de trabaii 7

Nota: El número en el lado izquierdo de las trayectorias indica la edad ese momento. Las trayectorias comenzaron a graficarse desde el mo­ ­lliento que tiene lugar alguno de los eventos considerados en el análisis: EE(comienzaestudios), AE (interrumpe estudios), TE (termina estudios); TI (primer trabajo importante),* primeras inserciones en el trabajo; N:.(comienzo noviazgo), RN (ruptura noviazgo); U (unión), C (matrimo­ Íiio),S (separación o divorcio); H (hijo); M (migración), R (retorno). r~!

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DESAFÍOS Y PARADOJAS

MIGRACIÓN Y CURSO DE VIDA

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[el desempleo]llevó a que dijéramosque no va más, porqueYa: evento "casi sin riesgos" ­en tanto no era mucho lo que se no era ni bueno para mí ni para ella" (Mateo,Madrid). ', ponía en juego­, genera varios cambios en el curso de vida "Terminabala carrera, nohabía nada que me atara a quedarlll;_¡; que son recibidos con aquiescencia. En esta etapa inicial del curso de vida, el logro y la satis­ muchoen Argentina, al final digo:bueno, al final si vuelvoy. me quedosin trabajo, digo, soyjoven,me podré movery hace} facción de los intereses personales se muestran particular­ wente importantes, debido a que obtener la independencia lo que quiera" (Gael,CVI, Madrid). -l "La verdad que lo hice por la oportunidad y por vivir la exp - de los padres y vivir la propia vida constituyen motivos c~Jltrales para migrar ­evento que generalmente coincide riencia" (Carla, México). _,1• "Bueno,yo había terminado la carrera ( ... ) me quería sal~fi con la salida del hogar materno/paterno (Da Vanzo y Kobrin, un poquitode ese camino pautado ... , nunca había trabajad,9 !;982; Monsutti, 2007)­. El alcance de mayor autonomía, bien en mi vida prácticamente, entoncesya estaba como4 i.l,:ldependencia económica y crecimiento profesional son los pocoharto de ser nene de papá y mamá( ... ). Creo que tambiérl lp~ros que más se reconocen como conquistas fructíferas y hubo alguna que otra, aunque meruborice¿no?,pena amorosa¡ que otorgan satisfacción. en esta etapa, los recursos (risas), necesitaba olvidarun pocoy, bueno, comoque quería ,,, Además, característicamente ~conómicos suelen ser escasos y frecuentemente el nivel de probar un tiempo, a ver qué pasaba (Pablo, México). 'J. vida es relativamente bajo. En tal escenario, conseguir un in­ ;¡¡ gr.eso asociado a un trabajo propio resulta lo suficientemente Existe un reconocimiento extendido de que la migración j1Jlportante como para valorar positivamente la migración, ha sido el evento gestor de otros, permitiendo el despegue d~ sus itinerarios, con independencia de la trayectoria laboral más allá del tipo de trayectoria experimentada o del nivel que hayan tenido (más o menos "exitosa"). En este conjunto ge ingresos obtenido (Mulder y Clark, 2000). En particular, de personas hay una total coincidencia en esa identificación el hecho de conseguir un trabajo estable, relacionado con su en tanto que las expectativas que compartían asociadas a &9.rmación o de cobrar un sueldo sistemáticamente­más allá la migración han sido alcanzadas. Los proyectos migrator deltipo de remuneración que otorgue­ genera satisfactores en el ámbito laboral. ­ ríos son diversos ­vinculados a variados elementos moti, i
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