GANA EN PERU ALAN GARCÍA A PESAR DE MUCHOS

GANA EN PERU ALAN GARCÍA A PESAR DE MUCHOS
La política es la herramienta para transformar lo imposible en realidad,
pero es sólo una herramienta, no lo puede hacer ella por si sola, necesita
de brazos que la ayuden a lograr el objetivo.
Fernando Álvarez Simán*
http://mx.geocities.com/feralvarezsiman/
El grado de madurez política de una nación se alcanza cuando la capacidad
de juicio de su población con capacidad electoral, le permite ver más allá
de las simples promesas transitorias y esta en capacidad de identificar
elementos que atenten contra la libertad y la democracia.
Lo acontecido en Perú el día 4 de Junio, es una clara muestra de hasta
donde una sociedad puede hastiarse de las dictaduras militares o civiles y
de la violencia de la extrema izquierda. La victoria del candidato del APRA
(Asociación por la Revolución Americana), Alan García Pérez, en la segunda
vuelta electoral por sobre el candidato de la extrema izquierda el militar
retirado Ollanta Humala se traduce en un rechazo contundente de la
ciudadanía de la nación peruana, hacia los discursos basados en el odio, el
clasismo, la violencia y la división de las sociedades que representa el
pensamiento neo-marxista de América Latina, del cual Humala es uno de sus
más acérrimos exponentes. García ganó con 55% de votos frente al 45% de su
rival, superando con más de un millón de votos la amplia ventaja que le
llevaba el militar peruano en la primera vuelta al resultar victorioso con
30, 6% contra 24,2 % del candidato Aprista. Pero en la segunda vuelta del
domingo pasado, García subió más de 30% mientras que Ollanta solo logró un
15% adicional a su primer resultado
¿A qué se debe ese amplio triunfo Aprista? ¿Es solo el fracaso de Ollanta o
el rechazo al intervencionismo de Chávez, tal como afirmó el Presidente
Electo peruano? Los efectos de las preferencias y confrontaciones del
Presidente Chávez no se han dado solamente en el Perú. Hemos visto en las
ultimas semanas como electores de América Latina entraron en pánico por la
amenaza de posibles triunfos del populismo intervencionista inspirado en la
expansión del modelo Venezolano, y el rechazo a que pueda repetirse en sus
países el ejemplo Boliviano de Evo Morales. En el fondo, los candidatos no
identificados con el eje (Chávez-Castro-Evo) se sienten profundamente
agradecidos por el intervencionismo de Chávez en las elecciones de sus
respectivos países, ya que la denuncia de la injerencia de Chávez cambió
radicalmente las opciones de candidatos nacionalistas por el sólo hecho de
que pudieran parecerse al modelo autoritario venezolano
El candidato del partido aprista fundado hace 82 años, que en 2001 fue
derrotado por Toledo por estrecho margen, fustigó con energía la
intromisión del presidente venezolano Hugo Chávez en el proceso electoral.
"El único derrotado es quien creyó que con sus millones iba a imponer un
modelo militarista y retrógrado, es quien pretende expandir una forma de
dominación y dictadura. El pueblo peruano lo ha rechazado (…). Que sepa que
aquí no queremos mandones ni militaristas", dijo en clara alusión a Chávez.


En México, los insultos contra el Presidente Vicente Fox (Cachorro del
Imperialismo), y las denuncias de injerencia Venezolana ayudaron al
candidato del PAN Felipe Calderón. Hasta el candidato del PRI Roberto
Madrazo criticó a Chávez por su injerencia, logrando que el propio
candidato de izquierda Andrés Manuel López Obrador se distanciara de
Chávez. En Colombia, Horacio Serpa quien se definió como Chavista enterró
al Partido Liberal. La salida de Venezuela de la Comunidad Andina de
Naciones, del G de los 3, ratificó el respaldo abrumador a la reelección
del presidente Álvaro Uribe y las fuerzas Conservadoras aliadas con los
Estados Unidos. En Costa Rica, el triunfo del Social Demócrata Oscar Arias
y su inmediato respaldo a la firma de los Tratado de Libre Comercio con
Estados Unidos es un síntoma del nuevo giro de los resultados electorales.
La ausencia de Chávez en la toma de posesión muestra el malestar por la
opción de los costarricenses.
Alan García ganó porque las bases democráticas representadas los más
variados partidos rechazaron el modelo militarista. Pero el verdadero reto
del nuevo Presidente es el de que pueda interpretar los ideales de la
alternativa democrática mayoritaria que espera solucione a los graves
problemas sociales del Perú en libertad, vigencia del Estado de Derecho y
diálogo con todos los sectores, tal como anunció en sus palabras ante la
Nación.
Aun tomando en cuenta la nefasta gestión de Alan García como presidente,
durante el quinquenio 1985-1990, plagada de corrupción, de desaciertos en
materia económica, signada por la violencia de la guerrilla. Su opción se
presentaba como una tabla de salvación para continuar la vida en
democracia, para garantizar el desarrollo económico que la administración
del Presidente Alejandro Toledo puso en marcha desde su ascenso al poder en
2001. Los viejos fantasmas de la dictadura de extrema izquierda del General
marxista Juan Velasco Alvarado (1968-1975), de quien Humala se declaraba
ferviente seguidor, los más nuevos recuerdos de la autocracia impuesta por
Alberto Fujimori (1990-2001) y su infalible sicario Vladimiro Montesinos, y
la violencia sufrida a lo largo de décadas por las agrupaciones
guerrilleras de extrema izquierda Sendero Luminoso y Tupac-Amaru, hicieron
que los votantes de las zonas urbanas se volcaran a las urnas en abierta
preferencia por la opción García, en detrimento de la dictadura de carácter
comunista que de haber alcanzado la presidencia, habrían establecido Humala
y sus colaboradores.
Pero no se trata de una completa derrota para Humala, si se tiene en cuenta
que su carrera política data de apenas un año y que logró imponerse en 14
de las 25 regiones del país. Esto resultado implica que García afrontará un
gobierno difícil. Los partidarios de Humala, además de dominar en más de la
mitad del país, obtuvieron en los comicios de abril una representación
parlamentaria de 45 diputados frente a los 36 del (APRA) de García.
Humala, un ex comandante del ejército que se inició en la política a mitad
de 2005 y emprendió una campaña proponiendo reformar el sistema democrático
excluyente para las mayorías pobres de este país, ha conseguido en tiempo
extraordinariamente breve sacudir el orden tradicional de la política
peruana. García recibe así un clarísimo mensaje de las poblaciones andinas
mas empobrecidas.

Perú le dijo no al comunismo, no al militarismo, no a la revolución cubana,
no a la ingerencia del Chavismo y apostó, a pesar de sus defectos, por la
democracia, por un gobierno que garantice el respeto a las libertades, a la
vida humana, a la dignidad y a la preeminencia del poder civil sobre los
uniformes y sobre las ideologías mezquinas y falsas.
El capital de García proviene en su mayoría de ciudadanos de las
principales ciudades de la costa, mientras los votos del coronel retirado
Humala proceden sobre todo de ciudades y aldeas del medio rural. García
consigue por segunda vez la jefatura del Estado, casi 16 años después de
terminado un mandato caracterizado por lamentables resultados económicos, a
pesar de un primer impulso inicial revolucionario que incluyó el no pago de
la deuda externa al Fondo Monetario Internacional y la estatización de la
banca. Le toca ahora a Alan García demostrar que no es el mismo político
irreflexivo y visceral de hace dos décadas, que los años pasados en el
exilio, el aprendizaje a partir de los errores cometidos y la enorme
responsabilidad que los votantes han colocado sobre sus hombros, lo han
transformado en un líder maduro y preparado para afrontar el reto de guiar
a su nación por los caminos de la prosperidad, alejado de los viejos
postulados populistas que llevaron al APRA al foso de su existencia
política en los tempranos años 90, el tiempo lo dirá.

…"No podemos fallar ni defraudar", dijo recientemente Alan García. "Este no
es un día triste pero tampoco de júbilo y victoria fácil, sino de
contrición cristiana y política porque yo sé que no hemos recibido un
cheque en blanco", agrego poco antes de presentar su programa de gobierno…

*PROFESOR INVESTIGADOR DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIAPAS