Gallos, labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talayótica balear.

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Descripción

FERNANDO PRADOS MARTÍNEZ Y FELICIANA SALA SELLÉS (EDS.)

EL ORIENTE DE OCCIDENTE FENICIOS Y PÚNICOS EN EL ÁREA IBÉRICA

VIII EDICIÓN DEL COLOQUIO INTERNACIONAL DEL CEFYP EN ALICANTE

UNIVERSITAT D’ALACANT CENTRO DE ESTUDIOS FENICIOS Y PÚNICOS (CEFYP) INSTITUTO UNIVERSITARIO DE INVESTIGACIÓN EN ARQUEOLOGÍA Y PATRIMONIO HISTÓRICO (INAPH)

Este libro ha sido debidamente examinado y valorado por evaluadores ajenos a la Universidad de Alicante, con el fin de garantizar la calidad científica del mismo.

Publicacions de la Universitat d’Alacant 03690 Sant Vicent del Raspeig [email protected] http://publicaciones.ua.es Teléfono: 965 903 480

© los autores, 2017 © de esta edición: Universitat d’Alacant

ISBN: 978-84-16724-45-1 Depósito legal: A 104-2017

Diseño de cubierta: candela ink Composición: Marten Kwinkelenberg Impresión y encuadernación: Guada Impresores

Esta editorial es miembro de la UNE, lo que garantiza la difusión y comercialización nacional e internacional de sus publicaciones.

Reservados todos los derechos. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra.

ÍNDICE Prólogo......................................................................................................... 11 Carlos G. Wagner El Oriente de Occidente. La VIII Edición del Coloquio Internacional del CEFYP en Alicante................................................................................ 13 Fernando Prados Martínez y Feliciana Sala Sellés FENICIOS EN EL ÁREA IBÉRICA Desmontando paradigmas. Fenicios y Púnicos en el Oriente de Occidente..................................................................................................... 25 Carmen Aranegui y Jaime Vives-Ferrándiz Las defensas y la trama urbana del Cabezo del Estaño de Guardamar. Un encuentro fortificado entre fenicios y nativos en la desembocadura del río Segura (Alicante)................................................ 51 Antonio García Menárguez y Fernando Prados Martínez Nuevos datos en torno a la presencia fenicia en la Bahía de Mazarrón (Sureste Ibérico).......................................................................... 79 María Milagrosa Ros-Sala Los Almadenes y la cuenca del río Mundo, un modelo de paisaje cultural para la Protohistoria albacetense.................................................. 105 Víctor Cañavate Castejón, Feliciana Sala Sellés, Francisco Javier López Precioso y Rocío Noval Clemente

El poblado fortificado del Castellar (Villena, Alicante)............................ 129 Marco Aurelio Esquembre Bebia y José Ramón Ortega Pérez Control y defensa del territorio de la Penya Negra (Crevillent, Alicante): los fortines de «Les Barricaes» y «El Cantal de la Campana».............................................................................................. 155 Julio Trelis Martí y Francisco Andrés Molina Mas La Loma del Boliche (Cuevas del Almanzora, Almería): Fenicios e indígenas en una necrópolis orientalizante del sureste........................... 177 Alberto J. Lorrio Cortijo Riquelme y los orígenes de la presencia fenicia en el sureste peninsular................................................................................................... 209 José Luis López Castro, Víctor Martínez-Hahnmüller, Laura Moya Cobos y Carmen Pardo Barrionuevo PÚNICOS EN EL ÁREA IBÉRICA El Bajo Segura hasta la II Guerra Púnica. Nuevas investigaciones.......... 233 Lorenzo Abad Casal, Feliciana Sala Sellés y Jesús Moratalla Jávega La Illeta dels Banyets de El Campello. Algo más que un unicum ibérico........................................................................................................ 257 Manuel Olcina Doménech, Adoración Martínez Carmona y Feliciana Sala Sellés Una ciudad bárquida bajo Lucentum (Alicante). Excavaciones en el Tossal de Manises.................................................................................. 285 Manuel Olcina Doménech, Antonio Guilabert Mas y Eva Tendero Porras

Un hipogeo con dromos escalonado de tipología fenicio-púnica en la desembocadura del Segura.................................................................... 329 Bienvenido Mas Belén, Feliciana Sala Sellés y Fernando Prados Martínez Las defensas de Cartagena en la Antigüedad: las murallas de la acrópolis en los siglos iii y ii a.C........................................................... 347 José Miguel Noguera Celdrán, María José Madrid Balanza, María Victoria García Aboal y Víctor Velasco Estrada Giribaile. Una plaza fuerte cartaginesa en el contexto de la ocupación bárquida del Alto Guadalquivir............................................ 385 Luis María Gutiérrez Soler, José Luis López Castro y Víctor Martínez Hahnmüller EL CONTEXTO MEDITERRÁNEO Estructuras urbanas fundacionales de época fenicia en el castillo de Ibiza....................................................................................................... 405 Joan Ramon Torres y Marco A. Esquembre Bebia Gallos, Labrys y campanillas. Elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica balear.............................................................................. 433 Joan C. de Nicolás Mascaró La integración de las comunidades fenicias de la península Ibérica en el imperio romano. Un análisis poscolonial......................................... 465 Francisco Machuca Prieto La Carteia púnica (San Roque, Cádiz). Aproximación al estudio de la urbe y su territorio (vii-ii a.C.).......................................................... 483 Helena Jiménez Vialás

La nueva muralla púnica de Carteia (San Roque, Cádiz). Investigaciones del Proyecto Carteia Fase II (2006-2013)....................... 509 Juan Blánquez Pérez, Lourdes Roldán Gómez y Helena Jiménez Vialás Tra Huelva e Cartagine: possibili testimonianze della coppellazione dell’argento nella Sardegna centro-orientale............................................. 537 Raimondo Secci COMUNICACIONES Y PÓSTERS Análisis microespacial del templo ibérico de La Escuera (San Fulgencio, Alicante) Un edificio singular en los albores de la segunda guerra púnica........................................................................... 549 Raúl Berenguer González Una colección de exvotos de terracota procedentes de la Cova de les Meravelles (Gandia, València)............................................................. 573 Joan Cardona Escrivà, Miquel Sánchez i Signes y Josep A. Ahuir Domínguez La influencia fenicio-púnica y su reflejo en el ámbito religioso de la Oretania.................................................................................................. 587 Cristina Manzaneda Martín Íberos de Qart Hadasht: Cives Novae Carthaginis.................................. 609 Rocío Martín Moreno y Enrique Hernández Prieto La granada: usos y significados de una fruta de Oriente en Occidente.... 625 Octavio Torres Gomariz Los amuletos egiptizantes de Villajoyosa (Alicante): la tumba n.º 5 de la necrópolis de Les Casetes, un caso excepcional.............................. 641 Aránzazu Vaquero González

GALLOS, LABRYS Y CAMPANILLAS, ELEMENTOS SIMBÓLICOS DE LA RELIGIÓN PÚNICO-TALAIÓTICA BALEAR Joan C. de Nicolás Mascaró Institut Menorquí d’Estudis, CEFYP

La presencia de figuraciones exóticas como el gallo, pequeñas reproducciones de un viejo símbolo mediterráneo y próximo oriental como el hacha de doble filo o labrys, junto con la utilización de campanillas de bronce entre los objetos rituales y simbólicos del ambiente funerario de la cultura talaiótica balear hacia finales de la Edad del Hierro, permite rastrear el trasfondo del pensamiento religioso fenicio-púnico entre las manifestaciones religiosas de la protohistoria insular pese a que algunos de esos mismos elementos, el gallo o la bipenne, a diferencia de las campanillas, son representaciones de nula o muy escasa presencia en los principales enclaves del mundo fenicio púnico occidental. Gallos, labrys y campanillas son solo tres de los múltiples elementos que pueden ser analizados desde la perspectiva del mundo fenicio-púnico en la cultura talaiótica tardía. Esta selección que pudiera parecer caprichosa responde en primer lugar a la necesidad de dar a conocer objetos inéditos que puedan enriquecer el conjunto de la información disponible y por otro lado presentar determinados aspectos de la cultura talaiótica de forma conjunta en las dos islas, Mallorca y Menorca, como experimento previo para una labor de mayor alcance que contribuya en la medida de lo posible a comparar, personalizar e interpretar la proyección del mundo semita en cualquiera de los ámbitos de la cultura talaiótica.

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«Gallos en la cámara de la muerte» Con este atractivo título se han estudiado dos hallazgos excepcionales entre los numerosos objetos votivos de la protohistoria de las islas Baleares. Son los gallos de cobre o aleación de este metal recuperados a mediados del siglo pasado en la necrópolis de la Edad de Hierro de «Cometa dels Morts», en Escorca, Mallorca (Gual, 1993, 93-94, n.º 68 y 69). Esos gallos, totalmente ajenos a las tradiciones iconográficas de la cultura talaiótica de las Baleares, han sido interpretados como objetos de prestigio depuestos en las exequias de uno o dos individuos que conocían bien el imaginario semita del gallo como ave de marcado simbolismo solar que despierta a los dioses al alba y reclama así su atención para facilitar el complejo proceso del tránsito del difunto hacia el Más Allá. Por ello, serían individuos baleáricos que habrían participado del mundo cultural y religioso semita en sus desplazamientos o estancias fuera de las islas por motivos militares o comerciales o individuos foráneos implicados en el proceso de interrelación económico y cultural de los ambientes fenicio-púnicos con las comunidades talaióticas (Guerrero, López Pardo, 2006, 220-221). A los dos gallos mallorquines hay que añadir desde ahora mismo un tercer gallo en el entorno de la cultura talaiótica hallado fuera de contexto en el poblado de Torre Vella d’en Lozano, de Ciutadella, en Menorca, conservado en una colección particular. Ligeramente mayor que los mallorquines el gallo menorquín presenta una actitud más pausada y estática, frente a la fiereza que parece deducirse de la posición de ataque de los mallorquines que más bien parecen gallos de pelea pero, sin duda, fundido con la misma finalidad ritual o, quizás, apotropaica. Los gallos baleáricos han sido fundidos a la cera perdida y ofrecen muestras evidentes de trabajo en frio a la hora de destacar las plumas del cuerpo y, particularmente, de la cola, mucho más esbelta y desarrollada en el gallo menorquín que, sin duda, ha sido tratado con más realismo, mostrando también con más detalle las patas y fuertes espolones. Mientras que los gallos de Cometa des Morts están fundidos con una pequeña placa del mismo metal en la que apoyan sus patas, el menorquín de Torre Vella d’en Lozano, de 77 x 70 x 25 mm., muestra claramente el remache de las patas a una plaquita metálica horizontal dispuesta sobre una varilla casi vertical de unos 40 mm. de longitud en la que también se ha conservado un pegote de forma cónica, fundido en plomo que es atravesado por la varilla de cobre o bronce y cuya función no es otra que facilitar la posición vertical de la figurilla adaptándola a un soporte que podía ser natural, piedra o repisa con cavidad para alojar el exvoto, o diseñado específicamente para esa finalidad.

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Al ave se le ha atribuido un significado psicopompo, de origen fenicio, tal como aparece representada en el friso de «la diosa alada» del monumento turriforme de Pozo Moro, Albacete, y también en el mosaico de cantos rodados de Cerro Gil, Iniesta, Cuenca, ligeramente más moderno, del siglo –v, donde una diosa alada, la representación de Astarté, transporta sobre sus alas sendos gallos, claras alusiones al transporte del alma por la divinidad astral al alba, al despuntar el sol, que es cuando se conceden los favores divinos, el mejor momento para solicitar la resurrección por la favorable disposición de los dioses, cuando las almas son más fácilmente aceptadas como candidatas a la resurrección (Guerrero, López Pardo, 2006, 219-220). Las representaciones de gallos son muy numerosas en el norte de África, básicamente relieves de estelas y pinturas en diferentes épocas y en diferentes ambientes culturales desde hipogeos líbio-púnicos, haouanet, otras tumbas púnicas y mausoleos romanos cerca de las orillas mediterráneas hasta en pinturas del Tassili n’Ajjer. Esa variedad en el tiempo y en el espacio ha generado un cierto debate sobre la interpretación de su significado como víctimas para el sacrificio, representación del alma del difunto en su trasiego post-mortem, símbolo de varias divinidades fenicias, como Tanit y también Eshmun. Aunque se encuentran argumentos para todas esas funciones queda clara la vinculación del gallo con el mundo de la muerte como protector y vigilante de los muertos, de los mausoleos y de los hipogeos, garantizando con sus amenazantes atributos y armas: pico, cresta y espolones, la tranquilidad del difunto (Camps, 1992, 35-37 y 48; Prados Martínez, 2008, 188-191 y 234; 2012, 137, con amplia bibliografía). Las célebres últimas palabras de Sócrates antes de probar la cicuta: Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que págaselo y no lo descuides, junto a las abundantes representaciones de gallos pintadas en diversos soportes del entorno funerario etrusco, griego y romano, además del mundo fenicio-púnico, son buenos indicadores de la importancia del ave en el ritual de la muerte o como ser de ultratumba en el ámbito mediterráneo, sin dejar de lado la presencia de huevos de gallina en las tumbas e, incluso, los muy numerosos restos óseos de Gallus gallus en muchas sepulturas de la necrópolis de Villaricos, a menudo dispuestos en el interior de huevos de avestruz (Ruiz Cabrero, 2004, 115-116; 2007, 117-118; 2010). Independientemente del significado preciso del gallo dentro del ritual funerario fenicio-púnico lo cierto es que aparte de los relieves en estelas y las pinturas de tumbas, las representaciones muebles de gallos en los ambientes funerarios fenicio-púnicos son muy escasas, se reducen a placas de cerámica con relieves y a vasos rituales que adoptan la forma del ave, como los hallados en Ibiza, ampliamente divulgados (Guerrero, López Pardo, 2006,

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216-217, fig. 2), y a un sola figuración del ave en bronce asociada a una serpiente en posición de ataque, formando parte de un probable mango de espejo de la necrópolis de Douimès en Cartago (Delattre, 1897, 81-82, fig. 47). Conocidas las posibilidades y las realizaciones de la metalurgia talaiótica y particularmente de Mallorca donde entre otras figuraciones son frecuentes las de toros y cuernos además de palomas vinculadas con santuarios o yacimientos funerarios (Gual, 1993, 26-32 y 61-94) y, considerando la inexistencia de paralelos en el ámbito del Mediterráneo occidental, cabe pensar en una producción local de los gallos baleáricos aunque falte información explícita. En cuanto a la funcionalidad del gallo menorquín su hallazgo fuera de contexto en un lugar de hábitat no aporta información significativa, quizá pudiera relacionarse con el taller de fabricación de la pieza o con la provisión para su posterior deposición ritual en una tumba. Sobre su cronología nada puede añadirse aunque en relación con el rico ajuar que acompañaba a los gallos mallorquines de Cometa des Morts, en el Museo de Lluc, cabe reseñar un dato poco conocido que indicaría la utilización del depósito funerario cuando menos en el siglo –vi, la presencia de una pátera de bronce etrusca de borde perlado del tipo Tarquinia, como las que transportaba el pecio de Capo d’Enfola en la isla de Elba y otras conocidas en el sur de Francia y también en el yacimiento de Peña Negra de la Sierra de Crevillente (Albanese Procelli, 2012, 3-4, fig. 2) Labrys, símbolos divinos mediterráneos y del próximo oriente Labrys, bipennes, o hachas de doble filo en miniatura, de cobre o aleación de cobre son elementos bien conocidos de la cultura material post-talaiótica balear desde que Émile Cartailhac publicara en 1892 las primeras referencias poco precisas sobre algunas de Mallorca y de Menorca así como el primer dibujo. Siempre ha sido difícil de explicar cómo un antiquísimo símbolo de fertilidad y de regeneración de origen mediterráneo y próximo oriental alcanza lánguidamente el Mediterráneo occidental al cabo de muchos siglos y renace con cierta potencia en el peculiar mundo baleárico. La idea parece que se incrusta en la cultura talaiótica junto con otras palpables influencias del mundo fenicio-púnico aunque en este caso desconocemos los pasos intermedios, tanto que, incluso y a contracorriente, se ha puesto en duda (Balaguer, 2005, 256-257) en base a falta de evidencias probatorias y a la inexistencia de labrys en Ibiza. Cierto es que aparte de su inexistencia en Eivissa tampoco, o apenas, hay labrys como las baleáricas ni en las necrópolis tunecinas ni en

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las sardas pero a menudo se olvida que no son totalmente inexistentes en el mundo fenicio-púnico occidental ya que aparecieron dos de plata en la necrópolis del faro de l’ile de Rachgoun en la costa argelina (Vouillemot, 1965, 85), y que no son desconocidos en la necrópolis almeriense de Villaricos ejemplares de bronce en varios enterramientos de los grupos C y D (Astruc, 1951, 34-35, lám XVI, nota 158), con alguna muestra en Motya, hachitas en miniatura con orificio de suspensión utilizadas como amuletos, probablemente labrys partidas (Titone, 1964, 126, fig. 34) y en algunas necrópolis de los alrededores de Tánger, cerca del Cabo Espartel: Aïn Dalhi y Djebila (Ponsich, 1970, 148, pl. XLIX). En relación con las bipenne de Villaricos Miriam Astruc consideró que eran importadas sin precisar de donde, mencionando algunos paralelos bibliográficos de hallazgos en Grecia, y varias piezas en ambientes fenicio-púnicos de Cerdeña, de plomo en Nora y de plata en Tharros, además de algunas de oro procedentes de Alcalá del Rio, en Sevilla, en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid (Astruc, 1951, 174). El doble triangulo afrontado a modo de diábolo o reloj de arena y la bipenne o hacha de doble filo con mango son signos de larga tradición en la escritura fenicio-púnica (Mederos, Ruiz Cabrero, 2004-2005, 376) que aparecen con cierta frecuencia como grafitos en el fondo externo de vasos y páteras de barniz negro del siglo –v o –iv en las necrópolis de Cartago (Delattre, 1890, 37) como puede verse también en varios ejemplares expuestos en el Museo Nacional de Cartago en la colina de Byrsa. Primero el triangulo como representación de la vulva y posteriormente el doble triángulo afrontado en vertical, reloj de arena, o en horizontal, diábolo o mariposa, como figuración de la Diosa, juegan un papel simbólico de regeneración en múltiples culturas prehistóricas europeas, atlánticas y también mediterráneas con sus respectivas islas desde el neolítico tanto en decoraciones pictóricas como grabadas en cerámicas y otros elementos muebles como en la piedra de monumentos y cuevas. Aunque su origen debe ser paleolítico llega con plenitud de contenido a momentos más tardíos de la Edad del Bronce y de la Edad del Hierro (Gimbutas, 1989, 239-243). En el centro de Francia, en múltiples yacimientos funerarios o en depósitos de objetos metálicos amortizados, se la ve aparecer en forma de apliques de bronce ornamentales como en el depósito de Amboise, unos veinte ejemplares, de finales de la Edad de Bronce, hacia –950 (Cordier, 2002, 18, fig. 8, 6-11). La bipenne de la Edad de Bronce, en su doble variante de reloj de arena o de diábolo aparece como figuración de la Diosa de la Muerte y la Regeneración, según Gimbutas en su iconografía de mariposa, asociada desde sus primeros momentos al toro, al bucráneo o a las astas del animal, se manifestará con plenitud en el arte

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minoico y seguirá apareciendo en el micénico estando también presentes entre los motivos decorativos del Protogeométrico y del periodo Arcaico en Grecia (Hawkes, 1968, 131, lám.16; Gimbutas, 1989, 273-275). En Creta aparece la bipenne en manos de las sacerdotisas o las diosas o colocada encima de sus cabezas, asociada muy a menudo a los cuernos de consagración u otras figuraciones del toro divino cuya mitología y función en el culto apenas se conoce aunque su omnipresencia confirma la importancia de su función religiosa entero o en sus partes principales consagrando los recintos y todo su contenido (Eliade, 1975, 184). El mismo Eliade señala que Arthur Evans, el excavador de Cnosos, entendía la labrys, término que utilizó por vez primera, como un emblema que simbolizaba la unión de los principios complementarios masculino y femenino, y asociada con el toro esa función parece adquirir todo su significado de fertilidad y generación. La coexistencia de ambos símbolos hasta la saciedad en el palacio de Cnosos, su excavación de la llamada tumba de las dobles hachas en Isopata, una de las necrópolis al norte de la ciudad, que además de tumba calificó como santuario de la Diosa Madre (Evans, 1914) o su presencia masiva en otros yacimientos como la cueva santuario de Arkalochori, con cientos de pequeñas bipennes de bronce, veinticinco de oro y ocho de plata, parte de las cuales pueden verse hoy dia en el museo cretense de Heraklion, son algunos de los casos más significativos de la importancia ritual del hacha de doble filo en Creta. El hacha de doble filo aparece en un área muy amplia fuera de Creta. Se encuentra durante el Paleolítico en Iraq, en Tell Arpachiyah, junto a una diosa desnuda. En el norte de Iraq y en Siria es atributo del dios babilónico Nergal, divinidad ctónica y guerrera cuyo culto está bien documentado y de donde pasará a la Anatolia hitita y neohitita. En Fenicia y Samaria se documentan templos dedicados al culto de Nergal y sus representaciones blandiendo el hacha de doble filo, identificándose frecuentemente con otros dioses semitas de función parecida como Resef y Melqart, Chusor e incluso puntualmente con Eshmun y Baal. Esa identificación y su desarrollo en las ciudades de Tiro y de Sidón promovió la expansión a occidente del culto a Nergal cuyo trasfondo parece estar presente en el monumento funerario de Pozo Moro (López Pardo, 2009, 44, 55-60) y justificaría la presencia de diversos objetos en los que se representa a divinidades armadas con hachas de doble filo caladas o no y a menudo con pileus o bonete frigio, como en las llamadas navajas de afeitar de varias tumbas de Cartago, las hachettes en la vieja terminología de Delattre, en la necrópolis cercana a la colina de Santa Mónica y en la nécropole des Rabs (Delattre, 1906, 14, fig. 16), el sello de un anillo de la necrópolis de Bordj Djedid en la misma ciudad o el escarabeo

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4257 del Museo de Ibiza de la necrópolis del Puig dels Molins, con motivo idéntico al que aparece en piezas de Akko (Fenicia), Pafos (Chipre) y Tharros (Cerdeña), (Fernández, Padró, 1982, 126-127, n.º 44). Aunque parece haber consenso en que el hacha de doble filo en el mundo fenicio-púnico es atributo común a varias divinidades sin que el instrumento tenga que definir una función específica de la divinidad como ha manifestado C. Bonnet parece que los dioses fenicios helenizados etrusquizados y romanizados Nergal-Melqart-Herakles y Chusor-Hefaistos-Sethlans-Vulcano son los que llegan a occidente de forma más generalizada y a menudo en simbiosis tal como parece deducirse del debate de los especialistas acerca de la iconografía presente en una de las emisiones monetarias de la serie I, de Lixus, del siglo –ii, muy parecida a otra de Hippo Regius en cuyos anversos aparece la imagen barbada o no del dios, tocado con birrete cónico y asociado al símbolo de la bipenne (Callegarin, Ripollés, 2010, 155-156 y Mora Serrano, 2013, 163-164, con amplia discusión). De gran interés es la pintura del hanout tunecino de Kef-el-Blida en la que aparece un barco que se ha considerado fenicio con siete u ocho tripulantes armados y un personaje alzándose sobre la proa blandiendo una bipenne que parece agredir a otro personaje con casco crestado dispuesto en posición horitzontal, nadando o más bien volando en el océano superior. La cronología, quizás entre los siglos –vii y –iii, y la interpretación de esta pintura, única en su riqueza de detalles ha provocado un intenso debate que difícilmente podrá cerrarse pero que sin duda hay que situar en el amplio mundo de la religión y de la escatología fenicia (Camps, Longerstay, 2000, 25-27). No entraremos a detallar el papel de la labrys en la Europa prehistórica, en Grecia y particularmente en Etruria como objeto de intercambio y con función monetaria así como su representaciones simbólica como objeto religioso y objeto de prestigio en el área etrusca (Balaguer, 2005, 251-252) para detenernos con más profundidad en un ambiente más cercano y próximo al balear como es el sardo y no solo por una cuestión geográfica. El gran santuario sardo federal de Santa Vittoria de Serri, en una meseta a poco más de 20 kilómetros al norte de Cagliari, en la Cerdeña montana, donde a finales de los años 20 del pasado siglo Antonio Taramelli excavó la denominada Capanna della Bipenne, un templo circular de unos siete metros de diámetro abierto al gran Recinto delle feste o delle reunioni y contiguo al mercado forse per l’intima connessione tra comercio e la divinitá garante del negozio donde se rendía culto a la labrys, representada por una gran hacha bipenne de bronce de 27 cms. de largo dispuesta sobre una pilastra de piedra calcárea al pie de un altar.

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La bipenne, según Taramelli, «potevano costituire una «sacra bipenne betilica, alla quale entro il recinto si prestava il culto con riti e sacrifici dei quali si videro le traccie». La excavación del templo proporcionó, efectivamente, junto al altar un gran cúmulo de cenizas con los restos de animales ofrecidos en holocausto y de ágapes sagrados: huesos de ganado vacuno, suido y ovino junto a moluscos marinos, berberechos y mejillones principalmente, además de cerámica y monedas púnicas una de las cuales con cabeza de Tanit en el anverso de la ceca de Sicilia y fechada en el siglo –iv, indicando la continuidad del culto en la segunda fase edilicia del templo entre el

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1. Gallos de bronce de los yacimientos baleáricos: 1 y 2 de Cometa dels Morts, Escorca, Mallorca; 3 de Torre Vella d’en Lozano, Ciutadella, Menorca.

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siglo –vii y la época republicana romana, con la particularidad de que antes de la reestructuración del pavimento en los estratos intermedios entre las dos fases constructivas se localizó junto a materiales exclusivamente nurágicos un modellino di bipenne immanicato, anterior por tanto al siglo –vii (Zucca, 1988, 58-61, figs. 46-48). No hay en Ibiza labrys de bronce en miniatura, solo se conoce una de hierro en el museo ebusitano, de 12 cms. de longitud que por sus dimensiones no cabe relacionar con las baleáricas (Balaguer, 2005, 252, nota 313). En cualquier caso, además del escarabeo ibicenco citado con posible representación de Nergal-Melqart portando bipenne calada cabe mencionar las nuevas inscripciones del solar Maimó cercano al Puig dels Molins sobre el culto a Melqart en Ibiza que se suman a los conocidos testimonios de la Cova des Cuieram, y a las dos terracotas con divinidades portadoras de birrete cónico y sendas hachas de doble filo fenestradas, entronizadas y flanqueadas por esfinges, que no se descartan como imágenes de Melqart (Costa, Fernández, 2012, 615, nota 22). Más problemática en cuanto a su interpretación es una placa de cerámica con decoración impresa representando posiblemente al dios Bes en lucha con un personaje armado con hacha de doble filo hallada en Ibiza, sin contexto conocido, de la antigua colección Vives Escudero, en el MAN. El portador de la labrys no presenta ningún otro atributo que haga pensar en su carácter divino y resulta extraña la lucha de Bes con un humano armado que se resiste a ser identificado (Velázquez Brieva, 2007, 157-158, lám. XLVI, 3). Labrys balearicas. Menorca (fig. 2.ª y fig. 6) Las Labrys menorquinas son como mínimo 14 piezas completas y 35 ejemplares partidos por la mitad. Una tercera parte de las piezas partidas fueron perforadas nuevamente para ser reutilizadas como colgantes, lo que pone en evidencia su nula pérdida de valor por ello. Solo en Menorca se detectan piezas partidas y algunas de ellas también reutilizadas. En relación con las figuraciones divinas armadas con hachas de doble filo a las que se ha hecho referencia cabe mencionar la pequeña labrys con mango hallada en Menorca, en el posible santuario talaiótico de Rafal des Frares, es Mercadal, n.º 53 de nuestro catálogo, (De Nicolás, 2015, fig. 6, C-6) que muy probablemente era el arma de una pequeña estatuilla de bronce que representaría al dios Nergal, idéntico al Melqart de Tiro y que en nuestra opinión debería relacionarse con las numerosas figuras de parecidas proporciones halladas tanto en Mallorca como Menorca que se presentan

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habitualmente con gorros o cascos de tipo frigio o semita y en actitud amenazante con lanza y escudo, los llamados Mars Balearicus a menudo identificados con Resef-Melqart (Fernández-Miranda, 1978, 269-270; Guerrero, 1985, 118-125; Gual, 1993, 20-24). Su lugar de procedencia es diverso: santuarios, yacimientos funerarios y asentamientos domésticos. Varias labrys provienen de santuarios talaióticos con taula como Torre d’en Galmés –tres ejemplares– o So Na Caçana –una–, ambos en Alaior. Un par de ellas, incluida la única que dispone de mango y que cabe considerar accesorio de una estatuilla, del probable santuario con elementos fenicios de Rafal dels Frares, es Mercadal, en las estribaciones de Monte Toro, la mayor altura de la isla y un número indeterminado de ellas, probablemente más de 50 aunque solo hemos podido ver tres completas y catorce partidas, del santuario de tipo mallorquín de Sant Domingo, al sur de Ciutadella, que fue objeto de una excavación irregular en los años 70 y cuyos materiales se hallan depositados en el Museo Municipal de Ciutadella. Dos de las pequeñas hachas de doble filo provienen de ambientes funerarios, como la Cova de sa Prior, en un barranco de Migjorn Gran y uno de los hipogeos de la necrópolis de sa Regana dels Cans, en el acantilado costero del término de Alaior. El resto, más de veinte unidades, fueron halladas en asentamientos de la cultura talaiótica repartidos por toda la isla, de Este a Oeste, en los términos municipales de Maó-Mahón (Talatí de Dalt, Biniaiet), Sant Lluís (Biniarroca, Biniparratxet, Binibèquer Vell, Biniparrell), Alaior (Torre d’en Galmés, Lloc Nou des Fasser, Binigemor), es Mercadal (Sanitja, Cavalleria), Migjorn Gran (Biniatzen, Fonts Redones de Baix) y Ciutadella (Torrellafuda, Sant Felip, Torre Nova, Torre Vella, Lloc des Pou-Sant Joan y Sant Domingo). Es importante destacar que todas las labrys menorquinas son antiguos hallazgos casuales o en viejas excavaciones de las que apenas se conserva información significativa con lo que deben ser consideradas como hallazgos descontextualizados. Solo hay una excepción, el reciente hallazgo de Torre d’en Galmés, Alaior, efectuado en el patio de la casa número 7, que ha podido recibir una datación de finales del siglo –iii, en todo caso antes del –200 (Carbonell et al., 2012). Se ha sugerido repetidamente que las peculiares labrys en miniatura de Mallorca y Menorca podrían formar parte, como otros amuletos, de los collares con cuentas de pasta vítrea que casi nunca faltan en las necrópolis baleáricas de la Edad de Hierro, como en casi todas las necrópolis púnicas. La perforación central que llevan pudo servir para suspenderlas en un

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collar o para disponer un pequeño mango que hiciese posible otro sistema de exposición votiva o cultural. Aunque nunca se han hallado en conexión directa con perlas de pasta vítrea prácticamente siempre conviven con ellas cuando se han hallado en yacimientos funerarios tanto en Mallorca como en Menorca. Aunque faltan pruebas que permitan identificar las labrys baleáricas como objetos de producción local cabe pensar en ello dada la masiva presencia tanto en Mallorca como en Menorca y los esporádicos hallazgos en el entorno mediterráneo. En ese caso falta comprender como y cuando se introduce en las Baleares ese viejo símbolo de regeneración. Queda pendiente una cuestión básica, ¿Qué representan las decenas de labrys baleáricas, cual era su función?. No hay textos a los que echar mano y las fuentes arqueológicas no dicen nada significativo con lo que si se pretende dar respuesta a esa cuestión solo nos queda plantear hipótesis. Como se ha visto las representaciones figuradas provistas de hachas de doble filo apuntan básicamente al binomio Nergal-Melqart y en nuestra opinión quizá esas figuraciones equivaldrían a una auténtica hierogamia con lo que la bipenne de Melqart no sería otra cosa que la representación simbólica de su paredra Astarté-Tanit, tal vez un precedente del llamado signo de Tanit, una nueva versión del doble triangulo afrontado que cuando se parte por la mitad se convierte en el triángulo, dos triángulos, representaciones de la vulva primigénia, con idéntico valor. Quizás esa fue, junto al culto al dios toro, la adaptación que hicieron las comunidades talaióticas de Menorca y de Mallorca a finales de la Edad de Hierro – y tal vez otras comunidades del Mediterráneo central y occidental que también adoptaron el símbolo–, asumiendo tradiciones culturales de origen semita para rendir culto a la fertilidad en sus santuarios y para proteger sus muertos, sus vidas y sus recursos alimentarios con esos símbolos apotropaicos, con perlas de pasta vítrea o sin ellas, que aparecen enteros o partidos en los yacimientos funerarios o en asentamientos domésticos. Veo en esta hipotética propuesta una versión baleárica del culto que se rendía en el templo del santuario sardo de la Capanna della Bipenne de Santa Vittoria di Serri, antes mencionado. Solo el tiempo e investigaciones con buena metodología rebatiran o confirmarán dicha hipótesis.

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2. Labrys o hachas de doble filo en miniatura en bronce o aleación de cobre de los yacimientos baleáricos: 2A, Menorca; 2B Mallorca.

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...445 Fig. 2A, 1. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, decorada en ambas caras con cuatro bandas de doble surco paralelo dispuestas verticalmente y dos bandas oblicuas de doble surco paralelo, en los cantos de cada una de las alas. Poblado talaiótico de Talatí de Dalt, Maó. Hallazgo en superficie en los años 60. Longitud, 48 mm., altura alas, 30-31, altura área central, 6 mm., peso, 14’57 gramos. Museo de Menorca, n.º 2371 Fig. 2A, 2. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, decorada con dos surcos paralelos junto al nudo que alojaba la perforación. Poblado talaiótico de Biniaiet, Maó. Longitud, 24 mm., altura ala, 23 mm., altura área central, 4 mm. Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 3. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Poblado talaiótico de Biniaiet, Maó. Longitud, 30 mm., altura ala, 27 mm., altura área central, 5 mm. Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 5. Media hacha de doble filo y parte de la perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Tiene una nueva perforación, transversal, indicio de reutilización tras la fractura. Poblado talaiótico de Biniarroca, Sant Lluís. Longitud, 22 mm., altura ala, 16 mm., altura área central, 4 mm. Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 6. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Poblado talaiótico de Binibèquer Vell, Sant Lluís. Longitud, 19’5 mm., altura ala, 32 mm., altura área central, 63’5 mm. Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 7. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Poblado talaiótico de Biniparratxet, Sant Lluís. Longitud, 21 mm., altura ala, 21 mm., altura área central, 3’5 mm. Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 8. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Poblado talaiótico de Biniparrell, Sant Lluís. Longitud, 35 mm., altura ala, 7’5 mm., altura área central, 4’5 mm. Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 9. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Santuario del poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior. Excavación de J. Flaquer, 1943. Longitud, 41’5 mm., altura alas, 28-25, altura área central, 8 mm., peso, 16’45 gramos. Museo de Menorca, n.º 506. (Flaquer, 1953, 102, Fig. 41,8) Fig. 2A, 10. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, decorada en ambas caras con doble surco paralelo a ambos lados del área donde se loja la perforación central. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior. Antigua col. Vives Longitud, 44 mm., altura alas, 30-28, altura área central, 5 mm., peso 11’07 gramos. Museo de Menorca, n.º 210. Fig. 2A, 11. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Patio de la casa n.º 7 del poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior. Excavaciones de Amics del Museu de Menorca, 2012. Longitud, 46 mm., altura alas, 30, altura área central, 6 mm. Museo de Menorca, (Carbonell et alia, 2013) Fig. 2A, 12. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior. Excavaciones Rosselló Bordoy (TG-C-3). Longitud, 29 mm., altura ala, 17 mm., altura área central, 4’5 mm., peso, 5’41 gramos. Museu de Menorca, n.º 93434. Inédita. Fig. 2A, 13. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Santuario del poblado talaiótico de So Na Caçana, Alaior. Excavaciones L. Plantalamor

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Longitud, 58 mm., altura alas, 20-21, altura área central, 5 mm., peso, 21’53 gramos. Museo de Menorca, SNC, 4989. Inédita. Fig. 2A, 14. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Yacimiento funerario de Sa Regana des Cans, en Ses Penyes d’Alaior, Alaior. Antigua colección Juan Saridakis. (Mascaró Pasarius, 1983, 93). Fig. 2A, 15. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre. Tiene perforación transversal, indicio de reutilización tras la fractura. Poblado talaiótico de Lloc Nou des Fasser, Alaior. Longitud, 19 mm., altura ala, 15 mm., altura área central, 4 mm. Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 16. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, decorada con doble surco paralelo vertical junto al eje central. Poblado talaiótico de Binigemor, Alaior. Longitud, 27 mm., altura ala, 25 mm., altura área central, 6 mm., peso, 5’59 gramos. Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 17. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Posible santuario del poblado talaiótico de Rafal des Frares, es Mercadal. Museo Diocesano de Menorca, Ciutadella, fondo antiguo. Inédita Fig. 2A, 18. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico y romano de Sanitja, es Mercadal. Longitud, 32 mm., altura ala, 10 mm., altura del área central, 5 mm. Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 19. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico y romano de Sanitja, es Mercadal. Longitud, 26’5 mm., altura ala, 18 mm., altura área central, 5’5 mm. Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 20. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Cavalleria, es Mercadal. Longitud, 23 mm., altura ala, 12 mm., altura área central, 4 mm. Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 21. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, decorada en ambas caras con doble surco paralelo vertical enmarcando el espacio que aloja la perforación central. Cueva funeraria de Sa Prior, Es Migjorn. Antigua colección Vives Escudero, paradero actual desconocido. (García-Bellido, 1993, 247, fig. 96,6). Fig. 2A, 22. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Biniatzen, Es Migjorn. Longitud, 28 mm., altura ala, 18 mm., altura área central, 4 mm., peso, 6’67 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 23. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Biniatzen, Es Migjorn. Longitud, 25 mm., altura ala, 33 mm., altura área central, 4 mm., peso, 4’55 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 24. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Fonts Redones de Baix, Es Migjorn. Longitud, 23 mm., altura ala, 9’5 mm., altura área central, 3’5 mm., peso, 1’98 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 25. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Sant Felip, Ciutadella.

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...447 Longitud, 25 mm., altura ala, 24 mm., altura área central, 5 mm., peso, 6’19 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 26. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración, con perforación transversal descentrada, indicio de reutilización tras la fractura. Poblado talaiótico de Torre Nova. Ciutadella.. Longitud, 26 mm., altura ala, 18 mm., altura área central, 4 mm., peso, 6’67 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 27. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración, con perforación transversal Poblado talaiótico de Torre Vella d’en Lozano, Ciutadella. Longitud, 21 mm., altura ala, 12 mm., altura área central, 3’5 mm., peso, 2’31 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 28. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Torre Vella d’en Lozano, Ciutadella.. Longitud, 29 mm., altura ala, 12 mm., altura área central, 4 mm., peso, 7’31 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 29. Media hacha de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Poblado talaiótico de Lloc des Pou-Sant Joan, Ciutadella. Longitud, 31 mm., altura ala, 13 mm., altura área central, 4 mm., peso, 1’92 gramos Col. particular. Inédita. Fig. 2A, 30-31. Dos hachas de doble filo con perforación central. Posible santuario talaiótico de Sant Domingo, Ciutadella. Museu Municipal de Ciutadella. (Camps, Sintes, 77, fig. 90,) Fig. 2A, 32-35Cuatro medias hachas de doble filo con perforación central. Posible santuario talaiótico de Sant Domingo, Ciutadella. Museu Municipal de Ciutadella. (Camps, Sintes, 77, fig. 90,) Fig. 2A, 36-43. Ocho medias hachas de doble filo de cobre o aleación de cobre con perforación central donde se produjo la fractura. Las piezas 39, 41 y 42 presentan perforación transversal, indicio de reutilización tras la fractura y la n.º 40 tiene un ligero abultamiento en la zona estrecha donde la perforación central con surcos paralelos verticales a un lado de la misma por ambas caras. Las medidas de la n.º 36: 24 x 22 x 4 mm., de la 37: 22 x 19 x 3 mm., de la 38: 22 x 22 x 3 mm.; de la 39: 18 x 19 x 2 mm.; de la 40: 30 x 36 x 4 mm.; de la 41: 41 x 32 x 4 mm.; de la 42: 38 x 22 x 3 mm.; de la 43: 23 x 22 x 3 mm. Asentamiento talaiótico de Sant Domingo, Ciutadella, al que se vincula el santuario ya mencionado. Museo Diocesano de Menorca, Ciutadella. Inéditas. Fig 2A, 44. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Asentamiento talaiótico de Sant Domingo, Ciutadella. Longitud, 56 mm., altura ala, 30 mm., altura área central, 4 mm Museo Diocesano de Menorca, Ciutadella, Col. León. Inédita. Fig. 2A, 45-48. Cuatro medias hachas de doble filo y perforación central donde se produjo la fractura, de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Asentamiento talaiótico de Sant Domingo, Ciutadella. Medidas de la n.º 45: 37 x 10 x 5 mm.; de la n.º 46: 36 x 27 x 6 mm.; de la n.º 47: 31 x 23 x 7 mm. y de la n.º 48: 26 x 20 x 5 mm. Col. particular. Inéditas. Fig. 2A, 49. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Procedencia menorquina, yacimiento sin determinar. Antigua colección Vives Escudero. Paradero actual desconocido. (García-Bellido, 1993, 247) Fig. 2A, 50. Media hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, sin decoración. Procedencia menorquina, yacimiento sin determinar. Antigua colección Vives

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Escudero. Longitud, 31 mm. Museo de Menorca, inv n.º V-510. (García-Bellido, 1993, 247, lám. 96,9). Fig. 2A, 51. Hacha de doble filo y perforación central de cobre o aleación de cobre, decorada con surcos cruzadlos en una aleta y doble surco paralelo vertical a ambos lados del nudo central. Probable procedencia menorquina, yacimiento sin determinar. Antigua col. Pons y Soler. (Cartailhac, 1892, 65, fig. 69). Fig. 2A, 52. Hacha de doble filo de cobre o aleación del mismo metal. En este caso de unas dimensiones ligeramente mayores as las habituales y, excepcionalmente, sin perforación central. Poblado talaiótico de Torrellafuda, Ciutadella. Longitud, 64 mm., altura ala, 17-14 mm., altura área central, 6 mm., peso, 7’64 gramos Col. Particular. Inédita. Fig. 2A, 53. Hacha de doble filo de cobre o aleación de cobre, sin perforación central visible, con mango recto soldado o moldeado, a modo de arma dispuesta a ser empuñada, probablemente por una figurilla del mismo metal similar al menos en sus proporciones a los llamados guerreros baleáricos. Asentamiento talaiótico donde se halla el posible santuario de Rafal des Frares o del Toro, es Mercadal. Labrys: Longitud, 30 mm., altura ala, 14 mm., altura área central, 7 mm.; Mango: 47 x 3 mm. Museo Diocesano de Menorca, Ciutadella, col. León. Fig. 2B, 1-8. Ocho hachas de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. La n.º 2 es la única que pre4swenta decoración: doble aspa en el centro flanqueadas con doble surco paralelo vertical. Yacimiento funerario de Cova Monja, Biniali, Sencelles. Las medidas correspondientes a longitud son: 58, 49, 52, 42, 56, 55, 36 y 57 mm., respectivamente, oscilando el grosor de la aleta entre 1 y 2 mm. en el filo y 4-7 mm. en la parte central perforada. Museo Arqueológico de Barcelona (n.º invent.: 18-72,73, 73B, 73C, 74, 75B, 75C, 75F). (Enseñat, 198, 68, fig. 28, 4-11; Balaguer, 2005, 22.b.6). Fig. 2B, 9. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Ampliamente decorada con surcos paralelos verticales en la parte más estrecha y conjuntos de tres surcos paralelos y oblicuos dispuestos en cada uno de los ángulos de las hojas. Cueva funeraria de Son Bosc, Andratx. Longitud, 43 mm., grosor, 2-6 mm. Museo Arqueológico de Barcelona, n.º 68. (Enseñat, 1981, 39, fig. 14,3; Balaguer, 2005, fig. 22.b.3). Fig. 2B, 10. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Cueva funeraria de Cometa des Morts, Escorca. Museo Arqueológico de Lluc, Mallorca. (Veny, 1947; Balaguer, 2005, fig. 22.b.7). Fig. 2B, 11. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Decorada con surcos cruzados en el centro de la pieza, flanqueados por triple surco paralelo vertical. Cueva funeraria de Ses Copis, Sóller. Longitud, 52 mm, altura, 36 mm., grosor, 3-8 mm. (Enseñat, 1981, 46, fig. 20,8; Balaguer, 2005, fig. 22,b,4). Fig. 2B, 12. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Restos de surcos oblicuos en torno al centro de la pieza. Cueva funeraria de Son Ribot, Manacor (Coll Conesa, 1989, citado por Balaguer, 2005, fig. 22.b.8). Fig. 2B, 13. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Poblado talaiótico de Son Fornés, Montuiri. (Balaguer, 2005, fig. 22,b,1). Fig. 2B, 14. Hacha de doble filo, de cobre, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Asentamiento talaótico de Son Fred, Sencelles, UE-13, vertedero al exterior del talaiot, sin importaciones, que se data hacia el siglo –v. Longitud, 63 mm. (Aramburu-Zabala, 2009, 149, fig. 4,1-2; analítica en p. 150).

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...449 Fig. 2B, 15-16. Dos hachas de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Cueva funeraria de Son Maimó, Petra. Excavación del Museo de Artà, (Amorós, 1974, 161, fig. 20; Balaguer, 2005, fig. 22.b.5a y b). Fig. 2B, 17. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Cueva funeraria de Son Maimó, Petra. Excavación del Museo de Lluc. (Veny, 1977, citado por Balaguer, 2005, fig. 22,b,5c). Fig. 2B, 18. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Yacimiento funerario de Illot des Porros, Santa Margalida. Excavación de la Bryant Foundation (Tarradell, 1964, Balaguer, 2005, fig. 22,b,2). Fig. 2B, 19-22. Cuatro hachas de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Dos de ellas sin decoración, las otras dos con surcos paralelos verticales en el área central y dispuestos oblicuamente en los ángulos de las hojas. Cueva funeraria de Son Taixaquet, Llucmajor. Excavación de J. Colominas. Longitud, entre 39 y 62 mm., grueso, entre 1 y 3 mm. (Enseñat, 1981, 91, fig. 38, 1-2; Balaguer, 2005, fig. 22.b.9). Sin representación gráfica. Dos hachas de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Yacimiento funerario de Sa Cova, Artà. Una, muy deteriorada en ambas aletas y la segunda, de 50 mm. de longitud, 30 mm. de altura y entre 1-7 mm. de grueso. Museo Regional de Artà. (Mas, 2010, 102, fig. 50, 3-4). Sin representación gráfica. Seis hachitas de doble filo de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Una de ellas decorada con incisiones paralelas y oblicuas. Asentamiento talaiótico y romano de Gotmar, Pollença. En paradero desconocido. (Cerdà, 2002, 40, fig. 30, 13-18). Sin representación gráfica. Hacha de doble filo, de cobre o aleación del mismo metal, con perforación central para suspensión. Sin decoración. Yacimiento funerario de Cova des Morts de Son Gallard, Escorca. (Mascaró Pasarius, 1983, 43).

Labrys en relieve sobre cerámica talaiotica de menorca (figs. 3, 4 y 6) En relación con el asunto de las bipennes en miniatura del ámbito talaiótico balear conviene mencionar un interesante detalle: la utilización del símbolo como elemento plástico decorativo en piezas de cerámica fabricadas a mano y halladas tanto en yacimientos domésticos como religiosos y funerarios, pero parece que solo en la isla de Menorca ya que desconocemos la existencia de paralelos mallorquines. No hemos podido ver ni una sola vasija completa con apliques en relieve en forma de labrys aunque por los fragmentos documentados se puede apuntar que dichos relieves se aplicaban en urnas u ollas de tamaño mediano, aproximadamente de unos 20-25 cms. de altura, de base plana de unos 13-15 cms. de diámetro, cuerpo troncocónico de unos 40 cms. de anchura máxima y borde entrante de sección almendrada que conforma una boca de entre 20-35 cms. de diámetro. Dichas urnas u ollas decoradas tenían un par de labrys aplicadas dispuestas diametralmente en la parte más alta y sobresaliente del

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diam. 290 mm

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3. Dibujos de fragmentos de urnas u ollas cerámicas con decoración aplicada de labrys en relieve procedentes de yacimientos arqueológicos menorquines.

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...451 Fig. 3, 1. Varios fragmentos del borde y del galbo de una olla o urna de borde entrante con dos labrys en relieve dispuestas en la parte alta del cuerpo. Diámetro estimado de la boca, 290 mm. Casa talaiótica de Biniparratx Petit, Sant Lluís, n.º invent. 74-E2-304 45. Museo de Menorca. Inédita. Fig. 3, 2. Fragmento del borde y del galbo de una olla o urna de borde entrante con una labrys en relieve dispuestas horizontalmente en el cuerpo, paralela al borde. Diámetro estimado de la boca, 360 mm. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior, circulo 3, sector C Excavaciones 1984, n.º invent. TG-4320. Dimensiones: 185 x 83 x 3.º0 mm., peso, 269,8 gramos.; labrys, 123 x 27-30 x 10 mm. Museo de Menorca, n.º 1460860. Inédita. Fig. 3, 3. Pequeño fragmento del del galbo de una olla o urna con restos de una labrys en relieve. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior, circulo 3, sector A, cenizas. Excavaciones 1984, n.º invent. TG-4006. Dimensiones: 40 x 27 x 5’7 mm., peso, 6’62 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460846. Inédita. Fig. 3, 4. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior, circulo 2, ámbito 2. Excavaciones 1981, n.º invent. TG-8692. Dimensiones: 130 x 78 x 6-14 mm., peso, 109’10 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460857. Inédita. Fig. 3, 5. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior, circulo 3, sector A, superficial. Excavaciones 1984, n.º invent. TG-3912. Dimensiones: 50 x 31 x 8-10 mm., peso, 19’08 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460848. Inédita. Fig. 3, 6. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior, santuario. Excavación Flaquer, 1943. Dimensiones: 74 x 61 x 7-14 mm., peso, 65’79 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460854. Inédita. Fig. 3, 7. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior. Excavaciones 1984, n.º invent. TG-3793. Dimensiones: 70 x 45 x 8-19 mm., peso, 49’72 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460853. Inédita. Fig. 3, 8. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve con surcos longitudinales. Poblado talaiótico de Torre d’en Galmés, Alaior. Excavaciones 1984, circulo 3, sector B, cenizas, n.º invent. TG-14162. Dimensiones: 69 x 45 x 8-12 mm., peso, 24’43 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460844. Inédita. Fig. 3, 9. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Poblado talaiótico de Trepucó, Maó. Excavaciones Cambridge, n.º invent. TRP-47454. Dimensiones: 79 x 58 x 7’5-16 mm., peso, 87’86 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460873. (Murray et al, 1932, lám. XXXVI, 2) Fig. 3, 10. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico de Mago, Plaza de la Conquista, Maó. Excavaciones Museo de Menorca, 1981, n.º invent. 21474. Dimensiones: 64 x 43 x 7-12 mm., peso, 36’40 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460874. Inédita. Fig. 3, 11. Varios fragmentos del cuerpo y de la base de una olla o urna con una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico de Sant Vicenç d’Alcaidús, Alaior, circulo 2, sector E, capa media. Excavaciones Museo de Menorca, M.L. Serra, n.º invent. 21474. Los fragmentos mayores con la labrys pesan 259’3 y 304’3 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460871. Inédita. Fig. 3, 12. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico indeterminado, n.º invent. 7995. Dimensiones: 59 x 56 x 5-12, peso, 32’81 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460881. Inédita.

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Fig. 3, 13. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico indeterminado, n.º invent. 12799. Dimensiones: 95 x 67 x 76-12, peso 57’39 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460879. Inédita. Fig. 3, 14. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico indeterminado, n.º invent. 73192. Dimensiones: 64 x 42 x 6-12, peso 35’60 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460883. Inédita. Fig. 3, 15. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Galeria 2 del santuario de Torreta de Tramuntana, Maó, n.º invent. 6229. Excavaciones Cambridge, M. Murray. Dimensiones: 75 x 71 x 8-14, peso 72’68 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460886. (Murray et al. 1934, lám XXXII, 3.) Fig. 3, 16. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico indeterminado, n.º invent. 666655. Dimensiones: 103 x 67 x 6-10, peso 78’07 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460876. Inédita. Fig. 3, 17. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico indeterminado, n.º invent. 23344. Dimensiones: 54 x 51 x 8-11, peso 38’84 gramos. Museo de Menorca, n.º 1460877. Inédita.

cuerpo con lo que también podían cumplir una función de asa para sostener o levantar el recipiente con ambas manos. Se han hallado vasos decorados con labrys en doce yacimientos menorquines de los que solo uno es de carácter funerario, el hipogeo XCI de Calascoves, Alaior. Varios fragmentos en las excavaciones efectuadas ern santuarios con taula de Trepucó y Torreta de Tramuntana, en Maó, y en Torre d’en Galmés, Alaior y, finalmente, en los asentamientos talaióticos de Biniparratx Petit, de Sant Lluís, en las excavaciones de la Plaza de la Conquista en Mago, Trepucó, Torreta de Tramunatana y Binicalñaf, en el término de Maó, de Torre d’en Galmés, Sant Vicenç d’Alcaidús, Torresolí y Biniac Nou, de Alaior; y en ses Talaies de n’Alzina, de Ciutadella. La cerámica del postalaiótico menorquín está por sistematizar con lo que el encuadre tipológico y cronológico de estas peculiares urnas u ollas decoradas es un asunto pendiente. Lógicamente no ayuda en nada que los fragmentos de vasos decorados reunidos aquí provengan de hallazgos casuales en superficie o de excavaciones con escasa o nula información estratigráfica y pendientes de publicación. A un nivel muy general solo puede afirmarse teniendo en cuenta alguno de esos datos que las mencionadas cerámicas se vinculan con restos de ánforas u otras cerámicas comunes habituales en los yacimientos domésticos menorquines previos a su abandono entre el siglo –iii y el siglo –i en posibles contextos de la segunda guerra púnica, la conquista romana del –123 o el inicio de los núcleos urbanos de Mago y Iamo.

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Labrys baleáricas. Mallorca (fig. 2B y 6) En Mallorca se conocen 27 labrys en 12 yacimientos distintos, pero casi la mitad se reparten en dos yacimientos, ambos funerarios: la Cova Monja de Biniali, Sencelles, con ocho unidades, y la cueva sepulcral de Son Taixaquet, Llucmajor, con cuatro, tres procedentes de la cueva de Son Maimó, Petra, y una en los yacimientos siguientes: cueva de Son Bosc, Andratx, cueva I de Cometa dels Morts, Escorca, cueva de Ses Copis, Sóller,y cueva de Son Ribot, Manacor, necrópolis de s’ Illot dels Porros, Santa Margalida, todos ellos yacimientos funerarios. Se localizaron cuatro labrys en el yacimiento de Gotmar, Pollença, en circunstancias desconocidas y más recientemente se han localizado otras dos en sendas excavaciones en el poblado talaiótico de Son Fornés, Montuiri, y junto al talaiot de Son Fred, Sencelles, Las labrys de Illot dels Porros de Son Fornés y de Son Fred son los únicos hallazgos que permiten una aproximación cronológica fiable: lasd dos primeras han podido ser datadas entre mediados del siglo –ii y mediados del siglo –i (Balaguer, 2005, 254), mientras que la última que ha podido ser documentada, la de Son Fred, en un vertedero al exterior del talayot, sin importaciones, se ha datado hacia el siglo –v. Es muy interesante destacar que la bipenne de Son Fred es la única cuya composición ha sido analizada, siendo casi exclusivamente de cobre (Aramburu-Zabala, 2009, 149, fig. 4,12; analítica en p. 150). Todas las labrys mallorquinas, como las menorquinas, tienen una longitud entre 40 y 70 milímetros con una media en torno a los 50, la gran mayoría son lisas y con filos más o menos angulares, solo algunas presentan una sencilla decoración geométrica por ambos lados, consistente en incisiones o surcos cruzados a modo de aspas o grupos de incisiones verticales u oblicuas destacando los ángulos de las aletas o el engrosamiento central donde se aloja el orificio de suspensión. Sones protectores (fig. 5 y 6) Utilizamos el nombre de campanillas en vez del de tintinabulum/a que es el que le correspondería porque en la bibliografía arqueológica balear se utiliza ese sustantivo para denominar un peculiar instrumento de percusión frecuente en las necrópolis mallorquinas de la Edad de Hierro consistente en un disco metálico soldado a una cadena que lo enlaza con una vara a la que se conecta un percutor también metálico para golpear el disco y producir un peculiar sonido. Las campanillas de las Baleares tienen unas dimensiones que oscilan entre 25 y 50 milímetros de altura y 20-35 milímetros de diámetro máximo.

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4. Dibujos y fotografías de fragmentos de urnas u ollas con decoración aplicada de labrys en relieve procedentes de yacimientos arqueológicos menorquines

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...455 Fig. 4, 18. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con una labrys en relieve decorada con incisiones en espina de pescado longitudinales. Asentamiento talaiótico de Torresolí Nou, Alaior. Paradero actual desconocido. (Mascaró Pasarius, 1983, 65). Fig. 4, 19. Fragmento del cuerpo y del borde de una olla o urna con una labrys en relieve decorada con impresiones circulares en ambas aletas. Poblado talaiótico de Biniac Nou, Alaior. Antigua colección Flaquer. (Flaquer, 1953, 109 y 113, fig. 45,2). Fig. 4, 20. Fragmento del borde y del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Santuario talaiótico de Trepucó, Maó. Excavaciones Cambridge, M.Murray. (Murray et al, 1932, lám. XX, 11). Fig. 4, 21. Fragmento del borde y del cuerpo de una olla o urna con parte de una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico de ses Talaies de n’Alzina, Ciutadella, n.º invent. HTM00.21451. Museo Municipal de Ciutadella (Navarro, 106, lám. II). Fig. 4, 22-23. Dos Fragmentos del cuerpo de sendas ollas o urnas con una labrys en reliev. Santuario del poblado talaiótico de Trepucó, Maó (Murray et al, 1932, lám. XXXVI, 1 y 4). Fig. 4, 24-25. Fragmentos del cuerpo de ollas o urnsa con parte de una labrys en relieve. Necrópolis en hipogeos de Calescoves, Alaior, hipogeo XCI. Museo de Menorca. (Veny, 1982, fig. 169). Fig. 4, 26. Fragmento del cuerpo de una olla o urna con una labrys en relieve. Asentamiento talaiótico de ses Talaies de n’Alzina, Ciutadella, n.º invent. HTM-00.60463. Museo Municipal de Ciutadella. (Navarro, 133, lám. XXIX). Sin representación gráfica. Fragmento del cuerpo y parte de la boca de una olla o urna de borde vuelto hacia el interior. Con labrys completa en relieve en la parte alta del cuerpo. Asentamiento talaiótico de Binicalaf, Maó. Excavaciones Luis Plantalamor. Exposición permanente en vitrina en el Museo de Menorca, Maó. Sin representación gráfica. Fragmento del cuerpo y parte de la boca de una olla o urna de borde vuelto hacia el interior. Con labrys incompleta en relieve en la parte alta del cuerpo. Asentamiento talaiótico menorquín indeterminado. Amics del Museu de Menorca, Maó.

Son de forma cónica y solo excepcionalmente su pared es algo convexa. El cuerpo externo se presenta liso o, con cierta frecuencia, decorado con surcos paralelos que ocupan todo el cuerpo o formando dos o tres grupos de surcos o incisiones a modo de bandas. Normalmente han conservado su badajo que sobrepasa unos pocos milímetros la altura de la campana y pende de un pasador de bronce o de hierro remachado en la parte alta del instrumento, siempre por debajo de la ventanilla u orificio de suspensión que puede ser triangular, ligeramente ojival o para-circular en el primer caso, mayoritario, o circular si se trata de una pequeña anilla soldada en el extremo de la campana. Casi todas las campanillas protohistóricas de bronce detectadas en Mallorca lo han sido formando parte de ajuares de las cuevas funerarias de la Edad del Hierro, acompañadas habitualmente entre otros objetos de cuentas

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5. Campanillas de bronce o aleación de cobre de los yacimientos baleáricos: 2A, Menorca; 2B Mallorca. Fig. 5A,1. Campanilla de cobre o aleación de cobre decorada con surcos concéntricos paralelos, con pasador y badajo del mismo metal. Probable yacimiento funerario de Tirant, es Mercadal. Altura: 71 mm y diámetro base: 49 mm. Antigua colección Vives, actualmente en el Museo de Menorca, n.º inv. V. 91. (García-Bellido, 1993, 247, lám. 97,3). Fig. 5A, 2-4. Tres campanillas de cobre o aleación de cobre de procedencia menorquina aunque yacimiento indeterminado. Miden 41, 32 y 27 mm. de altura y 31, 24 y 16 mm. de

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...457 diámetro. Antigua colección Vives, en el Museo de Menorca, n.º inv. V. 503, V.502, excepto la n.º 3, en paradero desconocido (García-Bellido, 1993, 247, Lam. 97,5-7). Fig. 5A, 5. Campanilla de cobre o aleación de cobre, probablemente de Rafal des Frares, es Mercadal. Altura, 62 mm. y diámetro, 37 mm. Museo Diocesano de Menorca, fondo antiguo, Ciutadella (Garrido, 1998, fig. 128). Fig. 5A, 6. Campanilla de cobre o aleación de cobre con pasador del mismo metal para el badajo, inexistente y ventana de suspensión ojival. Poblado talaiótico de Biniparratxet, Sant Lluís. Altura, 52 mm., diámetro, 35 mm., peso, 18’97 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5A, 7. Campanilla de cobre o aleación de cobre con pasador de hierro y parte del badajo de bronce enganchado al mismo. Con anilla de suspensión. Poblado talaiótico de Sant Roc, Es Migjorn. Altura, 42 mm., diámetro, 28 mm, peso, 28’21 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5A, 8. Campanilla de cobre o aleación de cobre muy deteriorada por cremación, que ha provocado deformaciones en la mitad inferior. Decorada con surcos paralelos que cubren todo el exterior. Ha perdido el pasador y el badajo aunque conserva parte de la varilla de bronce que ensartaba la pieza pegada al ápice del cono, atravesando la ventanilla de suspensión. Cueva natural funeraria denominada Cova des Grans, Torre Petxina, Ciutadella. Altura, 84 mm., diámetro, 42 mm, peso 53’13 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5A, 9. Campanilla de cobre o aleación de cobre e con pasador del mismo metal, sin badajo y con orificio de suspensión. Cueva funeraria de Algaiarens, Ciutadella. Altura, 22 mm., diámetro, 22 mm, peso 7’80 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5A, 10. Campanilla de cobre o aleación de cobre con anilla de suspensión, sin pasador ni badajo. Poblado talaiótico y romano de Sanitja, es Mercadal. Altura, 23 mm., diámetro, 26 mm, peso, 8’15 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5A,11. Campanilla de cobre o aleación de cobre. Poblado talaiótico y romano de Sanitja, Mercadal. En el Museu Municipal de Ciutadella. (Camps, Sintes, 1997, 76, fig. 88; Garrido, 1998, 262). Fig. 5A,12. Fragmento de campanilla de cobre o aleación de cobre, con pasador del mismo metal, sin sistema de suspensión ni badajo. Poblado talaiótico y romano de Sanitja, Mercadal. Altura, 36 mm, diámetro, 26 mm., peso 12’3 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5.ª, 13. Fragmento de campanilla de cobre o aleación de cobre, anilla circular de suspensión y arranque del cuerpo. Poblado talaiótico de Biniatzen, Migjorn. Altura, 16, diámetro, 18, peso, 7’18 gramos. Col. Particular. Inédita. Fig. 5.ª, 14. Fragmento de campanilla de cobre o aleación de cobre con anilla de perfilo hexagonal y arranque del cuerpo. Poblado talaiótico de Torrellafuda, Ciutadella. Altura, 22, diámetro, 23 mm., peso, 13’24 gramos. Col. particular. Inédita. 15. Fragmento de campanilla de cobre o aleación de cobre, con anilla de perfil pentagonal y arranque del cuerpo. alt. 2’7 cm., diám. 1’6 cm. Poblado talaiótico de Son Catlar, Ciutadella. Altura, 27 mm., diámetro16 mm., peso, 38’92 gramos. Col. particular. Inédita. Sin representación gráfica. Seis campanillas de cobre o aleación de cobre. Necrópolis en hipogeos de Calascoves, Alaior. Cuatro de la cueva XIX (Veny, 1982, 85, Fig. 47, 2-5), de 78 x 63 mm, con pasador de hierro y sin badajo; de 55 x 38 mm, con badajo y bolita en su extremo; de 37 x 30 mm., sin pasador ni badajo, y xde 41 x 20 mm, con pasador, badajo y bolita con incisiones en el ápice del cono. Uno de la cueva LIV de 29 x 16 mm (Veny, 1982, 178, Fig. 112, 10) y el sexto sin procedencia concreta. Este último en el Museo Arqueológico de Barcelona, los demás en el Museo de Menorca.

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Fig. 5B,1. Cueva funeraria de Son Maimó, Petra. Campanilla de cobre o aleación de cobre con badajo concrecionada con varias cuentas de vidrio oculadas y con la varilla de hierro que las ensartaba formando parte de un collar. Hallada en la denominada capa carbonosa del corte D, nivel con ataúdes de madera y restos humanos en su interior en el que también se detectaron dos labrys de bronce, cerámica y numerosas cuentas de pasta vítrea, fechándose con cronología relativa hacia el siglo –iv (Amorós, 1974, 159, fig. 22). Fig. 5B,2-8. Cueva funeraria de Son Bauzá, Palma. Siete campanillas, tres de las cuales conservan el badajo sujeto a un pasador de bronce. Las tres primeras se hallan en el Museo de Mallorca, n.º de invent.: 8957,8960 y 8959) y las 4 restantes en el Museo Regional de Artà, n.º de invent.: 335, 336, 334 y 333 (Frontán, 1991, 107, 121 y 124, fig. 11, 54-60; Mas i Adrover, 2010, 58 y 60, fig. 14, 1-4). Fig. 5B, 9-11. Cueva funeraria de Son Julià, Llucmajor, excavada por J. Colominas en 1920. Tres campanillas de cobre o aleación de cobre mas una sin dibujar, tres de ellas decoradas con surcos concéntricos paralelos a la base, todas sin badajo. Tienen una altura de 25, 26, 20 y 21 mm, respectivamente. Museo Arqueológico de Barcelona, n.º invent: 17314, 17315, 17317 y 17319 (Enseñat, 1981, 55-56, fig. 24,1-3). Fig. 5B,12. Cueva funeraria de Son Ribot, Manacor. Campanilla de cobre o aleación de cobre sin decoración, con pasador para badajo situado a media altura del cuerpo y de base cuadrada, caso único ya que lo normal es que sea circular (Balaguer, 2005, fig. 23.b.8, citando a Coll, 1989). Fig. 5B,13-14. Cueva funeraria de Cometa des Morts, Escorca. Dos campanillas de cobre o aleación de cobre decoradas con bandas de surcos concéntricos, en el Museo de Lluc (Balaguer, 2005, fig. 23,b,5, citando a Veny, 1953). Fig. 5B,15-18. Cueva funeraria de Son Bosc, Andratx, Cuatro campanillas de cobre o aleación de cobre, todas ellas decoradas con surcos concéntricos paralelos a la base y solo una con el badajo. Su altura es de 39, 25, 24 y 25 mm. Mientras que la base ronda entre los 20-24 mm. de diámetro. Característica común a todas ellas es la conservación de restos de la varilla o hilo de hierro o en dos casos de bronce concrecionados junto al orificio de suspensión. Colección particular de los propietarios de la finca (Enseñat, 1981, 39, fig. 16,1). Fig. 5B,19. Cueva funeraria de Ses Copis, Sóller. Media campanilla de cobre o aleación de cobre con sutil reborde en la base. Mide 46 mm. de altura También se halló en el yacimiento un fragmento de una segunda campanilla de 40 mm. de altura conservada. (Enseñat, 1981, 45-46, fig. 20,7). Fig. 5B, 20-21. Cueva funeraria de S’Alova, Sóller. Excavaciones de B. Enseñat en 1952 que proporcionaron tres niveles de enterramientos con cal. Dos campanillas de cobre o aleación de cobre decoradas con surcos concéntricos paralelos a la base. De 42 y 54 mm. de altura, 21 y 30 mm. de diámetro de la base. Una tercera campanilla, fragmentada, sin badajo ni decoración, de 35 mm. de altura y 30 mm. de diámetro no ha sido documentada gráficamente (Enseñat, 1981, 20, fig. 5, 2 y 3). Sin representación gráfica. Cueva funeraria de Es Morro, Manacor. tres campanillas de 60, 45 y 60 mm. de altura y 34, 30 y 40, respectivamente de diámetro, se conservan en el Museo Regional de Artà, n.º de inventario: 404, 405.ª y 405b (Mas i Adrover, 2010, 75 y 80, Fig. 33, 1-3). Sin representación gráfica. Yacimiento indeterminado de Gotmar, Pollença. Cuatro campanillas de cobre o aleación de cobre decoradas con surcos concéntricos paralelos y provistas de badajo. se hallaron en el área arqueológica donde se piensa que estuvo ubicada la antigua Bocchoris. Colección particular Cerdà, 2002, 38, Fig. 30,1-4.

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de collar de pasta vítrea, que a veces, excepcionalmente, forman un bloque concrecionado. Esa evidencia de utilización de las campanillas formando parte de collares se ha dado en las cuevas de Son Maimó, Petra, y de Son Cresta, Llucmajor. Conservándose además en muchas otras pequeños fragmentos de los collares de hierro o bronze pegados en el ápice. Un caso excepcional es el de la Cova Monja de Biniali, Sencelles, donde se documentaron a principios del siglo pasado hasta 23 campanillas, pero es frecuente que en un mismo yacimiento se detecten varias de ellas: siete en la cueva de Son Bauzà, Establiments, Palma; cinco en Son Julià, Llucmajor, y hasta cuatro en la de Son Bosch, Andraitx, y también en la de Son Taixaquet, Llucmajor. En total se han dado a conocer un mínimo de 55 campanillas en 11 yacimientos diferentes, todos funerarios. Todas deben ser consideradas objetos fuera de contexto con una cronología genérica entre el siglo –iv y el –i, porque si bien la gran mayoría de dichos objetos proceden de excavaciones arqueológicas también es cierto que dichas actuaciones efectuadas en la primera mitad del pasado siglo se llevaron a cabo sin análisis estratigráficos que pudieran aportar información cronológica segura. En Menorca se han detectado hasta 18 campanillas en 12 yacimientos distintos más otras tres de procedencia menorquina indeterminada. La diferencia básica con respecto a las mallorquinas es que solo siete de las campanillas menorquinas provienen de yacimientos funerarios: seis de los hipogeos de Cales Coves, Alaior (cuatro del XIX, una del LIX y otra indeterminada), y uno de la Cova dels Grans de Torre Petxina, Ciutadella y el resto son hallazgos indeterminados o superficiales, fuera de contexto, en ambientes de habitación de la cultura talaiótica y en algunos muy romanizados, como uno de los yacimientos de Algaiarens, en Ciutadella, y los tres ejemplares de Sanitja, en es Mercadal. Formalmente apenas hay diferencias entre las menorquinas y las mallorquinas: misma frecuencia y tipo de decoración externa, idénticos sistemas de sujeción de los badajos e idénticos o parecidos medios de suspensión. Siendo también prácticamente idénticas a las que se han encontrado en Ibiza, en Cerdeña, en Cartago y en muchos otros lugares de la esfera fenicio-púnica. A efectos de información cronológica de los yacimientos mencionados solo la llamada Cova dels Grans, ha poroporcionado junto a cientos de cuentas de collar de pasta vítrea muchas de ellas deformadas por el fuego, una pequeña pátera ática del siglo iv y en Calascoves el hipogeo 19, del tipo III de los estudiados por Veny aportó dos colgantes zoomorfos con cadenitas de pequeños eslabones redondos y colgantes esféricos, claramente paleoibéricos y de cronología fiable entre el siglo –vi y el –v. Los antiguos hallazgos

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Torrenova Torre Vella

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Sant Felip

3 Talaies Alzina Torrellafuda

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Torreta Sant Roc 2 Biniatzen 2 Binigemor Torre d’en Biniaiet Son Catlar Galmés 8 Sant Vicent 4 Fonts Redones Binigaus Vell Talatí de Dalt Biniac Nou So Na Caçana Trepucó 3 6 Torresolí Procedencia 3 3 Mago Indeterminada Regana des cans Biniarroca Cales Coves Son Vidal Lloc Nou 2 6 Biniparrell Binicalaf Biniparratxet Torre Petxina

MENORCA

Binibèquer

20 Kms N

Yacimientos

O

Gallos de bronce

E

6

4

Pequeñas labrys de bronce

Gotmar

S

Cometa des Morts Son Gallard 2 2

2 Ses Copis

Illot des Porros

4

S‘Alova Cova Monja Son Bosc

Son Bauzà 7

Ceràmicas talayóticas con labrys en relieve Campanillas de bronce

2

Son Maimó Es Morro Son Ribot 3

8 23

Son Fred

Sa Cova

3

Son Fornés

4 Son Cresta

3

Son Taixaquet

4

4

Son Julià

N

3

O

E

S

MENORCA

MALLORCA 50 Kms

MALLORCA

6. Localización de los yacimientos de Menorca y Mallorca mencionados en el texto donde se han localizado gallos, labrys en miniatura y campanillas de bronce o aleación de cobre.

Gallos, Labrys y campanillas, elementos simbólicos de la religión púnico-talaiótica...461

de la colección Vives y los demás hallazgos descontextualizados no aportan información sobre posible funcionalidad o cronología. Es probable, como se ha sugerido, que algunos de los ejemplares puedan ser romanos y tal vez de época imperial avanzada ya que nunca dejaron de utilizarse los tintinnabula con fines apotropaicos, pero es muy significativa la presencia de campanillas en los ambientes funerarios fenico-púnicos y ello se aprecia, por ejemplo, en dos yacimientos significativos como las necrópolis de Ebusus y de Villaricos. En las inmediaciones del Puig dels Molins, en la excavación de 19851986 en el solar de la Via Romana, 38, la sepultura n.º 31, expoliada en la antigüedad, de un niño de 2-3 años, proporcionó una campanilla de bronce u otra aleación de cobre, de 33 mm. de altura, con perforación para colgar y badajo, decorada con líneas incisas en la superficie externa (Gómez Bellard et al., 1990, 115, Fig. 102, 397, Lam 59. Además, en el hipogeo 42 del Puig dels Molins, cuyo ajuar se puede fechar con bastante seguridad en la primera mitad del siglo iv a.C. la campanilla n.º 7288, de 26 mm. de altura, es del tipo más corriente en Ibiza y en las Baleares (Gómez Bellard, 1984, 100-106, fig. 48,3). En Villaricos las campanillas están presentes en casi todos los tipos de sepulturas e hipogeos de la gran necrópolis púnica. En las del grupo D, que contenían inhumaciones e incineraciones, concretamente en la 832, con campanilla encontrada entre las cenizas (Astruc, 1951, 44-45 fig. XX, 16). También en las sepulturas del grupo E, de incineración, como la 310 (Astruc, 1951, 51,fig. XXIII, 9), o la 1725. No faltan en las del grupo F, sepulturas infantiles en ánforas del grupo H (fig. XXXII, 36 y 38 y XLII, 30 y 32), en los hipogeos 410, 768 y 1000 (Astruc, 1951, 76) ni en las sepulturas del grupo J, que contienen a la vez inhumaciones e incineraciones en hipogeos. Es evidente que tanto Ebusus como Villaricos son un buen espejo para las campanillas de los ambientes funerarios de las Baleares y casi con toda seguridad de la mayor parte de las que han aparecido en ambientes domésticos sin contextualizar entre los siglos-iv y –ii. Bibliografia Albanese Procelli, R.M. (2012). Vasellame bronzeo in Sicilia dalla protostoria all’arcaismo recente. En Bronzes grecs et romains, recherches récentes » – Hommage à Claude Rolley, INHA, Actes de. http://www.inha.revues.org/3947 Amoros, LL. (1974). La cueva sepulcral prerromana de «Son Maimó» en el término municipal de Petra (Mallorca). Prehistoria y Arqueología de las Islas Baleares. VI Symposium de Prehistoria Peninsular. Barcelona, 137-170

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