Gaetano Moretti, Mario Palanti y el Pabellón Italiano en la Exposición de 1910

June 13, 2017 | Autor: Adriana Collado | Categoría: Arquitectura Moderna, Exposiciones
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Descripción

LOS PALANTI

Su trayectoria en Italia, Argentina, Uruguay y Brasil

DIRECCIÓN

ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS CONSULTADOS

Arq. Ramón Gutiérrez

Archivo CEDODAL (CEDODAL) Archivo Cívico de Milano Archivo General de la Nación, Uruguay (AGN Uy) Archivio Storico di Ateneo-Archivi Storici-Politecnico di Milano (ASAP) Archivo de Planos Domiciliarios Agua y Saneamiento Argentinos SA (AYSA) Archivo Fotográfico Alinari (AFA) Archivo Fotográfico Trienale de Milano Archivo y Museo Históricos del Banco de la Provincia de Buenos Aires (AMHBPBA) Archivo Familia Romagnoli Archivo privado Horacio Civelli. Buenos Aires Archivo privado Oscar A. De Masi (OADM), Buenos Aires Archivo privado Guido y Emilio Palanti (APGyEP) Biblioteca Ambrosiana de Milán Biblioteca Nacional del Uruguay, Montevideo Biblioteca de la Sociedad Central de Arquitectos “Alejandro Christophersen”, Buenos Aires Biblioteca de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay, Biblioteca del Palacio Legislativo del Uruguay Centro de Estudios e Investigaciones de la Arquitectura Pública (CeDIAP) Centro de la Fotografía de la Ilustre Municipalidad de Montevideo (IMM) Departamento de Arquitectura de la Comisión del Patrimonio Cultural, Biblioteca e Instituto de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, Uruguay Departamento Jurídico de la Intendencia de Montevideo Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, Uruguay Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón - Museo Evita, Archivo Jorge Sabaté (MEAJS) Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro “Dr. Horacio Beccar Varela” (AHMSI) Museo Archivo Banco Patagonia (MABP) The Getty Center for History of Art and Humanities

COORDINACIÓN EDITORIAL

Arq. Julio Cacciatore Lic. Elisa Radovanovic

EXPOSICIÓN

Arq. Ramón Gutiérrez Dra. Arq. Patricia Méndez PROCESAMIENTO DE IMÁGENES

Lic. Julieta Pestarino DISEÑO DE PANELES

Arq. Katherine Mora Rojas TRADUCCIONES

Dra. Arq. Graciela Viñuales COMUNICACIÓN

Lic. Gabriela Gaona Hertelendy FOTOS DE TAPA

1. Postal de Giuseppe Palanti. Exposición de Milán. 1906 2. Proyecto de castillo. Mario Palanti. De su Exposición en Buenos Aires. 1916 3. Conjunto Habitacional Franco Filzi, obra de Giancarlo Palanti, Franco Albini y Renato Camus. Milán. 1936 4. Palacio de Lombardía_9259, 2011, Edoardo Romagnoli. Toma digital FOTOS DE CONTRATAPA

1-2-3. Palacio Barolo en construcción, arquitecto Mario Palanti. Buenos Aires. 1919-1923 4. Palacio Barolo terminado. Foto de Federico F. Ortiz

AGRADECIMIENTOS

Fundación Sales, Personal Archivo Planos Aysa, Eliana de Azevedo Marques, Carlos Balmaceda, Gisele Brito, Horacio Civelli, Rómulo Crespo, Susana Corvalán de Obarrio, Paola Alessandra R. D’Amato, Elizabet Derecho, Melina Do Nascimento, Anat Falbel, Magdalena García, Ricardo Gasalla, Daniel Launay, Guillermo Marcó, María del Carmen Maza, Paola Motta Romagnoli, Guido y Emilio Palanti, Marco Palanti, Arturo Prins, Edoardo Romagnoli, Giovanna Rosso del Brena, Juan Salaber, Agustín San Martín, Alicia Sirvent, Dina Elisabete Uliana, Marina Zurro

DISEÑO GRÁFICO

DG Marcelo Bukavec. [email protected] IMPRESIÓN

Marcelo Kohan / Impresión & diseño

Fotos Virginia Bonicatto (VB) Fotos Julio Cacciatore (JC) Fotos Marcela Fugardo (MF) Fotos Rodrigo Gutiérrez Viñuales (RGV)

Los Palanti. : su trayectoria en Italia, Argentina, Uruguay y Brasil / Ramón Gutiérrez ... [et al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : CEDODAL - Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana, 2015. 168 p. ; 29 x 21 cm. ISBN 978-987-1033-57-7 1. Arquitectura . 2. Arquitectos. I. Gutiérrez, Ramón, CDD 720.9 Hecho el depósito que marca la ley 11.723, queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, salvo expresa autorización de los autores

ÍNDICE 7

Presentación Arq. Ramón Gutiérrez

9

La renovación artística modernista y la Academia de Brera en Milán. De Moretti a los Palanti Arq. Luis Eduardo Tosoni

15

La saga artística de Giuseppe Palanti Dra. Vittoria Crespi Morbio

23

Las postales de Giuseppe Palanti para la Exposición de Milán de 1906 Arq. Ramón Gutiérrez

29

Mario Palanti. Biografía Arq. Julio Cacciatore, Lic. Elisa Radovanovic

35

La arquitectura italiana y las fuentes de las ideas de Mario Palanti 1910-1955 Arq. Ramón Gutiérrez

49

Gaetano Moretti, Mario Palanti y el Pabellón Italiano en la Exposición de 1910 Dr. Arq. Luis María Calvo, Dra. Arq. Adriana Collado

55

Mario Palanti y Arturo Prins, la radicación en la Argentina Arq. Graciela María Viñuales

59

Las casas de renta de Palanti en Buenos Aires Lic. Elisa Radovanovic, Arq. Julio Cacciatore

67

La frustrada Villa Vasena en San Isidro y el germen del exceso expresivo de Mario Palanti Dr. Oscar Andrés De Masi

75

La residencia porteña del Dr. Adrián Beccar Varela y Remedios Obarrio, o de como Palanti superó “la plaga dei terreni angusti”… Arq. Marcela Fugardo

81

Un proyecto y una realización en el distrito bancario: la Casa Central del Banco de la Provincia de Buenos Aires y la sede del Banco Francés e Italiano Arq. Julio Cacciatore

91

Proyecto, construcción y refuncionalización. Las salas de cine de Palanti Dra. Arq. Patricia Méndez, Arq. Marta García Falcó

96

La vinculación de Palanti con el Nuncio y el Papa Arq. Graciela María Viñuales

99

El proyecto de Mario Palanti para el Club del Orden de Santa Fe Dra. Arq. Adriana Collado, Dr. Arq. Luis María Calvo

102

El proyecto de chalet para Benito Villanueva en Mendoza Mgter. Arq. Graciela Moretti

105

Mario Palanti. Invención y doctrina Dr. Arq. Eduardo Maestripieri

113

La nueva torre de Babel. Los rascacielos de Mario Palanti (1918-1971) Arq. Fernando Aliata, Arq. Virginia Bonicatto

123

Los proyectos de Mario Palanti en el marco de las operaciones de monumentalización justicialista Dr. Oscar Andrés De Masi

129

Mario Palanti y el Palacio de los Salvo en Montevideo Arq. Nery González

135

Mario Palanti y sus obras en Paysandú Arq. Rubens Stagno Oberti

138

Estigmas de la piel. Críticas al cuerpo formal y ornamental del Palacio Salvo Arq. William Rey Ashfield

145

La actividad del arquitecto Giancarlo Palanti en Italia. 1929-1946 Arq. María Antonietta Crippa

153

Giancarlo Palanti. Una trayectoria de rupturas y continuidades Arq. Ricardo Hernán Medrano, Arq. Celso Eduardo Ohno

163

Edoardo Romagnoli. “Diseñar con la cámara” Arq. Virginia Bonicatto

166

Bibliografía general Lic. Elisa Radovanovic

GAETANO MORETTI, MARIO PALANTI Y EL PABELLÓN ITALIANO EN LA EXPOSICIÓN DE 1910

Gaetano Moretti, Mario Palanti y el Pabellón Italiano en la Exposición de 1910 Dr. Arq. Luis María Calvo, Dra. Arq. Adriana Collado Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo. Universidad Nacional del Litoral

Aunque hasta el momento no ha sido posible precisar el grado de participación de Mario Palanti en el diseño del Pabellón Italiano en la Exposición Internacional de Ferrocarriles y Transportes Terrestres del Centenario, esta obra no puede omitirse en ninguna reseña de su biografía que refiera a su vinculación con la Argentina. Distintas fuentes permiten afirmar que Palanti llegó a Buenos Aires el 1º de mayo de 1910 para ocuparse de la dirección técnica del montaje del Pabellón, prefabricado en hierro, tarea para la que fuera convocado por su antiguo profesor en la Academia de Brera, Gaetano Moretti; fue éste un punto inicial, a partir del cual se vincularía con los grupos más dinámicos de un país en plena efervescencia y decidiría permanecer largos períodos para ejercer su actividad en Buenos Aires.1 Desde hacía varios años, en la República Argentina se venían planificando las celebraciones para conmemorar el Primer Centenario de la Revolución de Mayo de 1810, estando previstas diferentes actividades, entre las que se encontraba la realización de una gran Exposición Internacional. La recurrencia a grandes muestras de escala mundial como señalamiento de acontecimientos destacados de la vida de los países, venía siendo práctica corriente en Europa desde los últimos años del siglo XVIII, aunque sin lugar a dudas, esa práctica reconocía algunos hitos memorables en exposiciones como la de Londres de 1851 y de París de 1889. Con independencia del interés central de la mayor parte de estos eventos por mostrar al gran público los adelantos de la civilización industrial (la producción de objetos fabriles, los avances en el confort doméstico, la evolución de los medios de transporte, los cambios en el gusto, las transformaciones en las artes aplicadas, etc.), se torna evidente el enorme impacto que las exposiciones tuvieron en el desarrollo de la arquitectura y en el de las relaciones arquitectura-ciudad durante el siglo XIX, constituyéndose en una suerte de laboratorio en el que se experimentaron lenguajes arquitectónicos renovadores, se probaron tipologías espaciales y se ensayaron técnicas constructivas novedosas.2 La importancia e influencia de estos verdaderos acontecimientos de masas, planteados a gran escala, en las principales metrópolis del mundo occidental, puede medirse con la sola mención del aumento del número de visitantes entre las muestras de Londres (año 1851-seis millones) y París (año 1900- cincuenta millones).3 La posibilidad de participación en un evento de tal naturaleza, en el promisorio escenario de una Argentina que se auto-identificaba como “granero del mundo” en los albores del Centenario y con el respaldo que suponía el haber sido convocado por el prestigioso profesor Moretti, debió significar una instancia de singular trascendencia para un joven arquitecto cargado con grandiosas expectativas, como Mario Palanti.

Pabellones de exposición. Antecedentes Hacia 1910 era factible reconocer cuatro muestras internacionales, inmediatamente anteriores a la de Argentina, en las que la participación italiana podía relacionarse con el edificio que nos ocupa, en términos de referencias más o menos cercanas, las que resultaron influyentes en el proyecto del pabellón italiano en Buenos Aires. En primer lugar, la Exposición Universal de París de 1900, que fue convocada bajo el lema “Le bilan d’un siècle” y mostró cambios importantes respecto de la anterior exposición parisina

1. Aliata, Fernando y Bonicatto, Virginia. Mario Palanti. Buenos Aires: Ed. AGEA -Instituto de Arte Americano/UBA, 2014, pp. 20 y 117. 2. Lecardane, Renzo. “Le grandi esposizioni: territori dell’immaginario”, en Agathon, Dipartimento di Progetto e costruzione edilizia, Università degli Studi di Palermo, 2010/11, pp. 37-38. 3. Pellegrino, Ana. “L’Italia alle esposizioni universali del XIX secolo: Identità nazionale e strategie comunicative”, en Diacronie. Studi di Storia Contemporanea, Nº 18, junio 2014. www.diacronie.it

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Pabellón de Italia en la Exposición Universal de París de 1900. Arquitecto Carlo Ceppi. Tarjeta postal (CEDODAL) de 1889, en relación a la tarea que le cupo a arquitectos y urbanistas. Por una parte, se verificó en el plan general una relación mucho más articulada con la ciudad, ya que no sólo ocupó el Campo de Marte, como era tradición en todas las exposiciones realizadas en París desde 1855, sino que se desarrolló a lo largo de la ribera del Sena por casi tres kilómetros, llegando hasta la explanada de Los Inválidos y el Puente Alejandro III, e integrando los medios de transporte (es el momento de inauguración del primer tramo del Metro de París) con la implantación de otro foco de interés en la estación de Orsay. Por otra parte, fue en este evento cuando los lenguajes modernistas comenzaron a desplazar al eclecticismo historicista en la expresión de los pabellones nacionales, a lo que se sumó un manejo peculiar de las tecnologías, en función de responder a las exigencias de esos nuevos lenguajes con materiales y técnicas propias del mundo industrial.4 En este sentido, el pabellón italiano, fue significativo desde la misma visibilidad que le permitía su destacado emplazamiento, ya que era el primer pabellón ubicado en la cabecera de la Rue des Nations, en la ribera izquierda del Sena y frente al pabellón de la ciudad de París, que se situaba sobre la ribera derecha; su llamativa fachada principal, se extendía casi 70 metros a lo largo del Sena, con amplia perspectiva. El edificio fue proyectado por el renombrado arquitecto piamontés Carlo Ceppi y sus socios en muchas obras públicas de la época, los ingenieros Costantino Gilodi y Giacomo Salvatori, también de Turín.5

4. Bianchi, Alessandro et al. Studi sul padiglione italiano nelle esposizioni universali verso expo 2015. Milán: 2013, pp. 10-11.

La guía oficial de la exposición hablaba de ciertas reminiscencias muy notables en el pabellón entre un palacio veneciano y una inmensa catedral, levantado con estructura de hierro y cerramientos de madera estucados, presentaba unas exuberantes y coloridas fachadas trabajadas con elementos prefabricados de fundición, pero simulando ricos mármoles. El pabellón triplicaba por su superficie de casi 5.000 m2, a los de otros países invitados como EEUU, Austria o Bélgica, y no sólo daba lugar a la exposición de productos manufacturados italianos de todas las ramas de la industria y las artesanías, sino que albergaba en el primer piso las muestras oficiales de los ministerios de Industria y Comercio, de Agricultura, y de Instrucción Pública.6

5. Ibídem, p. 65. 6. Paris 1900. Guide Exposition. París: Hachette & Cie., 1900, pp. 225-226.

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Dos años más tarde habría de realizarse en Turín la Primera Exposición Internacional de Artes Decorativas Modernas, bajo el lema: “Le arti decorative nell’abitazione e negli spazi pubblici”,

GAETANO MORETTI, MARIO PALANTI Y EL PABELLÓN ITALIANO EN LA EXPOSICIÓN DE 1910

Pabellón principal (Galleria Italiana) en la Primera Exposición Internacional de Artes Decorativas Modernas, Turín, 1902. Arquitecto Raimundo D’Aronco. Tarjeta postal (CEDODAL) cuyo plan general estuvo a cargo del arquitecto friulano Raimundo D’Aronco, quien asimismo proyectó la Galleria-Padiglione de Italia. En la arquitectura de esta exposición, considerada un híbrido por algunos críticos, ya no quedan dudas de la orientación modernista y del total rechazo hacia los historicismos, así como en la necesidad de incorporar la novedad técnica a la renovación de las formas.7 La afluencia de expositores fue notable, pese a tratarse de una muestra restringida a las artes decorativas, y se presentaron los distintos países con lo más destacado de sus producciones en materia de mobiliario en madera, textiles, vajilla de cerámica y cristal, orfebrería, metalurgia, como los rubros más numerosos; participaron con diseños algunos arquitectos de fama internacional para entonces, como Víctor Horta, Bruno Paul, Philip Webb, Peter Behrens, Ch. Mackintosh, entre otros.8 En relación directa con nuestro tema, vale destacar que dentro del pabellón de Italia, en un local donde se presentaba un comedor del Taller de ebanistería Ugo Cerutti de Milán, se exponía una obra del arquitecto Gaetano Moretti, director artístico de la firma Cerutti; se trataba de un ambiente revestido de estuco blanco en el que sobresalen un ”cornicione” de madera esculpida y un “fumoir” también construido con madera tallada, elaborados por los artesanos de la firma.9 Es decir, ocho años antes del encargo para Buenos Aires, Moretti ya se encontraba comprometido con este tipo de eventos, que marcaban una particular línea de renovación arquitectónica para los profesionales de la época. En 1906 se realizó otra exposición italiana memorable, que con certeza fue muy conocida por los arquitectos que luego trabajarían en el pabellón de Buenos Aires, la Exposición Internacional de Milán10, cuyo tema central fue “Transporte”, y se realizó como celebración por la inauguración del túnel ferroviario transalpino de Sempione, de casi 20 km de extensión bajo el macizo de Gottardo, magnífica y compleja obra de ingeniería que permitía vincular expeditivamente la Lombardía con el norte de Europa, y que significó un impulso colosal a la economía y el desarrollo de la región. Al igual que en París-1900, esta muestra comprometió a una importante fracción de la ciudad de Milán, asentando parte de las instalaciones en el parque del Castello Sforzesco (que desde entonces se denominó Parco Sempione) y otras tantas en la Plaza de Armas, vinculando ambos sectores mediante un tren eléctrico elevado; el tema central de la muestra, la apoteosis

7. Bianchi, A. Op. Cit., p. 11. 8. Koch, Alexander (dir.) y Fuchs, Georg. L’Exposition internationale des arts décoratifs modernes à Turin 1902. Darmstadt: Librairie des Arts Décoratifs, 1902, pp. 4-5. 9. Spigliatti, Riccardo, ed. Guida della Prima Esposizione Internazionale d’Arte Decorativa Moderna. Turín: 1902, p. 38. 10. Ver el trabajo de Ramón Gutiérrez sobre las postales de esta exposición, en esta misma obra.

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Exposición Internacional de Milán, 1906. La Plaza de Armas con globos aerostáticos que permitían admirar la muestra y la ciudad desde el aire (CEDODAL)

11. La importancia de la muestra de Milán 1906 y su incidencia en la cultura arquitectónica argentina de las primeras décadas del siglo XX, ha sido largamente reconocida por Ramón Gutiérrez en: Gutiérrez, Ramón. “Los italianos en la arquitectura argentina. Aproximaciones históricas”, en Italianos en la arquitectura argentina, Buenos Aires: CEDODAL, 2004, pp. 43 a 45. 12. Tosoni Luis. Gaetano Moretti y su obsesión americana. Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas, Seminario de Crítica, 2008, pp. 22-23. 13. Ibídem, p. 22. 14. Aliata y Bonicatto señalan que se desconoce si la tarea de Palanti se limitó a la dirección técnica de la obra o si Moretti le dio alguna participación en el proyecto, posibilidad que parece sugerida por el propio Palanti en su curriculum vitae fechado en 1958,que se conserva en AGEP.1. Aliata, F. y Bonicatto, V. Op. Cit., p. 20. 15. Gutiérrez, Ramón. “Reflexiones en torno a Francisco Gianotti y su tiempo”. En: Francisco Gianotti. Del Art Nouveau al Racionalismo en la Argentina. Buenos Aires: CEDODAL, 2000, p. 28. 16. La participación de Angelo Valdemarca como otro de los exalumnos de Moretti convocado para trabajar en el pabellón, es mencionada por Aliata, F. y Bonicatto, V. Op. Cit., p. 20. No obstante, Raúl Piccioni, quien ha trabajado exhaustivamente

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del transporte y lo que la modernización del mismo significaba, se completaba con la posibilidad de recorrer la exposición desde el aire, con servicios que se ofrecían a los visitantes, tanto en los globos aerostáticos estacionados en el parque, como en vuelos en aeroplanos, desde un aeródromo cercano. Esta muestra fue reconocida también, en la historia de la arquitectura, por el gran despliegue y difusión de las formas Liberty. Trabajaron en sus pabellones los más destacados arquitectos italianos del momento, de la talla de Giuseppe Sommaruga, Giuseppe Locati y Orsino Bongi.11 Vinculando este evento con nuestro tema, vale decir que Gaetano Moretti formó parte del Comité Organizador y entre los arquitectos intervinientes, interesa citar al piamontés Francesco Terenzio Gianotti, que pocos años después habría de colaborar con Moretti y Palanti en el pabellón de Buenos Aires. El gobierno italiano, con miras a organizar la participación del país en este tipo de eventos con mayor grado de control creó, en 1909, el Comitato Nazionale per le Esposizioni e le Esportazioni Italiane all’Estero, en cuya comisión técnico-ejecutiva fue designado Gaetano Moretti como vicepresidente.12 Dado que en 1910 se iba a realizar en Bruselas un nuevo evento internacional retomando la secuencia de las exposiciones universales, Moretti trabajó durante 1909 en la ejecución del Pabellón de Italia para dicha exposición. Pero en ese mismo año Moretti iba a recibir el encargo oficial de organizar y dirigir la participación de Italia en la Exposición Internacional de Buenos Aires, no sólo en lo referido al pabellón del país, sino también a la concurrencia italiana en la Exposición de Bellas Artes que se realizó en el gran pabellón de la Plaza San Martín; el motivo fue que el antes mencionado Comitato, dispuso que se ocuparan de este tema los mismos profesionales que preparaban la Exposición de Bruselas,13 por lo que la designación recayó sobre este arquitecto, quien tuvo la posibilidad de integrar un equipo de trabajo para llevar adelante la obra. Así fue como para diseñar y construir el pabellón del Reino de Italia en la Exposición Internacional del Centenario en Buenos Aires, Moretti convocó a Mario Palanti,14 que había sido discípulo suyo en la Academia de Brera y en el Politécnico de Milán y al ingeniero Luigi Bianchi, de la firma Arcari y Fontana de Milán, quienes viajaron a la Argentina para ocuparse del montaje del edificio; en Buenos Aires se sumó como colaborador Francesco Terenzio Gianotti, convocado por Bianchi.15 Se ha mencionado también la posible participación de otro arquitecto italiano formado en la Academia de Brera, Angelo Valdemarca, aunque dada la fecha de su llegada al país, no resulta factible confirmar su integración al equipo.16

Pabellón Italiano en la Exposición Internacional de Ferrocarriles y Transportes Terrestres del Centenario. Buenos Aires, 1910. Tarjeta postal coloreada (CEDODAL)

Las exposiciones del Centenario Como ya dijimos, la próspera y convulsa Argentina del Centenario programó una serie de actividades celebratorias y conmemorativas de la gesta patriótica de Mayo de 1810, entre las cuales tienen un interés particular para la historia de la arquitectura, las Exposiciones Internacionales de Agricultura y Ganadería, de Higiene, de Bellas Artes, de Ferrocarriles y Transportes Terrestres y de Industria, inauguradas el 27 de mayo, el 3, el 12 y el 17 de julio y el 25 de setiembre de 1910 respectivamente. Para los dos últimas se requirió la importación de materiales y maquinaria pesada procedente de Inglaterra y Alemania. La organización estuvo a cargo de la Comisión Nacional del Centenario y distintas instituciones del estado nacional o de los sectores productivos. Las exposiciones se montaron en diversos predios feriales ubicados entre la Plaza San Martín y Palermo, utilizando a la entonces Avenida Alvear (hoy Avenida Libertador) como principal eje conector: la Exposición de Bellas Artes en Plaza San Martín17; la de Higiene en Tagle y Alvear en el predio actualmente ocupado por la Biblioteca Nacional; la de Agricultura y Ganadería donde hoy se encuentra la Sociedad Rural; la de Industria en el Parque Tres de Febrero y la de Ferrocarriles y Transportes Terrestres en el predio más alejado.18 La ejecución de las obras estuvo a cargo de las distintas instituciones vinculadas a los temas expuestos. La arquitectura de los pabellones en general respondió al antiacademicismo, produciéndose la convergencia de distintas vertientes en boga en Europa y que se habían visto expuestas en los eventos antes mencionados de París, Turín y Milán; eran las tendencias arquitectónicas de principios del siglo XX, que se correspondían con el espíritu festivo de la Buenos Aires del Centenario y con el carácter efímero de este tipo de exposiciones. Otros pabellones respondían a las exigencias expositivas, con estructuras metálicas de montaje en seco, más vinculadas con las arquitecturas de tradición funcional.

La Exposición de Ferrocarriles y Transportes Terrestres La ceremonia inaugural de la Exposición de Ferrocarriles y Transportes Terrestres, de la que formó parte el Pabellón del Reino de Italia, fue programada para mayo de 1910 pero tuvo que ser postergada hasta el 12 de julio debido a una huelga de galponistas. Cerró seis meses más tarde, el 2 de enero de 1911, luego de haber sido visitada por más de 50.000 personas. Se instaló en un terreno fiscal ubicado junto al arroyo Maldonado, cerca del Hipódromo, perteneciente al

sobre los archivos de Valdemarca, indica como su fecha de llegada al país el 11 de mayo de 1911, es decir, cuando la exposición ya había sido clausurada, a la vez que menciona la convocatoria de Moretti a Valdemarca, pero motivada en los trabajos de corrimiento de la Pirámide de Mayo, en los que Moretti se encontraba comprometido. Ver: Piccioni, Raúl. “La obra del arquitecto Ángel Valdemarca. Un aporte para el estudio de la arquitectura neogótica en Buenos Aires”. En IX Jornadas Estudios e Investigaciones, Buenos Aires, Instituto de Teoría e Historia del Arte “Julio E. Payró”, 2012. 17. La Exposición de Bellas Artes, montada frente a la Plaza San Martín, ocupó el edificio que originalmente ofició como Pabellón Argentino en la Exposición Universal de París de 1889, proyectado por el arquitecto francés Albert Ballú, el cual había sido desmontado y trasladado a Buenos Aires al año siguiente; después del Centenario siguió funcionando allí el MNBA hasta 1932. 18. Casiraghi de Pryor, Florencia. “Las exposiciones internacionales en la ciudad de Buenos Aires durante los festejos del Centenario”. En: Temas de historia argentina y americana, N° 6, enero-junio de 2005. Pontificia Universidad Católica Argentina, Facultad de Filosofía y Letras, Instituto de Historia Argentina y Americana, 2005, pp. 45-65.

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Ministerio de Guerra, que con anterioridad había estado destinado al Cuartel de Caballería y que más tarde fue asignado al Regimiento de Patricios, que lo ocupa hasta la actualidad. El predio está delimitado hoy por las avenidas Gutemberg, Dorrego, Luis M. Campos y Santa Fe, configurando un polígono irregular en el que se dispusieron los pabellones. El Pabellón de Fiestas, Correos y Telégrafos, proyectado por el arquitecto italiano Virginio Colombo, era el único edificio construido en mampostería, con elementos clásicos y esculturas alegóricas; ocupaba un lugar central en la distribución del espacio y es el único que ha sobrevivido hasta el presente entre las instalaciones del Regimiento de Patricios. Junto con otros doce pabellones, todos ellos desmontables, cubrían 90.000 m2, siendo el mayor el de Gran Bretaña con 13.000 m2. En un principio, la exposición iba a tener alcance sudamericano, pero las convocatorias de las agencias consulares argentinas en el exterior tuvieron una respuesta tan amplia, que finalmente se contó con la participación de los EE.UU. y varios países europeos, entre los que se encontraron España, Francia, Bélgica y Austria, además de Italia. El Pabellón Argentino adoptaba la fisonomía de una estación ferroviaria y el de transportes antiguos, la de un castillo. En el espacio libre todos los días Jorge Newbery elevaba dos globos aerostáticos que han quedado registrados por las fotografías de época, y que remedaban el bosque de globos aerostáticos que habían estado ubicados en los ingresos a la muestra milanesa de 1906.

El Pabellón Italiano Las fundaciones del Pabellón Italiano se colocaron el 15 de abril de 1910, dos semanas antes de la llegada de Mario Palanti a Buenos Aires, y a fines de junio estaba terminado.19 El Pabellón ocupaba un espacio destacado, visible desde la entrada -los arcos de ingreso lo enmarcaban a la distancia- y a la derecha del edificio central de Virginio Colombo, que era el Pabellón de Fiestas. Fue construido con estructuras prefabricadas de hierro y superficies vidriadas montadas en seco y, tal como lo registran las fotografías, contrastaba notablemente con el mencionado Pabellón de Fiestas.

Sector de ingreso al Pabellón Italiano. Tarjeta postal coloreada (CEDODAL)

19. Tosoni, L. Op. Cit., p. 23. 20. Aliata F. y Bonicatto V. Op. Cit., p. 20. 21. Tosoni, L. Op. Cit., pp. 11-15.

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Acusaba su carácter utilitario y ferial con volúmenes de aristas netas y estructuras visibles. La composición, sin embargo, respondía a cánones convencionales que acentuaban la composición axial y escalonada del volumen principal coronado por una gran cúpula y flanqueado por volúmenes bajos de formas curvas. A pesar del carácter utilitario y de la tecnología constructiva, el pabellón no prescindía de ornamentos que denotaban la intención celebratoria de un joven estado italiano que se sumaba a los festejos del centenario argentino: esculturas aladas sosteniendo palmas con laureles en los cuatro ángulos superiores, múltiples mástiles, guirnaldas, escudos y escenas moldeadas en metal y en la parte superior de la fachada dos pinturas con alegorías del progreso ejecutadas, en su taller de Milán, por Giuseppe Palanti, a requerimiento de su hermano Mario.20 Como dijimos más arriba, no es aventurado suponer una entusiasta reacción de Mario Palanti al recibir la convocatoria de su antiguo profesor de la Academia de Brera, para participar de esta experiencia en las lejanas tierras del Río de la Plata; trabajar para el pabellón de Italia en el ambiente cosmopolita de la Buenos Aires de entonces, debió resultarle un camino promisorio en su interés por vincularse con lo más destacado de la colectividad italiana instalada en la ciudad, vislumbrando un futuro inmediato signado por grandes encargos. Por su parte Moretti también atravesaba un momento alentador, a la luz de recientes trabajos obtenidos, como el encargo del Monumento a la Independencia Argentina, obtenido por concurso un año antes, y cuya concreción parecía aproximarse.21 Y el joven Francesco Gianotti, quien además había recibido otros encargos de pequeños pabellones para la muestra de Industria, hacía carrera en el estudio de Prins y Razenhofer. El pabellón se convertía así en emblema, augurando una alentadora continuidad en las sólidas y prolongadas relaciones arquitectónicas establecidas entre Italia y Argentina.

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