\"FRANCO, EL CAUDILLO (1936-1975)\": EXPOSICIÓN ITINERANTE INAUGURADA EN CÁCERES EL 7 DE JULIO DE 2015

June 29, 2017 | Autor: Enrique Moradiellos | Categoría: Franquismo, Historia Contemporánea de España, Historia política de España en el siglo XX
Share Embed


Descripción

EXPOSICIÓN ORGANIZADA POR EL EQUIPO DE LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA DIRIGIDO POR EL DR. ENRIQUE MORADIELLOS (PROYECTO DE INVESTIGACIÓN HAR2013-41041-P DEL MINISTERIO DE ECONOMÍA Y COMPETITIVIDAD)

FRANCO, EL CAUDILLO 1936-1975 Francisco Franco Bahamonde (Ferrol, 4XII-1892 / Madrid, 20-XI-1975) presidió los destinos de España como Caudillo por la Gracia de Dios desde el 1 de octubre de 1936 y hasta su muerte, hace ya 40 años. Su historia personal y la de su régimen dictatorial es en gran medida una autobiografía de España en el siglo XX

TIEMPOS DE FORMACIÓN: FORJA DE UN MILITAR AFRICANISTA, 1892-1930. Franco había nacido en Ferrol en 1892 en una familia gallega de clase media ligada a la administración de la Armada. Se graduó como alférez en la Academia de Infantería de Toledo en 1910. Combatió como voluntario en la guerra colonial de Marruecos durante más de diez años, con cortos destinos en Oviedo, donde contrajo matrimonio en 1923 con Carmen Polo, que acentuó sus convicciones conservadoras y su fe católica. Oficial valiente y eficaz, se convirtió en arquetipo de militar africanista y logró casi todos sus ascensos por méritos de guerra al frente de tropas de choque como la Legión, hasta convertirse en general en 1926 ( año en que nació su única hija, Carmen Franco Polo). En el Protectorado hizo suyo el ideario militar africanista: un exaltado nacionalismo español historicista, nostálgico de glorias imperiales, receloso de un mundo exterior que había asistido impasible al Desastre Colonial de 1898 y convencido de que el Ejército era “la espina dorsal” de España y garante de su unidad frente a enemigos externos o internos. Contó con el favor del rey Alfonso XIII y también de la dictadura del general Miguel Primo de Rivera, que le nombró director de la Academia General Militar de Zaragoza en 1928.

SEGUNDA REPÚBLICA: TIEMPOS DE PRUDENCIA, 1930-1936. Franco recibió con desagrado la caída de la monarquía en abril de 1931, que inauguró la etapa democrática de la Segunda República. El cambio de régimen frenó su fulgurante carrera durante el primer bienio de gobierno republicano-socialista (1931-1933), cuyas avanzadas políticas sociales y seculares desaprobaba. Sin embargo, durante el segundo bienio de gobiernos derechistas (1934-1935) renovó su fortuna gracias a su protagonismo en el aplastamiento de la insurrección socialista y catalanista de octubre de 1934. Esa labor le convirtió en una de las primeras figuras militares y en el héroe de la opinión pública católica y conservadora. Para entonces, el delgado y temerario oficial de Marruecos había pasado a ser un general prudente y calculador, con tendencia al sobrepeso y creciente conciencia de su propia valía. La victoria electoral de la izquierda en febrero de 1936 socavó su escasa confianza en la democracia para mantener el orden social y la unidad nacional y le convenció de la necesidad de un golpe militar para acabar con las reformas del gobierno de Frente Popular y atajar así el riesgo de revolución social. GUERRA CIVIL: TIEMPOS DE ENCUMBRAMIENTO, 1936-1939 El fracaso parcial del golpe militar de julio de 1936 en la mitad de España (la más poblada y modernizada) abrió la vía a la guerra civil. Y ésa fue la ocasión para al encumbramiento de Franco como líder indiscutido del ejército sublevado. No en vano, mientras otros generales fracasaban en su misión, Franco lograba triunfar en las islas Canarias y se ponía al frente del crucial Ejército de África. Gracias a sus éxitos militares y al inmediato apoyo de la Italia de Mussolini y la Alemania de Hitler, el 1 de octubre de 1936 sus compañeros de armas le nombraron Generalísimo de los ejércitos y Jefe del Estado.

Concentrando “todos los Poderes del Estado”, el nuevo Caudillo asentó su dictadura en tres pilares: el Ejército, que ganó la guerra civil y garantizó después la victoria; la Iglesia, que legitimó la campaña como Cruzada por Dios y por España y le convirtió en el hombre de la Providencia para gobernar la patria; y el nuevo partido único, Falange Española Tradicionalista, que organizó a sus partidarios civiles y fue cantera de personal político y administrativo. La victoria total de abril de 1939 cimentó su poder omnímodo, acentuó su carácter reservado y su convicción de que Dios estaba a su lado.

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: TIEMPOS DE TENTACIÓN, 1939-1945

Como Caudillo de la Victoria, Franco afrontó el reto de la Guerra Mundial. Estuvo tentado de entrar en ella al lado del Eje germano-italiano mientras éste llevaba la iniciativa entre 1940 y 1941 (y se entrevistó con Hitler y Mussolini a este fin). Pero cedió al consejo de sus asesores militares: la beligerancia era imposible por el agotamiento humano y la devastación material provocada por la guerra civil, que acentuaban la vulnerabilidad estratégica de España ante la fuerza naval de Gran Bretaña y los Estados Unidos. No por ello dejó de hostigar a los aliados occidentales y llegó al extremo de enviar en el verano de 1941 a la División Azul a luchar con los alemanes contra la Unión Soviética. Sólo a partir de 1943, cuando la derrota de Italia anunció el declive del Eje, Franco decidió replegarse a una neutralidad afín a la del Vaticano, a la par que estrechaba lazos con la dictadura de Salazar en Portugal. También comenzó la operación de eliminación de su régimen rasgos totalitarios para convertirlo en una “democracia orgánica y católica”: aprobación del Fuero de los Españoles (1945) y proclamación de la Ley de Sucesión (1947) que convertía al régimen en un reino con él como regente vitalicio. POSTGUERRA MUNDIAL: TIEMPOS DE OSTRACISMO, 1945-1955

La victoria aliada en 1945 fue el inicio de un ostracismo internacional del régimen por su adversa conducta en la guerra: se vetó su ingreso en la ONU, en el plan Marshall de recuperación económica europea y en el Consejo de Europa. Sin embargo, la creciente hostilidad entre los Estados Unidos y la Unión Soviética por el futuro socio-político de Europa le permitió superar el reto sin ceder a las presiones internas y externas para dejar el poder al pretendiente, Don Juan de Borbón, y favorecer así una evolución democrática de España. Desde 1947, con el clima de la Guerra Fría, la dictadura de Franco fue recuperando su posición en el ámbito occidental aun como socio menor y despreciado. El estallido de la guerra de Corea en 1950 precipitó esa evolución. La firma del Acuerdo para la instalación de bases militares norteamericanas en España en 1953 y la entrada en la ONU en 1955 sería la cumbre de ese proceso. Era ya el “Centinela de Occidente” de su propaganda. En el plano interno, su mayor triunfo consistió en obligar a Don Juan en 1948 a entregarle a su hijo y heredero, el príncipe Juan Carlos, para supervisar su educación en España como posible candidato al trono en algún futuro lejano.

DÉCADA DE LOS SESENTA: TIEMPOS DE DESARROLLO, 1956-1969 Tras superar una crisis interna en 1956-1957, Franco comprendió que su supervivencia dependía de una apertura al exterior que acabara con el aislamiento y la autarquía económica vigente desde la guerra civil. Una política que había convertido a España en uno de los países más pobres de Europa occidental. Aceptó las propuestas del equipo tecnocrático liderado por el almirante Carrero Blanco, su asesor más estrecho y fiable desde hacía años. Con el éxito del Plan de Estabilización de 1959, España experimentó un intenso desarrollo económico, profundos cambios sociales y un incipiente bienestar material, en el contexto internacional de distensión y expansión económica de los años sesenta. Ya con 70 años, Franco empezó a delegar sus funciones en Carrero Blanco, que se convirtió en vicepresidente del Gobierno. También entonces empezó a dedicar más tiempo a sus aficiones (la pesca, la caza, el golf y el visionado de la televisión y los partidos de fútbol). Y cambió su imagen de temible dictador por la de un abuelo severo pero paternal que jugaba con sus numerosos nietos en traje de civil. TARDO-FRANQUISMO: TIEMPOS DE CRISIS, 1969-1975 Los cambios socio-políticos y culturales de los años sesenta convirtieron al régimen en un anacronismo que regía de manera autoritaria una sociedad modernizada y homologable a las de Europa occidental en formas de vida. Esos cambios propiciaron la crisis de 1969 que evidenció la división de la elite franquista entre inmovilistas y aperturistas, con Franco debilitado en su papel arbitral por su enfermedad del Parkinson y otras dolencias que disminuían su capacidad física y mental. En 1973 el asesinato de Carrero Blando por ETA significó un duro golpe para Franco, que lloró profusamente en público. Esa pérdida aceleró la crisis del régimen, ya muy dañado por la creciente presión popular y opositora a favor de una transición democrática. En ese contexto crítico, un Franco más que octogenario falleció tras una larga agonía el 20 de noviembre de 1975. Todos los contemporáneos, ya en el régimen ya en la oposición, comprendieron que no había posibilidad de supervivencia del franquismo sin Franco. El desmantelamiento del régimen sería tan rápido que sorprendió a todo el mundo, dentro y fuera de España, y reafirmó el anacronismo de aquella dictadura y de aquel dictador.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.