Francisco José LÓPEZ DE AHUMADA DEL PINO, El \'Discurso a los griegos\' de Taciano: comentario histórico

Share Embed


Descripción

KOLAIOS PUBLICACIONES OCASIONALES 5

Francisco José LÓPEZ DE AHUMADA DEL PINO

EL DISCURSO A LOS GRIEGOS DETACIANO: COMENTARIO HISTÓRICO

SEVILLA-1996

KOL.AIOS PUBLICACIONES OCASIONALES 5

Francisco José LÓPEZ DE AHUMADA DEL PINO

EL DISCURSO A LOS GRIEGOS DETACIANO: COMENTARIO HISTÓRICO

SEVILLA-1996

KOLAIOS, ASOCIACIÓN CULTURAL PARA EL ESTUDIO DE LA ANTIGÜEDAD Apartado de correos (P.O. Box) 868 E-41 080 SEVILLA

CONSEJO DE REDACCIÓN: Director Amado Jesús de Miguel Zabala Secretario José Antonio Alfonso García Vocales Víctur Manuel López Lago Javier Pluma Rodríguez de Almansa Francisco José López de Ahumada del Pino Jesús San Bernardino Coronil Pilar Inés Calzón Francisco Eduardo Álvarez Solano

©A.C. KOLAIOS Depósito Legal: SE-2083/97 I.S.B.N.: 84-922394-4-1 Tecnographic, S.L. Imprime: Polígono Calonge, e/ A 41007 SEVILLA Pedidos a:

Scriptorium Apartado de correos (P.O. Box) 404 E-41080 SEVILLA (ESPAÑA)

a Gerardo y a Fernando (que la tierra os sea leve) a Pilar

NOTA DEL AUTOR El presente libro es el resultado de los estudios que durante los años 1992 a 1994 realicé, como trabajo de investigación dirigido por el que fuera catedrático de Historia Antigua D. Fernando Gaseó la Calle, en el programa de doctorado Historia de Roma del Departamento de Historia Antigua de la Universidad de Sevilla y que contó además con los medios que puso a mi alcance la Université Lumiere Lyon2, en concreto los del Institut d 'Épigraphie Grecque Ferdinand Courby y los del Institut de Sources Chrétiennes de la Faculté Catholique de Lyon, durante mi estancia como becado Erasmus en el curso 1992-93. Con algunos retoques, se trata del mismo texto que presenté al tribunal compuesto por D. Francisco José Presedo Velo, D. Aurelio Padilla Monge y D. Fernando Gaseó la Calle en diciembre de 1994 y que les mereció la calificación de sobresaliente por unanimidad.

5

AGRADECIMIENTOS En primer lugar he de recordar que durante la defensa pública del trabajo de investigación en que se basa el presente libro tuve el placer de escuchar las críticas y sugerencias de los tres miembros del tribunal, parte de las cuales he podido tener en cuenta a la hora de redactar el texto definitivo. Por todo ello, les estoy enormemente agradecido. Mención aparte he de hacer al que fue el director de este trabajo, alma de la idea, apoyo imprescindible y orientador metodológico, el tristemente desaparecido Fernando Gaseó la Calle. Siempre me pareció dudosa la afirmación habitual en las defensas de tesis y tesinas de que los méritos son del tutor y los defectos del autor. Siempre creí que era pura retórica académi"ca, lisonjas para el director y falsa modestia para contar con el beneplácito del tribunal. Ahora sé que hay mucho de realidad. Lo que de bueno pueda encontrarse en las siguientes páginas se debe al esfuerzo digno de comadrona socrática que Fernando Gaseó supo hacer, empujándome al trabajo, alentándome con sus elogios, bajándome de las nubes con su crítica -irónica en sus justas proporciones, lo suficiente para hacer ver los errores cometidos y para romper el miedo reverente que su erudición y maestría siempre provocaron en mí- y, por supuesto, aportando su inmensa sabiduría y su claridad metodológica. Sus elogios hacia mi persona durante la defensa pública del presente trabajo son los que, profesionalmente, con mayor placer he oído en mi vida. Definir su desaparición como prematura es tan sólo poner un adjetivo. Por último, ni el trabajo leído en diciembre de 1994 ni el presente libro,. hubieran sido posibles sin contar con el apoyo que constantemente he recibido de los miembros del grupo de investigación Patrimonio histórico de Andalucía en la Antigüedad que dirigía Fernando y que en la actualidad dirige D. Francisco Javier Lomas Salmonte, especialmente de Jesús San Bernardino, profesor, amigo y compañero; de la Asociación Cultural para el Estudio de la Antigüedad KOLAIOS donde, rodeado de amigos y compañeros, los que ya estamos fuera del ámbito universitario encontramos el mejor foro posible

7

El Discurso a los griegos de Taciano. Comentario histórico

de charla y discusión sobre Historia Antigua; de Amado de Miguel Zabala, amigo y presidente de KOLAIOS, sin el que hubiera sido imposible no ya este número 5 de Publicaciones Ocasionales, sino todas las publicaciones ocasionales de KOLAIOS y la existencia de la misma asociación; del resto del Consejo de Redacción de la Asociación, en especial de Piluca; de mis compañeros en Lyon, José Manuel Luque Romero y Francisco Javier García Jiménez, que me tuvieron que aguantar todo un año; de todos mis amigos y de mi familia. A todos, gracias. Sin ellos no hubiera podido soportar a Taciano, todo un carácter al que, no sé cómo, he terminado cogiendo cariño. Supongo que por el mismo procedimiento mediante el cual (Umberto Eco, El Péndulo de Foucault).

8

ABREVIATURAS ANRW: Antonianum: Augustinianum: BKV 2 : CJ: DEChrA: DThC: EstudClás: Gregorianum: HThR: JS: JEH: JThS: Mnemosyne: NTS: OCP: PG: Platon: RAAN: RHR: REAug: REG: RFIC: RomBarb: StudPatr: StudClas:

Aufstieg und Niedergang der Romischen Welt. Berlín-Nueva York, De Gruyter. Antonianum. Periodicum philosophico-theologicum trimestre. Roma, Pontificio Ateneo Antoniano. Augustinianum. Roma, Institutum patristicum Augustinianum. Bardenhewer, Zellinger y Martin (eds.), Bibliothek der Kirchenviiter, Zweite Reihe, Munich, 1932-38. The Classical Journal. Athens, University of Georgia. Di Berardino, A. (dir.), Dictionnaire Encyclopedique du Christianisme Ancien, Tournai, du Cerf, 1990. Vacant, Mangenot y Amann (dirs.), Dictionnaire de Théologie Catholique, París, Letouzey et Ane, 1943. Estudios Clásicos. Órgano de la Sociedad Española de Estudios Clásicos. Madrid. Gregorianum. Commentarii de re theologica et philosophica. Roma, Pontificia Universidad Gregoriana. Harvard Theological Review. Cambridge, Mass., University Press. Journal des Savants. París, de Boccard. Journal of Ecclesiastical History. Cambridge, University Press. Journal of Theological Studies. Oxford, Clarendon Press. Mnemosyne. Bibliotheca Philologica Batava. Leiden, Brill. New Testament Studies. Cambridge, University Press. Orientalia Christiana Periodica. Roma, Pontificio Instituto degli Studi Orientali. Migne, J. P. (ed.), Patrologiae Cursus Completus, Series Graeca, París, 1857-1866. Ilf..&Twv. éJ.EATÍov Ti¡>, ANRW, II, 27. 2.

11

El Discurso a los griegos de Taciano. Comentario histórico

necesarias debidas a la diferencia de enfoque, en los siguientes capítulos del presente estudio. Aparte de la oportunidad de realizar esta labor de puesta al día del estado de la cuestión, me parece imprescindible tratar de dejar claro ciertos puntos que pueden servir de apoyo a los capítulos siguientes: las relaciones y mutuas influencias entre cristianos y cínicos y la visión tacianea de los greco-paganos.

*** El Aó"(oc; 1f'poc; "E!-.Ar¡vac; del sirio Taciano, escrito en el tercer tercio del siglo II, es una de las obras de autores cristianos que se catalogan como apologética. Se trata de un discurso (Aó'Yoc;) dirigido supuestamente al conjunto de los griegos paganos, lo que ha hecho pensar a algunos autores que nos encontramos más bien ante un tratado escrito, con una intención claramente propagandística como se verá más adelante. Su estilo es directo y agresivo, sin contemplaciones.

l. ALGUNOS DATOS DE LA VIDA Y OBRA DE TACIAN04

Lo que sabemos de este controvertido autor no es mucho y la mayor parte de lo poco con que contamos para analizar su vida y obra resulta, cuando menos, oscuro. Se calcula que hubo de nacer en Siria (Oratio, 42), entre el 120 y el 130, ya que abrazó el cristianismo (29) entre los años 155 y 160, pues su maestro murió en torno al 163, tras haber, como él mismo comenta, practicado la filosofía y recorrido el mundo (35), por lo que debía ser ya un hombre maduro.

4. Cf. las introducciones de Ruiz Bueno y Whittaker. También G. Bardy, «Tatien», DThC, 15, 1, pp. 59-66; F. Bolgiani, «Tatien», DEChrA, pp. 2378-2380; R.M. Grant, >; «The Chronology ... ; «Tatian (Or. 30) ... >> y algún otro que no he podido encontrar. A 1e.·es da la impresión de que no está dispuesto a admitir un supuesto primer error y, a partir de ahí, se empeña en demostrar de cualquier modo su teuría.

21

El Discurso a los griegos de Taciano. Comentario histórico

Taciano, en los capítulos 33-34, bajo pretexto de criticar la inmoralidad de los paganos respecto al arte, realiza un catálogo de estatuas de personajes de vida censurable. Destaca sobre todo la gran cantidad de poetisas inmortalizadas por escultores griegos de que Taciano tiene noticia. Tradicionalmente venía negándose la veracidad de este relato, puesto que de las catorce poetisas que cita Taciano, cinco sólo se conocen por su referencia, al igual_ que a cinco escultores, aparte de la supuesta imposibilidad cronológica entre autor y retratada en otros dos casos. Si a ello unimos el gusto de la Segunda Sofística por el tipo de temas que Taciano trata aquí (amores escandalosos, partos monstruosos), la formación sofística que Taciano recibió antes de su conversión al cristianismo y la general antipatía que el sirio produce entre los estudiosos de la Apologética, la ecuación es fácil de adivinar: el catálogo de estatuas de Taciano es, donde no lo confirma otra fuente, falso y su afirmación de que él vio dichas estatuas en Roma es el colmo de su descaro. Taciano es, como bien dice Puech, el más sofista de los apologetas cristianos. Entraríamos entonces en el tan tratado asunto de hasta dónde podemos creer los temas que nos plantean estos autores y hasta dónde llega el recurso retórico. Creo que, de entrada, no debemos negar validez a ningún dato sin haber antes tenido en cuenta todos los factores 44 • Para reafirmarnos en este argumento, en cuanto a la obra de Taciano se refiere, nos puede ayudar un descubrimiento arqueológico no precisamente reciente 45 • Poco antes de la Segunda Guerra Mundial fue hallada en una excavación del teatro de Pompeyo en Roma una basa de estatua, algo fragmentada, cuya inscripción fue editada en 1968 por Moretti. En ella aparece el nombre de una de las cinco poetisas desconocidas nombradas por Taciano junto al de su supuesto autor, curiosamente el que le atribuye Taciano. Esto no sólo impide seguir negando la autenticidad de los otros cuatro casos sino que además crea serias dudas sobre las dataciones de los dos ejemplos antedichos. Pese a ello se siguen viendo irregularidades en el catálogo de Taciano. En 1980 Coulson46 sigue afirmando que el apologista manipula a su antojo la información en lo referente a la poetisa Learquis

44. Cf. F. Gaseó, «Retórica y realidad en la Segunda Sofística», Habis, XVIII-XIX (198788), pp. 437-443. 45. Cf. P. Bernard, «Les rhytm1s de Nisa, I: Poétesses grecques», JS, (1985), pp. 25-118, sobre todo el apéndice en las pp. 97-118 y P. Bernard, «Le catalogue des statues dans le 'Discours aux grecs' de Tatien: rhétorique ou réalité?>>, REG, 99 (1986), pp. XXI-XXII. 46. W.D.E. Coulson, «MenestratoS>>, CJ, LXXV (1980), pp. 200-203.

22

Francisco José López de Ahumada del Pino

(desconocida) y el escultor Menestratos (conocido) para dar veracidad a sus invenciones. Hay que decir, no obstante, que Coulson trata de dar importancia a este escultor que él estudia y por ello cree que Taciano pretendía valorar su invento con el uso de un escultor famoso. No creo que sea suficiente para negar la veracidad del relato, pese a que no se conozca dicha estatua de Menes tratos. Aunque la inscripción antes citada plantea dudas respecto a su reconstrucción47 , creo innecesario sustituir en cualquier edición (hasta la última, de 1982, persiste en este error) el nombre de Mystis (dado por todos los manuscritos y confirmada por la citada inscripción) por el de Nosis, como aparece en la mayoría de ediciones que corrigen la lección de una poetisa desconocida por una conocida. Es evidente que Taciano quería escribir Mystis.

3. INTENTO DE COMPRENSIÓN

Como se ha visto, el tema es más complicado de lo que puede parecer en un primer acercamiento tras la lectura de un artículo como el de Bolgiani, y prácticamente no existe acuerdo sobre ninguno de los aspectos tratados. 3 .1. El carácter de la obra: El primer tema, su carácter de obra apologética, no creo que necesite una discusión muy extensa. La opción tomada dependerá de lo que se quiera entender por apología o apologética

47. La reconstrucción más aceptada es: Múcm>, RHR, CXXVIII (1944), pp. 84-93; F.G. Downing, «Cynics and christians», NTS, XXX (1984), pp. 584-593 y Cynics and Christians origins, Edimburgo, T & T Clark, 1992; D.R. Dudley, op. cit.; P. de Labriolle, La reaction pafenne. Etude sur la polemique antichrétienne de /" au VI" siecle, París, L'artisan du livre, 1934; M. Simon, Hercule et le Christianisme, Estrasburgo, Faculté des Lettres, 1955. 59. Loe. cit. 60. F. Gaseó, «Cristianos y cínicos, una tipificación del fenómeno cristiano durante el siglo Il», en F.J. Lomas, (ed.), Religión, superstición y magia en el mundo antiguo, Cádiz, Universidad de Cádiz, 1985, pp. 49-59; id., «Aristides y los cristianos», en A. González y J.M. Blázquez (eds.), Cristianismo y aculturación en tiempos de/Imperio Romano, Murcia, 1990, pp. 99-104; id., . Los otros dos fragmentos son los siguientes: "Y alguien inteligente ha de estar en rigor de acuerdo con que, según la tradición de los griegos [KaTa T~v · Ef-f-1vwv 1rap&óomv], no había ninguna escritura histórica entre ellos. ( ... ) Por lo que si después de Inaco se registraron los más conspicuos asuntos entre los griegos ["EI--1--r¡mv] y son conocidos. es claro que también después de Moisés, (39). "Y es preciso creer al que es mús venerable por su edad que a los griegos 1"EI--1--r¡mJJ]. ( ... ) Así pues, sobre la historia de nuestras leyes y de nuestras

costumbres. y todo lo que han dicho los doctos griegos ["EI--1--r¡m]. y cuánto y quiénes son los que la han recordado. será tratado en "A los que han opinado sobre los asuntos de Dios"" (40).

En estos dos fragmentos sigue, como cada vez que usa el argumento cronológico, con la definición «bárbaros>>= judíos y cristianos. Sin embargo,

74

Francisco José López de Ahumada del Pino

la definición de > (23).

La referencia al culto es muy leve aquí. Tan sólo una pequeña alusión al sacrificio animal y a la ofrenda al alma que significa el juego gladiatorio para Taciano. Aun así, el carácter a la vez ritual

80

Francisco José López de Ahumada del Pino

y ctvtco del ludus (por estar claramente unido al culto imperial203) me permite incluir este asunto aquí para realizar un más completo análisis del complejo ritual cívico griego y, en este caso también, romano, aunque en realidad alude especialmente a los griegos, puesto que para ellos el juego gladiatorio es una importación de una costumbre romana. Así, deja ver de nuevo la crítica a la falta de originalidad de éstos, mucho más nefasta en este caso, pues lo que copia es un ritual de muerte ofrecido al emperador divinizado. Tradicionalmente se creía que los juegos gladiatorios no habían sido muy habituales en Grecia, pero tras un extensísimo trabajo de recopilación de documentación, L. Robert204 demostró que era algo muy habitual para esta época, lo que nos permite tomar esta crítica como claramente dirigida a los griegos y como referencia inequívoca al culto imperial. El resto es crítica al carácter sangriento y público del combate de gladiadores, lo cual no tiene nada de original, no sólo en el cristianismo sino también en la cultura pagana205 . Lo que sí resulta algo más novedoso es la crítica social que el apologeta introduce en este asunto, considerando como colofón al rico más criminal que al ladrón. Nada dice el apologeta de los cultos mistéricos. Tal vez para él sean manifestaciones periféricas, no criticables eri cuanto que griegas, sino utilizables206 para mostrar la ausencia de originalidad entre los griegos, pues usan dichos cultos sin ser los propios. De todos modos choca que no los critique, pues muy bien puede ser cierta la afirmación de Hanson207 de que hubo de conocerlos directamente208 •

203. Como bien afirma Louis Robert en su clásico Les gladiateurs dans l'Orient grec, París, H. Champion, 1940, p. 240. 204. !bid.• passim y especialmente conclusiones en pp. 239~247. 205. También el cínico Demonacte abominaba de la sanguinaria muerte en la arena. Pero no es el único. Una lista de referencias la tenemos de nuevo en L. Robert, op. cit., pp. 247-253. 206. Cf. Orario, 1. 207. R.P.C. Hanson, «The Christians Attitude to Pagan Religions up to the Time of Constantine the Great», ANRW, II, 23, 2, pp. 910-973. 208. Cf. Orario, 29.

81

El Discurso a los xriegos de Taciano. Comentario histórico

Así pues, desde el punto de vista ritual, el griego, y también el romano -especialmente para el caso de los espectáculos sangrientos, pues de todas las críticas que Taciano hace al culto griego ésta es la que más hace pensar en que también se dirige a ellos-, es la antítesis del bárbaro, especialmente el cristiano. Pero no la antítesis como querían los paganos sino exactamente al revés: acusados éstos de ateísmo, adulterio, asesinato ritual, idolatría, incivismo y traición política, no es difícil para el autor defenderse con un buen ataque, siendo ateo o, en su defecto simplemente torpe, el que repite gestos vacíos hacia dioses que no existen o no son ·lo que ellos creen para obtener beneficios materiales y terrenales; adúltero el que aprende el adulterio de los falsos dioses en el teatro; asesino ritual el que pelea en el anfiteatro, va allí a disfrutar viéndolo o, peor, paga semejante acto salvaje; idólatra el que reconoce como divino a la naturaleza puesta al servicio del horr.bre; incívico y traidor el que hace votos en los que no cree por la salud de un emperador al que trata de no pagar impuestos mientras gasta sus mal adquiridos ingresos en verter sangre inocente. El bárbaro es todo lo contrario, así que, al menos, ya que los griegos no están dispuestos a cambiar esta su manera de ser, dejen a los cristianos ser como son, piadosos, castos, mansos y, con algo menos de decisión en el caso de Taciano, cívicos y fieles. 2.1.2. Mundo demónico y astrología: La existencia real del elemento intermedio entre lo divino y lo material, lo demónico, es algo que los cristianos no negaron en el siglo 11, tal vez por la inevitable influencia del entorno, inmersos como estaban en un mismo cuadro político que apoya cierto tipo de sincretismo conceptual en lo religiosd09 . Taciano tampoco lo hizo. Lo que sí varía es el valor y origen que se le da. Contrariamente al pensamiento pagano, para todos los cristianos lo demónico es nefasto y, tras su implantación como opción religiosa mayoritaria e incluso prepotente en el Mediterráneo, no hará falta mucho tiempo para que sea innecesario que lo aclaren y demónico y malvado se

209. Cf. I. Chirassi Colombo, «Modalita dell'interpretatio cristiana di culti pagani», en VV. AA., Mondo classico e Cristianesimo, Roma, Enciclopedia italiana, 1982, pp. 29-43.

82

Francisco José López de Ahumada del Pino

convertirán en sinónimos. Antes, en época de Taciano por ejemplo, será necesaria esta aclaración. Veamos que tiene que decir Taciano sobre los démones: «Después, a uno [un ángel] que era más inteligente que los demás en razón de su primogenitura, los hombres y los ángeles lo siguieron y proclamaron dios al que se había sublevado contra la ley de Dios; entonces el poder del Verbo apartó de la vida con él al que fue guía de la locura y a los que lo siguieron. Y el que nadó según la imagen de Dios, habiéndose separado de él el más poderoso espíritu, se convirtió en mortal. A causa de su trasgresión y su insensatez, el primogénito fue declarado demon y con él los que lo imitaron. Las apariciones de los démones resultaron el ejército de éste y a causa de su propia libertad fueron entregados a su necedad» (7).

Por supuesto, este relato del origen de los démones no se parece en nada a cualquier demonología pagana. Aunque hay unanimidad entre los cristianos respecto al origen de los démones (los servidores de Satán, los ángeles caídos), tampoco se ponen de ácuerdo en el momento de su aparición. Taciano adopta la versión más tardía, la de la conjura satánica con posterioridad a la creación humana pero independiente de ésta. Para otros cristianos la conjura se produjo antes de la creación del mundo y el hombre no tiene nada que ver en el asunto, mientras que un tercer grupo más antropocentrista hace la conjura simultánea a la creación del hombre que es a la vez motivo de ella210 • Para la tesis de la anterioridad lo importante es la previa existencia del mal, para la de simultaneidad lo fundamental estriba en el hombre como factor para desencadenar el mal, mientras que para Taciano la cuestión es de libre albedrío humano y demónico. Mientras, los paganos tienen otra visión de lo demónico. Los démones son seres intermedios entre lo divino y lo humano tanto en su posición física como en su naturaleza,

210. Cf. A. Orbe, op. cit., pp. 298-307. Este documentado teólogo opina que la tesis tacianea del delito del ángel caído es anterior e independiente. Estoy de acuerdo con la independencia, aunque al principio del capítulo octavo Taciano diga que «el objeto de su perversión son los hombres», puesto que el mismo relato de la caída que hizo anteriormente (7) niega esta afirmación suya, que pasa en mi opinión a significar que los démones, una vez elegido el mal, necesariamente han de acechar a los hombres. No obstante, no encuentro la anterioridad del suceso y he de optar por catalogarlo como posterior, como, pienso, se deduce de la lectura, tanto en mi traducción como en las de Ruiz Bueno (p. 581) o Whittaker (p. 13), del capítulo 7 del Discurso.

83

El Discurso a los griegos de Taciano. Comentario histórico

pues comparten ambas. Por ello pueden ser manejables y sobornables, aunque también pueden obrar por propia iniciativa, tanto maléfica como benéficamente. Sin embargo, hay algo que los griegos no reconocen o no quieren reconocer: «Y tanto menos debemos honrarlos, porque los démones mismos, con su jefe, Zeus, cayeron bajo el destino, dominados por las mismas pasiones que las de los hombres. Y por ello, ¿cómo hay que honrar a aquéllos entre los que hay tanta diversidad de doctrinas?• (8). «( ... ) los démones, yendo a la deriva hacia la total malicia, engañaron a las almas dejadas solas entre vosotros por medio de ignorancias y ostentaciones• (14)

«Los démones, por su malicia, estando dominados por el furor contra los hombres, tuercen con artificiosas y engañosas acciones representadas los entendimientos de éstos, ya inclinados hacia abajo, para que les sea imposible levantarse en el aire en su viaje al cielo• (16).

Así pues, los dioses griegos, y en primer lugar Zeus, no son por tanto sino démones ávidos de llevar a los hombres por el camino del mal. Se hacen adorar, distorsionan y engañan, pues ellos ya están pérdidas y les agrada perder a los hombres. Y los griegos ya lo están, porque los adoran y los siguen y son sordos y ciegos para el verdadero Dios. Los mecanismos de reconocimiento y maldad de los démones son muy variados: la posesión (16), la enfermedad (17), la apariencia de la curación (18). Y, por supuesto, a lo que Taciano dedica más esfuerzo, la astrología: «Los hombres son el objeto de la revuelta de éstos. Pues mostrándoles un dibujo con la colocación de los astros, como los que juegan a los dados, introdujeron el destino, algo bastante injusto• (8).

Sería largo e innecesario exponer aquí todos los argumentos contra el horóscopo y la astrología que Taciano maneja. Por otro lado, tampoco son originales y ya en el paganismo había voces discordantes, como el cínico Enómao de Gadara, Favorino de Arelate y el mismo Luciano de Samosata. Todo ello hace que los griegos, en cuanto a religión se refiere, sean hombres perdidos, ajenos al soplo del espíritu divino, muertos en la vida y candidatos, de no cambiar, a la muerte en la inmortalidad. Ésta es la opinión que Taciano tiene de ellos tras 84

Francisco José López de Ahumada del Pino

concluir su estudio del alma, o más bien, del alma y el espíritu. Se trata de una concepción nuevamente ajena en todo al paganismo que, en términos generales, observaba el alma como cautiva de un cuerpo que la oprime y le impide alcanzar lo divino, pero que tras la muerte se libera y lo puede lograr, puesto que el alma es esencia divina. Para Taciano no: «No es inmortal, griegos, el alma (1¡\-vxlj] por sí misma, sino mortal. Pero ella también es capaz de no morir. Ciertamente muere y se disuelve en el cuerpo [uw~aro>, VD/, CXCII (1990), pp. 167-174 (en ruso, resumen en inglés). Alfonsí, L., , RomBarb. 11 (1977), pp. 5-9. _ _ , , en VV .AA., Mondo classico e cristianesimo, Roma, Enciclopedia italiana, 1982, pp. 141-146. Alvar, J., Blánquez, C. y González Wagner, C. (eds.), Sexo, muerte y religión en el mundo clásico, Madrid, Ediciones Clásicas, 1994. _ _ , Ritual y conciencia cívica en el mundo antiguo. Homenaje a F. Gaseó, Madrid, Ediciones Clásicas, 1995. Attridge, H.W .. , ANRW, 11, 16, 1, pp. 45-78. Baarda, T., >, ANRW, 11, 27, 2. Bardy, G., «Tatien>>, DThC, 15, pp. 59-66. Barnard, L. W., «The heresy of Tatian once again>>, JEH, XIX (1968), pp. l10. Barnes, T.D., , JRS, LVIII (1968), pp. 3250. Beaujeu, J., «Les apologetes et le culte du soverain>>, Entretiens Hardt, XIX (1972), pp. 103-136 y debate pp. 137-142. Benko, S., , ANRW, 11, 23, 2, pp. 1055-1118. Bernard, P., , JS, (1985), pp. 25-118. _ _ , , REG, XCIX (1986), pp. XXI-XXII. Bodelón, S., Celso: El Discurso Verdadero contra los cristianos, Madrid, Alianza, 1988.

103

El Discurso a los griegos de Taciano. Comentario histórico

Bolgiani, F., >, Agustinianum, XVII (1977), pp. 485-504.

104

Francisco José López de Ahumada del Pino

Dodds, E.R., Paganos y cristianos en una época de angustia, Madrid, Cristiandad, 1975. Doresse, J., , RHR, CXXVIII (1944), pp. 84-93. ' Dorival, G., , en González, A. y Blázquez, J.M. (eds.), Cristianismo y aculturación en tiempos del Imperio Romano, Murcia, 1990, pp. 27-37. Downing, F.G., , NTS, 30 (1984), pp. 584-593. _ _ , Cynics and Christian origins, Edimburgo, T & T Clark, 1992. Dudley, D.R., A History ofCynicism, Londres, 1937. Edwards, O.C., , ANRW, II, 27, 2. Escribano, Ma .V., , en Actes du VII' Congres de la Fédération lnternationale des Associations d 'Etudes Classiques, Tomo 11, Budapest, 1984, pp. 423-430. Frend, W.H.C., Martyrdom and Persecution in the Early Church, Oxford, 1965. Gabba, E.,
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.